Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La apicultura nace cuando el hombre intenta conocer el mundo de las abejas. Para ello tomó un tronco
hueco e intentó mantener una colonia. Se data del año 2500 a. C. la evidencia del aprovechamiento de
abejas por parte de los egipcios en sus jeroglíficos. Es en el año 1500 a. C. cuando se escribe sobre las
abejas, siendo ésta la primera evidencia escrita (HITITA). En el S. XVI MENDEZ DE TORRES escribe el
primer texto sobre apicultura en España y además establece como se reproducen las abejas.
Hasta el S. XVIII se trata de una apicultura tradicional. A partir de este siglo con el avance de los
conocimientos científicos y sobre todo biológicos se lleva a cabo un conocimiento más profundo del
comportamiento de los animales individuales y del enjambre. Todo estos conocimientos, apoyados en el
invento de las colmenas movilistas (LANGTROTH –1895-) produce el paso a una apicultura técnica.
Si analizamos etimológicamente Apicultura observamos que la palabra proviene del latín Apis (abeja) y
Cultura (cultivo), es decir, la ciencia que se dedica al cultivo de las abejas o a la cría de las abejas, ya que
se trata de animales. Una definición completa sería la que la define como “la ciencia aplicada que
estudia la abeja melífera y mediante la tecnología se obtienen beneficios económicos”.
Precisamente Curahuasi es un valle interandino con abundante flora y fauna que hace honor a la
etimología de su nombre “Ccorahuasi”. Jardín botánico del imperio incaico, Las potencialidades
geoclimáticas y la disponibilidad de recurso hídrico posibilitan el desarrollo de la actividad agrícola y
pecuaria, que son la fuente de ingreso del poblador curahuasino.
El valle de Curahuasi presenta diferentes pisos ecológico desde 1900 hasta 3900 msnm, la presencia del
río Apurímac, La cadena del nevado de salccantay así como la calidad de sus suelos crean condiciones
singulares para la existencia de abundante vegetación herbácea, arbustiva y árboles, la mayoría flora
apícola ofrecen ventajas comparativas para desarrollar la actividad de la apicultura.
La apicultura es una práctica en la cual a través del cuido de las abejas obtenemos beneficios directos
(miel, polen, propóleos, cera) e indirectos (polinización de las plantas). Una definición completa sería “la
ciencia aplicada que estudia la abeja melífera y que mediante el uso de tecnología se obtienen
beneficios económicos”.
La explotación de las abejas ha despertado siempre la atención del ser humano. Esto se manifiesta en el
aumento de personas que se incorporan a la explotación productiva de este rubro. Debemos saber que
para el manejo adecuado de las colmenas independientemente del número que tengamos es necesario
tomar en cuenta varios factores como el clima, recursos naturales, enfermedades y conocimiento por
parte del apicultor. Todos estos factores en conjunto nos ayudaran a obtener buenos ingresos de esta
práctica.
Además es necesario tener en cuenta que para pequeños productores/as lo mejor es el trabajo
asociativo ya que nos permite compartir espacios de información, capacitación, bajar costos de
producción y buscar mercado para los productos. Es una actividad productiva rentable afín al ser
humano y al medio ambiente porque el área utilizada es mínima y no requiere mucha inversión para
emprender en esta actividad.
Este manual es un esfuerzo que pretende brindar un aporte técnico a los alumnos del IESTPC y a los
interesados en iniciarse en la actividad como un hobby y a los que proyectan una empresa con semi-
dedicación.
La apicultura es el nombre que recibe la actividad, técnica y arte de la crianza de abejas para así poder
aprovechar los productos que de estas resultan. Cabe destacar, que el producto más importante que se
logra a través de la práctica de esta actividad es la miel.
La palabra apicultura deriva de la integración de dos vocablos latinos, “apis” que significa abeja y
“cultus”, cultivar o criar, siendo el resultado de un neologismo francés, usado para designar el arte o
disciplina científica que trata de la cría de abejas, insectos productores de miel, que viven en colonias,
llamadas colmenas.
La cría de abejas puede remontarse a la Prehistoria. Desde la formación de los primeros Estados, el
hombre continuó aprovechando la labor de las abejas, especialmente como productoras de miel para su
propio beneficio, y además cera, para hacer velas y candiles. A comienzos de la Edad Antigua, lo hicieron
los egipcios, oficio que luego ejercieron griegos y romanos, que apreciaban el dulzor de esta sustancia,
en épocas que aún no se conocía las propiedades endulzantes de la caña de azúcar, descubiertas junto
al hallazgo del continente americano.
CAPITULO I
HISTORIA
Existen datos históricos que señalan la existencia de prácticas apícolas a través de distintos períodos, es
así que se observan pinturas rupestres que datan de 7.000 y 8000 años de antigüedad donde muestran
escenas de recolección de miel de colmenas silvestres.
Hay papiros que datan del año 2400 a.C. donde se puede observar que los egipcios trasladaban sus
colmenas en embarcaciones a lo largo del río Nilo.
Los griegos, veneraron la apicultura y representaron en su moneda, con el cuño de una abeja en los
años 480 a.C.
Los poetas geórgicos dedicaron obras a la descripción de las costumbres e inteligencia de las abejas.
En general, siempre en los relatos de las sociedades más avanzadas de todas las épocas, se han
encontrado vestigios del conocimiento de las abejas y de la explotación racional de la miel y la cera.
La apicultura alcanzó su apogeo cuando el único elemento conocido para endulzar, era la miel. Esto
cambió después del descubrimiento de América y la caña de azúcar. Con ello la importancia de la
apicultura decreció, sin embargo su práctica no se interrumpió en ningún momento.
La apicultura moderna comienza con la creación de los panales y los cuadros móviles, en virtud que no
destruyen los mismos al realizar la cosecha de miel, las hojas de cera estampada y los extractores
mecánicos, alcanzando su auge a fines del siglo XIX y a principios del siglo XX gracias a los trabajos de
múltiples estudiosos en el tema.
Son variados los productos que se obtienen del infatigable trabajo de las abejas, no sólo la producción
de un endulzante, sino que el papel que desempeñó la producción de cera fue quizás mayor, debido a
su uso en la fabricación de candiles o velas de cera y otras importantes aplicaciones, como la
impermeabilización de maderas, cuerdas, cueros, telas, etc.
Más tarde con el desarrollo de nuevas técnicas de conservación, manipulación y mecanismos para su
recolección se comenzó a colectar el polen, propóleo, jalea real y veneno de abejas (apitoxina).
EL APICULTOR
El apicultor es la persona que practica la apicultura. Son diversas las actividades que desarrolla el
apicultor. Durante el verano normalmente trabaja con las abejas, pero durante el invierno o estación de
receso, el trabajo consiste en:
Preparación del material para la próxima temporada en donde alojará a las nuevas familias.
Alimentación de la colonia.
Control sanitario de la colmena.
Se puede categorizar a los apicultores en:
HOBBYSTAS: tienen hasta 25 unidades, destinan la miel a uso familiar y venta local. Requieren muy
poca dedicación y poco material de trabajo.
SEMI-DEDICACIÓN: tienen de 25 a 300 colmenas y simultáneamente otra actividad económica.
Requieren conocimientos y una moderada inversión, ambas cosas logradas gradualmente.
DEDICACIÓN TOTAL: tienen desde varios centenares a varios miles de colmenas y requieren
inversiones, personal, especialización y dedicación como cualquier otra actividad empresarial. Los
grandes apicultores del país en general han pasado primero por las dos categorías anteriores.
Fundamentos de la apicultura.
En nuestro entorno rural podemos observar multitud de árboles y de plantas que en determinadas
épocas del año se cubren de flores, que son la principal fuente de aprovisionamiento de néctar por las
abejas, aunque en ocasiones lo recogen de las partes verdes de las plantas donde no las hay, es el
denominado néctar extra floral.
Toda esa cantidad de líquido azucarado sencillamente se evapora si no es recogido, pues existe una
continua renovación en su producción, si las condiciones de humedad del ambiente y en la tierra son
adecuadas.
Aprovechar esos recursos dio origen a una rama específica de la ganadería que se denomina Apicultura
que se define como " Conjunto de conocimientos que tratan del cultivo de las abejas".
He señalado en primer lugar por considerarlo principal la existencia de floraciones apropiadas en el
lugar donde vamos a asentar nuestro colmenar, sea de forma prolongada en el tiempo, cuando se trata
de practicar apicultura estante o bien de forma temporal al practicar la trashumancia.
En nuestro caso trabajamos con abejas negras de cepas que han vivido durante muchos años en
colmenares estantes con muy pocas posibilidades de hibridación con otras estirpes de sitios alejados,
pero puede ser por otro lado lo contrario: estirpes fuertemente hibridadas por realizarse fecundaciones
entre colonias llevadas y juntadas temporalmente para aprovechar determinado pasto. En cualquier
caso abejas adaptadas a su medio, poblando colonias fuertes, que son las únicas capaces de producir
cosechas importantes.
Las colonias se situaran donde encuentren los recursos fácilmente y con abundancia, albergadas en
colmenas bien diseñadas, cuidando al máximo las condiciones de vida del interior, conduciendo todo
ello a la producción de un sobrante en alguno o varios de los productos que el colmenar proporciona,
aunque las cosechas de miel y de polen son en general las de mayor importancia económica por su
volumen de cosecha.
Existe una gran diferencia entre las colonias alojadas en huecos naturales o colmenas rústicas y otras
que están en colmenas movilistas, en estas el apicultor ejecuta una serie de manejos y utiliza varios
elementos materiales que son instrumentos que mejoran las condiciones productivas naturales de las
colonias, basándonos en el hecho indiscutible de que las abejas no solo trabajan para procurarse su
sostenimiento diario, sino muy al contrario constituyen una reserva para ser utilizada en aquellas
épocas donde las condiciones del clima no les permiten salir al campo, tal es su afán de recoger que
almacenan muy por encima de sus necesidades de consumo, pero no por ello dejaran de recoger, ni por
tener alimento en abundancia consumirán más, lo que tiene como consecuencia última el disponer de
un sobrante de lo que son sus necesidades de supervivencia que es la parte que cosechamos.
Se trata de llevar una apicultura activa, que implica exámenes periódicos de las colonias, para detectar
posibles deficiencias e intervenir subsanándolas, dar los tratamientos convenientes preventivos de las
enfermedades comunes que los necesiten y finalmente cosechar las producciones, todo lo cual equivale
en cierto modo a dirigir el colmenar, pero sin apartarnos demasiado de las pautas naturales de
comportamiento de las abejas.
Diferenciamos esta apicultura de aquella pasiva que solo necesita de simples colmenas construidas con
unas tablas clavadas por los cantos, y cuya práctica habitual consiste en recoger los enjambres
naturales, los que sirven para reponer las bajas del año anterior y cosechar la miel realizando una corta
de panales y liberándola por estrujado, siendo el manejo en ocasiones tan deficiente que para realizar la
cosecha se recurre a la asfixia de las colonias.
TERMINOLOGÍA APÍCOLA, ESPECÍFICA.
En apicultura, como en otras actividades, se emplean unos términos específicos para nombrar útiles o
situaciones, los más comunes se citan a continuación:
Colonia, es el conjunto de todos los individuos que viven en un mismo lugar, están organizados para
sobrevivir y defenderse de los ataques de otras especies.
Enjambre, es el conjunto de abejas que parte de una colonia y va a establecerse en otro lugar, se
hace extensivo a los conjuntos que prepara el apicultor.
Colmena, es el soporte material donde viven las abejas, puede ser preparada por el hombre o puede
ser un hueco natural.
Manejo, es la parte que el apicultor ejecuta sobre la colonia con el fin de mejorar alguna condición
natural.
Núcleo, es la denominación genérica de las minicolmenas que se usan en el transporte de enjambres
propiciados por el apicultor.
Operculado, recibe este nombre el hecho de cerrar las celdillas de donde nacerán las reinas, abejas y
machos y las de miel.
Desoperculado, recibe este nombre la operación de retirar o romper el opérculo que cierra las
celdas de miel, cosa que se hace con varios útiles.
Celda Real, es la celda especial que sirve de cuna a la reina.
Metamorfosis, es el conjunto de cambios que se producen desde que la reina pone el huevo hasta
que nace el individuo.
Injerto, es el hecho de colocar manualmente una realera en un panal haciendo previamente un
hueco o colocándola sin más.
Cría, es el conjunto de huevos, larvas y ninfas presentes en la colonia. Se mide por el número de
cuadros completos que suma.
Puesta, es el conjunto de huevos y larvas de menos de tres días y que su presencia determina la
posibilidad de realizar realeras.
Feromonas, son sustancias que al ser emitidas por las abejas y por la reina sirven para ejecutar toda
la colonia determinados actos.
PRODUCTOS APÍCOLAS.
1. LA MIEL:
Es una sustancia viscosa y dulce, producida por las abejas a partir del néctar de las flores. La abeja,
cuando trae a la colmena el néctar aguachento, claro, que liba en las flores, tiene que condensarlo, pero
al mismo tiempo comienza a trabajarlo, amasándolo, cambiándolo de lugar, uniformando su
composición, pero sobre todo agregándole ciertas sustancias que segrega. Obteniéndose así un
producto muy diferente al néctar original por su composición y propiedades que es la “miel”. Por lo
tanto la abeja introduce en la miel sus fermentos-enzimas.
El color de la miel varía, puede ser amarillo grisáceo, también puede darse el caso que tome color rojizo
y otras veces verdoso. Tal variedad de colores depende de la variedad de especies vegetales visitadas
por las abejas pecoreadoras. La miel es un alimento y un complemento muy apreciado en la dieta
humana. Posee un efecto energético y estimulante rápido y eficiente, porque ya está predigerido.
Contiene además, sustancias benéficas para el organismo: una serie de vitaminas y de minerales, como
así también antibióticos: una sustancia antialérgica y otra cicatrizante, de gran valor.
La miel tiene aplicaciones medicinales, es ya tradicional para curar afecciones respiratorias, del hígado
(por el tipo de glucosa que posee), enfermedades cardíacas, enfermedades gastrointestinales, suele
emplearse en la cura de úlceras, calma los nervios y es un eficaz e inofensivo sedante.
COMPOSICIÓN QUÍMICA
La miel es una mezcla compuesta sobre todo de los azúcares (carbohidratos) Glucosa y Fructosa. Ambos
azúcares suponen el 75% en peso de la miel. Su tercer componente mayoritario es el agua. La miel
también contiene otros tipos de azúcares, así como ácidos orgánicos, proteínas y minerales (fósforo,
magnesio, calcio, hierro, sodio y potasio) y vitaminas como el ácido ascórbico (vitamina C), tiamina
(vitamina B1), roboflavina (vitamina B2), ácido nicotínico y piridoxina (vitamina B6). La sacarosa, que se
compone de la fructosa y de la glucosa unidas, es un disacárido; constituye el 1% de la composición de
la miel. Otros disacáridos de la miel son la maltosa y galactosa. La fructosa es levemente más dulce que
la sacarosa. En la mayoría de las mieles, la fructosa predomina sobre el resto de azúcares y esto hace
que la miel sea más dulce que el azúcar. También existen otros tipos de mieles que contienen más
glucosa que la fructosa. En la miel media está 1 a 1,5 veces más dulce que el azúcar. La miel líquida
contiene unos 82 g de carbohidratos/100 g de miel y proporciona unas 304 Kilocalorías.Así, una
cucharada de miel con 21 gramos, contiene aproximadamente 17 gramos de carbohidratos y a razón de
unas 4 kilocalorías por gramo, su poder calórico será de 64 kilocalorías (kcal). Aproximadamente 95% de
los carbohidratos encontrados en miel son fermentables. La miel pura con un contenido de
carbohidratos mayor del 83% en peso o un contenido de agua menor del 17.1% en peso no fermentarán
cuando esté almacenada correctamente. la miel es higroscópica ya que es rica en azúcares como la
fructosa y puede absorber el agua fácilmente bajo ciertas condiciones.
Constituyentes secundarios.
Enzimas Traza -
Aromas Traza -
CRISTALIZACIÓN DE LA MIEL
Inicialmente cabe destacar que la cristalización de la miel depende del contenido de glucosa. La glucosa
y la fructosa son azúcares simples procedentes de diversas plantas. La miel contiene alrededor de un 3%
de sacarosa y una elevada cantidad de glucosa y fructosa, siendo más elevado el contenido de glucosa.
Por norma general, la miel, una vez extraída y envasada, se conserva líquida poco tiempo,
condensándose y cristalizándose más o menos según su procedencia botánica y otros factores.
El hecho de que la miel sea una solución sobresaturada de azúcares que tienden a precipitar es causa de
cristalización natural. La cantidad de glucosa contenida en la miel, condiciona la rapidez de la
cristalización.
Un ejemplo lo tenemos en las mieles de colza y diente de león que debido a su alto contenido en
glucosa cristalizan rápidamente. Por el contrario la miel de acacia, indicada especialmente en
estreñimiento y diabetes, permanece en estado líquido varios años debido a su escasez de glucosa, y la
miel de castaño tiene una cristalización muy lenta por el mismo motivo. La cristalización de la miel
puede dar un aspecto granulado grueso o fino dependiendo del tipo de agregación de la glucosa. Con el
fín de evitar estas cristalizaciones, muchas industrias, someten a la miel a un proceso de pasteurización,
es decir de calentamiento, el cual destruye los cristales de glucosa y la vuelve líquida, con el
inconveniente de que desnaturaliza sus enzimas y vitaminas, las cuales no soportan la elevada
temperatura. La pasteurización es un proceso que tiende a desvitalizar los enzimas y las levaduras de
determinados productos alimenticios volviéndolos asépticos y de fácil conservación. Pero la miel en
realidad no necesita de estos procesos ya que posee sus propios conservantes intrínsecos y bactericidas.
Ese tipo de procesos solo sirven para poder manipular la miel manteniéndola fluida.
PROPIEDADES DE LA MIEL
Es la miel tal cual la elaboran las abejas en la colmena Combate eficazmente la sinusitis resfriados, vías
respiratorias, Afecciones bronquiales, tosferina, se recomienda por sus efectos laxantes, activa las
funciones intestinales, ulceras de estómago y duodeno diurética, estimula el proceso digestivo,
Antiséptica, enfermedades hepáticas, sedante antiespasmódico, para niños y adultos en caso de
insomnio, contenido muy alto de sales minerales, combate la anemia, Remineralizante de huesos y
uñas, sedante ligero. Aumenta la energía y fuerza física, se recomienda como sustituto del azúcar y
combate el agotamiento físico.
2. LA CERA
La cera de abejas es una sustancia grasa con propiedades que la distinguen de las otras ceras vegetales
o minerales. La producen cuatro pares de glándulas, denominadas cereras, que se localizan del cuarto al
séptimo segmentos del lado ventral del abdomen de las abejas obreras con edad variando entre 12 a 18
días.
Esas glándulas ceríferas secretan la cera en forma líquida disuelta en una sustancia volátil, que en la
superficie externa del tegumento se evapora, dejando las placas de cera. Cada placa es hecha de una o
más secreciones, y posee un espesor de 0,6 a 1,6 mm con peso promedio de 1,3 mg.
Las obreras llevan estas escamas de cera hacia atrás con el auxilio de las patas traseras y las lleva a las
delanteras y a la boca, para que sean amasadas y moldeadas, utilizando la secreción de las glándulas
mandibulares.
Centenas de abejas obreras participan en la edificación de un sólo alvéolo, siendo que cada obrera
puede mantenerse en actividad por más o menos 1 minuto.
Para la secreción de la cera es imprescindible sucesión de ciertos factores, tales como: temperatura en
el grupo de abejas de 33 a 36ºC promedio; presencia de abejas obreras con edad de 12 a 18 días;
alimentación abundante, y la necesidad de construcción de panales. Cerca de 45 días después de la
llegada un enjambre, 90% de los panales ya fueron construidos.
El punto de fusión de la cera de abeja puede variar de 62 a 65ºC, el punto de la solidificación de 61,5 a
63ºC y la densidad entre 0,939 a 0,987, evaporandose a 250ºC. Es insoluble en agua y alcohol frío,
parcialmente soluble en alcohol caliente y éter, soluble en grasas calientes, aceites entéricos, benceno
caliente, cloroformo, carburina y aceite de terebentina.
USO DE LA CERA
Los mayores consumidores de cera de abejas son las industrias de cosméticos en: pomadas, lociones,
cremas faciales y labiales, para depilación etc. La industria de velas y la industria apícola con la
utilización de cera alveolada.
Otros usos están en la fabricación de pomadas para calzados; en materiales para impermeabilización;
industria de armamento; lustres para pisos; muebles, cueros y lentes telescópicos, en la fabricación de
grasas, ungüentos; en la fabricación de cintas adhesivas, gomas de mascar, tintas; en injertos y barnices.
En la fabricación de papel carbón. En la elaboración de velas.
3. LOS PANALES
Los panales son construcciones que fabrican las obreras y se hallan constituidos por celdas o alvéolos
donde ellas depositan el néctar, la miel y el polen y en las cuales la reina desova y se desarrolla el ciclo
biológico de la abeja.
4. EL POLEN
El polen es el elemento masculino de las plantas y se encuentra en las flores en forma de un polvillo
muy fino. Para transportarlo a las colmenas, las abejas lo impregnan con saliva y néctar formando
pelotitas (pellets) que ubican en las corbículas, una especie de bolsitas que tienen en el tercer par de
patas.
El polen constituye una parte fundamental en la alimentación, tanto en forma directa, para alimentar a
las crías de más de tres días, como en la producción de jalea real, sustancia que nutre a las larvas y
reinas.
Esta sustancia posee excelentes propiedades, tanto para las abejas como para el consumo humano. Su
uso diario y dosificado brinda una sensación de fuerza y resistencia al cansancio.
5. EL PROPÓLEO
Es una resina de olor dulce, tomada por las abejas de la corteza de algunos árboles, es un elemento
pegajoso que las abejas utilizan para darle consistencia a sus panales. Lo elaboran a partir de
secreciones de árboles, las que son transportadas al panal, masticadas y devueltas, y luego mezcladas
con la cera que ellas mismas también producen. En el panal, la sustancia es usada para sellar hoyos y
aberturas, mantener la limpieza, y desinfectarlas a prueba de todos los gérmenes hasta para
embalsamar otros insectos muertos. Pronto será considerado como uno de los mayores antibióticos del
mundo actual. Es un eficaz antibiótico natural que posee propiedades ANTIBACTERlALES Y ANTIVIRALES,
que ayudan la formación de anticuerpos que estimulan el sistema inmunológico, aumentando la
resistencia del organismo, protegiéndolo contra las infecciones en general y de agentes no específicos.
Es un material resinoso que las abejas juntan de árboles, especialmente de los brotes de sauces,
álamos, coníferas y robles que enriquecen con sus propias secreciones.
Las abejas los utilizan para tapar grietas de la colmena y así evitar pérdidas de calor durante el invierno,
desinfectar y defenderse de las enfermedades, aislar las partículas extrañas de la colmena y evitar su
descomposición.
Las aplicaciones del propóleo son diversas:
En cosméticos.
En Pinturas y barnices.
En medicina veterinaria.
En medicina: como cicatrizante, antibiótico en infecciones de vías respiratorias y digestivas,
antiséptico en cirugías dentarias, etc.
6. LA JALEA REAL
La Jalea Real es el producto de la secreción de dos glándulas epifaringias de las abejas de 3 a 12 días de
edad. Es semilíquida, blanquecino amarillenta, ácida y de olor fenolado. Esta “leche de abejas” es el
alimento de todas las larvas en sus tres primeros días de vida, y es el alimento exclusivo de la reina
durante toda su vida. Gracias a este extraordinario alimento, las reinas viven de 4 a 6 años, mientras que
los zánganos y las abejas obreras viven en promedio, entre uno y tres meses. La Jalea Real es la causa
directa de este crecimiento y de la longevidad de la reina.
La Jalea Real es el alimento más concentrado de la naturaleza, por su equilibrado conjunto de
vitaminas, minerales y elementos vitales imponderables, juega un rol decisivo en los procesos de
restitución celular. No necesita de la digestión, es totalmente asimilable y pasa directamente a la sangre
para enriquecer los tejidos de reposición y de crecimiento.
La composición de la Jalea Real es tan compleja y larga contiene, Vitaminas B, C, D y E; lipoproteinas,
enzimas, hormonas, sustancias etéreas. Propiedades bactericidas y bacteriostática, sales minerales,
manganeso, calcio, cloruro, sodio, potasio, azufre, fósforo, aluminio, magnesio, silicio, hierro, cobre,
cinc, cobalto, estroncio, etc. “Todos estos elementos son indispensables para el organismo humano y a
partir de las sinergías entre ellos hay que buscar el mecanismo de acción de esta “maravilla de la
naturaleza”, en la que los niños encuentran el mejor de los fortificantes naturales, los enfermos y los
viejos la fuerza que los abandono, los deprimidos, los neurasténicos y los siempre cansados una energía
y una euforia increíble. (Dr.CasaBellas_Texas)”. “Sobre el organismo humano, la Jalea real actúa como un
estimulante, mejora el estado general, otorga mayor vigor, aumenta la capacidad de trabajo psíquico e
intelectual y transforma en forma positiva los estados de ánimo. También provoca un aumento
temporario del metabolismo de base. En la tercera edad les ayuda a recuperar la memoria y ejerce una
acción favorable en las personas que padecen arteriosclerosis, angina de pecho, ulceras, anemia,
estados depresivos y fatiga general. Por sus diversos componentes cubre las insuficiencias alimentarias
de aminoácidos, vitaminas, proteínas, y sales minerales. Por su acción estimulante está particularmente
indicada para los convalecientes. Combinada con los remedios tradicionales, la Jalea Real mejora el
estado general de los enfermos con ulcera en el duodeno y por lo tanto favorece su curación.
Es el alimento ideal en la tercera edad, no encontraran en la Jalea Real el secreto de la eterna juventud,
pero si hallaran en ella un elemento que combate la senilidad prematura y que protege al organismo
contra todas las formas de envejecimiento. Inclusive la Jalea Real enriquece los tejidos de reposición y
crecimiento, favorece la digestión y mejora la memoria y la vista de las personas de edad. Y ya que
hablamos de la tercera edad, conviene aclarar que el Doctor suizo Egger afirma que este alimento es un
capital en la lucha contra la arteriosclerosis, el mayor azote de los países civilizados y patrimonio de las
personas de edad. Según lo expresado por este médico, la Jalea Real ejerce una acción estimulante y
tonificante, mejora el organismo en general, disminuye las acciones vasculares y regulariza la presión
sanguínea. La Jalea Real es asimismo, una poderosa arma contra la anemia y ayuda a restablecer el
número de glóbulos rojos en periodos cortos. Y resulta el alimento ideal para la tercera edad cuando
padecen agotamiento crónico, debilidad, cansancio mental y fatiga.”
La Jalea real activa el organismo humano de la siguiente manera: aumentando la capacidad del trabajo
físico e intelectual; brinda mayor resistencia a la sensación de fatiga, especialmente el cansancio
provocado por la falta de sueño. “ Dr. E. M. Bianchi ”.
DOSIFICACIÓN
Es recomendable 20 gramos de Jalea Real como tratamiento cada estación del año. Poner
aproximadamente un gramo diario con una cucharilla de madera debajo de la lengua, las glándulas
sublinguales la adsorben rápidamente. Es un tratamiento de choque y muy recomendable para el
organismo que necesite hacer un gran esfuerzo o con agotamiento tanto físico como psíquico. O bien
mezclada con miel: 15 gramos en 100 grs. de miel, emulsionarla bien y cada día tomar una cucharadita.
“conservar siempre en frigorífico”
Qué curan:
Reuma, ciática, artrosis y lumbago hasta la psoriasis o la hipertensión arterial.
Muchos insectos tienen aguijones venenosos, pero debido a que la abeja de la miel se ha domesticado y
es fácil de tratar, se usa para la mayoría de los tratamientos. El veneno de abeja tiene los siguientes
componentes conocidos:
Melitina:
• Es el responsable del dolor y el picor en el veneno de abeja.
• Tiene poderosas propiedades bactericidas y citotóxicas.
• Produce los síntomas de inflamación a través de liberación de histamina.
• Estimula la pituitaria para liberar ACTH, que estimula las glándulas suprarrenales para producir
cortisona, responsable de la respuesta del cuerpo para la autocuración.
• Es 100 veces más potente como antiinflamatorio que la hidrocortisona en pruebas realizadas en ratas
con artritis (Nature, Nov. 1.974). Péptido (Mast Cell Degranulating Peptide) :
• Lleva a la liberación de histamina que produce los síntomas de inflamación (hinchazón, picor,
enrojecimiento, calor).
• Incrementa la memoria reciente en ratas (test del laberinto).
Apamin:
• Bloquea los canales Ca+ dependent K+
• Refuerza la transmisión sináptica a largo plazo.
• Acorta la duración del potencial de actuación de un nervio.
Hialuronidasa:
• Disuelve el ácido hialurónico que conecta las células, haciendo así más permeable el tejido o el
espacio extracelular. Esto facilita el transporte de las sustancias curativas y a la eliminación de los
desechos o de las sustancias tóxicas del área dañada.
Dopamina (neurotransmisor):
• Es un neurotransmisor que aumenta la actividad motriz. Es deficiente en pacientes con Parkinson y
excesiva en pacientes sicóticos tratados con medicamentos neurolépticos.
La Dopamina junto con la Serotonina y otras catecolaminas están implicadas como factores en las
depresiones.
Adolapin:
• Tiene un efecto analgésico. Si conocemos a alguien a quien han picado las abejas (suelen ser avispas)
o nos ha picado a nosotros, asociaremos picadura con dolor tremendo, que, en algunos casos,
trataremos con barro y, en otros, con medicinas. Lógicamente, en ese momento no pensaremos nada
más que en quitarnos el dolor. Pero quienes llevan algún tiempo con abejas han podido observar, en
múltiples ocasiones, que las picaduras significan la desaparición de otras molestias, a veces serías. Es
sabido que los apicultores apenas padecen de reuma, ciática o lumbago.
Durante años se ha observado la relación entre las picaduras de abeja y los puntos de acupuntura
correspondientes al "problema" o desequilibrio energético del momento. Las abejas "saben" dónde
tienen que picar. Y lo saben, porque donde hay un desequilibrio energético hay una "agresión" que las
abejas perciben y, al defenderse de esta "agresión", producen un reequilibrio similar al de la
acupuntura, con el beneficio añadido del veneno de abeja. La acción curativa que producen las
picaduras parece deberse a los componentes del veneno de abeja (fundamentalmente la melitina, un
polipéptido). Estas van desde la curación del reuma, ciática, artrosis y lumbago hasta la psoriasis o la
hipertensión arterial.
Recientemente se ha descubierto la relación entre las endorfinas que segregan el cuerpo y las
curaciones llamadas "espontáneas". El efecto de la picadura hace que las endorfinas correspondientes
acudan a curar. El veneno continúa el trabajo junto con otros elementos curativos que están en el
torrente sanguíneo. Y, si la persona sabe el mecanismo por el que se ha producido la enfermedad,
entonces el restablecimiento es "milagroso". Si, además, las picaduras se realizan en el colmenar, todo
lo anterior se potencia. El ambiente del lugar, normalmente saludable, las esencias de las plantas, las
feromonas que emiten las abejas, el olor a miel de las colmenas y la misma situación de estar "en otro
mundo" debido al peligro potencial y a la observación de cómo actúan, hacen que el mecanismo de
curación del propio cuerpo se ponga en funcionamiento. La picadura, entonces, se convierte en el
ingrediente central de la curación, pero no en el único.
Picarse, aún sin estar enfermo, es, pues, algo saludable en sí mismo. No lo dudes, pícate con las abejas.
Ellas dan su vida por nosotros y, si no lo necesitas, no te preocupes, ellas no te picarán aunque insistas.
No están dispuestas a morir por nada. Eso sí, procura no molestarlas, porque que se defenderán. Y si te
gusta, háste apicultor. La supervivencia del ser humano depende de ellas. Las abejas al libar tienen un
papel esencial en la polinización, la multiplicación de las especies con flores y el rendimiento de los
cultivos. Sin polen no hay frutos y sin abejas apenas hay polinización.
La primera vez que se habló de APITERAPIA fue para hacer referencia al uso médico de las picaduras de
abejas o apitoxiterapia. Pero si me detengo a hacer un poco de historia, aquí no es porque los demás
productos apiterapéuticos no tengan antecedentes antiquísimos, recordemos el uso del propóleo que
hacían los antiguos egipcios, romanos, persas e incas, al igual que de la cera y la miel. Basta con buscar
en el papiro de Ebers (1700 a.n.e.) en la Torá (Pentateuco), Profetas y otros libros bíblicos, en los escritos
de Aristóteles, Plinio, Dioscórides, Galeno, Hipócrates, Varro, Avicena, y demás eruditos de la
antigüedad, para trazar los antecedentes conocidos de la apiterapia con productos de la colmena. En la
historia de la medicina se destaca la figura del médico Philip Semmelweis, pionero de la antisepsia.
Cuando en 1847 comenzó a trabajar en el departamento de Obstetricia de la Universidad Imperial de
Viena, la mortalidad materna en éste era de 26%. Semmelweis planteó repetidamente que la causa de
esa alta mortalidad era la sepsis puerperal provocada por las manos contaminadas de los cadáveres. Sus
argumentos fueron rechazados una y otra vez por las autoridades de la Universidad, a pesar de que en
1860 Semmelweis había logrado reducir la mortalidad a casi 0.5%. Semmelwieis no logró vencer la
oposición a sus argumentos sólidos. En 1865, a los 47 años, murió en un manicomio cerca de Viena.
Años después Lister abordó por la antisepsia quirúrgica y hasta hoy es considerado como el Padre de la
cirugía antiséptica. Similar en muchos aspectos a la historia de Semmelweis fue la vida del médico Philip
Terc, padre de la apitoxiterapia. Ambos se llamaban Philip, eran médicos austríacos, casi
contemporáneos y tuvieron que enfrentarse al dogmatismo académico de la Viena del siglo XIX. Ter
81844_1915) nacido en Praporiste, Bohemia, era reumático y sufría de intensos dolores articulares. Un
día sentado en su jardín, en 1868, fue atacado de pronto por muchas abejas y a partir de entonces sus
dolores comenzaron a desaparecer y los miembros adquirieron nueva movilidad. A partir de entonces
se dedicó a investigar la causa de su sorprendente cura y permaneció durante 10 años haciendo
experimentos, pese a ser combatido y ridiculizado por sus colegas. En 1878 y 1889 presente ante la
Universidad Imperial de Viena sus notables conclusiones sobre miles de pacientes tratados con éxito,
pero se encontró con un auditorio hostil e intransigente, a tal punto que Terc decide irse de Viena por
temor a que lo internaran en un manicomio. No obstante, dejó como testimonio de sus investigaciones
varias publicaciones, además de un libro editado en 1910. Tras el rechazo de las autoridades científicas
austríacas a las investigaciones de Terc, otros médicos en Francia, Inglaterra, y Alemania, siguieron sus
métodos y reafirmaron sus conclusiones.
Cada vez es más extenso el uso del veneno de abejas en el tratamiento de numerosas enfermedades y
se cuentan por docenas los preparados con apitoxina comercializados por la industria farmacéutica. En
1920 se inicia en Japón la acupuntura con abejas; La Apipuntura. Desde entonces ha continuado el
desarrollo de la apitoxiterapia y en estos momentos estas son las principales afecciones tratadas con
apitoxina. Espondiloartritis deformante. Afecciones reumáticas (poliartritis reumáticas, miopatías,
cardiopatías reumáticas) Poliartritis infecciosas no específicas. Afecciones del sistema nervioso
periférico (radiculitus lumbrosacra, inflamaciones de los nervios ciático, femoral o facial, neuralgia
intercostal, polineuritis, etc.) Ulceraciones tróficas y llagas atónicas. Vasculopatías quirúrgicas
(tromboflebitis sin supuración, endarteritis, enfermedad arteriosclerótica de los vasos periféricos. Asma
bronquial Síndrome migrañoso Hipertensión arterial, Iritis e iridociclitis, Síndrome de Méniere. Eccemas,
Psoriasis, Epilepsia, Aftas tróficas y heridas débilmente granulosas. Fiebre reumática aguda,
Endocarditis, Mialgia y miositis, Esclerosis difusa.
PROCEDIMIENTO TERAPÉUTICO. La terapia con veneno de abejas, una vez que usted se cercioró no ser
alérgico a éste, no produce ningún efecto colateral adverso. No importa cuánto tiempo se haya usado.
Es segura, efectiva y cuesta poco. Se pueden aplicar directamente las abejas al paciente para que lo
piquen en la parte afectada de su cuerpo o usar inyecciones del veneno obtenido de las abejas y
conservado en polvo en frascos estériles hasta que se disuelva. Las principales formas de aplicación de
la apitoxina son: Picadura directa de la abeja. Inyección de preparados estandarizados, Ultrasonido
(fonoforesis), Ionizacion, Frotación mecánica. Inhalación, Supralingual (bajo la lengua).
CAPITULO II
Clasificación y Razas
Las abejas melíferas tienen la siguiente clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Arthopoda
Clase: Insecta
Orden: Hymenoptera
Sub Orden : Apocrita
Superfamilia: Apoidea
Familia: Apidae
Suba familia;Apinae
Tribu: Apini
Género: Apis
Especie: A. Mellifera
Nombre Binomial: Apis mellifera L. 1758
El género Apis tiene 9 especies, y la especie Apis mellifica tiene más de 30 razas debidamente
documentadas.
Apis mellifica
Apis laboriosa (asiática)
Apis dorsata (asiática)
Apis cerana (asiática) subsp. cerana, indica, japonica , himalaya
Apis koschevnikovi (asiática)
Apis nuluensis (asiática)
Apis nigrocinta (asiática)
Apis andreniformis (asiática)
Apis florea (asiática)
Algunas de estas especies tienen nidos expuestos (A. dorsata, A. laboriosa) es decir al aire libre, y otras
nidos cerrados (A. mellifica, A. cerana).
También existen diferencias en sus panales siendo algunos simples, es decir estirados por un solo lado y
un solo panal y otras especies hacen panales múltiples y obrados o estirados por ambos lados, Ej. A.
mellifica, A. cerana .
La mayoría de estas especies se encuentra en Asia.
HIBRIDOS
Podemos realizar cruzamientos entre razas puras en busca de una mayor producción, los que son
denominados HIBRIDOS. Los experimentos realizados hasta la fecha han demostrado ser satisfactorios,
siempre que el criador sea capaz de evitar la consanguinidad, ya que la misma disminuye la fertilidad y
el vigor de la colmena hasta el punto de no sobrevivir. Generalmente los cruzamientos, desarrollan una
nueva combinación estable, que según la característica es transmitida a sus hijas, pero no a sus nietas,
lo que hace que cada vez que se quiera obtener una reina híbrida, haya que recurrir a abejas de gran
pureza de raza, y existiendo una baja probabilidad de repetirse el resultado.
CRUZA AUMENTO DE PRODUCCION DE MIEL
ligustica x mellifica x
153% comparando con mellifica
mellifica
RAZAS:
Desde el punto de vista del aprovechamiento de la miel y de la cera para comercializar, resulta de
interés la abeja doméstica Apis mellifera, que se subdivide en dos variedades: razas negras y razas
amarillas.
RAZA NEGRA
Las abejas de raza negra son originarias de la parte norte del continente europeo, son poco productivas,
enjambran fácilmente. El color de su cuerpo es oscuro hasta llegar al negro, se pueden considerar como
de carácter irritable. Entre las abejas de esta raza las más conocidas son:
• Caucásica: pequeñas, de color negro, prolíficas. Son poco enjambradoras y bastantes buenas
productoras de miel y cera.
• Carniola: la característica principal de esta raza son los panales que construyen de color claro y
muy organizados, administran muy bien el consumo de sus reservas durante el invierno. El
inconveniente es que no son buenas productoras.
• Alemanas: de color gris oscuro, con excepción de la reina y los zánganos que presentan un gris casi
negro. Se irritan con mucha facilidad y agreden tanto al hombre como a los animales; tienen la
ventaja que son prolíficas. En el país no se conocen.
• Smirna y china: el color de estas razas es el gris en variadas tonalidades. En el período de floración
se las nota bastante activas, pero no son grandes productoras de miel.
• Melliponas: Está muy difundida y adaptada a Cuba; se cree que es de origen europeo. Se
caracteriza por ser de cuerpo pequeño, de color gris pardo y con rayas amarillas en el abdomen.
RAZAS AMARILLAS
Las abejas de raza amarilla son las que predominan en los apiarios con alta productividad, las más
conocidas son:
• Chipriotas: Su abdomen es completamente amarillo por debajo, son sumamente activas, buenas
productoras, con el inconveniente que se irritan fácilmente y hacen muy difícil el trabajo en el
apiario.
• Siria: Su color es uniforme, está bastante difundida en los países árabes, son activas, prolíficas y
buenas productoras.
• Egipcias: Su abdomen es amarillo y con rayas negras. Son las que más se irritan y enjambran, poco
productoras. Es una raza desconocida y poco difundida en el país.
• Italianas: Las abejas de esta raza, también llamada Liguria tienen tres bandas de color negro. Los
zánganos y las obreras son de color más oscuro y pueden presentar bandas o no. La principal
característica de esta raza, es su docilidad y mansedumbre, condición muy importante en el manejo
del apiario, son laboriosas, de buena productividad. Se consideran como muy resistentes a las
enfermedades. Como todas las razas de abejas, se irritan ante la presencia de personas ajenas al
manejo del apiario, o cuando se está cerca de ellas con perfumes penetrantes. Son las más
difundidas en todo el país.
HABITANTES DE LA COLMENA
Colmena es el lugar donde viven las abejas en comunidad. Se entiende por colonia, el enjambre
constituido, con todos sus componentes y en actividad productiva.
El conjunto de colmenas se denomina apiario y cada colmena, con sus respectivas colonias integradas,
son organizadas, mejoradas y cuidadas por el hombre con fines comerciales: venta de miel, cera,
núcleos, reinas, etc.
LA REINA:
Es la madre de la colonia, la única hembra perfecta, con un desarrollo sexual completo, encargada de
producir los nuevos seres de la colonia. Se distingue por su apariencia larga y delgada causada por el
desarrollo completo de los ovarios en el abdomen. Tiene un aguijón sin puyas. En la colonia se
encuentra en el área del nicho de cría.
Características más sobresalientes de la reina:
La reina una vez fecundada, difícilmente salga de la colmena. Alrededor de cinco días después de los
vuelos de fecundación, la reina comienza a poner huevos. Una reina buena puede poner entre 1500 a
3000 huevos por día. El número de huevos puestos varía según los factores que afectan el aovar, como
por ejemplo el clima, el néctar y el polen disponibles, el tamaño de la reina, las condiciones de la
colonia. Cuando se da gran cantidad de entrada de polen y néctar, esto alienta a las obreras a darle más
nutrición a la reina, lo cual la estimula a ella, a poner más huevos.
Los tipos de huevos que pone la reina son:
1. Fecundados: en celdas pequeñas que dan origen a las obreras, y si las celdas se agrandan y las larvas
se alimentan especialmente, dan origen a reinas.
2. Infecundos: producen únicamente zánganos, las celdas son de mayor tamaño.
La reina deposita los huevos en los cuadros del centro de la colmena y a ambos costados deja celdas
libres para que las obreras almacenen el polen y néctar que posteriormente transformarán en miel.
Varias de las glándulas de la reina producen una sustancia compleja que se llama “sustancia de la reina”.
Se distribuye por toda la colonia por medio de las obreras que cuidan a la reina. Esta sustancia y la que
producen los demás integrantes sirven para armonizar el comportamiento de la colonia.
La reina puede vivir hasta cuatro años, pero las reinas viejas no tienen la misma capacidad de poner
huevos que las jóvenes, por eso en los proyectos de apicultura, la reina se reemplaza cada dos años.
LAS OBRERAS
Clases de Obreras:
Nodrizas: Alimentan los hijos o larvas de la colmena, al principio con una sustancia glandular
lechosa conocida como jalea real y más tarde con una mezcla de miel y polen
Aseadoras: Limpian la colmena, sacan las larvas y abejas muertas, eliminan de la colmena
cualquier objeto raro que en ella encuentren.
Ventiladoras: Ventilan la colmena para mantener estable la humedad, la temperatura interna de
la colmena. Las crías para desarrollarse necesitan entre 34 y 36 °C y humedad de 65 a 75 %.
Constructoras: Fabrican panales. La construcción de panales tiene dos etapas: Operculado a cargo
de las obreras constructoras jóvenes y la construcción de panales a cargo de obreras más viejas.
La cera de construcción de panales es producida por el cuerpo de las abejas.
Guardianas: Protegen la colmena. Es una etapa previa al pecoreo, su función es evitar la entrada
de abejas de otras colmenas, insectos y otros animales ajenos a la colmena.
Pecoreadoras: Él pecoreo consiste en salir de la colmena a colectar polen, néctar, agua y
propóleos. El polen y el propóleos lo acarrean en una cestilla ubicada en las patas traseras y el
néctar en su estómago.
Exploradoras: Buscan fuentes de alimento y nuevas casas, son las obreras más viejas de la
colmena. Cuando encuentran alimento, agua o nueva morada, regresan a la colmena y avisan a
sus semejantes por medio de danzas.
Una obrera puede volar hasta unos 3 km de distancia, aunque normalmente no se alejan más de 1 km
en busca de flores. Cuando una abeja encuentra un buen lugar para pecorear, vuelve a la colmena y
mediante una danza avisa a las demás de la posición y distancia a la que se encuentra.
Las obreras tienen estructuras y órganos especiales que están asociados con los trabajos que realizan:
Las glándulas galactógenas: Se encuentran en la parte delantera de la cabeza y su función es
producir alimento real para la cría.
Las glándulas cereras: se ubican debajo del abdomen y su función es producir la cera.
El órgano olfativo emisor: Se encuentra cerca de la parte superior del abdomen y su función es
producir olor que orientará a las abejas cuando la colonia está revuelta.
El aguijón y glándulas de la ponzoña: Se ubican en el punto del abdomen y su función es
defender a la colonia.
La lengua larga: Su función es cosechar el néctar y llevar el agua.
La peinilla y la cesta de polen: Se encuentran en las piernas traseras, y su función es quitar el
polen del cuerpo, cargarlo en pelotillas y llevarlo a la colmena. También sirve para llevar el
propóleo.
Las tareas que realizan las obreras adultas cambian con la edad. Este cambio se relaciona con el
desarrollo fisiológico de varias glándulas. Pueden cambiar de oficios según las necesidades de la colonia.
Ni bien nacen limpian su cuerpo y son alimentadas por las abejas nodrizas, cuando ya tienen más vigor
comienzan a alimentarse solas, tomando sorbos de miel de las celdas sin opercular e inician las tareas
de ir puliendo las celdas.
Luego y hasta los quince días alimentan las larvitas recién nacidas y a la reina; posteriormente se
encargan de almacenar el polen, de la higiene de la colmena y de la construcción de celdas.
Ya adultas realizan los vuelos alrededor de la colmena y comienzan a recolectar néctar, propóleo y agua.
De la intensidad de esta actividad va a depender la longevidad de las abejas obreras.
Las abejas obreras, entonces, son sumamente importantes en la polinización de las flores, ayudan a la
fecundación que dará origen al fruto.
La vida de una obrera varía, en invierno viven más tiempo ya que el número de abejas que nacen es casi
nulo puesto que la reina no pone huevos en esta época y por lo tanto han de subsistir hasta que
empiecen a nacer nuevas abejas para que la colonia sobreviva.
LOS ZÁNGANOS:
Son los machos de la colonia y nacen de huevos sin fecundar. El cuerpo del zángano es más grande que
el de la obrera o la reina. Los ojos grandes y cubren prácticamente la cabeza entera. El extremo del
abdomen está cubierto con un penacho de pequeños pelos.
Los zánganos no pueden picar. Como el aguijón es una modificación de la genitalia de la hembra, los
zánganos no tienen aguijón. Tampoco tiene estructuras necesarias para la recolección del néctar y el
polen.
Una colonia fuerte puede contener 300 o más zánganos, pero durante períodos de escasez, las obreras
seleccionan a los zánganos de la colonia, produciéndose así la muerte ya que estos insectos no tiene la
capacidad de salir a procurarse el alimento.
CAPITULO III
MORFOLOGÍA DE LA ABEJA
La morfología (Anatomía) externa e interna de la abeja mellifera se corresponde esencialmente con la
de los demás insectos. Lo mismo puede decirse de la fisiología (funciones vitales). No obstante existen
diferencias que es preciso indicar para una mejor comprensión de su etología (comportamiento).
Lógicamente las peculiaridades anatómicas y las funciones vitales están interrelacionadas.
Se halla constituido por la cutícula que la forman dos capas: una exterior muy dura (exocutícula) y otra
interior (endocutícula). Interiormente, el exoesqueleto se halla recubierto por la membrana basal,
donde se insertan los músculos.
CABEZA
La cabeza, caja quitinosa, que tiene forma de triángulo invertido, alberga el órgano de la visión (ojos
simples y ojos compuestos), las antenas y el aparato bucal. Se encuentra unida al tórax por un cuello
angosto y membranoso. La cabeza está formada por seis escleritos íntimamente soldados entre sí.
Los ojos simples u ocelos, en número de tres, están situados
en la parte superior de la cabeza, entre los ojos compuestos,
están recubiertos de pelos táctiles y tienen estructura muy
sencilla.
Con ellos puede ver la abeja a corta distancia, y en condiciones
de casi oscuridad en el interior de la colmena. Se ha
constatado que son órganos sensibles a la intensidad de luz y
son utilizados como fotómetros, determinando el principio y
fin de la jornada laboral.
Los dos ojos compuestos están formados por numerosas
facetas hexagonales y cada uno de ellos por miles de ojos
simples (3.000 en la reina, 6.000 en la obrera y 13.000 en el
zángano). La forma de las facetas hace pensar en el tipo de
construcción de los panales.
La visión de los colores varía con respecto a la visión humana.
Tienen más agudeza visual en el lado ultravioleta del espectro.
En el lado del rojo se muestran prácticamente ciegas. Ven muy
bien el color azul, amarillo, verde-azulado y ultravioleta. El
color rojo lo ven como si fuera negro y dentro del amarillo
confunden el naranja y el verde amarillento como si fueran
amarillos. La agudeza visual es inferior a la del hombre, pero a
igualdad de tiempo, el ojo de la abeja percibe 10 veces más
imágenes.
Recibe la luz polarizada, o sea, la luz en la cual los rayos vibran en un solo plano.
Las dos antenas emergen del centro de la cara, encontrándose muy próximas entre sí articulándose con
la cabeza por medio de una membrana.
La antena está formada por una parte rígida (escapo) y otra flexible
(flagelo) que está dividida en segmentos (artejos). La porción que
viene a continuación del "escapo" se llama pedúnculo o pedicelo, es
un artejo que también forma parte del flagelo.
El número de artejos es de 12 en la reina y obrera y de 13 en el
zángano.
Las antenas poseen numerosos órganos sensoriales, en forma pilosa
y en placas o poros, en número de 3.000, por antena en la reina, de
3.600 a 6.000 en la obrera y unos 30.000 en el zángano, que son los
responsables del tacto, oído y olfato.
Los pelos u órganos pilosos son órganos del tacto y recubren la
mayor parte de la antena, y las placas o poros tienen forma de
embudo y sirven para el olfato.
Si hacemos un corte transversal de la antena, y la observamos al
microscopio veremos en su interior una red de nervios muy
manifiestos que sirven como aparato receptor y transmisor de
sensaciones.
TÓRAX
Como ya hemos visto anteriormente las abejas tienen tres pares de patas, y éstas para que puedan
tener movimientos se dividen en nueve piezas llamadas artejos, dos cortos el primero de los cuales se
encuentra unido al cuerpo, tres largos (el fémur, la tibia y el tarso), estando constituido este último por
cuatro piezas.
El primer par de patas se encuentra situado en el protórax, y tienen una serie de dispositivos o piezas
que las emplean fundamentalmente para: la limpieza de los ojos, con una especie de cepillo; dos piezas
(vellum y peine o cepillo), ésta última articulada, que se cierra a voluntad para la limpieza de las
antenas.
En el último artejo del tarso tiene dos garfios, que los
emplean para agarrarse a superficies sobre las que quiere
caminar, que pueden ser lisas o rugosas, y también para
agarrarse a otras abejas, formando la llamada cadena de
la cera, o cuando enjambran al formar la clásica bola o
enjambre.
Estas patas llevan en el extremo del tarso un garfio o espolón que emplean para desprender las pelotas
de polen, que llevan en las “cestillas” del tercer par de patas.
Una especie de cepillo, la emplean para la limpieza de las alas.
El tercer par de patas se encuentran situadas en el metatórax y son las más grandes.
En este tercer par tienen otro dispositivo, que lo emplean a modo de pinza para recoger las laminillas de
cera elaboradas en las glándulas cereras y posteriormente pasarlas a las mandíbulas para su amasado y
posterior construcción de panales.
ANATOMÍA INTERNA
La morfología (Anatomía) externa e interna de la abeja mellifera se corresponde esencialmente con la
de los demás insectos. Lo mismo puede decirse de la fisiología (funciones vitales). No obstante existen
diferencias que es preciso indicar para una mejor comprensión de su etología (comportamiento).
Lógicamente las peculiaridades anatómicas y las funciones vitales están interrelacionadas.
APARATO DIGESTIVO
La boca, primera parte del aparato digestivo, que lo forma un tubo continuo, se halla situada en la parte
anteroinferior de la cabeza, pertenece al tipo lamedor chupador y consta de las siguientes piezas: el
labro o labio superior cubre las mandíbulas. La reina, la obrera y el zángano presentan piezas
mandibulares diferentes. En la abeja obrera, las mandíbulas son más estrechas en la parte central que
en la base. En su extremo terminal son lisas y terminan en forma de cuchara teniendo movimientos
horizontales Son empleadas para abrir las anteras de los estambres, recoger el polen de las flores,
ablandar, amasar y dar forma a las láminas de cera con la saliva y construir las celdillas y panales así
como retirar fuera de la colmena los elementos extraños que haya en ella.
Cuando las abejas toman alimentos líquidos utilizan una estructura especializada: la probóscide o
trompa. La forman distintas piezas del aparato bucal y el labio y se adapta a esa función cuando es
necesario.
La lengua o glosa, que en su extremo proximal tiene las paraglosas, dispone a ambos lados de los palpos
labiales. Es larga, flexible, pelosa y acanalada terminando en una especie de botón en forma de cuchara.
En estado de reposo, la trompa está replegada debajo de la cabeza; cuando la abeja se dispone a
absorber líquidos, la proyecta hacia delante extendiendo sus partes distales alrededor de la lengua, de
tal manera que se forma un verdadero tubo que se cierra en la parte delantera del extremo distal de las
maxilas; en la parte posterior la cierran los palpos labiales.
Desplegada la trompa la introduce en el líquido y en rápidos movimientos hacia atrás y hacia delante, el
líquido asciende.
Las mandíbulas y probóscide, cuando se encuentran contaminadas, son el vehículo de infestación de las
larvas, de Loque americana (Paenibacillus larvae) o de Loque europea (Melissococcus pluton).
La boca se sitúa entre las bases de las mandíbulas, abriéndose al final del órgano de succión; ésta se
dispone, después de la correspondiente abertura, de forma vertical a lo largo de la cabeza hasta el
esófago. Es una cavidad en forma de saco con paredes musculares que permiten la aspiración
(dilatadores) de los líquidos desde la trompa, para pasar al esófago a través de la faringe (compresores).
El esófago es un tubo que se extiende a lo largo del tórax por el que avanza el alimento gracias a sus
movimientos de contracción.
En el extremo proximal del abdomen el tubo digestivo
se ensancha formando un saco de paredes finas y muy
elástico. En las abejas recibe el nombre específico de
buche melario. Cuando éste se llena de alimento sus
paredes se expanden rítmicamente haciendo que su
contenido (polen, néctar, elementos sólidos), se
mezcle. También es utilizado como almacén de
alimento.
Le sirve a la abeja para el transporte de néctar y agua
desde el exterior hasta la colmena, donde es
regurgitado.
En la larva es el lugar de ataque de Paenibacillus larvae (Loque americana) los esporos de la bacteria
germinan en el ventrículo justo después de la operculación que es el momento en que la concentración
de azucares baja, posteriormente la bacteria invade toda la larva.
También es el lugar de germinación de las ascas de Ascophaera apis (Ascosferosis), sus hifas invaden la
larva y provocan su muerte antes de la operculación. El virus Morator aetutalae (cría sacciforme),
también comienza su invasión por el ventrículo.
También encuentra aquí el medio adecuado para desarrollarse el microsporidio Nosema apis
(Nosemosis), que multiplica sus efectivos cuando las defensas de la abeja son lo suficientemente bajas y
permiten su multiplicación.
El intestino delgado, es el tramo siguiente del aparato digestivo que termina en el recto. En esta parte
del intestino vacían su contenido los tubos de Malpigio, que actúan como elementos de filtración
(riñones), de la abeja. En estos tubos se asienta el agente causante de la Amebosis (Malpigamoeba
mellificae).
En su parte distal está la ampolla rectal, que tiene un papel principal en la absorción del agua y en
retener el material fecal, hasta que se produce la evacuación en el exterior de la colmena.
La Nosemosis (Nosema apis) produce gran cantidad de material de desecho que al acumularse en la
ampolla, provocan una gran distensión del ventrículo, presionando los sacos aéreos e impidiendo de
esta forma el vuelo.
Aquí también podemos encontrar quistes de Malpighamoeba mellificae, procedentes de los tubos de
Malpighi.
Durante el invierno, las abejas almacenan los productos de su metabolismo en la ampolla rectal y no la
vacían en todo el invierno hasta que realizan los llamados vuelos de limpieza, al iniciarse la primavera.
Esta estrategia, seguida por las abejas en lo que se refiere a los elementos no digeridos, favorece
extraordinariamente la higiene en el interior de la colmena y la presencia de manchas fecales en
distintos puntos de la colmena hace saltar la alarma ante la presencia de problemas de orden fisiológico
o patológico.
SISTEMA RESPIRATORIO
La abeja no dispone de un órgano expresamente determinado para el intercambio gaseoso. Éste lo
efectúa por un sistema traqueal, formado por; estigmas o espiráculos, traqueas, sacos traquéales y
traqueolas (es donde verdaderamente se produce el intercambio gaseoso). Los estigmas son los orificios
externos que existen para la ventilación. Tanto en la larva como en el adulto existen 10 pares y todos
salvo el segundo, que es muy pequeño, disponen de válvulas de cierre. Los estigmas se abren en
respuesta a bajas concentraciones de oxígeno y a altas concentraciones de anhídrido carbónico en los
tejidos, permitiendo la entrada y salida de aire.
SISTEMA NERVIOSO
La larva tiene un cerebro con un ganglio subesofágico, once ganglios, comisuras longitudinales formadas
por pares de nervios gemelos.
La abeja adulta posee un cerebro de mayor tamaño con un ganglio subesofágico así como siete ganglios
formando un cordón ventral que discurren por debajo del tubo digestivo.
En el tórax se encuentran dos ganglios torácicos, y los nervios que salen del primero de ellos van
dirigidos al primer par de patas, los nervios del segundo ganglio van dirigidos hacia los músculos alares y
al segundo y tercer par de patas.
En el abdomen existen otros cinco ganglios que regulan
las funciones de los órganos de la respiración, y de los
intestinos. Los dos últimos algo mayores que los otros,
regulan los órganos de la reproducción y el aparato
vulnerador (aguijón).
Como consecuencia de esta distribución del sistema
nervioso cada una de las tres partes del cuerpo del
insecto (cabeza, tórax y abdomen) funcionan más o
menos independientemente.
Esto lo podemos comprobar cortando la cabeza a uno de
estos insectos y comprobaremos que el cuerpo puede
seguir desplazándose de una parte a otra, mover las alas
y proseguir sus funciones vitales durante un largo tiempo,
muriendo irremisiblemente al final.
Lo mismo nos ocurre si seccionamos el abdomen, el
insecto puede continuar absorbiendo líquidos, néctar y
jarabes, pero todo lo que ingiera saldrá inmediatamente
por detrás hacia el exterior.
El cerebro de la abeja obrera es mucho más grande que
el de los zánganos a pesar de ser la cabeza del zángano
mayor. Nuestro mayor interés radica en que es blanco de
los virus neurotropos
SISTEMA CIRCULATORIO
El sistema circulatorio de la abeja está compuesto por un tubo largo que recorre todo el cuerpo de la
abeja, estando cerrado en el extremo abdominal y abierto en la cabeza pasando por encima del tubo
digestivo.
Su principal función es la de
transporte de nutrientes y retirada
de desechos. Sus componentes son;
linfa, diafragma ventral y dorsal,
corazón, aorta y vesículas de las
antenas.
La linfa es un líquido complejo que
contiene unas células, linfocitos, los
cuales tienen capacidad fagocitaria y
poseen movimiento propio y circula
libremente por el organismo toda
vez que es impulsada por el corazón
hasta el cerebro.
Nosema apis (Nosemosis), provoca anemia y también podemos encontrar aquí Pseudomona apiseptica.
En la parte dorsal del abdomen se encuentra un órgano llamado corazón, formado por ventrículos
unidos entre sí por válvulas llamadas ostiolos. Las cámaras ostiolares están unidas por válvulas que se
abren solamente hacia adelante, permitiendo el avance de la hemolinfa, pero no su retroceso.
Los diafragmas dorsal y ventral se encargan de la circulación en el abdomen y ayudan en el retorno de la
sangre del tórax y las vesículas de las antenas bombean la sangre a las antenas.
SISTEMA EXCRETOR
Está constituido por los tubos de malpighi, estos retiran las sustancias de desecho de la sangre y las
vierten en el intestino anterior para su eliminación con las heces. Estas sustancias son principalmente
derivados nitrogenados. Es el blanco de Malpighamoeba mellificae.
CELULAS ADIPOSAS
Forman delgadas membranas que se encuentran dispersas junto a las paredes del abdomen. En la abeja
de invierno estas células son pobres en grasa y ricas en albúmina, en la abeja de verano es al revés.
Entre las células adiposas se encuentran los oenocitos, son células relacionadas con el metabolismo de
la cera. Estas células, además de grasa también contienen proteinas y glicógeno. En las células adiposas
es donde se reproduce Pseudomona apiseptica antes de invadir la sangre.
SISTEMA REPRODUCTOR
En la reina está constituido por 2 ovarios piriformes, que a su vez los forman tubos largos llamados
ovariolas que terminan en finas puntas, que se insertan cerca de la cara ventral del corazón. Las
ovariolas están llenas de óvulos (oocitos) en diferentes estados de maduración.
Al final del ovario se añade al oocito el corion. Una reina puede poner hasta 3.000 huevos por día,
aunque lo normal es ponga hasta 1500. En un año una reina puede llegar a poner hasta 200.000 huevos.
Los testículos están formados por los tubos testiculares y en ellos es donde se producen los
espermatozoides. Según madura el zángano pierden tamaño, hasta quedarse reducidos a 1/3 de su
tamaño original (prenacimiento). Los vasos deferentes comunican los testículos con las vesículas
seminales, en el trayecto los espermatozoides siguen madurando.
SISTEMA GLANDULAR
Una glándula es una formación orgánica especializada, o un conjunto de células diferenciadas del tejido
epitelial, encargada de elaborar, segregar y excretar ciertas sustancias que intervienen de forma
exclusiva en determinados procesos fisiológicos.
Glándulas hipofaringeas.
Se localizan en la cabeza de las abejas obreras cercanas a la faringe y están relacionadas con la
producción de alimento larval. Comienzan a desarrollarse a parti r del tercer día de
vida de las obreras, de forma esférica muy desarrolladas en la etapa de nodrizas. En la reina son
rudimentarias y en el zángano no existen. Sus células secretoras se agrupan en forma de racimos y
vierten su secreción en la parte inferior de la laringe por medio de un conducto central. Aquí se
acantona el virus de la cría sacciforme.
El producto de la secreción sirve de alimento a las larvas en sus tres primeros días de vida y a la reina
durante toda su vida. Es la conocida jalea real.
Cuando la edad de las abejas avanza, estas glándulas pierden su funcionalidad, su volumen disminuye
comenzando a producir la invertasa, necesaria para provocar el desdoblamiento de los azúcares del
néctar.
Glándulas salivales.
Glándulas mandibulares.
Son un par de glándulas ubicadas en ambos lados de la cabeza de las abejas obreras y de la reina se
encuentran unidas a la mandíbula por un conducto excretor vierte en el interior de lasmandíbulas. Son
de gran tamaño y se exti enden hasta la base de las antenas, en las obreras. En las
nodrizas, están relacionadas con la producción de alimento larval, parti cularmente el
ácido 10-hidroxi- 2-decenoico. En obreras más viejas, éstas glándulas producen una
sustancia de alarma, 2-heptanona.
En las abejas obreras produce una fracción de la jalea real y en la reina secreta una feromona que juega
un importante papel en la cohesión social de la colonia (efecto aglutinante de las obreras, inhibición de
la construcción de realeras, atracción de los zánganos en los vuelos de acoplamiento).
Glándula de Nassanof
La glándula de Nassanof es una glándula odorífera, que se encuentra ubicada en la parte superior del
abdomen, hacia adelante del 7º segmento, que está cubierto por el 6º segmento Esta glándula emite un
olor o perfume muy característico a cada familia, que permite reconocer a las abejas a los miembros de
su propia colonia, así como también a las abejas extrañas que intentan penetrar a la colmena. Durante
la enjambrazón, el olor liberado por esta glándula, permite a las abejas mantenerse unidas en un
racimo, exponiéndola mientras abanican vigorosamente para transmitirse ese olor a otras.
Cuando la abeja se encuentra en reposo no se aprecia la glándula, solamente se ve cuando la abeja
dilata el abdomen y adapta la posición característica de "llamada" con el abdomen hacia arriba y
batiendo las alas, entonces despide un olor característico que identifica y atrae a todas las abejas de la
misma colonia que se pueden encontrar desorientadas.
Frente a la piquera de una colmena se observan abejas que agitan las alas sin levantar el abdomen, son
aquellas que ventilan; y por otro lado, abejas que levantan el abdomen para exponer la glándula de
Nasanoff y liberar el olor característico a cada familia.
Glándulas cereras.
Se encuentran ubicadas en la parte ventral, desde el 4° al 6° anillo, en un total de 8
glándulas, 4 de cada lado. Estas glándulas producen cera, que son ácidos grasos
elaborados por los tejidos que conforman las glándulas cereras. La cera segregada
sale al exterior por medio de una serie de pequeños conductos.
Sólo producen cera las obreras jóvenes, las que tienen 10 y 24 días de vida. La vida útil de estas
glándulas tienen relación con las glándulas elaboradoras de jalea real ( glándulas lactíferas o cerebrales)
ubicadas en la cabeza. Desde que la abeja nace como insecto perfecto, las glándulas
lactí feras segregan jalea real, la que va decreciendo hacia el 10° día. Cuando se
atrofi an las glándulas lactí feras, comienzan a trabajar al máximo las cereras que
disminuyen su producción de cera diariamente hacia el 24° día.
De lo anterior se desprende la relación existente entre el desarrollo o atrofi amiento
glandular y la división del trabajo en la colmena. Las abejas más jóvenes ti enen las
glándulas lactí feras en pleno funcionamiento por lo que estarán en condiciones de
alimentar a las larvas recién nacidas y a la reina (nodrizas). Al dejar de funcionar las
glándulas lactí feras, estarán desarrolladas las glándulas cereras, por lo que podrán,
entonces, construir panales (cereras). Cuando se atrofi an estas últi mas, entonces
saldrán en busca de néctar y de polen (pecoreadoras).
Glándula del veneno
El aparato de defensa es indispensable para la supervivencia de la especie, sin él, la atracción que la
miel tiene para el hombre y otros animales habría desaparecido hace siglos. Este órgano de defensa está
compuesto fundamentalmente por el aguijón y la bolsa de veneno.
El aguijón tiene un par de lancetas adosadas una a la otra de modo que forman un canal, a través del
cual pasa el veneno, para salir al exterior por los dientes curvados o barbas que guarnecen la punta de
las lancetas, cada lanceta tiene unos nueve dientes, con las puntas vueltas hacia atrás como los de un
anzuelo, y al clavarse en la herida ya no lo pueden sacar. La abeja al intentar retirar el aguijón no puede
sacarlo y en este forcejeo pierde este órgano y parte del intestino, muriendo la abeja al poco tiempo.
Otro componente es una vesícula blanquecina llamada "saco del veneno". El líquido que contiene lo
producen dos glándulas que desembocan en esta bolsa, una de las cuales vierte una substancia ácida y
la otra una substancia alcalina. Ninguna de estas substancias es tóxica por sí misma, pero al combinarse
produce una fuerte irritación con posterior inflamación.
El aparato de defensa está dotado de unos potentes músculos que se emplean para clavar las lancetas
en la herida, teniendo también unos movimientos contráctiles que duran algunos minutos después de
ser desprendidos de la abeja, con estos movimientos el veneno se sigue introduciendo en la herida.
El aguijón de la reina es liso, curvo y algo más largo que el de la obrera y solamente lo emplea cuando
luchan las reinas entre sí.
Las avispas tienen también aguijón liso y estas pueden clavarlo varias veces sin peligro de perderlo,
causando por lo general más irritación que las picaduras de las abejas.
Sistema inmunitario
La base de la buena salud tanto en el hombre como en los animales está en poder defenderse con éxito
de los gérmenes patógenos (bacterias, parásitos, virus, etc.).
El sistema inmunitario en los insectos ha sido poco estudiado.
Los insectos como protección frente a las agresiones que vienen del exterior disponen de la quitina
(elemento principal del exoesqueleto y en el interior les protege la pared intestinal).
Las abejas disponen de defensas inmunológicas en su organismo. Las células denominadas hemocitos,
de las que existen diferentes tipos, protegen de la invasión de bacterias y parásitos utilizando varios
mecanismos: la fagocitosis, la encapsulación y la formación de nódulos.
En el proceso de la fagocitosis consiste en la emisión, por parte de las células de defensa, de
prolongaciones que engloban a las partículas extrañas. El proceso finalización la digestión de la partícula
extraña por enzimas que provienen de los lisosomas.
Cuando el cuerpo extraño es muy grande no puede ser fagocitado y es encapsulado. Para ello varios
hemocitos se unen y crean una especie de cápsula que lo envuelve. La falta de oxígeno o la acumulación
de residuos tóxicos producen la muerte del cuerpo extraño.
Cuando el número de cuerpos extraños es muy alto el mecanismo utilizado es el de la formación de
nódulos. El mecanismo actúa como la unión de la fagocitosis y la encapsulación.
Los nódulos formados se adhieren a las paredes de los órganos internos donde los cuerpos extraños
serán destruidos.
También se han podido evidenciar la existencia de defensas inmunitarias, apidecinas y lisozimas, no
celulares, que desarrollan en la hemolinfa acción antibacteriana.
Las apidecinas están formadas por grupos de polipéptidos que presentan un amplio poder bactericida.
Las lisozimas son enzimas presentes en muy bajos niveles en las abejas sanas y que aumentan cuando
las abejas son infectadas por bacterias Por otra parte la colonia de abejas reacciona anta la presencia de
una patología con la eliminación de las abejas enfermas y la extracción de las crías afectadas.
METAMORFOSIS:
Es el proceso por el cual, las larvas atraviesan distintas etapas o estadios, que llevan consigo cambios de
forma, estructura y funciones.
Las etapas de la metamorfosis son tres: larva, pupa o ninfa y adulto.
LARVA:
Al tercer día, el huevo eclosiona, para crecer, muda su cutícula (cubierta). Se producen cinco mudas en
la etapa larval sin diferenciación entre tórax y abdomen. Posee cabeza y trece segmentos similares.
Los tres primeros días, las larvas se alimentan a base de Jalea Real; luego las obreras y zánganos
consumen una papilla a base de miel, polen y agua. Solamente las reinas continúan su alimentación con
Jalea Real.
PUPA O NINFA:
Se llaman así en la última muda larval. En esta etapa sus órganos sufren una reestructuración. Ya se
distinguen cabeza, tórax y abdomen.
ADULTO:
Es el resultado final de la metamorfosis, es el individuo completo, capaz de ejercer sus funciones vitales.
TIPOS DE CELDAS
Las diferentes especies del género Apis construyen diferentes tamaños de celdas adecuados a sus
respectivas castas, lo que es muy útil para distinguir las especies y las razas del género Apis.
Celdas de obreras: miden 11 mm de profundidad y 6,137 mm de diámetro.
Celdas de zánganos: miden 13 mm de profundidad y 7,619 mm de diámetro.
Celdas de reinas: miden 2,5 cm de largo y 8 mm de diámetro
Celdillas hexagonales hechas con cera.
CAPITULO IV
LA COLMENA
Una colmena es un espacio construido por el hombre para dar albergue a un enjambre de abejas.
Las buenas colmenas deben reunir las siguientes condiciones:
Tienen que ser livianas, económicas y de fácil manejo
Deben ser frescas en verano y abrigadas en invierno.
La madera empleada en su construcción debe ser inodora.
En las inspecciones periódicas y su manejo no tienen que presentar ningún tipo de dificultades.
Las medidas tienen que responder a las del estándar establecido.
No se aceptan cajones con rajaduras ni grietas, para evitar las corrientes de aire y el ataque de las
pilladoras.
PARTES DE LA COLMENA
1. piso.
2. cajón o cámara de cría.
3. cuadros o marcos.
4. rejilla excluidora de reina.
5. melario, cámara de producción o alza.
6. entretapa o entretecho.
7. techo.
3. CUADROS O MARCOS:
Constan de cuatro partes: dos laterales, un cabezal y una talonera. Son el sostén para los panales de
cera.
Las abejas desarrollan allí sus crías (cámara de cría ,10 cuadros), o almacenan alimento (melario, 9
cuadros).
4. REJILLA EXCLUIDORA:
Está construida por un marco de madera y una malla de alambres galvanizados con una separación de 4
a 4,2 mm. Se coloca sobre la cámara de cría para impedir que la reina suba a desovar a los melarios.
6. ENTRETAPA:
Ayuda a mantener la temperatura interior de la colmena y facilita su manejo.
Es un marco de madera construido de triplay, cartón prensado o de madera.
7. TECHO:
Construido con un bastidor de madera dura, (Algarrobo, Caldén, Timbó), o más económico pero de
inferior calidad, (Eucalipto Saligna o Grandis).
El exterior está forrado con una lámina de chapa galvanizada, pues el techo soportará todas las
inclemencias del tiempo.
La cantidad de colmenas depende de las características de la zona, pero con un número de 100 se
puede hacer un buen manejo, distribuyendo los cajones sobre caballetes en hileras de 60 metros de
largo. Una mayor longitud entorpece la labor del apicultor.
CAPITULO V
APARATO DIGESTIVO DE LA ABEJA
El aparato digestivo de la abeja está compuesto por:
• Faringe
• Esófago
• Buche melario
• Ventrículo
• Tubos de Malphighi
• Intestino delgado
• Intestino grueso
• Recto
• Ano
ALIMENTACIÓN
Las plantas y las abejas dependen mutuamente unas de otras.
• Las plantas, que necesitan ser polinizadas para su fecundación, atraen a los insectos mediante
colores y perfumes, ofreciéndoles sus productos.
• Las abejas que requieren de néctar y polen para su subsistencia, colaboran con la polinización.
Ninguna flor tiene tanto néctar como para que las abejas llenen su buche melario en una sola
visita. Por eso, éstas recorren varias flores realizando, el acarreo de polen de una flor a otra.
El conocimiento de la flora apícola es fundamental para la conducción racional del apiario, a que
constituye el recurso con que cuentan las abejas para alimentarse y producir.
Las abejas tienen atracción o preferencias por ciertas especies florales que las convierten en su alimento
natural. Estas especies son:
1. Sauce, álamo, cítricos, duraznos, ciruelos.
2. Mezcla de forrajeras perennes: trébol blanco, alfalfa, trébol rojo, etc.
3. Entre los cultivos de cosecha: girasol, colza.
4. Campos naturales: cardos, flor amarilla.
5. Montes de eucaliptus.
Resulta necesaria la alimentación de una colonia, cada vez que ésta se encuentre desprovista de
alimentos naturales, o próxima a estarlo.
Las principales características que debe poseer un alimento para las abejas son:
1. Buena digestibilidad.
2. Atractivo para el consumo.
3. Ausencia de toxicidad.
4. Una textura que facilite su consumo.
5. No incitar demasiado el pillaje.
6. Buena conservación.
7. Bajo costo.
ALIMENTADORES
La gama de posibilidades de alimentadores es casi inagotable.
1. Alimentadores de entretapa:
Es uno de los más eficientes para los apiarios de cierta envergadura y permiten la rápida distribución de
unos 8 kg de jarabe por colmena, pudiéndose trabajar aún en días de condiciones climáticas
desfavorables.
3. Alimentadores portacuadros:
Se ha difundido en nuestro país este tipo de alimentadores, diseñados para contener un número
variable de cuadros y que se colocan en la cámara de cría o en el alza. La versión descartable son bolsas
con dimensiones para contener cuadros, fabricadas en polietileno.
6. Alimentadores comunitarios:
El uso de un único alimentador para todo un colmenar, si bien resulta tentador por su practicidad, no es
recomendable.
CAPITULO VI
EQUIPOS Y HERRAMIENTAS
Para un trabajo adecuado y seguro en apicultura, se debe contar con indumentaria apropiada, en buen
estado y sencillas herramientas.
PINZA –PALANCA
Permite el manejo de los cuadros. Se la utiliza para tomarlos, levantarlos y observar el panal.
CEPILLO:
Instrumento de cerdas largas, mojado en agua, se emplea para barrer las abejas de los panales.
MARTILLO-PINZA-ALICATE-PUNZÓN:
Herramientas de uso corriente por el apicultor, tanto en el armado de material como en su reciclado y
mantenimiento.
ALAMBRADOR:
Formado por una base de madera dura sobre la que se ubica un molde de hierro para fijar el cuadro.
Sobre uno de los laterales se ubica la bobina de alambre. Se utiliza para alambrar los cuadros.
INCRUSTADOR DE CERA
Consta de un transformador eléctrico, se usa para calentar el alambre al momento de colocar la cera
estampada.
Pintura-cola de carpintero:
La pintura es necesaria tanto en el material nuevo como en el reacondicionado. La cola de carpintero se
usa en reacondicionamiento de material.
OJALILLOS
El ojalillo es de metal. Los laterales de los cuadros tienen perforaciones por donde pasa el alambre
(alambrado), en estas se colocan los ojalillos (ojalillado).
Se usan para evitar que el alambre se corte o se incruste en la madera.
Bobina de alambre:
Se compran en los comercios del ramo. El alambre es acerado Nº 16.
CERA ESTAMPADA:
Se utilizan para encerar los cuadros o marcos. Se compran por kilos.
Cera estampada
CAPITULO VII
La revisación de la colmena es una tarea que se regula de acuerdo con las necesidades normales del
colmenar. Inspeccionar los cajones por simple curiosidad altera la vida de las abejas.
Las colmenas se revisan en la época de producción, durante la primavera y verano. En temporada
invernal, solamente se revisa si se nota alguna anormalidad. Cuando la temperatura es elevada, hay
pleno sol y no sopla viento, es el momento ideal para este trabajo; las abejas no se irritan ni pican y el
manejo de la colmena se puede hacer sin inconvenientes.
Antes de comenzar la revisación de las colmenas se tiene encendido el ahumador y preparadas todas las
herramientas necesarias.
La ubicación correcta del apicultor es a un costado del cajón, nunca frente a la piquera para evitar
molestar las abejas que entran y salen.
REVISACIÓN PRIMAVERAL
Durante el período que comienza a fines de agosto y finaliza en noviembre, es cuando el apicultor debe
poner toda su atención en el apiario.
En esta inspección se verifica la existencia de la reina, su edad y productividad, la cantidad de panales
con abejas, el número de panales con larvas, huevos y crías operculados y su distribución en el cuadro.
Los cuadros envejecidos, con muchas celdas de zánganos, polen viejo, endurecidos, se reemplazan por
cuadros nuevos con una hoja de cera estampada. Cuando se hace la revisación periódica, cada 15 días,
se retiran del piso las abejas muertas, restos de opérculos y todo resto de suciedad.
Todas las observaciones que se van haciendo de cada una de las colmenas se registran con fecha de
inspección.
Se debe controlar que la cámara de cría tenga suficiente espacio para un buen aovar de la reina, cuanto
más lugar tenga mayor desarrollo tendrá la postura. Se puede trabajar con una sola cámara de cría,
cámara de cría doble o cámara de cría y media.
En esta época de gran desarrollo vegetal, se debe tener el pasto del apiario bien cortado y los
bebederos tienen que asegurar abundante agua fresca durante todo el día.
Es de especial interés observar la sanidad de las colmenas, ya que el aumento de la temperatura y
humedad favorece el crecimiento y desarrollo de cualquier microorganismo patógeno.
REVICIÓN DE OTOÑO
Esta revisión se hace antes que lleguen los fríos, en abril o primeros días de mayo. Se debe tener en
cuenta la reserva de miel. Cada colmena con 18 ó 20 Kg, tendrá alimento suficiente para pasar el
invierno.
Durante el otoño y el invierno la postura de la reina decrece y por consiguiente el tamaño de la colonia
se ve reducido hasta que la reina comience a aovar nuevamente en la primavera. Por lo tanto en este
período es recomendable realizar los tratamientos sanitarios preventivos y/ o curativos.
Puede darse en esta época, el pillaje, que es el robo que se produce entre las colonias, ante la falta de
secreción de néctar. Por ello se tendrá cuidado en no dejar panales al aire libre, ni restos de miel.
Asimismo las colmenas se inclinarán hacia adelante para que no penetre el agua de lluvia.
Efectuar el control de hormigas, que los caballetes estén en buen estado y se reemplazará todo el
material deficiente por otro en mejores condiciones.
REPRODUCCIÓN NATURAL
ENJAMBRAZÓN:
Es un proceso por el cual las abejas deciden la división de la colonia y la partida de un grupo de abejas,
zánganos y su reina vieja para formar un enjambre. Es algo innato y la formación del enjambre implica la
procreación de la especie en forma natural.
Todas las abejas realizan vuelos cercanos a la colmena y se van trasladando, volando alrededor de su
reina hasta que se posan en una rama o tronco de una planta y forman el racimo
A. Las colonias que tienen poco espacio en la colmena y tienen todas las paredes ocupadas con crías o
con alimento, tienden a enjambrar.
B. Todas las colmenas que tengan una piquera estrecha y falta de ventilación determinan posible
enjambrazón.
C. Cuando en una colonia sus crías son muy abundantes y las nodrizas aumentan
desproporcionalmente, se produce un exceso de producción de jalea real que no alcanza a ser
consumida por las crías, por lo tanto se produce un desequilibrio dentro de la colonia, lo que promueve
la formación de un enjambre.
ENJAMBRES
El enjambre es el método natural de reproducción de las colonias.
Guiadas por su instinto, en determinado momento, una parte de las abejas de una colmena abandona
su morada para formar una familia nueva. La perpetuación de la especie queda así asegurada de
manera natural.
El enjambre está compuesto por la reina, obreras de todas las edades y zánganos. En la colmena que le
dio origen, recibe el nombre de madre o cepa, quedan abejas adultas y jóvenes, cría por nacer, celdas
reales operculadas y provisiones.
En general los enjambres se instalan provisoriamente cerca de los apiarios, en lugares que les resulte
apropiado: ramas de árboles, troncos, matas, etc.
En esta zona, los enjambres suelen aparecer desde la segunda quincena de noviembre hasta fines de
diciembre, según las condiciones climáticas.
Las abejas enjambradas se comportan mansamente, ya que al abandonar la colmena madre llenaron su
buche melario para asegurarse las provisiones necesarias; en estas condiciones, son poco propensas a
picar.
CAPTURA DE ENJAMBRES
Para capturar un enjambre, se prepara un cajón con panales nuevos o cera estampada y se incluyen dos
o tres que hayan tenido cría, ya que su olor obrará como atractivo ( el olor juega un papel muy
importante en el comportamiento de las abejas).
Una vez que las abejas se tranquilizaron (hecho significativo para saber si la reina está presente) se
esperarán las últimas horas del día para instalar el cajón en el lugar definitivo. Si el enjambre hace difícil
la captura, se puede hacer un segundo intento procediendo de la misma manera.
En los colmenares ya instalados, se acostumbra dejar pilas de alzas con panales usados, con la
precaución de que queden pequeñas rendijas entre los cajones, por donde puedan entrar las abejas.
Suele ocurrir que los enjambres se instalen allí espontáneamente y que el apicultor, se encuentre con la
grata sorpresa de varias colmenas nuevas en plena labor.
PRODUCCIÓN DE NÚCLEOS
Se denomina núcleo a una población de abejas, de número considerablemente menor que el de una
colonia fuerte, con provisiones de miel y polen, alojadas en una vivienda de dimensiones reducidas que
se denomina “nuclero”.
Para la formación de buenos núcleos hay que contar con muchas abejas jóvenes o nodrizas. En esta
zona se puede iniciar la formación de núcleos cuando haya abundancia de néctar y polen, para evitar
eventuales fracasos. Se observa la postura distribuida en forma irregular (cría salteada). Las larvas
atacadas presentan un color opaco, blanco cremoso, luego amarillas y finalmente marrón oscuro.
Si la infección es muy grande y hay muchas larvas muertas, puede detectarse un olor ácido y pútrido.
Como en todos los casos la enfermedad se confirma mediante análisis de laboratorio.
CAPITULO VIII
Son varias las enfermedades que pueden sufrir las abejas como resultado de la acción de diferentes
agentes patógenos, por este motivo y según afecten a los adultos o a la cría en desarrollo las agrupamos
en dos apartados: enfermedades de las abejas adultas y enfermedades de la cría.
En los enjambres de abejas (Apis mellifera L.) que el hombre emplea en las prácticas apícolas se pueden
presentar enfermedades producidas por diferentes agentes (ej. virus, bacterias, protozoos, hongos etc.).
Para el control de estos agentes se emplean en muchos casos compuestos quimioterápicos, pero hay
que tener siempre mucho cuidado con su uso ya que los productos que se extraen de las colmenas (ej.
miel o polen) son comercializados directamente, y pueden contener restos de los compuestos químicos
utilizados en los tratamientos o bien derivados de estos productos.
VIROSIS.
Tradicionalmente se ha aceptado que en cualquier cuadro patológico que presente una colmena, si no
se puede identificar el agente causal, está originado por un virus. De esta forma las virosis en apicultura
se han convertido en un gran "cajón de sastre" en el que se incluyen una serie de patologías raras y/o de
agente causal desconocido.
Un primer aspecto a tener en cuenta sobre estos agentes patógenos es que probablemente siempre
están presentes en las colonias de forma latente o no evidente. Además varios de ellos pueden estar
presentes de forma simultánea y si examinásemos las abejas estas no presentarían ningún tipo de
síntomas, es decir, la presencia de virus en una colonia no está asociada forzosamente a una
enfermedad. Se admite de forma general que la presencia o ausencia de síntomas en las abejas
depende de:
(1) la dotación genética,
(2) la vía de entrada y
(3) el entrono o medio ambiente.
También es importante saber que varroa actúa en muchos casos como un vector transmisor, o activador
de estos agentes patógenos. Se sabe que algunos de los virus que afectan a Apis mellifera pueden ser
inducidos o activados simplemente realizando punciones a abejas sanas.
Otro aspecto importante a destacar es la ausencia de tratamientos efectivos. También es verdad que
aunque no existan tratamientos que nosotros podamos aplicar, las abejas si tienen un sistema inmune
que las protege y defiende. Finalmente debemos resaltar dos aspectos importantes de las virosis: (1) las
poblaciones de virus en las colonias varían a lo largo del año y (2) algunas enfermedades viricas se
manifiestan solamente cuando otro agente patógeno desencadena su acción.
Los virus que afectan a A. mellifera pueden causar alguno de los tres siguientes tipos de acciones
patógenas:
Acción patógena directa. En este caso la presencia de un determinado virus y su multiplicación
en los tejidos de las abejas son la causa desencadenante de una determinada enfermedad.
Acción patógena asociada a otras enfermedades. Esta se presenta cuando otra enfermedad
debilita previamente las defensas de los insectos, entonces la situación es aprovechada por los
virus que actúan como oportunistas para desencadenar su ataque.
Acción patógena no evidente o inapreciable. En algunos casos la acción de un determinado
virus no desencadena la aparición de una sintomatología específica en los animales parasitados,
es decir, el animal atacado parece sano ya que su aspecto y comportamiento pueden ser
considerados como normales.
Se conocen 13 virus que pueden afectar a las abejas
adultas y a la cría, y que desencadenan alguna de las
acciones patógenas expuestas anteriormente. Todos
excepto el virus filamentoso (que contiene ADN) usan
como material genético el ARN, así mismo todos tienen
forma esferoidal o poliédrica, excepto el virus de la
parálisis crónica y el filamentoso.
La dispersión se produce a tres niveles diferentes.
Dentro de la colmena: debido a la densidad de animales
o debido a la acción de otro organismo como puede ser
Varroa destructor. En el colmenar: mediante la deriva
de los insectos, el trasvase de abejas entre colmenas y el
pillaje. Y entre colmenares: mediante las prácticas
trashumantes y el trasiego de material contaminado.
BACTERIOSIS.
En las abejas adultas las infecciones bacterianas suelen producir septicemia y diarreas.
Septicemia. Una septicemia es una infección generalizada. Los síntomas son bastante inespecíficos y las
abejas afectadas se suelen arrastrar sin poder volar, además en la colmena hay un fuerte olor a
descomposición. El agente causal es Pseudomona auriginosa y parece ser que los brotes aparecen en
colonias fuertemente estresadas. Se piensa que la puerta de entrada de este patógeno en las abejas son
las aberturas respiratorias.
Al ser una enfermedad factorial se pueden recomendar las mismas medidas de manejo propuestas para
la loque. El tratamiento más recomendable es el sulfatiazol sódico, debido a que se conocen varias
cepas resistentes a la eritromicina.
También se cita en la bibliografía que la bacteria Serratia marcescens, transmitida por varroa, puede
causar septicemia en las abejas.
A) LOQUE EUROPEA.
El agente causal es Melissococus (Streptococus) pluton. Forman quistes en época resistente. Afecta en
las larvas y penetra en ellos con el alimento dentro del tubo digestivo. La larva ingiere el alimento
contaminado por la bacteria. Debido a las condiciones de pH del tubo digestivo se produce la
multiplicación. Estas entran en el interior de las larvas produciendo una infección generalizada,
causándole la muerte.
La bacteria se multiplica y dispersa por acción de las obreras domésticas al limpiar la celdilla y eliminar
los restos. La bacteria se introduce en las limpiadoras y lo transmiten a las distintas abejas hasta que
llega a la nodriza por trofalaxia. Son portadores asintomáticos los adultos.
Se transmiten a las demás colonias de varias formas:
Natural
Deriva: una abeja entra por equivocación en otra colmena.
Pillaje: una abeja entra a otra colmena a robar las reservas, que están infectadas.
Artificial: inadecuado manejo apícola por cuadros o panales infectados por el virus.
Perdura de un año a otro.
Los síntomas que presenta una colonia infectada por loque europea se resumen en un olor agrio o
pútrido, aparece la cría salteada (alveólos con cría y otras vacías) y las larvas aparecen al principio de
forma normal que no es filante (no se forma un hilo al introducir un palillo).
En el control de loque europea se recomienda no realizar tratamientos preventivos. Se basa en el
empleo de antibióticos con oxitetraciclina y neomicina aplicados mediante un alimentador,
pulverización o en espolvoreo. Se recomienda realizar una alimentación estimulante, eliminar la cera
contaminada, aislar las colmenas enfermas y desinfectar correctamente por vía térmica el material
apícola contaminado.
B) LOQUE AMERICANA.
El agente causal es Bacillus larvae. Se trata de una enfermedad grave de las abejas. El agente causal
tiene como estructura resistente esporas con un cristal de una sustancia tóxica. La transmisión de la
enfermedad se realiza por vía bucal, siendo los principales vectores abejas limpiadoras, nodrizas,
provisiones de miel y polen infectadas, el pillaje, manipulación inadecuada por parte del apicultor,
empleo de cera no esterilizada, etc.
La loque americana provoca un olor a cola de carpintero característico, una cría irregular en mosaico,
opérculos rotos, hundidos y larvas transformadas en masas viscosas y filantes. Su diagnóstico puede ser
clínico por sintomatología o en campo realizando una pequeña prueba. Esta prueba consiste en macerar
las larvas e introducirlas en leche descremada caliente, si se forman grumos que desaparecen a los 15
minutos, es señal de que la colonia está infectada.
No se realizan tratamientos preventivos. Se puede suministrar el antibiótico oxitetraciclina o
sulafamidas aplicados junto al alimento, por pulverización o espolvoreo.
Nosemosis (nosemiasis).
Originariamente esta enfermedad estaba causada por Nosema apis, que afecta a los animales adultos
desencadenando cuadros diarreicos (debidos a la multiplicación del protozoo en el epitelio del
ventrículo del sistema digestivo) que originan excrementos de color marrón oscuro a casi negro. Su
sintomatología es parecida a la de la acarapidosis (excesivo número de abejas muertas en la piquera
presentando un abdomen hinchado, o abejas con el abdomen inflamado que no pueden volar y sufren
en muchos casos temblores) o a la producida por el virus de la parálisis aguda (VPA ), la temperatura
óptima para su desarrollo es de 30-34º C (la del interior de la colmena) y en condiciones ideales el
protoctista puede completar un ciclo vital en 48-60 horas.
Nosema ceranae
Es un parásito que originalmente atacaba a la abeja asiática Apis cerana. Desde su descubrimiento en
China su extensión por todo el planeta ha sido muy rápida, de hecho, actualmente presenta una
distribución mundial y parece ser que compite ventajosamente con N. apis, debido a que en la
mayoríalos estudios que se realizan se encuentra que las abejas están parasitadas por N. ceranae o bien
por una mezcla de N. ceranae y N. apis. Este nuevo parásito produce en nuestras abejas unos síntomas
muy parecidos a los que desencadena N. apis, aunque ultimamente se está barajando la posibilidad de
que sea total o parcialmente responsable de la sintomatología conocida como "despoblamiento" o
"desabejamiento" de las colmenas.
Las formas de resistencia de este microsporidio suelen estar presentes de forma habitual en las
colonias. El contagio tiene lugar por vía bucal y Nosema comienza su ciclo vital cuando una abeja ingiere
las esporas. Cuando se rompe la cubierta protectora de las esporas, se despliega un filamento que
perfora las células epiteliales del sistema digestivo; una vez que los protozoos han penetrado en estas
células comienzan a multiplicarse hasta que finalmente las células estallan, y liberan a la luz intestinal
una nueva generación de esporas. Las esporas del protozoo pueden ser diseminadas por los
excrementos de los primeros animales enfermos, y también por ingestión de miel contaminada.
Entre colmenas la dispersión se produce gracias a la deriva, pillaje, trashumancia y trasiego de material
entre colonias.
Amebosis (amebiasis).
Está producida por el protozoo Malpighamoeba mellificae y la sintomatología es parecida a la de la
nosemosis. Las abejas ingieren los quistes (agente patógeno) oralmente, estos una vez que se
encuentran en el intestino pasan a una fase de vida móvil y se dirigen al sistema excretor.
Una vez que alcanzan los túbulos de Malpigio el protoctista no penetra en el interior de las células, sino
que emite seudópodos para alimentarse; los quiste se evacua con las heces.
No se considera una patología importante ya que se necesitan niveles de infestación muy altos para que
este agente patógeno pueda llegar a ocasionar la muerte de los animales. En su ciclo biológico parece
presentar dos picos anuales, uno en primavera y otro en otoño.
Aunque no se considere una patología importante, con mucha frecuencia se puede presentar asociada a
nosemosis y esta situación empeora el pronóstico.
Para realizar el diagnóstico hay que diseccionar la abeja, extraer los túbulos de Malpigio y observalos
con 400 aumentos. Los quistes son esféricos y su tamaño es el doble del de las esporas de Nosema.
ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR ARTRÓPODOS
Varroosis (varroasis).
Tanto apicultores como científicos coinciden en afirmar que actualmente la varroosis es el principal
problema al que se enfrenta la apicultura occidental. El parásito está presente en la mayoría de los
países en los que se practica la apicultura utilizando la especie Apis mellifera.
Esta enfermedad es una parasitosis externa producida por el ácaro Varroa destructor (hasta el año 2000
se utilizó el nombre de Varroa jacobsoni), ectoparásito que se alimenta de la hemolinfa de las abejas
adultas y de la cría. Fue descubierto en Java en 1904 por A. C. Oudemans y originariamente atacaba la
cría de zánganos de Apis cerana, pero en los años 40 ó 50 entró en contacto con A. mellifera y pasó a
ella como huésped. En su dispersión por el planeta alcanzó Japón y China en los años 1950 y 1960, llegó
a Europa a finales de los años 60 o principios de los 70 del siglo XX y a Norte América en los años 80 del
mismo siglo. Este ácaro entró en España en el año 1985.
El género Varroa incluye actualmente cuatro especies: (I) V. jacobsoni descrita originariamente en Java
como ectoparásito de A. cerana, se ha extendido por toda Asia; (II) V. underwoodi descrita como
parásito de A. cerana en Nepal; (III) V. rindereri descrita en Borneo como ectoparásito de A.
koschevnikovi; (IV) V. destructor descrita inicialmente como ectoparásito de A. cerana y A. mellifera con
el nombre de V. jacobsoni.
Varroa (Varroa destructor) es un ácaro con el cuerpo
dividido en dos regiones o tagmas: gnatosoma e idiosoma.
El gnatosoma se localiza antero-ventralmente y está
formado por las piezas bucales: 2 pedipalpos sensoriales y
2 quelíceros. Los quelíceros de las hembras tiene su parte
distal (segmento 3º) móvil y provista de dos pequeños
dientes, en el caso de los machos este tercer segmento
está modificado en una estructura con forma de cánula,
que utiliza para transferir los espermatozoides a la
genitalia de la hembra.
El idiosoma incluye los escudos dorsal y ventrales, además
está provisto de cuatro pares de patas terminadas en unas
estructuras que facilitan su adherencia al hospedador. Esta
especie tiene un claro dimorfismo sexual: (I) las hembras cuentan con un cuerpo elipsoidal de color
castaño, deprimido dorso-ventralmente y con un diámetro mayor de 1,5 ± 0,036 mm. (II) Los machos
son de menor tamaño que las hembras, su morfología es periforme y con el cuerpo de color amarillo
claro. Los machos mueren cuando la celdilla de cría es desoperculada y nace la abeja adulta.
El cuerpo, incluyendo las patas y piezas bucales, está recubierto de diferentes tipos de "pelos", algunos
de ellos de tipo sensorial; suelen ser mecano o quimiorreceptores. Además el primer par de patas
(patas frontales) no las suelen usar para moverse, frecuentemente están elevadas y cuentan con
diferentes tipos de receptores. Realmente son estructuras de similar función a las antenas de los
insectos. En estas patas se localizan sensilas olfatorias y gustativas, además cuentan con receptores de
humedad y temperatura.
El estudio del ADN mitocondrial (ADNmt) de este ácaro han permitido la descripción de dos haplotipos
(Japonés y Coreano) que tiene diferente virulencia (patogenicidad). En España sólo está presente uno de
los haplotipos, el Coreano, que además es el más virulento y de más amplia distribución mundial.
Para poder analizar las formas en las que se está combatiendo este parásito, primeramente es necesario
conocer su biología y ciclo vital. En las hembras el ciclo vital incluye dos fases: (I) forética y (II)
reproductiva. La fase forética se desarrolla sobre las abejas adultas y la reproductiva en las celdillas de
cría.
Podemos comenzar la descripción de un ciclo reproductivo en el momento en el que una hembra de
varroa fecundada penetra en una celdilla de obrera o de zángano que está a punto de ser operculada.
Para este ácaro el sentido del olfato tiene una importancia vital debido a que los animales son atraídos
por compuestos volátiles (ej. ésteres de ácidos grasos) presentes en la cutícula de las abejas en
desarrollo, así como por los olores que desprenden los restos de mudas presentes en las celdillas.
Varroa prefiere la cría de zángano, por este motivo es la que va a tener una mayor tasa de parasitación.
En las celdas de obrera el ácaro se introduce entre 15-20 horas antes de su operculación y en las de
zángano entre 40-50 horas antes de su cierre. Una vez en el interior de la celdilla se sumerge en el
alimento presente en el fondo para no ser detectada por las nodrizas que están cuidando de las larvas
de las futuras obreras y zánganos. Para poder respirar presenta una modificación del tegumento que
rodea los espiráculos y que forma una especie de tubo (snorkel) denominado peritrema que alcanza la
superficie del líquido nutritivo.
Una vez que la larva ha consumido los restos de comida el ácaro comienza a alimentarse de su
hemolinfa. Varroa pone el primer huevos aproximadamente a las 70 horas después de la operculación
de la celdilla de cría. Los huevos posteriores los pone con una cadencia de unas 30 horas. El primer
huevo puesto originará un macho y los siguientes hembras. Las varroas hembras recien nacidas tardan
algo menos de 6 días (5,8) en completar su desarrollo y los machos algo más (6,6). El ciclo vital cuenta
con las fases: huevo - larva -
protoninfa - deutoninfa - adulto.
La varroa hembra progenitora que
penetra en la celdilla de cría, con
sus quelíceros realiza una incisión
en la cutícula de la pupa para que
sus descendientes puedan
alimentarse (zona de
alimentación). Su localización es
próxima a otra zona muy
importante denominada "lugar de
acumulación fecal", que como su
nombre indica cuenta con restos
fecales, pero además esta es la
zona en la que se localizan los
machos a la espera de que lleguen
a ella las hembras y poder fecundarlas.
Las hembras una vez alcanzada la madurez se van apareando sucesivamente con el macho
(normalmente su hermano) que está dentro de la celda de cría. Los machos son maduros sexualmente
entre los 5,5 y 6,3 días de edad y los restos fecales depositados en las paredes de las celdillas actúan
como puntos de "encuentro" en los que los machos van a fecundar a las hembras.
Cuando sea abierta la celdilla de cría las varroa hembra adultas y fecundadas (fase forética)
abandonarán la misma para parasitar a otras abejas del enjambre. Este parásito prefiere las abejas
jóvenes a las de más edad, probablemente debido a los bajos títulos de la feromona geraniol fabricada
en las glándulas de Nasanov.
Las hembras de varroa en condiciones de laboratorio suelen tener 7 ciclos de cría, pero en la naturaleza
no suelen tener más de 2 ó 3. La tasa reproductiva media (nº de descendientes generados en cada ciclo
reproductivo) varía dependiendo de que la fase reproductiva se realice en celdilla de zángano u obrera;
en el caso de celdilla de obrera se acepta un valor comprendido entre 1,3 y 1,4, y en las de zángano
entre 2,2 y 2,6.
Las abejas que han sido parasitadas no suelen morir, pero sus capacidades fisiológicas suelen estar
mermadas y se considera que no son animales muy productivos para la colonia. Una obrera que ha sido
parasitada durante su desarrollo presenta al nacimiento una pérdida de peso del 7% (un zángano entre
11 y 19%), además estas abejas se inician en el pecoreo a edad temprana y su esperanza de vida se
reduce notablemente.
Esta parasitosis se transmite por contacto entre los animales y puede destruir los enjambres o colonias
al originar un alto número de obreras con malformaciones (ej. alas atrofiadas o animales de pequeño
tamaño) y propensas al ataque de diferentes agentes patógenos (ej. virus), realmente no son animales
con unas condiciones óptimas para el desempeño de las labores de mantenimiento de las colonias. Por
lo tanto resulta evidente que estas carencias (ej. obreras dañadas o pequeñas) pueden suponer un gran
lastre en la evolución de la colonia en el tiempo. En climas templados las colonias no tratadas colapsan
en 2-3 años después de la infestación inicial con este ácaro; los principales daños a nivel colonial se
presentan en el otoño y el invierno.
Para un apicultor los daños producidos por varroa tienen una importancia sobre todo de tipo
económico. Colonias con bajos niveles de infestación no presentan daños evidentes, con niveles
moderados se reduce el crecimiento de las colonias y la producción de miel, y con altos niveles la
colonia colapsa. El problema es que el límite entre daños moderados y altos (irreversibles) es muy
difuso, y no presenta una correlación directa con el número de parásitos (varroas) presentes en las
colonias. Depende también de otros factores como: cantidad de cría, estación o la presencia de virus.
Un aspecto de la varroosis a tener muy en cuenta es que si la cría es abundante, las celdillas pueden
contenet entre el 70 y el 80% de la población total del ácaro en la colmena. La población de varroa no
crece en todas las colonias con la misma rapidez, existen diversas circunstancias y factores que influyen
y condicionan la prolificidad del parásito. Hay factores ambientales, como por ejemplo, la estacionalidad
o la localización geográfica y factores genéticos, como por ejemplo, el comportamiento higiénico. Si una
colmena mantiene unos niveles de parasitación bajos se habla de tolerancia al ácaro.
Una determinada colmena puede ser tolerante a varroa por una de las siguientes causas:
1. Bajo nivel de reproducción del parásito.
a. Alta infertilidad o baja tasa reproductiva de varroa (número de descendientes viables en cada ciclo
de cría).
b. El tiempo de operculación de las celdillas es más corto de lo habitual o bien varroa se reproduce
muy tarde, por lo tanto las nuevas varroas mueren por inmadurez.
c. Las hembras de varroa realizan menos ciclos reproductivos de los habituales.
2. Alta mortandad de los parásitos.
a. Las abejas atacan a los parásitos situados sobre sus compañeras (comportamiento de
"grooming" o acicalamiento).
b. Las abejas extraen un elevado porcentaje
de la cría parasitada (comportamiento
higiénico).
c. Las varroas tienen una alta tasa de
mortalidad debido a algún factor ambiental,
como por ejemplo, las altas temperaturas.
Actualmente sabemos que nuestras abejas
cuentan con dos comportamientos que
permiten luchar contra varroa, uno de ellos es el
"grooming" y el otro el comportamiento
higiénico. Las abejas se limpian a si mismas
(acicalan) y a sus compañeras.
Acarapidosis (acariasis).
Es producida por el ácaro Acarapis woodi, animal que vive en el sistema respiratorio de las abejas
adultas (traquea y sacos aéreos). Prefiere el primer par de tráqueas torácicas, debido a que el espiráculo
situado en el 2º terguito (debajo de la zona de inserción de las alas) no puede cerrarse totalmente.
La historia de este parásito está asociada a una serie de brotes epidémicos que originaron una muerte
masiva de abejas en la isla de Wight (sur de Inglaterra). En los años 1904 y 1919 la muerte de animales
en esta isla alcanzó unos niveles muy altos y estas altas mortandades se atribuyeron originalmente a la
acción de una bacteria. La enfermedad se extendió a través de Europa y el estudo de los animales
afectados permitió descubrir un parásito que vivía en las tráqueas de las abejas, que recibió el nombre
de Tarsonemus woodi (posteriormente este nombre se cambió por el de Acarapis woodi). Estos brotes
epidémicos recibieron la denominación de "acariasis" o "enfermedad de la isla de Wight" y a día de hoy
aún no sabemos que agente patógeno los desencadenó.
El ciclo vital de A. woodi es de 15-20 días y los diferentes estados reciben los nombres de huevo, larva y
adulto. A los 4-5 días de penetrar en la tráquea de una abeja, la hembra pone entre 5 y 6 huevos de
gran tamaño. El desarrollo de los huevos hasta la fase adulta es de 11-12 días para los machos y 13-16
días para las hembras. La propagación se efectúa por contacto con una abeja infestada con una abeja
joven (las abejas recién nacidas pueden ser afectadas en el 90 % de los casos y las de 5 días en el 10 %),
debido a que con la edad los pelos que rodean los espiráculos se van endureciendo y forman una
auténtica barrera que impide la entrada, pero no la salida de los parásitos.
La dispersión de los parásitos se inicia cuando las abejas alcanzan una edad de 13 días con un pico de
este proceso entre los 15 y 25 días de edad. Las hembras del parásito son atraídas al nuevo hospedador
por el aire expulsado por el espiráculo protorácico así como por varios hidrocarburos presentes en las
cutículas de las abejas jóvenes (con menos de 4 días de edad).
Esta parasitosis suele cursar de forma asintomática. Como ocurre con casi todos los parásitos la
población de este ácaro no se mantiene estable en una colonia a lo largo del año. En los climas
templados el mayor incremento poblacional se produce en el invierno, cuando las abejas permanecen
dentro de la colonia y la mayor bajada coincide con el verano. En los climas subtropicales el ciclo vital es
bastante similar a pesar de la falta del confinamiento invernal.
Los síntomas externos de los animales no suelen ser específicos ni precisos y se pueden confundir, entre
otros, con una nosemosis o con una intoxicación (los animales suelen tener problemas para volar y en
muchos casos las alas pueden presentar una posición anormal). El diagnóstico se realiza observando la
presencia de ejemplares de A. woodi en el primer par de tráqueas torácicas de las abejas adultas. Una
alta infestación produce una disminución del área de cría, la existencia de una pequeña población de
abejas en la colonia, el incremento en el consumo de miel y una bajada en la producción. Si la
infestación es masiva se puede producir la muerte de la colonia.
Respecto a la virulencia de esta enfermedad, el ácaro produce en la abeja dos tipos de acciones:
1. Acción directa. Es de tipo mecanica y expoliativa debido a que los ácaros en primer lugar obstruyen el
sistema respiratorio impidiendo su normal funcionamiento, y en segundo lugar es expoliativa ya que se
alimentan de la hemolinfa del hospedador.
2. Acción indirecta. Acarapis puede actuar también como un vector transmisor de diferentes virus.
Piojo de la abeja.
El agente causal es Braula caeca, un díptero de color castaño o beige y de aproximadamente 1 mm de
diámetro, que se localiza en el dorso (tórax) de las abejas adultas (con una alta frecuencia sobre las
reinas) y que se alimenta de las secreciones salivares. Los huevos son blancos y los animales los
depositan en la cara interior de los opérculos que cubren las celdillas con miel; las larvas minan la cera
de los opérculos y fabrican galerías para alimentarse con la miel y el polen, tres semanas después de la
puesta (el ciclo de desarrollo dura entre 16 y 23 días) aparece en el extremo de una galería el insecto
adulto. En algunos casos el piojo (también podríamos denominarlo como mosca de la abeja) se
considera como un parásito y en otros como un comensal; unos cuantos no causan problemas a la
colonia, pero cuando su número es grande pueden llegar a ser dañinos.
Apimiasis.
Está causada por la larva endoparásita de la mosca Senotainia tricuspis , que una hembra (5-7 mm de
largo, con manchas triangulares grisáceas en el abdomen y blanquecinas situadas entre los ojos
compuestos) deposita sobre la membrana intersegmental que une la cabeza y el tórax de la abeja; una
hembra es capaz de producir hasta 700 larvas .
Esta mosca se posa sobre la tapa de la colmena y espera que las abejas salgan para atacarlas. Pertenece
a la familia Sarcofágidos que incluye a las moscas que usan los cadáveres para colocar sus puestas.
La larva (estadío I) con una longitud de 1 mm penetra en el interior del cuerpo y se dirige hacia el tórax
alimentándose de la hemolinfa de su hospedador. En el tórax muda (estadio II con una longitud de unos
2 mm) y normalmente como consecuencia de este proceso la abeja muere (a los 4 ó 5 días de la
infestación), entonces la larva realiza la tercera muda (estadío III con una longitud de 5 mm) y comienza
a ingerir los tejidos de su hospedador. Finalmente la larva abandona el cadáver por la cabeza de la abeja
y una vez en el exterior se entierra en el suelo a una profundidad de 1-7 cm, para completar su
desarrollo; también puede permanecer enterrada (diapausa) hasta la primavera siguiente. El ciclo vital
dentro del hospedador dura unos 10 días, tiempo similar al que permanecen enterrados en el suelo.
Los signos más evidentes de la presencia de este parásito son las abejas muertas decapitadas a la
entrada de la colmena, o también con una larva en su interior, o caparazones vacíos de abejas con una
pupa rojiza adosada.
Este parásito produce un debilitamiento de la colonia al reducir el número de abejas pecoreadoras, sólo
en contadas ocasiones puede ocasionar problemas más graves . El tratamiento consiste en la colocación
en la parte anterior de la tapa de la colmena, de una tira blanca de unos 8 cm de ancho impregnada de
vaselina mezclada con un insecticida de contacto (ej. 2% de Lindano). El tratamiento sólo es
recomendable cuando la infestación es masiva ya que también produce una alta mortalidad de abejas.
INTOXICACIONES.
En algunas ocasiones las abejas se pueden intoxicar si liban néctar que contenga productos tóxicos,
como ocurre con los castaños de indias. También se pueden envenenar los animales, cuando
empleamos de forma inadecuada insecticidas o acaricidas usados para tratar algunas enfermedades.
Pero los envenenamientos o intoxicaciones más frecuentes, son los provocados por los insecticidas
empleados en las prácticas agrícolas; no existen tratamientos y la única acción posible consiste en
intentar limitar los daños, trasladando las colonias a un nuevo emplazamiento.
Los síntomas producidos por una intoxicación con un insecticida o acaricida son variados, pero los
podemos agrupar en los apartados siguientes:
1. Si las pecoreadoras se han intoxicado fuera de las colmenas y mueren antes de regresar,
observamos que las colmenas se despueblan sin que existan causas evidentes, además se produce
un desequilibrio en el balance cría/obreras, es decir, hay una gran cantidad de cría y pocas obreras
para atenderla.
2. Las pecoreadoras consiguen regresar a la colonia, pero cuando se encuentran agonizantes son
expulsadas, por lo que los cadáveres se localizan en las tablas de vuelo y en las proximidades de la
colmena. En algunos casos el virus de la parálisis crónica (VPC), puede desarrollar una
sintomatología similar a la descrita.
3. El agente tóxico transportado por las pecoreadoras alcanza a todos los componentes de la colonia,
en este caso mueren dentro de la colonia las obreras e incluso las larvas, pero no se observa ningún
síntoma de enfermedad infecciosa.
DEPREDADORES NATURALES
COSECHA DE MIEL
La cosecha de la miel implica una serie de tareas:
1. retirado de cuadros o alzas sin abejas.
2. traslado a la sala de extracción.
3. desoperculado.
4. extracción.
5. separación de la miel y la cera que contienen los opérculos.
6. decantación.
7. envasado.
8. restitución de cuadros y alzas sin miel a las colmenas.
Para la cosecha de una pequeña cantidad de colmenas se debe contar con una carretilla donde
colocamos un alza vacía sobre una bandeja o un techo invertido.
Es necesario además el uso del ahumador y un recipiente de agua para humedecer el cepillo.
Previo ahumado se retiran los cuadros con miel, se retiran las abejas adheridas con el cepillo mojado y
se colocan en el alza vacía.
Pueden ocuparse los espacios con cuadros con cera estampada.
Luego de retirados los panales y las alzas se trasladan a la sala de extracción, allí se depositan sobre
bandejas y se apilan unos sobre otros.
La sala de extracción puede estar cerca del apiario o alejada del mismo. Es condición de la misma que
no permita la entrada de abejas a los efectos de no estimular el pillaje.
FRACCIONAMIENTO Y ENVASADO
La miel se envasa y se comercializa a granel en tambores de 300 Kg.
ALMACENAMIENTO
Es importante almacenar la miel en envases adecuados en locales cerrados que impidan la entrada de
agua y no exponerlos a la radiación solar. Mantener el lugar siempre fresco y ventilado asegurando
temperaturas inferiores a los 20ºC y una humedad relativa ambiente menor al 70 %, para evitar el
deterioro de la miel.
Otra forma, es vendiéndola directamente a público, para esto es necesario fraccionarla y envasarla. La
miel se fracciona y envasa en recipientes de ½, 1, 2, o 5 Kg.
FRACCIONAMIENTO
Los tambores con miel que ingresan a la sala de fraccionamiento deben ser higienizados antes de
abrirlos.
La miel debe acondicionarse para su fraccionamiento y este tratamiento consiste en:
• Licuado: es necesario elevar la temperatura de la miel hasta que se produce la suspensión de
partículas y se forma una gruesa espuma.
• Espumado: se debe retirar esa capa de espuma obtenida.
• Filtrado: es un proceso que impulsa la miel mediante bombas reguladas que no permiten la
incorporación de aire.
• Pasteurización: consiste en un tratamiento térmico que disminuye la actividad de mohos y
levaduras.
ENVASADO:
Los envases que se utilicen deben contar con la aprobación de la autoridad competente y deben ser:
• Resistentes a la rotura.
• Con cierre hermético.
• Higiénicos.
• De vaciado fácil.
La vida útil de la miel fraccionada es variable, según:
Envases de vidrio con tapa de rosca: 2 años.
Envases de plástico con tapa de rosca: 1 año.
Envases de plástico con tapa termosellada: 6 meses.
En la etiqueta de los envases debe indicarse la fecha de elaboración, con el mes y el año de envasado, y
la fecha de vencimiento del producto.
Es la distribución de tareas que hay que realizar en un colmenar o apiario a lo largo del año. Se suele
dividir en tareas de:
Enero
Agregado de alzas y cosecha.
Febrero
Agregado de alzas y cosecha.
Marzo
Primera visita al apiario. Reconocimiento de habitantes de la colmena. Cierre de cosecha, proceso de
extracción. Acondicionamiento de cámaras para la invernada.
Abril
Revisión de reservas de miel y polen, estado de la colonia para la invernada, cura contra nosemosis,
loque y varroa. Acondicionamiento de material en galpón para la invernada.
Mayo
Control de reservas de la colonia, trabajos y quehaceres en apiario, control de hormiga, cortar el pasto,
restaurar caballetes, etc.
Junio
Control mensual de reservas, reposición y armado de material desgastado y averiado durante la
temporada.
Julio
Mantenimiento y trabajo de galpón.
Agosto
Apertura de colmenas, centralizando crías, alimentando y revisando reservas de miel y polen.
Septiembre
Segunda cura (loque y varroa), alimentación y centralización de la cria, control de hormigas en apiarios.
Octubre
Alimentación y revisión de colmenas.
Noviembre
Incentivo de colmenas, confección de núcleos.
Diciembre
Incentivo de colmenas, revisación y colocación de las primeras alzas