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HISTORIA SOCIAL DE LA EDUCACIÓN

ROBERT ULICH “LA EDUCACIÓN EN LA CULTURA OCCIDENTAL”

LA EDAD MEDIA: Educación para la jerarquía

La Edad Media es un periodo cuya misión fue extraer un orden del caos de fuerzas que se habían
concentrado en la civilización occidental después de la caída del Imperio Romano. Como en todos los
periodos históricos, no es posible determinar el comienzo o final de esta edad.
Algunos historiadores eligen el año 375 d.C en razón del comienzo de la migración de las tribus
teutónicas, otros en el año 476, cuando el último emperador romano de Occidente Rómulo Augústulo
es destituido como patricius (patricio) de Roma y prefecto de Italia.
El acontecimiento más importante desde el punto de vista cultural y educacional fue el
reconocimiento oficial del cristianismo como la religión del estado por el emperador romano de
Oriente Constantino el Grande.
Otra línea de demarcación entre la Antigüedad y la Edad Media podría darse con referencia
a la difusión del Islam durante las décadas ulteriores a las victorias del profeta Mahoma en Arabia.
Cuando Carlo Magno revivió en el año 800 la idea del Imperio Romano, los seguidores de Mahoma
eran los amos del Mediterráneo y su dominio se extendía por Asía, África y la península Ibérica.
Carlomagno llegó a la antigua capital del mundo representando una institución que, junto con la
Iglesia, organizarían la sociedad medieval: el sistema Feudal del Imperio Germánico.
En este intento de cooperación entra la religión y la política, los historiadores denominaron a la
Edad Media “la era de la universalidad”. Sin embargo para la Iglesia Medieval todo lo que estaba
fuera del cristianismo estaba fuera de la salvación, por lo tanto, su aspiración a lo universalidad no
se apoya en un concepto de humanidad verdaderamente universal.
Con sus enormes bienes y raíces y sus obispos-soldados, la Iglesia adquirió un carácter feudal, y
los gobernantes seculares, también se cristianizaron, reconocían que eran monarcas “cristianos” y
gobernantes “por la gracia de Dios”.
Por parte de los súbditos encontramos en esta edad, los gérmenes de una idea que se pondría en
práctica en el siglo XVII: la idea de que un príncipe que desobedece los mandamientos divinos puede
ser destronado por su pueblo.

EN LA TEMPRANA EDAD MEDIA: La interacción entre los elementos feudales y religiosos ser
hacen también evidentes en el ámbito educacional: los príncipes necesitaban del clero porque sus
miembros eran los únicos que al poseer educación, podían educar; y al mismo tiempo, el clero
necesitaba de los príncipes para salvaguardar las bases a partir de las cuales podían iniciar su trabajo
misionero.
Desde este periodo hasta el año 1.000 d.C se encuentran algunos tratados que podrían clasificarse
como educacionales. El más ilustrativo es el de” La enseñanza de los Clérigos” de Rabano Mauro. (Fue
un escritor, filósofo y teólogo alemán.)
La tercera parte de este tratado se ocupa de la educación y gracias a esta se puede inferir de cómo
fueron educados los alumnos de la escuela monástica de Fulda en Alemania:
1) Había una escuela de externos para estudiantes laicos en su mayoría provenientes probablemente
de la nobleza, y una más exigente escuela de internos para futuros clérigos.
La materia más importante es la religión. Sin ninguna adhesión a la ética del Evangelio se consideraba
cualquier conocimiento carente de sentido, e incluso peligroso. El curso teológico comenzaba
tradicionalmente con la exposición de la naturaleza de Dios, del Credo y de la Biblia, se atribuía una
gran importancia a la memorización como ayuda para una mejor comprensión que como un fin en sí
misma.
2) Los más avanzados leían los comentarios de su maestro Rabano y también estudiaban algunas
obras de los Padres de la Iglesia. Para la provisión de manuscritos, el monasterio tenía copistas
(Persona que reproduce libros a mono), instalados en una sala especial, el scriptorium (el escritorio) que
luego se hizo común en las universidades.
Rabano consideraba:
- Que la Retórica debía ayudar al alumno a adquirir formas agradables de escribir y hablar,
especialmente en las homilías. (Sermones que consisten en temas religiosos)

-También consideraba que debía cultivarse la dialéctica porque ayudaría a los futuros maestros y
predicadores a descubrir falacias lógicas y a llegar a conclusiones convincentes en la oratoria
persuasiva.
-Coloco a la aritmética en primer lugar, porque la consideraba “la ciencia autosuficiente” sin la cual
la geometría, la música y la astronomía no podían ser comprendidas.
- Además hablo con respeto de la geología, la botánica y la mineralogía, pues consideraba que
ayudaban a contemplar los milagros de la creación.
La ausencia completa de originalidad en la época de Rabano se manifiesta sobre todo en la manera
de encarar la historia, que no va más allá de la biblia, de la geografía, que describe principalmente la
Tierra Santa y los estudios filosóficos en el sentido moderno estaban ausentes.

EN LA SEGUNDA MITAD DE LA EDAD MEDIA por el contrario nos encontramos con filósofos
y teólogos escolásticos como Alberto Magno, Tomás de Aquino y Juan Duns Escoto, (fue un teólogo
escocés) por mencionar algunos de los grandes.
Este cambio se produjo, ante todo por causas materiales: en las ciudades amuralladas las
corporaciones tenían vida y había un intercambio comercial, se podía viajar con cierta tranquilidad
e intercambiar bienes con dinero fuerte y válido.
Los monasterios aislados ya no eran los únicos centros de estudio: las universidades llamadas
“studia generalia” (estudio general) para distinguirlas de los más limitados “studia”, habían
comenzado a traer estudiantes y famosos estudiosos de países lejanos.
Las universidades escolásticas no eran instituciones científicas, en el sentido moderno. Muchos
profesores se interesaban en la ciencia, y hubo alguna experimentación, pero el progreso fue lento
porque se desconocían los métodos modernos de investigación empírica, y el saber estaba bajo un
control eclesiástico.
Pero los estudiosos de la Edad Media se atrevieron a transgredir las fronteras de las fuerzas
hostiles; esto pudo hacerse gracias a las ideas de Aristóteles, el cual proporciono una estructura
coherente de pensamiento, completada luego por Tomas de Aquino.
Con la introducción de Aristóteles las universidades pudieron establecer un curso de estudios que
tenía consistencia. Las tres facultades superiores: derecho, medicina y teología (que era la reina de
las ciencias) constituía el nivel más elevado dentro del saber. Los estudiantes no podían graduarse
de bachiller, maestro o doctor (título que se otorgaba muy raras veces), sin haber pasado por un
rígido sistema de cursos y exámenes.
En la Edad Madia, al igual que en la actualidad las exigencias de las universidades influyeron en las
escuelas menores aunque todavía no existía una clara división entre las diversas etapas de la
enseñanza. Excepto en los centros urbanos, la gran mayoría de la población no tenía acceso a una
educación formal. A pesar de todo, los vecinos de las ciudades más importantes – frecuentemente
con la oposición del clero que insistía en controlar la educación- fundaron para sus hijos escuelas
dónde en lugar del latín y la teología se enseñaba materias prácticas como redacción de cartas y
contabilidad.
Como consecuencia de este cambio surge en el siglo XVI y XVII un comienzo de organización
escolar comparable de un modo general con el sistema educacional actual.

EL TARDÍA EDAD MEDIA, el gran número de escritos sobre educación aumentó la demanda de
más y mejores conocimientos en la tardía cultura medieval, aunque la educación mencionada en estos
escritos aún está restringidas a la juventud de las familias privilegiadas; la meta de la educación
refleja la continuidad de la ética cristiana.
Estos documentos señalan que la educación correcta es el medio por el cual el hombre caído puede
alcanzar la salvación, si admite que necesita de gracia divina a pesar de su propio esfuerzo, ya que
de acuerdo con los autores medievales Lucifer trata de alejar al hombre del camino correcto con
muchas tentaciones. A su vez la sabiduría, sólo puede adquirirse por medio de la disciplina y la
práctica del estudio, que con el tiempo lleva a la naturaleza del hombre desde el estado de tosquedad
al de cultura.

El efecto de la educación medieval no se limita de ningún modo al plano teórico. La interpretación


más civilizada del papel del monarca, no era sino una manifestación de la interacción entre el
cristianismo y el feudalismo. También apareció en las actitudes hacia la guerra. Los cristianos
comenzaron a distinguir entre la guerra justa o guerra de defensa y la guerra de agresión. Por lo que
se exigió entre el siglo X y XII la Tregua de Dios, que si bien no fue totalmente efectiva, mitigo la
crueldad entre las guerras privadas entre los nobles.
La imagen del caballero cristiano surgió gradualmente en oposición a la imagen del bruto armado,
es decir que los guerreros sintieron que su dignidad y prestigio aumentaban si se adherían a los
ideales cristianos. Así los símbolos de la caballería se enlazaron con los del cristianismo, y la
empuñadora de las armas se asemejo a la cruz; los escudos de las armas y los estándares decorados
con signos sagrados venerados como talismanes.
Por supuesto que con un poco de conocimiento histórico, señala el autor se podría escribir sobre la
fachada tras la cual se ocultaban los vicios y vanidades humanas, la envidia, la codicia, la explotación
de los pobres y la lucha de clases.

A pesar de todas estas distorsiones aun conservamos hasta hoy la palabra caballerosidad como
sugerencia de una conducta deseable. Y esta palabra tiene su connotación histórica en la evolución
de las normas humanitarias en la tardía Edad Media.
Con el surgimiento de las ciudades y la creciente especialización en la producción de bienes, surgió
una tercera fuerza educacional además del clero y la caballería: el artesano.
El artesano medieval trasmitía sus conocimientos a la generación siguiente por medio del sistema
de aprendices. Debía transcurrir siete años antes de que el aprendiz pudiera convertirse en oficial
y ayudar al maestro casi como un igual en la producción de artículos comunes, esculturas, vitraux
para las catedrales entre otras.
Por desgracia las corporaciones de artesanos, que eran una parte del orden corporativo medieval,
no escaparon al peligro de la corrupción interna mediante el abuso de privilegios. Los miembros de
las corporaciones abusaron de su derecho a determinar la duración de la capacitación y la designación
de sus sucesores. En el siglo XVI estallo la guerra civil en algunas ciudades a causa de la rebelión de
los trabajadores decepcionados – el primer proletariado sin empleo- aprendices y oficiales ociosos
desempeñaron mucho de los desórdenes que señalaron la transición del feudalismo a un nuevo orden
social.
Sin embargo las crisis sociales no anularon el impulso del hombre de poseer mejores conocimientos
y por medio de ellos, mejorar condiciones de vida. Los talleres de artesanos pronto se convirtieron
en los primeros centros de investigación avanzada. Hombres como Bacón, Gilbert, sabían cuánto
podían aprender de los artesanos. Al explicar las causas y efectos de las experiencias de estos,
llevaron el pensamiento europeo, más allá de la mera especulación y del proceso de ensayo y error,
hacia la era científica. Pero los verdaderos pioneros fueron los artesanos.

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