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Vladimir Propp. El Hombre Que Metió El Folclore Al Laboratorio PDF
Vladimir Propp. El Hombre Que Metió El Folclore Al Laboratorio PDF
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ientras era docente de etnología en la Universidad de Leningrado,
Vladimir Propp (1895 - 1970) notó que las clasificaciones y
descripciones de los cuentos folclóricos realizadas por diferentes
estudiosos de Europa y Rusia tenían graves deficiencias. Ninguna de ellas era científica,
todas estaban cargadas de inconsistencias, contradicciones y subjetividades.
Por ejemplo, la clasificación más conocida, aquella que dividía los cuentos en
maravillosos, de costumbres y de animales, fallaba porque entre uno y otro grupo no
había fronteras visibles; es decir, un cuento de animales bien podía ser un cuento
maravilloso o de costumbres, y viceversa. Otro tipo de clasificación, la que dividía los
cuentos folclóricos por temas, padecía el problema de la subjetividad, ya que los
investigadores, desde su impresión personal, escogían como tema principal cualquiera
de los muchos que presenta un cuento y descartaban los demás para encaminar el
estudio hacia las conclusiones que les interesaba obtener.
Y por el lado de las descripciones de los cuentos, el problema radicaba en que las
historias eran divididas en partes o pequeños fragmentos textuales que les permitían a
los investigadores realizar interesantes observaciones desde el punto de vista del
argumento, pero nunca lograban crear un método que les permitiera analizar todos los
cuentos folclóricos bajo el mismo criterio, para así efectuar comparaciones entre dos o
más textos; a lo sumo, con las observaciones que realizaban, podían concluir que los
cuentos parecidos se parecían y que los distintos se diferenciaban.
Frente a esta situación, Propp decidió realizar una investigación que superara las
deficiencias de los estudios anteriores. Su objetivo fue analizar los cuentos folclóricos
como los botánicos lo hacen con las plantas: clasificándolas de acuerdo a criterios
estrictos, describiéndolas para encontrar sus características esenciales y comparándolas
para encontrar similitudes y diferencias. No le importó que un cuento folclórico tuviera
muchísimas más complejidades de significados que una planta; tampoco lo detuvo el
hecho de que nunca antes un objeto cultural o artístico hubiese sido sometido a
procedimientos y métodos que estaban reservados únicamente para las ciencias exactas.
Lo más sorprendente de todo, sin embargo, fue que las acciones o funciones se
repetían en el mismo orden en todos los cuentos, con algunas pequeñas variaciones que,
por consiguiente, permitieron realizar una clasificación basada en un criterio científico.
En total, Propp identificó 31 funciones o pasos que se repiten en todos los cuentos
folclóricos, como por ejemplo que siempre hay un héroe que emprende un viaje, luego
trasgrede una norma, se encuentra con un antagonista que lo engaña… y así
sucesivamente hasta que regresa a su hogar, castiga al antagonista, se casa, asciende al
trono y obtiene riquezas. El descubrimiento de Propp, en otras palabras, consistió,
primero, en develar el esqueleto o estructura de los cuentos folclóricos, y segundo, en
determinar que ese esqueleto era idéntico en todos los cuentos.