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Mae 2017 PDF
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Segunda EspecialidadMonitoreo,
en Gestión Escolar con Liderazgo Pedagógico
acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Monitoreo,
acompañamiento
y evaluación de la
práctica docente
1
Texto módulo 5
Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Adaptado por:
F. Javier Murillo Torrecilla
Diseño y diagramación:
Julissa Torres Esquén
Ministerio de Educación
Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción de este material por cualquier medio, total o
parcialmente, sin permiso expreso de los editores.
Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° – Impreso en el Perú
Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Índice
Introducción ................................................................................................................................................. 5
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2.1. Marco normativo ....................................................................................................... 41
Glosario ..................................................................................................................................... 71
Introducción
Diversos estudios internacionales han destacado el impacto del liderazgo directivo en los resultados del
aprendizaje de los estudiantes. Más aún, han señalado que es la segunda variable al interior de la escuela
con mayor capacidad de movilizar los resultados, luego de la labor que realizan los profesores (Leithwood,
2008).
Sin embargo, existe una característica especial del liderazgo que es capaz de movilizar estos resultados:
la de convocar a la comunidad educativa en torno a un proyecto común de mejora, que centra todos los
esfuerzos en que los estudiantes aprendan y que logra alinear los recursos pedagógicos, financieros y
humanos en pos de este objetivo compartido (Robinson, Hohepa y Lloyd, 2007).
Un director con liderazgo pedagógico demuestra capacidad para conducir a su equipo docente hacia niveles
superiores de desempeño, posibilitando así el logro de las metas de mejora de los aprendizajes de los
estudiantes. No es quien prescribe un estándar de práctica y presiona por su cumplimiento, sino aquel que
es capaz de ayudar a los docentes de la institución educativa a mejorar paulatinamente a partir del nivel de
la práctica en el cual se encuentren.
En este sentido, ejercer liderazgo pedagógico es involucrarse en el desarrollo del currículo y alinear la
enseñanza con los objetivos y metas de aprendizaje acordados. De acuerdo con Murillo (2008), esto significa
“preocuparse por el desarrollo profesional de los docentes, supervisando constantemente su práctica
pedagógica y evaluando los aprendizajes de los estudiantes teniendo en cuenta los resultados logrados en
la formulación de las metas educativas de la institución” (como se cita en Freire y Miranda, 2014). En ese
marco, las estrategias que permiten a un directivo líder gestionar una institución educativa a favor de los
aprendizajes son principalmente dos: el monitoreo y el asesoramiento pedagógico (Minedu, 2013, p. 13). A
ello se suma una tercera, la evaluación del desempeño docente. Así, es interesante verificar que Murillo y
Román (2010) encontraron en un estudio con directores de 17 países de América Latina que los directores
que dedican más tiempo a tareas de acompañamiento pedagógico (supervisión, evaluación y orientación
de profesores) son también aquellos que consiguen que los estudiantes de su institución aprendan más.
Sin embargo la creación de una cultura centrada en el aprendizaje de los estudiantes requiere que, de
base, se promuevan la cooperación y cohesión entre el profesorado, así como el diálogo permanente sobre
las prácticas pedagógicas, haciendo de ello una práctica común en la cual el acceso a las aulas no sea
restringido ni ajeno al directivo.
El texto del módulo 5 aborda las capacidades de comprender, organizar y ejecutar procesos de monitoreo
y acompañamiento a la práctica docente, asumiendo que parte del rol del directivo como líder pedagógico
es poder generar la reflexión sobre esta práctica, para orientar a la escuela en su conjunto hacia la mejora.
Ello implica tener claros los propósitos y las formas de llevar a cabo estos procesos .
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Se hace énfasis en la reflexión crítica por parte de docentes y directivos; así como, en la autoevaluación
del propio quehacer. Ambas acciones son consideradas como mecanismos indispensables para la mejora
continua del desempeño de los docentes que impactarán significativamente en los aprendizajes de los
estudiantes, siempre que se desarrollen en las condiciones adecuadas.
Así también, aun cuando se realiza un tratamiento diferenciado de cada uno de los contenidos del Módulo
5 “Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente”, en el discurso se hace evidente la
integralidad y el carácter dinámico de estos contenidos como procesos. El módulo se orienta a clarificar
estas diferencias, pero también a plantear sus interrelaciones.
Se concluye de este modo con este itinerario formativo en el que los contenidos de cada módulo han
contribuido generando valor en el proceso de formación y en la configuración del rol del directivo como
líder pedagógico:
•• Comprender que la centralidad del quehacer educativo se encuentra en las personas, y en consecuencia,
es necesario concentrarnos en las demandas que hace la sociedad a la educación.
•• Desarrollar la capacidad de planificar no para cumplir con exigencias administrativas, sino para
responder a estas demandas.
•• Planificar, tomando en cuenta que aquello que se hace y que no transforma una realidad, no es
necesario y que las transformaciones son procesos que se interrelacionan y se activan entre sí; además,
requieren de la participación de la comunidad educativa en su conjunto.
•• Asumir que la participación de la comunidad educativa se gestiona; así como se gestiona lo que los
estudiantes aprenden. Pero que no es posible que los estudiantes aprendan si no participa toda la
comunidad.
•• Entender que el aprendizaje permanente de la comunidad educativa es también condición para que
los estudiantes aprendan, y que este aprendizaje se facilita si se es capaz de mirarse a uno mismo
desde fuera y de dejarse mirar y acompañar por otros, para mejorar.
•• Comprometerse con generar las condiciones para que la escuela mejore, mirando al sector educación
como una unidad, en la que a diferente escala todos se encuentran en proceso de aprender y de
mejorar. Pero que los cambios se tienen que liderar por alguien.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Unidad 1
Monitoreo pedagógico
Capacidad Indicadores
Diplomado en Gestión Escolar y Segunda Especialidad con mención en “Gestión Escolar con Liderazgo Pedagógico”
En esta primera unidad ahondaremos en el monitoreo de la práctica docente como uno de los ejercicios
del liderazgo pedagógico. Con la información básica presentada en esta unidad, el directivo podrá diseñar
estrategias viables de monitoreo de las prácticas pedagógicas en su institución educativa.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
1 Partiendo de la experiencia
Leamos con atención la siguiente situación:
En la reunión de directores de su localidad decidió comentar sus observaciones con el fin de animar
al resto de directores a encontrar una solución. Creo que la ficha de monitoreo es muy buena, le
dijo. Pero también creo que podríamos hacer algo más. ¿Qué piensan colegas? Quizá la rúbrica o
el marco nos puedan ayudar. ¿Alguno tiene idea de cómo?
Las respuestas del resto de directores presentes en la reunión fueron variadas. La mayoría le
recomendó que monitoree lo que la especialista de la UGEL le había pedido y que le entregue lo
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
antes posible las fichas llenas dado que había muchas tareas administrativas que cumplir. A una
directora muy amiga suya la idea le pareció interesante y se ofreció a apoyarla contactándola con
un amigo que trabaja en el Ministerio de Educación. Alguna recomendación nos podrá brindar,
le dijo. Entre los comentarios, se escuchó la voz de uno de los directores presentes que le dijo:
“¿Acaso tú no conoces a los profesores de tu escuela? Llena nomás la ficha en tu oficina, así como
yo y entrega, tenemos muchas cosas más importantes que hacer”.
Los directores dieron por terminada la pausa que permitió esta discusión y siguieron con el resto
de los puntos de la agenda mientras Marina se quedó pensando en las observaciones que realizó
al aula del profesor Renato y en las expresiones de los niños. “Algo tengo que hacer”, se dice a sí
misma.
•• ¿Considera que las acciones realizadas por la profesora Marina previo a la visita de monitoreo
fueron las adecuadas? ¿Qué recomendaciones podría ofrecerle?
•• La profesora Marina plantea el uso del Marco de Buen Desempeño Docente y la Rúbrica de
Evaluación del Desempeño Docente, ¿de qué manera pueden ser útiles estos documentos para
el monitoreo de la práctica pedagógica?
•• ¿De qué otras maneras puede utilizar la profesora Marina la información recogida al servicio de
la mejora del desempeño de sus docentes? Explique al menos dos alternativas.
•• En su escuela, ¿realiza usted un monitoreo programado de la práctica pedagógica? ¿Qué proceso
sigue? ¿Qué instrumentos utiliza? Y, ¿con qué frecuencia lo realiza?
•• ¿En qué aspectos debe ponerse mayor atención durante las visitas de monitoreo? Liste en orden
de prioridad los cinco aspectos que considere más importantes.
Uno de los primeros aspectos que llama la atención en este caso es la novedad con la cual los docentes
toman el ingreso de la profesora Marina a las aulas, por lo que podemos deducir que no lo había
hecho antes o que no lo había hecho de una manera planificada. Esta situación no es ajena a la que
se vive al interior de muchas escuelas, en las cuales se tiene una firme creencia por parte de todos los
involucrados, que la función del director es velar por los aspectos administrativos y la disciplina de la
escuela. Esta es una creencia que se debe ir desterrando de una escuela con liderazgo pedagógico. Sin
embargo, esto forma parte de un proceso progresivo en el cual se involucren a los diversos actores
educativos.
¿Existen condiciones previas que deben ser creadas al interior de la escuela antes del monitoreo en sí
mismo? Sí las hay. A continuación, en esta unidad se revisarán a detalle estas condiciones y se brindarán
recomendaciones para implementar un monitoreo eficaz.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Supervisión
•• Es la verificación en el terreno del cumplimiento de la normativa que rige para los centros
educativos y las funciones de directores y docentes. Es efectuada por la autoridad.
Monitoreo
Acompañamiento
Cuando estos tres procesos están relacionados con la práctica pedagógica, los significados no
difieren en gran medida de los antes mencionados.
•• Que el punto de atención sean los procesos pedagógicos para mejorar los aprendizajes.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Si bien más adelante, se ahondará en cada una de estas características, es importante hacer énfasis
en el punto de atención al cual se hace referencia: los procesos pedagógicos para la mejora de los
aprendizajes.
Cuando el monitoreo que realiza el director tiene por finalidad registrar información relacionada
con la práctica docente de los procesos pedagógicos que el docente implementa en el aula, para
facilitar los procesos de aprendizaje en los estudiantes, es cuando realmente ayuda al equipo
docente a tomar decisiones que permitirán mejorar la enseñanza y la propia gestión.
Sin embargo, existe otra relación que se le ha asignado al monitoreo en los últimos años y es la
que se refiere a la gestión de las condiciones para la mejora de los aprendizajes: el uso efectivo del
tiempo en el aula, el uso de herramientas pedagógicas y los materiales educativos y la gestión de
un clima escolar favorable para los aprendizajes. Estos son justamente tres de los aspectos en los
cuales está basada la ficha de monitoreo y autoevaluación que entregó la especialista de la UGEL
a la profesora Marina.
En efecto, hoy se considera una buena práctica en el caso presentado. “cuando el directivo
monitorea y orienta el uso de estrategias y recursos metodológicos, así como el uso efectivo
del tiempo y los materiales educativos, en función del logro de las metas de aprendizaje de los
estudiantes y considerando la atención de sus necesidades específicas” (Minedu, 2014, p. 50).
Sin embargo, hemos entendido mal esta conceptualización y la hemos reducido a un acto de
supervisión.
Un monitoreo que pretenda ser efectivo no puede centrarse solo en estos aspectos. Estos son
importantes y se convierten en condiciones favorables para el aprendizaje, útiles para todos los
contextos educativos, para los cuales en muchos de los ítems de observación se requiere incluso
de una mirada especializada. Sin embargo, el monitoreo pedagógico centra su atención en el saber
actuar de los docentes. Por ello, la escuela necesita construir otros dispositivos complementarios,
apropiados a la realidad de la institución educativa y lo planteado en su plan de mejora, que le
permitan al director registrar la práctica pedagógica a detalle con indicadores claros, conocidos
por todos y fácilmente observables. En este sentido, la actitud de la profesora Marina de ir más allá
de lo que la ficha proporcionada por la UGEL le pide es la actitud adecuada y la que le permitirá
descubrir cómo apoyar a los docentes de su equipo.
Teniendo esta claridad sobre las implicancias del monitoreo resultará más sencillo diferenciarla de
la supervisión y el acompañamiento pedagógico.
En el caso de la supervisión docente, esta es la verificación en el terreno del cumplimiento de las
normas que rigen para los docentes. Por ejemplo, la verificación de la existencia de una carpeta
pedagógica actualizada. De igual modo, la verificación del cumplimiento de la sesión de clase de
acuerdo con los protocolos difundidos en la web del Minedu. Lo mismo pasa cuando se verifica
si determinado material educativo está siendo utilizado o no por los docentes de acuerdo con las
especificaciones brindadas.
Sin embargo, también puede supervisarse el cumplimiento de los acuerdos internos y aquellos
que forman parte del plan operativo de la institución educativa. Por ejemplo, si en una institución
educativa los directivos y docentes han acordado determinada distribución de los espacios
durante la hora de recreo como parte de un programa de convivencia escolar, el responsable de
este programa puede supervisar si los docentes están o no en sus ubicaciones durante el recreo.
En todos estos casos, como hemos podido observar, lo que se verifica es el cumplimiento. No se
hace énfasis en el proceso porque no es necesario hacerlo y porque la norma dice que lo que
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
estamos supervisando debe realizarse sí o sí. Por ejemplo, que los docentes acudan a la escuela
de lunes a viernes es una norma bajo la cual no existe punto de negociación, salvo excepciones
justificadas y autorizadas. En el caso de la distribución de los espacios durante el recreo, si los
docentes no cumplen con lo acordado y permanecen en sus aulas u optan por conversar en la
cafetería se podría poner en riesgo el programa de convivencia escolar diseñado, a menos que se
haga un cambio previo en los acuerdos y se establezcan mecanismos alternos.
En el caso del acompañamiento pedagógico, se trata de asesoría y formación continua. En la
siguiente unidad se ahondará a profundidad sobre este tema.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Si bien existe una gran necesidad de aprender a responder a estas demandas, a los profesores
no les está resultando fácil cambiar sus hábitos y esquemas de enseñanza tradicionales. En
muchos de los casos se hacen pequeñas modificaciones en las prácticas sobre la base de lo
tradicional debido a que aún no se logra comprender su relevancia o no se sabe claramente
qué hacer. Dussel (2006) menciona que este fenómeno se debe en buena parte a que en el
imaginario esto supone una escuela completamente distinta a la actual y, sin embargo, quien ha
recibido este nuevo encargo es una escuela que se mantiene estable incluso en su estructura
administrativa y organizativa.
Fancy Castro menciona que: “la implementación de un currículo reformulado supone rupturas
en las concepciones sobre la construcción del conocimiento, el aprendizaje, la pedagogía y la
didáctica” (como se cita en Guerrero, 2016a). Esto supone cambios en los propios sistemas de
creencias de los actores educativos acerca de los roles que cumplen la escuela, los docentes y
los estudiantes. Por esa razón, dice Castro: “la gestión del currículo supone necesariamente una
negociación de significados entre directores y docentes, debiendo los primeros ayudar a los
segundos a cuestionar y superar determinadas certezas, así como a construir nuevas” (como se
cita en Guerrero, 2016a).
Teniendo en cuenta esta situación, el monitoreo es importante porque proporciona a los
profesores un espejo en el cual mirarse y saber si están realmente progresando o no en la
medida de lo que se espera. En ese sentido, mientras más espejos tenga un docente que le
devuelvan información sobre sus aciertos y errores, va a tener mayores posibilidades de saber
hacia dónde tiene que avanzar o qué debe corregir. Si no los tuviera, tendría una apreciación
muy subjetiva sobre sus avances o sobre sus dificultades.
En el caso de la profesora Marina, el monitoreo realizado, aunque fue con la ficha de monitoreo
de la práctica pedagógica 2016, le permitió registrar los puntos fuertes y débiles de dos de
sus docentes, de los cuales no tenía un registro previo. Por un lado, le permitió identificar la
habilidad del profesor Luciano para promover la participación activa de los estudiantes, un
aspecto considerado en el Marco de Buen Desempeño Docente (desempeños N.° 11 y N.° 16)
y generar, a partir de ello, la posibilidad de que él enseñe a otros docentes con dificultades en
este aspecto, lo cual constituye el inicio de una comunidad de aprendizaje. Por otro lado, le
permitió recoger información sobre los puntos débiles de la práctica del profesor Renato, los
cuales podrá usar de base para asesorarlo y realizar un plan de mejora ad hoc a sus necesidades
de formación.
Es en este sentido que la conformación de comunidades de aprendizaje para el fortalecimiento
de los desempeños cobra valor. No se trata de que el director de pronto asesore a los docentes de
manera especializada en todos los aspectos críticos de su práctica, sino que recoja información
útil que le permita determinar las necesidades más inmediatas y decidir qué caminos se
pueden adoptar para darles solución, ya sea entre los mismos docentes o solicitando apoyo
especializado.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
•• Además de las razones ya citadas, explique usted: ¿Cómo el monitoreo ayudaría a mejorar
el desempeño de los docentes y el resultado de los aprendizajes de los estudiantes de su
institución educativa?
•• ¿Qué condiciones considera que deben establecerse al interior de la escuela para un
monitoreo pedagógico efectivo?
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Esta herramienta permite que, en caso de encontrar deficiencias, las UGEL y las DRE puedan
implementar acciones correctivas en el corto plazo para mejorar así la prestación del servicio
educativo en las escuelas de su ámbito de influencia. Además, al Minedu, le permite realizar un
seguimiento al desempeño de las instancias descentralizadas del sector educación en el país,
con lo cual se podrá detectar las regiones que necesitan mayor apoyo y conocer la situación
económica de las diversas instancias descentralizadas.
La información obtenida en cada visita es sistematizada en reportes mensuales y enviadas a
todas las Direcciones Regionales de Educación y Unidades de Gestión Educativa Local del país.
ͫͫ El Plan de Monitoreo Regional o Local
El Plan de Monitoreo Regional o Local, según corresponda, permite planificar, ejecutar,
acompañar, monitorear, supervisar y evaluar las acciones que garanticen el desarrollo del año
escolar en la educación básica, en concordancia con las políticas priorizadas y los compromisos
de gestión escolar que forman parte de esta. Debe ser incorporado en el Plan Operativo
Institucional (POI) para garantizar su financiamiento.
El plan debe inscribirse en el marco de una gestión educativa orientada al logro de resultados.
Además de monitorear el nivel de avance de las metas, productos y resultados previstos para la
mejora de los aprendizajes de los niños, niñas y adolescentes de las II. EE., debe estar articulado
a una visión compartida del desarrollo local y de la educación a la que se aspira en el territorio,
la cual se encuentra enunciada y descrita en los planes de desarrollo concertados, los PER, los
PEL y los PEI.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Tabla 1
Fuente: Normas y Orientaciones para el desarrollo del Año Escolar 2017 en Instituciones Educativas y Programas Educativos de la
Educación Básica
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Supone construir acuerdos previos entre docentes y directivos sobre los criterios y los
medios en base a los cuales se va a recoger información sobre su quehacer pedagógico en
el aula. Supone, asimismo, acuerdos sobre el uso de esa información, previniendo toda
clase de aprensiones, pues se trata de hacer seguimiento a un conjunto de decisiones
dirigidas a mejorar su desempeño, afrontando juntos las dificultades del camino. Supone
además una comprensión profunda de las competencias específicas que plantea el Marco
de Buen Desempeño Docente, pues allí están claramente dibujados los referentes para
juzgar una buena práctica.
El MBDD aporta referentes y criterios claros de calidad en la enseñanza. Las competencias del
MBDD, en especial las de segundo dominio, nos permiten tener un marco de referencia claro y
amplio para observar el desempeño cualitativo del docente en el ejercicio de su rol.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Formativo,
Permanente
motivador y
e integral
participativo
Flexible y Sistemático y
gradual pertinente
Fuente:
Fascículo de gestión escolar, 2013
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
ͫͫ Útil. El monitoreo debe desembocar en ideas que permitan al docente mejorar su trabajo. De
esta forma, la parte más interesante son las sugerencias, recomendaciones e ideas que pueden
convertirse en acciones concretas. Si el informe de monitoreo es exclusivamente una relación de
evidencias, sin pautas para la acción, de poco servirá.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Volvamos al caso que inició este capítulo. Durante la conversación con el equipo de directores
se pudo evidenciar una serie de creencias acerca del rol directivo.
•• ¿Qué tipo de creencias acerca del rol que cumplen los directivos identifica en cada
una de las recomendaciones que le dieron los directores a la profesora Marina?
•• Tomando como referencia lo aprendido hasta el momento y las declaraciones de
Beverly Freedman, ¿qué le diría a cada uno de estos directores para persuadirlo de
asumir un liderazgo que favorezca el monitoreo y el acompañamiento?
•• Explique con sus propias palabras las dos competencias o habilidades esenciales que
Beverly Freedman señala que debe demostrar un director y que son base para un
monitoreo efectivo.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
y resistencias una vez que tome la decisión de ingresar a las aulas para monitorear el
desempeño docente.
ͫͫ Formación. Para poder ejercer liderazgo pedagógico el directivo debe estar por lo menos
un paso adelante que sus profesores. Eso implica estar informado, tener un manejo
pedagógico lo suficientemente solvente como para poder ayudar. Se requieren directivos
“con un dominio fuerte en el campo curricular y con la capacidad de influir en su comunidad
para que concentre sus esfuerzos en aprendizajes significativos”.
Ocurre que, como dice Bolívar (2000, p. 93): “reconstruir, rediseñar o reestructurar lugares
y espacios atrapados por burocracia, trabajo individualista y toma de decisiones jerárquicas,
por un trabajo en colaboración no es tarea fácil”.
Necesitamos cambiar los colegios dado que ahora no son organizaciones que
aprenden (Fullan, 1995). Necesitamos, especialmente, promover la “reculturización”,
la creación de “nuevos” tiempos y la “reestructuración” de las mismas. La
reestructuración es lugar común y todo lo que hace es alterar el horario y los
roles formales. La “reculturización”, como hemos argumentado en varios escritos
recientes, transforma los hábitos, habilidades y prácticas de los educadores hacia
una comunidad profesional más amplia, centrada en lo que los estudiantes están
aprendiendo y en qué acciones deberían llevarse a cabo para mejorar la situación.
La construcción de nuevos tiempos (“retemporalización”) aborda la cuestión de
cómo el tiempo puede usarse de manera más fructífera tanto para los profesores
como para los estudiantes. La “reculturización” y la “retemporalización” deberían
conducir la reestructuración porque ya sabemos que ocasionan una gran diferencia
en el aprendizaje, aunque son muy difíciles de cambiar.
En esta misma dirección, debemos pensar cuál es la rutina que debe cambiarse al interior
de la escuela. Quizá la principal de las rutinas que hay que cambiar en la cultura escolar
es la de conversar sobre el trabajo pedagógico que se hace en el aula, porque ese es un
tema del cual no se habla comúnmente. Para poner a prueba este enunciado vale la pena
observar y escuchar al interior de la propia escuela las conversaciones que se suscitan
entre los docentes a lo largo de una semana, en diversos espacios y momentos en los
cuales se reúnen de manera formal e informal.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
La profesora Marina, directora de una institución educativa de los niveles primaria y secundaria en
la región La Libertad lleva algunas semanas informándose acerca de la aplicación de las “rúbricas
de observación de aula para la evaluación del desempeño docente” y cómo implementar un
monitoreo efectivo en la escuela. A partir de ello, pone en marcha diversas acciones.
La primera fue un análisis minucioso de las rúbricas con el equipo de docentes de su institución
educativa. Para ello, ha revisado con ellos los nombres de cada desempeño, así como las definiciones
y las descripciones generales de cada nivel. Luego, se han detenido en el nivel IV de cada rúbrica
y ha analizado sus características. ¿Qué tipo de actividades deberían desarrollarse bien en el aula
para promover el interés y/o la participación de los estudiantes en las actividades de aprendizaje?
Les pregunta a los profesores (en alusión a la primera característica la rúbrica 1).
Responder esa pregunta resultó más complejo de lo que pensaron; por ello, decidieron organizarse
en grupos de investigación, dividiéndose las rúbricas. Les dijo que cada grupo se volvería especialista
en una de las rúbricas e investigaría lo más que sea posible, a fin de responder la pregunta planteada.
En una semana se volverían a reunir y cada grupo realizará una exposición de la rúbrica asignada.
Una semana después, volvieron a reunirse y cada grupo expuso sus investigaciones. Al término de
cada exposición, la profesora Marina decidió listar con todos los docentes al menos tres indicadores
observables y medibles que evidenciaran las características de los desempeños de nivel IV. Con
toda esta información, el equipo de monitoreo elegido durante la misma reunión y encabezado por
la profesora Marina se comprometió a elaborar una ficha de observación.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Luego de unos días, la profesora Marina entregó la ficha a todos los profesores y les pidió que cada
uno realizara un autodiagnóstico de sus propias prácticas, a fin de establecer una línea de base
sobre la cual comenzar a trabajar. Al final, a partir de los resultados, cada uno comentaría cuáles
son los puntos fuertes y débiles para así poder apoyarse entre todos. Les dijo: “Nuestros puntos
débiles se convertirán en nuestros compromisos con los estudiantes y con nosotros mismos como
profesionales. Yo ingresaré a las aulas, pero no para sancionar, sino para observar y registrar los
avances en esos compromisos y luego conversaremos sobre ellos”.
Como hemos podido observar, la profesora Marina ha ido más allá de la aplicación de los instrumentos
que le proporcionó el Minedu, priorizando el establecimiento de una comunidad de aprendizaje como
base para el monitoreo. Además, esta manera de analizar la rúbrica despertó el interés de los docentes,
incrementó la confianza en el monitoreo, porque todos comprendieron bajo qué parámetros sería
observada su práctica y con ello disminuyeron las resistencias que se habían presentado meses atrás.
Veamos ahora la siguiente situación en la región Pasco, donde también se ha iniciado el monitoreo de
la práctica pedagógica.
El profesor Leónidas, director de una institución educativa en la región Pasco lleva algunas semanas
informándose acerca de cómo implementar un monitoreo efectivo en la escuela y ahora pone en
marcha diversas acciones.
Su primera acción fue una revisión minuciosa del Currículo Nacional con el equipo de docentes de
su institución educativa y ha determinado en equipo las diez actividades principales que deben
desarrollarse en el aula para apoyar el proceso pedagógico y lograr que los estudiantes aprendan.
Entre las actividades sugeridas se mencionan recuperación de saberes previos, trabajo en equipos
colaborativos, desarrollo de proyectos, entre otros.
Una vez definida esta lista, el profesor Leónidas pregunta al equipo: ¿Cómo nos damos cuenta que
un profesor trabaja bien el recojo de saberes previos de los estudiantes? ¿Qué tendría que hacer
bien? A partir de una lluvia de ideas, se van definiendo cinco acciones que permiten visibilizar la
experticia en esta actividad. Esto mismo se realiza con las otras nueve actividades. Cada una de las
acciones se convierte en los indicadores que permitirán visibilizar el dominio de esta práctica.
En una siguiente reunión con el equipo docente, entregó una ficha con todas las actividades e
indicadores acordados en la reunión anterior y le pidió a cada docente que, usando esa ficha (que
contenía una escala de valoración), autoevalúe su experticia en cada una de estas prácticas. A partir
de los resultados, cada docente expuso las tres actividades que más dominaba y aquellas en las
cuales tenía mayor dificultad, comprometiéndose a mejorar en el plazo de tres meses en ellas. Esto
les permitirá, en adelante, conformar grupos de aprendizaje.
Para hacer seguimiento a estos objetivos, han elaborado en conjunto diversas estrategias e
instrumentos de monitoreo, en las cuales figuran los indicadores elaborados previamente.
El profesor Leónidas les explica: “Para ayudar a que alcancen sus objetivos, todos nos apoyaremos.
Como ya sabemos en qué es experto cada uno, cada experto ingresará al aula de otros tres docentes
que tengan dificultad en esa misma práctica. Asimismo, yo ingresaré a las aulas”.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
•• ¿Es válido el proceso seguido por la profesora Marina para la implementación del monitoreo en
su institución educativa? ¿Por qué?
•• ¿Qué otras sugerencias podríamos darle a la profesora Marina para que realice un monitoreo
efectivo en su escuela?
•• ¿Le parece válido el proceso seguido por el profesor Leónidas para el desarrollo del monitoreo
en su institución educativa? ¿Por qué?
•• ¿Qué otras sugerencias podríamos darle al profesor Leónidas para que realice un monitoreo
efectivo en su escuela?
•• ¿En qué aspectos son similares y diferentes los procesos seguidos por ambos directores?
•• Elabore un cuadro en el cual explique las ventajas y riesgos que se corre al implementar este tipo
de acciones, más allá de las recomendaciones brindadas en los compromisos de gestión escolar
para el año 2017.
•• ¿Qué requisitos demanda este tipo de actuación para que sea efectivo?
•• ¿Qué tipo de estrategias de monitoreo podrían aplicarse en cada caso?
Los casos presentados plantean la siguiente interrogante: ¿Acaso las escuelas están autorizadas para
realizar este tipo de acciones?
De acuerdo con Minedu (2016c, p. 40) , “durante la observación, el director tomará apuntes detallados
de las evidencias (conductas observadas) del desempeño docente en los aspectos evaluados en las seis
rúbricas. Concluida la observación, el director analizará sus apuntes y calificará el desempeño observado.
Sobre la base de lo anterior, el director se reunirá con el docente observado, ofrecerá retroalimentación
y llegará a un acuerdo de mejora. Todo lo anterior quedará registrado en la Ficha de monitoreo del
desempeño docente”.
Si bien estos son lineamientos generales para su implementación, no significa que el monitoreo sea
una tarea exclusiva del director ni tampoco que la ficha de observación de desempeño difundida sea el
único instrumento que se pueda utilizar. La rúbrica es la base mínima sobre la cual pueden plantearse
nuevas alternativas viables para la escuela y adaptables a su plan de mejora.
Tomando como base los casos presentados, listaremos los pasos a seguir para el desarrollo de una
propuesta de monitoreo.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
1 Enseñanza 2 Criterios
Previo:
Análisis del Identificar
Diagnóstico del Currículo habilidades y
monitoreo Nacional conocimientos
5 4 3
6 7 8
Cuando una persona monitorea, lo que hace es recoger información. Es decir, se registran datos del
proceso pedagógico basados en un conjunto de indicadores que se desprenden de los objetivos. Esto
es necesario porque existe un conjunto de situaciones que deben evidenciarse en el aula y, a través
del monitoreo, se pueden recoger indicios que nos permitan determinar si estas situaciones están
sucediendo o no. Por ello, la información debe ser neutral. El que recoge la información no interviene,
solo registra. Esa información posteriormente se va a procesar y se va a analizar.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Involucra activamente
Maximina el tiempo
a los estudiantes en el
dedicado al aprendizaje
proceso de aprendizaje.
Evalúa el progreso de
Promueve el razonamiento, los aprendizajes para
la creatividad y/o el retroalimentar a los
pensamiento crítico. estudiantes y adecuar
su enseñanza.
Regula positivamente
Propicia un ambiente de
el comportamiento de
respeto y proximidad.
los estudiantes.
Dado que las rúbricas de observación de aula para la evaluación del desempeño docente priorizan
y sintetizan los desempeños del dominio 2.
ͫͫ La identificación de indicadores. Una vez definidas las habilidades, estas deben desagregarse en
indicadores. Es decir, en indicios o descripciones precisas y medibles de las acciones relacionadas
con cada actividad. Una pregunta que puede guiar este análisis es: ¿Cómo reconozco a un
docente que hace bien…?
En todo este proceso, los docentes deben estar permanentemente involucrados, tal y como lo
hemos podido observar en los casos de la profesora Marina y el profesor Leónidas.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
•• Deben ser comprensibles para que puedan ser interpretados por todos los involucrados en
el proceso.
•• Deben servir para orientar futuras decisiones para mantener o modificar acciones.
En el caso de la profesora Marina, por ejemplo, los criterios fueron los desempeños de las rúbricas
de evaluación y a partir de ellas se elaboraron los indicadores de observación. También, directivos y
docentes pueden considerar descriptores claros para los niveles de desempeño que se establezcan.
Estos descriptores, a su vez, deben ser útiles para identificar aspectos fuertes y aspectos de mejora
en la práctica del docente.
Así también, es posible utilizar un cuadro en el que el criterio definido y los indicadores se ubican
en dos columnas. A la derecha se registra, en columnas paralelas, lo que hace el docente y lo que
hacen los estudiantes. Con esta evidencia se desarrollan los procesos de reflexión conjunta entre
directivos y docentes, o entre docentes.
¿Qué aspectos formales debemos tener en cuenta al elaborar indicadores?
Los indicadores presentan generalmente los siguientes elementos: acción observable, referente
de la acción y resultado o producto de la acción.
Acción
+ Referente
+ Resultado
= Indicador
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
•• Formula preguntas o invita a realizar alguna tarea/ a los estudiantes que pierden el
interés o no participan/ con el fin de involucrarlos nuevamente en la actividad realizada.
Acción / Referente de la acción / Resultado o producto
•• Los instrumentos
•• El cronograma de visitas
•• Acompañamiento pedagógico
•• La periodicidad de informes
31
Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Cronograma
Docente
1 2 3 4
Estrategia Ejecución
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
•• Deben registrarse cada una de las evidencias objetivas recogidas durante las diferentes visitas
que el director ha realizado a las aulas donde se encontraban los docentes.
•• Las evidencias deben estar claramente organizadas en función de cuándo se recogieron. Con
el objetivo de ofrecer información clara y veraz resulta útil organizar las evidencias en torno
al número de visita (1.a visita, 2.a visita...).
•• La matriz ha de mantener una estructura rígida de manera que todas las evidencias registradas
se vinculen con criterios y tipos de desempeño.
Criterio #1 Indicador #2
Indicador #3
Desempeño
Indicador #1
Criterio #2 Indicador #2
Indicador #3
Como decíamos, las evidencias encontradas a lo largo del proceso de monitoreo suponen la base
de información a analizar para ofrecer un asesoramiento a los docentes en la línea de lo pautado en
el Marco del Buen Desempeño Docente. Para que esto sea posible, el director ha de ser capaz de
atribuir un valor al nivel de desarrollo global alcanzado por cada docente. Para ello, es necesario que:
ͫͫ Realice una ponderación de los indicadores
Cada uno de los indicadores puede haber sido medido en escalas diferentes, si esto se diera,
es importante que el director unifique a una misma escala la medida de las puntuaciones de
manera objetiva con base a las evidencias reflejadas a lo largo de las visitas que se han realizado.
Un análisis imparcial de las evidencias permitirá dar mayor valor a los progresos del docente.
Por ejemplo. Un director que ha ponderado las observaciones de un docente podría elaborar la
siguiente afirmación: “El profesor Ricardo ha avanzado muy lentamente en el manejo de equipo
pero ha avanzado muchísimo en la gestión de proyectos. He observado que hasta la fecha él
ha desarrollado dos proyectos con muy buenos resultados y una participación activa de los
estudiantes”.
ͫͫ No limitarse a un solo factor
El análisis del progreso de los docentes ha de desarrollarse de manera global y referirse a toda
su práctica en la escuela siguiendo los diferentes desempeños pautados en el Marco del Buen
Desempeño Docente. La devolución de la información al docente ha de considerar de manera
objetiva el conjunto de indicadores señalado en la matriz, así como el contexto en que se
recogieron los datos.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Por ejemplo. Un director que ha analizado el progreso y las dificultades de un docente en torno
a un conjunto de variables podría elaborar la siguiente afirmación: “La profesora Esther se
comprometió a mejorar en cinco actividades, de esas cinco actividades hay tres en las cuales ha
avanzado notoriamente, hay una en la cual no avanza y hay otra que ha avanzado hasta un nivel
intermedio. He observado que la profesora se ha desempeñado bien y con mucho esmero, pero
hay que considerar que en este bimestre ha presidido la comisión organizadora del aniversario
del colegio y esa responsabilidad ha interferido y le ha restado tiempo. Quizás su compromiso
debió ser solo tres”.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Recordemos que en esta etapa todavía no se emiten juicios de valor. Simplemente se da cuenta
descriptivamente de lo que el monitoreo ha arrojado como datos.
Por ejemplo. Un director que ha observado los indicadores referentes al criterio Participación
podría realizar el siguiente análisis de la información recogida, la cual posteriormente redactará
en su informe:
“Yo creo que la profesora Laura ha progresado en el manejo de grupos porque inicialmente empezó
con dificultades para poder conformarlos, sin embargo ahora está en una etapa en que ya logra
conformarlos (indicador 1) y los grupos trabajan bien (indicador 2). Todavía no hace una buena
supervisión del trabajo del grupo (indicador 3)”.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
¿Qué decisiones podemos tomar a partir de esto? La principal es la formación de los docentes
teniendo como base los objetivos de mejora.
Por ejemplo. Un director que ha realizado este análisis podría pensar: “Veo que de los diez
profesores hay cinco que aún tienen dificultad a pesar que han avanzado y hecho sus esfuerzos.
Quizá lo que haga falta es realizar un taller de reforzamiento sobre estrategias de conducción de
grupos para ayudarlos a avanzar a mayor ritmo porque veo que hay muchas confusiones y hay
situaciones de conflicto en los grupos que aún no saben cómo manejar. De repente, no vendría mal
un reforzamiento en estrategias de manejo de conflictos”.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
o los desempeños del Marco de Buen Desempeño podrían ayudarle en algo, aunque aún no sabe
cómo. ¿Estará autorizada para usar otros instrumentos? Y si es así ¿cómo se hace y cómo podría
usar la información en beneficio de la escuela?
En la reunión de directores de su localidad decidió comentar sus observaciones con el fin de animar
al resto de directores a encontrar una solución. Creo que la ficha de monitoreo es muy buena, le
dijo. Pero también creo que podríamos hacer algo más. ¿Qué piensan colegas? Quizá la rúbrica o el
marco nos puedan ayudar. ¿Alguno tiene idea de cómo?
Las respuestas del resto de directores presentes en la reunión fueron variadas. La mayoría le
recomendó que monitoree lo que la especialista de la UGEL le había pedido y que le entregue lo
antes posible las fichas llenas dado que había muchas tareas administrativas que cumplir. A una
directora muy amiga suya la idea le pareció interesante y se ofreció a apoyarla contactándola con
un amigo que trabaja en el Ministerio de Educación. Alguna recomendación nos podrá brindar,
le dijo. Entre los comentarios, se escuchó la voz de uno de los directores presentes que le dijo:
“¿acaso tú no conoces a los profesores de tu escuela? Llena nomás la ficha en tu oficina así como
yo y entrega, tenemos muchas cosas más importantes que hacer”.
Los directores dieron por terminada la pausa que permitió esta discusión y siguieron con el resto de
los puntos de la agenda mientras Marina se quedó pensando en las observaciones que realizó al aula
del profesor Renato y en las expresiones de los niños. “Algo tengo que hacer”, se dice a sí misma.
Ahora que ya cuenta con nuevos elementos que le permiten una mejor comprensión de cómo desarrollar
un monitoreo pedagógico responda las siguientes preguntas:
•• ¿Considera que las acciones realizadas por la profesora Marina previo a la visita de monitoreo
fueron las adecuadas? ¿Qué recomendaciones podría ofrecerle?
•• La profesora Marina plantea el uso del Marco de Buen Desempeño y la Rúbrica de Evaluación del
Desempeño Docente. ¿De qué manera pueden ser útiles estos documentos para el monitoreo
de la práctica pedagógica?
•• ¿De qué otras maneras puede utilizar la profesora Marina la información recogida al servicio de
la mejora del desempeño de sus docentes? Explique al menos dos alternativas.
•• ¿Cómo podría realizar la profesora Marina un monitoreo programado de la práctica pedagógica?
¿Qué proceso debe seguir? ¿Qué instrumentos debería utilizar? Y, ¿con qué frecuencia debería
ejecutarlo?
•• ¿En qué aspectos debería poner mayor atención la profesora Marina durante las visitas de
monitoreo? Liste en orden de prioridad los cinco aspectos que considere más importantes.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Unidad 2
Acompañamiento pedagógico
Capacidad Indicadores
Diplomado en Gestión Escolar y Segunda Especialidad con mención en “Gestión Escolar con Liderazgo Pedagógico”
¿Qué debe hacer un director con la información y el análisis realizado durante el monitoreo? ¿Cómo devolver
esta información a los docentes con mayores dificultades en su práctica de modo que aporte al cambio?
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Para responder a estas y otras interrogantes, en esta segunda unidad, trataremos a detalle la estrategia de
acompañamiento pedagógico. Esto le permitirá al directivo comprender, organizar y ejecutar los procesos
de acompañamiento docente para el ejercicio del liderazgo pedagógico.
1 Partiendo de la experiencia
Leamos con atención la siguiente situación:
La directora Martha entró por segunda vez al aula de 3.er grado del profesor Joaquín. Semanas
antes, había conversado mucho con él acerca de sus dificultades para reconocer los desniveles en
sus estudiantes de un mismo grado y para encontrar la forma de atenderlos. Tenía, por ejemplo,
algunos niños que no leían todavía y algunos que leían y escribían aceptablemente. Martha le había
dado varios consejos y había observado sus esfuerzos por ponerlos en práctica, trabajando en
paralelo con los más y los menos avanzados. Los niños estaban respondiendo. Ver que su profesor
ya no los ignoraba, les había devuelto el entusiasmo. Pero ese día encontró a Joaquín mortificado
y desmotivado.
Ocurre que Joaquín había recibido la visita de don Pedro, un antiguo especialista de la UGEL, quien
lo había regañado duramente por estar atrasado en su programación. Le había entregado, además,
unas sesiones de clase ya desarrolladas para tercer y cuarto ciclo. “Usted haga lo que ahí dice, le
había dicho, y no se distraiga con ninguna otra cosa”. Ahora Joaquín no quería continuar con lo
acordado con su directora, porque el especialista le había dicho que volvería en unos días para
supervisar sus avances.
Adaptado de Guerrero, 2016b
Martha se ha tropezado no con un hecho atípico, sino con el encuentro de dos enfoques opuestos
sobre lo que significa interactuar con los docentes para mejorar su práctica. Ella busca establecer con
Joaquín un tipo de relación que le permita ir mejorando sus capacidades para enseñar. Don Pedro,
el especialista, busca más bien establecer un tipo de relación que propicie el acatamiento de sus
indicaciones. Es verdad que la función de un especialista de UGEL no es precisamente acompañar al
docente, pero funge de acompañante cuando quiere influir en él para mejorar su desempeño en el aula.
El enfoque de Martha es habilitador, quiere empoderar a Joaquín, hacer que crezca en su capacidad de
enseñar. El enfoque de don Pedro es normativo, él da pautas y el docente debe seguirlas, entrega un
guion de clase y el docente debe aplicarlo (Guerrero, 2016b).
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
institución educativa. Como se menciona en Mulford (2006) “es esta una ‘edad de oro’ de liderazgo
en el colegio”. Los directivos son sujetos de atención sin precedentes: “Se vuelve a confiar en los
propios establecimientos y en sus líderes para generar internamente sus procesos de mejora”
(citado en Bolívar, 2010b, p. 81).
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Vesub (2011, p. 13) brinda cuatro argumentos a favor de las política de acompañamiento:
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Autonomía
Ética
Criticidad Participación
Equidad Integridad
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
4. La observación del colega y la recolección de información para conocer “el terreno”, diagnosticar
problemas, necesidades y aspectos a ser mejorados.
5. La formación y el desarrollo profesional a través de talleres, de materiales de lectura, de
instancias de discusión y producción conceptual, del análisis de la práctica, de la sistematización
de experiencias.
6. El asesoramiento propiamente dicho, el acompañamiento en el aula para implementar las
innovaciones y mejoras que se hayan planificado y acordado con los docentes.
Luego de dos visitas al aula del profesor Joaquín, el profesor Eduardo, director de una
escuelita en Quispicanchis, tiene elementos suficientes para darle una retroalimentación
que le permita mejorar sus prácticas. Todo se inició con la visita de diagnóstico, en la cual
corroboró lo que el profesor Joaquín dijo de sí mismo: que tenía dificultades para trabajar con
niños de distintos niveles de rendimiento académico. Algo que había descubierto a raíz de las
visitas de la profesora Yolanda.
Durante las visitas, el profesor Eduardo ha observado que no suele prestarles atención a estos
niños, simplemente no los mira y cuando ellos le pasan la voz para decir algo los deja hablar
pero sin integrar su opinión a la clase. Tampoco existen actividades diferenciales y cuando los
niños se distraen simplemente les da unas hojas y les dicta oraciones. Como en determinado
momento los niños se pusieron a jugar en el aula, el profesor Eduardo interrumpió la clase
y le dijo que haga sentar a los niños. “¿Acaso no ve que se le están escapando los niños?
Apúrese y traígalos”, le dijo.
Durante el recreo, le da retroalimentación sobre los hechos. Para ello, le lee todas las
observaciones de su cuaderno. El profesor Joaquín reconoció que no sabe muy bien qué
hacer, simplemente se siente frustrado de tener dos niños que aún no saben leer ni escribir
estando en tercer grado y piensa que quizás lo mejor es que los niños trabajen en el aula de
primer grado. Eduardo no considera que sea la mejor alernativa, pero tampoco sabe muy bien
qué recomendarle, ya que él hace mucho no pisa un aula ni tampoco es experto en lectura
y escritura; así que piensa: “¿Le digo que estudie sobre lectura y escritura para aprendices
iniciales? ¿Le pido al profesor de primer grado que le enseñe qué hacer? ¿Bajamos a los dos
niños de grado?”.
46
Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
•• ¿Te parecen adecuadas todas las acciones realizadas por el profesor Eduardo durante la
visita al aula del profesor Joaquín y la retroalimentación? ¿Por qué?
•• Identifica en el caso presentado los pasos para el desarrollo del acompañamiento pedagógico.
Luego, agrega aquellos pasos que creas conveniente.
•• ¿Qué recomendaciones podrías darle al profesor Eduardo para realizar una retroalimentación
válida?
Existen diversos ejes desde los cuales implementar el acompañamiento pedagógico como relación
terapéutica o de apoyo a las relaciones personales, servicio técnico, cierre del proceso de formación y
habilitación profesional, o proceso de mutua formación y retroalimentación (Vesub y Alliaud, 2012).
Todos estos ejes son válidos si forman parte de un mismo proceso y no de manera independiente.
Sin embargo, el eje denominado “proceso de mutua formación y retroalimentación” es el que
permite el cambio “desde dentro”, ya que es el que posibilita el desarrollo del docente a partir
de la reflexión y autonomía. En este caso se trabaja desde una perspectiva horizontal, mediante
actividades colaborativas en las cuales el papel del que acompaña es ayudar al docente a percibir,
comprender y formular su problemática. Se discute y analiza en espacios de trabajo y reflexión
colectivos, donde se elaboran, conjuntamente, estrategias de acción adecuadas a los contextos
particulares de desempeño, con la finalidad de mejorar la enseñanza.
El proceso de acompañamiento recorre varias etapas a lo largo del año escolar, alimentándose
continuamente de la información recogida del monitoreo.
1. Diagnóstico. Se determina el estado inicial de la práctica pedagógica a partir de una visita
de observación a una sesión de aprendizaje desarrollada por el profesor para conocer el
espacio en donde desarrolla su labor y, al mismo tiempo, ir recogiendo información sobre su
desempeño en aula. Esta información será registrada en los instrumentos de apoyo como son
la rúbrica de observación, la lista de cotejo y en algunos casos el cuaderno de campo (R.S.G. N.°
008-2017-MINEDU). Se pone especial atención a sus necesidades y a los factores que inciden
en su práctica educativa. Se focalizan, también, las necesidades de la comunidad educativa.
La función diagnóstica posibilita la preparación de la experiencia de acompañamiento.
Es una fase de exploración que aporta referentes para responder con mayor adecuación a
las problemáticas que se identifican una vez realizado el diagnóstico. Los procesos más
relevantes de esta función son la información, el análisis y la reflexión de los datos obtenidos.
El diagnóstico demanda, además, una interpretación aguda de los datos, sentido ético en el
tratamiento de estos y toma de posición ante los resultados. Esta función requiere cuidado en
el diseño global del diagnóstico, así como en la elaboración y aplicación de los instrumentos.
2. Plan de monitoreo y acompañamiento. Sobre la base del diagnóstico se elabora un
cronograma de visitas a aula, asesorías individuales y círculos de interaprendizaje.
3. Uso de estrategias e instrumentos. Se observa y analiza la práctica utilizando estrategias e
instrumentos.
7. Asesoría. Implica la devolución de la información al docente acompañado para ayudarlo a
identificar fortalezas y debilidades en su propia práctica, explicarlas y establecer los retos
que deben afrontarse en un plan de mejora personal, a partir de compromisos concretos que
en la siguiente visita serán verificados en la práctica.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
8. Reporte de avances. Se elaboran informes periódicos, así como un informe final que contiene,
a manera de balance, las acciones desarrolladas, los logros y dificultades de la estrategia y el
progreso de cada uno de los docentes acompañados, así como recomendaciones para seguir
fortaleciendo sus respectivos planes de mejora.
Sin embargo, lo más importante de todo este proceso es la dinámica sobre la cual se establece la
relación entre acompañante y acompañado: el uso de estrategias e instrumentos para el recojo de
información y la asesoría.
Reflexión
crítica
Interviene
Asesoría personalizada
Recojo de información
Orientación
Observa
Registra
Compromiso
Para que este proceso pueda ser efectivo, lo fundamental es el desarrollo de dos capacidades. En
primer lugar, la capacidad de observación y decodificación de la práctica, algo difícil de hacer por
la variedad de aspectos que no solo deben registrarse sino también relacionarse, lo que requiere
entrenamiento y marcos de referencia muy claros. En segundo lugar, la retroalimentación, cuya
principal finalidad es reflejar las zonas fuertes y potenciales de cada uno, quizás invisibles para
el docente. Solo a partir de este autodescubrimiento el docente acompañado se sentirá capaz de
hacer frente a sus errores o deficiencias y a los desafíos de su plan de mejora.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Si bien el acompañamiento pedagógico suele realizarse uno a uno, principalmente en los casos de
los profesores identificados con mayores necesidades de apoyo, es más efectivo si se complementa
con otras estrategias de apoyo grupal. Algunas estrategias complementarias son las actividades de
capacitación, sea que se trate de cursos, talleres u otras modalidades, que respondan a necesidades
comunes de los docentes de una o más redes. También lo son las actividades de interaprendizaje,
como las que se propician a través de grupos de pares y pasantías a instituciones educativas
destacadas (Guerrero, 2016a). Otros mecanismos de soporte son los centros de recursos para el
aprendizaje, los boletines informativos o los portales web, que contienen una gran cantidad de
herramientas para uso discrecional del docente.
En general, siendo que las visitas al aula y los círculos de interaprendizaje son las estrategias más
importantes, el acompañamiento precisa de estrategias que faciliten la interacción y construcción
permanente de conocimiento.
Tabla 5: Estrategias de acompañamiento
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Si bien nuestro referente para saber qué situaciones deben evidenciarse en el aula son los
desempeños del Marco de Buen Desempeño Docente, principalmente los desempeños del
segundo dominio, se requieren de referentes generales de observación.
La observación, además de ser una capacidad, es una estrategia con la cual se le da seguimiento
permanente al acompañamiento. Se prioriza la observación de aquellas interacciones positivas
en el marco de proceso pedagógico. Asimismo, se le pone especial atención a los cambios que se
generan en las prácticas de docentes: positivos o negativos.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Aspectos logrados +
Sugerencias de mejoría específicas +
Ejemplos o referencias a recursos de apoyo +
Explicación del efecto que tendrán las mejoras en determinado desempeño
Feedback efectivo para el aprendizaje
1. Observar detenidamente. Observar la clase de comienzo a fin sin hacer énfasis en los
errores. La idea es generar una apreciación global antes de decidir el área prioritaria para
entregar retroalimentación.
2. Crear una lista de aspectos a mejorar y elegir un foco. Es necesario elegir, de los aspectos
a mejorar, el más apremiante o vinculado al desempeño en el cual el docente se ha
comprometido a mejorar.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Aplica las diez recomendaciones brindadas por Rebeca Anijovich para ayudar al
profesor Eduardo a brindar una retroalimentación formativa al profesor Joaquín.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Fuente: CEAC
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Las relaciones requieren atención y dispositivos que las fortalezcan de forma continua. Este nivel
es importante para crear la plataforma de reconocimiento y de apoyo mutuo. Esta plataforma
fortalece la motivación y la cercanía entre los implicados en el proceso de acompañamiento. Se
crean relaciones liberadoras y maduras que favorecen el desarrollo humano en simultaneidad con
el desarrollo profesional. Este nivel prioriza la formación de las identidades de acompañantes y
acompañados, el diálogo y la profundización del sentido del acompañamiento.
Martha llegó como de costumbre a visitar al profesor Joaquín, docente de una escuelita rural
multigrado en la zona que tenía asignada. Semanas anteriores, había conversado mucho con él
acerca de sus dificultades para reconocer los desniveles en sus estudiantes de un mismo grado
y para encontrar la forma de atenderlos. Tenía, por ejemplo, algunos niños de tercer grado que
no leían todavía y algunos de primer grado que llegaron leyendo y escribiendo. Martha le había
dado varios consejos y había observado sus esfuerzos por ponerlos en práctica, trabajando en
paralelo con los más y los menos avanzados. Los niños estaban respondiendo. Ver que su profesor
ya no los ignoraba les había devuelto el entusiasmo. Pero ese día encontró a Joaquín mortificado
y desmotivado.
Ocurre que Joaquín había recibido la visita de don Pedro, un antiguo especialista de la UGEL,
quien lo había regañado duramente por estar atrasado en su programación. Le había entregado,
además, unas sesiones de clase ya desarrolladas para tercer y cuarto ciclo. “Usted haga lo que ahí
dice, le había dicho, y no se distraiga con ninguna otra cosa”. Ahora Joaquín no quería continuar
con lo acordado con Martha, porque el especialista le había dicho que volvería en unos días para
supervisar sus avances.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Unidad 3
Evaluación del desempeño docente
Capacidad Indicadores
Diplomado en Gestión Escolar y Segunda Especialidad con mención en “Gestión Escolar con Liderazgo Pedagógico”
Evaluar la práctica docente constituye hoy por hoy una actividad necesaria al interior de la escuela que
contribuirá de forma efectiva a la mejora de cada docente y, con ello, elevar la calidad de la institución
en su conjunto. Efectivamente, que cada docente conozca sus fortalezas y debilidades es un elemento
fundamental para optimizar su desempeño, a la vez que es un elemento de motivación que contribuye a
plantearse metas de superación profesional y evitar la autocomplacencia. La evaluación es el primer paso
necesario para el desarrollo de un necesario plan de mejora personal. El reto no solo está en convertir
la evaluación de la práctica docente en algo habitual y aceptado, sino en utilizar los resultados de dicha
evaluación con el fin de promover el desarrollo profesional, el acompañamiento y la asistencia técnica de
los docentes.
La experiencia nos dice que la evaluación se percibe desde un punto de vista negativo, que persigue la
rendición de cuentas y el control de los docentes. Nada más lejos. En esta unidad nos planteamos las
siguientes interrogantes: ¿Qué evidencias se han de recoger para poder emitir juicios de valor? ¿Cómo
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
1 Partiendo de la experiencia
Leamos con atención la siguiente situación:
•• ¿Es posible evaluar la práctica docente a partir la información aportada por una sola fuente?
¿Qué elementos deberían tenerse en cuenta para que la evaluación sea válida, útil y creíble?
•• ¿Qué tipo de evidencias se necesitan para tener una imagen completa del desempeño de la
docente?
•• ¿Qué criterios se necesitan para convertir las evidencias en juicios de valor?
•• ¿De cuántas formas pueden recogerse evidencias del desempeño, además de la observación?
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Desde este punto de vista, dado que debe impulsar el mejoramiento continuo de la práctica,
la evaluación necesita realizarse a lo largo del año escolar. Esto “solo es posible si hay reflexión
permanente de parte de quienes trabajan en las instituciones educativas y seguimiento al
desempeño (propio y de otros) de acuerdo con estándares de calidad y compromisos adquiridos”
(Ministerio de Educación Nacional, 2008, p. 11). En nuestro país esos estándares se encuentran en
el Marco del Buen Desempeño Docente.
Para Valdés (2000), la evaluación de la práctica pedagógica del docente es más bien “una actividad
de análisis, compromiso y formación, que valora y enjuicia la concepción, práctica, proyección y
desarrollo de la actividad y de la profesionalización docente”.
La evaluación formativa de los docentes focaliza su atención en el proceso educativo, de inicio
a fin. Permite asegurar que el proceso educativo se realiza según lo planificado y cumple una
importante función motivadora. Los resultados de la evaluación formativa ayudarán a los docentes
a conocer el nivel de cumplimiento de los objetivos del Marco del Buen Desempeño Docente en el
momento, de manera que les impulsa a continuar trabajando hasta alcanzarlos.
Es desde esta perspectiva formativa que vamos a enfocar la evaluación en las siguientes líneas de
esta unidad.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Este modelo supone que para evaluar a los docentes no se debe atender
a lo que estos hacen, sino mirar lo que acontece en los estudiantes como
consecuencia de lo que el profesor hace. Se evalúa al docente mediante la
comprobación de los aprendizajes, tasa de graduación, tasa de repitencia,
Modelo centrado
etc. Es decir, sobre los resultados alcanzados por sus estudiantes. Sin
en los
embargo, se corre el riesgo de descuidar aspectos del proceso de
resultados obtenidos
enseñanza-aprendizaje. Es cuestionable considerar al profesor como
responsable absoluto del éxito de sus estudiantes, pues los resultados que
obtienen los estudiantes son producto de múltiples factores, por lo que el
docente no es el único responsable.
El modelo parte de la idea de que los estudiantes son una de las mejores
fuentes de información sobre el proceso de enseñanza y de aprendizaje y
sobre el cumplimiento de objetivos académicos por parte del profesor. En
general, se utilizan cuestionarios de opinión, anónimos y estructurados. Las
Modelo basado encuestas permiten “tener resultados sobre el desempeño docente en poco
en la opinión tiempo, y posibilitan realizar comparaciones del desempeño de un profesor
de los estudiantes a través del tiempo, así como entre diferentes profesores”. Sin embargo,
es un modelo controvertido, ya que, “mientras se puede afirmar que los
estudiantes son los mejores jueces del desempeño de sus profesores, existe
la idea que los estudiantes no tienen la madurez suficiente para llevar a
cabo juicios de valor objetivos sobre el desempeño de sus docentes”.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Una evaluación que se realiza al interior de la escuela y desde la gestión escolar requiere un
carácter formativo. Solo así favorecerá el desarrollo profesional del docente en todos estos
ámbitos, excepto en el penúltimo, que tiene sus propios cauces.
¿Qué evaluar y cómo evaluar? Son preguntas que la OCDE (2011) responde:
¿Qué evaluar? Los sistemas de evaluación docente deben ser capaces de identificar a los
docentes eficientes y las prácticas eficaces de enseñanza. Como la meta final del sistema
educativo es el aprendizaje del estudiante, se deben tomar en cuenta sus resultados. Por ende,
un sistema de evaluación docente necesita estándares de una buena enseñanza y un marco
de evaluación cabal y bien planeada. Es vital la participación de todos los actores implicados, y
en especial de los docentes, en el diseño del marco para que sea fructífero. La evaluación debe
acompañarse de retroalimentación y apoyo para que todos los docentes tengan la capacidad
de mejorar su desempeño. Más importante aún, debe quedar claro el nexo entre el sistema
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Técnicas Descripción
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Tabla 7
• Capacidades pedagógicas
• Sistema de relaciones interpersonales con sus estudiantes
Observación de clases • Responsabilidad en el desempeño de sus funciones
• Emocionalidad
• Resultados de su labor educativa
• Capacidades pedagógicas
Autoevaluación
• Responsabilidad en el desempeño de sus funciones
Ejercicios de rendimiento
• Capacidades pedagógicas
profesional
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
En cambio, unas observaciones que no se han anunciado con antelación pueden detectar a
aquellos profesores que no preparan sus clases o que no están motivados y quienes alteran
su comportamiento habitual cuando saben que van a ser observados.
Casi siempre es necesario que se mantenga una reunión después de la observación para
discutir las conclusiones extraídas. Los profesores tienen derecho a saber cuándo se ha
sacado conclusiones acerca de su rendimiento, de qué tipo han sido y, según ello, planificar
sus objetivos de desarrollo profesional. Por supuesto, cuando las observaciones tienen lugar
como un medio para compartir información y percepciones con los colegas, las discusiones
posteriores a la observación son una parte natural del proceso (Valdés, 2009, p. 53).
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
de una manera determinada, la observación por sí sola sería una elección incompleta… [Como
también] si se quisiera saber cómo se siente un docente durante una clase”.
Destacan tres tipos de instrumentos de recogida de información para el desarrollo de una
evaluación objetiva. Se les denomina métodos cerrados dado que enfatizan en la reunión de datos
alrededor de aspectos específicos del comportamiento. Veamos:
•• Lista de control. Consiste en un listado de ítems que hacen referencias a características referidas
a diferentes categorías a observar sobre las cuales el director tendrá que marcar si se producen.
•• Escalas de observación. Permiten el registro sistemático de una serie de rasgos o características
a observar en los docentes.
•• Códigos de categorías. La categorización permite asignar lo que se observa a un sistema de
categorías que pueden clasificarse y permite distinguir qué conductas son relevantes para
nuestro problema de estudio
También pueden utilizarse los conocidos como métodos abiertos de observación. Consisten en
notas, narraciones, informes, así como películas o cintas de video y suponen un esfuerzo para
describir objetivamente el comportamiento para evitar las interpretaciones (Wright, 1969).
Especialmente interesante es el portafolio o carpeta de evidencias. Se entiende como tal “un
archivo, un expediente donde se colocan, de manera ordenada, con arreglo a una guía preconcebida,
documentos relativos a un grupo de actividades del profesor que sirven para testimoniar una parte
de su desempeño profesional” (Valdés, 2009, p. 97). A este portafolio o carpeta pueden aportar
tanto el evaluado como el evaluador durante el proceso. Solo debe tenerse en cuenta que “al
momento de ingresar una evidencia en esta carpeta es recomendable dar prioridad a aquellas
que constituyan manifestaciones de desempeños extremos (no satisfactorios o sobresalientes)”
(Ministerio de Educación Nacional, 2008, p. 18).
•• Relacionar los datos con otros colegas que comparten la institución y, con ello, la misma dinámica
y contexto. De esta forma se puede destacar un docente que es quien mejor trabaja tal tema, u
otro que tiene dificultades ya superadas por otros colegas.
•• Y, por último, pero quizá el más importante, comparar el desempeño actual con anteriores
evaluaciones, de tal forma que se verifique el avance, especialmente en las áreas de mejora
anteriormente detectadas.
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
La mejor sugerencia es utilizar los tres criterios de forma combinada, es decir, a partir del Marco,
pero contextualizarlo, y centrarse en los avances realizados por el propio docente. Así, una manera
de contribuir a una valoración ajustada de las evidencias puede ser incluyendo evaluadores con
experiencia reciente de aula. Además de las evaluaciones efectuadas por los directores, “una
segunda mirada, la de un evaluador con experiencia de aula, puede no solo hacer las evaluaciones
más confiables y más aceptadas por los maestros, sino también más orientadas a ajustar la práctica
cotidiana y favorecer el logro de aprendizaje de los alumnos” (TALIS, 2013, p. 11).
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Frente a toda esta información, Sandra le dijo: “Señor director, mi clase duró dos horas, y era la
primera etapa de un proyecto de investigación que durará toda la semana. ¿Cómo puede usted
hacerse un juicio general sobre mi desempeño si solo me observó durante diez minutos?”.
•• ¿Es posible evaluar el desempeño docente a partir la información aportada por una sola fuente?
¿Qué criterios deberían tenerse en cuenta para una evaluación válida?
•• ¿Qué tipo de evidencias se necesitan para emitir un juicio de valor sobre la práctica?
•• ¿De cuántas formas pueden recogerse evidencias del desempeño, además de la observación?
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
Glosario
Acompañamiento pedagógico. Es una estrategia de formación docente en servicio centrada en la escuela,
la misma que mediada por el acompañante promueve en los docentes – de manera individual y colectiva –
la mejora de su práctica pedagógica a partir del descubrimiento de los supuestos que están detrás de ella,
la toma de conciencia e implementación de los cambios necesarios para forjar de manera progresiva su
autonomía profesional e institucional y la consecución de la mejora de los aprendizajes de los estudiantes.
Currículo Nacional. Documento de carácter oficial que muestra la visión de la educación que queremos
para nuestros estudiantes. Contiene los aprendizajes y las orientaciones para su formación, con la finalidad
de que los estudiantes se desenvuelvan en su vida presente y futura.
Evaluación docente. Es un procedimiento de valoración de la práctica pedagógica, con base a evidencias,
que busca propiciar en los docentes la reflexión sobre su propio desempeño y su responsabilidad frente a la
calidad de la educación, así como identificar sus necesidades de aprendizaje y desarrollo de competencias
para la docencia.
La gestión de procesos pedagógicos. Conjunto de acciones planificadas, organizadas y relacionadas entre
sí que emprende el colectivo de una escuela liderado por el equipo directivo-para promover y garantizar el
logro de los aprendizajes.
Liderazgo pedagógico. La influencia que ejercen los miembros de una organización, guiados por los
directivos y diversos grupos de interés, para avanzar hacia la identificación y el logro de los objetivos y la
visión de la institución educativa.
Monitoreo pedagógico. Constituye un proceso sistemático que permite verificar una secuencia de
actividades programadas y el cumplimiento del avance de metas durante el año escolar. Los resultados
nos permiten identificar logros y aspectos críticos presentados en la ejecución; información que luego de
un análisis y reflexión permite tomar decisiones coherentes y oportunas a fin de darle continuidad a las
actividades y/o corregirlas y optimizar los resultados, orientándolos hacia el logro de los aprendizajes por
los estudiantes.
Procesos pedagógicos. Son actividades que desarrolla el docente de manera intencional con el objeto de
mediar en el aprendizaje significativo del estudiante. Es el conjunto de situaciones que cada docente diseña
y organiza con secuencia lógica para desarrollar un conjunto de aprendizajes propuestos en la unidad
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Monitoreo, acompañamiento y evaluación de la práctica docente
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