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117 LOS ORÍGENES DE LA ÉTICA OCCIDENTAL

Ll. Los poemas homéricos. Virtud y comunidad


Tomado de: Suele decirse que la ética occidental nace en Grecia, concretamente en
los poemas homéricos (siglos vili y vil a. C.), que no constituyen una for-
ma de pensar filosófica, sino literaria, pero presentan un mundo moral so-
CORTINA Adela, (2009) bre el que reflexionará la filosofía. En los poemas homéricos La Iliada y La
Odisea aparece este mundo moral, que se basa en tres elementos clave:
• Lo bueno consiste en hacer algo que sirve, sobre todo, a la propia co-
FILOSOFÍA. México D.F munidad (Troya, Ítaca).
• La virtud (areté) se entiende como «excelencia», como capacidad de
sobresalir, lo cual da un cierto poder al virtuoso.
Editorial Santillana. • El hombre bueno es el que intenta sobresalir prestando los mejores
servicios a su comunidad y es, por tanto, el mejor (aristós).
Esta idea de que comportarse moralmente bien consiste en intentar ser
Ética — Módulo No 1 el mejor para prestar un servicio a la comunidad está presente también
Lectura No 1 hoy, como veremos, en el llamado movimiento comunitario.

ÉTICAS DE LA FELICIDAD L2. La actitud socrátka


Y Se considera habitualmente a Sócrates el creador de la ética occidental,
ÉTICAS DE LA JUSTICIA porque planteó las cuestiones fundamentales de la ética y propuso métodos
y actitudes para resolverlas.
Los filósofos anteriores se ocuparon de investigar el principio del uni-
verso (la physis), pero Sócrates' centró su interés en la realización del hom-
bre en sociedad. Atenas se convirtió en el siglo v a. C. en una democracia y
para triunfar en la vida pública era importante tener una buena educación
y elocuencia. Por eso surgió un grupo de filósofos que impartían por dine-
ro ese tipo de educación y se llamaban a sí mismos sofistas (sabios). En un
principio Sócrates fue considerado sofista, porque era un educador, pero
a diferencia de los sofistas no cobraba por enseriar, no le importaba la
elocuencia y sólo le preocupaba descubrir la verdad de las cosas.
DOCUMENT A Sócrates le debemos un mundo de posibilidades como las siguientes:
SÓCRATES, CREADOR • La moral es una cuestión de actitudes: la actitud de buscar la verdad
DE LA ÉTICA sin descanso.
(Sócrates) fue el primero que hizo
• Buscar la verdad es oponerse al dogmatismo.
descender a la filosofía del cielo, y • La verdad está en el corazón de los hombres. Los métodos para descu-
le buscó acomodo en las ciudades, brirla son la reflexión y el diálogo.
e incluso la introdujo en los hoga-
• Socrátes llama a su método mayéutica, que era el arte de las parteras,
res, y la obligó a meditar sobre
la vida y las costumbres, sobre los
en este caso el arte de dar a luz la verdad.
bienes y los males. • Los conceptos morales descubiertos a través de este método valen pa-
CICERÓN, ra todos los hombres. Se pasa ya de lo comunitario a lo universal.
Tusculanas • Para ser feliz es necesario obrar bien y para obrar bien es necesario
aprender a hacerlo. Sabiduría, virtud y felicidad se identifican.
• Lee la biografía de Sócrates en
las páginas 153 y154, haz un re-
• Es imposible obrar mal a sabiendas. El que conoce la virtud obra se-
sumen y justifica estas palabras
gún ella, quien obra mal lo hace por ignorancia. A esta posición se de-
de Cicerón. nomina intelectualismo moral y es una constante en la historia de la
ética.
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ÉTICASDE LA FELICIDADYDELAJUSTICIA
41111 LA FELICIDAD SE DICE DE MUCHAS MANERAS

DOCUMENTO 2 Ll. Tres modelos de felicidad 1


LO QUE ES PROPIO
DEL HOMBRE ¿Quién no se ha preguntado alguna vez «qué podría yo hacer para ser fe-
liz»? Esta pregunta estuvo en el origen de la ética en Grecia. Los filósofos
Acaso se lograría esto [aclarar en
encontraron respuestas distintas, lo cual demuestra que, como decía Aristó-
qué consiste la felicidad] si se
comprendiera la función del hom-
teles, todos estamos de acuerdo en que queremos ser felices, pero en cuanto
bre. En efecto, del mismo modo intentamos aclarar cómo podemos serlo empiezan las discrepancias.
que en el caso de un flautista, de Tres respuestas se perfilan en esta época, que permanecen hasta nuestros
un escultor y de todo artífice, y en días:
general de los que hacen alguna
obra o actividad, parece que lo
• Ser feliz es autorrealizarse, alcanzar las metas propias de un ser hu-
bueno y el bien están en la fun- mano (eudemonismo).
ción, así parecerá también en el • Ser feliz es ser autosuficiente, valerse por sí mismo sin depender de
caso del hombre si hay alguna nada ni de nadie.
función que le sea propia.
• Ser feliz es experimentar placer y conseguir evitar el dolor (hedonis-
ARISTÓTELES,
mo).
Ética a Nicómaco
Entre el eudemonismo y el hedonismo existe un desacuerdo de fondo,
del que son buen ejemplo Aristóteles y Epicuro. Aristóteles considera que
EL BIEN PRIMERO ser feliz es ser hombre en el más pleno sentido de la palabra. Por eso, si hay
Un recto conocimiento de estos
una actividad que nos distingue como hombres, ser feliz consistirá en ejer-
deseos sabe, en efecto, supeditar cerla. Epicuro se preguntará qué es lo que mueve a los hombres a obrar,
toda elección y rechazo a la salud porque la felicidad consistirá en conseguirlo. El placer (hedoné) es, según él,
del cuerpo y a la serenidad del al- lo que les mueve.
ma, porque esto es la culminación
Los hedonistas creen que la felicidad consiste en el placer, y los eudemo-
de la vida feliz. Y por esto deci-
nistas, que consiste en la autorrealización, que a veces proporciona placer y
mos que el placer es principio y
culminación de la vida feliz [...].
a veces no, porque el.placer consiste en una satisfacción sensible, y las accio-
Al placer en efecto reconocemos nes que nos realizan no siempre proporcionan una satisfacción sensible.
como el bien primero y connatu-
ral, de él partimos para toda elec-
ción y a él llegamos juzgando todo
L2. Felicidad como autorrealización: eudemonismo
bien con la sensación como norma.
EPICURO,
La felicidad es el fin último natural
Carta a Meneceo
El pensamiento griego no podía aceptar la idea de que una serie de ele-
• Según Aristóteles, ¿cómo se pue- mentos subordinados entre sí fuera infinita. Por eso, Aristóteles insistía en
de aclarar qué es la felicidad? que si todas las actividades humanas se realizan por un fin, que a su vez se
• ¿Qué es ser feliz para Epicuro? supedita a otros, los fines serán medios para un fin último, que da razón de
los demás.

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Tira cómica de Mafalda del dibujante argentino Quino.
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DOCUMENTO 3 El fin último es la felicidad (eudaimonía), y todos lo llaman así, porque
mientras tiene sentido preguntar «construir casas, ¿para qué?», «dinero,
OBRAR CONFORME ¿para qué?», «estudiar, ¿para qué?», y responder «para ser felices», carece de
A LA VIRTUD MÁS sentido preguntar «felicidad, ¿para qué?».
PERFECTA Sin embargo, unos la cifran en el dinero; otros, en recibir honores. Por
Y si la función propia del hombre eso es preciso trazar los rasgos que ha de tener una actividad para que la
es una actividad del alma según la
identifiquemos con la felicidad y después buscar cuál de nuestras activida-
razón o no desprovista de razón,
y por otra parte decimos que esta
des tiene esos rasgos. La felicidad será, según lo que hemos dicho:
función es específicamente propia • un bien perfecto, que se busca por sí mismo y no por otro superior
del hombre y del hombre bueno, a él;
como el tocar la cítara es propio
• un bien suficiente por sí mismo, de manera que quien lo posee ya no
de un citarista y de un buen cita-
rista, y así en todas las cosas [...1,
desea otra cosa;
decimos que la función del hom- • el bien que se consigue con el ejercicio de la actividad más propia del
bre es una cierta vida, y ésta una ser humano, según la virtud más excelente;
actividad del alma y acciones ra-
• el bien que se consigue con una actividad continua.
zonables, y la del hombre bueno
estas mismas cosas bien y primo-
rosamente, y cada una se realiza 111 Vida teorética y sabiduría práctica
bien según la virtud adecuada; y,
si esto es así, el bien humano es Cada persona ejerce una función en su sociedad (soldado, gobernante,
una actividad del alma conforme madre/padre) y para desempeñarla bien ha de adquirir virtudes que le ayu-
a la virtud, y si las virtudes son va- den a hacerlo. Pero si hay una función propia del ser humano como tal, la
rias, conforme a la mejor y más felicidad consistirá en ejercerla a lo largo de la vida, y la virtud que ayude
perfecta, y además en una vida a ello será la más perfecta.
entera. Porque una golondrina no
hace verano, ni un solo día, y así
Por otra parte, las acciones que tienen el fin en sí mismas son más per-
tampoco hace venturoso y feliz fectas que aquellas cuyos fines son distintos de ellas, porque en este caso los
un solo día o un poco tiempo. efectos son más importantes que las acciones. Por ejemplo, pasear o charlar
ARISTÓTELES, con los amigos son acciones que se realizan por sí mismas, mientras que ir a
Ética a Nicómaco un lugar determinado se hace por llegar a él. Si existe una actividad propia
del ser humano, que tiene que ser un bien perfecto y autosuficiente, será del
• ¿Cuál es la función propia del tipo de acciones que tienen el fin en sí mismas.
hombre para Aristóteles?
Estos caracteres se encuentran en el ejercicio de la actividad teórica, de
• ¿Qué relación existe entre ser
la actividad contemplativa, y de ahí concluirá Aristóteles que la felicidad
virtuoso y ser feliz?
consiste en el ejercicio de esa actividad.
Pero es imposible mantener siempre una vida contemplativa, es preci-
so encontrar otra forma de vida que procure también la felicidad: se reali-
zará también moralmente quien viva según su intelecto práctico, es de-
cir, dominando sus pasiones para lograr la felicidad. En esta tarea nos
ayudarán dos tipos de virtudes: dianoéticas (de la inteligencia) y éticas
(del carácter).
La virtud dianoética es la prudencia, que constituye la «sabiduría prác-
tica» porque nos ayuda a deliberar bien, proponiéndonos lo que nos con-
viene en el conjunto de nuestra vida. La prudencia nos ayuda a encontrar el
término medio entre el defecto y el exceso, y es la que orienta a las demás
virtudes: el valor, por ejemplo, será el término medio entre la cobardía y la
temeridad.
Un hombre que vive según las virtudes es un hombre feliz, pero para
serlo necesita vivir en una ciudad regida por leyes buenas, porque el logos
que nos capacita para la vida contemplativa y para tomar decisiones indivi-
duales prudentes nos habilita también para vivir en sociedad. Por eso la éti-
ca exige la política; el bien supremo individual, la felicidad, requiere una
Bruce Springsteen y el saxofonista de
polis, una ciudad con leyes justas.
su grupo.
Asistir a un concierto puede ser un
El esquema de Aristóteles se mantiene, con modificaciones, en la ética de
ejemplo de actividad que se realiza Santo Tomás de Aquino y la corriente que arranca de él, el tomismo, y sigue
por sí misma. presente en nuestros días en la obra de autores como Alasdair MacIntyre.
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ÉTICASDELA FELICIDADYDELAJUSTICIA
L3. Felkidad como autosuficiencia
En la historia de la filosofía suelen distinguirse tres periodos: 1) el de los
filósofos anteriores a Sócrates o presocráticos, 2) la época de Sócrates, Pla-
tón y Aristóteles, y 3) el periodo postaristotélico.
Este último es en Grecia un tiempo de desconcierto político, y los filóso-
fos tratan ante todo de averiguar qué hace a los hombres felices, cifrando en
eso la auténtica sabiduría.
Cínicos, estoicos y epicúreos intentaron responder a la pregunta,
diseñando un ideal de sabio: es sabio el que sabe ser feliz. Para cínicos y
estoicos el sabio es autosuficiente, porque la felicidad radica en la auto-
suficiencia, aunque la entiendan de distinto modo.

Pierre Puget, relieve de Alejandro y IV Los cínicos


Diógenes. Museo del Louvre, París.
La palabra «cínico» viene de kynikós, que significa «perruno». Éste es el
Se dice de Diógenes que vivía en una
tinaja, cerca del ágora. Un día el rey
adjetivo que la gente aplicaba a un grupo de filósofos que, más que una es-
Alejandro le ofreció lo que quisiera cuela, formaban una corriente que se distinguía por una actitud: considerar
y Diógenes contestó: «Quiero que te que la felicidad consiste en la libertad radical del individuo frente a todas
apartes y no me tapes el sol». las normas y las instituciones sociales.
El hombre es, según los cínicos, bueno por naturaleza y, por lo tanto, es
sabio el que vive según la naturaleza, el que desprecia las convenciones so-
DOCUMENTO 4 ciales, valora la libertad de acción y de palabra, el esfuerzo, la austeridad,
LA LIBERTAD INTERIOR, somete todo a crítica, rechaza los placeres, tiene por patria el mundo entero
FUENTE DE FELICIDAD y desprecia las instituciones políticas.
De las cosas, hay unas que están en Para ser feliz es preciso bastarse a sí mismo, cosa que se consigue me-
nuestro dominio, y otras que no lo diante el ascetismo y el autodominio.
están. En nuestro dominio están la
El fundador del movimiento cínico fue Antístenes (450 a. C.), pero la
opinión, la elección, la apetencia,
la aversión y, en una palabra,
personalidad más conocida de esta corriente es Diógenes (400 a. C.), de
cuantas son acciones nuestras. No
quien se cuenta que se paseaba por Atenas de día buscando un hombre
lo están el cuerpo, la riqueza, con- con un candil, porque decía que había mucha gente, pero ninguna per-
sideraciones, cargos y, en una pa- sona.
labra, cuantas no son actividades
nuestras. Y las cosas que están en
El estoicismo
nuestro dominio son por naturale-
za libres, sin prohibiciones ni tra- El término «estoicismo» viene de stoa poikile, que era el pórtico pintado
bas, mientras que las que no lo es- del ágora, en el que enseñaba Zenón de Citio (332 a. C.), fundador de esta
tán son inconsistentes, serviles,
escuela. También los estoicos creen que es sabio el que vive según la natura-
sujetas a impedimentos, ajenas.
leza, pero para averiguar qué significa esto les pareció indispensable descu-
Acuérdate, por tanto, de que, si
brir cuál es el orden del cosmos, ya que sólo así sabremos cómo hemos de
consideras libres las que son por
naturaleza serviles, y propias las comportarnos en él.
que son ajenas, te verás frustrado, Para ello recurrieron a Heráclito de Éfeso (siglos vi a v a. C.). Heráclito
penarás, te sentirás perturbado, explica el orden del cosmos indicando que hay una razón común que go-
harás reproches a dioses y hom- bierna las cosas y es para ellas destino y providencia. De aquí concluyen los
bres; pero si consideras tuyo sólo
estoicos que, como los hombres también participamos de esa razón me-
lo que es tuyo, y lo demás ajeno,
como que es de otro, nadie te
diante la nuestra, el sabio ideal será el que se percata de que todo está en
obligará jamás, nadie te impedirá, manos del destino y, por lo tanto, más vale asegurarse la paz interior, ha-
no reprocharás nada a nadie, ni te ciéndose insensible al sufrimiento y a las opiniones ajenas. La serenidad, la
quejarás de ninguno, no tendrás imperturbabilidad es la única fuente de felicidad, por la que el sabio es
enemigo, nadie te dañará, pues autosuficiente.
no experimentarás ningún daño.
Junto con Zenón, los estoicos más conocidos fueron Crisipo de Soli
EPICHTO, Manual (Enquiridión)
(281-208 a. C.) y los romanos Séneca (3 a. C.-65 d. C.), Epicteto (50-138) y
Marco Aurelio (121-180). El estoicismo es, además de una doctrina, una
• ¿Quién vive mejor, más feliz, se-
gún el texto?
actitud vital permanente. Su ideal de libertad interior es un anuncio de la
autonomía kantiana.
1 87
DOCUMENTO 5 ›L4. Felicidad como placer: hedonismo 1
CÁLCULO
DE LOS PLACERES Los hedonistas consideran que hay moral porque los hombres buscan
Y LOS DOLORES el placer y huyen del dolor. Para descubrirlo basta con una investigación
empírica sobre cuáles son los móviles de la conducta humana, como la
Un recto conocimiento de (los)
deseos sabe, en efecto, supeditar
que proporciona la psicología. La ética, entonces, está subordinada a la psi-
toda elección o rechazo a la salud cología.
del cuerpo y a la serenidad del al- Pero como no todos los placeres y dolores son iguales, piensan los hedo-
ma, porque esto es la culminación nistas que la inteligencia nos sirve para calcular los medios más adecuados
de la vida feliz. En razón de esto
para lograr el mayor placer posible: es decir, que el intelecto moral es un in-
todo lo hacemos para no tener
dolor en el cuerpo ni turbación en
telecto calculador.
el alma [...]. Y por esto decimos
que el placer es principio y culmi- 111 El epicureísmo
nación de la vida feliz. Al placer,
en efecto, reconocemos como el El epicureísmo nace en Grecia en la época helenística y suele contrapo-
bien primero, a nosotros connatu- nerse al estoicismo: mientras los estoicos cifran el ideal de sabiduría en la
ral, de él partimos para toda elec- imperturbabilidad, el epicureísmo lo hará consistir en un goce bien calcu-
ción y rechazo y a él llegamos juz-
lado. Es sabio quien sabe organizar su vida calculando qué placeres son
gando todo bien con la sensación
como norma. Y como éste (el pla-
más intensos y duraderos, cuáles tienen menos consecuencias dolorosas,
cer) es el bien primero y connatu- y los distribuye a lo largo de su vida.
ral, precisamente por ello no ele- La sabiduría, así, tiene dos raíces: placer e intelecto calculador. Estas
gimos todos los placeres, sino que dos raíces son la constante del hedonismo que, si en el caso del epicureísmo
hay ocasiones en que soslayamos
es individualista, en la Modernidad se convertirá en hedonismo social.
muchos, cuando de ellos se sigue
para nosotros una molestia ma- Epicuro de Samos (341 a. C.) es el fundador de esta escuela, que ha teni-
yor. También estimamos muchos do una gran influencia filosófica y que, como el estoicismo, es una actitud
dolores preferibles a los placeres vital permanente.
cuando, tras largo tiempo de su-
frirlos, nos acompaña mayor pla-
El utilitarismo
cer. Ciertamente todo placer es
un bien por su conformidad con
El utilitarismo nace en el mundo anglosajón en la época moderna y es
la naturaleza, pero no todo placer
es elegible; así como también to-
un hedonismo social, porque considera que los seres humanos tenemos
do dolor es un mal, pero no todo unos sentimientos sociales, cuya satisfacción es fuente de placer. Entre
dolor siempre ha de evitarse. Con- ellos se encuentra la simpatía, que es la capacidad de ponerse en el lugar
viene juzgar todas estas cosas con de cualquier otro, sufriendo con su sufrimiento, disfrutando con su alegría.
el cálculo y la consideración de lo La simpatía nos lleva a extender a los demás nuestro deseo de obtener la
útil y de lo inconveniente. felicidad.
EPICURO,
La meta de la moral consiste en alcanzar la mayor felicidad (el mayor
Carta a Meneceo
placer) para el mayor número posible de seres vivos. Ante dos cursos de
• ¿Crees que hay males que no
acción actuará correctamente quien elija el que proporciona «la mayor feli-
deben ser evitados? ¿Qué dice
cidad para el mayor número».
Epicuro al respecto? Pon ejem- Este principio de moralidad es a la vez un criterio para tomar decisiones
plos. racionales y, aplicado a la vida social, ha dado lugar a la economía del bie-
• ¿Es importante calcular los pla- nestar y a un gran número de reformas sociales.
ceres para la conducta? ¿Por
qué?
Este principio aparece por vez primera en el libro de Cesare Beccaria So-
bre los delitos y las penas (1764), pero los utilitaristas considerados clásicos
• ¿Qué relación se establece en el
texto entre placer, dolor, bien y
son fundamentalmente Jeremy Bentham (1748 1832), John Stuart Mill
-

felicidad? (1806-1876) y Henry Sidgwick (1838-1900).


Jeremy Bentham introduce una aritmética de los placeres, que descan-
sa en dos supuestos:
• El placer es susceptible de medida, porque todos los placeres son iguales
en cualidad. Teniendo en cuenta criterios de intensidad, duración, pro-
ximidad y seguridad se podrá calcular la mayor cantidad de placer.
• Los placeres de las distintas personas pueden compararse entre sí para
alcanzar un máximo total de placer.
188
ÉTICAS DE LA FEL ICIDAD Y DE LA JUSTICIA
DOCUMENTO 61 Sin embargo, Mill rechaza estos supuestos y afirma que los placeres no
se diferencian por la cantidad, sino por la cualidad, de suerte que hay place-
LA FELICIDAD COMO res superiores y placeres inferiores. Son las personas que han experimen-
PLACER tado ambos quienes están legitimadas para decidir cuáles son superiores y
El credo que acepta la utilidad o cuáles inferiores, y sucede que éstas prefieren siempre los placeres intelec-
principio de la mayor felicidad co- tuales y morales. Por eso puede decir Mill que es mejor ser «Sócrates
mo fundamento de la moral, sos-
insatisfecho que loco satisfecho»: los seres humanos necesitan más para ser
tiene que las acciones son justas
en la medida en que tienden a
felices que los animales.
promover la felicidad, e injustas El utilitarismo de Mill ha sido calificado de «idealista» porque, hasta tal
en cuanto tienden a producir lo punto valora los sentimientos sociales como fuente de placer, que asegu-
contrario de la felicidad. Se en- ra que en las condiciones desgraciadas de nuestro mundo la doctrina utili-
tiende por felicidad el placer y la tarista puede exigir a un hombre sacrificar su felicidad por la felicidad
ausencia de dolor; por infelicidad,
el dolor y la ausencia de placer.
común.
Para dar una visión clara del crite-
En los últimos tiempos ha prosperado una distinción importante en el
rio moral que establece esta teo- utilitarismo:
ría, habría que decir mucho más • Utilitarismo del acto, que exige valorar la corrección de cada acción
particularmente qué cosas se in- por sus consecuencias.
cluyen en las ideas de dolor y pla-
cer, y hasta qué punto es ésta una
• Utilitarismo de la regla, que exige considerar si la acción ante la que
cuestión patente. Pero estas expli- nos encontramos se somete a alguna de las reglas que ya consideramos
caciones suplementarias no afec- morales por la bondad de sus consecuencias. Este modo de proceder
tan a la teoría de la vida en que se ahorra energías y aprovecha la experiencia que las personas ya hemos
apoya esta teoría de la moralidad: adquirido en la historia.
a saber, que el placer y la exen-
ción de dolor son las únicas cosas
En la actualidad el utilitarismo sigue siendo patente en la obra de auto-
deseables como fines; y que todas res como Urmson, Smart, Brandt, Lyons, en las teorías económicas de la
las cosas deseables [...] lo son o democracia y ha tenido una gran influencia en el llamado «Estado del bie-
por el placer inherente a ellas mis- nestar».
mas, o como medios para la pro-
moción del placer y la prevención
del dolor.
JOHN STUART MILL,
El utilitarismo

• ¿Cuál es el fundamento de la
moralidad según esta teoría?
• ¿Cuál es la relación que Mill es-
tablece entre utilidad, felicidad
y placer?
• ¿Crees que se puede ser feliz y
no sentir placer? ¿Y viceversa?
• Lee el texto de Mill que está en
el pie de la foto. ¿Qué relación
establece entre el «sentimiento
de simpatía» y la «Felicidad»?

Ayuda de la Cruz Roja a los refugiados ruandeses en Zaire.


«El hombre llega como por instinto a ser consciente de sí mismo como un ser que,
por supuesto, presta atención a los demás. Llega a resultarle el bien de los demás
algo a lo que natural y necesariamente ha de atender, en igual medida que a las
necesidades físicas de la existencia. Ahora bien, cualquiera que sea el grado de de-
sarrollo de este sentimiento en una persona, se ve forzada por los más fuertes mo-
tivos, tanto el interés personal como la simpatía, a demostrarlo e intentar con to-
das sus fuerzas promoverlo en los demás» (JOHN STUART MILL, El utilitarismo).
1 89
el ÉTICAS DE LA JUSTICIA

Un buen número de teorías éticas han creído que su tarea consiste en


descubrir la felicidad y en ayudar a alcanzarla. Otras entienden que la felici-
dad es subjetiva y que, sin embargo, hay otra vertiente de la moral que no es
DOCUMENTO 7 subjetiva, que puede exigirse universalmente: es la dimensión de la justicia
LA FELICIDAD de las normas. Fue Kant quien inició esta tradición, a la que se ha llamado
ES UN IDEAL deontologista, porque se preocupa por el deber (en griego déon), por las
DE LA IMAGINACIÓN, normas, y también formalista, ya que de las normas le importa la forma
NO DE LA RAZÓN y no los contenidos.
En suma, nadie es capaz de deter-
En nuestros días sigue viva esta tradición en autores como Karl-Otto
minar, por un principio, con plena Apel, Jürgen Habermas y John Rawls, y se les llama procedimentalistas,
certeza, qué le haría verdadera- porque quieren dilucidar cuál es el procedimiento para decidir que una
mente feliz, porque para eso sería norma es correcta.
indispensable que fuera omniscien-
te. Así pues, para ser feliz no cabe
obrar por principios determina-
dos, sino sólo por consejos empíri-
cos: por ejemplo, de dieta, de
ahorro, de cortesía, de comedi-
miento, etc.; la experiencia ense-
ña que estos consejos son los que
mejor fomentan, por término me-
dio, el bienestar.
De donde resulta que los impera-
tivos de la prudencia, hablando
exactamente, no pueden mandar,
esto es, exponer objetivamente
ciertas acciones como necesarias
prácticamente; hay que conside-
rarlos más bien como consejos
(consilia) que como mandatos Manifestación en México el Día Internacional de la Mujer en 1996.
(praecepta) de la razón. [...] Mujeres mexicanas piden justicia y reivindican sus derechos.
Por eso no es posible con respecto
a ella un imperativo que mande
en sentido estricto realizar lo que
El formalismo ético
nos hace felices, porque la felici-
dad no es un ideal de la razón, sino
de la imaginación, que descansa Crítica a las éticas materiales y heterónomas
en meros fundamentos empíricos,
de los cuales en vano se esperará
Kant denomina a las éticas anteriores a él «éticas materiales de bienes»,
que hayan de determinar una ac-
porque indican cuál es la materia, el contenido de lo bueno (el placer, ejer-
ción por la cual se alcance la tota- cer la vida contemplativa, cumplir la Constitución política, etc.), y también
lidad de una serie de consecuen- «éticas heterónomas», porque identifican lo moralmente bueno con un
cias, en realidad infinita. fin que la voluntad humana no se da a sí misma, sino que le viene dado por
IMMANUEL KANT, la naturaleza. Las critica porque, si tuvieran razón:
Fundamentación de la metafísica
• La voluntad sería heterónoma y no autónoma: los seres humanos se-
de las costumbres
ríamos incapaces de darnos nuestros propios fines.
• Define los siguientes conceptos: • Sólo consideraríamos como deberes morales aquellos que nos ayuda-
consejo empírico y mandato de ran a alcanzar ese fin ya dado. Los deberes sólo obligarían de forma
la razón. condicionada al fin.
• Según el texto, ¿por qué dice
Sin embargo, los seres humanos tenemos conciencia de unos deberes que
Kant que «la felicidad no es un
ideal de la razón, sino de la ima-
nos imponemos a nosotros mismos, de forma autónoma, y que mandan
ginación»? ¿Qué consecuencias
universal e incondicionalmente. A esa conciencia la llamamos «conciencia
se derivan de esta afirmación? moral» y, para explicar en qué se fundamenta, la ética ha de empezar acla-
rando en qué consisten esos deberes, no cuál es el contenido del bien.
190
ÉTICAS DE LA FELICIDAD Y DE LAJUSTICIA
DOCUMENTO 8 La conciencia moral: el imperativo categórico

EL IMPERATIVO Llamamos imperativos a los mandatos que nos ordenan obrar de una
CATEGÓRICO forma u otra. Estos imperativos son de dos tipos:
Pues bien, todos los imperativos • Hipotéticos
mandan, sea hipotética, sea cate-
—Obligan sólo a las personas que quieren alcanzar un fin.
góricamente. Aquéllos represen-
tan la necesidad práctica de una —La acción expresada en el mandato es un medio para alcanzar el fin.
acción posible, como medio de Por ejemplo, «si quieres ser buen deportista, no fumes».
conseguir otra cosa que se quiere
(o que es posible que se quiera).
—La forma del mandato es «si quieres x, debes hacer y», y manda, só-
El imperativo categórico sería el lo condicionadamente a los que estén interesados en x.
que representase una acción por —Son consejos de una razón prudencial o calculadora, no manda-
sí misma, sin referencia a ningún
tos morales.
otro fin, como objetivamente ne-
cesaria. • Categóricos
IMMANUEL KANT, Obligan de forma universal e incondicional. Por ejemplo, «no se
Fundamentación de la metafísica
debe matar».
de las costumbres
—La forma del mandato es «debes (o no debes) hacer x». Manda sin
• De los siguientes casos di quién condiciones, sin prometer nada a cambio.
actúa por imperativos hipotéti-
cos y quién por imperativos ca- No se debe matar o no se debe mentir porque no es propio de per-
tegórícos: sonas hacerlo.
María le pide un favor a Juan. Son mandatos morales. Si no matamos o no mentimos sólo por
Juan se lo hace pensando que
miedo a la cárcel, estamos «rebajando la humanidad en nuestra
en otra ocasión María se lo
devolverá.
persona» y actuando de forma inmoral: hay orientaciones que no
— Julia ayuda a Luis en matemá-
deben seguirse sencillamente porque son inhumanas. ¿Cómo po-
ticas por ganarse su amistad. demos saber cuáles son?
—Mi hermano me hará el favor
de venir a recogerme, porque La forma de los deberes morales
se lo manda mi padre.
—Carmen siempre te echa una Son deberes morales los que tienen unos rasgos formales que proceden
mano, dice que se siente satis- de la razón. Para descubrirlos Kant propone un test que expone a través de
fecha de ayudar a la gente. lo que llama «las formulaciones del imperativo categórico». La persona que
—Fernando pone el precio justo
desee saber si una máxima, un principio por el que orienta su acción, pue-
a los artículos que vende, por-
que cree que es su obligación.
de convertirse en ley moral, debe preguntarse si esa máxima o principio
reúne los siguientes rasgos:
• Es universal. Será ley moral aquella máxima que creo que todos los
hombres deberían cumplir. «Obra sólo según una máxima tal que
puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal.»
• Se refiere a seres que son fines en sí mismos. Será ley moral la que
proteja a seres que tienen un valor absoluto (son valiosos en sí y no
para otra cosa) y son, por tanto, fines en sí mismos y no simples me-
dios. Los únicos seres que son fines en sí son las personas. «Obra de tal
modo que trates la humanidad, tanto en tu persona como en la de
cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca sola-
mente como un medio.»
• Forma parte de una legislación universal en un reino de los fines.
Un deber moral sería una ley vigente en un reino en que todos los se-
res racionales se trataran entre sí como fines y no como medios.
«Obra por máximas de un miembro legislador universal en un posible
reino de los fines.»
Si los hombres somos capaces de darnos estas leyes morales, que nos
permiten superar el egoísmo y asumir la perspectiva de la universalidad (ser
capaces de ponernos en el lugar de cualquier otro), es porque somos autó-
Cartel de Amnistía Internacional. nomos y no heterónomos.
191
DOCUMENTO 9 o Consecuencias de la autonomía

LA PERSONA La autonomía tiene consecuencias como las siguientes:


TIENE DIGNIDAD • La dignidad humana. Los seres que pueden intercambiarse por otros
Y NO PRECIO tienen un precio, porque es posible encontrar para ellos un equivalen-
En el reino de los fines todo tiene
te. En cambio, un ser autónomo es único y por eso no tiene precio, si-
un precio o una dignidad. Aquello no dignidad. La idea de dignidad humana es fundamento de los dere-
que tiene precio puede ser susti- chos humanos.
tuido por algo equivalente; en
• La buena voluntad. Lo moralmente bueno es tener buena voluntad.
cambio, lo que se halla por enci-
Un buen médico puede ser útil, pero ser una mala persona; un com-
ma de todo precio y, por tanto,
no admite nada equivalente, eso
pañero puede ser muy educado, pero ser una mala persona; y al-
tiene una dignidad. guien puede ser buena persona, pero incompetente o poco educado:
Lo que se refiere a las inclinacio- la bondad moral no radica en características útiles, sino en tener bue-
nes y necesidades del hombre tie- na voluntad. Tiene buena voluntad el que quiere cumplir el deber por
ne un precio comercial; lo que, sin el respeto que le merecen las leyes especificamente humanas. El móvil
suponer una necesidad, se confor- de la conducta no es entonces el interés egoísta, sino el respeto ante la
ma a cierto gusto, es decir, a una grandeza de la propia humanidad.
satisfacción producida por el sim-
ple juego, sin fin alguno de nues- • El bien supremo. El que tiene buena voluntad ¿puede esperar ser fe-
tras facultades, tiene un precio de liz? Las éticas griegas afirman que «el virtuoso es feliz» y, sin embargo,
afecto; pero aquello que constitu- dice Kant, no parece que en la vida cotidiana las personas buenas sean
ye la condición para que algo sea siempre felices. ¿No es esto en definitiva injusto? La única solución ra-
fin en sí mismo, eso no tiene me- cional consistirá en suponer que el alma es inmortal y que Dios conci-
ramente valor relativo o precio, si-
liará en otra vida virtud y felicidad, de modo que los hombres buenos
no un valor interno, esto es, dig-
nidad.
sean felices. La buena voluntad es, pues, el bien moral, pero la unión
La moralidad es la condición bajo
de bondad moral y felicidad constituye el bien supremo, que es posi-
la cual un ser racional puede ser ble por la acción de Dios.
fin en sí mismo, porque sólo por
ella es posible ser miembro legis-
lador en el reino de los fines. Así,
L2. La ética material de los valores
pues, la moralidad y la humani-
dad, en cuanto que ésta es capaz
de moralidad, es lo único que po-
Una alternativa al formalismo
see dignidad.
Max Scheler (1874-1928) critica el formalismo kantiano y ofrece como
iMMANUEL KANT,
alternativa una ética material de valores. Según Scheler, Kant comete el
Fundamentación de la metafísica
mismo error que los empiristas al creer que sólo contamos con dos tipos de
de las costumbres
facultades: la razón, que es capaz de universalida'd e incondicionalidad, pe-
• Expresa el significado de los si-
ro a priori sólo proporciona formas, no contenidos, no materia; y la sensi-
guientes términos: «reino de los bilidad, que proporciona siempre conocimientos particulares y condicio-
fines» y «dignidad». nados, es decir, obtenidos a posteriori, pero sí da contenidos.
• ¿Qué es necesario para que un Como lo moral exige universalidad e incondicionalidad, Kant se ve obli-
ser racional pueda ser conside- gado a recurrir a la razón; sin embargo, según Scheler, nuestro espíritu no
rado «fin en sí mismo»? se agota en el par razón-sensibilidad, y por eso no hay por qué identificar lo
a priori con lo racional y lo material con lo sensible. Actos como preferir,
amar u odiar no son racionales, sino emocionales, y, sin embargo, descu-
bren a priori unos contenidos materiales que no proceden de la sensibili-
dad. Estos contenidos son los valores.

11 La axiología pura

Los valores son cualidades dotadas de contenido, que están en las cosas,
pero son independientes tanto de ellas como de nuestros estados de ánimo
subjetivos. Hay cosas muy distintas de las que podemos decir que son be-
llas: una persona, un atardecer, un libro, y además lo son aunque algunas
personas lo nieguen.
Los valores no se captan a través de la razón o de los sentidos, sino a tra-
vés de una facultad llamada intuición emocional que los capta a priori.
1 92
DOCUMENTO 10 Es posible construir una axiología pura, una ciencia pura de los valo-
res, que consta de tres principios: U
¿QUÉ SON
• Todos los valores son positivos o negativos. 4,1
z
LOS VALORES?
• Hay una relación entre valor y deber porque, si captamos un valor
Los valores son un linaje peculiar
de objetos irreales que residen en
que no está realizado, a la captación acompaña el deber de realizarlo.
los objetos reales o cosas, como • Nuestra intuición emocional capta los valores ordenados en una je-
cualidades sui generis. No se ven rarquía objetiva, de suerte que preferimos unos a otros porque se dan
con los ojos, como los colores, ni ordenados en ella. El bien moral consiste en la voluntad de realizar un O
siquiera se entienden, como los '1C
valor superior en vez de uno inferior, y el mal, en lo contrario.
números y los conceptos. La belle-
za de una estatua, la justicia de Entre los autores que sostienen la ética material de los valores, además
un acto, la gracia de un perfil fe- de Max Scheler, figuran Nicolai Hartmann, Hans Reiner, Dietrich von Hil-
LL.
menino no son cosas que quepa debrand y José Ortega y Gasset.
entender o no entender. Sólo ca-
be «sentirlas», y mejor, estimarlas 11,1
o desestimarlas. CLASES DE VALORES según Ortega y Gasset O
El estimar es una función psíquica
real —como el ver, como el enten- Valores positivos y negativos
der— en que los valores se nos ha- 'Va
cen patentes. Y viceversa, los valo-
Caro-barato
res no existen sino para sujetos • Utiles miziO
dotados de la facultad estimativa, Abundante-escaso, etc.
del mismo modo que la igualdad
y la diferencia sólo existen para Sano-enfermo
seres capaces de comparar. En es- ¡tales Selecto-vulgar
te sentido, y sólo en este sentido, Fuerte-débil, etc.
puede hablarse de cierta subjeti-
vidad del valor. Con( iento-error
ntelect uales az.
JOSÉ ORTEGA Y GASSET, Evidente probable, etc.
-

«Introducción a una estimativa.


¿Qué son los valores?», VALORES
Bueno-malo
en Obras completas, VI 4 Espirituales 410 Morales Justo-injusto
Leal-desleal, etc.
Señala el significado de «valor»
y «facultad estimativa».
Bello-feo
• ¿Se pueden entender los valo- Estéticos Elegante-inelegante
res? Justifica tu respuesta. Armonioso- inarmonioso, etc
• ¿En qué sentido los valores son
cualidades objetivas? ¿En qué
sentido se puede decir también Religiosos m ♦ Santo o sagrado-profano
.
Divino-demoníaco
que son subjetivas?

L3. Las éticas procedimentales


1
Las éticas procedimentales nacen en la década de los setenta del siglo xx.
Son deontológicas, como la kantiana, pero a diferencia de Kant entienden
que no es una sola persona quien ha de comprobar si una norma es
universalizable, sino que han de comprobarlo los afectados por ella, apli-
cando procedimientos racionales. Dos son las éticas procedimentales más
relevantes:
• La ética del discurso de Karl-Otto Apel y Jürgen Habermas descubre
como procedimiento una «situación ideal de habla» entre todos los
afectados por la norma.
• John Rawls propone como procedimiento una situación ideal de ne-
gociación, a la que llama «posición original».
Aquí expondremos los rasgos centrales de la ética del discurso y en la
Reunión del Grupo de Contacto sobre unidad 15 comentaremos la teoría de la justicia de Rawls, que está a caballo
el conflicto de Kosovo en 1998. entre la ética y la política.
193
DOCUMENTO 11 a La ética del discurso

LA PERSONA COMO El hecho de la argumentación


INTERLOCUTOR El punto de partida de la ética del discurso es el hecho de que las perso-
VÁLIDO nas argumentamos sobre normas y nos interesamos por averiguar cuáles
Todos los seres capaces de comu- son moralmente correctas.
nicación lingüística deben ser re- Argumentamos sobre si la insumisión y la desobediencia civil son mo-
conocidos como personas, puesto
que en todas sus acciones y expre-
ralmente correctas, pero también sobre la distribución de la riqueza y sobre
siones son interlocutores virtuales
la violencia. En esas argumentaciones podemos adoptar dos actitudes dis-
y la justificación ilimitada del pen- tintas:
samiento no puede renunciar a • Discutir sin ningún deseo de averiguar si la norma es correcta y si po-
ningún interlocutor y a ninguna demos llegar a entendernos.
de sus aportaciones virtuales a la
discusión. • Tomar el diálogo en serio, porque nos preocupa el problema y quere-
A mi juicio, no es, pues, el uso
mos saber si podemos entendernos.
lógicamente correcto del enten- La primera actitud convierte el diálogo en un absurdo, la segunda hace
dimiento individual, sino esta que tenga sentido y se convierta en una búsqueda cooperativa de la justicia
exigencia de reconocimiento recí- y la corrección de la norma.
proco de las personas como suje-
tos de la argumentación lógica, la
que justifica el discurso sobre
Un diálogo con sentido
la ética de la lógica. La ética del discurso intenta descubrir los presupuestos que hacen ra-
KARL-OTTO APEL, cional la argumentación, los que hacen de ella una actividad con sentido,
La transformación de la filosofía
y llega a la conclusión de que cualquiera que pretenda argumentar en serio
sobre normas tiene que presuponer:
• Si se aprobara un plan energé-
tico mundial sin pensar en las • Que todos los seres capaces de comunicarse son interlocutores váli-
personas que nacerán dentro dos, es decir, personas, y que, por tanto, cuando se dialoga sobre nor-
de cincuenta años, ¿cómo lo va- mas que les afectan, sus intereses deben ser tenidos en cuenta y
loraría un ético discursivo? defendidos a poder ser por ellos mismos.
Por eso las cumbres internacionales o las conversaciones locales en las
que no participan todos los afectados ni se tienen en cuenta sus inte-
DOCUMENTO 12 reses no son sino pantomimas.
LAS REGLAS • Que no cualquier diálogo nos permite descubrir si una norma es co-
DEL DISCURSO
rrecta, sino sólo el que se atiene a unas reglas que permiten celebrarlo
en condiciones de simetría entre los interlocutores. A este diálogo lla-
—Cualquier sujeto capaz de len-
mamos discurso.
guaje y acción puede participar
en el discurso. Para comprobar si la norma es correcta, habrá de atenerse también a dos
—Cualquiera puede problemati- principios:
zar cualquier afirmación. • El principio de universalización, que es una nueva formulación del
—Cualquiera puede introducir en imperativo kantiano de la universalidad y dice así: «Una norma será
el discurso cualquier afirmación. válida cuando todos los afectados por ella puedan aceptar libremente
—Cualquiera puede expresar sus las consecuencias y efectos secundarios que se seguirían, previsible-
posiciones, deseos y necesidades.
mente, de su cumplimiento general para la satisfacción" de los intereses
—No puede impedirse a ningún
de cada uno».
hablante hacer valer sus dere-
chos, establecidos en las reglas • El principio de la ética del discurso, según el cual: «Sólo pueden pre-
anteriores, mediante coacción tender validez las normas que encuentran (o podrían encontrar) acepta-
interna o externa al discurso. ción por parte de todos los afectados, como participantes en un discurso
JÜRGEN HABERMAS, práctico» (J. HABERMAS, Conciencia moral y acción comunicativa).
Conciencia moral
El discurso que acabamos de describir es un discurso ideal, que se cele-
y acción comunicativa
bra en una situación ideal de habla, muy distinta de los diálogos cotidianos.
Pero es preciso tender a ella en las distintas esferas de la vida social, como
• Inventa un diálogo sobre un
problema de ética aplicada y se-
hace la ética aplicada, que hoy en día cubre, al menos, los siguientes ámbi-
ñala en qué momento se cum- tos: bioética o ética médica, ética de la empresa, ética económica, ética de
plen o no las reglas del discurso. la información, ética de la ciencia y la tecnología, ética ecológica, ética de la
política y ética de las profesiones.
194
ÉTICAS DELAFELICIDADYDELAJUSTICIA
DOCUMENTO 13
1
JUSTICIA
Y SOLIDARIDAD
La justicia concebida deontológi-
camente exige, como su otra cara,
la solidaridad. [...] La justicia se re-
fiere a la igualdad de la libertad
de los individuos que se determi-
nan a sí mismos y que son irreem-
plazables, mientras que la solida-
ridad se refiere al bien, o a la
felicidad de los compañeros, her-
manados en una forma de vida in-
tersubjetivamente compartida, y
de este modo también a la preser-
vación de la integridad de esa for-
ma de vida. Las normas morales
no pueden proteger lo uno sin lo
otro, es decir: no pueden prote-
ger la igualdad de derechos y las
libertades de los individuos sin el
bien del prójimo y de la comuni-
dad a la que éstos pertenecen. Mariano Fortuny, La vicaría. Museo de Arte Moderno, Barcelona.
JÜRGEN HABERMAS, «En una comunidad ética es fácil señalar qué debe hacer el hombre virtuoso, cuá-
Ética comunicativa y democracia les son los deberes que debe cumplir para ser virtuoso. No tiene que hacer sino lo
que es conocido, señalado y prescrito por las circunstancias.» (G. W. F. HEGEL, Princi-
pios de la filosofía del derecho.)
UNA COMUNIDAD
DE CIUDADANOS
Ser ciudadano es participar de
una forma consciente, que supo-
Universalismo y comunitarismo
ne tener en cuenta a otros y com-
prometerse con ellos en la activi- Desde los orígenes de la ética occidental existen disputas entre los defen-
dad. Esta conciencia modifica las sores de una ética de las comunidades concretas y los de una ética universal.
actitudes y da a la participación
ese sentido de «nosotros», que he
• Según los comunitaristas:
asociado a la comunidad. Partici- Los principios universales alejan a los individuos de la comunidad
par es crear una comunidad que en que adquieren su identidad y les llevan a ignorar qué virtudes
se autogobierna, y crear una co- deben cultivar para hacerla próspera.
munidad que se autogobierna es
La pérdida de la dimensión comunitaria produce individuos
participar. Ciertamente, desde la
perspectiva de la democracia
desarraigados, atomizados, sin vínculos fuertes como los que da la
fuerte los dos términos participa- familia, la comunidad vecinal, religiosa, política, etc.
ción y comunidad son aspectos de Urge, pues, concluyen, reconstruir comunidades en que las personas
una misma forma de ser social: la aprendan a ser morales y cobren cariño a sus leyes e instituciones. Autores
ciudadanía [...]. como Alasdair Maclntyre, Benjamin Barber, Michael Walzer o Amitai
La comunidad sin participación no Etzioni abogan por fortalecer las comunidades, aunque los tres últimos insis-
hace sino justificar el colectivismo,
ten en que ha de hacerse sin olvidar el descubrimiento kantiano de que las
prestándole un aura de legitimi-
dad. La participación sin comuni-
personas somos seres autónomos y que la comunidad nunca puede ahogar
dad no hace sino justificar el indi- a la persona.
vidualismo, prestándole un aura • Los universalistas, por su parte, recuerdan:
de democracia.
—Que las comunidades son indispensables para el desarrollo de una
BENJAMIN BARBER, Strong Democracy.
persona, pero la solidaridad comunitaria es una solidaridad grupal.
Participatory Politics for a New Age
—Que la auténtica solidaridad es la universal: la de quien es capaz
• Para Habermas, ¿es posible con- de ponerse en el lugar de cualquier otro y de sentirse miembro de
ciliar felicidad y justicia? una comunidad universal de personas, que incluye a las ya existen-
• Según Barber, ¿qué tipo de co- tes y a las generaciones futuras.
munidad sería éticamente acep-
Y es que sigue siendo irrebatible que «somos humanos y nada de lo hu-
table?
mano puede resultarnos ajeno».
195

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