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Período Edo

El período Edo ( 江 戸 時 代 Edo jidai?), también conocido como período


Tokugawa (徳川時代 Tokugawa-jidai?), es una división de la historia de Japón, que
se extiende desde el 24 de marzo de 1603 hasta el 3 de mayo de 1868.

El periodo delimita el gobierno del Shogunato Tokugawa o Edo, que estableció


oficialmente en 1603 el primershōgun Tokugawa, Tokugawa Ieyasu. El periodo Edo
terminó en 1868 con la restauración del gobierno imperial por parte del
decimoquinto y último shōgun, Tokugawa Yoshinobu. El fin del periodo Edo marcó
también el comienzo delperíodo imperial.

Índice
Gobierno del shōgun y los daimyō Ieyasu Tokugawa, el primer shōgun
De la apertura al aislamiento Tokugawa.

Sociedad
Economía
Fuentes de los ingresos señoriales
Agricultura
Comercio, población y vida urbana
Desarrollo artístico e intelectual
Fin del shogunato
Declive del shogunato Tokugawa
Fin del aislamiento
Modernización del Bakumatsu y sus conflictos
Acontecimientos del periodo Edo
Referencias
Bibliografía

Gobierno del shōgun y los daimyō


Ieyasu Tokugawa, el principal beneficiado de los logros de Oda Nobunaga y de
Hideyoshi Toyotomi, era un daimyō sumamente poderoso de la rica región de Kantō.
Poseía tierras que producían dos millones y medio de koku; posteriormente se
estableció en Edo (hoy Tokio) y añadió a sus posesiones nuevas tierras que
generaban otros dos millones. Después de la muerte de Hideyoshi, se apresuró a
mantener el control sobre la familia Toyotomi.

La victoria del ejército de Ieyasu sobre los daimyō del oeste en la batalla de
Sekigahara en el año 1600 le dio el dominio casi total sobre Japón. Después de
consolidar su poder mediante la eliminación de sus enemigos y el estricto control Maqueta de Kumamoto y su Castillo
sobre otros daimyo, Ieyasu cedió a su hijo Tokugawa Hidetada el título de shōgun y Kumamoto durante el Período Edo.
se nombró a sí mismoshōgun retirado en 1605. Los Toyotomi aún eran una amenaza
para su causa, por lo que dedicó toda una década a erradicarlos. En 1615 la fortaleza
de los Toyotomi en Osaka fue destruida por el ejército de Tokugawa.
El periodo Edo trajo a Japón doscientos cincuenta años de estabilidad. El sistema político evolucionó a lo que los especialistas llaman
bakuhan, combinación de los términos bakufu y han, para describir el gobierno característico del periodo. En el bakuhan el shōgun
gozaba de la autoridad nacional mientras que los daimyo ostentaban la regional. La burocracia aumentó durante este periodo con el
afán de administrar la combinación de gobierno centralizado y descentralizado. Los Tokugawa afianzaron su poder durante el primer
siglo de su gobierno: la distribución de la tierra les proporcionaba cerca de siete millones de koku y el control sobre las ciudades más
importantes.

La jerarquía feudal se completó con las distintas clases de daimyo. Los más cercanos a los Tokugawa eran los shinpan o casas
relacionadas. Existían en esta época veintitrés daimyo en las fronteras de las tierras pertenecientes a los Tokugawa, los cuales estaban
directamente relacionados con Ieyasu. La segunda posición en la jerarquía la constituían los fudai, los cuales habían sido
recompensados con tierras cercanas a los dominios de los Tokugawa por sus leales servicios. Durante el siglo XVIII 145 fundai
controlaban pequeños territorios, de los que el de mayor importancia contaba tan solo con 250 000 koku. Por último, 97 han
formaban el tercer grupo, el de los tozama, los cuales eran principalmente viejos enemigos o nuevos aliados. Los tozama estaban
ubicados frecuentemente en la periferia delarchipiélago y entre todos poseían tierras de alrededor de diez millones dekoku.

Los Tokugawa no sólo consolidaron su señorío sobre el reunificado Japón, sino que también gozaban de un poder sin precedentes
sobre el emperador, las cortes, los daimyo y las órdenes religiosas. El emperador únicamente daba su aprobación como última opción
en los asuntos políticos del país; sin embargo, los Tokugawa colaboraron a que la familia imperial recobrara sus días de gloria
reconstruyendo sus palacios y asegurándole el disfrute de nuevas tierras. Para garantizar lazos estrechos entre el clan imperial y la
familia Tokugawa, la nieta de Ieyasu fue nombrada consorte imperial en 1619.

Se establecieron una serie de códigos legales para regular las propiedades de los daimyo. Estos códigos disponían además normas de
conducta, matrimonios, vestimenta, tipo de armas, número de tropas que los daimyo podían poseer y exigían además que los señores
feudales residieran en Edo por un año, prohibían la construcción de barcos transatlánticos, prohibían el cristianismo, restringieron la
posesión de castillos a uno por señorío entre las principales casas. Aunque en la práctica los daimyo no pagaban impuestos, se les
imponía regularmente una serie de contribuciones de tipo militar o logístico, además de contribuciones para proyectos públicos como
la construcción de castillos, caminos, puentes y palacios. Las aportaciones que recibían no solo fortalecían a los Tokugawa, sino que
debilitaban a los daimyo económicamente y por lo tanto disminuían la amenaza de un levantamiento en contra de la administración
central. Los que anteriormente habían sido feudos militares se transformaron en unidades de administración local.

El sistema legislativo era complejo y estaba sometido a la unidad administrativa: el individuo no existía como tal en la ley, ni estaba
reconocido por el Estado. Existía solo en cuanto era miembro de la unidad familiar. La familia se consideraba la unidad básica de
administración, y todos sus integrantes quedaban supeditados a ella; la más común era la familia agraria. A las personas que no
perteneciesen a un clan familiar o no estuviesen reconocidos por ninguno, se les planteaban serias dificultades para sobrevivir. No ser
reconocidos por el Estado suponía no poder poseer ni bienes inmuebles ni privilegios.

De la apertura al aislamiento
Tal como lo hizo Hideyoshi, Ieyasu alentó el comercio con el exterior,1 pero mantenía recelo ante los extranjeros. Quería hacer de
Edo un puerto mayor, pero una vez que se dio cuenta de que los europeos favorecían a distintos puertos en Kyūshū y después de
conocer la negativa de China a sus planes de intercambio comercial,2 comenzó a controlar el comercio ya existente y solamente
permitió que en algunos puertos se mercadeara, con productos específicos.

El comienzo del periodo Edo coincidió con las últimas décadas del periodo de comercio Namban, durante el cual se intensificó la
interacción con las potencias europeas en los ámbitos económicos y religiosos.3 Es al comienzo del periodo Edo cuando Japón
comenzó a construir barcos transatlánticos de tipo occidental, tal y como el barco de guerra japonés “San Juan Bautista”, un galeón
de quinientas toneladas que transportó la embajada japonesa encabezada por Hasekura Tsunenaga al continente americano y a
Europa. Durante este periodo también se comisionaron trescientos cincuenta barcos con el sello real (Shuinsen), que contaban con
tres mástiles y estaban armados para que comerciaran enAsia.4
El “problema cristiano” fue, en efecto, el problema de controlar tanto a los daimyō
conversos en Kyūshū como el comercio con los europeos. En torno al 1600, existían
entre setecientos y setecientos cincuenta mil cristianos en Japón.3 Los Tokugawa y
sus partidarios tenían a la nueva religión por un factor desestabilizador que podía
llegar a amenazar su poder, en especial en liga con los restos de los seguidores de los
Toyotomi.5 En 1612 a los sirvientes del shōgun y a los residentes de las tierras de
Tokugawa se les ordenó que renegaran del cristianismo.5 En los feudos Tokugawa
se derruyeron los templos cristianos y se prohibió la predicación.5 Más restricciones
se dieron a conocer a partir del año siguiente,5 entre ellas limitación de comercio
con extranjeros en Nagasaki y en Hirado. En 1622 se ejecutó a ciento veinte
misioneros y conversos.5 En 1624 se expulsó a los españoles y se rompieron las
relaciones diplomáticas entre Japón y España.5 En 1629 se ajustició a cientos de
cristianos. Se obligó a la población a registrarse en los templos budistas, que se
transformaron en oficinas de registro oficiosas.6 Ante la imposibilidad de perseguir
el cristianismo y mantener el comercio exterior, el Gobierno optó por sacrificar este
en tiempos del tercer sogún.6 Mediante una serie de decretos emitidos entre 1633 y
1639, el país se aisló del exterior.6 Finalmente, en 1635 se prohibió que cualquier Hasekura Tsunenaga, un samurái
bajo las órdenes del clan Date y
japonés viajara al extranjero y se dispuso que, si llegaban a salir del país, jamás
primer embajador oficial deAmérica
volvieran.6 Los que se habían asentado en el exterior tenían prohibido el regreso al
y Europa en 1615.
país.6 Los portugueses y mestizos fueron asimismo expulsados del imperio.
6

El shogunato percibió al catolicismo como un factor extremadamente


desestabilizador, por lo que fue perseguido. La Rebelión Shimabara de 1637-1638, en la que samuráis católicos y campesinos se
rebelaron en contra de sus gobiernos feudales y del gobierno central, fue reprimida, lo que obligó a los Kakure Kirishitan a profesar
su fe secretamente. Poco tiempo después, los portugueses fueron también expulsados y miembros de la misión diplomática fueron
ejecutados.

Para 1650 el cristianismo había sido erradicado casi en su totalidad además de que la influencia extranjera en asuntos políticos,
económicos y religiosos dentro de Japón se volvió limitada. Tan solo a China, la Compañía holandesa de las Indias Orientales y por
un breve periodo a los ingleses se les permitió visitar Japón durante este periodo, sólo con fines comerciales y con acceso restringido
sólo al puerto de Dejima en Nagasaki. Otros europeos que arribaban a costas japonesas eran ejecutados sin juicio de por medio.

Sociedad
Después de un largo periodo de conflictos internos, el primer
objetivo del recién establecido shogunato Tokugawa era Evolución demográfica (en miles de personas)
pacificar el país. Creó un balance en el poder que permaneció
relativamente estable por los siguientes 250 años,
influenciado por los principios del Confucionismo de orden
social. La mayoría de los samurái perdieron la posesión
directa de las tierras y se les plantearon dos opciones: dejar
las armas y convertirse en campesinos o trasladarse a la
ciudad principal de su feudo y convertirse en sirvientes a
sueldo del daimyō. Sólo algunos pocos samurái
permanecieron en las provincias exteriores del norte o como
vasallos directos del shōgun, conocidos como los 5000
hatamoto. Se estableció además el sistema sankin kōtai en el
que se estipulaba que las familias de los daimyo debían de
residir en Edo, además de que los daimyō debían permanecer
en Edo por un año y al siguiente año en su provincia.
La población fue dividida en cuatro clases en un sistema Según Kondo, p. 204.7
conocido como mibunsei ( 身 分 制 ?), en el primer nivel
estaban los samurái (alrededor del 5% de la población), en el
segundo nivel estaban los campesinos (más del 80% de la población), en el tercero los artesanos y al final estaban los comerciantes.
Sólo los campesinos vivían en las áreas rurales. Los samurái, artesanos y los comerciantes vivían en las ciudades que se construyeron
alrededor de los castillos de los daimyō, y cada uno de los grupos con una zona específica para ocupar dentro de la ciudad.Este
sistema impedía el casamiento de personas de distinta clase.

Fuera de estas cuatro clases sociales estaban los llamados eta y los hinin, cuyas profesiones rompían los esquemas del budismo. Los
eta eran carniceros, curtidores y sepultureros. Los hinin servían como guardias o verdugos. Otros grupos excluidos de las clases
sociales incluían los mendigos y las prostitutas.

Los individuos no tenían ningún derecho legal en Japón. La familia era la entidad legal más pequeña contemplada, por lo que
mantener el estatus y privilegios de la familia tenía una gran importancia a todos los niveles de la sociedad. Por ejemplo, las leyes
penales del período Edo prescribían el “trabajo no libre” (esclavitud) a la familia inmediata de los criminales ejecutados en el artículo
17 del Gotōke reijō pero nunca se estableció su práctica. El Gotōke reijō de 1711 fue la compilación de estatutos proclamados entre
1597 y 1696.8

La afluencia obligatoria de los señores feudales a Edo, una aldea insignificante a principios del siglo XVII, el asentamiento de
mercaderes, artesanos y el traslado a ella de templos budistas y sintoístas determinó un veloz crecimiento de la población.9 A
mediados de ese siglo, la población rondaba ya los cuatrocientos treinta mil habitantes, la mitad de ellos militares.10 Mediado el
siglo siguiente, la ciudad alcanzó ya el millón de habitantes, un tercio de ellos militares.10 La importancia comercial de Osaka hizo
que también creciese notablemente: de los doscientos mil habitantes en 1660 pasó a los trescientos ochenta mil en 1736 y luego a los
cuatrocientos veinte mil en 1765.11

Para mediados del siglo XVII, Edo mantenía una población de más de un millón de habitantes, mientras que Osaka y Kioto tenían a
más de 400,000. Algunas otras ciudades castillo tuvieron un crecimiento importante. Japón tuvo una tasa de crecimiento de
prácticamente cero entre las décadas de 1720 y 1820, lo cual es generalmente atribuido a baja tasa natal como consecuencia de la
hambruna, pero algunos historiadores han presentado diversas teorías como el alto porcentaje de infanticidios para controlar
artificialmente el crecimiento poblacional.12

Economía

Fuentes de los ingresos señoriales


El país estaba dividido económicamente según su estructura política: una serie de
feudos autónomos de los que el principal era el grupo que formaban los de la familia
Tokugawa y sus allegados.13 Estos controlaban tierras que producían unos siete
millones de koku (cuatro y medio el propio clan shogunal y el resto sus coligados),
aproximadamente la cuarta parte de la producción agrícola nacional.14 En el siglo
XVII, los ingresos de los distintos señores provenían fundamentalmente de los
tributos que debían pagar los labradores, en torno al 40 % de la cosecha.13 En 1728
los impuestos subieron notablemente.13 La responsabilidad del pago no era
Corredor de arroz en 1820 Japón.
individual, sino plurifamiliar: la población campesina se agrupaba en conjuntos de
Treinta y seis vistas del monte Fuji,
cinco familias, a los que se hacía responsables del pago de cierta cantidad; este de Hokusai.
sistema databa del gobierno de Toyotomi Hideyoshi, pero los Tokugawa lo
extendieron a todo el país.15

La hacienda shogunal obtenía además ingresos de las ciudades, que dominaba merced al nombramiento de sus regidores, a menudo
vasallos de confianza de los Tokugawa.15 El sogún obtenía fondos aún mayores de la explotación de las minas.15 La producción de
oro y plata alcanzó su apogeo a finales del siglo XVI y principios del XVII, gracias a la implantación de métodos traídos de la América
española y que permitieron a Ieyasu contar con suficiente mineral como para prohibir a los daimios acuñar moneda y reservarse para
sí tal actividad.15

Agricultura
La agricultura era la actividad económica principal del
imperio y durante los siglos XVI y XVII tuvo un notable Superficie cultivada (en miles de hectáreas)
desarrollo.16 Aumentó el terreno cultivado, mejoraron las
técnicas de regadío, los utensilios y métodos de cultivo y
creció considerablemente la productividad.17 Tanto el
sogún como los daimios fomentaron el cultivo de nuevas
tierras, normalmente mediante exenciones de impuestos a
los campesinos que las llevaban a cabo.16 El siglo XVII fue
en el que produjo una mayor roturación de nuevas tierras.7
El aumento de la producción y de las zonas cultivadas se
debió principalmente al desarrollo de las obras públicas
dedicadas a la extensión del regadío, que coincidió en la
segunda mitad del siglo XVII con la fundación de nuevas
aldeas, dedicadas al cultivo de las nuevas tierras en
labranza.18 Este nuevo impulso de la agricultura se
concentró en el este de la isla de Honshū, ya que en el
Japón occidental la misma evolución ya se había producido
antes.18 Según Kondo, p. 204.7

Además de mejorar la producción del arroz, fundamental en


el Japón, se incrementó también el cultivo de otras plantas: otros cereales (trigo, soja, mijo...), morera, té, índigo, lino, tabaco, uvas,
mandarinas, calabazas, patatas o zanahorias.19 Entre principios del siglo XVII y comienzos del XIX, se cuadruplicó la producción de
seda; esto permitió eliminar las importaciones de China y más tarde hacer del producto la principal exportación del país.20 La
extensión del algodón, llegado al país a finales del XV o principios del XVI, comportó un importante cambio en la vestimenta nacional:
las clases menos favorecidas pasaron de portar prendas de lino a llevarlas de algodón.20 La producción de esta nueva planta se
concentró en Kinai, región que ostentaba la primacía económica del imperio.20 En ella se fabricaban además los artículos que
20
requerían una mano de obra especializada como armas, objetos de arte o prendas de gran calidad.

Comercio, población y vida urbana


En el siglo XVII se dio además un gran aumento del comercio interregional, debido en parte a gran incremento de la población, que a
mediados del siglo siguiente pasó de los doce a los treinta y dos millones.21 Este acrecentamiento conllevó una mayor demanda de
productos agrícolas y artesanales.22

El sistema social Tokugawa, que separaba tajantemente al campesinado del estamento militar y obligaba a los soldados a residir junto
a su señor, favoreció el crecimiento de las ciudades.22 Cada gran señor —de los que había unos doscientos sesenta en todo el país—,
formó en torno a su castillo poblaciones que contaban con una población de entre diez y treinta mil personas.22 Los barrios militares,
habitados los soldados cuyos ingresos dependían de pagas y carecían de feudos propios, destacaban como centros de gran
consumo.22 La falta de una producción propia suficiente avivó el comercio, necesario para abastecerlos de los artículos que
demandaban.22 El núcleo de unión principal de las economías señoriales con la nacional fue la región de Kanai, abastecedora
primordial de productos elaborados a las zonas rurales, más atrasadas, y compradora de parte de sus cosechas de arroz, debido a su
gran población.23

Otro motor del comercio fue la necesidad de los daimios de comprar oro y plata para sufragar sus estancias obligatorias en Edo y sus
desplazamientos entre este y sus feudos, a los que les obligaba la ley.24 Dada la necesidad de costear estos gastos en oro y plata y la
prohibición de explotar minas y acuñar moneda, los señores feudales tenían que adquirir los metales preciosos, vendiendo para ello
sus bienes, fundamentalmente productos agrícolas
obtenidos de los impuestos a los labradores.24 Esto
supuso otro acicate más para el comercio y para el
desarrollo del transporte.24 El continuo traslado de los
señores tuvo como consecuencia la mejora de la red
viaria y de las comunicaciones: se crearon cinco
grandes carreteras que unían Edo con el resto del país,
en las que surgió un sistema de hospedajes y postas que
favorecían el tránsito.24 Otro motivo para la
multiplicación del comercio fue la gran demanda de
Edo, cuya población se acrecentaba velozmente, pero
que tenía una producción exigua que exigía la llegada
de artículos de otras regiones.10 Hasta el siglo XIX, Edo
no produjo en cantidades suficientes como para
abastecerse o enviar productos a otras comarcas.10 El
centro de distribución de productos manufacturados y
del arroz proveniente de los feudos fue Osaka.10 Entre
Principales rutas comerciales marítimas japonesas en el siglo
un millón y un millón y medio de koku proveniente de
XVII.
11
los señoríos occidentales del país se intercambiaba en
Osaka.25 Para unir las dos ciudades se extendió la
navegación de cabotaje, pues era más sencillo transportar las mercancías a larga distancia por mar que por tierra.11 En el siglo XVII se
Hokkaidō-Honshū y Tōhoku-Edo.11
establecieron cuatro rutas marítimas principales: Osaka-Edo, Kyushu-Osaka,

En cuanto al comercio exterior, al principio del periodo Tokugawa la principal tarea fue restablecer las relaciones con el exterior,
desbaratadas por la actividad de Toyotomi Hideyoshi.26 El comercio con Corea y con Manila se recuperó, no así con China.4 El
control gubernamental del comercio entre los daimios y el exterior, que se estrechó rápidamente a principios del siglo XVII, acabó por
eliminarlo.4 Los barcos necesitaban un permiso oficial para poder dedicarse al mercadeo con otros territorios.4 El principal artículo
de importación era la seda de calidad, que suponía entre el 50 5 y el 60 % del total de importaciones.4 La exportación principal era la
plata, que se entregaba para equilibrar la balanza comercial, deficitaria.27 Unos setenta mil japoneses viajaron al extranjero
(fundamentalmente al sureste asiático), de los que diez mil se establecieron en él, varios miles de ellos en las Filipinas españolas.28
Los principales suministradores de seda al ávido mercado japonés fueron primero los portugueses, que en el siglo XVII tuvieron que
enfrentarse a la competencia de ingleses y holandeses.2 El Gobierno trató además de moderar los pingües beneficios de los
comerciantes portugueses, que al principio habían logrado fijar el precio de venta de la seda importada.2 Las relaciones comerciales
con holandeses e ingleses surgieron de la necesidad de Tokugawa Ieyasi de competir con las actividades comerciales de Toyotomi
Hideyoshi desde Osaka; para hacerlo, estableció vínculos con los recién llegados.3 La competencia entre las distintas naciones
desbarató el antiguo monopolio comercial portugués en las islas.3 Tras le retirada comercial inglesa en 1623 y la ruptura de
relaciones con España en 1624, el comercio exterior se limitó a Portugal y Holanda.5 En 1639 se prohibió la llegada de barcos
portugueses.29 A los barcos chinos, que hasta entonces habían podido comerciar en las costas japonesas, se los limitó a Nagasaki.6
A los holandeses se los restringió a Dejima en 1641.29 La clausura casi total del comercio con el exterior siguió vigente hasta
1853.29 Posteriormente se implantaron nuevas medidas para limitar la exportación de oro y plata, que había crecido pese a lo
limitado del mercadeo.30 Paulatinamente, se redujo el importe y la cantidad de importaciones —que únicamente podían verificar los
31
comerciantes holandeses y chinos tolerados por el Gobierno—.

El desarrollo económico durante el periodo Tokugawa incluía urbanización, embarques de distintos bienes de consumo, a principio
del periodo del comercio con el extranjero así como la difusión y venta de artesanías. Los tratados de construcción aumentaron junto
con el desarrollo de bancos y el crecimiento en el número de asociaciones mercantiles. Los diversos han a lo largo del país gozado
del aumento de la producción agrícola, así como el aumento de la producción de artesanías rurales.

Osaka y Kioto se convirtieron en importantes centros de comercio y de producción de artesanías, mientras que Edo era el centro más
importante para proveer alimentos y bienes de consumo esenciales.
El arroz fue la base de la economía ya que los daimyō recolectaban los impuestos de los campesinos en especie. Los impuestos
podían ser tan elevados como el 40% de la cosecha. El arroz era vendido en los mercados
Fudasashi de Edo.

Fue durante el periodo Edo que Japón desarrolló un sistema sustentable de gestión de los bosques.32 El aumento en la demanda de
madera para la edificación, la construcción de barcos y para combustible llevaron a una rápida deforestación que dio como resultado
incendios forestales, inundaciones y erosión del suelo. La respuesta del shōgun, alrededor del 1666, fue implementar una serie de
políticas que incluían reducir la cantidad de árboles cortados, incrementar el número de árboles plantados además de que sólo los
daimyō y el shōgun podían autorizar el uso de la madera. Para el siglo XVIII Japón desarrolló conocimientos científicos específicos
de silvicultura y forestación.

Desarrollo artístico e intelectual


Durante el periodo, Japón estudió progresivamente las técnicas y avances científicos
occidentales (llamados rangaku) a través de la información y libros recibidos de los
comerciantes holandeses en Dejima. Las áreas de mayor estudio incluían la
geografía, medicina, ciencias naturales, astronomía, arte, idiomas, conceptos de
física tales como el estudio del fenómeno eléctrico y mecánica. También existió un
gran desarrollo de las matemáticas, en una corriente totalmente independiente a la
del mundo occidental. Esta fuerte corriente se llamówasan.

El florecimiento del neoconfucionismo fue el mayor desarrollo intelectual del


periodo. El estudio del confucionismo se había mantenido activo durante mucho
tiempo por clérigos budistas, pero durante esta época este sistema de creencias llamó
fuertemente la atención sobre la concepción del hombre y la sociedad. El
humanismo ético, el racionalismo y la perspectiva histórica del neoconfucionismo
fueron tomados como modelo social. Para mediados del siglo XVII, el
neoconfucionismo se convirtió en la filosofía legal dominante y contribuyó
directamente en el desarrollo del sistema nacional de aprendizaje, kokugaku.33 Su
principal virtud para el régimen shogunal era su hincapié en las relaciones de Terakoya, la escuela de educación
jerarquía, sumisión al superior y obediencia, que se extendieron a toda la sociedad y privada
facilitaron la conservación del sistema feudal.34

La creciente aplicación del neoconfucionismo así como el estudio avanzado


contribuyeron a la transición del orden político y económico de las clases sociales.
Se desarrollaron nuevas leyes, se instituyeron nuevos sistemas administrativos. Una
nueva visión de gobierno y sociedad emergieron en búsqueda de un mandato más
comprensivo. Cada persona tenía un lugar distinto en la sociedad y se esperaba que
trabajara de forma que cumpliera su misión en la vida. Los ciudadanos debían ser
gobernados con benevolencia por parte de aquellos asignados a mandar. El gobierno
era todo poderoso pero al mismo tiempo responsable y humano. Aunque el Kaitai Shinsho, primer tratado
japonés de anatomía, publicado en
neoconfucionismo influyó en el sistema de clases sociales no se aplicó de la misma
1774.
forma como se acostumbraba en otros países como China, donde los soldados y los
clérigos ocupaban el último peldaño de las clases sociales, mientras que en Japón
algunos de estos miembros constituían a la élite de gobierno.

La vida espiritual experimentaba con la cultura tradicional, basada en los principios budistas, y los principios confucionistas. Dos
formas distintas de concebir la vida: el budismo condecía una gran importancia al mundo ultraterrenal y el confucionismo otorgaba
una mayor fuerza al humanismo y a la práctica.
Miembros de la clase samurái añadieron las tradiciones del bushido a su ideología y renovaron su interés en la historia de Japón,
dando como resultado el bushidō. En nuevo estilo de vida llamado chōnindō surgió en ciudades como Osaka, Kioto y Edo, el cual
aspiraba a alcanzar las cualidades del bushido como la diligencia, honestidad, honor, lealtad y frugalidad. El estudio de matemáticas,
astronomía, cartografía, ingeniería y medicina también fue alentado. La búsqueda de nuevas formas de entretenimiento de la nueva
cultura se conocieron comoukiyo e incluían geishas, música, historias populares, teatroKabuki, bunraku, poesía, y arte, el cual queda
reflejado con el estilo conocido como ukiyo-e. La literatura también gozó de grandes talentos como Chikamatsu Monzaemon o
Matsuo Bashō.

Las transformaciones legislativas y administrativas influenciaron las revoluciones intelectuales y culturales. Durante la vigencia del
Orden Tokugawa, se desarrolló la educación en todos los ámbitos. Se establecieron varios centros educativos para satisfacer las
necesidades de las distintas clases sociales. En cada dominio feudal se establecieron escuelas para enseñar a los hijos de familias de
samuráis; impartían asignaturasde carácter cultural y moral y técnicas marciales.

Los agricultores reclamaban sus necesidades de educación e instrucción. A partir del siglo XV, empezaron a aparecer terakoyas
(escuela del templo) en las que se enseñaban lectura, escritura y aritmética a los niños pertenecientes a la clase media, sobre todo en
las zonas urbanas. Se componía de una clase y un maestro, y acudían de veinte a treinta alumnos. En las comunidades rurales existían
escuelas para los hijos de los miembros ricos de la clase comerciante y de los agricultores.

Dibujos Ukiyo-e comenzaron a producirse a finales del siglo XVII pero hasta 1764 Harunobu produjo la primera impresión
policromática. Diseñadores de la siguiente generación como Torii Kiyonaga y Utamaro crearon elegantes representaciones de
cortesanos. El estilo de Ukiyo-e cobró una gran importancia durante el siglo XIX e incluso muchos pintores occidentales como Edgar
Degas o Vincent Van Gogh se vieron influenciados por sus técnicas (véaseJaponismo).

El budismo y el sintoísmo siguieron siendo una parte importante de la sociedad japonesa del periodo Edo. El budismo mezclado con
neoconfucionismo proveyeron de estándares de comportamiento social y aunque ya no contaban con la misma fuerza política que en
el pasado, éste era promovido y practicado por las clases superiores. Con la prohibición del cristianismo en 1640 el budismo se vio
beneficiado ya que el bakufu ordenó que todos los habitantes se tenían que registrar en alguno de los templos. De esta forma,
mientras que el budismo sirvió de base social, el sintoísmo sirvió de base al sistema político y ayudó a preservar la identidad
nacional.

Fin del shogunato

Declive del shogunato Tokugawa


El final de este periodo es llamado bakumatsu. Las causas del final de este periodo son objeto de una gran controversia pero se puede
ver que el factor común fue la apertura obligatoria de Japón hacia el resto del mundo por parte del Comodoro Matthew Perry y su
armada conocida como los “barcos negros”, los cuales dispararon a la ciudad de Tokio.

El shogunato Tokugawa no colapsó simplemente por sus fallas intrínsecas. La intrusión de los extranjeros ayudaron a precipitar una
compleja lucha política entre los bakufu y la coalición de los críticos. La continuidad del movimiento anti-bakufu a mediados del
siglo XIX finalmente terminaría por derrocar el shogunato Tokugawa. Desde el principio el shogunato intentó restringir la
acumulación de bienes en las familias e intentó fomentar la política “de vuelta a tierra”, en donde los granjeros, los productores
primordiales, eran la persona ideal dentro de la sociedad.

A pesar de los esfuerzos para restringir los bienes, el estándar de vida para los habitantes urbanos y rurales aumentó
significativamente durante el periodo, en gran parte por el periodo de paz que se vivió en esta época.

Un reto importante que tuvo que enfrentar la clase política fue la naciente clase emprendedora. El ideal gubernamental de una
sociedad agraria falló ya que no era compatible ni realista con la nueva distribución comercial. Una serie de sequías y por lo tanto
pérdida de cosechas completas dieron como resultado veinte grandes hambrunas entre 1675 y 1837. El malestar entre los campesinos
aumentó y para finales del siglo XVIII protestas masivas contra impuestos elevados y escasez de comida se volvieron casi rutinarias.
Familias ahora sin hogar se volvieron en granjeros arrendatarios mientras que los pobres de las zonas rurales se desplazaron a las
ciudades. Como la fortuna de las familias antes acomodadas disminuyó, otros pudieron acumular más tierras por lo que surgió una
nueva clase granjera acomodada. Las personas que pudieron beneficiarse fueron capaces de diversificar su producción y contratar
empleados, mientras que otros quedaban disgustados. Muchos samurái pasaron tiempos difíciles e incluso se vieron forzados a
producir artesanías o trabajar a sueldo para comerciantes.

Aunque Japón fue capaz de adquirir y refinar una amplia variedad de conocimientos científicos, el rápido proceso de
industrialización de los países occidentales durante el siglo XVIII creó por primera vez una gran diferencia en términos de tecnología
y armamento entre Japón y el resto de los países industrializados, forzando al país a abandonar su política de aislamiento y
contribuyendo el fin del régimen Tokugawa.

Las intrusiones de los occidentales aumentaron en los comienzos del siglo XIX. Barcos de guerra rusos y comerciantes se
establecieron en Karafuto (en la isla de Sajalín, llamado óblast de Sajalin bajo el control ruso y soviético) y en las islas Buril, de las
cuales las del Sur son consideradas como islas del Norte de Hokkaidō. Un barco de guerra inglés entró al puerto de Nagasaki
buscando enemigos holandeses en 1808, además de que se incrementó el avistamiento de barcos de guerra y balleneros en las
décadas de 1810 y 1820. Barcos balleneros y mercantes de los Estados Unidos también hicieron su arribo a costas japonesas. Aunque
los japoneses hicieron una serie de pequeñas concesiones y permitieron algunos desembarcos, lo que intentaban era mantener fuera
del país a los extranjeros en su totalidad. El Rangaku se volvió crucial no sólo para entender a los bárbaros “extranjeros”, sino para
valerse por sí mismos sin la ayuda de los occidentales.

Para la década de los 1830's existía un sentimiento generalizado de crisis. La hambruna y los desastres naturales tuvieron grandes
consecuencias en la población. El malestar generalizado derivó en una revuelta de campesinos en contra de oficiales y mercaderes en
Osaka en 1837 y aunque esta revuelta tan sólo duró un solo día, causaron un efecto dramático general. Algunos consejeros del
shogun creían que la solución residía en el regreso al espíritu marcial, imponer más restricciones al comercio extranjero, suprimir el
rangaku, censurar la literatura y eliminar los “lujos” del gobierno y de la clase samurái. La oposición vio la oportunidad de terminar
con los Tokugawa y utilizaron la bandera política delsonnō jōi (“Reverenciar al emperador, expulsar a los bárbaros”), el cual llamaba
a la unidad bajo el mandato imperial y se oponía a la intrusión de extranjeros. La preocupación del bakufu aumentó al conocer de los
logros de los occidentales en establecer enclaves coloniales en China después de la primera guerra del Opiode 1839-1842, por lo que
se implementaron más reformas, sobre todo económicas, para tratar de fortalecer el país en contra de la amenaza extranjera.

Japón rechazó una demanda de los Estados Unidos (que aumentó considerablemente su presencia en la región Asia-Pacífico en esta
época) de establecer relaciones diplomáticas en julio de1846 presentada por el ComodoroJames Biddle.

Fin del aislamiento


Cuando el comodoro Matthew Perry se presentó con un escuadrón en la bahía de Edo en julio de 1853 Abe Masahiro era el
responsable de las relaciones con los estadounidenses. Masahiro no tenía ninguna experiencia o precedente de cómo manejar este tipo
de amenazas a la seguridad nacional, por lo que trató de equilibrar el deseo de los consejeros de mayor rango que deseaban
compromisos con los occidentales, el del emperador que quería mantener fuera a los extranjeros y el de los daimyō que querían ir a la
guerra. Debido a la falta de consenso, Masahiro decidió aceptar las demandas de Perry de abrir Japón al comercio internacional, pero
al mismo tiempo ordenó preparativos militares. En marzo de 1854 el tratado de paz y amnistía “Tratados de Kanagawa” abrió dos
puertos a los barcos estadounidenses que buscaban provisiones, garantizándoles buen trato para los marineros estadounidenses y
permitió que un cónsul se estableciera enShimoda, un puerto de la Península de Iza al sur de Edo. Un tratado comercial con el que se
buscaba abrir más zonas de comercio fue forzado cinco años después.

El daño resultante a la imagen del bakufu fue importante. Debates sobre las políticas del gobierno no eran inusuales y habían
generado una fuerte crítica en el bafuku. Masahiro comenzó entonces a buscar el apoyo de nuevos aliados por lo que realizó distintos
consensos con los fudai, los shinpan y los tozama. Con la Reforma Ansei de 1854-1856 se buscó fortalecer al régimen ordenando la
adquisición de barcos de guerra y armamentos procedentes de Holanda, además de que se comenzó la construcción de nuevas
defensas para los puertos. En 1855, una escuela de entrenamiento naval con instructores holandeses fue establecida en Nagasaki, una
escuela militar de estilo occidental se estableció en Edo y para el año siguiente se comenzó la traducción de libros occidentales.
La oposición hacia Masahiro aumentó entre los círculos fudai, los cuales se oponían a abrir los consejos del bakufu a los daimyō
tozama, por lo que fue reemplazado de su puesto y en 1855 fue nombrado presidente del consejo de Hotta Nariaki. A la cabeza de la
facción disidente se encontraba Tokugawa Nariaki, quien profesaba una fuerte lealtad al emperador aunada a fuertes sentimientos
anti-occidentales y quien había sido nombrado a car
go de la defensa nacional en 1854.

En los años finales del shogunato Tokugawa se incrementaron los contactos con los extranjeros debido a las concesiones otorgadas en
el tratado con los Estados Unidos en 1859, entre los cuales se incluía que se abrieran más puertos para representantes diplomáticos,
comercio no supervisado en cuatro puertos adicionales y residencias extranjeras en Osaka y Edo. También se aceptó el concepto de
extra-territorialidad (los extranjeros estaban sujetos a las leyes de su país y no las de Japón). Hotta perdió el apoyo de daimyō clave y
cuando Tokugawa Nariaki se opuso a un nuevo tratado, Hotta buscó el apoyo imperial. Los oficiales de la corte, percibiendo la
debilidad del shogunato, rechazaron las peticiones de Hotta y por primera vez en muchos siglos involucraron al emperador en la
política interna. Cuando murió el shōgun sin un heredero designado, Nariaki apeló a la corte el apoyo de su propio hijo, Tokugawa
Yoshinobu, un candidato que tenía el apoyo de los shinpan y tozama. Los fudai ganaron la lucha política instalando a Tokugawa
Yoshitomi, arrestaron a Nariaki y a Yoshinobu, ejecutaron a uno de los líderes intelectuales del sonnō-jōi llamado Yoshida Shōin y
firmaron tratados con los Estados Unidos y otras cinco naciones, terminando con más de 200 años de aislamiento.

Modernización del Bakumatsu y sus conflictos


Durante los últimos años del shogunato, conocido como bakumatsu, el bakufu tomó una serie de fuertes medidas para tratar de
recuperar su dominio, aunque su participación con la modernización y las relaciones con las potencias extrajeras estaban a punto de
convertirlo en el blanco del sentimiento anti-occidental que predominaba en el país.

Durante esta etapa el ejército y la marina se modernizaron. Una escuela naval se estableció en Nagasaki en 1855 y gran número de
estudiantes fueron enviados a otros países durante varios años para su capacitación, comenzando una tradición de futuros líderes
educados en el exterior, como en el caso del Almirante Enomoto Tateaki. Ingenieros navales franceses fueron contratados para
construir arsenales navales. Para finales del shogunato Tokugawa en 1867, la naval japonesa contaba ya con 8 barcos de guerra de
vapor, los cuales fueron utilizados en contra de las fuerzas pro-imperiales durante la Guerra Boshin. Se estableció además una misión
militar francesa para que modernizara el ejército delshōgun.

Algunos extremistas que visualizaban al emperador como símbolo de unidad incitaron a diversos sectores de la sociedad a la
violencia en contra del shogunato, de las autoridades de los distintos dominios feudales y en contra de los extranjeros. El desenlace
de un nuevo conflicto conocido como Guerra Anglo-Satsuma llevó a un nuevo tratado para ampliar las concesiones comerciales en
1865 pero Yoshitomi no fue capaz de hacer frente al poderío militar de los países occidentales. Finalmente en 1867 muere el
Emperador Kōmei, siendo sucedido por su hijo menor, el Emperador Meiji.

Tokugawa Yoshinobu se convirtió con reticencia en el jefe de la casa Tokugawa y shōgun. Trató de reorganizar el gobierno bajo la
figura del emperador tratando al mismo tiempo de preservar el papel activo del shōgun. Temiendo el poder reciente de los daimyo de
Satsuma y Chōshū, otros daimyō hicieron un llamado a que el shogun regresara el poder al emperador así como a un consejo de
daimyō encabezado por el shōgun Tokugawa. Tokugawa Yoshinobu aceptó el plan a finales de 1867 y renunció, anunciando la
“restauración imperial”. Los líderes de Satsuma, Chōshū y de otros dominios de cualquier forma decidieron rebelarse, asediaron el
palacio imperial y anunciaron su propia restauración el3 de enero de 1868.

Después de la Guerra Boshin, el sistema bakufu fue abolido y Tokugawa Yoshinobu fue reducido al rango de un simple daimyo. La
resistencia continuó durante 1868 y las fuerzas navales del shogun al mando del Almirante Enomoto Takeaki siguieron la lucha por
otros seis meses en Hokkaidō, donde fundaron la efímeraRepública de Ezo.

Acontecimientos del periodo Edo


Batalla de Sekigahara (1600)
Ieyasu Tokugawa se convierte en shogun y establece el Shogunato Tokugawa (1603)
Asedio de invierno en Osaka (1614)
Asedio de verano en Osaka (1615)
Erupción del monte Fuji (1707)
Bakumatsu (1853 a 1868)
Restauración Meiji (1868)
Guerra Boshin (1868-1869)

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Período Azuchi-Momoyama Período Edo Imperio del Japón
1573-1603 1603-1868 1868-1945

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Bibliografía
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