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2011-2012

CONSUMO DE ALCOHOL:
GUÍA PARA REDUCIR LOS
RIESGOS

El Programa de Autoaprendizaje Autogestionado del MINSAL, tiene como propósito


sensibilizar y dar a conocer temáticas relevantes para todos los funcionarios del
sector público de salud. El objetivo de ésta cápsula de autoaprendizaje es
actualizar los conocimientos y la información respecto a los riesgos relacionados
con el consumo de alcohol, comprender el uso de la sustancia y acercarse desde
una perspectiva promocional y preventiva a su abordaje, en la vida cotidiana o en
el campo de la salud.
CONSUMO DE ALCOHOL: GUÍAS PARA UN
CONSUMO DE BAJO RIESGO
El consumo de alcohol es el primer factor de riesgo que
causa muerte o discapacidad en Chile, con un 12,4%,
doblando al factor siguiente que es el sobrepeso y la
presión arterial elevada).

La dependencia al alcohol, influye y participa directamente


sobre las muertes y discapacidad asociadas a enfermedad
hipertensiva del corazón, trastornos depresivos unipolares,
trastornos de las vías biliares y vesícula, cirrosis hepática y
accidentes de tránsito, agresiones, úlcera péptica. Del
mismo modo es factor de riesgo vinculado a
enfermedades como cáncer de boca y orofaringe, cáncer
de esófago, cáncer hepático, cáncer de mama, diabetes,
epilepsia, hipertensión, enfermedades cerebro-vasculares,
cirrosis hepática, enfermedad isquémica del corazón,
lesiones y violencia, depresión, otras enfermedades
cardiovasculares, otros cáncer y consecuencias sociales.

En Chile, 1 de cada 10 muertes es atribuible al consumo


de alcohol.

La gran participación del alcohol no sólo se asocia a la dependencia de la sustancia, sino


también al consumo de alcohol de riesgo, forma de uso relacionada con la cantidad, velocidad y
condiciones del consumo. En Chile el consumo de alcohol se caracteriza por un patrón de alto
riesgo, caracterizado por un consumo episódico, en grandes cantidades (hasta la intoxicación) en
una misma ocasión.

Conocer las guías para reducir riesgos relacionados con el consumo de alcohol es fundamental
para comprender el uso de la sustancia y acercarse desde una perspectiva promocional y
preventiva a su abordaje, en la vida cotidiana o en el campo de la salud, contribuyendo al
desarrollo de una “cultura del consumo de alcohol de bajo riesgo” en funcionarios de salud y la
comunidad en general que se beneficia de las redes.
TIPOS DE CONSUMO DE ALCOHOL: EL
CONSUMO DE RIESGO
Conceptos y términos

Probablemente usted ya ha podido conocer y trabajar con personas que tienen problemas
relacionados con el consumo de alcohol en su establecimiento de salud. Pero es fundamental
que sepamos exactamente cuáles son esos problemas y los tipos de consumo que involucran.

Debemos entender el “consumo problema” y la “dependencia” al alcohol como las formas


más graves de uso de alcohol, que generan daños y consecuencias de salud y sociales para la
persona y para su entorno, que comúnmente son evidentes y reconocibles.

Estas personas ya han visto su salud física y mental afectada por el consumo de alcohol, su vida
social o familiar ha resultado dañada, han perdido el control del consumo, tienen dificultad o
incapacidad para detenerse una vez que han comenzado a beber, o bien otros signos.

Consumo problema
El consumo problema es aquel consumo que de manera directa o indirecta produce
consecuencias negativas para la persona o para terceros, en las áreas de la vida de la persona,
como las relaciones familiares, el trabajo, las actividades regulares (laborales, escolares), la
seguridad personal y el funcionamiento social en general.

Es entonces, un concepto amplio y abarcador, médico-social. Incluye no solo a quienes ven


afectada su salud física o mental, sino también a quienes, sin tener una enfermedad o un daño a
la salud, presentan problemas relacionados con el consumo de alcohol (en su origen directo o en
su agravamiento).

El CONSUMO PROBLEMA, entonces, incluye otro concepto que usamos en salud


habitualmente y que proviene del sistema CIE-10 de Clasificación Internacional de
Enfermedades: el consumo perjudicial. Esta es una forma de consumo que afecta la salud
física o mental solamente (no otras áreas de la vida).

Le proponemos utilizar entonces el concepto de CONSUMO PROBLEMA, incluyendo daños a la


salud (consumo perjudicial) y/o daños o problemas en otras áreas de la vida. El consumo
problema será más frecuente en personas con un puntaje AUDIT superior a 16 puntos. Además,
si usted revisa las preguntas 7, 8, 9 y 10 del cuestionario encontrará información de este tipo de
consumo.
También usted puede identificar un consumo problema a partir de la información que le entregue
el consultante o un familiar o persona cercana, mostrando la existencia de problemas derivados
directa o indirectamente del consumo de alcohol, en la salud física, salud mental, convivencia
familiar, rendimiento laboral o escolar, consecuencias con la justicia, etc.

Pautas para el diagnóstico del CONSUMO PROBLEMA son:

• Salud mental o física afectada por el consumo de alcohol.

• 2 signos son centrales:

1. La forma de consumo ha tenido como resultado consecuencias sociales adversas


de varios tipos (ruptura matrimonial, por ejemplo.
2. La forma de consumo es reprobada (criticada) por terceros o por el entorno en
general.

Dependencia (síndrome de dependencia)


Corresponde a un conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas
en el cual el consumo de alcohol, adquiere la máxima prioridad para el individuo, mayor incluso
que cualquier otro tipo de comportamiento de los que en el pasado tuvieron el valor más alto.

La manifestación característica del síndrome de dependencia es el deseo de consumir alcohol (a


menudo fuerte y a veces insuperable).

La recaída en el consumo de alcohol, después de un período de abstinencia, lleva a la


instauración más rápida del resto de las características del síndrome de lo que sucede en
individuos no dependientes.

La dependencia al alcohol será más frecuente en personas con un puntaje AUDIT superior a 16
puntos. Además, si usted revisa las preguntas 4, 5 y 6 del cuestionario encontrará información de
este tipo de consumo en el consultante.

La dependencia requiere siempre una evaluación clínica más profunda y un tratamiento


adecuado.
Pautas para el diagnóstico de DEPENDENCIA son:

Tres o más de las siguientes manifestaciones, en los últimos 12 meses:


1. Deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir alcohol.
2. Disminución de la capacidad para controlar el consumo de alcohol (el comienzo o el cese
del consumo).
3. Síntomas somáticos de un síndrome de abstinencia cuando se reduce o cesa el consumo
de alcohol.
4. Tolerancia (aumento progresivo de la dosis para conseguir los mismos efectos).
5. Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversiones.
6. Persistencia en el consumo de la sustancia a pesar de sus evidentes consecuencias
perjudiciales.

El consumo de alcohol de riesgo


Quienes están en situaciones como consumo problema o dependencia, usualmente consultan a
los establecimientos de salud directamente por su problema con el alcohol (por sí mismos o
movilizados por alguien más que se preocupa por su estado) y luego requieren un tratamiento
especializado que a veces se da en nuestro establecimiento de salud (a través del programa de
salud mental integral, por ejemplo) o en ocasiones necesitan de atención de urgencia o de
programas de mayor especialización (nivel secundario en COSAM, programas externos, etc.).
Sin embargo, no es necesario que una persona beba al grado de ser dependiente o de tener un
consumo problemático para que su relación con el alcohol pueda tener consecuencias negativas
para su salud u otras áreas de su vida (o también consecuencias negativas para otras personas).
Es por eso que usamos el concepto de CONSUMO DE RIESGO.

El consumo de riesgo de alcohol es una manera de beber que aumenta el riesgo de padecer
problemas relacionados con el alcohol o complica el manejo de otros problemas de salud, sin ser
un trastorno (dependencia o consumo problema).

El consumo de riesgo es una forma de beber que se relaciona con una cantidad de consumo:
más de 5 tragos en un mismo día para hombres y más de 4 tragos en un mismo día para mujeres
(1 TRAGO es una lata de cerveza, una copa de vino o un corto de licor).

El consumo de riesgo también se relaciona con las situaciones o condiciones del beber. En
estos casos, no importa qué cantidad se consuma, tan solo beber 1 TRAGO hará un consumo de
riesgo si la persona conduce algún vehículo o está embarazada. En estos casos no hay consumo
de “bajo riesgo”, sino que cualquier consumo será riesgoso y la recomendación es NO BEBER.

A partir del AUDIT, como instrumento de evaluación, usted podrá también identificar el consumo
de riesgo, en puntajes de 8 puntos o más.

En este curso usted podrá comprender y conocer las formas a través de las cuáles se define un
consumo de riesgo y, también, las formas como se define entonces un CONSUMO DE BAJO
RIESGO.
Efectos del consumo de alto riesgo
Entonces, ¿Cuáles son los riesgos de esta manera de beber?. El alcohol se asocia
directamente a la causa o agravamiento de aproximadamente 60 tipos distintos de
enfermedades, trastornos y daños. Se relaciona directamente con la mayor parte de las
enfermedades que en Chile causan más muertes o discapacidad: enfermedad hipertensiva del
corazón, cirrosis hepática, trastornos depresivos, úlcera péptica, así como diversas formas
de cáncer.

Eso explica que en nuestro país el


alcohol sea el primer factor de
riesgo que origina más muertes y
discapacidad.

Para que estas enfermedades o


daños aparezcan no es necesario
que las personas beban en mucha
cantidad o por mucho tiempo
continuado. Piense usted en los
accidentes de tránsito,
agresiones y otras formas de
violencia que también están dentro
de las principales causas de muerte
y discapacidad en Chile: están
fuertemente relacionadas con el
consumo de alcohol, y usualmente
ocurren en personas que beben de
manera riesgosa y sin tener
dependencia del alcohol o un
consumo problema.

En síntesis, este gráfico muestra los


principales riesgos (haga clic aquí, si
quiere conocerlos en mayor detalle).

El consumo de alcohol de riesgo entonces merece ser intervenido de manera rápida y eficaz, por
los problemas sociales y para la salud que puede producir. Si usted es capaz de conocer e
identificar el consumo de riesgo, informar a las personas y derivar cuando corresponda, estará
ayudando a prevenir o aliviar el sufrimiento en la persona, la familia y la comunidad, que está
asociado comúnmente a los consumos de alcohol más graves.

Usted puede hacer esto en su práctica habitual.


EL CONSUMO DE ALCOHOL EN CHILE
Estudio Carga enfermedad y Carga atribuible, 2008 (MINSAL-PUC)

El consumo de alcohol es el primer factor de riesgo que causa muerte o discapacidad en Chile,
con un 12,4%, doblando al factor siguiente que es el sobrepeso, con un 6,3% y la presión arterial
elevada con un 5,6%.

La mayor cantidad de años de vida perdidos por muerte o discapacidad en adolescentes


varones, entre 10 y 19 años, se explica en primer lugar por accidentes de tránsito, seguido por
agresiones, dependencia del alcohol y caídas. El consumo de alcohol se asocia a todas estas.

La mayor cantidad de años de vida perdidos por muerte o discapacidad en hombres jóvenes y
adultos, entre 20 y 44 años, se explica primero por la dependencia del alcohol, seguido por
hipertensión, accidentes de tránsito y cirrosis hepática. El consumo de alcohol se asocia a todas
estas.

1 de cada 10 muertes en Chile es atribuible al consumo de alcohol.


Patrón de consumo de alcohol
El problema no es solamente la cantidad, sino el patrón de consumo, la forma en la que se
consume

En Chile, el consumo per cápita anual se encuentra entre 6 y 9 litros de alcohol puro por persona
mayor de 15 años al año. Comparativamente se trata de un cifra menor que la de países como
Argentina, Brasil o bastante menor que la mayoría de Europa Central (con promedios entre 12 y
15 litros anuales), y muy por debajo del consumo promedio en o de los países de Europa del
Este y Rusia (promedios de consumos que sobrepasan los 20 litros). Sin embargo, si se evalúa
el “patrón de consumo”, que es la forma en la que se consume el alcohol, las circunstancias,
cantidad y velocidad, Chile aparece entre los países con mayor porcentaje de población con
consumo de alto riesgo, con más del 10% de la población mayor de 15 años, por encima de casi
todos los países a excepción de Rusia, los países de Europa del Este y México.

Mapa mundial del consumo de alcohol per capita en adultos (OMS).

Mapa mundial de patrones de consumo de alcohol (OMS).


Chile presenta un patrón de consumo 3, es decir, un nivel de medio hacia arriba, en mayor
riesgo, en comparación con otros países: en Chile se bebe en mayor riesgo que Argentina,
Estados Unidos y Europa, por ejemplo.

Consumo según género

Los datos a continuación provienen de


la Encuesta Nacional de Salud 2009-
2010 (PUC-MINSAL).

El 75% de la población en Chile bebió


el último año en Chile, es decir, 3 de
cada 4 personas (Encuesta Nacional
de Salud, 2009-2010).

Según la evaluación AUDIT,


aproximadamente el 11% de la población
bebe en riesgo en Chile, es decir, 1 de
cada 10 personas (Encuesta Nacional de
Salud 2009-2010).

Es importante observar la gran diferencia


en los consumos de riesgo de hombres y
mujeres.

En los hombres aproximadamente el 20%


de la población bebe en riesgo.
El trago estándar en Chile tiene 15.5
gramos y es similar en hombres y
mujeres.

Las recomendaciones y orientaciones


OMS consideran tragos de 10
gramos. Es decir, 3 tragos OMS son
iguales a 2 tragos chilenos.

En un día de consumo habitual,


los hombres en Chile beben casi
en el límite de lo máximo
recomendable para que el
consumo sea de “bajo riesgo”: 4
tragos.

Las mujeres en Chile beben por


debajo del límite recomendable
para hacer un consumo de “bajo
riesgo”: 3 tragos.
Promedio de consumo
Si se considera el “día de mayor consumo”, los hombres beben muy por encima del máximo
recomendable: 7 tragos versus 4 como máximo. Cuando se les pregunta cuánto bebió su par el
día de mayor consumo la cantidad creció a 9 tragos.

Con las mujeres ocurre que en el auto-reporte ellas bebían justo en el límite del máximo
recomendable: 3 tragos. Sin embargo, la mujer par, el día de mayor consumo bebe 5 tragos, por
encima del límite máximo para tener menos riesgos relacionados con el consumo de alcohol.

En Chile un patrón común es el consumo episódico, en grandes cantidades, hasta la


intoxicación. Por ejemplo, en los carretes del fin de semana, aunque no se tome durante
los otros días. Lo que los anglosajones llaman “binge-drinking”.

El día de mayor consumo, los hombres chilenos mencionaron haber bebido 7.3 tragos. Esto es
mayor al límite diario para el consumo de bajo riesgo, que es 4 tragos para hombres, en un
mismo día de consumo. Cuando se preguntó por la cantidad que consumía el día de mayor
consumo, no él mismo sino el amigo o par, la respuesta fue aún mayor: 9.1 tragos.

El día de mayor consumo, las mujeres chilenas mencionaron haber bebido 3.1 tragos. Esto se
encuentra casi en el límite del consumo de bajo riesgo, que es 3 tragos para las mujeres, en un
mismo día de consumo. Sin embargo, cuando se preguntó por la cantidad que consumía el día
de mayor consumo, no ella misma sino su amiga o par, la respuesta fue de 5.4 tragos, es decir
mayor al límite diario.

Esto nos hace pensar que es posible que las mujeres también consuman más arriba que el límite
del bajo riesgo.
En síntesis
El consumo de alcohol en Chile:

• En términos de consumo per capita, en Chile no se bebe mucho, comparado con otros
países como Argentina, Estados Unidos o los países de Europa occidental. En Chile, sin
embargo, se bebe con un patrón de consumo más riesgoso que en esos países.

• El consumo de riesgo en Chile en la población general es de alrededor de un 11%. Sin


embargo, es mucho mayor en hombres y en algunos tramos etareos: menores de 20 años
para hombres y mujeres, hombres adultos.

• El consumo de riesgo chileno se caracteriza fuertemente por:


o Tragos, unidades de medida estándar, muy grande (muchos gramos de alcohol por
bebida, comparado con otros países).
o Un consumo concentrado en pocos días a la semana (en general 2 días).
o Un día de mayor consumo, para hombres y mujeres, que sobrepasa ampliamente el
límite máximo recomendable para ambos sexos.

• Chile necesita estrategias específicas dirigidas al consumo de alcohol de riesgo y


adecuadas a las características particulares de lo que se podría llamar el “patrón chileno
de consumo de alcohol”.

TRAGO: MEDIDA DEL CONSUMO DE


ALCOHOL

Si bien, no existe una definición universal, se entenderá que el consumo de bajo riesgo, o
moderado, es un nivel de consumo de alcohol que se considera “más seguro” o de “menor
riesgo” respecto de consecuencias negativas o daños. Esto implica que existen patrones de
consumo que no están fuertemente asociados a consecuencias negativas.

Para determinar el nivel de consumo, en función de una medida comprensible y fácilmente


determinable para estrategias preventivas y terapéuticas, se usa internacionalmente un concepto
más concreto y específico: TRAGO estándar.

El “trago” es la medida que comúnmente beben las personas y es una bebida alcohólica que
contiene una determinada cantidad de gramos puros de alcohol.
En Chile, la Encuesta Nacional de Salud (MINSAL-Pontificia Universidad Católica de Chile, 2010)
ha aportado evidencia para este aspecto. Según la investigación realizada, en nuestro país el
trago estándar contiene 15.5 gramos, medida más o menos estable entre grupos de edad y
sexo.

Para efectos de las GUIAS CHILENAS, entenderemos por trago una bebida alcohólica que
contiene aproximadamente 14 gramos de alcohol puro. Se ha escogido esta medida puesto
que se aproxima a lo encontrado en la evidencia, pero a su vez permite desarrollar más
fácilmente medidas didácticas para el trabajo con personas, como veremos más adelante.

¿Cómo se calcula un trago?

El cálculo de la cantidad de gramos de alcohol en una bebida y, por lo tanto, la cantidad de


“tragos” que una bebida tiene, se realiza considerando los siguientes factores:

• Volumen del líquido: milímetros (ml).

• Grados de alcohol de la bebida: usualmente, 40º para licores, 14º para vinos,
aproximadamente 5º para cervezas en Chile.

• Un factor de conversión a gramos de alcohol puro: 0,79 (cantidad de alcohol puro en


cada mililitro de alcohol).

Así por ejemplo, una lata de cerveza, que


tiene 350 ml., de 5º de alcohol, al aplicarle el
factor de conversión (0,79) resultará en 13,8
gramos de alcohol puro, es decir,
aproximadamente 1 trago.

O bien, una copa de vino, que


aproximadamente tiene un volumen de 140
ml., de 14º de alcohol, por el factor de
conversión resulta en 15,5 gramos de alcohol
puro, poco más de 1 trago.
Consumo de tragos

Para facilitar el uso cotidiano del concepto “trago” en la práctica preventiva y clínica, se
recomienda el uso de una tabla o gráficos con las bebidas alcohólicas más comúnmente
consumidas, traducidas a una cantidad de tragos, como la siguiente:
También podemos aclarar el concepto de trago con el siguiente ejemplo:

Bebidas alcohólicas y tragos


A continuación se muestra una tabla con bebidas alcohólicas y tragos más comunes que se
consumen en nuestro país:
GUÍAS PARA UN CONSUMO DE BAJO
RIESGO
Beber nunca es completamente seguro, pero si una persona decide beber y quiere hacerlo
corriendo menores riesgos, hay ciertas orientaciones que podemos entregar y que serán muy
importantes. El CONSUMO DE BAJO RIESGO es un nivel de consumo de alcohol que se
considera “más seguro” o de “menor riesgo” respecto de consecuencias negativas o daños.

Es fundamental eso sí que usted sepa que estas guías son apropiadas para personas adultas y
sanas. Con adolescentes y personas mayores usted debiera recomendar primero no beber.
Luego, si las personas no quieren dejar de beber entonces puede considerar estas guías
mientras se deciden.

Las guías para un consumo de bajo riesgo son 3:

1. Cantidad.
2. Velocidad.
3. Situaciones y condiciones de no consumo.

GUÍA 1: La CANTIDAD del consumo


Para consumir con menores riesgos tanto hombres como mujeres deben tomar no más de 2
tragos en un mismo día.

Sobre esa cantidad, los riesgos comienzan a aumentar, así que las personas debieran considerar
nunca sobrepasar los límites máximos del bajo riesgo, que son:

Estos límites corresponden a los definidos por el


National Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism
de USA y se consideran adecuados para el
contexto chileno de consumo. Ver: National
Institute of Alcohol Abuse and Alcoholism, 2005.

Para hombres y mujeres, dejar al menos 2 días sin beber en la misma semana (es
decir, no beber más de 5 días a la semana).
GUÍA 2: La VELOCIDAD del consumo
Además de la cantidad de consumo, el consumo responsable está definido por la velocidad del
consumo (adecuado a la velocidad de procesamiento corporal del alcohol). La indicación general
debe ser la de consumir con calma, lentamente, de manera relajada.

De manera paralela a esta recomendación específica, pueden mencionarse otras:

• Tome bebidas sin alcohol, de manera alternada al consumo de alcohol, entre un


trago y otro.

• Siempre coma, antes de beber y también mientras bebe.

• Deje el vaso o la botella en la mesa, entre sorbo y sorbo.

GUÍA 3: poblaciones y situaciones especiales


Los límites y orientaciones para consumir alcohol con bajo riesgo tienen excepciones, en el caso
de personas que por sus características o por la situación en que se encuentran, son más
susceptibles a los riesgos relacionados con el consumo de alcohol.

En estos casos ninguna forma de consumo es de bajo riesgo y la mejor recomendación es


NO BEBER:

Grupos de personas

• Mujeres embarazadas, que están intentando embarazarse o que están amamantando.


• Personas que son o han sido dependientes de otras drogas.
• Personas con ciertos problemas de salud, como enfermedades cardíacas, respiratorias,
al hígado o trastornos psiquiátricos.
• Personas que están consumiendo ciertos medicamentos, como sedantes, píldoras para
dormir y analgésicos.
• Personas con una fuerte historia familiar de alcoholismo.
Situaciones

• Cuando se maneja cualquier tipo de vehículos (automóviles, motocicletas, botes,


bicicletas, etc.).
• Cuando se bebe con frecuencia para solucionar problemas de la vida, soportar
emociones negativas o dolorosas, aliviar el estrés o dormir.
• Cuando es necesario estar alerta, por ejemplo, mientras se opera maquinaria o
equipamiento peligroso, mientras se está en competencias deportivas, actividades físicas
o cuando se es responsable por la seguridad de otros.
• Durante el periodo de recuperación de un accidente, enfermedad o intervención
quirúrgica.

FUNDAMENTOS ACERCA DE LOS LÍMITES Y


ORIENTACIONES

Las guías para el consumo responsable de alcohol están realizadas


tomando en cuenta la reducción de una cantidad de consecuencias
del uso de alcohol, que incluyen efectos en la salud (agudos y
crónicos), accidentes, daños y efectos sociales adversos.

Los límites diarios están definidos respecto de dos consideraciones,


daños y otros perjuicios, relacionados a episodios individuales de
consumo y riesgos a la salud a corto plazo y largo plazo.

Los límites semanales están determinados inicialmente por la


evidencia que provee la investigación de los efectos a largo plazo.
Fundamentos acerca de los límites en el consumo
Límites semanales

Tanto como crezca el promedio semanal del consumo de una persona, se incrementarán los
riesgos asociados a problemas de la salud, incluyendo enfermedades del hígado, páncreas y
sistema nervioso, como también, cáncer en el sistema respiratorio o digestivo, al hígado, colon y
mamas.

Para estos problemas de salud, el riesgo se incrementa con cada aumento en el consumo de
alcohol, teniendo los abstemios el riesgo menor.

Por otro lado, el alcohol disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas isquémicas. Los
hombres que beben menos de 12 “tragos” a la semana como promedio tienen un riesgo menor
de muerte temprana que los hombres que no beben alcohol. Sin embargo, el riesgo de muerte
prematura comienza a aumentar por sobre los 14 “tragos” semanales para hombres y los 7
“tragos” semanales para mujeres. Un promedio de consumo dentro de esos límites no parece
estar relacionado con un incremento del riesgo de problemas de la salud a largo plazo.

Límites diarios

El número de “tragos” tomados en una misma ocasión de consumo es tan importante como el
número promedio de consumo a la semana. Un día de consumo alto puede tener serias
consecuencias adversas. Una es el incremento de la presión sanguínea, con efectos en la
función de bombeo del corazón e incremento de riesgo de infarto.

Además, como la concentración sanguínea de alcohol (blood alcohol content, BAC) aumenta,
también se incrementa el riesgo de accidentes y daños. Por ejemplo, un conductor que ha bebido
es tres veces más propenso a estar involucrado en un accidente vehicular que un conductor que
no ha bebido. Un día de consumo alto también incrementa el riesgo de problemas sociales
relacionados con la vida de hogar, el trabajo, las leyes y las finanzas.

Es importante reconocer que algunos adultos que beben generalmente de manera


responsable y moderada también pueden exceder el máximo recomendado de 3 o 4
“tragos” al día en ocasiones como fiestas o matrimonios. En estas ocasiones habrá que
tomar precauciones extra para evitar la intoxicación. Comida, otras bebidas sin alcohol y
transporte seguro deberían estar disponibles; además, en estas situaciones, el alcohol no debe
ser mezclado con otras actividades riesgosas como algunos deportes.
En el caso de quienes presentan un mayor consumo de alcohol, la investigación muestra que los
hombres que se limitan a sí mismos a 4 “tragos” en una ocasión y las mujeres que se limitan a 3
“tragos” no reportan de manera consistente grandes problemas sociales, financieros,
relacionados al trabajo o legales ligados al consumo de alcohol.

Límites por hora

Las guía de consumo de beber no más de 1 “trago” cada hora y media toma en cuenta
investigaciones que muestran que una persona "normal" puede procesar aproximadamente 10
gramos de alcohol absoluto por hora (un “trago” contiene 14 gramos).

Es importante notar que el mismo monto de alcohol puede tener efectos diferentes en distintas
personas. Puede haber más tiempo para la mebolización del alcohol espaciando los “tragos”,
alternando alcohol con bebidas sin alcohol, comiendo mientras se toma alcohol y bebiendo
“tragos” de menos grados alcohólicos.

Días sin alcohol


No poder estar sin consumir o sentir la necesidad de consumir
diariamente es un signo de problemas potenciales relacionados
al consumo de alcohol. Sin embargo, para el promedio de las
personas sanas cuyos consumos permanecen dentro de los
límites diarios y semanales, el riesgo de dependencia es bajo.

En una semana al menos debieran dejarse 2 días libres de


consumo de alcohol. Los bebedores deberían asegurarse que
pueden estar cómodos dejando de consumir alcohol cada cierto
tiempo. Aquellos que sientan que no pueden estar sin alcohol
deberían pedir ayuda al respecto.

También, las personas que han sido advertidas por un médico o consejero para dejar unos días
de beber por problemas previos deberían seguir la indicación.
Beber como “ayuda” para soportar problemas

Consumir alcohol como una manera de soportar problemas o


emociones negativas es un buen predictor de problemas
relacionados al consumo de alcohol.

Las personas deberían asegurarse que el motivo y la ganancia


del consumo está asociada a experienciar momentos gratos,
agradables, alegres, distendidos, más que a aplacar o
"solucionar" problemas o vivencias displacenteras.

Sin embargo, las personas que beben dentro de las guías recomendadas, quienes disfrutan de
una buena salud mental y quienes no tienen una historia de problemas con el consumo, no están
en riesgo si usan ocasionalmente el alcohol para relajarse.

Ciertos problemas de salud


Las guías no son recomendables para personas que sufren ciertos problemas de salud. Una
persona en estas situaciones debería consultar a su médico para asegurarse de no correr
riesgos por consumo de alcohol.

Algunos problemas de salud, que sumados al consumo de alcohol, implican un empeoramiento


de la condición o un riesgo mayor son:

a) Desórdenes asociados a sangramiento incrementado;

b) Periodos de recuperación de un accidente u operación;

c) Gastritis, úlceras o enfermedades al hígado;

d) Presión sanguínea no controlada;

e) Diabetes;

f) Trastornos depresivos o ansiosos;

g) Trastornos psiquiátricos graves.

De la misma manera, combinar alcohol con ciertos medicamentos puede representar serios
problemas. Estos medicamentos incluyen antidepresivos, sedantes, píldoras para dormir,
analgésicos y medicamentos para enfermedades cardíacas, como anticoagulantes. En estos
casos, las personas debieran consultar al farmacéutico o médico y leer las instrucciones muy
cuidadosamente.
Antecedentes familiares de problemas asociados al
consumo de alcohol.
Otro predictor importante de problemas relacionados al
consumo son los antecedentes familiares de problemas
relacionados con el consumo de alcohol.

Personas que tienen o han tenido un miembro de la familia con


problemas serios asociados al consumo de alcohol ven
incrementado el riesgo de esos problemas en sí mismos.
Según la evidencia, se considera significativa al respecto la
vinculación en primer y segundo grado.

Si estas personas siguen las guías para el consumo moderado


sugeridas, reducirán ese riesgo. Sin embargo, se recomienda que estas personas consideren no
consumir en absoluto, o bien, consumir menos de lo que señalan las guías.

Embarazo
La investigación muestra de manera concluyente que existe un
elevado riesgo de daño en el bebé de una mujer que ha bebido
alcohol durante el embarazo, aún dentro de los límites
recomendados.

La evidencia es consistente y suficiente para sostener que es


recomendable que las mujeres embarazas, que están intentando
embarazarse o que están amamantando no beban en absoluto.

Las investigaciones muestran cómo el uso prenatal de alcohol


puede causar efectos adversos en el desarrollo físico y mental del
bebé y un riesgo incrementado de problemas cognitivos. El ejemplo más severo es el Síndrome
Alcohólico Fetal (FAS), poco común, pero encontrado en hijos de mujeres con serios problemas
de consumo de alcohol.

Respecto del periodo de amamantamiento. El alcohol consumido por la madre se transmite


directamente a través de la leche y puede afectar al bebé. Según las evidencias, las
consecuencias para el bebé pueden ir desde que los niños beban menos leche si esta contiene
alcohol, hasta ciertos daños cognitivos durante el desarrollo.
Diferencias entre el consumo de hombres y mujeres
Las mujeres son más susceptibles a los
efectos del alcohol que los hombres.
Cuando es absorbido, el alcohol se
distribuye a través del contenido total de
agua corporal; sin embargo, la mujer,
como promedio, tiene una masa corporal
menor y un contenido menor de agua.
Además, la mujer tiene una cantidad
mayor de grasa corporal, que no tiene la
capacidad para absorber alcohol.

Una mayor cantidad de alcohol en la


sangre lleva a un riesgo mayor de
intoxicación para una misma cantidad de
alcohol (y a las implicaciones
consecuentes). Por esta razón, es de
especial cuidado el grupo de las mujeres
jóvenes.

Las mujeres son más vulnerables a tener daño al hígado y cirrosis a menores niveles de
consumo. También el alcohol aumenta el riesgo de cáncer mamario.

La mayor susceptibilidad de las mujeres se confirma por estudios de mortalidad asociada al


consumo de alcohol. Para las mujeres, el riesgo de muerte crece casi un 10% (sobre las no
consumidoras) cuando se consume un promedio de 20 a 29 gramos de alcohol al día
(aproximadamente 2 tragos) y un 40% cuando el consumo es de 40 a 49 gramos de alcohol al
día (más de 3 tragos).

En los hombres, el riesgo de muerte para los consumidores (sobre los no consumidores)
comienza a aumentar cuando el consumo diario alcanza los 40 gramos (3 tragos estándar) y
cuando se consume un promedio de 60 gramos diarios (más de 4 tragos) el riesgo crece en un
30%.
AHORA ¿QUÉ HACER PARA AYUDAR?
Evaluación

Hay diversas formas de evaluar el nivel de riesgo relacionado con el consumo de alcohol de una
persona. Se usan cuestionarios, preguntas, incluso exámenes de laboratorio.

Una manera de hacerlo es simplemente analizando como una persona bebe en comparación con
las guías para un consumo de bajo riesgo.

Cuando una persona las exceda o no las cumpla, entonces estará consumiendo a mayor riesgo.

Por ejemplo, una mujer que bebe 4 tragos en un mismo día hace un consumo de
riesgo porque toma más que el límite máximo recomendado: 3 tragos.

Otra manera, que nosotros proponemos para su uso en la red de salud es el AUDIT (test de
identificación de trastornos por consumo de alcohol), que posiblemente usted ya conozca porque
se ha usado antes en salud, incorporado por ejemplo al Examen de Medicina Preventivo.

Evaluación a través del AUDIT

El AUDIT es un cuestionario sencillo de 10 preguntas que nos mostrará el nivel de riesgo que
tiene el consumo de alcohol de una persona y entonces nos ayudará a decidir qué intervención
es más adecuada realizar.

Las áreas que mide el AUDIT son las siguientes:

En un primer momento solamente es necesario evaluar el nivel de riesgo relacionado con el


consumo (bajo riesgo/riesgo), es decir, la primera área del instrumento. Luego, solo en los casos
de consumo de riesgo necesitaremos más información para determinar si es solo un riesgo, o
bien, la persona puede estar teniendo problemas relacionados con el consumo de alcohol.
Por esta razón, podemos usar el AUDIT en 2 etapas: C (abreviado), es decir, las 3 primeras
preguntas del AUDIT, para discriminar consumo de bajo riesgo/consumo de riesgo. Problemas
relacionados con el consumo de alcohol (posible consumo problema o dependencia).

Es importante que usted note que en esta versión del AUDIT hemos hecho una modificación
respecto del cuestionario que usted quizás conoce (2010 o anterior). En el cuestionario original,
la pregunta 3 que dice “con qué frecuencia toma 6 o más TRAGOS en un solo día” y nosotros la
hemos modificado por “con qué frecuencia toma 5 o más TRAGOS en un solo día”.

Esto porque el cuestionario original estuvo diseñado con un trago equivalente a 10 gramos de
alcohol. En Chile, de acuerdo a los resultados de la Encuesta Nacional de Salud es más
adecuado definir una medida mayor: un trago equivale a 14 gramos de alcohol.

Paso 1: AUDIT-C
1. Procure tener disponible el cuestionario impreso. NOTA: para consultantes
adolescentes y embarazadas
2. El AUDIT-C se compone de las 3 primeras preguntas del Como ya mencionamos, en el
cuestionario que, como ve, están claramente agrupadas. caso de consultantes
adolescentes y embarazadas
3. Haga las preguntas tal como están escritas. Cada cualquier consumo es de riesgo
(no es posible el bajo riesgo). Así
pregunta tiene 5 opciones de respuestas que usted debe
que, si su consultante pertenece a
leer. Marque luego el puntaje que corresponde a la opción uno de estos grupos no será
que se adecue al consumo del consultante. necesario realizar el AUDIT-C
(pues no hay ningún bajo riesgo
4. Recuérdele al consultante que usted le preguntará por su que buscar), de manera que
consumo de alcohol durante el último año y que él debe conviene realizar directamente el
concentrarse en ese espacio de tiempo. AUDIT.

5. Haga la pregunta 1: le servirá para descartar si la persona


bebe alcohol o no lo hace. Si el consultante responde que no ha bebido en el último año
entonces no será necesario continuar con el cuestionario ni con la intervención. Felicite al
consultante, muéstrele su disponibilidad para ayudarlo si en algún momento lo necesita.
6. Antes de hacer el resto de las preguntas, explique al consultante el concepto TRAGO.
Explique que, como hay diversos tipos de alcohol (más “fuertes” y más “suaves”) y
distintas medidas para beberlo, es necesario hacer medidas comparables. Anime al
consultante a identificar qué tipos de tragos y qué medidas consume habitualmente:
habitualmente bebe cerveza en shop grande, o botellas de vino, o piscolas, etc. Cuando el
consultante haya identificado sus tragos más comunes, continúe.

7. Haga las preguntas 2 y 3 y marque los puntajes de cada una.

8. Sume los puntajes de las preguntas 1 a la 3 y escríbala en el casillero “PUNTAJE AUDIT-


C”, del instrumento que se encuentra adjunto en esta guía.

9. Identifique el nivel de riesgo del consumo del consultante, según el puntaje obtenido.
Luego defina cómo seguir (el cuestionario adjunto que le proponemos contiene casillas
para ayudarlo/a a identificar el riesgo según los puntajes):

Nivel de riesgo de
Puntaje ¿Cómo seguir?
consumo

Consultante hombre: 0-4


puntos Termine acá el AUDIT (no es
Consumo de bajo
necesario seguir con el resto de
Consultante mujer: 0-3 riesgo
las preguntas).
puntos
Consultante hombre: 5 Siga con las siguientes preguntas
puntos o más del AUDIT, es necesario
Consumo de riesgo
Consultante mujer: 4 determinar de manera más
puntos o más precisa el nivel de riesgo.

Paso 2: AUDIT completo


1. Usted ya conoce la dinámica del cuestionario. Simplemente debe continuar de la misma
manera con las siguientes 7 preguntas, leyéndolas tal como están escritas y marcando los
puntos según cada respuesta del consultante. Las últimas 2 preguntas solamente tienen 3
opciones de respuesta.

2. Una vez que haya terminado con todas las preguntas, sume los puntajes de las preguntas
1 a la 10 (no olvide incluir los puntos de las 3 primeras preguntas otra vez). Escriba
la suma en el casillero “PUNTAJE AUDIT”.

3. Ahora que ha realizado el cuestionario completo, identifique el nivel de riesgo del consumo
del consultante:
NOTA: para consultantes adolescentes y
embarazadas.
En el caso de consultantes adolescentes y embarazadas
cualquier consumo es de riesgo.

La opción “bajo riesgo” y la INTERVENCIÓN MÍNIMA


entonces no son posibles. Las alternativas que entrega el
AUDIT en estos casos son:

• 1-15 puntos – Consumo de riesgo.


• 16 puntos o más – Posible consumo problema o
dependencia.

Informar y educar
Usted ya cuenta con la información necesaria para informar y educar a consultantes o a su
entorno, pares, amigos o familiares.

Siempre será un buen momento para que usted comparta lo que sabe con otros, hable de las
guías para un consumo de bajo riesgo y ayude a otros a seguirlas. Con esta información usted
puede organizar charlas o conversaciones con sus consultantes, en grupo o individualmente.

También, si usted ha estado trabajando estos temas o ha aplicado el AUDIT en la consulta puede
hacer una intervención corta de información y educación, es decir, preventiva.

Esta intervención será suficiente cuando el consumo de la persona sea de BAJO RIESGO, es
decir:

• En AUDIT-C: Es hombre y ha obtenido entre 0 y 4 puntos. Es mujer y ha obtenido


entre 0 y 3 puntos. O bien,

• En AUDIT: Ha obtenido entre 0 y 7 puntos (para hombres y mujeres).


Buscar más ayuda
Cuando usted se dé cuenta que el consumo de una persona es de RIESGO, o más aún, cuando
el consumo pueda ser posiblemente un CONSUMO PROBLEMA o DEPENDENCIA, entonces
puede no ser suficiente con informar y educar a los consultantes.

Recuerde la tabla de puntajes AUDIT:

En estos casos recomiende a la persona que consulte con algún profesional con mayor
experiencia en estos temas. En su propio centro de salud o en la comuna habrá personas
capaces y dispuestas a ayudarlo con dudas o casos especiales.

Especialmente cuando se trate de posible consumo problema o dependencia, será muy


importante que usted ayude a la persona a conseguir esa ayuda. Le recomendamos que
acompañe al consultante a solicitar una nueva cita con el profesional que puede hacerse cargo.

Tenga los contactos siempre a mano y utilícelos cuando lo requiera. Búsquelos antes de hacer
un AUDIT. Ayúdese para esto de los Centros de Atención Primaria y/o los COSAM cercanos.

Si usted, luego de hacer este curso, se interesa en seguir aprendiendo estos temas y nuevas
formas de intervención puede escribirnos a ib.alcohol@minsal.cl. Un Programa de
Intervenciones Breves para reducir el consumo de alcohol de riesgo, es el siguiente paso de
experiencia en el abordaje del consumo de alcohol y nos gustaría ayudarlo/a.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿SE PUEDE ACUMULAR EL NÚMERO DE TRAGOS EN UNA SEMANA PARA UN SÓLO
DÍA?

No.

El consumo de bajo riesgo es posible si usted bebe hasta 2 tragos en un mismo día y nunca
sobrepasa los límites máximos de 4 tragos para hombres y máximo 3 tragos para mujeres. Si
usted acumulara la cantidad semanal (14 para hombres o 7 tragos para mujeres) para un mismo
día resultará intoxicado y aumentarán mucho los riesgos relacionados con el consumo de
alcohol.

Si la semana tiene 7 días y en un día puedo tomar 4 tragos, ¿EN LA SEMANA PUEDO
TOMAR 28 TRAGOS? (en el caso de hombres).

No.

• Primero, porque es necesario dejar días sin consumir alcohol en la semana (nosotros
recomendamos que deje al menos 2 días sin beber).

• En segundo lugar, porque 4 tragos es el límite máximo en una misma ocasión, pero no
recomendamos que usted tome todos los días de esa manera. Para cumplir con el
máximo semanal, de 14 tragos, y usted consume 5 días en la semana, usted debiera
tomar más o menos hasta 2 tragos en un mismo día.

Si usted consume todos los días 4 tragos puede tener un alto riesgo de desarrollar enfermedades
a largo plazo, como por ejemplo, enfermedades cardíacas y cirrosis.

¿POR QUÉ LAS MUJERES DEBERÍAN BEBER MENOS QUE LOS HOMBRES?

Por su constitución física.

Las mujeres tienen menos cantidad de agua en el cuerpo que los hombres y el alcohol se
distribuye a través de los líquidos corporales. Al contrario, las mujeres tienen una mayor
proporción de grasas en el cuerpo en comparación con los hombres, que no permite que se
disuelva el alcohol (¿conoce el experimento del vinagre y el aceite?, nunca se disuelven sino que
siempre se mantienen separados).
Entonces, con la misma cantidad de alcohol, y aunque se trate de un hombre y una mujer de
igual estatura y peso, las mujeres tendrán una mayor concentración de alcohol en su cuerpo y,
por lo tanto, resultarán más afectadas y correrán más riesgos.

¿POR QUÉ UNA PERSONA NO DEBERÍA CONSUMIR ALCOHOL AL MENOS 2 DÍAS EN LA


SEMANA?

Porque si una persona bebe sostenidamente todos los días tendrá un alto riesgo de desarrollar
enfermedades a largo plazo, como por ejemplo, enfermedades cardíacas y cirrosis.

Además, es una buena forma de medirse uno mismo. Si usted no puede dejar de beber 2 días,
con facilidad y tranquilamente, es posible que entonces usted tenga algún problema con el
consumo de alcohol que necesite de mayor atención.

¿QUÉ PUEDO HACER SI TOMO MÁS DE LO QUE MUESTRAN LAS RECOMENDACIONES,


PERO NO PUEDO DEJAR DE TOMAR?

Si usted no puede dejar de tomar, siente que no puede hacerlo, o bien, no puede disminuir su
cantidad de consumo para ajustarse a los límites del bajo riesgo, la ayuda de un profesional con
mayor experiencia puede ser necesaria.

(en estos casos, es recomendable hacer la DERIVACIÓN ASISTIDA de manera directa)

¿POR QUÉ NO PUEDO TOMAR SI MANEJO?

Porque ya una cantidad pequeña de alcohol (1 trago) disminuye su capacidad de conducción y


aumenta en gran medida sus probabilidades de tener un accidente automovilístico. Disminuyen
sus reflejos, su capacidad de atención y sus habilidades en general.

Recuerde además que no sólo usted está en alto riesgo, también puede poner en riesgo a otras
personas.

Cuando uno maneja todo consumo es riesgoso (no es posible un consumo de bajo riesgo) y lo
recomendable siempre es NO BEBER.

Por último, recuerde que tanto consumir alcohol dentro de un automóvil, conducir bajo la
influencia del alcohol o en estado de ebriedad están sancionados por la ley. Para que la
alcoholemia reporte conducción “bajo la influencia del alcohol” se necesita una cantidad de
alcohol muy pequeña.

Por todas estas razones todo consumo es riesgoso si usted maneja vehículos y lo recomendable
es que usted NO BEBA alcohol.

¿POR QUÉ SI ESTOY EMBARAZADA NO PUEDO TOMAR ALCOHOL?

Porque si usted está embarazada, amamantando o planeando embarazarse puede transportar, a


través de su sangre y de su leche, alcohol a su bebé. Él o ella, entonces, puede llegar a tener
una serie de daños físicos y mentales por esa causa y afectará su desarrollo normal (entre otros
riesgos están las malformaciones, el retraso mental, etc.)

RESPONSABLE DEL CONTENIDO


Pablo Norambuena Cárdenas
Teléfono: (+56 2) 574 06 51

Departamento de Salud Mental


División de Prevención y Control de Enfermedades
Subsecretaría de Salud Pública

Ministerio de Salud.
Dirección: Mac íver 541, 8º piso.
Santiago Centro.
Región Metropolitana.

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