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Hospital Dr.

Darío Contreras
Servicio de Cuidados Intensivos

Normas para la admisión, alta y selección de pacientes en la UCI

En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se deben admitir pacientes


críticamente enfermos, o sea:

A. Aquellos pacientes que muestran inestabilidad fisiológica y que requieren


cuidado continuo y coordinado de médicos, enfermeras y técnicos
intensivistas, con especial atención en los detalles, a fin de que reciban una
vigilancia constante y se hagan a tiempo las variaciones necesarias del
tratamiento.
B. Aquellos pacientes que están en riesgo de descompensación fisiológica,
por lo cual requieren de una monitorización constante y posibilidad de
recibir atención inmediata del equipo de cuidado intensivo para prevenir y
contrarrestar situaciones clínicas adversas.

La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Dr. Darío Contreras es una unidad
cerrada. Esto significa que el intensivista de guardia decide activamente:

a. La admisión, descarga y selección (triage) en la UCI.


b. La aplicación de las políticas (protocolos y normas) de la UCI.

Para cumplir con estas tareas, el intensivista debe estar físicamente presente en la
UCI u hospital. En un plano de colaboración con otros médicos (que asumen la
categoría de consultores), el intensivista es responsable del manejo de todos los
aspectos del cuidado del paciente admitido en la UCI. Sólo serán obedecidas las
órdenes emanadas de los intensivistas; los médicos consultores harán sólo
sugerencias y recomendaciones.

La decisión de admitir un paciente en la UCI se debe basar en el concepto del


posible beneficio. Los pacientes que están demasiado bien o demasiado mal para
beneficiarse del cuidado intensivo no deben ser admitidos en la UCI. La edad por
sí misma no es un criterio de admisión o exclusión, como tampoco lo son la
voluntad de autoridades, del paciente o sus familiares, raza, sexo, origen, estatus
social, preferencia sexual o situación económica.

Criterios de admisión

Para admitir los pacientes en la UCI se recomienda que el intensivista responsable


haga una evaluación de la severidad, urgencia y pronóstico de la situación clínica.
La admisión en la UCI se debe basar en criterios basados en un orden de
prioridades, en el diagnóstico y en hallazgos objetivos.

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Prioridades

Prioridad 1. Se incluyen los pacientes críticamente enfermos, inestables,


potencialmente recuperables, que necesitan monitorización y tratamiento intensivo
que no pueden garantizarse fuera de la UCI. Son pacientes que no tienen
limitación en la extensión del tratamiento que necesitan. Son ejemplos los
pacientes en estado postoperatorio o pacientes con insuficiencia respiratoria que
requieren usualmente ventilación mecánica o que necesitan infusión de fármacos
vasoactivos, medición de la presión intracraneana, etc.

Prioridad 2. Estos pacientes requieren monitorización intensiva y pueden necesitar


intervención inmediata. No se estipulan límites para la terapéutica en estos
pacientes. Se incluyen en este grupo los pacientes con condiciones crónicas
comórbidas que desarrollan enfermedad aguda clínica o quirúrgica.

Prioridad 3. Estos pacientes están críticamente enfermos, pero muestran una


probabilidad reducida de recuperación, debido a su enfermedad fundamental o su
enfermedad aguda. Estos pacientes ingresan en la UCI para recibir alivio de su
enfermedad aguda, pero se establecen límites en los esfuerzos terapéuticos, tales
como no intubación o no reanimar. Ejemplos: pacientes con malignidades
metastásicas complicadas por infección, taponamiento cardíaco u obstrucción de
la vía aérea.

Prioridad 4: Se incluyen los pacientes que no son apropiados para admisión en la


UCI. La admisión de estos pacientes se decide de manera individual, bajo raras
circunstancias y a discreción del Jefe de la Unidad. Estos pacientes se pueden
incluir en las siguientes categorías:
A. Ningún o pequeño beneficio de la admisión en la UCI, pues el tratamiento
se puede efectuar con un riesgo muy bajo fuera de la UCI (demasiado bien
para beneficiarse de la UCI). Se incluyen los pacientes con cirugía vascular
periférica, cetoacidosis diabética hemodinámicamente estable, insuficiencia
cardíaca congestiva ligera, sobredosis de drogas en paciente consciente,
deshidratación, etc.
B. Pacientes con enfemedad terminal e irreversible que afrontan una muerte
inminente e inevitable (demasiado enfermos para beneficiarse de la UCI).
Por ejemplo: daño cerebral severo irreversible, fallo múltiple de órganos
irreversible, cáncer metastásico que no responde a la quimioterapia y/o
radiación, pacientes que declinan el tratamiento intensivo o la
monitorización invasiva y que reciben cuidado sólo para su bienestar,
pacientes con muerte cerebral que no son donantes de órganos, pacientes
en estado vegetativo persistente, pacientes permanentemente
inconscientes, etc.

Admisión según el diagnóstico


1. Sistema cardiovascular
A. Infarto agudo del miocardio con complicaciones

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B. Shock cardiogénico
C. Arritmias complejas que requieren monitorización e intervención
D. Insuficiencia cardíaca congestiva aguda (edema agudo del pulmón) con
insuficiencia respiratoria y/o necesidad de soporte hemodinámico
E. Emergencias hipertensivas
F. Angina inestable, particularmente con disrritmias, inestabilidad
hemodinámica o dolor precordial persistente
G. Estado post reanimación de paro cardíaco
H. Taponamiento cardíaco o constricción pericárdica con inestabilidad
hemodinámica
I. Aneurisma disecante de la aorta
J. Bloqueo cardíaco completo

2. Sistema respiratorio
A. Insuficiencia respiratoria aguda que requiere apoyo ventilatorio
B. Embolia pulmonar con inestabilidad hemodinámica
C. Pacientes en cuidado intensivo intermedio que muestran deterioro
respiratorio
D. Necesidad de cuidado respiratorio/de enfermería no disponible en otras
áreas
E. Hemoptisis masiva
F. Insuficiencia respiratoria con intubación inminente

3. Trastornos neurológicos/neuroquirúrgicos
A. Accidente vascular cerebral con estado mental alterado
B. Coma: metabólico, tóxico o anóxico
C. Hemorragia intracraneana con posibilidad de herniación
D. Hemorragia subaracnoidea aguda
E. Meningitis con estado mental alterado o compromiso respiratorio
F. Trastornos del SNC o neuromusculares con deterioro neurológico o de la
función pulmonar
G. Status epilepticus
H. Muerte cerebral o pacientes con posible muerte cerebral que se manejan
agresivamente mientras se determina su estatus como posibles donadores
de órganos
I. Vasoespasmo
J. Pacientes con lesiones severas de la cabeza

4. Ingestión y sobredosis de fármacos y drogas


A. Estado de inestabilidad hemodinámica
B. Estado mental alterado con protección inadecuada de la vía aérea
C. Convulsiones luego de la ingestión

5. Trastornos gastrointestinales
A. Hemorragia gastrointestinal severa con hipotensión, angina, sangramiento
continuo o con condiciones comórbidas.
B. Insuficiencia hepática fulminante

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C. Pancreatitis severa
D. Perforación del esófago con o sin mediastinitis

6. Endocrinas
A. Cetoacidosis diabética complicada con inestabilidad hemodinámica, estado
mental alterado, insuficiencia respiratoria o acidosis severa
B. Tormenta tiroidea o coma mixedematoso con inestabilidad hemodinámica
C. Estado hiperosmolar con comna y/o inestabilidad hemodinámica
D. Otros trastornos endocrinos como por ej. crisis adrenal con inestabilidad
hemodinámica
E. Hipo o hipernatremia con compromiso hemodinámico o arritmias
F. Hipercalcemia severa con alteración del estado mental o disrritmias
G. Hipo o hipermagnesemia con compromiso hemodinámico o disrritmias
H. Hipo o hiperkaliemia con disrritmias o debilidad muscular
I. Hipofosfatemia con debilidad muscular

7. Quirúrgicas
Pacientes en postoperatorio que requieren monitorización hemodinámica,
apoyo ventilatorio o cuidado extensivo de enfermería

8. Misceláneas
A. Shock séptico con inestabilidad hemodinámica
B. Monitorización hemodinámica
C. Condiciones clínicas que requieren cuidado de enfermería de nivel intensivo
D. Lesiones ambientales (insolación, ahogamiento, hipo/hipertermia)

Admisión según hallazgos objetivos


1. Signos vitales
A. Pulso <40 o >150/min
B. Presión arterial sistólica <80 mmHg o 20 mmHg por debajo de la presión
usual del paciente
C. Presión arterial media <60 mmHg
D. Presión arterial diastólica >120 mmHg
E. Frecuencia respiratoria >35/min

2. Valores de laboratorio (recientes)


A. Sodio sérico <110 o >170 mosm/l
B. Potasio sérico <2.0 mosm/l o >7.0 mosm/l
C. PaO2 <50 mmHg (6.67 kPa)
D. pH <7.1 o >7.7
E. Glucosa sérica >800 mg/dl
F. Calcio sérico >15 mg/dl
G. Nivel tóxico de fármacos o de otra sustancia química en un paciente
comprometido hemodinámica o neurológicamente

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3. Radiografía, ultrasonografía, tomografía (recientes)
A. Hemorragia vascular cerebral, contusión o hemorragia subaracnoidea con
estado mental alterado o signos neurológicos focales
B. Víscera rota, incluyendo vejiga, hígado, várices esofágicas o útero con
inestabilidad hemodinámica
C. Aneurisma disecante de la aorta

4. Electrocardiograma
A. Infarto agudo del miocardio con arritmias complejas, inestabilidad
hemodinámica o insuficiencia cardíaca (edema agudo del pulmón)
B. Taquicardia ventricular sostenida o fibrilación ventricular
C. Bloqueo cardiaco completo con inestabilidad hemodinámica

4. Hallazgos físicos (comienzo agudo)


A. Pupilas desiguales en un paciente inconsciente
B. Quemaduras que cubren más del 10% de la superficie corporal total
C. Anuria
D. Obstrucción de la vía aérea
E. Coma
F. Convulsiones continuas
G. Cianosis
H. Taponamiento cardíaco

Criterios de alta
Se debe revisar continuamente el estado clínico de los pacientes admitidos en la
UCI para identificar aquellos que ya no necesitan cuidado intensivo.
A. El alta es apropiada si el estado fisiológico del paciente se ha estabilizado y
ya no son necesarias la monitorización ni el tratamiento intensivo.
B. también es apropiada el alta a un nivel más bajo de atención si el estado
fisiológico del paciente se ha deteriorado tanto que ya no se planifican más
intervenciones terapéuticas
El alta de la UCI será decidida por el intensivista de guardia o solicitada por el
médico de cabecera.

Selección (triage)
En condiciones ideales, los pacientes se admiten o descargan de la UCI dando
cumplimiento estricto al precepto del posible beneficio. En muchas instancias, sin
embargo, la cantidad de pacientes que requieren admisión en la UCI excede al
número de camas disponibles. En este caso es inevitable la aplicación de un
método de priorización o triage.
Si la UCI está llena, el intensivista de guardia tiene la responsibilidad y autoridad
de admitir/descargar pacientes, lo que hará explícitamente y sin vacilación. A
menos que confronte una situación catastrófica no permitirá el ingreso de
pacientes en camillas en la UCI.
La edad, creencia religiosa, raza, origen étnico, estado social, preferencia sexual o
situación económica no serán tomadas en cuenta en las decisiones de triaje, como

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tampoco el deseo del paciente, familiares o autoridades. El médico no debe
sentirse compelido a dar un tratamiento si considera que no está médicamente
indicado.
El Jefe de la UCI tiene la última autoridad en cuanto a admisión, alta y triaje en la
UCI. Asume la responsabilidad de asegurar la calidad, seguridad y efectividad del
trabajo en la UCI. La colaboración con los jefes de otras áreas permitirá que el
cuidado de los pacientes, el triaje y el flujo de pacientes sean efectivos y
eficientes.

Dr. Rudyard Corona


Jefe del Servicio de Cuidados Intensivos
30 de abril del 2000

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