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por Julia Lavatelli
Damiana. Una niña Aché, revisa un fragmento de la Historia argentina, un episodio
que denuncia a la vez el genocidio de pueblos originarios y el racismo fundante de los
estados nacionales en Sudamérica.
Su protagonista, Damiana, se ubica en el centro del drama, una figura femenina a
través de la cual la voz del género permite hacer oír la relación entre la sumisión de las
mujeres a la ley patriarcal y el orden general de dominación colonial.
La pieza sobre la niña aché fue premiada en el concurso nacional de obras breves
“Aplausos para la inclusión”, un programa nacional de desarrollo social que llamaba a crear
textos a partir de “la familia, el trabajo, la organización social y la mirada de género,
enfocados desde una perspectiva de derechos”.
Ninguno de estos tres elementos son nuevos en la trabajo de escritura dramática de
las autoras. Ni el ocuparse de fragmentos de la Historia que desnudan circunstancias
políticas y sociales de opresión, ni componer alrededor de figuras femeninas desde una
perspectiva de género, ni participar de programas de estímulo a la creación teatral en
función de la transformación social, resultan ajenos a la dramaturgia de Patricia Suárez y de
Roxana Aramburu.
Muchas de sus obras dan ejemplo de la influencia de la Historia en su tarea de
escritura. Sólo como un caso entre muchos, vale destacar la dramaturgia de Patricia Suárez
alrededor de la zwi migdal (red de trata de personas que operó en Argentina a principios del
siglo XX) plasmada en su obra tríptica Las Polacas (2002). Igualmente ocurre en la
dramaturgia de Roxana Aramburu, como puede verse en La Espada y la Cabeza (2007)
sobre muerte del General Juan Lavalle o La Ola Roja (2011) que aborda el suceso de la
promulgación de la Ley de expulsión de los inmigrantes “indeseables”, conocida como Ley
de Residencia1 de 1902.
Otros tantas obras de ambas autoras pueden ilustrar el protagonismo conferido a
figuras femeninas, como El viento sopla todavía (2004) de Roxana Aramburu, inspirada en
la figura de Virginia Bolten, líder anarquista y feminista, directora del periódico
anarcofeminista La voz de la mujer o Trilogía Peronista de Patricia Suárez sobre la figura de
Eva Perón.
La escritura de Damiana. Una niña Aché es, entonces, una continuidad en sus
respectivas trayectorias y una nueva obra que pone en relieve los motivos poéticos
comunes.
El episodio de la Historia Argentina que da lugar a la obra está atravesado por la
brutalidad de la colonización y el exterminio de las culturas originarias. La historia de la niña
apropiada por colonos alrededor de 1890 en la región del Paraguay, al momento de
perpetrar la matanza de su familia y luego tratada como objeto de estudios antropológicos,
alcanzó fuerte resonancia pública alrededor del año 2010, cuando se procedió a la
1
La obra toma el título de un artículo homónimo del autor de dicha ley, el senador Miguel Cané, escritor
y político argentino perteneciente a la generación del ’80, en el que explicita la amenaza que significaba
para la oligarquía argentina, la llegada al país de inmigrantes con idearios anarquistas y socialistas.
1
restitución de sus restos a los representantes del pueblo Aché en el Museo de La Plata, por
iniciativa del Grupo Universitario de Investigación en Antropología Social (GUIAS).
El título de la obra lleva inscripta la contradicción entre la pretensión colonial de “borrar” los
pueblos originarios (Damiana es el nombre dado por los captores a la niña, por San
Damián, santo del día en que mataron a su familia) y el resguardo de la memoria del pueblo
Aché (que no reconoce el término “guayaki”, peyorativo bajo el que fue estudiada por
antropólogos).
El prestigioso historiador argentino Osvaldo Bayer se ocupa del caso y reconstruye así la
relación de la ciencia con la colonización, sosteniendo que los pueblos fueron sometidos a
prisión “científica”:
Los investigadores norteamericanos se posesionan de la niña. Según ellos, que
empiezan a estudiarla, ésta solía pronunciar las palabras “caibú, aputiné, apallú” de las
cuales no se conoce ningún significado guaraní. Dos años después, la indiecita fue
llevada a la provincia de Buenos Aires donde fue entregada a la madre del doctor
Alejandro Korn, director del hospicio Melchor Romero. Esa señora la utilizó de sirvienta
y luego se la entregó a su hijo, quien la hizo ingresar al establecimiento que dirigía para
luego entregarla a una casa de corrección. En 1907, cuando Damiana tenía 14 años, el
investigador alemán LehmannNietzsche la fotografía desnuda, foto que luego será
mostrada durante años en el Museo de La Plata”.2
La pieza profundiza sobre esa relación de la ciencia positiva con las políticas de dominación
y exterminio en sudamérica. La acción se sitúa en 1907, en casa de la madre de Alejandra
Korn donde Damiana oficiaba de sirvienta al momento de recibir visita del Dr.
LehmannNitsche. Resulta muy interesante el desarrollo de la relación amoesclavo que
logran las autoras, introduciendo esa especie de ayudante de dominación en la figura del
científico, que además de denunciar el “trabajito” imperialista de la etnología, despliega su
relación con la sumisión de las mujeres al orden patriarcal3.
Es que el Dr. LehmannNitsche, además de antropólogo del Museo de la Plata, autor del
artículo “Relevamiento antropológico de una india guayaki”4, realizó importantes estudios
sobre folklore y la poesía argentina. Entre ellos, una recopilación de “folklore prohibido” que
fue publicada en Alemania en 1923 con el título “Textos eróticos del Río de la Plata en
español popular y lunfardo” bajo el seudónimo de Víctor Borde.
Esa trama oscura entre el folklore prohibido y el estudio del cuerpo de una niña es
desarrollada sin disimulo en la pieza, reuniendo en el discurso del personaje de
LehmannNitsche el texto que aparece consignado como “vida de una atorranta” en la
recopilación:
Robert “¡Callate, puta podrida/ Desvirgada a los quince años,/ Vení a escuchar los
desengaños/ Que te han pasado en la vida!”
y la descripción de la fotografía desnuda de la niña:
2
Osvaldo Bayer, “Damiana” en Página12. Contratapa, Bs. As., 19 de junio de 2010.
3
La expresión “trabajito imperialista” de etnólogos asimilado al trabajo que hacen los hombres sobre las
mujeres, aparece en el libro Economía Libidinal de J. F. Lyotard.
4
Artículo publicado en Revista del Museo de la Plata, t.XV, segunda serie t.II, 1908.
2
Robert“El vello del sobaco y del pubis, es acorde a su edad; y las mamas, si bien no
alcanzaron su máximo desarrollo, ya se ven marchitas y flácidas… no nos debe
extrañar, si recordamos su vida sexual”.
Toda la pieza pareciera una indagación sobre la fotografía de la niña desnuda, y la
tensión dramática que consigue probablemente surge porque las autoras, atentas,
sensibles, movilizadas, pueden desplegar la apelación de la imagen.
Para explicar la pregnancia que las imágenes de niños tienen sobre la conciencia de
la guerra y el horror en nuestras sociedades occidentales, Jorge Majfud supone que la
descontextualización permite traer lo extraño (la guerra, el dolor, la muerte…) a la
familiaridad de las sociedades que se quieren “en paz”. Así la imagen de Aylan Kurdi,el niño
sirio ahogado en Grecia y el video de Omran Daqneesh, el niño sirio sobreviviente de los
bombardeos a Alepo, se habrían convertido en símbolos masivos porque sus imágenes los
muestran en contextos que resultan familiares para la vida occidental: una apacible playa y
una ambulancia moderna. Es posible que este mecanismo, que Freud consideraba bajo la
categoría de siniestro, efectivamente explique la fuerza de conmoción de algunas imágenes.
Sin embargo, la pregnancia de la imagen de Damiana sobre la conciencia del horror
de la colonización no se explicaría por el contexto, apenas una gran columna de fondo. Más
acertado parece ver en la dramaturgia de Patricia Suárez y Roxana Aramburú una
respuesta a la imagen, una atención a su “exigencia”, en el sentido que supone Giorgio
Agamben: “lo retratado en la foto exige algo de nosotros”:
“Aun si la persona fotografiada estuviese hoy completamente olvidada, aun si su
nombre hubiese sido borrado para siempre de la memoria de los hombres y a pesar de
esto; es más, precisamente por esto, esa persona, ese rostro exigen su nombre,
exigen no ser olvidados”.5
Damiana. Una niña Aché, responde a la fotografía de Damiana, surge como resultado del
trabajo de la fotografía y encuentra una historia que nos interpela. Una fotografía que no
condice con los métodos antropológicos de la época, que probablemente sirvió como
“postal” para mostrar lo “exótico” de las culturas originarias de sudamérica y también el
cuerpo desnudo de una niña. Una fotografía tomada por un antropólogo alemán que
recopila folklore erótico del Río de la Plata. Esa historia oscura, en la que la ciencia y la
pornografía infantil pueden conectarse, una historia que incomoda e inquieta, es la que la
pieza consigue desplegar. No es insensato pensar que se trata de la historia que exige
Damiana y la “curiosa expresión de su mirada”6.
5
Agamben, G. Profanaciones, Adriana Hidalgo, Bs. As.,2005, p.32
6
Así la describe LehmannNitsche en el artículo mencionado.
3
4