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El problema de la mujer indígena:

Estereotipos y perspectivas occidentales.

Catalina Fuentes Muñoz.


20 de mayo de 2022
Universidad Alberto Hurtado.
Departamento de Antropología.
Escritura Científica.
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El problema de la mujer indígena:


Estereotipos y perspectivas occidentales.

Tanto en el presente como en el pasado, la imagen de la mujer indígena siempre ha estado


sujeto a la irrelevancia como papel protagónico o fundamental durante el periodo de
conquista, colonial y moderno. La invisibilidad, así como la idealización de estas mujeres
que se definen como parte de grupos étnicos, reside netamente en la perspectiva
occidentalista de los primeros europeos en presenciarlas y a sus costumbres. “De este
modo, el retrato de las indígenas trascendió con los rasgos definidos por un canon de
belleza europea occidental, reflejado posteriormente en las ilustraciones que acompañaron a
las ediciones de La Araucana” (H. María, 2015, p. 47)
Estas costumbres totalmente contrarias y fuera de lógica que mantenían las indígenas en
comparación a las de mujeres europeas e incluso hispanas, al igual que la cosmovisión
occidentalista que se cernió sobre estas durante la conquista, fue transmitida e
inmortalizada por medio de diversos relatos históricos y hasta poéticos. Pese a esto, la
historia ha registrado como mujeres indígenas han logrado sobreponerse por cima de estos
estereotipos.
Sin embargo, en el presente ensayo, al hablar sobre los estereotipos que se les asigna a
estas mujeres no solo nos referimos a los estereotipos culturales mencionados más adelante
durante los primeros momentos de conquista, sino que también a los estereotipos y
perspectivas físicas en relación con su identidad étnica que surgieron durante este periodo y
a mediados del siglo XX, siglo en donde la visión occidentalista ya de por sí distorsionada
sobre este grupo fue tomada en manos de medios como el cine o la literatura, siendo
transformada a una imagen hipersexualizada de la mujer.
Al principio, la sexualización sobre las costumbres culturales de la mujer indígena por
parte de europeos y la satanización de las costumbres sexuales establecidas por estas
mujeres en contraste a las propias, fue vista desde ojos eurocéntricos. Es así como lo
demuestra Carvallo Goyeneche (1796) cuando describe una de sus visitas al sur de chile, en
presencia de mujeres Mapuches:
Salen al momento doce mozas igualmente lascivas y deshonestas, también
enteramente desnudas, que tomando cada una uno de los ramales, bailan al son de
tamboriles; y como al mismo tiempo todos beben, enardecidos con la chicha y el
vino, usan torpemente de las mujeres propias y ajenas, a presencia del perverso y
obsceno concurso, y dura esta lasciva bacanal hasta que apuran toda la bebida que
prepararon (G, Carvallo. 1796. X:158).
Así, ante una visión “promiscua” y “deshonesta” por parte de españoles sobre mujeres
indígenas, derogaron a esta ante una posición no solo de subordinado u esclavizado que ya
compartía con su compañero masculino, sino que también a una posición de objeto y
meretriz sexual. Esta categorización hacia las indígenas con base en sus prácticas sexuales
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ayudo, en conjunto a relatos por parte de europeos, a la invisibilidad de una imagen real y
dignas de estas.
Al ser tergiversadas, sexualizadas y occidentalizadas mediante diversos relatos y escritos,
la presencia como tal de la mujer indígena en la historia escrita pasa totalmente
desapercibida, si no es más que para presenciar la imagen de una mujer que porta cánones
europeos, o traiciona a su pueblo por avaricia y amor; siendo el problema que, la mujer
indígena porta en sí misma más relevancia e identidad que la historia tergiversada por esta
visión occidentalista que se le perpetuó.
Han sido varias e incomparables las mujeres que rompieron con las perspectivas que se
impusieron sobre ellas, siendo ejemplos mujeres indígenas del hoy y ayer. Cuando nos
referimos a que Malintzin fue una de las conquistadoras de México, no se engloba la
historia amarga de genocidio y dominación por parte de los españoles hacia los nativos,
sino que, al cómo esta mujer jugo un rol primordial para la coalición de ambos mundos.
Townsend (2015) señala que:
El azar la catapultó al centro mismo del drama de la colisión de dos continentes: se
volvió la traductora y la amante de Hernán Cortés durante toda su empresa de
conquista de México, y le tocó negociar ejemplos mujeres indígenas del hoy y ayer.
El desarrollo de estereotipos y perspectivas occidentales sobre la mujer indígena se ha
perpetuado en la cultura general del mundo atreves de no solo escritos históricos sobre estas
e “investigaciones” poco fiables por parte de europeos, sino que también a través de filmes
de cine/TV que exageran y tergiversan las características, y costumbres de mujeres
indígenas. Es imposible negar que el mundo del cine sigue condicionando la perspectiva
occidental sobre la mujer indígena, al igual que es imposible negar que la construcción de
esta imagen es resultado de la cosmovisión de occidentales.
Iliana Pagan-Teitebaum (2008) crítica con vehemencia dos cintas filmográficas que
pretenden romper estereotipos sobre la mujer indígena migrante peruana, siendo dos
películas aparentemente “pro indígenas” y dirigida por no-indígenas, logra totalmente lo
contrario en opinión de Pagan:
Al elegir el elenco o al construir el argumento narrativo, la representación de la
mujer indígena migrante recae sobre patrones dominantes eurocéntricos, al negar la
auto representación utilizando una actriz euro descendiente blanca (o blancoide)
para asumir el papel de indígena, o al proponer una representación verosímil que
distorsiona negativamente los valores tradicionales andinos, estas dos narrativas
fílmicas participan de una tradición mediática de violencia cultural contra los
pueblos indígenas de las Américas. (p. 2)
En la misma, cuando hablamos de la exageración, sexualización e hipersexualización
sobre los rasgos físicos de la mujer indígena a mediados del siglo XX y comienzos del
XXI, con base en sus características étnicas por parte de medios, me refiero netamente a la
imagen de Sexy, audaz y femenina dada por parte de estos mismos. Películas, comics y
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cuentos que, muchas veces, van dirigidas a un público infantil-adolescente y perpetúan esta
imagen, siguen acondicionando a la mujer indígena a estas perspectivas contribuyendo a la
consolidación de una imagen sexualizada.
Cuando buscamos un ejemplo de hipersexualización sobre la mujer indígena que se
perpetúe atreves de las generaciones -acción cometida por estas películas dirigidas a
públicos jóvenes- claro está en el personaje de Chel en la película infantil “Camino hacia el
Dorado” (2000) (ver anexo n*1):
La apariencia de su personaje refleja aún más eso. Sus labios avergonzarían a
Angelina Jolie, su conjunto de toga/ropa interior claramente no sería cómodo en una
persona real/está diseñado para la audiencia estadounidense (y de Sarah Vásquez:
“Tengo un amplio conocimiento de las culturas indígenas de Mesoamérica, y la
vestimenta de las mujeres adultas en estas culturas vivas es, de hecho, recatada,
bellamente decorada y, a menudo, muestra símbolos de rango o estado civil".) ella
no puede caminar sin girar sus caderas en una frecuencia anatómicamente
improbable, y sus proporciones hacen de Barbie Doll parecer realista. (El Camino
hacia El Dorado: las calles están empedradas de estereotipos alarmantes, 2012)
Para entender este problema de la hipersexualización de la mujer indígena, en necesario
ver hacia el pasado, al momento de la conquista; algunos de las definiciones que se les
dieron directa o indirectamente a estas mujeres por europeos, como por medio de relatos
como de Ercilla, asentaron las bases de una construcción idealizada de la mujer indígena
cargada de cánones europeos. Al respecto, Alonso de Ercilla y Zúñiga (1569) Al narra lo
visto y vivido durante la guerra de Arauco -en el actual sur de chile- Describe a Glaura, hija
del cacique Quilicura, en los siguientes términos:
Era muchacha grande, bien formada, de frente alegre y ojos estremados, nariz
perfecta, boca colorada, los dientes de coral fino engastados; espaciosa de pecho y
relevada, hermosas manos, brazos bien sacados, acrecentando más su hermosura un
natural donaire y apostura. (La Araucana, XXVIII, 4)
A pesar de que este autor español logra presenciar de primera mano este conflicto y a
estas mujeres icónicas en chile, su descripción sobre estas no está muy alejada del ideal
euro centrista que poseía Ercilla. En cuanto a la descripción que pudo definir en sus relatos
sobre Fresia, Guacolda y Tegualda, no se aleja mucho de la que pudo dar de Glaura, una
que al imaginarse se logra captar como bello.
Pero las descripciones y perspectivas no muchas veces fueron tan simpáticas o
embellecidas como las dadas por Ercilla y Zúñiga. Entre algunos casos registrados por la
historia sobre explotación y abuso sobre mujeres u hombres por su condición étnica,
destaca el de Saartjie Baartmann; Quien, siendo mujer, negra y aborigen, sufrió el lado más
oscuro del occidentalismo.
Aunque esta mujer no era perteneciente a América, pero si a estos grupos étnicos, su
historia demuestra como sufrió todas y cada una de las bajezas que occidente podía cometer
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contra una mujer indígena/aborigen, a raíz de la perspectiva que mantenían sobre estas
mujeres en comparación a la usual visión y condición física de las europeas. Cosificada,
humillada y abusada fue el destino que le espero en Europa al ser sacada de su natal África.
Siglos más tarde, su “condición” e historia sería compilada por Stephen Jay Gould (1985)
en su libro “La sonrisa del Flamenco” siendo tratada una vez más por este mismo como un
ser extraño.
Nacida en el Congo, África, y con una condición genética que caracterizaba a su tribu, la
venus de hotentote vivió gran parte de su vida como sirvienta de granjeros belgas en el
Congo, en donde siendo engatusada por el hermano de su patrón y convencida de que, si
presentaba su voluptuoso cuerpo ante las cortes de Europa se haría de fama y fortuna, fue
llevada de África a Europa con fines de entretención. Y a pesar de los abusos psicológicos
y físicos que sufrió y de las diversas quejas en su defensa para que fuera devuelta al Congo,
se negó a volver a África. Expuesta como entretención, metida en una jaula para su
presentación y abusada por varios, Sara Baartman murió finalmente en París. Su cuerpo fue
diseccionado y expuesto inmediatamente, siendo incluso luego de la muerte un ejemplar
extraño para los europeos. (p. 230-232)
La historia de Baartman, que se repite con frecuencia en la historia de la colonización y
esclavitud de estos grupos por parte de europeos en torno a la cosificación de los cuerpos
aborigen, es solo uno de los ejemplos de como estas perspectivas y estereotipos
occidentales logra dominar a las individuas de una etnia por medios como la cosificación,
exposición – zoológicos humanos- y la violencia.
Por otro lado, sobre las mujeres que indígenas que rompieron estereotipos y perspectivas
que se cernían sobre ellas a pesar de estos mismos y la violencia que corría en contra en la
época pasada y actual, se hicieron de un hueco en la historia por su inalcanzable ímpetu por
su liberación propia o la de su comunidad, portando su identidad étnica con orgullo y Valía.
Tal sería el caso de Malinche como la primera mujer indígena en alcanzar su “liberación”
a raíz de su propia astucia e intelecto. Siendo esclava del imperio Azteca y luego ofrecida
como ofrenda a la campaña de Cortes junto a otras veinte chicas, Malintzin aprendió
rápidamente el idioma español y dominando ya el náhuatl, y el chontal de tabasco; se hizo
rápidamente de un lugar junto a Hernán cortes como interprete y Traductora del imperio y
otros pueblos. En relación, Townsend (2015) señala:
La muchacha, que no fue consultada y solo hizo lo que le ordenaron, nunca hubiera
podido adivinar que pronto uno de sus nombres quedaría grabado en la historia del
mundo y sería recordado por más de cinco siglos, o que ella misma llegaría a
significar tantas cosas distintas para tantas gentes diversas que la verdad sobre ella y
su historia sería ya inalcanzable. Dado el aplomo y la inteligencia que le atribuyen
los que la conocieron, si alguien se lo hubiera dicho, quizá le habría dado risa, pues
ella sabía que simplemente estaba sobreviviendo, lo mejor que podía, en una vida de
lo más común y corriente. (T. Camilla, 2015, p. 18)
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Otros casos como el de chica da silva, quien con su belleza e inteligencia logro hacerse
con la fortuna de su amante portugués a la vez de alcanzar un “estatus” en Brasil que la
hacía sobresalir por sobre las mujeres indígenas libres o esclavas, O el triste, pero
sobresaliente de tomasina silvestre, mujer indígena que lucho en contra de la colonia
española por su comunidad y murió en la misma, no sin antes ser símbolo de lucha entre los
indígenas y de terror entre los españoles; son solo más ejemplos – al igual que Malintzin,
Baarmant- del cómo, mujeres parte de una etnia, fueron acondicionadas a cumplir con
perspectivas y estereotipos impuestos por europeos.
En conclusión, al hacer un recorrido histórico sobre los estereotipos y perspectivas
occidentales que se tienen sobre la mujer indígena, conlleva entender una visión euro
centrista por parte de la cultura general hacia estas mujeres. Esta visión deja en evidencia la
primitiva necesidad de los europeos por categorizar y dominar a este género que, de por sí,
contrariaba la perspectiva y estereotipos impuestos para las mujeres europeas e hispanas.
Con relación a esta “necesitad” de subyugación por parte de europeos y la temática
occidentalista que gira en torno a los estereotipos y perspectivas presentados anteriormente,
Edward Said (1978) señala que, creer que oriente fue creado u orientalizado por mera
necesitad de la imaginación es faltar a la verdad, la relación que compete oriente y
occidente es de puro poder, y complicada dominación. (p.25)
La superioridad cultural, racial e intelectual que gira en torno a la idea euro centrista,
llevo a estos a la dominación de oriente gracias a un sentimiento de responsabilidad
civilizadora. Y que, en opinión, no ayudo más que a la desaparición de parte de la cultura
indígena y asiática. Dipesh Chakrabarty (2010) analiza este sentimiento euro centrista
desde un punto de vista de hindú, que fácilmente engloba al contexto indígena.
En sus estudios evidencia que esta “responsabilidad civilizadora” perpetuo la idea para
estos que este dominio fue favorable para Oriente, y en este caso, para los indígenas. “Los
documentos oficiales del gobierno británico de la India –y tradiciones de escritura histórica
imperial– siempre retrataron al dominio colonial como favorable para la India y su pueblo”
(p.4).
Finalizando, al hacer esta referencia de la complicada relación que compete en este caso a
Oriente y Occidente, es, desde un punto de vista, el acercamiento a una respuesta a esta
estereotipación hacia la mujer indígena. Considerar las historias de las desafortunadas
mujeres que sucumbieron ante estos ajustados estereotipos y perspectivas, como las que
rompieron y sobresalieron por encima de estos mismos; nos lleva a entender de mejor
manera la compleja y extensa lucha que llevaron (y llevan aún) las mujeres indígenas por la
visibilidad de su identidad étnica y comunidad en relación con su rol de género.
Mujeres del hoy, como la machi y política Francisca Linconao, y la cirujana feminista
Mirna Cunningham, son un claro ejemplo de cómo este grupo sigue imponiéndose por
sobre estas perspectivas occidentales hasta el día de hoy. Flora casas Cano (2012) afirma,
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“La necesidad de volver a una misma, de volcar la mirada a nuestra historia, es parte de la
recuperación de la autoestima". (p. 25).
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Lista de referencias.

Casas Cano, F. (2012). El control social y la democracia participativa en los movimientos


sociales de mujeres indígenas originarias campesinas (Tesis para optar al grado de
licenciado en derecho) Repositorio institucional universidad mayor de San Andrés.
http://repositorio.umsa.bo/xmlui/handle/123456789/12660
Chakrabarty, D. (2010) Una pequeña historia de los estudios subalternos (Rodríguez, R.
Trad.). En anales de la desclasificación. Universidad de Chicago.
Feminist Disney Tumblr. (2012). El Camino hacia El Dorado: las calles están empedradas
de estereotipos alarmantes. Consultado el 11 de mayo de 2022.
https://feministdisney.tumblr.com/post/11247293881/the-road-to-el-dorado-the-streets-are-
paved-with
Goyeneche, C. (1796). Desidia y diversiones de los indios de Chile. Descripción Histórico-
Geográfica del Reino de Chile. Colección de Historiadores de Chile.
Huidobro Salazar, M. (2015) De heroínas, ciudadanas y fundadoras: mujeres en la historia
de chile. Ril editores.
Jau Gould, S. (2008) La venus Hotentote. La sonrisa del Flamenco. Editorial Booket.
Pagan-Teitelbaum, I. (2008) El glamour en los Andes: la representación de la mujer
indígena migrante en el cine peruano. Revista chilena de Antropología visual. Vol. (12). p.
2. http://www.rchav.cl/imagenes12/imprimir/pagan_imp.pdf
Said, E. (1978). Orientalismo. (Fuentes, m. Trad.) Debolsillo.
Townsend, C. (2015) Malintzin, una mujer en la conquista de México. Ediciones Era.
Ercilla y Zúñiga, A. (1578) Canto XXVIII. Segunda parte La Araucana. En Salamanca: En
casa de Domingo de Portonarijs.
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Anexo.

Anexo n*1

Chel, El camino hacia el dorado (2000)

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