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Tipos de suspensiones mecánicas

El concepto de diseño de la suspensión de un vehículo viene determinado por diferentes factores


como la carga del eje, el espacio, el recorrido, etc. Aspectos tan importantes como el confort y la
estabilidad o la facilidad de sustitución son criterios para que los constructores se declinen por un
tipo u otro.

Las suspensiones mecánicas pueden ser:

– Suspensión de eje rígido.

– Suspensión independiente.

4.1 > Suspensión de eje rígido

La suspensión de eje rígido está formada por una viga de metal, unida a la carrocería a través del
sistema de suspensión y de amortiguación, y que se extiende a lo ancho del vehículo.

En este montaje, las ruedas van montadas sobre el mismo eje, con lo que el movimiento oscilatorio
de una rueda, al pasar por un obstáculo, se transmite a la otra.

Los movimientos verticales del eje hacen que los resortes (ballestas, muelles helicoidales, balonas
neumáticas) absorban el impacto. La acción del resorte al volver a su estado original ayuda a
mantener las ruedas en la calzada.

Un inconveniente de esta suspensión es la interacción de las ruedas cuando la suspensión está


comprimida en un lado. Esto proporciona al eje la tendencia a desplazarse lateralmente al conducir
sobre pequeños baches transversales, reduciendo la adherencia de los neumáticos.
La suspensión por eje rígido, ya no utilizada en automóviles, es muy empleada en camiones tanto
en el eje delantero como en el trasero por su sencillez, facilidad de montaje y robustez.

En la figura 8.50 el eje rígido va unido a través del abarcón a las ballestas, elemento elástico, que
van fijadas a su vez al chasis de manera fija por la parte delantera y a través de una gemela por la
parte trasera.

Un amortiguador telescópico situado entre el eje y el chasis disminuye las oscilaciones del
conjunto.

Suspensión independiente

La suspensión independiente permite mejorar el control del vehículo y el confort de marcha.

En la suspensión independiente cada rueda se monta sobre su propio eje, permitiendo así el
movimiento individual sobre el terreno. Es decir, cuando una rueda recibe una oscilación la otra no
se ve afectada.
Con este tipo de suspensión se consigue que la transmisión de las oscilaciones a la carrocería o al
chasis sea menor, ya que disponen de una menor masa suspendida. En cuanto a geometría, la
suspensión independiente se adapta de manera más adecuada al terreno, favoreciendo el agarre
del neumático. Entre otros, existen los siguientes tipos de suspensiones independientes: –
Paralelogramo deformable.

– McPherson.

– Brazos tirados.

– Multibrazo.

Paralelogramo deformable

La suspensión con paralelogramo deformable es muy utilizada desde hace años en vehículos tanto
para el eje delantero como para el trasero.

Esta suspensión utiliza trapecios unidos con elementos elásticos, como barras de torsión, muelles,
etc.

Los trapecios se unen a la carrocería mediante silentblock y a la mangueta mediante rótulas.


Pueden utilizar cualquier elemento elástico como ballestas, muelles o barras de torsión.

Al moverse la rueda con relación a la carrocería, ese paralelogramo se deforma. El paralelismo de


los brazos hace que el cambio de caídas sea proporcional al movimiento de balanceo, por lo que se
hace necesaria la utilización de una barra estabilizadora para garantizar la estabilidad del vehículo.

Suspensión McPherson

La suspensión McPherson fue desarrollada por Earle S. McPherson, ingeniero de Ford del cual
recibe el nombre.

Esta suspensión está formada por un bloque en el que se integra el amortiguador y el muelle. El
muelle se monta encerrado en el interior del amortiguador concéntrico a él. Por la parte inferior, el
bloque de suspensión McPherson se une a la mangueta mediante tornillos o integrando el tubo del
amortiguador en la mangueta.

La unión a la carrocería se realiza mediante una unión flexible y un cojinete axial que permite el
giro del bloque de suspensión con la rueda.

Los movimientos de subida y bajada de la rueda son absorbidos por el muelle, y la intensidad de
las oscilaciones son reducidas por el amortiguador.

La suspensión McPherson es muy efectiva en vehículos de tracción delantera y habitual en


vehículos de pequeño y mediano tamaño. Permite reducir las masas no suspendidas, por lo que las
fuerzas que se generan son reducidas. Además, con esta suspensión se permite un ahorro de
espacio.
Por el contrario, se le achacan los siguientes inconvenientes:

– No son prácticas en vehículos con gran longitud y peso.

– Compromete en ocasiones la calidad de conducción.

– Las irregularidades de la carretera afectan directamente a la carrocería.

Suspensión de brazos tirados

Este tipo de suspensión independiente se utiliza generalmente en la parte trasera del vehículo,
aunque en algunos modelos antiguos se utilizaba en el tren delantero.
La suspensión de brazos tirados consiste en un brazo de suspensión articulado para cada rueda
unido por un lado al bastidor y por el otro a la mangueta de la rueda. La rueda, en su movimiento
oscilante, describe una trayectoria circular respecto a su eje, por lo que la caída de la rueda no
varía.

El sistema utiliza como resorte muelles o barras de torsión; en estas últimas permite la regulación
de altura de la carrocería. La amortiguación se consigue con amortiguadores telescópicos anclados
al brazo de suspensión y a la carrocería.

En el sistema de muelles, estos pueden ir unidos concéntricos o no al amortiguador, siendo esta la


última tendencia de montaje de los vehículos actuales.

En el sistema de suspensión de brazos tirados con barras de torsión, las barras se montan de
manera transversal a la carrocería. Como mínimo se utilizan dos, pudiendo llegar incluso a montar
cuatro en vehículos cuyo tarado deba ser mayor. Por ejemplo, existen modelos que montan dos
barras de torsión en el puente trasero, mientras que un modelo similar pero con mayor
motorización, monta cuatro barras unidas por una gemela.

Cuando el brazo tirado tiene su eje transversal al vehículo, se dice que es un brazo arrastrado. Con
este sistema no existe variación en la caída o avance de la rueda.

Si por el contrario, el eje del brazo es oblicuo respecto al plano longitudinal del vehículo, se
denomina brazo semiarrastrado. Este sistema permite que se varíe durante la marcha la caída y el
avance de las ruedas con lo que se mejora la estabilidad del vehículo.

La suspensión en los vehículos industriales


El principio de suspensión de estos vehículos es similar al de los automó- viles, pero no la filosofía
del mismo. En un automóvil el sistema de suspensión debe ser capaz de ofrecer una excelente
estabilidad sin dejar de prestar atención a la comodidad, el confort y la posibilidad de carga.

En un vehículo industrial, excepto en los autobuses, la comodidad pasa a un segundo plano; aquí
lo que se busca es un comportamiento excelente bajo carga, es decir la suspensión debe aguantar
el peso para la que está diseñada.

Actualmente en estos vehículos se montan suspensiones neumáticas. No obstante, existen en el


mercado vehículos industriales que siguen montando suspensiones mecánicas, ya sea por ballestas
parabólicas o trapezoidales o por muelles.

En los vehículos industriales se montan ejes rígidos. Estos ejes utilizan como resortes muelles o
ballestas longitudinales, siendo estas últimas generalizadas por su capacidad de carga y por su
versatilidad de montaje.

El sistema de ballestas facilita la sujeción del eje al chasis sirviendo de soporte y unión. Además las
ballestas permiten estar sometidas a gran carga. Por el contrario son ruidosas y necesitan un
mantenimiento apropiado de limpieza y engrase.

El sistema de muelles es menos utilizado. Este necesita de un sistema de barras para el apoyo del
eje.

En ambos sistemas, la amortiguación de las oscilaciones se consigue gracias al montaje de


amortiguadores telescópicos.

En los vehículos industriales, también se utilizan barras estabilizadoras para los ejes delanteros y
traseros. Estas se diseñan convenientemente adaptadas al tonelaje del vehículo.

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