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TALLER DE PENAL

1. DISPOSITIVOS AMPLIFICADORES DE LA TIPICIDAD


Para entender qué son los dispositivos amplificadores del tipo penal, es
necesario recordar primero que el legislador ha buscado siempre, que los
diferentes comportamientos humanos, encajen en los distintos tipos penales
típicos.
Así las cosas, cuando hay comportamientos que no encajan en tales tipos
penales, es decir, que son atípicos, se hace necesaria la sanción penal de éstos,
por medio de la ampliación o amplificación del tipo, dado que tienen mayor
relevancia penal por su connotación social.
Tenemos entonces que los dispositivos amplificadores del tipo penal, son
eso, mecanismos o herramientas legales que crea el legislador, para
amplificar el tipo penal en particular.
La importancia de estos dispositivos amplificadores, radica principalmente en el
incluir una conducta atípica indirectamente en un tipo penal.
Ejemplo de éstos dispositivos amplificadores del tipo penal, es la tentativa que no
es otra cosa que aquella situación en la que una vez iniciada la ejecución de una
conducta punible mediante la utilización de actos idóneos e inequívocamente
dirigidos a su consumación, ésta no puede consumarse por actos o hechos ajenos
al actor.
Otro de los dispositivos amplificadores del tipo penal, es el concurso de penas en
el delito, el cual se da cuando dos o más personas, participan en la ejecución de la
conducta punible, hecho que no es típico para aquellos casos en que por regla
general, el delito lo puede cometer una sola persona.
Del mismo modo, encontramos el concurso de conductas penales, el cual tiene
diferentes modalidades y encontramos tipificado en el Artículo 31 del código penal.

2. LA TENTATIVA
El artículo 27 del Código Penal colombiano consagra esta figura amplificadora
de los tipos delictivos de la parte especial del estatuto punitivo cuando dice: “el
que iniciare la ejecución de una conducta punible mediante actos idóneos e
inequívocamente dirigidos a su consumación, y esta no se produjere por
circunstancias ajenas a su voluntad, incurrirá en pena no menor de la mitad del
mínimo ni mayor de las tres cuartas partes del máximo de la señalada para la
conducta punible consumada. Cuando la conducta punible no se consuma por
circunstancias ajenas a la voluntad del autor o partícipe, incurrirá en pena no
menor de la tercera parte del mínimo ni mayor de la las dos terceras partes del
máximo de la señalada para su consumación, si voluntariamente ha realizado
todos los esfuerzos necesarios para impedirla”.

La tentativa contiene una esencia puramente objetiva, en cuanto ensancha la


tipicidad a hechos parciales o paralelos a los indicados por el verbo rector, pero su
ampliación está dirigida a lo objetivo de esos hechos, y nada más.
Fueron los clásicos quienes concibieron la posibilidad de punir la tentativa. La
Escuela Clásica entendía el delito no sólo como una infracción a la ley del estado,
sino también como el resultado de la superación de varias etapas que
comenzaban con la ideación criminosa, continuaba con la realización de actos
preparatorios, proseguía con los actos ejecutivos y culminaba con los actos
consumativos, concibiendo el hecho criminoso como un todo dinámico o corporal,
en movimiento. Iter criminis lo denominaron significando con este concepto que
para cometer el delito es preciso recorrer un camino que conduce a él, en este
caminar hacia el delito, el hecho adquiere más importancia en lo reprochable
típico, pues a más cantidad de hecho típico, mayor proximidad a su consumación
y, por consiguiente, mayor cantidad de pena aplicable, debido al mayor riesgo
sufrido por el derecho tutelado.

La tentativa es pues un grado de lo cuantitativo del hecho típico es, como decía
Carrara, “un pedazo o fragmento de hecho descriptivo, que en la figura típica
aparece completo o consumado, indicado por el verbo rector”. Se trata de casos
en los que el agente no ejecuta completamente el hecho descrito en la norma
original o figura típica, pero aquello que realiza alcanza a cumplir el mínimo de
cantidad merecedor del reproche. La figura típica sólo castiga la realización
completa o consumada de este hecho, sin la figura amplificadora de la tentativa el
reproche y la punición del hecho serían imposibles, por atípica.

¿Cuándo empieza la tentativa? Carrara decía que la tentativa comienza cuando se


realizan actos unívocamente dirigidos a producir un cierto resultado, ya que
cuando estos actos son equívocos no son sino actos preparatorios. Recordemos
que un acto es unívoco cuando no cabe duda alguna de que se dirige a causar
determinado resultado punible.

CLASIFICACIÓN DE LA TENTATIVA
"No obstante las pretensiones del legislador encaminadas a regular en una sola
fórmula los problemas atinentes a la tentativa, buscando con ellos evitar las
frecuentes distinciones doctrinarias en este ámbito, es necesario hacer
consideración de las diversas especies de tentativa, no sólo porque la ley las
supone, sino porque ellas se presentan en la realidad y por tanto debe precisarse
su alcance teórico: La tentativa puede ser simple, frustrada, desistida e idónea.

A) TENTATIVA SIMPLE. La tentativa simple se presenta cuando la ejecución de la


acción típica se interrumpe en sus comienzos por la irrupción de un factor extraño
al querer del agente que le impide la consumación de la conducta. Algunos
autores la denominan remota, inacabada, incompleta, inconclusa o interrumpida,
ya que la suspensión de los actos encaminados a realizar el tipo penal respectivo
se presenta en el umbral, cuando el autor apenas empieza a poner en marcha el
proceso criminoso en la vida real.

Los ejemplos traídos por la doctrina como tentativa simple son: el hurtador
sorprendido al momento de introducir la mano en el bolsillo de un transeúnte, el
tirador que empieza a disparar sobre la víctima, el médico que, con todo el
instrumental dispuesto, inicia las primeras exploraciones para practicar el aborto a
la embarazada.

B) TENTATIVA FRUSTRADA. Se presenta la tentativa frustrada, acabada,


completa, próxima, conclusa o concluida cuando el agente, a pesar de haber
realizado todo lo que estaba a su alcance, no logra la producción del resultado por
circunstancias ajenas a su voluntad, dichos en otras palabras, cuando se ejecutan
todos aquellos actos considerados indispensables para llevar a cabo el hecho,
pero en el caso concreto si bien lo eran efectivamente conforme al fin propuesto,
factores extraños a la voluntad del autor impiden la producción del resultado.

Mientras que en la tentativa simple el agente apenas se encuentra en el umbral de


la ejecución, en la frustrada realiza todo lo que está a su alcance para la
consecución del resultado, ejemplo de esta última tentativa se da con el ladrón
que huye con la cosa y el policía lo detiene, quien hace seis disparos a su víctima,
pero los médicos le salvan la vida, la mujer que toma la píldora abortiva, pero se le
practica un lavado intestinal.

C) TENTATIVA DESISTIDA. La tentativa desistida existe cuando el agente, a


pesar de haber comenzado la ejecución del hecho o haberlo completado mediante
actos idóneos encaminados a su consumación, de manera voluntaria decide poner
fin a la empresa criminal evitando que el resultado buscado se produzca.
Aclaremos, desistimiento no es arrepentimiento, este último se da cuando el hecho
ya está consumado y sirve como atenuante o eximente punitiva.

En la tentativa simple y frustrada lo decisivo para la no consumación son los


factores extraños a la voluntad del agente, en la tentativa desistida lo determinante
es la propia voluntad del agente. Su efecto es la impunidad del agente por la
conducta realizada hasta ese momento, aunque ello no impide el castigo por el
denominado “delito remanente”. Es un premio otorgado al agente por su proceder,
un reconocimiento a la menor intensidad de la voluntad criminal.

Para que pueda hablarse de tentativa desistida deben reunirse unos requisitos que
se deducen del inciso segundo del artículo 27 del código penal, tales requisitos
son: en primer lugar, es indispensable el abandono de la voluntad delictiva por
parte del agente, esto es, que medie de su parte la decisión de no persistir más en
la realización de la idea criminosa; en segundo lugar, el abandono debe ser
definitivo, no provisional, porque estaríamos en presencia de una postergación de
la idea criminal; en tercer lugar, el abandono debe ser voluntario, esto es de suma
importancia porque el autor puede abandonar el hecho motivado en reacciones
primitivas, en supersticiones, en sentimientos de carácter irracional ajenos
ciertamente a su voluntad y, en cuarto lugar, el desistimiento debe impedir la
consumación.

Si el agente desiste porque cree haber hecho todo lo necesario para la


consumación o porque no puede proseguir (porque huye la mujer a quien iba a
violar) o el medio material utilizado no es suficiente o cuando se cambia de medio
(ya no piensa utilizar veneno sino un revólver) en estos y en otros eventos no se
puede predicar abandono de la voluntad delictiva.
Tampoco es definitivo el desistimiento en el caso del sicario que viendo a la
víctima escoltada decide dejarlo para una mejor oportunidad, o en la mujer que
suspende la ingestión del abortivo para ponerse en manos de un abortador
profesional, o el violador que desiste de su intención hoy, ya que la víctima le dice
que “mañana por las buenas”.

D) TENTATIVA INIDÓNEA. Se llama tentativa inidónea cuando el autor comienza


a ejecutar el hecho, pero este no se consuma en virtud de que los actos no son
idóneos para su logro, sea que ello acontezca por razones fácticas o jurídicas.

También se le denomina tentativa imposible o delito imposible, ya que el hecho


punible no se realiza por idoneidad de la conducta, de los medios utilizados, del
sujeto pasivo o del objeto jurídico. Tal es el caso, traído por los doctrinantes, de
quien dispara contra un cadáver a quien se cree vivo o sobre un hombre protegido
por campo magnético anti-balas (sobre el objeto por razones fácticas); intentar el
apoderamiento de una cosa creyéndola ajena, cuando se cuenta con la
autorización del dueño (por razones jurídicas); tomar aspirina o acudir a los pases
mágicos de un curandero para abortar (sobre los medios, por motivos fácticos);
causar el aborto sobre una joven no embarazada (sujeto por razones fácticas) o
en la tentativa de fuga de quien no está privado jurídicamente de la libertad o de
inducir en error a quien no es empleado oficial (sujeto por razones jurídicas).

ELEMENTOS DE LA TENTATIVA
Los elementos que integra la tentativa serían los siguientes:

a) Resolución delictiva. Debe ser abarcada por el dolo del agente y ello es la
causa de que no haya tentativa en los delitos puramente imprudentes.

b) Ejecución idónea. Debe de haber principiado el hecho de tal modo que su


acción se dirija de modo primario e inmediato a la realización del hecho.
Tal principio de ejecución requiere hechos exteriores dirigidos directamente a
la producción del resultado, lo que diferencia esta figura de sus antecedentes en
el iter criminis. La ejecución puede ser total o parcial, y se entenderá producida
cuando realmente se han llevado a cabo todos los actos necesarios para
la producción del resultado.

c) Falta de producción del resultado delictivo


El Código, al exigir para que exista tentativa, la práctica de todos o parte de los
actos que objetivamente deberían producir el resultado, está suponiendo
la posibilidad objetiva de producción del delito, con lo que quedan excluidos los
supuestos de delito imposible. La nueva definición de la tentativa al exigir
la posibilidad de producción objetiva del resultado, entraña la idoneidad también
objetiva de los medios empleados. Por consiguiente, sólo podrán reconducirse a la
tentativa aquellos casos de tentativa relativamente idónea en los que el
medio empleado era, en principio, idóneo, si bien resultó insuficiente.

Ejemplo: habrá tentativa inacabada de hurto cuando se sorprenda al ladrón


abriendo el cajón donde se encuentra las cosas que desea substraer, y tentativa
acabada o delito frustrado de homicidio cuando el homicida vacía el cargador del
arma sin conseguir el resultado o cuando arroja una bomba y está por un
desperfecto mecánico no estalla.

3. EL DESESTIMIENTO MALOGRADO
Por desistimiento malogrado se entiende aquel en el cual la intención sería del
agente, de evitar el resultado, no tiene éxito: el autor vierte unas gotas de veneno,
suficientes para ocasionar la muerte, en el vaso de agua que la víctima coloca
junto a su lecho para ingerir unas pastillas que calman sus dolores renales;
después de marcharse del lugar arrepentido por la acción que se proponía,
regresa a la casa para botar el agua con el veneno, pero al llegar comprueba que
la víctima había anticipado los hechos y había ingerido el líquido mortal,
falleciendo pocos minutos después. También en estos casos habrá que rechazar
la impunidad por desistimiento, toda vez que el resultado se produjo, faltando una
de las condiciones del requisito objetivo del desistimiento en la tentativa acabada.
Los problemas que pueden suscitarse respecto a la forma de sancionar estos
casos de desistimiento malogrado no han hallado aún solución: cada autor
propone la suya. Uno de los ejemplos que se han aducido es el siguiente: A quiere
envenenar a B, vertiendo en la comida, durante cinco días consecutivos, veneno
en pequeñas dosis, pero al tercer día siente remordimientos y deja de verter el
veneno; sin embargo, la muerte se produce a consecuencia de las dosis ya
tomadas.

4. EL DESISTIMIENTO
ARTÍCULO 76. DESISTIMIENTO DE LA QUERELLA. En cualquier momento
de la actuación y antes de concluir la audiencia preparatoria, el querellante
podrá manifestar verbalmente o por escrito su deseo de no continuar con los
procedimientos.
Si al momento de presentarse la solicitud no se hubiese formulado la
imputación, le corresponde a la Fiscalía verificar que ella sea voluntaria, libre e
informada, antes de proceder a aceptarla y archivar las diligencias.
Si se hubiere formulado la imputación le corresponderá al juez de
conocimiento, luego de escuchar el parecer de la Fiscalía, determinar si acepta
el desistimiento.
En cualquier caso el desistimiento se hará extensivo a todos los autores o
partícipes del delito investigado, y una vez aceptado no admitirá retractación.

EJEMPLO: Carlos Mario López Guerra mayor de edad y vecino de ésta ciudad,
identificado como aparece al pie de mi correspondiente firma, en mi condición de
querellante dentro de la presente actuación, por medio del presente escrito
manifestar a su Despacho que desisto de la querella en referencia, formulada
contra el señor Albeiro Salinas Colorado por el delito de hurto, en razón a que el
sindicado me ha indemnizado en forma total los perjuicios causados con su
accionar.

Fundo el presente desistimiento de acuerdo a lo prescrito en el Código de


Procedimiento Penal.

Sírvase su Despacho aceptar este desistimiento por las razones anotadas,


procediendo conforme lo manda la ley.

5. AUTOR Y PARTICIPE.
Participación es la cooperación dolosa en un delito ajeno, la cual puede
concebirse en dos sentidos: amplio y específico. El primero abarca a todos los que
intervienen en el hecho (autor directo, autor mediato, coautor, instigador y
cómplice). En sentido específico son aquellos que no son autores; es decir,
contraponiéndose a autoría, cuya actividad se encuentra en dependencia en
relación a la del autor.
Ello significa que es necesaria la existencia de un autor respecto del cual se
encuentra en una posición secundaria, por ende, no es posible un partícipe sin un
autor. Todas las conductas de los partícipes deben adecuarse bajo el mismo título
de imputación por el cual responde el autor (unidad de título de imputación o
unidad de calificación jurídica). En consecuencia, la participación no es un
concepto autónomo, sino dependiente del concepto de autor, ya que sólo en base
a éste puede enjuiciarse la conducta del partícipe. En otras palabras, el delito por
el que pueden ser enjuiciados los distintos intervinientes en su realización es el
mismo para todos, pero la responsabilidad del partícipe viene subordinada al
hecho cometido por el autor.
El autor no tiene que ser culpable para que exista participación, pues ella es
personal y puede ser diferente para cada interviniente en el delito; por ello, el autor
puede ser una persona menor de dieciocho años o un incapaz y esto no afecta la
responsabilidad de los participantes. La participación solo es punible si es dolosa,
es decir el partícipe debe conocer y querer participar en el hecho punible,
reconociendo que otra persona es el autor.

A continuación se destacan algunas características:


Convergencia Común:
La voluntad de los sujetos que intervienen en la ejecución de un delito se orienta a
su realización conjunta. Si no hay un acuerdo de voluntades no habrá
participación, sino una conjunción temporal de actos diferenciados.
Accesoriedad:
La actividad del partícipe se encuentra en dependencia respecto de la del autor,
por lo que no constituye un tipo delictivo autónomo, sino un concepto de
referencia, cuya responsabilidad depende de determinados presupuestos del actor
principal. Así, la participación punible presupone que el hecho principal haya
alcanzado, por lo menos, el nivel de la tentativa. El desistimiento de la tentativa no
afecta la punibilidad del partícipe que no haya desistido. Esto es consecuencia del
carácter personal de la excusa absolutoria sobreviviente al desistimiento.

Incomunicabilidad de las circunstancias:


Trata de las circunstancias y cualidades personales que al darse en alguno o
algunos de los participantes en el hecho delictivo no se comunican a los demás,
siendo igual si son permanentes o transitorias, lo que interesa es determinar su
carácter personal. El criterio mayoritario es el de considerar que las calidades
personales del autor que integran lo justo, afectan al partícipe, pues ello se
desprende del principio de la accesoriedad limitada, mientras que las que hacen a
la culpabilidad, a la peligrosidad y a la punibilidad son eminentemente
individuales.

6. Clases de autor y participe


Los participantes no tienen el dominio del hecho, su intervención se da en un
hecho ajeno. En otras palabras, para que exista participación, debe constatarse
previamente el hecho principal de un autor al que relacionar el hecho accesorio del
participe, La participación no es autónoma sino dependiente del hecho del autor.
El autor no tiene que ser culpable para que exista participación, pues ella es
personal y puede ser diferente para cada interviniente en el delito, por ello, el autor
puede ser un menor de edad o un enfermo mental y esto no afecta la
responsabilidad de los participantes.
La participación solo es punible si es dolosa, es decir el participe debe conocer y
querer participar en el hecho punible, reconociendo que otra persona es el autor.
Existen distintas clases de participación:
 Instigador o inductor.
 Cómplice necesario.
 Cómplice no necesario.
De este modo la participación en sentido estricto solo comprende a la instigación y
la complicidad. Se presenta además como la colaboración dolosa en un delito
ajeno, por lo que no es admisible una participación culposa en un delito doloso, ni
una participación dolosa en un delito culposo. La dependencia de la participación
del hecho principal obedece a una necesidad conceptual, pues no se puede hablar
de participación sin referirse al mismo tiempo a aquellos en lo que se participa,
incluso, si un participe ha prestado completamente su contribución, solo hay una
tentativa para el si el acontecimiento delictivo ha llegado en su conjunto hasta la
tentativa.

CLASES:
Autoría Directa:
También llamada teoría inmediata ya que se compara con la mediata. Esta es
aquel que realiza personalmente el delito, es decir, el que de un modo directo y
personal realiza el hecho. Lógicamente este concepto se encuentra implícito en la
descripción que el sujeto activo se hace en cada tipo delictivo de la parte especial,
pero también puede incluirse aquí. Casi siempre. Lo que forman parte directa en la
ejecución del hecho, ya que ello implica una realización directa del delito.
Es autor directo el que realiza por si el hecho punible, vale decir, aquel cuya
acción se le va a imputar por referirse a la realización directa de los elementos
objetivos y subjetivos del tipo. La conformación del hecho mediante la voluntad de
ejecución que dirige en forma planificada es lo que transforma al autor en señor
del hecho. Por esta razón, la voluntad final de realización es el momento general
del dominio sobre el hecho.
Autoría Mediata: La autoría mediata es aquella en la que el autor no llega a la
realzar directa ni personalmente el delito. El autor en esta hipótesis se sirve de
otra persona, generalmente, no responsable penalmente, quien al final, realiza el
hecho típico. Lo que busca la ley es un fundamento que permita reprimir al autor
real del delito, mas no a su instrumento. El criterio rector es el dominio del hecho,
ya aludido, pues, no cabe duda que autor mediato (el hombre de atrás) es quien
posee todo e dominio de la realización del delito.
En otras palabras, existe autoría mediata cuando el autor, en la realización de la
acción típica, se sirve de otra persona, que utiliza como instrumentos; e s un caso
de verdadera autoría, donde el agente realiza el injusto típico como propio, esta se
basa en el dominio de la voluntad, ejemplo: el hipnotizador que obliga al
hipnotizado a cometer un delito, o el que fuerza a otro con violencia o con engaño
a suscribir un documento falso, realiza directamente el delito y dominan su acción.
Los casos de autoría mediata son:
a. Rasgo fundamental de la autoría mediata reside en que el autor no realiza
personalmente la acción ejecutiva, sino mediante otro instrumento.
b. Instrumento que obra sin dolo.
a. Instrumento que obra coaccionado; del que obra coaccionado no ofrece
respuestas unánimes. El que obra coaccionado lo hace, sin duda, con dolo;
coactus voluit.
b. Instrumento que carece de capacidad para motivarse de acuerdo a la
norma. Aquí debemos distinguir dos supuesto: primero que el instrumento
actué en estado de incapacidad de culpabilidad; segundo que el
instrumento obre en error de prohibición.
c. Instrumento no calificado en los delitos especiales y el que obra sin
elemento subjetivo de la autoría. En los delitos especiales solo puede ser
autor un sujeto que tenga la calificación de autor exigida para el delito.
d. Instrumento que no obra típicamente.
e. Instrumento que obra de acuerdo a derecho. El caso se presenta con toda
claridad en los supuestos de estafa procesal.
f. Instrumento que obra dentro de un aparato de poder.

7. CONCURSO DE DELITOS Y CLASES


Cuando hablamos de concurso debemos referirnos al artículo 31 de nuestro
ordenamiento penal, el cual manifiesta “El que con una sola acción u omisión o
con varias acciones u omisiones infrinja varias disposiciones de la ley penal o
varias veces la misma disposición…” En pocas palabras es la acción u omisión de
una o varias conductas punibles teniendo en cuenta algunas circunstancias de
tiempo y la naturaleza del tipo penal, para entender los diferentes tipos de
concursos los vamos a estudiar de la siguiente manera:
Hay dos tipos de concurso: Formal o Ideal y Real o Material
Concurso Formal o Ideal: es cuando con un solo comportamiento, se logra
adecuar en dos o más tipos penales.
Por ejemplo: el padre que accede carnal y violentamente a su hija está realizando
un solo comportamiento el acceso carnal violento, pero esta a su vez encajando
su conducta en otro tipo penal que es el incesto.
Concurso Real o Material: el individuo con varios comportamientos de acción u
omisión con finalidades diferentes produce violaciones a la ley penal, es decir
pluralidad de acciones y pluralidad de delitos.
Según la clasificación anterior y la normatividad del artículo 31 del Código Penal
podemos entonces encontrarnos diferentes concursos según la naturaleza del tipo
penal y el tiempo de la conducta.
Según la Naturaleza pueden ser:
 Homogéneo: infringe un tipo penal
 Heterogéneo: infringe varias disposiciones de la ley penal
Según el Tiempo:
 Sucesivo: varias acciones en momentos diferentes
 Simultaneo: una acción u omisión en un solo momento
Por consiguiente, encontramos:
Concurso heterogéneo simultáneo: conocido como concurso ideal, se presenta
cuando una misma conducta (acción u omisión) se adecua o se presentan varios
tipos penales, sin que estos se excluyan entre sí, entonces debe haber un mismo
sujeto activo y múltiple desvalor frente a la norma.
Ejemplo: El padre que accede carnalmente a su hija, con una acción (acceso
carnal) está afectando varios tipos penales (acceso carnal violento e incesto).
Concurso Heterogéneo Sucesivo: se da cuando varias conductas se adecuan a
varios tipos penales en momento diferentes.
Ejemplo: una persona comete un hurto en la mañana, en la tarde genera lesiones
personales y al día siguiente comete homicidio.
Concurso Homogéneo simultáneo: se presenta cuando con una sola acción se
adecúa varias veces al mismo tipo penal, sin excluirse entre sí.
Ejemplo: la persona que pone un artefacto explosivo en un centro comercial, con
solo una acción (poner la bomba) mata a varias personas (mismo tipo penal:
homicidio)
Concurso homogéneo Sucesivo: El que con varias omisiones u omisiones infringe
varias veces la misma disposición penal.
Ejemplo: cuando una persona realiza acceso carnal violento en varias ocasiones
sobre diferentes personas.
BIBLIOGRAFIA

Teoría del delito y penal colombiano, cuarta edición Fernando Velásquez V.


Derecho Penal, parte general fundamentos y teoría de la imputación, segunda
edición, Gunter jakobs.
http://leyes.co/codigo_de_procedimiento_penal/76.htm
https://enfoquejuridico.org/2015/03/06/la-autoria-y-la-participacion/

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