En el barrio “Las Mercedes”, Vivían dos hermanitas
Pascualita y Juanito, niños que habían quedado huérfanos de padre y madre a muy temprana edad, por lo que tuvieron que hacerle frente a la vida, trabajando y ayudándose uno al otro.
Pascualita era la mayor, empezó a lavar ropa a gente
ricachona, oficio que aprendió de su madre, Juanito se dedicó a vender dulces en su canasta.
Estos niños se iban muy temprano al Río Tumbes, a un
lugar denominado “el codo”, sitio que era muy concurrido por personas que llegaban a lavar ropa y a bañarse.
Aquel lugar era una cueva donde el rio formaba un codo
desviando su curso, allí se encontraba una peña grande a manera de mesa, muy apropiada para sentarse a descansar o a lavar ropa.
En dicho lugar Pascualita lavaba la ropa ajena y la dejaba
secar sobre unas peñas pequeñas que rodeaban este “codo”; por otra parte Juanito también se apresuraba a vender sus ricos dulces a la gente que concurría a bañarse en las frescas aguas del río.
Pero un día, en el atardecer cuando estaba
oscureciendo pascualita por el apuro de lavar y terminar se le escapa de las manos una prenda de vestir y el afán de darle alcance se lanza a las profundidades del rio ,pero todo fue inútil y lo único que logra es desaparecer entre las aguas; Juanito viendo que no sale su hermanita, también se lanza al rio, surgiendo y resurgiendo una y otra vez sin poder encontrarla, así mismo los presentes y lugareños acuden a la búsqueda de pascualita sin lograr encontrarla, pero Juanito no se da por vencido y aun solo sigue en la búsqueda día y noche.
El niño recuerda que su madre le contaba que en ese
lugar había un encanto que lo cuidaba un lagarto dorado y que toda persona que se sumergía allí quedaba encantada.
Juanito no se aleja del lugar, y una y otra zambullida, a lo
más profundo y observa una cueva que se encontraba cerrada con una peña grande, atravesada por una lanza de oro y tenía como guardián a un lagarto dorado que al abrir su hocico lanzaba fuego, Juanito se asustó mucho al ver a este lagarto y sale a la superficie para respirar muy profundo y volver al agua, pero tan grande fue su sorpresa que vio a Pascualita con vida en el interior de la cueva y otras personas cautivas de este lagarto dorado. En el interior de la cueva era dorado y allí había varios objetos de oro, entonces Juanito sale de las aguas al comprobar que su hermanita aún estaba viva por lo que opta por ir a su casa y descansar esa noche y pensar como vencer al feroz lagarto.
Al día siguiente muy temprano se encamina al rio llevando
un cuchillo de plata que le dejaron sus padres como única defensa, se lanza a la profundidad y llega hasta donde se encontraba el feroz lagarto dorado y se entabla una lucha a muerte entre ambos hasta que Juanito logra meter el cuchillo en el cuello del animal lanzando este, un intenso grito de dolor. Momento oportuno que aprovecha Pascualita para ayudar a su hermanito, logra también introducirle la lanza de oro que estaba en la entrada, cae desplomado y muerto el temible lagarto; en ese instante ayudan a los demás cautivos para que salgan de ese lugar y también saca algunos objetos de oro que habían dentro de la cueva. Es así como estos hermanitos se vuelven a unir y con lo que obtuvieron en la cueva lograron vivir el resto de su vida sin dificultades económicas.