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Recordando la importancia de la granulometría

En el campo de la ingeniería, la granulometría es indispensable a la hora de clasificar materiales de


construcción, pues como sabemos, cada una debe realizarse con el tipo adecuado. Recordando que la
granulometría es un instrumento que tiene que ver con la distribución de los diversos tamaños de las
partículas que componen un suelo, su principal herramienta de trabajo se conoce como malla o tamiz. El
método de medición más sencillo y popular consiste en hacer pasar las partículas por un complejo de
mallas con entramado de distintas anchuras, una especie de coladores que sirven como filtros, lo conocido
como columna de tamices.Por una parte, la escuela alemana se vale de una plancha metálica agujereada,
en tanto que la norteamericana diseña sus mallas con hilos de metal distribuidos a manera de cuadrícula.
Ninguna de las dos es superior a la otra, así como tampoco ninguna es infalible. Los orificios circulares
aplicados en la malla de la variante alemana ofrecen la ventaja de la semejanza en su forma con la de las
partículas del suelo, a diferencia de los orificios cuadrados de su contraparte. Sin embargo, ésta resulta
más conveniente en otros casos, porque precisamente esta condición reduce al mínimo la retención de
materiales. Toda persona dedicada a la ingeniería civil conoce a la
perfección ambas normas, cuidando no mezclarlas jamás.

Para el agregado fino, la granulometría más conveniente depende del tipo de trabajo a realizar, la riqueza
de la mezcla y el tamaño máximo del agregado grueso. Cuando se trata de mezclas más pobres o en caso
de usar agregados gruesos de tamaño reducido, lo más conveniente para una óptima trabajabilidad es
recurrir a la granulometría que más se acerque al porcentaje máximo que pasa por cada criba, y en el caso
de mezclas ricas, la granulometría gruesa es más recomendable. Así, entre más uniforme sea, la economía
de materiales será mucho mayor.Cuando se buscan mediciones más exactas, se puede hacer uso de
granulómetros láser, así como rayos gamma, que determinan con máxima precisión el tamaño de las
partículas. Por otra parte, la granoselección o sorting hace referencia a la medida de semejanza del tamaño
de las partículas o clastos de un sedimento. Gracias a esto, sabemos que un material mal seleccionado o
heterogéneo tiene partículas de medidas diversas, y el bien seleccionado es aquel donde el tamaño de los
clastos es uniforme.

La granoselección a menudo se usa como sinónimo de la granoclasificación o graded bedding, aunque no


necesariamente sean lo mismo, puesto que ésta última tiene que ver con la distribución o variación del
tamaño de los clastos dentro de una capa o estrato, pudiendo ser creciente o negativa, o decreciente o
positiva. De este modo, cuando una sucesión de estratos (desde los más antiguos a los más recientes) revela
un incremento en la media de los clastos que conforman cada capa, se dice que se trata de una secuencia
granocreciente, o granodecreciente si es a la inversa.

Desde la perspectiva de la mecánica de suelos, se dice que un material está bien graduado cuando posee
la cualidad de heterogéneo y sus propiedades mecánicas dan mayor calidad.
Si se parte del concepto de tamiz como filtro, podemos describir una amplísima cantidad
de utilidades para este elemento. Por inicio, partimos de los tamices llamados analíticos,
son especiales para las demandas de la granulometría, o sea, de la aplicación de tamices
a mediciones milimétricas de tipo industrial.

Se usan estos tamices en los casos de medir y tamizar arenas de fundición, detergentes en
polvo, café, minerales, compuestos químicos, carbón, materiales de construcción y relleno,
harinas, semillas, metales en polvo, fertilizantes artificiales, suelos.

Estos tamices están construidos en una sola pieza,


estos tamices, a modo de base de cilindro cortado, se diseñan con un tejido sin ranuras para
evitar la acumulación de suciedad en los puntos de cruce ( sin soldaduras, sin residuos). Estos
tamices reflejan los condicionamientos de normas ISO con un proceso de fabricación de alto
rendimiento, tienen alta resistencia a la corrosión, y son fáciles de limpiar pues son de acero
inoxidable hiperaleado. Dada la aplicación de estos tamices antes de su salida a mercado, son
ampliamente probados, medidos ópticamente y expedidos con certificado de calibración.
Similares a estos tamices son los utilizados en el tamizado de aguas.

Desde lo que podríamos llamar la industria digital, los tamices son una herramienta que
permite facilitar la búsqueda de información en lo que tiene que ver con productos,
insumos, servicios y actividades en general en lo que por ejemplo, la industria se refiere
pues existen portales de Internet que son verdaderos tamices a la hora de buscar
información. Se conocen también como tamices clasificadores de información, aquellos filtros
de spam que las páginas de Internet tienen activados. Tamices a la hora de encontrar virus,
sean informáticos o bromatológicos, y tamices también para el pensamiento, a la hora de no
dejar pasar pensamientos oscuros y negativos podrían incluso denominarse a algunas técnicas
de meditación oriental que propician un bienestar a partir de lograr una benéfica armonía
entre el pensamiento y el cuerpo.

Tamices para el tratamiento de agua


Los tamices aquí utilizados, en lo que se denomina proceso de desbaste para el
pretratamiento de aguas, proceden a eliminar los sólidos grandes y disueltos en agua. En
este caso los tamices de forma cilíndrica también, están insertos a modo de rodillo en la
terminal de una parrilla de dimensiones variables según las necesidades, y por la que desciende
el agua. También podemos describir los tamices para aire, con especial aplicación en máquinas
extrusoras, pigmentadotas, vibradoras, cernidoras. Estos tamices permiten el paso del aire
limpio y exento de vapores de aceite y agua. Fabricados en cualquier forma y tamaño, estos
tamices actúan mediante un filtro o malla de acero inoxidable y se colocan dentro de la
máquina para limpiar el paso de fluidos, polvos y
líquidos. Respecto de los denominados tamices electrónicos, que a los mismos efectos que los
anteriores, se utilizan para tamizar en distintos procesos, están indicados en ensayos de
pequeñas muestras, de tipo seco y por vía húmeda, son programables y tienen un sistema de
fijación por distintas capas de tamices, para distintos tipos de polvo: grueso, fino y muy fino.
Este tipo de tamices es el solicitado en tareas de laboratorio, principalmente.

Tamices moleculares

Siguiendo con tamices en lo que a instrumentación


científica se refiere existen otros tamices específicamente de laboratorio que sirven para
testear líquidos y soluciones diversas. Son los llamados ABS, certificados con normas ISO,
y pueden fabricarse, tanto en acero inoxidable como en bronce. En lo que particularmente
tiene que ver con la química física molecular, existen tamices que participan en el proceso de
adsorción, son tamices moleculares.

El proceso de adsorción es uno de los procesos determinados para el proceso de endulzamiento


del gas amargo, a través de estos tamices moleculares se extrae del gas lo que es el metil
mercaptano y el etil, este proceso se incluye dentro de lo que se denomina separación de
gases nobles por trampas frías o tamices moleculares, donde el carbón activado es el principal
agente para eliminar las impurezas. La licuación de aire también a través de tamices
moleculares, tiene específicamente aplicación por ejemplo, en la creación de la atmósfera
artificial para buzos, para el tratamiento de enfermos asmáticos, en investigaciones de
criogenia, en la utilización de fluidos refrigerantes para reactores nucleares, en conseguir el
gas para los globos sondas y todo tipo de dispositivo aeronáutico que lo requiera, etcétera.

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