La producción, uso y liberación de sustancias químicas de carácter peligroso tiene
innumerables efectos sobre la salud humana. En el ámbito ocupacional, las enfermedades generadas por agentes químicos son más acusadas, ya que la exposición es prolongada, continua, intensa y directa en el puesto de trabajo. El cáncer es una enfermedad crónica que se desarrolla gradualmente durante un prolongado período, y que da lugar a manifestaciones clínicas varios años después de la exposición inicial al agente cancerígeno. Los carcinógenos químicos son un tipo especial de agentes tóxicos con un efecto adverso definido y especifico, la producción de cáncer ya sea en animales o en humanos. Estos carcinógenos tiene tres características: 1. Su efecto biológico es persistente, aditivo y retardado 2. El fraccionamiento de la dosis es más efectivo que una dosis única y mayor 3. Interfieren con elementos genéticos t otras macromoléculas de forma distinta De acuerdo con su mecanismo de acción podemos clasificarlo en: 1. Genotoxico: Incluye la mayoría de los carcinógenos orgánicos «clásicos», y pueden subdividirse en función de que sean activos en su forma original o requieran activación metabólica. La biotransformación que sufren las sustancias cancerígenas juega un papel determinante en su toxicidad.
2. Epigeneticos
a. Promotores. Estos agentes, en determinadas circunstancias, aumentan la
incidencia de tumores con respecto a la tasa espontánea porque facilitan la expansión clonal de células neoplásicas inactivas (mutadas). Ejemplos de esta clase son los ésteres de forbol y los hidrocarburos clorados. b. Citotóxicos. Los agentes que producen citotoxicidad y muerte celular pueden inducir una proliferación compensatoria capaz de dar lugar a cáncer por este mecanismo. El ejemplo más típico es el ácido nitrilotriacético. c. Hormonales. d. Inmunosupresores. Entre ellos se encuentran algunos fármacos que pueden alterar la síntesis del ADN o incluso incorporarse a éste. Patogenia del cáncer • La fase de iniciación: consiste en la alteración del ADN (mutación) de una célula normal, lo cual constituye un cambio irreversible. La célula iniciada es capaz de crecer de forma autónoma e individual; sin embargo, en este momento no se distingue de otras células similares en el mismo tejido. Ocurre tras la exposición a un agente cancerígeno, aunque en algunos casos puede tratarse de un defecto genético adquirido. La célula iniciada puede permanecer quiescente durante meses o años. • La fase de promoción/conversión: determinados agentes (promotores) facilitan y permiten el crecimiento de las células iniciadas. Los promotores facilitan la expresión del ADN mutado, de manera que la célula iniciada prolifera y progresa a lo largo del proceso cancerígeno. En este estadio el clon de células proliferantes constituye lo que podría denominarse un tumor benigno. • La progresión: en la que una proporción de células del tumor benigno se transforma en formas malignas, lo que constituye el desarrollo de un verdadero cáncer. En este estadio final grupos de células individuales pueden liberarse y desprenderse de manera que aparecen nuevos clones celulares en sitios lejanos, fenómeno conocido como metástasis. Clases de genes reguladores Prontoencogenes: son genes normales que codifican la síntesis de proteínas reguladoras y factores de crecimiento necesarios para el crecimiento y diferenciación celular normal. Son sustancias químicas, pueden dar lugar a mutaciones de ADN de los protooncogenes, activándolos a oncogenes. Genes supresores tumorales: están presentes en las células normales y su función es neutralizar los oncogenes y proteínas anómalas codificadas por ellos. Impiden que una célula con ADN dañado prolifere y entre en un crecimiento incontrolado. Si un gen supresor tumoral es inactivado (habitualmente por una mutación), pierde el control sobre el oncogén y sobre la célula transformada, la cual puede crecer sin restricciones a partir de ese momento. La IARC suele publicar periódicamente monografías en las que evalúa el riesgo cancerígeno de diversos agentes, entre ellos sustancias químicas, grupos de sustancias o exposiciones complejas. Como conclusión de cada monografía, se clasifican las sustancias según el grado de evidencia existente respecto a su actividad cancerígena. GRUPOS DE SUSTANCIAS DE LA IARC La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) y la Comunidad Económica Europea (CEE) se dedican a elaborar listas de sustancias cancerígenas, mutágenas y teratógenas. IARC Es un organismo de la Organización Mundial de la Salud que clasifica las sustancias en tres grandes grupos:
Grupo 1: procesos industriales, compuestos químicos o grupos de los mismos que
son cancerígenos para el hombre. Grupo 2: productos clasificados como probables carcinógenos para el hombre. Este grupo se subdivide en dos: 1. 2A alta probabilidad cancerígena 2. 2B baja probabilidad cancerígena Grupo 3: productos que no pueden considerarse cancerígenos para el hombre. El Real Decreto regula la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos durante el trabajo. Establece las disposiciones específicas mínimas que deben aplicarse en aquellas actividades donde existan trabajadores expuestos a agentes cancerígenos, son perjuicio de las disposiciones específicas relativas a la prohibición de determinados agentes o actividades cancerígenas y a la protección sanitaria contra las radiaciones ionizantes. La protección de los trabajadores contra los riesgos derivados de la exposición al amianto y cloruro de vinilo está regulada por normativas específicas. En cualquier caso, a los trabajadores se les aplicaran las disposiciones que les sean más favorables. El Real Decreto presta atención especial a la formación e información de los trabajadores especialmente sobre: 1. Riesgos potenciales para la salud. 2. Precauciones para prevenir la exposición. 3. Disposiciones en materia de higiene personal. 4. Utilización de ropa de protección y equipos de protección individual (EPI) adecuados. 5. Medidas a instaurar en caso de incidentes y su prevención. Tanto la lista de trabajadores como los historiales deberán conservarse durante 40 años después de terminada la exposición. Cada trabajador tiene derecho a acceder tanto a su propia documentación individual como a la información colectiva anónima. En caso de que las autoridades laborales o sanitarias lo soliciten, el empresario deberá remitirles información relativa a evaluaciones de riesgo, actividades y procedimientos industriales, cantidades de agentes cancerígenos empleadas o producidas, número de trabajadores expuestos, medidas de prevención adoptadas y tipos de equipos de protección utilizados. También tienen la obligación de comunicar a las autoridades laborales todo caso de cáncer que aparezca en algún trabajador como resultado de la exposición ocupacional a agentes cancerígenos. El Real decreto 363/1995 y el Reglamento 1272/2008 identifican las sustancias cancerígenas y mutagenas con las siguientes frases R o H:
R45 o H350 Puede causar cáncer
R46 o H340 Puede causar alteraciones genéticas hereditarias R49 o H350i Puede causar cáncer por inhalación R40 o H351 Posibles efectos cancerígenos R68 o H341 Posibilidad de efectos irreversibles
Medidas de prevención Medidas de higiene personal y protección individual
Prohibir comer, beber o fumar en las zonas de trabajo.
Proveer a los trabajadores de ropa de protección adecuada. Guardar la ropa de trabajo separada de la de vestir. Disponer de un lugar adecuado donde almacenar los EPI, así como verificar su limpieza y buen funcionamiento. Disponer de 10min de aseo personal antes de la comida y otros 10min antes de abandonar el trabajo en aseos adecuados. Lavar y descontaminar la ropa de trabajo a cargo del empresario (nunca llevarla a casa). Exposiciones accidentales El empresario tiene la obligación de informar a los trabajadores de aquellos accidentes o situaciones imprevistas que supongan una exposición anormal a agentes cancerígenos. Mientras tanto, tiene que adoptar las medidas necesarias para que sólo entren en la zona afectada los trabajadores indispensables encargados de las reparaciones: 1.- Garantizar que la exposición no sea permanente. 2.- Suministrar a los trabajadores afectados ropa y EPI adecuados. 3.- Impedir que entren en la zona afectada trabajadores sin la protección adecuada. Vigilancia de Salud El médico deberá estar familiarizado con las condiciones de exposición de cada uno de los trabajadores. El control médico, de conformidad con los principios de la medicina del trabajo, incluirá las siguientes medidas: 1.- Registro de los antecedentes médicos y profesionales de cada trabajador. 2.- Entrevista personal. 3- Control biológico y detección de los efectos precoces y reversibles. 4.- Queda abierta la posibilidad de realizar otras pruebas en función del avance de los conocimientos en el campo de la medicina del trabajo. Bibliografia: Tratado de medicina del trabajo, Fernando Gil Hernández, Págs. 797-807, vol 2.