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Alquimia Integral

La enseñanza de la Alquimia Integral se apoya en la tarea de integrar la consciencia y


llevar la mente al conocimiento y manejo del estado místico de la existencia, el
involucramiento a la zona de las fuerzas de rango superior. Se trata de la zona que
suelen relacionar con el concepto del manejo, el desarrollo de la espiritualidad, pero
que excluye el estado de flotación de la consciencia.
La Alquimia Integral explica tanto la naturaleza emocional, como la temporal con el fin
de no caer rehén de la formación falsa del Camino. Al mismo tiempo, la naturaleza de
la excitación que determina la emocionalidad, se conserva para obtener la capacidad de
absorber la energía, dado que además de la vida mental de las acciones o la acción en sí
misma, la mente posee naturaleza física de las acciones que no debe ser sacada,
quitada del proceso de mentalidad, llevando al estado del éxtasis incontrolado
religioso, donde se altera la naturaleza del crecimiento y, lo más importante, la
absorción.
Para que la consciencia empiece a transformarse, primero debe ser conocida. Para la
Alquimia Integral se excluye el concepto de la fuerza invisible, dado que cada uno de
los integrales que están en la base de la Alquimia, son táctiles. Todo consiste en la
posibilidad y la capacidad de sumergirse y para hacer esto se necesita la comprensión
de la naturaleza de la Iluminación de la luz y la Alimentación con luz. Aquí es
importante la física del equilibrio de la consciencia, pero para hacer esto, se debe
transformar la realidad externa. Sin embargo, la realidad externa es condicional, si no
se ha comprendido su equivalencia semántica. Por eso, la enseñanza se debe
desarrollar en todos los campos, incluyendo el biológico. Y la fe debe ser la base
fisiológica.

La filosofía de la enseñanza es el Arte del manejo por la consciencia humana, su


transformación conforme a las características energéticas del espacio, basadas en el
ritmo y las vibraciones con los que debemos correlacionar también los estados
psicológicos, espirituales, provenientes del concepto de la vivencia provocada por todo
que nos alimenta, a lo que podemos referir los alimentos que podemos absorber al
máximo (por ejemplo, la respiración).
La Alquimia Integral no enseña tanto a penetrar en la esencia, sino que también su
inducción y transformación. Sin este conocimiento, todo se reducirá a la subjetividad
de experiencia sensorial. Es inútil superar las acciones del mundo material. Los logros
parciales llevarán a la nada en este Camino. Es importante integrarnos a él y mejorarlo
y no ponernos en las leyes de la negación.

Campo Integral
El Campo Integral es campo condicional que es matriz para todos los procesos
energéticos del espacio con los que el ser humano puede entrar en interacción. Es
modelo que explica todas las condiciones del cambio, que pueden ser conocidas tanto
desde la posición de la síntesis, como también de la transformación, basado en los
procesos físico-químicos y capaz de ser explicado según las características matemático-
geométricas.
El Campo Integral está descrito por nueve condiciones de vida de nuestro espacio, proviniendo de
la figura perfecta que puede existir en el espacio tridimensional, la esfera.

Para comprender el Campo Integral, uno debe aceptarlo como modelo, mandala, con el
fin de conocerlo como sistema operativo compuesto de nueve procesos. Al mismo
tiempo, por sí mismo, el Campo Integral no significa nada sin la aceptación de que
existe. Es el plan del espacio y el plan para el manejo de las acciones. Al no tener plan
de la cognición, nuestra consciencia se equivocará en las condiciones de lo objetivo y lo
subjetivo. Y aquí problema incluso no consiste en la negación de algo, sino que en la
negación de analizar la negación misma. Para que la experiencia sea determinada, debe
generarse en el Campo indicado. Luego, la cuestión consiste en qué Campo la
determina y cómo.
Lo más peligroso es echarse a responder a esta pregunta que obligatoriamente llevará a
la negación, dado que uno debe saber además mantenerla en el tiempo en el que va
conociéndola. ¿De qué nos sirve la determinación de Platón de la figura más perfecta,
cuando sus explicaciones están equidistantes del centro? Pero la forma es plan, la
forma redonda es el plan perfecto, puesto que dentro caben matemática, física y
químicamente todas las leyes. Las mismas leyes que no pueden ser colocadas dentro,
deberían pertenecer a otro plan, digamos, al cubo o el cuadrado, si las consideramos
temporalmente, linealmente.
Es decir, podemos considerar una misma cosa desde diferentes ángulos, pero esto no
debe ser declaración, sino que conocimiento del esfuerzo de las cualidades del plan.
Luego todo es combinación. Un círculo descrito, que es esfuerzo, está determinado por
leyes, lo que lo convierte en expresión del Campo Integral (en general) y de la
Integralidad (en particular). O sea, Campo que posee todas las leyes del Campo
general, pero con predominio de uno de sus nueve esfuerzos.
Este Campo debe poseer determinada masa, que nos permitirá hacer la diferencia
entre estado temporal del espacial, igual que el interno del externo. Son personas
aisladas las capaces de ver la diferencia entre su exterior e interior. El sistema debe ser
captado, por eso aquí hablamos de los Campos. El acto de conocer,
independientemente de su complejidad, debe ser percibido con simplicidad. Y con ese
fin, a aquello que se está conociendo, se le asigna un Campo. Sólo algo simple se puede
convertir en algo complejo, de lo contrario lo complejo llegará a ser innecesario si está
fuera del Campo del conocimiento.
No importa hasta qué grado hemos aumentado la esfera, si no la hemos conocido. El
aumento es cierta dinámica que ya es cuestión del ritmo. Y usando a nuestra
individualidad, debemos ir conociendo fuera de ella. No necesitamos expandir los
límites de nuestro ”yo”, sino que transformarlos. Por eso debemos introducir ley del
conocimiento.
La ley del conocimiento es la ley del número y está bajo el dominio del Cuarto Campo
Integral que ha determinado el número. El Cuarto Campo Integral representa la ley del
número, debido a que empezamos por esta Campo. Podemos considerar
condicionalmente a cada Campo en forma independiente y entonces esto será etapa.
Igual que la vida: una etapa caracterizada por el concepto “vida”, al mismo tiempo en
cualquier tipo de definiciones, donde interactuamos con aquello que está a nuestro
alrededor, que a nuestro parecer, nos pertenece. Al mismo tiempo estamos en nuestro
aislamiento esférico.
El hecho de que hemos reconocido el universo, no cambiará nada. Cuando la idea se
construye sobre la fe, tomamos uno de los planos de existencia. Pero la fe debe
dejarnos percibirla realmente y entonces iremos a otro plano diferente aceptando otros
conceptos y juicios. Pero en el primer caso estamos limitados por un producto de
conocimiento y en el segundo, por otro diferente. Al mismo tiempo, cuánto más nos
profundizamos, tanto más vemos las limitaciones. Y si la “persona que no va
conociendo” tiene claro el sentido de su existencia (puesto que se apoya en necesidades
fisiológicas), pues la que conoce, no lo tiene (dado que descubre necesidades
mentales).
Precisamente la comprensión del recurso de las limitaciones está en las leyes del
conocimiento del Cuarto Campo Integral, donde ¡no es importante qué contiene uno,
sino que qué es lo él mismo pone dentro! Los indicadores temporales relieven el hecho
de la vida, pero nunca la explican. Aun apoyándonos en la comprensión familiar, no
tomamos en cuenta la naturaleza del pasado, dado que se le imponen limitaciones
temporales.
En general, la comprensión del Campo Integral debe iniciarse con la comprensión del
Cuarto Campo Integral, cuando tenemos la cosa en sí. Es decir, la condición básica es
tener cosa en sí. Y la gente en la antigüedad lo ha determinado como los cuatro
Elementos. Se trata de la condición básica para la transformación mutua, donde la
Tierra, el Agua, el Aire y el Fuego, no pueden existir uno sin el otro. Por ejemplo en el
cuerpo humano, los huesos, la sangre, los tendones y la piel no pueden existir uno sin
el otro. En su naturaleza, el ser humano está creado según la ley del cubo. Y esto es el
indicador temporal. Pero le falta el quinto elemento y además debe ir al Quinto Campo.
El Quinto Campo Integral presupone la presencia del Centro. Debemos además
aprender a permanecer en el centro a cuyo alrededor se construyen todos los procesos.
Por eso si queremos conocer el Campo Integral, debemos comprender las leyes de su
formación parcial. Si no queremos, entonces solo permaneceremos a uno de ellos,
como algo abstracto, unidad dependiente de este Campo. Y digamos lo que digamos, si
no comprendemos en sí las leyes del Cuarto Campo Integral, no nos hemos sacado de
nuestro cerramiento individual.
Podemos hablar de las nueve esferas concéntricas de nuestro espacio: Sol, Luna, la
Tierra, Saturno, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus, Plutón, pero no los entenderemos
sin el centro, que es la Tierra. Es posible conocer la naturaleza que está más allá de los
límites de la consciencia, sólo al haber conocido qué es esta consciencia. Para saber qué
está fuera de nosotros, debemos comprender qué está dentro. Todo dentro de nosotros
está en rotación, igual que los cuerpos celestes están en rotación. Es necesario
comprender el plan de la rotación, de lo contrario todo será consecuencia de causas
desconocidas. Por supuesto, con el paso del tiempo hemos aprendido a esperar o
apresurarnos, que nos da la posibilidad de vivir no ahora, lo que significa que no
conoceremos a este “ahora”. Al no conocer la causa, no podremos conocer la acción. No
son importantes los dos puntos que definen el radio de la esfera, sino que el esfuerzo,
que en momento lleva el conocimiento de la esfera a la forma integral. Consideramos
todas las esferas y externamente todas son iguales. Como lo es igual todo el mundo,
pero incluso en su percepción emocional se distingue.
Por lo tanto es importante conocer el esfuerzo. Éste tiene número. Y esto ya es plan,
plan del Campo Integral, donde cada salida separada está llena de oportunidades. No
tenemos presente distancia corta, pero tampoco tenemos la infinidad. Para el
conocimiento, la infinidad es peligrosa. Es como una locura, es infinidad para la
consciencia y finalidad en el conocimiento. Es importante conocer el conjunto. De lo
contrario podemos acostumbrarnos fácilmente a una cosa, luego sujetarnos a ella y al
final, atarnos.
De hecho, aun hablando del alma, la desalmamos atándola a conceptos y vivencias que
en realidad no conocemos. Y esto además se convierte en herramienta para nuestra
defensa de lo que no entendemos y no aceptamos. Y lo más importante es que, incluso
faltan lo no entendido y no aceptado, dado que además debemos saber entender y
aceptar. Es peligroso encontrarnos en contacto con acontecimientos sin conocer la
naturaleza de este contacto. Debemos saber experimentar cualquier enseñanza para
mantener la firmeza del conocimiento de esta enseñanza y no caer en las características
comparativas y, en consecuencia, en la negación o aun peor, a la escapada. La
consciencia debe comprender el proceso del conocimiento y conocer el estado de
vivencia en el conocimiento.

Observación Integral

La Observación Integral nos propone vivir según la ley de la Atención y el


mantenimiento de las sintonizaciones de nuestro espíritu. La capacidad de resonar con
nuestro espíritu es la noción suprema de nuestro Yo, que presenta no sólo nuestra
naturaleza personal, sino que también el lugar donde ésta fue manifestada. Es la
condición en la que conocemos la idea espacial de nosotros mismos.
La Observación Integral es el entrelazamiento de nuestra consciencia, las células del
cerebro, las neuronas, en una cadena direccionada que nos lleva a la unificación no
sólo con nuestra naturaleza, sino que también con el espacio que nos rodea. En la
antigüedad, tales cadenas determinaban la naturaleza de la vida de muchas culturas
indígenas, entre las que destaca, por supuesto, la cultura Chimú.
En la vida de los indígenas, la habilidad de comprender las capacidades del cerebro de
resonar, nos habla de posibilidades específicas de percibir el espacio que se distinguen
de nuestras posibilidades. Precisamente su actitud hacia el cerebro, que son
determinados cadenas resonantes, usaron los incas que gracias a éstas desarrollaban
un cierto tipo de Atención que les permitía integrarse en el espacio del espíritu. Este
tipo de Atención se determina como Atención del tercer rango.

La Atención del tercer rango tiene su lenguaje en la forma de determinado sonido. Es


decir, el lenguaje del espíritu, su sonido. Es la ley de la Tercera Atención que fue
inscrita en el concepto de Tumi. El sonido de Tumi es la conexión con cualquier forma
de la mostración del espíritu. El llamamiento al espíritu es proceso de profundización
de la Atención, es decir, el Arte de acrecentar la Atención. La Observación Integral es
determinado sonido que define el punto de partida de la consciencia que se desarrolla
en la Atención Integral, la Atención de los tres rangos, donde la Observación depende
de un punto del impulso, mientras que la Atención, de dos y más puntos, que da la
posibilidad tanto de activarse en el espacio, como también de activar el espacio mismo.
Debido a que el hombre no usa incluso un punto de Observación, no puede
profundizarse en el conocimiento. Pero el conocimiento no es tan importante en el
Tercer Campo donde viven las leyes de la Observación, como es importante la conexión
con nuestro propio espíritu, cuya ausencia bloquea la integración posterior en nuestra
vida.
Resulta que la fórmula “a sí mismo” y “de sí mismo” no funciona, sino que funciona la fórmula
“fuera de sí mismo”. De hecho, la Observación Integral es cierta forma zoomorfa que permite
identificar la percepción del espíritu en general.
Queramos o no prestar atención a esto, pero todo depende de si tenemos orientación
en nuestro cerebro o no, que debe ser mantenida constantemente. Y si además
tenemos que recuperar o crearla, entonces podemos suponer que la persona nunca
será capaz de tomar decisión al no comprender el mapa de interacción con su espíritu.
Es cuerpo es vaso. Pero para llenarlo, no debe ser hecho de madera. El Llenado es la ley de la
existencia en la zona del espíritu mostrado.

Al mismo tiempo, destaca la actividad de la cabeza que depende del tipo de llenado que
representa. Pero se llena de determinada vibración. Resulta que cada vaso es cierta
herramienta del espíritu. Es, incluso cierto mapa del llenado que debería ser
presentada en el Tercer Campo para su regulación, dado que el llenado no debe
superar las señales más sutiles. Puede que la gente en la antigüedad supiera más sobre
la membrana cerebral entorrinal medial, que nosotros. Pero precisamente ella percibe
las señales relacionadas con el espíritu. Y si la persona está sobrellenada o
insuficientemente, entonces no puede identificarlo claramente, ni mucho menos
manejarlo.
Para el Tercer Campo Integral es importante la limitación de los lados de envasado de la
consciencia y el cuerpo.
El envasado del cuerpo y sobre todo, de la consciencia, es la condición fundamental
para poder considerar el desarrollo de una persona desde la posición del Tercer Campo
Integral. Esta es la posición que unifica todos los principios del chamanismo y proviene
del principio de la posición local, es decir el vínculo con las fuerzas circundantes, con
espíritus. La consciencia del chaman depende de los niveles de la señal con las que
puede sintonizarse. La sintonización misma se determina por ciertas células del
cerebro, o mejor dicho, la estructura de las células que los chamanes han determinado
como señal kancha, que puede comprenderse como consciencia de coral y según la
medicina moderna como gird-neuronas (la red de las células).
Si el ser humano moderno se apoya en esta estructura de las células, percibe su
consciencia como cambiada. En realidad, en la antigüedad este fue el apoyo del
pensamiento de todo el mundo.

Observación Integral

La Observación Integral nos propone vivir según la ley de la Atención y el


mantenimiento de las sintonizaciones de nuestro espíritu. La capacidad de resonar con
nuestro espíritu es la noción suprema de nuestro Yo, que presenta no sólo nuestra
naturaleza personal, sino que también el lugar donde ésta fue manifestada. Es la
condición en la que conocemos la idea espacial de nosotros mismos.
La Observación Integral es el entrelazamiento de nuestra consciencia, las células del
cerebro, las neuronas, en una cadena direccionada que nos lleva a la unificación no
sólo con nuestra naturaleza, sino que también con el espacio que nos rodea. En la
antigüedad, tales cadenas determinaban la naturaleza de la vida de muchas culturas
indígenas, entre las que destaca, por supuesto, la cultura Chimú.
En la vida de los indígenas, la habilidad de comprender las capacidades del cerebro de
resonar, nos habla de posibilidades específicas de percibir el espacio que se distinguen
de nuestras posibilidades. Precisamente su actitud hacia el cerebro, que son
determinados cadenas resonantes, usaron los incas que gracias a éstas desarrollaban
un cierto tipo de Atención que les permitía integrarse en el espacio del espíritu. Este
tipo de Atención se determina como Atención del tercer rango.

La Atención del tercer rango tiene su lenguaje en la forma de determinado sonido. Es


decir, el lenguaje del espíritu, su sonido. Es la ley de la Tercera Atención que fue
inscrita en el concepto de Tumi. El sonido de Tumi es la conexión con cualquier forma
de la mostración del espíritu. El llamamiento al espíritu es proceso de profundización
de la Atención, es decir, el Arte de acrecentar la Atención. La Observación Integral es
determinado sonido que define el punto de partida de la consciencia que se desarrolla
en la Atención Integral, la Atención de los tres rangos, donde la Observación depende
de un punto del impulso, mientras que la Atención, de dos y más puntos, que da la
posibilidad tanto de activarse en el espacio, como también de activar el espacio mismo.
Debido a que el hombre no usa incluso un punto de Observación, no puede
profundizarse en el conocimiento. Pero el conocimiento no es tan importante en el
Tercer Campo donde viven las leyes de la Observación, como es importante la conexión
con nuestro propio espíritu, cuya ausencia bloquea la integración posterior en nuestra
vida.
Resulta que la fórmula “a sí mismo” y “de sí mismo” no funciona, sino que funciona la fórmula
“fuera de sí mismo”. De hecho, la Observación Integral es cierta forma zoomorfa que permite
identificar la percepción del espíritu en general.

Queramos o no prestar atención a esto, pero todo depende de si tenemos orientación


en nuestro cerebro o no, que debe ser mantenida constantemente. Y si además
tenemos que recuperar o crearla, entonces podemos suponer que la persona nunca
será capaz de tomar decisión al no comprender el mapa de interacción con su espíritu.
Es cuerpo es vaso. Pero para llenarlo, no debe ser hecho de madera. El Llenado es la ley de la
existencia en la zona del espíritu mostrado.

Al mismo tiempo, destaca la actividad de la cabeza que depende del tipo de llenado que
representa. Pero se llena de determinada vibración. Resulta que cada vaso es cierta
herramienta del espíritu. Es, incluso cierto mapa del llenado que debería ser
presentada en el Tercer Campo para su regulación, dado que el llenado no debe
superar las señales más sutiles. Puede que la gente en la antigüedad supiera más sobre
la membrana cerebral entorrinal medial, que nosotros. Pero precisamente ella percibe
las señales relacionadas con el espíritu. Y si la persona está sobrellenada o
insuficientemente, entonces no puede identificarlo claramente, ni mucho menos
manejarlo.
Para el Tercer Campo Integral es importante la limitación de los lados de envasado de la
consciencia y el cuerpo.

El envasado del cuerpo y sobre todo, de la consciencia, es la condición fundamental


para poder considerar el desarrollo de una persona desde la posición del Tercer Campo
Integral. Esta es la posición que unifica todos los principios del chamanismo y proviene
del principio de la posición local, es decir el vínculo con las fuerzas circundantes, con
espíritus. La consciencia del chaman depende de los niveles de la señal con las que
puede sintonizarse. La sintonización misma se determina por ciertas células del
cerebro, o mejor dicho, la estructura de las células que los chamanes han determinado
como señal kancha, que puede comprenderse como consciencia de coral y según la
medicina moderna como gird-neuronas (la red de las células).
Si el ser humano moderno se apoya en esta estructura de las células, percibe su
consciencia como cambiada. En realidad, en la antigüedad este fue el apoyo del
pensamiento de todo el mundo.
La generación moderna de los magos genera este estado empíricamente. Puede ser heredado o
construirse a través de la tecnología de la Observación Integral. Es determinado estado que
permite resonar con el lugar, el tiempo y el espacio. Es estado incluso se asociaba con uno de los
dioses en la civilización Sicán-Naylamp.

De esta manera naym, o el estado naylamp es determinado Campo de visión en que


vive la mente del chaman. Puede ser llamado también Observación Integral que
permite no sólo sacar y observar líneas invisibles para aquellos que no dominan esta
Observación, sino que además entrar en contacto con ellas.
Es decir, la Observación Integral nos permite permanecer en la zona de
determinados límites y evitar el estado incontrolado del trance. En este caso se
forman y fortalecen las células de la observación de las que luego se forma el mapa
de la Observación. Si uno no comprende o no acepta el programa de la Observación,
entonces su cerebro no está ligado ni a los acontecimientos, ni al espacio, sino que
sólo a las emociones que fueron provocadas por ciertos sucesos. Pero dado que la
emoción sustituye al programa de la Observación, orientando al cerebro afuera,
cuando la persona quiere reproducir un estado, pues entonces no se aumenta ni la
diversidad, ni el volumen de la vida, sino que la vida se divide en sucesos.

La Observación Integral es determinado orden que recoge y pone en orden las acciones,
acontecimientos, llevándolos a la comprensión del espacio en que vive la persona. La Observación
Integral es la base de la planificación. El ser humano no puede ser el estratégico de su vida sin
tener plan. Y no puede conocer el plan sin la capacidad de observar. La Observación Integral nos
permite anotar y envasar el esfuerzo básico del cerebro. Esto es importante para la construcción
del algoritmo del funcionamiento de la consciencia, la base de la Medida de los pensamientos.
La Observación Integral es la reestructuración de la parte entorrinal del cerebro que
permite crear control en el trabajo de las neuronas y, en consecuencia, de la
consciencia. Si no hace tal tipo de reestructuración, la persona no podrá distinguir los
estados superiores de los inferiores, incluso si los designa. Es decir, el cerebro puede
únicamente depender de la onda general de existencia, pero no formarla. Y lo principal
es que al no reconstruir los procesos del cerebro, dependeremos sólo de lo que
tenemos.La realización de la Observación Integral es primer, y tal vez, el principal paso
en la comprensión de cómo reestructurar el cerebro. Este paso nos enseña entender el
mapa del cerebro y esto, de hecho, es aquello con lo que debemos empezar. En
realidad, para penetrar más profundamente en las capas de nuestra consciencia,
debemos comprender su formación energética que depende completamente del mapa
del cerebro.

Símbolos Integrales

Los Símbolos Integrales son sistema que representa los Campos Integrales, su
lenguaje. La ley de cada Campo se determina por aquello a través de qué, cómo y por
qué existe. Y la gente puede llegar a comprender todos los Campos sólo desde la
posición de las leyes que pueden no sólo describir el Campo, sino que también estar
inscritos dentro. Es decir, se trata del ritmo que genera el conocimiento de la vibración,
la tensión, o sea, la ritmicidad.
La ritmicidad es ciencia del movimiento, la conservación y la transformación de la
energía. La energía debe formarse a través de algo, debe apoyarse en algo, la energía
debe tener ritmo, de lo contrario se pierde la ley de la transformación (insuficiencia,
temporalidad). Al mismo tiempo, es importante comprender que la energía no sólo
debe pasar de un estado a otro, sino que también poseer cierto vínculo del ritmo con la
fuerza o el impacto.
Algo similar llegó a ser enseñanza acerca de los Campos Integrales, conocido
como prosodia (del gr. προσῳδία), la ciencia de la métrica. Cada uno de los Campos
Integrales posee su propio ritmo (si consideramos el Campo como independiente en el
espacio) o ritmicidad (si está integrado en la matriz general de los Campos). Desde la
posición de la ritmicidad, cada Campo es el conjunto de los dos Campos anteriores y
entonces, el Primer Campo Integral está representado por el número cero. Si lo
consideramos desde la posición del ritmo, entonces el Primer Campo Integral sube a
uno.
El sistema del conocimiento de los Campos Integrales, es conocimiento antiguo más
representado, o por así decirlo, más conservado, a través de la Alquimia china o árabe.
En Europa llegó a ser popular gracias al italiano Leonardo de Pisa (Leonardus
Pisanus, 1170—1250). Es más conocido con su apodo Fibonacci, que recrea el
significado Integrado del Campo, el significado del valor 0, “as-sifr” (vacío) como
formato básico de tensión, que se convirtió en elemento de vivencia mística de los
sufíes e inaccesible a la, por así decirlo, sociedad.
Este parámetro intemporal de tensión es muy importante con el fin de no quedar en el
parámetro temporal, que se disuelve en el espacio y no es apoyo para suma, siendo un
cálculo unilineal (001, 002, 003, 004, etc.). El cálculo es cierto hecho-axioma, que no
puede ser comprendido si no se comprende la diferencia entre los cálculos bilineales
(01, 02, 03) y de tres líneas, que ya es un cálculo intemporal (1, 2, 3, 4). Es nada más
que la ley de la resonancia, donde cada número es nudo de resonancia que posee sus
indicadores de frecuencia.
Por lo tanto, al tener en cuenta el factor o incluso patrón de cada Campo como hecho,
veremos que el Primer Campo Integral es el Campo de patrón. El patrón del Primer
Campo Integral para sí mismo, igual que para el resto de los Campos, es el símbolo. El
símbolo del Primer Campo Integra o el símbolo de patrón, es la capacidad de
comprender el símbolo en general, la fe, la sintonización. Es un símbolo-portador que
determina las leyes de la vida del símbolo en general. Por eso, la comprensión del
símbolo del Primer Campo Integral es la tarea principal para el conocimiento de las
Integralidad, en general.
La naturaleza de este símbolo se demuestra bien por la comprensión de los portadores
de perla o de jade en la idea del Dragón, el Tigre, la Tortuga o el Fénix, relacionado con
una de las direcciones.

De esta manera, desde la posición de la creencia, todos los símbolos pueden pertenecer
al Primer Campo Integral, la cuestión consiste solo en desde qué Campo lo
consideramos. Argumentación para los símbolos del Primer rango es aquello en que
cree la gente, donde a menudo ante todo está su imaginación, la interpretación del
campo cultural o el campo de la creencia, que ha dado el origen de tal concepto, como
es el mito.
Y aquí es necesario no simplemente entender la diferencia entre la consciencia de la
gente para la que el mito ya es un concepto irreal y aquellos que viven en las leyes de
experimentar el mundo, donde la misma vivencia es realidad. Es como el niño que
inhala el cuento de hadas y lo experimenta como realdad y los mayores de edad, que lo
perciben no simplemente como irrealidad, sino que incluso como engaño. En la
antigüedad no existieron tales conceptos separados, como los tenemos en la
actualidad. Por eso, si la persona quiere aprender a aclararse los símbolos, debe al
principio, aclararse tales aspectos de la percepción, como es el carácter táctil, el sonido,
la visión, del símbolo e incluso olfato y sabor.
Es decir, aquí se trata de la cifra cero que indica determinada tensión. Es imposible
comprender, ni mucho menos interpretar el símbolo, sin haber preparado en sí la
habilidad que ya se convierte en trabajo en los símbolos del Primer Campo Integral.
Cuando hablamos de Vedas, por ejemplo, hablamos de lo ya escuchado. Pero todo
tiene cierto formato de nutrición, donde la importante es la comunicación, que o lleva
a cierta capacidad de transformar (el Cuarto, Quinto y Sexto, Campos Integrales), o
mantenimiento fisiológico vegetativo (Tercer Campo Integral), o la descomposición, la
destrucción (Segundo Campo Integral).
La danza es símbolo del movimiento, donde se coloca cierta geometría que lleva en sí
cierto cono de vivencias, la cuestión consiste sólo en cuál de los ocho ejes se apoya el
movimiento.
El vestido es el símbolo de la comunicación con nuestro interior y exterior. La vivencia
también se determina como símbolo e incluso lleva una idea. Cuando hablamos de
vivencia simbólica, se trata de Tantra. Pero es un hecho que hoy en día, el símbolo es
algo superficial, casual. ¿De qué provine esto? Del que el ser humano considera el
símbolo tan superficialmente. En el mejor de los casos, de reflejo, en peor,
esotéricamente.
En el espacio, la cumbre es la forma de cono, el área del cono, el apoyo del cono. Se
caracteriza por la forma de tensión, indicada por la forma inscrita en el cono.
De esta manera se indica la Proporción (cualidad que se calcula por la tensión),
representada en nuestro espacio por la naturaleza del mundo animal, mundo
vegetativo y mundo cristalino y el mundo del ser humano capaz de comunicar y por lo
tanto, ¡representar todos estos mundos!
Los Campos Integrales son sistema de conos. Cada cono es resorte. Cada resorte es
tensión. Cada tensión es energía.
Las tres secciones cónicas básicas representan el tipo visual de energía, uno de los
Campos Integrales, donde el distintivo es el ángulo.

La Tabla de Esmeralda
Prohibido leer el artículo de reojo, de prisa o con estómago lleno.

La Tabla de Esmeralda es la fórmula de nuestro espacio, representada por el


Decimosegundo Campo Integral, en que cristalizan todos los conocimientos, la
información, relacionada con nuestro espacio. Es el lugar donde vive la consciencia
suprema también llamada la Consciencia de Esmeralda.
En el Decimosegundo Campo Integral se refleja la vida de todas las espirales de la
Tierra. Las espirales de la Tierra son resonadores, que determinan todos los procesos
temporales en el Campo temporal, los procesos intemporales en el Campo intemporal y
en el Campo del espacio que no depende del tiempo. Es decir, se trata de tres etapas
del desarrollo del cristal, la esmeralda.
O sea, son trece ondas tonales que forman la escala energética del Universo, donde el
decimotercer tono se organiza gracias a la interacción de todos los doce tonos.
Cada Campo se determina por una onda. La onda tiene un significado peculiar en la
comprensión de la materia. Entonces, recién podemos hablar del Primer, Segundo,
Tercer o Cuarto Campo, que representan la materia.
La onda se determina por la transformación cunado la materia interactúa con el éter,
que justo creó la ciencia llamada Alquimia. En este caso se trata del Quinto, Sexto,
Séptimo y Octavo campo, cuando lo material se conecta con lo no-material. Por
ejemplo, tenemos una ropa y la llenamos mientras la llevamos, o sea, se añade el
volumen energético entre el objeto y la forma. Entonces ésta se convierte en parte de la
forma.
En el siguiente modelo espacial, la energía ya no está atada a la forma rústica, digamos,
sino que está atada al espacio. Se trata de los Campos Etéreos Noveno, el Décimo, el
Decimoprimero y el Decimosegundo. El Decimotercero está más allá del espacio
tridimensional.
O sea, podemos decir que la onda puede depender, digamos, de la ley de la gravitación,
pero puede que no dependa. En este caso se trata de la interacción entre el Segundo, el
Tercer y el Cuarto, Campos.
Y es lo único que puede ser conocido en la escala macro-cósmica vista desde la posición
de los valores absolutos, que es la base del conocimiento, o sea, Las Tres Claves para
descodificación y la comprensión de la Tabla de Esmeralda.
Condicionalmente, cada onda puede perderse en su movimiento y entonces decimos
que es temporal, pero puede también transformarse o, lo más sorprendente, aspirar
infinitivamente a algún lugar. Por eso podemos hablar de cuatro direcciones en la vida
de la oda. Por eso tenemos una forma donde podemos conocer la onda.
La onda que se amortigua
Es una onda que posee determinado ángulo de retorsión. Si la medimos en grados,
entonces el esfuerzo de la captura del círculo se inicia en el ángulo igual a 30 grados,
que es el límite para la amortiguación de la onda.
Por lo tanto, la onda que tiene hasta 30 grados es una onda amortiguada, mientras que
el ángulo en 30 grados es ángulo de la medida donde se forma el tiempo.
Es decir, el Campo obedecido a la existencia de la energía de la Tierra es el Segundo
Campo, que es el de la muerte, el Campo con vitalidad temporal amortiguada.

Pero todos los cálculos temporales e intemporales poseen ángulos que se amortiguan.
La diferencia consiste en que en los cálculos intemporales se trata de la transición de
una onda a otra con la pérdida parcial de la energía o con su completa transformación.
Así, resulta que el segundo ángulo que se amortigua está atado a los procesos
temporales sin destruir nuestra vitalidad y está listo para desarrollarla tanto mediante
los procesos temporales, como a los intemporales. O sea, se trata de un ángulo que
posee resonancia positiva. Está ligado al espacio intemporal que está posicionado en la
escala de los ángulos entre los 90 y 120 grados.
El tercer ángulo que se amortigua representa los procesos intemporales dentro del
espacio temporal (180—210 grados). En este espacio la energía se genera parcialmente
y ata a los espacios temporales.
Los procesos espaciales que se amortiguan están en el cuarto ángulo, en la zona de la
amortiguación, ángulos iguales a 330—360 grados, donde la energía se transforma
completamente.
El orden diferente de amortiguación y activación se forma por el Primer, Cuarto,
Séptimo y Decimosegundo, Campos.
Es decir, en las leyes de la conservación tenemos un valor temporal básico, llamado
Primer Campo Integral. Este Campo regula los tres ángulos del espacio temporal. La
primera “placa base” es la Tabla, mientras que el Cuarto Campo lleva más allá de los
límites de lo material y se realiza la amortiguación, la terminación de los procesos
temporales.

El Cuarto Campo Integral, o la Cuarta placa base de la Tabla, regula la salida más allá
de los valores temporales que se amortiguan. Éste existe en las leyes de la abertura, del
despliegue de la salida de las leyes de las formas. En el Cuarto Campo Integral se
apoyan los valores intemporales. Es el Campo intemporal del Primer orden, que se
basa en el espacio tridimensional, que tiene resonancia positiva que genera energía de
las ondas temporales.
El Campo intemporal del Segundo orden se forma por los ángulos de 180—210 grados.
Posee la resonancia negativa, que forma la energía desde las condiciones de la
acumulación del campo temporal e intemporal en el espacio temporal de acción. En
esta resonancia se construyen los conocimientos de la Alquimia. El campo intemporal
se apoya en el espacio de cuatro dimensiones o, mejor dicho, en la dirección que lleva a
los procesos intemporales y espaciales. Asimismo, lleva a la terminación de los
procesos intemporales en el campo temporal.
Y, al final tenemos el cuarto ángulo que se amortigua, que lo lleva todo a valores
espaciales completamente diferentes. Es el Decimosegundo, el que lo lleva todo a su
origen . Es el ángulo igual a 330—360 grados.

De esta manera obtenemos el primer orden de conocimientos, o sea las ondas


necesarias para la extinción de los cuatro valores espaciales. Se trata de ondas que dan
la dirección.
La onda que genera
Vamos a considerar los valores generadores donde se están desarrollando los cuatro
tipos de la energía, o las espirales de nuestro espacio. Otra vez se trata del segundo
campo, el esfuerzo o el proceso, que lleva a la destrucción. Éste genera también la
corriente opuesta de la energía. Es decir, hablamos del tipo de energía, que nuestro
planeta más necesita.
El regulador principal entre los procesos temporales e intemporales en nuestro espacio
es el Quinto Campo, que conecta la energía intemporal con la temporal.
El Octavo campo completa la formación de la influencia de la energía intemporal en la temporal.

En este Campo se completan en su totalidad los procesos temporales y el espacio


empieza a depender sólo de la tensión. El campo Decimoprimer debe solo empaquetar
el espacio para el cambio y la transición a otro plano diferente o para preparar la
energía para retornar.
En el primer caso, le ayuda el Décimo Campo que lo libera de la energía que se
amortigua.

Así, quedan el Tercer, Sexto y Noveno, Campos. Son campos geométricos que son campos
temporales espaciales, ondas, que pueden ser inscritas en el triángulo; el Sexto campo es
intemporal, cuyas ondas se inscriben en el cuadrado y el Noveno campo espacial, cuyas ondas se
inscriben en el círculo.

Es decir, desde la posición de la integridad es importante el ángulo decimoprimer que


representa el Decimoprimer Campo, que pasa al ángulo decimosegundo. Éste orienta
toda la matriz o al retorno, o a la transición al Campo Decimosegundo.

De esta manera se forma el conocimiento de la Tabla de Esmeralda.

Ropa Integral

La Ropa Integral es tipo de vestido capaz de poner en funcionamiento determinados


indicadores en nuestro cuerpo, que se expresan en la fórmula de la percepción. Éste no
ejerce reacción reflectora en nuestro cerebro basada en la onda corta de la emoción,
sino que produce efecto resonante largo que funciona durante el período del uso del
objeto.
Los indicadores básicos de la Ropa Integral son su forma, color, la percepción visual a
persona que la lleva. Como Integral puede ser considerada cada ropa que da como
mínimo tres impulsos de percepción, que se transforman en cierto formato de vivencia.
Al mismo tiempo, la vivencia debe ser provocada cada vez que nos pongamos la ropa.
Al alcanzar tal tipo de vivencia, obtenemos efecto energético acumulativo importante
relacionado con la acumulación de la energía en el vestido mismo, puesto que al
expresar durante determinado tiempo actitud integral hacia la ropa, iniciamos
intercambio energético estable, dotando al vestido de consciencia, lo convertimos en
ritual.
La Ropa Integral es tipo de vestido que posee su propio ritmo y no está determinado
por tales indicadores temporales, como la moda. Su tarea más importante es la forma
que debe sincronizarse no sólo con el cuerpo, sino que también con la mente de la
persona que la lleva. Luego vienen el material y el color. Tal tipo de ropa debe
percibirse por los que la llevan y no debe ser “apagada”. Ésta construye también
determinado estilo de comportamiento, dado que con su ayuda se realiza la expresión
de la persona misma.
La Ropa Integral puede ser tanto compleja, como también simple. Puede ser expresada en forma
de pedazo de tela o cuero, o camiseta. Sin embargo, si el vestido mismo no representa cierta
forma, entonces debe expresar la forma de la persona. Y aquí, de hecho, hablamos de tatuarnos
con la ropa. Y si sobre el vestido están correctamente situados símbolos, entonces se convierte en
resonador fuerte, a menudo activando y transformando cardinalmente la vida de la persona.
También puede limitar ciertos procesos que no corresponden con la naturaleza del hombre. Sin
embargo, la carga simbólica de la ropa debe corresponder con las leyes de la Integralidad,
especialmente si el símbolo del vestido es su base.

Sea lo que sea, en nuestra vida o interactuamos con el espacio, o éste nos traga y la
ropa es el punto importante entre nuestro interior y nuestro exterior, donde es
principal tener marcos constantes, ya sea en la forma de cinturón, camisetas, vaqueros
o cazadora de cuero. Es decir, se trata de todo lo que se puede llevar largo tiempo y con
lo que se puede estar en contacto con el ritmo y no simplemente usarlo de vez en
cuando.
La Ropa Integral siempre está en contacto con el cerebro, incluso si es simplemente
actitud táctil. La cumbre en la Ropa Integral es de obedecerla al símbolo que tiene
influencia tanto visual, como también táctil y a través de tactilidad, la forma entra en
interacción con el cerebro y lo sintoniza. De hecho, cosa similar pasa al usar la marca,
el dibujo o el signo, acompañantes de cualquier tipo de vestido que implica reacción al
posicionamiento.
Por supuesto, no podemos considerar tal tipo de ropa como Integral, pero ésta tiene
inherente el mecanismo de la actitud que incluso en su aplicación más simple, influye
en el cerebro. Y si tomamos tal grupo-zombi cual es, por ejemplo Louis Vuitton,
entonces encontraremos un modelo claramente construido de influencia mental,
poseedor sus raíces esotéricas, que precisamente hizo a la fuerza, a esta marca,
Integral, sin tomar en consideración que según su forma y tactilidad están al margen
de la comprensión.
Sin embargo, la locura del diseñador, que sacó las sintonizaciones necesarias, ha
cumplido con su tarea ayudando a las “sacerdotisas” de Louis Vuitton, o sea las
propietarias de su producto (si es real), usarlo en sus propósitos. Es decir, nos guste o
no, si el simbolismo tiene sus leyes que se trasladan incluso a productos imperfectos en
su forma, entonces éste posee fuerza.
Así que, con todo mi rechazo de esta marca, cabe reconocer que posee Integralidad.
Pero si el objeto es integral, entonces el precio no importa, dado que cómo podemos
evaluar los acumuladores energéticos que nos dan vida y resuelven muchas cuestiones
(incluso si no lo comprendemos). De verdad, aquí hay un “pero”: si no aceptamos y no
somos capaces de experimentar el producto integral, y aún más si usamos una
falsificación, entonces no funcionará para nosotros.
Para la Ropa Integral es importante el comportamiento del cerebro, dado que ésta representa el
Segundo Campo Integral. El Segundo Campo Integral, es el campo de la actitud, comparación,
reacción, que resuenan y se integran constantemente en nuestra consciencia. El problema consiste
en que no se absorbe por la mente, puesto que está limitado por la condicionalidad del
pensamiento: “me gusta-no me gusta”, “bueno-malo”. Por eso, el signo, el símbolo, debe
consolidar las leyes exclusivamente del campo Integral dándole determinado ángulo de
pensamiento integral. La Ropa Integral es pensamiento alternativo donde hacemos, como mínimo,
un acuerdo con nosotros mismos acerca de qué, por qué y para qué llevamos algo.

Una persona que comprende la integralidad de la ropa nunca comprará y llevará


incluso camiseta de forma incorrecta y ni hablar ya de una que tiene aplicados dibujos
y símbolos. La Ropa Integral es objeto de poder y, por supuesto, no puede ser
encontrada en lugares que no corresponden con las tareas de la integralidad. Es decir,
no puede ser vendida no se sabe dónde y por qué. Y aquellos que quieran aclararse este
tema, les queda mucho trabajo.
Concepto importante en la Ropa Integral es la negación. En realidad, por esa razón
ésta representa el Segundo Campo Integral, dado que ayuda a interactuar con aquello
que para muchos es negación, entrando de esta manera al campo de la negación.
Resulta que ésta permanece en sentido indicado, pero no comprensible para muchos. Y
cuando de verdad uno llegue a conocerla, esta ropa le ayuda a pasar a otra clase de
existencia, diferente. Su tarea es de sostener su especie como linaje integral, es decir un
campo que vive según la ley de la resonancia. Y nuestra actitud es un tipo de
resonancia donde profundizamos nuestra actitud, ante todo, hacia nosotros mismos.
Y aquí debemos comprender tres tipos de ropa, que de hecho, representan nuestra
actitud hacia nuestro cuerpo. El primer tipo es cuando falta el mismo vestido y
reaccionamos a nosotros mismo desde la posición del principio energético. La así
llamada ropa de Adán es determinada envoltura energética que nos cubre. Es decir
estamos, de hecho, cubiertos de envoltura energética que se determina por la reacción
de nuestro cuerpo a la energía del espacio que nos rodea.
Otro tipo de vestido es cuando el cuerpo está cubierto de signos, es decir el tatuaje, que
desde los tiempos más remotos se usa por muchos grupos totémicos para reforzar la
percepción de sí mismos o sintonizar los vínculos, digamos, con su clan.
Y al final, la ropa generadora, formato cuando no sólo se introducen todos los seis
algoritmos sensoriales de percepción, sino que también se crea recurso integral
adicional en forma de intercambio energético de nuestro cuerpo, de nuestra
consciencia con aquello que llevamos.
La Ropa Integral expresa, sobre todo, pertenencia. Cada objeto debe determinar y ser
determinado, que es la ley de la resonancia del Segundo Campo Integral. En realidad,
incluso si no aceptamos lo dicho, determinamos lo dicho y con eso nos ponemos de
acuerdo con lo dicho. Al definir, una persona construye su propio estado e
independientemente de qué arte de construcción dominamos, al seguir definiendo
construimos el mismo campo de definiciones.
Y aquí se trata de dos estados de nuestra naturaleza: “definición” y “qué definimos”. Y
a pesar de que la esencia de lo que definimos se distingue, ésta depende del estado de
la mente que justo da esta definición. Es decir, nada cambia en la dualidad. En el
campo de la determinación, lo transinteligible es una misma cosa.
La ropa, si ha obtenido definición, de inmediato llega a la clase de lo transinteligible,
por lo que, esto es un intento de vincularse o integrarse. Mientras que falte el vínculo,
el vestido se considera como simple y cuando aparezca, como Integral.
La Ropa Integral debe ser considerada desde dos sustancias: el alma y el cuerpo. Igual
que determinamos para el alma cierto cuerpo a través del cuerpo, también podemos
determinar un alma para el cuerpo, en forma de Ropa Integral. Si además aceptamos la
aceptación de la negación, entonces de hecho, tenemos cierta base para algo, por
ejemplo para el conocimiento. Por supuesto, aquí estamos obligados a afirmar, pero
estamos libres de pruebas, por lo tanto, nuestro argumento es razonamiento. En
general, nos falta poco y nos acercaremos al dominio de la filosofía.

Arquitectura Integral
Prohibido leer el artículo con estómago lleno, fugazmente, en posición
torcida del cuerpo. El artículo no está destinado a vistazo estúpido.

La Arquitectura Integral es la arquitectura del cerebro que no sólo determina la


reacción de la persona hacia la vida, las funciones de su comportamiento, sino que
además es el aparato de alta vibración del manejo de todos los tipos de energía
representadas en nuestro espacio con las que el cerebro es capaz de entrar en
interacción mediante el control de la consciencia.
La particularidad del cerebro moderno consiste en que el espacio en que vive uno, baja
sus funciones de alta vibración, dejándole a la persona, básicamente, el derecho de
querer escapar de esto, pero al mismo tiempo no le enseña cómo hacerlo.
Por qué y cómo pasa esto se explica por un montón de factores, uno de los que es el
mismo cerebro que en su desarrollo adelanta en el tiempo al cuerpo. Por eso, podemos
buscar la respuesta a esto únicamente en caso de haber reconstruido físicamente el
funcionamiento del cerebro, llevándole de una tonalidad a otra.
A pesar de que en la antigüedad la gente usaba su cerebro, no manejaba con él. Es
decir, el esfuerzo de la actividad cerebral determinaba si uno podía sintonizarse con los
parámetros, que llamamos superiores, o no. Posteriormente, cuando el ser humano
empezó a educarse, comenzó a generar esfuerzos adicionales en su cerebro, que antes
no tenía.
Además podemos determinar con gran exactitud este tiempo y fue el período cuando la
formación de la cultura romana sustituyó a la griega semi-sintonizada.
Y el índice más importante de las cualidades del ser humano, es la Sintonización que
fue la equivalencia sensitiva suprema de la persona, donde faltaban tales vivencias
como, digamos, el miedo. Y propiedad importante distintiva hasta el período romano,
fue la ausencia de la percepción de la edad que persiste en la comprensión moderna. El
hombre abandonaba este mundo en el pico de la tensión suprema independientemente
de aquello que provocó el abandono.
Y si vamos aún más profundamente a los siglos, veremos que en general, el cerebro fue
generador de la formación y transformación de la tensión, como fue durante los
tiempos prehistóricos.
Es decir, todo el mundo nacía y se transformaba. Y qué es lo que tenemos en la
actualidad: regeneración, desarrollo biológico, estado resonante, ida. Es decir, la
funcionalidad del cerebro no va hacia arriba, sino que alcanza la cumbre biológica,
digamos, en sus 30 años, luego permanece durante algún tiempo así (según las leyes de
la resonancia indicada de manera ocasional) y luego empieza la destrucción.
Además de que una persona tiene vivencias completamente diferentes durante los
distintos períodos, no está presente como participante personal en su propia vida. Al
mismo tiempo, la edad más peligrosa es hasta los 30 años cuando el cerebro depende
de los campos integrales inferiores, de los que hablaremos a continuación. Estos
campos no sólo no dejan al cerebro desarrollarse en las proporciones supremas, sino
que también fijan las reflexiones y reacciones de baja vibración de las que la persona
queda dependiente hasta el final de la vida de las células y neuronas responsables de
estas reflexiones que se muestran incluso si, según sus cualidades prenatales o a través
del desarrollo, la persona abrió las fascias supremas de las vivencias, pero no pudo o no
se esforzó por alcanzar la capacidad de manejarlas.
Al desarrollar su cerebro, quiera o no, aumentó, por supuesto la duración de la vida,
pero no avanzó en el Arte de manejar con el cerebro, sino que avanzó únicamente en su
explotación.
El golpe más fuerte, la gente da sobre su cerebro en el período cuando éste deja de
crecer y depender de la energía temporal que ha dejado de desarrollar el cerebro, es
decir cuando el código prenatal se sustituye por el integral, que debe ir al posnatal, o
sea al que nosotros llamamos “experiencia vital”.
E incluso si no comprende las propiedades integrales del cerebro, el hombre las usa,
dado que cada uno tiene presente cierta estructura, pero no la maneja. Como
resultado, la experiencia postnatal se convierte en conjunto de reacciones y reflexiones
con número ordinal indicado.
Lo principal es que si el manejo de cerebro hasta los 30 años es cuestión, más bien,
excepcional, si la persona no ha nacido según las leyes del tiempo, entonces luego, si no
tomamos el cerebro bajo control, no lograremos a manejar con él en absoluto, o será
muy difícil hacerlo. Precisamente por esa razón es imposible enseñar a la gente en la
actualidad, dado que reacciona a la enseñanza y no aprende. Al seguir su naturaleza y
al alcanzar incluso aparentemente resultados externos, no podemos considerarlos
como desarrollo.
Lo más difícil es llegar a la posibilidad de ganar experiencia en el desarrollo, que para
el mundo moderno se convierte en resultado. Al mismo tiempo, cada persona tiene su
propia percepción de la vida, pero falta incluso la atención al que incluso, digamos,
ocho años atrás su cerebro funcionó de manera diferente, y ni hablar de vivencias
físicas.
En los distintos períodos de la vida, el cerebro humano produce diferentes reacciones.
¿Cómo se relacionan con el esfuerzo? Las particularidades del cerebro humano están
predeterminadas por muchos indicadores, excepto por el esfuerzo de la persona
misma, la que aun queriendo cambiarse no se da cuenta de que sólo sabe desarrollar
este deseo. Al no cambiar una vibración a otra, o mejor dicho, al no conocer las leyes
del cambio, seguiremos mirando con los mismos ojos incluso si se les ha añadido algo,
además de gafas o lentes. Y, por supuesto, el auge de la energía incontrolada en la edad
de 16 a 28 años, domina con sus estereotipos formados, durante el resto de la vida.
Pero el cerebro no es alguna unidad general, es ensamble arquitectónico específico,
compuesto de arquitectura cuidadosamente comprobada que no hemos conocido, por
lo tanto, es el mismo diseño y decoración que vive según las leyes de existencia
establecidas en el período prenatal, que actúan hasta el momento en que nuestro
cuerpo deja de crecer. Hablar del cerebro desde la posición de la memoria o el
intelecto, significa ir por el camino equivocado. El cerebro puede ser desarrollado
únicamente al comprender los campos integrales. Y es estúpido creer que lo
desarrollamos sin esta comprensión.
De todos modos, el resultado será la eficacia de nuestra actividad en la experiencia de
la vida. Por lo tanto, no la educación o su falta determinan la vida, sino que el esfuerzo
generado o conservado, donde la educación más interesante no es resultado de nuestro
acto volitivo, sino que es módulo prenatal inherente a nuestro cerebro. Así que no
basta solo con creer en el mapa de la vida, si, por supuesto, uno no lleva el camino de la
esperanza hasta la catarsis. Pero aquí tenemos también ciertas dificultades si el cerebro
sigue reconstruyéndose y entonces parece que ya debemos tener presente algo, pero
llega la demencia o la situación de ¡“hola, la hemorragia llegó para Ud.”! Por supuesto,
en este caso también tenemos un toque de positividad, uno no se acordará de qué es lo
que quería, pero debe saber de esto con antelación; por ahora puede aprovecharse de
algo otro.
Al mismo tiempo, al cerebro se le atribuyen tales conceptos como pensar, consciencia,
concentrarse, que no pueden ser comprendidos por casualidad, ¡incluso si uno ha
nacido Sri Aurobindo, Sai Baba, o incluso Lenin!
¡Es imposible percibir el cerebro como se debe! De lo contrario llevaremos a nuestro
desarrollo hasta la pared de no retorno de donde nuestros descendientes nos rasparán,
si, de verdad nos necesitan por algo. Por eso no importa cuánto tiempo viviremos si la
mayor parte de nuestra vida pasa bajo el eslogan de “No volver en sí”. No podemos
desarrollarnos según las leyes del tiempo después de tener 30 años y si no ponemos en
funcionamiento el tiempo integral, es decir que no depende del tiempo natural,
estamos destinados a morir. Por supuesto, también tenemos aquí el Código prenatal
que nos da algo del pasado condicional, pero esto no sustituye al esfuerzo necesario
para el conocimiento del tiempo integral donde, como mínimo, debemos aprender a
detener el tiempo.
Lo más importante es no dar al cerebro destruirse, para lo que es necesario construirlo
correctamente. La habilidad de detener el resto de los procesos biológicos, depende de
muchas circunstancias. Pero el desarrollo consiste en el estado de la energía de nuestro
espíritu y no es el juicio que damos según las apariencias. Desde luego, esto es
importante, pero quien se apoya en esto, luego no podrá ni ver, ni comprender algo. Es
imposible medir algo con cerebro desviado, faltan el compás y la regla. Mientras que
tengamos confusión en el cerebro, confundiremos los indicadores.
Sí, por supuesto, incluso en esta confusión podemos ser creativos, creyéndonos
personalidades creativas y dominar la profesión del surfista, o sea, o esperar la ola, la
inspiración, o escapar de ella. Sin embargo, el cerebro vive según las leyes de las
paradas, compuestas de la ruta que tenemos inherente de nacimiento y debemos
entender dónde está el punto de No Retorno en el cerebro tanto en cuanto a la vida,
como a la muerte. Para nuestro espíritu es peligroso el envejecimiento del cerebro y no
del cuerpo. Debemos comprender que el cuerpo es multifuncional y depende más de
los procesos temporales, por lo que muere rápidamente. Y si no se le “inyecta” energía
de alta vibración, que únicamente el cerebro es capaz de hacer, entonces nos quedará
solo embalsamarnos a lo que se dedica la ciencia moderna.
Incluso si lo consideramos desde la posición de las neuronas: si se han apagado, ¿con
qué, por lo menos, encenderlas? Si se ha desarrollado el síndrome de la cabeza vacía,
¿qué tipo de ser humano sería éste? ¿Juzgar por el documento de identidad y el
padrón? Al no conocer la arquitectura, no podemos mejorarnos, hagamos lo que
hagamos. Ningún tipo de sistemas de desarrollo, yoga o alimentación, nos llevarán más
allá de nosotros mismos si no logramos la comprensión de la construcción, donde
debemos obedecer los procesos químicoс a los energéticos. Es necesario limpiar los
canales cerebrales, recuperarlos o no dejarlos que se sequen, entonces uno puede ir a la
dirección necesaria.
Miren, aquí no declaro la posición “humillar la humanidad” y “yo soy el más
inteligente”, simplemente casi toda mi vida he dedicado al desarrollo y me di cuenta de
que no se trata de nosotros, sino que de nuestro espacio, en cuya base saco
conclusiones y razonamientos para los curiosos.
La edad no debe ser indicador en el desarrollo, es solo la medida de nuestras
condiciones físicas. El índice es el cerebro. Y la cuestión no consiste en qué debemos
hacer, sino que en la regeneración de la energía y es imposible hacerlo sin el cerebro,
por eso se implica la arquitectura correcta que por lo menos no deje envejecer
demasiado las células del cerebro.
El don de la persona dotada de sabiduría, jugó mal papel para la humanidad: has
aprendido a hablar, pero resumir la responsabilidad del jaleo, no. No son importantes
las reglas, oraciones y aforismas, sino que la habilidad de manejar con todo esto. Así
que si una persona es sabia, es nada más que experiencia positiva de vivir en su mente
que tiene inherente de nacimiento.
Pero si la experiencia no cambia físicamente el estado del cerebro, entonces la
sabiduría tampoco nos ayudará. Y únicamente el proceso de la concepción puede
cambiar el estado del cerebro, que no es indicador de sabiduría, aunque lo debería ser.
La concepción es imposible sin la Concentración y la Concentración es imposible sin la
arquitectura correspondiente. La arquitectura del cerebro es importante para el
funcionamiento y el desarrollo del cerebro y no simplemente para que éste
experimente o queme su capital.
Y si no ponemos orden en esto, entonces surgirá la dependencia del carácter bilateral,
de la simetría biológica, que en realidad no es simetría energética, lo que lleva a
verdadero problema en la percepción mental. Si el cerebro no está subordinado a
manejo único (que, de hecho, tenemos hasta los 30 años), entonces éste se
desordenará, destruyéndose hasta la inutilidad completa.
Ningún tipo de acción puede dar resultado si no la hemos concebido conscientemente,
será sólo cierto tipo de reacción al entorno, donde incluso el proceso de la meditación
debe considerarse como reacción al reposo.
Así que no importa qué nos preinscribirá el médico, esto será su reacción al mundo, la
absorción de todo esto será nuestra reacción al mundo, donde nuestra reacción es
determinante, pero únicamente en caso de resonar, de dar en el blanco. El cerebro está
limitado por los índices indicados y para cambiarlos, debemos desarrollarlo. Pero
cualquier intervención de afuera no llevará a nada si no sabemos trabajar (o por lo
menos hacernos amigos) con esta intervención, si desde la edad infantil no han
influido en la formación y el crecimiento del cerebro.
Y bueno, lo principal consiste en que hasta que la persona no comprenda cómo el
exterior distrae y desvía la funcionalidad del cerebro, entonces no tendrá con qué
empezar y con qué comprender lo dicho hasta ahora.

Indicadores temporales de la Integralidad

Los indicadores temporales de la Integralidad es la comprensión de la anatomía de la


integración, la comprensión del proceso que debe ser usado para avanzar en su
desarrollo en general y en la Alquimia Integral, en particular. Y a pesar de que esta
cuestión se apoya en la Arquitectura Integral, es necesario aprender y expresar su
actitud hacia el esfuerzo del cerebro, antes de concebir este esfuerzo y mucho menos
antes de manejarlo.
Debido a que estos esfuerzos están relacionados con el cerebro y éste mismo es valor
temporal, consideraremos los indicadores como temporales. Pero lo más interesante es
que a pesar de todo, al usar la temporalidad del cerebro, la Alquimia Integral nos
enseña expresar los procesos intemporales, construyendo al mismo tiempo la
existencia del cerebro intemporal. Sin embargo, precisamente los conceptos
temporales son los importantes para la configuración, sintonización, orientación, y el
seguimiento.
Todos los conceptos temporales provienen de las tareas de la Arquitectura Integral y de
llevar todos los procesos reaccionarios en nuestra cabeza, a un seguimiento ordenado.
De lo contrario, dispondremos de un conjunto de acciones reaccionarias e
incontroladas en nuestra mente además embulladas por su uso caótico.
Es decir, se trata de llevar el cerebro del estado crónico al ordenado, para llegar a la
fase de avance, apoyándonos en las funciones incorporadas en las células del cerebro.

Flor Integral

Trataré de transmitir el fenómeno escondido en los conocimientos en la Flor Integral.


Esta equivalencia prosaica del espacio guarda en sí muchas condiciones de nuestra
existencia y su desconocimiento nos lleva a la condicionalidad.
Debido a que el olfato del ser humano moderno está atrofiado en principio, la
exposición poética no nos ayudará. Por eso, la poesía acerca de la Flor Integral está
traducida en prosa como un estilo de exposición rítmica. Sin embargo, esto no impidió
a los beduinos crear conocimientos acerca del Campo Perfecto, llamado hoy en día, el
Jardín Paradisíaco, donde de hecho, crece aquello a lo que llamamos Flor Integral.
Unos le llaman “la fruta del árbol paradisíaco Sidrat al-Muntaha”, otros “rosa”,
terceros lo comprenden como aroma divino (de alta vibración). Por eso no resulta fácil
expresar conocimientos acerca de este fenómeno. Así que vamos a sustituir la
incapacidad de pronunciar la poesía, de percibir la poesía, por la prosa pensante. ¿Qué
se pierde? Lo principal: la conexión energética entre el pensamiento y la respiración
sin que es imposible concebir y entrar en contacto con el espíritu de la planta
representada por el Sexto Campo Integral. El representante del aroma invisible que no
exhala, pero que suena.
En general, por temor de provocar disgusto a algunos colegas, debemos sacar
todo afuera y dirigir suavemente todo a la matemática. No obstante, los mismos
colegas llevaron sus conceptos a pensamientos humanitarios que sin la apelación
práctica, les convierte en figurantes. Y todos los demás son figurantes de los figurantes.
Ah, y a los expertos de historia iranesa se les resultará interesante enterarse de que los
persas no sólo vivieron es su territorio, sino que fueron enviados especiales.
Pero aún no es el momento de cargarles con cierto secreto y misterio escapando del
error fáctico. Por eso, tal vez debemos pasar de revés. Es importante tener en cuenta el
hecho de que todavía estamos. En general, si no fuera Cadmo que cambiara la medida
de los conceptos, seguiríamos las trece leyes de Diodoro Sículo y todo sería si no de
chocolate, por lo menos, de rosas. Ay, la respiración decreciente de la luna creciente.
Ale de la letra Al-. Sin embargo, dado que la poesía está llevada a prosa, resulta
imposible repetir dos veces rosa, rosa. Pero se debe repetir siete veces, porque el
diámetro es igual a siete. La flor no siempre significa amor.

¡La rosa del mundo! La flor que toma diferentes formas. Es Gül, Gülistán, el país de la
Flor Sagrada y junto a ella, el Campo Integral. La rosa es mandala del Campo Etéreo,
mandala del Jardín Paradisíaco. La Flor es el cuerpo unido del espacio, es la
respiración del Universo, su éter. Al hablar del aroma etéreo de la rosa, hablamos de
cierto espacio tridimensional perfecto que puede ser representado sólo por la
respiración. La respiración del éter. El aroma de la rosa es etéreo, es aquello que está
más allá no sólo de la comprensión aceptada del aroma, sino que del concepto
aceptado de la respiración. Esto nos lleva a la idea de la generación y regeneración
universales, donde el proceso del marchitamiento es nada más que redistribución, si
por supuesto no va acompañado por la descomposición.
La naturaleza en que se realizan los procesos, está ordenada por tres Campo Integrales
que forman la Geometría del espacio tridimensional. Sin embargo, la excitación y la
condensación del espacio permiten determinar el valor de la interacción con diferentes
cuerpos geométricos, que poseen diferentes vibraciones. Todas estas interacciones se
parecen a flor o, mejor dicho, la forman. El resultado es un modelo interesante
expresado en la idea de la integralidad de la raíz, el tallo y la flor. La raíz de la Flor
Integral es piramidal. El tallo es el eje que direcciona.нтегрального цветка
пирамидален. Стебель — направляющая ось.
La flor, el brote, es pictograma que une los cinco elementos con el sexto, el éter que
lleva al valor Integral. De todas las flores expresadas, el papel más oportuno los juegan
el loto, crisantemo y rosa, donde la posición más ventajosa en la orden mundial la tiene
la rosa. La rosa representa el principio físico perfecto, capaz de transformarse. Se
distingue del magnífico loto y los ojos encantadores del crisantemo. Sí, es emocional,
pero es su protección del mundo existente. Al mismo tiempo puede tocar en el éter a
través de la transformación que justo predetermina el significado y las capacidades de
esta flor. A esto contribuye también el esfuerzo interno de la energía que no sólo va del
centro, sino que también tiene objetivo hacia el que se mueve, se apoya en aquello que
redistribuye, es decir en la Flor Integral del Campo Etéreo. Si comprendemos de dónde
viene el movimiento, entonces, ¿por qué no comprender adónde va? Vamos a
considerar la naturaleza de la Flor Integral.

La raíz de la tierra se nutre por la raíz del agua. La tierra y el agua están manifestadas.
Y su parte en el éter es la mostración de la transformación. La tierra es la primera
parte, el agua es la segunda parte. Luego viene la forma de la flor, que es estructura que
se basa en la tierra, pero ya está separada de ella. La tercera parte indica la dirección
adónde va el movimiento de la energía presentada por el árbol. El fuego es la cuarta
parte.
Así tenemos cuatro secciones que son naturales para la forma que vive en la tierra. Es
más complicado con la quinta y la sexta parte, relacionadas con la capacidad de los
cuatro esfuerzos de transformarse en el quinto, o de mineralizar, que permite como
mínimo mantener las cuatro partes o llevar la energía a movimiento más sutil que
llamamos “metal” que es la quinta parte. De esta manera se forma el esquema de
existencia que puede crear además la sexta parte relacionada con la capacidad de
nutrirse por el éter, de inhalarlo.
Después de esto, se muestran otras partes que no están relacionadas con la Flor
Integral, pero se designan como: la séptima – se alimenta del sonido, octava – se
alimenta del movimiento, novena – se alimenta de la transformación, décima – se
alimenta de la luz. Es decir, el resto de las partes se hacen comprensibles si hemos
comprendido la sexta parte.
Esta parte está bajo el dominio de la Flor Integral que pasa su vida gracias a su aroma
(la transformación externa y la vida de la flor). Precisamente el aroma forma no sólo la
respiración de la flor, sino que también el vínculo desde la simple fecundación, la
fotosíntesis, hasta la nutrición con la esencia del cosmos, cuando el aroma animado se
transforma en aroma animado cristalino. Precisamente este aroma determina la vida
de la Flor Integral. En la naturaleza sólo la rosa crea todas estas fases de partes del
aroma, por eso es la Flor Integral en la Tierra. Cada tipo de aromas es sustrato y es
idéntico a los demás. Pero tenemos la misma parte durante el día (mañana, amanecer,
día, anochecer, tarde, noche) y durante el año (primavera, verano, entre estaciones,
otoño, invierno, entre estaciones). Y siempre la más importante es la que ha llegado a
la sexta parte donde vive el fuego que da vida y no el fuego que quema, al que la gente
en la antigüedad llamó “éter” por lo que se confundieron los romanos confundiendo a
todos los demás.
Y únicamente gracias a personajes como Newton, apareció la posibilidad de alumbrar
al presente. Pero debido a que el único que comprendió a Newton fue el Newton
mismo y pocas personas percibieron al alquimista Albert Magno que además no fue
legalizado como Newton, todo se redujo a la explicación primitiva de los cinco
elementos y la gente como loros repetía una a otra. Y, puesto que sólo la naturaleza o la
habilidad de algunos iluminados de usar la respiración etérea, son capaces de
comparar el concepto de este fuego, vemos ciertas limitaciones.
Limitaciones que no dejaban a paz incluso tales monstruos como Aristóteles, Platón y
Pitágoras. En su época, Aristóteles se entusiasmó por “ser o no ser”, en vez de “estar o
no”. No obstante, una cosa incomprensible fue sustituida por otra comprensible, que es
la calculación. La matemática surgió para medir todas estas seis partes. En realidad,
cada parte debe ser determinada por cierto tamaño.

A través del agua la semilla hace brotar a la raíz, a través de la tierra la raíz hace brotar
al tallo, el tallo a través de la energía básica (el fuego), a la flor. La flor, a través de la
mineralización, formó la fotosíntesis (permite a la raíz nutrirse de minerales). Y luego
viene el fuego ligero, el éter. Para comprender de verdad lo dicho, uno debe
comprender la dimensión. La dimensión en este caso se determina por el tipo de
tensión, es decir, es cierta unidad del Campo Etéreo.
Una cosa es cuando medimos la medida del agua, digamos, su volumen o la medida del
fuego (la temperatura) y otra cosa diferente es cuando medimos la presión del agua, o
la fuente energética de la quema del fuego. Pues, por ejemplo la exhalación del
corredor es determinado proceso de quema.
La rítmica de valores más sutiles está relacionada con el álgebra, que ayuda mostrar la
formación energética de los nueve esfuerzos rítmicos más el eje o el centro. Es decir, de
esta manera fue creado el número de medición de los árabes, es determinado ángulo
del esfuerzo, o sea, el codo. Es determinada opción, por así decirlo, de la comprensión
árabe del codo.
La medida que se asocia con el concepto del codo Abu Yusuf (az-Zira Al-Yusuf)
introduce la comprensión más importante de la medida desde la posición de la
conformidad (Qiyas), desde la posición de las tareas o las preferencias (Istihsan) y la
opinión personal (ar-rai). Es decir, la cuestión, de hecho, consiste no sólo en qué se
mide, sino que también cómo y con qué.
En general, al traducir la cuestión en el lenguaje de los números, tenemos tres condiciones. La
longitud: el ángulo comprimido del metro (0,5 metros); ángulo que permite cambiar las cualidades
del círculo (45 grados) y la superficie del triángulo. La medición debe tener un Eje y simetría. Y el
resultado es triángulo rectangular isósceles de cuya fórmula crece la Flor Integra.

De esta manera, la unidad ١ es la medida de determinada espiral que proviene de la


simetría del codo, es decir, por un lado hablamos de cierta tensión, por otro,
comprendemos, por así decirlo, la nervadura de esta tensión.

Mujer Integral

El espacio en que vive el ser humano posee diferentes niveles que tienen indicadores
concretos físicos. Una persona que no sabe integrarse en el espacio, representa sólo
uno de sus niveles que reduce la sensibilidad de la percepción de la sensación del
mundo. Y aun teniendo ciertas vivencias, que uno quiere repetir, no logra hacerlo dado
que sin los conocimientos acerca de las leyes de la Integralidad, es imposible
representar, realizarlas.
Esto es muy importante para las mujeres, puesto que el exceso de una cosa y la falta de
otra, altera los procesos fisiológicos naturales, sin permitir a la mujer no sólo gozar
completamente de lo que tiene, sino que tampoco expresarse como mujer. En su
naturaleza, la mujer nace con varios niveles de interacción con el espacio. Incluso si
tomamos tales indicadores, como la menstruación, la ovulación, el ciclo menstrual,
tenemos no simplemente diferentes procesos fisiológicos, sino que determinado nivel
vibratorio que tiene sus vivencias. Es decir, dentro de la mujer radican diferentes
niveles vibratorios que, de hecho, convierte su naturaleza en Integral y es
completamente diferente de la naturaleza de los hombres, que no tienen útero y, en
consecuencia, pueden representar únicamente uno de los valores que tienen inherentes
de naturaleza.
Y esto lleva a la mujer a diferentes estados que, desde la posición de la Alquimia
Integral, deben ser considerados como búsqueda. Y si la mujer no puede o no sabe
mantenerse en cinco diferentes estados, inherentes de naturaleza, dependerá de los
procesos fisiológicos con los que no está sintonizada. Es decir, dentro tendrá conflicto
debido a la falta de concordancia entre su cerebro y su útero. Por muy extraño que
parezca, en una vida, la mujer experimenta a la vez varias vidas. Y si tomamos en
consideración además el sexto indicador, la concepción, entonces podemos hablar de
un todo mecanismo de matriz que la mujer representa.
Al mismo tiempo, en cada mujer domina uno de los seis mecanismos que la hace
percibir el mundo desde el punto de vista de la madre, ya sea de mujer que busca su
camino de dedicación, ya sea que depende de la vivencia, digamos, táctil relacionada
con la ropa. Sí, incluso si tomamos por ejemplo la respiración de la mujer, ésta no
respira como el hombre, ella olfatea. Para la mujer no es importante la respiración
externa, sino que la vivencia de la respiración. O el sabor, que es esfera particular de la
vida de la mujer. La mujer cocina la comida y se llena de esto, dado que experimenta la
naturaleza del gusto. Para ella, la comida de verdad es cuestión de sabor si, por
supuesto, no están alterados los indicadores del sabor. Y también la vivencia del habla,
el sonido para la mujer es tan táctil, que puede inspirarla para realizar una hazaña, o
puede agravarla profundamente.
Al no aclararse su naturaleza, la mujer no puede encontrar el apoyo interno y la
insuficiencia jugará el papel de equivalencia externa de vivencias, donde puede
desarrollarse dependencia insuperable. La mujer debe saber hacer crecer, ante todo, a
sí misma. Una mujer que no sabe vivir “sabrosamente”, no representa completamente
a sí misma y se considera como insuficiente. Vivir sabrosamente es ¡la fuerza real y no
inventada de la mujer! Esto se debe a que el gusto básico es el gusto por la vida, que
guarda en sí precisamente todas las capacidades integrales.
Se debe aprender a comprender la naturaleza del llenado, entonces se conocerá la
naturaleza de la acumulación y la mujer podrá conocer la naturaleza del cambio o la
transformación. El intento de engañar a su naturaleza femenina o desviarse de ella no
llevará a nada excepto a estrés, que vemos en la vida de la mujer moderna, donde el
descontento y la insuficiencia le quitan lo principal: la acumulación de fuerza, a
menudo formando en ella, miedo.
Tomemos como ejemplo tales conceptos como juventud, vejez, belleza, amor, familia,
niños, que son la comprensión básica del mundo de la mujer, que más la explotan que
desarrollan. Y, en realidad, todos estos indicadores pueden desarrollarla
ilimitadamente. Ser mujer es un todo Arte, que es necesario para nuestro espacio que
explota la naturaleza de la mujer.
Pero, en realidad, la mujer misma se explota a sí misma y para muchas, hoy en día esto
es no sólo realidad, sino que también necesidad, para mantenerse por lo menos en
cierto tipo de vivencias que se convierten, de hecho, en tentación. La mujer debe
comprender su Integralidad para integrarse en sí misma, en su vida y en el espacio que
le rodea.

Niño Integral
El mundo, que la gente percibe a su alrededor, es punto de vista, y este punto forma
el espacio, si falta el punto, falta el espacio. El mundo no es ilusión, pero todo lo que
la gente percebe en cuanto a este punto (que por sí mismo es ilusorio), es ilusión
absoluta, y no puede ser de otra manera.
Krishnamurti

El Niño Integral es niño que se desarrolla según las leyes del desarrollo prenatal. Estas
leyes se establecen dentro de él en el período hasta el estado uterino, el uterino y el
post-uterino.
El Niño Integral es objeto de arquitectura prenatal en que se fundamentan las bases
que forman las posibilidades y se realizan en la construcción postnatal del ser humano.
El Niño Integral se crea según las leyes del desarrollo cristalino. Como resultado,
representa las formas supremas de existencia del ser humano, que fueron
representadas aun por Vitrubio (diseñadas por Leonardo da Vinci), un ser humano
poseedor de determinado estado de vitalidad proveniente de las leyes de la tensión
interna que se forma prenatalmente.

Etapas de formación del Niño Integral

 Sintonización con el Niño Integral


 Concepción Integral
 Embarazo Integral
 Nacimiento Integral
 Integración de la naturaleza prenatal en la postnatal.

Cualquier desarrollo se determina por la evolución y es muy importante qué se


entiende bajo este concepto. La reacción y la emoción no deben obstaculizar la
concepción, que también puede ser caracterizada como reducción de las cualidades,
que está en contradicción con la idea misma de la Integralidad.
El Niño Integral es la formación de tal tipo de estructura de la persona, cual es capaz
de desarrollarse al máximo en las condiciones de nuestro espacio de la vida, pero
también de ser el depósito perfecto para la personificación del espíritu, ofreciendo el
orden superior de vida y no el aleatorio, ni mucho menos el inferior.
El Niño Integral son conocimientos que se perfeccionan, ante todo, en los padres, dado
que éstos son la base en la formación de la nueva vida.
El Niño Integral es la correlación proporcional de la materia, la energía y el espíritu,
que radica en las leyes del reposo integral y su expresión posterior en sus movimientos,
es decir, el crecimiento y el desarrollo.
El Niño Integral es la objetividad, que está destinada a vivir bajo las leyes de la
subjetividad.

Niño Integral
El mundo, que la gente percibe a su alrededor, es punto de vista, y este punto forma
el espacio, si falta el punto, falta el espacio. El mundo no es ilusión, pero todo lo que
la gente percebe en cuanto a este punto (que por sí mismo es ilusorio), es ilusión
absoluta, y no puede ser de otra manera.
Krishnamurti
El Niño Integral es niño que se desarrolla según las leyes del desarrollo prenatal. Estas
leyes se establecen dentro de él en el período hasta el estado uterino, el uterino y el
post-uterino.
El Niño Integral es objeto de arquitectura prenatal en que se fundamentan las bases
que forman las posibilidades y se realizan en la construcción postnatal del ser humano.
El Niño Integral se crea según las leyes del desarrollo cristalino. Como resultado,
representa las formas supremas de existencia del ser humano, que fueron
representadas aun por Vitrubio (diseñadas por Leonardo da Vinci), un ser humano
poseedor de determinado estado de vitalidad proveniente de las leyes de la tensión
interna que se forma prenatalmente.

Etapas de formación del Niño Integral

 Sintonización con el Niño Integral


 Concepción Integral
 Embarazo Integral
 Nacimiento Integral
 Integración de la naturaleza prenatal en la postnatal.
Cualquier desarrollo se determina por la evolución y es muy importante qué se
entiende bajo este concepto. La reacción y la emoción no deben obstaculizar la
concepción, que también puede ser caracterizada como reducción de las cualidades,
que está en contradicción con la idea misma de la Integralidad.
El Niño Integral es la formación de tal tipo de estructura de la persona, cual es capaz
de desarrollarse al máximo en las condiciones de nuestro espacio de la vida, pero
también de ser el depósito perfecto para la personificación del espíritu, ofreciendo el
orden superior de vida y no el aleatorio, ni mucho menos el inferior.
El Niño Integral son conocimientos que se perfeccionan, ante todo, en los padres, dado
que éstos son la base en la formación de la nueva vida.
El Niño Integral es la correlación proporcional de la materia, la energía y el espíritu,
que radica en las leyes del reposo integral y su expresión posterior en sus movimientos,
es decir, el crecimiento y el desarrollo.
El Niño Integral es la objetividad, que está destinada a vivir bajo las leyes de la
subjetividad.
Mandala Integral es sistema geométrico espacial que nos lleva al conocimiento práctico
de las leyes de los Campos Integrales. Es tema de interés, debido al que está orientado
a las leyes del Noveno Campo Integral, las leyes de las vivencias supremas, el estado
“Sofía”.

Mandala Integral es camino práctico de la cognición de la sabiduría. Es materia


peculiar de la vibración que genera diferentes leyes de sonido. Estas leyes fueron
repartidas por la gente antigua en nueve niveles o nueve nudos. Se trata de corrientes
vibratorias, que no tienen obstáculos en el espacio por lo que la energía se distribuye
observando la ley de aquello que la genera.
Interesante desarrollo de este conocimiento vemos en los diferentes sistemas místicos
de los sufíes y los hasidim, las tradiciones eslavas y, por supuesto, Gurdjíeff y
Ouspenski.
El Mndala Integral es desarrollo idealizado de la Flor Integral, paso eneagramático a
las leyes de la personalidad, que se considera desde la posición de nueve niveles.

Mandala Integral da la idea de la tradición antigua de existencia del ser humano,


cuando la gente no estudió el éter, sino que su propia vida y consideró sus capacidades
aplicándolas a su propia naturaleza.
Al conocer el Mandala Integral, conocemos la Matemática Integral basada en los
procesos intemporales (la tensión). La Matemática Integral o Matemática Sagrada,
explica las leyes de sintonización del cerebro con determinado esfuerzo.
La capacidad de manejar nuestra naturaleza interna desde determinada parte del
cerebro es el aspecto principal de la enseñanza de Mandala Integral.

Mandala Integral es disciplina que explica la vibración física que posee determinada
frecuencia y que nos permite mantener no simplemente el estado de altas vivencias,
sino que, lo principal, manejarlas, que también es alimentación concreta del cerebro.
De esta manera, Gurdjíeff, obsesionado con la idea de conocer la Cuarta dimensión, o
sea, la intemporal, mantenía constantemente la tensión interna a través de la que
perfeccionaba su naturaleza interna. El Mandala Integral es matemática superior que
está representada en muchas enseñanzas y tradiciones. Pero debido a su carácter
enigmático y escasa explicación, quedó solo como ciertas direcciones formales. La
dificultad básica de esta enseñanza consiste en que no debe ser explicada fuera del
esfuerzo práctico.
El conocimiento del Mandala Integral tiene que salir de las leyes del Cerebro Integral y
ser inscrito en Esquema Integral, que debe ser mantenido por el esfuerzo del
movimiento interno (rotación interna), el Sonido Interno.

Es decir, el Mandala Integral nos enseña formar esfuerzo, manteniendo la naturaleza


de nuestro cuerpo en las leyes de la tensión que podemos absorber. Tiene el mismo
concepto que la idea de las octavas. La tensión absorbida es la condición de ir más
profundamente donde se conocen simultáneamente las leyes de la densidad, que a
menudo no permiten a la persona conocer sus habilidades. O sea, es una escala
peculiar de existir, donde cada densidad está geométricamente determinada ya sea por
conexión, ya sea por cohesión, ya sea por cristalización.
Su principal diferencia consiste en los intervalos. En nuestra naturaleza estos tipos de
intervalos son nueve. El concepto del Mandala Integral se basa en estos intervalos y al
pasar por esta escala nuestra consciencia va conociendo las leyes de la cohesión. De
esta manera, podemos hablar de cohesión del primer, segundo, tercer, etc., hasta llegar
al noveno rango.
El proceso de cognición de la cohesión del Mandala, debe iniciarse en el tercer rango
en que está construida toda la teoría de la armonía de Pitágoras. Ésta nos permitirá
permanecer en las leyes de la tensión de la vibración o sea, la pentatónica, que nos dará
la posibilidad de transformar la tensión provocada por la fuerza del pensamiento,
sonido, respiración o movimiento.
Pero, tal vez, lo más interesante en el sistema del Mandala Integral es el cultivo de la
tensión observando el principio del crecimiento de todo lo vivo y, bueno, el alcance de
la naturaleza del Rayo de la creación.
¿Qué nos da el significado del símbolo integral? ¿Cabe aplicarlo a la Ropa Integral?
El Código Integral es la ley que determinó su permanencia aquí. Por supuesto, puede
usarlo por todas partes, pero debe saber su lugar.
¿El Símbolo Integral personal refleja el Código de Identidad de la persona? ¿Es
correcto decir que el Símbolo Integral es el esquema del Código?
Sí, es la matriz del Código. Lo principal es que representa el Campo Integral de la
persona.
¿Es cierto que a través de un esquema gráfico (la imagen dibujada de la matriz) se
puede “trabajar” (influir) en la matriz energética, en el Campo Integral personal?
Al principio debe entrar en contacto con ella, sintonizarse con su naturaleza.

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