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Participación en la administración

empresarial
clima laboral y organizacional comunicación organizacional motivación y
remuneración participación de los empleados toma de decisiones

El elemento fundamental de la definición del término participación es la de presencia


activa de cada hombre en la toma de decisiones…

El Diccionario de la lengua española Espasa-Calpe tiene para este término varias


acepciones en donde el vocablo Participación encaja correctamente. Para el
caso que nos ocupa tomaremos esta: “f. Intervención en algún asunto”.

Ahora, me apoyaré en la siguiente frase para exponer la idea de participación:

“La base de la evolución administrativa está sustentada en la participación”

Participar es tomar parte, estar presente en la toma de decisiones, ser parte del
éxito o del fracaso de esas mismas decisiones, gozar o sufrir los alcances finales,
sentir la empresa como parte integral de mi ser, etc.

Los colaboradores de la empresa, sin importar su nivel, son eslabones que


conforman la gran cadena de la organización. Todos los eslabones son importantes
y no debemos de hecho considerar, que existan eslabones sin importancia, e incluso
ignorarlos como tales.

Para lograr la participación de los colaboradores hay que arrancar del


principio de “quererlo”.

La empresa debe querer la participación integral de sus colaboradores en todas las


circunstancias y no solo en eventos en que deba llamarlos por ayuda adicional, en
estado de desespero y casi por que la situación no da para menos.

“Oiga, meta la mano”, “Qué tal si me ayuda”, “Me colabora, por favor” y las de quejas
constantes: “Nadie colabora”, “A nadie le importa”, etc.

A las personas, por naturaleza, les gusta participar y tienen el mayor deseo de
hacerlo. Esta cualidad natural hay que administrarla.

El participar hace sentir a las personas interesantes e incluso importantes (Estimulo


natural del ego).

Para logarlo invítelas a participar. No le ordene participar. Son dos


situaciones muy diferentes.
Las comunicaciones verticales, horizontales, laterales están claramente
demarcadas en la teoría de la organización, representados gráficamente en los
organigramas y limitadas por estos mismos principios.

Si de aplicar la jerarquía se trata, de pronto resulta valedero, respetar lo que


representa el organigrama, en lo que respecta al llamado “conducto regular”, pero
si se trata de comunicaciones propias del ser humano en sociedad,
las comunicaciones no deben tener jerarquía.

No se las dé. La posición suya en la estructura organizacional no le da derecho a


evitar comunicarse con los otros niveles y mucho menos a escoger con quien se
comunica. No se cargue de prejuicios.

En la empresa todos somos uno: La empresa.

Lo que sabemos debemos comunicarlo. Habrá saberes que tendrán


comunicación limitada, pero una gran parte de lo que acontece en la empresa que
les compete a todos, déjelo fluir. No invite a su gente a las especulaciones.

Las especulaciones, son producto de los rumores y los rumores del


desconocimiento de una información veraz.

Los rumores crean especulaciones y estas normalmente tienden a ser negativas.

Intentar tener comunicación con todos nuestros colaboradores, cuando la


empresa tiene cierta envergadura, resulta un tanto complicado, pero eso no
evita el que pueda mostrarse cercano a la gente.

Cuando vaya a la planta o los diferentes sitios de trabajo, sonría. Salude. Muéstrese
cordial. Y ojo, no le estoy haciendo sugerencias hipócritas, hágalo con sinceridad.

Cuando las comunicaciones fluyen el ambiente tiende a ser cordial.

La cordialidad crea un buen ambiente de trabajo y la disposición natural de las


personas a integrarse más a su empresa. Nace la participación espontánea.

Tenga en cuenta las ideas de sus colaboradores. Las habrá descabelladas, ilógicas
e inaplicables, pero siempre, bien intencionadas.

No se burle de ellas y si le queda fácil, explique por qué ciertas ideas no pueden ser
aplicadas. Esto da la certeza de que fuimos oídos.

Si usted rechaza de manera tajante y poco cortés las ideas de sus colaboradores,
sabe cuándo vuelven a opinar: más nunca.
La democracia permite la participación de las masas, pero la participación no debe
limitarse al voto. El voto es una opción: del sí o del no. Pero tomar por una opción,
no necesariamente dejará satisfecho al participante, pues pudo haber optado por
una opción, pero….

Cuando no hay oportunidad para ser directo en la decisión y quedar convencido de


que se está contribuyendo a una decisión de masas, se opta por la No Participación.

Difícilmente podremos oír a todos. La empresa y sus decisiones no pueden


convertirse en un cabildo abierto de manera permanente. Pero eso tiene solución.
La estructura permite crear grupos y subgrupos y al frente de cada uno de ellos,
alguien hará de líder y ese líder será quien deba canalizar las comunicaciones y los
mensajes precisos hacia donde deban llegar.

Pero para lograr la participación espontánea de las personas no bastará con el que
nuestro sistema de comunicaciones sea fluido. Hay un elemento trascendental en
el comportamiento de las personas, en la generación de sus actitudes y finalmente
en el de sus acciones: la justicia.

Sea justo en:

La asignación de tareas Reconocimiento de actividades Asignación de sueldos y


salarios Aplicación de amonestaciones Imposición de sanciones

No se apegue a las utilidades, son suyas, usted es el dueño de la empresa, pero


hubo muchas personas que ayudaron a lograrlas. Busque la manera de compartir

En otras palabras: No discrimine. Intente ser siempre justo.

Si debe tomar decisiones terminales como suspender a un trabajador o llegar a


cancelarle el contrato de trabajo, que estos pasos sean ya lo último, de una
aplicación de pasos previos, tendientes a lograr el encauzamiento del colaborador.

Si actúa con justicia sus acciones no darán lugar a críticas, ni a comentarios mal
intencionados. No piense nunca que deja de ser importante “lo que piensan los
demás de usted”.

Sus colaboradores son una parte importante de sus activos. Si su nomina está llena
de excelentes colaboradores, su empresa está llena de riqueza.

La administración moderna reza el que Todas las empresas son, o tienden a ser,
organizaciones participativas.

Quien entiende la importancia de la participación en la administración


general de la empresa, estará mucho más cerca de sus objetivos y de sus
logros.
Cuando leemos a los tratadistas modernos refiriéndose al Empoderamiento
o Empowerment (derecho a decidir y a actuar) de manera sofisticada, sacudimos
la cabeza hacia lo sencillo de la lógica administrativa, y nos damos
cuenta de buenas a primeras, que no hay nada nuevo bajo el sol. Sin
embargo, hay quienes se atreven a mencionar que la dirección participativa
tradicional se ha visto superada por el Empowerment. Yo pienso, que más
bien sofisticó el concepto de participación, para algunos casos muy
específicos y puntuales.

No es solo la participación del empleado en sentido clásico, el Empowerment es


mucho más que eso.

“La Participación simple es consulta y comunicación entre la administración


y los colaboradores, mientras que el Empowerment es la cesión explícita de
la autoridad para tomar decisiones y emprender acciones, por lo general en el
contexto de un amplio conjunto de reglas y de estructuras”

El Empowerment tiene más una relación directa con el actuar, ejecutar y poner en
práctica decisiones fundamentadas en el criterio y la experiencia de quien se
convierte en actor y protagonista.

Ya no es solo participar con ideas, es actuar casi sin consenso y de acuerdo a las
circunstancias que se estén dando en el momento.

Los cambios vertiginosos que a diario se presentan y que obligan a una celeridad
en las decisiones han llevado a la administración a hacerse de nuevas técnicas,
porque la situación ahora es la de actuar, hacerlo bien y lo más rápido posible.

Los cambios se van a dar como algo natural y pudieran darse de manera
vertiginosa, por lo que la administración debe asumir la mejor actitud ante ellos y
una herramienta importante ante los cambios, guarda una relación directa con
la planeación estratégica.

Entonces, tal situación obliga a envestir de autoridad a los colaboradores, no solo


los que ostenten un rango de mando en la estructura organizacional, sino a todo
aquel que se haga necesario utilice este recurso.

Observemos que teóricamente pudiera resultar de fácil aplicación:

Ahora no solo escucharé, tus ideas sino que tendrás el poder de tomar
decisiones y tomar acciones cuando ello sea necesario sin que para ello
debas poseer un rango de mando en la estructura organizacional.

Las implicaciones son muchas: equivocaciones y generación de problemas o lo


ideal: asertividad y soluciones.
Lo anterior nos indica la necesidad de saber a quién se Empodera y que tanta
envergadura tendría la asignación de poder.

Al Empowerment si se le usa como una herramienta moderna y practica aplicada


con sentido común y ante todo con responsabilidad en el uso, por las partes; quien
la asigna y quien la recibe, vaya que debe dar excelentes resultados.

Quiero hacer hincapié en que el Empowerment analizado y aplicado de


manera sencilla no presentará mayores complicaciones en su uso y
resultados.

En la medida que esta “técnica” la apliquemos a los diferentes niveles de


mando con un enfoque más profundo implicará cuidado, seguimiento y control.

La empresa moderna decíamos, vive en una permanente dinámica de cambios


constantes, correspondiéndole a sus directivos adaptarse a ellos e intentar
evolucionar al ritmo que estos se vayan presentando, si no quiere verse rezagada
por la competencia.

Sea cual fuere la forma, técnica o sistema que permita a nuestros colaboradores
participar en la planeación para hacerlos sentir miembros activos de la comunidad,
con seguridad nos dará en el tiempo magníficos resultados, que redundarán en
beneficios para todos.
Participación social desde un punto de
vista empresarial
Por Tino López Leave a Comment

Ya lo decía Aristóteles: el ser humano es un ser social. Él sostenía que un


conjunto aislado de hombres no hace una sociedad, sino que, por el contrario,
es la sociedad la que forma a las personas que nacen en su seno

Cada nuevo integrante de un grupo social aprende con el lenguaje las normas, las
pautas culturales y los patrones de comportamiento que definen a esa colectividad.
A todos nos hace falta en mayor o menor medida, conforme vamos creciendo,
integrarnos a la vida comunitaria: tener amistades, integrarnos a grupos de padres,
practicar actividades recreativas o deportivas en conjunto con personas con las
cuales tengamos ideas o costumbres en común.

Se puede ver cómo en comunidades alejadas de las grandes ciudades, la vida


asociativa puede ser bastante rica: las personas parecemos tener una gran
tendencia a buscar a otros con quienes podamos establecer comunicación sólida e
incluso crear vínculos afectivos.

De esta forma vamos tejiendo redes de participación que afortunadamente se hacen


sólidos y ricos con el paso del tiempo, a pesar de las adversidades económicas o
políticas que puedan enfrentar los distintos colectivos conformados en el interior de
una comunidad.

Estas redes sociales pueden ser horizontales o abarcar distintos grupos o individuos
involucrados. No es extraño observar cómo algunas empresas u organizaciones no
gubernamentales se involucran con proyectos comunitarios. Desde dirigentes
empresariales hasta asociaciones de exempleados, todo nivel de instancias busca
participar. Ejemplos los hay muchos, desde empresas como Endesa, dirigida por
Borja Prado que participa de proyectos como la iluminación de la Capilla del
Sagrario de Verano de Nuestra Señora de la Oliva de Lebrija, un ícono cultural, o
asociaciones como Andecha, pensada directamente para involucrar a personas
que creen que lo necesitan, en trabajo comunitario y participación social y cultural.

La importancia de este tipo de participación social desde un punto de vista


empresarial es el hecho que permite que empleados de todo nivel se
sientan involucrados con la entidad para la que trabajan o que se sientan
respetados y representados en proyectos de carácter comunitario, que mejoran
elementos culturales tradicionales o incluso, que permiten que existan espacios de
ayuda a la población más desfavorecida.
Todo vuelve a la idea de que el sentido gregario de los seres humanos sale a flote
en diversas situaciones, pero de forma recurrente. Si bien hay personas que
prefieren mantenerse un poco al margen de actividades comunitarias con una gran
participación, que se sienten más cómodas en soledad, en determinado momento
todos los seres humanos nos sentimos en la necesidad de integrarnos y pertenecer.
Entre más espacios se abran para permitir una participación activa, ayuda mutua,
salvaguarda de elementos culturales, protección del medio ambiente, etcétera,
más fácil será enriquecer el tejido social que nos proporciona a todos un ambiente
fértil para desarrollarnos como personas e individuos. Es por ello que es tan
interesante el analizar la creación de este tipo de espacios desde un punto de vista
empresarial, pues hacerlo enriquece la discusión y da lugar al nacimiento de nuevas
iniciativas.

La Participación Ciudadana: Definición y Tipos


de Participación
más
fácil de
o menos
definir.claro cuando somos o no participes
FacebookTwitterGoogle+LinkedInCorreoWhatsApp A pesar deen
que
algo,
de una
el concepto
manera cotidiana
de participación
todos/asnotenemos
resulta
El concepto participar viene definido en el diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua como “tener uno parte en una cosa o tocarte algo de ella” “compartir, tener las
mismas opiniones, ideas… que otra persona”. Implica la acción de ser parte de algo, de
intervenir o compartir en un proceso.

Definición de participación
Una de las definiciones más aceptadas en la comunidad internacional:

“La participación es la capacidad para expresar decisiones que sean reconocidas por el
entorno social y que afectan a la vida propia y/o a la vida de la comunidad en la que uno
vive” (Roger Hart, 1993).
El término participación social o ciudadana puede ser conceptualizada desde diferentes
perspectivas teóricas, así puede referirse a los modos de fundamentar la legitimidad y el
consenso de una determinada población, por ejemplo participación democrática o también
puede referirse a los modos de luchar contra las condiciones de desigualdad social y para
cuya superación se necesita impulsar la participación.

Desde una perspectiva colectiva, el concepto participación aparece como aquella


intervención que requiere de un cierto número de personas cuyos comportamientos se
determinan recíprocamente. De acuerdo a esto, participar es sinónimo de intervención
colectiva.
Desde la perspectiva de las ciencias sociales la participación es entendida como la asociación
del individuo con otro/s en situaciones y procesos más o menos estructurados y donde el
individuo adquiere un mayor ejercicio de poder en relación a determinados objetivos finales
que pueden ser conscientes para el individuo o significativos desde la perspectiva del sistema
social.

Tipos de participación
Dentro de los tipos o formas de participación se distinguen dos grandes ámbitos:

• El público, que obedece a aspectos más globales e incluye dentro de este la participación
ciudadana y la política, y

• El privado, en el que se encuentran la participación social y la comunitaria, que tienen


como objetivo atender los intereses comunes de la comunidad o mejorar la calidad de vida
de las comunidades.

Así, podemos clasificar cuatro formas básicas de participación:

La Participación Ciudadana
La participación ciudadana se entiende como la intervención de los ciudadanos en la
esfera pública en función de intereses sociales de carácter particular.

Desde la perspectiva normativa, el término de participación ciudadana puede restringirse a


aquellos casos que representan una respuesta, individual o colectiva, de la sociedad a una
convocatoria realizada por parte de las autoridades gubernamentales en aquellos espacios
institucionales que estas designan o crean para el efecto.

En la democracia representativa vigente, en ocasiones, una parte de la sociedad es la que


detenta el poder de representación tomando decisiones de forma legítima que afectan a una
mayoría. En este sentido, es conveniente combinar lógicas de representación y participación
directa.

La Participación Política
La participación política es un elemento esencial de los sistemas democráticos. Se define
como toda actividad de los ciudadanos que está dirigida a intervenir en la designación de los
gobernantes y/o a influir en los mismos con respecto a una política estatal.

Las actividades en que se articula la participación política pueden ser legales o ilegales, de
apoyo o de represión.
En relación a formas de participación política:

La Participación Social
La participación social implica la agrupación de los individuos en organizaciones de la
sociedad civil para la defensa y representación de sus respectivos intereses, por ejemplo
grupos de inmigrantes, discapacitados, que buscan el mejoramiento de las condiciones de
vida o defensa de intereses.

El desarrollo de este tipo de participación articula el tejido social organizacional que puede
tener presencia importante en el desarrollo de nuevas formas de participación, sobretodo en
la esfera de lo público.

La participación social es un derecho humano esencial de toda persona y, una sociedad puede
considerarse democrática cuando todos sus ciudadanos y ciudadanas participan.

La participación social es uno de los componentes más importantes de la construcción de la


democracia y, a través de ella, se contribuye a asegurar el cumplimiento de otros derechos.

La Participación Comunitaria
La participación comunitaria es el conjunto de acciones desarrolladas por diversos sectores
comunitarios, en la búsqueda de soluciones a sus necesidades específicas. Se encuentra unida
al desarrollo comunitario de un sector o un grupo comunitario y tiene como eje el
mejoramiento de las condiciones de vida en la comunidad.
En la participación comunitaria es el propio grupo quien estipula las relaciones en función
del problema, al cual busca solución mediante un proyecto de desarrollo de mejoras o cambio
de la situación. Una de las características de la participación comunitaria es que busca
mejorar el bienestar de los miembros de la comunidad en función de valores que le son
propios, para que la mejora pueda ser sostenible en el tiempo.

De esta manera, los problemas de la comunidad pueden ser resueltos de manera endógena,
sin requerir la iniciativa de entes externos y las soluciones se ajustan a su entorno porque
surgen del consenso de sus miembros.

De una manera general todos los procesos de participación se encuentran


profundamente vinculados al desarrollo humano, sostenible y social. Los procesos
participativos son educativos, capacitadores y socializantes en sí mismos, tanto para los que
intervienen en ellos directamente como para la comunidad en general, a la vez que son
mecanismos para la consecución de tareas de interés colectivo.

Tras la lectura de este post, ¿te sientes más participativo? Déjanos tu opinión al respecto.
La participación de los trabajadores en la empresa

María Escat Cortés

La participación de los trabajadores debe entenderse desde dos puntos de vista:

· La participación como motivación: es raro que las personas no se sientan motivadas


cuando se les consulta sobre las acciones que les afectan, al “participar en el acto”.
Además, la mayoría de las personas en el centro de una operación tienen conocimientos
tanto de los problemas como de las soluciones de los mismos. Por consiguiente, la forma
correcta de participación produce tanto motivación como conocimientos valiosos para el
éxito de la empresa.
· La participación como forma de reconocimiento. Resulta atractiva para la necesidad de
afiliación y aceptación. Sobre todo, les da a las personas una sensación de realización.
Se debe alentar la participación de los empleados en los asuntos en los que éstos pueden
ayudar y aunque los escuchen con mucha atención, en asuntos que requieran de su
decisión son ellos quienes tienen que decidir.

Pero, ¿Cuáles son las bases de la gestión participativa?

Lo primero que hay que señalar es que la participación guarda una estrecha relación con
las oportunidades profesionales, colectivas y técnicas que el entorno ofrece.

La eficacia se mide con relación a la calidad de los intermedios, a la riqueza de las


informaciones tratadas, al valor operativo de las decisiones tomadas y de su aplicación
práctica. No siempre puede traducirse en términos de productividad directa.

Las personas deciden participar en un proyecto común cuando:

· Disponen de los medios personales necesarios, por ejemplo, confianza hacia la


organización y mandos, suficiente conocimiento...

· Observan las ventajas que hay en hacerlo, por ejemplo, un mayor reconocimiento,
ventajas económicas...

· Las estructuras técnicas se adaptan a ello, en el sentido de que flexibilizan el


funcionamiento del proyecto.

· La organización lo permite. En primer lugar, hay un criterio de talla. Si para un mismo


trabajo hay demasiado personal dedicado a ello, será inútil reclamar la implicación
individual. Para favorecer la participación y el compromiso de todos los miembros el
número máximo de una unidad de producción debe estar en torno a 150 – 250 personas.
Para evitar el problema de las jerarquías y las responsabilidades de los niveles habrá
que simplificar los organigramas a través por ejemplo del desarrollo del puesto de
trabajo, que se consigue a través del aumento de la cualificación de las tareas, o
diversificando las actividades.

Cuando la autonomía y la participación de los asalariados disminuye es que la influencia


que han conseguido no es la que esperaban. Es decir, la participación fracasa cuando
uno quiere imponer, desde arriba, el conjunto de los métodos y los procesos.
Se debe mantener un equilibrio adecuado entre la movilización como fomento de la
participación y el descanso de la misma.

Es importante considerar además la influencia de las nuevas tecnologías en la


participación:

· Han aumentado la complejidad del trabajo. Este no se puede realizar más que mediante
una mayor responsabilización de los asalariados

· Las nuevas tecnologías han modificado los oficios, haciendo que éstos perdieran
flexibilidad. Las adaptaciones sucesivas requieren intercambios, cursillos de formación.

· También contribuyen a la autonomía de los asalariados al mismo tiempo que


desarrollan la interdependencia dentro de la organización. La informatización y la
burocracia facilitan la creación de redes. Otras tecnologías aumentan la rapidez de las
respuestas al entorno, pero también las necesidades de concertación y cooperación
interdepartamentales.

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