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Referencia:

Datti, M., Bolanos, C., (2008). COMPRENDIENDO LA INTEGRACION


SENSORIAL AYRES. Traducción del Artículo de Educación Continua CE-7
Understanding Ayres Sensory Integration de Smith Roley, S., Mailloux, Z., Miller-
Kuhaneck, H. Publicado en OT Practice 12(17) Septiembre 2007

COMPRENDIENDO LA INTEGRACION SENSORIAL AYRES

SUSANNE SMITH ROLEY, MS, OTR/L, FAOTA


Directora de proyecto, USC/WPS Comprensión del programa de integración
sensorial
USC División de Ciencia Ocupacional y Terapia Ocupacional Los Angeles, CA
Coordinadora de Educación e Investigación de Terapia Pediátrica Network
Torrance, CA

ZOE MAILLOUX, MA, OTR/L, FAOTA


Directora de Administración de Terapia Pediátrica Network, Torrance, CA

HEATHER MILLER-KUHANECK, MS, OTR/L


Instructora de la Universidad de Sagrado Corazón, Fairfield, CT

TARA GLENNON, EDD, OTR/L, FAOTA


Profesora de Terapia Ocupacional de la Universidad de Quinnipiac, Hamden, CT
Dueña del Centro de Terapia Pediátrica, Fairfield, CT

RESUMEN
Los terapeutas ocupacionales y los asistentes de terapia ocupacional
guían sus planes de intervención en sus conocimientos y habilidades para ayudar
a quienes tienen dificultades para involucrarse en sus ocupaciones. La teoría de
IS, con su rica historia basada en la ciencia del crecimiento y desarrollo del ser
humano, ofrece a los practicantes de la terapia ocupacional estrategias
específicas de intervención para corregir los problemas sensoriales subyacentes
que afectan el desempeño funcional.

Este artículo enuncia los principios fundamentales de la integración


sensorial desarrollados originalmente por la Dra. A. Jean Ayres, explica el
razonamiento para desarrollar una marca registrada ligada específicamente a los
principios de base, e identifica el impacto que dicha marca registrada puede tener
en la práctica.

OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Después de leer este artículo, usted será capaz de:
1- Reconocer por qué el término de Integración Sensorial Ayres fue
registrado.
2- Identificar los conceptos fundamentales de IS Ayres en relación con el
desarrollo típico, patrones de disfunción de la IS, y principios de
intervención
3- Diferenciar la propuesta IS Ayres de otras propuestas que usan términos
y estrategias similares pero que no incluyen los mismos principios teóricos.

INTRODUCCIÓN
El Biólogo Edward Wilson (1998) puntualizó que “las teorías científicas
son producto de la imaginación – imaginación informada. Van mas allá de su
alcance para predecir la existencia de fenómenos previamente insospechados” (p
57). La teoría de IS, originada por A. Jean Ayres, encaja en esta descripción
porque muchos aspectos de su trabajo representan conceptos que requieren gran
imaginación sobre fenómenos previamente insospechados. Generada por una
terapeuta ocupacional y desarrollada primeramente en la profesión de terapia
ocupacional, la teoría de IS y su aplicación provee un importante conjunto de
conocimiento y habilidades para los practicantes del mundo entero. La IS es
también una de las primeras teorías generadas dentro de la terapia ocupacional
que se somete al rigor de proveer evidencia que valide su construcción mientras
provee dirección al uso de estrategias clínicas para remediar los problemas
sensoriales subyacentes que afectan la ejecución.

Desde los primeros escritos de Ayres, comenzando en los años 50,


muchas publicaciones han contribuido a la evolución de esta teoría, que es una
de las más citadas y aplicadas entre todas las teorías en terapia ocupacional
(Mulligan, 2002). A medida que se ha puesto más interés en el papel que juega la
función del cerebro en el comportamiento y aprendizaje, mayor atención se ha
puesto en el trabajo de Ayres. El resultado ha sido una mayor apreciación de la
elocuencia y sustancia de su investigación, así como de la controversia en
relación a la documentación de la eficacia de algunos aspectos de su propuesta.
Parte de la controversia emana de diversas publicaciones y programas de
intervención que no reflejan fielmente los principios del trabajo de Ayres pero que
han sido sin embargo erróneamente asociados a la IS (Parham, Cohn, et al.,
2007). En un esfuerzo por clarificar los conceptos que reflejen el marco de trabajo
en IS de Ayres y por preservar la integridad de su trabajo dentro de la terapia
ocupacional, el Baker/Ayres Trust registró el término Ayres Sensory Integration.
Este artículo presenta el razonamiento para establecer la patente para este
término, identifica los conceptos fundamentales de la IS Ayres y se discuten las
implicaciones de este registro para los practicantes de terapia ocupacional.

Este artículo no evalúa la validez o utilidad de otras teorías con base


sensorial, términos de diagnostico o intervenciones dentro o fuera de la terapia
ocupacional. La terminología usada en este artículo es consistente con la
utilizada por Ayres. Muchos términos tienen múltiples significados, tales como
integración sensorial como una teoría y marco de referencia, y como un proceso
relacionado a un procesamiento multimodal que fundamenta la formación y
recuperación de percepciones multisensoriales en el sistema nervioso central. El
procesamiento sensorial es un término genérico utilizado para describir la forma
en que las sensaciones son detectadas, traducidas y transmitidas a través del
sistema nervioso. Por lo tanto los déficit en el procesamiento sensorial, pueden
ser utilizados para describir alguna de las formas en que lo anterior no es
adecuado. Los déficit sensoriales integrativos, como son utilizados en terapia
ocupacional, han sido definido a través de muchos años de un conjunto de
análisis y factores, incluyendo análisis confirmatorios y pueden ser identificados a
través del uso de evaluaciones estandarizadas, observaciones expertas, y
reportes de padres y maestros. Las estrategias con base sensorial pueden o no
incluir aquellos que son considerados parte de la IS Ayres. Las variadas formas
en que estos términos se superponen y son usados en la práctica pueden ser
confusas. Por tanto, cuando se usan estos términos y se evalúan las habilidades
de un cliente o la focalización del practicante durante una intervención, es
importante como terapeuta y consumidor entender la investigación subyacente en
la identificación de un cierto tipo de problema sensorial y los métodos de base
sensorial que se usan durante la intervención.

RAZONAMIENTO PARA ESTABLECER UNA PATENTE DEL TÉRMINO DE


INTEGRACION SENSORIAL AYRES

Una revisión del uso del término de integración sensorial otorga un cierto
número de referencias a Integración Sensorial que involucra métodos carentes de
principios claves de terapia ocupacional, tales como promover una respuesta
adaptativa y un compromiso en la ocupación (Glennon & Smith Roley, 2006, 2007;
Smith Roley &Glennon, 2006). En años recientes, una expansión de centros de
tratamientos de estimulación sensorial se han enfocado en sensaciones pasivas
visuales, auditivas y de movimiento (por ej. www.sensorylearning.com,
www.sensorycenter.com, www.neurosensorycenter.com, www.sirri.com), los
cuales a menudo están a cargo de individuos que no son terapeutas
ocupacionales y de quienes es difícil distinguir su formación profesional.

Varios terapeutas que no residen en EEUU también han reportado


preocupaciones en relación a otras profesiones, como educación física y
psicología, cuyos miembros reclaman que integración sensorial es una
herramienta psicoeducativa al mismo tiempo que se hacen esfuerzos por limitar el
involucramiento de la terapia ocupacional en la evaluación e intervención de
niños con déficit de integración sensorial. Últimamente se ha vuelto común que
las actividades sensoriales sean propuestas como premios por conductas
apropiadas o buen desempeño durante el entrenamiento piloto discreto en niños
con autismo e integración sensorial, que están frecuentemente mal entendidos o
mal interpretados en éstas comunidades (por ej.www.autism-
society.org/site/pageServer?pagename=about-treatment_learning#SensoryIntegr
ation).
El Trust Baker/Ayres comparte las preocupaciones profesionales en relación a la
confusión sobre la teoría de integración sensorial y estableció una marca
registrada para el término Integración Sensorial Ayres.

CONCEPTOS FUNDAMENTALES EN INTEGRACIÓN SENSORIAL AYRES

Bundy, Lane, y Murria (2002) notaron que la teoría de integración


sensorial es usada para explicar conductas, plan de intervención y predecir como
el comportamiento puede cambiar a través de la intervención. Ellos identificaron
los tres componentes principales de la teoría de integración sensorial
describiendo el desarrollo típico de integración sensorial, definiendo disfunción
integrativa sensorial y guiando programas de intervención. Un entendimiento
claro y comprensivo de esos tres aspectos de Integración Sensorial Ayres
ayudará a los profesionales de terapia ocupacional en una apropiada y efectiva
aplicación de esta propuesta.

FUNCIONAMIENTO TIPICO DE INTEGRACION SENSORIAL


Ayres construyó la teoría de integración sensorial basada en su
comprensión de la neurobiología. Antes de la publicación de su libro clásico,
Integración Sensorial y Desórdenes de Aprendizaje (Ayres 1972 b), ella publicó
numerosos ensayos sobre sus teorías, poniendo los componentes claves de la
relación entre integración sensorial y desempeño a través del análisis de
investigaciones existentes. Esos principios fundamentaron su trabajo en el
desarrollo de pruebas e investigaciones posteriores que definieron varios tipos
de déficit de integración sensorial y los déficit relacionados al aprendizaje motor,
habilidades académicas, atención y conducta.

En 1960, Ayres desafió los principios de “actividad propositiva” que se


enfoca en ejercitar un componente de un patrón motor, proponiendo que: “1) El
aprendizaje toma lugar como una función de recompensa o refuerzo, 2) uno
aprende lo que hace, y 3) El aprendizaje toma lugar porque hay un propósito para
que tome lugar” (Ayres 1960, p.38). Ella creyó que una persona debe entender la
meta y proceso de la intervención a fin de que se beneficie de esto, destacando la
concientización perceptual del compromiso ocupacional.

Revisando las teorías de control motor, Ayres (1960) propuso que el


aprendizaje motor sigue secuencias madurativas inherentes y éste es
influenciado por, si no depende de, sensaciones entrantes. En 1961 Ayres
propuso que el desarrollo del esquema corporal en niños crea un modelo postural
para entender el desarrollo visual motor, y ella propuso que la habilidad de
sentarse correctamente y mantenerse quieto mientras esta sentado requieren
soporte perceptual de los sistemas vestibular y propioceptivo además del sistema
neuromotor; de este modo, enfatizó el control postural como base esencial para
mejores habilidades académicas y desempeño motor. Ella postuló después que
los sistemas táctil, vestibular, propioceptivo y visual proveen datos claves en el
desarrollo de la lectura y escritura y que puede estar deteriorado en chicos con
dificultades del aprendizaje.

Referencias tempranas de Ayres que son ahora comúnmente llamadas


modulación sensorial se iniciaron en 1964. Ayres (1964) informó a los lectores la
importancia de las funciones táctiles, y ella propuso que la habilidad para enfocar
y mantener la atención y sostener un nivel continuo de actividad estaban
relacionados a la forma en la cual el sistema nervioso responde a sensaciones
táctiles y otras sensaciones.

En 1972, Ayres escribió sobre uno de los más importantes rasgos de su


teoría: el aspecto de integración sensorial en sí. Ella propuso que los sistemas
sensoriales no se desarrollan independientemente sino que el procesamiento
visual y auditivo dependen de las sensaciones fundamentales centradas en el
cuerpo (Ayres 1972ª, 1972b, 1972c, 1972d). De acuerdo a Ayres, la información
sensorial no es procesada aisladamente y dado sus características esenciales del
sistema nervioso central, la intervención terapéutica que incorpora sensaciones
que afectan a la percepción multisensorial, influenciará el aprendizaje y conducta.
Ayres (1961) propuso que a través del desarrollo de estas funciones
sensoriomotoras y específicamente por la facilitación de respuestas adaptativas
somatomotoras, una persona puede desarrollar mejoras en el aprendizaje, lectura,
matemática, percepción visual y auditiva y tareas de habilidades motoras. Bundy
et al. (2002) pronunció este postulado de la teoría de integración sensorial como
sigue: “El aprendizaje es dependiente de la habilidad para tomar y procesar
sensaciones desde el movimiento y el ambiente y usarlo para planificar y
organizar la conducta” (p.5).

La hipótesis que Ayres propuso, continúa reflejando un pensamiento


adelantado sobre la función cerebral y aprendizaje y conducta, tales como:
• La conciencia perceptual apoya y facilita el compromiso ocupacional.
• El aprendizaje motor es influenciado por, si no depende de, las
sensaciones que se reciben.
• La conciencia corporal crea un modelo postural para entender un
desarrollo viso-motor.
• El control de la postura es esencial para habilidades académicas y
desempeño motor.
• Los sistemas táctil, vestibular, propioceptivo y visual proveen datos claves
en el desarrollo de la lectura y la escritura.
• La habilidad para focalizar, mantener la atención, y mantenerse en un
nivel continuo de actividad, y la forma en la cual el sistema nervioso
responde a las sensaciones táctiles, están relacionados.
• Los sistemas sensoriales se desarrollan de una manera integrada y
dependiente.
• El procesamiento visual y auditivo depende fundamentalmente de las
sensaciones centradas en el cuerpo.

DISFUNCIÓN INTEGRATIVA SENSORIAL


Con un programa de investigación sistemática e integral único en su
género dentro del campo de terapia ocupacional en ese tiempo, Ayres comprobó
las hipótesis que ella desarrolló basadas en su estudio de la función
neurobiológica y ocupación de la niñez.

Kielhofner (2005) señaló, que Ayres fue una “notable excepción” como
terapeuta ocupacional, quien “continuó siendo clínico al mismo tiempo que creaba
teoría y conducía investigación” (p232). Esta combinación de estudios científicos
a lo largo de la observación clínica y experiencia guió su estudio sobre los retos
que los niños con problemas de aprendizaje y comportamiento enfrentan.

A través del uso de series de análisis de factores con medidas


estandarizadas de discriminación sensorial, responsividad sensorial, habilidades
motoras gruesas y finas, y praxis, Ayres desarrolló la teoría de integración
sensorial e identificó patrones de función y disfunción. Ella propuso que esos
análisis de factores podrían ayudar a descubrir la relación entre las diferentes
clases de percepción sensorial, actividad motora, lateralidad, y algunas áreas
selectas de función cognitiva. Ella analizó los documentos que incluían niños con
déficit perceptual, déficit motor, déficit cognitivo y pérdida sensorial e hipotetizó
que a pesar de que existe déficit multisensorial, perceptual y motor, que pueden
afectar a estas personas, era posible que los niños mostrarán un impedimento en
un área y no en otras (Ayres, 1965). Por tanto, Ayres encontró que éste era el
caso. Comenzando con el análisis factorial en el Test de Integración Sensorial de
California del Sur (SCSIT, Ayres 1972c) y después con el Test de Integración
Sensorial y Praxis (SIPT, Ayres 1989), Ayres confirmó las relaciones entre
funciones sensoriales y motoras en niños que tenían un típico desarrollo y mostró
que déficit perceptuales fueron encontrados en niños con un conjunto de
síntomas o síndromes en diferentes formas de aquellos vistos en la población en
general (muestra aleatoria normal).

Comenzando en 1965 y hasta su último artículo publicado en 1989 poco


después de su muerte, Ayres documentó la presencia de patrones de disfunción
de integración sensorial que incluían:
a) dispraxia del desarrollo, distinguido por una relación entre el
planeamiento motor y la percepción táctil,
b) percepción visual, percepción de forma y espacio, y funciones motoras
visuales,
c) defensivo táctil relacionado con conducta hiperactiva y distractibilidad
d) déficit postural y vestibular, incluyendo integración de ambos lados del
cuerpo, discriminación derecha izquierda, cruce de la línea media y coordinación
motora bilateral,
e) déficit en la discriminación visual figura fondo y f) déficit en funciones de
lenguaje y audición.

En este periodo de 24 años, repetidos análisis factoriales mostraron


patrones similares de déficit con diferentes muestras de niños. Estos análisis
proporcionaron la evidencia de constructo de que los déficit de integración
sensorial existen como patrones que se reproducen. Ayres completó numerosos
escritos no publicados de análisis factorial además de los que fueron publicados
(Ayres 1989, visto también Parham & Mailloux, 2005). Los primeros análisis
incluyeron otras 35 medidas perceptuales y motoras, test cognitivos, medidas de
procesamiento auditivo, medidas de conducta y observaciones clínicas de
funciones neuromotoras. El SIPT, revisado y con un nuevo set de test que
reemplazó el previo SCSIT, dio oportunidad de una expansión de pruebas
estandarizadas en una amplia muestra nacional. (El SIPT permite al terapeuta
dentro de dos horas de periodo de prueba, la oportunidad de mostrar
objetivamente múltiples áreas de desempeño, tales como percepción visual,
habilidades visual motora, construcción visual, discriminación táctil, defensividad
táctil, kinestesia, nistagmus vestibular ocular, equilibrio, control motor bilateral,
secuenciación, varios tipos de praxis como secuenciación, imitación corporal
gestual y gestual oral motor, y seguimiento de comandos verbales. El SIPT
provee resultados estandarizados para niños entre 4 y 8 años 11 meses).

En 1998, Mulligan se embarcó en un monumental estudio que usó más de


10,000 conjuntos de datos, cada uno representando a un niño. Ella realizó
análisis de factorial confirmatorio y exploratorio y encontró patrones similares de
déficit con sus datos, tal como lo encontró Ayres. Mulligan también encontró una
similitud entre los patrones individuales que ella identificó como integración
bilateral y secuencia, somatopraxia, visuopraxis, somatosensorial, y movimientos
postural ocular. Ayres originalmente llamó a esta similitud “disfunción de praxis
generalizada” y subsecuentemente lo llamó “disfunción de integración sensorial
general” (Ayres 1989, p.176).

Ayres, y después Mulligan, ejecutaron el análisis de grupos. El estudio de


Ayres (1989) usando el SIPT produjo 4 grupos disfuncionales, llamados,
promedio bajo de integración bilateral y secuencia, visual y somatodispraxis,
dispraxia de comando verbal, y disfunción integrativa sensorial generalizada. Los
grupos que Mulligan identificó fueron disfunción de integración sensorial
generalizada y dispraxia- severa; dispraxia; disfunción de integración sensorial
generalizada y dispraxia - moderada; y bajo promedio en integración bilateral y
secuencia.

La extensiva investigación conducida por Ayres y reforzada por Mulligan


formaron las bases para la identificación de patrones de disfunción de integración
sensorial con nueva información e investigaciones relacionadas que ahora
contribuyen al refinamiento y mejor entendimiento de estos tipos de disfunción.
Algunas de las formas en las cuales el análisis factorial adelantó la teoría de
integración sensorial son las siguientes:

• La percepción táctil está relacionada a la praxis (Ayres, 1965, 1966ª,


1966b, 1971; Ayres, Mailloux & Wendler, 1987).
• La defensividad táctil está relacionada con la hiperactividad más que con
la defensibilidad táctil (Ayres 1965, 1966ª, 1966b, 1969, 1972d).
• La mayoría de los niños muestran más de un factor, demostrando
relaciones entre factores, y menos variación en patrones que se ven en
niños quienes tienen un desarrollo típico (Ayres, 1965, 1966ª, 1966b,
1989, Ayres et al, 1987).
• La introducción de la medida del test del nistagmus posrotatorio clarifica
el rol del sistema vestibular con patrones posturales y bilaterales (Ayres
1975).
• La inclusión de la medida de lenguaje auditivo sugieren hemisferio
izquierdo versus la disfunción de integración sensorial (Ayres 1969,
1971, 1972d, 1977).
• Los patrones de integración sensorial no están junto con sistemas
sensoriales (Ayres, 1965, 1966ª, 1966b, 1971, 1972ª, B, D, 1977, 1989,
ayres et al., 1987).

PRINCIPIOS QUE GUÍAN LOS PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN

De acuerdo a Spitzer y Smith Roley (2001), “Las intervenciones que


enfatizan el enfoque de Integración Sensorial van dirigidas a las necesidades
sensoriales de los niños para que ellos realicen respuestas adaptativas y
organizadas a una variedad de circunstancias y ambiente” (p.17). Se distingue
más por el compromiso activo del niño a quien se le permite moverse,
balancearse y chocar. Adicionalmente el niño es alentado a moverse y cambiar el
ambiente para crear demandas más difíciles y desafiantes para la integración
perceptual motora.

El sello de integración sensorial es que se realiza en el contexto de juego,


los niños disfrutan las actividades y las actividades son su propia recompensa.
Ayres estructuró su propuesta de intervención usando la teoría de integración
sensorial sobre los principios de aprendizaje motor, la respuesta adaptativa y
actividades propositivas.

Los siguientes principios se consideran esenciales para la intervención


usando la propuesta de integración sensorial (Parham, Cohn, et al., 2007):
• La intervención es proporcionada por un profesional calificado- terapeuta
ocupacional o un asistente de terapia ocupacional bajo la supervisión del
terapeuta ocupacional, terapeuta físico, o terapeuta de lenguaje y habla.
• El plan de intervención está centrado en la familia y basado en una
evaluación completa y la interpretación de patrones de disfunciones de
integración sensorial en colaboración con personas importantes en la
vida del cliente y con adherencia a estándares profesionales de práctica
y ética.
• La terapia se desarrolla en un ambiente seguro que incluye un equipo
que provee sensaciones vestibulares, propioceptivas y táctiles, y
oportunidades para praxis.
• Las actividades son ricas en sensaciones (especialmente sensación
vestibular, táctil y propioceptiva), y ofrece oportunidades para integrar la
información con otras sensaciones, tales como visual y auditiva.
• Las actividades promueven la regulación de afecto y el estado de alerta
y provee las bases para atender nuevas oportunidades de aprendizaje.
• Las actividades promueven un control óptimo postural del cuerpo,
control oral-motor, áreas óculo motoras y control motor bilateral, que
incluye mantener el control mientras se mueve a través del espacio y
ajustando posturas en respuestas a cambios en el centro de gravedad.
• Las actividades promueven praxis, incluyendo organización de
actividades y de uno mismo en tiempo y espacio.
• Las estrategias de intervención proveen el justo desafío.
• Existen oportunidades para que el cliente haga una respuesta adaptativa
al cambiar o incrementar las demandas complejas del ambiente.
Destacado en los principios de intervención de Integración Sensorial de
Ayres es la “respuesta adaptativa somato motora”, lo cual significa que
la persona es adaptativa con el cuerpo entero, moviéndose e
interactuando con personas y objetos en el espacio tridimensional.
• Motivación intrínseca e impulsos son utilizados al interactuar a través de
actividades placenteras, en otras palabras, jugar.
• El terapeuta crea una atmósfera de confianza y respeto a través de
interacciones contingentes con el cliente. Las actividades son
negociadas, no preplaneadas, y el terapeuta es responsable de
modificar el trabajo, las interacciones, y el ambiente basándose en las
respuestas del cliente.
• Las actividades son su propia recompensa, y el terapeuta asegura el
éxito del cliente en cualquiera de las actividades que son intentadas,
alterando las actividades para que estén de acuerdo con las habilidades
del cliente.

No obstante más de 80 estudios han sido publicados acerca de la evidencia


de efectividad del método de integración sensorial, muchos tienen fallas
metodológicas (Miller, 2003; Parham, Cohn, et al., 2007). La mayoría no
reportaron fidelidad, y esos que tienen una adherencia mínima al principio de
fidelidad que define Integración Sensorial Ayres, requiere más investigación.
Los principios de intervención de Integración Sensorial Ayres, destacan por la
fidelidad del trabajo no sólo demostrando cómo ese acercamiento difiere de los
protocolos de estimulación sensorial, sino también reflejando las formas variadas
en que esta propuesta está basada en la ocupación. El trabajo de Cohn (2001a)
sobre perspectivas parentales de integración sensorial reveló que padres
sobreprotectores preocupados por sus niños con desorden de integración
sensorial están relacionados con participación social. A través de entrevistas, los
padres reportaron que ellos consideraron muy importante la mejoría de sus hijos
en la habilidad de involucrarse en actividades, y sensación de autoestima de los
niños. En trabajos relacionados, Cohn (2001b) también reportó que la forma en
la cual la propuesta de integración sensorial es centrada en la familia, afecta el
compromiso y la participación de los padres y el niño en el tratamiento.

CLARIFICANDO INTEGRACION SENSORIAL AYRES EN RELACIÓN A


TÉRMINOS Y SENSORIALES Y DIFERENTES ENFOQUES

Con el incremento de la atención en el rol de la sensación en el desarrollo,


aprendizaje y conducta, muchos usos y aplicaciones de términos que comparten
algunas similitudes, son asociados con el ahora existente Integración Sensorial
Ayres. El aumento en el diagnóstico de autismo (Centros de Control de
Enfermedades y Prevención, 2007), con el predominio de síntomas relacionados
con el área sensorial en este problema, ha tenido también el efecto de
incrementar la atención hacia la terminología y variación en la aplicación de ésta.
La sobre posición de terminología crea el potencial para la confusión y la falta de
claridad en un área requiere una atenta distinción de los profesionistas internos y
externos de terapia ocupacional así como de los consumidores. Dos áreas en el
cuales la confusión de terminología es evidente se relaciona a los “tipos o
patrones de disfunción” y “a los enfoques de intervención”.

En relación a los términos utilizados por el tipo o patrones de déficit de


integración sensorial, algunas de las variaciones han ocurrido como
investigaciones que han contribuido a nueva y refinada información. Este tipo de
cambio en la terminología está claramente documentado a través de estudios de
análisis de factores de Ayres y Mulligan, así como, a través de otros estudios de
función y disfunción de integración sensorial. En la medida que los conceptos que
han surgido desde Integración Sensorial Ayres continúan evolucionando, algunos
trabajos probablemente se expandirán y agregarán al trabajo original de Ayres,
mientras que otros conceptos que pueden eventualmente guiar diferentes
perspectivas o marcos de trabajo. Por ejemplo, investigaciones en el área de
modulación sensorial en años recientes (Dunn, 1999; May-Benson & Koomar,
2007; Miller, Anzalone, Lane, Cermak, & Osten, 2007; Miller-Kuhaneck, Henry, &
Glennon, 2007; Parham, Cohn, et al. 2007; Parham, Ecker, Millar-Kuhaneck,
Henry, & Glennon, 2007; SCAF, Miller, Seawall, & O´Keefe, 2003) han
claramente expandido el análisis factorial original encontrado por Ayres en
defensibilidad táctil y su descripción clínica de inseguridad gravitacional. En otro
ejemplo, sin embargo, la explicación para otras variaciones en terminología sobre
el tipo de disfunción es algunas veces menos claro. En series dedicadas a la
terminología de integración sensorial en el año 2000 un artículo Una sección
trimestral de Interés Especial de Integración Sensorial (Hanft, Miller &Lane, 2000;
Lane, Miller & Hanft, 2000; May- Benson, Reeves & Young, 2000, Miller & Lane,
2000) términos, tales como disfunción en integración sensorial y disfunción en
modulación sensorial fueron sugeridos como preferibles sobre el término de
desorden (Lane et al., 2000). Sin embargo, en años recientes algunos de estos
mismos autores empezaron a usar el término desorden en lugar de disfunción
(Miller, et al. 2007). Aunque este cambio en la terminología puede estar
relacionado a esfuerzos para presentar algunos aspectos de los problemas de la
integración sensorial a un sistema de categorización (por ej. el manual de
diagnostico y estadística), la razón clínica para la sugerencia de ese cambio de
desorden a disfunción no es claro para los practicantes, particularmente porque
publicaciones de terapia ocupacional previas sugirieron no usar ese término.
Además, los mismos autores (Miller et al. 2007) ahora han sugerido usar
procesamiento sensorial en lugar de integración sensorial para los patrones de
déficit. Una de las razones por la que los autores parecen sugerir el cambio de
integración sensorial por procesamiento sensorial es que ellos creen que el
término desorden necesita ser diferenciado del término para la teoría y la
intervención. Sin embargo, Ayres y otros investigadores en integración sensorial
ya han asignado más términos específicos a patrones de desorden (por ejemplo,
integración bilateral y déficit de secuenciación (Ayres 1989) para alcanzar esta
diferenciación. Otro razonamiento dado para usar procesamiento sensorial versus
integración sensorial es que

el uso del término de integración sensorial…es a menudo interpretado en forma


diferente dentro y fuera del campo de terapia ocupacional. (Por ej. el uso del
término integración sensorial a menudo aplica a procesos de neurofisiología
celular más que a respuestas conductual a imput sensorial como fue connotado
por Ayres.) (Miller et al.2007, p.136)

Este razonamiento es igualmente confuso, sin embargo, porque el término


procesamiento sensorial también es utilizado ampliamente fuera de terapia
ocupacional en aplicaciones de neurofisiología celular.
Una búsqueda de los dos términos en PubMed (12 julio 2007) otorgó 7521
menciones de procesamiento sensorial y 2304 menciones de integración
sensorial, con casi todos los registros para ambos términos citando
investigaciones que no aplican a ningún término utilizado en terapia ocupacional.

De este modo, uno debe preguntarse si esas razones soportan un cambio


en la terminología de integración sensorial por procesamiento sensorial.
Las propuestas de intervención representan otra área que requiere precaución en
el uso de la terminología. Ayres desarrolló su teoría de integración sensorial en
un tiempo en el que varios educadores y psicólogos estaban estudiando y
desarrollando programas que muchas veces hacían referencia a términos tales
como perceptual-motor, sensoriomotor o enfoques visual-motor (Frostig & Horne,
1964; Kephart, 1960). Estos enfoques perceptual-motor y sensoriomotor tienden
a focalizarse principalmente en percepción visual y algunas veces en auditiva,
pero no dan prioridad a las sensaciones primarias de los sistemas sensoriales
del tacto, propioceptivo y vestibular, tal como Integración Sensorial Ayres lo hace.
Finalmente, praxis o el “planeamiento motor” es destacado en Integración
Sensorial Ayres versus el énfasis en habilidades especificas motoras, tales como
coordinación ojo mano como se ve en los programas perceptuales.

Los terapeutas ocupacionales también han desarrollado una variedad de


acercamientos que complementan estrategias basadas en la sensación, los
cuales tambièn son incorporados por practicantes de otras profesiones (Bundy et.
al., 2002). Por ejemplo, el programa alerta para la autorregulación es un
acercamiento complementario que impulsa el estado de conciencia cognitiva de
de alerta con el uso de estrategias sensoriales que apoyan el aprendizaje y la
conducta (Williams & Shellenberger, 1994). Otros acercamientos usan
primariamente experiencias sensoriales pasivas o estimulación sensorial basada
en protocolos específicos, tales como la propuesta de Wilbarger (Wilbarger &
Wilbarger, 2002) y el protocolo vestibular oculomotor (Katar, 2002). Aunque estas
técnicas incluyen sensaciones y puede eventualmente demostrar evidencia de
efectividad si son investigadas en el futuro, no son consistentes con los principios
de Integración Sensorial Ayres y, por lo tanto representan un modelo diferente.

En el intento de llegar a la uniformidad el uso de términos ha abierto al


diálogo pero no necesariamente ha clarificado o consensuado. Como el diálogo
profesional continúa, es importante para la comunidad de terapia ocupacional
estar conciente que los términos de Ayres, aplicados como parte de la Integración
Sensorial de Ayres, fueron escogidos cuidadosamente basados en la teoría e
investigación. Al adquirir una clara comprensión de los principios básicos de
Integración Sensorial Ayres; así como de otras teorías y marcos de referencia, les
permiten a los terapeutas ocupacionales y asistentes de terapia ocupacional
identificar en la literatura de apoyo y mejorar sus prácticas basadas en evidencias
y claramente articular a los consumidores qué principios están implementando.

CONCLUSIÓN
La Integración Sensorial Ayres abarca un marco de trabajo teórico
fundamental desarrollado por una de las primeras terapeutas ocupacionales que
desarrolló e implementó un programa en investigación. Basada en una larga y
rica historia de formulación teórica, desarrollo de test, prueba de hipótesis y
práctica clínica, la integración sensorial representa una de los logros de más
impacto que han surgido de terapia ocupacional. La patente de ese término está
dirigida a proteger y preservar este importante trabajo para que pueda continuar
evolucionando y creciendo en la forma que Ayres pretendía. En 1963, Ayres
escribió, “En 25 años un enfoque neurofisiològico del paciente con problemas
motores va a estar bien desarrollado, bien aceptado y vamos a mirar hacia atrás
con respeto y gratitud a esas personas que ayudaron a iniciarlo.” (Ayres 1974,
p.63). Ahora más de 25 años después, nosotros realmente escribimos este
artículo con respeto y gratitud por el trabajo de Ayres y todos aquellos que
contribuyeron a nuestra comprensión de las aportaciones de la sensación para el
aprendizaje, desarrollo, y participación en actividades de la vida diaria.

REFERENCIAS
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