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Texto de Lidia Fernández INTERNET
Texto de Lidia Fernández INTERNET
Instituciones educativas
El término “institución” se utiliza para aludir a ciertas normas que expresan valores altamente
“protegidos” en una realidad social determinada. En general tienen que ver con comportamientos que
llegan a formalizarse en leyes escritas o tienen muy fuerte vigencia en la vida cotidiana, como por
ejemplo: la flia, el matrimonio, la propiedad privada, el tabú son, instituciones (están instituidas
socialmente).
A continuación, tres acepciones diferentes sobre el concepto de institución:
1)Institución como sinónimo de regularidad social, aludiendo a normas y leyes que representan
valores sociales y pautan el comportamiento de los individuos y los grupos, fijando sus límites.
Por ejemplo: la norma constitucional que establece la libertad y el derecho de enseñar y aprender;
los programas vigentes; las leyes de educación, etc.
El individuo actúa siempre dentro de grupos y organizaciones, las cuales sufren el efecto de dos
tipos de regulaciones: las que provienen de instituciones externas vigentes en el sistema mayor y
entran en el grupo u organización moldeando sus condiciones de realidad; las que provienen de
instituciones internas resultantes de acuerdos consolidados en la vida cotidiana y pueden modificar
el modo en que operan las instituciones externas dentro del grupo u organización.
2)Institución como sinónimo de establecimiento, que alude a una organización con función
especializada que cuenta con un espacio propio y un conjunto de personas responsables del
cumplimiento de determinadas tareas reguladas por diferentes sistemas.
Cada tipo de establecimiento configura el momento particular de una norma universal: club – ocio;
iglesia – religión; empresa – producción; etc.
Más allá de pertenecer a un tipo de institución particular – ser todos hospitales – no hace al
establecimiento idéntico al resto, ya que los grupos humanos que conforman la comunidad de un
establecimiento hacen una versión singular de los modelos y las normas generales a lo largo de su
historia institucional.
3)El sentido de institución ligado con los significados, que alude con él a la existencia de un mundo
simbólico en parte consciente, en parte de acción inconsciente, en el que el sujeto humano
“encuentra” orientación para entender y descodificar la realidad social.
(Según Alfonsina en clase): “como mandato social, somos portadores de eso que es…”, por ejemplo,
la escuela, la flia, etc.
La resistencia de estas significaciones a los intentos de modificación, su fuerza e importancia se
relacionan con la índole del material con que se elaboran y por el refuerzo que reciben de la amplitud
del consenso que las avala. (Según Alfonsina en clase): “el problema de institución educativa”.
Las instituciones sociales son las que, al marcar lo permitido y lo prohibido, muestran al individuo el
poder y la autoridad de lo social, el riesgo y la amenaza implícita en la transgresión, el beneficio y el
reconocimiento de la obediencia.
Frente a “lo social” en todo su poder, el individuo se experimenta muy indefenso, ya que, por el
rechazo o punición provoca temores e indefensas. Las instituciones (entendidas como significados)
dirigen el comportamiento de los individuos hacia la aceptación de, por ejemplo, ciertos modelos de
autoridad.
Si bien las instituciones en su aspecto de lo institucional, lo instituido, configuran la trama de sostén
de la vida social y la vía por la que transcurre el crecimiento de los individuos, éstas (las
instituciones) se confrontan y entran en lucha con los desvíos que conforman el cuestionamiento y la
posibilidad de concreción de lo instituyente.
La vida social en todas sus manifestaciones, está atravesada por instituciones que expresan los
sentidos con una cultura determinada codifica las relaciones de los hombres entre sí y con la
realidad natural y social.
(B)Permite dar cuenta de un nivel de relación social primaria, que no requiere de lenguaje y que
induce experiencia. Esto, posibilita considerar la influencia de lo social desde las primeras
situaciones de interacción, a partir de la aparición de rasgos de comportamientos típicos de una
familia y de un grupo social en etapas muy tempranas. Todos coinciden en que la conciencia de sí, la
autoestima, el conocimiento de sí mismo, se estructuran a partir de los juicios de los otros sobre el sí
mismo.
Para el problema que nos ocupa, es necesario reparar en dos hechos centrales:
En síntesis, podemos decir que los aspectos sociales pasan a formar parte de la personalidad de los
sujetos a través de dos modalidades de aprendizaje:
Las escuelas, los jardines, los profesorados son algunos de los ámbitos concretos que funcionan
como un espacio de concreción de lo que está instituido, aceptado, establecido. Lo instituido opera
de forma manifiesta a través de un modelo institucional desde el que se pauta y asignan espacios,
tiempos y recursos, reglas para la organización del trabajo y las relaciones y las normas para la
valoración de la producción institucional. De manera menos evidente, lo instituido incide también a
través de la trama de expectativas sociales con que se “presiona” a los actores institucionales para
que respondan según los modelos operantes y confirmen las predicciones sociales.
Desde el punto de vista de los individuos que trabajan en él, reciben sus servicios o le aportan
diferentes “insumos”, un establecimiento es un objeto de relación, es portador de significados y
funciona en el campo psicológico como un sector de importancia, variante según el sujeto y su
circunstancia, con el que establece un vínculo.
Vínculo: es un “enlace” en el que el individuo hace suyos aspectos y características institucionales, y
“da” a la institución partes de sí mismo: su producción, su tiempo, etc.
(Según Alfonsina en clase): ¿Cómo es el docente? Socialización del docente - según el docente que
han incorporado en la escuela y no en la carrera del profesorado.
El cambio institucional no sólo significa cambio en la organización, las tareas, sino también en las
relaciones afectivas que los sujetos establecen con las instituciones a las que pertenecen.
Como ejemplo: la escuela puede ser socialmente percibida como un lugar donde sólo tienen éxito
“los inteligentes” y “la inteligencia” puede estar asociada – en las imágenes profundas de cada
individuo – con las características de aquellos que transitan por ella exitosamente.
El resultado posible: “la escuela es un lugar donde tienen éxito los que hablan X…se visten
X…tienen cosas X…son de color X y huelen X…” se convierte rápidamente en el “hecho natural”: la
escuela es para los X. Si no soy X, entonces la escuela no es mi lugar”.
Dentro de la realidad institucional, el lugar dado por la posición (función y jerarquía) tiene relevancia
para determinar cualidades diferentes en estas diferentes en estas imágenes. A pesar de este poder
de lo institucional, el hecho de la singularidad de los individuos hace que el espacio que configura un
establecimiento institucional sea algo más que una pantalla en que se refleja la realidad o los
mandatos sociales.
En este sentido un establecimiento es algo más que el espacio de concreción de lo instituido. Es
también el ámbito donde lo instituido entra en juego con las tendencias, las fuerzas y los fenómenos
instituyentes. Configura el lugar donde el individuo puede preguntarse acerca de la eficacia, la
verdad, la justicia, la ética de lo establecido; puede cuestionarlo y proponerse su cambio.
Cualquier suceso diferente de lo prescripto puede significar un desvío; de hecho, las normas aceptan
márgenes de variación, dentro de los cuales “lo diferente” se considera aceptable. Sólo algunos
desvíos tienen el poder de expresar fuerzas instituyentes: aquellos que en sí significan el
cuestionamiento de lo instituido y proponen un cambio o promueven a pensar que lo que pertenece
al “orden natural” puede no ser tan natural y no ser el único orden posible.
La historia social abunda en ejemplos de dura represión para aquellos que mostraron tener fuerza de
cambio institucional. Pensemos en Galileo, Cristo, Freud, Marx, Gandhi, etc., todos grandes
desviantes de las cosmovisiones de su época y su área de acción, que expresaron la existencia de
fuerzas instituyentes tan intensas como para producir cambios cualitativos sustanciales en la historia
del hombre y su cultura.