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PROBLEMAS DE AUTORÍA Y PARTICIPACIÓN EN LA

CRIMINALIDAD ORGANIZADA

El autor de este escrito, Claus Roxin, es catedrático de derecho penal en la Universidad de


Munich y hacen referencia a la criminalidad en Alemania, expresando que en base a ello
desarrollará su tesis.

Desde su punto de vista la solución al problema de la intervención de varias personas en un


delito fue aceptada hace 4 años por la jurisprudencia alemana: en lo referente a las órdenes
del Estado a soldados y/o funcionarios públicos que son reos de delitos, entre estos disparar,
matar, detonar explosivos, entre otros, deben ser castigados por el delito de homicidio.

También se considerarán autores quienes den la orden para que se cometan tales hechos,
porque son quienes tienen el control de la organización y se les considera incluso más
responsables que los que ejecutaron la orden. Es lo que se llama autoría mediata.

En el Código Penal español se conoce también la autoría mediata en su art. 28,


considerándola un supuesto en el que alguien se sirve de otro como instrumento.

Para explicarlo más claramente, el autor cita un caso de Eichmann, quien era un funcionario
alemán que encargó varios asesinatos de personas judías pero nunca mató a nadie con sus
propias manos, sin embargo fue juzgado en Jerusalén como autor de los asesinatos. Según
Roxin este debió ser considerado autor mediato y quienes cometieron los asesinatos
considerados igualmente autores de los mismos, esto motivado en que los autores ocupan
una posición de subordinación respecto al poder.
Por esta razón el Tribunal Supremo alemán declaró a los miembros del Consejo de Seguridad
Nacional responsables como autores mediatos de las muertes que los soldados de frontera
causaban, ya que estos dieron la orden de disparar a los que trataran de huir a través del muro;
esto quiere decir que aunque los soldados fueron los que dispararon, recibieron la orden del
Consejo de Seguridad, por lo que estos últimos eran los autores mediatos del delito.
El Tribunal Supremo basa su posición en lo planteado por Fr.-Chr. SCHROEDER en 1965,
el cual consideraba que “hay autoría mediata del hombre de atrás no obstante existir también
"en particular" un autor que actúa con responsabilidad, cuando aquél se vale de «la
incondicionada disposición del autor directo, para realizar el tipo”

Respecto a la doctrina, varios autores, entre ellos JAKOBS, HERZBERG y KÚHLER,


consideran que la solución de la autoría mediata en modo alguno se admite pacíficamente.
Para Jackobs, la autoría mediata presupone que quien actúa directamente lo haga de acuerdo
con el Derecho, a saber, que jurídicamente no sea responsable o no completamente
responsable.

HERZBERG señala que: “Hitler, Himmler y Honnecker responden de los homicidios que
ellos ordenaron no como autores, sino como inductores”. De forma parecida dice KOHLER:
“En los casos de determinados "dominios de organización" es aplicable la inducción”. Los
dos autores se apoyan como JAKOBS en una consideración puramente normativa.

El dominio efectivo y el poder de mando de hombre de atrás es considerado como "fáctico"


o "naturalístico" y con ello apartado por insignificante.
Lo que queda por lo tanto es condenar como autor mediato al hombre de atrás que ordena en
el ámbito de aparatos organizados de poder. Ciertamente esta afirmación sólo vale para el
caso típico. En tal sentido JUNG afirma que “no cabe prescindir de la demostración en el
caso particular de la decisión vertical y la intercambiabilidad del ejecutor”.

De todo esto, el autor Claus Roxin hace tres puntualizaciones:


1.- Autor mediato no es sólo el jefe máximo de una organización criminal, sino todo aquel
que en el ámbito de la jerarquía transmite la instrucción delictiva con poder de mando
autónomo. Puede por lo tanto ser autor incluso cuando él mismo actúa por encargo de una
instancia superior, formándose así una cadena completa de autores mediatos. Por el contrario,
quien colabora con el que da la orden, por ejemplo realizando un trabajo accesorio, sólo será
cómplice.
2. Cuando afirma que su tesis es válida para las organizaciones criminales, esto no altera para
nada que la "criminalidad" se debe referir siempre a un determinado tipo y que puede
limitarse incluso a determinadas formas de realización de un tipo concreto.

3. A veces se intenta desmentir el dominio del hombre de atrás y consecuentemente también


su concepción, basándose en que quien recibe la orden de ejecución podría también hacer
fracasar el delito, por ejemplo dejando escapar a la víctima. Así se habría demostrado que en
realidad no tenía el dominio Sin embargo, esto no es un argumento efectivo en contra, pues
prueba únicamente que la autoría mediata también puede fracasar. Habría entonces una
autoría mediata intentada.

Concluye el texto señalando que queda aún la cuestión de si y en qué medida lo que aquí se
ha dicho sobre la criminalidad estatal organizada vale también para la criminalidad
organizada, considerando que la autoría debe afirmarse en lo fundamental para cualquier
clase de criminalidad organizada.

El Tribunal Supremo Alemán considera que “Una autoría mediata así entendida es aplicable
no sólo en caso de abuso del poder estatal, sino también en casos de delitos organizados
mafiosamente, en los que la conexión espacial, temporal y jerárquica entre la cumbre de la
organización responsable de la orden y el ejecutor inmediato habla contra la coautoría con
reparto de papeles”.

Finaliza el autor expresando que: la autoría mediata, cuando alguien ordena un delito en el
seno de una asociación que la policía o la fiscalía vinculan con la criminalidad organizada.
Por el contrario, habrá de comprobarse que realmente han existido los presupuestos de la
autoría mediata aquí referidos -la intercambiabilidad del ejecutor y el control automático que
de ella se derive-o pero, esto corresponde ya a cada caso particular.

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