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FRANCISCO DE QUEVEDO

Francisco de Quevedo nació el 17 de septiembre en 1580. Los padres de Francisco de Quevedo


desempeñaban altos cargos en la corte, su padre PEDRO GOMEZ DE QUEVEDO era secretario
de la hermana del rey FELIPE II, y su madre, MARÍA DE SANTIBÁÑEZ era camarera de la reina,
por lo que Quevedo desde su infancia estuvo en contacto con el ambiente político y cortesano.

Quevedo nació cojo, con ambos pies deformes y una severa miopía; quizá por ello pasó una
infancia solitaria y triste

Su vida de lujos se vio opacada por su poco agraciado aspecto físico. Era obeso, miope. Sin
embargo, su mente era brillante, y lo demostró por los estudios y producciones que realizó
durante su vida.

A la temprana edad de seis años, quedó huérfano, y el Colegio Imperial de los Jesuitas de
Madrid, le brindó los primeros años de su educación formal. Los continuó en la Universidad de
Alcalá de Henares (1596-1600).

Entre 1601 y 1606, se trasladó, junto a la Corte, a Valladolid, en cuya Universidad cursó
estudios de Teología. Estudió, además, en forma autónoma temas relacionados con la filosofía,
lenguas clásicas, francés, italiano, hebreo y árabe.

En 1606, regresó a Madrid, bajo la protección del duque de Osuna, donde cultivó la amistad de
Félix Lope de Vega y de Miguel de Cervantes. También fue un crítico duro. Sus ataques se
dirigieron contra los defectos físicos de Juan Ruiz de Alarcón y contra Juan Pérez de
Montalbán, a quien le dedicó sin piedad la sátira "La Perinola". Pero fue Luis de Góngora,
quien tuvo el triste honor de ser el más hostigado por la ironía de Quevedo, quien lo acusó de
indigno, jugador y homosexual, entre otros deshonrosos calificativos.

Una disputa judicial por el señorío de la Torre de Juan Abad, le consumió parte de su fortuna, y
el resultado favorable del litigio, lo disfrutó su sobrino, Pedro Alderete, ya que se resolvió
luego de la muerte del escritor.

Su amigo, el duque de Osuna, virrey de Nápoles, le encomendó varias misiones diplomáticas,


las que llevó a cabo con astucia y medios no siempre legítimos.

El duque de Osuna fue depuesto en 1620, y su mala fortuna fue compartida por Quevedo, a
quien se lo destierra a La Torre. En 1621, lo esperó la prisión en Uclés, y nuevamente el
destierro en La Torre.

Con la llegada al poder del rey Felipe IV, finalizó su castigo. Sin embargo, su estructura psíquica
empezaba a deteriorarse, sumiéndose en el alcohol, el cigarrillo y en una vida desordenada. A
pesar de ello, fue la etapa más brillante de su creación literaria.

Contrajo matrimonio, en 1634, con la viuda Esperanza de Mendoza, pero los tres meses del
efímero matrimonio acabaron en un escandaloso divorcio que se concretó en 1636. Ella
falleció en 1641.

En 1639, fue detenido, acusado de una conspiración con Francia, y trasladado al convento de
San Marcos de León, donde padeció frío y malos tratos.

La libertad le fue concedida en 1643, pero ya su salud estaba resentida. Su retiro fue inevitable
y se trasladó, primero a La Torre, y Luego a Villanueva de los Infantes. Allí acabó su existencia
el 8 de septiembre de 1645.
Su obra refleja su impredecible y contradictoria personalidad.

MURIO EN VILLANUEVA DE LOS INFANTES EL 8 DE SEPTIEMBRE DE 1645

OBRA LITERARIA

Francisco de Quevedo es autor de una abundantísima e importante, tanto en prosa como en


verso. Cultivó los más diversos géneros literarios: poesía lírica, prosa doctrinal, novela
picaresca, teatro……
Pero lo más sorprendente en Quevedo es la variedad de sus actitudes: junto al chiste más soez

SOEZ= Que es grosero y bajo en sus palabras o actos de modo que resulta
desagradable y ofensivo.

O la alusión más envenenada, encontramos la obra seria y elevaca de un moralista. Sin


embargo, muchas veces su intención satírica trae escondido un propósito moral.

Quevedo compone tanto poemas morales, políticos, religiosos o amorosos, como también
poemas en los que predomina la burla, la sátira y hasta la ofensa personal.

En su poesía Quevedo se muestra pesimista: la muerte aniquiladora y la brevedad de la vida


son temas que lo obsesionan. Para el poeta, el amor es lo único que puede vencer a la muerte.

Por otro lado, se burla de Góngora y de sus seguidores, y degrada el mundo mitológico del
Renacimiento. De manera despiadada satiriza defectos físicos o morales y tanto a personas
como a oficios: mujeres gordas, flacas, feas; calvos médicos, usureros, todos son motivo para
su sátira.

Para Quevedo, el hombre es una oposición de contrarios y la materia y el espíritu son las dos
fuerzas entre las que se debate conflictivamente.

Quevedo no recurre, como Góngora, a crear un lenguaje poético, sino que emplea distintos
niveles de la lengua habitual. Entre los rasgos conceptistas destacan el uso de la frase corta, el
ritmo rápido, la abundancia de antiesis y contrastes, la hipérbole, e juego de palabras y la
invención de nuevos términos

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