Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mi reflexión sobre el lugar de la técnica en Freud, pasa por las ideas que Freud
presenta en el cap. 3 de El malestar en la cultura, ellas nos ayudan a insistir en la distinción
entre por un lado, la ganancia positiva (de los progresos técnicos y las conquistas humanas
y sometimientos de las fuerzas naturales así como sobre la disposición del tiempo y del
espacio) y por otro lado, que dicha ganancia, ni es la única condición de felicidad humana,
ni debe ser entendida como la única meta de los afanes de la cultura y tampoco que los
logros del progreso de la técnica “tienen un valor nulo para nuestra economía de
felicidad”3.
1
Freud, S. (1986) El malestar en la cultura (1930 [1929]). En Obras Completas, Volumen 21. Edit.
Amorrortu, Buenos Aires. 2ª. Ed. en pps. 57-140. P. 75.
2
Freud, S. (1986) El malestar… Op. Cit. P. 81.
3
Freud, S. (1986) El malesta… Op. Cit. P. 81.
4
“«cultura» designa la suma de las producciones e instituciones que distancian nuestra vida de la de
nuestros antecesores animales y que sirven a dos fines: proteger al hombre contra la Naturaleza y regular
las relaciones de los hombres entre sí” Freud, S. El malestar en la cultura. Edit. Amorrortu.
entonces también construye ideales y dioses que realizan lo que él mismo no puede. Así el
hombre siempre se ha formado ideales de omnipotencia y omniciencia, él ha querido saber
y dominar su mundo, ha construido ideales y dioses pero también ha realizado lo que se
suele llamar “conquistas de la cultura”.
5
Freud, S. (1986) El malestar…. Op. cit. P. 76.
6
Freud, S. (1986) El malestar…. Op. Cit. P. 85.
entiende la evitación del displacer (y sufrimiento) y como su contenido positivo es la meta,
a saber, la ganancia de placer.
Otro camino es el refugio en la fantasía. Si bien Freud reconoce en todos los caminos
anteriormente señalados una insuficiencia, pues no logran una protección perfecta contra el
sufrimiento, el camino de la fantasía es aun más frágil. En estos caminos se busca una
satisfacción en procesos internos, psíquicos, y en la fantasía, es la exigencia mayor y su
7
Freud, S. (1986) El malestar… Op. Cit. P. 76.
8
Freud, S. (1986) El malestar… Op. Cit. P. 78.
9
“Ninguna otra técnica de conducción de la vida liga al individuo tan firmemente a la realidad como la
insistencia en el trabajo, que al menos lo inserta en forma segura en un fragmento de la realidad, a saber,
la comunidad humana. La posibilidad de desplazar sobre el trabajo profesional y sobre los vínculos
humanos que con él se enlazan una considerable medida de componentes libidinosos, narcisistas,
agresivos y hasta eróticos le confiere un valor que no le va en zaga a su carácter indispensable para
afianzar y justificar la vida en sociedad”. Nota de pie de página de Freud en Freud, S. (1986) El malestar
en la cultura (1930 [1929]). En Obras Completas, Volumen 21. Edit. Amorrortu, Buenos Aires. 2ª. Ed. en
pps. 57-140. P. 80.
10
Freud, S. (1986) El malestar en la cultura (1930 [1929]). En Obras Completas, Volumen 21. Edit.
Amorrortu, Buenos Aires. 2ª. Ed. en pps. 57-140. P. 79.
principal característica. La fantasía alimenta las ilusiones, hay satisfacción en los procesos
psíquicos, pero “en él se afloja aún más el nexo con la realidad [material]”.
11
Freud, S. (1986) El malestar en la cultura (1930 [1929]). En Obras Completas, Volumen 21. Edit.
Amorrortu, Buenos Aires. 2ª. Ed. en pps. 57-140. P. 81.
12
Freud, S. (1986) El malestar en la cultura (1930 [1929]). En Obras Completas, Volumen 21. Edit.
Amorrortu, Buenos Aires. 2ª. Ed. en pps. 57-140. P. 84.
13
Freud, S. (1986) El malestar en la cultura (1930 [1929]). En Obras Completas, Volumen 21. Edit.
Amorrortu, Buenos Aires. 2ª. Ed. en pps. 57-140. P. 81.
Otro camino -apenas marcado- contra el sufrimiento y búsqueda de la felicidad es el
del goce que aporta la belleza a nuestros sentidos y a nuestro juicio: por ejemplo, la belleza
de formas y gestos humanos, de objetos naturales y paisajes, de creaciones artísticas y aun
científicas. Esta actitud estética apenas ayuda poco, Freud en ella reconoce que “El goce de
la belleza se acompaña de una sensación particular, de suave efecto embriagador”.
Freud además reconoce que la belleza no es útil, pero que la cultura humana no podría
prescindir de ella. Aquello de lo bello que Freud destacó fue la relación de la belleza con la
sensibilidad sexual, en donde la belleza es “una moción de meta inhibida”. Y lo explica así:
“La «belleza» y el «encanto» son originariamente propiedades del objeto sexual. Digno de
notarse es que los genitales mismos, cuya visión tiene siempre efecto excitador, casi nunca
se aprecian como bellos; en cambio, el carácter de la belleza parece adherir a ciertos
rasgos sexuales secundarios” 14.
14
Freud, S. (1986) El malestar en la cultura (1930 [1929]). En Obras Completas, Volumen 21. Edit.
Amorrortu, Buenos Aires. 2ª. Ed. en pps. 57-140. P. 87.