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El ABC de La Panificacion
El ABC de La Panificacion
PANADERÍA
• Las herramientas usadas en el oficio• La maquinaria industrial• Las materias primas y
sus funciones: harinas, levadura, polvos de hornear, materia grasa, leche, huevos, azúcar,
aditivos y mejoradores, maicena, chuño, almidón, bicarbonato de sodio, de amonio, etc.•
El pan, reseña histórica, formulas y procesos de elaboración: pan amasado, hallullas, masa
francesa (marraquetas, baguettes, rositas) pan para completo y hamburguesas, pan
centeno, integral, pan de molde, dobladitas, panes con sabor.• Prepizzas, alternativas de
rellenos.• Empanadas de horno, preparación de la masa y pino, empanadas fritas,
alternativas de rellenos.
PASTELERÍA
• Equipo: máquinas y herramientas• Preparación de las materias primas: Mice en Place •
El puesto de trabajo del pastelero• La organización en la jornada de trabajo• Operaciones
en la preparación: Batir, Mezclar, Incorporar, Tamizar o Cernir, Cascar los huevos,
Engrasado de bandejas y moldes• Las Masas: Masa batida, Masa quebrada, Masa de
hojaldre, Masa danesa, Masa fermentada• Formulas, procesos de elaboración,
especialidades
MAQUINARIA Y HERRAMIENTAS
Revolvedora, Sobadora, Ovilladora, Cámara de Fermentación, Amasadora, Hornos Carro
Bandejero y Bandejas Cortadores, Usleros Moldes, Herramientas menores por ejemplo:
Espátulas, cuchillos, tableros, brochas, jarros, etc.
INGREDIENTES: SU IMPORTANCIA
HARINA DE TRIGO
Técnicamente la harina es el producto particulado obtenido por la molienda gradual y
sistemática de granos de trigo de la especie triti aestivum sp. Vulgares, previa separación
de las impurezas y lavado hasta un grado de extracción determinado (78%). Las proteínas
contenidas en ella definen los tipos de harina en calidad y uso final. Se extrae del
endospermo, que constituye la parte principal del grano de trigo y que está formado en su
mayor parte por almidón y proteínas.- las proteínas de la harina mezcladas con el agua,
forman el gluten, que forma la estructura de la masa, que retendrá todo el gas producido
y formará el volumen final del pan.- la cantidad y calidad de las proteínas de la harina,
dependen de la variedad del trigo, del promedio de lluvias durante la época de las
cosechas, de la fertilidad del suelo y del área geográfica en la cual se cultiva el trigo.- Una
harina con contenido de proteínas del 10 al 13%, se clasifica como harina dura y se usa
para la producción de pan.- Harinas con un contenido de proteínas del 7,5 al 10%, son
especiales para la producción de galletas, queques y tortas, son las harinas débiles o
blandas.- Las harinas duras, por su porcentaje relativamente alto de proteínas, forman un
gluten tenaz y elástico, que tiene buena propiedad de retención de gas y es fácil de ser
horneado y convertido en pan con buen volumen y miga de buena textura. Necesitan una
cantidad de agua relativamente grande para hacer una masa de buena consistencia, por lo
tanto dan gran rendimiento, necesitan más tiempo para mezcla y amasado y tienen buena
tolerancia a la fermentación.- Las harinas blandas o débiles, contienen menor cantidad de
proteínas y forman gluten blando, débil y sin elasticidad, que no retiene bien el gas. Tiene
poca capacidad de absorber agua y necesitan menos tiempo de trabajo y amasado,
además tienen poca tolerancia a la fermentación.
HARINA DE PANIFICACIÓN:
Producto de la molienda del grano de trigo Triticum aestivum sp. Vulgares o mezcla con
Triticum durum (candeal)
HARINA INTEGRAL: Se obtiene de la molienda del grano de trigo integral, incluido el
germen.
HARINA DE AVENA: La avena es un cereal de la familia de las gramíneas que se cultiva
en Rusia y USA principalmente, esta harina se utiliza en productos de régimen, en alcohol
(ginebra) y como alimento para ganado.
HARINA DE GLUTEN: Se extrae industrialmente del grano de trigo. Está compuesta del
gluten seco y se emplea como mejorador para corregir una harina pobre.
HARINA DE MAÍZ: Cereal de la familia de las gramíneas, es el que más almidón tiene
(65 a 67%), es rica en materias grasas lo que hace muy delicada su conservación, si se
utiliza sola no se puede panificar. El almidón de maíz o maicena se usa básicamente en
repostería, ya sea en cremas, salsas o para aligerar algún pastel y prolongar su frescura.
HARINA DE CENTENO: Es la más utilizada en panificación después de la de trigo. Es
muy pobre en gluten y de calidad mediocre, además está compuesta de una sustancia
viscosa, el mucílago, que se disuelve en el agua formando goma y que impide la cohesión
del gluten en el momento de la formación de la masa, lo que genera una masa pegajosa,
difícil de trabajar, para paliar las deficiencias, se le añade un porcentaje de harina de trigo.
HARINA DE ARROZ: Cereal de la familia de las gramíneas que se cultiva en Asia, muy
rico en almidón y pobre en gluten, se empieza a utilizar para panes especiales (para
personas celíacas). Productos derivados: copos y sake (alcohol).
HARINA DE CEBADA: De la familia de las gramíneas. Productos derivados: whisky
(alcohol), cerveza, horchata, alimentos para lactantes.
AGUA:
LEVADURA
La levadura es un organismo vivo capaz de crecer y reproducirse cuando encuentra el
ambiente propicio. Conocida técnicamente como Saccharomyces Cerevisae, La
levadura presenta la particularidad de actuar principalmente sobre dos azucares: azúcar
común o sacarosa y azúcar natural de harina o maltosa, transformándolas en alcohol y
anhídrido carbónico, gas que hace que las masas tomen volumen. Este proceso es
conocido como fermentación. Merece también ser destacada la importancia de la levadura
por el gran poder alimenticio que provee al organismo, ya que posee un alto contenido de
proteínas y complejo vitamínico del grupo B.
Calor: La levadura necesita calor, las mejores temperaturas son entre 20 y 40ºC. Para su
crecimiento y multiplicación prefiere temperaturas más bajas, durante la fermentación
temperaturas superiores. Temperatura más conveniente para la multiplicación = 25 a
27ºCTemperatura más conveniente para la fermentación = 35ºCLa levadura no resiste
temperaturas sensiblemente superiores a 55ºC suspende su actividad de vida a 60ºC
muere la célula de levadura, coagula su proteína celular. La célula de levadura obtiene la
energía y el calor necesarios de la combustión de la glucosa. La levadura posee una
importante enzima: ésta transforma a la glucosa en alcohol y dióxido de carbono. Con esta
reacción se libera además calor, ambos productos de la fermentación son excretados. Este
proceso es la fermentación y como en él se produce alcohol, se le llama también
fermentación alcohólica. El dióxido de carbono gaseoso queda retenido en pequeños poros
en la masa, produciendo así el levado o esponjado de la misma. Como la levadura es un
eficiente productor de gas, resulta muy adecuada para el levado de las masas. La levadura
de panificación se la utiliza sólo para este objeto. A la capacidad de formación de gases,
se le llama también fuerza de esponjado. La mejor fuerza de esponjado la tiene siempre la
levadura fresca. Las levaduras normales contienen sacarosa, por ello masas con
agregados de sacarosa producen un buen levado. Las levaduras de acción rápida
contienen además maltasa.
SAL
Es otro de los ingredientes básicos en la elaboración del pan.
Funciones
1.- controla la acción de la levadura evitando fermentaciones indeseables en la masa,
retarda la fermentación de la levadura y con la mayor fuerza del gluten, produce una
fermentación más lenta y equilibrada, con suficiente estabilidad en la fermentación final.
La miga resulta de poros finos.
2.- mejor coloración de la corteza: la sal por sí misma no produce color, pero como en
lamosa quedan más azúcares (al demorar la fermentación se consumen menos azúcares)
con capacidad de oscurecer la corteza.
3.- ejerce una función bactericida
4.- da sabor y hace resaltar los sabores de los otros ingredientes
5.- fortalece el gluten, mejora la consistencia y capacidad de elaboración de la masa.
6.- la cantidad de sal a utilizarse, varía con el tipo de pan que se desea producir, de
acuerdo a la formulación. El porcentaje varía del 1% al 2,5%.
AZÚCAR
El azúcar es usado en la panificación por diversas razones, las principales son:
1.- es un alimento de la levadura
2.- contribuye al ablandamiento inicial de la mezcla
3.- aumenta la tolerancia de la fermentación
4.- determina la temperatura del horneo
5.- da color al pan al caramelizarse en la corteza durante la cocción
6.- mejora la conservación
7.- mejora la textura de la miga
8.- da al pan mayor valor nutritivo y mejora su sabor
• La cantidad de azúcar varía dependiendo del tipo de producto los porcentajes van del
2% al 25%
• Los mejoradores tienen azúcares propios, por tanto no es necesario agregar más
cantidad. Aparte de conferir gusto y de endulzar los productos, rellenos, cremas, helados y
todos los demás productos de confitería y repostería, el azúcar se utiliza también por sus
demás propiedades:- solubilidad e higroscopicidad para el abrillantado y conservación de
frutas- capacidad de caramelización para trabajos de caramelo, crocantes y
oscurecimiento de masas- efectos de decoración para espolvorear, cubrimientos con
azúcar cristal, flor y otros. El agregado de pequeñas cantidades de azúcar a masas de
levadura, produce una fermentación más activa al ser demolido por las enzimas de la
levadura (sacarosa, zimasa).Mayores cantidades de azúcar, en cambio, demoran la
fermentación, pues el azúcar daña la levadura al extraer el agua.
Las masas ricas en azúcar, deben por ello, llevar una mayor cantidad de levadura y se
recomienda la preparación de una esponja. Los edulcorantes: son fabricados por la
industria química y son sustitutos del azúcar. Los conocidos son: Sacarina y Ciclamato,
tienen un alto poder edulcorante, pero no poseen valor nutritivo. Los edulcorantes son
muy valiosos para la alimentación de diabéticos, la utilización de edulcorantes debe ser
declarada en los rótulos. Reemplazantes del azúcar en repostería son: sorbitol, manitol
xilitol.
LECHE
1.- Mejora el color de la corteza debido a la caramelización de la lactosa
2.- Le da mejor textura al pan, la masa queda suave y aterciopelada
3.- Le da al pan mejor sabor, la corteza sedosa estimula el apetito
4.- Incorpora al pan más nutriente, elevando su valor proteico
5.- La leche en polvo aumenta la absorción de agua y la masa trabaja mejor
6.- Aumenta la conservación del pan, ya que retiene la humedad
7.- La grasa de la leche inhibe o retarda algo la fermentación, pero hace a la masa bien
flexible y elástica. Con ello se mejora el volumen, la miga resulta de poros pequeños y
suaves. El producto de repostería se mantiene fresco durante más tiempo.
8.- Las proteínas de la leche hacen a la masa más esponjosa, son principalmente la
caseína sensible al ácido y la albúmina sensible al calor.
9.- El azúcar de la leche no es fermentable, pues ni la harina ni la levadura contienen la
enzima que descompone a la lactosa: la lactasa. Por ello queda en los productos de
repostería mejorando su gusto y produciendo corteza bien dorada y crocante.
10.- Las sales minerales fortifican al gluten y dan a la masa una mejor consistencia. Con
ello se demora algo la fermentación, pero el producto terminado adquiere una miga de
pequeños poros.
11.- El agua de la leche sirve como líquido para formar la masa, para el hinchamiento de
los constituyentes de la harina (proteína-gluten) y la posterior gelificación del almidón en
el proceso de cocción. El porcentaje de uso varía del 3% al 6% para leche en polvo
• La leche líquida puede reemplazar total o parcialmente el contenido de agua de la receta
• existen mejoradores con sólidos lácteos que reemplazan el uso de la leche.
Propiedades y Modificaciones
Productos de la leche
Leche Entera se llama leche entera al producto integral del ordeñe de las vacas lecheras.
No se le debe haber agregado ni eliminado nada. El contenido de grasa debe ser de por lo
menos 3,5%.La leche certificada se considera a la leche entera, ordeñada en especiales
condiciones de limpieza y tratamiento, sometida a permanentes controles sanitarios.
Crema o Nata Por lo general se obtiene por centrifugado, donde se separan las partes
más pesadas de la leche, de la grasa que es liviana. La crema se obtiene muy
rápidamente, no es acidificada, es decir es crema dulce. La crema dulce se comercializa
para café o para crema batida. El contenido mínimo de grasa debe ser: para café: 10%
Para crema batida: 30%. La crema fresca no es fácil de batir. Para ello necesitamos una
crema estacionada, madura y bien fría. Cuando ésta se bate en frío, se producen
pequeñas burbujas de aire rodeadas de grasa. La grasa se solidifica y da consistencia a la
masa de crema suelta y voluminosa. Un batido más intenso y largo lleva a la formación de
mantequilla. La crema, cuando no es batida suficientemente fría o ya está acidificada
tiende a producir mantequilla.
HUEVO
Es igual que la leche, los huevos son productos de uso secundario en la fabricación del
pan, solo se utilizan para la elaboración de panes especiales, cuya calidad permite mejores
precios.
Funciones
1.- aumentar el volumen del pan
2.- suavizar la masa y la miga
3.- mejorar el valor nutritivo
4.- dan sabor y color
5.- aumentan el tiempo de conservación
6.- ayudan a una distribución de la materia grasa
7.- ayudan a retener el agua, por su acción emulsificante.
Conservación:
Las claras se conservan bastante bien en el frío en recipientes herméticos y que no
produzcan alteraciones:- entre 4 y 5 días para las preparaciones no cocidas (mousses)-
entre 10 y 15 días para las preparaciones cocidas (merengue francés)- las claras soportan
muy bien varias semanas de congelación.- Las yemas difícilmente se pueden conservar,
sólo 24 horas en el refrigerador, teniendo cuidado de humedecerlas con un poco de agua
para evitar que se endurezcan y en un envase cerrado.- Para congelarlas, tienen que estar
ligeramente azucaradas (10% de azúcar) y luego batidas enérgicamente, comenzar a
convertirlas en mousse. En esta condiciones se pueden conseguir de 3 a 4 semanas de
conservación a -25ºC.Los huevos son un ingrediente de mucha importancia en la
elaboración de algunos tipos de panes y en la mayor parte de los productos de pastelería.
El huevo se compone de tres partes: la cáscara, la clara y la yema o vitelo. La clara
contiene fundamentalmente albuminoides; la yema materias grasas y, a pesar de su poco
volumen, es seis veces más nutritiva que la clara, conteniendo además gran cantidad de
fósforo. La cáscara está recubierta por dos membranas que forman en los polos del huevo
dos cámaras de aire. El tamaño de ésta determinará la calidad y el tiempo del huevo, pues
cuanto mayor es su tamaño más tiempo ha transcurrido desde la puesta. La clara por otro
lado, representa el 55% del peso del huevo y es una sustancia viscosa, transparente y
soluble, que se coagula y blanquea a la temperatura de 65ºC. La yema corresponde al
33% del peso total. Un huevo medio tiene un peso de 60 gramos aproximadamente, y
para tener una idea de sus cualidades nutritivas, dos huevos proporcionan 140 calorías, lo
cual equivale a unos 350 gramos de leche y 50 gramos de carne. Es un alimento de fácil
digestión y asimilación, aunque no conviene abusar de él por el colesterol y porque
algunos de sus residuos son inconvenientes para el hígado. Asimismo, es muy importante
conocer la frescura de los huevos, debido a que mientras más frescos más nutrientes
tienen. El huevo es un alimento casi completo, rico en proteínas, lípidos e hidratos de
carbono. La mayor concentración de lípidos está en la yema, donde además hay vitaminas
liposolubles. En la clara también se encuentran vitaminas, principalmente la vitamina
B2.Desde el punto de vista microbiológico, es importante destacar que el huevo antes de
ser puesto es prácticamente estéril, si hubiere contaminación se debería a infecciones en
los ovarios de las gallinas por distintos microorganismos entre los que se encuentran la
Salmonella. La contaminación del huevo, se produce entonces principalmente una vez
puestos y esto es así porque la cáscara es porosa y a través de estos poros podrían pasar
los microorganismos al interior, podrían, porque existen en la cáscara distintos
mecanismos de defensa para evitarlo, desde distintas capas protectoras hasta sustancias
antimicrobianas. Así, se puede afirmar que el huevo es un alimento muy seguro, siempre y
cuando se realice una buena manipulación higiénica de los mismos. El huevo es un
elemento imprescindible en la pastelería, especialmente en las masas fermentadas y
batidas. En el caso de las masas fermentadas, la utilización de huevo otorga el color
amarillo característico que las torna más sedosas y suaves, con un sabor especial,
aumentando la conservación de los productos. Para las masas batidas, bizcochuelos, el
huevo es fundamental para obtener una buena miga dar mayor emulsión y aumentar el
volumen, obtener una textura más esponjosa, además de permitir que se conserven más
blandas durante más tiempo.
MATERIAS GRASAS
La materia grasa es el ingrediente enriquecedor más importante de la masa, pues lubrica,
suaviza y hace más apetitoso el producto. Las materias grasas pueden ser elaboradas a
partir de aceites hidrogenados animales o vegetales, o a partir de grasas animales como
manteca de cerdo o grasa de vacuno. En los comienzos de la industria panadera se
utilizaron estos productos, sin embargo presentaban diversos problemas, como la
dificultad de contar con ellas en ciertos períodos del año, alteraciones microbiológicas y
químicas, problemas de manipulación y de almacenamiento por su corta duración.
Posteriormente con el avance tecnológico se solucionan estos problemas al aparecer las
grasas hidrogenadas, con las cuales se alcanza una calidad constante y una mejor
estabilidad en el tiempo, evitando una rápida rancidez del producto.
Funciones
1.- función lubricante: es la más importante en el proceso de panificación. La grasase
distribuye en la masa uniformemente impidiendo la fuga de humedad del producto.
2.- función aireadora: importante en el ramo de la pastelería, donde se requiere incorporar
al batido gran cantidad de aire para incrementar su volumen. Esta tarea la debe realizar la
materia grasa, que captura el aire en forma de pequeñas burbujas para acumular el vapor
durante el horneo, generando así el volumen.
3.- función estabilizadora: confiere resistencia a loa batidos para evitar “su caída “durante
el horneo. Se encuentra estrechamente ligada con la función aireadora de la masa en la
panificación. Sirve para acondicionar el gluten, permitiéndole un adecuado desarrollo-
4.- conservación del producto: las propiedades de los productos que nosotros percibimos
con los sentidos, se conservan con la adición de la materia grasa. Propiedad organoléptica.
El producto se conserva fresco durante un tiempo más prolongado, debido a que mantiene
una mayor cantidad de humedad retardando el proceso de envejecimiento.
Almacenamiento y cuidado de las materias grasas
Todas las materias grasas y aceites comestibles se deterioran con el tiempo. El panificador
debe estar seguro de usar primero las más antiguas. Las materias grasas deben
almacenarse a una temperatura de 21ºC, a fin de que tengan una buena consistencia
cuando se use. El aroma y el sabor de las materias grasas expuestas a altas temperaturas
y a la luz especialmente la del sol, se deterioran rápidamente. El lugar de almacenamiento
debe conservarse limpio, bien ventilado y libre de olores fuertes.
Porcentaje de uso: Las cantidades a utilizar dependen del tipo de producto. Varía así
2% al 40% para panadería50% al 100% para pastelería y bizcochería.
Como elegir las materias grasas: Para elegir las materias grasas más adecuadas para
la elaboración del pan, se debe elegir entre aquellas especialmente formuladas para dicho
uso. Aspectos a considerar son:
• Plasticidad y facilidad de manipulación
• Facilidad de integración a la masa
• Adecuado punto de fusión para altas o bajas temperaturas
• Que no presenten olor, sabor o colores extraños
• adecuadas condiciones microbiológicas• envases y dosificaciones en tamaños adecuados
al proceso productivo
• Confiabilidad que ofrece el productor en el abastecimiento del producto
• Que se especifique claramente la fecha de elaboración en el envase.
Punto de fusión:
Es la temperatura en que una grasa pasa del estado sólido al líquido, cuanto más alto es
el punto de fusión, mayor será la adherencia al paladar que evidenciará el consumidor.
Rancidez: es cuando el producto se descompone, adquiriendo olor desagradable, sabor
picante, y colores variables en función de su grado de rancidez e impurezas. Humedad: es
la cantidad de agua contenida en la materia grasa.
ADITIVOS
Los aditivos son sustancias que agregadas a los productos alimenticios aseguran la
conservación y calidad de los alimentos, además mejoran la apariencia y cualidades
organolépticas del producto, para hacerlo más atractivo al consumidor. Ejemplos de
aditivos: colorantes, saborizantes, conservadores, químicos para leudados: bicarbonato de
sodio, crémor tártaro. El uso de aditivos o coadyuvantes se justifica por tres razones,
economía: se tiende a sustituir las grasas animales por vegetales; conservación: se usan
para prolongar la vida útil de los productos almacenados; y, tercera razón es que con ellos
se puede mejorar la calidad de los productos finales.
LOS HIDROCOLOIDES
Son polímeros que se dispersan o disuelven en el agua y su efecto es espesante o
gelificante, dependiendo del elemento que se use, actúan modificando la textura y con ello
se consigue estabilizar suspensiones, emulsiones o estructuras tipo espuma. Tienen una
elevada capacidad de agua, lo cual los hace muy útiles cuando se desea estabilizar ciclos
de congelación y descongelación. Permiten modificar la gelatinización del almidón y
pueden prolongar la vida útil de los productos. A nivel de panificación los hidrocoloides
afectan tanto a las propiedades de la masa durante el amasado, la fermentación y la
cocción, como a las del pan fresco, en cuanto a su calidad y proceso de envejecimiento.
MEJORADORES
Son un conjunto de ingredientes entre oxidantes, enzimas, emulsificantes y azúcares
principalmente. ¿Para qué sirven?• refuerzan el gluten, logrando más elasticidad, fuerza y
resistencia en la masa. Factores que impiden la fuga de gas y producen panes con mejor
volumen. • controla tiempos de fermentación• blanquea la miga y da un color apetitoso a
la corteza• en las masas francesas otorga crocancia a la corteza, e incrementa la
capacidad de absorción de agua en la masa, para así aumentar el rendimiento. Los
mejoradores más usados en la industria panadera y pastelera son: panodan, delox,
trimalt, harina de malta, ácido ascórbico, s-500, azúcar.
LOS EMULSIONANTES
Se denominan emulsionantes a las sustancias que favorecen la formación y estabilización
de las emulsiones. Una emulsión está compuesta por dos elementos no mezclables: uno
de ellos es un producto con afinidad por las materias grasas (lipófilo) y el otro con afinidad
por el agua (hidrófilo), es decir, el objetivo principal de estos productos es unir moléculas
de agua y aceite en forma homogénea lo que se denomina balance hidrolipofílico.La
margarina por ejemplo es una emulsión de agua en aceite, es decir, el agua se encuentra
dispersa en el interior del aceite, debido a la repulsión que ejerce una sobre la otra, las
dos tienen una tendencia natural a separarse. Las gotas de agua dispersas se reagrupan
para formar una capa acuosa diferenciada de la capa aceitosa. Los emulsionantes, gracias
a la estructura particular de sus moléculas, compuestas de una parte hidrófila y otra
lipófila, forman una película resistente en la superficie de las gotitas dispersadas y evitan
así su combinación. De esta forma los emulsionantes sirven de unión entre las dos fases
de la emulsión. De manera simplificada y para caracterizar el comportamiento de cada uno
de los emulsionantes, estos suelen separarse en dos grandes categorías: los
acondicionadores de masa y ablandadores de la miga. Acondicionadores de Masa: la
acción principal de estos emulsionantes es la de reforzar la masa, haciéndola más
tolerante a todos los esfuerzos a que se le somete desde su paso por las máquinas que
intervienen en el proceso de elaboración del pan, hasta su llegada final de horneado. Al
mejorar el comportamiento de la masa, favorece una mejor retención del gas con lo cual
se obtienen productos de mayor volumen, con miga más fina y uniforme. Ablandadores de
Miga: en los panes de molde, la suavidad y flexibilidad de la miga se ven favorecidas por
el uso de emulsionantes. El deterioro de estas cualidades se ha relacionado con la
retrogradación del almidón. Este fenómeno que se produce desde la salida del horno, se
debe a la re-cristalización de la amilasa, lo cual se impide con el uso de emulsionantes.
Efectos de los Emulsionantes: los beneficios que reportan los emulsionantes es que
mejoran las propiedades físicas de los productos cocidos. Para todos ellos se observa
siempre un mayor volumen, lo que se explica por una adecuada captación de aire durante
el amasado. También se observa un refuerzo de la malla de gluten que permite retener
mejor los gases de la fermentación y se obtienen migas más flexibles, con alveolados más
finos y uniformes. Como consecuencia de una mayor tolerancia, se reducen los problemas
derivados de la fatiga de la masa en su transformación por las máquinas. Otros aspecto
importante es que mantiene la frescura del pan, la cual depende del tipo de producto
utilizado. Por ejemplo, para algunos el concepto de frescura significa mantener la corteza
crujiente y en otros se aprecia por la flexibilidad y elasticidad de la corteza y de la miga.
En todos los casos se aprecia el mantenimiento de la humedad, característica fundamental
de estos dos factores. La pérdida parcial de flexibilidad se asocia con el fenómeno de la
retrogradación del almidón. Si este proceso se retarda se puede mantener la miga por
mayor tiempo. Hay que considerar que no todos los emulsionantes son capaces de retener
la migración de humedad del producto, en especial la de los precocidos, donde su
retención es un parámetro clave de la calidad final de esas elaboraciones. Emulsionantes
más utilizados: La Lecitina es el primer emulsionante que se utilizó en panadería y aún
sigue siendo el más empleado. Es obtenido en la extracción y refinamiento del aceite de
soya. Las lecitinas utilizadas en panadería se presentan comercialmente de dos formas:
una fluida, de color oscuro y aspecto pastoso, y otra en polvo, de aspecto graso y color
amarillento. Sus propiedades como emulsionante, humectante y antioxidante, mejoran la
tolerancia del amasado, lo que favorece la retención de aire y la dispersión de otros
emulsionantes evitando la oxidación excesiva de las masas. Su uso está indicado en
procesos no intensivos, como artesanos de fabricación lenta y los de fermentación
prolongada como el pan francés o el precocido. Además no deteriora el aroma y el sabor
del producto final y mantiene una coloración muy natural. Los mono y diglicéridos de los
ácidos grasos, se aplican en la elaboración de margarina, mezclas de grasas emulsionadas
y batidos de pastelería. Su fabricación se basa en el calentamiento de grasas animales o
vegetales ricos en triglicéridos. De éstos, los monoglicéridos que se comercializan en pasta
y polvo, se emplean en panaderías por su notorio efecto retardante del endurecimiento.
Los diglicéridos de los ácidos grasos conocidos por DATA, se obtienen a partir de grasas
comestibles. La función de este emulsionante es reforzar y acondicionar la masa
produciendo mayor fuerza y capacidad de retención de gas. También posee característica
de suavizante de la miga. Otro tipo de emulsionante son los Lactilatos que se dividen en
dos grupos. El primero se denomina Estearoil Lactilato de Sodio y su efecto apunta ser un
buen reforzador de la masa y suavizante de la miga. El segundo es Estearoil Lactilato de
Calcio y su función es acondicionar la masa, aumentando la tolerancia de ésta en el
amoldado, su fermentación y suaviza la miga.
PROCESOS Y BALANCE DE FORMULAS
Para obtener buenos resultados finales, es indispensable contar con fórmulas debidamente
balanceadas y contar también con materias primas de buena calidad y que sean
confiables. Cada paso a seguir en la elaboración de un buen pan, es importante:
• revisar la maquinaria que se va a usar para asegurarse de su buen funcionamiento
• contar con recetas balanceadas y probadas
• Sistematización de las materias primas y herramientas a usar, la “Mice en place”.
• ordenar las materias primas indicadas en la receta, debidamente pesadas
• debe evitarse el “ojímetro” o el “puñado”
• efectuar el trabajo respetando el orden o indicaciones señaladas en la receta
• respetar los tiempos de máquina: poco tiempo de máquina da como resultado masas
mal estructuradas. Demasiado trabajo en la máquina rompe la resistencia del gluten y
aumenta la temperatura por fricción, quemando la masa.
• Respetar los tiempos de reposo y tiempos de fermentos. Si la masa se hornea antes de
su punto correcto de levado, se obtendrá piezas con características de masa verde, tales
como falta de volumen, cortezas poco finas, quebraduras en los costados, miga tosca, su
rango de frescura será muy corto y las piezas de pan serán pesadas.
• Si por el contrario se hornean ya pasado su punto de fermentación tolerable, el producto
final se obtendrá de poco volumen o pan chupado, características en las masas francesas
los serruchos, olor de la miga ácida y sabor fuerte, corteza irregular de color poco vivo.
• El horneo o cocción, cada masa tiene un rango de tolerancia a temperaturas de cocción,
esta están sujetas a algunas variantes como por ejemplo: el tipo de horno, condiciones de
éste, materias primas utilizadas en la receta, etc. Temperaturas recomendadas* para la
masa de hallullas 240 a 260 ºC* para la masa francesa 210 a 230 ºC* para la masa de
molde 210 a 190 ºC según tamaño* para la masa batida, bizcochuelos 180 a 190 ºC* para
la masa de hojaldre 210 decreciendo hasta 160 ºC* los sistemas de elaboración
dependerán del tipo de maquinaria y de las características de la receta o fórmula:
• En el método directo es donde todos los ingredientes van juntos o relativamente juntos
• En el método indirecto o de esponja, la harina se divide trabajándose una parte con el
total de la levadura y agua, dejándola fermentar. Con el resto de la harina y resto de los
ingredientes, se forma masa a la que se le agrega la esponja ya fermentada prosiguiendo
su trabajo.- al observar estas recomendaciones se podrá mantener una calidad constante
en los productos- facilidad de obtención de costos más precisa- uniformidad en la
producción- aprovechamiento del tiempo laboral, sistematizando el trabajo se obtiene
mayor producción por hora de trabajo- mejor aprovechamiento del combustible.
LA MASA
Para obtener una buena masa se deben respetar ciertos pasos a seguir:
• pesar bien los ingredientes, evitando el calculo
• ponga el agua en la máquina y disuelva en ella la sal y aditivos, reservando algo de agua
para disolver la levadura, mezcle y disuelva bien
• agregue el total de la harina
• comience el trabajo de la máquina a velocidad lenta, por 3 minutos aproximadamente•
aumente la velocidad y agregue la levadura
• continúe el trabajo hasta que la masa esté homogénea, bien mezclada, elástica y se
desprenda de las paredes de la máquina
• el tiempo de mezcla depende de la fuerza de la harina, calidad del gluten y del tipo y
calidad del oxidante que contengan el aditivo y la harina
• la temperatura no deberá exceder los 27ºC
•cuando la fórmula indica materia grasa, deberá incorporarse a la mezcla en los 2/3 del
tiempo programado, continuando con el trabajo hasta que quede bien incorporada y la
masa quede homogénea.
• Se recomienda disolver la levadura para que se incorpore a la masa ya hidratada y su
dispersión sea pareja y uniforme
• Cuando se elaboran masas en máquinas lentas, esta no alcanzan a obtener el desarrollo
final del gluten, pos esto se aconseja sobar la masa, pasarla 3 o 4 vueltas por la sobadora
• Obtenida la masa y con el reposo necesario, se procede al corte o división de las piezas,
trabajo que se debe efectuar en un plazo no superior a los 20 minutos, para evitar que las
piezas tomen aspecto de masa vieja
• Se prosigue con el boleo u ovillado, necesario para obtener un mejor acondicionamiento
de la masa
• A continuación, las piezas ovilladas se dejarán reposar para relajar y acondicionarlas,
durante este período se formará en la superficie una fina piel, aumentando su tamaño y
elasticidad, el tiempo de reposo depende de las condiciones del salón y de la fórmula
• Cumplido el plazo de fermentación requerida, se procede a moldear o dar forma final a
las piezas
• Las marraquetas se pintarán con aceite y se doblarán. Los panes formados s enrollarán
firme para desalojar las burbujas de aire y sellar bien las costuras, las que se colocarán
siempre hacia abajo para evitar que se abran durante el proceso de cocción
• Terminado el proceso de moldeo o formación del pan, se someterán los productos a una
fermentación o crecimiento final. En este caso, es necesario que la masa sea sometida a
una temperatura ambiente de 32 a 35 ºC y una humedad promedio de 80 a 85%, esto se
logra en la cámara de fermentación. De esta manera se evita la formación de corteza con
costra o fermentos prolongados que perjudicarían el producto final.
• Si bien es necesario el vapor ambiente o humedad, no se debe sobrepasar los límites
señalados, ya que un exceso perjudicaría la corteza del pan.
• El paso siguiente es la cocción u horneo, proceso que depende del tipo de horno,
fórmula y tamaño de las piezas
• Un exceso de calor en el horno acelerará la formación de corteza subiendo rápidamente
el color y quedando el interior mal cocido o crudo.
• Horno frío, deshidrata las piezas obteniéndose productos de cortezas duras y miga
reseca
• El vaporizar o saturación de vapor en la cámara deberá efectuarse solo al inicio del
proceso de cocción, la vaporización posterior nos ampollará la corteza de las piezas
• Al cargar los hornos de piso, se debe mantener distancia entre pala y pala para evitar las
llamadas “guatas de pescado” o laterales blancos.
esta historia se remonta a la ciudad de Huaraz por la cual pase algunos años y descubrí la
enorme gamma y variedad de panes, la buena utilización de sus insumos típicos y de la
técnica artesanal desarrollada por los pobladores de las diferentes ciudades y caseríos han
hecho posible que la panadería sea algo más que solo un pan de diario ,bajo sus
costumbres se fueron introduciendo nuevas harinas ajenas al trigo y con un bajo
contenido en gluten pero con la cualidad que tenían diversas fortificaciones , del mismo
modo se inició en mi la investigación de los nuevos sabores de panes andinos, revisar los
diferentes procedimientos de producción y las técnicas empleadas, pero lo que considero
un valor comercial agregado es dirigir este tipo de pan con especificaciones pre
establecidas y buscar un nuevo tipo de cliente masivo. Por la zona geográfica e la que se
ubica Huaraz, se encuentra en uno de los destinos turísticos más visitados del Perú. Y aquí
encontramos a los escaladores de alta montaña, personajes provenientes en su mayoría
de Europa continental, equipos de escalada de Francia, Italia, España, suiza, Alemania,
Inglaterra y todos concluyen al final que demasiado peso en sus equipajes imposibilita su
ascenso al nevado, especialmente cuando se dirigen al Huascaran. En mis 5 años de
estadía en Huaraz pude conversar con los grupos de escaladores en diversas temporadas,
y todos buscaban un tipo de pan que tenga resistencia al tiempo, que se dé un tamaño
mediano, y que sea de miga contundente, para mantener el estómago lleno por largas
horas antes de las comidas, que por supuesto siempre deben esperar hasta llegar a los
campamentos base. En esas conversaciones me contaban que los panes que común
mente compraban era el pan de estilo europeo para evitar que se deterioren en las
mochilas con el resto de equipo que lleva cada persona y con decirles que cada escalador
lleva sobre sus hombros algo más de 30 kg. Y los que preferían eran los panes tipo
CIABATTA y los CUAYS típicos panes ancashinos que eran las versión andina de los panes
campesinos de estilo europeo. Es así como recibiendo estas informaciones y después de
haber buscado probabilidades de textura y de sabor decidí junto a un grupo de amigos
extranjeros producir un pan fortificado al cual lo llamaremos “PAN FORTIFICADO DE ALTA
MONTAÑA”. Este pan andino a nuestro estilo debía ser un pan de volumen controlado, de
sabor agradable y lo más importante que pueda llevar en su estructura una serie de
fortificaciones recomendadas, este producto debería resistir el hacinamiento y de un
tamaño especificado por el cliente con una aproximación de 7x10 cm, medida exacta para
un buen almacenamiento en sus equipajes de campaña, con esas especificaciones
iniciamos nuestro reto y pensamos que valor agregado se podría tener presente para que
dicho producto vaya mas allá de una simple labor panadera, es así que pensamos en dar a
nuestro pan un valor nutricional a bajo costo, una textura, durabilidad mas del promedio,
un sabor único con la receta de antaño y una presencia que comprometa a primera vista
su aceptación en el mercado. Para nuestro PAN FORTIFICADO DE ALTA MONTAÑA,
utilizamos una harina panadera comercial, harina de trigo partido, harina de maca, granos
de quiwicha tostada, cereales como el lino, cebada, hojuelas manejando técnicas y
proporciones que nuestro gluten pueda desarrollarse sin problema alguno….
-1. (CORTEZA)
Además para asegurar su buen crecimiento nos ayudamos de una esponja migosa,
desarrollada por un amasijo de masa madre, es decir una técnica de fermentación
diseñada para panes de estilo baguette utilizadas en la boulangerie Para entregarle un
sabor único y característico utilizamos un pequeño porcentaje del total de materia grasa
animal. … .-2. (MIGA) Para aproximarnos al estilo de un típico foccacia, añadimos yerbas
de olores característicos, un pequeño aderezo de especias con trozos de chicharrón y para
hacerlo antagónico pero refrescante utilizamos granos algas alto andinas llamados
kushuro.3.- (RELLENO) ESTE PAN FORTIFICADO, nació por la necesidad de complacer un
tipo de clientes, pero durante su formulación y desarrollo veíamos asombrados que podía
ser un pan que resultara de la fusión de dos culturas y que podíamos generar una especie
tropicalizada para un consumo masivo para quienes quieran atreverse a probar un nuevo
sabor, es así que este PAN FORTIFICADO fue presentado en el concurso de la copa
mundial del pan 2006 (lessafre – alicorp), en la que en su fecha eliminatoria ganamos en
la ciudad de Huaraz, y en la versión clasificatoria en lima obtuvimos un segundo lugar,
compitiendo con los clasificados del norte chico. Es así que desde ese instante se convirtió
en un producto digno de investigación en todos sus componentes.
La fabricación del pan parece sencilla a simple vista, pero en ella se encierra un proceso
complejo donde ocurren transformaciones físico-químicas que van aconteciendo desde el
amasado y la fermentación hasta llegar a la cocción. El amasado es una etapa clave y
decisoria en la calidad del pan. En esta etapa influirá tanto el tipo de amasadora como la
velocidad, la duración y la capacidad de ocupación de la misma. Durante este proceso, los
componentes de la harina (almidón, proteínas, grasas, cenizas y enzimas), pierden su
individualidad y, junto con sus demás ingredientes, van a dotar a la masa de unas
características plásticas (fuerza y equilibrio). A medida que el amasado avanza, se van
formando unos micro-alveolo que serán más tarde los encargados de almacenar el gas
que se producirá durante el período de fermentación. Estas celdillas tienen su origen en el
paso de los grupos -SH, existentes en la harina, a grupos disulfuro -S-S, que permite
formar los alveolos. Para facilitar el paso de los grupos -SH a -S-S se utiliza el ácido
ascórbico (que aporta mayor tenacidad) y el amasado intensivo (que aporta más
extensibilidad); debido al mejor reagrupamiento de las proteínas serán los encargados de
acelerar la formación del segundo grupo, aumentando el alveolado y la capacidad de la
masa de retener más gas. Las proteínas insolubles (gliadinas y gluteninas) en contacto
con el agua se hinchan, éstas se agrupan formando el gluten al mismo tiempo que se
envuelven con el almidón; el vaivén de la amasadora va proporcionando una fina película
que se ve favorecida con la grasa de la harina y con los emulsionantes presentes en los
mejorantes.
La oxidación que se produce en la masa por el contacto directo con el oxígeno del aire
variará dependiendo de la intensidad del amasado, del tipo de amasadora, así como del
volumen de ocupación de la masa sobre la cazuela de la amasadora.
Por lo tanto, podemos decir, que el desarrollo de la masa estará condicionado tanto por la
formación del gluten como por el grado de exposición de la masa al oxígeno del aire. De
tal forma, que cuando se acelera la oxidación y el desarrollo mecánico, disminuye el
tiempo de amasado y, por el contrario, cuando el amasado es corto y la oxidación baja,
habrá que dotar a la masa de mayor reposo para que adquiera mejores características
plásticas.
No obstante, debemos tener en cuenta que también es posible, por medio de un amasado
rápido, conseguir enseguida la formación de gluten y una escasa oxidación. Este hecho
ocurre en las amasadoras de alta velocidad, en las que, si bien la masa está bien
desarrollada, presenta una falta de fuerza, que es posible paliar con la adicción de una
mayor proporción de ácido ascórbico, un período mayor de reposo o aumentando
ligeramente la temperatura del amasado. Dentro de esta etapa clave que es el amasado,
van a jugar un papel muy importante, no solamente las amasadoras, sino también el
recalentamiento de la masa, ya que estará condicionado por la velocidad y el tiempo.
En España, dentro de los tres tipos de amasadoras que más se utilizan (eje oblicuo, brazos
y espiral), podemos decir que la de eje oblicuo es la que tiene menor fricción, le sigue la
de brazos y la que más recalienta la masa es la de espiral, que eleva la temperatura entre
8 y 9º C más que la primera. En un amasado de 1.100 revoluciones por minuto, si se
amasa a velocidad lenta el recalentamiento será aproximadamente la mitad que si lo
hiciéramos a velocidad rápida. La temperatura irá aumentando gradualmente a medida
que aumente el tiempo de amasado.
Tipos de amasadoras
Si hacemos un balance del tipo de amasadoras que se emplean nos encontraríamos con
los siguientes porcentajes de tipos de amasadoras:
La amasadora espiral
De la amasadora espiral debemos destacar su rapidez, lo que conlleva una reducción del
tiempo de amasado, que permite abastecer a una línea de producción sin tener que
aumentar la capacidad del amasado. Este sistema trabaja la masa con una presión de
arriba hacia abajo, consiguiendo una menor oxidación a la vez que un mayor
recalentamiento y menos fuerza inicial, por lo que es apta para la fabricación de barras
con entablados automáticos así como para el pan precocido, ya que este sistema no
impulsa exageradamente el pan en el horno; aunque esta falta de fuerza puede ser
compensada en algunas ocasiones con un período mayor de reposo.
La amasadora de brazos
Es esta la amasadora que cuenta con mayor tradición en nuestro país; aunque en los
tiempos actuales se está quedando como una máquina auxiliar. Se utiliza para masas de
bollería y pastelería, masas blandas (chapata, hogaza, etc.), masas integrales y de
centeno. El tiempo de amasado oscila entre los 18 y los 30 minutos por lo que, es una
máquina lenta, obligando a incorporar la levadura a mitad del amasado para reducir
inicialmente la fuerza de la masa.
El recalentamiento es bajo aunque hay que destacar la diferencia del amasado según sea
el grado de ocupación de la cazuela, de tal forma, que a menor número de kilos de harina,
mayor será la oxidación. La capacidad para producir masas más oxigenadas permite
obtener fermentaciones rápidas. La sobre-oxigenación a que es sometida la masa produce
un exceso de fuerza que se traduce en un mayor impulso del pan en el horno, razón ésta
por la que no es muy recomendable su utilización en panes precocidos, al correr el riesgo
de arrugamiento. En masas muy blandas se recomienda no añadir la totalidad del agua al
principio del amasado, sino que parte del agua se irá incorporando poco a poco a medida
que aumenta el amasado; de esta forma se puede ahorrar entre un 15 y un 20% de
tiempo de amasado.
Está equipada con un motor de dos velocidades: una lenta para el preamasado y masas
duras (40/45% de agua) y otra rápida para masas más blandas (60/80% de hidratación).
Algunos modelos cuentan con la llamada “cazuela loca”, es decir, el movimiento de
rotación se realiza por el impulso de la masa, de tal forma, que el frenado de la cazuela
permitirá, a voluntad del panadero, ir variando las condiciones del amasado. Este hecho
implica que el amasador debe estar perfectamente entrenado para que no se produzcan
grandes diferencias entre unas masas y otras. Pero, por otra parte, también es posible
variar la fuerza de la masa por medio de la utilización del freno de la cazuela.
Dentro de los inconvenientes que poseen este tipo de amasadoras, debemos destacar que
no permite la elaboración de amasijos grandes, ya que derrama la harina al inicio del
amasado. Igualmente, tampoco permite hacer amasijos pequeñas al no agarrar
correctamente la masa, lo que nos obliga a elaborar masas que ocupen al menos un 30%
de su capacidad.
VENTAJAS INCONVENIENTES
AMASADORA DE • No recalienta la
EJE OBLICUO masa.
• Mucho volumen de la
• Flexibilidad de
máquina
corrección de las
• No permite masas
condiciones del
grandes porque derrama
amasado por la
parte de la harina.
utilización del freno.
• Hay que prestar mucha
• Bajo
atención al amasado.
recalentamiento.
• No apta para
• Se adapta bien
trabajadores no iniciados.
tanto a masas duras
como blandas.
El formado manual
Laminado.- Se obtiene pasando la bola por dos rodillos que aplastan la masa en forma de
galleta ovalada. Del grado de apertura de dicho rodillo dependerá la mayor o menor
expulsión del gas. Para evitar el desgarro de la masa los rodillos deben abrirse o cerrarse,
dependiendo del tamaño o del volumen de la pieza.
Enrollado.- Consiste en plegar la torta de masa y suele hacerse por medio de una malla
metálica o por un par de tapices móviles.
Alargamiento.- Esta masa enrollada pasa por distintas planchas de presión o por entre dos
tapices que dan vueltas en sentido inverso, asegurando así, la longitud deseada de la
barra.
En general casi todos los nuevos modelos de formadoras aparecen con un rodillo de pre-
laminado, que asegura que gradualmente la bola sea aplastada antes de pasar al par de
rodillos laminadores.
Este rodillo de pre laminado es fundamental para las piezas de mayor tamaño y para
aquellas masas sobre-gasificadas.
Los rodillos están recubiertos de teflón, que previene la adherencia y por consiguiente
elimina la necesidad de uso de harina de polvorear. Las cintas móviles para el enrollado
han sido sustituidas por una malla de acero fija, que enrolla la torta de masa.
Con más frecuencia se ven nuevos modelos a los que se le han ampliado la masa de
presión, permitiendo aumentar hasta tres las planchas de alargamiento, suavizándose las
condiciones de la masa para conseguir la longitud deseada.
También es importante que la cinta móvil donde cae la barra una vez formada sea
bastante larga y su velocidad moderada, para dar el tiempo suficiente para que la barra se
relaje, de esta forma podemos sacar la barra más corta (el daño será menor) y de camino
hacia el entablado se la da la longitud deseada.
Por todo ello la formadora ideal será aquella que este prevista de rodillo de prelaminado,
rodillos teflonados, suficientes planchas de presión que aseguren un alargamiento sin
desgarros y una mesa de recogida larga que permita el relajamiento de la barra antes de
colocarla en la bandeja.
Hay que prestar especial atención a aquellas formadoras que no tienen rodillo de
prelaminado, éstas provocan en las piezas de mayor tamaño y en las masas sobre
gasificadas una rotura al hacer la torta provocando problemas de falta de volumen, de
greña y rotura en los laterales de la barra.
Según las condiciones en las que llegue la masa a la formadora se podrá realizar mejor el
formado.
Si los rodillos están demasiado cerrados la masa se comportará muy tenaz y de forma
redondeada. Si el apretado es muy flojo, la masa será extensible y caída. Por lo tanto hay
que buscar el apretado ideal para conseguir un buen equilibrio.
En aquellas masa blandas y bien gasificadas (tipo pan francés), el laminado debe
efectuarse flojo, los rodillos, bastante separados, con el fin de que la torta no sufra
demasiados enrollamientos, que se traducirá en la desaparición de los grandes y medianos
alveolos. Para las piezas pequeñas hay que cerrar el rodillo suficientemente para que
pueda enrollarse sobre sí misma. En las masas duras y con poco tiempo de reposo hay
que cerrar los rodillos hasta conseguir tres vueltas y media en el enrollado. Cuando los
rodillos se encuentran demasiado apretados se produce un desgarro en la masa y atascos
en la formadora.
El ajuste de los rodillos estará en función del tipo de masas y al tamaño de la pieza. Una
buena práctica es cortar longitudinalmente una barra a la salida de la formadora y se
podrá apreciar si la masa está desgarrada. También es importante ajustar gradualmente
las distintas planchas de alargamiento para evitar nuevamente el desgarro de la masa.
• Las ampollas de corteza fina pueden originarse por la falta de fuerza, si no se ha cerrado
suficientemente el rodillo.
La fermentación controlada consiste en someter la masa a la acción del frío, una vez
formadas las barras. Se mantiene a temperatura baja el tiempo deseado y, tras este
estado de letargo, pasa del frío al calor, a voluntad del panadero, con el auxilio de un
programador de tiempos y temperaturas. Esta técnica, que ya está muy extendida
entre los pequeños y medianos panaderos, y que a priori parece sencilla,
frecuentemente acarrea algunos problemas de calidad: aparición de defectos respecto
al pan elaborado mediante el proceso normal y menor regularidad.
Conocer los puntos críticos de la fermentación controlada nos permitirá adoptar los
cambios adecuados, en función del sistema de panificación, de la dosificación de
levadura, y de los condicionantes de tiempo y temperatura.
La fuerza de la masa
Para corregir este problema se debe dotar a la masa de una fuerza adicional mediante
el ajuste de los siguientes factores:
La harina ha de ser del orden del 35% más fuerte que la utilizada en el proceso
normal.
La dosis de levadura prensada, interrelacionada con el tiempo de reposo, va a jugar un
papel fundamental y decisorio en la fuerza de la masa. Una consistencia mayor evitará
que la masa se relaje durante el proceso. Los mejorantes más adecuados son los de
actividad enzimática reducida, ya que colorean en menor grado la corteza, y que
contengan una mayor dosificación de ácido ascórbico, lo que previene el debilitamiento
de la masa.
La masa madre también será indispensable, y se añadirá en una proporción del 20%
en peso con respecto a la harina.
Preparación de la masa
Ingredientes Cantidad
El proceso de fabricación
El amasado variará en función del tipo de amasadora, pero lo ideal es conseguir una
masa fina y elástica, incorporando la levadura al final del amasado y procurando que la
temperatura sea del orden de los 23º C, teniendo en cuenta que la masa debe ser un
poco más consistente que en el proceso normal.
La división se deberá realizar lo más rápido posible, por lo que el tamaño de los
amasijos, así como la velocidad de la divisora, van a determinar el tiempo de
permanencia de la masa en la tolva de la divisora.
Son muchos los autores que han opinado sobre qué temperatura y cuánto tiempo son
los óptimos de bloqueo. La respuesta correcta a esta cuestión hay que encontrarla
teniendo en cuenta la cantidad de levadura prensada, el tamaño de las piezas, la
frecuencia de entrada de carros a la cámara, los kilos de masa introducidos, así como
el grado de ocupación de la cámara.
Expuesto esto, estamos en condiciones de decir que puede ser válido un bloqueo a la
temperatura comprendida entre – 5 y – 14º C. Será el panadero quien lo determine,
teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, así como el tiempo, que debe oscilar
entre una y tres horas.
Refrigeración de la masa
El calentamiento
La fermentación y la cocción
La humedad de la cámara también hay que tenerla en cuenta para que en ningún caso
sobrepase el 70%. Con estos parámetros de temperatura y humedad no hay riesgo de
deshidratación en la masa.
Una vez fermentada la masa, ya está lista para el horneado, pero hay que tener en
cuenta que las actividades enzimáticas de la masa durante el bloqueo, refrigeración y
fermentación han seguido su curso, lo que produce una dextrinización superior en la
corteza del pan. Esto hace que aumente la coloración de la corteza, así como su
cristalización. Para paliar, en parte, este problema hay que bajar la temperatura del
horno 10 o 15º C con respecto a lo habitual y aumentar un poco el tiempo de cocción.
Antes de equiparse con una cámara de fermentación controlada hay que tener en
cuenta las capacidades de cocción, de tal forma que si sólo se dispone de un horno, lo
ideal es una cámara con capacidad para dos carros.
Hay algunos panaderos que se aventuran a instalar cámaras de más capacidad y, para
controlar el volumen de los últimos carros tienen que ir reduciendo levadura en las
masas, con la consiguiente pérdida de fuerza y sus consecuencias; o bien vuelven a
refrigerar la masa en espera del turno de cocción, lo que provoca una nueva
deshidratación de la corteza y la aparición de pequeñas ampollas en la corteza así
como un aspecto cristalino. Por todo ello, cuando se dispone de un solo horno, es más
aconsejable instalar dos cámaras con capacidad para dos carros cada una, que una
sola con capacidad para cuatro carros.
– Poca levadura.
– Poco tiempo de fermentación.
La fermentación
La fermentación se inicia en el momento que se añade la levadura en el amasado. En ese
preciso instante, comienza a producirse gas. Este hecho tendrá como consecuencia que ya
durante el amasado, al producirse una gasificación prematura, la masa se irá dotando de
mayor fuerza y tenacidad. Esta fuerza y tenacidad serán mayores cuanto más
recalentemos la masa durante el amasado y cuanto mayor sea la dosificación de levadura
prensada. En algunos casos es bueno incorporar la levadura a mitad del amasado, para
evitar de esta forma un exceso de fuerza y de tenacidad.
El reposo
El reposo se puede realizar de dos formas: en bloque (la totalidad de la masa) y dividido
(boleadas ya las piezas). Tanto de una forma como de otra cuanto mayor sea este tiempo;
la masa, una vez desmasificada para el formado, se volverá más firme y resistente al
estiramiento. Este hecho nos da la explicación al fenómeno que se produce durante la
fermentación de falta o exceso de fuerza.
El que la masa sea sometida a un tipo de reposo (en bloque) u otro (una vez dividida),
repercutirá en un comportamiento distinto en cada caso, no solamente durante la
fermentación, sino también durante la cocción. La diferencia principal entre un tipo de
reposo y otro está en el volumen o cantidad de masa que está reposando.
Así pues, cuando la masa es blanda y el reposo en bloque ha alcanzado dos veces y media
su volumen inicial, y habiendo procurado no gasificar mucho la masa, el alveolado es de
tamaño grande e irregular.
DEFECTOS DE LA FERMENTACIÓN
• Durante la fermentación
la masa se vuelve
pegajosa:
- Masa blanda.
- Mucho vapor en la cámara
de fermentación.
- Harina procedente de trigo
germinado.
- Mucho amasado.
• Ampollas grandes en el
lateral
de la barra:
- Humedad alta durante la
fermentación en coincidencia
con la masa dura y la cocción
en un horno de solera
refractaria.
• Levadura prensada.
• Levadura seca.
• Levadura líquida (levadura en crema).
La levadura rápida es más activa, fermenta más rápidamente, y se trata de una cepa
distinta de las de tipo estándar, expresamente cultivada para adaptarse a una panificación
rápida.
De modo práctico puede decirse que si la cantidad de levadura es superior a 20 g. por kilo
de harina y la división de la masa se va a realizar en una pesadora automática, resultará
ventajoso incorporarla al final del amasado.
Almacenamiento
Las propiedades del producto vivo que adquirimos, van a evolucionar en función de las
condiciones de almacenamiento y, principalmente, de la temperatura.
La comprobación de los pesos de las unidades de venta, cajas de diez kilos, debe hacerse
conforme a la Norma de Control de Contenido Efectivo de los Productos Alimenticios,
reguladora de esta materia.
Se debe anotar el número de lote recibido y la fecha de consumo preferente, que nos
ayudarán a utilizar siempre el producto que entró primero en nuestro almacén.
Después deberá tomarse la temperatura interior de las pastillas, que no deberá superar
los 10º C.
Sin más espera, debe introducirse en el frigorífico, para evitar calentamientos innecesarios
además de perjudiciales.
El color. En torno al color, también hay cierta confusión. Hace años era bastante
frecuente encontrar levaduras que no fermentaban bien y que presentaban colores
oscuros, ésto indujo a pensar al panadero que un color más oscuro implicaba un menor
poder fermentativo. Pero simplemente se trataba de levaduras averiadas, en las que el
poder fermentativo original se había deteriorado. En levaduras sanas el color no está
asociado con el poder fermentativo.
Una levadura que tenga un color oscuro y sea blanda, pastosa, puede ser una levadura
averiada y no es aconsejable su utilización.
El empaquetado. La función que cumplen las envueltas de papel y celofán, es la de
mantener las condiciones de humedad de la pastilla, y la de protegerla de la
contaminación externa (mohos). Por tanto, un mal sellado del celofán no será una
condición favorable para la larga conservación del producto.
4- No congelar la levadura.
Derivados de la sacarosa
Puede ser descompuesto por la presencia de ácidos diluidos o por medio de la enzima
invertasa durante la fermentación, desdoblándose en dos azúcares simples, conocidos
como glucosa y fructosa.
Se presenta la sacarosa, más o menos granulada, dependiendo para que se use. Para el
interior de las masas durante el amasado se emplea una granulométrica intermedia y para
el decorado de algunos productos o muy gorda o muy fina dependiendo que tipo de
productos.
El azúcar lustre tiene un 96% de poder edulcorante respecto a la sacarosa. Este tipo de
azúcar es muy microscópico debido a la superficie final de su granulometría. Se usa para
decorar algunos productos de panadería y bollería (stollen, ensaimadas, etc.).
• Azúcar invertido. A partir del azúcar común o sacarosa se obtiene el azúcar invertido.
Con una solución de agua y azúcar tratada con ácido por medio de la cual se separa la
molécula de sacarosa en dos componentes: glucosa y fructuosa.
Azúcar 10 kg
Agua 3 l
Ácido cítrico 50 g
Bicarbonato sódico 50 g
– Procedimiento
Este jarabe es menos dulce que la sacarosa y es fermentado directamente por la levadura.
También tiene propiedades de retención de agua (humectante) en los productos de
bollería y masas batidas. Se usa igualmente como brillo y para que el glaseado se sujete.
– Funciones
Acelera la fermentación.
Aumenta el sabor dulce.
Retiene la humedad en el producto.
– Dosificaciones
– Preparación de fondant
Azúcar 10 kg
Agua 4 l
Crémor tártaro 15 g
Glucosa 1,5 g
Utilizar en la preparación Crémor tártaro o glucosa, pero sólo uno de los dos.
– Procedimiento
La dextrosa se produce a partir del jarabe de maíz que ha sido totalmente convertido. Una
vez cristalizado, lavado y secado hasta 8,5% de humedad.
En la industria panadera se puede añadir la dextrosa como fuente de sólido fermentable y
edulcorante.
• Endulzar. Es la principal función que se espera de los azúcares aportados a las masas
fermentadas.
Edulcorante Clasificación
Sacarosa 100
Dextrosa (glucosa) 50
Fructuosa (levulosa) 130
Maltosa 30
Sorbitol 50
Lactosa 15
Azúcar invertido 70
Sacarina 400
Aspartame 180
Antes de emplear levadura prensada en la fabricación del pan, este método era el
empleado para fermentar la masa. Había que tener mucho cuidado para mantener
siempre vivo el fermento, lo que se lograba a base de diferentes refrescos y controlando la
masa en el lugar más fresco para que en el verano la masa no se acidificara
exageradamente. El estado de gasificación de la masa madre es factor importante para
conseguir un buen éxito.
La miga. Es oscura y de alveolado irregular pero con las paredes fuertes y compactas.
La masa madre estará lista para su utilización cuando haya alcanzado el triple de su
volumen inicial, esto debe conseguirse a temperaturas próximas a 25º C. Aunque las
posibilidades que permiten las cámaras frigoríficas se puede conservar la masa en frío una
vez que haya alcanzado parte de la fermentación.
Este método consiste en dejar la masa a temperatura ambiente (25º C) y una vez
alcanzado el doble de su volumen inicial, 6 horas aproximadamente, introducirla en la
cámara de frío a 10º C, esto permitirá mantener un rango más amplio de tiempo la masa
en óptimas condiciones.
Ingredientes:
Harina de media fuerza 100.000 g
Agua 65 l
Masa madre 435.000 g
Sal 2.000 g
Proceso de elaboración
El amasado será de una duración menos prolongada que en el pan normal, con esta
medida se evitará el blanqueamiento de la miga.
La harina. Influirá por su actividad enzimática de tal forma que en Números de Caída
inferiores a 250 no es recomendable para la elaboración de este tipo de pan.
El estado de gasificación del pie de masa igualmente hará repercutir en el volumen. Para
conseguir siempre el mismo estado de gasificación y de acidez, hay que mantener una
metodología de trabajo, así cuando se obtengan las mejores condiciones de temperatura,
tiempo, estado de gasificación y de acidez, se debe aplicar el mismo método, esto
repercutirá en que todos los días la masa tendrá la misma subida, que a su vez beneficiará
a la regularidad en la calidad del pan.
Madre
Harina de centeno 60% 1 kg Fermenta a 35º C
extracción 0,5 l durante
Agua 24 horas
Total 1,5 kg
Total 4 kg
2ª Madre 4 kg Fermentar a 25º C
Harina de trigo 4 kg durante
Agua 2,5 kg 24 horas
Total 10,5 kg
Total 43,5 kg
Total 43,5 kg
CONSERVACIÓN DE LA MASA MADRE
PROBLEMAS CAUSAS
d) La cifra de proteína total no será inferior al 50%, calculado sobre materia seca.
Historia
Se cree que la primera vez que se elaboró un pan fermentado fue cuando el hombre
primitivo debió dejar un poco de masa a la intemperie, la cual fermentó de una forma
natural y espontánea. Dicha masa, añadida a otra nueva, originó un esponjamiento que al
ser cocida, dio como resultado un pan más liviano y de mejor sabor que los panes ácimos
que se elaboraban hasta entonces.
Desde siempre, la forma de elaborar las masas era partiendo de una masa ácida que
provocaba, a partir de las levaduras salvajes y bacterias ácidas, la fermentación y, por
consiguiente, el aumento de volumen en las piezas.
A partir de 1880, se comienza a utilizar levadura de cerveza, aunque sólo podían utilizarla
aquellos panaderos que se encontraban cerca de las destilerías ya que dicha levadura
tenía una escasa conservación. También hay que decir que el pan fermentado con
levadura de cerveza era más voluminoso y esponjoso que el de levadura ácida, pero el
pan se quedaba con un sabor amargo.
En 1887, la panadería comenzó a disponer de una levadura fresca que daba mejores
resultados que la levadura de cerveza. Esta nueva levadura se denominó levadura
prensada, debido a que se presentaba en el mercado en estado sólido, por filtrar la
levadura obtenida en forma de crema mediante los llamados filtros-prensa.
La célula de levadura
La célula de levadura está envuelta por una membrana exterior denominada pared celular.
La membrana celular permite, al ser semipermeable, la entrada de nutrientes y sustancias
disueltas en el agua; siendo evacuados el CO2 y el alcohol. La membrana celular regula
por procesos osmóticos la igualdad entre el medio intracelular y extracelular.
FIGURA 1 / CÉLULA DE LA
LEVADURA
Vidas de las levaduras
FERMENTACIÓN
Levadura + Azúcar CO2 + alcohol
RESPIRACIÓN
Levadura + Azúcar + CO2 + agua +
Oxigeno energía
Reproducción
Composición
Proteína 45 gr.
Glúcidos 43 gr.
Grasas 6 gr.
Materia mineral 6 gr.
Fabricación de la levadura
La fabricación de levaduras comienza con unas cepas puras, libres de toda contaminación,
denominadas células madres. El punto de partida es una cantidad muy próxima a 1 g de
células madres, a las cuales se las introduce en un frasco con nutrientes.
En este frasco, conservado a temperatura adecuada (27/30º C), al cabo de 24 horas el
número de células iniciales se habrá multiplicado por 50. Seguidamente se añade a otro
recipiente más grande donde después de otras 24 horas las levaduras se multiplican
nuevamente.
A partir de este momento, comienza el proceso industrial donde la mezcla pasa a cubas
cada vez más grandes, hasta llegar, al cabo de los seis días, a una cuba de 48 toneladas.
Las primeras etapas en la elaboración transcurren sin aireación, pero en la fase industrial
las cubas tienen potentes compresores que mantienen el caldo fermentativo bien aireado.
Esta super-oxigenación de la levadura ayuda a que se reproduzca más rápidamente.
Cuando todo el azúcar de la melaza ha sido consumido por las levaduras, comienza la
separación del mosto, por medio de sucesivas centrífugas que la lavan y la orean.
Para obtener la consistencia de levadura comercial se necesita filtrar la crema por medio
de filtros-prensas rotativos a vacío que eliminan parte del agua, cayendo la levadura
obtenida directamente a una máquina amasadora que le da forma de barra y se corta
automáticamente a la medida y peso deseado para formar los bloques. Estos bloques se
envuelven mecánicamente con papel y cada cuatro o cinco bloques se envuelven con
celofán.
Formadas las bolsas, pasan a cajas de cartón que se almacenan en cámaras frigoríficas a
2º C de temperatura.
Irregularidades como las citadas provocaron que un gran número de cámaras concebidas
inicialmente para la fermentación controlada se utilicen, en realidad, para aplicar una
fermentación tradicional. En la actualidad, estos problemas están ya solucionados pero, no
obstante, conocer factores como la fuerza de la masa, el frío en las masas y su influencia
en el pan son indispensables para llevar a buen efecto la panificación.
La rapidez con la que algunos panaderos desean la fermentación obliga a elevar estas
temperaturas y humedades.
En la fermentación del pan, al igual que en la del vino, la temperatura y el tiempo van a
tener consecuencias positivas o negativas, dependiendo de las condiciones en que se lleve
a cabo esa fermentación.
A muchos panaderos les gustaría obtener panes de miga consistente y de corteza gruesa.
Para que esto se pueda conseguir es indispensable reducir al mínimo la levadura y
prolongar el tiempo de fermentación. Por otro lado, hay panaderos que tienen una cámara
de bolsas pequeña, lo cual obliga a aumentar la cantidad de levadura para, de esta forma,
obtener una fuerza de masa adecuada. Sin embargo, aquellos otros que sí tienen una
cámara suficientemente grande o que permite parar la cámara una vez dividida la masa,
pueden equilibrar la fuerza de ésta en relación a la cantidad de levadura. Por todo ello,
será pues el panadero quien deba encontrar la fórmula más adecuada o buscar una
combinación intermedia pero, no obstante, es más positivo añadir más levadura y reducir
la temperatura que viceversa.
A 55º C la levadura muere, es importante conocer este último dato ya que en algunas
ocasiones, cuando a la masa se le incorpora en invierno agua caliente para controlar su
temperatura, si la masa entra en contacto con la levadura no se producirá acción
fermentativa por muerte de la célula.
También hay que saber, que si bien la masa no fermenta entre 0º C y 2º C al paralizar la
fermentación, no ocurre así con la actividad enzimática, ya que aunque muy lentamente,
ésta sigue actuando, por lo tanto el tiempo de permanencia de la masa en el régimen de
frío está limitada a períodos máximos de 48 horas y en los casos de las harinas demasiado
enzimáticas es aún más limitado.
Cuando hace unos quince años se inició de una forma generalizada la fermentación
controlada, el panadero encontró algunos problemas. Estas cámaras iniciales no tenían
bien canalizado el aire y producían acortezamientos, el paso de frío a calor se hacía muy
rápidamente y se formaban condensaciones sobre la superficie de la masa que más tarde
se traducían en cortezas rojizas y cristalinas y, además, el panadero no realizaba ningún
cambio en las condiciones de la masa. Todos estos problemas conllevan grandes
diferencias de calidad, color y volumen del pan.
Dar un consejo práctico sobre cuánta levadura y cuánto tiempo de reposo hemos de
aplicar a la masa no es nada fácil, ya que intervienen otros factores como la harina, la
consistencia de la masa, las condiciones del formado y la composición del mejorante. En
cuanto a los mejorantes sí podemos indicar que estos han de ser sobredosificados en
vitamina C (E-300) y con enzimas de baja actividad.
Todas las masas sometidas al frío tienen una pérdida de fuerza que ha de ser compensada
con aquellos factores que van a incidir en su aumento, de forma que llegue a equilibrar.
Dominar este aspecto de la panificación es la esencia de la fermentación, controlarlo
permitirá que el pan elaborado con una fermentación controlada sea igual al elaborado en
un proceso tradicional.
La programación de la cámara dependerá sobre todo del tamaño y volumen de las piezas,
pero en cualquier caso tiene cuatro fases: bloqueo, refrigeración, calentamiento y
fermentación.
• Bloqueo. En esta fase de enfriamiento rápido se trata de que la masa pare cuanto
antes la fermentación, es decir, que la temperatura interna alcance 2º C. La temperatura
inicial de bloqueo, así como el tiempo que se mantenga, será en algunas ocasiones de frío
negativo durante algunas horas. Esto será así cuando las piezas sean grandes, las
dosificaciones de levadura altas o cuando la secuencia de entrada de carros en la cámara
sea muy rápida. En algunas ocasiones es necesario partir de –14º C y en otras con 0º C es
suficiente.
En cuanto al tiempo de bloqueo hay que tener en cuenta que si sólo va a estar sometida
al frío durante ocho o diez horas, el tiempo de bloqueo será suficiente con dos horas pero,
si por el contrario, está sometida al frío durante 48 horas, el tiempo de bloqueo puede
llegar a ser de 24 horas a –2º C. Este último caso es muy práctico en aquellos panaderos
que no trabajan el domingo y es el sábado cuando elaboran la masa para el lunes.
Realizando este procedimiento, parte de la jornada del sábado y del domingo se mantiene
la masa con el frío suficiente sin que se congele, pero con la actividad enzimática
prácticamente paralizada. El domingo, a media mañana, la cámara se pondrá ya en
régimen normal de refrigeración como cualquier otro día.
En resumen, podemos decir que para conducir por buen camino la fermentación
controlada hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
– La harina ha de tener un Nº de Caída de entre 300 y 350 segundos. Quiere decir esto
que ha de ser menos enzimática que en los procesos tradicionales.
– La fuerza de la masa ha de ser mayor. Esto se consigue con harinas más fuertes y
equilibrando el reposo de la bola en relación a la cantidad de levadura. También con el
formado más apretado, etc.
– El aditivo mejorante ha de contener una dosis mayor de ácido ascórbico y DATA y
menos contenido en enzimas o de menor actividad.
– El tiempo y la temperatura de bloqueo variará en función al tamaño de las piezas, la
secuencia de entrada de carros en la cámara, el volumen de ocupación de las mismas y el
tiempo que se mantendrá posteriormente en refrigeración.
– La refrigeración ha de ser de entre 0º C y 2º C.
– El calentamiento, imprescindible que sea progresivo, de tal forma que en las piezas
pequeñas de pan y bollería éste ha de ser de 90 minutos. En barras y baguettes de 300 g
de 150 minutos y en panes de gran tamaño y formatos redondos de 240 minutos.
– La fermentación debe realizarse a 26º C.
– La humedad ha de ser suficiente para que no se acortece el pan, pero en ningún caso
excesiva.
Con este procedimiento pueden elaborarse el día antes aquellas masas con fermentación
global (pan gallego, chapata, hogaza, etc.).Así, una vez finalizada la jornada de trabajo se
elabora la masa para el día siguiente, se pone en recipientes y se introduce en la cámara,
de tal forma que al día siguiente la masa haya aumentado su volumen dos veces y media
con respecto al inicial.
El amasado
Los tipos de amasadora más empleadas son las denominadas de brazos (sistema Artofex),
aunque últimamente están aumentando las de sistema de espiral. Ésta última, a diferencia
de la anterior, otorga un mayor recalentamiento a la masa, escasa oxigenación, falta de
fuerza y el aumento de la tenacidad.
Como se verá más adelante, equilibrar las masas, el dotarlas de la mayor extensibilidad
posible, será un factor indispensable para la obtención de una regularidad constante en la
calidad del pan.
Por todo ello estamos convencidos y podemos decir que las amasadoras de brazos
producen masas más extensibles en comparación con aquellas otras elaboradas en la
amasadora espiral.
La división volumétrica
A diferencia del pan francés, el pan común español o barra de flama, no tiene reposo
antes de la división, por lo que la maduración de la masa se hace después de la división.
La divisora volumétrica está presente en casi la totalidad de las panaderías españolas. Este
hecho obliga a emplear el sistema mixto de panificación, es decir, se utiliza como sistema
de siembra en la masa, levadura prensada y masa madre.
No se deja reposar la masa antes de la división, lo que contribuye entre otras cosas a que
sea necesario aumentar la dosis de levadura y el empleo de mejorantes panarios.
El boleado
Esta operación se hace siempre con la boleadora cónica o con una teja fija sobre una cinta
móvil, de cualquier forma el objetivo es redondear el trozo de masa que sale irregular de
la divisora.
Estamos convencidos que con el paso del tiempo esta operación de boleado desaparecerá,
puesto que con los nuevos equipos de panificación, el trozo de masa que sale de la
divisora es en forma rectangular y en lugar de reposar la masa una vez dividida de forma
esférica, lo hace en forma de barrote de unos 25 cm de largo. En esta condición no cabe
duda que la longitud de la barra será mayor, mejorando así los resultados del formado y
consiguiendo que la pieza se alargue sin desgarros ni presiones.
El reposo
Una vez divida la masa, ésta sufre una maduración o reposo para relajarse antes del
formado. Por lo general, el panadero dispone de una cámara de bolsas para el reposo de
las bolas.
El tamaño de dicha cámara así como la velocidad dará como resultado el tiempo total de
recorrido de las bolas en dicha cámara. No está definido qué tiempo es el óptimo de
reposo ya que en ello inciden, entre otras cosas, la cantidad de levadura prensada y la
consistencia de las masas.
Con todo ello podemos dar una explicación a los cambios en la irregularidad de la calidad
de unas hornadas a otras. Es frecuente que la dosis de levadura empleada por amasijo
vaya variando a lo largo de la jornada, empezando con una dosis alta y reduciéndose poco
a poco, para terminar con muy poca levadura. Esto provoca una variación en la fuerza de
la masa como consecuencia de la escasa coincidencia del tiempo de reposo con la dosis
óptima de levadura.
El formado
El formado de la barra es una etapa clave y decisoria en la calidad del pan. El formado
mecánico acarrea un aumento de la fuerza y de la tenacidad de la masa en comparación
con las masas formadas manualmente. También, si los rodillos de laminado están muy
cerrados, la barra se comportará durante la fermentación muy tenaz y de forma
redondeada. Si por el contrario el enrollado es más flojo, la masa será más extensible y
caída. En aquellas masas blandas y bien gasificadas, el laminado debe efectuarse flojo, y
en masas duras con poco reposo, el laminado ha de ser superior.
La fermentación
La cocción
Los hornos rotativos se han impuesto sobre otros tipos para la cocción del pan común,
aunque para los panes de mayor tamaño se sigue empleando los hornos de solera.
Es muy importante que la fuerza de la masa varíe en función del tipo de horno. Este es un
detalle a tener en cuenta ya que si el horno es de solera refractaria la masa ha de ser más
floja y extensible en comparación a aquella otra que ha de ser cocida en un horno de
carros rotativos, en el que por el contrario la masa ha de ser más fuerte y ligeramente
más tenaz.
La calidad de la harina
Una vez definido el proceso y explicado cuáles son los factores que afectan a la fuerza y al
equilibrio de las masas, es más fácil entender cuál debe ser la calidad de harina para la
barra de flama elaborada con el proceso mixto de panificación.
Definir qué tipo de harina es la más adecuada para elaborar pan común es casi imposible,
ya que dependerá del grado de mecanización, de la dosis de levadura empleada, del
tiempo de reposo de la bola de masa, de la consistencia, de la temperatura y del tipo de
horno.
Por lo general, cuando un panadero exige harinas flojas y extensibles, es porque las
masas son duras, la dosis de levadura alta o el tamaño de los amasijos es grande. Por el
contrario, cuando un panadero prefiere harina de media fuerza para hacer este tipo de
pan, podemos intuir que las masas que hace son blandas, o que la dosis de levadura es
baja.
Por todo ello, se puede deducir que antes de elegir un tipo de harina determinado para el
pan común, hay que saber cuál es el grado de mecanización, cuánta levadura se va añadir
por amasijo, qué tipo de horno, etc.
También hay que tener en cuenta que en épocas calurosas es conveniente bajar la fuerza
de la harina, ya que las altas temperaturas inciden en el aumento de la fuerza en la masa.
Harina de trigo
(W=100; P/L=0,4) 100.000 g
Agua 57 l
Sal 2.000 g
Masa madre 20.000 g
Mejorante 600 g
Levadura 35.000 g
PROCESO
Formado: Mecánico
NOTAS:
La temperatura óptima al finalizar el amasado será de 25º C en
invierno y de 23º C en verano.
Para la formación de las barras, es muy importante apretar los
rodillos de la formadora hasta el nivel que permita bien la masa
pero sin que se desgarre ésta.
El volumen de fermentación ha de ser tres veces el inicial.
EL GLUTEN EN LA PANADERÍA
Por Francisco Tejero
2.- Aumenta la absorción del agua. Por cada kilo de gluten seco que se añade a la masa
hay que añadir un litro y medio de agua, aumentando de esta forma la absorción y el
rendimiento del pan.
3.- Mayor volumen del pan. Al mejorar la retención de gas durante la fermentación, su
consecuencia es un aumento del volumen del pan.
5.- Refuerza las paredes laterales del pan de molde. Uno de los problemas del pan de
molde es cuando los laterales de los panes se hunden. Este problema puede ser debido a
múltiples causas: no haber cocido el pan el tiempo suficiente, haber tardado mucho
tiempo en sacar el pan del molde, o utilizar una harina floja de escaso contenido en
proteínas. Cuando se debe a esta última causa se corrige bien empleando una harina de
mayor fuerza o bien añadiendo entre 1 y 4 % de gluten.
6.- Que al rebanar el pan de molde no se desmigue al tener mayor resistencia de miga.
Aumenta la conservación y la esponjosidad en el pan de este tipo.
Así pues, se añadirá gluten cuando la harina sea floja, el contenido en grasas y azúcares
en la formulación sea elevado y en panes de alto contenido en fibra. Dependiendo del
uso al que se destine, la cantidad variará entre 1 y 4 kg de gluten por cada 100 kg de
harina.
Cómo añadir el gluten
Lo primero que se debe hacer es mezclar el gluten con los ingredientes secos, antes de
mezclarlo con el agua. El contacto directo del gluten con los componentes líquidos de la
masa provoca la formación de grumos en la masa difíciles de disolver.
Se debe modificar la cantidad de agua, añadiendo 1,5 litros por cada kilo de gluten
incorporado. Del mismo modo el tiempo de amasado se incrementará progresivamente a
medida que aumenta su dosificación. Para dar una idea, cada 2% de gluten añadido se
incrementará el tiempo de amasado en un 15%. Este aumento del tiempo de amasado
se debe a la necesidad de formar mayor cantidad de gluten proporcionado por el
incremento de la proteína adicional.
Harina+Agua
Secado y
Lavado de
Amasado molido del
la masa
gluten
Lechada de
almidón
Fabricación
de almidón
HARINAS ESPECIALES PARA PRODUCTOS DE PANADERÍA, BOLLERÍA Y
PASTELERÍA
Por Francisco Tejero
En general, salvo excepciones, las harinas galleteras suelen ser flojas, con poco gluten y
muy extensibles. El contenido en proteínas que tienen usualmente es del 8 a 9%,
cuando el tipo de galleta a elaborar es quebradiza y semidulce, mientras que para
aquellas otras galletas esponjosas y bizcochos o aquellas otras que en su formulación
contienen algo de levadura prensada, el porcentaje de proteínas es de entre 9 y 10%.
Si la harina resulta demasiado fuerte de elasticidad del gluten provocará una contracción
de la masa en la laminadora y en el horno, dando por resultado la obtención de piezas
muy compactas y a la vez reducidas. También si la harina es muy tenaz repercutirá en el
encogimiento y en la reducción del diámetro y en el aumento del espesor.
Harinas pasteleras
Para elegir la harina ideal para pastelería hay que distinguir entre los tipos de pasteles ya
que en la pastelería existen una gran variedad de artículos, de tal manera que para
elaborar en condiciones óptimas cada uno de estos productos, es preciso disponer de
harinas de las características requeridas en cada caso.
El Gráfico 2 representa a la harina ideal para estos tipos de dulces. Un valor W de 70,
una P de 45 y una L de 60 y una P/L de 0,75.
El Gráfico 3 representa la harina ideal para la fabricación de hojaldre, con los siguientes
valores: W de 200, una P de 45, una L de 110 y un P/L de 0,40. Para el croissant es
necesario que el valor W sea más alto, de alrededor 250.
Este tipo de harina, al tener reducido el tamaño de la partícula, el granulo queda mucho
más hidratado, durante el batido de la masa, y por tanto el desarrollo y la esponjosidad
de la magdalena y de todas aquellas masas batidas es mayor en comparación con los
productos elaborados con harina normal. Otra gran ventaja es que aumenta el
rendimiento, puesto que en el proceso de micronización pierde humedad siendo más
seca. Al mismo tiempo la absorción es de 1,5% mayor que la harina normal.
El pan candeal, pan sobado, pan de miga dura, pan de máquina o pan refinado, es el
nombre que recibe en distintas regiones aquel pan elaborado a partir de una masa dura.
Los ingredientes y sus dosificaciones son las siguientes: harina 100 kg, agua 45 litros, sal
2 kg, masa madre 20 kg, mejorante (según producto) y levadura 2 kg.
En este tipo de pan, al no tener ningún reposo previo al formado y para que no exista
ningún tipo de relajamiento durante la fermentación, el tipo de harina ideal ha de reunir
esas características.
El Gráfico 5 muestra una harina tipo candeal.
La harina ideal para pan de molde está representada en el Gráfico 1 con un valor W de
330, una P de 83 y una L de 120, P/L de 0,76 y un contenido en proteínas de 12, 5%.
GRAFICO 1 / HARINA PARA PAN DE
MOLDE
Harinas integrales
Para las harinas integrales el contenido de ceniza o material mineral que permite es de
entre 1,5 y 2,3% y el contenido en fibra entre el 2 y 3%.
Hay muchos panaderos que utilizan por harinas integrales la mezcla de harina blanca con
salvado, que la mayoría de los fabricantes de harinas comercializan como harina integral.
La elaboración de pan integral no plantea demasiados problemas siempre y cuando la
harina proceda de trigos de fuerza. Los problemas más frecuentes son:
Salvado
Son muchos los panaderos que elaboran panes con salvado, denominándoles panes
integrales. Compran por una harina integral lo que solamente es harina envuelta con
salvados.
El salvado que se destina para el pan debe cumplir las especificaciones técnicas que
debe reunir el salvado destinado para el consumo humano.
Debemos entender entonces por pan integral el que se elabora con harina integral y por
pan de salvado aquel que se elabora con harina blanca y salvado.
Harina de centeno
Así pues el pan de centeno será aquel que se le haya incorporado un mínimo de 51% de
harina de centeno.
Para corregir este problema, es posible acidular las masas, el descenso de pH en la masa
reduce notablemente la actividad enzimática. Para aumentar la acidez basta con añadir
masa madre ácida, adicionar un litro de vinagre por 100 kg. de harina o bien añadiendo
3 gramos de ácido cítrico por kilo de harina, o también si se desea con 3 g de ácido
láctico por kilo de harina.
Para elaborar pan de centeno es frecuente añadir harina de trigo de alto contenido de
proteínas, o si por el contrario se quiere elaborar pan de centeno con alto contenido de
harina de dicho cereal hay que añadir gluten de trigo en un porcentaje que varíe entre 6
y 10% sobre el peso de la harina.
Los defectos más frecuentes que tienen las harinas podemos clasificarlos en:
• Harinas inadecuadas.
– Falta de fuerza.
– Exceso de fuerza.
• Harinas desequilibradas.
– Tenaces.
– Extensibles.
Harinas inadecuadas
Una harina floja no podemos clasificarla como de mala calidad, sino más bien como una
harina inadecuada. Recordemos que las harinas flojas son las ideales en la fabricación de
galletas, o los procesos rápidos de panificación.
Falta de fuerza. Cuando la harina es floja la masa es débil y poco resistente a la presión
del gas (poca tolerancia). Las harinas muy flojas tienen por tanto el gluten débil y poroso
dejando escapar parte del gas que se produce durante la fermentación.
Exceso de fuerza. Las harinas demasiado fuertes requieren un tratamiento especial que
modifique la fuerza final en la masa. Así, por ejemplo, cuando nos encontramos con una
harina más fuerte de lo normal, hay que añadir más cantidad de agua, aumentar el
tiempo de amasado, reducir la temperatura final del amasado, así como la cantidad de
levadura prensada.
El pan obtenido con las harinas con demasiado fuerza tienen menos volumen y la corteza
tiende a volverse chiclosa, es decir, revenida.
Harinas desequilibradas
La relación que existe entre la resistencia que ofrece la masa al ser estirada y la
capacidad para dejarse convertir en lámina o dejarse estirar, es el término que
empleamos para definir el equilibrio de las masas.
Por experiencia sabemos que el equilibrio ideal de las harinas estará en función del tipo
de pan y sobre todo de la longitud de la barra. De esta forma en las masas duras (pan
candeal) la harina ha de ser más tenaz que extensible, por el contrario en las masas
blandas (barra de flama larga) la harina ha de ser más extensible que tenaz.
El equilibrio de la harina lo conocemos como la Relación P/L. Por ejemplo, podemos decir
que para la fabricación de pan candeal y pequeñas piezas de pan de flama (barritas) el
P/L ideal es el comprendido entre 0,6 y 0,8 mientras que para la fabricación de pan
francés y barras largas realizadas en la formadora el equilibrio ha de ser entre 0,3 y 0,5.
Tenaces. Denominamos también masas broncas aquellas que durante el amasado dan la
impresión de que nunca llegan a amasarse, desgarrándose durante el mismo. Durante el
formado la sobre presión que ejercen los rodillos y lonas de la formadora dañan la masa,
incluso a veces se rompe o se pica. También se puede apreciar que durante la
fermentación aquellas masas que son demasiado broncas, la hacen de forma redondeada
y con poca base de contacto de la barra sobre el tablero o bandejas. Incluso dificulta la
expansión de los gases durante la fermentación y primeros minutos de cocción,
produciéndose panes redondeados, que llegan a tomar forma arqueada, con una greña
escasa y áspera.
No cabe duda de que las masas excesivamente tenaces producen este tipo de panes,
pero hay que tener en cuenta que hay otros factores que influyen igualmente en el
aumento de la tenacidad. Estos pueden ser un tiempo de amasado insuficiente, las masas
duras, las altas temperaturas de las masas, las dosis elevadas de levadura prensada, las
masas grandes que tardan mucho en ser divididas, el formado demasiado apretado, etc.,
son todos ellos factores a tener en cuenta para controlar el exceso de tenacidad.
Exceso de actividad. Cuando el trigo contiene un grado alto de humedad, hecho que
ocurre cuando se moja antes de su recolección, se provoca la germinación. Este
fenómeno hace aumentar en exceso el contenido de enzimas a-amilasa lo que provoca
que aumente el índice de maltosa, que el gluten sea parcialmente alterado y que
disminuya la fuerza y la capacidad de desarrollo de la masa.
Cuando se moltura un número alto de granos atacados por este hemíptero, puede incluso
que la harina panificable deje de serlo.
Como prevención ante este problema, está permitido por la Legislación española que el
fabricante de harinas pueda aditivarlas con fosfato monocálcico en dosis máximas de 250
gr por 100 Kg de harina. La función del fosfato monocálcico es aumentar la acidez para
que de esta forma quede mermada la actuación de dicha enzima. No obstante, esta
adición provoca un aumento de la tenacidad que hace difícil la mecanización de dichas
masas.
También es frecuente mezclar harinas de mayor fuerza para contrarrestar aquellas con
degradación, hecho que provoca un exceso de fuerza inicial, repercutiendo
negativamente en el formado de las piezas. Cuando existe este problema en un principio
no se nota nada anormal en la masa, es ya cuando la pieza está formada y durante la
etapa de fermentación cuando comienza a perder fuerza y a dar síntomas de debilidad.
Para luchar contra las harinas con degradación el panadero ha de hacer las siguientes
modificaciones:
La adición de ascórbico a la masa no permite, sin embargo, considerar al pan como fuente
de vitamina C, ya que ésta se destruye durante la cocción.
El uso de ácido ascórbico produce los siguientes efectos sobre la masa y el pan:
• Aumenta la tenacidad y la elasticidad de la masa.
• Aumenta la capacidad de absorción de agua de la masa.
• Mejora el volumen del pan y sus características:
– Color de corteza más claro y brillante.
– Miga más blanca y de alveolado más uniforme.
Todos estos efectos indican claramente que el ascórbico actúa a nivel de la formación de
la red proteica –del gluten–, como si fuera un oxidante. Inicialmente este comportamiento
no parecía posible ya que precisamente el ácido ascórbico es un conocido antioxidante
natural.
Años más tarde, se pudo demostrar que el ácido ascórbico, por acción del enzima
ascórbico oxidasa y en presencia del oxígeno del aire introducido en la masa durante el
amasado, se oxida a ácido dehidroascórbico, que sí es un oxidante.
La acción oxidante favorece la unión entre cadenas de proteínas, que por acción de la
energía mecánica proporcionada a la masa durante el amasado, van formando una red de
gluten más y más fuerte. Este refuerzo de la malla de gluten se traduce primero en una
mayor tolerancia de las masas ya que son menos pegajosas y, por tanto, más fácilmente
manejables. Además, la malla reforzada de gluten permite una mejor retención de los
gases liberados en la fermentación.
Parte del dehidroascórbico, una vez agotado el oxígeno presente en la masa, parece que
se reduce a ascórbico, lo que produce un leve debilitamiento de la malla proteica al final
de la fermentación, lo que facilita una mayor expansión en el horno.
La cantidad de ascórbico que debe añadirse para mejorar una harina y la masa que se
obtendrá de ella, depende de varios factores, entre los que cabe destacar principalmente
el tipo de harina, el tipo de masa y el tipo de amasadora.
La adición de ascórbico se refleja en el alveograma mediante un aumento de la tenacidad
(P), un aumento de la fuerza (W), y una reducción de la extensibilidad (L), lo que supone
además un aumento de la relación P/L.
El equilibrio P/L de las harinas a tratar, condiciona ya inicialmente el nivel de aplicación del
ascórbico, mientras que su fuerza establece diferencias en cuanto a la tolerancia al exceso
de dosificación.
Como hemos dicho ya, una buena oxigenación de la masa aumenta la eficacia de acción
del ascórbico, por lo que la dosis necesaria dependerá del tipo de amasado. Así, en el
amasado tradicional con amasadora de brazos, la aireación de la masa es buena, por lo
que se obtienen mejores resultados, a la misma dosis, que en los amasados más
intensivos. En efecto, en las amasadoras de tipo espiral, como en las aún más intensivas,
donde la aireación de la masa es menor que en las de brazos, para obtener los mismos
resultados que en estas, se necesitan dosis de ascórbico más altas.
Manipulación
Antes de añadir ácido ascórbico en el amasado, deberá conocerse si la harina ya lo lleva,
así como el contenido del mismo en el mejorante utilizado.
Para garantizar una correcta dosificación, ya que las cantidades a añadir en cada amasada
serán siempre muy pequeñas, conviene hacer previamente una mezcla con un excipiente
sólido o líquido.
El ácido ascórbico se disuelve bien en agua. Disoluciones de una parte de ácido en tres de
agua son estables en torno a 48 horas.
EFECTOS DEL ÁCIDO ASCÓRBICO LA HARINA
Acondicionadores de la masa
Cada uno de los emulsionantes pueden caracterizarse por su mayor o menor intensidad en
su comportamiento como acondicionador de la masa y como ablandador de la miga. La
elección de uno o varios tipos deberá permitir obtener los efectos deseados para el
producto y proceso considerados.
Efectos de los emulsionantes
• Mejora de las propiedades físicas de los productos cocidos. Para todos ellos, se observa
siempre una mejora del volumen del producto, que se explica por:
– Una mejora en la captación de aire durante el amasado.
– Un refuerzo de la malla de gluten que permite retener mejor los gases de la
fermentación.
– Un retardo en la gelificación, prolongando el tiempo en que el pastón se mantiene
deformable y favoreciendo su expansión.
Además de la mejora del volumen, se obtienen migas más flexibles, con alveolados más
finos y uniformes.
Como consecuencia de su mayor tolerancia, se reducen los problemas derivados de la
fatiga de la masa en su transformación por las máquinas, tanto más frecuentes cuanto
más flojas sean las harinas, y más cortos los procesos, lo que se encuentra con frecuencia
en nuestras panaderías.
Sobre los parámetros de frescura, el tiempo actúa en su contra desde la salida del horno.
La pérdida parcial de flexibilidad se asocia con el fenómeno ya comentado de la
retrogradación del almidón. Al retardarse este fenómeno que da rigidez a la miga, puede
mantenerse su flexibilidad por más tiempo.
No deteriora al aroma y el sabor del producto acabado, y mantiene una coloración crema
de la miga, muy natural.
• DATA E-472e. Los ésteres de mono y diglicéridos de los ácidos grasos con el ácido
diacetiltartárico, conocidos por DATA, se obtienen a partir de grasas comestibles, al
destilar monoglicéridos con el anhídrido de ácido diacetiltartárico. Suele presentarse como
un polvo fino, de color blanco o marfil y de aspecto graso. La riqueza en éster varía de
unos tipos a otros. Su eficacia está relacionada con su punto de fusión: a menor punto de
fusión, mayor eficacia. En los países cálidos, no puede comercializarse el producto puro, y
se le añaden antiapelmazantes, como el carbonato cálcico. El apelmazamiento se
intensifica con la humedad y la presión.
• Los lactilatos (E-481 y E-482). Los lactilatos se fabrican por esterificación del ácido
esteárico con el ácido láctico, y posterior neutralización con sosa o carbonato cálcico.
En resumen, podemos decir que una buena elección de emulsionante o la mezcla de estos
darán un resultado positivo en el pan.
La lecitina es un emulsionante indicado para aquellos panes de corteza gruesa, elaborados
artesanalmente a los que se quiere potenciar el aroma y el sabor.
Para los productos suaves como el pan de molde, donde no se pide la cualidad crujiente,
los emulsionantes preferentes serán los lactilatos en vez de DATA.
FERMENTACIÓN
• Aumentan la retención de gas
• Permiten reducir el tiempo de fermentación
• Aumentan la tolerancia a la fermentación
• Evitan el hundimiento de las masas
HORNEADO
• Aumenta el volumen
• Mejora la textura
• Miga de alveolado más fino
• Disminuye la pérdida de agua
• Evitan la caída del pan en el horno
COMERCIALIZACIÓN
• Mantiene el pan tierno más tiempo
• Prolonga la flexibilidad de la corteza y miga
TABLA 2 / EMULSIONANTES MÁS UTILIZADOS EN
PANADERÍA
• Ablanda la miga
Estearoil-2- 0,2%-0,5% • Mantiene el pan tierno
E-481
láctilato sódico sobre la harina más tiempo
• Aumenta la fuerza y la
extensibilidad de la masa
• Ablanda la miga
• Mantiene el pan tierno
más tiempo
Estearoil-2- 0,2%-0,5% • Refuerza las
E-482
láctilato cálcico sobre la harina paredeslaterales en el pan
de molde
• Aumenta la flexibilidad
• Aumenta la recuperación
a la prueba del apretón
demano
LOS ENZIMAS EN LA PANIFICACIÓN /Por Francisco Tejero
Amilasas
Como el contenido en beta amilasa del trigo es generalmente suficiente para la actividad
requerida en la fermentación, sólo se controla el contenido de alfa amilasa de las harinas
antes de su utilización. Para conocer el nivel de actividad alfa-amilásica se emplean dos
técnicas de análisis: el Número de Caída, cuyos niveles normales están comprendidos
entre 250-300 segundos y el Amilograma, que debe estar comprendido entre 400-600
U.B.
Dependiendo del tamaño de las elaboraciones así como de la temperatura del horno,
después de unos 10 minutos aproximadamente, las enzimas de la levadura se desactivan
y la célula muere. A medida que aumenta la temperatura de la masa en el horno (650 C),
comienza a producirse la gelatinización con lo cual, el almidón se hincha y forma un gel
más o menos rígido, en función de la cantidad de alfa-amilasas presentes, y de su origen.
De estos dos factores dependerá el tiempo durante el que se sigue produciendo
dextrinización en la masa, en la miga en formación. No obstante, una acción
excesivamente prolongada aumenta el volumen del pan con riesgo de derrumbamiento de
su estructura, y el resultado de una miga pegajosa, por el contrario, una rápida
estabilización de la miga dará un volumen escaso.
Tipos de amilasas
• Amilasa de origen fúngico. Se producen por fermentación de una cepa del hongo
Aspergillus niger, y es la más utilizada en la fabricación del pan, como alternativa a la
harina de malta. Ello es debido al hecho, entre otros, de que la alfa-amilasa fúngica tiene
una mayor tolerancia a la sobredosificación que la de origen cereal, lo que se basa en su
desactivación durante la primera fase de la cocción (60-65º C), por lo que no existe el
riesgo de que se produzca exceso de dextrinas, lo cual produciría migas pegajosas.
La actividad de las alfa-amilasas de origen fúngico comerciales se mide en dos unidades:
– FAU (Unidad Fungal Amilasa), que es la cantidad que dextrinizará una solución estándar
de almidón a una velocidad de 1 g/hora a 400 C.
– SKB que mide la capacidad de la enzima para degradar una solución de almidón puro, a
un pH de 4,6, durante 60 minutos a 300 C.
La relación entre las FAU y las SKB, es que 1.000 FAU/g aproximadamente equivalen a
10.000 SKB/g.
Las amilasas de origen fúngico utilizadas en la panadería tienen una actividad variada que
va desde baja actividad 2.500 SKB/g hasta alta actividad 50.000 SKB/g.
Estas amilasas se inactivan a 75º C, por lo que en una harina con elevada actividad
enzimática o en el caso de una sobredosificación, esta mayor estabilidad al calor puede
ocasionar los mismos problemas que las harinas procedentes de trigo germinado.
Pentosanasas
Estos enzimas actúan sobre las pentosanas que son unos polisacáridos distintos al
almidón. Esta reacción de hidrólisis aumenta la absorción de agua en la masa,
aumentando la tenacidad y disminuyendo ligeramente la extensibilidad.
Los preparados enzimáticos de pentosanasas se añaden con el propósito de frenar el
envejecimiento rápido del pan. Se ha podido observar que retardan la velocidad de
retrogradación del almidón.
Al mismo tiempo, dichos enzimas retienen agua durante la cocción y posteriormente este
agua puede ser suministrada gradualmente al almidón, lo que permite mantener más
tiempo el pan tierno.
Las proteasas de origen fúngico son menos agresivas que las de origen bacteriano y se
emplean en las masas fermentadas, exclusivamente cuando son muy fuertes y tenaces, y
en la fabricación de magdalenas, bizcochos y plum-cakes.
Lipoxigenasas
Se puede conseguir también este efecto oxidante con una dosificación alta de ácido
ascórbico pero resultaría una masa tenaz difícil de mecanizar.
Con la adicción de harina de soja activa se puede potenciar el efecto oxidante sin
modificar el equilibrio de la harina.
Lactasa
Glucosa-oxidasa
PARÁMETRO ACTIVIDAD
NÚMERO DE
150 250 - 300 370
CAÍDA
AMILOGRAMA
100 400 - 600 800
U.B.
A grandes rasgos, podemos decir que la función que cumplen los mejorantes es la de
reforzar las características de la harina, para que la masa resultante pueda ser manipulada
en un proceso mecanizado.
Así, la masa tendrá una buena capacidad de producción y retención de gas. Estas
características, que son la esencia de la panificación, no deben alterarse como
consecuencia de los esfuerzos a que se somete a los pastones de masa, a lo largo del
rápido tren de laboreo. Para que éstos mantengan una buena estabilidad, a la par que un
buen desarrollo, la aportación de un mejorante es una contribución valiosa.
Los mejorantes comerciales, habitualmente, son una mezcla de tres tipos de materias
activas fundamentales: agentes oxidantes, emulsionantes y enzimas. Además, pueden ir
otras sustancias de acompañamiento, sean harinas de leguminosas, gluten o gasificantes,
cuya función es la de acomodar los mecanismos de actuación fundamentales, a usos más
específicos. Siempre existirá un excipiente, la materia que permite la mezcla de los
diferentes ingredientes y la dosificación posterior de los productos: harina de trigo,
carbonato cálcico y otros.
Tipos de mejorantes
En todos los casos, el mejorante se incorpora en el inicio del amasado, ya que sus
componentes comienzan a actuar desde la formación de la masa.
Funciones
• Los emulsionantes. Como hemos mencionado más arriba, la lecitina y el DATA, son
los emulsionantes principalmente utilizados, pudiendo llevar asociados otros
complementarios.
COMPORTAMIENTO DE LA AMILASA
Los Esteres mono y diglicéridos del ácido tartárico con los ácidos grasos alimenticios (E-
472e), se obtienen por reacción de fracciones de grasas animales refinadas obtenidas por
destilación, con el ácido diacetil-tartárico.
La RTS limita su utilización tanto para pan común como especial, a 3 g/kg de harina.
Comercialmente, se encuentran en escamas, en polvo, e incluso en líquido, formas todas
utilizadas por los productores de mejorantes.
La acción de los emulsionantes sobre la masa también está ligada a la mejora de las
propiedades del gluten, aunque los mecanismos bioquímicos son diferentes a los del ácido
ascórbico.
Tanto la lecitina como el DATA, presentan efectos principales semejantes en la masa:
– Mejora notable del comportamiento de la masa a su paso por las diferentes máquinas de
proceso, lo que se ha dado en llamar “maquinabilidad”.
– Mayor retención de gas, lo que se traduce en una mejor tolerancia en la fermentación, y
en un impulso en el horno mucho más vigoroso.
De modo simple, diremos que la acción de la lecitina es más moderada, por lo que está
más indicada en los procesos más largos. En éstos, tanto la mejor calidad de la harina
empleada, como los efectos positivos de una fermentación más prolongada, hacen
innecesario el empleo de emulsionantes más enérgicos.
Para procesos cortos, y para productos que requieren un volumen muy pronunciado, el
DATA dará un resultado perfecto.
Los mejorantes con DATA se presentan en forma más concentrada que los de lecitina. Así
los primeros suelen dosificarse entre 3 y 6 g/kg de harina, mientras que los últimos se
emplean entre 8 y 10 g/kg de harina.
Las amilasas, como todos los enzimas, se inactivan con el incremento de temperatura que
se produce al entrar al horno: son proteínas y, por tanto, termolábiles. Las amilasas
fúngicas se inactivan a temperaturas en torno a los 60º C, mientras que las naturales del
trigo lo hacen por encima de los 80º C.
El almidón está formado por largas cadenas construidas mediante la unión de múltiples
moléculas de glucosa. Existen dos tipos de estas macromoléculas : unas de cadena recta
(amilosa) y otras de cadena muy ramificada (amilopectina). Físicamente se agrupan estas
cadenas, formando unas estructuras peculiares llamadas gránulos.
Durante la molienda, parte de los gránulos sufren fisuras y roturas, quedando expuestos a
la hidratación masiva así como al ataque progresivo de las amilasas.
Con la excepción del agua, la mayoría de los alimentos están constituidos por cierta
cantidad de lípidos y es la degradación oxidativa de los ácidos grasos poliinsaturados los
que resultan ser el principal factor que limita la vida de los productos de panadería de
larga conservación (pan tostado, magdalenas, pastas secas, galletas, hojaldres, etc.).
Uno de los grandes problemas de la industria panadera es precisamente el de la
estabilización de las grasas, ya que en muchas ocasiones están estabilizadas por el
fabricante de la grasa, aunque en otras ocasiones no lo están, o son insuficientes o no
contienen los aditivos antioxidantes adecuados. De tal forma, que muchos panaderos y
pasteleros utilizan, sin saberlo, ciertos antioxidantes que, como se verá más adelante, ya
están prohibidos en la panadería.
• Humedad. En los alimentos desecados cuyo contenido en agua es muy bajo (actividad
del agua menor 0.1), la oxidación se produce muy rápidamente. El incremento del
contenido de humedad a un valor Aw 0,3 retarda la oxidación. Pero, sin embargo, cuando
la actividad del agua es muy alta (Aw = 0,55 - 0,85) la velocidad de oxidación aumenta.
Antioxidantes Sintéticos
• BHA Butil -Hidroxi-anisol (E-320)
• BHT Butil-Hidroxi-Toluol (E-321)
Los antioxidantes sintéticos BHA y BHT son muy efectivos en grasas animales y menos en
las grasas y aceites vegetales. El BHT es tóxico en proporciones mayores a las permitidas.
El BHA presenta el inconveniente de que comunica un olor fenóloco que puede ser
perceptible si el aceite es sometido a un fuerte calentamiento.
• Esteres de gelato.
Antioxidantes naturales
• Alfa Tocoferol E-307.
• Gama Tocoferol E-308.
Los antioxidantes sintéticos son más volátiles en los procesos de fritura y horneado que
los tocoferoles, por lo cual, estos últimos proporcionan más estabilidad en las grasas.
Otra de las ventajas de los tocoferoles es que están permitidos en todo el mundo, no así
el BHA y el BHT, debido a que tienen efectos secundarios para la salud, tal y como
demuestran numerosos estudios realizados, aunque como cualquier producto, bien sea
natural o sintético, depende de las dosis que se utilice.
Por todo ello, podemos decir que los tocoferoles son seguros, efectivos y fáciles de
manejar y además funcionan bien a altas temperaturas.
Se encuentran en el mercado mezclas que contienen dos o más antioxidantes, por lo que
hay que asegurarse que están incluidos en la lista positiva para la fabricación del pan. La
combinación de dos o más antioxidantes funciona mejor que la equivalencia cuantitativa
de cualquiera de ellos por separado; esto hecho se denomina sinergismo.
La utilización de estos antioxidantes en asociación se autoriza en cantidades tales que la
suma de los tantos por ciento de cada uno de ellos referida a su cantidad máxima
autorizada no debe superar 100. (Ver Tabla 1).
BHA y BHI hasta marzo de 1997 se podían añadir en las grasas destinadas a la panadería
pero actualmente sólo está permitido en algunos preparados de pastelería.
En esta legislación hay que tener en cuenta que el 31 de enero de 1997 se aprobó en Real
Decreto 147/97 mediante el cual se transpone la Directiva Comunitaria de Miscelancos y
entre otros aditivos se regula la utilización de antioxidante. Este Real Decreto es de
obligado cumplimiento desde el 25 de marzo de 1997.
Resumiendo, se puede decir que solamente los Tocoferoles Naturales y los esteres de
Ácido Ascórbico están permitidos en todo tipo de alimentos. En el caso de aceites y grasas
que se utilizan en la industria y se someten a tratamientos térmicos, se permiten
antioxidantes sintéticos pero en la dosis máxima que se indica.
Los aceites y las grasas, tanto emulsionadas como sin emulsionar, que van a ser
consumidas de forma directa, sólo podrán incorporar como antioxidante los Tocoferoles,
Esteres de Ácido Ascórbico y derivados del Ácido cítrico.
DOSIS MÁXIMA DE
ANTIOXIDANTE DENOMINACIÓN
USO
La cáscara está recubierta por dos membranas que forman en los polos del huevo dos
cámaras de aire. El tamaño de esta cáscara determinará la calidad y el tiempo del huevo,
cuanto mayor es su tamaño más tiempo ha transcurrido desde la puesta.
Albúmina o clara. Representa el 55 por ciento del peso del huevo. Es una sustancia
viscosa y transparente, soluble y se coagula y blanquea a la temperatura de 65º C.
Yema. Representa el 33 por ciento del peso. Es la parte más nutritiva del huevo y su color
depende de la alimentación de la gallina. Está compuesta principalmente por agua y
proteína (ver Gráfico 1).
Los huevos se clasifican por su frescura y por su peso. Los huevos extrafrescos poseen
una cámara de aire de 4 mm máximo. Conservan esta denominación durante 7 días.
Cuando se los denomina frescos la cámara de aire es de 6 mm.
Alteraciones
Provoca en el cuerpo humano diarrea y fiebre. Por ello hay que tener muy presente que
en épocas calurosas, es decir, cuando la temperatura y la humedad es apropiada permiten
la multiplicación de estos gérmenes. (Ver Gráfico 3).
Escherichia coli. Esta bacteria se encuentra en el tubo digestivo del hombre y otros
vertebrados. No suele ser patógena pero en algunos casos vence los organismos
defensivos y ocasiona septicemia, peritonitis, hepatitis y otras infecciones.
Almacenamiento y conservación
Los huevos se deben conservar en frío, entre 5 y 8º C, sacando del refrigerador sólo
aquellos huevos que vayan a ser utilizados.
Ovoproductos
Son productos obtenidos a partir del huevo, de sus diferentes componentes, una vez
quitada la cáscara y la membrana, y que están destinados al consumo humano.
Albúmina o clara
– Líquidas-Pasteurizadas-Refrigeradas.
– Congeladas.
– Desecadas.
Yemas
– Líquidas-Pasteurizadas-Refrigeradas.
– Congeladas.
– Desecadas.
Influencia en la elaboración
En las masas fermentadas, el huevo da a la miga un color amarillo natural, que la vuelve
más sedosa y delicada, aumenta la conservación del producto y le da un sabor
característico.
En las masas batidas ricas en huevo (magdalenas, bizcochos, cakes, etc.) la yema permite
obtener una buena miga, permitiendo mayor emulsión al aumentar el volumen del batido,
lo que repercutirá en un mayor esponjamiento. También las partes ricas en huevo se
conservan blandas durante más tiempo.
– Rompiendo un huevo sobre una superficie plana se puede apreciar cuando un huevo es
fresco, porque la clara no se extiende y la yema es abombada. Cuando se trata de un
huevo no reciente o envejecido, la clara se extiende, es más líquida y la yema más plana.
Agua 73%
Proteínas 13%
Grasas 12%
Glúcidos 1%
Minerales 1%
GRÁFICO 2 / CLASIFICACIÓN
YEMA +
contaminadas
CLARA:
Las características de este pan en la primera etapa son que es de color blanco y su
contenido de humedad y densidad es superior. Una vez cocido durante 10 o 15 minutos
en una segunda etapa, el aspecto es igual al pan tradicional.
Materias primas
Se puede decir, en términos alveográficos, que para la elaboración de una barra de pan
tipo francés, la harina más adecuada es una de fuerza, W=230 y un P/L=0,6. Pero
teniendo en cuenta que esta fuerza ha de ser alcanzada por el contenido de proteínas y
no por la presencia de ácido ascórbico.
La actividad enzimática de esta harina es otro factor importante para una buena calidad.
Su mayor o menor actividad enzimática va a permitir formar la miga durante la cocción
antes o después, es decir, si hay una elevada actividad (trigo germinado) tardará más
tiempo en alcanzar la consistencia. Así pues, es muy importante que el Número de Caída
no sea inferior a 300 segundos ni superior a 350. Esto permitirá que en la primera fase del
horneado la pieza de pan adquiera antes la consistencia y se pueda sacar del horno aún
sin haber empezado a coger color; en este caso tendrá por tanto un máximo de humedad
que posibilitará una mejor calidad del producto. Por todo ello hay que tener muy en
cuenta estas consideraciones.
Etapas de elaboración
Como la harina es algo superior en fuerza en comparación a los procesos normales, es
necesario que el tiempo de amasado también sea superior, pues como es bien sabido el
tiempo o duración del amasado está relacionado con la fuerza de la harina.
La precocción
Esta es la etapa fundamental y decisiva para la obtención con éxito en la producción del
pan precocido. Nadie se pone de acuerdo sobre qué temperatura y cuánto tiempo es el
óptimo de precocción. En ello influyen la temperatura real del horno, el tamaño de las
piezas y la cantidad de kilogramos de masa por hornada. Pero de cualquier forma lo ideal
es precocer con calor decreciente. Para un horno rotativo se debe comenzar a 280º C y
una vez inyectado el vapor, se bajará la temperatura entre 220 y 240º C durante 12
minutos aproximadamente, teniendo que modificar la temperatura y el tiempo cuando el
tamaño de la pieza es mayor o si en vez de ser el formato en barra la pieza es redonda.
La cantidad de vapor a la entrada del pan en el horno debe ser inferior en comparación a
los procesos normales y una vez pasado 5 minutos es conveniente abrir el tiro de
evacuación del vapor, con el fin de acelerar la formación de una película superficial
suficiente rígida para mantener la estructura.
A la salida del pan del horno hay una fase de resudado donde se aprecia un ligero
decaimiento. Este decaimiento es mayor cuando la cantidad de masa por hornada
introducida en el horno es elevada, o bien cuando el número de canales por bandeja
rebasa los límites normales, esto impide que el aire pase por entre las barras no
alcanzando la coagulación con regularidad y proporcionalmente en toda la superficie de la
barra. Por tanto, las barras deben tener una separación suficiente entre unas y otras que
permita el paso del aire por entre los laterales del pan.
También es posible precocer en hornos de solera, pero tanto si se hace sobre bandejas o
mallas como sobre el piso refractario, hay que ajustar la temperatura del horno de tal
forma que en la bóveda tenga al menos 30º C más que en la solera.
La masa dentro del horno evoluciona de la siguiente forma:Una vez introducido el pan en
el horno, y después de haber inyectado el vapor, la superficie de la barra se vuelve
elástica debido a la fijación del vapor, asegurando una mayor uniformidad y volumen en el
pan. A medida que va aumentando la temperatura hacia el interior del pan (55ºC), queda
paralizada la fermentación, al mismo tiempo parte del almidón se va transformando en
azúcares (actividad enzimática), fase ésta crítica para la formación de la estructura.
Cuando la actividad enzimática es muy elevada, gran parte del almidón es transformado
en azúcares prolongándose el tiempo de formación de la estructura, aumentando
rápidamente la coloración de la corteza.
Enfriamiento y congelación
Una vez sacado el pan del horno hay que dejarlo enfriar hasta 35/40º C, durante este
tiempo el pan tiene un resudado (pérdida de agua), comenzado su envejecimiento. Con el
fin de limitar la pérdida de agua y el envejecimiento este tiempo de enfriamiento ha de ser
limitado. Es muy importante que el enfriamiento no se realice donde existan corrientes de
aire o bajas temperaturas, se evitará de esta forma el cuarteado de la corteza.
Una vez enfriado el pan hay que pasarlo por el túnel de congelación a – 40º C hasta
conseguir – 12º C en el interior de la barra, el tiempo de congelación estará condicionado
por el tamaño de la pieza y por la secuencia de pan a congelar.
Empaquetado y conservación
Hay que tener en cuenta que aún elaborándolo en las mejores condiciones el pan que así
se obtiene es de menor volumen, la corteza más áspera y la miga más densa, en relación
el pan tradicional y el envejecimiento es más rápido.
DIAGRAMA DE FABRICACIÓN DEL PAN PRECOCIDO
• Los restaurantes de comidas rápidas, las empresas de catering, las tiendas de las
autopistas; cada vez se ven más productos de panadería y bollería donde se comercializa
con esta técnica.
Estudiaremos el envasado en gas y la absorción de oxígeno, ya que son los métodos más
interesantes en la industria de la panadería, bollería y pastelería, puesto que permiten
transportar, almacenar y conservar el pan precocido, sin necesidad de refrigeración o
congelación, con fechas de caducidad de hasta 90 días.
Envasado en gas
El éxito del sistema de envasado en gas está determinado por la relación entre el gas o
mezcla de gases, el material de envasado y la máquina empaquetadora. Por tanto, el
asesoramiento de los tres proveedores van a ser clave para la toma de decisiones.
Los gases que se utilizan son el CO2 y el N2, los cuales convertirán el envase en una
atmósfera semi-activa que disminuirá en el producto la intensidad respiratoria, enzimática
y el crecimiento microbiano.
El Nitrógeno (N2), al ser un gas inerte, no reacciona con el alimento, ni tiene un efecto
antimicrobiano. Sin embargo, éste puede inhibir el crecimiento de mohos al reemplazar al
oxígeno. Pero, lo más positivo de este gas es que actúa como relleno y evita el colapso
del envase cuando el pan absorbe el CO2.
En el pan precocido se utiliza siempre por enzima del 20% en volumen y en algunos
casos en mayor proporción para poder controlar el nivel de depresión del envase.
Mezcla de gases. Los gases se suministran como productos simples, para mezclar in
situ o como un producto mezclado con las especificaciones del usuario.
Cobertura inerte N2
Atmósfera activa CO2
Atmósfera semiactiva CO2/N2
Como ya hemos indicado, el gas más efectivo contra el enmohecimiento es el CO2, pero
dependiendo de la humedad del producto, de su fragilidad y del índice de colapso del
envase, del tipo de pan (blanco, integral), material del envase y temperatura ambiente,
habrá que ir sustituyéndolo por una cantidad de N2 (siempre por encima del 20%). (ver
en la Tabla 1 las mezclas de gases)
Sin embargo, es más correcto establecer para cada producto la mezcla más adecuada
dependiendo si es pan blanco o integral, grado de precocción, humedad del producto,
tamaño, peso y formato del pan, si contiene o no conservante, su vida útil, el período de
vida deseado, el grado de colapso en el envase, etc.
El gas se suministra en botellas de acero a presión alta o en cisternas para grandes
consumidores. En todas las formas de almacenamiento la dosificación del gas se realiza
con válvulas especiales para la regulación de la presión y con un indicador del paso
volumétrico.
Es importante que una vez inyectado el gas y cerrado el envase, el contenido de oxígeno
sea inferior al 1%, y si además, una vez cerrado el envase es sometido a una
pasteurización de 120º C durante unos minutos, el producto está asegurado para durar al
menos 90 días exento de mohos. No obstante, para poder someter el producto a la
pasteurización el grosor del film ha de ser de entre 600 y 750 micras de espesor.
El conjunto de multicapas debe reunir una serie de características que permitan mantener
la atmósfera original sin alteraciones durante el proceso de conservación: transparencia;
ya que debe permitir visualizar el producto; coeficiente de transmisión de vapor de agua
muy bajo; resistencia mecánica y propiedades antivaho, ya que el pan precocido tiende a
crear niebla en el interior del paquete.
Las máquinas empaquetadoras. Existen una gran variedad de máquinas que van
desde las más pequeñas de sobremesa, hasta la automática para grandes producciones.
Para el pan precocido se utilizan las de sistemas de sellado de bandeja que consiste en
introducir el pan, una vez frío, en una bandeja preformada, esta bandeja puede ser
alimentada manualmente o automáticamente. Una vez cargado el producto en la bandeja
pasa al interior de una cámara que tras un vacío compensado elimina el aire, se inyecta
el gas o mezcla de gases. Una bobina de film alimenta la máquina para colocar la tapa,
en la que va inscrita la marca del producto, las especificaciones técnicas, las
recomendaciones de uso, la fecha de caducidad, etc. Este sistema es sencillo ya que
tiene gran facilidad la máquina para poder cambiar la bandeja según el tamaño, el peso y
el formato del pan.
También existen máquinas automáticas que están más recomendadas para grandes
producciones de un solo producto, ya que el cambio de formato conlleva una parada en
la línea de producción. Este tipo de máquina fabrica la bandeja por un sistema de
termoformado a partir de una bobina de film, después de eliminar el aire y reemplazarlo
por gas, a continuación otra bobina proporciona la tapa.
Existen otras máquinas más sencillas, más o menos automatizadas, de gran flexibilidad,
ya que son relativamente económicas en comparación a las automáticas, ideales para
aquellos panaderos que deseen introducirse en este mercado poco a poco y antes de
decidirse a una producción en serie.
Absorbedores de oxígeno
La técnica más novedosa para la prevención del enmohecimiento del pan son los
absorbedores de oxígeno. En Japón se aplica esta técnica en panes de molde especiales y
los ejércitos de EE.UU. y Canadá llevan ya mucho tiempo utilizando esta técnica que les
permite mantener el pan con una vida útil superior a un año.
Se define a los absorbedores de oxígeno como “un grupo de compuestos químicos que
introducidos en el envase (no en el producto), alteran la atmósfera del mismo”. Estos
compuestos eliminan el oxígeno o añaden dióxido de carbono. Los absorbedores de
oxígeno más conocidos y utilizados tienen la forma de pequeños sacos que contienen
agentes reductores como Óxido ferroso en polvo, Carbono ferroso o Platino metálico.
Para evitar los controles metálicos se han aplicado otras formulaciones con contenido de
ácido ascórbico o ascorbato.
-------(V-P) x 21
A = -------------------
-----------100
2º.- Cálculo del oxígeno que puede entrar en el embalaje durante los días de vida útil del
producto:
B=SxPxD
---------------------A + B
Absorbedor = --------------
-----------------------C
Otro problema que puede plantearse en el pan precocido es el producido por el Bacillus
subtilis, el cual provoca el ahilamiento. Este microorganismo no necesita oxígeno para su
desarrollo y no queda eliminado durante la precocción. Una vez frío el pan, el Bacillus
subtilis tiene todas las condiciones favorables para su desarrollo, en cuanto a la humedad
del pan relativamente alta y la temperatura del producto (ambiente).
El pan sometido a envasado en gas carbónico no presentará problemas de ahilamiento ya
que parte del CO2 se convierte en ácido carbónico y desciende el pH del producto a
niveles inferiores, a pH 5,1, y este bacilo necesita pH superiores para su desarrollo.
Cuando por algún error de empaquetado o de manipulación el gas se escapa del envase,
a los 2 o 3 días el pan se enmohecerá rápidamente y si la temperatura ambiente
sobrepasa los 25º C es muy posible que se desarrolle el ahilamiento. Esta enfermedad en
el pan tradicional totalmente horneado se caracteriza por tener la miga un color verde
pardoso y olor nauseabundo. En el pan precocido el olor es prácticamente el mismo pero
el color al descomponer la miga en los primeros días es blanco.
Por tanto, los productos de panadería y bollería envasados en atmósfera modificada que
cumplan estos requisitos de calidad y otros que contempla la misma Reglamentación en
su apartado referido al envasado, etiquetado y rotulación, son perfectamente legales
para su comercialización.
CO2 N2 CO2 N2
Primavera/
60% 40%
Otoño
Pérdida de frescura
• Enranciamiento
Disminución de las
Oxidación • Decoloración
cualidades
• Pérdida de aroma
organolépticas
-
----O2
• Masa madre. Actúa favorablemente cuando la masa va a ser cocida antes de una
semana de su fabricación. Por el contrario, trascurridos esos días se obtiene un volumen
menor de los panes.
Hay que tener en cuenta que, a medida que se incrementa la cantidad de levadura, se
aumenta la fuerza de la masa; factor éste importante, no sólo a tener en cuenta en las
masas congeladas, sino también en cualquier otro proceso.
• El amasado. El tiempo de amasado ha de ser prolongado debido a que la harina es de
mayor fuerza. Teniendo en cuenta que al incrementar el tiempo de amasado se
incrementará proporcionalmente la temperatura de la masa, habrá que ajustar la
temperatura del agua en función de la velocidad y del recalentamiento de la masa.
Por todo ello, podemos decir que si la dosificación de levadura sobrepasa el 5% sobre la
harina, la temperatura óptima de la masa será de 20/21º C y, si el porcentaje de levadura
fuera igual o menor al 2% sobre la harina, la temperatura ideal será de 23/24º C. Hay que
prestar atención al tamaño de los amasijos, así como al tiempo transcurrido desde que se
incorpora la levadura hasta que se introduce la masa al congelador.
Pan precocido
Se entiende por pan precocido a la cocción en dos tiempos: en la primera fase se hornea
aproximadamente un tercio del tiempo de cocción, utilizando una de las dos técnicas
existentes para ello (refrigerando el pan con una conservación limitada de dos o tres días
cuando está ausente de algún tratamiento especial o de conservante o, lo más utilizado, la
congelación manteniéndose en este estado hasta el horneado final); en la segunda fase se
completa la cocción.
Materias primas
• La harina. La que se debe emplear ha de ser de media fuerza, con las siguientes
características: W=190/220; P/L= 0,6/0,8; proteínas 12,5% y Número de Caída entre 300
y 350 segundos. Es muy importante que la fuerza provenga del contenido en proteínas y
no por la mayor o menor dosificación de ácido ascórbico, como se puede observar es una
harina de baja actividad enzimática, ideal en las masas que van a ser sometidas en la
precocción. Cuando el contenido de enzimas en la harina es elevado la formación de la
miga durante la precocción se prolonga demasiado, con peligro de derrumbamiento al salir
el pan del horno. Por el contrario, si el contenido de enzimas es menor la miga quedará
fijada con anterioridad y se podrá sacar el pan con un menor tiempo de precocción,
manteniéndose de esta forma el máximo de humedad.
• Masa madre. La cantidad que se debe añadir es del 20% con respecto a la harina,
siendo más aconsejable utilizar una masa madre ácida conservada en frío 24 horas que la
esponja, que provoca mayor tenacidad y produce mayores problemas en el formado.
• Mejorantes. Los más recomendados son aquellos en los que el emulsionante DATA es
sustituido por lecitina de soja. No obstante, la dosificación ha de ser baja, para no
provocar un impulso exagerado que derrumbe con posterioridad la estructura del pan.
• El amasado. Aunque se trata de una harina más tenaz que extensible, hay que
moderar el tiempo de amasado, si éste fuera muy prolongado aumentaría la extensibilidad
de la masa provocando nuevamente mayor impulso en el horno.
• La precocción. Hay que tener en cuenta el tipo de horno, pero se puede decir que, si
se trata de un horno rotativo, la temperatura inicial debe ser de 220º C y una vez
imprimido el vapor hay que bajar la temperatura hasta 170º C.
Debemos tener en cuenta que el efecto negativo que producen los salvados y otras
partículas gruesas sobre el comportamiento de las masas, hace necesario utilizar como
base harinas de mayor fuerza.
Por otra parte, las partículas de salvado, tanto las más gruesas y aparentes, como las
molidas de la harina integral, absorben mayor cantidad de agua, pero más lentamente que
las partículas de harina.
De estas primeras observaciones, deducimos que la cantidad de agua que admiten las
masas integrales es siempre mayor, en comparación con las masas de pan blanco,
alcanzando valores del 68 al 70 %.
Tanto para desarrollar correctamente una harina de mayor fuerza, como para permitir la
correcta hidratación de todos los componentes de la masa, deberemos aumentar el tiempo
de amasado. Puede estimarse este incremento en torno al 20 % , por encima del dado a
las masas de pan blanco.
Se observa en las masas integrales, que son grasas y pegajosas en la primera fase del
amasado. Conforme aumenta el tiempo de amasado, se van haciendo más lisas y secas,
hasta alcanzar su punto.
La hidratación insuficiente nos dará masas integrales duras, que durante la fermentación
se abren y desgarran, y en la cocción no crecen adecuadamente, al haber quedando
mermado el desarrollo de la masa y, como consecuencia, la capacidad de hinchamiento
del pan.
Para asegurar la fuerza necesaria en este tipo de masas, no solo emplearemos harinas de
mayor fuerza y las desarrollaremos correctamente, sino que también tendremos en cuenta
otros factores que influyen en la fuerza de la masa: La temperatura de la masa (por
debajo de 25º C la masa es más floja y por encima excesivamente fuerte), el aumento del
tiempo de reposo, la presencia de masa madre y el aumento de las dosis de aditivos
mejorantes.
El aumento del agua en las masas integrales y la mayor actividad enzimática que
presentan, por los aportes de la fracción de harina integral o de los salvados, nos obligan
también a aumentar el tiempo de cocción para evitar los panes mal cocidos, rechonchos y
revenidos.
A veces es difícil obtener harinas con la fuerza que las masas congeladas necesitan,
recurriendo el fabricante de harina al aumento de la dosis de ácido ascórbico, lo que
provoca en principio más fuerza, pero que, al actuar únicamente sobre la tenacidad,
repercute negativamente en la mecanización de las masas.
Para verificar el efecto del tipo de la harina sobre la calidad de los productos integrales
cocidos, elaborados a partir de masas congeladas, se han efectuado cuatro ensayos que
se describen y valoran, a continuación.
Se ha partido de harina de trigo blanca con diferentes fuerzas y se la han añadido el 25%
de salvado de grosor intermedio.
La cantidad de agua incorporada es la misma en todos los ensayos (68%). Si bien es
cierto que para las masas elaboradas con harina de fuerza o para aquéllas otras a las que
se ha añadido gluten, la absorción o hidratación ha de ser mayor, se ha preferido añadir la
misma cantidad de agua para que, de esta forma, los resultados sean más fácilmente
comparables.
Los tiempos y las temperaturas han sido iguales en los cuatro casos estudiados; aunque
también sabemos que conforme aumenta la fuerza de la harina, hay que ir aumentando
progresivamente el tiempo de amasado y de fermentación, se ha preferido mantener fijos
la temperatura y el tiempo, por la misma razón anterior.
PRUEBAS COMPARATIVAS DE PANES INTEGRALES
CONGELADOS
BASADAS EN LA VARIABLE HARINA / PANES 1, 2, 3 y 4
Las técnicas del frío no sólo han permitido optimizar los procesos panarios, también se
han introducido perfectamente en otros productos como los de la bollería. En este
artículo se explica un proceso automatizado y semiautomatizado de bollería fermentada
hojaldrada, con los aspectos a tener en cuenta en las materias primas que se utilizan y
en el mismo proceso de elaboración. Todas estas circunstancias son de vital importancia
para conseguir unos productos de calidad y con plenas garantías en el consumo final.
El desarrollo de estas masas se realiza en primer lugar por la levadura y en segundo por
el hojaldrado. Durante el horneado el agua contenida en las capas de masa, cuya
expansión se ve limitada por las capas de materia grasa, hace que la presión resultante
impulse una tras otra las distintas capas, hasta que éstas quedan fijadas por la
gelificación del almidón y la coagulación del gluten.
• La harina. Como norma general, la harina que se utiliza para realizar este tipo de
elaboraciones cuando no van a ser congeladas es de media fuerza; que se logra
mezclando al 50% una harina floja panadera con una de fuerza. Sin embargo, cuando
van a ser sometidas a congelación requiere una harina que sea de gran fuerza, incluso en
algunas ocasiones hay que añadir un 2% de gluten si la harina no tiene suficiente fuerza.
En el caso de congelar el producto,la harina recomendada debe tener los siguientes
parámetros:
W = 300
P/L = 0,6/0,7
Proteína: >13,5%
Nº Caída: 300/350 segundos.
• La materia grasa. La grasa que normalmente se utiliza para este tipo de masas es
margarina hidrogenada o mantequilla. Cuando se utilice margarina hay que observar que
sea flexible, fácil de laminar y con buena plasticidad. La temperatura ideal para su
utilización es de 18º C. Si la grasa está muy fría será más dura y al laminar para dar las
vueltas la masa se romperá o se acumulará más grasa por un lado del plastón que por
otro.
En cuanto a la cantidad de grasa sobre la masa, ésta puede oscilar entre el 25 y el 35%.
Cuando se utilice mantequilla es indispensable reposar las masas en el frío para que la
mantequilla se endurezca de nuevo, antes de cada vuelta.
• Levadura. Nos estamos refiriendo en todo momento a masas hojaldradas que llevan
levadura. Pero, hay que volver a recordar que las masas hojaldradas pueden congelarse
una vez formadas (después se descongelan y sin fermentación previa se hornean), o una
vez que han fermentado (la masa una vez descongelada debe fermentar y después se
cuece).
Una vez hecha esta aclaración podemos decir que la dosis de levadura, dependiendo del
sistema que se utilice, va a variar considerablemente.
En el primer caso, cuando la masa se congela sin fermentar, la dosis de levadura es alta;
es decir, de 50 a 80 g/kg de harina. Sin embargo, cuando se realiza la fermentación
antes de congelar, la dosis debe ser baja, máximo 30 g/kg de harina; lo que implica que
el tiempo de fermentación ha de ser muy lento, esto evitará, junto con otros factores que
iremos comentando, que el bollo se arrugue durante la congelación.
El principal papel de las levaduras es la producción de CO2 para conseguir el
esponjamiento de la masa. El poder fermentativo de la levadura depende de la célula, el
número de células activas, el contenido de proteínas y, por supuesto, la cantidad de
sustratos o azúcares que hay en la masa.
Las masas a temperatura de 15 a 20º C durante toda la fase de formado dan como
resultado una mejor actividad de la levadura una vez descongeladas.
El proceso de elaboración
En cualquiera de los distintos tipos de amasado que se utilice y, teniendo en cuenta que
en la bollería congelada el tipo de harina que se utiliza es de fuerza, el tiempo de
amasado ha de ser menor al óptimo; es decir, ligeramente corto de amasado. Si el
amasado es intensivo, el volumen del producto puede ser exagerado con riesgo de
derrumbamiento en la etapa del horneado. No obstante, es conveniente conocer este
detalle para que cuando se desee más volumen, se aplique un amasado más intenso.
Como ya hemos indicado, la temperatura de la masa una vez finalizado el amasado debe
encontrarse entre 15/20º C, en este rango de temperatura la masa adquiere mayor
extensibilidad y además facilitará el laminado y, por otra parte, rentilizará la gasificación
de la masa en los reposos entre las sucesivas vueltas en el hojaldre.
La fuerza en las masas de bollería aumenta gradualmente por un lado, por la propia
gasificación de la levadura y por la reducción de la masa a una lámina fina y, por otro,
por la propia proteína de la harina. Esta acumulación de fuerza ha de ser contrarrestada
con períodos de descanso para permitir la relajación de esta energía, para que al volver a
laminar de nuevo, cortar la pieza o darle forma, éstas mantengan su formato y
uniformidad.
Los tiempos de reposo entre vuelta y vuelta van a estar condicionados por varios
factores:
Cuando se quiere conseguir aún más relajamiento en la masa, se puede lograr con un
amasado en dos fases: siendo la primera la denomina autolisis y que consiste en amasar
la totalidad de la harina con el agua, sin incorporar de momento ningún otro ingrediente.
Después de amasar durante un tercio del tiempo total, se para la amasadora durante diez
o quince minutos, reanudando nuevamente el amasado pero ya con el resto de los
ingredientes de la receta. Este procedimiento es ideal cuando la harina contiene mucha
proteína y es muy tenaz.
La longitud de la línea así como la velocidad de la cinta están estudiadas de tal forma que
la masa se va acondicionando, es decir, reposando; a medida que avanza es laminada y
sometida a una nueva reducción.
La fermentación ha de ser lenta con temperaturas próximas a los 26º C, lo que permitirá
mayor tolerancia en la fermentación. En el caso de que se pase de punto de
fermentación, a medida que se congela el producto se arruga.
Otro método consiste en descongelar a temperatura ambiente. Pero, lo que nunca debe
hacerse es pasar directamente del congelador a la cámara de fermentación, ya que esto
provocaría una humidificación elevada e irregularidad de fermentación de la parte externa
con respecto a la interna.
El éxito dependerá del sentido común y de la profesionalidad para llevar a cabo las
condiciones de temperatura y humedad que permitan obtener productos de calidad.
Croissant
INGREDIENTES
Harina de trigo (W = 300; P/L = 0.7) 1000 g
Agua 500 g
Sal 20 g
Azúcar 120 g
Mejorante c.s.
Recorte ¹ 100 g
Levadura 30/70 g
Grasa para laminar (por kg de masa) 300 g
Proceso
Bollería danesa
INGREDIENTES
Harina de trigo (W = 300; P/L = 0.7) 1000 g
Agua 400 g
Sal 15 g
Azúcar 100 g
Yemas de huevo 100 g
Mantequilla 50 g
Mejorante c.s.
Levadura 30/70 g
Grasa para laminar (por kg de masa) 300 g
Proceso
Las masas que fermentan con mucha fuerza (el bollo tiene un
aspecto redondeado, se abren y desgarran los pliegues), pueden
tener su causa en:
– Harina fuerte y tenaz.
– Exceso de levadura.
– Masa dura.
– Mucho reposo.
– Aditivo inadecuado.
• ORIGINADOS EN LA COCCIÓN
La introducción del frío en los procesos panarios de una forma generalizada ha planteado
nuevos problemas a los profesionales del obrador. El mantenimiento de la cadena de frío
en los productos que son sometidos a procesos de ultracongelación o refrigeración es
básico para conseguir que las especialidades conserven sus cualidades organolépticas y no
sufran alteraciones en su composición ni en su calidad. En este artículo, Francisco Tejero
centra su atención en uno de los aspectos más importantes de esa cadena de frío: el
transporte. Una fase en la que, sin embargo, se cometen algunas anomalías que acaban
afectando al producto.
Los cambios que han surgido en los últimos años en la comercialización de la panadería
nos han llevado a un nuevo concepto de establecimiento al que denominamos punto
caliente (despacho de venta al público donde se termina la elaboración de los productos).
Estos puntos de venta pueden estar asistidos por masas refrigeradas, masas congeladas o
pan precocido.
Las masas refrigeradas se elaboran en la fábrica de pan, entablándose sobre las mismas
bandejas que se utilizarán en el horno instalado en el punto de venta. Éstas se refrigeran
hasta paralizar por completo su actividad fermentativa. Por medio de cajones con ruedas
son transportadas en un camión frigorífico y a través de la fermentación controlada se
activa de nuevo la fermentación, a voluntad.
Existen dos opciones: refrigerar el pan una vez frío o ultracongelarlo, que es la opción más
común. El transporte del pan precocido también se realiza sin romper la cadena de frío y,
una vez ya en el punto de venta, se termina la cocción.
La rotación de los productos en el almacén, así como la rapidez con la que se carguen los
vehículos de distribución; que los camiones frigoríficos estén previamente enfriados, y que
éstos se ajusten a la categoría del producto a transportar, son factores críticos en la
cadena de frío.
La altura máxima de carga de los vehículos debe estar igualmente indicada mediante una
línea roja.
El transportista debe velar en todo momento del control de temperatura de consigna antes
de su salida. Debe mantener en todo momento en marcha el equipo de frío, abrir las
puertas el menor tiempo posible y aparcar a la sombra en verano, si fuera posible.
En efecto, las partes de agua que lleva la masa panaria en su composición, forman
cristales al someterse a un proceso de congelación. El tamaño de estos cristales
dependerá de las temperaturas a las que es sometido el producto y a la rapidez del
proceso de congelación. Repasemos ahora algunas de estas modificaciones.
Es muy importante que se elimine todo el aire posible de los envases antes de cerrarlos,
ya que, cuando hay un movimiento de aire dentro de la bolsa, el pan o la masa
desprenden humedad que, cuando hay diferencia térmica, al enfriarse nuevamente se
deposita en las paredes internas de la bolsa. Si esto se repite con frecuencia el producto
se deshidrata y la humedad perdida se deposita en forma de escarcha en el envolvente.
– 25º C Helados.
– 18º C Masas congeladas.
CONGELADOS
– 18º C Pan precocido
congelado.
+ 2º C Masas refrigeradas.
REFRIGERADOS + 4º C Panes precocidos
refrigerados.
• Retracción del almidón. El almidón está formado por amilosa y por amilopectina.
Durante la cocción del pan estos dos componentes forman un gel en el que quedan
atrapadas las moléculas de agua. Cuando finalmente se forma la miga y ésta
posteriormente se congela, como es el caso del pan precocido, las cadenas lineales de la
amilosa forman un cuerpo, como si cristalizara, liberalizándose el agua retenida en el
interior de la estructura. Este cambio se demonina retracción. Se ha observado que
cuando el pan precocido tiene una descongelación previa al horneado se recupera la
estructura.
• Clase A. Debe llevar una caja frigorífica provista de un dispositivo de frío que tenga la
opción de elegir entre 12º C y 0º C, ambas inclusive.
• Clase B. Es el que cuenta con dispositivo de frío, que debe mantener la temperatura
entre 12º C y –10º C, ambas inclusive.
• Clase C. Que debe disponer de potencia frigorífica y dispositivo, que permita elegir la
temperatura comprendida entre los 12º C y – 20º C.
Para todas las clases es obligatorio la caja frigorífica. Debe ser isotérmica y provista de un
dispositivo de producción que permita, para una temperatura media exterior de más de
30º C, descender la temperatura interior de la caja vacía y, además, mantenerla a los
niveles que obliga su categoría.
Según esta normativa, los vehículos de transporte de frío han de pasar pruebas periódicas
de potencia frigorífica que acrediten la validez del equipo de frío, puesto que durante el
transporte, debe presentarse el certificado de conformidad o el permiso provisional con
todos los requisitos a los agentes cualificados .
Artículo 1.
La presente Directiva se refiere al control de las temperaturas en
los medios de transporte y los locales de depósito y
almacenamiento de los alimentos ultracongelados.
Artículo 2.
1. Los medios de transporte y los locales de depósito y
almacenamiento deberán disponer, durante su utilización, de
instrumentos de registro adecuados para controlar de modo
automático y a intervalos regulares y frecuentes la temperatura
del aire a que están sometidos los alimentos ultracongelados
destinados al consumo humano. Cuando se trate del transporte,
los instrumentos de medición deberán ser homologados por las
autoridades competentes del país en el que los medios de
transporte estén registrados.
Las personas que lleven a cabo esta operación deberán fechar y
guardar durante un año por lo menos las temperaturas así
registradas según la naturaleza de los alimentos.
2. La temperatura durante el almacenamiento en las vitrinas de
venta al por menor y durante la distribución local se medirán
mediante un termómetro, colocado en un lugar fácilmente visible
que, cuando se trate de vitrinas abiertas, deberá indicar la
temperatura existente en el nivel de la línea de carga máxima,
que deberá indicarse claramente.
3. Los Estados miembros podrán prever una excepción al
apartado 1 cuando se trate de cámaras de frío de menos de diez
metros cúbicos destinados a la conservación de existencias en los
comercios al por menor, permitiendo la medición de la
temperatura del aire mediante un termómetro colocado en un
lugar fácilmente visible.
Artículo 3.
Los Estados miembros adoptarán las disposiciones legales,
reglamentarias y administrativas necesarias para cumplir la
presente Directiva a más tardar el 31 de julio de 1993, con
excepción de las relativas a los transportes por ferrocarril, en
cuyo caso la fecha de aplicación se decidirá posteriormente.
Informarán inmediatamente de ello a la Comisión.
Cuando los Estados miembros adopten dichas disposiciones, éstas
harán referencia a la presente Directiva o irán acompañadas a
dicha referencia en su publicación oficial. Los Estados miembros
establecerán las modalidades de la mencionada referencia.
Artículo 4.
Los destinatarios de la presente Directiva serán los Estados
miembros.
MOHO: PREVENCIÓN EN EL PAN DE MOLDE ENVASADO / Por Francisco Tejero
En este artículo vamos a explicar los medios que el panadero tiene a su alcance para
conseguir una mayor resistencia al enmohecimiento y los factores que producen este
fenómeno. Comencemos por estos últimos.
• La falta de cocción
El pan de molde ha de contener una humedad máxima del 38%. Si sobrepasa este
porcentaje el medio es más favorable para la aparición de mohos. En el contenido de
humedad del pan influyen la cantidad de agua aportada en el amasado, el tiempo de
cocción, así como la temperatura del horno.
El tiempo de cocción estará determinado en función del tamaño de los panes, así como
por el grosor del molde metálico. Pero, a modo orientativo, se pueda decir que el tiempo
de cocción óptimo de un pan de 600 g de masa, cocido en molde de 3 litros de capacidad,
está entre 25 y 30 minutos.
La falta de cocción también puede ser la causante de que las paredes laterales del pan se
hundan.
• La falta de conservantes
La adición de antimoho en el pan de molde, como los propionatos sódico y cálcico, así
como los sorbatos potásico y cálcico retrasa el crecimiento de hongos.
– Mucor mucedo, de color blanco en la primera etapa, que se va oscureciendo hasta llegar
a ser negro-marrón.
– Asperguillus niger, color blanco o amarillo pálido en la fase inicial, convirtiéndose más
tarde de color negro.
– Neurospora sitophila, color rojo-naranja, es frecuente cuando el pan está mal cocido o
se ha empaquetado caliente.
Métodos de prevención
• Luz ultravioleta
Los rayos ultravioleta (UVA) se emplean para la desgerminación ambiental y el control de
la propagación. No es este método muy efectivo directamente sobre la superficie del pan,
pero sí sobre la atmósfera de las salas de enfriamiento y empaquetado, bandas
transportadoras, etc.
• Microondas
Consiste en someter al pan una vez rebanado y empaquetado a la acción de microondas.
Para ello hay que disponer de horno de banda transportadora a 2450
megaciclos/segundos para conseguir una temperatura de 66º C de 30 segundos a 2
minutos.
• Envasado aséptico
El envasado aséptico implica el enfriamiento, cortado y envasado en condiciones estériles,
descontaminado por luz ultravioleta o por la aplicación superficial por nebulización de
microbicidas compuestos por propionato cálcico o sorbato potásico al 10% y 5%
respectivamente.
El moho necesita aire para su germinación, al reemplazarlo por gas se produce un efecto
fungicida aumentando considerablemente la conservación de los productos.
Para poder llevar a cabo este procedimiento se precisa una máquina especial de llenado y
soldado de la bolsa, así como un film barrera que evita que los gases introducidos no se
escapen.
Se reemplaza el aire con gas inerte como el Nitrógeno o el CO2 o una mezcla de ambos.
Los mejores resultados se han obtenido con la mezcla del 60% de CO2 y 40% de
Nitrógeno.
Conservación química
Su acción se potencia cuando la masa ha adquirido mayor acidez (pH 5,3) y tiene
prácticamente nula su actividad a pH neutro.
Sorbato Potásico (E-202). Es muy eficaz contra los mohos y poco ante las bacterias y
actúa muy bien mezclado con propionato y con el ácido sórbico. La dosificación máxima
permitida es de 2 g/kilo de harina.
También se emplea directamente pulverizado sobre el pan cuando sale del horno a una
concentración óptima del 5%.
Cuando se emplea en masas batidas como la de magdalena o bizcocho, hay que controlar
la acidez ya que a pH alcalino su acción es nula.
• Falta de cocción.
• Empaquetar el pan caliente
• Enfriar el pan en tablas sin transpiración
• Falta de acidez en las masas
• Falta o ausencia de conservantes
• Grado de contaminación ambiental
• Altas temperaturas ambientales
EL REVENIDO DEL PAN / Por Francisco Tejero
Podemos definir el pan revenido como aquel que pierde el crujido al apretarlo con la
mano, volviéndose la corteza correosa y elástica.
La sal. A mayor cantidad de sal más chicloso y revenido se vuelve el pan. Reducirla
moderadamente puede paliar en parte el problema.
La masa madre. Cuanta mayor cantidad de masa madre y más acidez tenga más se
reviene el pan. Es pues aconsejable reducir la acidez en épocas de ambientes húmedos.
Los mejorantes. Los aditivos completos de panificación con dosificaciones altas de
productos enzimáticos pueden colorear rápidamente la corteza y dar una información falsa
de la cocción. Al mismo tiempo, la miga del pan se vuelve más húmeda al contener mayor
proporción de almidones dextrinados.
Las grasas. A mayor proporción de grasa disminuye el grosor de la corteza y por tanto
acentúa el revenido del pan.
Condiciones climatológicas.
Los panaderos de las zonas costeras son los que más sufren el revenido del pan, y sobre
todo en verano, debido al alto grado de humedad.
Como es bien sabido, el pan es una materia higroscópica, es decir, tiene facilidad para
captar la humedad ambiental, razón por la cual el pan se reviene en las zonas húmedas
del litoral. Las épocas lluviosas y de niebla también provocan este problema.
Los locales sin respiración y con un exceso de humedad provocado por la condensación
del pan caliente pueden propiciar un efecto parecido al que se produce cuando se
introduce el pan en una bolsa de plástico.
Cuando el pan entra en el horno con un volumen exagerado la corteza es más blanca, por
el contrario si el volumen es menor el colorido de la corteza es más acentuado.
La cocción.
Cuando hay un exceso de vapor la corteza se vuelve más fina y la cocción es más lenta.
Trigo malteado.
En los distintos trabajos de investigación que se vienen realizando en la Escuela de
Panadería de Madrid sobre el problema del revenido, ha destacado uno que consiste en la
adición de una mezcla de harinas malteadas no
enzimáticas: los resultados han sido altamente satisfactorios.
La historia de este hallazgo comenzó probando diferentes potenciadores del sabor con la
adición de harinas malteadas no enzimáticas. Nuestra sorpresa se produjo porque la
corteza del pan se endurecía rápidamente. Comenzamos a aplicarlo en zonas costeras en
los días de lluvia o en panes que iban a ser empaquetados en papel de celofán
microperforado.
Los emulgentes
Los emulgentes o emulsionantes son unos aditivos químicos, naturales o sintéticos, que al
añadirlos a la masas panarias proporcionan una mezcla íntima entre el agua y las grasas.
Los monoglicéridos destilados (E-471) son emulgentes específicos para las masas batidas
que proporcionan bizcochos de buena calidad. La dosificación recomendada es de 3 a 8 g
por kilo de harina.
En las masas fermentadas los emulsionantes actúan de forma muy distinta. Durante el
amasado aumentan la tolerancia de la masas, incrementan la absorción de agua y
refuerzan el gluten aumentando la capacidad de retención de gas durante la fermentación,
teniendo la capacidad de formar una película acuosa entre las fibras del gluten y el
almidón. Este efecto produce mayor extensibilidad a la masa, lo que facilita su
mecanización.
Las masas, con la adicción de emulgentes, se vuelven secas y con poca pegajosidad,
permitiendo el paso por la divisora, boleadora y facilitando el volumen del pan; el
alveolado de la miga es suave y uniforme.
El emulgente más común para conseguir este fin es el monoglicérido de ácidos grasos
esterificados con diacetil tartárico ({DATA} E-472e), en dosis recomendadas de entre 2 y 6
g por kilo de harina.
Este emulgente junto con el ácido ascórbico y las enzimas alfa-amilasas componen el
mejorante completo que normalmente emplea el panadero.
Agentes suavizantes
El almidón del trigo está compuesto por amilopectina y por amilosa, siendo cuatro veces
mayor el contenido de amilopectina. Durante la etapa de cocción parte de la amilosa
escapa de los gránulos de almidón, se disuelve en el agua y forma un gel bastante firme
entre los gránulos de almidón hinchado del pan recién cocido. Con el tiempo esta amilosa
recristaliza a su forma original insoluble, se vuelve dura y quebradiza y reduce la
esponjosidad de la miga. Por tanto, la retrogradación es el factor principal que influye en
los cambios de la consistencia de la miga con el paso del tiempo. Al añadir emulgente
suavizante, el comportamiento del almidón durante la cocción es diferente: cuando la
temperatura llega a 55º C entran dichos aditivos en una forma cristalina líquida
reaccionando con la amilosa y formando un complejo helicoidal insoluble. Esta reacción
eleva la temperatura de gelatinación de los gránulos de almidón, reduciéndose así la
totalidad de almidón gelatinizado. Esto significa que el gel del almidón tiene menos
amilosa y por ello la miga se mantiene más blanda y esponjosa. Luego entonces, está
demostrado que los emulgentes disminuyen la retrogradación de parte del almidón y
reducen la pérdida de agua de la proteína, retrasando así la formación de una estructura
rígida de la misma, y proporcionando una miga más blanca y esponjosa durante un
período más largo.
Los monoglicéridos destilados, (E-471) y el estearoil -2- lactilato cálcico (E-482), son los
ablandadores de miga más eficaces en el pan de molde y en los productos de bollería
debido a su alta efectividad, en dosis de 5 g por kilo de harina, en conjunto o aislados.
Los humectantes
Enranciamiento
Los productos de panadería tales como el pan de molde y la bollería, no tienen problemas
de enranciamiento, para que esto ocurra han de transcurrir más días de almacenamiento.
Los productos que han de durar mucho tiempo (6 meses) como las galletas, colines y
picos, pan tostado, etc., requieren que las grasas incorporadas estén estabilizadas para
que los productos no se enrancien.
Contra el enmohecimiento
La cantidad de agua en el pan será factor decisorio para el crecimiento de hongos, aunque
también hay que tener en cuenta que los productos empaquetados aún calientes, así
como las altas temperaturas ambientales y el grado de contaminación ambiental favorecen
el enmohecimiento del pan.
Cuando el pan sale del horno es prácticamente estéril a causa de las altas temperaturas
de cocción, pero inmediatamente comienzan a depositarse las esporas que flotan en el
ambiente. Una vez empaquetado el pan y si el ambiente es propicio, como una humedad
excesiva, o si se hubiera empaquetado aún caliente la condensación en la bolsa sería el
caldo de cultivo para el crecimiento de hongos.
Hay que prestar especial interés en el tiempo de cocción, para no desecarlo demasiado, ni
que quede excesivamente crudo, lo que permitirá que pueda mantener una humedad
elevada.
El más empleado para el pan de molde es el propionato cálcico; para los productos de
bollería el sorbato potásico y para las masas batidas el ácido sórbico.
El propionato cálcico (E-282) es un aditivo que tiene una gran capacidad antimoho.
Para que su efectividad sea más notable la masa ha de tener valores de pH 5,3 y para que
esto sea posible hay que añadir ácido láctico o ácido cítrico en la proporción de 1 a 2 g/kg
de harina.
Si bien los ácidos lácticos y cítricos no están considerados productos antimohos sino
reguladores del pH, su eficacia se basa en aumentar la acidez de la masa exaltando la
efectividad de los antimohos.
El sorbato potásico (E-202) se usa por lo general mezclado con propionato cálcico, siendo
muy eficaz en los productos de bollería. Su dosis máxima permitida es de 2 g/kg de
harina.
El ácido sórbico (E-200) es un aditivo que por lo general se emplea en las masas batidas
(magdalenas, bizcochos, etc.), siendo la dosis máxima de uso de 2 g/kg de harina.
TABLA 1
Reduce el amasado.
Aumenta la
tolerancia durante la
Monoglicéridos de fermentación.
ácidos grasos Aumenta la
E- 0,2% – 0,5%
esterificados con extensibilidad y la
472e sobre la harina
diacetil tartárico fuerza de la masa.
(DATA) Incrementa
volumen.
Facilita la
mecanización.
Mejora la estructura
y el volumen del
pan.
Monoglicéridos E- 0,2% – 0,5% Ablanda la miga.
destilados 471 sobre la harina Mantiene el pan
tierno más tiempo.
Retiene aire en las
masas batidas.
Incrementa
volumen.
Reduce el alveolado
Estearoil-2 E- 0,2% – 0,5% Mejora la
Lactilato Sódico 481 sobre la harina consistencia de la
miga
Mantiene el pan
tierno más tiempo.
Incrementa
Estearoil-2 E- 0,2% – 0,5% volumen.
Lactilato Cálcico 482 sobre la harina Reduce el amasado.
Mejora la
consistencia de la
miga
Mantiene el pan
tierno más tiempo.
Cuando se habla de pan precocido, inmediatamente se relaciona con el frío, ya que la técnica más común pa
conservar este tipo de producto es la ultracongelación. Sin embargo, modernas técnicas de conservación aje
a los sistemas de frío ya se han introducido también en la panadería; es el caso de la atmósfera modificada.
envasado en atmósfera modificada es el proceso mediante el cual el aire de un envase en el que va el pan
precocido es reemplazado por otros componentes gaseosos distintos. Este sistema controla la acción biológic
enzimática del pan, logrando un período de vida prolongado para el producto.
Envasar el pan precocido en atmósfera modificada ha revolucionado la conservación del pan, el consumo de
tipo de conservación del pan aún es incipiente pero estamos convencidos que en los próximos años aumenta
que los consumidores fundamentales serán:
• Los restaurantes y centros de grandes colectividades, puesto que con este envasado no ocupan espacio en
cámaras frigoríficas y podrán hornear el pan a cualquier hora del día.
• Los restaurantes de comidas rápidas, las empresas de catering, las tiendas de las autopistas; cada vez se v
más productos de panadería y bollería donde se comercializa con esta técnica.
El consumidor está muy sensibilizado con el consumo de productos naturales que no contengan aditivos y,
cuando en los envases leen palabras como “ecológico”, “natural”, “sin aditivos”, “biodegradable”, tiene la
sensación de que está consumiendo un producto bueno.
El envasado en atmósfera modificada es el proceso en el cual el aire del envase se ha reemplazado por otros
componentes gaseosos distintos. Existen varios métodos para modificar la atmósfera en el envasado: envasa
al vacío, envasado gaseoso, absorbedores de oxígeno, generadores de dióxido de carbono y de vapores de
etano.
La atmósfera modificada consiste en controlar la acción biológica y enzimática del producto. La presencia del
oxígeno en el envase trae como consecuencia procesos de oxidación, crecimiento de mohos y descomposició
Todo ello puede retrasarse con la eliminación del oxígeno.
Estudiaremos el envasado en gas y la absorción de oxígeno, ya que son los métodos más interesantes en la
industria de la panadería, bollería y pastelería, puesto que permiten transportar, almacenar y conservar el pa
precocido, sin necesidad de refrigeración o congelación, con fechas de caducidad de hasta 90 días.
Envasado en gas
El éxito del sistema de envasado en gas está determinado por la relación entre el gas o mezcla de gases, el
material de envasado y la máquina empaquetadora. Por tanto, el asesoramiento de los tres proveedores van
ser clave para la toma de decisiones.
Los gases que se utilizan son el CO2 y el N2, los cuales convertirán el envase en una atmósfera semi-activa q
disminuirá en el producto la intensidad respiratoria, enzimática y el crecimiento microbiano.
El ácido carbónico o dióxido de carbono CO2 es el gas más importante en el envasado de los productos de
panadería y pastelería, ya que tiene un alto poder inhibitorio. Este gas se disuelve en el agua que contiene e
precocido y forma ácido carbónico, lo cual disminuye el pH. De igual forma, al ser absorbido parte de este ga
por el producto, disminuye la presión interna, lo que conlleva una retracción del envase además de la
concentración de CO2. Algunos autores recomiendan una sobrepresión en el envase pero, en la práctica, se
recurre a suministrar una proporción de nitrógeno que evitará el colapso en el envase.
El Nitrógeno (N2), al ser un gas inerte, no reacciona con el alimento, ni tiene un efecto antimicrobiano. Sin
embargo, éste puede inhibir el crecimiento de mohos al reemplazar al oxígeno. Pero, lo más positivo de este
es que actúa como relleno y evita el colapso del envase cuando el pan absorbe el CO2.
En el pan precocido se utiliza siempre por enzima del 20% en volumen y en algunos casos en mayor proporc
para poder controlar el nivel de depresión del envase.
Mezcla de gases. Los gases se suministran como productos simples, para mezclar in situ o como un produc
mezclado con las especificaciones del usuario.
Cobertura inerte N2
Atmósfera activa CO2
Atmósfera semiactiva CO2/N2
El cocktail (mezcla) de gases es el término que se denomina a la mezcla de gases utilizados para modificar la
atmósfera del envase. Para el pan precocido se emplea una mezcla de gases de atmósfera semiactiva de CO
N2.
Como ya hemos indicado, el gas más efectivo contra el enmohecimiento es el CO2, pero dependiendo de la
humedad del producto, de su fragilidad y del índice de colapso del envase, del tipo de pan (blanco, integral),
material del envase y temperatura ambiente, habrá que ir sustituyéndolo por una cantidad de N2 (siempre p
encima del 20%). (ver en la Tabla 1 las mezclas de gases)
Sin embargo, es más correcto establecer para cada producto la mezcla más adecuada dependiendo si es pan
blanco o integral, grado de precocción, humedad del producto, tamaño, peso y formato del pan, si contiene o
conservante, su vida útil, el período de vida deseado, el grado de colapso en el envase, etc.
El gas se suministra en botellas de acero a presión alta o en cisternas para grandes consumidores. En todas
formas de almacenamiento la dosificación del gas se realiza con válvulas especiales para la regulación de la
presión y con un indicador del paso volumétrico.
Es importante que una vez inyectado el gas y cerrado el envase, el contenido de oxígeno sea inferior al 1%,
además, una vez cerrado el envase es sometido a una pasteurización de 120º C durante unos minutos, el
producto está asegurado para durar al menos 90 días exento de mohos. No obstante, para poder someter el
producto a la pasteurización el grosor del film ha de ser de entre 600 y 750 micras de espesor.
Material de envase (films). Un elemento muy importante en la conservación del pan precocido es el mater
de envase donde se guarda el producto. Éste debe ser un film barrera que evite la entrada y salida de los ga
Es imposible encontrar un film de un solo componente que sustituya todas las necesidades técnicas. Se utiliz
materiales multicapas, formados por diferentes polimeros, teniendo en cuenta que cada uno de ellos tiene un
características determinadas.
El conjunto de multicapas debe reunir una serie de características que permitan mantener la atmósfera origin
sin alteraciones durante el proceso de conservación: transparencia; ya que debe permitir visualizar el produc
coeficiente de transmisión de vapor de agua muy bajo; resistencia mecánica y propiedades antivaho, ya que
pan precocido tiende a crear niebla en el interior del paquete.
En la actualidad se están aplicando diferentes films en la industria del precocido, pero uno de los que más éx
tiene, tras consultar a varios proveedores, es un film barrera de tres capas compuesto por:
– Una capa exterior de baja temperatura compuesta por PVC (cloruro de polivinilo), recubierto de PE
(polietileno), el cual proporciona una buena capacidad frente al gas y modera al vapor de agua.
– Una capa intermedia de EVOH (copolinero de etileno-alcohol vinilico), cuyo nombre comercial es EVAL. Sen
a la humedad pero de alta barrera a los gases, fácil de formar y con gran capacidad sellante.
– Una capa interna en contacto con el pan, de alta temperatura, compuesta por OPAL (poliamida orientado)
recubierta de PE (Polietileno)
Las máquinas empaquetadoras. Existen una gran variedad de máquinas que van desde las más pequeña
sobremesa, hasta la automática para grandes producciones. Para el pan precocido se utilizan las de sistemas
sellado de bandeja que consiste en introducir el pan, una vez frío, en una bandeja preformada, esta bandeja
puede ser alimentada manualmente o automáticamente. Una vez cargado el producto en la bandeja pasa al
interior de una cámara que tras un vacío compensado elimina el aire, se inyecta el gas o mezcla de gases. Un
bobina de film alimenta la máquina para colocar la tapa, en la que va inscrita la marca del producto, las
especificaciones técnicas, las recomendaciones de uso, la fecha de caducidad, etc. Este sistema es sencillo ya
que tiene gran facilidad la máquina para poder cambiar la bandeja según el tamaño, el peso y el formato del
pan.
También existen máquinas automáticas que están más recomendadas para grandes producciones de un solo
producto, ya que el cambio de formato conlleva una parada en la línea de producción. Este tipo de máquina
fabrica la bandeja por un sistema de termoformado a partir de una bobina de film, después de eliminar el air
reemplazarlo por gas, a continuación otra bobina proporciona la tapa.
Existen otras máquinas más sencillas, más o menos automatizadas, de gran flexibilidad, ya que son
relativamente económicas en comparación a las automáticas, ideales para aquellos panaderos que deseen
introducirse en este mercado poco a poco y antes de decidirse a una producción en serie.
Entre los controles indispensables en el envasado hay que citar: un analizador de O2 (oxígeno) residual que,
como ya hemos dicho, ha de ser inferior al 1% y, con controles aleatorios del sellado por medio de la inmers
del paquete en agua para detectar la presencia de burbujas. Esto consiste en sacar de vez en cuando una bo
a la salida de la máquina y verificar el control de calidad.
Absorbedores de oxígeno
La técnica más novedosa para la prevención del enmohecimiento del pan son los absorbedores de oxígeno. E
Japón se aplica esta técnica en panes de molde especiales y los ejércitos de EE.UU. y Canadá llevan ya much
tiempo utilizando esta técnica que les permite mantener el pan con una vida útil superior a un año.
Se define a los absorbedores de oxígeno como “un grupo de compuestos químicos que introducidos en el env
(no en el producto), alteran la atmósfera del mismo”. Estos compuestos eliminan el oxígeno o añaden dióxid
carbono. Los absorbedores de oxígeno más conocidos y utilizados tienen la forma de pequeños sacos que
contienen agentes reductores como Óxido ferroso en polvo, Carbono ferroso o Platino metálico. Para evitar lo
controles metálicos se han aplicado otras formulaciones con contenido de ácido ascórbico o ascorbato.
Los absorbedores se envasan en saquitos de material permeable al aire, a su vez esta bolsita se introduce en
envase impermeable del producto y en las 24 horas siguientes absorben todo el oxígeno del paquete
produciendo un estado libre de O2, lo que dificulta el crecimiento de mohos y bacterias aerobias.
En Japón, la marca Angeless® y en Europa ATCO® comercializan los absorbedores de oxígeno que tras un
estudio del producto se calcula el tamaño o el número de bolsitas que ha de meterse en el envase.
-------(V-P) x 21
A = -------------------
-----------100
2º.- Cálculo del oxígeno que puede entrar en el embalaje durante los días de vida útil del producto:
B=SxPxD
---------------------A + B
Absorbedor = --------------
-----------------------C
Durante el tiempo de precocción, aún siendo períodos relativamente cortos y temperaturas de horneado tam
inferiores a los procesos tradicionales, en el interior de la miga la temperatura es la suficiente para que el pa
esté libre de mohos, tanto en forma vegetativa como en esporas. La contaminación generalmente se produce
después de la exposición al aire contaminado de la panadería. Para evitar en parte estos problemas, después
horneado habrá que someter al pan a un enfriamiento en una sala blanca libre de contaminación de la zona
obrador.
Los mohos en el pan aparecen siempre en la corteza y no en el interior de la miga. Estos microorganismos
necesitan oxígeno para su proliferación. El empaquetado en atmósfera modificada consiste principalmente en
eliminar el aire del envase y reemplazarlo por una cobertura semiactiva donde el porcentaje de oxígeno resid
sea siempre inferior al 1%.
Otro problema que puede plantearse en el pan precocido es el producido por el Bacillus subtilis, el cual provo
el ahilamiento. Este microorganismo no necesita oxígeno para su desarrollo y no queda eliminado durante la
precocción. Una vez frío el pan, el Bacillus subtilis tiene todas las condiciones favorables para su desarrollo, e
cuanto a la humedad del pan relativamente alta y la temperatura del producto (ambiente).
El pan sometido a envasado en gas carbónico no presentará problemas de ahilamiento ya que parte del CO2
convierte en ácido carbónico y desciende el pH del producto a niveles inferiores, a pH 5,1, y este bacilo nece
pH superiores para su desarrollo.
Cuando por algún error de empaquetado o de manipulación el gas se escapa del envase, a los 2 o 3 días el p
se enmohecerá rápidamente y si la temperatura ambiente sobrepasa los 25º C es muy posible que se desarro
el ahilamiento. Esta enfermedad en el pan tradicional totalmente horneado se caracteriza por tener la miga u
color verde pardoso y olor nauseabundo. En el pan precocido el olor es prácticamente el mismo pero el color
descomponer la miga en los primeros días es blanco.
• Legislación sobre envasado del pan en atmósfera modificada. Los productos de panadería y bollería envasa
en atmósfera modificada no tienen una reglamentación específica. La Reglamentación Técnico-Sanitaria para
Fabricación, Circulación y Comercialización del Pan y Panes Especiales, hacen escueta mención a las
características que han de tener los productos terminados: “No presentarán enmohecimiento, residuos de
insectos, sus huevos o larvas, o cualquier otra materia extraña que denote su deficiente estado higiénico-
sanitario”.
Por tanto, los productos de panadería y bollería envasados en atmósfera modificada que cumplan estos
requisitos de calidad y otros que contempla la misma Reglamentación en su apartado referido al envasado,
etiquetado y rotulación, son perfectamente legales para su comercialización.
CO2 N2 CO2 N2
Primavera/
60% 40%
Otoño
TABLA 2 / EFECTOS DE LA OXIDACIÓN Y DEL DESARROLLO
DE MICROORGANISMOS EN EL PAN
Pérdida de frescura
• Enranciamiento
Disminución de las
Oxidación • Decoloración
cualidades
• Pérdida de aroma
organolépticas
-
----O2
La calidad de la harina en las masas que han de ser sometidas a la precocción es el factor
que más influye en la calidad del pan resultante. Otros factores como las temperaturas de
la masa (de fermentación y de precocción) y la cantidad de ingredientes (levadura,
mejorantes y masa madre) también son determinantes. Para realzar la importancia de la
calidad de la harina en el pan integral precocido, hemos efectuado unas pruebas
comparativas a partir de harinas integrales de distintas características de W y P/L.
Debemos apuntar previamente que en la mayoría de los casos los panes integrales que se
elaboran en España, no llevan en su composición una auténtica harina integral (producto
resultante de la molturación del grano sin la separación de ninguna parte de él, es decir,
con un grado de extracción del 100%); esto se debe a que el panadero no obtiene por
parte del fabricante de la harina la suficiente información sobre su calidad y, por otra
parte, el harinero hace lo que puede hacer el panadero: mezclar salvado con harina
blanca. Así que nuestra prueba comparativa la hemos hecho con las harinas integrales que
habitualmente trabaja el panadero.
En la elaboración de los productos denominados integrales la elección del tipo de harina
debe ser aún más cuidada, tanto si las masas van a ser sometidas a la precocción como si
van a ser cocidas directamente.
La cantidad de salvado que se incorporará es de 200 g por kg de harina blanca, esto hace
que la fuerza de la harina baje un 20%. Debemos tener, pues, en cuenta que el efecto
negativo que producen los salvados y otras partículas gruesas sobre el comportamiento de
las masas hace necesario utilizar como base harinas de mayor fuerza.
Por otra parte, las particulas de salvado absorben mayor cantidad de agua, pero más
lentamente que las partículas de harina. Este hecho se demuestra durante el amasado; al
principio del mismo la masa es aparentemente blanda, pero más tarde, cuando avanza el
amasado, el salvado lentamente va absorbiendo agua y la masa aumenta su consistencia.
Podemos observar que las masas integrales son grasas y pegajosas en la primera fase del
amasado, y se van haciendo lisas y secas hasta alcanzar su punto, conforme aumenta el
tiempo de amasado.
De estas primeras observaciones deducimos que la cantidad de agua que admiten las
masas integrales es siempre mayor en comparación con la masas de pan blanco,
alcanzándose valores del 66 al 70% para alcanzar una consistencia media. Tanto para el
desarrollo adecuado de una harina de mayor fuerza como para permitir la correcta
hidratación del salvado, debemos aumentar el tiempo de amasado. Puede estimarse este
incremento en torno al 20% por encima del estipulado para las masas de pan blanco.
La hidratación insuficiente nos dará masas integrales duras que, durante la fermentación
se abren y desgarran, y en la cocción no impulsan adecuadamente al haber quedado
mermado el desarrollo de la masa y, como consecuencia, la capacidad de hinchamiento
del pan.
Cuando el pan integral no se corta o se talla, obliga a fermentar adecuadamente las piezas
y añadir más vapor en el horno para evitar que las barras se abran y revienten; aunque
hay que tener en cuenta que las masas precocidas deben entrar en el horno con menor
volumen que en los procesos tradicionales.
Para verificar el efecto de la calidad de harina en los panes integrales precocidos, se han
efectuado tres ensayos que se describen y valoran a continuación.
Se ha partido de harina de trigo blanca con diferentes fuerzas y se le han añadido 200 g
de salvado por kilogramo de harina. El salvado es de grosor intermedio.
Los tiempos de amasado y las temperaturas han sido iguales en los tres casos estudiados;
aunque también sabemos que conforme aumenta la fuerza de la harina, hay que ir
aumentando progresivamente el tiempo de amasado y la fermentación. Por este motivo se
ha preferido mantener fijos la temperatura y el tiempo.
La levadura prensada utilizada fue del 1% sobre la harina total, es decir, harina más el
salvado, incorporada a mitad del amasado.
La sal incorporada al principio del amasado fue del 2,2% sobre el total de la harina.
La masa madre fue del tipo masa madre ácida elaborada el día anterior y conservada a 7º
C; el porcentaje utilizado fue del 20% sobre el total de harina.
Características de la
harina:
W = 120 ; P/L = 0,5
Proteínas: 10,5%
PAN Nº 2
Características de la
harina:
W = 225 ; P/L = 0,8
Proteínas: 13%
• Masa de consistencia
correcta.
• El amasado óptimo se consiguió a los 14 minutos.
• El formado se desarrolló con muy poca dificultad.
• Volumen aceptable en la fermentación.
• Volumen aceptable en la precocción y cocción.
• Se arrugó un poco la corteza durante el
enfriamiento y resudado.
• Flexibilidad aceptable.
• Conservación aceptable.
PAN Nº 3
Características de la
harina:
W = 320 ; P/L = 0,1
Proteínas: 14%
CONCLUSIONES FINALES
• La cantidad y calidad de
las proteínas de la harina
son factores
fundamentales en el
volumen, flexibilidad y
conservación de los panes
integrales precocidos.
• Al añadir salvado a la
harina, baja proporcionalmente la fuerza de la masa,
es por eso que los resultados más positivos se dieron
en el Pan Nº 3, donde la harina era de mayor fuerza.
Ingredientes de la masa
(La misma en los 3 ensayos excepto la calidad de la harina)
Ficha Técnica
(igual en los tres ensayos)
Cocción final:
Temperatura inicial: 250º C.
Vapor: 8 segundos.
Tiempo que tarda el horno en estabilizarse a 210º C: 4
minutos.
Tiempo de cocción final: 20 minutos.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA FUERZA DE LA MASA
Por Francisco Tejero
La harina
El amasado
El tipo de amasadora también influye sobre la fuerza de la masa, en las amasadoras muy
rápidas la exposición de la masa al oxígeno es menor por lo que también la fuerza
quedará mermada.
Así pues, resumiendo, podemos decir que la velocidad y la duración del amasado tienen
una gran influencia sobre la fuerza de la masa.
La sal
Es aconsejable pues incorporar la sal al principio del amasado y dar la fuerza a la masa
por otros métodos.
Los mejorantes
Los mejorantes completos que usa el panadero están compuestos por diacetil tartárico (E-
472e), ácido ascórbico (E-300), y enzimas alfa-amilasas.
Por tanto el uso de mejorantes completos, práctica habitual del panadero, es otro factor
que influye enormemente en la fuerza y en el equilibrio de las masas.
La masa madre
La masa madre bien elaborada y conservada tiene un efecto positivo en proceso mixto de
panificación, que como es bien sabido consiste en el empleo de masa fermentada y de
levadura prensada.
Levadura prensada
Temperatura de amasado
Grado de mecanización
Está demostrado que las presiones y esfuerzos físicos que se someten a la masa influyen
en la estructura, en la fuerza y en la tenacidad la misma.
La división volumétrica somete a la masa a presiones, lo que incide que las últimas bolas
divididas tengan un grado mayor de gasificación y de exposición de las masas a dichas
presiones, transformándose cada vez más tenaz a medida que se acerca al final de masa.
El formado a máquina otorga mayor fuerza en las masas que aquellas otras formadas
manualmente.
Tiempo de reposo
El reposo facilita al panadero equilibrar las masas, si lo que quiere es más fuerza, dejará
mayor tiempo de reposo y si por el contrario lo que desea es obtener unas masas más
flojas y extensibles recortará dicho tiempo.
Las consistencias de las masas es pues otro factor que influye en la fuerza, de tal forma
que incorporando mayor o menor cantidad de agua a las masas se podrá concluir mejor el
trabajo.
Amasijos grandes
Cuando las masas son grandes, el tiempo que se tarda en dividirse es largo, lo que
provoca que las últimas piezas tengan un exceso de gasificación, de tenacidad y de fuerza.
La cantidad de harina que se emplee en cada amasijo estará determinada por la velocidad
de la divisora, el tamaño de piezas a dividir y la dosis de levadura. De tal forma que la
masa sea dividida lo antes posible sin que llegue a gasificar en la tolva de la divisora.
Agua 64 l Agua 1l
Sal 2 kg Harina 2 kg
El agua. La cantidad de agua es importante para el equilibrio de las masas, está será del
orden de entre 62 y 64% con respecto a la harina utilizada. Esta cantidad de agua
proporcionará la consistencia ideal para conseguir una masa lo suficientemente extensible
para formar la pieza sin dificultad.
Los mejorantes. La dosis de aditivos ha de ser baja para evitar una expansión
exagerada del volumen en el horno e impedir que la corteza tenga un aspecto acartonado
y la miga se presente seca y sedosa. También si la dosis es elevada el greñado será mayor
y este tipo de pan se caracteriza por una greña pequeña, la corteza crujiente y la miga
húmeda.
La sal. La cantidad de sal será del 2% con respecto a la harina. Se incorporará al principio
del amasado, nunca al final. Este hecho provocaría una oxidación excesiva repercutiendo
en un mayor volumen, la miga demasiado blanca y la ausencia de aroma y sabor en el
pan.
Etapas de la elaboración
La temperatura final del amasado será también factor a tener en cuenta, ésta se situará
entre los 23 y 24º C. Hay que recordar que por encima de 24º C la masa tenderá a coger
fuerza y tenacidad y por debajo de los 23º C se mostrará debilitada y extensible.
Cuando la harina es muy tenaz es posible recurrir a la autosis, que consiste en amasar
durante 5 minutos la harina con el agua sin ningún otro ingrediente y reposar la masa,
antes de incorporar los demás componentes, entre 10 y 30 minutos, dependiendo del
grado de extensibilidad que se desee lograr.
La división automática requiere que dicha operación sea lo más rápida posible, por lo
tanto los amasijos han de ser pequeños, es decir, que la cantidad de masa a dividir no
supere los límites normales.
Al tratarse de una masa blanda los harinadores han de estar bien abiertos, para evitar que
la masa se pegue.
Cuando se utilice la boleadora cónica para el boleado de la pieza ha de estar bien abierto
el aire de secado del cono y, si hiciese falta, habría que poner una turbina adicional.
Reposo de la bola. Una vez dividida y boleada la masa el tiempo de reposo será clave
para la fuerza y el equilibrio de la misma. Desde que entra la bola en la cámara de reposo
hasta que llega a la formadora han de transcurrir entre 30 y 40 m, por lo que
dependiendo de la velocidad de la divisora se determinará el tamaño de la cámara. Así
pues, con una velocidad de 26 piezas/minuto se requiere una cámara de entre 780 y
1.040 bolsas. Por contra, si no se dispone de la cámara que necesitamos habrá que parar
la cámara que se utiliza normalmente hasta conseguir el tiempo total de reposo.
El formado. La agresión a la que va a ser sometida la masa durante la etapa del formado
es clave e importantísima en la fabricación industrial de la baguette.
El enrollado de la torta ha de ser suave, es decir, que como máximo se enrolle dos
vueltas. El estirado ha de ser progresivo, siendo lo ideal un reposo intermedio entre las
distintas planchas de presión cuando el entablado es automático.
Las masas con temperaturas superiores a 25º C son más fuertes y más tenaces que
aquellas otras inferiores a 24º C que presentan menos fuerza y mayor extensibilidad.
La temperatura ideal de la masa para los procesos normales de panificación debe oscilar
entre 23 y 26º C, dependiendo de la cantidad de levadura prensada y de la consistencia
de las masas. De tal forma que cuando las masas sean muy blandas y el contenido de
levadura inferior al 2% sobre el peso de la harina la temperatura ideal es de 26º C. Pero si
por el contrario las masas son más consistentes y el contenido de levadura prensada es
elevado, la temperatura ideal es de 23º C. En aquellas masas blandas y con poco levadura
la temperatura aconsejable es de 26º C.
En procesos con alto grado de mecanización la temperatura ha de ser más fresca que en
los procesos artesanos. También cuando las masas sobrepasan el tiempo límite para ser
divididas hay que procurar que éstas vayan ligeramente frías, para evitar de este modo las
gasificaciones prematuras en la tolva de la divisora.
La harina
La harina es el ingrediente que pocas veces puede variar su temperatura, pero hay que
tener en cuenta que el almacén debe estar lo más lejos posible del horno. Por cada grado
que aumente la temperatura de la harina habrá que tener un grado menos en el agua y
en verano siempre hay problemas con las temperaturas altas en las masas.
La temperatura ambiente modifica la de todos los ingredientes excepto la del agua. Una
buena práctica es aislar la sección de amasado y mantener la temperatura constante de
23º C durante todo el año, de esta forma se evita que durante el invierno las masas se
enfríen y en el verano se recalienten.
Temperatura de fricción
En primer lugar hay que saber cuál es la temperatura óptima de la masa y aunque en
teoría es de 25º C, hay que recordar que cuando se van a congelar las masas y cuando el
grado de mecanización es alto, la temperatura ideal ha de ser inferior. La temperatura
final de la masa va a variar en función de las temperaturas del local, de la harina, del agua
y de la fricción. Esta última es siempre la misma y sólo variará si se aumenta el tiempo de
amasado, por lo que prescindiremos de él.
También hay que tener en cuenta la temperatura base, que es igual a la suma de las
temperaturas de obrador, de la harina y del agua. Según el tipo de amasadora la
temperatura base será distinta.
Temp. Base:
Amasadora de brazos 60
Amasadora de espiral 50
Amasadora de alta velocidad 40
Ejemplo:
Temperatura de la harina 20º C
Temperatura del obrador 22º C
Temperatura del agua 60-(22+20)= 18º C.
Fermentación
La fermentación es una etapa clave y decisoria en la elaboración del pan. Para ello se
aconseja que en los procesos normales nunca se fermente a temperatura inferior a la de
la masa sino que por el contrario la temperatura de fermentación se sitúe 5º C por encima
de la temperatura final de la masa. La capacidad de retención de gas y la fuerza de la
masa están relacionadas con la temperatura a la que es sometida ésta durante la
fermentación. Si la temperatura está por debajo de 25º C la masa tiende a perder fuerza y
a desarrollarse caída y aplastada, y con poca tolerancia.
Evolución en la cocción
La cocción es la etapa en la cual la masa se transforma en pan. Esta transformación es
más o menos rápida según la temperatura del horno y el tamaño de las piezas.
Evidentemente no todo el pan que se elabora en España es la barra de pan común, pero
esta variedad representa el 86% del consumo.
El método que se emplea para su elaboración es el mixto, esto quiere decir que se añade
levadura prensada y masa madre y nunca se deja reposar la masa antes de la división,
sino que por el contrario es la bola de masa una vez dividida cuando se la deja reposar.
Esta breve descripción del proceso acarrea un acondicionamiento de la masa, que obliga a
aumentar las dosis de levadura y el uso de mejorantes.
La materias primas
La harina. En general para la elaboración del pan común el panadero exige una harina
floja y bastante extensible, en términos generales podemos decir que entre el 100 y 130
de W y el equilibrio (P/L) de entre 0,3 y 0,5. La exigencia de este tipo de harina no es
porque sea la ideal para la elaboración del pan común, sino porque el proceso mixto de
panificación, anteriormente definido, provoca una elevación de la fuerza y del equilibrio de
la masa que obliga a emplear harina floja y extensible para que de esta forma la fuerza y
la tenacidad no sobrepase los términos aceptables para su mecanización.
En este punto nos encontramos con una panificación industrial aunque el panadero
aparentemente sea un artesano.
Temperatura de la masa
Siempre se ha dicho que la temperatura ideal de la masa es aquella que se acerca lo más
posible a los 25º C, pero ésta teoría queda invalidada y no es aplicable en el proceso de
elaboración del pan común, sobre todo cuando la dosis de levadura es alta o el tamaño de
las masas excesivamente grandes. Para reducir las gasificaciones prematuras, que
provocan las dosis altas de levadura y las masas que tardan mucho en ser divididas,
estamos obligados a reducir la temperatura de la masa provocando un pan más compacto
y de menor alveolado.
Poco reposo. Una vez dividida y boleada el trozo de masa ha de tener una pequeña
gasificación y al mismo tiempo una relajación suficiente para llevar al buen termino el
formado. Esta gasificación y relajación se producirá antes o después dependiendo de la
cantidad de levadura; al ser en general alta, obliga a reducir el reposo, situándose por
término medio entre 10 y 15 minutos.
Hay que recordar que el tiempo de reposo debe variarse en función a la cantidad de
levadura, así cuando la dosis es baja hay que aumentarlo y, por el contrario, a medida que
se aumenta habrá que reducirlo. Este razonamiento nos explica las variaciones de calidad
en el pan de unas masas a otras, a medida que se va variando la dosis de levadura
prensada.
Abusos
La elaboración del pan común se hace de una forma muy rápida y no cabe duda que a
mayor temperatura y humedad el tiempo se reduce. En general la consistencia de la masa
es dura y cuando las masas son consistentes y se abusa en las temperaturas y la
humedad durante la fermentación se producen ampollas y desprendimientos de la corteza.
Estos son los defectos más corrientes que se originan en el pan común.
Cada día se elaboran más pequeñas las piezas y esto ha repercutido en la reducción del
consumo y en la calidad. Mientras que antes el peso de la barra era de más de 500 g, en
la actualidad el peso ha quedado reducido a menos de la mitad, pero se ha mantenido la
misma longitud en la barra. Al ser más pequeñas en peso y con la misma longitud, la
repercusión en el formado ha ocasionado mayores desgarros y estiramientos. Con estas
condiciones el panadero se ha visto obligado a variar el proceso, e inconscientemente la
calidad del pan.
¡Ojalá todavía estemos a tiempo de rectificar para recobrar el aroma y el sabor del pan
tradicional!
FACTORES DETERMINANTES DEL COLOR Y ALVEOLADO DEL PAN / Por Francisco
Tejero
En los hornos rotativos, donde la transmisión del calor se realiza fundamentalmente por
convección, mediante corrientes de aire caliente forzadas por una ventilación intensiva, el
perfil es decreciente. Se inicia a una temperatura de la cámara de cocción de 250º C, y se
va descendiendo progresivamente hasta que se estabiliza en torno a los 190/200º C.
En los hornos de solera refractaria predomina la transmisión del calor por radiación, y el
perfil de temperatura es plano. Esto es, desde el inicio al final de la cocción se mantiene la
misma temperatura. A su entrada al horno, aplicamos vapor para frenar la desecación
superficial que se produciría al entrar una masa fresca en un ambiente con tan alta
temperatura. El vapor se condensa en superficie de la pieza, que así se mantiene flexible
más tiempo.
Mientras la masa pueda deformarse, sin dejar escapar los gases generados por la
fermentación, la pieza aumentará de volumen. Pasada esta etapa, el calentamiento de la
pieza, que se produce de su exterior hacia su interior, va produciendo las
transformaciones que permiten generar y fijar la estructura de la miga, su alveolado. En la
etapa final de la cocción se va formando la corteza, en cuyo espesor es determinante el
tipo de horno. Posteriormente, va tomando color.
El color de la corteza, el alveolado y color de la miga, vienen determinados o influenciados
por los siguientes factores:
• El azúcar. Los azúcares, así como los productos lácteos –que contienen un azúcar, la
lactosa– reducen la coloración de la corteza, así como su espesor, y dan productos de
corteza flexible, no crujiente.
• La sal. Al igual que los azúcares, la sal retarda la fermentación, y su exceso aumenta el
color de la corteza, aparte de la modificación de su sabor.
• El volumen del pan. Aunque se suelen citar como factores determinantes del volumen
final de la pieza (la dosis de levadura y el tiempo de fermentación), no debe olvidarse la
capacidad de retención de la masa, lo que se ve favorecido por un desarrollo completo del
gluten. Esto exige un trabajo más intenso en el amasado, con la correspondiente
oxidación de la masa, y el blanqueamiento de la masa ya comentado.
El alveolado
En el caso de la masa blanda, la alta hidratación favorece el desarrollo del gluten con un
amasado tradicional o intensivo. La cantidad de aire atrapado es mayor, y la inexistencia
del paso por los cilindros, no permite un reparto uniforme.
• La tenacidad de la masa. La formación del alveolo por acumulación del gas carbónico
–producido por la levadura, y que se difunde en la masa, alcanzando las microburbujas de
aire atrapadas por la masa, donde se expande– está muy condicionada por la tenacidad
de la masa. Cuanto mayor sea la tenacidad, menos posibilidades de un alveolado grande e
irregular. Sin embargo, pueden producirse también anomalías en una alveolado fino y
uniforme, debidas al exceso de tenacidad, propio de la harina, o generado por una
sobredosificación de ácido ascórbico, propiciando la aparición de grandes huecos.
• La prefermentación. Cuanto más se prolongue la prefermentación de la masa, mayor
cantidad de gas tendrá antes de la división y formado, lo que contribuye a un alveolado
irregular y abierto, típico del pan francés, por ejemplo, siempre que se realice un formado
correcto.
• Formado. El formado de las piezas alargadas, de las barras se realiza ya siempre con
formadoras mecánicas. En realidad se compone de tres etapas: laminado del pastón,
enrollado y apretado. El laminado es una fase muy importante en cuanto a la distribución
y tamaño de los alveolos de la miga, ya que de la separación de los rodillos dependerá
tanto la intensidad de la desgasificación producida, como el reparto más o menos
uniforme del gas restante en el pastón laminado. En el enrollado y apriete se termina de
fijar la mayor o menor homogeneidad de la miga resultante.
En una chapata, por el contrario, con una fermentación larga, se favorece la irregular
distribución de los alveolos de los diferentes tamaños.
LA SAL EN PANIFICACIÓN
Por Francisco Tejero
La sal marina se extrae del mar o lagos salados, por medio de la evaporación de agua que
tras un proceso de refinación y depuración está lista para su comercialización.
El agua del mar tiene una concentración de sal de 27 gramos por litro de agua.
La sal de minas o sal gema es el vestigio de los mares que desaparecieron hace millones
de años, dejándola en forma de roca en las profundidades terrestres. Se obtiene de
formas diferentes, o se extrae en bloques en estado sólido o partir de salmuera.
No cabe duda que la primera vez que se empleó sal en el pan fue cuando algún panadero
panificó con agua de mar. Pudo observar que la masa, aumentaba de fuerza y tenacidad y
el sabor del pan se potenciaba.
El uso de la sal en el pan quedó relagado a cuando tenía que panificar con harinas
averiadas o falta de fuerza.
La sal que se emplee en la panadería cuando se disuelve en el agua debe ser limpia y sin
sustancias insolubles que se depositan en el fondo.
Es frecuente en algunos panaderos el uso de sal gorda, práctica poco aconsejable ya que
si no se disuelve bien la sal aparecerán manchas oscuras sobre la corteza. Lo ideal es
utilizar sal fina fácil de disolver, para asegurar su correcta disolución.
– Fortalece el gluten. La sal actúa sobre la formación del gluten reforzándole, aumentando
la fuerza y la tenacidad a medida que la dosificación aumenta. La falta de sal en la masa
se manifiesta con masas blandas, pegajosas y suaves y la miga del pan se desmorona. Por
tanto la sal en la masa aumenta notablemente la firmeza y mejora su manejabilidad.
También es de uso general añadir el doble de sal en verano en aquellas masas madres
que se elaboran de un día para otro y que no son conservadas en cámara frigorífica.
– Inhibe la acción de las bacterias ácidas. La sal reduce la acidez de la levadura por su
propiedad antiséptica. Retarda las fermentaciones del ácido láctico y butírico. También
frena ligeramente la actividad proteolítica mejorando ligeramente aquellas harinas con
degradación.
– Tiene un efecto antioxidante. Cuando se incorpora al final del amasado existe una
oxidación superior, la miga del pan se vuelve blanca y carente de sabor. Por el contrario
cuando se incorpora al principio del amasado frena el blanqueamiento, potenciando el
aroma y el sabor.
– Da gusto y sabor al pan. Junto con algunas reacciones que se producen durante la
fermentación y cocción, la sal mejora el aroma y el sabor del pan.
– Aumenta la conservación del pan. La sal en el pan tiene la capacidad de aumentar la
retención de humedad de la miga, prolongándose la conservación del pan. Pero también
en los días lluviosos o climas húmedos la dosis elevadas de sal tienden a revenir el pan.
- Retrasa la fermentación.
En las masas de bollería con alto contenido en azúcar, la cantidad de sal varia entre 1,2%
y 1,8% con respecto a la harina.
LOS PANES INTEGRALES
Por Francisco Tejero
Esta oxidación de la harina integral cuando el germen forma parte de ella, tiene un
enranciamiento más rápido en los meses calurosos. En algunas ocasiones se opta por
eliminar el germen para evitar este problema de conservación de la harina integral.
La Reglamentación Técnico-Sanitaria define al pan integral como “el elaborado con harina
integral”. De igual forma define a la harina integral como “el producto resultante de la
molturación del grano de trigo maduro, sano, industrialmente limpio, sin separar ninguna
parte de él”; es decir, con un grado de extracción del 100 por 100.
Por todo ello, debemos tener claro que únicamente se le denomina pan integral cuando
se ha utilizado harina integral, el resto de panes que contienen mezclas de harina blanca
con salvado se denomina pan de salvado, que la misma Reglamentación lo define como
“el elaborado con harina a la que se le añade una cantidad de 200 g de salvado como
mínimo por cada kilo de harina”. El salvado que debe emplearse es el destinado al
consumo humano.
Hay que llamar la atención sobre las mezclas de diferentes harinas blancas con distintos
grosores de salvado, ya que van a ser quienes determinen la calidad de la mezcla. La
mayoría de los fabricantes de harina comercializan por harinas integrales lo que
solamente es una mezcla de harina blanca con salvado y, en la mayoría de los casos, sin
especificar con qué tipo de harina blanca ha hecho la mezcla. Esta desinformación obliga
en muchos casos al panadero a seguir añadiendo harina blanca a la hora de fabricar el
pan para poder obtener un volumen adecuado.
Es preferible comprar el salvado y hacerse uno mismo la mezcla, teniendo en cuenta que
hay que añadir como mínimo 200 g de salvado por kilo de harina blanca; la cual ha de
ser en W superior a 180 y en el caso de que se detecte debilidad o cuando se elaboren
masas congeladas o precocidas integrales, la fuerza de la harina ha de ser superior a
300.
Para obtener una harina integral 100% ha de ser una molturación completa del grano de
trigo y actualmente esto sólo pueden hacerlo muy pocos molineros, quienes además no
tienen demasiado en cuenta la calidad del trigo que muelen, lo que provoca que el
panadero tenga grandes diferencias de calidad de unas partidas de harina a otras.
El tiempo de cocción será más prolongado y a temperaturas inferiores para cocer bien a
fondo, ya que estos panes tienden a volverse chiclosos si no están bien cocidos.
Los panes con alto contenido en fibra siempre tienen un menor volumen y la miga más
densa. Si la harina base empleada en la elaboración de panes de salvado es floja y con
bajo contenido en proteínas, se debe modificar la fuerza añadiendo gluten y dosis más
altas de mejorantes ricos en ácido ascórbico.
La mayor absorción que permiten las harinas integrales proporcionan más humedad al
pan, aumentando la conservación.
El colorido oscuro de la corteza no solamente se debe al salvado sino también a la mayor
actividad enzimática que tienen las harinas integrales.
El sabor que aportan las distintas capas del trigo proporcionan ese gusto característico a
salvado.
— Estar elaborado con una mezcla de harina de trigo panificable y de agua potable.
— Estar fermentado con levadura de panificación y de masa madre.
— Contener eventualmente 2% de harina de habas, un 0,5% de harina de soja y un 0,3%
de harina de malta de trigo.
En el Artículo 3 se define el “pan de masa madre”, que es aquél elaborado con un tipo de
masa madre natural, es decir, con harina de trigo, agua potable, eventualmente salada y
sometida a una fermentación natural.
Condiciones de elaboración
Para entender porqué es tan largo el proceso del pan de tradición francesa, es necesario
hacer una recopilación esquemática del proceso de elaboración corriente, en el cual
siempre se emplea el ácido ascórbico y otros aditivos.
Por esta razón es posible reducir los tiempos de reposo y aumentar la cantidad de
levadura prensada.
Es posible trabajar en fermentación controlada pero esta técnica requiere más atenciones
y haciendo algunos cambios en el diagrama:
a) Fabricación del
fermento de masa 2.500 g
Harina 1,5 l
Agua 4g
Levadura
Amasado 10 min. en 1ª
velocidad
Fermentación de 2 a 15 horas
a temperatura ambiente.
b) Elaboración de la masa
Harina 10.000 g
Agua 6l
Levadura 120 g
Fermento de masa 4.000 g
Sal 245 g
Amasado 4 min. en 1ª
velocidad
Amasado12 min. en 2ª 80 min
velocidad 30 min
Reposo en masa 80 min
Reposo en bola
Fermentación final
a) Fabricación del
fermento de masa 2.000 g
Harina 1,2 l
Agua 40 g
Sal 8g
Levadura
Amasado 4 min. en 1ª
velocidad
Amasado 4 min. en 2ª
velocidad
Fermentación 15 horas a
temperatura ambiente.
b) Elaboración de la masa
Harina 10.000 g
Agua 6l
Levadura 120 g
Sal 200 g
Amasado 4 min. en 1ª
velocidad
Amasado12 min. en 2ª 80 min
velocidad 30 min
Reposo en masa 80 min
Reposo en bola
Fermentación final
a) Fabricación del
fermento de masa 3.000 g
Harina 3l
Agua 5g
Levadura
Fermentación 15 horas a
temperatura ambiente.
b) Elaboración de la masa
Harina 7.000 g
Agua 3l
Poolish 6l
Levadura 120 g
Sal 200 g
Amasado 4 min. en 1ª
velocidad
Amasado12 min. en 2ª 80 min
velocidad 30 min
Reposo en masa 80 min
Reposo en bola
Fermentación final
a) Fabricación del
fermento de masa 2.000 g
Harina 1,2 l
Agua 50 g
Levadura
Fermentación de 3 a 4 horas.
b) Elaboración de la masa
Harina 8.000 g
Agua 4,8 l
Levadura 50 g
Sal 220 g
Fermento de masa 3.250 g
Amasado 5 min. en 1ª
velocidad
Amasado12 min. en 2ª 80 min
velocidad 30 min
Reposo en masa 80 min
Reposo en bola
Fermentación final
TABLA 5/ PAN TRADICIONAL CON POOLISH DE CORTA DURACIÓN (2 horas)
Fermentación de 2 horas.
b) Elaboración de la masa
Harina 7.000 g
Agua 3l
Poolish 6,1 l
Sal 220 g
Fermento de masa 3.250 g
Amasado 5 min. en 1ª
velocidad
Amasado12 min. en 2ª 80 min
velocidad 30 min
Reposo en masa 30 min
Reposo en bola
Fermentación final
PAN SIN GLUTEN PARA CELÍACOS
Por Francisco Tejero
Síntomas
Panificar una harina sin gluten se puede preparar a partir de arroz, maíz
o soja, aunque los mejores resultados se han obtenido del almidón de
trigo. Sólo con la fécula de almidón no se puede panificar, es preciso
añadir ciertos productos con grasa, azúcar, espesantes (albumina de
huevo, goma de guar), ácido ascórbico y caseinato sódico, con los
cuales se consigue la retención del gas, obteniéndose un pan ligero fácil
de comer.
Uno de los problemas que encontrará el panadero con este pan es que
resulta de un gusto un tanto insípido para el consumidor habituado al
sabor habitual del pan común. Es el precio que hay que pagar.
• Observaciones
• El amasado
• Fermentación y cocción
INDICE TEMATICO
Valoración Cualitativa del Gluten
Mejoradores de Panificación
Cuadros
Los hidratos de carbono, como los pentosanos contribuyen en parte a la unión del gluten
con el agua.
Las prolaminas y las gluteninas, en relación con los lípidos, aportan una característica muy
particular en la formación del gluten. Son responsables de la cohesión y la visco-elasticidad
de la masa, propiedad que permite la retención de gas durante el amasado y en la cocción
cuya consecuencia es un producto panificado poroso, esponjoso y con una corteza
elástica.
La formación del gluten se basa en la interacción específica entre las prolaminas y
gluteninas con intervención de los enlaces físicos y químicos.
- El almidón A
- El almidón-B y
- el gluten con los pentosanos.
El gluten vital es un polvo de color crema que retoma su consistencia original una vez
hidratado. Es decir toma la consistencia de una masa visco-elástica apreciada en la
industria de la alimentación.
Su alto contenido en proteínas se aprovecha también para enriquecer alimentos.
En la panadería se utiliza para mejorar las harinas pobres en gluten y mejorar las
cualidades panaderas de las masas.
Los panes para diabéticos se elaboran en base a gluten para disminuir el contenido de
hidratos de carbono.
La industria de especies lo utiliza para la fabricación de ácido glutámico y sus sales.
Se utiliza en gran cantidad para la fabricación de rebozador mezclado con harina de trigo y
almidón.
En la fabricación de alimentos balanceados se lo aprovecha para disminuir la cantidad de
carne y aumentar el tenor de proteínas.
El gluten produce enlaces más fuertes con el agua dando mezclas cárneas muy firmes.
Entre sus tantas virtudes el gluten tiene excelentes cualidades emulsificantes.
Ligado a otras proteínas, permite elaborar sucedáneos de la carne.
Por hidrólisis parcial del gluten se pueden elaborar agentes espumantes.
Es aprovechado en la industria papelera por desarrollos muy recientes.
Se pueden elaborar colas y films transparentes para reemplazar los productos derivados
del petróleo.
Exigencias Cualitativas
Existen métodos diversos para evaluar la calidad del gluten, su elección depende del
campo de aplicación.
El primer ensayo importante es el químico. El gluten debe tener como mínimo 75%
de proteínas en base seca- N* 5.7- en algunos casos específicos, sus
propiedades físicas, no son esenciales, si su tenor de proteínas que debe ser
mínimo de 80%.
En cambio el tenor de proteínas en panadería no es fundamental. Puede ser del orden del
75% sobre sustancias secas. En cambio la calidad de las mismas es fundamental.
El tenor de humedad no debe sobrepasar el 10%.
Su porcentaje de lípidos no debe sobrepasar el 2%.
Las cenizas en generral son inferiores al 1%.
Tanto las cenizas como los lípidos dependen de la harina empleada y de la cosecha.
Las exigencias microbiológicas son raramente especificadas puesto que no plantea
problemas a nivel microbiológico.
Para la panadería el ensayo de panificación es indispensable para valorar su calidad.
Los métodos de análisis químicos son en general caros y complicados, los instrumentos
que se deben utilizar en gran escala son caros.
Hasta la fecha no se ha logrado definir la calidad del gluten con precisión con aparatos
sencillos, siendo hasta la fecha el test de panificación el mejor. Este debe ser ajustado
entre los diferentes laboratorios para trabajar en condiciones equivalentes.
Los ensayos de cocción en molde y el de mezcla rápida son empleados en Alemania.
Conclusiones
1. Métodos existentes
2. Problemas técnicos
3. Acción de las enzimas en panificación según su origen
4. Resultados obtenidos en fermentación controlada
5. Consejos para la elección de harinas como así también los correctores
6. Consejos para la elección de mejoradores
7. Consejos para la elaboración
Métodos de Panificación
1. Fermentación Controlada
2. Precocidos Frescos
3. Precocidos Congelados
4. Masa Cruda Ultra-congelada
1. Fermentación Controlada
Principios y Métodos
Amasado-División-Pesado-Armado
Bloqueo de la fermentación durante 12 a 48* horas a una temperatura que oscila entre los
-2ºC y +2ºC en un medio con una humedad superior al 80%
Reanudación de la fermentación-Cocción
Principios y Métodos
Amasado-Punteado-División-Pesado-Armado
Fermentación clásica
Horneado hasta obtener una masa rígida con una corteza sin colorear -manteniendo un
tenor de humedad del orden del 40% para evitar el endurecimiento y envejecimiento
prematuro.
Almacenamiento tal cual durante 2 a 3 días con un horneado finalmente sin aporte de
vapor.
Ultracongelación inmediata y almacenamiento a -15ºC durante 1 a 2 semanas antes de la
cocción final
Principios y Métodos
Amasado*-División-Descanso-Armado
Ultra-congelación inmediata a -40ºC
Almacenamiento a 15ºC durante una semana hasta dos meses
Descongelamiento rápido hasta 0ºC / 1ºC.
Reanudación de la fermentación en atmósfera de humedad controlada desde 0 a 20ºC - de
ahí en más.
Fermentación clásica.
*Amasado en amasadora espiral 8 minutos
Temperatura final de la masa 20ºC.
Retención homogénea del agua en la masa debido a una hidrólisis selectiva de los
diferentes componentes de la harina, evitando la formación de cristales de hielo
durante la congelación.
Suavizado selectivo de las proteínas para evitar los fenómenos de retracción en el
armado.
Aumento de la tolerancia de la fermentación después de la congelación.
Limitación del ataque del almidón gelatinizado, que produciría una mala retención
de agua durante el horneado.
Mejoradores de Panificación
Pan Francés
W 175
P/L 0.6
800 UB
1 2 3 4 5
Complejo E1 15 g 20 g 10 g 15 g
Complejo E2 10 g 10 g
CONCLUSIONES
Importancia de la Higonometría
Presión de vapor parcial de la atmósfera menor
que la de la masa = resecamiento - corteza
En primer lugar debo explicar que el principio de la fermentación controlada esta basado
en el ralentamiento de la de la fermentación,
por acción del frío sobre la levadura.
El frío es un catalizador, que nos permite regular la velocidad de las complejas reacciones
químicas de la levadura en panificación.
Antes de cargar la cámara, se debe crear una reserva de frío en la misma haciendo
descender el conjunto en vacío entre 0ºC y –2ºC. Esto debemos hacerlo para minimizar
las perdidas de temperatura que se producen con la apertura de las puertas de la cámara
en el momento de la carga y con la introducción de los carros llenos
de masa que están a una temperatura de 24ºC.
La temperatura llega a 6 a 8ºC al finalizar la carga de la cámara. Este dato depende
también de la posición en que se encuentra
la zonda de temperatura para que refleje correctamente la temperatura de la masa.
Este detalle no es claro en todas las cámaras. Haciendo necesario bajar a temperaturas
negativas que pueden ser perjudiciales.
La ventilación de la cámara también debe ser correctamente estudiada para obtener igual
temperatura en todos los puntos de la cámara.
Es muy común encontrar en las cámaras de fermentación hasta 10ºC de diferencia entre
el piso y el techo de la cámara.
La humedad en la cámara es también muy importante cuando uno trabaja con frío.
Hay que dimensionar correctamente los evaporadores.
La superficie de intercambio de los evaporadores y la velocidad del aire dentro de la
cámara debe ser perfecta.
Esto nos garantiza la calidad de la masa expuesta y el arranque de la fermentación en
forma regular.
Para los panes europeos, es decir aquellos con una hidratación muy alta, no es necesario
instalar sistemas de humidificación
complementarios.
El ideal sería un carro por cámara de fermentación controlado. Este es imposible por una
cuestión de costos.
Nosotros hemos adoptado soluciones de compromiso teniendo la siguiente consigna:
la dimensión de la cámara debe ser 3 veces la capacidad de horneado que tiene la
planta.
para un horno rotativo debemos prever como máximo capacidad para tres carros.
lo ideal son las cámaras que pueden tener puerta de entrada y de salida tipo túnel.
De esta manera lo
primero que entra es lo primero que sale para hornear.
en las cámaras de una sola puerta se debe tener en cuenta este detalle. Lo
primero que entra es lo primero
que debe salir.
Con una temperatura regulada, a partir de una misma receta se puede obtener el mismo
desarrollo y por ende la misma calidad
todos los días.
Es sabido que la temperatura de la fermentación debe ser relativamente constante y si no
se dispone de una buena cámara, no se
puede controlar ni la temperatura, ni la velocidad de fermentación.
Con el sistema de Fermentación controlada Ud. Para la fermentación cuando Ud lo desea
y recomienza cuando necesita el producto.
Una vez que cargo su cámara de fermentación con la producción de panes de la jornada
para el día siguiente. Se duerme los pastones
a una temperatura constante de y regula para cuando quiere que esten listos los pastones
para entrar en el horno al día siguiente.
Ud comienza la jornada de trabajo mucho más tarde evitando el engorroso trabajo
nocturno.
La producción se prepara en las horas de menor trabajo por la tarde y la utiliza al día
siguiente.
Les recuerdo que los sabores y los aromas del pan son esnciales y estan ligados
intimamente al proceso de
fermentación.
Como es posible regularlas en las cámaras de fermentación controlada esto nos permite
desarrollar al máximo el sabor y
aroma natural del pan.
Pierre Blanc
Director de Panem International
Azúcar invertido
Almidón
Encimas
Oxirreductasas en Panificación
Azúcar invertido
Si uno toma sacarosa cuyo poder edulcorante es 100 -valor de referencia que se ha tomado en forma
convencional- observamos que el azúcar invertido tiene un poder edulcorante de 130.
Se elabora a calentando una solución de azúcar común, en presencia de ácido y enzimas específicas.
Cada molécula de los hidratos de carbono reaccionan con el agua. Se obtienen moléculas de: D-glucosa
y D-fructosa conocidas comunmente como dextrosa y levulosa, respectivamente. La combinación por
partes iguales de levulosa y dextrosa se llama Azucar Invertido.
Fructosa 173
Azúcar invertida 130
Sacarosa 100
Glucosa 73
Lactosa (la de menor poder endulcorante) 16
De acuerdo a cómo participe el azúcar invertido en una receta puede dar la sensación que endulza más
o menos que el azúcar común.
Lo que es seguro que tiene un alto poder de retención de agua y que da color mucho más rápidamente
que el azúcar común. Esto se debe tener en cuenta en el proceso de cocción del producto.
Todos los azícares que mencionamos tienen buena resistencia a las contaminaciones microbiológicas. Es
mayor en el azúcar invertido por su presión osmótica superior, (quien se lo hubiera imaginado).
Podemos concluir que conociendo sus caracteristicas y comportamiento es útil en determinadas recetas.
Es fundamental que los maestros artesanos conozcan a fondo las materias primas
para lograr productos de calidad a precios competitivos,
Para no usar polvos desconocidos que en general encarecen el producto final y muchas
veces deterioran la calidad.
Los productos elaborados artesanalmente y respetando las reglas del arte, tienen demanda
creciente.
Cada día se nota más la demanda de productos denominados "VERDES",
o sea de origen natural: sin aditivos , sin pesticidas, sin antimohos,...etc...
Almidón
Fue un químico Alemán quien descubrió esta sustancia fundamental en la harina. Más 70 % de la misam
esta compuesto por esta sustancia.
Cuando se comienza el amasado el almidóan queda ocluido en la red que forma el gluten y este
conjunto esncial : agua-almidón -gluten son los componentes principales que forman la masa de pan.
Enzimas
Otra reacción se pueden deber a la formación de puente fenólicos entre las proteinas y la araboxilanasa
por intermedio de la sulfidril oxidaasa y la peroxidasa.
Observamos una coexistencia de las reacciones de polimerización y depolomerización.
La primera favorecida por la intensificación del amasado que aumenta el aporte de oxígeno o por la
incorporación de leguminosas ricas en lipoxigenasas, pero también por el empleo de ácido ascórbico, de
gluco-oxidasa y otras oxireductasas.
El conjunto hace bascular los tioles que estan reologicamente activos hacias sus formas oxidadas esto
impide que esten disponibles para participar en las reacciones de despolimerización.
Claude La Chapelle
Dietóloga
Agua 37.1
Hidratos de
44
carbono
Proteinas 12.5
Grasas 1.5
Fibras
6.2
Alimentarias
Calorias 225
Sodio 625 mg
Potasio 240 mg
Fósforo 196 mg
Vitamina B1 0.23 mg
Niacina 1.97 mg
Valor Nutritivo del Pan Semi Integral
cada 100 grs
Agua 35
Hidratos de
51
carbono
Proteina 12
Grasas 1,2
Fibras
2,7
Alimentarias
Calorias 260
Sodio 710 mg
Potasio 175 mg
Fósforo 151 mg
Vitamina B1 0,21 mg
Niacina 1,35 mg
Valor Nutritivo del Pan Blanco
cada 100 grs
Agua 33
Hidratos de
54.5
carbono
Proteina 8.7
Grasas 1
Fibras
1.3
Alimentarias
Calorias 323
Sodio 125mg
Potasio 125 mg
Fósforo 108 mg
Vitamina B1 0.23 mg
Niacina 1.97 mg
La información nutricional que se adjunta marca a grandes rasgos las
diferencias entre los distintos panes según el tipo de harina con que fueron
elaborados. Estos datos son de creciente interés para el consumidor, por eso
recomendamos su reproducción en pequeñas hojas informativas para distribuir
entre los clientes de las panaderías.
Una vez más el trigo vuelve a ser protagonista decisivo en la alimentación sana.
En este caso, haremos referencia a las distintas harinas que podemos obtener variando
la molienda y
las repercusiones que tiene en nuestro organismo la ingestión de fibras.
La semilla de trigo se caracteriza por la alta complejidad de su estructura.
Por un lado una serie de capas muy sutiles que contienen vitaminas, sales minerales y
fibras;
y por otro lado el nucleo del grano que contiene fundamentalmente almidón y
proteinas.
El valor nutritivo del pan que comemos diariamente está vinculado con el tipo de
harinas que
utilizamos para su elaboración; depende de lo que los molineros denominan la tasa de
extracción.
Las harinas integrales son el producto de la molienda completa de la semilla de trigo, es
decir
que contienen todos los elementos del grano incluido el salvado y el preciado germen.
A las harinas 000 durante la molienda se les extrae una parte de las capas externas y
por eso
son un poco menos ricas en fibras.
Mientras que las harinas 0000 contienen principalmente la parte central o interior del
grano
ya que se le extraen las molturas o capas externas, y por ende tienen aún menos
cantidad de fibras.
Pero más allá de las diferencias entre las distintas moliendas y la diversidad de harinas
utilizadas para la elaboración, no debemos olvidar que tanto los panes blancos como
los
integrales constituyen uno de los alimentos más saludables para nuestro organismo.
Hidratos de Carbono
Espesantes y gelificantes
Azucares CPE*
Harina de malta diatásica CPE*
Harina de malta no diatásica CPE*
Extracto de malta diatásico CPE*
Extracto de malta no diatásico CPE*
Harinas de legumbres CPE*
Grasas animales y vegetales CPE*
Auxiliares sin valor nutritivo
Sal 80 g REALIZACION
Divisiòn-descanso-armado 35 minutos
Fermentación final 90 minutos
Un poco de Historia
Los consumidores desean ser tentados por historias que se corresponden con
las verdaderas tradiciones.
corte que se parece a un rondín grande de 300 g. También son muy apreciados los panes
a los que se les hace un corte en zigzag - como en la foto - y luego se lo espolvorea con
muy poca harina para no arruinar la corteza. Son apreciados los panes redondos de 500 g
con un corte en forma de grilla.
Ultracongelado - Prefermentado
Hasta este punto, observamos que se trata de una técnica simple; pero como siempre
sucede con los procesos de panificación, es en la realización donde se presentan las
dificultades. Los técnicos de laboratorio tuvieron que
diseñar un mejorador especial que denominaron PPFS - Lesaffre, teniendo en cuenta que
la única posibilidad de desarrollo de la masa era durante la cocción.
Hace muchos años que estudiamos técnicas que permitan elaborar pan en forma:
Sencilla
Eficiente
Alto rendimiento
Bajo Costo
El Agua
Aguas duras
Aguas Blandas
Formas de purificar el Agua
Dosificadores de Agua
Acondicionadores de agua.
Todos estos procesos los podemos hacer en forma artesanal o con equipos sofisticados,
pero siempre obtendremos los mismos resultados. El agua se debe medir y observar
su comportamiento durante el amasado.
Este elemento tan familiar en nuestra vida cotidiana es decisivo para lograr una
consistencia adecuad de la masa y el correcto desarrollo del pan en el horno. Una masa
dura, poco hidratada da como resultado un pan poco desarrollado y de miga cerrada. Por
el contrario, una masa bien hidratada permite obtener panes de volumen y desarrollo de
alveolos. La cantidad de agua necesaria para lograr un buen desarrollo de la masa varía
entre 64% y 70% sobre el peso de la harina. La cantidad puede variar en los días secos,
disminuir en los días muy húmedos.
Han llegado a nuestra redacción numerosas consultas y dudas acerca del uso de
aditivos en panificación. Aquí les ofrecemos un resumen conciso de su correcta
utilización.
TRIGO Y CENTENO
Aditivos
Normalizar MOLINOS HARINEROS Correcciones Simples Auxiliares
Ingredientes
HARINAS
Aditivos
Adaptar y Mejorar PANADERIA Mejoradores Complejos Auxiliares
Ingredientes
CORRECCIONES EN EL MOLINO
EMULSIFICANTES ESTABILIZANTES
Lecitina de Soja
Goma de Guar
Data Ester
Goma de Carauba
SSL - CSL
Goma de Xantanos
Monoglicéridos
OXIREDUCTORES ENZIMAS
Proteasas
Cisteína
Glucoxidasas
Levadura desactivada
Amilasa bacteriales
OBJETIVO PRINCIPAL: Estabilizar las características principales de las harinas
panificables. Permite enviar a la panadería un producto perfectamente adaptado a los
requisitos de cada utilizador.
Evolución de la mecanización
Variaciones climáticas
Método de Amasado
Información
Una posible solución para los panaderos del Mercosur: Dafazyme OXCAT
Gluco Oxidasa
Hugues Deplace
FACTURAS ULTRACONGELADAS
Investigaciones
Trigopan-CEMP
Siempre se consideró que la congelación era un método solo para las altas
producciones.
Para contrarrestar esta idea hemos viajado a Francia para ponernos al día con los
métodos adecuados a establecimientos pequeños.
Medialunas
Materias Primas
Harina 000 10 kg
Agua 4,3 l
Azúcar 1,2 kg
Materia grasa (margarina o manteca) 3.5kg
Levadura fresca 0,6kg
Sal 0,22kg
Aditivo para Medialunas congeladas* 10 gr.
Normalmente los fabricantes de estas materias primas dan las proporciones que se
deben usar para 100 kg de harina.
7.-Cortamos en
triángulos.
8.-Efectuamos una hendidura en la base del
triángulo para facilitar el armado.
En este punto la elaboración puede continuarse
como en un proceso normal. Dejar fermentar o
enviar al congelador.
INGREDIENTES
Harina 000 1 kg
Sal 30 g
Azúcar 240 g
Levadura 70 g
Huevos 650 g
Manteca 700 g
Leche optativo
ELABORACION
Salmón ahumado en
200 gr
trozos
Manteca 300 gr
2 cucharas
Aceite de oliva
soperas
Elaboración:
Hervir durante 30 minutos el salmón.
Dejar enfriar y deshacer con una cuchara
o a mano sin llegar a pasta.
Agregar la manteca ablandada y el salmón
ahumado cortado en daditos.
Incorporar el aceite de oliva la sal y la
pimienta.
Mezclar bien y guardar en un molde
vidriado en la heladera bien tapado. Una
vez que los brioches están fríos se los
rellena con esta pasta de salmón.
Esta idea es básica para una cantidad
impresionante de recetas con todas las
variantes que a Ud. se le ocurran.
Agua 550 g
Aceite de Girasol 60 g
Sal 20 g
Levadura 10 g
Pimienta blanca 3g
Nuez moscada 1g
Ingredientes
Tomates perita 8 u
Aceite de oliva o,6 l
Ajo 16 dientes
Tomillo fresco 1 ramita
Procedimiento
1. Cortar los tomates por la la mitad,
salarlos y dejarlos reposar 1/2 hora.
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Modificados]
PREPARACION
PROCESO
Para Hornear
Sin empaste:
Margarina
PREMIUM TAPAS
se puede utilizar
sin necesidad de realizar empaste para hojaldrar,
empleando un 20% menos que otras margarinas, por lo
tanto esta receta se completa con 250 grs. de
PREMIUM TAPAS.-
Con empaste:
Amasijo:
Hojaldrado:
Para Freir:
Alta Fibra
Es importante destacar que no siempre lo integral es sinónimo de bajas calorías. En la
mayoría de las panaderías de nuestra región los panes integrales se elaboran con harina
blanca, salvado, azúcar y materia grasa tergirversando no sólo los conceptos básicos de
un pan de bajas calorías, sino también la idea de pan integral.
Para elaborar un pan de bajo valor calórico se debe evitar la utilización de materia grasa y
azúcar. Para que realmente sea integral debe incluir, necesariamente, harinas integrales y
no salvado, harina blanca con colorante caramelo.
TrigopanLaboratorio de Investigaciones
Ingredientes
Masa Madre - 2 Kg
Agua - 7 L
Sal - 220 g
Levadura - 220 g
Para obtener la masa madre dejar 2 kg de masa del día anterior en heladera (5¼ C).
Elaboración
pplor
INGREDIENTES ELABORACION
La Chipa
Este pan de sutil sabor se elabora con una mezcla de materias primas simples y muy sabrosas:
Fécula de Mandioca
Huevo
Margarina Mantequera
Leche
Quesos
No hay que escatimar en la calidad de los mismos. Los clientes lo notan y son fieles a los buenos
productos.
INGREDIENTES
FECULA DE MANDIOCA 1 Kg
LECHE 450 g
HUEVOS 280 g
QUESO REGGIANO 50 g
PROCESO
Mezclar la margarina con la fécula de mandioca hasta logra una masa grumosa.
Incorporar el queso emental y los huevos, y seguir mezclando.
Finalmente se agrega el queso reggiano y la leche.
Amasar hasta lograr una masa lisa.
Descanso 30 minutos.
Dividir y bollar piezas de 25 a 30 gramos, aplastar suavemente con la palma de la mano.
Dejar descansar en la heladera 5 minutos.
Realizar un corte en cruz.
Hornear a 260º C durante 10 minutos. Luego, bajar a 210º C hasta que el queso
comience a dorar las piezas, aproximadamente 5 minutos dependiendo del horno.
Pan de Gluten
Ingredientes
Elaboración
• Amasado 10 minutos
• Primera fermentación 15 minutos
• Pesado, armado (en moldes)
• Segunda fermentacion 90 minutos
• Cocción 230 C durante 30 minutos
• Secado, desmoldando 10 minutos en horno
apagado
Pan con Gluten
Ingredientes
Elaboración
• Amasado 10 minutos
• Primera fermentación 15 minutos
• Pesado, armado (en moldes)
• Segunda fermentación 90 minutos
• Cocción 230 C durante 30 minutos
• Secado, desmoldando 10 minutos en horno
apagado
Petrin Spirale:
3 minutes 1ere. Vitesse
8 minutes 2me. vitesse
Laminage de la pate:
8 passages
Moule de 33 x 33 x 56cms.
Couper en patons de 10 kgs. environ;cela depend de la taille du moule.
Enrouler la pate.
Mettre les patons dans les moules en exerçant une legere pression;
Il faut eviter la formation de bulles d air dans la pate.
Fermentation en chambre a 29ºC a 30ºC - humidite 75 %
Duree de la fermentation: 3 a 4 heures
Jusqu a ce que la pate arrive a toucher le couvercle.
Enfourner a 230 ºC - 240ºC , a peu pres 2 heures,selon le four.
Le demoulage: inmediatement apres la sortie du four pour eviter le retrecissement du
pain.
Couper seulement apres 24 heures, pour stabiliser la mie a l"interieur.
Avant le coupage en tranches il faut retire la croute tres fin
*Ameliorant Pain de mie a base de Datem Enzymes activites secondaires, lecityne et acide
ascorbique.
Avantages:
Une fois que vous avez mis au point la fabrication,c´est un pain tres facile a faire.
Vous avez une reserve de tranches de Pain de Mie pour tout genre de canapes et
de sandwichs.
La finesse de chaque tranche permet de rehausser la saveur des ingredients ,
soutenue par une mie tres savoureuse.
On peut l´elaborer de façon artisanale; il vous faut seulement des moules.
On peut l´ elaborer aussi de façon industrielle,presente dans des sachets en
plastique - atmosphere compensee- et les fournir aux artisans boulangers qui les
gardent dans leur frigo pendant une semaine sans qu´il perde ses
caracteristiques.
Ces types des sandwichs sont aussi tres recherches pour les griller comme vos "Croque
monsieur ."
Mantecados de Teruel
Nuestro
agradecimiento
a:Señoras Jerónima y
Anita Teruel
Maestras pasteleras
artesanales
Amasado a mano
- La cocción se realiza
durante 20 minutos
con horno moderado.
Al salir del horno,
espolvorear los
mantecados con
azúcar.
Ingredientes
Harina 000 1 kg
Manteca 400 g
Azúcar 200 g
Almendras repeladas 50 g
Canela 20 g
ESPONJA
Ingredientes
MASA
ESPONJA
MASA
Mezclando bien
Amasamos plegando la masa
sobre sí misma.
Aireando la masa
Aireando la masa
Cortando la masa
Bollando las porciones de masa
cortadas
Y al fin lo logramos!!!!
Si bien ésta es una revista para profesionales, ante la emergencia que se está viviendo en
esta región, hemos desarrollado una receta muy simple para elaborar pan amasado a
mano. Esta podrá ser utilizada por los técnicos que deseen transmitir sus conocimientos
para grupos de personas que necesiten elaborar su propio pan.
Harina 000 1 kg
Sal 20 grs
Levadura 20 grs
Agua 650 gr
Procedimiento:
2.- Dejar reposar la mezcla unos 20 minutos cubriendo con un plástico para que
no forme costra en la superficie de la masa.
5.- Dejar fermentar el bollo durante una hora, en los días de calor. Una hora y
media cuando el día es muy frío.
6.- Cortar con cortes netos sin desgarrar la masa para hacer panes del tamaño
que deseen y armar las piezas.
7.- Una vez armados los panes dejar fermentar una hora en verano. Una hora y
media en invierno.
8.- Justo antes de hornear, realizar cortes que no sean demasiado profundos
sobre la superficie de las piezas y rociar con un rociador de plantas o de ropa.
9.- Inmediatamente después, sobre una chapa o bandeja metálica introducir los
panes en el horno caliente al máximo.