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Grassi - Adolescencia, Reorganizacion y Nuevos Modelos de Subjetividad
Grassi - Adolescencia, Reorganizacion y Nuevos Modelos de Subjetividad
Un repaso de los últimos años de la historia de los conceptos niñez/adolescencia permite apreciar
correspondencias y tensiones en los discursos que construyen su representación en el imaginario social.
Saberes y prácticas se entrecruzan e imprimen matices diferentes a los términos. Los términos menor y
niñez/adolescencia guardan una relación directa con dos paradigmas epocales diferentes.
Sujeto y psicoanálisis
Desde una tópica pre-freudiana, a partir de cogito cartesiano, el yo piensa y no duda de su propia
existencia por la conciencia del pensar. Yo (sujeto/conciente/cognocente) toma existencia, y en ese nivel
se ubica el sujeto.
Con Freud -el pensamiento inconsciente y las tópicas- habrá un giro en las relaciones entre el pensar, la
consciencia y el yo. Con la llegada del PSA, el sujeto queda del lado del pensamiento inconsciente. Al
introducir sujeto del inconsciente, el Psa se abre a la cuestión de las relaciones que el término guarda con el
deseo. El sujeto es sujeto de deseo inconsciente. El ICC es más bien algo vivo, susceptible de desarrollo, y
mantiene con el PRCC toda una serie de relaciones. Esta idea de movilidad acompaña al concepto de sujeto.
Sujeto psíquico es actividad de intercambios entre los sistemas de la organización del aparato psíquico, pero
también, intercambio con el medio, con la cultura.
Sujeto e historización
Destacamos los aportes de Lacan, ya que traza diferencias entre sujeto y yo. El yo
forma parte del orden imaginario, el sujeto es parte del orden simbólico.
Winnicott destaca, con relación a la inmadurez adolescente, que “lo único que la cura es el paso
del tiempo”. El paso del tiempo no como quien dice “ya va a crecer y madurar” sino del paso del
tiempo por el aparato psíquico, la marca que el paso del tiempo deja en el psiquismo, su
inscripción. La inscripción psíquica de la temporalidad como “cura”. Nos referimos a la
inscripción de lo pasado, lo vivido como perdido, el paso del tiempo como limite. La inscripción
del presente como fugacidad, como algo q tiene fin, q no dura siempre y, a la vez, la necesidad
de construir un porvenir, entonces es cuando la adolescencia se liga a la juventud. Inscripción
subjetiva del tiempo, subjetivación de la temporalidad. En ese periodo resuenan frases
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características q aluden a no tolerar mas la perdida de tiempo. El yo requiere de inscribir y dar
continuidad a su existencia a través del paso del tiempo. Ahí la subjetividad trabaja, inscribiendo
tiempo e hilando entre pasado, genealogía y proyecto identificatorio. Subjetividad es
historización en varios sentidos:
1) En la medida que produce la categoría tiempo
2) Produce con la historia, la genealogía y el devenir como proyectos
3) Produce en y con el contexto histórico y la cultura contemporánea.Producción subjetiva es
movimiento articulado con las marcas de la época.
¿Cuáles son las reacciones entre sujeto y cuerpo? Para abordar esta problemática vayamos en principio a El
yo y el ello. “El yo es sobre todo un esencia-cuerpo, no es solo una esencia superfici, sino él mismo la
proyección de una superficie” (se refiere a la superficie corporal) “o sea el yo deriva en última instancia de
sensaciones corporales”. Cabe considerarlo como la proyección psíquica de la superficie del cuerpo, además
de representar como se ha dicho, él mismo la superficie del aparato.
Teniendo en cuenta que el desarrollo corporal es una transformación constante, le impone al psiquismo un
trabajo. Hablar de cuerpo erógeno en psicoanálisis implica hablar de cuerpo erógeno, del yo y de su imagen.
¿Qué trabajo le compete al sujeto en estas relaciones entre el suerpo (erógeno), sus transformaciones, su
imagen y el yo?
El cuerpo respeta una cronología y depende del medio para que esto se posibilite y estimule. La maduración
neurológica y endocrinológica, de la motricidad, etc. requiere para su funcionamiento normal, años de
maduración. Además requieren de intercambios (con el medio ambiente) e intervenciones de las funciones
parentales. Así cuerpo (erógeno), el psiquismo y las funciones paralelas se van constituyendo, articulando,
entrelazados.
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Cuando todo transcurre por los carriles de la salud (es decir, si no hay patología grave o fracasos importantes
en su organización), todo el aparato esta en intercambio en sus procesos de constitución, organización y
reorganización, desde los inicios de la vida pasando por la pubertad-adolescencia y más allá de la misma.
1) Proceso originario, (Aulagnier) que pone en marcha la actividad psíquica en relación con
las primeras inscripciones corporales, pictogramas. (Primeros meses de vida).
2) Luego, el procesoprimario con la constitución de lo ICC. Poco tiempo después se pone en
funcionamiento el proceso secundario y la constitución del yo. (durante el 1er año)
3) El estadiodelespejo y la constitución del yo como funciones que comienzan a instalarse
entre el 8vo mes y el 1er año de vida, y por lo cual se vuelve a pasar con las
transformaciones de la pubertad (en torno a los 13-15 años) con las transformaciones del
cuerpo puberal.
4) El superyócon sus imperativos categóricos que son herencia del complejo de Edipo (desde
los 3-4 años) hasta su sepultamiento (entre los 7-9 años). Su revisita con el nuevo cuerpo
puberal, la exploración del cuerpo propio y el ajeno en general y primero por un período
homosexual entre los 10-11 hasta los 14-15 años, y a partir de los 15-17 en adelante,
ampliando diferencias genitales.
5) Las transformaciones del yo ideal en ideal del yo propias del adolescente muchos mas
difusas en cuanto a su ubicación en la cronología del desarrollo.
Dichas fases del desarrollo no evolucionan unidireccionalmente, se producen con progresiones y regresiones.
No tienen fechas fijas y, además de las variaciones individuales, familiares y epocales, están las de género,
sociales, culturales. Por lo tanto, no son momentos “naturales” fijos provocados por el desarrollo.
El nexo entre la cronología del desarrollo y la función que esta cumple en el psiquismo está dado por el
trabajo de la subjetividad. Sujeto es un sistema que no se corresponde directamente con la edad, no es ni
pequeño ni grande.
Si bien pendiente del cuerpo, de lo parental, del medio ambiente, no quiere esto decir determinado por alguna
de estas instancias. Falta aun el producto de un trabajo combinatorio, personal; trabajo q es potencial
despliegue de una capacidad q lleva al sujeto, sobre todo en la niñez/adolescencia “de una dependencia
absoluta a una dependencia relativa”, y como agregado nuestro, hacia una relativa independencia.
Subjetividad y adolescencia:
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La adolescencia implica una crisis de identidad. Lo propio del sujeto en la adolescencia es crear sentidos que
enriquezcan al yo, en un juego de identificaciones-desidentificaciones. La adolescencia transcurre en lúdica
adquisición de nuevas identificaciones y cancelaciones de otras caducadas, obsoletas. Cuando este juego es
obstaculizado, vemos el alto precio pagado por el niño/adolescente por su alienación con el otro, con la fijeza
de identificaciones reactivas y/o defensivas. La pregunta ¿quién soy?, signo de q existen procesos
adolescentes en marcha, se refiere a las identificaciones q habitan al yo y q comienzan a estar cuestionadas
por el sujeto.
Producción de subjetividad es la acción de sentido, se significar y poner una marca de origen (firmar) un
proceso de metabolización. Dar un sentido personal. La subjetividad es materia psíquica viviente que se
produce en el intercambio entre otros sistemas (intrapsíquico), por el intercambio con los otros
(intersubjetivo), por el intercambio con el medio (transubjetivo). Mientras hay vida, hay vida psíquica y
consecuentemente posibilidad de producción subjetiva.
Si uno de los trabajos del adolescentes consiste en hacer caer identificaciones inconscientes, parentales
infantiles, donde ellos eran garantes, donde ellos estaban, donde el Otro investía los objetos privilegiados de
su deseo, yo debo advenir. Ellos, ¿Quiénes? Ahí la adolescencia transita por su auto-afirmación. Sujeto es
autoafirmación, autoorganización, autonomía, pero en red. La producción de subjetividad esta en-red(ada)
con el cuerpo, con la historia, con el medio, con la cultura, con la genealogía. No determinada ni fijada de
antemano por la cronología del desarrollo, como no fijada (aunque no sin) el deseo del Otro. Donde ello(s)
eran, donde ello estaba, con mediación del Otro, de los Otro(s), debo devenir yo sujeto.
El crecimiento implícito en el significante adolescente es un puro devenir, con sus sentidos de cambio,
transformación, acontecer y transcurrir. Crecer es un proceso de subjetivación, que conlleva una fantasía
inconsciente agresiva.
El significante adolescencia, desde un tiempo inmemorial, connota para el mundo adulto, además de su
significación vital, el amenazante sentido de anunciar el advenimiento inexorable del recambio
generacional. Los adolescentes al crecer, agitan los espectros de tres figuras de la alteridad en su version
más radical: el extranjero, la muerte y la sexualidad.
Cierto pensamiento intenta sectorizar el universo y a los sujetos en sistemas cerrados para amoldarlos a
sus leyes. Dado q no puede admitir el desorden como condición para los procesos saludables, intentara
mutilarlo o segregarlo como anómalo, atípico o perturbador. Es mas tranquilizador calificar el desorden q la
adolescencia promueve, como dolencia, sufrimiento o carencia, q pensarlo como una condición necesaria,
facilitadora de los procesos de subjetivación de una generación aun vulnerable, intentando arribar y
hacerse un lugar en el mundo adulto.
La adolescencia es la novedad radical q arriba al contexto familiar y social en una oleada generacional.
Grassi sostiene que los procesos puberal y adolescente se ponen en juego en lo que denomina el
“entretiempo de la sexuación”. Afirma que la adolescencia es urgencia de transformar y crear, es puesta en
desorden del cuerpo, de la identidad infantil, del orden familiar y la posición generacional.
Con esta finalidad, trabajan para des-ordenar las convenciones del lenguaje adulto y des-alienarse de los
significantes parentales del tiempo de la infancia, q no dan respta ni les permiten expresar sus intimas,
ineditas e inexplicables vivencias. El adolescente debe recurrir a su creatividad no exenta de hostilidad
para transgredir los códigos preestablecidos y explorar nuevas palabras y nuevos sentidos.
Tampoco encuentra muy a menudo en el adulto la escucha q le otorgue legitimidad y sentido a esos
estados para poder figurarlos y ligarlos. Desordenan el lenguaje escandalizando a los adultos, al exhibir
crudamente la arbitrariedad de la relación significante/significado.
Una operación característica “en” la adolescencia es la manipulación de las sílabas y fonemas, creando
apócopes y acortamiento a veces originales, que configuran lo que se denomina metaplasmos:
alteraciones de la escritura o pronunciación de palabras sin modificación del significado: “na, bolu”
Juegan con las palabras y las frases, las desordenan y las vuelven a ordenar, generando nuevos sentidos
de características insondables para los adultos. Se trata de un momento del trabajo creativo de puesta en
desorden y apropiación de un lenguaje al q han permanecido sujetados y alienados. Es un modo de
intentar transcribir en lo simbólico la intima experiencia con lo real de un cuerpo, cuya imagen es alterada
por las vertiginosas transformaciones. El desafío a las reglas gramaticales y la alteración de los códigos del
lenguaje adulto les confiere a ciertas expresiones un carácter poético, a veces dramático.
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Apropiarse del lenguaje les permitirá intentar materializar sus deseos y decir algo en nombre propio,
alejando la impronta de su paso en el lenguaje adulto.
GUIA DE LECTURA: “TRES ENSAYOS SOBRE UNA TEORÍA SEXUAL” DE FREUD - GRASSI
Sobre teorías de pulsiones. Primeras ideas sobre pulsiones y conflicto pulsional -En las producciones
psíquicas se condensa la conflictiva entre la libido y el yo. -Con las neurosis, Freud definió al conflicto
psíquico entre dos polos (sexualidad vs yo). -Abordó la pulsión sexual y la sexualidad infantil, a partir de la
cual se desdibujo la frontera entre lo normal y lo patológico. -Las perversiones sexuales, consideradas
como aberración-desvío, inauguraron la erótica humana.
Libido: energía de la pulsión sexual, aspecto cuantitativo, cuya manifestación dinámica muestra a las
magnitudes en juego en conflicto con la otra energía, la de las pulsiones yoicas y de auto conservación: el
interés. El conflicto energético en la primera teoría pulsional quedaba así definido entre: libido sexual e
interés.
Pulsión: concepto límite entre el soma y la psique. Posee un fin (descarga) una fuente (cuerpo erógeno) y
objeto en los cuales descargar la tensión psíquica. Luego define pulsión como un empuje que representa
una presión que fuerza el trabajo psíquico del sujeto.
Lo auto conservativo se opone a la pulsión sexual y posee características diferenciadas: las pulsiones
sexuales tienen la capacidad de cambiar de vías sus metas, admiten subrogaciones dejándose sustituir
una satisfacción pulsional por otra y por su posible diferimiento. Las pulsiones de auto conservación son
imperativas no admiten diferimiento y son inflexibles. Tienen una relación enteramente distinta tanto con la
represión como con la angustia. En las pulsiones de auto conservación hay una meta prefijada más ligada
al concepto de instinto que al de pulsión y un objeto bien preciso.
Las pulsiones sexuales se apoyan en las necesidades humanas. Apuntalamiento de la libido sexual en las
necesidades del cuerpo no sexual. La erótica se apuntala en la necesidad. En el esquema freudiano el
amor se apuntala en el hambre se crea la zona erógena oral, las pulsiones sexuales se autonomizan. Hoy
sabemos que la pulsión y la necesidad se hallan en interacción dinámica y dialéctica se complementan y
suplementan. La fuente de la pulsión apuntala la búsqueda del objeto de la libido, el trascendental hallazgo
y encuentro con el objeto de la pulsión marca y transforma al interactuar a la misma fuente erógena. El
acaecer pulsional del sujeto es fragmentario y la sexualidad pre genital infantil polimorfa.
El narcisismo complica la teoría El cuerpo en su conjunto es una gran Zona Erógena. Sobre las bases del
cuerpo erógeno se constituirá el Yo. Pero hace falta un “nuevo acto psíquico” para que el yo sea unitario y
se constituya como instancia psíquica teniendo como sostén al cuerpo erógeno. Pasaje del autoerotismo al
narcisismo.
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La libido no solo inviste Objetos externos sino que se deposita en el Yo mismo. Habria cierto equilibrio
entre la libido del yo y la libido de objeto. Ahora aparece el yo como Objeto sexual. Entonces: La nueva
dualidad pulsional es libido yoica (sexual) y libido de objeto (sexual)
En los trastornos del narcisismo parecen fundirse las pulsiones sexuales y las yoicas en una sola. Los
polos del conflicto ya no son la sexualidad y el yo.
En los estudios de duelo y melancolía Freud distingue la melancolía porque habría una identificación con el
objeto de amor perdido en el interior del Yo.
En más allá del principio de placer el trauma y el sado-masoquismo quedaban abarcados insuficientemente
en las categorías pulsionales. Aborda la compulsión de repetición como un funcionamiento psíquico que
pulsa y se aparta del propio placer.
En la segunda teoría pulsional el dualismo es entre las pulsiones de vida y las pulsiones de muerte. Si
bien, sitúa, las pulsiones sexuales en las pulsiones de vida, la sexualidad se bifurca en esta teoría. Hay
sexualidad en el amor y también en el odio y la destrucción. La pulsión de vida procura ligar, complejiza la
vida psíquica, ya que “crea unidades cada vez mayores”, en cambio, la pulsión de muerte desliga la
energía psíquica destruye nexos y procura un retorno al estado inorgánico.
A partir de la pubertad, la pulsión sexual (genital), se dirige hacia una única meta sexual, mediante la
composición de múltiples mociones de la vida infantil unificados. Hay primado de la zona genital, aunque
ya en la infancia comienza a hacerse notable los genitales como Zona Erógena que engendra satisfacción.
El temprano florecimiento de la vida sexual infantil hace madurar también la elección de Objeto.
Con la emergencia de la pubertad hay subordinación de todas las fuentes originarias de la excitación
sexual a la genital y el hallazgo de Objeto. La subordinación se consuma por el mecanismo de
aprovechamiento del placer previo, es decir, los actos sexuales autónomos resultantes de la conjugación
de excitación y placer pasan a ser actos preparatorios para la nueva meta sexual, que dice que es el
vaciamiento de los productos genésicos (eyaculación). El logro de esta meta pone fin a la excitación
sexual.
El placer previo es lo mismo que ya podía ofrecer aunque en escala reducida, la pulsión sexual infantil. El
placer final es ya plenamente el placer de satisfacción de la actividad sexual genital.
Las Zonas Erógenas son empleadas para posibilitar por medio del placer que ellas ganan como en la vida
infantil, la producción del placer de satisfacción mayor.
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Entonces: En la pubertad, a la subordinación de todas las fuentes al primado de la zona genital y el
hallazgo de objeto, se les suma, la aptitud para la reproducción. La pulsión se pone al servicio de la
reproducción, es decir, se torna “altruista”.
1) Cuatro elementos: objeto (por donde pasa la energía), fin/meta (descarga), empuje (fuerza constante), y
fuente (zona erógena, borde de intercambio).
3) Dos corrientes: tierna y sensual. La corriente tierna reúne en si lo que queda del temprano florecimiento
infantil de la sexualidad, proviene de la primera infancia, se ha formado sobre la base de los intereses de la
pulsión de auto conservación. Corresponde a elección infantil primaria de objeto. La ternura de los padres y
personas a cargo de la crianza, contribuye a acrecentar los aportes del erotismo a las investiduras de las
pulsiones yoicas en el niño. Esta corriente se pone al servicio del mantenimiento y desarrollo de las
relaciones afectivas donde no interviene el erotismo. Reúne y guarda los afectos no genitalzados, de la
historia de los vínculos del niño con sus padres, hermanas/os y todos aquellos objetos de afecto que
formaron parte de sus relaciones significativas en la infancia. En la pubertad, se adiciona a la pulsión
sexual, la corriente sensual que ya no ignora sus meta (penetrar-ser penetrada) ni su objeto (genitales del
sexo opuesto, instaladas las categorías masculino/femenino). Esta corriente constituye el erotismo genital.
Nunca deja de investir, ahora con montos libidinales más intensos, los objetos de la elección infantil
primaria. Pero como tropieza ahí con la barrera del incesto y los diques morales de la pulsión, construidos
en la latencia desde el sepultamiento del complejo de Edipo a la pubertad, exteriorizara el afán de hallar lo
más pronto posible el paso de esos objetos inapropiados en la realidad hacia otros objetos, ajenos con los
cuales pueda cumplirse una real vida sexual.
La constitución de la sexuación tiene como fundamento un carácter bifásico: sexualidad infantil (propia del
Complejo de Edipo) y sexualidad adulta (hallazgo de Objeto). El trabajo puberal-adolescente es bisagra y
más que preparatoria o intermedia su consideración como otra etapa, con sus trabajos específicos propios
y justificada por los cambios que se producen en ese entretiempo, donde la excitación sexual no se
suprime sino que se emplea para otro fines diferentes a los sexuales (mediante la formación reactiva y la
represión
edifica ulteriores barreras sexuales) La normalidad de la vida sexual es garantizada, en la pubertad, por la
exacta coincidencia de las dos corrientes dirigidas al objeto y a la meta sexual(penetrar-ser penetrada): la
tierna y la sensual. La integración de las pulsiones en la genitalidad, tendría su punto culmine en el amor
de objeto que reúne a ambas corrientes de la pulsión. Las marcas de la sexualidad infantil, el cuerpo
erógeno, ese primer tiempo de la sexualidad y su articulación con lo que se añade en el a posteriori como
su segundo momento trae como consecuencia la acometida de la elección de Objeto en dos tiempos
separados por la interposición de la barrera del incesto, el Objeto definitivo de la pulsión sexual ya no es
nunca el originario sino un subrogado de este (el Objeto originario se ha perdido por obra de la represión
suele ser subrogado por una serie interminable de Objetos sustitutos de los cuales ninguno se satisface
plenamente).
Entonces, se propone: 1. Lo puberal-adolescente entendido como otro momento no tanto como pre sino
como ENTRE de la sexuación. Momento fundante de potencial apertura a lo nuevo: del cuerpo erótico, de
la alteridad del Objeto, de lo extra familiar y la vincularidad. Lo puberal-adolescente aparece como
momento de re-historización de lo infantil ligándose con las inscripciones de lo nuevo. Momento bisagra de
ligadura.
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La pulsión y el altruismo
“La pulsión sexual se pone ahora al servicio de la reproducción, se hace por así decirlo altruista”.
3. En relación al punto anterior, el/la progenitor/a se agrega en una cadena generacional que lo/la enlaza
con el otro (altero) del nuevo ser Objeto de afecto, el hijo/a.
Freud: Con el advenimiento de la pubertad se introducen los cambios que llevan la vida sexual infantil a su
conformación normal definitiva.
Un sector de la vida sexual infantil, más allá de los cambios de la pubertad, continuará vigente con su
carácter polimorfo en la sexualidad genital adulta.
La “normalidad sexual”, desde Freud, es alcanzada a veces mediante un trabajo de adaptación cuyo costo
inevitable es la neurosis.
Freud se refiere a las perversiones como desviaciones de la pulsión sexual respecto de la meta y al Objeto
o ambas. Subvirtió la tajante frontera normalidad – perversión al afirmar que el perverso actúa lo que el
neurótico fantasea. Los síntomas neuróticos son una forma de satisfacción sustitutiva, correlato de la
represión de deseos sexuales inadmisibles para la cc del sujeto y las normas epocales. La neurosis es un
negativo de la perversión. La disposición a las perversiones es la disposición originaria de la pulsión sexual
humana. “en ningún hombre normal falta una agregación de carácter perverso al fin sexual normal”
Mc Dougall: El niño está expuesto a traumas universales, como la alteridad, la diferencia sexual y
generacional y la inevitabilidad de la muerte. Ante estas situaciones conflictivas, las soluciones
encontradas dependerán del modo de elaboración de los padres de estas mismas realidades. Otros
traumas infantiles se deberán a la patología parental (“ambiente traumatizante continuo”). Esos niños
lucharan por encontrar un sentido para preservar su existencia. Sus soluciones pueden ser consideradas
patológicas o perversas, pero responden a la “meta positiva” de sobrevivir.
Propone redefinir y delimitar claramente las nociones de perversión y acto perverso. Y pensar en aquellas
“creaciones” en la clínica que denomina “neosexualidades”, modalidades que introducen “soluciones” y
alternativas ante trabajos psíquicos fallidos en la infancia. La autora analiza aquellos comportamientos
eróticos que a modo de soluciones aportan la chance de crear algún tipo de encuentro sexual con otro. Las
neosexualidades como solución “cumplen la finalidad de mantener no solo la homeostasis libidinal, sino
también la homeostasis narcisista”.
2. No la define según la práctica sexual. Sino implican sufrimiento para sí mismo o para el otro, no lo
considera perversos.
3. El criterio que propone la autora es diferenciar al sujeto de las formaciones clínicas (designar a alguien
con su singularidad propia como psicótico, neurótico, perverso, etc.). Ya que cada una de las categorías
clínicas encierra un número infinito de variantes. Estas etiquetas se deberían aplicar a los síntomas o a las
formaciones psíquicas y no a las personas.
Ubica la categoría psíquica de la alteridad como aquella que se encuentra fallida en la formación psíquica
de la perversión. “Las preferencias sexuales sólo son un problema para analizar, cuando el sujeto vive su
forma de sexualidad como fuente de sufrimiento, y por lo tanto no totalmente conforme a su sí mismo”.
Perversión: Relaciones sexuales impuestas por un individuo a otro no consintiente o no responsable, casi
siempre estos actos son acciones sexuales además condenadas por la ley. Son aquellas formaciones
psíquicas donde está fallida la constitución de la categoría de alteridad: “uno de los partenaires es
completamente indiferente a la responsabilidad, las necesidades o los deseos del otro”.
La ALTERIDAD implica reconocer al otro como cuerpo separado y como sujeto de deseo.
- Aumento rápido de la talla: Crecimiento desordenado (desde los pies a las manos). - Cambios en la
estructura ósea: En el varón se aumenta el tamaño de los hombros y el dorso y en la mujer crece la cintura
pelviana. - Distribución del vello: En ambos sexos en la zona pubiana -Maduración de glándulas: Segregan
hormonas que modifican los órganos para los cuales están destinadas. - Genitales: En el varón se produce
el aumento del tamaño del pene que producirá erecciones más frecuentes y primeras poluciones
nocturnas. En la mujer, se produce la turgencia de la vulva, flujo vaginal y la menarca. - Desarrollo
mamario: En ambos sexos, pero en el varón luego retrogradan espontáneamente. - Propulsión de la laringe
hacia adelante en los varones (nuez de Adán) que da resultado a la voz más grave.
A partir de estos cambios que producen un cuerpo fisiológicamente apto, los/las jóvenes ya están en
condiciones de realizar la práctica genital y procrear.
Freud: La sexualidad “nace” apoyada en funciones vitales y en relación con el encuentro de la madre. La
madre como distribuidora de libido en el hijo que aporta un plus de placer necesario para el nacimiento de
la vida psíquica de la pulsión de la sexualidad.
Estos dos tiempos corresponden: el primero a la sexualidad infantil caracterizada por las pulsiones
parciales y el autoerotismo y el segundo iniciado con el advenimiento de la pubertad con sus decisivas
transformaciones que supondrán el primado de la sexualidad genital y el arribo a una “conformación normal
definitiva” (sexualidad adulta).
A partir de señalar la existencia de lo genital en la sexualidad infantil, Freud avanza en la idea de una
aproximación del desarrollo y caracterización de la sexualidad infantil a la sexualidad adulta. La sexualidad
genital adulta sería, entonces, una extensión de la sexualidad infantil, dejándose de lado los profundos y
complejos procesos que median entre “una y otra sexualidad”, entre “uno y otro tiempo” de la acometida
del desarrollo sexual.
Consecuentemente, la noción de bifasismo sexual, perdió peso en el corpus teórico del psicoanálisis y el
segundo tiempo (pubertad) quedó postergado por el valor otorgado al estudio de la sexualidad infantil. Una
tendencia en psicoanálisis era considerar que la sexualidad genital adulta era la resultante y el punto de
llegada a la “normalidad” de la sexualidad cuasi genital. Los dos tiempos pensados a partir de la teoría de
la seducción generalizada de Jean Laplanche La sexualidad icc parental, primordialmente la madre, a partir
de sus cuidados, será implantada en el infante a través de significantes verbales y no verbales implícitos
en los actos, gestos y palabras que acompañan la crianza. Laplanche los llamará “significantes
enigmáticos” que portan sentidos tan desconocidos para la madre como para el niño.
Uno de los aportes más importantes y poco destacados de Freud en Tres ensayos es la incidencia de la
sexualidad del Otro en la constitución del sujeto psíquico. Dice: “La madre se horrorizaría, probablemente,
si se esclareciese, que con todas sus muestras de ternura despierta la pulsión sexual de su hijo y prepara
su
posterior intensidad” Bleichmar: “Los dos tiempos de la sexualidad humana no corresponden a dos fases
de una misma sexualidad, sino a dos sexualidades diferentes”. Por un lado, la que se extrae de los
cuidados precoces, implantados por el adulto y productores de excitaciones que encuentran vías de
ligazón y descarga bajo formas parciales. Y la otra con primacía genital, establecida en la pubertad y
ubicada en el camino madurativo que posibilita el ensamblaje genital. Grassi: No implican dos tiempos sino
que se abre un espacio y en el medio de ambas hay “algo” que se denomina un “entretiempo de la
sexuación”. En entretiempo no es considerado un descanso sino que hay un replanteo. Con la pubertad
empiezan ciertas transformaciones que están ligadas al entretiempo pero que no necesariamente llevan a
la conformación normal definitiva que se da cuando la pulsión es altruista y está al servicio del otro.
Entretiempo de la sexuación como un trabajo complejo de ensamble entre: Identidad de género/ sexualidad
infantil/ sexualidad genital.
Dice Silvia Bleichmar: “La sexualidad no es un camino lineal que va desde la pulsión parcial a la asunción
de la identidad, pasando por el estadio fálico y el Edipo como mojones de su recorrido, sino que se
constituye como un complejo movimiento de ensamblajes y resignificaciones, de articulaciones
provenientes de diversos estratos de la vida psíquica y de la cultura, de las incidencias de la ideología y de
las mociones deseantes, y es necesario entonces darle a cada elemento su peso específico”.
Considerando la noción freudiana de la acometida en dos tiempos del desarrollo sexual, a partir del
advenimiento de la pubertad se dará lo que definimos como “la confluencia del bifasismo sexual en el
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entretiempo de la sexuación”. Esta confluencia implica el encuentro de dos sexualidades que se configuran
como tales en forma recursiva y dialógica.
Respecto a estos dos tiempos o formas de sexuación, A. Grassi considera que la sexualidad infantil
comprende la historia libidinal, la historia de las relaciones de objeto en la infancia y la sexualidad adulta,
que
implica el hallazgo de objeto y la procreación como nuevo fin. Además, aporta para el segundo tiempo, la
noción de tres momentos lógicos: puberal- adolescente- juventud que configuran el “entretiempo de la
sexuación”, dado que la sexualidad infantil no culmina automáticamente en una “conformación normal
definitiva adulta”. Se requieren “estaciones de recambio”, de su identidad infantil, de des- orden del cuerpo,
del objeto familiar, de la reposición generacional. Entre re-edición y repetición, A. Grassi ubica como
sustancial para esa transformación “la urgencia de transformar y crear”. Entonces: Sexualidad bifásica: •
SEXUALIDAD INFANTIL
2. Auto erótica
5. Objeto parcial
6. Pulsión parcial
• ENTRETIEMPO PUBERAL-ADOLESCENTE-JUVENTUD
2. Crisis
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Puberal/ adolescente/ juventud
2. Objeto: Elección.
Lo originario nos ubica en la perspectiva de los movimientos iniciales del psiquismo, de su fundación.
Esta actividad de metabolización indica que existe un trabajo por parte de la estructura orgánica que
consiste en incorporar elementos ajenos y transformarlos, homogeneizarlos a su propia estructura.
METABOLIZAR LA MADRE – METABOLIZAR EL HIJO: En estos primeros encuentros del bebe con la
madre, hay un predominio de los contactos cuerpo a cuerpo que pasan a ocupar el primer plano de la
relación por medio de la alimentación. Palabras, susurros, cantos, que aunque para el bebe no cobren
valor de significados, sí conforman primeros significantes. Los primeros contactos que se dan con la
madre, en verdad lo son con los procesos psicosomáticos despertados en ella a partir de la presencia (o
ausencia) en su psiquismo de la representación “hijo”. El encuentro del aparato psíquico naciente, es con
los procesos psicosomáticos que se han despertado en la madre a partir del estado de afecto en su
psiquismo de la representación hijo. Para la madre (o para el deseo materno), el naciente es un elemento
heterogéneo a sí, que tendrá que metabolizar. La representación-hijo en el psiquismo materno transmitida
vía “caricia-mirada-palabra” es un elemento a metabolizar por el niño. El concepto de cuerpo imaginado es
el que da cuenta de cómo se inicia en la madre este proceso de representación-hijo.
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METABOLIZAR EL CUERPO PROPIO: El otro elemento heterogéneo a sí, a metabolizar o representar por
parte del naciente aparato psíquico, es el “propio cuerpo”. A partir de las sensaciones corporales y así la
corporeidad propia va a quedar representada en el psiquismo naciente. Freud había propuesto un modelo
para comprender la puesta en marcha de la vida psíquica y del aparato psíquico a partir del concepto de
apuntalamiento. Planteó que la actividad psíquica nace apoyada en la satisfacción de una necesidad: el
hambre (experiencia de satisfacción). “La pulsión nace apoyada en la satisfacción de una necesidad
EL PRINCIPIO DE PLACER: Para el psiquismo naciente se torna vital el contacto (sensorial) con la madre,
porque los distintos sentidos, con los procesos psicosomáticos maternos, van a informar sobre el estado
afectivo del encuentro. Es un tipo de información libidinal, que muestra la presencia o ausencia del
principio de placer en el encuentro: “aparato psíquico materno-aparato psíquico naciente”. El principio de
placer es una condición de inicio de la puesta en marcha de la actividad de representación del proceso
originario. El ppio de placer ha de estar presente en las dos partes: En el cuerpo del niño, y en los
procesos psicosomáticos maternos para que el aparato psíquico se ponga en marcha y desencadene el
proceso de representación. Para lo originario, las primeras representaciones de lo corporal se denominan
pictogramas, que son las marcas, la inscripción del Principio de Placer en el cuerpo. Pictograma es el
principio de placer corporizado.
para pensar la relación entre lo psíquico y lo somático. Ya no dos entidades bien delimitadas y
diferenciadas. El concepto de representación pictogramática propone un modelo por el cual no se podría
decir que lo psíquico por constituirse se apoyará en el cuerpo ya constituido. Porque: A) Lo psíquico más
que apoyado está enraizado en lo somático. No va a ser tan fácil delimitar las dos entidades. B) Diferencia
soma-cuerpo: la disociación mente-cuerpo. Al nacer un bebé nace un soma. El soma aún no es cuerpo.
Devendrá cuerpo libidinizado, erogeneizado. Las representaciones pictogramáticas constituyen
entrelazadamente, en banda lo psicosomático. Proceso originario es pasaje del soma al territorio, al estado
de lo psíquico, donde lo somático termina de tomar vida, se hace cuerpo erógeno. Ambos psiquesoma se
co-constituyen. C) El proceso originario y su modo de representación el pictograma en cuanto está
determinado por el ppio de placer produce un pasaje del soma al estado de cuerpo erógeno, cuerpo
psíquico. Y así comienza la integración psicosomática. La presencia del ppio de placer en el doble
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encuentro, es la condición para que el soma, el recién nacido pase a otro territorio, otro estado y quede
inscripto como cuerpo erógeno.
-Objeto y zona. El pecho forma parte de la boca para el proceso originario, para el pictograma de fusión, la
boca y el pecho están fundidos.
Hay dos imágenes del cuerpo complementarias e interactivas. La que se ve y siente, la visible en el
espejo(bonita o arrugada); y la que está grabada en su conciencia, la cual es mas difícil de reconocer
porque no es visual, es la imagen mental de sus impresiones sensoriales (te sentís liviano o pesado).
2 autores :
Nasio propone unificar estas dos teorías, a saber que el yo, el sentimiento inefable de ser uno mismo, no
es otra cosa q la fusión intima de nuestras dos imágenes del cuerpo. La Imagen del Cuerpo es la sustancia
misma del yo.
Dos descubrimientos que hace el niño de su imagen en el espejo: El 1) Teorizado por Lacan. Ocurre muy
temprano cuando el lactante se enciende de alegria al ver la silueta de su cuerpo reflejada en el espejo.
Fascinado por ese doble, el bebe expresa su júbilo y se agita. Lacan conceptualizo este reconocimiento
ludico de la imagen especular del cuerpo con la expresión “Estadio del espejo”. (privilegia el circuito de lo
escopico)
El 2) Teorizado por Doltó. La Imagen Inconsciente del Cuerpo es uno de los conceptos centrales del
psicoanálisis contemporáneo. Dolto define al ser humano como aquel que tiene el deseo irreductible de
comunicarse con otro ser humano, este principio funda el concepto de Imagen inconciente del cuerpo.
Detrás de las palabras, dibujos, juegos y actitudes del niño (paciente) existe un lenguaje especial que
permite una comunicación intima entre el psicoanalista y el pequeño paciente. Se cree que ese lenguaje
son las sensaciones experimentadas por el niño cuando era bebe, han quedado grabadas en su icc y se
organizaron en un lenguaje interior, corporal y mudo que los analistas podemos llegar a captar y hablar.
Se trata de un lenguaje de sensaciones experimentadas por un niño desde su vida fetal hasta los tres
años. Lenguaje que habla a través de juegos, dibujando, y sobre todo a través de los síntomas por los
cuales los padres lo trajeron. Ya sea un niño o adulto, TODOS HABLAMOS ESE LENGUAJE de las
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sensaciones vividas alguna vez en nuestro pequeño cuerpo de niño, lo hablamos sin cobrar conciencia de
ello. Por eso se dice que la Imageninconciente del cuerpo es un CODIGO INTIMO, propio de cada
individuo, un lenguaje que los psanalistas deben aprender a hablar si quieren tener acceso al ICC del
paciente, sea niño adulto.
A los 2 años y medio cuando advierte, esta vez con amargura, que su imagen no es el, que existe una
distancia entre su imagen y la realidad de su persona. Dolto considera que esta desilusión penosa para el
pequeño produce un verdadero TRAUMA, una falla en el psiquismo infantil. Doltó, entonces se opone a
Lacan ya que este destacaba la alegría del niño frente al espejo, y (Dolto) destaca que el niño se des-
encanta al darse cuenta de que eso que tomaba por el mismo no era mas que una apareciencia de si. Este
segundo descubrimiento decepcionante de la imagen especular de si mismo, es el que interesa, ya que
deja de lado las imágenes icc del cuerpo y comienza a tener en cuenta las imágenes del parecer.
Apuntes: La Imagen Icc Del Cuerpo es el objeto de estudio de la Psicología evolutiva adolescencia, cómo
se construye la imagen del cuerpo, que tiene que ver con las funciones del otro, la madre con su función y
de los demas. Como central en la pubertad, con la irrupción de los genitales se replantea la I ICC del
cuerpo. Hasta los tres años se consolida la imagen especular, pero en la adolescencia como se disemina la
transformación del cuerpo se replantea el YO, no se reconoce ese yo que se habia constituido en la
infancia. Llegada la pubertad, entonces, hay un SEGUNDO ESPEJO, hay que volver a visitar el estadio del
espejo, es decir, re visitar el espejo. El yo seesta rehaciendo debido a los replanteos de la pubertad. La
pregunta en la pubertad es ¿Cómo ser yo en ese cuerpo ahora genitalizado? El VERSE en el espejo
cumple una funcion fundamental, pero fundamentalmente la mirada de los otros. Hay algo mas, las
sensaciones corporales que no se miran pero se siente, que dan una base al yo. Entonces, a la psicologia
evolutiva le interesa todos los procesos que tienen que ver con estas transformaciones y nuevos sentidos,
cuales son las operaciones psiquicas propias, en tanto replantean y resignifican una imagen ligada a la
genitalidad.
-Sobre los paradigmas y el uso de los términos sexo e identidad de género. En referencia al
Sexo:indicadores biológicos básicos a partir de los cuales los humanos se dividen en dos categorías:
hombres y mujeres. Diferencias en sus capacidades reproductivas y morfológicas perceptibles, terminan de
madurar con la pubertad/adolescencia. Por lo tanto, identidad de sexo esta en relación acorde al nacido
cuerpo varón o mujer.
En cuanto al género: indica las variables históricas y culturales mediante las cuales las sociedades
organizan las diferencias sexuales. En distintas épocas y contextos cambian los criterios para definir la
masculinidad y feminidad. Niños y adolescentes se identifican con los rasgos epocales del discurso social
para construir su identidad de genero. Siendo así, que la identidad de sexo ya viene dada y la identidad de
genero se construye.
El pensamiento de la modernidad, ha hecho una soldadura entre sexo y genero, privilegiando el paradigma
biológico, como algo natural y directo la identidad de genero del sexo portado. El psicoanálisis no comparte
este paradigma biologicista y plantea que la identidad de genero no deviene una consecuencia directa
como un reflejo automático de la conformación anatómica, sino que es una CONSTRUCCION PSIQUICA
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en la cual intervienen el cuerpo- su imagen y variables externas al sujeto, lo transubjetivoy intersubjetivo.
Entre el sexo y la identidad de genero, el psicoanálisis hace intervenir un concepto central que es LA
IMAGEN DEL CUERPO. Nasio dice “No somos nuestro cuerpo de carne y hueso, somos lo que sentimos y
vemos de nuestro cuerpo: soy el cuerpo que siento y veo… ” . La instancia psíquica “YO” sitúa la auto-
percepción del cuerpo. Siendo así que el YO se percibe a si mismo y define su identidad: “yo me veo..yo
siento que soy nena en un cuerpo de varón”. Se plantea que la autopercepción es un concepto engañoso,
porque como dice NASIO, las imágenes de nuestro cuerpo son imágenes que se alimentan del amor o del
odio que llevamos en el cuerpo, afectivas y cambiantes, las imágenes deformadas de nuestro cuerpo nos
imponen fácilmente una imagen distorsionada de nuestro yo.
-Marcas de/del otro(s) desde los orígenes. Iniciado desde los primeros momentos de vida intrauterina,
cercanos a los 3 años, se encuentra una primera forma de consolidación con el reconocimiento de la
imagen en el espejo (estación de llegada aunque no terminal). Son los primeros lugares de asentamiento
del yo y la identidad del cuerpo.
La constitución del yo en el espejo con sus dos vías, esópica y sensorial, tienen varias etapas:
comenzando con el cuerpo imaginado, luego pasando por el 8vo mes y en torno a los 3 años encontrando
un primer grado de organización y reconocimiento. Luego vienen los procesos puberal adolescentes a
darle una nueva vuelta a la IIC
con la irrupción del cuerpo genital. Entonces, desde la gestación el niño va inscribiendo huellas de la
madre en su cuerpo, con el nacimiento estos circuitos se intensifican en relación a los circuitos libidinales
madre-hijo. Sensaciones corporales, miradas, etc, serán canales por donde se ENSAMBLARA el deseo
materno e IIC del niño. La imagen del cuerpo que el niño se hace de si, lleva las marcas del vinculo con la
madre o sustitutos. Por lo tanto, LA IIC ESTA SOLDADA AL CUERPO-DESEO DEL OTRO. El cuerpo y su
imagen es vincular. Es importante un diagnostico diferenciado de los momentos por los cuales esta
pasando el niño en su psiquismo, es central para caracterizar la naturaleza del proceso.
En estos primeros años de la infancia las operaciones de identidad e identidad de género toman una
PRIMERA forma de organización.
PSA à sex. Humana en dos tiempos: sex infantil y la sex adulta. Bleichmarà” los dos tiempos de la
sexualidad humana no corresponden a dos fases de una misma sexualidad, sino a dos sexualidades
diferentes: una la sexualidad infantil … y otra la sexualidad adulta, establecida en la pubertad y ubicada en
el camino madurativo que posibilita el ensamblaje genital…”
El proceso de situación en su primer tiempo, es de disposición bisexual (Freud) e inconcluso hasta que
advenga la experiencia del cuerpo puberal genital.
Dice Grassi, que todo lo que empieza a organizarse en la niñez, requiere de una segunda vuelta: EL
ENTRETIEMPO PUBERAL ADOLESCENTE. La pubertad y la adolescresignifican la infancia para avanzar,
historizan su pasado y proyectan su futuro. El entretiempo de la sexuacion es repetición con
potencialidades diferentes. La pubertad de-construye y reconstruye la imagen infantil de si mismo para
volver a construir una nueva identidad y una identidad de genero, consolidada con las marcas genitales.
Las transformaciones del cuerpo y la aparición de los caracteres sexuales secundarios requieren de una
METABOLIZACION que se registra sobre la IIC. Con un cuerpo desarrollado maduro para las relaciones
sexuales y la procreación, la creación de un espacio extra familiar, y la creación de un espacio
intergeneracional con proyección a un futuro, el Yo en la pubertad va a ir construyendo su autonomía. En la
infancia la I I C sigue especularizada y tiene su referente en los progenitores como objeto incestuoso.
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Siendo lo puberal adolescente una oportunidad para el despegue con la pregunta sobre la identidad.
¿Quien soy? Preguntas que en la infancia no se dan por el abrochamiento al otro familiar.
El aporte que hace el psicoanálisis a la salud mental es promover periodos de espera en la definición de
genero con una identidad en transito, acompañar estos procesos en contextos terapéuticos que contengan
las angustias del niño y la familia.
A modo de conclusión se puede decir que hasta que el niño/a no tenga consolidada su imagen especular,
su IIC, será difícil que pueda iniciar un proceso relativo a las diferencias de género, así como hasta que la
Texto que tiene como referencia el trabajo de Bleichmar“La difícil tarea de ser joven”
Los intereses en la vida de un individuo son una construcción que responde a múltiples variables y que en
los jóvenes es un proceso que toma un carácter particular. Este proceso se articula a dos cuestiones:
- Una es la que tiene que ver con que cada sociedad produce su propio discurso sobre sus modelos y
valores, siendo los individuos sus portadores. Intereses como una producción subjetiva, son en este
sentido marcas de una época, de una cultura o sistema político. - La otra es que los intereses, llevan
también las marcas de un circuito desiderativo (que expresa o indica deseo) particular. Se plantea cuáles
son los márgenes de elección y libertad que le competen al sujeto en la producción de sus intereses.
El punto de vista del PSA à implica preguntarse sobre cómo cada sujeto produce sus investiduras
libidinales, en tanto determinan la dirección de sus elecciones. El sujeto construye sus intereses acorde a
las investiduras libidinales q realiza, entre las dimensiones social, familiar, su historia q es historia sexual
infantil, como su historia vincular actual, y su genealogía. La complejidad en la construcción de sus
intereses libidinales, tmb asienta y hecha raíces en una dimensión q es la del “sujeto del Icc”.
Una larga historia de identificaciones con enunciados del discurso del conjunto social y familiar, y desde
esos primeros y largos años en que transcurría por el complejo de Edipo, llevan al joven a una estación de
recambio y des-identificaciones en la pubertad y adolescencia. Distintas alteraciones marcan al Yoà El
sentido de plantear las alteraciones del Yo está dado por la importancia q toma para la subjetividad con la
adolescencia y la juventud, la categoría de lo altero como radicalización de las diferencias.
Junto con su cuerpo se RENUEVAN sus enunciados, sus ideales, sus intereses, se replantean sus objetos
privilegiados, sus vínculos con los otros, su relación con el pasado y el porvenir. A partir de allí, nuevas
referencias modelarán la imagen que EL JOVEN quiere y espera para sí.
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Con las marcas impresas de la historia infantil, de la pubertad y adolescencia, lo que caracteriza la
juventud es su proyección esperanzada en un futuro. La esperanza y promesa futura no ilusoria, aunque
incierta, permite la salida de las satisfacciones de lo inmediato y de las conformaciones propias de lo
adolescente.
Apuesta esperanzada en el futuro y los vínculos con otros, como expectativa y lugar de potenciales
realizaciones. Confiabilidad por lo venidero y en co-construcción con otros, pquno de los pilares del
psiquismo son los vínculos intersubjetivos.
Es preciso que en términos individuales pero además en el conjunto social se produzca la realización de
operaciones que impliquen un proceso de des-identificación con la des-esperanza y la desconfianza en el
otro, del otro. Se tornan necesarios espacios de identificación compartida, q transformen la significación del
otro social no confiable o amenazante.
La subjetividad en devenir en la juventud golpea la puerta del otro social, demanda confiabilidad en un
futuro que aunque incierto es esperanzador. Un espacio hospedante donde no sentirse extranjero
Nasio considera al ICC como una pulsión, como una fuerza, x ej. la profesión que elegimos, todas nuestras
elecciones se imponen a nosotros sin que sepamos por qué. También existe otro tipo de ICC, mas
irresistible todavía, que tiene el poder de empujarnos a repetir. El ICC es la fuerza que: Nos empuja a
reproducir activamente, desde la más pequeña infancia, el mismo tipo de apego amoroso y separación
dolorosa en nuestra vida afectiva, y en este caso la repetición es sana y el ICC una pulsión de vida. O nos
empuja a reproducir compulsivamentelos mismos fracasos, mismos traumatismos, y entonces la repetición
es patológica y el ICC una pulsión de muerte. Se distinguen dos tipos de repetición: la sana y la patológica.
La repetición se halla al nivel de la emoción. La emoción vivida conscientemente por el paciente cuando
sufre su síntoma, repite la emoción dominante de la fantasía de la que el paciente no tiene consciencia. La
emoción actual consciente repite una emoción infantil inconsciente (paréntesis de yanijaj no voy a explicar
todo el caso, es una chica que se llama raquel que se atiende con nasio, que no puede explicar los
ataques de tristeza grosos que le agarran, en resumen es pq estuvo un mes en incubadora cuando nació y
no tuvo contacto con nadie, no estaba su mama para contenerla digamos). La Definición general de la
Repeticiónà es una serie de al menos dos ocurrencias, donde un objeto aparece (primera ocurrencia),
desaparece y reaparece (segunda ocurrencia), cada vez ligeramente diferente aunque reconocible como
siendo siempre el mismo objeto. La repetición es repetición de lo mismo, de la misma cosa que reaparece
pero nunca idéntica a ella misma, siempre algo modificada cada vez que resurge. La repetición se define
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como la cadencia de los actos esenciales de nuestra vida que, a lo largo de los años, consolida el
sentimiento intimo de ser nosotros mismos. Hay dos posiciones frente a la repetición: o nos mantenemos
exteriores a la serie repetitiva que contamos (aquí somos consientes, como lo es por ejemplo ese paciente
que consulta porque en tantos años ha tenido tantas rupturas amorosas inexplicables) o somos el juguete
inocente de una repetición que nos atraviesa y nos constituye (aquí somos inconscientes, como ese
paciente que fracasa cada vez que pone en marcha un proyecto comercial y fracasa debido una
incapacidad de ver alguna dificultad que otro naturalmente prevería).
¿Cuál es el objeto de la repetición? Lo que se repite en nosotros es lo que ya tuvo lugar en nuestro
pasado. El pasado repite, retorna constantemente en el presente bajo tres formas, tres modos: - En
nuestra conciencia: rememoración - En nuestros actos sanos: retorno de nuestra memoria en acto, en los
actos esenciales de nuestra vida que consideramos como la expresión de nuestra voluntad. Ej: elegir un
amigo, pero que son la repetición de un pasado
que vuelve al presente. Estos actos esenciales son de dos tipos: los que nos atan al ser amado o que nos
separan del ser amado, son siempre actos ligados al amor o a al separación. Acto de un pasado
emocionalmente intenso y reprimido que asimilamos al ICC y a las pulsiones de vida.
La Rememoración y actos sanos son àrepetición sana. - En nuestros actos patológicos: conductas
irreprimibles, repetitivas, liberadoras de tensión, a veces violentas y siempre enfermas). àRepetición
patológica.
La emoción infantil traumática no es una emoción pura, es una mezcla de emociones extremas y confusas,
x ejemplo, ante un abuso sexual, el niño experimenta una mezcla de asco y placer. Estas mezclas son
nombradas con el termino lacaniano“goce”. Goce como una mezcla confusa de emociones agudas y
violentas que se apoderan del niño en el momento de un psicotraumatismo, son emociones vividas pero no
representadas concientemente. Este fenómeno extraño de vivir una emoción desbordante sin tener
conciencia de vivirla, sin poder identificarla, Nasio lo califica como “forclusion”. El niño sacudido por el
traumatismo, forcluye el goce: lo siente en su cuerpo pero no se lo representa en su cabeza. Este goce
excluido de lo simbólico en la niñez, reaparece en lo real de una acción compulsiva en la edad adulta. El
niño traumatizado que no ha podido concebir una representación simbólica del goce que experimenta,
consigue forjar en su ICC una representación fantasmatica, una representación escénica ICC llamada
fantasía ICC. Entonces: en la repetición sana el objeto que se repite es el pasado emocionalmente intenso
y reprimido. En la repetición patológica el objeto que se repite es el goce traumático, forcluido y reprimido,
puesto en escena y enquistado en una fantasía errante en el ICC durante años.
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- Lo puberal-lo adolescente ante(s) (d)el hallazgo de objeto
Con las transformaciones de la pulsión, se produce en la pubertad "el hallazgo de objeto". El hallazgo de
objeto, la reunificación de las pulsiones (parciales), su subordinación a la genitalidad y orientación hacia la
nueva meta, la reproducción, no acaecen automáticamente por maduración del cuerpo o evolución natural
del crecimiento, implican una exigencia de trabajo psíquico desarrollada en el tiempo, que se realiza en
espacios determinados y su resultado final es incierto. Se abren con la llegada de la pubertad, a posteriori
de la latencia y antes del hallazgo de objeto. Años de turbulencias y (mas)turbaciones que transcurren
entre la sexualidad infantil y la conformación normal definitiva, entre el despertar genital y que la pulsión
devenga altruista. Con limites difusos e indeterminados, son los años del entretiempo de la sexuación en el
espacio transicional (corporal, familiar, generacional) que especifican y diferencian los procesos y trabajos
psíquicos de lo puberal-lo adolescente.
- Freud y el hallazgo
Para el psicoanálisis existen 2 caminos para el hallazgo de objeto: 1) por apuntalamiento en los modelos
en la temprana infancia; 2) el narcisista. Cada uno de estos modos de hallazgo de objeto requiere de
ciertas consideraciones: Todo ser humano tiene abiertos frente a sí ambos caminos para la elección de
objeto, pudiendo preferir a uno u otro. Otra forma de encuentro: por la alteridad del objeto, por su ajenidad
y extrañeza, extraño por lo que conlleve de no conocido. La pulsión tenía un objeto por fuera del cuerpo
propio: el pecho materno. Lo perdió solo mas tarde, quizá justo en la época en que el niño pudo formarse
la representación global de la persona a quien pertenecía el órgano que le dispensaba satisfacción.
Después la pulsión sexual pasa a ser regularmente auto erótica y solo luego de superado el periodo de
latencia se restablece la relación originaria. El hecho de mamar el niño del pecho de su madre se vuelve
paradigmático para todo vinculo de amor. El hallazgo de objeto es propiamente un reencuentro. Se repite
con frecuencia y ligereza que el hallazgo es reencuentro.
-Hallazgo no es encuentro
- Hallazgo y re-encuentro
Primer tiempo descripto por Freud: "la pulsión tenía un objeto por fuera del propio cuerpo (el pecho
materno) lo perdió sólo mas tarde, quizá justo en la época en que el niño pudo formarse la representación
global de la persona a quien pertenecía el órgano que le dispensaba satisfacción". El bebé se encuentra
con un objeto exterior a sí, aunque él no experimente nada aún de la exterioridad del mismo, y esta
exterioridad hace al objeto "no-yo ajeno". Que en los comienzo, esa ajenidad esté al servicio del bebé y de
la ilusión de objeto propio, creado, depende de que la función materna sea suficientemente adecuada
(suficientemente buena - Winnicott). Se reduce así la exterioridad del objeto y pictograma de fusión
mediante, la pulsión pasa a ser regularmente auto erótica; el objeto toma cuerpo en el niño. Luego y una
vez que alcanza la representación del objeto por fuera de la propia corporeidad, se producirá la elección
infantil de objeto.
- El cuerpo puberal
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Llegada la pubertad (la genitalidad) ya no puede ser diferida. Una vez instalada la barrera de la prohibición
del incesto y los diques morales que hacen al sujeto de la ética y la búsqueda de alteridad propia de la
pulsión genital con la (im)pulsión puberal, al psiquismo le urgen trabajos específicos. En esta búsqueda, la
actividad creativa por parte del sujeto, lo inesperado lo no conocido, distancian de todo lo que puede remitir
al prefijo "re" a términos que aparecen ligados como la repetición. Reencuentro, repetición, revuelta.
Situamos la diferencia del pensamiento de los sistemas de lo múltiple o complejo, ya que planteada desde
lo simple, no queda más que como desvío forzado de la repetición. La secuencia repetición-hallazgo-
creatividad- diferencia, se va estableciendo. De lo "RE" del encuentro se deriva hacia lo "NEO".
El cuerpo puberal, con sus reorganizaciones y neo organizaciones, requiere de nuevas inscripciones y
nuevos circuitos pulsionales. El objeto, para terminar de constituirse como tal, requiere de tiempos y
espacios donde hacerlo y exploraciones. Le urge el Hallazgo-creatividad-encuentro de objeto exterior a sí
que no reduplique un encuentro ya producido, que inscriba como acontecimiento que diferencie lo que está
investido por el niño y la familia (producto de su historia corporal libidinal) de lo que deviene nuevo y que
está in-vistiendo como obra propia, por fuera del cuerpo y lo familiar. Que el objeto sea investido siguiendo
las vías de las corrientes tierna y sensual de la pulsión por el olor, la mirada, el tacto, por todo lo no
corporal propio, lo no familiar ya conocido. Se reencontraran en el objeto rasgos de aquellos bocetos de
infancia, pero hallazgo es fundamentalmente nueva inscripción e inscripción de los nuevo, "creatividad
propia", por fuera del cuerpo familiar.
Les está llegando la hora de salir a crear afuera e inscribir diferencias de sexo, de cuerpo, en una relación
o vinculo de intersubjetividad, apuntalada en los modelos de la temprana infancia. Apuntalamiento
plataforma y momento de salida adolescente, el cuerpo requiere de nuevas inscripciones con el objeto que
es reinventado en la alteridad, se adiciona así el otro modo de elección por alteridad y radical diferencia
(subjetiva) del (sexo) objeto. Apuntalamiento en sostén transitorio hasta... la partida.
- La paradoja y cuerpo
Es fundamental considerar la pubertad con relación al crecimiento y los cambios corporales. El trabajo
clínico de procesos adolescente se detiene como uno de sus lugares privilegiados en el especial uso del
cuerpo puberal. Y esto tanto en el campo de los procesos saludables como en el amplio abanico que se
despliega en patologías que se entrevén graves (como la anorexia y bulimia, actuaciones que recaen sobre
el cuerpo con cortes y amputaciones que ponen en riesgo su integridad, cambios bruscos de peso),
además de todos los ropajes que acompañan el cambio de piel, con sus dibujitos, adornos y perforaciones.
Pasando a otro registro, se llega a lo descrito como vivencia de extrañamiento corporal. El sentimiento de
extrañeza asociado al cuerpo puberal, llevan al adolescente a tratar su cuerpo como un "objeto externo
(extraño)". Este cuerpo tratado como ajenidad supone resonancias en dirección de la autodestructividad y
el masoquismo, función del cuerpo como (objeto subjetivo): pantalla donde dirigir mociones pulsionales con
sentimientos de odio y agresividad.
Los conceptos de originario y originario puberal abren perspectivas donde situar las problemáticas del
objeto inscripto en lo corporal. Los cambios corporales toman importancia con relación al hallazgo de
objeto porque "las reestructuraciones objetales y narcisistas encuentran su origen en las capas más
profundas del icc. inscriptas en la máxima proximidad de lo somático". Son las inscripciones
pictogramaticas. Por el trabajo de lo originario puberal, la pulsión busca el objeto (complementario)
inscripto en el propio cuerpo erógeno. Uno de los caminos como posible desviación o perversión de la
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pulsión (parcial), no constituyendo un objeto por fuera del propio cuerpo y así no superar su estado
autoerotico. La elaboración psíquica de lo originario puberal transforma la búsqueda de objeto acoplado al
cuerpo propio. Trabaja el autoerotismo prediciendo la excorporacion del objeto. El objeto parcial-
complementario se reordena hacia el objeto exterior, lo pre-genital deviene para genital. Con el narcisismo
recordamos que la categoría "objeto externo, global diferenciado, altero" aun no estaría plenamente
constituida. Por lo originario puberal, a la hora del hallazgo de objeto, lo originario puberal repite y busca
que en el objeto se reinvista al Yo. Pero también, lo originario puberal insiste y nuevamente busca repetir
los modelos vividos ya conocidos, investidos a lo largo de la historia de las identificaciones corporales,
incestuosas familiares (constituye otra derivación psicopatología).
Una de las condiciones para el hallazgo de objeto, una primera condición es la creación de la "espacialidad
exterior" al propio cuerpo, y "espacialidad extrafamiliar" donde hallarlo. Otras condiciones serán hacer de lo
extrafamiliar lo heterofamiliar y que en el vinculo el objeto se deje crear. El hallazgo de objeto transcurre en
un
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