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TOMA DE DECISIONES – ¿CÓMO TOMAR

DECISIONES DIFÍCILES?

Cuando estamos frente a una situación que consideramos difícil en nuestra vida
personal o profesional, muchas veces la toma de decisionespuede causar estrés,
ansiedad, confusión e incluso depresión.
Por ello, al estar frente a una decisión difícil que debemos tomar buscamos
formas de evitar tomarla o la postergarmos y preferimos enfocarnos en cosas
sobre las cuales sí tenemos control o sí nos sentimos cómodos.

El problema con esto es que hacer lo no nos permitirá progresar, ya sea


personalmente o en nuestra empresa o trabajo. Y, lo que es peor, nos estamos
acostumbrado a dejar de lado las decisiones importantes y no estamos fortaleciendo
nuestro “músculo” de la decisión.
¿Te ha pasado esto?
Seguramente te ha pasado que has debido tomar un decisión importante en el
trabajo pero de pronto te “acordaste” que debías hacer una llamada, mandar un
email o arreglar tu escritorio.

De pronto te enfocas en hacer lo que es urgente y dejas de lado lo que es


importante porque te sientes más cómodo o cómoda.

¿Alguna vez has dicho o escuchado decir a alguien “después hablamos de eso”
o “eso lo vemos después”? Muchas veces “eso” debes hablaro ahora y tomar
una decisión en este momento pues es importante para tu vida. Sin embargo,
ese proceso complicado de la toma de decisiones te hace postergarla una y otra
vez.

Y, cuando finalmente decides tomar una decisión te encuentras con el hecho de


que no sabes cómo tomar decisiones efectivamente o la toma de decisiones se ve
influenciada por tus emociones en el momento, tus miedos, o limitado solo a lo
que crees en ese momento.
Entonces,
¿Cómo tomar decisiones difíciles?
En las próximas líneas compartiré contigo lo que el 99% de ejecutivos,
profesionales y empresarios desconocen:

 Las cuatro principales razones por las que las personas evitan tomar decisiones
 Los cuatro enemigos de la toma de decisiones y cómo vencerlos
 Una estrategia comprobada para tomar decisiones eficientemente
Las 4 razones por las cuales la mayoría de personas no toma
decisiones
1. Miedo
Muchas personas sienten miedo de que tomarán una mala decisión pero tú
debes recordar que el verdadero fracaso es no estar en control de tus propias
decisiones.

Inevitablemente tú debes tomar esta decisión y postergarla no cambiará nada.


Debes reconocer que la parte más complicada de tomar una decisión es tomarla
pero que, una vez tomada, todo lo demás es sencillo.

Nadie es perfecto y tú no eres la excepción, puede ser que te equivoques pero la


mejor parte de esto es que siempre puedes regresar y volver a tomar una
decisión en base a tus nuevos aprendizajes y experiencia.

Si, por el contrario, fallas en tomar una decisión y dejas que el miedo gobierne,
no aprenderás nada y estarás estancado de por vida.

2. Inseguridad
Muchas personas creen que las decisiones deben ser tomadas con completa
seguridad. Creen que antes de tomar una decisión se deben saber todas las
posibles consecuencias y opciones y esta creencia evita que tomen una
decisión.

La verdad es que la decisión debe ser tomada en base en las mejores o mayores
probabilidades. Si esperas a que lo sepas todo o tengas todas las opciones, será
muy tarde.

Por ello, los verdaderos líderes son aquellos que pueden tomar decisiones
complicadas en momentos difíciles. Recuerda siempre que velocidad es mejor
que perfección. De hecho, no existe la perfección, solo puedes hacer lo mejor
que puedas y seguir creciendo.

3. Falta de costumbre
Esto se convierte en un círculo viciososo del cual es complicado salir por lo que
si no estás acostumbrado a tomar decisiones debes empezar a tomarlas más
seguido. ¿Por qué? Porque la única forma de ser bueno o ser buena al tomar
decisiones es tomándolas.

Lo que puedes hacer es empezar a tomar decisiones pequeñas pero con


frecuencia. Empieza a decidir rápidamente qué ropa ponerte, a qué restaurante ir
a comer, qué ruta tomar.
De esta forma fortaleces tu músculo de la toma de decisiones y pronto se te hará
más sencillo tomar decisiones más complicadas como ¿asciendo a esta persona
o no? ¿contrato a esta persona? ¿me mudo? ¿termino esta relación? ¿renuncio?

4. Estrés
En la sociedad actual, cuando la información nos bombardea por todos lados, en
nuestro correo electrónico, en nuestro celular, en las calles, es común que nos
cause estrés no saber siquiera por dónde empezar.

De hecho, cuando estamos frente a una decisión no sabemos qué hacer o cómo
empezar y este sentimiento crece conforme pasa el tiempo.

Por esta razón es sumamente importante que tengamos un sistema de toma de


decisiones que nos facilite el proceso y que nos permita aprender más de cada
decisión que tomemos.

Especialmente, porque en la actualidad debemos tomar decisiones


constantemente en nuestra vida personal y profesional.

Los cuatro enemigos de la toma de decisiones


Visión limitada
Usualmente cuando nos debes tomar una decisión nos ponemos frente a una
pregunta que debemos resolver como por ejemplo: ¿debo renunciar mi trabajo o
no? ¿debo seguir en esta relación o no? ¿debo empezar estre proyecto o
cancelarlo?

Esta forma de preguntas limitan nuestra visión para lo que litaralmente limitan
nuestras opciones a solo dos.

De la misma forma nos hemos acostumbrado a pensar en que si decidimos algo


entonces ya no podemos tener acceso a ninguna otra cosa o situación que sea
contraria.

La verdad es que siempre hay una tercera, cuarto o incluso quinta opción que
podemos considerar. Incluso a veces no es una opción o la otra, sino que
pueden ser las dos opciones a la vez.

Si dejamos que esto suceda entonces estaríamos decidiendo tal como decide un
adolescente: ¿voy a la fiesta o no? Tú y tu equipo de trabajo o familiares deben
tener la capacidad de ampliar las opciones y plantear la situación de forma que
existan multiples opciones no como un dilema.
Pregúntate: ¿Qué otras posibilidades existen? ¿Cuáles son tres otras opciones
que puedo incluir en mi toma de decisiones? ¿cúal es mi objetivo real detrás de
esta decisión y cómo puedo conseguirla?

O pregúntale a otra persona qué opina de la situación y, sobretodo, qué otras


opciones ve posible que tal vez tú no estés viendo. Oblígate a pensar en al
menos dos opciones más.

Confirmación subjetiva
¿Alguna vez le has preguntado a alguien qué le parece la decisión que has
tomado sabiendo que no importe lo que esa persona te diga tu matendrias
misma decisión que habías tomado?

Si eres honesto contigo mismo o contigo misma debes reconocer que la


respuesta es sí. Todos lo hemos hecho alguna vez.

Todos tomamos una decisión y simplemente buscamos personas que estén de


acuerdo con la decisión que hemos tomado para sentirnos mejor con nosotros
mismos.

Me refiero a las clásicas preguntas que en realidad son afirmaciones. Tendemos


a buscar razones para confirmar que la decisión que hemos tomado es la
correcta.

Este es un enemigo en la toma de decisiones porque limita nuestra capacidad


para recibir retroalimentación, pues solo escucharemos a personas que están de
acuerdo con nosotros. La próxima vez que estés en esta situación prepárate
para estar equivocado o equivocada.

Piensa por un momento que podrías no tener la razón y ese pensamiento te dará
una nueva perspectiva.

Emociones de corto plazo


Las emociones de corto plazo suelen empujarnos a tomar decisiones que no son
sostenibles o son buenas para nuestra vida en el mediano o largo plazo.

Es importante que no tomes decisiones difíciles o que tendrán consecuencias en


el largo plazo basadas en emociones de corto plazo.

Las emociones hacen que tomemos decisiones basados en nuestra propia visión
y en nuestros propios sentimientos y no necesariamente en lo que es mejor para
el equipo, para el grupo o para nosotros mismos en el futuro.
Por esta razón, este enemigo es uno de los más grandes enemigos de la toma
de decisiones. Es importante, entonces, respirar profundamente, tomarte un
tiempo de relajo, hacer ejercicios, poner tu mente en blanco o alegrar tu corazón
antes de empezar la toma de decisión.

Confianza excesiva
Siempre debemos tener una visión positiva de lo que podría ocurrir, sin embargo,
esta visión puede ser negativa en nuestra toma de decisión.

La razón es simple: podemos aferrarnos a la idea de que todo irá bien y de que
será un éxito que no evaluamos el progreso y no corregimos nuestras decisiones
en el camino.

Otro de los problemas con la confianza excesiva es que porque creemos que
funcionará y que todo nos irá bien no tomamos los pasos necesarios ni las
acciones que debemos para hacer que funcione o que vaya bien. Parecería un
juego de palabras pero no lo es.

Nuestra visión optimista del futuro nos puede frustrar del mismo si no tomamos
la acción necesaria y si no hacemos el seguimiento necesario a la decisión que
hemos tomado.

En ese sentido, la próxima vez que decidas algo prueba ponerle fechas o
indicadores de seguimiento.

Como tomar decisiones


A continuación compartiré contigo los seis pasos para un proceso de toma de
decisiones efectivo. Este proceso es un sistema de toma de decisiones que
puedes seguir cada vez que estés frente a una decisión díficil. Al inicio podría
parecerte un sistema complejo, sin embargo, notarás que cada vez que lo usas
se vuelve más sencillo.

Te recomiendo que sigas este proceso cuando estés solo o sola y sin
interrupciones. Idealmente tomaría 30 minutos y debe ser hecho en papel y lapiz
o lapicero pero no en la mente ni en la laptop, iPhone o cualquier otro dispositivo.

1. Define tu objetivo/s
El primer paso y el más importante de todos es que defines específicamente cuál
es tu objetivo frente a la decisión. ¿Qué buscas obtener? ¿qué es lo que
quieres? Define los resultados que quieres obtener por orden de importancia.
2. Conoce las opciones
Escribe todas las opciones que tienes, incluso las opciones con las que no estés
de acuerdo o no quieras. Recuerda lo que vimos anteriormente: una opción no
es decisión, dos opciones es un dilema, tres opciones ya puede ser considerada
como una opción.

3. Averigua las consecuencias


Escribe todas las posibles consecuencias de cada una de las opciones. Para la
opción una escribe sus consecuencias, igual para la segunda o tercera opción.
Idealmente debes tener al menos cuatro opciones antes de tomar una decisión.

4. Evalua las posibilidades


Ahora es momento de evaluar las consecuencias positivas y las negativas de
cada opción. Determina qué resultados se ven afectados frente a cada decisión,
determina la importancia de cada consecuencia frente a el resultado que deseas
(del 1 al 10)

Escribe la probabilidad de que la consecuencia que has puesto realmente


suceda (del 0 al 100%) Y, finalmente, escribe el beneficio emocional o la
consecuencia real si elegirias esa opción.

Por ejemplo, si la opción 1 y 2 afecta a nivel 10 el resultado que deseas


probablemente quieras descartar esa opción. Mientras que si la opción 3 y 4
afecta a nivel 5 el resultado que deseas entonces probablamente quieras
mantenerla. Es importante determinar la posbilidad de que el beneficio realmente
se de.

En esencia en este paso lo que estamos haciendo es quedarnos con las


opciones que más beneficios nos den y menos desventajas ocasionen en base a
lo que nosotros queremos lograr (objetivos del paso 1).

5. Mitiga las consecuencias negativas


En esta opción debes mitigar las consecuencias negativas. Para esto debes
escribir todas las consecuencias negativas que pueden ocasionar las opciones
que aún han quedado en este proceso (en este ejemplo sería la opción 3 y 4).

Para ello, debes hacer una lluvia de ideas de todas las posibles consecuencias
negativas y escribir las diversas formas que puedes mitigar estos consecuencias
o eliminarlas. Mientras más ideas tengas mejor, pues menos serán las
consecuencias negativas.

En esta parte es donde puedes combinar las alternativas restantes o ver partes
parciales de cada una con la idea de ir quedandote con solo una opción restante.
La opción que tenga la mayor probabilidad de conseguir los objetivos que
deseas (paso 1) con la menor cantidad de consecuencias negativas.

6. Toma la decisión
Ahora es momento de elegir la mejor opción de todas y decidir que harás que
funcione sí o sí. En esta parte no puedes mirar atrás ni reevaluar las decisiones
hasta que hayas puesto en practica la decisión tomada.

Debes elegir la mejor opción y crear un plan para hacer que funcione, debes
encontrar las razones por las cuales harás que funcione y debes tomar acción
masiva para conseguir los resultados que deseas.

Ahora me gustaría saber de ti: ¿Cuál es una de las decisiones más difíciles que
has tomado? ¿qué proceso seguiste para tomarla? ¿qué recomendación le
darías a las demás personas cuando estén frente a una decisión difícil?

https://nelsonportugal.com/toma-de-decisiones/

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