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INTRODUCCIÓN

El régimen municipal chileno ha sufrido una profunda transfor-


mación a partir del 11 de septiembre de 1973, la que abarca los
más variados aspectos en cuanto a su organización, relaciones
con la Administración Central, administración de su patrimo-
nio, formas de participación, empresas que puede constituir,
entre otros.
Los grandes lineamientos del nuevo sistema municipal se en-
cuentran contemplados en el Decreto Ley Nº 573, del año 1974;
en el Decreto Ley Nº 1.280, que fijó la nueva Ley Orgánica de
Municipios y Administración Comunal, y que fuera publicado
en el Diario Oficial de 14 de enero de 1976 y, finalmente, en la
Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, Ley Nº 18.695
(Diario Oficial de 14 de enero de 2000), cuya última modificación
se encuentra contenida en la Ley Nº 20.033 (Diario Oficial de 1º
de julio de 2005).
Otras normas legales y reglamentarias se han ido dictando
con el tiempo y conforman en la actualidad un nuevo régimen
que ha significado un cambio substancial respecto de la antigua
legislación, ya que por una parte el municipio se encuentra in-
serto dentro del proceso de desarrollo del país, impulsándolo a
nivel comunal mediante una adecuada planificación, y de otra
parte se han dictado normas que lo conducen a un quehacer más
dinámico, libre de muchas trabas que en el pasado lo llevaron a
su postración.
El propósito de esta publicación es divulgar sistemáticamente
las materias más importantes que conforman esta nueva legisla-
ción, de manera que sirvan a los contribuyentes, profesionales

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

del área e instituciones relacionadas de uno u otro modo con


los municipios.
Este trabajo no pretende, ni muchos menos, ser un tratado,
ni agota las numerosas posibilidades que el tema encierra. Sin
embargo, si logra ser de una ayuda efectiva para quien busque
información sobre los temas municipales cumplirá con creces
los propósitos del autor, el que se ha esmerado en ser lo más
objetivo posible en sus planteamientos, de modo que la obra no
refleje tanto sus puntos de vista como la forma en que realmente
se encuentra implantado el sistema municipal chileno.
Con el objeto de que este trabajo sea de la mayor utilidad
práctica se ha incluido un anexo con los textos más relevantes
sobre la materia, a fin de que el lector, aparte del análisis de cada
tema, posea a su vez la fuente de información legal.
EL AUTOR

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C A PÍTULO PR IMERO

DERECHO MUNICIPAL, RAMA ESPECIALIZADA


DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

El Derecho Administrativo, que forma parte del Derecho Público


y que fundamentalmente tiene por objeto el estudio de los pre-
ceptos que reglan la administración del Estado y las relaciones
entre la administración y los administrados, tiene como rama
especializada al Derecho Municipal.
Se ha dicho por algunos administrativistas que no existe Derecho
Municipal porque el Derecho Administrativo cubre ampliamente
toda la esfera de acción del municipio y las normas que le son
aplicables; sin embargo, dada la especialidad de la legislación
municipal puede hablarse de Derecho Municipal, y es así que el
tratadista Mario Bernaschina, en su obra de tres tomos Derecho
Municipal (Santiago, 1952-1954), analiza en forma exhaustiva el
“Derecho Municipal” y, en realidad, viene a justificarse el estudio
separado de esta rama especializada por las características pecu-
liares que le son aplicables, ya que se les dedican por lo general
muy pocas líneas a los municipios y normas de derecho que les
son aplicables.

1. NORMAS COMUNES QUE LE SON APLICABLES


Al Derecho Municipal le son aplicables las normas comunes
del Derecho Administrativo, por ejemplo, el concepto de acto
administrativo, de los contratos administrativos, de las fuentes,
de las concesiones, normas generales sobre bases de procedi-
mientos administrativos, normas sobre probidad, etc. Esto es,
le es aplicable la teoría general, con los matices de diferencia
en cuanto a la legislación positiva. Así, en Chile no es igual el

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

régimen de concesiones fiscales que el de concesiones municipa-


les; los empleados municipales se rigen por un estatuto propio,
Ley Nº 18.883; los municipios poseen su propia Ley Orgánica,
Ley Nº 18.695; existe todo un procedimiento contencioso ad-
ministrativo especial para los actos u omisiones ilegales de los
alcaldes y municipalidades, reglado en los arts. 140 y siguientes
de la Ley Nº 18.695; la Constitución del año 1980 le dedica una
parte especial a los municipios y en la actualidad la Ley Nº 18.695
se refiere a ellos en forma particular. Las municipalidades po-
seen personalidad jurídica, reconocida incluso en el art. 547,
inciso 2º, del Código Civil, y dada su naturaleza inconfundible
no pueden ser tratadas en forma genérica con los otros servicios
públicos, ya que aparte de poseer su propia ley orgánica poseen
hasta una Ley de Rentas (DL Nº 3.063) que les asigna recursos y
tributos en forma especialísima y, entre otras materias, a través
de sus Direcciones de Obras son las encargadas de aplicar la
Ley General de Urbanismo y Construcciones, contenida en el
DFL Nº 458.

2. C ARACTERÍSTICAS ESPECIALES
El municipio históricamente creció antes que el Estado. Se ha
afirmado incluso que la municipalidad no nace de la ley, que es
un hecho de convivencia social el que induce a grupos familia-
res contiguos a buscar esta organización necesaria a la custodia
de los intereses comunes (Carlos Estévez, Derecho Constitucional,
tomo II, p. 195).
Es así que el municipio se fundamenta en el grupo social lla-
mado vecindario, por lo cual aparece como una definición muy
precisa la que da Patricio Aylwin al decir que es “una corporación
territorial, cuya base son los habitantes de una comuna o agrupa-
ción de comunas” (Derecho Administrativo, p. 132).
Si bien históricamente el municipio es anterior al Estado, en
la actualidad, dadas la evolución jurídica de nuestro régimen
y sus relaciones con el poder central, podemos afirmar que el
municipio es un órgano descentralizado del Estado que tiene
por misión fundamental la satisfacción de las necesidades de la
comunidad local (art. 1º, Ley Nº 18.695).

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DERECHO MUNICIPAL, RAMA ESPECIALIZADA DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

De esta naturaleza tan sui generis del municipio nacen las ca-
racterísticas especiales que le son aplicables; para ser tal el mu-
nicipio necesita territorio, población, patrimonio y atribuciones
y todo ello en un esquema fundamentalmente participativo de
la comunidad.
El municipio es una institución esencialmente democrática,
un municipio sin representación popular, sin participación de
la comunidad deja de ser municipio, pierde su razón de ser, y se
convierte en un servicio público más.
Es por esta naturaleza del municipio que se considera in-
dispensable que sea regido por una ley especial y no por una
ley general de Administración del Estado, y es así que siéndole
necesario para su subsistencia poseer recursos, tiene su propia
Ley de Rentas (DL Nº 3.063), e incluso en la Ley Nº 18.695, de
reciente dictación, se reconoce la necesidad imprescindible de
asegurarle una participación efectiva en la gestión de su admi-
nistración y, aún más, “autonomía para la administración de sus
finanzas” (art. 14).
Ahora bien, todo esto conduce a que exista una legislación
especial para las materias municipales: Ley Orgánica, Ley de
Rentas, Estatuto de los Empleados Municipales, Ley de los Juzga-
dos de Policía Local, Ley de Urbanismo y Construcciones, entre
otras, e incluso, como decíamos anteriormente, un procedimiento
contencioso administrativo únicamente aplicable a los actos u
omisiones ilegales de los alcaldes y sus funcionarios, sin perjuicio
de existir diversos procedimientos especiales en la Ley de Rentas,
Ley de Urbanismo y Construcciones, etc.
Todo lo anterior determina, pues, la especialización de esta
rama del Derecho Administrativo.

3. F UENTES DEL DERECHO MUNICIPAL


Las fuentes del Derecho Municipal, que son indispensables para su
estudio, las podemos agrupar en Constitución Política; Leyes orgánicas;
Leyes varias; Decretos, Reglamentos y Ordenanzas, y La costumbre.
Constitución Política
La fuente primera del Derecho Administrativo y por ende del
Derecho Municipal es la Constitución Política.

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

La enumeración cronológica de las Constituciones que consa-


gran los principios fundamentales sobre organización y existencia
de los municipios es la siguiente:
1) Reglamento Constitucional Provisorio de 27 de octubre de
1812 (art. 2).
2) Reglamento para el Gobierno Provisorio de 17 de marzo
de 1814 (arts. 5 y 10).
3) Constitución Provisoria de 25 de octubre de 1818 (arts. 1
al 11).
4) Constitución Política de 29 de diciembre de 1823 (arts. 215
al 224).
5) Constitución Política de 8 de agosto de 1828 (arts. 118 al
122).
6) Constitución Política de 25 de mayo de 1833 (arts. 122 al
131 y posteriormente arts. 113 al 122).
7) Constitución Política del año 1925 (cap. IX, arts. 101 al
106).
8) Constitución Política del año 1980 (arts. 118 al 122).
Leyes orgánicas
La primera Ley Orgánica data del 8 de noviembre de 1854. Pos-
teriormente tenemos la Ley de 12 de septiembre de 1887 y la Ley
de 22 de diciembre de 1891, sobre Comuna Autónoma.
A continuación, el DL Nº 281 de 22 de enero de 1915; DL
Nº 740 de 7 de diciembre de 1925; las modificaciones introdu-
cidas por las leyes 4.568, 5.357, 6.425, 6.587, 6.827, 7.196, 7.756,
7.767, 8.944, 8.987, 9.292, hasta llegar a la dictación de la Ley
Nº 9.342, la Ley Nº 11.860 sobre Organización y Atribuciones de
las Municipalidades, DL Nº 1.289 y finalmente la Ley Nº 18.695
con sus modificaciones que rige hasta hoy.
Leyes varias
Ellas vienen a implementar la Ley sobre Organización y Atribucio-
nes de las Municipalidades. Entre las principales se encuentran
las siguientes:
1. Estatuto de los Empleados Municipales, Ley Nº 18.883 (Dia-
rio Oficial 29.12.1989).

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DERECHO MUNICIPAL, RAMA ESPECIALIZADA DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

02. Ley de Rentas Municipales, DL Nº 3.063 (Diario Oficial


20.02.1996).
03. Organización y Atribuciones de los Juzgados de Policía
Local, Ley Nº 15.231 (Diario Oficial de 08.08.1963).
04. Ley General de Urbanismo y Construcciones, cuyo texto
fue fijado por DFL Nº 458 (Diario Oficial 13.04.1976 y su
modificaciones).
05. Ley sobre Organizaciones Comunitarias y Juntas de Veci-
nos. Ley Nº 19.483 (Diario Oficial 30.11.1996).
06. Código Sanitario, publicado el 31.01.1968.
07. Ley de Alcoholes Nº 17.105 (Diario Oficial 14.04.1969).
08. Ley Nº 18.290, Ley del Tránsito.
09. Ley Nº 18.227, faculta a los municipios para cobranza de
impuesto territorial.
10. Ley Nº 18.096, transfiere cementerios.
11. Ley Nº 19.653, sobre probidad administrativa.
Ordenanza, Reglamento y Decretos Municipales
Éstos son propios de cada municipio y son innumerables; no
guardan uniformidad, ya que dependen de las características y
problemas de cada comuna.

13
CAPÍTULO SEGUNDO

ORÍGENES HISTÓRICOS DEL MUNICIPIO

1. EL MUNICIPIO Y LA CIUDAD
Los orígenes históricos del municipio coinciden con los de la
ciudad. Es así que puede afirmarse que en la antigüedad, ciudad
y municipio se confunden y, aún más, no sería exagerado expre-
sar que en la mayoría de los casos se daba el Estado-municipio o
Estado-ciudad. Tal sucede con Atenas y Roma, entre otras; a su
vez, la ciudad corresponde a una etapa de evolución social en que
familias o tribus se asientan en un determinado lugar y se asocian
dándose una forma de gobierno que constituye el gobierno del
Estado-ciudad-municipio.

2. EL MUNICIPIO ROMANO
Como afirmábamos, para los romanos el Estado era la ciudad de
Roma, y posteriormente se extendió la denominación de muni-
cipio a todas las ciudades libres que se gobernaban por sus pro-
pias leyes y cuyos habitantes gozaban, además, de los privilegios
y derechos de la ciudad de Roma. El gobierno del municipio o
de la ciudad es ejercido por los magistrados que se denominan
ediles, cuestores y diunviros y que son elegidos por el pueblo en
los comicios. El municipio se compone de un núcleo central, que
corresponde al casco urbano y que se denomina urbe, y de un
espacio circundante, el territorium. El derecho a sufragio, esto es,
el aspecto político de la ciudadanía, se ejercitaba en la asamblea
del pueblo, en el Foro.
Se ha dicho respecto del Imperio Romano que “no es adecuado
llamar a Roma capital del Imperio, sino que Roma es el Imperio,

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

y el Imperio sólo existe con relación a esta última ciudad” (Wolf


Schneider, Las ciudades y sus hombres, p. 199). Quedaba demos-
trada la importancia esencial de la ciudad en esa época con la
circunstancia de que los que decidían acerca de las leyes de este
inmenso imperio eran concretamente los ciudadanos de Roma,
y siempre que lo hicieran en el Foro.

3. EL MUNICIPIO CASTELLANO
En la Edad Media los municipios se constituyeron a partir del
siglo VIII, teniendo como razón esencial la defensa de los po-
bladores o habitantes de las villas, esto es, de los “villanos” y en
España se les otorgaron a estas villas diversos privilegios y fran-
quicias que se denominaron “cartas pueblos”, las que trataban
acerca de legislación civil, penal, procesal y administrativa para
regir la ciudad.
Especialmente gozaron de importantes fueros los municipios
de Castilla. Ellos eran gobernados por un concejo, sin perjuicio
de que para tratar asuntos de interés vital se convocaba a “con-
cejo abierto”, esto es, a la asamblea de todos los vecinos, o sea, al
“Ayuntamiento de todos los homes, et de los mayores, et de los
medianos, et de los menores”, como dijo el Rey Alfonso el Sabio.
En resumen, el municipio castellano en su origen es esencialmente
democrático y ejerce en verdad el gobierno de la villa.
Posteriormente va desapareciendo el carácter electivo de los
concejales y éstos son designados por el Rey, fenómeno que se
agudiza en el absolutismo, al ir desapareciendo los concejos o
cabildos abiertos a partir de los Austrias, hasta terminar bajo la
dinastía de los Borbones con la venta en pública subasta de los
cargos concejiles.

4. MUNICIPIO COLONIAL AMERICANO


Los conquistadores españoles trasplantaron a América su religión,
tradiciones, costumbres y sus instituciones seculares, entre ellas
el municipio. Lo curioso es que en aquella época el municipio
empezaba a languidecer como consecuencia del absolutismo
monárquico de Carlos V y Felipe II; en cambio, los municipios
o cabildos fundados en América correspondieron inicialmente

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ORÍGENES HISTÓRICOS DEL MUNICIPIO

al concepto del antiguo municipio castellano, en el cual le co-


rrespondía a este organismo el verdadero gobierno de la villa o
ciudad, en su integridad. Felipe II dictó una ordenanza en virtud
de la cual se clasificaban las ciudades coloniales en metropolita-
nas, diocesanas o sufragáneas y villas o simples lugares, y según
lo cual tenían 12, 8 y 4 regidores, respectivamente.
El municipio fue al principio un organismo semiautónomo
y se regía por las ordenanzas, reales cédulas y derecho consue-
tudinario y tuvo atribuciones tales como nombrar gobernadores
internos en los casos de fallecimiento del titular, administrar la
ciudad por medio de sus alcaldes ordinarios y designar sus propios
funcionarios. En la corporación municipal residía la potestad
reglamentaria.
Estas semiautonomías y amplias atribuciones fueron posterior-
mente restringidas mediante la designación de los corregidores,
que también concentran el poder judicial y, aún más, se les concede
la autoridad de examinar las ordenanzas de los cabildos.
Es de este modo que al término del período colonial los muni-
cipios se encuentran con sus atribuciones muy restringidas, pero
tienen una característica valiosa, que es la única institución en
la cual tienen amplio acceso y representación los criollos, lo que
determinará el papel o rol fundamental que desempeñarán en
la hora de la independencia americana.

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C A PÍTULO TERCERO

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL MUNICIPIO

1. TERRITORIO
El municipio para ser tal necesita un territorio determinado en
el cual ejerza su acción. Esto es, un término jurisdiccional en
que ejerce su potestad administrativa y en el cual su autoridad
tiene vigencia.
En la actualidad se denomina comuna el territorio jurisdic-
cional en que la respectiva municipalidad tiene a su cargo la
administración local.
Es así que en el art. 101, inciso 1º, de la Constitución Política
de 1925 se expresaba que “la administración local de cada comuna
o agrupación de comunas establecidas por la ley, reside en una
municipalidad y, a su vez, el art. 118 de la Constitución Política
de 1980 dispone que “la administración local de cada comuna
o agrupación de comunas que determine la ley reside en una
municipalidad, la que estará constituida por el alcalde, que es
su máxima autoridad, y por el concejo”.

2. POBLACIÓN
La población es otro de los elementos esenciales del municipio
y se encuentra íntimamente ligada al territorio. Se ha dicho que
este elemento está constituido por el conjunto de habitantes,
tanto nacionales como extranjeros, que viven en un determinado
territorio y sobre los cuales se ejerce la jurisdicción municipal.
Ello no es completamente exacto, ya que la jurisdicción municipal
se ejerce igualmente en muchas materias sobre la población que

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

podríamos denominar “flotante”, caso que se da en las ciudades


metropolitanas y turísticas; por ejemplo, las normas sobre trán-
sito obligan exactamente igual al residente como al transeúnte.
La población es un elemento determinante para considerar la
planificación de la labor municipal, los recursos con que debe
contar, etc., porque es precisamente a esta comunidad local a quien
debe dar satisfacción el municipio en sus necesidades (art. 1º,
Ley Nº 18.695).

3. AUTORIDADES MUNICIPALES
El municipio ejerce su acción preponderantemente por medio de
su potestad reglamentaria, imperativa, ejecutiva y sancionadora.
Estas potestades son ejercidas tradicionalmente por los alcaldes
y el concejo municipal, según lo dispuesto en el art. 2º de la Ley
Nº 18.695.
Existen otras autoridades municipales menores, que por efectos
del principio de desconcentración poseen determinados pode-
res; por ejemplo, el Director de Obras Municipales, a quien le
corresponde privativamente adoptar diversas resoluciones que
producen efectos jurídicos (aprobar subdivisiones y loteos, ventas
por pisos, recepciones definitivas de edificios, permisos de edi-
ficación, etc.). Sin embargo, si bien estas autoridades menores
poseen estos poderes de decisión, existe una autoridad superior
representativa de la institución misma constituida por el alcalde y
el concejo municipal. A su vez, el alcalde es la máxima autoridad
de la municipalidad (art. 56, Ley Nº 18.695) y a él le corresponde
la representación jurídica y extrajudicial del municipio (art. 63,
letra a), Ley Nº 18.695) y administrar sus recursos financieros y
su patrimonio (art. 63, letras e) y f), Ley Nº 18.695).

4. PATRIMONIO
El patrimonio lo consideramos un elemento determinante del
municipio, ya que sin él le sería imposible desarrollar las acciones
necesarias para la consecución de sus fines.
El patrimonio es uno de los atributos de la personalidad y ya
hemos visto que el art. 547, inciso 2º, del Código Civil menciona a
las municipalidades como personas jurídicas de Derecho Público,
por lo cual consecuencialmente poseen su propio patrimonio,

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ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL MUNICIPIO

constituido por todos los bienes muebles e inmuebles que posean


a cualquier título, gratuito u oneroso.
El patrimonio se materializa en los bienes muebles e inmuebles
que permiten el desenvolvimiento de los servicios municipales y
las rentas que recauden directa o indirectamente.
Ya la Constitución Política de 1833 consagró el principio que
a las municipalidades les correspondía percibir, administrar e
invertir los caudales de propios y arbitrios, conforme a las reglas
que dictare la ley.
El art. 105, Nº 5, de la Constitución Política del año 1925
consagraba el mismo principio, que reitera el art. 122 de la Cons-
titución Política de 1980, lo que se ve reflejado por los arts. 13 y
14 de la Ley Nº 18.695, que se refieren al patrimonio municipal,
y los arts. 32 y siguientes de la misma ley, que tratan del régimen
de bienes de los entes edilicios.

21
C A PÍ T U LO C UA RTO

EL MUNICIPIO EN RELACIÓN
A LAS ESTRUCTURAS ADMINISTRATIVAS

1. CENTRALIZACIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN
Hemos dicho que el municipio es un órgano descentralizado del
Estado; por consiguiente, es menester referirnos a los principios
de la centralización y descentralización administrativa.
La centralización administrativa opera cuando las atribuciones
decisorias están agrupadas en los órganos de la persona jurídica
pública Estado y, en cambio, la descentralización administrativa
se produce cuando las competencias decisorias se adjudican no
sólo a la administración pública central, sino además a otros
organismos dotados de personalidad jurídica.
En el caso concreto del municipio chileno tenemos una clara
descentralización administrativa, ya que se le han adjudicado po-
deres de decisión y, aún más, por primera vez queda estampado
este concepto en la propia definición del art. 118 de la Constitu-
ción Política de 1980 y art. 1º de la Ley Nº 18.695.
En efecto, el art. 1º de la Ley Orgánica Constitucional Muni-
cipal, Ley Nº 18.695, expresa: “Las municipalidades son corpora-
ciones autónomas de Derecho Público, con personalidad jurídica
y patrimonio propio, cuya finalidad es satisfacer las necesidades
de la comunidad local y asegurar su participación en el progreso
económico, social y cultural de las respectivas comunas”.

2. CONCENTRACIÓN Y DESCONCENTRACIÓN
Se dice que hay concentración cuando los poderes de decisión
se encuentran reunidos en los órganos superiores de la adminis-

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

tración pública, o bien cuando la agrupación de las facultades


decisorias se opera en los órganos directivos de las entidades
estatales descentralizadas.
Existe desconcentración cuando las facultades o poderes de
decisión se transfieren a órganos o autoridades inferiores, ya sea
de la administración pública central o de cualquier sujeto de de-
recho público estatal. Por ejemplo, existe desconcentración en
la administración pública central cuando se otorguen facultades
decisorias a los directores regionales de Impuestos Internos. Se
produce desconcentración en un ente descentralizado, como
es el municipio, cuando se les otorgan facultades decisorias a
autoridades subalternas. Así ocurre cuando señalábamos las atri-
buciones o poderes de decisión que tiene el Director de Obras
Municipales.
Ya vimos que en la Constitución Política de 1980 y en la Ley
Nº 18.695 se propugna la desconcentración.

3. R ELACIÓN ENTRE LA ADMINISTRACIÓN CENTRAL


Y LOS ENTES DESCENTRALIZADOS

Como dice el tratadista Rafael Entrena, “el Estado no puede


desentenderse de la forma en que los entes descentralizados
persiguen los fines cuyo logro se les asigna, dado el carácter
público de éstos”.
De allí que pueden producirse diversas relaciones que pueden
agruparse en dos: a) de subordinación y b) de coordinación.
Dentro de las relaciones de subordinación resaltan las de control
y vigilancia que se traducen en la aprobación o ratificación de
determinados actos o bien la suspensión de los mismos, la petición
de informes, etc. Las relaciones de coordinación se producen
como consecuencia de la preocupación del Estado en orden a
que los entes descentralizados logren cumplir sus objetivos y, en
materia municipal, se traducen en apoyo financiero, asesoría,
adecuada información, etc.

4. NATURALEZA Y CONTENIDO DE LA ADMINISTRACIÓN LOCAL


Por naturaleza de la administración local, entendemos sus carac-
terísticas, y para ello nos remitimos a los elementos esenciales

24
EL MUNICIPIO EN RELACIÓN A LAS ESTRUCTURAS ADMINISTRATIVAS

o constitutivos a que nos hemos referido anteriormente, esto


es: territorio, población, autoridades, patrimonio, a lo que de-
bemos agregar potestades o atribuciones y participación de la
comunidad.
En lo que a participación se refiere debemos destacar que ella
está garantizada no sólo en la propia Constitución Política, sino,
además, en la Ley Nº 18.695 en cuanto a la elección del alcalde
y sus concejales.
Por contenido de la administración local o municipal enten-
demos aquellos asuntos que tienen relación con los intereses de
la porción de territorio asignadas a cada comuna.
En algunos países se les otorga a los municipios una compe-
tencia total o muy amplia sobre los intereses locales.
Así, en España existe una competencia que puede denominarse
de “cláusula general”, o sea, pueden perseguir cualquier fin que
redunde en beneficio de quienes habitan el territorio.
En Chile se ha aplicado el principio de la especialidad tam-
bién llamado de la “enumeración concreta”, esto es, que el mu-
nicipio sólo puede perseguir exclusivamente aquellos fines que
determinan una serie de normas taxativas, como ocurre con la
Ley Nº 11.860 sobre Organización y Atribuciones de las Munici-
palidades, y todo ello dentro de una rígida interpretación de la
Contraloría en orden a que los municipios sólo podrán efectuar
aquellos actos para los cuales estaban expresamente autorizados
por una norma legal.
Felizmente este criterio, que conducía a la paralización de toda
iniciativa, ha ido cambiando y ello se evidencia en la definición
de competencia amplia que se otorga al municipio en el art. 1º
de la Ley Nº 18.695, al expresar que a las municipalidades les
corresponde “satisfacer las necesidades de la comunidad local”.

5. EL MUNICIPIO Y SUS RELACIONES DE DEPENDENCIA


CON EL PODER CENTRAL

El municipio es un ente descentralizado del Estado, criterio vá-


lidamente aplicable en nuestro país de régimen unitario; como
ente descentralizado, posee personalidad jurídica y los elemen-
tos constitutivos o esenciales a que nos hemos anteriormente
referido.

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Sin embargo, la autoridad municipal está en directa relación


con el gobierno regional estatuido por el art. 111 de la Constitu-
ción Política de 1980.
Igualmente los municipios, en lo que a manejo presupuesta-
rio se refiere, están sometidos a las normas sobre administración
financiera del Estado (art. 50, Ley Nº 18.695).
Pero aparte de estas relaciones de cierta dependencia y supervi-
gilancia (no nos referiremos a la fiscalización de la Contraloría, que
examinaremos más adelante en forma extensiva), existen también
relaciones de coordinación. Es así que, respecto de estas últimas,
tenemos que los municipios se encuentran representados en los
consejos regionales y que el poder central presta asesoría planifi-
cadora a los municipios mediante el sistema regional de planifica-
ción, e incluso asistencia financiera por medio del Fondo Común
Municipal, a que se refiere el art. 14 de la Ley Nº 18.695.
En síntesis, el municipio chileno tiene actualmente claras
relaciones de dependencia y subordinación al poder central,
que son útiles para lograr la eficacia de su acción, aun cuando
coarten su independencia, pero al mismo tiempo tiene relaciones
de coordinación que le aseguran el apoyo de la administración
central para el cumplimiento de sus fines.

26
CAPÍTULO QUINTO

CARACTERÍSTICAS DEL RÉGIMEN MUNICIPAL

1. F UNDAMENTOS DEMOCRÁTICOS. PARTICIPACIÓN CIUDADANA


Como hemos visto, al estudiar los orígenes del municipio, una
característica preponderante es su raíz democrática, evidenciada
en sus diversas épocas.
En la actualidad, el fundamento democrático del municipio
debe buscarse preponderantemente en la participación ciuda-
dana.
La sociedad liberal burguesa nacida de la Revolución Francesa
concibió la realidad social de un modo abstracto, manteniendo
a los ciudadanos apartados del juego político.
Es así que las instituciones jurídico-políticas tradicionales
fueron fruto de una concepción que partía del divorcio entre
la sociedad y el Estado, sin apertura directa a las fuerzas vivas de
la sociedad.
En contraposición a esta concepción artificiosa se alza la idea
de participación que se produce cuando el ciudadano en vez de
adoptar una actividad pasiva desarrolla una acción consciente y
solidaria, interviniendo en los servicios públicos aun cuando no
forme parte del aparato administrativo.
Planteado en sus justos límites, la participación constituye el
centro neurálgico de la democracia; mediante el vehículo de la
participación, los ciudadanos se convierten hasta cierto punto
en gobernantes.
Es por ello que en lo que al municipio se refiere, debe con-
cebírsele no como una suma de ciudadanos abstractos e intem-
porales, sino como un conjunto de instituciones al servicio del

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DERECHO MUNICIPAL CHILENO

bien común, compuestas de personas, familias y grupos que ope-


ran en la sociedad, manteniéndose un equilibrio estable entre
los ciudadanos que protagonizan la vida cotidiana y el aparato
institucional que ejerce el poder local, procurando que entre
ambos niveles exista en funcionamiento una constante red de
comunicaciones.
Y es importantísimo determinar los cauces de la participación
ciudadana en la administración local, ya que ésta se ha considerado
siempre como una escuela de democracia. El contacto entre los
ciudadanos y los poderes locales resulta valioso para que el mu-
nicipio adquiera la vitalidad y el dinamismo que le es esencial.
No debemos olvidar que nuestra civilización tiene necesidad de
un contacto íntimo entre las instituciones y los ciudadanos y que
es justamente en el ámbito local donde se lograron las primeras
conquistas efectivas de la libertad y la democracia, porque como
dijo Tocqueville, “es en el municipio donde reside la fuerza de
los pueblos libres y las instituciones locales son para la libertad lo
que las escuelas primarias para la ciencia”. La democracia, se ha
dicho, tiene posibilidades de establecerse y desarrollarse en aque-
llos Estados que la ejercen cotidianamente, a pequeña escala.
Por último, debemos dejar dos ideas para meditar: una, que
la participación puede lograrse no sólo a través del sufragio, sino
mediante la colaboración, consulta, información; y la segunda: que
esta participación debe fundarse en conceptos éticos, respecto de
los ciudadanos en el principio de la solidaridad, que corresponde
a un ideal cristiano, y respecto de los funcionarios en su sentido
moral, el que, como enseñaron los griegos, es el único custodio
eficaz de los gobernantes.

2. AUTONOMÍA AMPLIA O LIMITADA


El municipio siempre ha tenido un grado de autonomía, para
poder administrar con eficacia los intereses locales que le han sido
confiados. Esta autonomía puede definirse como la facultad que
posee el municipio para darse la estructura interna que estime
adecuada y para ejercer las funciones que le son propias.
Autonomía total es cuando estas facultades las ejerce el municipio
con entera independencia del Gobierno central y limitada, cuando
está sujeta a la tutela, subordinación o control del Estado.

28
CARACTERÍSTICAS DEL RÉGIMEN MUNICIPAL

Desde luego, los municipios chilenos han gozado tradicio-


nalmente de autonomía, en cuanto a su constitución, mediante
la elección popular de sus regidores, pero en cuanto a reglar
su propia estructura interna y ejercer sus funciones, sólo la han
tenido en la ley de la comuna autónoma del año 1891, que creó
prácticamente el poder municipal en forma semejante a los can-
tones suizos, produciéndose resultados desalentadores. La Cons-
titución del año 1925 restringió esta autonomía, ya que creó las
asambleas provinciales, que subrogadas transitoriamente por los
intendentes hasta la fecha –pues nunca se instalaron dichas asam-
bleas– fiscalizaron ciertos actos de la Contraloría General de la
República, en cuanto a la inversión y rendición de cuentas de los
fondos municipales y de la designación directa por el Ejecutivo
de los alcaldes de Santiago, Valparaíso y Viña del Mar.
En la actualidad la autonomía municipal se encuentra establecida
en la propia definición del art. 1º de la Ley Nº 18.695, en cuanto
a que son “corporaciones autónomas de derecho público”.
En todo caso, se encuentran insertas dentro de las normas
constitucionales sobre “gobierno y administración interior del
Estado” que tratan los arts. 110 y siguientes de la Constitución
Política de 1980.

3. PERSONALIDAD JURÍDICA
Los municipios chilenos gozan de personalidad jurídica y el pro-
pio legislador así lo establece en el art. 547, inciso 2º, del Código
Civil, siendo en la actualidad su representante legal el alcalde,
de conformidad a lo dispuesto en el art. 63, letra a) de la Ley
Nº 18.695.
De otra parte, el art. 1º de la Ley Nº 18.695 reafirma la per-
sonalidad jurídica del municipio chileno, al establecer que “las
municipalidades son corporaciones autónomas de derecho público
con personalidad jurídica”.
Algunos autores habían pretendido negar la personalidad
jurídica del municipio (Mario Bernaschina), sosteniendo que
participaba solamente de la personalidad general del Estado, pero
tratadistas como Patricio Aylwin y Enrique Silva Cimma han sido
categóricos en afirmar la personalidad jurídica del municipio y
así Enrique Silva expresa que “la municipalidad es una persona

29
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

jurídica de derecho público y constituye también un servicio pú-


blico de carácter descentralizado”, afirmación que se aviene con
la definición del art. 1º de la Ley Nº 18.695. De esta personalidad
jurídica deriva su capacidad para contratar, contraer obligacio-
nes, poseer patrimonio, y que ha sido reconocido por una Ley
Orgánica Constitucional, como es la Ley Nº 18.695.

4. C APACIDAD DE REPRESENTACIÓN
Las personas jurídicas son ficciones legales, ya que carecen de
existencia física. Esto es, constituyen personas ficticias creadas por
la ley, capaces de ejercer derechos y contraer obligaciones civiles
y de ser representadas judicial y extrajudicialmente (art. 545 del
Código Civil).
En la Ley Nº 11.860, el representante legal y judicial del munici-
pio era el tesorero comunal respectivo y los tesoreros municipales,
tratándose de los municipios de Valparaíso y Santiago.
En la actualidad, el art. 63 de la Ley Nº 18.695 radica en el
alcalde la representación judicial y extrajudicial de las municipa-
lidades, y termina toda representación de los tesoreros.

5. A MPLITUD O ESPECIALIDAD DE SUS FUNCIONES


Cuando el ordenamiento jurídico crea o reconoce a un ente,
especialmente cuando éste es público, delimita sus finalidades,
empleándose para este efecto básicamente dos sistemas:
a) el de la generalidad y b) el de la especialidad.
El primero se denomina también de “cláusula general” y re-
ferido al municipio favorece su posibilidad de acción. Cuando
se emplea el sistema de la especialidad, denominado también de
“enumeración concreta”, se entiende que el municipio puede
perseguir exclusivamente aquellos fines que señalan una serie
de normas taxativas.
En España se usa el sistema de la amplitud o cláusula general,
y los municipios son corporaciones “a las que corresponde el
gobierno y administración de los intereses públicos, peculiares
de su territorio”.
En Chile se empleó el principio de la especialidad, y así tanto
la Constitución del año 1925 como la Ley Orgánica Nº 11.860
señalaron en forma taxativa las funciones municipales.

30
CARACTERÍSTICAS DEL RÉGIMEN MUNICIPAL

En la actualidad, la Ley Nº 18.695 contiene en su art. 1º el


principio de la amplitud o de cláusula general al expresar que el
cometido de los municipios “es dar satisfacción a las necesidades
de la comunidad local”, concepto que, como puede advertirse,
tiene vastos alcances y contenido.

6. CLASIFICACIÓN DE LAS FUNCIONES


Ya hemos analizado que la competencia puede ser amplia o taxa-
tiva en ciertas materias. Nos corresponde ahora examinar las
funciones del municipio.
Las funciones del municipio pueden clasificarse en cuanto
a la forma de atribución y en cuanto a la obligatoriedad de su
ejercicio.
En cuanto a la forma de atribución pueden clasificarse en:
a) impropias, b) propias, esenciales o privativas, c) indistintas;
d) mixtas; compartidas o conjuntas.
a) Se denominan impropias aquellas funciones estatales que, por
delegación del Estado se las encarga al municipio. Estas funciones
las realiza el municipio como órgano de otro ente –el Estado–,
sin que, por lo tanto, actúe como ente público;
b) Las funciones propias, denominadas también esenciales o
privativas, son aquellas que corresponden al municipio como
ente público y que sólo él puede ejercitarlas. La Ley Nº 18.695
señala en su art. 3º como funciones privativas: a) elaborar los
planes de desarrollo comunal; b) la planificación y regulación
de la comuna; c) la promoción del desarrollo comunitario; d) la
aplicación de las normas de tránsito en la comuna, según lo re-
gula la ley; e) aplicar las normas de construcción y urbanización
en la comuna, sin perjuicio de las normas generales que dicte el
Ministerio respectivo; f) el aseo y ornato de la comuna.
c) Las funciones indistintas son aquellas que si bien pueden ser
ejercitadas por el municipio como ente público, por lo que tienen
el carácter de municipal, también pueden ser desarrolladas por el
Estado. Por ejemplo, difusión artística y cultural, abastecimiento
de las poblaciones, etc.
d) Las funciones compartidas, conjuntas o mixtas son aquellas que
se confieren simultáneamente al municipio y al Estado a través de
cualquiera de sus organismos y que, en consecuencia, se ejercen

31
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

en forma conjunta. Por ejemplo, el turismo, respecto del cual en


las comunas balnearios actúan conjuntamente los municipios y
la Dirección de Turismo, implementando diversas fases de un
mismo proceso. La Ley Nº 18.695 reconoce expresamente en su
art. 4º la posibilidad de que el municipio actúe conjuntamente
con otros organismos del Estado en materias de salud, turismo,
construcción de viviendas sociales, capacitación, etc.
En cuanto a su obligatoriedad, las funciones pueden clasificarse
en facultativas y obligatorias. Esta clasificación, que no requiere
de mayores comentarios, sólo sirve para determinar en último
grado la responsabilidad que le incumbe al municipio por el
incumplimiento de la obligación de prestar ciertos servicios y el
posible derecho de los administrados de exigir su cumplimiento y
la acción de las autoridades superiores en orden a responsabilizar
a las autoridades municipales por su ineficiencia.

32
CAPÍTULO SEXTO

EL MUNICIPIO CHILENO

1. EL MUNICIPIO COLONIAL
Tal como explicábamos, los conquistadores trasplantaron las ins-
tituciones que regían en su país natal a los dominios coloniales
y entre ellas el municipio castellano, que les permitió organizar
la vida ciudadana.
Es así que conjuntamente con fundar las ciudades se constituía
el correspondiente cabildo, que viene a ser la primera manifes-
tación de gobierno comunal.
Y es importante señalar que si bien en esa época los munici-
pios en España llevaban una vida lánguida debido al poder ab-
solutista de los monarcas, por el contrario, en las colonias que se
encontraban lejos del poder central estos cabildos adquieren un
inusitado poder, reflejando así el espíritu democrático del pueblo
y convirtiéndose en la expresión de la soberanía popular.
Al constituirse inicialmente estos cabildos en las diversas colo-
nias y dada, como decíamos, la lejanía del poder central, vienen
a convertirse en verdaderos gobiernos que no se regían por una
reglamentación rígida sino que actuaban en las más diversas ma-
terias que interesaban al provecho o interés de la comunidad.
a) Período colonial
Concretamente, es interesante recordar que a pocos días de la
fundación de la ciudad de Santiago –12 de febrero de 1541– se
constituye con fecha 7 de marzo de 1541 el Cabildo de Santiago.
De esta manera, es la institución más antigua de nuestra vida
nacional.

33
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Pedro de Valdivia, en su calidad de adelantado, constituyó su


primer Cabildo, que quedó compuesto como sigue:
2 alcaldes: Francisco de Aguirre.
Juan Dávalos Jofré.
6 regidores: Juan Fernández de Alderete.
Juan Bohon.
Francisco de Villagra.
Martín de Solier.
Gaspar de Villarroel y
Gerónimo de Alderete.
1 procurador de ciudad: Antonio de Pastrana.
1 mayordomo: Antonio Zapata.
El 28 de abril del mismo año presentó título de Alguacil Mayor
don Juan Gómez de Almagro y fue reconocido como miembro
del Cabildo.
Este Cabildo tenía amplias atribuciones y ejercía funciones no
sólo administrativas, sino también judiciales y hasta legislativas.
Su personal se renovaba cada año por elección de sus propios
miembros.
Cuando Pedro de Valdivia obtuvo el título de Gobernador
del reino de Chile, recibió la facultad de designar tres regidores
perpetuos.
Luego se hizo hábito subastar al mejor postor el cargo de re-
gidor, a pretexto de acrecentar los recursos que exigía la Corona
para financiar los gastos bélicos y es así que en el siglo XVII esta
licitación alcanzó a dos mil pesos.
El Cabildo de Santiago, que posteriormente se denomina Ayun-
tamiento, designa a uno de sus miembros como Corregidor, que
pasó a ser el funcionario más importante de la administración local,
recordándose entre ellos y en los últimos tiempos de la Colonia, a
don Mateo de Toro y Zambrano y a don Luis Manuel de Zañartu.
A fines de la Colonia había decrecido la importancia de los
Cabildos, pero a su vez constituía la única corporación en que
los criollos tenían representación pública.
En 1803, una ordenanza española creó las intendencias y los
intendentes fueron, entonces, los jefes de las provincias y presi-
dentes de los cabildos o ayuntamientos.

34
EL MUNICIPIO CHILENO

En resumen, podemos decir que bajo la época colonial este


cabildo, que se inicia en nuestro país y de acuerdo con su propia
Acta de Fundación en Santiago, hasta con facultades de administrar
la justicia en nombre de la Corona, termina al advenimiento de la
Independencia en una institución con poderes muy restringidos
y limitados, pero con el mérito de ser el organismo representativo
del vecindario y, por ende, de los más destacados criollos.
En conclusión, podemos afirmar que durante la dominación
española se distinguen política y jurídicamente dos etapas: la de los
Austrias y la de los Borbones. En la primera se advierte una política
de descentralización administrativa, siendo el cabildo su institución
típica; en la segunda, la nota predominante es el regalismo y la
centralización, siendo las instituciones representativas el Ministerio
de Estado y las Gobernaciones Intendencias en Indias.
En todo caso hay que destacar que el poder comunal repre-
sentó en América la soberanía naciente del pueblo, tal como lo
fue en Castilla y León, según lo establecían las leyes de las Partidas
(Partida II, Título X, Ley I) sobre “qué quiere decir pueblo”, esto
es, “el ayuntamiento de todos los homes comunalmente de los
mayores et de los menores et de los medianos...”.
b) Legislación aplicable durante el período colonial
Las tres fuentes del Derecho Municipal en el período colonial
están constituidas por la costumbre, la voluntad del monarca y
la potestad legislativa.
En cuanto a las costumbres, podemos mencionar los cabildos
abiertos que se basan en el derecho consuetudinario.
La Legislación de Indios se remite a la costumbre, al expresar
que se guarden las leyes y costumbres indígenas que no se opon-
gan a la religión y a las leyes españolas vigentes (Recopilación de
Leyes de Indios, Ley Nº 4, Título 1, Libro 2º).
Además, en otros casos la ley se remite a la costumbre, cuando
ordena a la Real Audiencia que guarde a los alcaldes ordinarios
la jurisdicción según la costumbre, etc.
En el que se refiere a la voluntad del monarca hay que tener
presente que es una fuente del Derecho Municipal, en virtud de
la circunstancia que las colonias eran dominio de la Corona y no
del Estatuto Español y así los reyes dictaron diversas normas sin
que intervinieran ni las Cortes ni el Consejo de Castilla.

35
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Es por ello que rigen las Leyes de Indias, cuya recopilación


realizada por orden de Carlos II se promulga en 1860 y en ellas
se reglamentan la constitución y funcionamiento de los cabildos
coloniales, se dan normas sobre los oficios concejiles, sobre los
procuradores generales y particulares de las ciudades y poblacio-
nes y sobre los alcaldes ordinarios.
En cuanto a la potestad legislativa municipal, ningún texto
legal escrito la consagró, pero se ejerció abundantemente ba-
sándose en el derecho consuetudinario y de acuerdo a los usos
y costumbres.
Esta potestad reglamentaria en un principio se ejerció en
forma amplísima y, posteriormente, la Real Audiencia y la Real
Ordenanza de Intendentes la fueron limitando.
c) Estructura de los cabildos en las colonias
El Rey Felipe II dicta una ordenanza en virtud de la cual las ciuda-
des coloniales son de tres categorías: metropolitanas, diocesanas
y villas o simples lugares. En las primeras, el cabildo consta de 12
regidores; en las segundas de ocho, y en las terceras de cuatro.
El Cabildo de Santiago, tal como antes expresáramos, se ini-
ció con dos alcaldes y seis regidores y a fines de la Colonia tenía
dos alcaldes y doce regidores, de los cuales eran dos de elección
anual y los demás perpetuos.
En nuestro país, el Cabildo de Santiago extendió su jurisdicción
en un principio a todo el territorio colonial, hasta la creación de
los cabildos de La Serena y Concepción. Estos tres cabildos fue-
ron realmente los que ejercieron lo que podríamos denominar
el poder municipal y es así como al terminar la era colonial, el
Cabildo de Santiago, que estaba ejecutando funciones puramente
edilicias, llegó a convertirse en una autoridad que representó el
interés general de la población.
En todo caso, a la ordenanza de 1786, la Capitanía General
de Chile se dividió en dos Intendencias, con un total de dieci-
nueve partidos, quedando a la cabeza de cada partido el Alcalde
ordinario.
Dichas intendencias fueron las de Santiago y Concepción y
dentro de la primera el Cabildo de Santiago fue naturalmente
la principal.

36
EL MUNICIPIO CHILENO

2. EL MUNICIPIO A TRAVÉS DE LAS ÉPOCAS


Podemos decir que hasta el advenimiento del actual régimen
municipal se advierten los siguientes períodos:
a) Período de transición, desde 1810 hasta 1854, en que se
dicta la primera Ley Orgánica de Municipalidades;
b) Período de ordenamiento jurídico, desde 1854 hasta
1891;
c) Período de la comuna autónoma, desde 1891 hasta la Cons-
titución de 1925;
d) Período contemporáneo, desde 1925 hasta la actualidad,
en que hizo crisis el régimen municipal y se gestó una
nueva estructura y orientación, que queda reflejada en la
dictación primeramente del Decreto Ley Nº 573, de 8 de
julio de 1974, sobre Estatuto del Gobierno y Administración
Interior del Estado; Decreto Ley Nº 1.283, y finalmente la
Ley Orgánica Constitucional Nº 18.695.
a) Período de transición
Establecida la República, la Constitución de 1812 dispuso que los
cabildos debían ser elegidos por el pueblo.
Luego, en 1813, se creó el cargo de Juez Mayor de Alta Poli-
cía, que debía ser considerado miembro nato del cabildo. A este
funcionario se le encomendaron las principales ramas del servicio
local, incluso el policial de prisiones.
La Constitución del 8 de agosto de 1818 dispuso que las ciu-
dades eligieran sus gobernadores y los regidores del cabildo.
Vino después la Constitución del 23 de diciembre de 1823,
que creó la municipalidad con doce o siete regidores y con dos o
más alcaldes, según fuera la población de la respectiva ciudad.
Ya los alcaldes no tienen atribuciones judiciales, sino en aque-
llos pueblos donde todavía no existían jueces letrados.
Se le encomendaron funciones especiales a cada regidor y
percibían remuneraciones que se deducían de los ingresos pro-
venientes de los mismos servicios que atendían, pero se señalaban
graves sanciones si no cumplían fielmente con sus deberes.
En resumen, podemos decir que esta primera época que ter-
mina con la dictación, en el año 1854, de la Ley de Municipali-
dades, se caracteriza por la instauración de diversos ensayos, sin

37
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

perjuicio de seguir aplicándose, en lo fundamental, las normas


tradicionales que regían en la Colonia.
b) Período de ordenamiento jurídico
Con fecha 8 de noviembre de 1854 se promulga la primera Ley
de Municipalidades; la corporación debía estar compuesta por
doce regidores y de entre ellos debía elegirse una junta de tres
alcaldes.
En los territorios municipales cuya población excediera de
veinte mil habitantes, se elegía un municipal más por cada frac-
ción de diez mil. La elección era directa.
El Presidente de la Municipalidad era el Intendente, el Go-
bernador o el Subdelegado, según fuera el caso.
Los alcaldes ejercían las funciones de jueces de policía local, es
decir, conocían de las infracciones a los preceptos de ordenanzas
y reglamentos municipales.
La referida Ley de 1854 sufrió varias modificaciones que no
alteraron sus principios fundamentales.
En general, podemos decir que las municipalidades quedaron
sujetas al poder central y que los gobernadores y subdelegados
tenían la atribución de controlar los actos de la corporación,
como asimismo la facultad de suspender las resoluciones mu-
nicipales que perjudicaran el orden público, a juicio de dichas
autoridades.
c) Período de la comuna autónoma
Como expresábamos anteriormente, la Ley de 1854 sufrió diversas
modificaciones que no alteraron sus principios básicos.
El 22 de diciembre de 1891, como una de las conquistas de la
Revolución del mismo año, se dictó una nueva Ley de Municipa-
lidades, que se llamó de la comuna autónoma, ya que al poder
municipal se le otorgaba independencia.
Es así que incluso se le entregaron la Policía del Orden y
diversas atribuciones de gran importancia.
El territorio municipal se dividió en comunas. En Santiago
y Valparaíso, por ejemplo, el radio urbano fue dividido en diez
y cinco comunas, respectivamente, y las elecciones de ediles se
efectuaban conjuntamente con las de senadores y diputados. En
cada comuna se sufragaba por tres regidores; es así que el mu-

38
EL MUNICIPIO CHILENO

nicipio de Santiago quedó compuesto por treinta miembros y el


de Valparaíso, por quince ediles. los intendentes y gobernadores
siguieron siendo los presidentes legales de la corporación muni-
cipal; sin embargo, las sesiones eran presididas por los alcaldes,
de acuerdo a un orden de precedencia.
La implantación de la comuna autónoma, que obedeció a con-
ceptos teóricos, produjo la relajación del gobierno comunal y en
las grandes ciudades se llegó a la conclusión de que los servicios
de policía de orden y seguridad no podían continuar dependien-
do de los municipios tanto por razones de orden público como
financieras, por lo cual pasaron a ser fiscales, sin perjuicio de que
en los municipios de menor categoría continuaran las policías
comunales, las que subsistieron hasta la fusión de las policías con
los carabineros en todo el país.
Haciendo un análisis crítico de este período, puede concluirse
que el error fundamental consistió en implantar una descentra-
lización administrativa a un país que no estaba preparado cívica
ni culturalmente para ello. Pudo advertirse que fue un error la
creación artificiosa de numerosas comunas y que al otorgarles
a los municipios amplísimas atribuciones hubo posteriormente
que cercenárselas, ya que no las ejercían debidamente. Es así que
el 28 de enero de 1915 se promulgó una reforma que separó las
elecciones parlamentarias de las de regidores, para quitarles a
éstas el carácter político, y se suprimió la elección por comunas,
reemplazándose por elección directa por un número total de
municipalidades por cada territorio del respectivo municipio,
correspondiéndole a Santiago elegir trece regidores.
En el balance positivo podemos anotar que se inició un principio
de descentralización y que muchas de las atribuciones conferidas
a los municipios subsistieron, aunque sujetas a control estatal.
d) Período contemporáneo
Dicho período se inicia con la Constitución Política de 1925, que
en sus arts. 101 al 106, capítulo IX sobre Régimen Administrativo
Interior, consagra las normas fundamentales sobre constitución,
organización y atribuciones de las municipalidades.
De la lectura de los preceptos constitucionales se desprende
que la Constitución propende a la descentralización administra-
tiva, a pesar de que en la práctica ésta nunca se llevó a cabo; el

39
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

gobierno comunal se retrotrae al estado anterior a la comuna


autónoma.
La primera ley orgánica dictada de acuerdo con los preceptos
de la Constitución de 1925 es el DL Nº 740, de 7 de diciembre
de 1925, que sufrió diversas modificaciones hasta llegar a la Ley
Nº 11.860 en actual vigencia, que a su vez ha sido objeto de otras
modificaciones.
La Constitución de 1925 incurrió en el error de no precisar
el concepto de lo que es un municipio y no señalarle atribucio-
nes privativas. Es así que las facultades concedidas a éstos han
sido paulatinamente cercenadas, ya sea en materia de tránsito,
salubridad, etc.
Además, es un hecho que el actual sistema ha permitido la
creación de comunas que no se justifican, que no ha asegurado el
financiamiento adecuado de estos organismos, que no se imple-
mentaron las asambleas provinciales que proveía la Constitución
y que fue incapaz de contener la introducción de la política en
los municipios.
Es así que desde varios años a esta fecha se ha hablado de la
crisis municipal en su aspecto administrativo, estructural, finan-
ciero y político.
Todo ello llevó a diversos congresos técnicos a proponer una
reforma constitucional y legal al respecto, existiendo acabados
análisis de las causas de la crisis municipal y de las medidas que
habría que adoptar para suspenderla.

3. CRISIS DEL MUNICIPIO


La crisis del municipio contemporáneo al 11 de septiembre de
1973 era global. De una parte, estos organismos estaban absoluta-
mente politizados y de otra, reducidos a funciones mínimas que
no justificaban su subsistencia como tales.
Además se advertía la absoluta falta de planificación de sus
actividades, encontrándose totalmente desconectados de la pla-
nificación regional y nacional.
Se advertía, asimismo, una falta de coordinación respecto
a los municipios entre sí y con relación a los demás servicios y
organismos dependientes del Poder Central.
Toda esta estructura inadecuada hace crisis especialmente en
las áreas metropolitanas, por ejemplo, en Santiago, donde se ad-

40
EL MUNICIPIO CHILENO

vierte la necesidad imperiosa de contar con un régimen especial,


al igual que ocurre en muchas metrópolis, por ejemplo, Buenos
Aires, Madrid, Barcelona, París, entre otras.
Asimismo, se llega a la conclusión de que era menester in-
corporar efectivamente al vecindario a las tareas municipales y
conjuntamente con él a las demás entidades de significación en
la comuna.
Si bien se dio un paso importante con la dictación de la Ley
Nº 16.880, sobre Juntas de Vecinos y Organizaciones Comunitarias,
se observa que en la práctica no fueron integrados al quehacer
municipal; por ejemplo, en Santiago, que es la primera munici-
palidad del país, no se designaron nunca los representantes de las
uniones comunales ante la corporación y, por tanto, los buenos
propósitos del legislador quedaron en el papel. En consecuencia,
quedó claro que es menester crear un adecuado cauce de partici-
pación ciudadana en la administración de los intereses locales.
Además de lo anteriormente señalado, se advirtió que las
normas de la Ley Orgánica de Municipalidades eran demasiado
rígidas, frenaban toda iniciativa e incluso obligaban a inútiles
debates para aprobar gastos insignificantes, perdiendo el tiempo
en materias baladíes los ediles y jefes superiores.
Finalmente, expresaremos que se advirtió el paulatino cer-
cenamiento de los recursos municipales, lo que acarreó un des-
financiamiento agravado por la falta de planificación y normas
igualmente rígidas en materia presupuestaria.
Todo ello condujo a estudios sobre Reforma del Régimen Mu-
nicipal, que cristalizaron en la dictación del Decreto Ley Nº 573,
posteriormente en el DL Nº 1.289, y finalmente en la Ley Orgánica
Constitucional Nº 18.695, dentro del marco de la Constitución
de 1980.
3.1. Cercenamiento de atribuciones
Hemos explicado que la Constitución del año 1925 no confirió a
los municipios atribuciones privativas y si bien estableció román-
ticamente el principio de la descentralización administrativa, en
la práctica no se llevó a efecto.
Debido, pues, a un criterio de centralización administrativa se
fue despojando al municipio de la mayor parte de sus atribuciones;
por ejemplo, en materia sanitaria mediante el art. 68 de la Ley

41
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Nº 10.383 letra g), Decreto 856, de 21 de abril de 1953 (Diario


Oficial de 8 de mayo de 1953) que aprobó el Reglamento para el
Servicio Nacional de Salud y el Código Sanitario; en materia de
tránsito mediante la creación de la Subsecretaría de Transportes.
Además, por Decretos con Fuerza de Ley Nos 88 y 343, de 1º de
junio y 5 de agosto de 1953, respectivamente, sobre preservación
de bosques; Ley de bosques, texto fijado por Decreto Supremo
Nº 4.363 (Diario Oficial de 31 de julio de 1931); sobre abaste-
cimiento, DFL Nº 242 (Diario de Oficial de 6 abril de 1960),
que contiene la organización y atribuciones de la Dirección de
Industria y Comercio; en materia de administración de fondos
(art. 22, Ley Nº 15.077, de 17 de diciembre de 1962, sobre cuenta
única fiscal), etc.
De este modo, el municipio fue quedando limitado en su ac-
ción a funciones mínimas, que en algunos casos no justificaban
su supervivencia.
3.2. Financiamiento inadecuado
Conjuntamente con el cercenamiento de atribuciones se operó
una disminución de recursos. Esto ocurrió con las patentes de
vehículos, que siendo primeramente a beneficio municipal, éste
quedó reducido a la tercera parte; igual cosa sucedió con la con-
tribución mobiliaria o participación en el impuesto a la renta,
que fue reduciéndose paulatinamente, y con las multas de los
Juzgados de Policía Local, en que se establecieron recargos a
beneficio fiscal.
Es así que la mayor parte de los municipios del país prácti-
camente invertían sus recursos en pagos de sueldos y salarios e
insumos básicos, sin que quedaran fondos para obras de adelanto
local. De este modo, se criticaba a los municipios porque despil-
farraban sus recursos en sueldos y salarios, sin entrar a examinar
el problema de fondo, en orden a que esta situación se producía
exclusivamente debido al cercenamiento de recursos. Gráficamente
podía observarse este fenómeno en una curva en que año a año
el porcentaje de ingresos municipales disminuía con relación al
de los recursos fiscales. Es así que se llegó a la conclusión de que
el municipio chileno era uno de los más desprovistos de recursos
con respecto al porcentaje de los ingresos públicos que tenían
los municipios en otros países.

42
EL MUNICIPIO CHILENO

3.3. Participación inadecuada del vecindario


Obviamente la resolución de los problemas locales debe estar
entregada a la autoridad que señala la ley; sin embargo, existe una
etapa previa de acopio de antecedentes, de estudio del problema,
en que pueden y deben ser consultadas las personas o entidades
a quienes les afectan.
Ahora bien, ni la Ley Orgánica de Municipalidades ni las
demás leyes que conforman el Derecho Municipal contempla-
ron esta participación del vecindario o los administrados en la
búsqueda de las soluciones a los problemas comunes porque
se partía de la base de dar por verdadera la ficción legal de su-
poner que siendo los regidores designados por sufragio directo
eran los representantes o depositarios de la voluntad popular,
de modo que al estar la comunidad representada por ellos, era
redundante auscultar la opinión de los administrados sobre los
problemas locales.
Este divorcio entre los supuestos representantes de la voluntad
popular y sus representados se hacía más notorio en las grandes
ciudades, donde el contacto directo entre los ediles y el vecindario
se hacía muy difícil y precario, quedando sujetos los regidores
a la presión circunstancial de pequeños grupos que defendían
intereses particulares en perjuicio del interés general de la po-
blación. Como un ejemplo de lo anterior podemos señalar el
otorgamiento indiscriminado de permisos ambulantes en el sector
céntrico de la capital, etc.
De conformidad a la Ley Nº 16.880, de 19 de julio de 1968,
las juntas de vecinos debieron integrarse al sistema municipal,
ya sea mediante la asistencia de los presidentes a las sesiones y
comisiones, con derecho a voz (art. 26), o para determinar el
orden definitivo de prelación de las obras comprendidas en el
plan comunal (art. 25), o bien aportando recursos para obras de
adelanto local en sus unidades.
Nada de ello ocurrió, pues existió una resistencia de parte de
los propios regidores e incluso de los funcionarios municipales
para hacer operante esta integración y ello se debió, entre otras
razones, a que las juntas de vecinos estaban también politizadas
y se cometió el error de organizar este sistema sin reestructurar
paralelamente a los municipios.

43
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

4. NUEVO RÉGIMEN MUNICIPAL CHILENO


Desaparecido el interregno del régimen militar, los municipios
han vuelto a tener raíz democrática a través de la creación de los
concejos municipales y la elección por sufragio universal de los
alcaldes y concejales.
La Constitución Política de 1980 ya le dio una fisonomía dis-
tinta al municipio, al definirlo como una corporación de derecho
público, con personalidad jurídica y patrimonio propio, cuya
finalidad es satisfacer las necesidades de la comunidad local y
asegurar su participación en el progreso económico, social y
cultural de la comuna (art. 118 Constitución Política).
La Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, Ley
Nº 18.695, reiteró estos principios de autonomía, y además la Ley
de Rentas Municipales les aseguró a los municipios recursos que
antes les habían sido cercenados. Por último, otras normas legales
les otorgan atribuciones en materia de educación municipalizada,
Ley Nº 19.378, DFL Nº 1/96 título III, Decreto 453/91 título III,
etc.; de salud, Ley Nº 19.378, arts. 5º, 25, 28, etc.; capacitación,
DFL Nº 1/89 título I, Ley Nº 18.695, art. 4º, letra e); Ley Nº 18.096,
que transfiere cementerios a los municipios, etc.
Se crea además el Fondo Común Municipal, cuyo concepto
lo señala el art. 122 de la Carta Fundamental y su distribución
el DL Nº 3.063, estableciéndose en la Ley Nº 18.695, art. 14, su
finalidad y recursos que lo integran.

44
C A PÍTULO SÉPTIMO

POTESTADES MUNICIPALES

El apoyo jurídico necesario para el ejercicio de las atribuciones


encomendadas al municipio, está constituido por las potestades
que podemos clasificar en reglamentaria, imperativa, ejecutiva
y sancionadora.
Nos referiremos separadamente a cada una de ellas.

1. POTESTAD REGLAMENTARIA
La potestad reglamentaria es aquella en virtud de la cual los
municipios pueden dictar normas generales, obligatorias y per-
manentes, con el objeto de hacer ejecutar las leyes o cumplir la
función de administrar que la Constitución Política y las leyes
les han asignado.
El art. 105 de la Constitución Política del año 1925 enumera-
ba las atribuciones que a las municipalidades especialmente les
correspondía y en su Nº 6 preceptuaba: “Formar las ordenanzas
municipales sobre estos objetos, sin perjuicio de las atribucio-
nes que el artículo siguiente otorga a la respectiva asamblea
provincial”.
En concordancia con esta norma, el art. 55 de la Ley Nº 11.860
sobre Organización y Atribuciones de las Municipalidades disponía:
“como encargadas de promover el bien general del Estado y el par-
ticular del territorio municipal, corresponde a las municipalidades
formar las ordenanzas municipales y presentarlas por conducto
del alcalde a la asamblea provincial para su ratificación”.
A este respecto debe tenerse presente que las asambleas pro-
vinciales creadas por los arts. 94 y siguientes de la Constitución

45
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Política del año 1925 no funcionaron por no haberse dictado


la ley correspondiente, por lo cual fueron subrogadas por los
intendentes, en virtud de lo dispuesto en la Ley Nº 7.164, de 3
de febrero de 1942, que dispuso: “mientras se constituyen las
asambleas provinciales, los intendentes tendrán las facultades que
a éstas les otorgan las leyes, para los efectos de autorizar, aprobar
o regular acuerdos municipales”.
La Constitución de 1980 señala en su art. 118 que una Ley
Orgánica Constitucional determinará las funciones y atribuciones
de las municipalidades, agregando que dicha ley establecerá las
materias en que el alcalde requerirá el acuerdo del concejo. A
su vez, el art. 12 de la Ley Nº 18.695 establece la potestad regla-
mentaria del municipio y el art. 65 señala en su letra k) que las
ordenanzas municipales son materias en que el alcalde requiere
el acuerdo del concejo municipal.
Finalmente, diremos que la potestad reglamentaria es con-
substancial al régimen municipal y que algunos autores llegan a
catalogarla como uno de sus elementos constitutivos.

2. POTESTAD IMPERATIVA
Potestad imperativa es aquella en virtud de la cual pueden dictarse
órdenes obligatorias para los vecinos y funcionarios del respectivo
municipio, en cumplimiento del mandato de administración de
los intereses locales.
Hemos visto que la potestad reglamentaria se refiere a reso-
luciones generales y permanentes, que se traducen en ordenan-
zas y reglamentos. La potestad imperativa se traduce en simples
acuerdos o decretos, según los adopte la corporación edilicia o el
alcalde y deberá entenderse naturalmente enmarcado dentro de
las atribuciones legales que les corresponden tanto al municipio
como al alcalde.
En la actualidad esta potestad imperativa se radica en el alcal-
de, en atención a lo dispuesto en el art. 56 de la Ley Nº 18.695,
y se ejerce mediante decretos.
Sin perjuicio de lo anterior, el alcalde es además la máxima
autoridad de los servicios municipales (art. 56, Ley Nº 18.695) y
puede impartir dentro de sus atribuciones las órdenes que esti-
me convenientes para la mejor marcha de los servicios, y en lo

46
POTESTADES MUNICIPALES

externo, su deber de administrador de los intereses comunales


también lo obliga a decretar prohibiciones, conceder permisos,
autorizaciones, etc.; por ejemplo, cumplimiento de determinadas
modalidades de trabajo respecto del personal, etc.

3. POTESTAD EJECUTIVA
La potestad ejecutiva es aquella en virtud de la cual el alcalde
hace cumplir las resoluciones municipales.
Esta potestad ha sido ejercida tradicionalmente por los alcal-
des, en base a ella hacen cumplir las ordenanzas, reglamentos,
simples acuerdos, etc., y es consubstancial a la administración de
los intereses locales, ya que sin ella las resoluciones quedarían
incumplidas.
También ejercita el alcalde esta potestad por medio de decretos,
aun cuando pueda hacerlo en muchos casos mediante simples
providencias o resoluciones administrativas.
Es así que el art. 63 de la Ley Orgánica de Municipalidades
señala las atribuciones alcaldicias, que son amplísimas, pudiendo
ejecutar los actos y celebrar los contratos necesarios para el adecuado
cumplimiento de las funciones de la municipalidad (letra ll).
El alcalde podrá delegar el ejercicio de parte de sus atribu-
ciones exclusivas en funcionarios de su dependencia (art. 63,
letra j), Ley Nº 18.695).

4. POTESTAD SANCIONADORA
En virtud de esta potestad les corresponde al alcalde y al concejo,
en su caso, señalar sanciones a quienes infrinjan las resoluciones
municipales, cuando se trate de ordenanzas. En lo que se refiere
al personal municipal, esta facultad recae en el alcalde (art. 63,
letra d), Ley Nº 18.695).
No debe confundirse esta potestad con la potestad jurisdiccio-
nal que les corresponde a los juzgados de policía local, al aplicar
en cada caso particular que conozcan la sanción al contraventor
o infractor.
La potestad sancionadora consiste en señalar en la respectiva
ordenanza la sanción que corresponderá a quienes infrinjan sus
normas. Se ejerce también en lo interno, en las atribuciones disci-

47
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

plinarias que al alcalde le competen como superintendente de los


servicios municipales, respecto de los funcionarios por las faltas
administrativas que éstos cometan. Debe tenerse presente que para
destituir a un funcionario se necesita sumario administrativo, de
acuerdo con el Estatuto y Reglamento de los Empleados Muni-
cipales, y que las demás sanciones pueden ser castigadas previo
sumario administrativo o la investigación sumaria para precisar
los hechos y responsabilidades de los funcionarios afectos.1
Finalmente, diremos que la potestad jurisdiccional que le co-
rresponde al municipio en los casos de excepción que contempla
la ley, se ejerce a través de los juzgados de policía local en con-
formidad al procedimiento señalado en la Ley Nº 15.231, sobre
Organización y Atribuciones de los Juzgados de Policía Local.2

1
Ley Nº 18.883, Diario Oficial de 29 de diciembre de 1989.
2
Texto refundido, Diario Oficial de 23 de mayo de 1978.

48
C A P Í T U L O O C T AVO

EL PATRIMONIO MUNICIPAL
Y EL RÉGIMEN DE BIENES

La Constitución Política de 1980 ya consagró el principio de que


el municipio debe tener un patrimonio propio, elemento esencial
del ente edilicio. Concordante con lo anterior, el art. 1º de la Ley
Orgánica Constitucional de Municipalidades viene a reiterar lo
anterior (Ley Nº 18.695).

1. EL PATRIMONIO MUNICIPAL SE ENCUENTRA CONSTITUIDO


POR LOS SIGUIENTES RUBROS :

a) Los bienes corporales e incorporales que posean o adquie-


ran a cualquier título;
b) El aporte que le otorgue el gobierno regional respectivo;
c) Los ingresos provenientes de su participación en el Fondo
Comunal Municipal;
d) Los derechos que cobren por los servicios que presten y
por los permisos y concesiones que otorguen;
e) Los ingresos que perciban con motivo de sus actividades
o de las de los establecimientos de su dependencia;
f) Los ingresos que recauden por los tributos que la ley per-
mite aplicar a las autoridades comunales dentro de los marcos
que ella señale, que graven actividades o bienes que tengan una
clara identificación local, para ser destinados a obras de desarro-
llo comunal, sin perjuicio de la disposición séptima transitoria
de la Constitución Política, comprendiéndose dentro de ellos
tributos tales como el impuesto territorial establecido en la Ley
sobre Impuesto Territorial, el permiso de circulación de vehículos
consagrado en la Ley de Rentas Municipales y las patentes a que

49
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

se refieren los arts. 23 y 32 de dicha ley (Decreto Ley Nº 3.063,


cuyo texto refundido fue fijado por el Decreto Supremo Nº 2.385,
de 30 de mayo de 1996 publicado en el Diario Oficial de 30 de
noviembre de 1996) y 140 de la Ley de Alcoholes, Bebidas Alco-
hólicas y Vinagres (Ley Nº 17.105);
g) Las multas e intereses establecidos a beneficio municipal;
por ejemplo, multas que aplican los Juzgados de Policía Local;
h) Los demás ingresos que les correspondan en virtud de las
leyes vigentes (art. 13, Ley Nº 18.695).
Es de destacar que las municipalidades gozan de autonomía
para la administración de sus finanzas (art. 14, Ley Nº 18.695), no
obstante lo cual deben llevar su contabilidad en conformidad con
las normas de contabilidad nacional y con las instrucciones que
les imparta la Contraloría General de la República, a quien deben
rendir cuenta (art. 27, Ley Nº 18.695), debiendo regirse por las
normas sobre administración financiera del Estado y quedando
afectas a la fiscalización de dicha Contraloría, la que podrá hacer
efectiva la responsabilidad de cualquier funcionario municipal
que haya causado un detrimento al patrimonio municipal (arts. 50
a 55, Ley Nº 18.695).
En lo tocante al régimen de bienes existen diversas dispo-
siciones que son de particular interés y que examinaremos a
continuación:

2. INEMBARGABILIDAD
Los bienes municipales destinados al funcionamiento de sus ser-
vicios y los dineros depositados a plazo o en cuenta corriente,
serán inembargables (art. 32, Ley Nº 18.695).

3. EJECUCIÓN DE SENTENCIAS QUE CONDENEN A UN MUNICIPIO


La ejecución de toda sentencia que condene a una municipali-
dad se efectuará mediante la dictación de un Decreto Alcaldicio
(art. 32, Ley Nº 18.695). ¿Qué ocurre si el alcalde no dicta dicho
decreto alcaldicio? La ley nada prevé al respecto, pero estimamos
que podría ser requerido para ello, ya sea mediante el reclamo de
ilegalidad que consagra el art. 140 de la Ley Nº 18.695, o mediante
el recurso de protección que establece el art. 20 de la Carta Fun-
damental, o pidiendo que se le apliquen las normas procesales de

50
EL PATRIMONIO MUNICIPAL Y EL RÉGIMEN DE BIENES

arresto previstas en el art. 238 del Código de Procedimiento Civil,


quedando finalmente el camino de dar cuenta a la Contraloría
General de la República, ya que este incumplimiento constituye
una irregularidad.
Con todo, la ley establece que tratándose de resoluciones
recaídas en juicios que ordenen el pago de deudas por parte de
una municipalidad o corporación municipal, el arresto previsto
en el art. 238 del Código de Procedimiento Civil solo procederá
respecto del alcalde en cuyo ejercicio se hubiere contraído la deuda
que dio origen al juicio (art. 32, inciso 2º, Ley Nº 18.695).

4. A DQUISICIÓN DEL DOMINIO DE BIENES RAÍCES


En materia de adquisición de bienes inmuebles deben observarse
las normas del derecho común. Cabe señalar que el alcalde, re-
presentante legal de la municipalidad, requiere del acuerdo del
concejo municipal para adquirir bienes raíces (art. 65, letra c),
Ley Nº 18.695).
Sin embargo, para los efectos de dar cumplimiento a las nor-
mas del plan regulador comunal, las municipalidades estarán
facultadas para adquirir bienes raíces por expropiación, los que
se declararán de utilidad pública. En este caso se aplican las nor-
mas de la Ley General de Expropiaciones, sin perjuicio de que el
alcalde requiera el acuerdo del concejo municipal para decretar
las expropiaciones (art. 65, letra f), Ley Nº 18.695).

5. ENAJENACIÓN, GRAVAMEN O ARRENDAMIENTO


DE INMUEBLES MUNICIPALES

Los bienes raíces municipales sólo podrán ser enajenados, gravados


o arrendados en caso de necesidad o utilidad manifiesta. Para la
enajenación o gravamen de tales bienes el alcalde requerirá el
acuerdo del concejo, y tratándose de arrendamiento sólo cuando
ellos tengan un plazo superior a cuatro años.
Igualmente requerirá el alcalde del acuerdo del concejo mu-
nicipal para el traspaso, a cualquier título, del dominio o mera
tenencia de bienes inmuebles municipales.
El procedimiento que seguirá para la enajenación será el re-
mate o la licitación pública y el valor mínimo para dicho remate

51
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

será el avalúo fiscal, el cual sólo podrá ser rebajado con acuerdo
del concejo (art. 34, Ley Nº 18.695).

6. DONACIÓN DE BIENES MUEBLES


La donación de bienes muebles requiere el acuerdo del concejo
municipal, atendido lo prevenido en el art. 65, letra e), de la Ley
Nº 18.695. Al respecto, el art. 35 de la mencionada ley expresa que
en casos calificados las municipalidades podrán donar los bienes
dados de baja a instituciones públicas o privadas de la comuna
que no persigan fines de lucro.

7. DISPOSICIÓN DE BIENES MUEBLES DADOS DE BAJA


La disposición de bienes muebles dados de baja debe llevarse a
cabo mediante remate público, sin perjuicio que en casos cali-
ficados puedan ser dados a instituciones públicas o privadas de
la comuna que no persigan fines de lucro, como se señaló en el
punto anterior (art. 34, Ley Nº 18.695).

8. CONCESIÓN DE BIENES MUNICIPALES O NACIONALES


DE USO PÚBLICO QUE ADMINISTRE LA MUNICIPALIDAD

Los bienes municipales o nacionales de uso público, incluido su


subsuelo, que administre la municipalidad, podrán ser objeto de
concesiones y permisos. Ello requiere la aprobación del concejo
municipal (art. 65, letra j), Ley Nº 18.695).
Un ejemplo de concesiones del subsuelo de los bienes nacio-
nales de uso público que administra la municipalidad, es el de los
estacionamientos subterráneos que se han construido en diversos
lugares de la ciudad de Santiago; por ejemplo, estacionamientos
subterráneos en el Parque Forestal de Santiago, en la Plaza Perú
de Las Condes, etc. (Ley Nº 19.425; art. 37, Ley Nº 18.695).

9. L AS CONCESIONES
Las concesiones darán derecho al uso preferente del bien conce-
dido en las condiciones que fije la municipalidad; sin embargo,
ésta podrá darles término en cualquier momento cuando sobre-
venga un menoscabo o detrimento grave al uso común o cuando

52
EL PATRIMONIO MUNICIPAL Y EL RÉGIMEN DE BIENES

concurran otras razones de interés público. Tanto el otorgamiento


de las concesiones, su renovación, como su término pueden ser
resueltos por el alcalde siempre que cuente con el acuerdo del
concejo municipal (art. 65, letra j), Ley Nº 18.695).
Cuando se trate de renovaciones de concesiones sólo podrán
acordarse dentro de los seis meses que precedan a su expiración,
aun cuando se trate de concesiones reguladas en leyes especiales.
Esta norma del art. 65 de la Ley Nº 18.695 tiene especial relevancia,
ya que está contenida en una Ley Orgánica Constitucional.
En caso de término anticipado de la concesión el concesio-
nario tendrá derecho a indemnización, salvo que aquél se haya
producido por incumplimiento de las obligaciones del propio
concesionario (art. 36, Ley Nº 18.695).

10. CONCESIONES PARA EXPLOTAR EL SUBSUELO.


FORMA EN QUE SE OTORGAN
Este tipo de concesiones se otorgan previa licitación pública, y
serán transferibles, asumiendo el adquirente todos los derechos
y obligaciones que deriven del contrato de concesión; la trans-
ferencia debe ser aprobada por el concejo municipal dentro
de los 30 días siguientes a la fecha de recepción de la solicitud
respectiva. Si nada acordare el concejo, la transferencia se consi-
derará aprobada, hecho que certificará el secretario municipal.
El adquirente deberá reunir todos los requisitos y condiciones
exigidos al primer concesionario, circunstancia que calificará el
concejo municipal.
Los conservadores de bienes raíces llevarán un registro es-
pecial en que se inscribirán y anotarán estas concesiones y sus
transferencias.
En esta clase de concesiones no se comprenderán las aguas,
sustancias minerales, materiales u objetos que aparecieren como
consecuencia de la ejecución de las obras.

11. PERMISOS MUNICIPALES


Los bienes municipales o nacionales de uso público que administre
la municipalidad, pueden ser objeto de permisos, por ejemplo,
permiso para instalación de kioscos. El otorgamiento de tales

53
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

permisos es una atribución del alcalde, como el de renovarlos o


ponerles término (art. 63, letra g), Ley Nº 18.695) y tales permisos
serán esencialmente precarios y podrán ser modificados o dejados
sin efecto, sin derecho a indemnización (art. 36, inciso 2º, Ley
Nº 18.695).

12. C AUCIÓN PARA LOS QUE CONTRATEN CON EL MUNICIPIO


Las personas que contraigan obligaciones contractuales con la
municipalidad por una suma no inferior a dos unidades tributarias
mensuales, deberán rendir caución.

13. R EGULACIÓN DE CONTRATACIONES Y ADQUISICIONES


La regulación de los procedimientos administrativos de contra-
tación que realicen las municipalidades se ajustará a la Ley de
Bases de Contratos Administrativos de Suministro y Prestaciones
de Servicios y sus reglamentos (Ley Nº 19.886, art. 37, Diario
Oficial de 30 de julio de 2003).

54
C A PÍTULO NOV ENO

EL ALCALDE

1. GENERALIDADES
Figura de suma importancia en el quehacer municipal es el al-
calde. Tal es así que el art. 2º de la Ley Orgánica Constitucional
de Municipalidades –Ley Nº 18.695– expresa que “las municipa-
lidades estarán constituidas por el alcalde, que será su máxima
autoridad, y por el concejo”.
En la antigua Ley Nº 11.860 sobre municipalidades el alcalde
se encontraba con sus atribuciones un tanto disminuidas, debido
a la excesiva injerencia que el legislador les otorgaba a las corpo-
raciones edilicias compuestas por los regidores, quienes debían
pronunciarse sobre un sinnúmero de actos municipales, incluso
administrativos o relativos al personal, como la designación y
remoción de los jefes de servicio.
Esta situación cambió abruptamente a partir del 11 de sep-
tiembre de 1973, en que las corporaciones edilicias son disueltas
y todas las facultades municipales se concentran en el alcalde en
virtud del DL Nº 25 y posteriormente en los DL Nos 573 y 575,
que incorporaron al municipio a la administración interior del
Estado en forma de institución descentralizada, cuya autoridad
superior, el alcalde, era designada por el Ejecutivo.
Por su parte, el DL Nº 1.289, que fijó la Ley Orgánica Mu-
nicipal (Diario Oficial de 14 de enero de 1976), mantuvo esta
situación, abandonándose así totalmente el principio autónomo
del municipio y constituyendo al alcalde en un funcionario abso-
lutamente dependiente del Ejecutivo, creando eso sí los consejos

55
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

de desarrollo comunal (arts. 15 y siguientes del DL Nº 1.289), con


facultades restringidas y principalmente asesoras.
En la actualidad se ha restablecido la autonomía municipal y
el alcalde y los concejales son elegidos democráticamente a través
del sistema estatuido en la Ley Nº 18.695, basado en el sufragio
universal, de lo cual trata el título V de dicha ley (arts. 107 y
108), entregándose el escrutinio general y la calificación de las
elecciones municipales a los Tribunales Electorales Regionales,
siendo sus resoluciones apelables para ante el Tribunal Califica-
dor de Elecciones de conformidad a los plazos y procedimientos
previstos por la Ley Nº 18.603. No nos explayaremos sobre esta
materia propia del derecho político y nos dedicaremos a estudiar
las atribuciones y facultades del alcalde.
Diremos eso sí que su mandato, producto del sufragio universal,
dura cuatro años, pudiendo ser reelegido. Igualmente señalare-
mos que el cargo de alcalde es incompatible con el ejercicio de
cualquier otro empleo o función pública retribuido con fondos
estatales, con excepción de los empleos o funciones docentes de
educación básica, media o superior hasta el límite de doce horas
semanales, incurriendo en inhabilidad sobreviniente para desem-
peñar el cargo de alcalde las personas que, por sí o como repre-
sentantes de otra persona natural o jurídica, celebren contratos
u otorguen cauciones en favor de la municipalidad respectiva o
tengan litigios pendientes con ésta, en calidad de demandantes,
durante el ejercicio de su mandato (art. 59, Ley Nº 18.695).
En forma separada y más adelante nos referiremos a las cau-
sales de cesación del cargo de alcalde.

2. ATRIBUCIONES EN GENERAL
Las atribuciones del alcalde son las siguientes:
a) Representar judicial y extrajudicialmente a la municipa-
lidad.
b) Proponer al concejo la organización interna de la munici-
palidad.
c) Nombrar y remover a los funcionarios de su dependencia de
acuerdo con las normas estatutarias que los rijan. Al respecto rige
la Ley Nº 18.883 sobre Estatuto de los Funcionarios Municipales.
d) Velar por la observancia del principio de la probidad ad-
ministrativa dentro del municipio y aplicar medidas disciplinarias

56
EL ALCALDE

al personal de su dependencia, de acuerdo con las normas esta-


tutarias que lo rijan. Nuevamente debemos remitirnos a la Ley
Nº 18.883.
e) Administrar los recursos financieros de la municipalidad,
de acuerdo con las normas sobre administración financiera del
Estado.
f) Administrar los bienes municipales y nacionales de uso
público de la comuna, que le correspondan al municipio.
g) Otorgar, renovar y poner término a permisos municipales.
A este respecto, debemos recordar que los permisos sobre bienes
municipales o nacionales de uso público son esencialmente pre-
carios y pueden ser modificados o dejados sin efecto, sin derecho
a indemnización, conforme a lo dispuesto en el art. 36 de la Ley
Nº 18.695.
h) Adquirir y enajenar bienes muebles. Debe relacionarse
esta facultad con lo dicho en materia del régimen de bienes
municipales.
i) Dictar resoluciones obligatorias de carácter general o par-
ticular. El alcalde realiza esta función por medio de reglamentos,
decretos alcaldicios e instrucciones, según se advierte en el art. 12
de la Ley Nº 18.695.
j) Delegar el ejercicio de parte de sus atribuciones exclusivas
en funcionarios de su dependencia. Igualmente podrá delegar la
facultad para firmar, bajo la fórmula “por orden del alcalde”, sobre
materias específicas. Debe señalarse que el alcalde puede delegar
“parte de sus atribuciones” y no la totalidad de ellas, ya que no se lo
permite la ley, e incurriría en un notable abandono de deberes.
k) Coordinar el funcionamiento de la municipalidad con los
órganos de la administración del Estado que corresponda.
l) Coordinar con los servicios públicos la acción de éstos en
el territorio de la comuna.
ll) Ejecutar los actos y celebrar los contratos necesarios para
el adecuado cumplimiento de las funciones de la municipalidad
y de lo dispuesto en el art. 37 de la Ley Nº 18.575.
m) Convocar y presidir con derecho a voto el concejo, así
como el consejo económico y social comunal.
n) Someter a plebiscito las materias de administración local,
de acuerdo a lo establecido en los arts. 99 y siguientes de la Ley
Nº 18.695.

57
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

ñ) Autorizar la circulación de los vehículos municipales fuera


de los días y horas de trabajo, para el cumplimiento de las fun-
ciones inherentes a la municipalidad.

3. ATRIBUCIONES COMPARTIDAS CON EL CONCEJO MUNICIPAL


Además existen diversas atribuciones y facultades para cuyo ejer-
cicio el alcalde requiere la aprobación o acuerdo del concejo
municipal.
Ellas son las siguientes:
a) Aprobar el plan comunal de desarrollo y el presupuesto
municipal y sus modificaciones, como asimismo los presupuestos
de salud y educación, los programas de inversión correspondientes
y las políticas de recursos humanos, de prestación de servicios
municipales y de concesiones, permisos y licitaciones.
b) Aprobar el plan regulador comunal, los planes seccionales y
el proyecto de plan regulador comunal o de plan seccional en los
casos a que se refiere la letra k) del art. 5º. Este punto se encuentra
relacionado con la Ley General de Urbanismo y Construcciones,
DFL Nº 458, que trataremos más adelante.
c) Establecer derechos por los servicios municipales y por los
permisos y concesiones. La naturaleza jurídica de los derechos
es muy distinta a la de los impuestos, como se advertirá al tratar
la Ley de Rentas Municipales.
d) Aplicar, dentro de los marcos que indique la ley, los tributos
que graven actividades o bienes que tengan una clara identifica-
ción local y estén destinados a obras de desarrollo comunal.
e) Adquirir, enajenar, gravar, arrendar por un plazo superior
a cuatro años o traspasar a cualquier título el dominio o mera
tenencia de bienes inmuebles municipales o donar bienes mue-
bles. Estos aspectos se trataron precedentemente al estudiar el
régimen de bienes municipales.
f) Expropiar bienes inmuebles para dar cumplimiento al
plan regulador comunal. También este punto está íntimamente
relacionado con el DFL Nº 458, que fijó la Ley General de Urba-
nismo y Construcciones.
g) Otorgar subvenciones y aportes para financiar actividades
comprendidas entre las funciones municipales o personas jurídicas
de carácter público o privado, sin fines de lucro, y ponerles término.
Como puede advertirse, quedan excluidas las personas naturales.

58
EL ALCALDE

h) Transigir judicial y extrajudicialmente.


i) Celebrar los convenios y contratos que involucren montos
iguales o superiores al equivalente a 500 unidades tributarias
mensuales, y que requerirán el acuerdo de la mayoría absoluta
del concejo; no obstante, aquellos que comprometan al munici-
pio por un plazo que exceda el período alcaldicio requerirán el
acuerdo de los dos tercios de dicho concejo.
j) Otorgar concesiones municipales, renovarlas y ponerles
término. En todo caso, las renovaciones sólo podrán acordarse
dentro de los seis meses que preceden a su expiración, aun cuando
se trate de concesiones reguladas en leyes especiales. Esta materia
fue analizada al tratar el régimen de bienes municipales.
k) Dictar ordenanzas municipales y el reglamento a que se refiere
el art. 31. Este reglamento se refiere al que define la organización
interna de la municipalidad, así como las funciones específicas que
se asignen a cada unidad. Suele denominarse Reglamento General
de los Servicios, y varía en cada municipalidad con relación a su
importancia y necesidades locales que debe atender.
l) Omitir el trámite de la licitación pública en caso de impre-
vistos urgentes u otras circunstancias debidamente calificadas. A
este respecto, el art. 8º de la Ley Nº 18.695 señala que las munici-
palidades, a fin de atender las necesidades locales, pueden celebrar
los contratos para la ejecución de acciones para la prestación de
determinados servicios municipales o para la administración de es-
tablecimientos o bienes específicos que posean a cualquier título.
En estos casos, la celebración de los contratos y el otorgamiento
de las concesiones deben efectuarse por licitación pública cuando
el monto de los contratos o el valor de los bienes involucrados
exceda de doscientas unidades tributarias mensuales, pudiendo
llamarse a propuesta privada si fuere inferior, siempre que con-
curran imprevistos urgentes u otras circunstancias debidamente
calificadas por el concejo en sesión especialmente convocada
al efecto y con el voto favorable de la mayoría absoluta de los
concejales en ejercicio.
m) Convocar, de propia iniciativa, a plebiscito comunal. No se
puede convocar a plebiscito sobre cualquier materia, solamente
sobre aquellas de administración local relativas a inversiones especí-
ficas de desarrollo comunal, a la modificación del plan regulador u
otras de interés para la comunidad local, siempre que sean propias

59
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

de la esfera de competencia municipal. El párrafo 3º del título IV


de la Ley Nº 18.695 trata esta materia al desarrollar las instancias
de participación ciudadana en el quehacer municipal.
n) Readscribir o destinar a otras unidades al personal municipal
que se desempeñe en la unidad de control. Ello tiende a que este
personal goce de cierta autonomía en su labor fiscalizadora.
ñ) Otorgar, renovar, caducar y trasladar patentes de alcoholes.
Cabe destacar que el otorgamiento, renovación o traslado de estas
patentes debe efectuarse previa consulta a las juntas de vecinos
respectivas. No se exige la aprobación de estas entidades, sino
solamente que sean consultadas.
o) Fijar el horario de funcionamiento de los establecimientos
de expendio de bebidas alcohólicas existentes en la comuna. El
uso de esta atribución compartida del alcalde con el concejo
municipal ha creado fuertes polémicas, ya que a veces ocurre
que municipios vecinos y colindantes fijan distintos horarios.
p) Otorgar patentes a las salas de cine destinadas a la exhibición
de producciones cinematográficas de contenido pornográfico. En
este caso, el acuerdo deberá adoptarse por la mayoría simple de
los miembros del concejo. El alcalde oirá previamente a la junta
de vecinos correspondiente.
Es importante tener presente que las materias que requiere
el acuerdo del concejo son de iniciativa del alcalde.
Al alcalde se le señalan además ciertos deberes esenciales en
su calidad de máxima autoridad de la municipalidad y encargado
de su dirección y administración superior.
Estos deberes son: a) Presentar oportunamente y en forma
fundada, a la aprobación del concejo, el plan comunal de de-
sarrollo; b) Presentar el presupuesto municipal; c) Presentar el
plan regulador; d) Presentar las políticas de la unidad de salud
y educación y demás incorporadas a su gestión, y e) Finalmente
presentar las políticas y normas generales sobre licitaciones, ad-
quisiciones, concesiones y permisos (art. 56, Ley Nº 18.695).

4. CESACIÓN EN EL CARGO DE ALCALDE


El alcalde cesa en su cargo en los siguientes casos:
a) Pérdida de la calidad de ciudadano;
b) Inhabilidad o incompatibilidad sobreviniente;

60
EL ALCALDE

c) Remoción por impedimento grave, por contravención


de igual carácter a las normas sobre probidad administrativa, o
notable abandono de sus deberes, y
d) Renuncia por motivos justificados, aceptada por los dos
tercios de los miembros en ejercicio del concejo. Con todo, la
renuncia que fuere motivada por la postulación a otro cargo de
elección popular no requerirá acuerdo alguno, lo que parece de
toda lógica.
Las causales a), b) y c) son declaradas por el tribunal regio-
nal respectivo. Respecto a la a) se establece acción popular para
deducirla; en relación a la b), se necesita el requerimiento de a
lo menos dos concejales y con respecto a la c), que es la que más
polémicas ha suscitado, el requerimiento debe efectuarse a lo
menos por un tercio de los concejales en ejercicio (art. 60, Ley
Nº 18.695).

5. CONCEPTO DE NOTABLE ABANDONO DE DEBERES.


CONCEPTOS PRELIMINARES
La Ley Nº 18.593, Ley de los Tribunales Electorales Regionales,
en su art. 10 con relación a la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitu-
cional de Municipalidades –modificada por la Ley Nº 19.130, en
su art. 53, letra c)–, permite deducir un requerimiento en contra
de los alcaldes ante la justicia electoral por “notable abandono de
deberes”; sin embargo, no se precisó este concepto, como tam-
poco lo determina la Constitución Política al admitirlo también
como causal para deducir acusación en contra de ciertas altas
autoridades de la República; por ejemplo, los señores Ministros
de la Corte Suprema.
Es por ello que más adelante analizaremos detenidamente
este concepto desde el punto de vista del léxico, de las reglas
de hermenéutica y especialmente tomando en consideración el
sentido que le ha dado la jurisprudencia de la justicia Electoral,
llámese Tribunales Electorales Regionales o el tribunal máximo
en esta materia, que es el Tribunal Calificador.
Sin embargo, antes de entrar de lleno en este tema es menester
hacer algunas reflexiones.
El acogimiento de esta clase de acusaciones o requerimientos,
conlleva el cese en el cargo de importantes funcionarios; por

61
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

ejemplo, miembros de un poder del Estado, como en el caso


de los señores Ministros de la Excma. Corte Suprema, o bien de
autoridades elegidas directamente por el pueblo mediante el
sufragio universal, que constituye el ejercicio más palpable de
un sistema democrático.
Desde esta perspectiva, estimamos que se debe ser muy cui-
dadoso al examinar y dilucidar este concepto.
Creemos que debe emplearse un criterio serio, riguroso y
restrictivo sobre el particular.
No se puede incurrir en el “abuso del Derecho” al deducir
estas acusaciones y requerimientos, ya que se está trastrocando el
orden jurídico y la estabilidad de las instituciones. Triste ejemplo
lo constituyó hace poco la seguidilla de acusaciones constitucio-
nales en contra de diversos miembros de la Corte Suprema, todas
las cuales fueron rechazadas.
La circunstancia que tiempo atrás prosperara por primera
vez en la Historia de Chile la acusación contra un Ministro de
la Corte Suprema, constituyó quizás un precedente funesto que
perturbó la marcha del más alto tribunal de la República, ofen-
diendo innecesariamente a distinguidos magistrados.
Igual reflexión cabe en el caso de los alcaldes. Ellos detentan
sus cargos en virtud de la soberanía popular; cuando son reelectos,
aún es más clara la voluntad del electorado.
Pues bien, si se usa en forma indiscriminada esta clase de re-
querimientos, se está afectando el libre juego democrático, y si se
interpreta en forma amplia y abusiva este concepto de “notable
abandono de deberes”, para llevarlo a situaciones no contempladas
ni previstas por el legislador, estaría incurriendo en un “abuso del
Derecho” y en el empleo de un “resquicio legal” para deponer
a los alcaldes, contrariando así la voluntad del electorado que
los eligió y que representó la soberanía popular por medio del
ejercicio del sufragio universal.
Igual cautela debe emplearse cuando el requerimiento se
funda en denuncias, querellas ante los tribunales de justicia,
o acusaciones ante el organismo contralor, en los cuales no se
ha dictado ningún auto de procesamiento por parte de dichos
tribunales o pronunciamiento a firme del órgano contralor, ya
que se estaría transgrediendo el principio de la “avocabilidad”
reconocido por nuestro ordenamiento jurídico.

62
EL ALCALDE

Estos aparentes fundamentos que se esgrimen en muchos


requerimientos son a menudo construcciones artificiosas, que el
tiempo se encarga de desplomar y desbaratar. Resulta así que la
denuncia y querellas no prosperan, las causas son sobreseídas por
carecer de fundamento y, en su caso, la Contraloría desestima las
acusaciones o deja sin efecto los reparos o absuelve en los juicios
de cuenta. En definitiva, los requerimientos se han fundado sólo
en especulaciones y apariencias engañosas.

6. A NÁLISIS DEL CONCEPTO DE “NOTABLE ABANDONO


DE DEBERES” EN RELACIÓN CON LOS REQUERIMIENTOS
DE REMOCIÓN DE LOS ALCALDES

La Ley Nº 18.593, Ley de los Tribunales Electorales Regionales,


en su art. 10, y Ley Nº 18.695, “modificada por la Ley Nº 19.130,
Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades”, en su art. 60,
letra c), facultan a dichos tribunales para pronunciarse respecto
de la cesación en el cargo de alcalde por remoción por impedi-
mento grave o notable abandono de deberes.
La primera causal de remoción, esto es, el “impedimento
grave”, no reviste problema por tratarse de una situación fáctica,
fácilmente comprobable y que imposibilita en forma grave el de-
sempeño del cargo, debiendo considerarse como tal el que va más
allá de los plazos considerados en el art. 50 de la Ley Nº 18.695.
No ocurre lo mismo con el segundo motivo que justifica la re-
moción, es decir, “el notable abandono de deberes”, ya que se
trata de términos que han dado lugar a distintas interpretaciones
según el alcance que se le dé a dicha frase.
La realidad es que como el legislador no definió el concepto
de “notable abandono de deberes”, ha sido la propia judicatura
electoral la que ha venido precisando jurisprudencialmente di-
cho concepto.
Es así que se ha dicho “que a juicio de este tribunal y confor-
me a una interpretación finalista, un alcalde incurre en notable
abandono de sus deberes cuando se aparta de las obligaciones
esenciales que se le imponen por la Constitución y las leyes de la
República, especialmente de la Ley Orgánica Constitucional de
Municipalidades, de un modo tal que con su actuar u omisión
imputable paralice la constante actividad municipal tendiente a

63
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

dar satisfacción a las necesidades básicas de la comunidad local,


causando con ello una notoria preocupación pública y un grave
perjuicio al desarrollo de la comuna” (sentencia del Tribunal Ca-
lificador de Elecciones, causa rol Nº 8-94, petición de remoción
por el Tribunal Regional y rechazada en segunda instancia por el
Tribunal Calificador, que revocó el fallo de primera instancia).
Se ha dicho también en la especie que el abandono de sus
deberes se traducirá en “dejar de cumplir obligaciones que al al-
calde le impone dicho cargo”, agregándose que el tribunal debe
examinar “si esos descuidos o infracciones revisten o no el carác-
ter de múltiples y de notables” (sentencia del Tribunal Electoral
VII Región, en causa rol Nº 49.793, confirmada en fallo de 13 de
abril de 1994 del Tribunal Calificador de Elecciones, que rechazó
petición de remoción del alcalde de Empedrado).
Se ha expresado además que “nuestra labor no es en caso
alguno la calificación de un buen o mal alcalde, sino el notable
abandono de su deber, que debe referirse a hechos probados y
demostrados que hagan inoperante la función alcaldicia por faltas
de tal gravedad que sean dañinas o perjudiciales para la comunidad”
(causa rol Nº 228, Tribunal Electoral de la IX Región, sentencia
de 23 de mayo de 1994, confirmada por sentencia de 28 de junio
de 1994 del Tribunal Calificador de Elecciones, que rechazó la
petición de remoción del alcalde de Puerto Saavedra).
Además, refiriéndose al notable abandono de deberes se ha
dicho que “significa la dejación del cargo de alcalde de un modo
no común, que se hace notar” (sentencia de 29 de mayo de 1996
del 2º Tribunal Electoral de la Región Metropolitana, rol Nº 3/96,
confirmada por sentencia de fecha 7 de agosto de 1996 del Tri-
bunal Calificador, y en virtud de las cuales se rechazó la petición
de remoción del alcalde de Maipú).
Igualmente, en sentencia de 21 de noviembre de 1999 del 2º
Tribunal Electoral Metropolitano, en causa contra la alcaldesa
de Pedro Aguirre Cerda (14-94), confirmada por el Tribunal
Calificador, se ha expresado que no existe “notable abandono
de deberes, ya que no se han acreditado acciones u omisiones
que paralicen la actividad municipal o entraben el gobierno co-
munal”. En igual sentido tenemos sentencia de 23.04.1996, que
rechazó la remoción del alcalde de Arauco, por supuesto “notable
abandono de deberes”, ya que el Tribunal Electoral Regional,

64
EL ALCALDE

rol 797-5, estimó que “ni los cargos individuales o su conjunto


podrán ameritar el concepto invocado”.
En reclamo contra el alcalde de La Calera, el Tribunal Electo-
ral de Valparaíso, en fallo de 22.06.96, rechaza el requerimiento
pues no puede existir notable abandono de deberes cuando
no hay paralización constante de la actividad municipal, rol
Nº 438-95.
A nuestro juicio, la doctrina sentada por la justicia electoral
es la correcta, ya que la mayor parte de estas peticiones parte
de un supuesto falso y erróneo como es confundir el concepto
de “abandono del deber” con las “formas como éste se ejerce
o ejecuta”. En estas peticiones se ha pretendido generalmente
que la justicia electoral se aparte totalmente de su función ju-
risdiccional para transformarse en un ente fiscalizador o en un
organismo que pondere la forma como se ha llevado a cabo la
gestión administrativa.
La realidad es que no estando definido por el legislador el
concepto de “notable abandono de deberes” debe estarse a lo
dispuesto en el art. 20 del Código Civil, que precisa que cuando
ocurra esta situación las palabras “se entenderán en su sentido
natural y obvio, según el uso general de las mismas palabras”,
sentido general y obvio que se encuentra en el Diccionario de la
Lengua Española, en el cual notable es “digno de nota, atención
o cuidado” y abandono, en un primer significado, es “dejar alguna
cosa emprendida ya; como una ocupación, un intento, un derecho,
etc.”, de modo que combinamos ambos conceptos en la forma
precisada por el léxico, tendríamos que el concepto de notable
abandono de sus deberes, aplicado a un alcalde, consistirá en “la
dejación del cargo de alcalde de un modo no común, que se hace
notar”, con lo cual se estaría infringiendo una de las esenciales
obligaciones contempladas en el art. 58 de la Ley Nº 18.883, Es-
tatuto Administrativo para Funcionarios Municipales, cual es la
de “desempeñar personalmente las funciones del cargo en forma
regular y continua, sin perjuicio de las normas sobre delegaciones”,
disposición que se aplica asimismo al alcalde, según lo establece
el art. 1º de la misma ley.
De este modo existiría un notable abandono de deberes cuando
el alcalde voluntariamente hace un abandono de sus funciones
en forma que se haga notar, no desempeñando el cargo perso-

65
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

nalmente y en forma regular y continua, provocando una grave


perturbación o paralización de las actividades municipales.
Esto se compagina con otras normas de nuestro ordenamiento
jurídico; por ejemplo, el art. 136 de la Ley Nº 18.695 que permi-
te al particular afectado por una resolución u omisión ilegal de
un alcalde, entablar el reclamo de ilegalidad ante la Corte de
Apelaciones respectiva, y lo dispuesto en el art. 69, letra c) de la
Ley Nº 18.695, que faculta al concejo municipal para fiscalizar
las actuaciones del alcalde, pudiendo poner directamente en
conocimiento de la Contraloría General de la República sus actos
u omisiones y resoluciones que infrinjan leyes y reglamentos, y
denunciar a los tribunales los hechos constitutivos de delitos en
que aquél incurre.
Queda así demostrado que existen cauces y canales de fiscali-
zación y medios para hacer la legalidad en el quehacer municipal,
y cuyo conocimiento corresponde a otros organismos, debiendo
reservarse el recurrir a la justicia electoral cuando claramente el
alcalde incurra en un notable abandono de deberes, en la forma
que jurisprudencialmente se ha definido y que doctrinariamente
he tratado de precisar en estas líneas.
Ahondando en esta materia, diremos que la doctrina si bien
es escasa en este punto, es permanente y concordante con los
principios que hemos venido sosteniendo.
En efecto, el 10 de mayo de 1869 (Boletín de Secciones Extraordi-
narias del Senado, 1869, p. 62), al conocer de la acusación contra
la Corte Suprema, se expresó: “los magistrados cumplen estricta-
mente su deber cuando en las causas sometidas a su conocimiento
y decisión aplican las leyes según su leal saber y entender, pues
no compete al Senado juzgar acerca de las leyes que hagan los
tribunales”. Siguiendo en esta línea, el célebre jurista don Daniel
Schweitzer, en su obra Acusación constitucional, p. 78, expresa:
“El notable abandono de deberes, aparentemente omisión y no
acción, podría presentarse cuando se incurre en prevaricación
u otros delitos funcionarios” (Editorial Andrés Bello, 1972). El
constitucionalista don Mario Bernaschina González, en su obra
Constitución Política y leyes complementarias (Editorial Jurídica de
Chile, 1955), expresa: “estamos en todo de acuerdo con el fallo
del Senado porque la Constitución no ha establecido la acusación
para que el Senado pueda rever las sentencias y resoluciones de

66
EL ALCALDE

los Magistrados Superiores y del Contralor, sino para que castigue


los delitos que puedan cometer en el ejercicio de sus cargos”,
pp. 367 y 368).
Con todo lo dicho anteriormente queda claro que no debe ni
puede instrumentalizarse la justicia electoral, para dirimir riñas
y controversias entre el alcalde y los concejales, ya que se esta-
ría invadiendo la competencia de otros órganos encargados de
fiscalizar el quehacer municipal, y se estaría tratando de colocar
a los tribunales electorales en una incómoda posición –que no
le compete– de órgano supraadministrador o fiscalizador de la
actividad municipal.
Para que efectivamente revistan seriedad requerimientos y
acusaciones, tienen que fundarse en hechos o más bien omisiones,
como acertadamente señala don Daniel Schweitzer, que realmente
consistan en un “notable abandono de deberes” en la forma que
doctrinariamente lo hemos definido de acuerdo al léxico, a la
lógica y a la jurisprudencia de los tribunales electorales.

67
C A PÍTULO DÉCIMO

EL CONCEJO MUNICIPAL

1. GENERALIDADES
El concejo municipal constituye una creación del nuevo régimen
municipal. Viene así a llenar el vacío que se produjo al adveni-
miento del gobierno militar, que a partir del año 1973 suprimió
no sólo el Congreso Nacional sino que además las corporaciones
edilicias, que estaban conformadas por los regidores. La deno-
minación de concejo evoca estos órganos que existieron en el
Derecho Municipal español, y además subraya la diferencia con
los Consejos de Desarrollo Comunal o Codecos, que eran mera-
mente consultivos o asesores del alcalde.
El art. 2º de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades, se encarga de destacar la importancia de estos
cuerpos colegiados, al expresar que “las municipalidades estarán
constituidas por el alcalde, que será su máxima autoridad, y por
el concejo”.
Es así que este concejo es de carácter normativo, resolutivo
y fiscalizador, encargado de hacer efectiva la participación de la
comunidad local y ejercerá las atribuciones que le señale la Ley
Nº 18.695, las que son explicitadas en el art. 79 de dicha ley.

2. ELECCIÓN DE CONCEJALES
Los concejos estarán integrados por concejales elegidos por vota-
ción directa mediante un sistema de representación proporcional,
durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser reelegidos.
Cada concejo estará compuesto por: a) Seis concejales en
las comunas o agrupaciones de comunas de hasta setenta mil

69
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

electores; b) Ocho concejales en las comunas o agrupaciones


de comunas de más de setenta mil y hasta ciento cincuenta mil
electores, y c) Diez concejales en las comunas o agrupaciones de
comunas de más de ciento cincuenta mil electores. El número
de concejales de cada comuna lo determinará mediante una
resolución el Director del Servicio Electoral.
Para ser elegido concejal es menester cumplir con determinados
requisitos, iguales a los que se exigen para ser alcalde, y que son:
a) Ser ciudadano con derecho a sufragio; b) Saber leer y escribir;
c) Tener residencia en la región a que pertenezca la comuna o
agrupación de comunas, durante los dos últimos años anteriores
a la elección; d) Tener su situación militar al día, y e) No estar
afecto a las inhabilidades que establece la Ley Nº 18.695.
Las elecciones de concejales se encuentran normadas en el
título V de la Ley Nº 18.695, que trata de las elecciones munici-
pales en sus párrafos 1º, 2º, 3º y 4º.
Para estos efectos, la Ley Nº 18.695, en su art. 105, se remite a las
disposiciones de la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones
Populares y Escrutinios, a la Ley Orgánica Constitucional de los
Partidos Políticos y a la Ley Orgánica Constitucional sobre Sistemas
de Inscripción Electoral, y todo ello en cuanto no fuere contrario
a las normas específicas contenidas en la Ley Nº 18.695.
No ahondamos más sobre este tópico, ya que es propio del
derecho político y constitucional, pero sí diremos que el escrutinio
general y la calificación de las elecciones municipales serán prac-
ticadas por tribunales electorales regionales, cuyas resoluciones
serán apelables para ante el Tribunal Calificador de Elecciones,
de conformidad con el plazo y procedimiento previstos por el
art. 59 de la Ley Nº 18.103.

3. INHABILIDADES, INCOMPATIBILIDADES Y CESACIÓN


DE FUNCIONES DE CONCEJALES

No podrán ser candidatos a concejales: a) Los ministros de Es-


tado, los subsecretarios, los secretarios regionales ministeriales,
los intendentes, los gobernadores, los consejeros regionales, los
parlamentarios, los miembros del Consejo del Banco Central y
el Contralor General de la República; b) Los miembros y fun-
cionarios de los diferentes escalafones del Poder Judicial, del

70
EL CONCEJO MUNICIPAL

Ministerio Público así como los del Tribunal Constitucional, del


Tribunal Calificador de Elecciones y de los Tribunales Electorales
Regionales, los miembros de las Fuerzas Armadas, Carabineros
e Investigaciones, y c) Las personas que a la fecha de inscripción
de sus candidaturas tengan vigente o suscriban, por sí o por ter-
ceros, contratos o cauciones ascendentes a doscientas unidades
tributarias mensuales o más, con la respectiva municipalidad.
Tampoco podrán serlo quienes tengan litigios pendientes con la
municipalidad, a menos que se refieran al ejercicio de derechos
propios, de su cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer
grado de consanguinidad y segundo de afinidad inclusive.
Igual prohibición regirá respecto de los directores, adminis-
tradores, representantes y socios titulares del diez por ciento o
más de los derechos de cualquier clase de sociedad, cuando ésta
tenga contratos o cauciones vigentes ascendentes a doscientas
unidades tributarias mensuales o más, o litigios pendientes con
la municipalidad.
Tampoco podrán ser candidatos a alcalde o a concejal las
personas que se hallen condenadas por crimen o simple delito
que merezca pena aflictiva.
Los cargos de concejales serán incompatibles con los de miem-
bro de los concejos económicos y sociales provinciales y comu-
nales, así como con las funciones públicas señaladas en las letras
a) y b) del artículo anterior. También lo serán con todo empleo,
función o comisión que se desempeñe en la misma municipalidad
y en las corporaciones o fundaciones en que ella participe, con
excepción de los cargos profesionales no directivos en educación,
salud o servicios municipalizados. En el caso de que estos últimos
profesionales desempeñen a su vez el cargo de concejal, el alcalde
deberá respetar la autonomía en el ejercicio de las funciones de
los concejales, especialmente la facultad de fiscalización (ver arts.
74 y 75 de Ley Nº 18.695).
Los concejales cesarán en el ejercicio de sus cargos por las causales
que se indican a continuación:
a) Incapacidad psíquica o física para el desempeño del cargo;
b) Renuncia por motivos justificados, aceptada por el concejo.
Si la renuncia fuere motivada por la postulación a otro cargo
de elección popular no se requerirá acuerdo alguno;

71
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

c) Inasistencia injustificada por más de cincuenta por ciento a


las sesiones ordinarias a que se citen en un año calendario;
d) Inhabilidad sobreviniente;
e) Pérdida de algunos de los requisitos para ser elegido conce-
jal. La suspensión del derecho a sufragio sólo dará lugar a la
incapacidad temporal para el desempeño del cargo;
f) Incurrir en alguna incompatibilidad.
Ahora bien, si falleciere o cesare en su cargo algún concejal
durante el desempeño de su mandato, la vacante se proveerá con
el ciudadano que habiendo integrado la lista del concejal que pro-
voque la vacancia, habría resultado elegido si a esa lista le hubiere
correspondido otro cargo. En caso de no ser aplicable la regla an-
terior, la vacante será proveída por el concejo, por mayoría absoluta
de sus miembros en ejercicio, de entre los incluidos en una terna
propuesta por el partido político al que hubiere pertenecido, al
momento de ser elegido, quien hubiere motivado la vacante.
Todas estas materias se encuentran reglamentadas en los arts. 71
a 78 de la Ley Nº 18.695.

4. ATRIBUCIONES DEL CONCEJO MUNICIPAL


El art. 79 de la Ley Nº 18.695 se encarga de señalar las atribuciones
del concejo municipal, que son las siguientes:
a) Elegir al alcalde, en caso de vacancia, de acuerdo con lo
dispuesto en el art. 62, para este efecto el concejal deberá acreditar
cumplir con los requisitos especificados en el inciso segundo del
art. 57.
En efecto, de acuerdo al art. 62 de la misma ley, cuando el al-
calde se encuentre afecto a una incapacidad temporal superior a
cuarenta y cinco días, el concejo designará, de entre sus miembros,
un alcalde suplente mediante un acuerdo adoptado por la mayoría
absoluta de los concejales en ejercicio, en sesión especialmente
convocada al efecto. En caso de ausencia o impedimento inferior
a 45 días se empleará el mecanismo de subrogación, que ejercerá
el funcionario en ejercicio que le siga en orden de jerarquía, con
exclusión del Juez de Policía Local. Este orden de precedencia
comúnmente se encuentra determinado en cada municipalidad.
En caso de vacancia del cargo de alcalde, el concejo proce-
derá a elegir un nuevo alcalde de entre sus propios miembros

72
EL CONCEJO MUNICIPAL

y por mayoría absoluta de los concejales en ejercicio, en sesión


especialmente convocada al efecto.
b) Pronunciarse sobre las materias que enumera el art. 65 de
la Ley Nº 18.695. Se refiere a todas aquellas materias en que el
alcalde debe requerir el acuerdo del concejo y a las cuales nos
referimos al tratar de las atribuciones alcaldicias; por ejemplo,
aprobar el plan regulador comunal y sus modificaciones, apro-
bar el presupuesto municipal, el plan de desarrollo comunal, el
otorgamiento de concesiones, etc.
c) Fiscalizar el cumplimiento de los planes y programas de
inversión municipales y la ejecución del presupuesto.
d) Fiscalizar las actuaciones del alcalde y formularle las obser-
vaciones que le merezcan, las que deberán ser respondidas por
escrito dentro del plazo máximo de quince días.
e) Pronunciarse respecto de los motivos de la renuncia a los
cargos de alcalde y de concejal.
f) Aprobar la participación municipal en asociaciones, cor-
poraciones o fundaciones. De ello se deduce que las municipa-
lidades pueden constituir estos entes jurídicos; por ejemplo, en
Santiago se encuentra la Corporación que administra y efectúa
la extensión artística a través del Teatro Municipal. En casi todos
los municipios existen corporaciones a cargo de la educación
municipalizada. También existen las corporaciones de desarrollo
urbano; por ejemplo, en Santiago, y las corporaciones de desa-
rrollo social, etc., que permiten que la acción edilicia se realice
con menos trabas burocráticas.
g) Recomendar al alcalde prioridades en la formulación y
ejecución de proyectos específicos y medidas concretas de desa-
rrollo comunal.
h) Citar o pedir información, a través del alcalde, a los organis-
mos o funcionarios municipales, cuando lo estime necesario para
pronunciarse sobre las materias de su competencia. La facultad
de solicitar información la tendrá también cualquier concejal, la
que deberá formalizar por escrito al concejo.
El alcalde estará obligado a responder el informe en un plazo
no mayor de quince días.
i) Elegir, en un solo acto, a los integrantes del directorio que
le corresponda a la municipalidad en cada corporación o fun-
dación en que tenga participación, cualquiera sea el carácter de
ésta o aquélla. Estos directores informarán al concejo acerca de

73
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

su gestión, como asimismo acerca de la marcha de la corporación


o fundación de cuyo directorio formen parte.
Generalmente se designa al alcalde como presidente de las
principales corporaciones de la municipalidad.
j) Solicitar informe a las empresas, corporaciones o fundación y
a las entidades que reciban aportes o subvenciones de la municipali-
dad. En este último caso, la materia del informe sólo podrá consistir
en el destino dado a los aportes o subvenciones municipales.
k) Otorgar su acuerdo para la asignación y cambio de deno-
minación de los bienes municipales y nacionales de uso público
bajo su administración, como asimismo de poblaciones, barrios
y conjuntos habitacionales del territorio comunal.
l) Fiscalizar las unidades y servicios municipales.
ll) Autorizar los cometidos del alcalde y de los concejales que
signifiquen ausentarse del territorio nacional. Requieren también
autorización los cometidos del alcalde y de los concejales que se
realicen fuera del territorio de la comuna por más de 10 días.
m) Supervisar el cumplimiento del plan de desarrollo co-
munal.
Además de estas atribuciones el concejo por mayoría de sus
miembros, podrá disponer la contratación de una auditoría ex-
terna que avalúe la ejecución del plan de desarrollo (art. 80),
auditorías que se contratarán por intermedio del alcalde.
A fin de velar por el buen manejo de las finanzas municipa-
les, el concejo sólo podrá aprobar presupuestos debidamente
financiados (art. 81).
El concejo se reunirá en sesiones ordinarias y extraordinarias. Sus
acuerdos se adoptarán en sala legalmente constituida, las sesiones
del concejo las presidirá el alcalde, y en su ausencia la presidirá
el concejal presente que haya obtenido individualmente la mayor
votación ciudadana en la elección respectiva (arts. 84 y 85).
Por último, recordaremos que a los concejales se les ha dado
la facultad de requerir ante el Tribunal Electoral Regional la
remoción de un alcalde por notable abandono de sus deberes
(art. 60). La jurisprudencia del Tribunal Calificador ha establecido
que esta facultad es indelegable.3

3
Sentencia del Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel), que rechazó peti-
ción de remoción del Alcalde de Cerrillos, marzo de 2001.

74
C A PÍTULO UNDÉCIMO

LAS REPARTICIONES MUNICIPALES

1. GENERALIDADES
Las municipalidades necesitan de toda una organización para
cumplir sus finalidades.
Disponen así de una secretaría municipal, de una secretaría
comunal de planificación y coordinación, vulgarmente denomi-
nadas Serplac; unidad de servicios de salud y educación, unidad
encargada del desarrollo comunitario, unidad encargada de obras
municipales, unidad de aseo y ornato, unidad de tránsito y trans-
porte público, unidad encargada de administración y finanzas,
unidad encargada de control y unidad de asesoría jurídica (párrafo
5º, título I, Ley Nº 18.695).
Además, las municipalidades podrán tener un administrador
municipal siempre que así lo decida el concejo a proposición del
alcalde, debiendo dicho administrador poseer un título profesio-
nal. El administrador municipal será el colaborador directo del
alcalde en las tareas de coordinación y gestión permanente del
municipio, y en la elaboración y seguimiento del plan anual de
acción municipal (art. 30, Ley Nº 18.695).
A continuación nos referiremos en forma somera a las prin-
cipales reparticiones municipales.

2. L A SECRETARÍA MUNICIPAL Y LA SECRETARÍA COMUNAL


DE PLANIFICACIÓN

A. El cargo de secretario municipal


Es inherente a la función municipal, ya que es el ministro de fe
del municipio.

75
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

El art. 20 de la ley orgánica le asigna tres funciones importan-


tísimas: a) Dirigir las actividades de la secretaría administrativa del
alcalde y del concejo; b) Desempeñarse como ministro de fe en
todas las actuaciones municipales, y c) Recibir, mantener y trami-
tar, cuando corresponda, la declaración de intereses establecida
por la Ley Nº 18.575. En cumplimiento de la función reseñada
primeramente le corresponderá al secretario municipal tanto la
redacción de acuerdos del concejo y de los decretos alcaldicios y su
codificación, como asesorar a las referidas autoridades municipales
en la redacción de oficios y de los más diversos documentos. En
muchas normas dispersas del ordenamiento jurídico municipal
veremos actuando al secretario municipal como ministro de fe
en forma expresamente determinada, por ejemplo, en el art. 78
de la ley orgánica, con motivo de la vacante de un concejal; en el
desempeño de secretario de las sesiones del concejo, art. 85 de
la referida ley; tratándose de las certificaciones con motivo de la
interposición de un reclamo de ilegalidad, art. 140, letra d) de la
mencionada Ley Nº 18.695, etc.
B. Secretaría comunal de planificación
Ella cumple funciones de asesoría del alcalde y del concejo en
materias de estudios y evaluación, propias de la competencia de
ambos órganos municipales.
Es así que le corresponderá:
a) Servir de secretario técnico permanente del alcalde y del
concejo en la formulación de la estrategia municipal, como asimis-
mo de las políticas, planes, programas y proyectos de desarrollo
de la comuna;
b) Asesorar al alcalde en la elaboración de los proyectos del
plan comunal de desarrollo y del presupuesto municipal;
c) Evaluar el cumplimiento de los planes, programas, pro-
yectos, inversiones y el presupuesto municipal, e informar sobre
estas materias al concejo, a lo menos semestralmente;
d) Efectuar análisis y evaluaciones permanentes de la situación
de desarrollo, con énfasis en los aspectos sociales y territoriales;
e) Elaborar las bases generales y específicas para los llama-
dos a licitación, previo informe de la unidad competente, de
conformidad con los criterios e instrucciones establecidos en el
reglamento municipal respectivo;

76
LAS REPARTICIONES MUNICIPALES

f) Fomentar vinculaciones de carácter técnico con los servicios


públicos y con el sector privado de la comuna, y
g) Recopilar y mantener la información comunal y regional
atingente a sus funciones.
Es importante destacar que en esta unidad estará adscrito un
asesor urbanista, quien, poseedor del título universitario correspon-
diente, deberá: a) Asesorar al alcalde y al concejo en la promoción
del desarrollo urbano; b) Estudiar y elaborar el plan regulador
comunal, promoviendo las modificaciones necesarias y preparar los
planos seccionales para su aplicación; c) Informar técnicamente las
proposiciones sobre planificación urbana intercomunal, formuladas
al municipio por la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo (ver al respecto el art. 21 de la Ley Nº 18.695).

3. UNIDAD DE OBRAS MUNICIPALES, ASEO Y ORNATO, TRÁNSITO


Y TRANSPORTE PÚBLICO, ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS

A. Unidad de Obras Municipales


Esta unidad está a cargo de un director de obras municipales,
funcionario municipal que goza de cierta autonomía dentro de
los parámetros que le imponen la Ley General de Urbanismo y
Construcciones –DFL Nº 458−, la ordenanza general, las ordenan-
zas locales y finalmente el plan regulador de la comuna.
Es así que el alcalde, aunque sea la suprema autoridad mu-
nicipal, no puede entrometerse en el otorgamiento de permisos
de edificación, recepción definitiva, aprobación de loteos y sub-
divisiones, aprobación de ventas por pisos, etc.
El director de obras municipales está sujeto a la fiscalización
y supervigilancia técnica del secretario general del Ministerio de
la Vivienda y Urbanismo, denominado comúnmente Seremi, y
en contra de los otorgamientos o denegaciones de permisos de
edificación, los afectados pueden reclamar ante el Seremi de la
Vivienda dentro del plazo de 30 días, según lo dispuesto en el
art. 12 del DFL Nº 458.
A esta Unidad de Obras Municipales, entre otras funciones,
le corresponden las siguientes:
a) Velar por el cumplimiento de las disposiciones de la Ley Ge-
neral de Urbanismo y Construcciones, del plan regulador

77
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

comunal y de las ordenanzas correspondientes, para cuyo


efecto gozará de las siguientes atribuciones específicas:
1º. Dar aprobación a las subdivisiones de predios urbanos y
urbano-rurales.
2º. Dar aprobación a los proyectos de obras de urbanización
y construcciones.
3º. Otorgar los permisos de edificación de las obras anterior-
mente señaladas.
4º. Fiscalizar la ejecución de dichas obras hasta el momento
de su recepción.
5º. Recepcionar las obras ya citadas y autorizar su uso.
b) Fiscalizar las obras en uso, a fin de verificar el cumplimiento
de las disposiciones legales y técnicas que las rijan.
c) Aplicar normas ambientales relacionadas con obras de cons-
trucción y urbanización.
d) Confeccionar y mantener actualizado el catastro de las obras
de urbanización y edificación realizadas en la comuna.
e) Ejecutar medidas relacionadas con la vialidad urbana y rural.
f) Dirigir las construcciones que sean de responsabilidad muni-
cipal, sean ejecutadas directamente o por terceros, y
g) En general, aplicar las normas legales sobre construcción y
urbanización en la comuna.
El director deberá tener la calidad de ingeniero civil, arqui-
tecto, constructor civil o ingeniero constructor civil.
B. Unidad encargada de la función de ornato y aseo
Esta unidad es la que a veces se denomina “Aseo y Jardines”.
El aseo, función tradicional municipal, conlleva la recolec-
ción y disposición final de las basuras. Tanto esta función como
la del ornato, que se refiere al cuidado de parques y jardines,
el municipio las puede llevar a cabo directamente o a través de
concesionarios de los respectivos servicios.
C. Unidad encargada de la función de tránsito y transporte público
El director respectivo también goza de cierta autonomía respecto
del alcalde, ya que en el desempeño de sus funciones debe estarse
a las normas de la Ley General del Tránsito.

78
LAS REPARTICIONES MUNICIPALES

Sus funciones básicamente son:


a) Otorgar y renovar licencias para conducir vehículos;
b) Determinar el sentido de la circulación de vehículos en
coordinación con los organismos de la administración del Estado
competentes;
c) Señalizar adecuadamente las vías públicas, y
d) En general, aplicar las normas generales sobre transporte,
tránsito y transporte público en la comuna.
D. Unidad encargada de administración y finanzas
Esta unidad se denomina en algunas municipalidades Dirección
de Rentas Municipales y Finanzas, o bien Dirección de Patentes
y Dirección de Personal, que se llevan en forma separada.
Esta unidad tiene las siguientes atribuciones:
a) Asesorar al alcalde en la administración del personal de la
municipalidad.
b) Asesorar al alcalde en la administración financiera de los
bienes municipales, para lo cual está dotada de las siguientes
funciones específicas:
1º. Estudiar, calcular, proponer y regular la percepción de
cualquier tipo de ingresos municipales;
2º. Colaborar con la Secretaría Comunal de Planificación en
la elaboración del presupuesto municipal;
3º. Visar los decretos de pago;
4º. Llevar la contabilidad municipal en conformidad con las
normas de la contabilidad nacional y con las instrucciones
de la Contraloría General de la República al respecto;
5º. Contratar la gestión financiera de las empresas munici-
pales;
6º. Efectuar los pagos municipales, manejar la cuenta corrien-
te bancaria respectiva y rendir cuentas a la Contraloría
General de la República, y
7º. Recaudar y percibir los ingresos municipales y fiscales que
correspondan.
c) Informar trimestralmente al concejo sobre el detalle mensual
de los pasivos acumulados desglosando las cuentas por pagar
por el municipio y las corporaciones municipales. Al efecto,
dichas corporaciones deberán informar a esta unidad acerca de
su situación financiera, desglosando las cuentas por pagar.

79
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

d) Mantener un registro mensual, el que estará disponible para


conocimiento público, sobre el desglose de los gastos del mu-
nicipio. En todo caso, cada concejal tendrá acceso permanente
a todos los gastos efectuados por la municipalidad.
e) El informe trimestral y el registro mensual a que se refieren
las letras c) y d) deberán estar disponibles en la página web
de los municipios y, en caso de no contar con ella, en el portal
de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo
en un sitio especialmente habilitado para ello.
La Dirección de Personal deberá ceñirse al Estatuto de los
Funcionarios Municipales, Ley Nº 18.883.4
A su vez la Dirección de Rentas y Finanzas deberá actuar dentro
del marco de la Ley de Rentas Municipales, Decreto Ley Nº 3.023
y sus modificaciones.5

4. UNIDAD JURÍDICA MUNICIPAL


A. Generalidades y funciones
A la unidad encargada de la asesoría jurídica le corresponderá
prestar apoyo en materias legales al alcalde y al concejo. Además
informará en derecho todos los asuntos legales que las distintas
unidades municipales le planteen, las orientará periódicamente
respecto de las disposiciones legales y reglamentarias, y mantendrá
al día los títulos de los bienes municipales.
Podrá asimismo iniciar y asumir la defensa, a requerimiento
del alcalde, en todos aquellos juicios en que la municipalidad
sea parte o tenga interés, pudiendo comprenderse también la
asesoría o defensa de la comunidad cuando sea procedente y el
alcalde así lo determine.
Además, cuando lo ordene el alcalde, deberá efectuar las
investigaciones y sumarios administrativos, sin perjuicio que tam-
bién puedan ser realizados por funcionarios de cualquier unidad
municipal, bajo la supervigilancia que al respecto le corresponda
a la asesoría jurídica (art. 28, Ley Nº 18.695).

4
Diario Oficial de 29 de diciembre de 1989.
5
El Decreto 2.385, de 30 de mayo de 1996, publicado en el Diario Oficial de
20 de noviembre de 1996, fijó su texto definitivo.

80
LAS REPARTICIONES MUNICIPALES

El director jurídico es de la exclusiva confianza del alcalde, al


igual que lo son los encargados de las unidades de salud, educa-
ción y desarrollo comunitario (art. 47, Ley Nº 18.695).
Estimamos que esta norma, en lo que al director jurídico se
refiere, atenta contra la estabilidad e independencia que debe
tener este funcionario.
B. Fundamento
El ordenamiento jurídico determina las bases legales de todo
régimen municipal,6 y no podría ser de otro modo, ya que la
administración se encuentra ligada al Derecho por el principio
de la legalidad administrativa, y es en virtud de este principio
que debe existir una compatibilidad o conformidad de la Admi-
nistración con el ordenamiento jurídico7 y si consideramos que
el municipio es un órgano descentralizado del Estado, tenemos
que este principio de la legalidad administrativa es igualmente
válido e importante para la actividad municipal.
La legalidad de la administración –como expresa García
de Enterría– no es una simple exigencia a ella misma, que pu-
diese derivar de su condición de organización burocrática y
racionalizada, sino que también “una técnica que garantiza la
libertad”, ya que “toda acción administrativa que fuerce a un
ciudadano a soportar lo que la ley no autoriza o le impida hacer
lo que la ley le permite, es una agresión a la libertad de dicho
ciudadano”.8
Siendo el municipio un órgano descentralizado del Estado, le
es plenamente aplicable el principio de la legalidad administrativa,
y es justamente en este punto donde adquiere un relieve de suma
importancia la labor de los asesores letrados de los municipios,
ejercida a través de sus departamentos jurídicos, ya que su misión
es contribuir a encauzar jurídicamente el quehacer municipal,
de suyo tan complejo.

6
Evolución jurídica del régimen municipal chileno, Editorial Jurídica de Chile,
1973, p. 19.
7
“Consideraciones sobre el contenido del principio de la legalidad administrativa”,
Alfonso Valdebenito Infante, Juan E. Palma Jara, en Anuario de Derecho Administrativo,
1975/1976, Ediciones Revista de Derecho Público, Universidad de Chile, p. 154.
8
“Sobre los derechos públicos subjetivos”. García de Enterría, en Anuario de
Derecho Administrativo, 1975/1976, Ediciones Revista de Derecho Público, Univer-
sidad de Chile, pp. 67 y ss.

81
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Corresponde, pues, al asesor jurídico municipal señalar al


alcalde y a los funcionarios municipales los límites entre las atri-
buciones regladas y las “discrecionales”, e indicar cuándo un
acto puede o no hacerse, desde el punto de vista legal. Ésta es
una labor difícil y a veces incomprendida, ya que como dice el
municipalista Carlos Mouchet: “Quizás no falten funcionarios
que miren con fastidio a los letrados, por considerar que con sus
exigencias y dudas legales ponen obstáculos para una desembara-
zada acción administrativa, olvidando que las normas reguladoras
de la actuación de los agentes del Estado no sólo protegen a éste
sino también a aquéllos”.9
Es este principio de la legalidad administrativa el que trae por
consecuencia que los municipios deban contar con una adecuada
asesoría jurídica, que es tanto más necesaria si se considera que el
campo de acción de las municipalidades abarca distintas materias
de la más diversa índole, que rebasan el ámbito estricto del Dere-
cho Administrativo, y comprenden tópicos propios del Derecho
Tributario y del Derecho Urbanístico, entre otros. En las grandes
ciudades el quehacer municipal se torna aún más dinámico y los
problemas adquieren magnitudes importantes, abarcando puntos
que tocan no solamente a la defensa de los intereses municipales,
sino que además a la asesoría en lo relativo al desarrollo socioeco-
nómico de la comuna, considerado como un proceso integral, y
en el cual el municipio debe jugar un papel preponderante.
C. Naturaleza de la asesoría jurídica municipal
Al tenor de las disposiciones que fijan la normativa de la asesoría
jurídica municipal, se llega a la conclusión de que la labor que de-
sarrollan los departamentos jurídicos municipales forma parte de la
llamada “administración consultiva” y se traduce en una actividad
preparatoria de la manifestación activa de la administración. Ma-
rienhoff sostiene al respecto que, dada la naturaleza de los órganos
consultivos, sus dictámenes: a) no tienen fuerza ejecutoria, pues no
son “actos administrativos” stricto sensu; b) no constituyen un acto
jurídico; c) no obligan al órgano ejecutivo. La substancia de dicho

9
“Funciones de los órganos estatales de asesoramiento jurídico”, trabajo pre-
sentado por Carlos Mouchet al Primer Encuentro Nacional de Asesores Letrados
de Municipios celebrado en Buenos Aires del 5 al 9 de octubre de 1970.

82
LAS REPARTICIONES MUNICIPALES

dictamen se tornará obligatoria, pero no por obra del dictamen


en sí, sino como consecuencia del acto administrativo que emita
la administración activa aceptando dicho dictamen.10
De lo anterior se desprende que los dictámenes que emita un
organismo consultivo, como son los departamentos jurídicos muni-
cipales, no crean ninguna relación de Derecho, aun en el supuesto
que el organismo ejecutivo tenga el deber de consultarlo, como
ocurría en nuestra legislación positiva en el caso contemplado en
el art. 30, letra b), del Decreto Ley Nº 1.289, sobre Ley Orgánica
de Municipios y Administración Comunal,11 y actualmente en el
art. 28 de la Ley Nº 18.695 Orgánica Constitucional de Municipa-
lidades y es por eso que Enrique Sayagués Laso sostiene en forma
coincidente con los pareceres a que nos hemos referido, que “la
opinión que expresa el órgano consultante no es un acto adminis-
trativo, sino meramente un juicio que no obliga al órgano que debe
dictar el acto. Por su misma naturaleza no constituye un elemento
integrante del acto, sino una formalidad previa...”.12
La circunstancia de que la labor de los departamentos jurídicos
sea meramente consultiva no significa restarle en modo alguno
importancia a su cometido, como ya hemos destacado. A este
respecto, nos hemos limitado a dejar constancia de la naturaleza
jurídica que tiene este asesoramiento.
Hemos dicho que el asesoramiento en estudio es eminen-
temente consultivo y no crea una relación de derecho, siendo
naturalmente de suma importancia, porque aun cuando sea con-
sultivo contribuye a orientar la actividad municipal en el ámbito
de la legalidad. Es interesante examinar a continuación si estos
dictámenes tienen un carácter público o reservado. Estimamos
que por regla general estos informes deben ser reservados, pues
usualmente tienen un sentido limitado al campo interno de la ad-
ministración municipal, y por otra parte su publicidad anticipada
en forma indiscriminada implicaría emitir un criterio que el alcalde
o las autoridades municipales puedan en definitiva no compartir,
corriéndose además el peligro de que pudieran ser esgrimidos
por particulares en contra de la administración municipal.
10
Marienhoff, Tratado de Derecho Administrativo, tomo I, pp. 94 y ss. Abeledo
Perrot, Buenos Aires, 1965, pp. 94 y ss.
11
Publicado en el Diario Oficial de 11 de enero de 2000.
12
Enrique Sayagués Laso, Tratado de Derecho Administrativo, tomo II, Montevi-
deo, 1959, p. 444.

83
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Lo anterior no obsta a que determinados dictámenes, que


en razón de su contenido se prestan para la elaboración de una
doctrina o contribuyen a la formación de una jurisprudencia
administrativa, sean susceptibles de ser publicados. Pero será el
alcalde, como superintendente de los servicios municipales y jefe
superior de la municipalidad, el que decidirá la publicidad que
se les otorgue a dichos informes jurídicos.
Lo que se ha dicho respecto de los dictámenes es extensivo
a los propios abogados municipales, quienes deben guardar la
debida reserva de sus actuaciones funcionarias.
D. La asesoría jurídica en el municipio chileno
En la historia del municipio chileno nos encontramos, desde sus
inicios, con la preocupación constante de las autoridades edilicias
de no apartarse del ordenamiento jurídico.
Es así que durante la Colonia, los cabildos –antecesores de
nuestras actuales municipalidades− contaban dentro de sus fun-
cionarios con el procurador de la ciudad, que la representaba
legalmente ante el cabildo “para conseguir su derecho y justicia,
y las demás pretensiones que por bien tuvieren”.13
Si estudiamos las actas del Cabildo de Santiago, veremos que
el procurador de la ciudad desempeñaba un rol preponderante
y de mucha relevancia. Sin embargo, el cabildo contaba además
con un asesor letrado, que a veces era un funcionario de la Real
Audiencia, que solía desempeñar ambos cargos.14

13
Recopilación de Leyes de Indias, Ley I, tít. II, Lib IV.
14
En el Acta del Cabildo de Santiago de 13 de agosto de 1706 aparece que don
José Fajardo, que se desempeñaba como asesor letrado de dicho Cabildo, era a su
vez abogado de la Real Audiencia, y en el Acta de la sesión de 16 de diciembre de
1707 se deja constancia de que “se acordó por los dichos señores –refiriéndose a
los miembros del Cabildo– por propuesta que hizo el señor General don Agustín
Carrillo de Córdova, Corregidor y Justicia Mayor de esta ciudad, que al licenciado
don José Fajardo, Asesor de este Ilustre Cabildo, por el trabajo de asistir a todos
los cabildos y asimismo de sentenciar las causas, se le aumenten cincuenta pesos
más, pareciendo conveniente y justo a los señores de la Real Audiencia y que para
ello el señor Procurador General con testimonio de lo acordado, se hizo presente
en dicha Real Audiencia para que pesadas las razones que mueven a este Ilustre
Cabildo se determine si se podrá y convendrá aumentar los dichos cincuenta pesos
más para que este Ilustre Cabildo proceda a la determinación” (pp. 49 y 139, Actas
del Cabildo de Santiago, tomo XXV, publicado por la Sociedad Chilena de Historia
y Geografía, Imprenta Universitaria, año 1935, Santiago de Chile).

84
LAS REPARTICIONES MUNICIPALES

Con el transcurso del tiempo se confunde el cargo de procu-


rador de la ciudad con el de asesor letrado, y es así que este cargo
de procurador de la ciudad que aparece creado con el primer
cabildo en Chile, esto es, con el Cabildo de Santiago, el año 1541,
es reemplazado por el procurador municipal, en la Ley Orgánica
de Municipalidades de 1854, que le otorga el carácter de asesor
letrado, señalándole como principales deberes el representar y
defender a la municipalidad en juicio y fiscalizar la percepción
e inversión de las rentas municipales, y velar por la conducta de
los empleados municipales.
En el régimen municipal vigente bajo nuestro anterior siste-
ma institucional, a los abogados municipales les correspondía
una labor importantísima dentro de la vida del municipio, ya
que no sólo asesoraban al alcalde y demás funcionarios muni-
cipales, sino que cumplían análoga labor con las corporaciones
edilicias. Las obligaciones y deberes de los abogados munici-
pales se encontraban contenidas en los arts. 98, 99 y 101 de la
Ley Nº 11.860,15 y consistían fundamentalmente en defender
en juicio a la municipalidad y al alcalde, informar en derecho
todos los asuntos legales y administrativos que la municipalidad
o el alcalde les solicitaren e intervenir en los sumarios adminis-
trativos que el alcalde ordenare instruir, correspondiéndoles,
en aquellas municipalidades cuyos alcaldes fueren designados
por el Presidente de la República, asistir a las sesiones de la
corporación con derecho a voz, pero no a voto, siendo su deber
representar las ilegalidades de que adoleciera algún proyecto,
ya sea para pedir su rechazo o aplazamiento, debiendo escla-

15
La primera Ley Orgánica de Municipalidades, bajo nuestro régimen inde-
pendiente, es la del 8 de noviembre de 1854, dictándose otra posterior el 12 de
septiembre de 1887, y luego la del 22 de diciembre de 1891, denominada “Ley de
la Comuna Autónoma”. En este siglo, el Decreto Ley Nº 740, de 7 de diciembre
de 1925, y las Leyes Nos 5.357, 6.245, 6.587, 6.827, 7.196, 7.756, 7.767 y 8.121 que
fueron refundidas por el Decreto Supremo 5.655, de 14 de noviembre de 1945 del
Ministerio del Interior, para dictarse posteriormente la Ley Nº 11.860, publicada en
el Diario Oficial de 14 de septiembre de 1955, y que con algunas modificaciones
rigió el sistema municipal chileno hasta la dictación del Decreto Ley Nº 1.289, sobre
Ley Orgánica de Municipios y Administración Comunal, publicado en el Diario
Oficial de 14 de enero de 1976, y después la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional
de Municipalidades, que rige en la actualidad.

85
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

recer los puntos legales que la corporación o algunos de sus


miembros pidiere.16
En la actualidad, la Ley Nº 18.695, que fijó el texto de la nueva
Ley Orgánica de Municipalidades, en su art. 28 se refiere a la ase-
soría jurídica municipal en términos semejantes a los contenidos
en la anterior legislación.
En la Ley Nº 18.695 aparece un tanto disminuida la labor
que se le asigna al departamento jurídico, ya que no aparece en
él ninguna norma que haga obligatoria su asesoría respecto del
alcalde o del concejo municipal.
Las funciones que la nueva Ley Orgánica de Municipalida-
des encomienda al departamento jurídico, están básicamente
contenidas en el art. 28 de la Ley Nº 18.695, a lo que nos hemos
referido anteriormente.
Nuestro país está viviendo un profundo cambio institucional en
el cual se aspira a la elaboración de normas positivas adecuadas a
esta nueva época. Difícil es la tarea para el jurista municipal, pues
debe colaborar en la elaboración del nuevo Derecho positivo, pero
sin descuidar su obligación de señalar la vigencia del anterior en
tanto no sea abrogado o modificado. La transformación que ha
tenido el Derecho Municipal en nuestro país ha sido profunda y
se ha cambiado toda la estructura del régimen municipal, modifi-
cándose los procedimientos y prácticamente cambiándose toda la
normativa municipal. Por vía de ejemplo, podemos decir que en
los últimos años se han dictado una nueva Ley Orgánica Municipal
y una nueva Ley General de Construcciones y Urbanización, que
se ha derogado el Estatuto de los Empleados Municipales, que
se rigen ahora por un nuevo Estatuto, y que se ha actualizado la
Ley de Rentas Municipales, entre otras (Ley Nº 20.033). Toda la
legislación municipal ha cambiado y queda aún mucha tarea por
realizar. La misma Ley Orgánica Municipal tiene que ser imple-
mentada con diversos reglamentos. En esta tarea les corresponde
a los juristas municipales un papel preponderante no sólo en
colaborar en la elaboración de las nuevas normas, para que se

16
Sobre los deberes de los abogados municipales, véase Tomás Puig Casano-
va, “Personalidad de Derecho Público de la Municipalidad”, memoria de prueba,
Santiago de Chile, 1965, pp. 118 a 121.

86
LAS REPARTICIONES MUNICIPALES

adapten a las exigencias del momento, sino para velar posterior-


mente por su correcta interpretación y fiel aplicación.
La importancia que tiene la labor que realiza el abogado
municipal nos hace concluir que debe existir una doble preocu-
pación de las autoridades al respecto y que debe traducirse, por
una parte, en darles estabilidad a estos asesores jurídicos para que
puedan realizar con independencia de criterio y con acopio de
experiencia su tarea y, por otra, el deber del Estado de preocu-
parse de la formación especializada de estos profesionales con
una adecuada capacitación.17-18-19

5. L A JUSTICIA DE POLICÍA LOCAL


Importante función cumple la justicia de policía local, que se
encuentra inserta dentro de la estructura municipal.
La Ley Orgánica de los Juzgados de Policía Local es la Ley
Nº 15.231, cuyo texto definitivo, refundido, coordinado y siste-
matizado fue fijado por el Decreto Supremo Nº 307, publicado
en el Diario Oficial 30.070 de 23 de mayo de 1978.
El art. 4º de dicha ley dispone que los jueces de policía local
serán designados por la municipalidad que corresponda, a pro-
puesta en terna de la Corte de Apelaciones respectiva, la que
obviamente deberá abrir un concurso público al efecto cuando
se produjere una vacancia del cargo de juez de policía local o se
creare un nuevo juzgado de este tipo.
Los jueces de policía local si bien son funcionarios munici-
pales y se rigen en general por las normas del Estatuto de los
Funcionarios Municipales, Ley Nº 18.883, son independientes
de toda autoridad municipal en el ejercicio de sus funciones,
17
En nuestro país, el abogado municipal no es un funcionario de carrera, sino
de la exclusiva confianza del alcalde. La Municipalidad de Santiago tiene organizado
desde muy antiguo un excelente Departamento Jurídico, con una valiosa biblioteca,
ficheros adecuados y otros implementos.
18
En general, en los países hispánicos del continente americano no existen
garantías de estabilidad para estos funcionarios. Fernando Albi, Derecho Municipal
comparado del mundo hispánico, Ed. Aguilar, Madrid, 1955, p. 325.
19
Sobre la organización de los departamentos legales en las ciudades de Es-
tados Unidos de Norteamérica puede consultarse la obra de William B. Munro,
Municipal Administration, cap. VI, Nueva York, 1935, pp. 76 y ss.

87
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

según expresamente lo prescribe el art. 8º de la Ley Nº 15.231,


pero están sujetos a la supervigilancia directiva, correccional y
económica de la Corte de Apelaciones.
El resto del personal del juzgado de policía local, incluido su
secretario, se rigen por las normas estatutarias contenidas en la
Ley Nº 18.883.
El título II de la Ley Orgánica Nº 15.231, se refiere en sus
arts. 13 y 14 a la competencia de estos tribunales, los que conocen
ciertas faltas penales y en general todas las infracciones de los
preceptos que reglamentan el transporte por calles y caminos y el
tránsito público, y además todas las infracciones a las ordenanzas,
reglamentos, acuerdos municipales y decretos alcaldicios.
El legislador estableció además que a estos tribunales les co-
rresponde el conocimiento de las infracciones a la Ley de Rentas
Municipales, a la Ley General de Urbanismo y Construcciones, y
a su Ordenanza General, a la Ley de Pesca, a la Ley de Protección
al Consumidor, entre las principales.
El procedimiento ante estos tribunales es muy expedito y
eficaz, se realiza en una audiencia de prueba, y las sentencias
son apelables ante las Cortes de Apelaciones respectivas (art. 32,
Ley Nº 18.287).
El procedimiento ante los juzgados de policía local se encon-
traba primitivamente contemplado en la propia Ley Nº 15.231,
pero posteriormente se contempló una ley especial para estos
efectos, que es la Ley Nº 18.287, publicada en el Diario Oficial
de 7 de febrero de 1984.
Cabe destacar que el procedimiento puede empezar por de-
nuncia o querella, y que ante los juzgados de policía local se
puede hacer efectiva la responsabilidad civil que emane de la
contravención denunciada.
Finalmente, diremos que en este procedimiento la prueba se
ofrece de acuerdo a las reglas de la sana crítica y que en él pueden
impetrarse medidas precautorias.
Las multas que impongan los jueces de policía local irán a
beneficio de la respectiva municipalidad.
No ahondaremos más en esta materia, ya que ella es propia
del Derecho Procesal.

88
C A PÍTULO DUODÉCIMO

ESTATUTO ADMINISTRATIVO
DE LOS EMPLEADOS MUNICIPALES

Los empleados municipales contaban antes con un estatuto ju-


rídico especial, regulado por la Ley Nº 11.469 (Diario Oficial de
22 de enero de 1954) y su Reglamento (Diario Oficial de 31 de
octubre de 1956), cuerpos jurídicos que les aseguraban su carrera
funcionaria y la estabilidad en sus cargos.
Posteriormente fueron derogados dichos textos legales y
pasó a aplicárseles a los funcionarios municipales el Estatu-
to Administrativo contenido en el Decreto con Fuerza de Ley
Nº 338 y sus modificaciones; sin embargo, en virtud de una
norma especial los funcionarios municipales quedaron sujetos
a la confianza de los respectivos alcaldes y por consiguiente
las normas protectoras del Estatuto Administrativo quedaban
muchas veces sin aplicarse, lo que creaba una inestabilidad en
dichos funcionarios.

1. LEY Nº 18.883
Felizmente la situación anterior ha sido corregida con la dicta-
ción de la Ley Nº 18.883, publicada en el Diario Oficial de 29
de diciembre de 1989, que aprobó un Estatuto Administrativo
especial para los funcionarios municipales, que consagra su ca-
rrera funcionaria y la debida estabilidad de sus empleados, en
términos análogos a los ya establecidos en el antiguo estatuto de
la Ley Nº 11.469.
El nuevo cuerpo legal contenido en la Ley Nº 18.883 consta
de 7 títulos y un título con disposiciones varias, que conforman
160 artículos más 17 artículos transitorios.

89
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

En el articulado del cuerpo jurídico en cuestión se esta-


blecen en su título I las definiciones del cargo municipal; de
la planta del personal; del sueldo; remuneraciones; carrera
funcionaria, etc., definiéndose a su vez esta última (art. 5º,
letra e), como “un sistema integral de regulación del empleo
municipal aplicable al personal titular de planta fundado en
principios jerárquicos, profesionales y técnicos, que garantiza
la igualdad de oportunidades para el ingreso, la dignidad de
la función municipal, la capacitación y el ascenso, la estabilidad
en el empleo y la objetividad en las calificaciones en función del
mérito y de la antigüedad”.
En este nuevo título se señalan también los requisitos de in-
greso.
El título II de la ley comentada se refiere a la carrera funcio-
naria y abarca los siguientes tópicos:
a) del ingreso;
b) de la capacitación;
c) de las calificaciones (art. 34);
d) de las promociones, que se efectuarán por ascenso y ex-
cepcionalmente por concurso (art. 51).
El título III abarca lo relativo a las obligaciones funcionarias
(arts. 58 al 86, con normas parecidas al Estatuto Administrati-
vo de los Empleados Públicos, comprendiendo materias como
a) Normas generales; b) Jornada de trabajo; c) Destinaciones,
comisiones de servicio y cometidos funcionarios; d) Subrogación;
e) Prohibiciones y f) Incompatibilidades.
El título IV se refiere a los derechos funcionarios. Es digno
de señalar que en su art. 87 consagra el derecho a gozar de la
estabilidad en el empleo y a ascender en el respectivo escalafón,
consagrando además en el art. 91 el derecho a ejercer libremen-
te cualquier profesión, industria, comercio u oficio conciliable
con su posición en la municipalidad y siempre que con ello no
se perturbe el fiel y oportuno cumplimiento de sus deberes, sin
perjuicio de las prohibiciones o limitaciones establecidas por
ley (por ejemplo, Ley de Alcoholes, Ley General de Urbanismo
y Construcciones, etc.). En este título se contemplan asimismo
las normas sobre remuneraciones y asignaciones (párrafo 2º,
arts. 92 y siguientes); lo relativo a feriados (párrafo 3º, arts. 101
y siguientes); lo referente a permisos (párrafo 4º, arts. 107 y si-

90
ESTATUTO ADMINISTRATIVO DE LOS EMPLEADOS MUNICIPALES

guientes) y finalmente lo correspondiente a las licencias médicas


y prestaciones sociales (párrafos 5º y 6º, arts. 110 a 117).
En general se mantiene la normativa jurídica que existía sobre
estas materias y no hay mayores innovaciones.
De particular importancia es el título V, que trata de la respon-
sabilidad administrativa en sus arts. 118 a 143, estableciéndose
que las medidas disciplinarias pueden ser: a) Censura; b) Mul-
ta; c) Suspensión del empleo desde treinta días a tres meses, y
d) Destitución (art. 120). Como puede advertirse se elimina la
amonestación, que en la práctica no surtía mayor efecto.
En este título se contienen las disposiciones sobre sumario admi-
nistrativo, el que deberá ser ordenado por el alcalde (art. 127).
Examinadas estas normas se llega a la conclusión de que ase-
guran la debida defensa del funcionario y se concilian los intere-
ses de la administración municipal con las garantías de un justo
proceso.
El título VI se refiere a la cesación de funciones, que puede
producirse por las siguientes causales: a) Aceptación de renuncia;
b) Obtención de jubilación; c) Declaración de vacancia; d) Des-
titución; e) Supresión del empleo; f) Fallecimiento (art. 144).
El título VII se refiere a la extinción de la responsabilidad
administrativa. Es interesante señalar que la responsabilidad ad-
ministrativa se extingue, además de las consabidas causales de
a) Muerte; b) Cesación de funciones; c) Cumplimiento de la
sanción, también d) por la prescripción de la acción disciplinaria,
la que se ha fijado en el plazo de dos años contados desde el día
en que se hubiere incurrido en la acción u omisión que le dio
origen (art. 154) y todo ello sin perjuicio de que si los hechos
son constitutivos de delitos, la acción disciplinaria prescribirá
conjuntamente con la acción penal.
He aquí una síntesis, a grandes rasgos, de este Estatuto Admi-
nistrativo de los Empleados Municipales que viene a dignificar
su función y a restituirles realmente su carrera funcionaria y la
estabilidad de sus empleos, al igual que lo hiciera antaño la Ley
Nº 11.469.
No debemos olvidar que la parte más importante de la estruc-
tura del quehacer municipal está constituida por su elemento
humano, o sea, por su personal. Nada se obtiene con recursos
económicos y facultades legales, si no se cuenta con un personal

91
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

capacitado, idóneo y que al mismo tiempo se sienta motivado


por contar con la estabilidad de su empleo y con una carrera
funcionaria por delante.
Este cuerpo legal, que aparentemente se refiere a un aspecto
interno del rodaje municipal, tiene sin embargo mucha impor-
tancia por las razones antedichas y redundará en definitiva en
un mejor accionar de los municipios, lo que beneficiará a toda
la comunidad local.

92
C A PÍTULO DECIMOTERCERO

LOS MUNICIPIOS Y LA PARTICIPACIÓN


CIUDADANA

1. CONSEJO ECONÓMICO SOCIAL


El Decreto Ley Nº 1.289, que contenía el antiguo texto de la Ley
Orgánica de Municipalidades dictado por el Supremo Gobierno
y que fue publicado en el Diario Oficial de 14 de enero de 1976,
fue reemplazado por la Ley Orgánica Constitucional de Munici-
palidades, cuyo texto fue fijado por la Ley Nº 18.695, publicada
en el Diario Oficial de 11 de enero de 2000, y posteriormente
refundido, coordinado y sistematizado (DFL Nº 1), publicado en
el Diario Oficial de 26 de julio de 2006.
Tradicionalmente se había considerado en nuestro país que
el municipio debía limitarse a prestar determinados servicios, por
ejemplo, limpieza, aseo, alumbrado público, cuidado de plazas,
parques, etc. El Decreto Ley Nº 1.289 innovó fundamentalmente
al respecto, y es así que en su art. 1º definió al municipio seña-
lando que su objeto es “administrar la comuna para satisfacer las
necesidades locales y promover el desarrollo comunal”. Por su
parte, la nueva Ley Orgánica de Municipalidades –Ley Nº 18.695−
no puede ser más categórica al respecto, al definir en su art. 1º
a las municipalidades como “corporaciones autónomas de de-
recho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio,
cuya finalidad es satisfacer las necesidades de la comunidad local
y asegurar su participación en el progreso económico, social y
cultural de las respectivas comunas”.
Tanta importancia le asigna el Supremo Gobierno a este obje-
tivo novedoso asignado a las municipalidades, que creó al efecto

93
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

los consejos económico y social comunales; y les asignó impor-


tantísimas atribuciones, como se aprecia en los arts. 94 y 95 de
la Ley Nº 18.695.
Este factor de desarrollo comunal, que constituye un obje-
tivo de máxima prioridad en la Ley Nº 18.695, se advierte en
diversos pasajes de este cuerpo legal. Es así que en el art. 7º de la
ley orgánica se establece el plan comunal de desarrollo, y en el
art. 6º se dispone que la gestión municipal contará con el plan
de desarrollo comunal y sus programas.
El art. 94 de la Ley Nº 18.695 es aún más explícito y señala
que les corresponderá a los consejos de desarrollo comunal no
sólo asesorar a la municipalidad sino que además hacer efectiva la
participación de la comunidad en el progreso económico, social
y cultural de la comuna.
Este concepto de desarrollo se encuentra íntimamente unido
al de la planificación, sin la cual toda acción será anárquica y
desorganizada. Es por ello que el art. 15 de la Ley Nº 18.695 crea
la secretaría comunal de planificación y coordinación, que será
unidad asesora del alcalde y también del concejo municipal.
Creemos que es de toda lógica que si el municipio se convierte
en un factor de promoción del desarrollo local, debe jugar ese
rol, captando las inquietudes, necesidades y aspiraciones de la
comunidad, y eso lo logra justamente a través de los consejos de
desarrollo comunal.
El art. 94 de la Ley Nº 18.695, dispone que la integración,
organización, competencia y funcionamiento de estos consejos
serán determinados por cada municipalidad en un reglamento
que el alcalde someterá a la aprobación del concejo municipal.
Los consejeros nombrados durarán 4 años en sus funciones, siendo
dicho consejo presidido por el alcalde.
Podemos señalar pues que la participación ciudadana, que
constituye un objetivo del Gobierno a nivel local, está concebi-
da especialmente como un instrumento de apoyo al desarrollo
comunal, reconociéndose así que existe una vinculación directa
entre participación y desarrollo. Tanta importancia le asegura el
legislador a la participación ciudadana que destina todo el título
IV de la Ley Nº 18.695 para referirse a ella, lo que se conjuga con
los plebiscitos comunales y consultas que se consagran en los
arts. 99 a 104 de este mismo título.

94
LOS MUNICIPIOS Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

En síntesis, estimamos muy acertada la idea de otorgarle al


municipio un rol protagónico y dinámico en el quehacer local,
interesando así al vecindario en la marcha de sus respectivos
municipios, y haciéndoles partícipes de su labor.
Podemos concluir diciendo que la Ley Nº 18.695 ha reafirma-
do los principios sustentados por el Gobierno y ha consagrado
de un modo categórico el concebir al municipio como factor de
promoción del desarrollo comunal, en íntima vinculación parti-
cipativa con el vecindario.

2. LOS PLEBISCITOS
Esta materia la tratamos al estudiar las facultades del alcalde
para someter determinadas decisiones a plebiscitos con acuer-
do del concejo o a requerimiento de los dos tercios del mismo
concejo, en la forma estatuida en los arts. 99 a 104 de la Ley
Nº 18.695.
Sólo se podrán convocar para temas relativos a inversiones
específicas de desarrollo comunal, a la modificación del plan
regulador u otros de interés para la comunidad local, que sean
propios de la esfera de competencia municipal. El alcalde deberá
dictar un decreto convocando a plebiscito y su realización se regi-
rá, en lo que le sea aplicable, por las normas de la Ley Nº 18.700
sobre Votaciones Populares y Escrutinios. Así se asegura además
la participación ciudadana.

3. L AS AUDIENCIAS PÚBLICAS Y LAS OFICINAS DE RECLAMOS


Cada municipalidad, mediante una ordenanza, regulará las au-
diencias públicas por medio de las cuales el alcalde y el concejo
entrarán en contacto directo con la comunidad; a su vez, para
fomentar la participación ciudadana se establece que los muni-
cipios deben habilitar una oficina de partes y reclamos abierta a
la comunidad en general (art. 97, Ley Nº 18.695).

4. CORPORACIONES Y FUNDACIONES
Una o más municipalidades podrán constituir o participar en
corporaciones o fundaciones de derecho privado, del arte y la
cultura (art. 129, Ley Nº 18.695), y podrán otorgarles subvencio-

95
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

nes (art. 132, ley citada). Su creación o participación debe ser


aprobada por el concejo.
Por medio de estas corporaciones y fundaciones las muni-
cipalidades otorgan al vecindario un adecuado cauce para la
participación ciudadana.

96
C A PÍ T U LO DEC I MOC UA RTO

LAS MUNICIPALIDADES
Y LAS JUNTAS DE VECINOS

1. GENERALIDADES
Las municipalidades, corporaciones autónomas de derecho pú-
blico, cuya finalidad es satisfacer las necesidades de la comunidad
local y asegurar su participación en el progreso económico, social
y cultural de las respectivas comunas, han estado siempre íntima-
mente ligadas a las juntas de vecinos, las que en la actualidad se
rigen por la Ley Nº 19.418.
Desde luego, las finalidades de las juntas de vecinos están en-
caminadas a promover el desarrollo de la comunidad, defender
los intereses y velar por los derechos de los vecinos y colaborar
con las autoridades del Estado y de las municipalidades.
El legislador ha deseado que estas entidades sean apolíticas,
y prohíbe toda acción proselitista y sanciona a los funcionarios
públicos y municipales que la ejerzan. Las funciones de las juntas
de vecinos son múltiples.
Las normas que debemos considerar al respecto son las si-
guientes:
a) Art. 1º, Ley Nº 18.695, cuyo texto definitivo fue refundido,
coordinado y sistematizado (DFL Nº 1), publicado en el
Diario Oficial de 26 de julio de 2006.
b) Art. 2º, letra b), Ley Nº 19.418, Diario Oficial de 9 de oc-
tubre de 1995.
c) Art. 3º, Ley Nº 19.418.
Es así que la constitución de la junta de vecinos se llevará a
cabo en asamblea que se celebrará ante un funcionario munici-

97
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

pal, designado por el alcalde, ante un oficial de Registro Civil o


ante un notario.
El secretario municipal respectivo cumple importantes fun-
ciones con relación a diversas certificaciones que debe otorgar
dentro del proceso de constitución e incluso podrá objetarlas si
no se hubieren cumplido los requisitos legales. Para subsanar las
observaciones que formule el secretario municipal, la junta de
vecinos podrá requerir la asesoría de la municipalidad y, subsa-
nadas dichas observaciones, será el propio secretario municipal
el que certificará tal hecho.
La colaboración de la municipalidad llega incluso a la obli-
gación de suministrarles a las juntas de vecinos y demás organi-
zaciones comunitarias en formación un estatuto tipo, el que será
entregado gratuitamente.
Es importante señalar que el secretario municipal interviene
en el proceso de reforma de los estatutos, tiene la obligación de
objetar tal reforma si ella no se ajusta a la ley y además vela por
el registro de los asociados, en forma tal que cada junta de veci-
nos deberá remitirle cada seis meses certificación de las nuevas
incorporaciones o retiros del registro de asociados.
Las municipalidades están facultadas para subvencionar a
las juntas de vecinos. Consecuente con ello, el título II de la Ley
Nº 19.418 establece en su art. 26, letra f), que integrarán el patri-
monio de la junta de vecinos “las subvenciones, aportes o fondos
fiscales o municipales que se le otorguen”.
Pero el legislador ha llegado más lejos aún; es así que expresa
que la municipalidad tendrá la obligación de facilitar la utiliza-
ción de locales o recintos propios o bajo su administración para
la realización de sesiones ordinarias o extraordinarias de aquellas
juntas de vecinos que no cuenten con sede social adecuada para
tal efecto.
Igualmente el legislador, para apoyar su accionar, ha otorgado
a las juntas de vecinos la exención total de contribuciones, im-
puestos y derechos fiscales y municipales, con excepción de los
establecidos en el Decreto Ley Nº 825, de 1975, al mismo tiempo
velando por su prestigio les ha prohibido obtener patentes para
el expendio de bebidas alcohólicas.
A las municipalidades, por medio del secretario municipal, se
les encomiendan importantes funciones con relación a la cons-

98
LAS MUNICIPALIDADES Y LAS JUNTAS DE VECINOS

titución de las juntas de vecinos y, además, también intervienen


de algún modo en su disolución, ya que ésta será declarada me-
diante decreto alcaldicio fundado, sin perjuicio del reclamo que
corresponda al tribunal electoral regional.
En lo que se refiere a la determinación de las unidades ve-
cinales, éstas serán fijadas por el alcalde de propia iniciativa o a
petición de la junta de vecinos. El legislador establece al respecto
una recomendación general, al expresar que “el alcalde procurará
que el número de ellas −refiriéndose a las unidades vecinales−
permita la más amplia participación de los vecinos, con el fin de
facilitar una fluida relación entre las organizaciones comunitarias
y el municipio”.

2. ATRIBUCIONES
A su vez, las juntas de vecinos poseen ciertas atribuciones con
relación a las municipalidades.
Por ejemplo, pueden ejercer el derecho a una plena informa-
ción sobre los programas y actividades municipales y a servicios
públicos que afecten a su comunidad vecinal; igualmente, pueden
emitir su opinión en el proceso de otorgamiento de patentes de
alcoholes; colaborar en todas las medidas tendientes al resguardo
de la seguridad ciudadana, su coordinación, información y división;
en la identificación de las familias que vivan en extrema pobreza;
en la focalización de las políticas sociales. De igual importancia
son las atribuciones que se les otorgan en cuanto a preparar y
proponer al municipio proyectos de mejoramiento del hábitat,
ser oídas en la elaboración del plan anual de otras comunas, co-
nocer los proyectos municipales, colaborar con la municipalidad
en la ejecución y coordinación de las acciones inmediatas que
se requieran ante situaciones de catástrofe o de emergencia, y
ser oídas por la autoridad municipal en la definición de los días,
características y lugares en que se establecerán las ferias libres y
otros comercios callejeros, materia que es de sumo interés para
los vecinos.
Sabido es que este tipo de organizaciones no pueden contar
con perspectivas de éxito si no cuentan con un apoyo financiero
efectivo. Es por ello que se ha creado el Fondo de Desarrollo Ve-
cinal, el que tendrá por objeto aprobar proyectos específicos de

99
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

desarrollo comunitario presentados por las juntas de vecinos, será


administrado por la respectiva municipalidad y estará compuesto
por aportes municipales, de los propios vecinos o beneficiarios
y por los contemplados anualmente con cargo al presupuesto
general de entradas y gastos de la nación. Estos últimos se distri-
buirán entre las municipalidades en la misma proporción en que
ellas participan en el Fondo Común Municipal.
Hacemos votos para que estas normas contenidas en la Ley
Nº 19.418, que a su vez derogaron las contenidas en la Ley Nº 18.893,
constituyan un efectivo impulso al desenvolvimiento de las jun-
tas de vecinos, que en general han tenido una vida lánguida y
no acorde con las expectativas que se han tenido sobre ellas. Es
importante que funcionen exitosamente, ya que estas entidades
son colaboradoras de los municipios. No debemos olvidar que
nuestra civilización tiene necesidad de un contacto íntimo en-
tre las instituciones y los ciudadanos y que es justamente en el
ámbito local donde se lograron las primeras conquistas efectivas
de la libertad y la democracia, porque como dijo Tocqueville;
“es en el municipio donde reside la fuerza de los pueblos libres
y las instituciones locales son para la libertad lo que las escuelas
primarias son para la ciencia”. La democracia, se ha dicho, tiene
posibilidad de establecerse y desarrollarse en aquellos Estados que
las ejercen cotidianamente a pequeña escala, y es justamente en
el ámbito de las juntas de vecinos donde deben demostrarse la
solidaridad, colaboración y participación ciudadanas.20

20
Régimen jurídico de la administración municipal, José Fernández Richard, Edi-
torial Jurídica de Chile, 1981, 2ª edición, Santiago.

100
C A PÍTULO DECIMOQUINTO

LAS MUNICIPALIDADES Y LA PROTECCIÓN


DEL MEDIO AMBIENTE

1. GENERALIDADES
Los municipios siempre han estado vinculados a la protección
del medio ambiente en diversas formas; por ejemplo, la creación
y mantenimiento de áreas verdes, el aseo de la comuna, la fisca-
lización y aplicación de las normas contenidas en el DFL Nº 458
sobre Ley General de Urbanismo y Construcciones, etc., y además
normas que se contemplan en la Ley Orgánica Constitucional de
Municipalidades, Ley Nº 18.695.

2. LEY Nº 19.300
Sin embargo, recientemente la Ley Nº 19.300, que aprobó las Bases
Generales del Medio Ambiente, contiene disposiciones específicas
con relación a las municipalidades, que es digno comentar.
La referida ley contempla una gama de proyectos o activida-
des susceptibles de causar impacto ambiental en cualquiera de
sus fases, que deberán ser objeto de un estudio de impacto am-
biental y ser evaluadas por una comisión. Entre tales proyectos o
actividades se señalan en el art. 10, letra h), de la Ley Nº 19.300
“planes de desarrollo urbano, planes intercomunales, planes reguladores
comunales, planes seccionales, proyectos industriales o inmobiliarios
que los modifiquen o que se ejecuten en zonas declaradas latentes
o saturadas” (Ley Nº 19.300, publicada en el Diario Oficial de 9
de marzo de 1994).
A su vez, les otorga intervención a los municipios para los fines
consiguientes de las obras o actividades susceptibles de impacto

101
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

ambiental, con una copia del extracto relativo a tales obras, con
las menciones que la ley exige, y todo para la debida publicidad
en el ámbito local (art. 31, Ley Nº 19.300, en relación con los
arts. 26 y 27 de la misma ley).
La Ley Nº 19.300 establece en su título III la responsabilidad
por el daño ambiental, y es de sumo interés destacar que otorga
titularidad a los municipios para deducir la acción correspondiente
en caso de que culposa o dolosamente se cauce daño ambiental,
dejándose constancia que para los efectos del art. 23 del Código
de Procedimiento Civil se presume que las municipalidades y el
Estado tienen interés actual en los resultados del juicio (art. 54,
Ley Nº 19.300).
En lo que respecta a los municipios, obviamente su accionar
debe referirse a hechos acaecidos en su comuna.
Corresponderá a las municipalidades y a los demás organismos
competentes del Estado requerir al juez de letras en lo civil del
lugar en que se origine el hecho que causa daño, o el del domi-
cilio afectado a elección de este último.
Las causas se transmitirán conforme al procedimiento suma-
rio y el juez apreciará la prueba conforme a las reglas de la sana
crítica. La acción ambiental y las acciones civiles emanadas del
daño ambiental prescribirán en el plazo de cinco años, contados
desde la manifestación evidente del daño (arts. 60, 61, 62 y 63,
Ley Nº 19.300).
Es muy grato comprobar que el legislador no ha marginado
a los municipios de este problema que afecta evidentemente la
calidad de vida del vecindario, y aún más, les impone a las muni-
cipalidades la obligación de recibir las denuncias que formulen
los ciudadanos por incumplimiento de normas ambientales a fin
de que sean puestas en conocimiento del organismo fiscalizador
competente, para que éste les dé curso. Este organismo puede ser
variado; en algunos casos será el Servicio de Salud del Ambiente,
pudiendo intervenir también otros órganos fiscalizadores según
la materia de la demanda.
Lo importante es que se ha vinculado al municipio con la
protección del medio ambiente. El posible daño ambiental de-
berá ser considerado en los planes reguladores y sus seccionales;
los municipios serán titulares de la acción por daño ambiental y

102
LAS MUNICIPALIDADES Y LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE

además estarán obligados a recibir y tramitar las denuncias por


incumplimiento de las normas ambientales.
Es alentadora esta intervención que se otorga a los municipios,
ya que estos organismos están dentro del ámbito local, todo lo
cual redundará en una mejor calidad de vida de los habitantes
de las respectivas comunas.

103
C A PÍTULO DECIMOSEXTO

GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN REGIONAL

1. A NTECEDENTES
En el DFL Nº 1-19.175, de 8 de noviembre de 2005, que ha fijado
el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley Nº 19.175
sobre Gobierno y Administración Regional.

2. GOBIERNO DE LA REGIÓN
El gobierno interior de cada región reside en el intendente, quien
será el representante natural e inmediato del Presidente de la
República en el territorio de su jurisdicción.
Será nombrado por el Presidente de la República y se mantendrá
en sus funciones mientras cuente con su confianza. Las atribuciones
son bastante vastas y se encuentran prolijamente detalladas en el
art. 2º del texto refundido de la Ley Nº 19.175, estando facultado
para delegar en los gobernadores determinadas atribuciones.
Por su parte, en cada provincia existirá un gobernador, cuya
gobernación constituirá un órgano territorialmente desconcentra-
do de la intendencia. El gobernador será nombrado y removido
libremente por el Presidente de la República. Las atribuciones
del gobernador, que al igual que las del intendente se refieren
al régimen de gobierno interior, se encuentran detalladas en el
art. 4º del texto refundido de la Ley Nº 19.175.
Existen disposiciones comunes a intendentes y gobernadores,
contenidas en el capítulo III de la Ley Nº 19.175.
Causa un poco de extrañeza que los requisitos sean mínimos
y que se encuentren referidos a los que son generales para el in-
greso a la administración pública, aparte de otros accesorios. Vale

105
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

decir, no se exigen títulos, especializaciones u otros, necesarios


al menos para desempeñarse como intendentes.

3. A DMINISTRACIÓN DE LA REGIÓN
El gobierno regional lleva a cabo, además de las funciones
de gobierno interior, tareas de administración que se refieren a
impulsar el desarrollo regional en los aspectos económico, social
y cultural y a funciones de elaborar políticas, planes y programas
de desarrollo de la región, así como su proyecto de presupuesto.
Dentro de estas funciones existen atribuciones en materia de
ordenamiento territorial, fomento, desarrollo social y cultural.
Los órganos con que lleva a cabo sus tareas el gobierno regio-
nal son básicamente dos:
a) El intendente; b) El consejo regional.
Sobre estos aspectos, los arts. 23, 24, 25, 26 y 27 de la Ley
Nº 19.175 señalan y delimitan las atribuciones de cada uno de
estos entes administrativos. El consejo regional será presidido por
el intendente e integrado por consejeros que serán elegidos por
los concejales de la región, constituidos en el colegio electoral,
por cada una de las provincias de la siguiente forma:
a) Dos consejeros por cada provincia, independiente de su
número de habitantes;
b) Diez consejeros en las regiones de hasta un millón de ha-
bitantes y catorce en aquellas que superen esa cifra.
Los consejeros durarán cuatro años en sus cargos y podrán ser
reelegidos, siendo incompatibles sus cargos con los de concejales.
Además, tampoco podrán ser consejeros los senadores, dipu-
tados, ministros de Estado, miembros de las Fuerzas Armadas, del
Poder Judicial, de la Contraloría General de la República. Ver al
respecto lo dispuesto en los arts. 32 y 33 de la Ley Nº 19.175.

4. EL GOBIERNO REGIONAL Y LA APROBACIÓN DE PLANES


REGULADORES

Es interesante destacar que el nuevo texto de la Ley General de


Urbanismo y Construcciones les otorgan injerencia a los gobiernos
regionales en materia de aprobación de los planes reguladores, y
es así que en el nuevo texto del art. 43 del DFL Nº 458, después
de la modificación de la Ley Nº 19.778 que a su vez modificó la

106
GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN REGIONAL

Ley Nº 19.175, se establece que si no existiere un plan regulador


metropolitano o intercomunal que incluya el territorio comunal,
el informe de la Seremi de vivienda será remitido al gobierno
regional para que apruebe el plan regulador.

5. OBSERVACIONES FINALES
Esta ley está bastante bien estructurada, tiene realismo desde
el momento en que le confiere al gobierno regional suficientes
atribuciones, patrimonio propio y personalidad jurídica y que lo
hace administrador del Fondo Nacional de Desarrollo Regional,
cuya distribución se expresará anualmente en la Ley de Presu-
puesto.
Es así que este gobierno no sólo cumple las clásicas funciones
de gobierno interior, sino que además planifica e impulsa el de-
sarrollo regional en los aspectos económico, social y cultural.
Será el futuro el que nos dirá si estas normas sabiamente
concebidas son aplicadas con auténtico espíritu regional y sin
motivos subalternos, buscando por sobre todo el bien común,
que es lo que en definitiva justifica el quehacer de cualquier
autoridad pública.

107
C A PÍTULO DECIMOSÉPTIMO

LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

1. GENERALIDADES
El Decreto 2.385, de 30 de mayo de 1996, publicado en el Diario
Oficial 35.620, de 20 de noviembre de 1996, fijó el texto refundido
y sistematizado del Decreto Ley Nº 3.063 de 1980 sobre Rentas
Municipales. Últimamente ha sufrido diversas modificaciones con
la Ley Nº 20.033, publicada en el Diario Oficial de 1º de julio de
2005, denominada Ley de Rentas Municipales II.
Dicha ley consta de 66 artículos agregados en 11 títulos.
En ella se señalan las fuentes de los ingresos municipales,
que son: a) Producto de los bienes municipales; b) Producto de
los establecimientos y explotaciones municipales; c) Impuestos
municipales. Entre ellos destacan el permiso de circulación de
vehículos (art. 12) y las patentes municipales a que se refieren
los arts. 23 a 34 de la ley; d) La participación en el impuesto
territorial y el Fondo Común Municipal; f) Los recursos muni-
cipales por concesiones, permisos o pagos de servicios y g) Las
rentas varias.

2. IMPUESTOS Y PATENTES MUNICIPALES


En la Ley de Rentas Municipales se hace una clara diferencia
entre impuestos y derechos. La ciencia tributaria nos enseña que
se trata de recursos absolutamente diferentes.
Es así que dicha ley consagra un título especial, que es el
título IV “De los impuestos municipales”, entre los cuales con-
sidera el impuesto que se cobra por permiso de circulación de

109
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

vehículos (arts. 12 al 22) y el de las patentes municipales (arts. 23


al 34).21

3. HECHO GRAVADO EN LAS PATENTES MUNICIPALES


Particular mención merecen las patentes municipales, ya que el
art. 23 de la ley en comento señala que “el ejercicio de toda pro-
fesión, oficio, industria, comercio, arte o cualquier otra actividad
lucrativa secundaria o terciaria, sea cual fuere su naturaleza o
denominación, está sujeta a una contribución de patente muni-
cipal”, con arreglo a las disposiciones de la ley, agregando que
“quedarán gravadas con esta tributación municipal las actividades
primarias o extractivas en los casos de explotaciones en que medie
algún proceso de elaboración de productos, aunque se trate de
los exclusivamente provenientes del respectivo fundo rústico, tales
como aserraderos de maderas, labores de separación de escorias,
moliendas o concentración de minerales y cuando los productos
que se obtengan de esta clase de actividades primarias se vendan
directamente por los productores en locales, puestos, kioscos o
en cualquiera otra forma que permita su expendio también di-
rectamente al público o a cualquier comprador en general, no
obstante que se realice en el mismo predio, paraje o lugar donde
se extraen, y aunque no constituyan actos de comercio los que se
ejecuten para efectuar este expendio directo”.
Es así que la patente municipal grava la actividad que se ejerce
por un mismo contribuyente en su local, oficina, establecimien-
to, kiosco o lugar determinado con prescindencia de la clase o
número de giros o rubros distintos que comprenda (art. 23).

4. VALOR DE LAS PATENTES MUNICIPALES


El valor por doce meses de la patente será de un monto equivalente
entre el dos y medio por mil y el cinco por mil del capital propio
de cada contribuyente. Este valor tiene un límite que primitiva-
mente era de cuatro mil unidades tributarias mensuales y que
en la actualidad es de ocho mil unidades tributarias mensuales

21
José Fernández Richard, Las patentes municipales, Fondo Educación Moder-
na, 1968.

110
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

después de la modificación de la Ley de Rentas Municipales,


contenida en la Ley Nº 20.033.
Para estos efectos, los contribuyentes deberán entregar en la
municipalidad respectiva una declaración de su capital propio
con copia del balance del año anterior presentado en el Servicio
de Impuestos Internos (art. 24).

5. SUCURSALES
En los casos de contribuyentes que tengan sucursales, oficinas,
establecimientos, locales u otras unidades de gestión empresarial,
cualquiera sea su naturaleza jurídica o importancia económica, el
monto total de la patente que grava al contribuyente será pagado
proporcionalmente por cada una de las unidades antes dichas,
considerando el número de trabajadores que laboran en cada
una de ellas, cualquiera sea su condición o forma, incluidos los
trabajadores de temporada y los correspondientes a empresas
subcontratistas, pudiendo considerar, además, otros factores que
aseguren una distribución equitativa (art. 25).

6. INICIACIÓN DE ACTIVIDADES Y AUTORIZACIÓN


DE FUNCIONAMIENTO

Toda persona que inicie un giro o actividad gravada con pa-


tente municipal presentará conjuntamente con la solicitud de
autorización para funcionar en un local o lugar determinado, una
declaración jurada simple acerca del monto del capital propio
del negocio (art. 26).
La municipalidad estará obligada a otorgar la patente respectiva,
sin perjuicio de las limitaciones relativas a la zonificación comercial
o industrial que contemplen las respectivas ordenanzas municipales
y a las autorizaciones que previamente deben otorgar en ciertos
casos las autoridades sanitarias u otras que contemplen las leyes
(art. 26, inciso 2º). Entre esas autoridades podemos mencionar
la Superintendencia de Servicios Eléctricos (SEC), etc.

7. PATENTES PROVISORIAS
Las municipalidades podrán otorgar patentes provisorias, en
cuyo caso los establecimientos podrán funcionar de inmediato.

111
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Estos contribuyentes tendrán el plazo de un año para cumplir


con las exigencias que las disposiciones legales determinen. Si
no lo hicieran, la municipalidad podrá decretar la clausura del
establecimiento. La Ley Nº 20.031 otorgó facilidades para estos
efectos a la microempresa familiar.

8. INFLUENCIA DE LA ZONIFICACIÓN DEL PLAN REGULADOR


En materia de otorgamiento de patentes definitivas y provisorias,
las municipalidades deberán siempre tener presentes las normas
del DFL Nº 458 sobre Ley General de Urbanismo y Construccio-
nes, y muy en especial el destino que se le haya asignado al uso
del suelo, de acuerdo a la zonificación que se establezca en el
plan regulador; por ejemplo, no se puede otorgar patente a una
industria, en un sector contemplado como “residencial”. Incluso
el otorgamiento de patente municipal que vulnera el uso del suelo
acarreará la caducidad inmediata de la misma y será causal de
destitución del funcionario o autoridad municipal que la hubiere
otorgado (art. 58, DFL Nº 458).

9. PATENTES TEMPORALES
Son aquellas que otorgan las municipalidades en cuyos territorios
se encuentran emplazados balnearios o lugares de turismo. Estas
patentes pueden otorgarse hasta por cuatro meses (art. 28).

10. C AMBIO DE DOMINIO


Si un establecimiento afecto a pago de patente municipal cambiare
de dominio, el nuevo dueño deberá hacer anotar la transferencia
en el rol respectivo (art. 30).

11. PATENTES DE ALCOHOLES


Se regirán por las normas de la Ley Nº 17.105 de alcoholes.

12. PATENTES DE PERSONAS QUE EJERZAN PROFESIONES


LIBERALES U OTRAS

Las personas que ejerzan profesiones liberales o cualquier otra


ocupación lucrativa, pagarán su patente anual sólo en la comuna

112
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

donde tengan instalada su consulta, estudio u oficina principal.


Dicha patente las habilitarán para ejercer en todo el territorio
nacional. Aquí se trata de personas que no son empresarios y
que no ejercen actividades industriales y comerciales o de índole
semejante (art. 32).

13. SU MONTO
Estas personas pagarán una patente anual única correspondiente
a una Unidad Tributaria Mensual (art. 32 inciso final).

14. R ESPONSABILIDAD POR EL PAGO DE LAS PATENTES


MUNICIPALES

Serán responsables del pago de las patentes, además de los pro-


pietarios de los establecimientos o negocios sujetos a dicho pago,
los administradores o regentes de los mismos, aun cuando no
tengan nombramiento o mandato constituido en forma legal.
Además, el comprador, usufructuario, sucesor u ocupante a
cualquier título, de un establecimiento, negocio o giro gravado
con contribución de patentes, responderá del pago de las patentes
morosas que se adeudaren (véanse arts. 31 y 34, Ley de Rentas
Municipales).

15. EXENCIÓN DE PAGO DE PATENTE MUNICIPAL


Sólo estarán exentos del pago de la contribución de patente
municipal las personas jurídicas sin fines de lucro que realicen
acciones de beneficencia, de culto religioso, culturales, de ayuda
mutua de sus asociados, artísticas o deportivas no profesionales y
de promoción de intereses comunitarios (art. 27).

16. NATURALEZA JURÍDICA DE LA PATENTE MUNICIPAL


Entre los ingresos más importantes que obtienen los municipios,
figuran los provenientes de las patentes municipales. Hasta la
dictación del Decreto Ley Nº 3.063 (Diario Oficial de 29 de di-
ciembre de 1979), los vehículos estaban afectos a patentes, las que
eran contempladas en el Cuadro Anexo Nº 1 de la Ley Nº 11.704
sobre Rentas Municipales y sus modificaciones. El Decreto Ley

113
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Nº 3.063 innovó al respecto, ya que tratándose de vehículos no se


habla más de patentes, sino de “permiso de circulación”.22
No obstante la modificación del Decreto Ley Nº 3.063, siempre
siguen existiendo las patentes industriales, comerciales y profe-
sionales y las que contempla la Ley de Alcoholes, y es interesante
precisar al respecto su naturaleza jurídica.
Para algunos efectos, patente es sinónimo de licencia, permiso
o autorización, y ello particularmente tratándose de las patentes
de invención.23 Así, nuestros tribunales de justicia han dicho al
respecto que debe entenderse por patente “el título o despacho
que la misma ley concede a tales personas para que ejerzan una
industria o comercio o privilegio de invención o de cualquier
producto que sea patentable”.24
La patente tiene un significado en cuanto a su materialidad
misma, como documento, y así tenemos que, según el léxico, es
el “documento expedido por la hacienda pública, que acredita
haber satisfecho determinada persona la cantidad que la ley exige
para el ejercicio de algunas profesiones o industrias”.25
Sin embargo, lo que nos interesa es analizar la naturaleza de
esta patente que contempla la Ley de Rentas Municipales, cuyo
último texto fue fijado por el Decreto Ley Nº 3.063 (Diario Oficial
de 29 de diciembre de 1980), y que constituye uno de los más
importantes recursos para el erario municipal.
El art. 23 del Decreto Ley Nº 3.063, que en esta materia repro-
duce con algunas modificaciones lo que anteriormente establecía
el art. 44 de la Ley Nº 11.704 sobre Rentas Municipales, preceptúa
que “el ejercicio de toda profesión, oficio, industria, comercio,
arte o cualquiera otra actividad lucrativa secundaria o terciaria,
sea cual fuere su naturaleza o denominación, está sujeto a una
contribución de patente municipal, con arreglo a las disposiciones
de la presente ley”.26

22
Artículo 12, Decreto Ley Nº 3.063. En igual sentido, arts. 14, 15, 16, 17, 18,
19, 20, 21 y 22 del mismo cuerpo legal.
23
Decreto Ley Nº 65, Diario Oficial de 27 de junio de 1932.
24
“Soc. de Maquinarias con Impuestos Internos”, C. de Apelaciones de San-
tiago, consid. 4º, R. D. J., tomo 29, 2ª parte, sec. 1ª, p. 496.
25
Diccionario de la Lengua Española, 18ª edición, Madrid 1956, p. 991.
26
Para el ejercicio de toda profesión, oficio, industria o comercio, es necesario
estar en posesión de la patente correspondiente, requisito sin el cual no es legal-
mente procedente desarrollarlo y en el caso de negocios que no cuenten con ella,
procede su clausura (Contraloría, Dictamen 16.326, año 1960).

114
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

De la lectura de la disposición transitoria observamos que


el legislador se refiere a “contribución de patente municipal”.
Sabido es que en nuestro ordenamiento jurídico “contribucio-
nes” o “impuestos” son términos sinónimos, de modo que cabe
concluir que la patente municipal no es otra cosa que un im-
puesto, y tal es así que las normas relativas a ellas se encuentran
comprendidas en el título IV de la Ley de Rentas Municipales
–Decreto Ley Nº 3.063–, que trata de los “Impuestos Munici-
pales”, al igual que en la anterior Ley de Rentas Municipales,
Ley Nº 11.704 y sus modificaciones, dichas normas estaban en
el título IV que trataba de las “Contribuciones o Impuestos
Municipales”.
Atendido el carácter de impuesto de las patentes municipales,
les son aplicables las normas constitucionales en materia impo-
sitiva, que nuestra Carta Fundamental de 1980 establece en su
art. 19 Nº 20.27
Así es que sólo en virtud de una ley pueden normarse clasi-
ficaciones de patentes, recargos, condonaciones o exenciones.
Por excepción, en virtud de una delegación de facultades que el
Poder Legislativo hizo al Ejecutivo –Ley Nº 7.200– pudo éste seña-
lar plazos para el pago de patentes, y fue de ordinaria ocurrencia
que se dictaran decretos supremos ampliando y prorrogando el
plazo para pagar patentes en distintas comunas del país.
Aclarando que la patente municipal es un impuesto, cabe cata-
logarla como un impuesto directo, ya que afecta a determinados
contribuyentes, debe pagarse previa declaración y salvo el caso de
las patentes profesionales, recae sobre elementos patrimoniales,
esto es, sobre la riqueza y no sobre el uso o desplazamiento de
la misma.
De todo lo anterior fluye que la patente municipal al contrario
de lo que vulgarmente se cree, no es un bien en sí misma, y sólo
constituye el pago de un impuesto, aun cuando suponga una
autorización previa.28

27
Las municipalidades carecen de atribuciones para condonar contribuciones,
patentes o derechos (Dictámenes 9.614, año 1947, y 44.407, año 1948, Contra-
loría General de la República, y Dictamen 743, año 1969, Defensa Municipal de
Santiago).
28
Profesor Mauricio Flisfisch, “Derecho Municipal profundizado”, Apuntes
de su Cátedra, año 1963, p. 122.

115
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

De tal modo, es erróneo creer que las patentes pueden ser


enajenadas u objeto de una transacción comercial. Lo que se
enajena es el negocio que se encuentra afecto al pago de una
determinada patente, y si en la vida diaria se ofrecen en venta
patentes, en realidad se trata de transacciones al margen de la
ley, y que para poder ser perfeccionadas se recurre al arbitrio de
simular que se vende conjuntamente el establecimiento amparado
por la autorización previa que supone la patente.29
Así, se ha dictaminado que la transferencia de las patentes
se entiende involucrada en la del negocio, aun cuando nada de
ello se diga en la escritura de venta, ya que no se trata de un bien
del cual pueda disponerse, sino que es un impuesto que paga
el negocio que se enajena.30 Igualmente, se ha dicho que no es
necesario que se individualicen las patentes por su número para
autorizar el cambio de dueño, bastando la individualización del
negocio que amparan,31y que la patente adicional, tratándose de
la Ley de Alcoholes, no puede considerarse separadamente del
negocio al que se traslade.32
Cabe eso sí señalar que en forma excepcional y apartándose del
criterio que siempre se ha tenido sobre la materia, en el art. 147,
inciso 4º, de la Ley Nº 17.015 sobre Alcoholes y Bebidas Alcohóli-
cas,33 se dispone que las patentes de giro limitado que no hayan
sido pagadas en su oportunidad se rematarán al mejor postor a
beneficio de la municipalidad respectiva y serán adjudicadas por
un valor que no podrá ser inferior al mínimo de su clasificación,
más los derechos de inspección y reajustes que correspondan.
O sea, en este caso especialísimo se le otorgó una significación
distinta a la patente municipal, dándosele, aun cuando el texto
expresamente no lo diga, el carácter de una licencia, permiso o
autorización que, como decíamos, por regla general no lo tiene,
sino que es sólo un supuesto para su otorgamiento.

29
Circular 18, Sub-Depto. Municipalidades, Contraloría General de la Repú-
blica, 22 de diciembre de 1966, p. 10.
30
Defensa Municipal de Santiago, Dictamen 171, año 1965.
31
Defensa Municipal de Santiago, Dictamen 978, año 1965.
32
Defensa Municipal de Santiago, Dictamen 447, año 1967.
33
Modificación introducida por el DFL Nº 8 del Ministerio de Agricultura,
Diario Oficial de 15 de abril de 1968.

116
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

17. LOS DERECHOS CONTEMPLADOS EN LA LEY DE RENTAS


MUNICIPALES

a. Diferencias entre impuesto, tasas o derechos. Principios generales


acerca de los mismos
En el Derecho Tributario existe una clara distinción entre el im-
puesto y las tasas o derechos. Es así que el impuesto podría defi-
nirse como la prestación monetaria de carácter general impuesta
por el Estado a los particulares en forma activa, compulsiva o de
derecho, en conformidad a la ley, con el fin de financiar los gastos
públicos u obtener otros fines económicos y sociales (Jaime Ross,
“Apuntes de clases”, citado por Hernán Chadwick Piñera, Ley de
timbres, estampillas y papel sellado, Editorial Jurídica de Chile, 1969).
Los tribunales de justicia han dicho al respecto que “el impuesto
consiste en la exacción pública exigida al ciudadano de una ma-
nera general y en virtud de la soberanía del Estado” (Laluf con
Sepúlveda, Corte de Apelaciones de Chillán, 8 de septiembre de
1994, cons. 2º, G., 1944, 2º sem., p. 275); y “el Diccionario de la
Lengua define el impuesto (del latín “impositus”, que significa
imponer) como equivalente de tributo o carga (...) Impuesto es
el vocablo con que se designa cualquier subsidio que se impone a
un país” (Eduardo Castro y otros, inaplicabilidad, Corte Suprema,
13 de octubre de 1934, cons. 8º, G., 1934, 2º sem., p. 86). Dentro
de la doctrina siempre ha existido una distinción muy clara entre
los impuestos y las tasas o derechos.
Ya en el año 1941 hacía un claro distingo al respecto don Da-
niel Martner en su tratado de Hacienda pública, como lo hacía el
tributarista Enrique Piedrabuena Richard en sus obras Compendio
de legislación tributaria chilena, 2ª edición, Santiago, 1948, y Manual
de Derecho Tributario, Santiago, 1951.
Las tasas o derechos podrían definirse como los cobros que
formula el Estado en relación con alguna intervención o gastos de
la administración pública motivados directamente por algún con-
tribuyente o ciertos cobros en virtud de los cuales el contribuyente
queda autorizado para hacer algo (Fernández Provoste, Mario y
Héctor, Principios de Derechos Tributarios, p. 30). De lo anterior fluye
que el pago del impuesto es por esencia coactivo y obligatorio y,
en cambio, el de tasa es voluntario, ya que paga sólo aquel que
solicita el servicio u obtiene un permiso o concesión.

117
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Consecuente con las reflexiones anteriores, el Decreto Ley


Nº 3.063, que fijó el texto de la Ley de Rentas Municipales,
publicado en el Diario Oficial de 29 de diciembre de 1979, y
cuya última modificación consta de la Ley Nº 20.085, de 22 de
diciembre de 2005, distingue claramente entre impuestos y
derechos.
El mencionado cuerpo legal en su título IV se refiere a “Los
impuestos municipales”; en cambio, en el título VII trata “De los
recursos municipales por concesiones, permisos o pagos de ser-
vicios” y en su art. 40 define los derechos municipales como “las
prestaciones que están obligadas a pagar a las municipalidades las
personas naturales o jurídicas de derecho público o de derecho
privado, que obtengan de la administración local una concesión
o permiso o que reciban un servicio de las mismas, salvo exen-
ción contemplada en un texto legal expreso”, definición que se
aviene perfectamente con los planteamientos doctrinarios antes
mencionados en orden a definir las tasas o derechos.
Todo lo que se refiere a la materia impositiva ha sido conside-
rado como del más alto interés por el constituyente, y es así que
los principios fundamentales impositivos han sido generalmente
elevados a la condición de garantías constitucionales, e incluso se
encuentran dentro del origen del Derecho Constitucional.
Lo anterior ocurre en nuestra Carta Fundamental, la que den-
tro de las garantías constitucionales del art. 19 contempla, en su
numerando 20, la igual repartición de los tributos en proporción
a las rentas o en la progresión o forma que fija la ley y la igual
repartición de las demás cargas públicas. En ningún caso la ley
podrá establecer tributos manifiestamente desproporcionados
o injustos. Los tributos que se recauden, cualquiera que sea su
naturaleza, ingresarán al patrimonio de la nación y no podrán
estar afectos a un destino determinado.
Sin embargo, la ley podrá autorizar que determinados tribu-
tos puedan estar afectos a fines propios de la defensa nacional
o autorizar que los que gravan actividades o bienes que tengan
una clara identificación local puedan ser establecidos, dentro
de los marcos que la misma ley señale, por las autoridades co-
munales y destinados a obras de desarrollo comunal, garantía
protegida por el recurso de protección que establece el art. 20
de la Constitución Política, y que además está en concordancia

118
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

con el principio de igualdad ante la ley consagrado en el art. 19,


Nº 2 de la Carta Fundamental.
De todo lo anterior fluye que los impuestos deben ser esta-
blecidos por ley y que, dentro de este contexto, una ley puede
autorizar gravámenes de identificación local dentro de los marcos
que señale la misma ley.

18. NATURALEZA DE LOS INGRESOS CONTEMPLADOS


EN EL TÍTULO VIII DE LA LEY DE R ENTAS MUNICIPALES
Y PROCEDENCIA DE LOS MISMOS

El Título VIII del Decreto Ley Nº 3.063, que fijó el texto de la Ley
de Rentas Municipales y que fue publicado en el Diario Oficial de
30 de mayo de 1996 y posteriormente modificado por las Leyes
Nos 20.033 y 20.085, contempla los “Recursos municipales por
concesiones, permisos o pagos de servicios”.
Su naturaleza corresponde claramente a los ingresos públicos
que en el tercer párrafo de la letra a del punto 17 supra definía-
mos como tasas o derechos. Ello se corrobora claramente por
dos disposiciones de este mismo título que son las de los arts. 40
y 41 del Decreto Ley Nº 3.063.
El art. 40 expresa que “llámense derechos municipales las
prestaciones que están obligadas a pagar a las municipalidades, las
personas naturales o jurídicas de derecho público o de derecho
privado, que obtengan de la administración local una concesión
o permiso o que reciban un servicio de las mismas...”. Por su par-
te, el art. 41 preceptúa que “entre otros servicios, concesiones o
permisos por los cuales están facultadas las municipalidades para
cobrar derechos, se contemplan especialmente los siguientes...”
y, en seguida, enumera 8 tipos de estos derechos (los derechos
municipales, loteos, construcción, etc., se encuentran regulados
por las disposiciones del párrafo 3º, capítulo II, título III del DFL
Nº 458, Ley General de Urbanismo y Construcciones, MINVU, Dia-
rio Oficial de 13 de abril de 1976; y, en especial, por el art. 130 de
dicho cuerpo legal. Régimen jurídico de la administración municipal,
José Fernández Richard, 2ª edición, Editorial Jurídica de Chile,
1985). Como puede advertirse de estos dos preceptos, los derechos
municipales suponen la concesión, permiso o servicio por parte
de la municipalidad, esto es, subyace siempre el concepto que

119
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

tiene que haber una contraprestación por parte del municipio,


lo que es de suma importancia, ya que esta característica significa
que la prestación del servicio puede ser evaluada y estimada con
cierta precisión, cosa que no ocurre en materia de impuestos, en
los cuales sólo se consideran los beneficios indivisibles que reporta
(Estudio doctrinario de los ingresos públicos ordinarios no derivados del
Impuesto, José Fernández Richard, 1952, p. 30; Principes des science
des finances, Francisco Nitti, 1928, París, 5ª edición, traducción de
Marcel Girard, p. 269).
En cuanto a la procedencia del establecimiento de estos de-
rechos, la Ley de Rentas Municipales señala ocho casos expresos
en el art. 41, con la salvedad que contemplamos anteriormente
respecto al establecido en el numeral primero y, además, con-
templa la posibilidad por parte del municipio de establecer estos
derechos en dos casos: a) Cuando se trata de servicios, concesiones
o permisos cuyas tasas no estén fijadas en la ley, y b) Cuando se
creen nuevos servicios por las municipalidades. En ambos casos
estos derechos se determinarán mediante ordenanzas locales, las
que deben publicarse en el Diario Oficial, en el mes de enero de
cada año, a menos que la ley fije una época distinta (Circular L-52,
interior, de 19 de julio de 1992, que imparte instrucciones sobre
publicaciones en el Diario Oficial de modificaciones a ordenan-
zas municipales que fijan derechos por prestaciones de servicios
y otorgamiento de permisos y concesiones). El procedimiento
anterior está contemplado en el art. 42 del DL Nº 3.063 sobre
Ley de Rentas Municipales.
En todo caso, debe recalcarse la idea de la contraprestación, esto
es, el derecho debe corresponder a conceptos de equidad, criterio
que ya analizaremos y que es concordante con el del constituyente
en materia impositiva en orden a que los tributos no pueden ser
manifiestamente desproporcionados o injustos (art. 19, Nº 20 de
la Constitución Política), y que siendo un principio elevado a la
categoría de garantía constitucional debe interpretarse en forma
amplia y no restrictiva.
Lo anterior es importante recalcarlo, ya que no podría bajo un
aspecto meramente formal imponerse un derecho absolutamente
desorbitado o que no correspondiere a ningún servicio determi-
nado, pues se estaría atentando contra esta garantía constitucio-
nal y con la del numeral 24 del art. 19 de la Carta Fundamental,

120
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

que consagra al respecto el derecho de propiedad, y se estaría


así imponiendo un impuesto bajo la apariencia de establecer
una tasa o derecho, lo cual excede las atribuciones municipales
y contraviene expresamente la Constitución Política.

19. ORGANISMOS QUE TIENEN INJERENCIA EN LA AUTORIZACIÓN


Y FUNCIONAMIENTO DE INDUSTRIAS

Existen muchos organismos que de un modo u otro se relacionan


con las empresas que están legalmente instaladas; así, en materia
laboral lo será la Inspección del Trabajo, en el orden tributario
el Servicio de Impuestos Internos, etc.
Sin embargo, en lo tocante a su funcionamiento e instalación
de sus plantas existen dos organismos que básicamente tienen
injerencia al respecto; ellos son las municipalidades respectivas y
los servicios de salud correspondientes. Otros organismos intervie-
nen en aspectos muy parciales; por ejemplo, servicios eléctricos,
en lo relativo a la instalación eléctrica, etc., pero su intervención
no tiene la importancia de los arriba indicados.
La intervención municipal se encuentra señalada en nume-
rosos textos legales y reglamentarios. Es así que los arts. 1º, 2º, 3º
y 4º de la Ley Nº 18.695 señalan el ámbito jurisdiccional de los
municipios, en el cual comprende los conceptos de construcción,
urbanización, planificación y regularización urbana, salud pública,
protección del medio ambiente, entre otros; concretamente, la
Ley de Rentas Municipales, DL Nº 3.063, en el art. 23 establece
que “el ejercicio de toda profesión, oficio, industria, comercio,
arte o cualquiera otra actividad lucrativa secundaria o terciaria,
sea cual fuere su naturaleza o denominación, está sujeto a una
contribución de patente municipal”, y, en relación con esta norma,
el art. 26 del DL Nº 3.063 expresa que “toda persona que inicie
un giro o actividad gravada con patente municipal presentará,
conjuntamente con la solicitud de autorización para funcionar
en un local o lugar determinado, una declaración jurada simple
acerca del monto del capital propio del negocio” −siguiendo
además la tradición legal en esta materia, el art. 67 de la Ley
Nº 11.704, anterior a la Ley de Rentas Municipales, exigía igual-
mente declaración del contribuyente y autorización municipal
previa al enrolamiento de patente–, de lo cual cabe inferir que la

121
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

municipalidad está obligada a otorgar la patente respectiva, sin


perjuicio de las limitaciones relativas a zonificación comercial o
industrial que contemplen las respectivas ordenanzas municipales y
a las autorizaciones que previamente deben otorgar en ciertos casos
las autoridades sanitarias u otras que contemplen las leyes.
Finalmente, debe agregarse otro ángulo de la intervención
municipal, por medio de las direcciones de obras municipales,
que de conformidad a lo dispuesto en el art. 116 de la Ley General
de Urbanismo y Construcciones −DFL Nº 458, Diario Oficial de
13 de abril de 1978−, otorgan los permisos de edificación de las
construcciones en que funcionan las empresas, que deben a su vez
cumplir con las normas de la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcciones, y que en su capítulo XV, arts. 200 y siguientes se
refiere a los “Establecimientos industriales”, teniéndose presente
que “toda obra de urbanización o edificación deberá ejecutar-
se con sujeción estricta a los planos, especificaciones y demás
antecedentes aprobados por la Dirección General de Obras y
Municipalidades”, art. 119, DFL Nº 458.
La intervención de los organismos de salud, en lo que se
refiere al otorgamiento de la patente municipal, es siempre pre-
via, al igual que la de otros organismos. Puede decirse así que
la autorización municipal y patente respectiva presuponen el
otorgamiento de todas las otras autorizaciones previas. Así fue
claramente establecido en el fallo de la Iltma. Corte de Apelacio-
nes de Santiago, de 11 de junio de 1969, recaído en el reclamo de
ilegalidad “Abastecedora de Combustibles S.A. contra Alcalde de
Santiago”, ingreso Nº 1.912-67, Rol 1.251-68 (fallo reproducido
en la obra de José Fernández Richard, Las patentes municipales,
Santiago 1969, p. 21).34
La intervención de los servicios de salud en la autorización
de funcionamiento y fiscalización de los aspectos sanitarios de las
industrias es determinante. Puede decirse que en materia de salud
pública, la competencia de la autoridad sanitaria es excluyente,
salvo algunas pequeñas excepciones que establece el Código
Sanitario con respecto a las municipalidades (limpieza de sitios
públicos, recolección, transporte y eliminación de basuras).

34
Fondo de Educación Moderna, año 1968.

122
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

Podríamos resumir que las normas que confieren atribucio-


nes a los servicios de salud, en materia de funcionamiento de
industrias, serían las siguientes: a) Código Sanitario, debiendo
destacarse el título III “De la higiene y seguridad de los lugares
de trabajo” y el título IV “De la contaminación del aire y de los
ruidos y vibraciones”, ambos del Libro III, arts. 82 y siguientes,
y art. 89; b) El Reglamento de Sanidad Industrial, contenido en
el Decreto Nº 2.169 del Ministerio de Salubridad, Previsión y
Asistencia Social, publicado en el Diario Oficial de 6 de enero
de 1953; c) El Reglamento de condiciones sanitarias mínimas
en las industrias, contenido en el Decreto 762 del Ministerio de
Salud Pública y Previsión Social, publicado en el Diario Oficial
de 28 de septiembre de 1956; d) El Decreto 144 del Ministerio
de Salud, publicado en el Diario Oficial de 18 de mayo de 1961,
que establece normas para evitar emanaciones o contaminantes
atmosféricos de cualquier naturaleza; e) Finalmente mencionare-
mos la Resolución 1.215 del Ministerio de Salud, de 22 de junio
de 1978, sobre Normas sanitarias mínimas destinadas a prevenir
y controlar la contaminación atmosférica.
La intervención de los organismos de salud en lo relativo al
funcionamiento de establecimientos industriales puede resumirse
así:
a) Intervienen en el proceso del permiso de edificación, de
conformidad a lo dispuesto en el Reglamento de Condiciones
Sanitarias Mínimas en la Industria y a lo prescrito en el art. 4º
del Decreto 144, de 2 de mayo de 1961, de Salud;
b) Intervienen en el proceso de otorgamiento de patente
municipal a industrias nuevas. Al efecto otorgan una autoriza-
ción previa de funcionamiento, la que también se extiende a la
ampliación o modificación de industrias ya instaladas (art. 3º,
Reglamento de Condiciones Sanitarias Mínimas en la Industria
Nº 762, de 6 de septiembre de 1956;
c) Intervienen en el control de la contaminación atmosférica
(art. 17, Reglamento de Condiciones Sanitarias Mínimas en la
Industria Nº 762, de 6 de septiembre de 1956, y Decreto 144, de
2 de mayo de 1961. Es así que el art. 1º de dicho Decreto expresa:
“Los gases, vapores, humos, polvos, emanaciones o contaminantes
de cualquiera naturaleza, producidos en cualquier establecimiento

123
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

fabril o lugar de trabajo, deberán captarse o eliminarse en forma


tal que no causen daños o molestias al vecindario”. Además, los
sistemas destinados a la incineración de basuras en actual fun-
cionamiento, o los que se instalen en el futuro, deberán contar
con la aprobación del Servicio Nacional de Salud, “autoridad que
la otorgará cuando estime que pueden funcionar sin producir
humos, gases tóxicos o malos olores y siempre que no liberen a
la atmósfera cenizas o residuos sólidos” (art. 3º, Decreto 144, de
2 de mayo de 1961, de Salud). Debe tomarse en consideración
también que el personal que maneje los equipos de combustión o
los sistemas de incineración de las industrias deberán contar con
un certificado de competencia de la autoridad sanitaria (art. 5º,
Decreto 144, ya citado);
d) Poseen facultades sancionatorias conforme a lo dispuesto
en el Código Sanitario, y en lo relativo a la contaminación, de
acuerdo a lo preceptuado en el art. 10 del DS 144, de 2 de mayo
de 1961, de Salud, que además se remite al Código Sanitario en
esta materia.

20. A RRENDAMIENTO DE ESTABLECIMIENTOS AFECTOS AL PAGO


DE PATENTE MUNICIPAL

Suelen suscitarse dudas acerca de diversas situaciones que pueden


presentarse con relación al arrendamiento de establecimientos
afectos al pago de contribución de patente municipal. Estas dudas
no se refieren a la aplicación de las normas de Derecho común,
sino a la normativa contenida en la legislación municipal.
Es del caso, sin embargo, disipar y esclarecer, en primer lugar,
que no existe inconveniente alguno en la legislación municipal
que impida el arrendamiento o subarrendamiento de estableci-
mientos comerciales, industriales o de alcoholes afectos al pago
de contribución de patente municipal.
En efecto, la propia Ley de Rentas Municipales, cuyo texto se
encuentra contenido en el Decreto Ley Nº 3.063, publicado en el
Diario Oficial de 20 de noviembre de 1992, refundido en el Diario
Oficial de 20 de noviembre de 1996. Contiene en su art. 34 un
principio en el cual se reconoce la validez de tales contratos en
forma implícita, al disponer que “el comprador, usufructuario,
sucesor u ocupante a cualquier título de un establecimiento, ne-

124
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

gocio o giro gravado con contribución de patentes, responderá


del pago de las patentes morosas que se adeudaren”.35
Y no podría ser de otro modo, desde el momento que los
establecimientos industriales, comerciales o de alcoholes están
en libre comercio humano, y no podría afectar el ejercicio de los
derechos que da el dominio la mera circunstancia de que estén
afectos al pago de contribución de patente municipal, la que,
como se ha sostenido reiteradamente, no es otra cosa que el pago
de un impuesto, aun cuando suponga una autorización previa de
funcionamiento por parte de la municipalidad.
Sin embargo, debe tenerse presente que tratándose de esta-
blecimientos afectos al pago de contribuciones de patentes de
alcoholes, el arrendatario o subarrendatario debe poseer todas
las condiciones o requisitos para ejercer personalmente el giro
gravado con la patente; vale decir, no puede estar comprendi-
do dentro de las prohibiciones establecidas en el art. 166 de la
Ley de Alcoholes, Ley Nº 17.015, ya que de estar afecto a ellas
el contrato de arrendamiento o subarrendamiento vulneraría
las prohibiciones que el legislador establece para determinadas
personas, como los funcionarios fiscales o municipales, quienes
no pueden explotar estos giros.
Sobre esta materia también se pronunció la Contraloría Ge-
neral de la República,36 reafirmando la doctrina en orden a que
no existe impedimento legal para arrendar o subarrendar un
establecimiento comercial, industrial o de alcoholes y que la mu-
nicipalidad no puede oponerse a ello, a menos que tal contrato
implique vulnerar las prohibiciones que la legislación establece
para que determinadas personas puedan explotar ciertos giros.
Aun cuando es obvio, la Contraloría General de la República,
al establecer la doctrina anterior, ha hecho el alcance acerca de
que dicha conclusión no es aplicable a las patentes profesionales,
por cuanto éstas, por su propia naturaleza, sólo se otorgan al pro-
35
Esta norma reitera la disposición que se contemplaba en el art. 64 de la Ley
Nº 11.704 sobre Rentas Municipales, actualmente reemplazada por el texto con-
tenido en el Decreto Ley Nº 3.063, cuyo texto definitivo fue fijado por el Decreto
2.385, publicado en el Diario Oficial de 20 de noviembre de 1996.
36
Dictamen 87.230, de 18 de diciembre de 1970, de la Contraloría General
de la República.

125
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

fesional en su calidad de tal y no pueden transmitirse, transferirse


o realizar respecto de ellas actos mercantiles.
Igualmente, debe aclararse que en el caso de arrendamiento
de establecimientos mercantiles o industriales no procede exigir
que se enrole la patente a nombre del arrendatario, ya que este
cambio de enrolamiento sólo procede u opera cuando ha existido
un cambio de dueño, al tenor de lo prescrito en la propia Ley
de Rentas Municipales –Decreto Ley Nº 3.063−, en cuyo art. 30
claramente se preceptúa lo siguiente: “Si un establecimiento
cambiare de dominio, el nuevo dueño deberá hacer anotar la
transferencia en el rol respectivo”.
Por su parte, el art. 16, inciso primero, del Reglamento de
la Ley de Rentas (Reglamento para la aplicación de los arts. 23
y siguientes del título IV del DL Nº 3.063, de 1979) reafirma lo
anterior al disponer que “la transferencia de establecimientos
amparados por la patente municipal debe registrarse en el muni-
cipio dentro de los 30 días siguientes de producirse y se acreditará
mediante el título correspondiente”.
Como la contribución de patente municipal supone una au-
torización previa de funcionamiento, y ésta es inseparable del
negocio o establecimiento cuyo giro ampara, si éste permanece
siempre en el dominio de su mismo titular igual suerte debe se-
guir la patente municipal. La circunstancia de que, conforme a
lo dispuesto en el art. 34 de la Ley de Rentas Municipales, deba
pagar la patente el arrendatario cuando no la ha pagado el dueño,
no da lugar a sacar la conclusión de que la patente también deba
figurar a nombre del arrendatario, ya que la norma citada sólo
establece una responsabilidad objetiva sobre pago de tributos,
pues en estricto derecho el arrendatario no es propiamente el
sujeto pasivo de la obligación tributaria, esto es, jurídicamente
no es el deudor. Esta norma, muy común en materia tributaria,
se funda en razones de conveniencia fiscal en orden a asegurar
la oportuna y normal recaudación de tributos, y para lo cual se
dispone el traslado de la obligación tributaria hacia terceras per-
sonas, distintas del deudor de ella, que se constituyen por esta
vía en sujetos pasivos directos.
En relación con el arrendamiento de establecimientos in-
dustriales o comerciales, la Contraloría General de la República
también ha estudiado la situación que se presenta con respecto

126
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

a la forma de acreditar el capital propio. Tal estudio se realizó a


raíz de que bajo el imperio de la norma contenida en el art. 22
de la Ley Nº 17.318, los contribuyentes de patentes de estableci-
mientos industriales, comerciales y de alcoholes estaban afectos
a un recargo en sus patentes, que se calculaba en base al cinco
por mil de su capital propio.
En la actualidad, la Ley de Rentas Municipales, cuyo texto
se encuentra contenido en el Decreto Ley Nº 3.063 ya citado,
no contempla este recargo del cinco por mil, pero sí establece
que las patentes municipales se calcularán en base a un monto
equivalente entre el dos y medio por mil y el cinco por mil del
capital propio de cada contribuyente, el que no podrá ser inferior
a una unidad tributaria mensual ni superior a ocho mil unidades
tributarias mensuales. Para estos efectos, el contribuyente debe
entregar en la municipalidad respectiva una declaración de su
capital propio con copia del balance del año anterior, presentado
a Impuestos Internos, y, en los casos en que el contribuyente no
declarare su capital propio en las fechas estipuladas en la mis-
ma Ley de Rentas Municipales, la estimación la hará la propia
municipalidad.
Debido a lo anterior, las conclusiones a que arribó la Contra-
loría General de la República en esta materia, en relación con
el contrato de arrendamiento de establecimientos mercantiles
o industriales, siguen siendo tan válidas bajo el imperio de la
antigua Ley de Rentas Municipales, Ley Nº 11.704, modificada
por el art. 22 de la Ley Nº 17.318, como ahora, bajo la vigencia
de las normas de la nueva Ley de Rentas Municipales, cuyo texto
se encuentra contenido en el Decreto Ley Nº 3.063 ya mencio-
nado, especialmente en lo referente a la disposición del art. 24
de dicho cuerpo legal.
De lo dispuesto en el mencionado art. 24 de la Ley de Rentas
Municipales, Decreto Ley Nº 3.063, fluye la conclusión de que
existe una obligación respecto de los contribuyentes de estable-
cimientos industriales o comerciales afectos al pago de contri-
bución de patente municipal, de suministrar a la municipalidad
respectiva los antecedentes necesarios para la determinación del
capital propio. Ahora bien, ¿puede el arrendatario suministrar
tales antecedentes o solamente lo puede hacer el dueño, esto es,
el arrendador?

127
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

La Contraloría General de la República ha expresado textual-


mente lo siguiente al respecto: “No obstante, en los casos de giros
explotados por una persona distinta del dueño, tales antecedentes
deben, en opinión de esta Contraloría, ser aportados tanto por
éste –se refiere al arrendatario– como por el dueño toda vez que
la finalidad de la norma es obtener que el tributo que se pague
responda de la manera más fidedigna al verdadero capital del
establecimiento…”, añadiendo que “a lo expuesto se agrega el
hecho de que de acuerdo con el art. 64 de la Ley de Rentas Mu-
nicipales la obligación de pagar la patente recae asimismo en el
arrendatario, cuando el dueño no la cancela oportunamente, de
manera que ante la ley ambos resultan obligados”.
De todo lo dicho se puede sacar como conclusión que no
existe inconveniente para que en los casos de arrendamiento de
un establecimiento comercial o industrial o de alcoholes puedan
acompañarse, para los efectos de determinar el capital propio,
los antecedentes necesarios, tanto por el arrendador como por
el arrendatario, ya que de esa manera −al decir del organismo
contralor− se cumple la finalidad de la norma en orden a que el
tributo que se pague guarde relación con el verdadero monto
del capital propio.
En materia de pago de establecimientos arrendados, hemos
dejado aclarado que ante la municipalidad respectiva es respon-
sable del referido pago no solamente el dueño del negocio a
cuyo nombre figura la patente enrolada, sino que también el
arrendatario, en virtud de lo dispuesto en el art. 34 de la Ley de
Rentas Municipales, cuyo texto fijó el Decreto Ley Nº 3.063.
Puede ocurrir, sin embargo, que en tales contratos de arren-
damiento se haya estipulado por las partes contratantes que el
arrendatario se hará cargo del pago de las patentes municipales,
haciéndose responsable de ello y librando al propietario de toda
responsabilidad al respecto. Tal estipulación surte efecto sólo entre
las partes contratantes, esto es, entre arrendador y arrendatario,
pero no empece o alcanza a la municipalidad, ya que conforme a
sus propias atribuciones y facultades legales, y de acuerdo con las
normas de la Ley de Rentas Municipales que hemos comentado,
deberá seguir enrolando la patente a nombre del propietario del
establecimiento, esto es, del arrendador, e igualmente conservará
la plenitud de sus facultades para cobrar judicialmente las paten-

128
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

tes morosas al arrendatario del establecimiento, o al dueño del


mismo, sin que este último pueda excepcionarse diciendo que
conforme al contrato tal obligación la asumió el arrendatario,
ya que tal estipulación no puede alterar o modificar las claras
atribuciones municipales sobre la materia.

21. AUTORIZACIÓN DE FUNCIONAMIENTO.


FACULTADES DEL ALCALDE
El art. 26 del Decreto Ley Nº 3.063, publicado en el Diario Oficial
de 20 de noviembre de 1996, que fijó el texto definitivo de la
nueva Ley sobre Rentas Municipales, prescribe que “toda perso-
na que inicie un giro o actividad gravada con patente municipal
presentará, conjuntamente con la solicitud de autorización para
funcionar en un local o lugar determinado, una declaración
jurada acerca del monto del capital propio del negocio, para
los efectos del art. 24. Asimismo, en los casos que corresponda
deberán efectuar la declaración indicada en el artículo anterior”,
agregando que: “la municipalidad estará obligada a otorgar la
patente respectiva, sin perjuicio de las limitaciones relativas a la
zonificación comercial o industrial, que contemplen las respectivas
ordenanzas municipales y a las autorizaciones que previamente
deben otorgar en ciertos casos las autoridades sanitarias u otras
que contemplen las leyes”.
Como puede apreciarse, el legislador no ha otorgado a las
municipalidades una facultad discrecional al respecto, en virtud
de la cual pudieran libremente o no otorgar autorizaciones de
funcionamiento, según lo estimen conveniente, sino que les ha
otorgado una facultad reglada, vale decir, que la municipalidad
deberá otorgar la autorización –y no la patente, como equívoca-
mente expresa el texto legal− siempre que el giro gravado con la
contribución de patente cumpla con las normas sobre zonificación
comercial o industrial y cuente con las autorizaciones previas que
deben otorgar en ciertos casos las autoridades sanitarias u otras
según determine la ley.
La norma descrita está así de acuerdo con el texto constitu-
cional, ya que la Constitución consagra en su art. 19, número
21 la garantía de “...desarrollar cualquiera actividad económica

129
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad


nacional, respetando las normas legales que la regulen”.
La anterior Ley de Rentas Municipales Nº 11.704 se refería
también a esta materia y en términos más concordantes con los
preceptos constitucionales de la época prescribía que debía otor-
garse dicha autorización –art. 67, Ley Nº 11.704– siempre que la
actividad para la cual se solicitaba la autorización estuviera de
acuerdo con las leyes y reglamentos vigentes.
En lo relativo al cumplimiento de los requisitos sanitarios,
disposiciones sobre zonificación comercial o industrial y auto-
rizaciones previas de otros organismos, suelen presentarse pro-
blemas, pero ellos se dilucidan conforme a normas objetivas y a
la determinación de los hechos a los cuales se les van a aplicar
dichas normas.
Más complejo se presenta el problema cuando hay que de-
terminar la ilicitud o licitud de la actividad cuya autorización se
solicita. Si ella notoriamente contraviene normas de orden pú-
blico, existe un fundamento claro para denegar la autorización.
Pero cuando ella contraviene la moral y no una norma específica,
se trata de una apreciación que debe efectuar la autoridad. En
la Revista de Derecho y Jurisprudencia (tomo LXXVII, Nº 2, mayo a
agosto de 1980, segunda parte, sec. 2ª, p. 107), aparece citado un
interesante fallo de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago,
rechazando un reclamo de ilegalidad deducido contra la Alcaldía
de Santiago, mediante diversas consideraciones, de las cuales re-
produciremos las de más interés y que son las contenidas en los
considerandos 2º y 3º, que textualmente expresan: “2º. Que en
el presente caso se denegó la autorización solicitada por el recu-
rrente para su sala de espectáculos frívolos por tratarse –a juicio
del Alcalde a quien le correspondía decidir– de una actividad
ilícita, contraria a la moral y a las buenas costumbres...; 3º. Que
corresponde precisamente al Alcalde de la Comuna donde se va
a iniciar la actividad, conforme a lo dispuesto en el Decreto Ley
Nº 1.289, de 1976, calificar lo lícito o ilícito de ella y otorgar el
permiso para su funcionamiento, por lo cual el Alcalde de Santiago
ha obrado dentro de sus atribuciones al decidir en la forma que
lo ha hecho. Si bien esta decisión puede ser revisada a través del
presente recurso, no se han aportado aquí nuevos antecedentes
que pudieran hacer variar dicha calificación ni hay en autos fun-

130
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

damentos bastantes para que los sentenciadores estimaran que la


decisión alcaldicia que se reclama ha sido equivocada”.
La jurisprudencia señalada anteriormente reafirma, pues, la
doctrina acerca de que le compete a la autoridad edilicia pronun-
ciarse sobre la licitud o ilicitud de la actividad cuya autorización se
solicita, y ello es lógico, ya que la municipalidad es el organismo
competente para otorgar en definitiva la autorización de funcio-
namiento, respecto de las actividades gravadas con patente muni-
cipal, y la autoridad superior representativa de la municipalidad
es el alcalde (art. 56, Ley Nº 18.695). De modo que aun cuando
el fallo comentado haya sido dictado en cuanto a una situación
regida por las normas de la antigua Ley de Rentas Municipales,
Ley Nº 11.704, sus conclusiones son igualmente válidas respecto
de la actual normativa jurídica vigente sobre la materia, contenida
en el Decreto Ley Nº 3.063, y debe aplicarse este criterio conside-
rando las normas constitucionales a que ya nos hemos referido
(art. 19, Nº 21, de la Constitución Política) y preceptos de la Ley
Orgánica de Atribuciones Municipales. Ley Nº 18.695).
En conclusión, podemos sostener que la facultad que tienen los
municipios para otorgar autorización de funcionamiento respecto
de las actividades gravadas con patente municipal es reglada, y
que le compete al alcalde de la respectiva comuna pronunciarse
sobre ella, pudiendo denegar la autorización no solamente cuan-
do la actividad infringe normas sobre zonificación, condiciones
sanitarias y otros requisitos, sino también cuando ella es ilícita,
ya sea porque contravenga textos expresos legales o porque sea
contraria a la moral.

22. MODIFICACIÓN INTRODUCIDA A LA LEY DE R ENTAS


MUNICIPALES II. LEY Nº 20.033 (DO 1-7-2005)
a. Generalidades
La Constitución Política, en su art. 118, define el concepto municipa-
lidades, les otorga autonomía, personalidad jurídica y patrimonio.
El art. 122 de la Carta Fundamental establece que los mu-
nicipios gozarán de autonomía para la administración de sus
finanzas, agregando que la Ley de Presupuestos de la Nación
podrá asignarles recursos para atender sus gastos, sin perjuicio de
los ingresos que directamente se les confieran por ley.

131
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

En esta misma norma constitucional se establece el Fondo


Común Municipal, el principio de su redistribución solidaria en-
tre los municipios, disponiendo que esa forma de redistribución
será materia de ley.
A su vez la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Muni-
cipalidades, se refiere en sus arts. 1º, 13 y 14 al Patrimonio Mu-
nicipal, al Fondo Común Municipal y su forma de redistribución
y a la administración financiera de la municipalidad.
Todo lo anteriormente expuesto constituye la premisa básica
del quehacer municipal, ya que una entidad pública de tanta
envergadura como es el municipio no puede desarrollar sus ac-
tividades y cumplir adecuadamente sus funciones si no posee
ingresos propios garantizados por ley.
Es así que a través de su evolución histórica siempre los mu-
nicipios han dispuesto de una ley especial sobre Rentas Munici-
pales.
Hasta la dictación del Decreto Ley Nº 3.063 sobre Rentas Mu-
nicipales, del año 1979, rigió la Ley Nº 11.704, Diario Oficial 18-
11-1954, que vino a ser sustituida por el Decreto Ley Nº 3.063 ya
mencionado, del año 1979, que fue objeto de diversas modificaciones
y cuyo texto refundido y sistematizado fue fijado mediante Decreto
Supremo 2.835, del año 1996, del Ministerio del Interior.
b. Necesidad de nuevos recursos para el erario municipal
A partir del año 1973, a los municipios les fueron siendo trans-
feridas nuevas funciones con relación a la educación, la salud,
actividades culturales, de promoción del desarrollo comunal, etc.,
todo ello fruto de una concepción más amplia del municipio,
plasmada en la Constitución del año 1980 y en la Ley Orgánica
de Municipalidades, Ley Nº 18.695.
Por lo mismo, a medida que pasaba el tiempo se vino a ad-
vertir un grave desfinanciamiento en los municipios que se tra-
dujo en imposiciones impagas respecto del personal de servicios
traspasados por el poder central, en demandas en contra de las
municipalidades, etc., quienes además están afectas a juicios por
indemnización de perjuicios por “falta de servicios”, lo que se
establece en la Ley Nº 18.695, concepto que antes no se encon-
traba contemplado y que la jurisprudencia lo ha hecho incluso
extensivo al servicio deficiente.

132
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

Todo ello se tradujo en la necesidad imperiosa de allegar


nuevos recursos al erario municipal, lo que motivó la dictación
de la Ley Nº 20.033, publicada en el Diario Oficial de 1º de julio
de 2005, comúnmente denominada Ley de Rentas Municipa-
les II, que efectivamente aportó nuevos recursos, en especial
a través del reavalúo de las propiedades urbanas mediante la
modificación de la Ley Nº 17.235 sobre Impuesto Territorial,
cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado
por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1 de 1998 del Ministerio
de Hacienda.
c. Principales normas que modifican la Ley de Rentas Municipales II
R EAVALÚO
1) Reavalúo agrícola y no agrícola automático (art. 1º, Nº 3)
Realización del reavalúo de bienes raíces agrícolas y no agrícolas
de manera automática cada 5 años, sin necesidad de dictarse una
nueva ley o Decreto Supremo para cada ocasión.
2) Gradualidad de aplicación de los reavalúos (art. 1º, Nº 3)
Para cada reavalúo se considerará un incremento máximo de giro
a nivel nacional de un 10% y un aumento máximo en la primera
cuota de las contribuciones de un 25% para cada predio con un
incremento semestral de un 10%, para llegar a la contribución
final reavaluada en un máximo de nueve cuotas, de tal forma que
en la décima cuota rija el siguiente reavalúo automático.
3) Monto exento de impuesto territorial (art. 1º, Nº 2)
Se establece un monto de avalúo exento de impuesto territorial,
de $ 10.878.522, para todos los inmuebles nacionales.
4) Tasas del Impuesto Territorial (art. 1º, Nº 4)
Se establece la aplicación del impuesto en base a tasas, las cuales
se determinarán teniendo en consideración que la recaudación
global está siendo limitada a un máximo del 10% a nivel nacional.
Las citadas tasas deberán situarse en un rango entre el 1% y el
1,4% anual (Bienes raíces agrícolas: 1% al año; Bienes raíces no
agrícolas: 1,4%; Bienes raíces no agrícolas destinados a habita-
ción: 1,2% al año).

133
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

5) Reavalúo anual de sitios no edificados (art. 1º, Nº 3)


El Servicio de Impuestos Internos deberá efectuar anualmente el
reavalúo de los sitios no edificados, utilizando como referencia una
declaración de avalúo comercial presentada por el propietario.
También deberá actualizar los avalúos de las propiedades en los
casos de expropiaciones practicadas por el Estado, respecto de
la parte no expropiada del predio.
6) Sobretasa de contribuciones a sitios no edificados (art. 1º, Nº 5)
Se mantiene en un 100% la actual sobretasa de impuesto territorial
que pesa sobre los sitios no edificados, propiedades abandonadas
o pozos lastreros.
7) Sobretasa de 25 por mil (0,025‰) del impuesto territorial
(bomberos), art. 1º, Nº 4)
Se establece como norma permanente la sobretasa del 0,025‰ del
impuesto territorial, que hoy opera y se cobra por norma transitoria
y que constituye ingreso fiscal, el cual vía Ley de Presupuestos se
destina al financiamiento de los cuerpos de bomberos.
EXENCIONES
8) Racionalización de exenciones especiales (art. 2º)
Se eliminan exenciones especiales al impuesto territorial de modo
de lograr una efectiva racionalización de estas franquicias.
9) Exenciones del deporte (art. 2º)
Quedan exentos los bienes raíces que cumplan con las disposi-
ciones del art. 73 de la Ley Nº 19.712, del Deporte. No obstante,
los recintos deportivos de carácter particular sólo estarán exentos
mientras mantengan convenios para el uso gratuito de sus insta-
laciones deportivas con colegios municipalizados o particulares
subvencionados, convenios que para tal efecto deberán ser re-
frendados por la respectiva Dirección Provincial de Educación y
establecidos en virtud del reglamento que para estos efectos fijen
el Ministerio de Educación y el Instituto Nacional del Deporte.
10) Exenciones de la educación prebásica, básica y media
(art. 2º)
Quedan exentos los establecimientos educacionales municipales,
particulares y particulares subvencionados de educación prebásica,

134
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

básica y media, reconocidos por el Ministerio de Educación, y los


seminarios asociados a un culto religioso, todos ellos en la parte
destinada exclusivamente a la educación.
11) Exenciones de la educación superior (art. 2º)
Quedan exentas las universidades, institutos profesionales y centros
de formación técnica, reconocidos por el Ministerio de Educación,
de carácter público o privado, respecto de los bienes raíces de su pro-
piedad destinados a educación, investigación o extensión, y siempre
que no produzcan renta por actividades distintas a dichos objetos.
12) Exención de cementerios (art. 2º)
Quedan exentos los cementerios fiscales y municipales. Los ce-
menterios de propiedad particular estarán afectos al impuesto
territorial sólo por las edificaciones destinadas a la administración
de la actividad, y por los terrenos disponibles para sepulturas
y equipamiento anexo que no se encuentren habilitados para
ello.
13) Exención de inmuebles fiscales (art. 2º)
Quedan exentos los inmuebles del Fisco, con excepción de los
bienes raíces de las sedes matrices de los poderes Ejecutivo, Legis-
lativo y Judicial, de los ministerios, servicios públicos, intendencias
y gobernaciones, y los casos en que cabe aplicar el art. 27 de la
presente ley.
Quedan exentas las municipalidades, excepto en los casos
señalados en el art. 27 de la presente ley.
d. Recursos varios
14) Sociedades de inversión y de profesionales (art. 4º, letra a)
Se modifican las normas legales con el objeto de viabilizar el
cobro de patente comercial a las sociedades de inversión y a las
sociedades de profesionales que estando hoy gravadas con dicha
patente no es susceptible su cobro por deficiencias en los meca-
nismos de fiscalización.
15) Multa municipal por propiedad abandonada (art. 4º, Nº 14)
Se establece una multa de beneficio municipal, de 1,5% anual sobre
el avalúo fiscal, a cobrar por los municipios a aquellas propiedades
abandonadas, es decir, sobre aquellos inmuebles edificados no habi-

135
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

tados y que se encuentran permanentemente desatendidos por sus


dueños, con negativas consecuencias para su entorno inmediato.
Se establece además la facultad municipal para intervenir en dichas
propiedades. Su aplicación sería reglamentada por el Minvu.
16) Patentes acuícolas (art. 8º)
Se establece que la actual patente acuícola, hoy de entero be-
neficio fiscal, pase a tener la misma distribución que la patente
minera, es decir, 30% municipal y 70% regional, con las mismas
flexibilidades y restricciones señaladas para las patentes mineras
respecto de su uso y destino.
17. A. Nuevo destino del 18% de las multas municipales
al Sename
Se establece que la deducción legal del 18% de las multas que
cursan los juzgados de policía local, que hoy se destina a beneficio
del Servicio Nacional de Menores (Sename), pase a constituir
ingreso propio de cada municipalidad que lo recauda, a partir
del primer día del mes subsiguiente a la fecha de publicación de
la ley. Los menores ingresos que por esta reforma se le produ-
cirían al Sename serán compensados con recursos fiscales en la
respectiva Ley de Presupuestos.
17) B. Aporte fiscal a municipios (art. 4º, Nº 10)
Se establece un aporte fiscal anual a los municipios de carácter
permanente, de 218.000 UTM (art. 5º, Nº 5), a enterarse direc-
tamente al Fondo Común Municipal.
e. Modernización
18) Automatización en el pago de impuestos o derechos
(art. 4º, Nº 1)
Se establece la facultad municipal de recibir el pago de impuestos
o derechos municipales vía Internet u otros medios electrónicos,
de manera similar a los mecanismos que ha implementado el
Servicio de Impuestos Internos.
19) Flexibilidad intracomunal de la tasa por patente comercial
(art. 4º, Nº 6, letra b)
Se establece la facultad municipal para fijar tasas diferenciadas
de patente comercial al interior de la comuna, con el objeto de

136
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

promover polos de desarrollo dentro del territorio comunal. La


ley vigente impone que la tasa que defina el municipio se aplique
igualmente en toda la comuna.
20) Patentes comerciales y trabajadores temporales (art. 4º, Nº 7)
Se incorpora a los trabajadores de temporada y a los de empresas
subcontratistas dentro del cálculo del número de trabajadores
que permite determinar la proporción de la patente comercial a
pagarse, tanto en los municipios en donde funciona la casa matriz
como en aquellos en donde existen sucursales de la empresa.
f. Transparencia
21) La unidad de administración y finanzas debe informar trimes-
tralmente al concejo municipal sobre el detalle de los pasivos
acumulados por el municipio y las corporaciones municipales
(art. 5º, Nº 1).
22) La misma unidad debe mantener para conocimiento público
un registro mensual de los gastos efectuados por el municipio
(art. 5º, Nº 1, letra a).
23) Los derechos de propaganda que deban pagar las personas
naturales o jurídicas deberán ser publicados semestralmente
por las municipalidades y estar ordenados correlativamente
por vías públicas. Estos listados serán publicados en el recin-
to municipal y enviados a todas las juntas de vecinos de las
correspondientes unidades vecinales (art. 4º, Nº 11).
24) Las donaciones, herencias o legados efectuados al municipio
por un particular, sin que éste haya determinado el fin al
que deben ser destinados, facultará al alcalde para que, con
acuerdo del concejo, determine los programas en los cuales
se empleará el producto de tales herencias, legados y dona-
ciones (art. 4º, Nº 13).
25) Los convenios y contratos que celebre el municipio y que
involucren montos iguales o superiores al equivalente a 500
unidades tributarias mensuales, requerirán el acuerdo de
la mayoría absoluta del concejo; no obstante, aquellos que
comprometen al municipio por un plazo que exceda el pe-
ríodo alcaldicio, requerirán el acuerdo de los dos tercios del
concejo (art. 5º, Nº 3).

137
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

26) Se establece que la información y documentos municipales


son públicos, por lo cual en la oficina de partes del municipio
deberán estar disponibles para quien lo solicite, a lo menos,
los siguientes antecedentes:
a) El plan comunal de desarrollo, el presupuesto municipal
y el plan regulador comunal, con sus correspondientes
seccionales y las políticas específicas.
b) El reglamento interno, el reglamento de contrataciones
y adquisiciones, la ordenanza de participación y todas las
ordenanzas y resoluciones municipales.
c) Los convenios, contratos y concesiones.
d) Las cuentas públicas de los alcaldes en los últimos tres
años.
e) Los registros mensuales de gastos efectuados al menos en
los últimos dos años.
g. Remuneración del alcalde y dieta de los concejales
27) Dieta de los concejales (art. 5º)
Se establece el aumento en un 50% de la dieta que hoy perciben
los concejales, aumentando el tope de 8 UTM a 12 UTM (de
$ 237.000 a $ 355.000, aproximadamente), vinculándola no obs-
tante a mayores exigencias en el cumplimiento de sus funciones. El
proyecto, además, contempla la posibilidad de dietas adicionales,
cuya percepción se vincula básicamente a la asistencia anual a
sesiones del concejo, como también al trabajo de comisiones.
Nota: Este aumento de la dieta se financiará con ingresos
propios de cada municipalidad y se hace efectivo desde la publi-
cación de esta ley.
28) Incremento de ingresos de los alcaldes (art. 5º, Nº 5 y art. 6º)
Se aumenta el actual nivel de remuneraciones de los alcaldes, en
consideración a las importantes funciones que ellos desarrollan
y al rol que juegan en las distintas comunas del país, de acuerdo
a la siguiente fórmula:
a) Se elimina el último grado de la planta de alcaldes, que
hoy va desde el grado 1 al 7, pasando los alcaldes del grado 7 al
grado 6 (109 alcaldes).
b) Además, la actual asignación de un 30% que beneficia
a todos los alcaldes (341), se transforma en una asignación de

138
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

dirección superior, pero correspondiente en lo sucesivo a un


100% de la suma del sueldo base y la asignación municipal; esta
asignación la percibirán todos los alcaldes.
En virtud de lo anterior, se producirán aumentos de remu-
neraciones en dos grupos de alcaldes: 232 alcaldes aumentarán
un promedio de 47% sus remuneraciones y los 109 restantes lo
harán en un 84%, dependiendo si les beneficia sólo uno o ambos
aumentos (aumento de grado y aumento de asignación).
Nota: Este aumento de remuneraciones se financia con in-
gresos propios de cada municipalidad y se hace efectivo desde la
publicación de esta ley.
h. Varios
29) Exención de derechos de aseo (art. 4º, Nº 2)
Se establece que quedan exentas por ley del pago de derechos
de aseo las propiedades habitacionales con avalúo fiscal inferior
a 225 UTM ($ 6.664.500). Este beneficio favorecía sólo a las pro-
piedades de hasta 25 UTM ($ 740.500).
30) Facultad municipal de condonación de derechos munici-
pales (art. 3º transitorio)
Se faculta por seis meses a los municipios para condonar las
multas e intereses provenientes de las deudas por derechos
municipales en general, como asimismo para convenir el pago
en cuotas del capital adeudado. Adicionalmente, se establece
una facultad amplia, por el mismo plazo, para condonar tanto
el capital adeudado como las multas e intereses provenientes
únicamente de las deudas por derechos de aseo, pero sólo res-
pecto de los deudores que lo ameritaren en razón de su situación
socioeconómica.
31) Pago de derechos por publicidad en la vía pública
El valor correspondiente a este permiso se pagará en anualidades,
según el valor establecido en la ordenanza local de propaganda y
publicidad. Los permisos para las empresas que hacen publicidad
que puede ser vista u oída desde la vía pública serán por tres años
desde la fecha de otorgamiento del permiso; al expirar el plazo
se aplicará el valor vigente a esa fecha, por un nuevo plazo de
tres años y así sucesivamente.

139
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Las normas para regular los estándares de diseño y emplaza-


mientos serán fijadas en la Ordenanza General de Urbanismo y
Construcciones. Las municipalidades deberán publicar semes-
tralmente, en lugares visibles de sus dependencias, los listados
de permisos otorgados. También deberán estar disponibles para
la consulta de cualquier vecino.
32) Modificaciones a la Ley sobre el Expendio y Consumo
de Bebidas Alcohólicas
Respecto de los minimercados (mercados de menos de 100 m2),
se establece que el área destinada a expendio de bebidas alcohó-
licas no podrá ocupar un espacio superior al 10% de la superficie
destinada a venta de comestibles y abarrotes. Esta norma se hará
exigible 30 días después de publicada la ley.
i. Conclusiones
A través de las disposiciones de la Ley Nº 20.033, publicada en
el Diario Oficial de 1º de julio de 2005, actualmente en plena
vigencia, se ha obtenido el objetivo principal perseguido por el
legislador y el Supremo Gobierno en orden a solventar el crónico
desfinanciamiento municipal.
Sin embargo, esta mal denominada Ley de Rentas Municipales II,
ya que no sólo modifica el Decreto Nº 3.063 sobre Rentas Munici-
pales, sino también la Ley Nº 17.235 sobre Impuesto Territorial y
la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades, ha
despertado críticas en lo tocante al reajuste de avalúos de predios
urbanos y el consiguiente aumento de las contribuciones de bienes
raíces, por haberse producido distorsiones en su aplicación en ca-
sos concretos, en que a veces el valor del avalúo superaría el valor
comercial. Lo anterior no es un problema menor si se considera,
al tenor de los cálculos técnicos, que dentro del sumario de los
recursos que comprende la Ley Nº 20.033, el rubro más significa-
tivo, y, por lejos, es el proveniente del reavalúo de las propiedades
urbanas, frente al cual la eliminación de exenciones privadas, las
contribuciones a inmuebles fiscales, las patentes a sociedades de
profesionales, las patentes acuícolas, carecen de relevancia.
En todo caso, deseamos destacar que cualquiera sea la críti-
ca que se efectúe a los medios empleados para allegar recursos
financieros a los municipios, las corporaciones edilicias deben

140
LA LEY DE RENTAS MUNICIPALES

gozar de un financiamiento adecuado que les permita solventar


con eficacia y dignidad las funciones tradicionales que siempre
les han sido propias y además las otras áreas del quehacer público
que el Estado les ha encomendado y traspasado; por ejemplo, en
materia de salud, educación, etc.
Denigrante ha sido el espectáculo de municipios que sólo
ciertos días retiran la basura domiciliaria, la que se aglomera en
las veredas; las demandas en contra de los entes edilicios por im-
posiciones previsionales impagas, etc. A todo ello hay que darle
una solución oportuna, de modo que sin perjuicio de que en el
futuro pueda modificarse la Ley Nº 20.033, tendrán que sustituirse
los menores ingresos producto de tales modificaciones por otras
fuentes de financiamiento, ya que en definitiva lo que interesa es
que la comunidad cuente con municipios que cumplan adecua-
damente las funciones que la ley les ha encomendado.

141
C A P Í T U L O D E C I M O C T AVO

LA LEY GENERAL DE URBANISMO


Y CONSTRUCCIONES

1. GENERALIDADES
Su texto está contenido en el DFL Nº 458, publicado en el Diario
Oficial de 13 de abril de 1976,37 y se encuentra complementado
por la Ordenanza General de Construcciones y Urbanización,
cuyo último texto fue fijado por DS Nº 47, publicado en el Diario
Oficial de 5 de junio de 1992.
La Ley General de Urbanismo y Construcciones ha tenido
numerosas modificaciones, entre las cuales se encuentran las
contenidas en las Leyes Nos 18.101, 18.513, 18.738, 19.021, 19.057,
19.063, 19.472, 19.525, 19.537 y 19.583, entre otras.
Esta ley se encuentra íntimamente relacionada con las facul-
tades que la Ley Orgánica Constitucional Nº 18.695 otorga a las
municipalidades en materia de construcción y urbanización, en
su art. 3º letra c) y en el art. 4º letra f), y con el art. 24 de dicha
Ley Orgánica que crea la unidad encargada de obras municipales,
cuyo deber primordial es el de velar por el cumplimiento de la
Ley General de Urbanismo y Construcciones, del plan regulador
comunal y de las ordenanzas correspondientes.
Ya hemos visto que en cada municipalidad debe existir un
director de obras municipales, que aprueba los loteos, proyectos
de urbanización, subdivisiones, recepciones definitivas, etc.
Esta materia se encuentra íntimamente relacionada con el
Derecho Urbanístico, que es una disciplina jurídica que se estudia
37
Si bien aparece como Decreto Supremo es un Decreto con Fuerza de Ley, ya
que se dictó en conformidad a la delegación de facultades otorgadas al Ministerio
de la Vivienda y Urbanismo por el Decreto Ley Nº 602, del año 1974.

143
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

separadamente, de modo que no ahondaremos mayormente en


ella, aparte de algunas consideraciones que se efectuarán más
adelante.
Diremos, eso sí, que esta ley consta de un título I Disposiciones
generales, con los siguientes capítulos: I Normas de competencia;
II De los funcionarios; III De los profesionales, y IV De las sancio-
nes. De un título II De la planificación urbana, con los siguientes
capítulos: I Definiciones; II De la planificación urbana; III De los
límites urbanos; IV Del uso del suelo urbano; V De la subdivisión
y la urbanización del suelo; VI De la renovación urbana, y VII
De las expropiaciones. De un título III De la Construcción, con
los siguientes capítulos: I Normas de diseño, y II De la ejecución
de obras de urbanización y de edificación. De un título IV De
las viviendas económicas, contando además con un título final y
artículos transitorios.

2. TRAMITACIÓN DE PLANES REGULADORES


La Ley Nº 19.778, publicada en el Diario Oficial de 10 de diciembre
de 2001 ha introducido modificaciones a la Ley Nº 19.175, Orgá-
nica Constitucional sobre Gobierno y Administración Regional, y
a la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades,
en lo que a planes reguladores se refiere.
La planificación del desarrollo urbano es una de las metas
más importantes del actual ordenamiento jurídico en materia
de urbanismo, ya que define no sólo el uso del suelo, sino que
toda la problemática en orden a una sustentación razonable del
desarrollo de la ciudad, en base a la posibilidad del mejor apro-
vechamiento del suelo urbano, yendo siempre tras la búsqueda
del bien común y el superior interés de la comunidad.
En ese orden de ideas, se ha establecido que al gobierno regio-
nal le corresponderá aprobar los planes regionales de desarrollo
urbano, los planes reguladores metropolitanos e intercomunales
y los planos reguladores seccionales y promulgar, previo acuerdo
del Consejo Regional, los planes regionales de desarrollo urbano,
los planes reguladores metropolitanos, intercomunales, comunales
y seccionales conforme a la Ley General de Urbanismo y Cons-
trucciones (DFL Nº 458), y los planes reguladores intercomunales
que sean propuestos por la Secretaría Regional Metropolitana.

144
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

Es interesante destacar que se ha reemplazado el art. 43 del


DFL Nº 458 de 1975, Ley General de Urbanismo y Construcciones,
por un nuevo texto que en síntesis dispone lo siguiente:
Los planes regionales de desarrollo urbano serán aprobados
por el Consejo Regional y promulgados por el intendente res-
pectivo, debiendo sus disposiciones incorporarse en los planes
reguladores metropolitanos, intercomunales y comunales.
El proyecto de plan regulador comunal será preparado por
la municipalidad respectiva. Elaborado el proyecto, el concejo
comunal, antes de su discusión, deberá:
1. Informar a los vecinos, especialmente a los afectados,
acerca de las principales características del instrumento
de planificación propuesto y de sus efectos, lo que se hará
de acuerdo con lo que señale la Ordenanza General de
Urbanismo y Construcciones;
2. La realización de una o más audiencias públicas en los
barrios o sectores más afectados para exponer el proyecto
a la comunidad, en la forma indicada en la Ley Orgánica
Constitucional de Municipalidades;
3. Se consultará la opinión del Consejo Económico y Social
Comunal, en sesión citada expresamente para este efecto
y a la comunidad, con posterioridad a la o las audiencias
públicas, por un plazo de treinta días;
4. Vencido dicho plazo se consultará a la comunidad, por
medio de una nueva audiencia pública, y al Consejo Econó-
mico y Social Comunal, en sesión convocada especialmente
para este efecto. En dicha sesión deberá presentarse un
informe que sintetice las observaciones recibidas;
5. Los interesados podrán formular por escrito las observaciones
fundadas que estimen convenientes acerca del proyecto,
hasta quince días después de la audiencia pública.
El lugar y plazo de exposición del proyecto y el lugar, fecha y
hora de las audiencias deberán comunicarse previamente por me-
dio de dos avisos publicados, en semanas distintas, en algún diario
de mayor circulación de la comuna o mediante avisos radiales o
en la forma masiva más adecuada o habitual en la comuna.
Cumplidos los trámites anteriores, el alcalde deberá presentar
el proyecto para la aprobación del concejo comunal, junto con

145
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

las observaciones que hayan hecho llegar los interesados, en un


plazo no inferior a quince ni superior a treinta días desde la in-
dicada audiencia pública.
El proyecto aprobado será remitido con todos sus antecedentes
a la Secretaría Regional Ministerial, que dentro de 60 días emitirá
un informe sobre sus aspectos técnicos. Si el informe es favorable,
el proyecto de plan regulador o plan seccional será promulgado
por decreto alcaldicio.
Ahora bien, si la comuna está normada por un plan regula-
dor metropolitano o intercomunal, el informe de la Secretaría
Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo será remitido di-
rectamente al municipio junto con el proyecto y sus anteceden-
tes, con copia al gobierno regional, y si el informe es favorable,
el proyecto de plan regulador o seccional será promulgado por
decreto alcaldicio.
Posteriormente será promulgado por resolución del inten-
dente.
Los actos administrativos que promulguen la aprobación o mo-
dificación de un instrumento de planificación territorial deberán
publicarse en el Diario Oficial, junto con la respectiva ordenanza.
Los planos y la ordenanza correspondiente deberán archivarse
en los conservadores de bienes raíces respectivos, en la división
de desarrollo urbano del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo
y en las municipalidades correspondientes.
Es de celebrar la dictación de esta Ley Nº 19.778 (Diario Ofi-
cial de 10 de diciembre de 2001), ya que junto con establecer
un procedimiento coherente y sistematizado para la aprobación
de los planes regionales de desarrollo urbano, los planes regula-
dores metropolitanos e intercomunales y los planes reguladores
comunales y seccionales, ha implementado una política de real
consulta a la comunidad, mediante la información a los vecinos,
en forma expedita, a través de audiencias públicas, publicaciones,
etc., de modo de garantizar el libre acceso de todas las opiniones
acerca de la bondad o defectos del proyecto.
De este modo se pone realmente en práctica el ejercicio de la
democracia, ya que los vecinos son protagonistas de la modifica-
ción de los proyectos de planes reguladores comunales, interco-
munales y seccionales, contribuyendo con su opinión a que tales

146
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

modificaciones representen los intereses de la comunidad, que


en definitiva es lo que realmente interesa en todo planeamiento
del desarrollo urbano.

3. F UNDAMENTO DE LAS EXPROPIACIONES URBANAS


Una de las razones que han motivado los cambios urbanos, en
cuanto a su vialidad, ha sido lo que podríamos denominar la
prioridad automovilística. La presión en aumento de sectores
suburbanos –dormitorios− de altos ingresos y cuya baja densidad
dificultaba el suministro de transporte público actuó como moti-
vación decisiva en este sentido, a lo que se sumó el crecimiento
desmesurado de las superficies urbanas, todo lo cual determinó
en las grandes áreas metropolitanas un crecimiento desmesurado
del parque automotriz.
Es así que para resolver el problema se han abierto grandes
brechas en áreas urbanas densamente ocupadas para penetrar
hasta el corazón mismo de las ciudades o bien para cruzarlas de
un lado a otro.
La apertura o ensanche de una avenida para dar solución al
problema de circulación de vehículos, implica, como toda obra
pública, aspectos de desarrollo, ordenamiento y renovación ur-
bana. De allí surge la declaración de utilidad pública, justificada
en la doctrina y en la mayor parte de las legislaciones.
Al respecto, el famoso tratadista Sayagués Laso expresa: “El
derecho actual en todos los países se orienta en el sentido de
admitir con amplitud la posibilidad de la expropiación con el
objeto de facilitar el cumplimiento de los cometidos estatales,
cada vez más numerosos y diversos. Es indudable que al sustituir-
se el concepto de necesidad pública por el de utilidad pública
se amplió considerablemente el campo de la expropiación. En
efecto, una serie de casos, como la expropiación por zonas o por
motivos de ornamentación, evidentemente no podía tipificar
situaciones de necesidad sin forzar el significado natural de los
términos. En cambio, no parece necesario sustituir la expresión
utilidad pública por la de interés general o la de interés social, o
cualquiera otra análoga, porque aquélla comprende perfectamente
todas las situaciones que se pretende incluir en éstas. En efecto,

147
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

la noción de utilidad pública no es susceptible de definición y


tiene un acentuado carácter evolutivo”.38
Tenemos, pues, que no solamente por fines viales se justifican
las expropiaciones, sino que se pueden hacer por motivos de
aumentar las zonas destinadas a parques y áreas verdes. Un caso
de esta especie lo constituyeron las expropiaciones realizadas en
la comuna de Santiago, bajo el alcalde Carlos Bombal, para crear
el denominado “Parque Almagro”. Todo ello cae, naturalmente,
bajo el concepto de utilidad pública.
Se citan como casos comprendidos dentro del mencionado
concepto de utilidad pública, expropiaciones que tienden a la
creación de nuevos centros de población o al saneamiento de
zonas insalubres. Al respecto, Villegas Basavilbaso sostiene que
“la ejecución de planes de mejoramiento social puede exigir la
ocupación de inmuebles que no sean contiguos o vinculados a una
obra pública; por ejemplo, planes tendientes a la colonización,
a la creación de nuevos centros de población, al saneamiento de
zonas insalubres, etc., implican entidad o interés general y, por
lo tanto, pueden ser los inmuebles necesarios para estos fines
objeto de expropiación. En consecuencia, establecido el plan
por la ley y declarada la calificación de utilidad pública de los
bienes necesarios para su realización, es incuestionable que la
correspondiente acción expropiatoria es inobjetable desde el
punto de vista constitucional”.39
La amplitud conceptual reconocida sin excepción a la utilidad
pública, se aplica o puede aplicarse a otros casos además de los
descritos; por ejemplo, construcción o ampliación de aeropuertos
u otros servicios públicos.
De todo lo anterior fluye la extraordinaria importancia de los
planes reguladores de las ciudades, ya que ellos determinan el uso
del suelo, la normativa del mismo y, por ende, existe la utilidad
pública en las expropiaciones que se llevan a cabo para dar cum-
plimiento al plan regulador y a sus respectivas ordenanzas.40

38
Enrique Sayagués Laso, Tratado de Derecho Administrativo, tomo II, Montevi-
deo, 1959, pp. 330-331.
39
Benjamín Villegas Basavilbaso, Derecho Administrativo. TEA, Buenos Aires,
1956, pp. 374-376.
40
Arts. 42 al 51, DFL Nº 458, Diario Oficial, 13 de abril de 1976.

148
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

Mucho se ha escrito acerca de las expropiaciones. El profesor


Bielsa manifestaba que “la jurisprudencia ha evolucionado en el
sentido de declarar expropiable todo el inmueble afectado por
la obra pública”.41 Eso en nuestro país no es así, ya que ocurre
cuando el retazo sobrante no le sirve al propietario para fines de
explotación, aprovechamiento o careciere por sí solo de signifi-
cación económica, en cuyo caso los propietarios colindantes, en
determinados supuestos, pueden adquirir estos terrenos por la
vía de la “apropiación”.42
En fin, lo importante es señalar que si estamos de acuerdo en
que las grandes ciudades modernas son el producto quizás más
acabado de la cultura científica y tecnológica de nuestros días,
también es cierto que son fuentes de conflictos por el crecimiento
violento de la circulación, la congestión, la contaminación am-
biental, la deficiencia de los servicios, etc., y justamente un instru-
mento para dar cumplimiento al plan regulador, que teóricamente
contempla las necesidades de la ciudad y el mejor uso y destino
del suelo lo constituyen las expropiaciones, que vienen a tener
así su fundamento claro en el concepto de utilidad pública que
las justifica plenamente, y que coincide con la búsqueda del bien
común. En nuestro país, el procedimiento expropiatorio se rige
por la Ley de Expropiaciones, Decreto Ley Nº 2.186, publicado
en el Diario Oficial de 9 de junio de 1978.

4. IMPORTANTE MODIFICACIÓN LEGAL QUE CORRIGE UNA SEVERA


LIMITACIÓN DEL DOMINIO A RAÍZ DE LAS MODIFICACIONES
AL PLAN REGULADOR, LEY Nº 19.939

I. Generalidades
Los municipios llevan adelante en gran medida su función urba-
nística −que les encomienda la Ley Nº 18.695, Orgánica Consti-
tucional de Municipalidades, arts. 3º, 4º, 6º y 24, y la Ley General
de Urbanismo y Construcciones− mediante la aprobación y mo-
dificación, en su caso, del plan regulador comunal, normado en
el párrafo 4º del título II del DFL Nº 458, arts. 42 y siguientes.

41
Rafael Bielsa, Derecho Administrativo, tomo IV, Depalma, Buenos Aires, 1956,
p. 400.
42
Art. 89, DFL Nº 458, en relación con letra b) del art. 9º del DL Nº 2.186,
de 1978.

149
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Nadie discute la importancia y necesidad de contar con un plan


regulador adecuado, que se adapte a las necesidades urbanísticas
de la respectiva comuna, de modo que la ciudad cuente con vías
apropiadas, áreas verdes, equipo comunitario, etc.
Sin embargo, muchas veces ocurre que las aspiraciones edili-
cias de mejoramiento del área urbana no corren a parejas con la
disponibilidad de recursos financieros para que los municipios
efectúen las expropiaciones para llevar a cabo el cumplimiento
del plan regulador, especialmente cuando se trata de abrir nuevas
vías, ensanchar las existentes, etc.
En estos casos se producía una severa limitación al derecho
de propiedad, que garantiza el numeral 24 del art. 19 de la Carta
Fundamental.
Si bien en teoría no se producía perjuicio alguno al dueño
de una propiedad afecta a expropiación parcial o total, ya que
tenía derecho a la indemnización correspondiente si se le pro-
ducía un detrimento en el valor del predio, solía suceder que
indefinidamente se mantenía en el plan regulador la existencia
de una nueva línea oficial de edificación, distinta a la existente,
lo que desincentivaba la venta del inmueble o bien la realización
de una nueva edificación.
Por ejemplo, en la comuna de Santiago esta situación se mantuvo
por decenas de años en diversos barrios afectando a los propieta-
rios en la comercialización de sus viviendas u otras edificaciones,
ya que si deseaban efectuar cualquier transformación, tenían que
acatar de inmediato la adopción de la línea de edificación en
un plazo determinado, renunciar a las mejoras y dejar fijado de
antemano el precio de la expropiación, pasando a veces años y
años sin que la situación fáctica se modificara, lo cual no obstaba
para que se mantuviera en el Registro de Gravámenes y Prohibi-
ciones la anotación de la correspondiente escritura, vulgarmente
denominada “renuncia de mejoras”.
A lo anterior cabe añadir que en tales casos se aplica la norma
del art. 121 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones,
que prescribe: “En los terrenos a que se refiere el art. 59 (afectos
a expropiación) no podrán efectuarse nuevas construcciones y si
estuvieran edificados, no será permitido reconstruir los edificios,
alterarlos o repararlos”.

150
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

Con el fin de corregir estas anomalías atentatorias al derecho


de propiedad y después de un concienzudo estudio, se promulgó
la Ley Nº 19.939, publicada en el Diario Oficial de 13 de febrero
de 2004, la que, como se verá a continuación, fija un tiempo de
duración para que se lleven a efecto estas expropiaciones, so pena
de quedar sin efecto.
Nadie discute el fundamento que le asiste al municipio para
llevar a cabo las expropiaciones urbanas, pero era imprescindible
fijarles un marco en el tiempo, para que no agravaran innecesa-
riamente a los propietarios afectos a ellas.
II. Modificación legal
La Ley Nº 19.939, publicada en el Diario Oficial de 13 de febrero
de 2004, cambió favorablemente la situación descrita en el punto I
de este estudio.
Es así que modificó el art. 59 de la Ley General de Urbanismo
y Construcciones, el que quedó redactado en la actualidad de la
siguiente forma:
“Artículo 59. Decláranse de utilidad pública, por los plazos que
se indican en los incisos siguientes, los terrenos localizados en
áreas urbanas y de extensión urbana consultados en los planes
reguladores comunales e intercomunales destinados a vías
expresas, troncales, colectoras, locales y de servicio y parques
intercomunales y comunales, incluidos sus ensanches. Vencidos
dichos plazos, caducará automáticamente la declaratoria de utilidad
pública y todos sus efectos. Las nuevas normas urbanísticas aplica-
bles a dichas áreas deberán ser fijadas dentro del plazo de seis
meses, contado desde la caducidad de la declaratoria, por la
municipalidad respectiva, mediante decreto alcaldicio, previo
informe de la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo, asimilándolas a las de la zona predominante de
las adyacentes al terreno.
Los plazos de caducidad para las declaratorias de utilidad
pública de los terrenos ubicados en el área urbana, según su
destino, serán de diez años para las vías expresas, y de cinco
años para las vías troncales y colectoras y los parques interco-
munales y comunales.
El plazo de caducidad de las declaratorias de utilidad pú-
blica de los terrenos ubicados en áreas de extensión urbana,

151
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

cualquiera sea su destino, será de diez años, pudiendo pro-


rrogarse por una vez por igual lapso.
El plazo establecido para las declaratorias de utilidad pública
de los terrenos ubicados en el área urbana destinados a vías
troncales y colectoras y a parques intercomunales, podrá ser
prorrogado, por una sola vez, por igual período. La prórro-
ga se tramitará conforme al procedimiento establecido para
la modificación del respectivo instrumento de planificación
territorial.
En los terrenos afectos a la declaración de utilidad pública,
y mientras se procede a su expropiación o adquisición, no se
podrá aumentar el volumen de las construcciones existentes
a la fecha de aprobación del respectivo plan regulador, en
la parte del inmueble que esté afecta a dicha declaratoria si
ésta fuere parcial.
Caducada la declaratoria de utilidad pública, el inmueble
afectado no podrá ser declarado nuevamente afecto a utilidad
pública para los mismos usos incluidos en una declaratoria
anterior, a menos que el acto expropiatorio se dicte dentro
del plazo de sesenta días contado desde la fecha de entrada en
vigencia de la nueva declaratoria. Expirado dicho plazo, cadu-
cará automáticamente la declaratoria de utilidad pública.
Los planes reguladores no podrán declarar de utilidad
pública terrenos ubicados en áreas rurales.
Lo dispuesto en los incisos precedentes no afectará ni
se aplicará en modo alguno a los procesos de expropiación
autorizados en otras normas legales”.
A su vez, el legislador se puso en la hipótesis de que el pro-
pietario afecto a expropiación efectuare una cesión gratuita de
terrenos al municipio, y posteriormente caducare la declaratoria
de utilidad pública. A fin de evitar esta injusticia se incorporó
al art. 122 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones el
siguiente inciso segundo, nuevo, pasando el actual inciso segundo
a ser tercero. Dicha disposición reza textualmente así:
“Si con posterioridad a la cesión gratuita caducare la decla-
ratoria de utilidad pública, el cedente podrá solicitar a la mu-
nicipalidad la restitución del inmueble cedido. La municipalidad
deberá realizar dicha restitución, a título gratuito, en un plazo

152
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

no superior a tres meses desde el requerimiento. Los costos


que se originen serán de cargo del solicitante”.
Por último, en relación a las declaratorias de utilidad pública
actualmente vigentes se dictó una sabia disposición transitoria,
en la que les son también aplicables los plazos de caducidad, en
los siguientes términos:
“Artículo transitorio. Las declaraciones de utilidad pública a
que se refiere el artículo 59 del Decreto con Fuerza de Ley
Nº 458 de 1975, Ley General de Urbanismo y Construcciones,
que se encuentren vigentes a la fecha de publicación de esta
ley, caducarán automáticamente junto a sus efectos en los
mismos plazos establecidos en los incisos segundo y tercero
del mencionado artículo, contados a partir de la fecha de la
declaratoria, permaneciendo ésta vigente, en todo caso, por
un plazo de cinco años desde la entrada en vigencia de la
presente ley si los lapsos faltantes fueren inferiores.
Con todo, tratándose de declaratorias existentes en áreas
rurales, éstas caducarán de pleno derecho al momento de
publicarse la presente ley”.
III. Conclusión
Con la dictación de la Ley Nº 19.939 se han subsanado las injustas
consecuencias que se les producían a los dueños de inmuebles,
cuando éstos se encontraban afectos a expropiación para dar
cumplimiento al plan regulador, y las obras no se llevaban a cabo
durante tiempo indefinido, sin que hubiere interés alguno por
parte de las autoridades de modificar el plan regulador o, por el
contrario, de llevarlo a efecto de inmediato.
La dictación de la Ley Nº 19.939 es una manifestación real de
darle respaldo efectivo a la garantía constitucional del derecho
de propiedad, que ampara el numeral 24 del art. 19 de la Carta
Fundamental, y constituye un avance dentro de nuestro Derecho
Urbanístico.

5. PLAZO MÍNIMO QUE LE CORRESPONDE A UNA INDUSTRIA MAL


EMPLAZADA PARA TRASLADARSE

La Excma. Corte Suprema, en un fallo de fecha 24 de octubre de


1996, recaído en el recurso de protección Nº 2.452-96, confirmó

153
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

en todas sus partes la sentencia de 10 de junio de 1996 de la Iltma.


Corte de Apelaciones de Santiago, que estableció el alcance de las
normas que fijan un plazo mínimo a las industrias mal emplazadas
para trasladarse a zona y lugar adecuados.
Concretamente, existen dos disposiciones sobre el particular
contenidas en la Ley General de Urbanismo y Construcciones,
cuyo texto fue fijado por el DFL Nº 458, publicado en el Diario
Oficial de 13 de abril de 1976, y que ha tenido diversas modifi-
caciones (Ley Nº 19.472, Diario Oficial 16-9-1996).
Esas disposiciones, relacionadas entre sí, son: a) art. 62, inci-
so 2º: “Las industrias mal ubicadas, que causen molestias o daños
al vecindario, deberán trasladarse dentro del plazo que les señale
la municipalidad, previo informe del departamento de higiene
ambiental del servicio regional correspondiente del Ministerio
de Vivienda y Urbanismo. Este plazo no será inferior a un año”;
b) art. 160: “En el caso de establecimientos industriales, o locales de
almacenamiento, expuestos a peligros de explosión o de incendio,
y los que produjeren emanaciones dañinas o desagradables, ruidos,
trepidaciones u otras molestias al vecindario, la municipalidad
fijará, previo informe de la secretaría regional correspondiente
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo y del Servicio de Salud,
el plazo dentro del cual deberán retirarse del sector en que estu-
vieren establecidos. Dicho plazo no podrá ser inferior a un año,
contado desde la fecha de la resolución respectiva”.
Si se examinan detenidamente estas disposiciones norman
situaciones distintas, ya que el art. 62, inciso 2º se refiere a las
industrias mal emplazadas, cuya ubicación no se conforma con
el uso del suelo fijado por el plan regulador, según lo preceptúa
el inciso 1º de dicha norma. En cambio, el art. 160 se refiere a los
establecimientos que ocasionan molestias al vecindario. Sin embargo
ambas normas tienen relación entre sí, ya que una industria mal
emplazada, por ejemplo, en un sector residencial, naturalmente
ocasionará molestias al vecindario. No debe olvidarse que en las
zonas mixtas son permitidas ciertas industrias, siempre que no
ocasionen molestias al vecindario.
En ambas situaciones hay que hacer un alcance, cual es que
las referidas normas legales que fijan un plazo mínimo de un año
para trasladarse discurren implícitamente sobre la base de que
esos establecimientos industriales posean autorización municipal

154
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

y paguen la correspondiente patente. De lo contrario se llegaría


al absurdo que se les estarían otorgando facilidades y plazos a in-
dustrias clandestinas, infringiéndose así otras normas del propio
DFL Nº 458, como es la contenida en su art. 58, que expresa: “el
otorgamiento de patentes municipales será concordante con el
uso del suelo y del DFL Nº 3.063 sobre Ley de Rentas Municipales,
cuyas últimas modificaciones están contenidas en la Ley Nº 19.388,
de 30 de mayo de 1995, y en la Ley Nº 20.033, Diario Oficial 1º-7-
2005, que exige el pago de la patente municipal y su autorización
previa en los arts. 23, 24, 25 y 26 de dicho DL Nº 3.063.
Pues bien, en el caso de que se trata y que afectaba a la in-
dustria SIDEPLA, la I. Municipalidad de Macul, por tratarse de
una industria mal emplazada, ya que estaba en zona residencial,
dispuso la no renovación de la patente, la demolición y el desalojo
de las construcciones. Los sentenciadores llegaron a la conclusión
de que si bien el alcalde tenía facultad para decretar las medidas
dispuestas, éstas no podían afectar, en lo que se refería al desalojo
y demolición, las normas del art. 62, inciso 2º del DFL Nº 458
que le otorgaban a la industria un plazo mínimo de un año para
trasladarse a zona y lugar adecuados.
Es así que en el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago,
confirmado por la Corte Suprema, se expresa en su parte reso-
lutiva:
a) “Que el plazo para el desalojo y demolición que se señalan
en los Nos 2 y 4 de lo resolutivo de dicho decreto será de
un año, de acuerdo a lo establecido en el art. 62 de la Ley
General de Urbanismo y Construcciones”; y
b) “Que la I. Municipalidad de Macul otorgará a “SIDEPLA S.A.”
la patente propia de su giro o actividad que la ampare du-
rante toda la vigencia del atendido plazo de un año”.
Como se ha dicho, este fallo fue confirmado por la Excma.
Corte Suprema, a través de su 3ª Sala (Sala Constitucional).
Cabe señalar que esta industria poseía patente municipal; el
alcalde había dispuesto, en su Decreto Nº 170, no renovárselo,
junto con otras medidas, y la Corte, estimando que se infringían
las garantías constitucionales de los Nos 22 y 24 del art. 19 de la
Carta Fundamental, ordena como medida cautelar que se le otor-
gue patente durante el plazo de un año que tendrá la industria

155
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

para trasladarse a zona y lugar adecuados; no se trata, pues, de


una nueva autorización, sino de una renovación de la patente
existente.
Esta sentencia es interesante, ya que el art. 58 del DFL Nº 458
inducía a algunas dudas, en cuanto se producía una aparente
contradicción con el art. 62 del mismo DFL Nº 458, ya que por
una parte se expresaba “que el otorgamiento de patentes que
vulneren el uso del suelo establecido en la planificación urbana
acarreará la caducidad automática de éstas, y será causal de des-
titución del funcionario o autoridad municipal que las hubiere
otorgado” (art. 58) y, por otra parte, el art. 62 ya citado concede
un plazo mínimo de un año a una industria mal emplazada para
trasladarse, y es obvio que no puede funcionar durante ese año
sin patente municipal.
Esa aparente contradicción queda resuelta. El otorgamiento a
que se refiere el art. 58 ya citado se refiere a nuevas patentes, no a
las existentes y éstas no caducan automáticamente en los casos en
que ha operado el plazo fijado por la autoridad para el traslado de
la industria. Esta es la única conclusión posible, ya que no puede
concebirse que el legislador pudiera permitir la existencia de un
plazo de traslado no inferior a un año sin pagar patente munici-
pal, ya que ésta, aunque suela olvidarse, constituye el pago de un
tributo o impuesto por el ejercicio de una actividad determinada
(art. 23 del DL Nº 3.063), por lo cual la concesión del plazo no
desvirtúa el claro carácter de impuesto de la patente municipal,
que se lo asigna el título IV del DL Nº 3.063, que expresamente
contempla entre los “impuestos municipales” a la patente muni-
cipal, diferenciándola de los derechos por concesiones, permisos
o pagos de servicios, contemplados en el título VIII.
En conclusión, este fallo de la I. Corte de Apelaciones de
Santiago, confirmado por la Excma. Corte Suprema, esclarece la
recta aplicación del art. 62, inciso 2º de la Ley General de Urba-
nismo y Construcciones, en cuanto les confiere un plazo mínimo
de un año para trasladarse a zona y local adecuados a aquellas
industrias que, contando en su oportunidad con autorización y
patente municipal, quedaron mal emplazadas por no estar su
ubicación acorde con el uso del suelo asignado por el respectivo
plan regulador.

156
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

6. L AS MUNICIPALIDADES Y LAS CONCESIONES SOBRE


EL SUBSUELO URBANO

A los municipios les corresponde la administración de los bienes


municipales y nacionales de uso público existentes en la comuna,
salvo que, en atención a su naturaleza o fines y de conformidad a
la ley, la administración corresponda a otros órganos de la admi-
nistración del Estado (art. 5º, Ley Nº 18.695). En relación a ello
el legislador dispone que los bienes municipales o nacionales de
uso público que administre la municipalidad podrán ser objeto
de concesiones y permisos (art. 32, ley citada). No está de más
recordar que son bienes nacionales aquéllos cuyo dominio per-
tenece a la nación toda, y que además si su uso pertenece a todos
los habitantes de la nación −como el de calles, plazas, puentes y
caminos, el mar adyacente y sus playas− se llaman bienes nacionales
de uso público o bienes públicos (art. 589, Código Civil).
A su vez, es conveniente tener presente que las referidas con-
cesiones pueden ser otorgadas por el alcalde con el acuerdo del
concejo municipal, según lo previsto en el art. 58, letra i) de la
Ley Nº 18.695, acuerdo que también es necesario para renovarlas
y ponerles término.
Es del caso que la Ley Nº 19.425, publicada en el Diario Oficial
de 27 de noviembre de 1995, incluyó expresamente el subsuelo entre
los bienes nacionales de uso público. De acuerdo al léxico, en su
acepción Nº 2, subsuelo es “parte profunda del terreno a la cual
no llegan los aprovechamientos superficiales de los predios y en
donde las leyes consideran estatuido el dominio público”, todo ello
de acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua.
Ahora bien, la nueva modificación legal permite que las con-
cesiones para construir y explotar el subsuelo se otorguen previa
licitación pública y ellas serán transferibles asumiendo el adquirente
todos los derechos y obligaciones que deriven del contrato de con-
cesión. La transferencia deberá ser aprobada por la municipalidad
respectiva, en los términos consignados en la letra i) del art. 58 de
la Ley Nº 18.695, a la que nos hemos referido, esto es, a iniciativa
del alcalde y acuerdo del concejo municipal. Lo interesante es que
esta aprobación deberá producirse dentro de los 30 días siguien-
tes a la recepción de la solicitud, y transcurrido este plazo sin que
la municipalidad se pronuncie, la transferencia se considerará

157
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

aprobada, hecho que certificará el secretario municipal. Hay que


advertir que aquí no estamos hablando del otorgamiento de una
concesión, sino de la transferencia de una existente. La ley exige
que el adquirente reúna todos los requisitos y condiciones exigidos
al primer concesionario, circunstancia que será calificada por la
municipalidad al examinar la aprobación de la transferencia. De
tal forma, la municipalidad sólo podrá rechazar la transferencia
por no concurrir en el adquirente los referidos requisitos.
Puede ocurrir que como consecuencia de los trabajos que se
ejecutan por el concesionario aparezcan sustancias minerales; éstas
no se considerarán incluidas en la concesión y su utilización por el
concesionario se regirá por las normas que les sean aplicables.
En consonancia con la actual orientación de nuestro ordena-
miento jurídico se exige al concesionario que en forma previa a la
ejecución de las obras someta su proyecto al sistema de evaluación
de impacto ambiental, regulado en la Ley Nº 19.300 sobre bases
del medio ambiente.
El legislador permite expresamente que el concesionario otorgue
en garantía la concesión y sus bienes propios destinados a la explo-
tación de la misma, y los conservadores de bienes raíces deberán
llevar un registro especial para inscribir y anotar las transferencias
de estas concesiones y las garantías constituidas en ellas.
Ya hemos visto cómo se constituyen las concesiones; es útil
señalar ahora cómo se extinguen, lo que ocurre por tres causales,
a saber:
1. Cumplimiento del plazo por el que se otorgó;
2. Incumplimiento grave de las obligaciones impuestas al
concesionario. Nos encontramos en este caso con una apli-
cación de un principio general de derecho;
3. Mutuo acuerdo entre la municipalidad y el concesionario,
en el que también advertimos la aplicación de dos principios
del Derecho Privado: el de la autonomía de la voluntad y
el de la libertad contractual al Derecho Público.
Es interesante observar que la Ley Nº 19.425 no discurre sobre
la base de cualquier subsuelo urbano, como una lectura superficial
podría sugerir, sino que se circunscribe únicamente al subsuelo de
los bienes nacionales de uso público. Ello se aprecia del examen
al artículo transitorio, que expresa que mientras no se incorpore

158
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

el uso del subsuelo de los bienes nacionales de uso público a los


planos reguladores, la municipalidad respectiva podrá otorgar
concesiones sobre ellos, conforme a lo dispuesto en el art. 32 bis
de la Ley Nº 18.695, previo informe favorable del Ministerio de la
Vivienda y Urbanismo, a través de la correspondiente Secretaría
Regional Ministerial, entendiéndose que el informe es favorable
si a los 90 días de solicitado no ha sido evacuado.
Esta Ley Nº 19.425, que hemos comentado, zanja algunos pro-
blemas jurídicos y abre una amplia perspectiva a los municipios
para otorgar concesiones para la construcción de estacionamien-
tos subterráneos en el subsuelo de los bienes nacionales de uso
público que administran, contribuyéndose de esta manera a la
solución de los problemas que presenta la congestión urbana,
con beneficio evidente para toda la comunidad.

7. CÓMPUTO DEL PLAZO PARA RECLAMAR DE UN ACTO


EXPROPIATORIO EN RELACIÓN AL FERIADO JUDICIAL

Se ha suscitado el problema de determinar si el período del fe-


riado judicial, correspondiente al mes de febrero de cada año,
ha de considerarse o no para los efectos del cómputo del plazo
para reclamar de un acto de expropiación.
El art. 9º del DL Nº 2.186, prescribe que dentro del plazo de
30 días, contados desde la publicación en el Diario Oficial del acto
expropiatorio, el expropiado podrá reclamar, entre otras materias,
contra el acto administrativo que dispuso la expropiación.
Se ha estimado por algunos tribunales que no corresponde
considerar como feriados los días comprendidos en el tiempo de
vacaciones de los tribunales de justicia, por lo cual no se produciría
suspensión del plazo para reclamar del acto expropiatorio (sen-
tencia de 20 de septiembre del año 2000, Corte de Apelaciones
de Valdivia, Polette Barthou con Fisco de Chile).
Sin embargo, otra ha sido la opinión de la Excma. Corte Su-
prema, al conocer de esta misma materia por la vía de la casación
de fondo, llegando a la conclusión que los días comprendidos en
el feriado judicial no pueden ser considerados para el cómputo
del plazo fijado para interponer la reclamación de que se trata
(casación de fondo, Polette con Fisco, rol 3.922-00, sentencia de
13 de agosto de 2001).

159
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

El suscrito comparte ampliamente el criterio sustentado por


nuestro más alto tribunal (3ª Sala Constitucional), ya que existen
muy buenas razones para abonar la tesis referida.
En efecto, la Ley Nº 2.977 establece que el feriado de que gozan
los tribunales de justicia y los establecimientos de enseñanza se
regirán por las leyes respectivas, y el art. 313 del Código Orgánico
de Tribunales dispone que son feriados los que la ley determine
y los comprendidos en el tiempo de vacaciones de cada año que
comenzará el 1 de febrero y durará hasta el 1 de marzo.
Ahora bien, el término “feriado” proviene de “feriar” que el
léxico define como “suspender el trabajo por uno o varios días,
haciéndolos como feriados o de fiesta”, según nos indica el Diccio-
nario de la Real Academia de la Lengua Española, el que define
“vacación” como “descanso temporal de una actividad habitual;
principalmente del trabajo remunerado o de estudios”.
En relación a lo anterior, cabe señalar que la Ley Nº 2.977 dis-
pone en su art. 3º que el feriado de vacaciones de que gozan los
tribunales de justicia y los establecimientos de enseñanza se regirán
por leyes especiales, y que para estos efectos la ley especial, en lo
que atañe al Poder Judicial, es el Código Orgánico de Tribunales,
cuyo art. 313 dispone que las obligaciones de residencia diaria
al despacho de los magistrados cesan durante los días feriados y
que son tales los que la ley determine y los comprendidos en el
tiempo de vacaciones de cada año, que comenzará el 1 de febrero
y durará hasta el primer día hábil de marzo.
Tenemos, pues, la existencia de una norma perentoria, a lo
que cabe añadir la circunstancia que el art. 40 del DL Nº 2.186
dispone que los plazos de días en él establecidos se entenderán
suspendidos durante los feriados.
Corresponde señalar que si bien la mencionada norma del
art. 40 del DL Nº 2.186 tiene preeminencia sobre cualquier otra
materia por tratarse de una norma especial, de tal forma que
aunque por disposición del número 3º del art. 9º del DL Nº 2.186
se aplique a la tramitación de estos reclamos el juicio sumario,
esto es, el referido en el número 1 del art. 680 del Código de Pro-
cedimiento Civil, que permitirá deducir que los jueces podrían
conocer durante el feriado, entre otras materias, de los asuntos del
art. 680, Nº 1 del Código de Procedimiento Civil, no lo es menos
que siempre goza de preeminencia el art. 40 del DL Nº 2.186, que

160
LA LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES

preceptúa que los plazos de días en él señalado se entenderán


suspendidos durante los feriados (art. 4º del Código Civil).
La conclusión antes descrita se aviene pues con el texto expre-
so de la ley, con la equidad y el sentido común, ya que es lógico
que el plazo para reclamar de la expropiación quede suspendi-
do durante aquellos días en que a su vez se suspende el trabajo
judicial en particular, y muchas actividades en general, y en que
realmente se produce una suspensión de labores que afecta a la
tramitación de los procesos civiles.
No hay que olvidar además que aquí se trata de proteger los
derechos que tiene el dueño de un predio, amparado en su do-
minio por la garantía constitucional del derecho de propiedad,
que resguarda el numeral 24 del art. 19 de la Carta Fundamental.
De todo lo anterior cabe concluir que el plazo de treinta días que
tiene para reclamar la afectada con un acto expropiatorio, se
suspende durante el feriado judicial del mes de febrero de cada
año, lo que resguarda el legítimo ejercicio de las acciones que
tiene para hacer valer sus derechos ante el ente expropiante.

8. PROCEDIMIENTO PARA RECLAMAR EN CONTRA


DE UN DECRETO DE DEMOLICIÓN

El alcalde puede decretar la demolición total o parcial de una obra,


en los siguientes casos: a) Cuando se ejecuten en contravención
a la Ley General de Urbanismo y Construcciones, su Ordenanza
General u Ordenanza Local respectiva; b) Cuando se ejecuten
fuera de línea o en bienes nacionales de uso público; c) Cuando
amenacen ruina o no ofrezcan garantías de seguridad o salubri-
dad; d) Obras ejecutadas al amparo de los arts. 121, 122 y 123 de
la ley y que no se hubieren demolido en los plazos estipulados
con la municipalidad (art. 148, DFL Nº 458).
Decretada una demolición y notificada al propietario, podrá
reclamar de ella ante la justicia ordinaria, dentro del plazo de
10 días hábiles a contar de la fecha de su notificación, sin per-
juicio de pedir reposición administrativa, si así lo estimare. Las
reparaciones se deducirán ante el juzgado de letras de turno de
mayor cuantía, correspondiente a la ubicación del inmueble. Se
tramitarán como juicio sumario y el juez podrá decretar orden
de no innovar (arts. 154, 155 y 156, DFL Nº 458).

161
C A PÍTULO DECIMONOV ENO

EL RECLAMO DE ILEGALIDAD DE LA LEY


ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES

1. CONSIDERACIONES PREVIAS
La Ley Nº 11.860 sobre organización y atribuciones de las munici-
palidades contenía en sus arts. 115 y siguientes un procedimiento
al parecer contencioso-administrativo, aplicable a las resoluciones
de los alcaldes y municipios.
El DL Nº 1.289 lo amplió no sólo contra las resoluciones y omi-
siones de los alcaldes, sino también contra las de sus funcionarios
(art. 5º transitorio) y finalmente la Ley Nº 18.695, Orgánica Consti-
tucional de Municipios, lo contempló en su título final, art. 140.
Para determinar la naturaleza jurídica de este recurso, es
previo hacer algunas consideraciones. Hay que tener presente la
diferencia entre los recursos administrativos y los contencioso-
administrativos.
El recurso administrativo es aquel que deduce el administra-
dor ante el propio órgano administrativo. En este caso, no hay
contienda entre partes.
El recurso contencioso-administrativo constituye la acción que
ejerce el particular ante el órgano jurisdiccional para que éste
modifique o deje sin efecto una resolución ilegal.
Este recurso contencioso-administrativo se clasifica en: 1) Sub-
jetivo o de plena jurisdicción; 2) Objetivo o de nulidad.
A. Recurso subjetivo
Persigue la protección de los derechos subjetivos violados por
un acto o mero hecho de la administración; así por ejemplo,
en el caso de una orden de demolición de un inmueble que al

163
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

parecer amenaza ruina, el tribunal que conoce del recurso está


investido de amplias atribuciones –es de plena jurisdicción−.
Así, él podrá dictar sentencia por la cual la resolución puede ser
declarada nula o modificada y puede decretarse además el pago
de indemnización por los perjuicios ocasionados.
Las características de este recurso son:
a) Supone la lesión de un derecho subjetivo;
b) Sólo puede ser interpuesto por el particular afectado;
c) Origina un juicio contradictorio, en el cual el reclamante
y la administración están en un plano de igualdad;
d) Si el tribunal establece la violación de un derecho, puede
declarar la nulidad del acto, ordenar su modificación y aun
condenar a la administración al pago de indemnización de
perjuicios;
e) El fallo produce cosa juzgada.
B. Recurso objetivo
Este recurso persigue el restablecimiento de la legalidad violada por
un acto de administración, mediante la anulación de dicho acto.
Las características de este recurso son:
a) Supone un acto administrativo ilegal, aunque no viole nin-
gún derecho subjetivo (no siempre la ilegalidad supone la
violación de un derecho);
b) Puede intentarlo cualquier persona, siempre que tenga
interés legítimo.

2. PROCEDENCIA DEL RECLAMO


Éste procede cuando existe violación de la ley propiamente tal,
cuando se ha incurrido en omisión del acto; en caso de incompe-
tencia; en casos de vicios de la voluntad, esto es, cuando el acto está
viciado por error, fuerza o dolo. En este caso no se puede atacar
mediante el reclamo de la resolución misma, sino la ilegalidad
específica en que se ha incurrido por el vicio; así, se menciona el
caso en que se designa por error a un funcionario que no reúne
los requisitos contemplados en la ley para desempeñar el cargo, en
que habría de atacar la ilegalidad proveniente de la infracción en
que se ha incurrido, pero no el acto de nombramiento. También

164
EL RECLAMO DE ILEGALIDAD DE LA LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES

se ha determinado que dentro de la expresión resolución quedan


comprendidos los actos complejos, esto es, aquellos que deben
ejercerse en conjunto por la municipalidad y otros organismos o
autoridades, vale decir, aquéllos en cuya formación intervienen
las voluntades de dos o más autoridades. Los tribunales se han
pronunciado afirmativamente al respecto.

3. PERSONAS QUE PUEDEN INTERPONER EL RECLAMO


El art. 140 de la Ley Nº 18.695 expresa que:
a) Cualquier particular podrá reclamar ante el alcalde contra
sus resoluciones u omisiones o las de sus funcionarios que
estime ilegales, cuando éstas afecten el interés general de
la comuna. Este reclamo deberá establecerse dentro del
plazo de 30 días, contado desde la fecha de publicación
del acto impugnado, tratándose de resoluciones, o desde
el requerimiento de las omisiones;
b) El mismo reclamo podrán entablar ante el alcalde los par-
ticulares agraviados por toda resolución u omisión de éste
o de otros funcionarios que estimen ilegales, dentro del
plazo señalado en la letra anterior, contado desde la noti-
ficación administrativa de la resolución reclamada o desde
el requerimiento en el caso de las omisiones.

4. R ECHAZO DEL RECLAMO


Se considerará rechazado el reclamo si así lo expresa el alcalde y
además si éste no se pronunciare dentro del término de 15 días,
contados desde la fecha de su recepción en la municipalidad.

5. R ECLAMO ANTE LA CORTE DE A PELACIONES RESPECTIVA


Rechazado el reclamo en la forma señalada en el párrafo anterior,
ya sea por resolución fundada del alcalde o porque no se pro-
nunciare dentro de 15 días, el afectado podrá reclamar dentro
de 15 días ante la Corte de Apelaciones respectiva. Este plazo se
contará desde que venzan los 15 días cuando no hubiere pronun-
ciamiento del alcalde, lo que certificará el secretario municipal, o
bien desde la fecha de la notificación que haga de la resolución
que rechaza el reclamo.

165
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

6. R EQUISITOS DEL RECLAMO ANTE LA CORTE DE A PELACIONES


La Corte podrá decretar orden de no innovar cuando la ejecu-
ción del acto impugnado le produzca un daño irreparable al
recurrente. La Corte dará traslado al alcalde por el término de
diez días. Evacuado el traslado o teniéndosele por evacuado en
rebeldía, la Corte podrá abrir un término de prueba, si así lo
estima necesario, el que se regirá por las reglas de los incidentes
que contempla el Código de Procedimiento Civil.
Vencido el término de prueba, se remitirán los autos al fiscal
para su informe y a continuación se ordenará traer los autos en
relación. La vista de esta causa gozará de preferencia.
La Corte en su sentencia, si da lugar al reclamo, decidirá u
ordenará, según sea procedente, la anulación total o parcial del
acto impugnado; la dictación de la resolución que corresponda
para subsanar la omisión y la declaración del derecho a la indem-
nización de perjuicios, cuando se hubiere solicitado, y el envío
de los antecedentes al juez del crimen que corresponda, cuando
la infracción fuere constitutiva de delito.

7. TRAMITACIÓN POSTERIOR A LA SENTENCIA DEFINITIVA


QUE ACOGE EL RECLAMO

Cuando se hubiere dado lugar al reclamo, el interesado podrá


presentarse a los tribunales ordinarios de justicia para demandar,
conforme a las reglas del juicio sumario, la indemnización de los
perjuicios que procedieren y ante la justicia del crimen las san-
ciones penales que correspondieren; en ambos casos no podrá
discutirse la ilegalidad ya declarada.

8. CÓMPUTO DE PLAZO DE DÍAS PARA ESTE RECURSO


Debe tenerse presente que conforme a lo dispuesto en el art. 142
de la Ley Nº 18.695, los plazos de días establecidos en dicha ley
serán de días hábiles.43

43
No obstante los plazos establecidos en los arts. 55, 71 letra c), 72 y 84 como
el del título “De las elecciones municipales”, son de días corridos.

166
EL RECLAMO DE ILEGALIDAD DE LA LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES

9. R ECURSO EN CONTRA DE LA SENTENCIA QUE DICTA LA CORTE


DE A PELACIONES EN EL RECLAMO DE ILEGALIDAD

En contra de las sentencias que dictan las Cortes de Apelacio-


nes en materia de reclamo de ilegalidad contemplado en la Ley
Orgánica de Municipalidades, procede el recurso de casación
en el fondo, según siempre lo ha entendido la Excma. Corte
Suprema, y de acuerdo a lo previsto en el art. 767 del Código de
Procedimiento Civil.
En lo que al recurso se refiere habrá que atenerse a la nueva
normativa contenida en la Ley Nº 19.734 que restringe extraordi-
nariamente este recurso y sólo lo hace posible en el caso contem-
plado en el art. 545 del Código Orgánico de Tribunales, cuando
la “falta o abuso se cometa en sentencia interlocutoria que ponga
fin al juicio o haga imposible su continuación definitiva, y que no
sean susceptibles de recurso alguno, ordinario o extraordinario,
sin perjuicio de la facultad de la Corte Suprema para actuar de
oficio en ejercicio de sus facultades disciplinarias.44
En lo que se refiere al recurso de apelación, este es improcedente.
En efecto, se trata en este caso de una reclamación especialísima,
contemplada en una ley de contenido administrativo, cuyo pro-
cedimiento no es otro que el que ella misma contempla, y dicha
Ley Nº 18.695 no establece el recurso de apelación; por lo demás,
así lo han entendido nuestros tribunales superiores de justicia.
De lo dicho se desprende que para que procediera el recurso
de apelación ante la Corte Suprema en contra de una resolución
de una Corte de Apelaciones recaída en un reclamo de ilegalidad,
expresamente tendría que haberse contemplado dicho recurso
en la Ley Nº 18.695, cosa que el legislador no hizo, siguiendo la
tradición de las anteriores leyes orgánicas municipales; por ejem-
plo, la Ley Nº 11.860, que jamás contempló este recurso.

10. IMPROCEDENCIA DEL RECLAMO DE ILEGALIDAD FRENTE


A LA REVOCACIÓN DE PERMISOS PRECARIOS

Tal como lo hemos sostenido permanentemente, los permisos


que otorgan las municipalidades para ocupaciones de bienes

44
Ley Nº 19.734, publicada en el Diario Oficial de 18 de febrero de 1995, que
modificó y fijó el actual texto del art. 545 del Código Orgánico de Tribunales.

167
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

municipales o nacionales de uso público que administren, son


esencialmente precarios.
La anterior doctrina, que viene desde antiguo en la legisla-
ción municipal, fue expresamente establecida en el art. 46 del
DL Nº 1.289, de 14 de enero de 1986, que fijaba la Ley Orgánica
de Municipalidades, y el que prescribía que tales permisos eran
eminentemente precarios y que podían ser renovados o modifi-
cados, “sin derecho a indemnización alguna”.
En la Ley Nº 18.695, publicada en el Diario Oficial de 31 de
marzo de 1988, que fijó el texto de la Ley Orgánica Constitucional
de Municipalidades, en su art. 36, que reemplaza así la norma del
art. 46 del DL Nº 1.289, expresa estos mismos conceptos sobre la
precariedad de los permisos, al disponer: “Artículo 36.– Los bie-
nes municipales o nacionales de uso público que administre la
municipalidad, podrán ser objeto de concesiones y permisos. Los
permisos serán esencialmente precarios y podrán ser modificados
o dejados sin efecto, sin derecho a indemnización”.
Relacionado con esta materia es de destacar un fallo de la Iltma.
Corte de Apelaciones Pedro Aguirre Cerda, que pronunciándose
sobre un reclamo de ilegalidad interpuesto en contra del señor
alcalde de la I. Municipalidad de Buin, con motivo de la dictación
de un decreto que dejaba sin efecto un permiso (Decreto 155, de
27 de marzo de 1986), resolvió negar el reclamo de ilegalidad, ya
que al revocarse o dejarse sin efecto un permiso de esta especie
la autoridad edilicia había procedido dentro de la esfera de sus
atribuciones discrecionales, y no era posible impugnar su acto
administrativo por un vicio de ilegalidad, aun cuando tal acto
administrativo hubiera podido producir efectos en el patrimonio
de la persona afectada con la revocación del permiso, atendida
su manifiesta precariedad.
Este fallo, dictado en el reclamo de ilegalidad “Aedo Carrasco,
Fresia con alcalde I. Municipalidad de Buin”, rol 1-6-86, y que
aparece publicado en la Gaceta Jurídica, año XIII, 1988 Nº 97,
pp. 40 y 41, establece una vez más la justa y correcta doctrina.
De todo lo anterior podemos colegir la improcedencia del
reclamo de ilegalidad cuando éste se dirige contra actos admi-
nistrativos en que la autoridad edilicia hace libre uso de los po-
deres discrecionales que la ley le confiere, como es, en el caso
comentado, la revocación de un permiso, el que de acuerdo a la

168
EL RECLAMO DE ILEGALIDAD DE LA LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES

ley es esencialmente precario y cuya revocación no da ni siquiera


derecho a indemnización alguna.
Ahora, en cuanto a la precariedad de estos permisos ello se
justifica debido a que la autoridad municipal debe velar por sobre
todas las cosas por el bien general de la comunidad y, por consi-
guiente, no puede estar concediendo derechos permanentes e
irrevocables, por ejemplo en la vía pública, en circunstancias que
pueden producirse factores y condicionantes que aconsejen su
derogación por razones de interés general. La doctrina de que
se trata está inspirada en el bien común y así lo han entendido
los legisladores y los tribunales de justicia.
No debe extrañarnos, pues, que los tribunales de justicia deter-
minen la improcedencia de un reclamo de ilegalidad en un caso
como el que se ha señalado, ya que el reclamo de ilegalidad tiene
por fundamento el restablecimiento del orden jurídico, que se
supone quebrantado o conculcado por la autoridad, y mal puede
haber un quebrantamiento o conculcación del ordenamiento ju-
rídico por parte de la autoridad, cuando ésta se limita a ejercitar
libremente las facultades y poderes discrecionales de que está
investida, como ocurre en el caso del otorgamiento, revocación
y modificación de permisos de carácter precario.

11. IMPROCEDENCIA DEL RECURSO DE APELACIÓN EN CONTRA


DE LA RESOLUCIÓN DE LA CORTE DE A PELACIONES
QUE SE PRONUNCIA SOBRE UN RECLAMO DE ILEGALIDAD
CONTEMPLADO EN EL ART. 140 DE LA LEY Nº 18.695

Al respecto, es conveniente determinar la improcedencia del


recurso de apelación en contra de una resolución de una Corte
de Apelaciones que se pronuncia sobre un reclamo de ilegalidad
contemplado en el art. 140 de la Ley Nº 18.695. En efecto:
1. El reclamo de ilegalidad que establece el art. 82 de la Ley
Nº 18.695 –Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades− es
un recurso especialísimo, en el cual se advierten claramente dos
etapas: a) La etapa propiamente administrativa, en virtud de la
cual cualquier particular puede reclamar ante el alcalde contra
sus resoluciones u omisiones o las de sus funcionarios que estime
ilegales, cuando éstas afecten el interés general de la comuna; re-
clamo que también se hace extensivo a los particulares agraviados

169
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

por toda resolución u omisión del alcalde o de sus funcionarios,


que estimen ilegales. En ambos casos, el reclamo deberá enta-
blarse dentro del plazo de treinta días, contado desde la fecha
de publicación del acto impugnado, tratándose de resoluciones,
o desde el requerimiento en el caso de las omisiones.
2. La etapa administrativa termina cuando el alcalde se pro-
nuncia sobre el reclamo ya sea aceptándolo o rechazándolo, y
se entenderá que lo rechaza si no se pronunciare dentro del
término de quince días, contado desde la fecha de su recepción
en la municipalidad.
3. Como este reclamo se refiere a resoluciones u omisiones del
alcalde o de sus funcionarios, nos encontramos con un reclamo
ante una actuación administrativa.
– Al respecto, el Profesor Patricio Aylwin Azócar define el acto
administrativo como “la declaración unilateral de la administración
en el ejercicio de sus potestades administrativas que produce efectos
particulares subjetivos” (Aylwin Azócar, Patricio, Apuntes de Derecho
Administrativo, tomo II, Editorial Universitaria, colección Apuntes
de clase, 1960-1961, p. 80); y por su parte don Manuel Jara Cristi
lo define como un “acto jurídico y como tal una manifestación
de voluntad destinada a producir una situación jurídica (Jara
Cristi, Manuel; Manual de Derecho Administrativo, Editorial Jurídica
de Chile, 1948, Santiago, p. 116) y por su parte don Guillermo
Varas lo define como “una forma especial de acto jurídico” (Varas
Contreras, Guillermo, Derecho Administrativo, Nascimento, 1940,
Santiago, p. 253), como este reclamo puede referirse a “omisio-
nes”, debemos decir que el silencio produce por lo general en el
campo de lo jurídico público una doble faz: o bien es índice de la
existencia de un acto administrativo negativo en el cual tenemos
el efecto denegatorio del silencio, o bien revela un acto adminis-
trativo pasivo, el efecto acogedor del silencio (Rubio Godoy, Isaac
Proceso de formación de un acto administrativo, Seminario de Derecho
Público Nº 6, p. 180, Editorial Jurídica de Chile, 1960).
4. Siguiendo el orden de ideas que nos hemos propuesto en
este estudio, diremos que el particular afectado con la resolución
de rechazo por parte del alcalde en esta etapa administrativa,
puede conformarse con ella, o bien reclamar dentro de 15 días
ante la Corte de Apelaciones respectiva.

170
EL RECLAMO DE ILEGALIDAD DE LA LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES

5. En esta etapa ante la Corte no se advierte tampoco la exis-


tencia de un juicio propiamente tal entre el particular y el muni-
cipio, ya que la Corte de Apelaciones confiere traslado al alcalde
por el término de diez días y evacuado el traslado o teniéndosele
por evacuado en rebeldía “podrá abrir un término de prueba, si así lo
estima necesario” (art. 140, letra f), Ley Nº 18.695), lo que refleja
justamente lo que afirmamos, que este no es un juicio propiamente
tal, ya que es propia de todo juicio la existencia imperiosa de un
término probatorio.
6. Corrobora la conclusión anterior lo dispuesto en la letra i)
del art. 136 de la Ley Nº 18.695, al expresar que “cuando se hu-
biere dado lugar al reclamo, el interesado podrá presentarse a
los tribunales ordinarios de justicia para demandar, conforme a
las reglas del juicio sumario, la indemnización de los perjuicios
que procedieren...”. Nótese el cambio de redacción al respecto
y que solamente en este punto el legislador se refiere a “deman-
dar” y a “juicio”, lo que revela claramente que jamás el reclamo
de ilegalidad de la Ley Nº 18.695, contemplado antes en la Ley
Nº 11.860, ha tenido el carácter de un juicio. Es solamente un
reclamo especialísimo contenido en una ley especial, como es la
Ley Orgánica de Municipalidades.
7. Es por lo sostenido anteriormente que tratándose de un
reclamo de ilegalidad tampoco podría hablarse de una instan-
cia propiamente tal, ya que no existe un “juicio”, que es lo que
estrictamente determina la instancia. Es así que se ha dicho al
respecto, “ ...entendiéndose por instancia la etapa del pleito que
comienza con el ejercicio de una o más acciones y termina con la de-
cisión del asunto controvertido, que se pronuncia en la sentencia
definitiva” (Thiers con Mattil, Corte de Apelaciones de Temuco,
considerando 5º, R.T., 2ª parte, sec. 2ª, p. 87); “...el ejercicio de
la acción en juicio desde la demanda hasta la sentencia definitiva”
(Alfajame con Cía. de Tracción de Santiago, Corte Suprema, 8 de
diciembre de 1945, considerando 11, R.T. 43, 2ª parte, sec. 1ª,
p. 356).
Por su parte los tratadistas definen “la instancia de la contesta-
ción hasta la sentencia definitiva” (Peña con Solar y Otro, Corte de
Apelaciones de La Serena, 27 de julio de 1942, considerandos 6º y
8º J al D, año 1943, Nº 623, p. 252, G, 1942, 2º semestre, p. 155).

171
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

8. El art. 186 del Código de Procedimiento Civil define el


recurso de apelación como aquel que “tiene por objeto obtener
del tribunal superior respectivo que enmiende, con arreglo a
derecho, la resolución del inferior”, agregando el art. 187 del
mismo cuerpo de leyes que son apelables todas las sentencias
definitivas y las interlocutorias de primera instancia, salvo en los
casos en que la ley deniegue expresamente este recurso.
9. Como puede advertirse, el legislador discurre sobre la base
de asuntos judiciales que se conocen y resuelven en dos instancias
o, como podríamos decir, en primer y segundo grado, instancia en
que los tribunales a quo y ad quem conocen el derecho y los hechos.
Lo anterior se corrobora con otras disposiciones del Código de
Procedimiento Civil, como la del art. 188 que niega la apelación
y los autos y decretos “cuando ordenan trámites necesarios para
la substanciación regular del juicio”. Como puede advertirse, el
reclamo del art. 140 de la Ley Nº 18.695 no es un juicio en modo
alguno; por ende, no le son aplicables las normas del título XVIII
del Libro I del Código de Procedimiento Civil, entre las cuales
se contempla el recurso de apelación.
10. El propio art. 1º del Código de Procedimiento Civil establece
que “las disposiciones de este Código rigen el procedimiento de
las contiendas civiles entre partes y de los actos correspondientes
a los tribunales de justicia”.
El reclamo especialísimo de ilegalidad, contemplado en el
art. 140 de la Ley Nº 18.695, no puede ser asimilado en ninguna
de las dos categorías de asuntos a que se refiere el art. 1º del Có-
digo de Procedimiento Civil, ya que no es un juicio o contienda
entre partes ni tampoco un acto de jurisdicción no contenciosa;
es simplemente un recurso sui generis que contempla el Dere-
cho Administrativo Municipal, y cualquier interpretación que
pretendiera asimilarlo a las dos categorías mencionadas sería
absolutamente forzada y contraria a la ley.
11. No debe olvidarse al respecto que la Corte Suprema es
eminentemente un tribunal de casación, recurso que se concede
para invalidar una sentencia en los casos expresamente señalados
por la ley (art. 764 del Código de Procedimiento Civil) y es así que
solamente en casos muy aislados y específicamente señalados por
el legislador, la Corte Suprema conoce de apelaciones en contra

172
EL RECLAMO DE ILEGALIDAD DE LA LEY ORGÁNICA DE MUNICIPALIDADES

de resoluciones pronunciadas por las Cortes de Apelaciones, por


ejemplo, tratándose del recurso de protección, y ello así lo ha
dispuesto un auto acordado de la propia Corte Suprema.
12. De todo lo anterior se infiere que tratándose de reclama-
ciones especialísimas, contempladas en leyes de contenido admi-
nistrativo, el procedimiento no es otro que el que esas mismas
leyes contemplan (por ejemplo, el Código Tributario), y no es
admisible en modo alguno extender ya sea por interpretación o
analogía, normas procesales y recursos ordinarios a tales proce-
dimientos, si ellos específicamente no los contemplan.
13. De lo dicho se desprende que para que procediera el
recurso de apelación ante la Corte Suprema en contra de una
resolución de una Corte de Apelaciones recaída en un reclamo
de ilegalidad, expresamente tendría que haberse contemplado
dicho recurso en la Ley Nº 18.695, cosa que el legislador no hizo,
siguiendo la tradición de las anteriores leyes orgánicas munici-
pales, por ejemplo, la Ley Nº 11.860, que jamás contemplaron
este recurso.
En consecuencia y poniendo término a este estudio, puedo
afirmar que a mi juicio es absolutamente improcedente el recurso
de apelación ante la Corte Suprema, en contra de una resolución
de una Corte de Apelaciones que se pronuncia sobre un reclamo
de ilegalidad contemplado en el art. 140 de la Ley Nº 18.695.

173
C A PÍTULO V IGÉSIMO

EL RECURSO DE PROTECCIÓN

1. A NTECEDENTES DE ESTA ACCIÓN DE NATURALEZA JURÍDICA


Recordemos que se sostiene desde hace ya bastante tiempo por
la doctrina, que en estricto rigor el art. 20 de la Constitución
consagra una acción y no un recurso.
En efecto, la noción procedimental de la acción tutelar de
protección no se deriva, contrariamente al carácter genérico de
recurso que se le ha otorgado, pues técnicamente carece de tal
carácter, dado que no está destinada a impugnar resolución ju-
dicial alguna, sino que a remediar o impedir la consumación de
actos u omisiones antijurídicas, ya sea que éstas tengan el carácter
de arbitrarias o ilegales.

CONCURRENCIA DE PARTES
2. SUJETO ACTIVO
Asume la calidad de sujeto activo procesal el que, impetrando esta
acción constitucional, recurre al órgano jurisdiccional para que
éste disponga las medidas conducentes a restablecer el imperio
del derecho.

CONDICIONES
3. DERECHO A ACCIONAR
Este derecho se le reconoce a quien se individualiza en el art. 20
de la C.P.R. con la expresión el que, que ha sido interpretada en
un sentido amplísimo, comprendiéndose en ella a:

175
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

– Las personas naturales;


– Las personas jurídicas con o sin fines de lucro, de derecho
privado o de derecho público, y
– Las entidades sin personalidad jurídica.

4. INTERÉS PARA ACCIONAR


No obstante la amplitud de esta acción constitucional debe existir
de parte de quien interpone el recurso un interés real, concreto,
personal y directo, y actualmente comprometido.

5. INTERÉS DIRECTO, PERSONAL


El recurso de protección, no obstante su amplitud, no es una ac-
ción popular ni meramente objetiva; el que lo interpone debe
hacerlo en favor de él o en representación del afectado, salvo que
el derecho amagado sea la vida, en cuyo caso puede interponerlo
cualquiera persona.

6. INTERÉS ACTUAL COMPROMETIDO


La jurisprudencia ha establecido que quien interpone el recurso
debe investir un interés actual comprometido, circunstancia que
no se cumple cuando quien interpone el recurso lo hace invo-
cando un interés que ya no existe.

7. SUJETO PASIVO PROCESAL


Asume esta calidad quien aparece en el recurso como el responsable
del hecho o del acto causante del daño o afectación.
En este sentido, coincido con lo afirmado por los Profesores
Emilio Pfeffer Urquiaga y Mario Verdugo, quienes han sostenido
que estamos en presencia de una “acción de rango constitucional, que
permite poner en movimiento el órgano jurisdiccional”.

8. CONCEPTO. ACCIÓN CAUTELAR


Si atendemos lo que se dispone en el art. 20 de la Constitución,
el recurso de protección puede conceptualizarse como una ac-
ción cautelar, de carácter preventivo y correctivo, que la Carta
Fundamental franquea a toda persona que por actos u omisiones

176
EL RECURSO DE PROTECCIÓN

arbitrarios o ilegales, resulta afectada en forma de privación, per-


turbación o amenaza en el legítimo ejercicio de determinados
derechos constitucionales.
Para don Enrique Ortúzar, presidente de la Comisión de Estu-
dio de la Nueva Constitución, la institución de protección es un
“procedimiento de emergencia que tiene por objeto lisa y llana-
mente, mientras se discute ante la justicia ordinaria en forma lata
el problema planteado, restablecer el imperio del derecho que ha
sido afectado”, sesión Nº 214.

9. OBJETIVO
Obtener de la Corte de Apelaciones que tenga competencia en
el lugar donde se produjo el agravio, el restablecimiento de los
derechos afectados.

10. CONSIDERACIONES
1. Ninguna autoridad administrativa o política debe quedar
inmune a su ejercicio.
2. Su interpretación no debe ser restrictiva, por cuanto el
carácter de los derechos sustantivos que ampara no puede
limitarse.
3. El legislador pretendió, al entregar su conocimiento y fallo
a los tribunales de apelación, independencia y eficacia
en su resultado, fundamentalmente por la calidad que
se supone deben tener los ministros de Corte.
4. Con su implementación no se pretendió sustituir los proce-
dimientos ordinarios, ya que su interposición expresamente
dejó a salvo los otros derechos que asisten al afectado y
al recurrente, entre otros el reclamo de ilegalidad del
art. 140 de la Ley Nº 18.695.

11. A FECTACIÓN DE DETERMINADOS DERECHOS


CONSTITUCIONALES

Esta acción constitucional ampara única y restrictivamente los


derechos enunciados en el art. 20 de la Constitución Política,
entre éstos, en lo que nos interesa –garantías límites a la potestad
tributaria–, los siguientes:

177
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

– Garantía de la igualdad ante la norma.


Art. 19, Nº 2 de la C.P.R.: “La igualdad ante le Ley(...) Ni
ley ni autoridad alguna pueden establecer diferencias
arbitrarias...”.
– Garantía de igualdad ante la aplicación de la norma.
Art. 19, Nº 22 de la C.P.R.: “La no discriminación arbitra-
ria en el trato que deben dar el Estado y sus órganos en
materia económica...”.
– Garantía del derecho a desarrollar cualquiera actividad
económica.
Art. 19, Nº 21 de la C.P.R.: “El derecho a desarrollar cual-
quier actividad económica que no sea contraria a la moral,
al orden público o la seguridad nacional, respetando las
normas legales que la regulan”.
– Garantía del derecho de propiedad.
Art. 19, Nº 24 de la C.P.R.: “El derecho de propiedad en
sus diversas especies sobre toda clase de bienes corporales
e incorporales”.
– Garantía de la intimidad.
Art. 19, Nº 5 de la C.P.R.: “La inviolabilidad del hogar y
de toda forma de comunicación privada. El hogar sólo
puede allanarse...”.

12. EL SUJETO ACTIVO DEBE SER EL TITULAR DEL DERECHO


VIOLENTADO

Jurisprudencia
La Iltma. Corte de Santiago, con fecha 29 de noviembre de 1993,
mediante fallo que confirmó la Corte Suprema con fecha 15 de
diciembre de 1993, rechazó el recurso de protección que inter-
puso en contra del Director Regional X Región, el contribuyente
Heraclio Flores Quijada, basada, entre otras razones, en que a
la recurrente no le asiste derecho de dominio respecto de lo
reclamado, toda vez que el impuesto establecido en el art. 1º del
DL Nº 825, el I.V.A., se encuentra fijado en beneficio del Fisco,
correspondiéndole en consecuencia al vendedor un rol única-
mente de recaudador.

178
EL RECURSO DE PROTECCIÓN

13. EL RECURRENTE DEBE ESTAR EN EL LEGÍTIMO EJERCICIO


DE SUS DERECHOS CONSTITUCIONALES

Atendido que es condición de admisibilidad de este recurso que


el recurrente procure la protección de un derecho respecto del
cual es su legítimo titular, es que los jueces que conocen de esta
acción, para acoger o rechazar este recurso deben indagar, pre-
vio a resolver, si el ejercicio efectuado por la víctima del derecho
fundamental que se reclama violentado es o no adecuado al or-
denamiento jurídico.

14. L A AFECTACIÓN DEBE PRODUCIRSE EN FORMA DE PRIVACIÓN,


PERTURBACIÓN O AMENAZA

– Privación:
Quitar, sustraer de lo propio algo.
– Perturbación:
Tratar en forma gravosa el ejercicio de un derecho.
– Amenaza:
Intimidar con un daño ilegítimo que aún no se ha pro-
ducido, el legítimo ejercicio de un derecho.

15. L A AFECTACIÓN DEBE RECONOCER COMO CAUSA UNA ACCIÓN


U OMISIÓN ARBITRARIA O ILEGAL

Consideraciones
– Actos:
Conducta positiva que se expresa en un hacer.
– Omisión:
Conducta negativa que se expresa en un no hacer.
– Actos ilegales:
Todo hacer ejecutado en contravención a la ley.
– Actos arbitrarios:
Todo acto ejecutado con abuso o con capricho.
– Omisión ilegal:
No hacer que carece de respaldo legal.
– Omisión arbitraria:
No hacer abusivo y caprichoso.

179
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

16. R EQUISITOS ADICIONALES IMPUESTOS POR LA CORTE SUPREMA


17. PLAZO
La Corte Suprema ha establecido mediante autoacordado un
plazo de 15 días corridos para interponer esta acción. Este plazo,
según dicho auto acordado, debe computarse desde la ejecución
del acto, la ocurrencia de la omisión o desde la fecha que se tuvo
conocimiento de la acción u omisión, cuestiones estas que en
todo caso deberán hacerse constar en el expediente.

18. IMPOSIBILIDAD DE IMPUGNAR RESOLUCIONES JUDICIALES


Los tribunales superiores de justicia han resuelto invariablemente
que la acción de protección no procede en contra de resoluciones
judiciales, puesto que contra éstas proceden recursos jurisdic-
cionales.

19. EXISTENCIA DE UN DERECHO NECESARIO DE RESTABLECER


La acción de protección tiende a restablecer el imperio del De-
recho; por lo tanto, es indispensable la existencia de un derecho
necesario de restablecer y cautelar.

20. QUE LA MATERIA DE QUE SE TRATA NO SEA PROPIA


DE UN JUICIO ORDINARIO

Si bien es cierto que los afectados pueden entablar las acciones


civiles y criminales que correspondan ante los tribunales ordina-
rios para obtener remedio a la situación arbitraria o ilegal que los
afecta, no es menos cierto que dichos procedimientos ordinarios
son latos, y muchas veces es indispensable una acción inmediata
para evitar daños irreparables en los bienes o en los derechos de
los afectados.

21. DISTINCIÓN ENTRE EL RECLAMO DE ILEGALIDAD


Y EL RECURSO DE PROTECCIÓN

El reclamo de ilegalidad que consagra el art. 140 de la Ley Nº 18.695


sólo se refiere a los actos ilegales y arbitrarios y a las omisiones
que tengan el mismo sentido. Esto es, no puede atacar actos u

180
EL RECURSO DE PROTECCIÓN

omisiones simplemente arbitrarias, las que sí pueden ser atacadas


por la vía del recurso de protección.
A su vez, el reclamo de ilegalidad de la Ley Nº 18.695 se refiere
a cualquier acto u omisión ilegal de las autoridades municipales;
en cambio, el recurso de protección del art. 20 de la Carta Funda-
mental sólo permite atacar aquellos actos u omisiones que atentan
contra las garantías constitucionales que asegura el art. 19 de la
Carta Fundamental, y que precisa el art. 20 de la Constitución
Política de la República.

22. R ECURSO DE PROTECCIÓN EN CONTRA DE UNA MEDIDA


DE DESTITUCIÓN. FORMA DE COMPUTAR PLAZO PARA
INTERPONERLO

Jurisprudencia
En un caso judicial, por vía del recurso de protección, que con-
templa el art. 20 de la Constitución Política de la República, se
discutieron diversas materias de interés relacionadas con la medida
disciplinaria de destitución, el justo proceso, la procedencia del
recurso mismo de protección y la forma de computar el plazo
para interponerlo.
Para situar de qué caso se trata, precisamente que correspon-
da a una institución decretada por el señor alcalde de Arica en
contra de una funcionaria municipal a la cual se le instruyó el
correspondiente sumario administrativo y en el cual, si bien la
funcionaria dedujo recusación contra el fiscal, que no prosperó,
tuvo ocasión de formular oportunamente sus descargos, y es así
que, cerrado el sumario, el fiscal elevó su dictamen al señor alcal-
de de Arica, el que aprobó la medida de destitución propuesta
y por Decreto Alcaldicio Nº 1.886, de fecha 9 de julio de 1996,
la hizo efectiva.
En contra de la aludida medida de destitución la funcionaria
dedujo recurso de reposición el 17 de julio de 1996, y rechazado
este recurso dedujo uno de protección ante la Iltma. Corte de
Apelaciones de Arica, la que por fallo de 21 de octubre de 1996
lo declaró inadmisible, lo que fue confirmado por fallo de la 3ª
Sala (Sala Constitucional) de la Excma. Corte Suprema, la que
conoció de este caso por la vía de la apelación deducida en contra
de la sentencia de la Corte de Arica.

181
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

La recurrente de protección al parecer había dado por infrin-


gida la garantía constitucional del art. 19, Nº 3, inciso 4º, que se
refiere al derecho que tiene toda persona a un justo proceso, y
eventualmente podría haberse tomado en consideración la ga-
rantía contemplada en el art. 19, Nº 24 en lo que se refiere a la
propiedad de su empleo.
Sin embargo, pese a las supuestas infracciones denunciadas
se estableció en la tramitación del recurso que se había incoado
un sumario administrativo conforme al Estatuto Administrativo
de los empleados municipales y que la medida se ajustaba a lo
preceptuado en el art. 123 del referido cuerpo legal. Aunque el
fallo de primera instancia no se pronunció sobre el fondo, de lo
informado por el alcalde y de lo expuesto en la parte considerativa
del mismo fluye la conclusión meridiana que se aplicó una sanción
a través de un debido proceso y en un caso contemplado por la
ley. El señor alcalde hizo valer que, de acuerdo a la jurispruden-
cia administrativa de la Contraloría General de la República, no
procedería el recurso de reposición en contra de un decreto que
establece una medida de destitución. En realidad la legislación
vigente no lo contempla.
Lo importante es dilucidar si este recurso de protección fue
o no extemporáneo.
La destitución fue aplicada por decreto alcaldicio de 9 de
julio de 1996 y la reposición fue deducida el 17 de julio de 1996,
afirmando la recurrente haber tomado conocimiento de su des-
titución el 11 de julio de 1996. A su vez, el 9 de agosto de 1996
interpuso el recurso de protección ante la Corte de Apelaciones
de Arica.
De conformidad a lo dispuesto en el art. 49 del Código Civil
y 64 del Código de Procedimiento Civil, el cual reza: “los plazos
que señala este Código son fatales, cualquiera sea la forma en
que se exprese, salvo aquellos establecidos para la realización de
actuaciones propias del tribunal”, en consecuencia, la posibilidad
de ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar el acto se
extinguió con el vencimiento del plazo, y a lo preceptuado en
el art. 20 de la Constitución Política y Auto Acordado de la Exc-
ma. Corte Suprema sobre tramitación y fallo de los recursos de
protección, obviamente el recurso deducido en la especie era
extemporáneo; así lo declaró la I. Corte de Apelaciones de Arica,

182
EL RECURSO DE PROTECCIÓN

en fallo de fecha 21 de octubre de 1997, y la Tercera Sala de la


Corte Suprema (Sala Constitucional), la que declaró inadmisible
el recurso.
Es interesante reproducir el considerando 4º de la sentencia
de 1ª instancia, en su parte pertinente, ya que contiene lo medu-
lar del fallo, en orden a la forma de computar el plazo. Dice así:
“Que en consecuencia, el plazo fatal de quince días concedido
para entablar esta acción de tipo cautelar principió a correr el
11 de julio pasado, de tal manera que la protección aparece
ejercida extemporáneamente, ya que data del 9 de agosto de este
año, según cargo de fojas 34”. Agrega a continuación el fallo de
primer grado lo siguiente: “Hay que considerar que el apartado
primero del Auto Acordado sobre la materia es perentorio al
computar el término para hacer valer este arbitrio desde que el
interesado toma conocimiento del acto u omisión que lo lesiona.
Por lo tanto, es imposible esgrimir la existencia de un recurso de
reposición administrativo para aplazar la fecha de interposición,
pues ello significa aceptar que un término fatal es susceptible
de interrupción, cuando es un principio general que si un acto
debe ejercerse en o dentro de cierto plazo, se entiende que vale
si se ejecuta antes de la medianoche en que termina el último
día del plazo...”.
De esta manera, al confirmar la Corte Suprema el referido
fallo por la vía de declarar igualmente inadmisible el recurso a
través de su Sala Constitucional, reafirma el principio de la forma
de computar el plazo para los efectos de la interposición del re-
curso de protección, que no es otro que el de empezar a contarlo
desde que el afectado tomó conocimiento del acto administrativo
objeto del recurso –medida de destitución– y no a contar de la
fecha en que le rechazaron un recurso administrativo posterior,
no idóneo para estos efectos.
De este modo, una vez más se reitera el principio de que no
pueden crearse nuevos plazos o ampliarse los existentes bajo el
pretexto de interponer reconsideraciones o reposiciones poste-
riores al acto administrativo que se trata de impugnar por la vía
del recurso de protección.45

45
Recurso de Protección, Cristina Soledad Fuentes contra I. Municipalidad
de Arica. Rol Nº 4.060-96, Corte Suprema.

183
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

23. EL RECURSO DE PROTECCIÓN EN RELACIÓN


A LA RECLAMACIÓN DEL ARTÍCULO 156 DE LA LEY Nº 18.883

Jurisprudencia
El art. 38 de la Constitución Política de la República dispuso que
una Ley Orgánica Constitucional determinaría la organización
básica de la Administración Pública, estatuto que se dictó y que es
la Ley Nº 18.575, publicada en el Diario Oficial de 5 de diciembre
de 1986. A su vez, la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades, publicada en el Diario Oficial de 31 de marzo
de 1988, preceptuó en su art. 40 que el Estatuto Administrativo
de los empleados municipales regularía la carrera funcionaria y
consideraría especialmente el ingreso, los deberes y derechos,
la responsabilidad administrativa y la cesación de funciones. El
Estatuto Administrativo de los empleados municipales fue apro-
bado por la Ley Nº 18.883, publicada en el Diario Oficial de 29
de diciembre de 1989.
Ahora bien, este Estatuto Administrativo de los empleados
municipales establece a favor de éstos, en su art. 156, que los
funcionarios tendrán derecho a reclamar ante la Contraloría
General de la República cuando se hubiesen producido vicios
de legalidad que afectaren los derechos que les confiere el men-
cionado Estatuto Administrativo, para lo cual tienen un plazo
de diez días hábiles para reclamar ante la Contraloría, contado
desde que tomaron conocimiento de la situación, resolución o
actuación que dio lugar al vicio de que se reclama.
A su vez, el art. 20 de la Constitución Política de la Repúbli-
ca establece el recurso de protección a favor de aquel que por
causa de actos y omisiones arbitrarias o ilegales sufra privación,
perturbación o amenaza en el legítimo ejercicio de alguno de los
derechos y garantías a que se refiere el aludido artículo.
Se había entendido por algunos estudiosos del Derecho Muni-
cipal que la reclamación del art. 156 del Estatuto Administrativo
de los empleados municipales que se presenta ante la Contralo-
ría General de la República, impedía hacer uso del recurso de
protección establecido en el art. 20 de la Constitución Política
de la República.
Pues bien, una sentencia de la Iltma. Corte de Apelaciones de
Arica, de 29 de mayo de 1990 (Gaceta Jurídica, año 1990, Nº 119,

184
EL RECURSO DE PROTECCIÓN

pp. 42 y ss.),46 ha venido a establecer: 1) Que la interposición


por el funcionario municipal afectado de la reclamación espe-
cífica reglada en el art. 156 de la Ley Nº 18.883 sobre Estatuto
Administrativo, ante la Contraloría General de la República, no
lo priva del derecho de recurrir de protección contra el alcalde
por la misma actuación, ya que este último opera sin perjuicio
de otros derechos al tenor del art. 20 de la Constitución (consi-
derando 3º); 2) Que es ilegal la comisión de servicios dispuesto
a un director, que incluye funciones ajenas a su cargo y que son
además de inferior jerarquía a las propias de su cargo titular
(considerando 15); 3) Que nuestro legislador ha contemplado
una especie de propiedad sobre el cargo o función municipal,
según se desprende de los arts. 5º a), b), 86 y 99, entre otros, de la
Ley Nº 18.885, situación que lo asimila a los bienes incorporales,
susceptibles de propiedad (considerando 22).
En realidad el fallo aludido es de bastante trascendencia e
importancia, pero no dice la última palabra sobre la materia, ya
que siempre quedará en pie la discusión acerca de si la garantía
constitucional del derecho de propiedad se extiende o no a la
propiedad sobre el cargo o función municipal, y ello en atención
a que en otra oportunidad la Excma. Corte Suprema dictaminó
que la propiedad del empleo “no es bien corporal ni incorporal
de acuerdo con el concepto jurídico que de tales bienes la ley
señala con absoluta claridad en los arts. 565, 566 y 576 del Códi-
go Civil” (considerando 16 en sentencia de 15 de junio de 1988
dictada por la Excma. Corte Suprema en autos rol 11.949, R.D.J.,
tomo 85, 2ª parte, sec. 5ª, p. 97.47
En consecuencia, siendo de alto interés la doctrina consigna-
da en la sentencia dictada por la Iltma. Corte de Apelaciones de
Santiago, en los autos sobre recurso de protección, rol 160/90, a
que nos hemos referido y con la cual concordamos en principio,
habría que esperar si otros fallos, especialmente de nuestro más
alto tribunal, refrendan esta doctrina, caso en el cual podremos
concluir que se ha formado una jurisprudencia al respecto.

46
Recurso de Protección, Cristina Soledad Fuentes contra I. Municipalidad
de Arica. Rol Nº 4.060-96, Corte Suprema.
47
Corte Suprema, sentencia de 15 de junio de 1988.

185
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

24. A LCANCES LIMITADOS DEL RECURSO DE PROTECCIÓN


EN RELACIÓN A INTERPRETACIÓN DE CONTRATOS SUSCRITOS
POR LOS MUNICIPIOS

El recurso de protección está disciplinado en el art. 20 de la


Constitución Política de la República, para el que por causa de
actos u omisiones arbitrarias o ilegales sufra privación, pertur-
bación o amenazas en el legítimo ejercicio de los derechos y
garantías establecidas en el art. 19 de la Carta Fundamental –no
todas– pueda ocurrir, por sí o por cualquiera a su nombre, a la
Corte de Apelaciones respectiva, la que debe adoptar de inme-
diato las providencias que juzgue necesarias para restablecer el
imperio del derecho y asegurar la debida protección del afectado,
sin perjuicio de los demás derechos que pueda hacer valer ante
la autoridad o tribunales correspondientes.
De esta forma, a través de este novedoso recurso que intro-
dujo el constituyente de 1980 se ha logrado un amparo eficaz a
las garantías constitucionales, que antes se encontraban despro-
vistas de un mecanismo ágil y oportuno para invocar las medidas
cautelares del caso.
Sin embargo, si bien se ha logrado este significativo avance
en el resguardo de las garantías constitucionales, por otra parte
se ha efectuado un abuso desmedido de este recurso, preten-
diéndose por esta vía eminentemente sumaria cautelar o zanjar
situaciones jurídicas de suyo complicadas y materia de juicios de
lato conocimiento.
En efecto, de la lectura del art. 20 de la Constitución Política
se desprende que el recurso de protección que ella consagra es
un instituto de carácter procesal y constitucional que tiene por
objeto el restablecer el imperio del derecho frente a situaciones
que resulten arbitrarias o ilegales, ya que vulneran determinadas
garantías o bienes jurídicos que tutela el régimen constitucional,
por todo lo cual es obvio que se trata de un recurso rápido, sumario
y breve encaminado a estudiar el asunto y en caso que se den los
supuestos denunciados, la Corte debe restablecer el imperio del
derecho o de la justicia en la forma que mejor convenga.
En numerosos casos sometidos a los tribunales superiores de
justicia se han reiterado los mismos principios, no obstante lo cual
se sigue insistiendo en zanjar situaciones de lato conocimiento a
través de este recurso excepcional.

186
EL RECURSO DE PROTECCIÓN

Es así que un contratista de la I. Municipalidad de Ñuñoa


celebra con la misma un contrato de construcción de obra y
se le amplió el plazo en tres oportunidades, a pesar de lo cual
no cumplió en el tiempo que le fuera concedido, por lo cual se
le aplicó una multa de acuerdo a los términos del contrato. El
contratista no estuvo conforme con la decisión municipal y, a su
vez, el alcalde sostuvo que había aplicado la norma de la cláusula
quinta del contrato de ejecución de obra.
El contratista recurrió de protección ante la I. Corte de Ape-
laciones de Santiago, invocando que se había conculcado la ga-
rantía del derecho de propiedad, amparada en el numeral 24
del art. 19 de la Constitución Política. Ambas partes rindieron
prueba documental.
La I. Corte de Apelaciones de Santiago, a través de una de sus
salas, rechazó el recurso de protección, expresando en su con-
siderando 30º que “de lo anterior se desprende que este medio
procesal no está concebido para ventilar controversias de lato
conocimiento o para decidir sobre interpretaciones de contratos,
como en la especie sería a entrar a ponderar si la razón está de
parte del alcalde que ha estimado correcto aplicar según su criterio
una cláusula contractual que para él es válida o del recurrente
que considera tal interpretación ilegal o arbitraria”. El referido
fallo del 22 de enero de 1997 fue confirmado en todas sus partes
por la Excma. Corte Suprema, según resolución de su tercera Sala
de 24 de julio de 1997 (Sala Constitucional).48
Es así que se mantiene la recta doctrina, ya que el recurso de
protección tiene los límites que le impone su propia naturaleza,
según hemos dejado establecido, y en consecuencia no es un
medio idóneo para dilucidar la interpretación de contratos que
celebre una municipalidad con sus contratistas, ya que ello es
materia de un juicio de lato conocimiento.

48
Recurso de Protección, E. Ortúzar R. con Municipalidad de Ñuñoa. Ingreso
457-97, Corte Suprema.

187
C A PÍTULO V IGÉSIMO PR IMERO

OTRA JURISPRUDENCIA
EN MATERIA MUNICIPAL

1. FACULTAD Y ATRIBUCIONES DE LOS MUNICIPIOS PARA


CONSTITUIR SERVIDUMBRES LEGALES

Recientemente se discutió en estrados judiciales lo relativo a las


facultades y atribuciones de los municipios, en orden a constituir
servidumbres legales.
Concretamente, esta discusión se centró en el problema de-
nominado “Chinchorro”, en las inmediaciones de la ciudad de
Arica, en que el municipio pavimentó una franja de terreno que
reclamaba por suyo el gobierno del Perú, el que dedujo reclamo
de ilegalidad en contra del respectivo decreto alcaldicio, el que
fue rechazado por la autoridad edilicia y posteriormente por la
Iltma. Corte de Apelaciones de Arica, deduciéndose finalmente
recurso de casación de forma y fondo ante la Excma. Corte Su-
prema, el que fue a su vez rechazado por fallo de 1º de octubre
de 1997, en los autos ingreso Nº 4.654-96.
La parte reclamante adujo ser propietaria de la franja pavimen-
tada, y que esta pavimentación venía a constituir una verdadera
expropiación, ya que la privaba de los atributos del dominio. Ade-
más expresó que la Municipalidad de Arica no podía constituir
servidumbre legal, ya que para ello se necesitaba una ley, que no
existía norma de esta especie que la facultara para ejercer una
función legislativa, y que este tipo de servidumbre no podía ser
establecida por un reglamento u ordenanza, agregándose además
que se había infringido la denominada “Ley de Caminos”, cuerpo
legal que consta en el DS Nº 294 del año 1985, expresándose que
se había infringido su art. 27, aparte de vulnerarse las garantías

189
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

constitucionales de los incisos 1º, 2º y 3º del Nº 24 del art. 19 de


la Carta Fundamental, esto es, el derecho de propiedad.
La Corte Suprema dio por establecidos, por parte de los sen-
tenciadores recurridos, los siguientes hechos: a) que la Munici-
palidad de Arica había dictado con fecha 2 de enero de 1995 una
ordenanza sobre “servidumbre de tránsito vehicular y peatonal en
avenida Santiago Arata Gandolfo, Panamericana Norte, Ruta A-5”;
b) que en virtud de dicha ordenanza el referido municipio había
constituido servidumbre legal de tránsito de uso público sobre una
faja de terreno que se individualizó; c) Que dicha servidumbre
se constituyó sobre el inmueble inscrito a fojas 10 vuelta, Nº 22
del Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de
Arica del año 1935 (considerando 4º).
En base a los referidos hechos el fallo del máximo tribunal
discurre sobre las normas aplicables en la especie, y concreta-
mente, en su considerando 8º, se establece que entre los mencio-
nados preceptos se encuentra el del art. 10 de la Ley Orgánica
Constitucional de Municipalidades; el art. 4º, letra i) del mismo
cuerpo legal y el contenido en la letra d) del art. 5º de la Ley
Nº 18.695.
Finalmente, se agrega en el considerando 9º que los preceptos
legales ya mencionados no se dieron por infringidos en el recur-
so, no obstante que adquieren el carácter de decisoria litis, “de
manera que aun en el evento de que se hubieren transgredido
los preceptos legales que el recurso señala como quebrantados,
dicha infracción ninguna influencia tendrá en lo dispositivo del
fallo, porque de acogerse el recurso, necesariamente tendría
que aplicar las normas referidas en el fundamento precedente,
las que, según se ha dicho, el recurrente no invoca como trans-
gredidas o, lo que es lo mismo, las considera bien aplicadas”. De
lo expuesto se concluye en el considerando 10º que el recurso
debe ser rechazado.
Antes de entrar en la materia misma de este tópico, es con-
veniente considerar que si bien se ha ampliado y flexibilizado el
recurso de casación en el fondo, en cuanto a que hay que expresar
en el libelo “los errores de derecho de que adolece la sentencia
recurrida” (art. 772, Nº 1 del Código de Procedimiento Civil des-
pués de la reforma contenida en la Ley Nº 19.374, Diario Oficial

190
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

de 18 de febrero de 1995), no lo es menos que para arribar a la


conclusión de que existen errores de derecho, forzosamente habrán
de mencionarse los preceptos legales que no fueron aplicados,
que recibieron una falsa aplicación o que fueron quebrantados
de un modo u otro, y si esos preceptos son los que precisamente
deciden la materia de la controversia, reciben la denominación
de “decisoria litis” y en consecuencia es indispensable referirse a
ellos, ya que de otro modo no podría dictarse la correspondiente
sentencia de reemplazo, en caso que el recurso de casación fuere
acogido. En tal sentido, concordamos plenamente con lo expuesto
en el considerando 9º del fallo comentado.
Ahora bien, la Corte Suprema no se pronunció derechamente
sobre las facultades y atribuciones de los municipios en orden
a constituir servidumbres legales, de modo que la controversia
jurídica sobre este punto queda en pie.
El art. 831 del Código Civil preceptúa: “Las servidumbres o
son naturales, que provienen de la natural situación de los lu-
gares, o legales, que son impuestas por la ley, o voluntarias que
son constituidas por un hecho del hombre” y a continuación se
agrega en el art. 832 del Código de Bello: “Las disposiciones de
este título se entenderán sin perjuicio de las ordenanzas gene-
rales o locales sobre las servidumbres” y finalmente este mismo
cuerpo de leyes señala en su art. 839: “Las servidumbres legales
son relativas al uso público, o la utilidad de los particulares. Las
servidumbres legales relativas al uso público son: El uso de las
riberas en cuanto necesarias para la navegación o flote, que se
regirá por el Código de Aguas; y las demás determinadas por los
reglamentos u ordenanzas respectivas” (en concordancia con
esto ver párrafo V del DS Nº 294, de 27 de septiembre de 1994,
del Ministerio de Obras Públicas, publicado en el Diario Oficial
de 20 de mayo de 1985).
Pues bien, la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades,
Ley Nº 18.695, cuyo texto fue fijado por el DS Nº 662, publicado
en el Diario Oficial de 11 de enero de 2000, contempla en su
art. 12 que “las resoluciones que adopten las municipalidades se
denominarán ordenanzas, reglamentos municipales, decretos
alcaldicios o instrucciones. Las ordenanzas serán normas gene-
rales y obligatorias aplicables a la comunidad...” y, relacionado

191
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

con ello, el art. 4º, letra e) del mismo cuerpo legal establece que
“las municipalidades podrán desarrollar directamente o con otros
órganos de la administración del Estado funciones relacionadas
con la vialidad urbana y rural”, agregándose en el art. 5º, letra d)
de la Ley Nº 18.695 que para el cumplimiento de sus funciones
las municipalidades podrán “dictar resoluciones obligatorias con
carácter general o particular”, lo que por último se compagina
con lo preceptuado en el art. 63 de la referida Ley Nº 18.695,
que le confiere al alcalde la facultad de “f) Administrar los bie-
nes municipales y nacionales de uso público de la comuna que
correspondan en conformidad a esta ley” e “i) dictar resoluciones
obligatorias de carácter general o particular”.
De todo lo dicho se infiere que dentro del concepto de ser-
vidumbres legales a que se refieren el art. 839 del Código Civil y
el art. 831 del mismo Código, se encuadran las servidumbres que
puedan establecer los municipios a través de las ordenanzas que
dicten con carácter general y obligatorio para la comunidad, ya
que ello no sólo emana de esta especie de potestad reglamentaria
que le reconoce la Ley Orgánica Constitucional de Municipalida-
des, sino que porque tienen su origen en una ley que es el cuerpo
legal aludido, esto es, la Ley Nº 18.695, aunque explícitamente no
lo indique. No debe olvidarse además que el art. 839 del Código
Civil se refiere asimismo a “y las determinadas por los reglamen-
tos u ordenanzas respectivas”. En este sentido, la Ley General de
Urbanismo y Construcciones y su Ordenanza General también
contienen este tipo de servidumbres.
Ahora bien, reconociéndole a la municipalidad la facultad de
poder establecer este tipo de servidumbres en determinados casos,
queda siempre en pie el problema de qué ocurre cuando esta
servidumbre es de tal entidad que llega a privar del uso y goce de
un bien raíz, uno de los atributos del derecho de propiedad. ¿Qué
derechos le asisten al propietario? ¿Es menester que se proceda a
una expropiación? ¿Habría que contemplar tales ocurrencias en
el plan regulador, en su memoria explicativa y en la ordenanza
respectiva, de acuerdo al DFL Nº 458?
Todas estas interrogantes no fueron debidamente esclarecidas
en los fallos judiciales a que nos hemos referido en el cuerpo de
este trabajo y exceden las posibilidades del mismo.

192
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

En líneas generales, pienso que siempre debe compaginarse


el legítimo derecho de los propietarios, respecto de los bienes
raíces de su dominio, con el derecho que también le asiste a la
comunidad de velar por su progreso, y que lo expresa a través del
órgano comunal, que es la municipalidad. En este justo equilibrio
de intereses particulares y generales debe buscarse la solución a
esta problemática.
Jamás debe impedirse el progreso y el cumplimiento de las
metas del bien común por el empecinamiento de un propietario,
por importante que sea, pero a su vez éste debe recibir la justa
compensación en la medida que ha sido desprovisto del bien raíz
de su dominio o amagado en su uso y goce.
En todo caso, si existen vacíos legales deberán perfeccionarse
los instrumentos jurídicos para encarar este tipo de problemas,
que normalmente hasta la fecha han sido resueltos a través de las
modificaciones de los planes reguladores comunales o interco-
munales, con la intervención no sólo del municipio sino además
del gobierno regional.
En este sentido, el caso del “Chinchorro” ha constituido un
problema bastante atípico y que mueve a reflexionar sobre esta
materia y sus incidencias legales en las atribuciones y facultades
de los municipios, que es lo que hemos querido desarrollar con
una visión general de la normativa envuelta al respecto.

2. IMPROCEDENCIA DE APLICAR NORMAS DE PROCEDIMIENTO


CIVIL O PENAL A LOS SUMARIOS INCOADOS A FUNCIONARIOS
MUNICIPALES

Los sumarios que se instruyen en contra de los funcionarios mu-


nicipales se atienen en su substanciación y fallo a las normas
establecidas en la Ley Nº 18.883, sobre Estatuto Administrativo
de los Empleados Municipales. Cuando se trata de destituciones
deben cumplirse determinados requisitos en cuanto a la causal y al
procedimiento (arts. 120, letra c); 123 y 124 de la Ley Nº 18.883).
Todo ello tiende a proteger al empleado en el legítimo ejerci-
cio de su función. Es así que el art. 87 de la ya mencionada Ley
Nº 18.883, perentoriamente dispone que todo funcionario tendrá
derecho a gozar de estabilidad en el empleo. Sin embargo, pue-

193
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

de incurrirse por parte de los funcionarios en faltas graves que


ameriten su destitución, previo sumario; por ejemplo, cuando no
se respeta estrictamente el principio de probidad administrativa
(art. 58, letra g) de la Ley Nº 18.695).
Ahora bien, una vez que el sumario en que se aplica la me-
dida de destitución ha sido debidamente tramitado (art. 124
de la Ley Nº 18.883), sus antecedentes deben ser enviados a la
Contraloría General de la República, a fin de que ese organismo
público registre el decreto que aplicó la sanción, la que surte
efecto una vez notificado el decreto alcaldicio registrado por
la Contraloría General. En el intertanto, si el funcionario ha
continuado desempeñando funciones, tiene derecho a percibir
remuneración conforme a lo prevenido en los dictámenes 10.754,
de 1966, y 1.722, de 1994, del organismo contralor. Cabe advertir,
finalmente, que las medidas de destitución no pueden decretarse
dentro de ciertos plazos contemplados en relación a las elecciones
parlamentarias (art. 156 de la Ley Nº 10.336).
Es del caso que se ha suscitado una controversia sobre las
normas de procedimiento que deben emplearse en esta clase de
sumarios administrativos.
En relación a ello debe tenerse presente la norma del art. 142
de la Ley Nº 18.883, que fue invocada en dicha controversia jurí-
dica. Tal precepto del Estatuto Administrativo de los Empleados
Municipales dispone: “Los vicios de procedimiento no afectarán
la legalidad del decreto que aplique la medida disciplinaria, cuan-
do incidan en trámites que no tengan influencia decisiva en los
resultados del sumario”.
Pues bien, un funcionario de la I. Municipalidad de Iquique,
afectado por la medida de destitución, recurrió de protección
ante la Iltma. Corte de Apelaciones de Iquique, fundándose en el
art. 19, Nos 16, 17 y 24 de la Carta Fundamental, aduciendo que el
sumario administrativo incoado en su contra en caso alguno arro-
jaba pruebas, no obstante que en el propio recurso de protección
reconocía que le había prestado asesoría a un contribuyente en
orden a la obtención de una patente de alcoholes (rol Nº 35.639,
Corte de Apelaciones de Iquique).
Es del caso que la mencionada Corte de Apelaciones acogió
el recurso de protección, fundándose en que no estarían debi-
damente probados los hechos e interpretando a contrario sensu

194
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

el art. 142 de la Ley Nº 18.883. Para tales efectos, los sentencia-


dores discurren en el considerando 7º de su fallo sobre la forma
de apreciar la prueba y otorgarle el respectivo valor, expresando
que la declaración del recurrente en que reconoce haber cobra-
do y percibido dinero con el objeto de efectuar gestiones para
la obtención de una patente de alcoholes no basta por sí sola
para configurar la infracción, a pesar de que el cobro consta en
fotocopia que rola a fojas 104 del sumario administrativo.
Al parecer los sentenciadores, aunque no lo digan expresa-
mente, están aplicando implícitamente las normas de los arts. 108,
110 y 111 del Código de Procedimiento Penal, y así lo entendió
nuestro máximo tribunal.
Apelado este fallo por el señor Alcalde de Iquique, la Excma.
Corte Suprema conoció este caso (ingreso 723-98), y por sentencia
de 8 de abril de 1998 revocó la sentencia apelada, fundándose en
que “1) Que el Estatuto Administrativo para Funcionarios Muni-
cipales no señala los medios de prueba que pueden emplearse
en el procedimiento destinado a establecer responsabilidades
disciplinarias, como tampoco la valorización probatoria que a
cada uno de ellos corresponde, a diferencia de lo que ocurre en
materias civiles o penales. Es por ello que el Fiscal del sumario
administrativo debe recibir las pruebas que le ofrece el sumariado
o decretar de oficio las que considere necesarias para el éxito de
la investigación y su valorización la efectuará en conciencia. 2º)
Que en consecuencia, al valorizarse la confesión prestada por el
recurrente en el sumario administrativo incoado en su contra en
la forma que allí se hizo, y tener por probada su responsabilidad
funcionaria, no se ha incurrido en ilegalidad ni arbitrariedad
alguna, por lo que la presente acción constitucional deberá ser
rechazada” (Castañeda contra alcalde de Iquique, ingreso 723-
98, Corte Suprema).
De esta forma nuestro más alto tribunal, al revocar el fallo de
la Corte de Apelaciones de Iquique restablece la recta doctrina, ya
que en el Estatuto Administrativo de los Empleados Municipales
–Ley Nº 18.883− no existen normas que se remitan a los Códigos
de Procedimiento Civil o Penal, en cuanto a valorización de la
prueba y, por el contrario, dicho cuerpo legal faculta para apreciar
en conciencia la valorización de la prueba.

195
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

3. JURISPRUDENCIA ACERCA DE QUE NO CORRESPONDE


RECLAMAR EN CONTRA DE COMUNICACIONES MUNICIPALES
QUE CARECEN DE CARÁCTER RESOLUTIVO49

Santiago, veinte de septiembre del año dos mil uno.


Vistos.
En estos autos rol Nº 3.695-00, la parte reclamante dedujo re-
curso de casación en el fondo respecto de la sentencia dictada por
la Corte de Apelaciones de Concepción, que rechazó el reclamo
de ilegalidad deducido por la Empresa de Obras y Montajes Ovalle
Moore Ltda. en contra del Ord. Nº 369 de la I. Municipalidad de
Laja, de fecha 28 de mayo de 1997.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1) Que el recurso reclama la vulneración de las normas conte-
nidas en los actuales arts. 12 y 140 de la Ley Nº 18.695, Orgánica
Constitucional de Municipalidades, que hacen procedente el
reclamo de ilegalidad en contra de resoluciones u omisiones del
alcalde o de sus funcionarios, disposiciones que relaciona con las
reglas de interpretación contenidas en los arts. 19 y 22 del Código
Civil. Expresa que el art. 140 del texto indicado permite a parti-
culares agraviados por toda resolución u omisión del alcalde o
de otros funcionarios, que estimen ilegales, entablar el reclamo
de ilegalidad y en la especie, a través del Ordinario Nº 369, ya
individualizado, el señor alcalde de la I. Municipalidad de Laja le
requirió el pago de derechos municipales por concepto de permiso
de extracción de arena, ascendentes a la suma de $10.938.642,
haciéndosele dicha imposición luego de haber considerado varios
antecedentes;
2) Que, a continuación, el recurso añade que se está en presen-
cia de una resolución alcaldicia adoptada tras haberse ponderado
alegaciones esgrimidas con antelación ante el alcalde, respecto
de la procedencia del cobro. Afirma que el entendimiento del
tribunal recurrido discurre sobre la base de una interpretación de

49
Doctrina establecida por la Excma. Corte Suprema en fallo de 20 de sep-
tiembre del año 2001.

196
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

los arts. 140 y 12 de la ley señalada, incompatible con el adecuado


sentido y alcance que ellas tienen.
Afirma que según el art. 12 de la Ley Nº 18.695, de entre
las diversas resoluciones que emanan de las municipalidades,
los decretos alcaldicios serán aquellas resoluciones que versen
sobre casos particulares y al examinar las restantes disposiciones
de dicha ley, se constata que no se ha establecido ninguna otra
exigencia sustantiva o de carácter formal para estar frente a este
tipo de resoluciones;
3) Que el recurso, luego, insiste en la calidad de resolución
relativa a un caso particular del Ordinario reclamado, que satisface
la única exigencia prevista por el legislador en el ya señalado art. 12,
para configurar un decreto alcaldicio pese a no estar autorizado
por el secretario municipal correspondiente, manifestando que
no le parece razonable imponer a los particulares la carga de velar
por la observancia de las formalidades de que la ley ha revestido
los actos de los órganos públicos y mucho menos, derivar de una
omisión como la indicada, consecuencias perniciosas para los
ciudadanos;
4) Que el recurrente aborda enseguida la infracción de los
arts. 19 y 22 del Código Civil que denuncia, explicando que tales
disposiciones obligan a no desatender el tenor literal de la ley
cuando su sentido es claro y a guardar en la interpretación de un
precepto legal la debida correspondencia y armonía con el con-
texto de la ley de que tal precepto forma parte y en la especie, a su
juicio, el alcance dado por el fallo a la expresión “resolución” que
utiliza el art. 140 de la Ley Nº 18.695 no se condice con el sentido
en que el legislador empleó tal vocablo al tratar del reclamo de
ilegalidad, que en su parecer, ha sido empleada en un sentido
amplio, comprensivo de toda actuación emanada del alcalde o
de otros funcionarios municipales que conllevan agravio para el
particular que entabla el recurso;
5) Que, finalmente, el recurso sostiene que al cometerse
error de derecho, en cuanto se han infringido normas de la
Ley Nº 18.695 relativas a la procedencia del reclamo de ilegali-
dad contra actuaciones ilegales de las municipalidades y se han
infringido normas interpretativas, dando lugar a una inteligencia
de aquéllas, que desvirtúan su correcto sentido y alcance, que

197
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

lleva a una restricción no prevista por el legislador en cuanto a


la procedencia de este medio de impugnación de la ilegalidad
de tales actos;
6) Que efectivamente, el actual art. 12 de la Ley Nº 18.695,
cuyo texto refundido se encuentra fijado por el DFL Nº 2/19.602,
prescribe que las resoluciones que adopten las municipalidades
se denominan ordenanzas, reglamentos municipales, decretos
alcaldicios o instrucciones, definiendo la materia propia de cada
una de ellas, y que corresponde, según lo debatido en autos, de-
nominar decretos alcaldicios a las resoluciones que versen sobre
casos particulares;
7) Que cabe consignar, asimismo, que el art. 140 de la ley
antes indicada consagra el denominado reclamo o recurso de
ilegalidad, estableciendo el mismo precepto su procedimiento,
siendo así que su letra a) dispone que cualquier particular podrá
reclamar ante el alcalde contra sus resoluciones u omisiones o las
de sus funcionarios que estime ilegales, cuando afecten el interés
general de la comuna y la letra b) dispone que el mismo reclamo
podrán entablar ante el alcalde los particulares agraviados por
toda resolución u omisión de éste o de otros funcionarios que
estimen ilegales. Posteriormente, se establece el procedimiento
que debe seguirse ante la Corte de Apelaciones respectiva;
8) Que, sentado lo anterior, corresponde dilucidar cuál es
la naturaleza jurídica del Ordinario reclamado, a la luz de las
disposiciones mencionadas. Del examen del documento, resulta
que se trata de una comunicación dirigida por el señor alcalde
de la Comuna de Laja al ingeniero administrador de la empresa
reclamante Ovalle Moore S.A. y que tiene como antecedente una
carta previa de éste, de fecha 10 de mayo de 1996. Por medio de
ella se informa al personero de la empresa que se individualiza,
que los derechos municipales se cobran en base a lo establecido
en la ordenanza municipal vigente y su monto no puede ser
modificado, para identificar finalmente que Ovalle Moore S.A.
debe cancelar tales derechos por la extracción de arena. En el
acápite final se le notifica que debe cancelar los referidos dere-
chos, que ascienden a la cantidad de 9.196 M3 y que la UTM del
mes de mayo es de $ 23.790, que equivale al cobro de derechos
municipales por la suma de $ 10.938.642 con un plazo hasta el 10

198
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

de junio de 1997, bajo apercibimiento de traspasarlos al Juzgado


de Policía Local;
9) Que, entonces, el acto del cual se reclama no es sino un
simple comunicado o comunicación, denominado Ordinario, por
el cual el alcalde da respuesta a una carta anterior del recurrente
que versa sobre el pago de derechos municipales por concepto de
extracción de arena y mediante la cual, además, se le notifica del
plazo de que dispone, estableciendo como apercibimiento pasar los
antecedentes al Juzgado de Policía Local. Se trata, en consecuen-
cia, de un acto que no cabe dentro de los que contiene el art. 12
de la Ley de Municipalidades, cuyo común denominador es que
resuelven alguna situación, con carácter de obligatoriedad, según
se desprende de dicha norma y de su relación con la letra b) del
art. 140 del mismo texto, que exige que haya agravio e ilegalidad.
El mencionado Ordinario, como ya se consignó, sólo notifica de
una obligación, señalando un plazo, con un apercibimiento ab-
solutamente legal, cual es el de pasar los antecedentes al Juzgado
de Policía Local, proceder que no merece ningún reproche de
ilegalidad, sino por el contrario, se trata de un acto totalmente
apegado a la ley y, además, inocuo, pues no daña los intereses de
la Empresa recurrente, ni los pone siquiera en riesgo, ya que ésta
tendrá la opción de enfrentar la materia de fondo, esto es, el cobro
que se pretende, ante los tribunales de justicia, que constituyen la
vía correcta para discutir dicha materia. Debe, entonces, esperar
que el asunto pase a sede jurisdiccional para alegar las situaciones
de hecho –cantidad de arena extraída y monto a cancelar por
concepto de derechos municipales– y el derecho que crea asistirle,
pues en el presente proceso ello no cabe;
10) Que, de este modo, el recurrente equivocó la acción, pues
debió esperar el juicio que se le anunciaba que se podría iniciar,
para efectuar su defensa, de lo que se desprende que lo resuelto
por los jueces del fondo ha sido lo correcto, al concluir del modo
como se consigna en los motivos 5º y 6º, careciendo entonces de
fundamento el recurso de casación presentado, al no existir la
vulneración de las normas que dio por infringidas. De lo anterior
se sigue que el referido recurso debe ser rechazado.
De conformidad, asimismo, con lo que disponen los arts. 764,
767 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se declara que se

199
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

rechaza el recurso de casación en el fondo deducido en lo principal


de la presentación de fojas 244, contra la sentencia de veintidós
de agosto del año dos mil escrita a fojas 240.
Regístrese y devuélvase, con sus agregados.
Redacción a cargo del abogado integrante señor José Fernán-
dez Richard.
Rol Nº 3.695-2000.

4. PROBLEMAS SUSCITADOS EN TORNO A UN LLAMADO


DE LICITACIÓN PÚBLICA. NORMAS QUE DEBEN RESPETARSE

En el recurso de protección, rol Nº 818-97, que conoció la Tercera


Sala de la Excma. Corte Suprema, y en el cual por sentencia de
fecha 6 de mayo de 1997 se acogió el recurso, se sentaron impor-
tantes principios en relación al llamado a licitación pública.
Los municipios, en conformidad a lo dispuesto en su Ley
Orgánica Constitucional, Ley Nº 18.695, son los encargados de
administrar los bienes municipales y nacionales de uso público
existentes en la comuna (art. 5º) y dentro de las atribuciones
conferidas al alcalde en el art. 53, letra f) está la de “administrar
los bienes municipales y nacionales de uso público de la comuna
que correspondan en conformidad a esta ley” y tratándose de
concesiones el alcalde podrá otorgarlas con acuerdo del con-
cejo municipal, según lo prevenido en el art. 65, letra i) de la
Ley Nº 18.695, que dispone: “El alcalde requerirá el acuerdo del
concejo para: i) otorgar concesiones municipales, renovarlas y
ponerles término”.
Ahora bien, las antedichas normas legales deben relacionarse
con lo prevenido en el art. 6º, incisos 3º y 4º de la Ley Nº 18.695,
que preceptúan:
“De igual modo, podrán otorgar concesiones para la presen-
tación de determinados servicios municipales o para la adminis-
tración de establecimientos o bienes específicos que posean o
tengan a cualquier título” y “la celebración de los contratos y el
otorgamiento de las concesiones a que aluden los incisos prece-
dentes se hará previa licitación pública, en el caso de que el monto
de los contratos o el valor de los bienes involucrados exceda de
doscientas UTM o, tratándose de concesiones, si el total de los
derechos o prestaciones que deba ganar el concesionario sea

200
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

superior a cien UTM”; cabe agregar que en el inciso 2º de este


mismo art. 8º, el legislador expresó “asimismo, a fin de atender
las necesidades de la comunidad local, las municipalidades po-
drán celebrar contratos que impliquen la ejecución de acciones
determinadas”, inciso que también es comprendido dentro de
la norma general de llamar a licitación pública cuando el monto
de los contratos o el valor de los bienes involucrados excedan de
un determinado monto –doscientas UTM− o bien tratándose de
concesiones exceda el total del derecho o prestaciones que deba
pagar el concesionario a cien UTM.
Es así que cuando las municipalidades llaman a licitación para
otorgar concesiones que excedan cierto monto, ya sea en relación
al valor de los bienes involucrados o de sus prestaciones y pago
de derechos, llaman a licitaciones públicas, y éstas se realizan
mediante la preparación previa de bases, a las cuales deben ajus-
tarse los oferentes, cuyas proposiciones son abiertas en un mismo
acto público y evaluadas posteriormente, para ser escogida la más
conveniente a los intereses municipales y, como es obvio, lo que
se traduce finalmente en el otorgamiento de la concesión por el
alcalde con el acuerdo del concejo municipal.
Es del caso que al elaborar y aprobar las bases el municipio
debe forzosamente ceñirse a las mismas, ya que es la propia au-
toridad la que regla y regula su atribución, y que se concreta al
llamamiento público, conforme a estas bases preestablecidas. Es
la única interpretación que debe dársele a este punto, ya que si
las bases no obligaran a la autoridad que las elaboró, y conforme
a las cuales llamó a los posibles oferentes, no tendría sentido
alguno que ellas se elaboraran, y se caería en toda suerte de ar-
bitrariedades o imprecisiones.
Es así que al aprobarse las bases y al ser éstas aceptadas por
los oferentes se crea un vínculo jurídico sui géneris, que es esen-
cial en todo el proceso licitatorio y que podríamos visualizar en
las siguientes etapas: a) Preparación y aprobación de las bases;
b) Llamado a la licitación pública; c) Apertura de las propuestas
que se conformen a las bases; d) Evaluación de las propuestas u
ofertas; e) Resolución de la autoridad que termina con la adjudi-
cación, por parte del alcalde con acuerdo del concejo municipal,
de la correspondiente concesión al oferente cuya propuesta sea
más conveniente a los intereses municipales.

201
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

En el fallo de la 3ª Sala de la Excma. Corte Suprema (Sala


Constitucional), se abordaron aspectos de bastante interés al
respecto.
A. La autoridad municipal debe ceñirse estrictamente a las bases,
tal como deben hacerlo los proponentes
En efecto, en el caso de que se trata las bases habían exigido una
declaración firmada del proponente ante notario, aceptando las
bases de la licitación. Se discutía si era o no similar que se acom-
pañara un documento en el cual la firma apareciera simplemente
autorizada ante notario.
La Corte Suprema, en el considerando 8º de su fallo, expresó
lo siguiente:
“Que, especial análisis merecen los puntos que en segundo
y cuarto lugar dice haber considerado la comisión para evaluar
las propuestas, estos es, el tenor del art. 401, Nº 10 del Código
Orgánico de Tribunales y los certificados notariales a que alude,
así, el precepto citado estatuye que son funciones de los notarios
‘autorizar las firmas que se estampen en documentos privados,
sea en su presencia o cuya autenticidad conste’ y el vocablo au-
torizar, en la acepción aplicable en la especie, significa ‘dar fe el
escribano o notario en un documento’; esto es, dar fe acerca de la
firma del suscriptor, para lo cual dicho ministro de fe lo efectúa o
por haberse rubricado el documento en su presencia o porque la
autenticidad de la firma le consta. De estas dos formas, las bases
eligieron la más estricta: “Declaración firmada del proponente
ante notario”, añadiéndose que “este es un documento esencial
de la propuesta y en el caso de un consorcio debe ser firmado
por todos los integrantes de él”. A continuación, en este mismo
considerando los falladores hacen suyas las expresiones contenidas
en un informe en el cual se expresó:
“No puede el agente público que interviene en algún momento
del proceso de contratación abstenerse de aplicar estrictamente
las normas que rigen el proceso y hacer efectivas las consecuen-
cias que deben tener las conductas tipificadas en el reglamento
de llamamiento”. Agregándose que “si la municipalidad exigió
que el oferente suscribiera su declaración ante notario y que el
testimonio de esta actuación era un requisito esencial para que

202
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

la oferta fuera considerada, el oferente debió haber cumplido


con ello”.
De tal forma, la Corte Suprema concluye en el considerando 9º
del referido fallo: “Que por ende, la comisión de propuestas no
podía dar por cumplido tal requisito de las bases por el hecho
de que se dijera en los documentos que la firma en la oferta fue
autorizada por un notario, como tampoco, se debió adjudicar las
propuestas en la forma en que se hizo”.
En conclusión, sobre este punto el más alto tribunal reafirma
una vez más el principio de que los funcionarios municipales o
la autoridad municipal deben ceñirse estrictamente a las normas
que rigen el proceso de licitación y que fueron elaboradas por
ella misma y aceptadas libremente por los proponentes que con-
currieron a la licitación.
B. Improcedencia de adicionar documentos con posterioridad
a la apertura de las propuestas
En el caso de que se trata, las empresas que incurrieron en la
omisión formal de acompañar documentos firmados en presencia
de notario aceptando las bases y con posterioridad a la apertura
de las propuestas, esto es, varios días después, acompañaron do-
cumentos adicionales en que el notario respectivo certificaba que
los documentos cuyas firmas fueron autorizadas por él habían
sido firmados en su presencia, a pesar de que en los documentos
primitivos no se dejaba constancia de tal circunstancia.
La Excma. Corte Suprema reprocha tal proceder en su con-
siderando 10º, expresando textualmente: “La comisión los pon-
deró permitiendo con ello que se adicionaran instrumentos,
discriminando entre los demás oferentes y rompiendo la igual-
dad que debe existir para todos los proponentes” y consecuente
con este razonamiento, en el considerando 11º, que pasa a ser
decisorio, concluye: “11º Que, en consecuencia, las actuaciones
de los recurridos han sido ilegales y arbitrarias, vulnerándose
las garantías constitucionales de los Nos 2 y 22 del art. 19 de la
Constitución Política de la República, respecto del recurrente”,
esto es, la igualdad ante la ley –art. 19, Nº 2 de la Constitución
Política–, y la no discriminación arbitraria en el trato que deben
dar el Estado y sus organismos en materia económica (art. 19,
Nº 22 de la Carta Fundamental).

203
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

En consecuencia, respecto a este punto la Corte Suprema con-


sagra el sano principio de que una vez cumplida la etapa de pre-
sentación de las ofertas y de su apertura en un acto público, no es
lícito admitir documentos adicionales a algunos proponentes, ya
que por un lado se vulneran las bases y por el otro se les otorgan
ventajas a unos proponentes en desmedro de otros, lo que violenta
la garantía constitucional que consagra la igualdad ante la ley.
En suma, el fallo referido reafirma rectos principios basados en
normas legales y de justa aplicación, en orden a que: 1) La autoridad
pública debe ceñirse estrictamente en el proceso licitatorio a las
bases que ella misma elaboró y que fueron aceptadas libremente
por los proponentes; actuar en sentido contrario es ilegal y arbi-
trario; 2) Que una vez efectuada la apertura pública de las ofertas
o propuestas y cerrado este capítulo del proceso licitatorio, no es
lícito aceptarle a alguno o algunos de los proponentes que adicione
sus ofertas en cualquier sentido en desmedro de los demás, ya que
ello atenta contra el principio de igualdad ante la ley.
El cumplimiento de estas sencillas normas por parte de los
entes municipales evitará conflictos y problemas que terminan
en litigios con el consiguiente perjuicio para los propios intereses
municipales, ya que se supone que las concesiones cumplen una
finalidad de bien público, las que al dilatarse en su otorgamiento
terminan afectando a la comunidad, por cuyos intereses debe
velar primordialmente el municipio.

5. COMENTARIOS A UN FALLO DE LA 3ª SALA DE LA CORTE


SUPREMA RADICADO EN MATERIA MUNICIPAL
El art. 140 de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades,
Ley Nº 18.695, cuyo texto refundido aparece publicado en el
Diario Oficial de 11 de enero de 2000, preceptúa que cualquier
particular podrá reclamar ante el alcalde contra sus resoluciones
u omisiones o las de sus funcionarios que estime ilegales, cuando
éstas afecten el interés general de la comuna, concediendo igual
acción a los particulares agraviados por toda resolución u omisión
del alcalde o de otros funcionarios, que estimen ilegales.
Se ha creído por algunos, interpretando las normas de los
arts. 12 y 140 de la Ley Nº 18.695, que el legislador habría em-
pleado la frase “las resoluciones” en un sentido amplio y genérico,

204
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

esto es, comprensivo de toda actuación emanada del alcalde o


de otros funcionarios, incluso comunicaciones, que conlleven
agravio para el particular que entable el recurso, ya que la ley
mencionada, tratándose de actuaciones municipales frente a
particulares, no habría establecido exigencias sustantivas o de
carácter formal al respecto.
Es decir, según esta tesis no sólo las ordenanzas, reglamentos
municipales, decretos alcaldicios e instrucciones podrían ser objeto
de reclamo de ilegalidad, sino cualquier otro acto administrati-
vo que ocasione agravio a un particular, como por ejemplo una
comunicación contenida en un oficio ordinario dirigido por el
alcalde de una comuna a un particular.
Por otra parte se ha sostenido que el término “resoluciones”
debe tomarse en un sentido estricto, y que en consecuencia no
pueden estas actuaciones ser otras que las que señala el art. 12
de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, esto es,
ordenanzas, reglamentos municipales, decretos alcaldicios o ins-
trucciones.
De tal forma, sólo podrían ser objeto de reclamo de ilegalidad
las ordenanzas que están constituidas por normas generales y obli-
gatorias aplicables a la comunidad; los reglamentos municipales
que consisten en normas generales obligatorias y permanentes
relativas a materias de orden interno de la municipalidad; los
decretos alcaldicios, que son resoluciones que versan sobre casos
particulares y finalmente las instrucciones, que son directivas
impartidas a los subalternos.
De acuerdo pues a esta posición, quedaría fuera del recla-
mo de ilegalidad del art. 140 de la Ley Nº 18.695 cualquier acto
municipal que no revista las características de las resoluciones
contempladas en el art. 12 del mencionado cuerpo legal.
La discusión tiene importancia teórica y práctica, ya que según
la conclusión a que se arribe podrá sostenerse la procedencia o
improcedencia de los reclamos de ilegalidad en diversos casos
específicos, en que las actuaciones municipales, no quedan en-
cuadradas dentro de la clasificación del art. 12 de la Ley Orgánica
Constitucional de Municipalidades.
Esta materia ha llegado incluso a ventilarse en los tribunales
de justicia, existiendo ya un pronunciamiento de la Excma. Corte
Suprema, como veremos más adelante.

205
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Ahora bien, de conformidad a lo dispuesto en el art. 20 del


Código Civil, las palabras de la ley se entenderán en su sentido
natural y obvio, según el uso general de las mismas palabras; pero
cuando el legislador las haya definido expresamente para ciertas
materias, se le dará en éstas su significado legal.
El art. 12 de la Ley Nº 18.695 no ha definido la palabra “re-
solución” en materia municipal sino que se ha limitado a clasifi-
carlas, de modo que para determinar su sentido natural y obvio
deberemos recurrir al léxico.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Es-
pañola, “resolución” es “acción y efecto de resolver”, y a su vez,
“resolver” es en su primera acepción, “tomar determinación fija
y decisiva”.
Con lo mencionado anteriormente, estimamos que los dos
extremos de la discusión reseñada pueden ser erróneos, ya que
para calificar la procedencia del acto administrativo que ocasiona
agravio no hay que atenerse a la formalidad que él revista, sino
a su contenido intrínseco, esto es, si tiene carácter resolutivo; en
buenas cuentas, si en él se está tomando una determinación fija
y decisiva, al decir del léxico.
En este orden de ideas, no resulta legítimo negar la proce-
dencia del reclamo de ilegalidad por la sola circunstancia que la
determinación edilicia no revista la forma de un decreto alcal-
dicio, o tratándose de la actuación de un funcionario no revista
expresamente la formalidad de una resolución.
Tampoco puede aceptarse el otro extremo, o sea, que proce-
da el reclamo de ilegalidad frente a comunicaciones del alcalde
o de sus funcionarios consistentes en oficios ordinarios, que se
limitan a transcribir o a reafirmar el cumplimiento de exigencias
contenidas en cuerpos legales, ordenanzas o reglamentos, ya que
en este caso no se estaría adoptando ninguna determinación fija
y decisiva, sino que la autoridad se limitaría a dar a conocer al
particular el cumplimiento de una norma ya preestablecida. En
consecuencia, nos parece lógico que el acto que causa el agravio
no es la comunicación en sí, que nada resuelve, sino la ordenan-
za, reglamento o decreto en el cual se incurrió en la supuesta
ilegalidad que afecta al particular.
De aceptarse que simples comunicaciones dieran pie para
intentar un reclamo de ilegalidad, no sólo se vulneraría el texto

206
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

expreso del art. 140 de la Ley Nº 18.695, sino que además se le


estaría franqueando al particular un nuevo plazo para deducir
el reclamo, el que debe interponerse dentro del plazo fatal de
treinta días a partir del que tomó conocimiento del acto impug-
nado, plazo que empieza a correr desde la fecha de publicación
o desde el requerimiento, tratándose de las omisiones, y desde la
notificación administrativa cuando se refiere a resoluciones que
afectan a particulares.
La Excma. Corte Suprema, conociendo de un recurso de casación
de fondo a través de su 3ª Sala (Sala Constitucional), por sentencia
de fecha 20 de septiembre del 2001 estimó que la Iltma. Corte de
Apelaciones de Concepción no había vulnerado norma legal algu-
na al rechazar el reclamo de ilegalidad deducido por una empresa
constructora en contra de un oficio ordinario del señor alcalde de
la I. Municipalidad de Laja, que se había limitado a señalar al contri-
buyente el monto de los derechos municipales que le correspondía
pagar por concepto de permiso de extracción de arena, de acuerdo
a lo preceptuado en la ordenanza respectiva (reclamo de ilegalidad
contra I. Municipalidad de Laja, rol 3.695-2000).
El máximo tribunal discurrió, para rechazar el recurso de
casación de fondo, en orden a que el reclamo de ilegalidad no
se había dirigido en contra de un acto de los señalados en el
art. 12 de la Ley Nº 18.695, “cuyo común denominador es que
resuelven alguna situación, con carácter de obligatoriedad según
se desprende de dicha norma y de su relación con la letra b) del
art. 140 del mismo texto –se refiere a la Ley Orgánica Constitucio-
nal de Municipalidades– que exige que haya agravio e ilegalidad”
(considerando 9º del mencionado fallo, 3 de septiembre de 2001,
rol 3.695-00, Corte Suprema, Empresa de Obras y Montaje contra
I. Municipalidad de Laja).
La Excma. Corte Suprema, al desechar el recurso de casación de
fondo en contra de la sentencia de la Iltma. Corte de Apelaciones de
Concepción, que a su vez había rechazado el reclamo de ilegalidad
en contra de la I. Municipalidad de Laja, ha establecido la correcta
doctrina y la cabal aplicación del art. 140 de la Ley Nº 18.695 en
relación a lo dispuesto en el art. 12 del mismo cuerpo legal.
En efecto, se ha advertido últimamente, dado el alcance y ex-
tensión de las atribuciones con que han sido dotados los munici-
pios, que han proliferado los reclamos de ilegalidad y recursos de

207
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

protección en contra de los entes edilicios, pretendiéndose hacer


un uso extensivo y abusivo de los recursos legales, y concretamente
del reclamo que consagra el art. 140 de la Ley Nº 18.695, cuyo
objetivo es velar por la legalidad de las resoluciones municipales,
pero en modo alguno restringir el rodaje normal, administrativo
y cotidiano de las municipalidades.
La Excma. Corte Suprema, a través del referido fallo de su
Sala Constitucional (3ª Sala), ha señalado claramente la órbita
de aplicación del reclamo de ilegalidad que consagra el art. 140
de la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, lo que
esperamos que propenderá en el futuro a que se haga un uso le-
gítimo y correcto de este importante mecanismo o procedimiento
contencioso administrativo que el legislador ha establecido para
cautelar que el quehacer municipal se encuadre dentro del marco
de la ley y proteger los intereses tanto generales de la comunidad
como de los particulares cuando han sido agraviados por reso-
luciones que desbordan o contrarían el ordenamiento jurídico,
pero que no ha sido contemplado para restringir el legítimo uso
de las atribuciones municipales.

6. USO DEL DERECHO DE OPCIÓN QUE HACE UN MUNICIPIO


AL ADJUDICAR UNA PROPUESTA NO VULNERA LA GARANTÍA
CONSTITUCIONAL CONTEMPLADA EN EL Nº 22
DEL ARTÍCULO 19 DE LA C ARTA F UNDAMENTAL

Es frecuente y de común ocurrencia que cuando los municipios


llaman a licitación, ya sea para adjudicar una concesión u otro
tipo de propuesta, se establezca en las bases respectivas la facul-
tad de la municipalidad de rechazar una o todas las propuestas
e incluso declarar desierta la licitación.
Esta decisión normalmente la adopta el alcalde de acuerdo
con el concejo municipal, atendido lo dispuesto en los arts. 32, 56
y 58 letra i) de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Mu-
nicipalidades, cuyo texto definitivo fuera fijado por el DS Nº 662,
publicado en el Diario Oficial de 11 de enero de 2000.
Si bien los municipios pueden establecer en las bases de la
licitación esta cláusula ya comentada, conforme a sus facultades
y atribuciones, no lo es menos que la decisión que adopten al
respecto no puede estar desprovista de fundamentaciones, ya

208
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

que si tal cosa ocurre se podría incurrir en un acto arbitrario,


susceptible de ser atacado a través del recurso de protección que
contempla el art. 20 de nuestra Carta Fundamental.
Es así que estableciéndose las fundamentaciones correspon-
dientes, el municipio puede libremente hacer uso del derecho
de opción que él mismo ha fijado en las bases de licitación las
que, obviamente, han sido aceptadas por los proponentes. De esta
forma, el municipio podrá escoger cualquiera de las propuestas o
declarar desierta la licitación, según lo estimare más conveniente
para los intereses municipales, dejándose constancia del porqué
se adopta tal o cual determinación, según corresponda. Es del
caso señalar que no siempre la oferta más alta es la más conve-
niente para el municipio, como vulgarmente se cree, ya que en la
decisión edilicia pueden influir otros factores como las garantías,
la solvencia y antecedentes del proponente, etc.
Ahora bien, concretamente en una licitación a que llamó la
I. Municipalidad de San Carlos para dar en concesión la piscina
municipal, se plantearon estos tópicos a través de un recurso de
protección que llegó hasta la Excma. Corte Suprema.
La Municipalidad de San Carlos había establecido la cláusula
en orden a reservarse el derecho de rechazar una o todas las
ofertas, o incluso declarar nula la licitación, y en una resolución
fundada otorgó la concesión a un proponente a pesar de que la
comisión técnica había recomendado a otro.
El proponente rechazado interpuso recurso de protección por
estimar que se había atentado contra el orden público económico,
cuya armonía se establece en el art. 19, Nº 22 de la Constitución
Política de la República.
El municipio, al informar, instó por el rechazo del recurso
atendida la cláusula de libre opinión que se había reservado en
las bases de licitación, agregando que si bien es cierto que la
comisión técnica había recomendado adjudicar la concesión al
recurrente, no lo es menos que tal recomendación no compro-
mete en manera alguna la decisión en tal sentido, y no obligaba
ni al concejo ni al alcalde, sobre todo si en las actas del concejo
se dejó expresamente constancia de las razones por las cuales se
adoptaba la determinación de rechazar al oferente propuesto
por la comisión técnica, y adjudicar en cambio la concesión al
otro oferente.

209
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

La Iltma. Corte de Apelaciones de Chillán rechazó el recurso


por estimar que no se habían vulnerado las bases administrativas,
y que con el mérito del acta de sesión ordinaria quedaba claro que
se trataba de una fundamentación razonada y que, por tanto, no
contrariaba en modo alguno la garantía constitucional contemplada
en el número 22 del art. 19 de la Carta Fundamental, toda vez que
no ha existido discriminación arbitraria de la I. Municipalidad de
San Carlos en la adjudicación de la propuesta en referencia, no
constituyendo discriminación arbitraria la resolución del alcalde
y del concejo municipal de San Carlos el hacer uso del derecho
de opción que las mismas establecieron.
Apelada que fue esta sentencia la Excma. Corte Suprema,
a través de un fallo de su Tercera Sala –Sala Constitucional–, la
confirmó en todas sus partes50 con fecha 7 de julio de 1997.
De este modo se establece una vez más la recta doctrina, en
orden a que el uso del derecho de opción que hace un municipio
al adjudicar una propuesta no vulnera la garantía constitucional
contemplada en el número 22 del art. 19 de la Carta Funda-
mental, en la medida que tal decisión no sea arbitraria, sino que
corresponda a una reserva que en tal sentido se ha efectuado en
las bases y a una fundamentación razonada sobre el porqué de
la determinación edilicia.

7. SOBRE RESPONSABILIDAD DE LAS MUNICIPALIDADES POR FALTA


DE SERVICIOS

La Ley Orgánica de Municipalidades, cuyo texto fuera fijado por


la Ley Nº 18.695, consagró en su art. 141 la responsabilidad extra-
contractual de las municipalidades en forma expresa, al disponer
que procederá principalmente para indemnizar los perjuicios por
los daños que ocasionen por falta de servicios.
Ya sabemos que esta misma ley encarga a los municipios no
solamente determinados servicios (art. 5º), sino que además la
administración, en general, de los bienes nacionales de uso pú-
blico existentes en sus comunas.
Una aplicación práctica de estos principios podemos verla
reflejada en un fallo de la Excma. Corte Suprema, en el cual

50
Reclamo de ilegalidad contra la I. Municipalidad de San Carlos.

210
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

estableció la responsabilidad de carácter objetivo de las munici-


palidades por los daños que se causen en las personas con motivo
de caídas en excavaciones existentes en la comuna.
Esta jurisprudencia emana del fallo de fecha 24 de marzo de
1981, dictado por la Excma. Corte Suprema en los autos caratulados
“Tirado Z., María con I. Municipalidad de La Reina y Otro”, en
el que se estableció la referida doctrina al amparo de una norma
similar que establecía el art. 62 del Decreto Ley Nº 1.289. 51
Se trata de un caso donde no solamente se condena a la mu-
nicipalidad al pago de los perjuicios materiales sufridos, sino al
pago de los perjuicios morales o daño moral.
La defensa de la Municipalidad de La Reina, al decir del alu-
dido fallo (considerando 3º), había sostenido que dicho muni-
cipio, con los precarios recursos de que disponía, “no estaba en
situación de actuar y no conocía, siquiera, la existencia del hecho
ilícito”, con lo cual se le daba una extensión desmesurada a la
responsabilidad municipal.
La Excma. Corte Suprema rechazó tal defensa, sosteniendo
que el fallo impugnado se había limitado a aplicar el principio de
la responsabilidad objetiva, descartando la responsabilidad por
la culpabilidad y fundándola exclusivamente “en el hecho que
ha provocado el riesgo”.
Este fallo puso de manifiesto la aplicación que puede dársele
a la norma del art. 141 de la Ley Nº 18.695, y no hay duda de que
debe servir también de llamado de alerta para el logro del mejor
funcionamiento de los servicios municipales, de modo que no
ocurran hechos tan lamentables que deriven posteriormente
en daños materiales y morales que con toda justicia deben ser
indemnizados, como en el caso comentado y que fue objeto del
fallo de la Excma. Corte Suprema (similar norma se contenía en
el art. 62 del Decreto Ley Nº 1.289).
Al respecto, agregaremos los siguientes comentarios:
a) Cabe señalar que al tenor de lo dispuesto en el art. 141,
inciso 2º de la Ley Nº 18.695, las municipalidades pueden repetir en
contra del funcionario que hubiere incurrido en falta personal.

51
Recurso de Protección, Manuel Jara contra I. Municipalidad de La Reina.
Ingreso 23-97, Corte Suprema.

211
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

c) Además el art. 174 de la Ley Nº 18.290 –Ley del Tránsito–,


dispone que “la municipalidad respectiva o el Fisco, en su caso,
serán responsables civilmente de los daños que se causaren con
ocasión de un accidente que sea consecuencia del mal estado de
las vías públicas o de su falta o inadecuada señalización”. En este
caso la demanda civil deberá interponerse ante el juez de letras
en lo civil correspondiente y se tramitará de acuerdo a las normas
del juicio sumario.

8. SOBRE CONCEPTO DE DERECHOS MUNICIPALES


FALLO DE LA 3ª SALA DE LA CORTE SUPREMA
Santiago, dos de agosto del año dos mil.
Vistos:
En autos Rol Nº 1.290-2000, la Asociación de Avisadores Ca-
mineros dedujo recurso de casación en el fondo respecto de la
sentencia de la Corte de Apelaciones de San Miguel que rechazó
el reclamo de ilegalidad deducido en contra del Decreto Alcal-
dicio Nº 882 de 23 de diciembre de 1998, dictado por el alcalde
de la Municipalidad de Lo Espejo, el cual aprobó modificar la
Ordenanza sobre Derechos Municipales de la misma municipa-
lidad, Nº 1 de 1991 y en particular contra el Nº 3 que modifica el
art. 15, en el que se establecen valores por concepto de derechos
de propaganda que se realice en la vía pública o que sea vista u
oída desde la misma.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1) Que el recurso estima infringidos los arts. 40, 41 Nº 5 y 42
de la Ley de Rentas Municipales; 10, 56 letra j) y 58 letras c) y
j) de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipali-
dades, y 6, 60 Nº 14, 62 inciso 4º, Nº 1 y 19 Nos 20, 24 y 26 de la
Constitución Política de la República.
En cuanto al primero de dichos preceptos, expresa que su
correcta aplicación importa reconocer que los derechos muni-
cipales son prestaciones que se pagan a los municipios al recibir
un beneficio correlativo. El legislador definió esto último como
una concesión, un permiso o un servicio prestado. Añade que la

212
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

propia ordenanza impugnada reconoce su objeto, ratificando que


los derechos se establecen sólo por los motivos señalados;
2) Que a continuación el recurrente afirma que de los arts. 5º,
6º, 11 letra d) y 32 de la Ley Orgánica de Municipalidades, se
desprende que los derechos municipales sólo corresponden a
una contraprestación, añadiendo que la publicidad de que se
trata mayoritariamente se instala en propiedad privada, en fajas
adyacentes a los caminos públicos de propiedad de particulares
con quienes se celebran arriendos en que no existe concesión ni
permiso del municipio.
Concluye que al no existir contraprestación es incorrecto apli-
car el art. 40 de la Ley de Rentas Municipales y al no estar frente
a un derecho, se trata de un verdadero tributo o impuesto, que
no corresponde al municipio establecer;
3) Que el recurso continúa consignando que el art. 41 Nº 5
de la Ley de Rentas Municipales señala que entre los servicios,
concesiones o permisos por los que el municipio puede cobrar
derechos, están los de propaganda.
Por otro lado, afirma que las ordenanzas deben publicarse
en un diario regional de entre los tres de mayor circulación de
la respectiva comuna en el mes de diciembre del año anterior al
que comenzarán a regir y en este caso la publicación se hizo en
el diario La Nación, que no cumple con el referido requisito;
4) Que los arts. 6º, 19 Nº 29, 60 Nº 14 y 62 inciso 4º Nº 1 de
la Constitución Política de la República, se han vulnerado pues
los tributos sólo pueden establecerse por ley, de iniciativa del
Presidente de la República, por lo que la municipalidad carece de
facultad para hacerlo, y la sentencia incurre en error de derecho
al aceptar la legalidad de una actuación administrativa que vul-
neró el principio de supremacía constitucional y el de legalidad
tributaria o “garantía de reserva de la ley”, que busca proteger el
derecho de propiedad del contribuyente, pues los tributos im-
portan restricciones a tal derecho, protegido en el art. 19 Nº 24
de la Carta Fundamental, según se expresa en el recurso;
5) Que en relación a las normas de la Ley Orgánica de Mu-
nicipalidades dadas por infringidas, se señala en el recurso que
ellas se vulneran porque los sentenciadores dan valor al accionar
municipal, en circunstancias que el alcalde sólo puede dictar

213
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

ordenanzas conforme al art. 58 letra j) para establecer derechos


por los servicios municipales, permisos y concesiones, conforme
a su letra c);
6) Que la vulneración del Nº 24 del art. 19 de la Constitución
Política de la República se produce porque éste señala que sólo la
ley puede establecer las limitaciones y obligaciones que deriven
de su función social y en la especie las limitaciones se han fijado
sólo por una ordenanza local, lo que evidencia la infracción del
texto constitucional, pues la sentencia establece que es posible
regular el derecho de dominio por una ordenanza local según el
art. 10 de la Ley Nº 18.695, continúa denunciando el recurso.
A su vez, se añade que la infracción al art. 19 Nº 24 inciso 2º
de la Constitución Política implica desatender el Nº 26 del mismo
precepto, pues ni siquiera por ley se puede afectar la esencia de
este derecho y en definitiva virtualmente se proscribe una activi-
dad económica lícita;
7) Que también existiría vulneración del art. 19 Nº 20 del
texto constitucional mencionado, obligándolo a dar algo que no
corresponde otorgar y es confiscatorio pues su tasa es irracional
y vulnera la garantía de legalidad;
8) Que al explicar el modo como las infracciones denuncia-
das han influido en lo dispositivo del fallo, el recurso indica que
de no cometerse las infracciones denunciadas y haberles dado
correcta aplicación a los preceptos señalados se debió acoger
el reclamo de ilegalidad, llegando a la conclusión de que la
ordenanza de que se trata, estableció impuestos; que el alcalde
con acuerdo del concejo sólo puede dictar ordenanzas locales
para establecer derechos por servicios municipales, permisos
y concesiones, y que asimismo, los derechos que constituyen
impuestos confiscatorios lesionan el derecho de propiedad,
afectando su esencia;
9) Que el decreto alcaldicio objeto del reclamo de ilegalidad
modificó la ordenanza local sobre derechos municipales de Lo
Espejo y en lo pertinente cambió en el título VII, el art. 15, reem-
plazando los porcentajes a pagar por derechos de propaganda de
los Nos 1 y 2 de ese precepto. La ordenanza indicada fue dictada
el 23 de diciembre de 1991 por el alcalde de la época y se basa
en las facultades entregadas por el art. 6º transitorio y demás

214
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

pertinentes del Decreto Ley Nº 3.063 de 1979, Ley de Rentas


Municipales, y en la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades.
El art. 15 de la ordenanza que se modificó por el decreto al-
caldicio objeto del reclamo, dispone que “toda propaganda que
se realice en la vía pública o que sea vista u oída desde la misma,
pagará los siguientes derechos municipales: ...”, para luego re-
ferirse en sus números 1 y 2, respectivamente, a letreros y otros,
no luminosos y letreros y otros, luminosos. En estos dos casos los
derechos sufren importantes variaciones que implican un alza
de los mismos;
10) Que el art. 11 de la Ley Nº 18.695 establece que el pa-
trimonio de las municipalidades estará constituido por diversos
rubros, signados con las letras a) a la h). En lo que al presente
recurso interesa, en su letra d) ubica “los derechos que cobren
por los servicios que presten y por los permisos y concesiones
que otorguen”; en la letra e) “los ingresos que recauden con
motivo de sus actividades o de las de los establecimientos de su
dependencia”; en la letra f) “los ingresos que recauden por los
tributos que la ley permita aplicar a las autoridades comunales,
dentro del marco que la ley señale...”, para finalmente en la
letra h) mencionar como norma general “los demás ingresos que
les corresponden en virtud de las leyes vigentes”;
11) Que el art. 56 de la ley Nº 18.695 establece las facultades
del alcalde, entre las cuales está la de administrar los recursos
financieros del municipio, de los bienes municipales y nacionales
de uso público.
El art. 58 de la referida ley prescribe las facultades que el al-
calde posee, relativas a las que requieren el acuerdo del concejo,
entre ellos, establecer derechos por los servicios municipales y
por los permisos y concesiones, como asimismo “aplicar, dentro
de los marcos que indique la ley, los tributos que graven activi-
dades o bienes...”;
12) Que de lo que hasta aquí aparece los municipios pueden
cobrar “derechos municipales” y, en lo que a la presente materia
interesa, por los servicios que presten y por los permisos y conce-
siones que otorguen. Todos estos casos conllevan la idea de una
contraprestación que corresponde a la municipalidad.

215
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Lo anterior aparece reforzado por la Ley de Rentas Municipales,


art. 40, que define como derechos municipales las prestaciones
que están obligadas a pagar a las municipalidades las personas
naturales o jurídicas de derecho público o privado, que obtengan
de la administración local una concesión o permiso o que reciban
un servicio de las mismas;
13) Que el art. 41 del Decreto Ley Nº 3.063, sobre Rentas
Municipales, clasifica los servicios, concesiones o permisos por los
cuales están facultadas las municipalidades para cobrar derechos,
los que enumera, en ocho casos.
El Nº 5 se refiere a “derechos de propaganda que se realice en
la vía pública o que sea oída o vista desde la misma”, agregando
que el alcalde decretará una vez al año los valores que regirán
para el año siguiente.
Lo anterior hace necesario precisar el sentido y alcance de
esta disposición para poder llegar a la conclusión de si el fallo
recurrido ha interpretado acertadamente la normativa del caso
y establecer, en consecuencia, si el Decreto Nº 882 se ajusta o no
a la ley, lo que definirá el destino del recurso;
14) Que según se ha expresado, la facultad de cobro se es-
tablece para derechos de propaganda que se realice en la vía
pública o que sea oída o vista desde la misma.
A su vez, por vía pública deben entenderse las calles, caminos
o lugares destinados al tránsito del público;
15) Que, sin embargo, el problema se presenta con aquella
propaganda realizada para ser oída y vista desde la vía pública,
pero que no se encuentra emplazada en ella.
Desde luego, el repaso de los casos consignados por el art. 41
permite advertir que se trata de cobros por ocupaciones de bienes
nacionales de uso público, con la excepción de la extracción de
materiales en pozos lastreros de propiedad particular;
16) Que así esta Corte, después de analizar la normativa antes
consignada, llega a concluir que los municipios pueden cobrar,
en virtud de la facultad de administrar los bienes nacionales de
uso público, sólo en aquellos casos en que la propaganda que
pueda ser vista u oída desde las vías públicas –vías de tránsito
público– se encuentre emplazada en bienes de propiedad fiscal,

216
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

municipal de uso público, ya que de lo contrario no tiene asidero


legal dicho cobro.
En efecto, en la especie se trata de propaganda caminera, esto
es, letreros y avisos emplazados en propiedades particulares de
estas últimas y las respectivas empresas que se promueven de esta
manera, o las empresas de publicidad, no pudiendo los municipios
obtener beneficios de una situación que le es totalmente ajena y
en la cual no les ha cabido ninguna intervención;
17) Que, por la vía de establecer una conclusión diversa o
contraria a la expuesta, se llegaría a permitir la existencia de un
verdadero impuesto o tributo fijado por la vía de una ordenanza
o decreto municipal, contrariándose así el principio de legalidad,
ya que éstos sólo pueden ser fijados por ley. En efecto, ello ocu-
rre al establecerse una tasa sin que la municipalidad entregue el
correspondiente servicio, permiso o concesión, como ocurre con
los derechos municipales que, según se precisó anteriormente,
conllevan siempre una contraprestación;
18) Que la situación producida en la especie es precisamente la
antes indicada, en que, bajo la apariencia de un derecho municipal,
se ha establecido un verdadero impuesto injusto y confiscatorio,
de un monto exagerado, ya que en la práctica implica un aumento
de un cien por ciento (100 %) de los anteriores vigentes;
19) Que por lo anterior, al concluir la sentencia atacada por
esta vía que “el impugnado decreto alcaldicio sólo modificó las
tasas ya fijadas por la ordenanza local de Lo Espejo, aumentándolas
(...), no aparece contrario a las disposiciones legales que rigen
la materia” es errado y violatorio de la normativa anteriormente
analizada e incurre en error de derecho que esta Corte Suprema
debe corregir, pues si bien no es posible en la presente oportu-
nidad pronunciarse sobre la ilegalidad de la Ordenanza Nº 1 del
año 1991 de la I. Municipalidad de Lo Espejo, sí lo es declarar
ilegal el Decreto Alcaldicio Nº 882, por aumentar despropor-
cionadamente las tasas fijadas, habiéndose dictado vulnerando
los preceptos legales indicados en los considerandos noveno al
decimotercero de este fallo;
20) Que por lo anteriormente consignado, el recurso de ca-
sación en el fondo debe prosperar y ser acogido.

217
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

De conformidad, asimismo, con lo que disponen los arts. 764,


767, 785 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el
recurso de casación en el fondo deducido en lo principal de la
presentación de fs. 75 en contra de la sentencia de fs. 67, la que
por consiguiente es nula y se la reemplaza por la que se dicta a
continuación.
Regístrese.
Redacción a cargo del abogado integrante señor José Fernán-
dez Richard.
Rol Nº 1.290-00.
Santiago, dos de agosto del año dos mil.
De conformidad con lo que dispone el art. 785 del Código
de Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reem-
plazo.
Vistos:
Se reproduce la parte expositiva de la sentencia casada, como
asimismo sus motivos 1º al 9º, ambos inclusive.
Y teniendo además presente:
Lo expuesto en los motivos 9º, 10º, 11º, 12º, 13º, 14º, 15º, 16º,
17º, 18º y 19º de la sentencia de casación que antecede, se declara
que se acoge el reclamo de ilegalidad deducido en lo principal
de la presentación de fojas 15, sólo en cuanto se deja sin efecto el
Decreto Alcaldicio Nº 882, de 23 de diciembre de 1998, dictado
por la I. Municipalidad de Lo Espejo.
Regístrese y devuélvase.
Redacción a cargo del abogado integrante señor José Fernán-
dez Richard.
Rol Nº 1.290-2000.

9. R ESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL
DE UNA MUNICIPALIDAD AL PARALIZAR FAENAS SIN PREVIA
RESOLUCIÓN

La Excma. Corte Suprema, al acoger un recurso de casación


deducido en contra de una sentencia de la Iltma. Corte de Con-
cepción, confirmó el fallo del juez de primera instancia, que

218
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

ésta había revocado, y de tal modo al dictarse la sentencia de


reemplazo quedó a firme lo resuelto por el juez a quo en orden
a condenar a un municipio por responsabilidad extracontractual,
(rol Nº 3.205-99, Corte Suprema, Silva y Casagrande Limitada en
contra de la I. Municipalidad de Los Ángeles).
En este fallo de la Primera Sala de la Excma. Corte Suprema,
se sigue la doctrina establecida en una sentencia anterior de esa
misma Sala, dictada en autos ingreso 3.837-98, en que se condenó
igualmente a la I. Municipalidad de Viña del Mar, por responsa-
bilidad extracontractual, a raíz del incendio del Supermercado
Las Brisas de esa ciudad, dejándose constancia en los consideran-
dos segundo y cuarto de la sentencia de reemplazo, del actuar
negligente del ente municipal en relación con la muerte de los
ocupantes de los pisos superiores del inmueble, al no haberse to-
mado las precauciones del caso para evitar que un supermercado
funcionara en tan precarias condiciones, en un local o edificio
destinado además a oficinas y habitaciones.
En el caso del Supermercado Las Brisas se imputaba al mu-
nicipio negligencia al autorizar el funcionamiento de un super-
mercado en condiciones tan riesgosas para los ocupantes de los
pisos superiores de los departamentos y oficinas, que no tenían
vías de acceso independientes en forma tal que pudieran escapar
en caso de un siniestro, hecho que produjo el fallecimiento de
diversas personas.
En la situación que examinamos, la responsabilidad extracon-
tractual del municipio –Los Ángeles– se hace consistir en que la
Dirección de Obras Municipales paralizó obras de remodelación de
una construcción que efectuaba la Sociedad Casagrande Limitada,
en circunstancias que contaba con permiso para ello, agregándose
que tal paralización sólo pudo realizarse por resolución fundada,
lo que en la especie no ocurrió.
La Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalida-
des, expresamente dispone que “las municipalidades incurrirán
en responsabilidad por los daños que causen, la que procederá
principalmente por falta de servicio”, agregándose que los muni-
cipios tendrán derecho a repetir en contra del funcionario que
hubiere incurrido en falta personal.
En la situación en comento, como asimismo en el caso de la
I. Municipalidad de Viña del Mar, los sentenciadores aplicaron

219
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

la responsabilidad extracontractual que le asiste al municipio y


que consiste en “la obligación que pesa sobre una persona de
indemnizar el daño sufrido por otra” (Arturo Alessandri, De la
responsabilidad extracontractual en el Derecho Civil chileno, Imprenta
Universitaria, Santiago, 1943, p. 11) y que puede fundarse en la
ejecución de un hecho –culpa in committendo– o bien en una abs-
tención –culpa in omittendo–. Tratándose de la I. Municipalidad
de Viña del Mar hubo una abstención, un quehacer negligente,
una falta de previsión. En el caso de la I. Municipalidad de Los
Ángeles existió una acción, la ejecución de un hecho, esto es, la
paralización de una obra sin que hubiera mediado una resolución
previa que así lo estableciera.
La responsabilidad civil extracontractual está regida por el
título 35 del Libro IV del Código Civil (arts. 231 a 2334), y es la
que proviene de un hecho o de una omisión que causa daño a
otro y su efecto es precisamente reparar ese daño, dejar indemne
el patrimonio que lo ha sufrido.
En la especie, los tribunales de justicia han aplicado recta-
mente los principios de la responsabilidad contractual, ya que
conforme a los elementos que la configuran, toda persona natu-
ral o jurídica es capaz de delito o cuasidelito civil y, por lo tanto,
los municipios no pueden exonerarse de este tipo de responsa-
bilidad. Igualmente en orden a que las personas jurídicas son
personal y directamente responsables de un delito o cuasidelito,
sea de acción u omisión, y cuando éste ha sido cometido por sus
órganos, esto es, por las personas naturales en quienes reside la
voluntad de la persona jurídica según la ley. En el caso sub lite lo
era la Directora de Obras Municipales subrogante, conforme al
DFL Nº 458, sobre Ley General de Urbanismo y Construcciones
(arts. 8º y 9º), quien paralizó las obras que ejecutaba la Sociedad
Casagrande Limitada por no tener permiso municipal para ello
en circunstancias que se había otorgado, como se deja constancia
en la sentencia de la Corte Suprema.
El fallo de nuestro más alto tribunal deja asimismo de ma-
nifiesto el incumplimiento de una norma legal en el quehacer
municipal, que motivó esta responsabilidad extracontractual, y
ese incumplimiento es el de la norma contenida en el art. 146
de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, según la cual
el Director de Obras Municipales, sólo mediante “resolución

220
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

fundada” podrá ordenar la paralización de una obra en los casos


en que hubiere lugar a ello.
En la especie, la actuación municipal fue doblemente grave,
ya que no se dictó la resolución previa debidamente fundada,
sino que además tampoco se daban los presupuestos legales para
poder dictarla, ya que para hacerlo se requiere que “una obra se
estuviere ejecutando sin el permiso correspondiente ...”, lo que
no sucedía en la especie.
Curiosamente la Municipalidad de Los Ángeles, entre sus ale-
gaciones y defensas, sostuvo que la Directora de Obras subrogante
desconocía el hecho de haberse otorgado el permiso (consideran-
do 4º, fallo de casación). Obviamente esta alegación no pudo ser
tomada en cuenta, ya que es obligación de un funcionario, antes
de tomar una medida tan drástica como la de paralizar una obra,
cerciorarse si se dan los presupuestos para aplicarla, y en este caso
averiguar si se ha otorgado o no el permiso correspondiente.
Como algo anecdótico cabe señalar que en el caso de que se
trata se denunció al Juzgado de Policía Local de Los Ángeles a
Casagrande Limitada por infracción a los arts. 116 y 146 del DFL
Nº 458, siendo ésta absuelta por dicho tribunal, al acreditarse
que efectuaba las obras de remodelación con permiso municipal
(considerando tercero de la sentencia de casación).
De lo anteriormente expuesto cabe colegir que la Corte Su-
prema, en materia de responsabilidad extracontractual, se ha
pronunciado reiteradamente por la tesis de hacerla aplicable a
los municipios, en los casos que ella proceda. Y no podría ser de
otra forma, atendida la disposición contenida en el art. 141 de la
Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades (texto refundido
fijado por el DFL Nº Nº 2/19.602 publicado en el Diario Oficial
de 11 de enero de 2000, en virtud de la facultad conferida por el
art. 1º transitorio de la Ley Nº 19.602).
En efecto, la aludida disposición señala tajantemente que “las
municipalidades incurrirán en responsabilidad por los daños
que causen, haciéndoles de este modo extensivas las normas y
principios que rigen la responsabilidad extracontractual”. La
frase que a continuación sigue en la norma citada y que expresa
“la que procederá principalmente por falta de servicio”, no signi-
fica en modo alguno que se haya restringido la responsabilidad
extracontractual solamente a ese evento. “Principalmente”, de

221
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

acuerdo al léxico y a la definición que da el Diccionario de la


Lengua Española, significa “Primeramente, antes que todo, con
antelación o preferencia”. En buenas cuentas, el legislador quiso
poner de manifiesto que en forma especial procederá la respon-
sabilidad extracontractual del municipio por falta de servicios,
ya que esto constituía antes de la dictación de la norma una
materia discutida, pero ello no significa en ningún caso y bajo
ningún respecto que la responsabilidad extracontractual de las
municipalidades deba circunscribirse exclusivamente a los daños
que ocasionen por falta de servicios, ya que el legislador estable-
ció una norma genérica al decir “las municipalidades incurrirán
en responsabilidad por los daños que causen”, y de acuerdo al
conocido aforismo jurídico “donde la ley no distingue no le es
lícito al hombre distinguir”, cabe concluir que al no haberse
efectuado un distingo en la ley, los municipios deberán responder
por todos los daños que ocasionen, sea provenientes de falta de
servicios o no, y todo ello naturalmente encuadrado dentro de las
normas que nuestro ordenamiento jurídico prevé para regular la
responsabilidad extracontractual y que se encuentran contenidas
en el Código Civil, especialmente en sus arts. 2314 y siguientes
del título 35 del Libro IV.
También es digno de destacarse que este fallo que hemos
someramente analizado, refuerza la aplicación del principio de
la legalidad en el quehacer municipal, que arranca en su raíz de
normas constitucionales, como es la de los arts. 6º y 7º de la Carta
Fundamental, en orden a que los órganos del Estado deben some-
ter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a
ella y que deben actuar válidamente previa investidura regular de
sus integrantes dentro de su competencia y en la forma prescrita
por la ley, quedando prohibido a toda magistratura, persona o
grupo de personas atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias
extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresa-
mente se les hayan conferido en virtud de la Constitución o las
leyes.
Estos principios de nuestra Carta Fundamental que consagran
la legalidad que debe regir los actos de los órganos públicos y
sus agentes, y la nulidad de Derecho Público que deriva de la
inobservancia de actuar fuera de competencia o sin cumplir “la
forma prescrita por la ley” han sido naturalmente recogidos por

222
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

el ordenamiento jurídico municipal, tanto en la Ley Orgánica


Constitucional de Municipalidades, Ley Nº 18.695, que incluso
establece el reclamo de ilegalidad en su art. 140, sino que tam-
bién han sido contemplados en numerosas disposiciones de la
legislación complementaria del Derecho Municipal, entre ellas
en la Ley General de Urbanismo y Construcciones, cuyo texto
fuera fijado por el DFL Nº 458.
En el caso específico que estamos comentando, una norma
como la del art. 146 del DFL Nº 458, expresamente señala que
para proceder a una paralización de obra se requiere “resolución
fundada” del Director de Obras Municipales, señalando en su
segundo inciso en qué circunstancias correspondía dictar esa
resolución fundada; o sea, estamos en presencia de una facultad
reglada.
En la especie se dio una orden de paralización sin dictarse
previamente la resolución fundada, y al hacerlo no sólo se incurrió
en un proceder apartado de la ley, sino que además se ocasionó
un daño a un particular, vulnerándose así el principio de la lega-
lidad e incurriéndose en responsabilidad extracontractual por
parte del municipio.
Estimamos que este tipo de fallos no sólo restablecen la recta
aplicación del Derecho, sino que además dejan una enseñanza
en orden a que los funcionarios deben apegarse a la ley en sus
actuaciones, ya que para alcanzar el bien común no basta que
el propósito que se persigue pueda ser loable, sino que también
debe existir la licitud de los medios que se emplean, que es la
manera de resguardar y garantizar el principio de la legalidad en
el quehacer de los órganos públicos, como son los municipios.

10. LOS ALCALDES NO PUEDEN DELEGAR EN FUNCIONARIOS


LA FACULTAD DE FIJAR VALORES DE DERECHOS A QUE
SE REFIERE EL ARTÍCULO 42, Nº 5, INCISO 2º DE LA LEY
DE R ENTAS MUNICIPALES

La Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, a fin de


facilitar la labor edilicia de los alcaldes, recargados del ejercicio
de numerosas atribuciones y los deberes que ellas conllevan, au-
torizó en su art. 63, letra j) (Ley Nº 18.695) que podían “delegar
el ejercicio de parte de sus atribuciones exclusivas en funciona-

223
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

rios de su dependencia o en los delegados que designe, salvo las


contempladas en las letras c) y d)”.
Relacionado con esta materia, cabe señalar que el art. 63,
letras c) y j) de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades, entrega al alcalde, entre otras potestades, la
de dictar ordenanzas municipales y establecer derechos por los
servicios municipales, todo ello con acuerdo del concejo muni-
cipal (antes que se dicten en el texto refundido de esta ley estas
facultades se contemplaban en el art. 58).
De lo anterior podría deducirse que la facultad de los alcaldes
de delegar el ejercicio de parte de sus atribuciones exclusivas en
funcionarios de su dependencia, puede llevarse a cabo en forma
amplia y sin más restricciones que las señaladas en las letras c) y
d) del art. 56 de la Ley Nº 18.695.
Así lo entendió un alcalde, y tratándose de derechos de pro-
paganda sobre avisaje estableció tramos, delegando en un fun-
cionario subalterno de la municipalidad la facultad de regular el
monto final de los mismos.
Un contribuyente afectado interpuso reclamo de ilegalidad ante
la Iltma. Corte de Apelaciones de Valparaíso, ya que estimó que,
entre otras infracciones, se había vulnerado lo preceptuado en el
art. 42, Nº 5, inciso 2º de la Ley de Rentas Municipales –Decreto
Ley Nº 3.063 y sus modificaciones–, ya que al fijar el monto final
de los derechos un funcionario municipal subalterno, es él quien
regula los derechos, de modo que el valor exacto de los mismos
no es establecido por la ordenanza, como lo previene la ley, no es
publicado en el Diario Oficial ni es informado a la Intendencia
Regional respectiva, como legalmente debe efectuarse.
Dicho reclamo de ilegalidad fue rechazado por la Corte de
Apelaciones de Valparaíso, la que por fallo de 29 de julio de 1997
estimó que conforme a lo establecido en el art. 58, letras c) y j)
de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades
–en la actualidad art. 63, letras c) y j) en virtud de texto refun-
dido publicado en el Diario Oficial de 11 de enero de 2000–,
se entrega al alcalde, entre otras potestades municipales, la de
establecer derechos por los servicios municipales, todo ello con
acuerdo del concejo; y que conforme a las referidas disposiciones
legales, el decreto impugnado no podía ser considerado ilegal
ni inconstitucional, puesto que se había dictado por la autori-

224
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

dad edilicia competente, dentro del ámbito de sus atribuciones,


máxime cuando la propia ley lo facultaba para fijar este tipo de
derechos municipales (derechos de propaganda). Agregaron
los sentenciadores que ni la Ley Orgánica de Municipalidades
ni la Ley de Rentas Municipales habían fijado la cuantía de los
derechos ni habían impuesto restricciones al efecto, sino que
habían dejado esto al criterio del alcalde, quien en el caso de que
se trataba había establecido los tramos para regular los derechos
de publicidad a percibir en cada caso particular, de acuerdo con
las circunstancias y situaciones de hecho.
Por último, se señaló en el fallo que el alcalde se encontraba
facultado para delegar el ejercicio de parte de sus atribuciones
exclusivas en funcionarios de su dependencia o en los delegados
que designe, con las solas limitaciones señaladas en el art. 56,
letra j) de la Ley Nº 18.695, no encontrándose entre éstas la que
se reprochaba de ilegal.
La aludida sentencia fue objeto de un recurso de casación
de fondo, dándose por infringidos los preceptos de los arts. 41
del DL Nº 3.063 (actual art. 40 del mismo), 42 Nº 5, inciso 2º y
43 de dicho DL Nº 3.063; 6º; 60, Nº 14; 62, inciso 4º, Nº 1; 19,
Nos 20, 24 y 26 de la Constitución Política de la República; 10 y
58, letras c) y j) de la Ley Nº 18.695 (actual art. 63), Orgánica
Constitucional de Municipalidades y, finalmente, el art. 582 del
Código Civil.
La Corte Suprema, a través de su 3ª Sala (Sala Constitucional),
por sentencia de fecha 17 de marzo de 1999, acogió el recurso
de casación en el fondo (rol Nº 3.409-97, reclamo de ilegalidad
contra la I. Municipalidad de Viña del Mar. Redacción del fallo a
cargo del Ministro don Ricardo Gálvez Blanco) y, por consiguiente,
junto con revocar el fallo recurrido dictó sentencia de reemplazo
acogiendo el reclamo de ilegalidad deducido en contra del Decreto
alcaldicio Nº 207, de 20 de enero de 1995, de la I. Municipalidad
de Viña del Mar, que en consecuencia quedó sin efecto.
Los razonamientos fundamentales de la sentencia de la Corte
Suprema se encuentran en los considerandos tercero, cuarto y
quinto del aludido fallo, y que en lo medular se condensan en
el motivo quinto, que literalmente expresa: “Que, así se advierte
claramente que la ordenanza objetada no acató lo señalado en el
fundamento tercero, no obstante lo cual el reclamo de ilegalidad

225
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

fue rechazado, por lo que la sentencia impugnada incurrió en


errores de derecho al infringir, entre otras disposiciones, las dos
normas aludidas en el citado considerando, puesto que la facultad
delegable por el citado edil es exclusivamente la contemplada
en el art. 42, Nº 5, inciso 2º de la Ley de Rentas Municipales, ya
que lo que puede delegar el alcalde es la facultad de fijar valores
una vez al año en la forma que establece la última ley citada, no
ocurriendo así en la especie, toda vez que es un funcionario ad-
ministrativo quien fija arbitrariamente, caso a caso, el valor exacto
que debe pagar cada contribuyente, lo que hace en cualquier
momento, sin establecerlo anualmente una ordenanza local y
sin que se publique en el Diario Oficial, ni informando de ello a
la Intendencia Regional respectiva, como lo exige la disposición
últimamente citada, y lo que parece más grave, se deje entregado
a un funcionario subalterno el determinar con exactitud en cada
caso particular, por sí y ante sí, el valor final a aplicar, pudiendo
llegarse a que, en el hecho, se impida la propaganda caminera a
través de la vía impositiva”.
A través del fallo referido, la Excma. Corte Suprema fijó la
recta doctrina en esta materia, ya que por las razones señaladas
palmariamente se desprende que no es posible efectuar esta
clase de delegaciones, máxime tratándose de determinación de
“derechos” que constituye un aspecto de la facultad impositiva,
y que se encuentra especialmente reglado no sólo en términos
constitucionales en nuestra Carta Fundamental, sino que además
en la propia Ley de Rentas Municipales, DL Nº 3.063.
Al respecto es útil recordar lo prescrito en el art. 7º del texto
constitucional, en orden a que “los órganos del Estado actúan vá-
lidamente previa investidura regular de sus integrantes, dentro de
su competencia y en la forma que prescriba la ley…”, agregando
todavía: “Ninguna magistratura, ninguna persona ni grupos de
personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias
extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamen-
te se les haya conferido en virtud de la Constitución o las leyes”,
finalizando: “… Todo acto en contravención a este artículo es nulo
y originará las responsabilidades y sanciones que la ley señale…”.
En consecuencia, la competencia de que están investidas las
municipalidades les viene dada por la propia ley, tanto en función
de la materia como respecto del territorio y conforme al principio

226
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

de la especialidad, que es el que se ha seguido en nuestro orde-


namiento jurídico; los municipios no tienen otras atribuciones y
facultades que aquellas que expresamente se les hayan conferido
por las leyes. Es así que sobre este mismo punto la Contraloría
General de la República ha manifestado que “los municipios, como
todo servicio público, se rigen por el principio de la legalidad en
virtud del cual sólo pueden realizar aquello que les está expresa-
mente permitido por la Constitución o la ley…” (aplica dictáme-
nes Nos 573/83; 8.125/84; 1.587 y 5.815/86; 10.667/87; 18.146
y 24.170/91). El organismo contralor ha agregado, refiriéndose
siempre a las municipalidades: “…ellas no pueden realizar otras
actividades ni alcanzar otros fines, por muy laudables y benefi-
ciosos que fueren, que los propios de su condición, naturaleza
y regulación” (aplica dictamen Nº 22.251/58). De este modo, la
Corte Suprema, a través de una de sus salas especializadas (en
este caso, la 3ª Sala, Sala Constitucional) fija la recta doctrina en
la interpretación de normas del ordenamiento jurídico municipal
y que concretamente, en el caso analizado, hacen concluir que
los alcaldes no pueden delegar en los funcionarios subalternos la
facultad de fijar los valores de derechos a que se refiere el art. 42,
Nº 5, inciso 2º de la Ley de Rentas Municipales.

11. A LCANCE SOBRE LA EXENCIÓN DE PAGO DE DERECHOS


ESTABLECIDA EN EL ARTÍCULO 116 DEL DFL Nº 458,
EN RELACIÓN CON LA OCUPACIÓN DE LA VÍA PÚBLICA

En la ciudad de Punta Arenas se dispuso la pavimentación de


diversas calles por distintos contratistas, previa licitación que se
llamó al efecto. El financiamiento se obtuvo a través del Fondo
Nacional de Desarrollo.
La I. Municipalidad de esa ciudad cobró a los contratistas
derechos por ocupación de la vía pública, lo que fue objetado
por éstos aduciendo la exención contenida en el art. 116 del DFL
Nº 458, Ley General de Urbanismo y Construcciones. Por su parte,
el alcalde sostuvo la procedencia del cobro asilándose en que éste
era perfectamente legal, atendido lo dispuesto en los arts. 41 y
siguientes del DL Nº 3.063 sobre Ley de Rentas Municipales, y
lo dispuesto en el título III de la Ordenanza Local de Derechos
Municipales, Decreto Nº 127, del 1º de febrero de 1995.

227
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

La controversia se llevó a los tribunales, concretamente a la


Iltma. Corte de Apelaciones de Punta Arenas, a través del recla-
mo de ilegalidad que contempla el art. 136 de la Ley Nº 18.695,
Orgánica Constitucional de Municipalidades, y previo informe
del fiscal que recomendó desestimar el reclamo de ilegalidad,
éste fue rechazado por la Iltma. Corte de Apelaciones de Punta
Arenas. Elevado este asunto a la Excma. Corte Suprema por la
vía de la casación en el fondo, ésta, a través de su 3ª Sala (Sala
Constitucional), rechazó dicho recurso de casación, quedando así
a firme la sentencia de la Corte de Apelaciones de Punta Arenas
de fecha 5 de mayo de 1997 que había negado lugar al reclamo
de ilegalidad (rol Nº 8.061, Navarrete y Díaz Cumsille S.A. contra
Municipalidad de Punta Arenas).
Examinaremos las disposiciones invocadas por cada parte.
El art. 116 del DFL Nº 458, ubicado en el capítulo II “De la
ejecución de obras de urbanización y de edificación”, establece
en su inciso final que “no requerirán permiso las obras urbanas
o rurales de carácter ligero o provisorio en la forma que lo de-
termine la ordenanza general”. A su vez, la ordenanza abunda y
reitera estos mismos conceptos.
Debe tenerse presente que cuando se trata de permisos de
edificación, obra menor, etc., ellos se otorgan “previo pago de
los derechos municipales correspondientes”, como lo prescribe
el art. 126, inciso 1º del DFL Nº 458, y tales derechos se calculan
“sobre el monto del presupuesto de la obra” (art. 126, inciso 3º
del DFL Nº 458). A su vez, el art. 130 de la Ley General de Urba-
nismo y Construcciones establece la regulación de estos derechos,
reiterando que se trata de impuestos. Estos derechos, si bien están
fijados en porcentajes prudentes, alcanzan montos importantes
en dinero cuando se trata de obras de significación y cuantía.
De lo expuesto se evidencia que el propósito del legislador
fue evitar al Estado el pago de cuantiosas sumas en las obras de
infraestructura que él ejecute.
Por ser la norma del art. 116, inciso 4º del DFL Nº 458 una
disposición que establece una exención, constituye una norma
de excepción, de derecho estricto que debe ser interpretada
restrictivamente y jamás por analogía o excepción.
Es por ello que la Corte de Apelaciones de Punta Arenas dese-
chó la reclamación, dándole valor a las argumentaciones munici-

228
OTRA JURISPRUDENCIA EN MATERIA MUNICIPAL

pales en orden a que aquí no se trataba de un permiso a los que


alude el art. 116 del DFL Nº 458, sino que al cobro de derechos
contemplados en la Ley de Rentas Municipales, DL Nº 3.063,
en su art. 41 que expresa: “Llámense ‘derechos municipales’ las
prestaciones que están obligadas a pagar a las municipalidades las
personas naturales o jurídicas de derecho público o de derecho
privado, que obtengan de la administración local una concesión
o permiso o que reciban un servicio de las mismas, salvo exención
contemplada en texto legal expreso”.
A su vez, el art. 42 del referido cuerpo legal dispone que en-
tre los permisos por los cuales la municipalidad está facultada
para cobrar derechos están las ocupaciones de la vía pública
con escombros, materiales de construcción, andamios y cierres
y las instalaciones o construcciones varias en bienes nacionales
de uso público.
Y en este mismo orden de ideas el fallo sostiene que la Or-
denanza Municipal de Punta Arenas, en lo tocante al cobro de
derechos municipales, ha podido dictarse conforme a lo prevenido
en el art. 43 del DL Nº 3.063, que establece esta facultad.
Del examen de los textos legales atinentes a esta discusión y
a los argumentos esgrimidos por la Empresa Contratista y la au-
toridad municipal, respectivamente, se llega a la conclusión de
que la Corte de Apelaciones de Punta Arenas falló acertadamente
esta controversia, rechazando el reclamo de ilegalidad, ya que
en la especie no se trataba de derechos municipales de edifica-
ción, que hubieran podido cobrarse al amparo del art. 116 de la
Ley General de Urbanismo y Construcciones, sino de derechos
contemplados en la Ley de Rentas Municipales, DL Nº 3.063,
arts. 41, 42 y 43, y en el art. 8º de la Ordenanza Municipal de
Punta Arenas –Decreto 127, de 1º de febrero de 1995– ratificada
por la Intendencia Regional de Punta Arenas.
Aparece a primera vista un poco contradictorio cobrar dere-
chos por ocupación de la vía pública, cuando se trata justamente
de su reparación; sin embargo, no debe olvidarse que cuando
se trata de estas obras normalmente los contratistas ocupan las
aceras y sectores aledaños con sus materiales, escombros, ma-
quinarias, casetas, etc., substrayendo temporalmente el uso de
un bien nacional de uso público al fin al cual está destinado. De
no cobrarse estos derechos, no existiría apuro alguno en retirar

229
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

estos elementos al finalizar las obras por parte de los contratistas


o empresas.
Finalmente, diremos que la Corte Suprema (ingreso Nº 1.871-
97) rechazó el recurso de casación en el fondo por estimar que
no se había infringido el art. 116 de la Ley General de Urbanismo
y Construcciones, y que tampoco se había contravenido el art. 42
del DL Nº 3.063, dejando bien en claro que en el caso sub lite no
se habían cobrado derechos establecidos en el art. 116 del DFL
Nº 458, sino que derechos por ocupación de bien nacional de uso
público, derechos de los cuales no estaba exento el reclamante.
El máximo tribunal agregó además que el recurso de casación
en el fondo es de derecho estricto y, por ende, no es posible a
través de él entrar a revisar hechos establecidos soberanamente
por los jueces de fondo, salvo, naturalmente, en aquellos casos
en que se han dado por violadas leyes reguladoras de la prueba,
lo que ocurrió en la especie.
Una vez más, los altos tribunales de justicia, y particularmente
la Corte Suprema a través de sus salas especializadas, en este caso
la Sala Constitucional (3ª Sala), contribuyen al esclarecimiento,
interpretación y fijación de doctrinas sobre estas interesantes
materias, en un Derecho tan frondoso y complejo como es el
Derecho Municipal.

230
C A PÍTULO V IGÉSIMO SEGUNDO

JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE


SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

1. Cáceres Correa con Municipalidad de Concepción


Santiago, veintisiete de septiembre del año dos mil cinco
Vistos:
En estos autos rol Nº 1.018-05 la demandada, I. Municipalidad
de Concepción, dedujo recurso de casación en el fondo contra la
sentencia pronunciada por la Corte de Apelaciones de Concep-
ción, que confirmó la de primera instancia del Primer Juzgado
Civil de la misma ciudad.
El fallo de primer grado acogió la demanda civil deducida por
doña Miriam Elvira Cáceres Correa, condenando a la Municipali-
dad de Concepción a pagarle la suma de siete millones de pesos
por concepto de daño moral, más reajustes, pero sin intereses
por no haber sido solicitados.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1º) Que el recurso expresa que el tribunal determinó en su
sentencia que la I. Municipalidad de Concepción es responsable
de una determinada falta de servicio, la que derivaría del incum-
plimiento de su obligación de administrar los bienes nacionales
de uso público y la supuesta ausencia de señalización del mal
estado de una acera.
Denuncia que se infringieron los arts. 19 al 24 del Código Ci-
vil; 99 y siguientes de la Ley Nº 18.290; 51, letra c); 141 de la Ley
Nº 18.695; 6º, 7º y 38 de la Constitución Política de la República;

231
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

2º) Que la recurrente señala que al aplicar en forma equivo-


cada la normativa legal y constitucional señalada, el tribunal ha
incurrido en un error de derecho que lo ha llevado a rechazar
la demanda de autos en todas sus partes.
Agrega que los sentenciadores concluyeron que las municipa-
lidades están obligadas a reparar las aceras y calzadas y a señalizar
los desperfectos existentes en las aceras que no derivan de trabajos
que se estén realizando en las mismas, vulnerando las normas de
la Ley Orgánica de Municipalidades y de la Ley de Tránsito;
Afirma que se infringe el art. 5º, letra c) de la Ley Nº 18.695,
Orgánica de Municipalidades, el que señala que cesa la obligación
de administrar los bienes municipales y nacionales de uso público
cuando la administración de estos últimos corresponda a otros
órganos de la Administración del Estado. Añade que de confor-
midad al art. 11 de la Ley Nº 8.946, modificado por el art. 73 de
la Ley Nº 18.382, y con lo dispuesto en el art. 26 del DL Nº 1.305
que reestructuró y reorganizó el Ministerio de Vivienda y Urba-
nismo, corresponde a los Servicios de Vivienda y Urbanización
el estudio y la elaboración de todos los proyectos de las nuevas
obras de pavimentación o repavimentación de calzadas y aceras,
así como también los trabajos de reparación y conservación de
dichas aceras;
3º) Que el recurso sostiene que también se infringió el art. 99
de la Ley Nº 18.290, pues éste dispone que la señalización del
tránsito de las vías públicas será únicamente la que determine el
Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, de acuerdo con
los convenios internacionales ratificados por Chile.
Indica que el propio art. 26 letra c) de la Ley Nº 18.695 señala
que a la unidad de tránsito le corresponde señalizar adecuadamente
las vías públicas, por lo que en conformidad con lo dispuesto en
el art. 99 de la Ley de Tránsito, debe realizar dicha señalización en
conformidad con las normas legales y técnicas que emanen del Mi-
nisterio de Transporte y Telecomunicaciones, no existiendo norma
alguna que establezca la forma como las municipalidades deben
señalizar los desperfectos en las aceras que no provengan de los tra-
bajos que en ellas se realicen, por lo cual no se puede condenar a la
demandada a indemnizar los daños que supuestamente se hubieren
ocasionado por el “incumplimiento de dicha obligación”;

232
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

4º) Que, en cuanto a las normas constitucionales infringi-


das, dice que ello se produjo por cuanto éstas señalan que en
derecho público no podrán ejecutarse otros actos que aquellos
que se encuentren expresamente prescritos en la ley, en la forma
como ella lo establece, y al no determinarse ni por la ley ni por
el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones la forma en
que deben señalizarse los desperfectos de la naturaleza del de
autos, no podrá considerarse que existe obligación municipal y,
por lo tanto, incumplimiento que dé origen a la indemnización
a la que ha sido condenado el municipio;
5º) Que, al explicar la forma como los yerros de derechos
denunciados influyeron en lo dispositivo del fallo, el recurso
indica que de no haberse cometido, se habría concluido que la
municipalidad no ha incurrido en falta de servicio alguna, por
corresponderle al SERVIU la reparación de las aceras y por no estar
obligada a señalizar, y en el peor de los casos por no existir relación
de causalidad entre esa falta de señalización y los daños;
6º) Que, para comenzar el análisis del problema planteado
por el presente medio de impugnación, cabe precisar que el
fallo de primer grado, confirmado sin modificaciones por el de
segundo, en su considerando sexto estableció que “… los ante-
cedentes probatorios referidos en las motivaciones precedentes
(…) resultan ser insuficientes para justificar la existencia de los
hechos señalados en la demanda, empero configuran las bases
a partir de las cuales es posible construir, mediante un procedi-
miento lógico-deductivo, una presunción judicial en cuanto a la
circunstancia que la actora con fecha 02 de enero de 2002, cayó
en la acera de calle Tucapel de esta ciudad, entre calle Maipú y
Avenida Los Carrera (…) debido al mal estado de la vía, sin que
existiere en el lugar ningún tipo de protección ni señalización de
advertencia del peligro que representaba para el tránsito peatonal”.
Luego precisa que tal presunción tiene caracteres de gravedad
y precisión suficientes como para formar convencimiento, por
lo que afirma que “habrá de tenerse por acreditada en autos la
existencia del hecho en que se funda la demanda…”;
7º) Que a continuación, en el motivo séptimo, el fallo de pri-
mer grado consigna determinados datos que llevan a la conclusión
de que “estos elementos de convicción, unidos a la testimonial

233
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

analizada en la motivación cuarta, justifican suficientemente la


lesión o daño concreto que sufrió la actora en su integridad física
–fractura en muñeca derecha– con motivo de su caída en la vía
pública más arriba indicada…”;
8º) Que el referido fallo, luego de mencionar los arts. 1º,
3º letra d), 4º letra f), 22, 26 letra c), 63 letra f) y 137 de la Ley
Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades; 174 de
la Ley Nº 18.290; y 42, inciso 1º de la Ley Nº 18.575, Orgáni-
ca Constitucional de Bases Generales de la Administración del
Estado, deja sentado que “no quedan dudas en la especie que
correspondía precisamente a la municipalidad demandada la
obligación de velar por el buen estado de calle Tucapel, esto es,
de su calzada y acera, con lo cual es claro que dicha entidad debía
mantener adecuadamente la acera de dicha arteria, cuestión que
importaba preservarla en estado de no significar peligro para
el tránsito peatonal, sin que motivo alguno pudiera justificar el
incumplimiento de esta obligación, pues, tal como ya se vio, la
administración de los bienes nacionales de uso público recae
esencialmente en el ente municipal”, concluyendo que existió
falta de servicio de la demandada al no cumplir con su deber le-
gal de mantener señales de advertencia a los usuarios del peligro
que corrían con motivo de las baldosas sueltas en la vereda, y que
dicha deficiencia municipal está en relación de causa a efecto
con las lesiones de la actora, de lo que colige que el municipio
demandado debe responder por el daño causado;
9º) Que surge de lo dicho que constituye un hecho de la cau-
sa, sentado por la sentencia de primer grado, confirmado por el
de segundo, el mal estado de la acera en que se cayó y lesionó la
actora, y la ausencia de señalización, lo que tampoco aparece, por
lo demás, discutido por el recurrente de casación. La conclusión a
que llegaron los jueces del fondo, en cuanto a que dichas circuns-
tancias ocasionaron los daños que se estimaron susceptibles de ser
indemnizados, corresponde a sus legítimas facultades y a ella se
arribó analizando las múltiples probanzas rendidas en el proceso,
sin que se haya denunciado vulneración de leyes reguladoras de
la prueba que fijen parámetros fijos de valoración de la misma, ni
ello ha ocurrido, de manera que tales conclusiones no se pueden
variar por este tribunal de casación. Al llegar los referidos magis-

234
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

trados al resultado que se ha señalado, desde que lo han hecho


en uso de las atribuciones de valoración judicial de la prueba que
les son exclusivas y que la ley expresamente les concede, no han
podido encontrarse en situación de vulnerar la normativa traída a
colación por el recurso pues, en efecto, los arts. 6º y 7º de la Cons-
titución Política de la República sientan principios generales a los
que deben atenerse los órganos del Estado y lo dicho en relación
con esta vulneración únicamente corresponde a una opinión del
recurrente, errada pues ella se habría producido, en la tesis con-
traria, esto es, si se hubiera actuado por la municipalidad fuera del
marco legal y la sentencia hubiere ratificado dicho proceder. Acá,
al contrario, lo que existió fue una omisión y el hecho imputado
consiste precisamente en que la municipalidad no actuó, estimán-
dose, como se dijo por los jueces, que debió hacerlo, para evitar el
resultado dañoso que a la postre se produjo;
10º) Que de acuerdo al art. 5º, letra c) de la Ley Nº 18.695,
entre las atribuciones esenciales que tienen las municipalidades
para el cumplimiento de sus funciones está la de “administrar los
bienes municipales y nacionales de uso público existentes en la
comuna, salvo que, en atención a su naturaleza o fines y de con-
formidad a la ley, la administración de estos últimos corresponda
a otros órganos de la Administración del Estado”.
Como las calles son bienes nacionales de uso público, según
lo establecido en el art. 589 del Código Civil, debe concluirse
que su administración le corresponde al municipio respectivo,
debiendo entenderse por administración la obligación que tiene
de mantenerlas en estado de servir a la comunidad, tratándose
de las aceras en general, y de aquella como la del caso de que se
trata en especial, en condiciones de que el desplazamiento de
peatones se realice en forma segura, advirtiéndoles cualquier
peligro por el mal estado de las vías;
11º) Que la infracción de los arts. 19 al 24 del Código Civil
tampoco se ha producido, desde que lo denunciado al respecto
únicamente se sustenta en el criterio u opinión diversa del impug-
nante de aquella contenida en el fallo que se pretende anular, y
no en alguna cuestión objetiva;
12º) Que del mismo modo, la infracción de la norma conte-
nida en el art. 99 de la Ley de Tránsito no ha acontecido pues, a

235
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

este respecto, sería necesario que hubiere quedado sentado en el


proceso que el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones,
luego de demostrarse por los medios pertinentes, había impar-
tido instrucciones en un determinado sentido. Es así como, en
este punto, se advierte una negligencia del municipio, pues éste,
frente a dicha norma y frente además a la circunstancia de que la
Secretaría de Estado indicada no hubiere impartido instrucciones,
debió solicitarlas y cumplirlas, para poder encontrarse en situación
de lograr eximirse de responsabilidad en casos en que los hechos
no quedaren cubiertos por la señalización que se determinare;
13º) Que, por otro lado, los art. 3º y 26, letra c) de la Ley
Nº 18.695, que constituyen la base de la obligación de efectuar
la señalización que en el presente caso se ha echado de menos,
en concepto del recurrente, se han interpretado omitiendo el
art. 99 de la Ley de Tránsito, también señalado como infringido.
Al respecto cabe recordar que el art. 1º de este último texto legal,
dispone que “A la presente ley quedarán sujetas todas las personas
que como peatones, pasajeros o conductores de cualquiera clase
de vehículos, usen o transiten por los caminos, calles y demás vías
públicas, rurales o urbanas...”;
Es necesario destacar, además, que la Ley de Tránsito define
ciertos términos utilizados en ella, por lo que se debe acudir,
entonces, a tales conceptos para dilucidar si dicha ley impone o
no la obligación de señalizar desperfectos en las veredas y si es
o no aplicable a los peatones. El art. 2º de dicho texto contiene
definiciones de la terminología que se usa en esta rama del dere-
cho y preceptúa que como “vía” debe entenderse “calle, camino
u otro lugar destinado al tránsito”.
“Tránsito”, a su vez, es definido como el “desplazamiento de
peatones, animales o vehículos por vías de uso público”.
Finalmente, el término “acera” se define como “parte de una
vía destinada al uso de peatones”;
14º) Que como se advierte del análisis de la terminología
propia del Derecho del Tránsito, en el presente asunto todo
conduce a concluir que el desplazamiento peatonal también
está regulado por la Ley de Tránsito, pues éste ha de hacerse por
las vías públicas, de las que las aceras, naturalmente destinadas
a ello, forman parte, por lo que frente a esta realidad legal los

236
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

intentos del municipio recurrente por sustraerse a su normativa


no pueden tener acogida en la presente sede;
15º) Que corrobora lo antes expresado el contenido del
art. 177 de la Ley de Tránsito, base también del fallo y que no
fue denunciado como infringido, en cuanto dispone en su in-
ciso 5º, de indudable aplicación general, que la municipalidad
respectiva o el Fisco, en su caso, serán responsables civilmente de
los daños que se causaren con ocasión de un accidente que sea
la consecuencia del mal estado de las vías públicas o de la falta
o inadecuada señalización, norma cuyo tenor se encuentra en
armonía con las definiciones antes indicadas y lleva a la misma
conclusión alcanzada por el fallo recurrido;
16º) Que, finalmente, los arts. 38 de la Constitución Política
de la República y 141 de la Ley Nº 18.695 tampoco han podido ser
vulnerados, en razón de todo lo dicho y porque ellos se limitan
a establecer el derecho de todo ciudadano de reclamar por el
daño que sufran a consecuencias del actuar de algún órgano del
Estado o de las municipalidades, el primero, y específicamente
de los municipios, el segundo, siendo entonces preceptos de
orden genérico no específico, que resultan, por lo mismo, no
susceptibles de infracción en el presente asunto;
17º) Que, por lo expuesto y concluido, el recurso de casación
en el fondo en estudio debe ser desestimado.
En conformidad, asimismo, con lo que disponen los arts. 764,
767 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se declara que se
rechaza el recurso de casación en el fondo deducido en lo princi-
pal de la presentación de fs. 159 contra la sentencia de veintitrés
de diciembre del año dos mil cuatro, escrita a fs. 147.
Regístrese y devuélvase con sus agregados.
Redacción a cargo del Ministro señor Gálvez.
Rol Nº 1.018-05.
Pronunciado por la 3ª Sala, integrada por los Ministros señores
Enrique Tapia, Ricardo Gálvez y Domingo Yurac; y los abogados
integrantes señores Manuel Daniel y José Fernández. No firman
los señores Daniel y Fernández, no obstante haber concurrido a
la vista del recurso y acuerdo del fallo por estar ausentes.
Autorizado por el Secretario señor Carlos A. Meneses Pizarro.

237
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

2. Municipalidad de Lo Barnechea
Santiago, diecinueve de octubre del año dos mil cinco.
Vistos:
En estos autos rol Nº 2.481-05 la demandada, la Municipalidad
de Lo Barnechea, dedujo recurso de casación en el fondo contra
la sentencia pronunciada por la Corte de Apelaciones de Santia-
go, mediante la cual se hizo lugar al reclamo de lo principal de
fs. 13, y se dejó sin efecto, por adolecer de ilegalidad, el art. 13 del
Decreto Alcaldicio sección 1ª, Nº 1.835 del referido municipio,
de 29 de diciembre de 2003.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1º) Que el recurso denuncia la transgresión de los arts. 12,
13 letra d) y 140 de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades; 40 y 41 Nº 5 de la Ley de Rentas Municipales,
contenida en el DL Nº 3.063.
En cuanto al art. 12, señala que él establece la facultad de los
municipios de emitir ordenanzas, definiéndolas como “normas
generales y obligatorias aplicables a la comunidad”, y que cabe
concordarlo con las disposiciones del art. 42 incisos 1º y 2º de
la Ley de Rentas Municipales, que permiten establecer la tasa
de los derechos municipales a través de ordenanzas locales. En
consecuencia, dice, la circunstancia que mediante el Decreto
Nº 1.835 se hubiere modificado la Ordenanza Local de Derechos
Municipales, no constituye por sí una ilegalidad.
Se añade que el decreto objetado no establece la obligación
de pagar los derechos antes citados, sino que modifica la tasa
para su cobro; por cuanto dicho cobro se encuentra establecido
en sucesivas ordenanzas locales, desde el año 1995;
2º) Que, enseguida, se dice que el art. 13 letra d) de la Ley
Orgánica Constitucional de Municipalidades establece que el
patrimonio de los municipios estará constituido por diversos
bienes que se enumeran, señalando expresamente en la citada
letra d) “Los derechos que cobren por los servicios que presten
y por los permisos y concesiones que otorguen”. Lo anterior con-
cuerda con lo dispuesto en el art. 63 de la misma Ley Orgánica

238
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

precedentemente citada, que establece la atribución del alcalde


de administrar los recursos financieros del municipio, de los
bienes municipales y nacionales de uso público; ello da cuenta
claramente que las municipalidades son titulares de la facultad
para cobrar “derechos municipales” por los servicios que presten
y por los permisos y concesiones que otorguen;
3º) Que, a continuación, el recurso se refiere a las infraccio-
nes a los arts. 40 y 41 Nº 5 de la Ley de Rentas Municipales, que
manda cobrar derechos de propaganda que se realice en la vía
pública o que sea oída o vista desde la misma, sin distinguir si se
encuentra instalada en la vía pública o en propiedad privada, por
lo que el intérprete no puede hacerlo;
4º) Que por lo tanto, de no haberse producido la infracción,
por la aplicación correcta de la ley, se habría tenido que concluir
que es procedente y legal el cobro de los derechos municipales
establecidos en el art. 13 del Decreto Municipal impugnado por
esta vía;
5º) Que el recurso agrega que en este caso la propaganda que
efectúa la reclamante se aprecia desde la vía pública. Además, los
municipios deben preocuparse de la administración de los bienes
nacionales de uso público, entre los que se encuentran los caminos
públicos, calles, plazas; deben preocuparse de la planificación
urbana, de la vialidad comunal y rural, de la iluminación, aseo y
ornato de estos bienes, aspectos que posibilitan que la publicidad
sea vista por quienes transitan por las aceras y calles;
6º) Que, para una mejor comprensión de la materia planteada,
cabe consignar que el Decreto Municipal Sección 1ª, Nº 1.835,
dictado por la Municipalidad de Lo Barnechea el 29 de diciembre
de 2003, aprueba las modificaciones a la Ordenanza de Derechos
Municipales vigente para el año 2003, estableciendo el texto re-
fundido de la Ordenanza Local sobre Derechos Municipales por
Servicios, Permisos y Concesiones Municipales, vigente a contar
del 1º de enero de 2004;
7º) Que a continuación, resulta útil señalar que el art. 13
del actual texto de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de
Municipalidades, establece que el patrimonio de estas corpora-
ciones estará constituido por diversos bienes que se enumeran en

239
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

las letras de la a) a la h). La letra d), que interesa a este recurso,


precisa entre esos bienes “Los derechos que cobren por los servi-
cios que presten y por los permisos y concesiones que otorguen”;
en la letra e), incluye “Los ingresos que perciban con motivo de
sus actividades o de los establecimientos de su dependencia”; en
la letra f), “Los ingresos que recauden por los tributos que la ley
permita aplicar a las autoridades comunales, dentro de los marcos
que la ley señale…”; para finalmente en la letra h) mencionar
como norma general “Los demás ingresos que les correspondan
en virtud de las leyes vigentes”;
8º) Que, como ha quedado expresado, en el presente caso
se dedujo reclamación de ilegalidad contra un determinado ar-
tículo, el Nº 13, del Decreto Municipal sección 1ª, Nº 1.835 de la
Municipalidad de Lo Barnechea.
Se sostiene que dicha resolución, además de ilegal, es arbitraria
e inconstitucional, toda vez que la reclamada no puede cobrar
derechos municipales por publicidad instalada en propiedad
privada, pues ello constituye el establecimiento de verdaderos
impuestos, y el municipio no está facultado para establecer tributos
que graven la actividad económica del avisaje publicitario, sino
que únicamente puede cobrar derechos municipales, situación
que no ocurre en la especie;
9º) Que conviene precisar primeramente que, tal como se dijo
anteriormente, el art. 13 de la Ley Nº 18.695, Orgánica Consti-
tucional de Municipalidades, establece que el patrimonio de las
municipalidades estará constituido por diversos rubros, signados
con las letras a) a la h). En lo que al presente recurso interesa, en
su letra d) se refiere a “Los derechos que cobren por los servicios
que presten y por los permisos y concesiones que otorguen”; en
la letra e) a “Los ingresos que perciban con motivo de sus activi-
dades o de los establecimientos de su dependencia”; en la letra f)
a “Los ingresos que recauden por los tributos que la ley permita
aplicar a las autoridades comunales, dentro de los marcos que
la ley señale…”; para finalmente en la letra h) mencionar como
norma general “Los demás ingresos que les corresponden en
virtud de las leyes vigentes”;
10º) Que el art. 63 de la ley citada establece las atribuciones
del alcalde, entre las cuales está la de administrar los recursos

240
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

financieros del municipio, de los bienes municipales y nacionales


de uso público (letra e).
El art. 65 de la misma ley prescribe las facultades que el alcalde
posee y que requieren el acuerdo del concejo para su ejercicio;
entre ellas, establecer derechos por los servicios municipales y por
los permisos y concesiones, como asimismo “aplicar, dentro de
los marcos que indique la ley, los tributos que graven actividades
o bienes…” (letra c);
11º) Que de lo hasta ahora revisado aparece que los municipios
pueden cobrar “derechos municipales” y, en lo que a la presente
materia atañe, por los servicios que presten y por los permisos y
concesiones que otorguen. Todos estos casos conllevan la idea de
una contraprestación que corresponde a la municipalidad.
Lo anterior aparece reforzado por la Ley de Rentas Municipales,
DL Nº 3.063, art. 40, que define como derechos municipales las
prestaciones que están obligadas a pagar a las municipalidades las
personas naturales o jurídicas de derecho público o de derecho
privado que obtengan de la administración local una concesión
o permiso o que reciban un servicio de las mismas;
12º) Que el art. 41 del mencionado DL Nº 3.063, que contie-
ne el texto de la Ley sobre Rentas Municipales, en su redacción
vigente a la época en que se dictó el decreto impugnado clasifica
los servicios, concesiones o permisos por los cuales están facultadas
las municipalidades para cobrar derechos, y los enumera.
El Nº 5 se refiere a los “Derechos de propaganda que se realice
en la vía pública o que sea oída o vista desde la misma”, agregando
que el alcalde decretará una vez al año los valores que regirán
para el año siguiente.
Lo recién anotado hace necesario determinar el sentido y al-
cance de esta disposición para poder analizar si el fallo recurrido
ha interpretado acertadamente la normativa del caso, y establecer,
en consecuencia, si el decreto municipal ya individualizado se
ajusta o no a la ley, lo que definirá el destino del recurso;
13º) Que, según se ha consignado, la facultad de cobro se
establece respecto a derechos sobre la propaganda que se realice
en la vía pública, o que sea oída o vista desde la misma. A su vez,
por vía pública deben entenderse las calles, caminos o lugares
destinados al tránsito del público.

241
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

El problema se presenta, por cierto, con aquella propaganda


realizada para ser oída y vista desde la vía pública, pero que no se en-
cuentra emplazada en ella, sino en bienes de propiedad privada.
Desde luego, la lectura de los casos contemplados por el art. 41
permite advertir que se trata de cobros por ocupaciones de bienes
nacionales de uso público, con la excepción de la extracción de
materiales en pozos lastreros de propiedad particular;
14º) Que después de examinar la normativa antes anotada,
no cabe más que concluir que los municipios pueden cobrar
derechos, en virtud de la facultad de administrar los bienes na-
cionales de uso público, sólo en aquellas circunstancias en que
la propaganda que pueda ser vista u oída desde las vías públicas
–vías de tránsito del público– se encuentre emplazada en bienes
de propiedad fiscal, municipal o nacionales de uso público, ya
que de lo contrario el cobro carece de asidero legal.
En efecto, en la especie se trata de propaganda particular, esto
es, letreros colocados en propiedad privada, no pudiendo los mu-
nicipios obtener beneficios de una situación que les es totalmente
ajena, y en la cual no les cabe ninguna intervención;
15º) Que, en el supuesto de aceptarse un criterio diverso o
contrario al explicado, se llegaría a permitir la existencia de un
verdadero impuesto o tributo fijado por conducto de un simple
decreto municipal, como lo es la actuación municipal recurrida,
contrariándose así el principio de legalidad tributaria, toda vez
que aquéllos sólo pueden ser determinados por ley. Ello ocurri-
ría al establecerse una tasa sin que la municipalidad entregue
el correspondiente servicio, permiso o concesión, como ocurre
con los derechos municipales que, según se precisó, conllevan
siempre una contraprestación;
16º) Que no corresponde considerar como tal contrapresta-
ción lo que se ha invocado por la reclamada en cuanto a que la
mantención de las respectivas vías públicas, y su correspondiente
iluminación, aseo y ornato posibilitarían la realización de la aludida
propaganda, porque tales supuestos aportes no están precisamente
destinados al avisador, ni siquiera indirectamente en beneficio
específico del inmueble en cuestión, sino que corresponden a
necesidades generales de la comunidad y al cumplimiento de las
funciones propias obligatorias del municipio;

242
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

17º) Que el argumento previamente consignado resulta tan


erróneo, que para desecharlo basta con considerar el caso de la
propaganda instalada en bienes de propiedad privada y que es-
tén emplazados en los límites comunales, de tal suerte que ellos
puedan ser vistos u oídos desde dos o más comunas. Según tal
predicamento, todos los municipios respectivos podrían formular
cobros, argumentando que realizan labores de mantenimiento,
ornato o aseo de las vías públicas, lo que posibilitaría la realización
de la propaganda. Se trata, como se aprecia, de una cuestión que
carece de fundamento;
18º) Que resulta del caso consignar, además, que no son pocos
los casos en que el emplazamiento de grandes centros comerciales,
como se ha visto en el último tiempo, son los que crean verda-
deros focos de desarrollo económico en determinados sectores
que hasta antes de su existencia carecían de toda trascendencia
y que, a raíz de su instalación, han pasado a constituir polos de
desarrollo y además han generado toda una estructura urbana
en su entorno, lo que redunda precisamente en beneficio de los
municipios respectivos, de tal suerte que la situación suele ser la
contraria de la que se pretende. Esto es, puede ser el municipio
el que se beneficie con la presencia en la comuna de uno o varios
de estos grandes centros comerciales, de modo directo por los
pagos de patentes de los diversos comercios o actividades que en
ellos se realizan, como por los permisos que deban otorgarse;
19º) Que, por lo reflexionado precedentemente, y como en
otras oportunidades lo ha sostenido esta Corte en situaciones
similares, la sentencia impugnada por esta vía ha estado acertada
al concluir que el decreto impugnado es ilegal y, por ende, los
miembros de la asociación que ha recurrido de ilegalidad están
exentos del pago de derechos por los letreros que contienen
propaganda y que están emplazados en inmuebles de propiedad
privada;
20º) Que, por lo mismo, el fallo de que se trata no ha violen-
tado la normativa estimada infringida por el recurso, de manera
que, en armonía con todo lo argumentado, el recurso de casación
en el fondo no puede prosperar y debe ser rechazado.
En conformidad, asimismo, con lo que disponen los arts. 764,
767 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se declara que se re-

243
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

chaza el recurso de casación en el fondo, deducido en lo principal


de la presentación de fs. 238, contra la sentencia de cinco de mayo
último, escrita a fs. 228 y, en consecuencia, ésta no es nula.
Regístrese y devuélvase, con sus agregados.
Redacción a cargo del abogado integrante señor José Fernán-
dez Richard.
Rol Nº 2.481-2005.
Pronunciado por la 3ª Sala, integrada por los Ministros señores
Orlando Álvarez, Urbano Marín y Domingo Yurac; y los abogados
integrantes señores Manuel Daniel y José Fernández.
3. Instituto de Estudios Bancarios con Municipalidad de Santiago
Santiago, veintisiete de diciembre del año dos mil cinco.
Vistos:
En estos autos rol Nº 4.887-05, el Instituto de Estudios Banca-
rios “Guillermo Subercaseaux” dedujo recurso de casación en el
fondo contra la sentencia pronunciada por la Corte de Apelaciones
de Santiago, que declaró sin lugar el reclamo de ilegalidad en
contra del Decreto sección 2ª, Nº 21, de 18 de febrero de 2004
y de la Resolución s/n de 09 de enero de 2004, dictados por la
Municipalidad de Santiago.
Por medio de la presentación de fs. 34, compareció doña
Lucía Pardo Vásquez, en representación del Instituto ya indica-
do, y solicitando se declare que “se anule totalmente el Decreto
ya individualizado o, subsidiariamente, se decrete su anulación
parcial en cuanto a su pretendido carácter retroactivo” y que “se
reemplaza la resolución anulada, en términos que el Instituto
de Estudios Bancarios Guillermo Subercaseaux está exento del
pago de patente municipal según las reglas del DL Nº 3.073 (sic)
de 1979 o, en subsidio, que se deje sin efecto la resolución im-
pugnada en aquella parte que implica un cobro retroactivo de
patentes municipales”.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1º) Que el recurso denuncia la transgresión de los arts. 23, 24 y 27
del DL Nº 3.063, de 1979, sobre Rentas Municipales; y 19, inciso 1º;

244
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

20, 21 y 22 del Código Civil; y sostiene que la infracción se ha pro-


ducido porque en el caso del Instituto reclamante no se da ninguno
de los supuestos que la ley exige para que se le pueda gravar con
patente municipal, por tratarse de una sociedad que tiene y ha tenido
como único objeto impartir enseñanza profesional, en especial a
los empleados de los Bancos comerciales y demás instituciones de
crédito, y no desarrolla ni ha desarrollado actividades primarias, ni
secundarias, sino terciarias, pero exenta de contribuciones, pues se
trata de una actividad no afecta al pago de este impuesto especial;
2º) Que el recurso agrega que el Instituto de Estudios Bancarios
“Guillermo Subercaseaux” es una corporación educativa, es decir,
una persona jurídica sin fines de lucro, y que es de toda lógica
que el hecho de tener utilidades –lo que permite que todos los
entes sin fines de lucro puedan subsistir y operar– no obsta a que
la exención se aplique en este caso, o que el instituto recurrente
haya perdido su calidad de ente sin fines de lucro; y destaca que
las utilidades que obtenga el Instituto en el ejercicio de su giro no
ceden ni se distribuyen en beneficio de socios o accionistas, como
ocurre en las sociedades civiles y comerciales, sino que permiten
que se cumplan los fines previstos en sus estatutos;
3º) Que el recurrente añade que la infracción al art. 27 del
DL Nº 3.063 se produjo por cuanto no dio aplicación a sus pre-
cisos términos, en cuanto establece una exención tributaria para
organismos educacionales, como el instituto de que se trata, la
que fue desconocida por el municipio recurrido, por estimar éste
que era inaplicable en este caso, olvidando que sólo la ley puede
efectuar una derogación de preceptos sobre exenciones, ello por
aplicación del principio de legalidad o reserva tributaria;
4º) Que, a continuación, el recurrente asevera que el hecho
de que la Contraloría General de la República haya emitido dic-
támenes en el sentido que propugna el informe municipal, no
significa que el municipio deje de ajustarse a la ley y, en concre-
to, a la aplicación directa e inmediata de las normas jurídicas,
pues “las opiniones de la Contraloría no son más vinculantes ni
cuentan con mayor valor jurídico o fuerza obligatoria que los
mandatos legales”;
5º) Que, al explicar la forma como las infracciones denunciadas
influyeron substancialmente en lo dispositivo de la sentencia, el

245
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

recurso afirma que, producto de la errónea aplicación e inter-


pretación de los arts. 23, 24 y 27 de la Ley de Rentas Municipales,
en relación con lo dispuesto en los preceptos ya indicados del
Código Civil, se llegó a la ilegal conclusión de que el Instituto de
Estudios Bancarios “Guillermo Subercaseaux” debe pagar patente
comercial, porque tener utilidades sería, a juicio de los senten-
ciadores, ejercer una actividad lucrativa terciaria, en circunstan-
cias de que se trata de una actividad de esta clase, pero exenta
de contribuciones; de no haberse incurrido en ellas –dice– se
habría concluido que las actividades del Instituto recurrente no
están gravadas con patente comercial, por quedar cubiertas por
la exención tantas veces citada;
6º) Que el problema de derecho consiste en determinar si
el Instituto de Estudios Bancarios “Guillermo Subercaseaux” se
encuentra afecto al tributo denominado patente municipal, y
conviene primeramente recordar lo que sus estatutos, agregados
a fojas 20, disponen al respecto;
7º) Que, conforme al art. 3º de ese texto, la corporación tiene
por finalidad: “a) Servir como entidad académica de las institucio-
nes del sector financiero chileno, cumpliendo tareas de formación
técnica y profesional, como asimismo, desarrollar en forma am-
plia las funciones de capacitación y entrenamiento del personal
y ofrecer los programas y cursos necesarios para la formación de
profesionales y técnicos en el área de administración y finanzas
a partir de estudiantes egresados de la educación secundaria y/o
liceos comerciales; b) Efectuar estudios o investigaciones relativos
a los sistemas financieros nacionales o extranjeros; c) Divulgar los
conocimientos existentes sobre los referidos sistemas financieros;
d) Prestar asesorías en materias de su especialidad a aquellos
organismos e instituciones que lo soliciten…”; y en los arts. 1º y
4º se establece que el referido Instituto es una corporación de
derecho privado y, en tal carácter, “no persigue fines de lucro, y
su acción estará exclusivamente orientada a la labor académica
de instituto profesional, y a las actividades complementarias que
le corresponden como tal, con absoluta abstención de desarrollar,
fomentar o amparar actividades sindicales, políticas o proselitistas
de cualquier especie”;
8º) Que el municipio de Santiago, en la carta agregada a fojas 2,
respondiendo al requerimiento del propio Instituto, señaló que

246
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

“en la actualidad el desarrollo de su actividad comercial está califi-


cada por el Servicio de Impuestos Internos en primera categoría,
con contabilidad completa deduciéndose por ello que la finalidad
de su actividad es el lucro y se debe concluir entonces que se en-
cuentra afecta al tributo municipal de acuerdo con la normativa
precedentemente señalada y por ello se adjunta liquidación por
un monto de $ 33.050.272, que corresponde al período de 3 años”.
Agregando luego que “conforme a lo anterior se debe entender
que la facultad otorgada y contenida en el art. 27 del mencionado
DL Nº 3.063 se encuentra derogada por efecto de haber variado
las condiciones tenidas en vista para su otorgación”;
9º) Que el art. 23 del DL Nº 3.063 prescribe que “el ejercicio
de toda profesión, oficio, industria, comercio, arte o cualquier
otra actividad lucrativa secundaria o terciaria, sea cual fuere su
naturaleza o denominación, está sujeto a una contribución de pa-
tente municipal, con arreglo a las disposiciones de la presente ley.
Asimismo, quedarán gravadas con esta tributación municipal las
actividades primarias o extractivas en los casos de (…) cuando los
productos que se obtengan de esta clase de actividades primarias
se vendan directamente por los productores, en locales, puestos,
kioscos o en cualquiera otra forma que permita su expendio
también directamente al público o a cualquier comprador en
general, no obstante que se realice en el mismo predio, paraje o
lugar (…) y aunque no constituyan actos de comercio los que se
ejecuten para efectuar este expendio directo”;
10º) Que el art. 24 del mismo texto de la ley precisa que “la
patente grava la actividad que se ejerce por un mismo contribuyente,
en su local, oficina, establecimiento, kiosco o lugar determinado
con prescindencia de la clase o número de giros o rubros distintos
que comprenda”; y el art. 25 de dicho cuerpo legal se ocupa de los
casos de contribuyentes con sucursales, oficinas, establecimientos,
locales u otras unidades de gestión empresarial;
11º) Que, por su parte, el art. 27 de tal texto legal estable-
ce: “Sólo están exentas del pago de la contribución de patente
municipal las personas jurídicas sin fines de lucro que realicen
acciones de beneficencia, de culto religioso, culturales, de ayuda
mutua de sus asociados, artísticas o deportivas no profesionales
y de promoción de intereses comunitarios”;

247
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

12º) Que la contribución de patente municipal constituye el


pago de un impuesto directo, ya que está expresamente incluida
en el título IV del DL Nº 3.063, relativo a los “impuestos municipa-
les”; en consecuencia, por tratarse de un tributo, le son aplicables
las normas constitucionales en materia tributaria, especialmente
el principio de legalidad o reserva legal;
13º) Que, por lo tanto, para determinar si una persona natural
o jurídica es objeto pasivo de la obligación tributaria del pago de
contribución de patente municipal, es indispensable determinar
si esa actividad primaria que ejerce está gravada y corresponderá
al municipio acreditar que dicha persona se ha apartado de su
objetivo y que ejerce actividades primarias expresamente grava-
das o secundarias o terciarias que deben pagar patente; lo que
en el caso sub lite no ha ocurrido por parte de la Municipalidad
de Santiago, ya que ésta no acreditó que la reclamante reparta o
distribuya sus utilidades entre sus socios;
14º) Que ahora bien, si en el hecho una persona natural o
jurídica aparentemente desarrolla o realiza una actividad pri-
maria, corresponderá al municipio acreditar que dicha persona
se ha apartado de su objetivo y que ejerce actividades primarias
expresamente gravadas o secundarias o terciarias que deban pa-
gar patente; lo que en el caso sublite no ha ocurrido por parte
de la Municipalidad de Santiago, ya que ésta no acreditó que la
reclamante reparta o distribuya sus utilidades entre sus socios;
15º) Que, como ya se dijo, en la especie se trata de una
corporación de derecho privado sin fines de lucro, y su acción
está exclusivamente orientada a una labor académica y a las acti-
vidades complementarias que le corresponden como tal, sin que
el hecho de que el Instituto reclamante eventualmente obtenga
utilidades importe necesariamente que mute su carácter de ins-
titución sin fines de lucro como lo definen sus estatutos, porque
es obvio que esas utilidades pueden legítimamente producirse,
en cuyo caso deben reinvertirse en los fines estatutarios; claro
es que si en vez de hacerlo así son repartidas entre los socios se
incurriría en desviación, porque habría lucro; pero –como se
dijo– la municipalidad no ha acreditado que así haya ocurrido,
pudiendo haberlo hecho, por ejemplo, por la exhibición de la
contabilidad del reclamante;

248
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

16º) Que la premisa de hecho establecida en el fallo de pri-


mer grado, en el sentido que porque el recurrente paga patente
municipal en Viña del Mar también debe pagar en Santiago, no
cabe aplicarla en el caso sub lite, porque éste no corresponde al
supuesto en que descansa la aplicación del art. 23 del DL Nº 3.063:
no está dicho que obtener utilidades sin repartirlas entre los socios
no lleva necesariamente a deducir que se persiga u obtenga algún
lucro en la actividad, pero –ha de agregarse– tampoco lleva a esta
conclusión el hecho de que el reclamante sea, para los efectos de
la Ley de Impuesto a la Renta, contribuyente de primera catego-
ría obligado a llevar contabilidad completa, puesto que aunque
para esos efectos esté calificado en dicha categoría, no significa
de suyo que para lo relacionado con los derechos municipales
tenga ganancia en su actividad;
17º) Que, al no concluirlo del modo como ha quedado dicho
y resolver como se expresó, el fallo impugnado efectivamente ha
incurrido en error de derecho, tal como se ha razonado, vulne-
rando dicha sentencia los arts. 23, 24 y 27 de la Ley de Rentas
Municipales al decidir como lo hizo, así como la normativa sobre
hermenéutica legal, con influencia substancial en lo dispositivo,
porque merced a dicho error desechó el reclamo, validando el
actuar municipal.
Por lo tanto, el recurso de nulidad de fondo debe ser acogido.
De conformidad, asimismo, con lo que disponen los arts. 764,
767, 785 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se declara
que se acoge el recurso de casación en el fondo interpuesto
en lo principal de la presentación de fs. 142, contra la senten-
cia de uno de septiembre último, escrita a fs. 135, la que por
consiguiente es nula y se la reemplaza por la que se dicta a
continuación.
Regístrese.
Redacción a cargo del abogado integrante señor Daniel.
Rol Nº 4.887-2005.
Pronunciado por la 3ª Sala, integrada por los Ministros señorita
María Antonia Morales, señores Adalis Oyarzún y Sergio Muñoz; y
los abogados integrantes señores Manuel Daniel y José Fernández
Richard. No firma el Ministro señor Muñoz, no obstante haber

249
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

estado en la vista de la causa y acuerdo del fallo, por estar con


feriado legal. Santiago, 27 de diciembre de 2005.
Santiago, veintisiete de diciembre del año dos mil cinco.
En cumplimiento de lo que dispone el art. 785 del Código de
Procedimiento Civil, se procede a dictar la siguiente sentencia
de reemplazo.
Vistos:
Se reproduce la sentencia anulada, con excepción de sus mo-
tivos séptimo, octavo, noveno y décimo, que se eliminan;
Se reproducen, asimismo, los considerandos sexto al decimo-
sexto del fallo de casación que precede.
Y teniendo en su lugar y, además, presente:
Primero: Que el Instituto recurrente, de acuerdo con su ob-
jetivo social, definido en el art. 3º de sus estatutos, realiza activi-
dades académicas para el sector financiero chileno, cumpliendo
tareas de formación técnica y profesional, las que, por lo dicho,
se llevan a cabo sin proyección hacia el público en general, según
se desprende del art. 6º de los mismos;
Segundo: Que el mencionado Instituto, como se ha expresado,
no realiza actividades primarias, secundarias ni terciarias, gravadas
en el art. 23 del DL Nº 3.063, sobre Ley de Rentas Municipales;
Tercero: Que, en consecuencia, su actividad es diversa de
aquellas comprendidas en la Ley de Rentas Municipales y que
están gravadas con el pago de contribución de patente municipal.
En suma, su actividad no configura un hecho gravado en el art. 23
del DL Nº 3.063, sobre Rentas Municipales, estando exento de tal
impuesto por el art. 27 de la misma ley, todo ello contrariamente
lo ha dispuesto erradamente el municipio de Santiago.
De conformidad con lo razonado y lo que dispone el art. 140
de la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades,
se declara que se acoge el reclamo de ilegalidad interpuesto en lo
principal de fs. 34 y, en consecuencia, queda sin efecto lo resuelto
por el Decreto Municipal sección 2ª, Nº 21, de 18 de febrero de
2004, y por la Resolución s/n de 09 de enero de 2004 expedida
por el Director del Departamento de Rentas y Finanzas de la Mu-
nicipalidad de Santiago, y se declara que el reclamante, Instituto

250
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

de Estudios Bancarios “Guillermo Subercaseaux”, se encuentra


exento del pago de patente municipal por las actividades que
realice, en cuanto se enmarcan en el objetivo social previsto en
el art. 3º de sus estatutos, porque ellas no configuran un hecho
gravado por la Ley de Rentas Municipales.
Regístrese y devuélvase.
Redacción a cargo del abogado integrante señor Daniel.
Rol Nº 4.887-2005.
Pronunciado por la 3ª Sala, integrada por los Ministros señorita
María Antonia Morales, señores Adalis Oyarzún y Sergio Muñoz; y
los abogados integrantes señores Manuel Daniel y José Fernández
Richard. No firma el Ministro señor Muñoz, no obstante haber
estado en la vista de la causa y acuerdo del fallo, por estar con
feriado legal. Santiago, 27 de diciembre de 2005.
4. Rojas con Municipalidad de Lo Barnechea
Santiago, veintiocho de diciembre del año dos mil cinco.
Vistos:
Se reproduce la sentencia en alzada, con excepción de sus
motivos décimo a decimocuarto, que se eliminan.
Y teniendo en su lugar y, además, presente:
1º) Que el recurso de protección de garantías constitucionales
establecido en el art. 20 de la Constitución Política de la Repúbli-
ca, constituye jurídicamente una acción de naturaleza cautelar,
destinada a amparar el libre ejercicio de las garantías y derechos
preexistentes, que en esa misma disposición se enumeran, me-
diante la adopción de medidas de resguardo que se deben tomar
ante un acto u omisión arbitrario o ilegal que impida, amague o
moleste ese ejercicio;
2º) Que, como surge de lo transcrito, es requisito indispen-
sable de la acción cautelar de protección la existencia de un
acto u omisión ilegal –lo que significa que ha de ser contrario a
la ley– o arbitrario –producto del mero capricho de quien incu-
rre en él–, y que provoque alguna de las situaciones que se han
indicado, afectando una o más de las garantías constitucionales
protegidas;

251
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

3º) Que, en el presente caso, ha recurrido de protección


don Víctor Hugo Rojas González, contra el Decreto Alcaldicio
sección 1ª, Nº 1.52, de fecha 21 de julio último, expedido por la
alcaldesa de Lo Barnechea, mediante el cual se dispuso no renovar,
a partir del 1º de agosto del año 2005, la patente de alcoholes, rol
Nº 400.186-9, clasificación “D” Cabaret-Discotheque;
4º) Que, entre otras atribuciones, el art. 65, letra N) de la Ley
Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades, entrega
al alcalde la facultad para –de acuerdo con el concejo– “otorgar,
renovar, caducar y trasladar patentes de alcoholes”, que tienen
una duración legal, de modo que, si el plazo está cumplido, podrá
ejercerse o no esta potestad;
5º) Que, sin embargo, el decreto del alcalde es un acto admi-
nistrativo y, como tal, según lo define el art. 3º de la Ley Nº 19.880,
sobre Procedimiento Administrativo, constituye una decisión
formal de las “que emiten los órganos de la Administración del
Estado, en la cual se contienen declaraciones de voluntad en
el ejercicio de una potestad pública”, y estas declaraciones –se
puede agregar– como manifiestan la voluntad de órganos de
la Administración deben conformarse en todos sus aspectos a
la ley; por eso, aun cuando sea una sola esa manifestación de
voluntad, en el análisis de su legalidad cabe escindirla en todos
sus elementos que la configuran, como se infiere de las disposi-
ciones que, especialmente sobre el acto administrativo, contiene
la ya citada ley;
6º) Que, en efecto, no sólo la habilitación previa para actuar
en determinada materia es el elemento que ha de considerarse
al respecto, porque el órgano así habilitado debe sujetarse en su
declaración al objeto o contenido señalado para el acto por la
ley, al motivo legal (el hecho o antecedente que, según la norma
que lo regula, ha de ocurrir o pronunciarse previamente a la
declaración), a las formalidades exigidas y que deben cumplirse,
y a la finalidad que la ley ha previsto al otorgar la competencia
al órgano administrativo para que sea realizada por el acto que
emita;
7º) Que el decreto alcaldicio que es materia del recurso inter-
puesto en autos emana del órgano habilitado para dictarlo –como
está ya dicho– y él ha recaído en una materia que formalmente se

252
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

halla entre sus atribuciones, como asimismo en él se ha cumplido


con las formalidades legales; pero ni el motivo que ha inducido
a la autoridad municipal a emitir ese acto ni la finalidad que se
intenta obtener son los que la ley ha querido que se cumplan
mediante su dictación;
8º) Que, ciertamente, la ley impone restricciones al expendio
y consumo de bebidas alcohólicas teniendo en vista el interés pú-
blico –que es el fin de todo acto administrativo, aquí especificado
en el art. 65, letra N) de la Ley Orgánica antes citada– y si esas
restricciones se vulneran, la autoridad municipal debe ejercer las
atribuciones que se le han conferido legalmente, cuyo motivo será
precisamente tal infracción, y su finalidad, la de cautelar dentro
de la comuna el consumo de alcohol, pudiendo así renovar o
no renovar las patentes al evaluar los diversos factores que con-
curran al respecto; pero los hechos que se indican en el propio
decreto impugnado como la causa o motivo que ha inducido a su
dictación no tienen relación alguna con las bebidas alcohólicas,
sobre cuyo expendio no hay reproche de ninguna especie por-
que, como allí se afirma textualmente, “los reclamos formulados
de vecinos y residentes de la localidad de Farellones”, en que
solicitan la intervención del municipio, se deben al deterioro
que ha experimentado su entorno inmediato, menoscabando el
legítimo derecho que les asiste de vivir en un ambiente libre de
contaminación, provocados por los ruidos molestos provenientes
del funcionamiento del establecimiento comercial del recurrente,
fundamentalmente el alto volumen de la música;
9º) Que se ha apartado también, el decreto alcaldicio, de la
finalidad que el precepto legal que autoriza la no renovación de
patentes de bebidas alcohólicas ha tenido en vista al otorgar esa
autorización y que, como aparece de su texto, estriba en obtener
que el derecho que amparan tales patentes especiales para el
expendio de esas bebidas se ejerza con arreglo a la ley; y se ha
apartado el decreto de esa finalidad, “desviándose” del fin o poder
que le ha sido dado, porque, al ejercer la respectiva potestad, lo
ha hecho para obtener que, sin recurrir a la “clausura”, sometida
a más prolongada y engorrosa tramitación, el establecimiento
quede, en el hecho, impedido de continuar funcionando, puesto
que, sin contar con patente de bebidas alcohólicas, resulta obvio

253
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

que no le será posible mantenerse y su dueño habrá de sufrir un


daño patrimonial;
10º) Que los antecedentes allegados al procedimiento evi-
dencian que la decisión de la autoridad municipal obedeció al
propósito de sancionar al recurrente para terminar con el fun-
cionamiento de su local comercial, aduciendo como fundamento
el hecho de producirse en éste ruidos molestos para los vecinos;
motivo extraño a la patente que ampara el expendio de bebidas
alcohólicas –aspecto acerca del cual no se ha aducido reproche
alguno– y que no puede vincularse con el que se ha previsto por
el legislador para el otorgamiento a la autoridad edilicia de la
potestad contemplada en el precitado art. 65, letra N) de la Ley
Nº 18.695;
11º) Que, siendo una cuestión en general difícil de establecer
lo referente a la prueba del incumplimiento de la finalidad del
acto administrativo “por desviación de poder”, no lo es en el caso
del decreto alcaldicio de autos, en cuyo texto se alude, como fun-
damento de la decisión en él expresada, los reclamos presentados
a causa de ruidos molestos en contra del local del recurrente
por vecinos del sector de Farellones, algunas de cuyas misivas a
la autoridad corren agregadas a fs. 27, 32, 34 y 35; antecedentes
de los cuales se desprende que, usándose de la potestad de no
renovar una patente de bebidas alcohólicas, dadas para el control
sobre el consumo o expendio de las mismas, se ha pretendido en
el fondo obtener una finalidad diferente;
12º) Que, desde otro punto de vista, la razón invocada para la
dictación del acto cuestionado, consistente en la emisión de ruidos
desde el establecimiento del recurrente, no ha resultado acreditada
con suficiencia, desde que, amén del informe del Departamento de
Higiene Ambiental, agregado a fs. 36, que no arriba a conclusiones
determinantes, no hay otros elementos de prueba objetivos que
resulten concluyentes sobre la materia, como, por ejemplo, el que
se hubieran cursado denuncias al Juzgado de Policía Local, por in-
fracciones a la Ordenanza Municipal, referidas a ruidos molestos;
13º) Que, tratándose aquí de un recurso de protección, bastaría
con las consideraciones precedentes, que establecen reparos a la
legalidad del decreto en análisis, para que acogiéndose la apela-
ción deducida, se revocara la sentencia impugnada; sin embargo,

254
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

a lo anterior cabe agregar que dicho acto ha incurrido, además,


en arbitrariedad, según se expondrá seguidamente;
14º) Que, en efecto, un acto administrativo puede ejercerse en
virtud de una potestad discrecional –y la discrecionalidad consiste
en la opción para decidir en uno u otro sentido– otorgada por la ley
al órgano habilitado para ello, pero hay dos elementos que nunca
pueden quedar entregados a la discrecionalidad administrativa:
la competencia del órgano y la finalidad que debe ser cumplida,
elementos que no caben dentro de la opción; otra cosa es, como
fue razonado anteriormente, que el incumplimiento de este úl-
timo sea por su naturaleza de difícil demostración, lo que, según
se dijo, no ocurre en el caso actual, cuya realidad queda revelada
por la propia autoridad de la que emana el decreto impugnado;
y, por el contrario, en los actos en que se ejerce una potestad
discrecional es donde puede incurrir el órgano administrativo,
al optar por una de las vías de acción alternativas, en el vicio de
desviación del fin legal, cometiendo entonces arbitrariedad;
15º) Que, además, la motivación de los actos administrativos
pone a la administración en la necesidad de invocar los hechos
en que se sustente su obrar, para luego en su revisión precisar,
en primer término, su existencia, como la coincidencia con los
presupuestos legales que le permiten actuar; presupuesto que no
se ha establecido en autos, configurando tal omisión o carencia,
arbitrariedad por falta de fundamento e ilegalidad, por no con-
currir las exigencias dispuestas por el legislador;
16º) Que, el decreto alcaldicio objetado ha provocado la
vulneración de las garantías constitucionales cauteladas por los
Nos 21 y 24 del art. 19 de la Carta Fundamental, ya que con él se
impide la actividad empresarial del recurrente, mediante una virtual
clausura de su establecimiento comercial y se afecta a su derecho
de propiedad, al ocasionarle una merma en su patrimonio;
17º) Que debe concluirse, como consecuencia de todo lo
razonado, que el recurso de protección deducido, a fojas 5, ha
de prosperar y ser acogido.
En conformidad, asimismo, con lo que disponen el art. 20
de la Carta Fundamental del Estado y el Auto Acordado de este
tribunal, sobre Tramitación del Recurso de Protección de Ga-
rantías Constitucionales, se revoca la sentencia apelada, de tres

255
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

de octubre último, escrita a fs. 59 y se declara que se acoge el re-


curso de protección deducido en lo principal de la presentación
de fs. 5, dejándose sin efecto el Decreto Alcaldicio sección 1ª,
Nº 1.352, de 21 de julio último, y se ordena que la Municipalidad
de Lo Barnechea deberá proceder a la renovación de la patente
de alcoholes clasificación D (cabaret) por el recurrente Víctor
Hugo Rojas González, sin perjuicio de otras potestades, acciones
o derechos que puedan ser ejercidos.
Regístrese y devuélvase.
Redacción a cargo del Ministro señor Oyarzún.
Rol Nº 5.503-2005.
5. Cooperativa Unión Aérea con Municipalidad de Santiago
Santiago, once de abril del año dos mil seis.
Vistos:
En estos autos rol Nº 6.451-05 la reclamante, Cooperativa de
Ahorro y Crédito Unión Aérea Ltda., interpuso recurso de casa-
ción en el fondo contra la sentencia.
Santiago, once de abril del año dos mil seis.
Vistos:
En estos autos rol Nº 6.451-05 la reclamante, Cooperativa
de Ahorro y Crédito Unión Aérea Ltda., interpuso recurso de
casación en el fondo contra la sentencia pronunciada por la
Corte de Apelaciones de Santiago, que rechazó el reclamo de
ilegalidad interpuesto en contra del Decreto sección segunda,
Nº 86, de 04 de julio del año 2005, dictado por la Alcaldía de la
Comuna de Santiago.
En el reclamo, interpuesto a fs. 15, se expresa que el 09 de junio
de 2005 dedujo reclamo de ilegalidad en contra del acto en que
incurrió el Director de Rentas y Finanzas de la I. Municipalidad
de Santiago, al pretender el cobro de patente comercial por la
actividad que desarrolla la reclamante, acto que se materializó
mediante el giro de la patente Nº 780.229-3, correspondiente
al segundo semestre de 2004 y que le fuera notificada el 12 de
mayo de 2005.
Se trajeron los autos en relación.

256
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

Considerando:
1º) Que mediante el recurso de casación se denuncia la infrac-
ción de los arts. 1º, 3º, 49 y 86 de la Ley General de Cooperativas;
27 del DL Nº 3.063, todo ello en relación con los arts. 19, 22 y 23
del Código Civil.
Agrega que la primera norma mencionada como vulnerada
establece que las cooperativas son personas jurídicas sin fines
de lucro que tienen por objeto la ayuda mutua; y que el art. 27
de la Ley de Rentas Municipales, contenida en el DL Nº 3.063
preceptúa que están exentas del pago de patentes municipales
las personas jurídicas sin fines de lucro que realicen acciones de
ayuda mutua entre sus asociados;
2º) Que el recurso manifiesta que el fallo impugnado rechazó
el reclamo de ilegalidad con error de derecho, fundamentando su
resolución en el hecho que la Ley Nº 19.832 restringió los alcances
y efectos del art. 27 del DL Nº 3.063 y que la actividad principal
de la reclamante no encuadra en ninguna de las hipótesis del ya
citado art. 27 de la Ley de Rentas Municipales.
Que luego se agrega que yerra en derecho la sentencia im-
pugnada al sostener que se incorporó al art. 49 de la Ley General
de Cooperativas un nuevo inciso, pues lo cierto es que dicho pre-
cepto no es nuevo, existía con anterioridad, con una redacción
muy similar en el inciso 2º del art. 54 de la antigua Ley General
de Cooperativas.
Así, según el recurrente no es efectivo que la Ley Nº 19.832
(modificatoria de la Ley General de Cooperativas) haya establecido
nuevas cargas impositivas a las cooperativas, o bien que las exis-
tentes se hayan modificado transformándose en más gravosas;
3º) Que la recurrente sostiene, como un segundo error de
derecho, que el hecho de que las cooperativas de ahorro y crédito
presten el servicio de intermediación financiera a sus cooperados,
no importa su marginación del art. 27 del DL Nº 3.063.
Agrega que la reclamante es una institución sin fin de lucro,
lo que es reconocido por el fallo recurrido, y desarrolla una de
las siete actividades previstas en la norma, concretamente, la de
“ayuda mutua entre cooperados (asociados) de intermediación
financiera en la forma prevista en la ley”;

257
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

4º) Que luego el recurso agrega que la circunstancia de que


“la ayuda mutua entre socios o asociados”, expresiones que utiliza
el art. 27 del DL Nº 3.063, se materialice en el ámbito de la “in-
termediación financiera” no perjudica ni altera la exención. “En
efecto, la citada norma no exige para la aplicación de la exención
que se trate de un determinado tipo de ayuda. La ley no califica el
tipo o la naturaleza de la ayuda de la actividad exenta. Entonces,
no es lícito distinguir en donde el legislador no distingue”;
5º) Que al explicar la forma como las infracciones denunciadas
influyeron en lo dispositivo de la sentencia, la recurrente señala
que de no haber mediado ellas, se habría acogido el reclamo de
ilegalidad, en los términos solicitados, porque tratándose la re-
clamante de una cooperativa, persona jurídica sin fines de lucro,
que tiene por objeto la ayuda mutua de sus socios, desarrolla una
actividad reconocida en el art. 27 del DL Nº 3.063 y, por lo tanto,
se encuentra exenta del pago de la patente comercial, por así
disponerlo la propia Ley de Rentas Municipales en la ya citada
norma, y en lugar de rechazar el recurso de ilegalidad debió
haberlo acogido en todas sus partes;
6º) Que, como se puede apreciar, la visualización del problema
que ha de resolverse consiste en determinar si la recurrente, en
su calidad de cooperativa, está obligada al pago de patente muni-
cipal, en el porcentaje determinado por el municipio recurrido,
de un 50%, o si bien, como propugna la entidad recurrente, está
exenta de la totalidad de dicho tributo.
El fallo impugnado optó por la tesis sustentada por el munici-
pio recurrido, de modo que rechazó la reclamación de ilegalidad
deducida;
7º) Que la primera norma legal invocada es el art. 1º de la
Ley de Cooperativas, disposición que se limita a definir a las coo-
perativas como personas jurídicas sin fines de lucro que tienen
por objeto la ayuda mutua. Es útil sentar desde ya que no apare-
ce transgredida, porque no se ha desconocido por la sentencia
impugnada la naturaleza jurídica de las cooperativas, particular-
mente de la que recurre;
8º) Que el art. 27 de la Ley de Rentas Municipales, también citado
como transgredido, establece que “Sólo están exentas del pago de
la contribución de patente municipal las personas jurídicas sin fines

258
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

de lucro que realicen acciones de beneficencia, de culto religioso,


culturales, de ayuda mutua de sus asociados, artísticas o deportivas
no profesionales y de promoción de intereses comunitarios”.
El art. 65 de este último texto legal dispone que las disposi-
ciones de la presente ley prevalecerán sobre cualquier otra que
verse sobre las mismas materias y, por tanto, quedan derogadas
todas las normas, generales o especiales, que establezcan cuantías
o procedimientos distintos para la determinación de patentes,
derechos y demás gravámenes a beneficio municipal, o que fijen
recargos o sobretasas de los mismos, aun cuando estos últimos
tengan un beneficio distinto de la municipalidad”;
9º) Que, según surge de lo que se ha transcrito, en especial
del art. 27 de la Ley de Rentas Municipales, la exención del pago
de patente municipal beneficia a las personas jurídicas sin fines
de lucro que realicen, en lo que interesa para efectos de decidir,
acciones de beneficencia o de ayuda mutua de sus asociados.
Sin embargo, el caso de la reclamante es radicalmente diverso,
toda vez que traspasa el límite de la beneficencia o simple ayuda
mutua de sus miembros, puesto que en el fallo impugnado quedó
establecido como un hecho del proceso que dicha cooperativa
es una entidad cuyo fin principal, de acuerdo con sus estatutos,
“consiste en prestar servicios de intermediación financiera entre
sus socios y las instituciones financieras, actividad no compren-
dida entre las señaladas en el referido precepto” (art. 27 del DL
Nº 3.063). Cabe destacar que es a partir desde este hecho que se
debe examinar el problema contenido en el recurso de nulidad
de fondo, por resultar inamovible para esta Corte Suprema, que
es un tribunal de casación, lo que significa que analiza la validez
legal del fallo impugnado, esto es, si la normativa invocada ha sido
correctamente aplicada a los hechos, pero acorde como fueron
dados por acreditados por dichos magistrados;
10º) Que, en armonía con lo argumentado, la conclusión
lógica y evidente apunta a que en el presente caso, la cooperati-
va reclamante no cumple con los presupuestos que establece el
art. 27 de la Ley de Rentas Municipales para eximirla del tributo
de patente municipal, desde que excede del objetivo de bene-
ficencia o de ayuda mutua de sus asociados, para extenderse a
actividades de intermediación financiera entre sus socios y las

259
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

instituciones financieras, las que pueden afectar o involucrar a


terceras personas, ajenas a la misma, lo que la convierte en un
instituto que persigue lucro. Por ello, este precepto no sólo no ha
sido infringido, sino que su aplicación estricta viene a contradecir
la propia postura de quien lo ha invocado en su favor, vale decir,
la recurrente de casación;
11º) Que, para gozar de la exención total prevista por la Ley
de Rentas Municipales en su art. 27, sería necesario que la Coo-
perativa limitara su accionar a las actividades allí señaladas, lo que
no ocurre, puesto que las ha ampliado en la forma consignada a
terceras personas de la manera como quedó sentado por los jueces
del fondo. Por esta razón es que el accionar de la reclamante se
aparta de este último precepto, lo que conduce a hacer inaplicable
a su respecto la exención consagrada en esta disposición;
12º) Que, en síntesis, puede estamparse que la cooperativa
recurrente, como quedó establecido en el fallo impugnado, rea-
liza actividades tendientes a “prestar servicios de intermediación
financiera entre sus socios y las instituciones financieras, actividad
no comprendida entre las señaladas en el referido precepto”. Por
lo tanto, excede de los términos acotados en el art. 27 de la Ley
de la Renta que le permitirían eximirse del pago de la patente
municipal, resultando entonces aplicable a su respecto la norma
del art. 54 letra c) de la Ley de Cooperativas, por lo que debe
pagar un tributo por un porcentaje del 50%. La conclusión que
puede extraerse de lo anotado consiste en que la sentencia que
se reprocha no incurrió en las infracciones de ley denunciadas,
sino que decidió acertadamente, lo que torna innecesario ahondar
más en la temática planteada, puesto que de todo lo reflexionado
anteriormente ha quedado en claro que el recurso intentado no
puede prosperar y debe ser desechado.
De conformidad, asimismo, con lo que disponen los arts. 764,
767 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se declara que se
rechaza el recurso de casación en el fondo interpuesto en lo
principal de la presentación de fojas 63, contra la sentencia de
quince de noviembre del año dos mil cinco, escrita a fs. 58.
Regístrese y devuélvase.
Redacción a cargo de la Ministra señorita Morales.
Rol Nº 6.451-2005.

260
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

6. Inversiones Matriz S.A. con Municipalidad de Santiago


Santiago, veinticinco de abril del año dos mil seis.
Vistos:
En estos autos rol Nº 6.285-05, “Inversiones Matriz S.A.”, dedujo
recurso de casación en el fondo contra la sentencia pronunciada
por la Corte de Apelaciones de Santiago, que rechazó el reclamo
de ilegalidad interpuesto por la recurrente, en lo principal de
fojas 1.
Por medio del escrito de fojas 11 compareció don Pedro Schain
Maluk, en representación de la empresa ya indicada, y dedujo
reclamo de ilegalidad respecto del Decreto Alcaldicio sección
20 Nº 144, de 17 de noviembre de 2004, por el que se rechazó
el reclamo de ilegalidad, interpuesto en sede administrativa, en
contra de la carta enviada a la reclamante por el Director del Área
de Administración y Finanzas de la Ilustre Municipalidad de San-
tiago, que sometió al pago de patente municipal a la reclamante
en circunstancias que, de acuerdo a la ley, ésta no se encontraría
gravada por dicho tributo.
El fundamento de la sentencia impugnada consiste en que
la alegación efectuada por la parte reclamante de haberse dedi-
cado únicamente a realizar inversiones de carácter privado, sin
interactuar con terceros, no la exime de su obligación de pagar
patente, por cuanto está de acuerdo con sus propios dichos, en
el sentido que realiza una actividad lucrativa.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1º) Que el recurso denuncia la transgresión del art. 2º del
Decreto Supremo 484 de 1980 del Ministerio de Hacienda, que
reglamenta la aplicación del art. 23 inciso 1º del DL Nº 3.063;
los arts. 19 y 20 del Código Civil; 3º Nos l, 7 y 11 del Código de
Comercio; y 23 inciso 1º del DL Nº 3.063, de 1979, sobre Rentas
Municipales.
Sostiene que el error de derecho se ha producido porque
“Inversiones Matriz S.A.” no ejerce actividad lucrativa secun-
daria o terciaria, pues en estas últimas no están comprendidas
las operaciones comerciales llevadas a cabo en situación de

261
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

privada, sin proyección hacia terceros o hacia el público, como


son las realizadas por la reclamante, ello en virtud de que las
inversiones no constituyen actos de comercio por el solo hecho
de ser tales;
2º) Que la recurrente añade que las inversiones privadas que
realiza un particular, tales como depósitos en fondos mutuos o
compras de bienes raíces que tienen por objeto realizar ahorro,
no deben pagar la contribución discutida en autos. Agrega que
al mencionar el DS 484 el concepto de “actividad lucrativa” se
refiere a actos de comercio y no a cualquier acción que tenga
por objeto aumentar de alguna manera el patrimonio;
3º) Que el recurso agrega que tan cierto es lo anterior, que
el 01 de julio de 2005 se publicó la Ley Nº 20.033, denominada
“Ley de Rentas Municipales II”, a través de la cual expresamente,
y por manifestación inequívoca de la voluntad del legislador, se
dijo que las sociedades de inversión quedaban (a partir de esa ley
y no antes) gravadas con el impuesto cuya aplicación es objeto
de reclamo por la reclamante;
4º) Que, al explicar la forma como las infracciones denuncia-
das influyeron substancialmente en lo dispositivo de la sentencia,
el recurso afirma que, producto de la errónea aplicación e in-
terpretación del art. 23 inciso 10 del DL Nº 3.063, sobre Rentas
Municipales, se rechazó el reclamo de ilegalidad; en cambio, si
se hubiese interpretado correctamente, se habría concluido que
la sociedad recurrente, al menos hasta la entrada en vigencia de
la “Ley de Rentas II”, no estaba ni pudo estar sujeta al pago de
patentes municipales;
5º) Que, como puede advertirse, el problema de derecho
consiste en determinar si la empresa “Inversiones Matriz S.A.” se
encuentra afecta al tributo denominado patente municipal.
Dicha empresa, según el recurrente, se ha dedicado exclusiva-
mente a inversiones de carácter privado y civil, sin interactuar con
terceros ni prestando servicios de asesoría o de ningún otro tipo
a particulares; es decir, afirma que ha realizado lo que denomina
“inversiones pasivas”.
Sin embargo, la Dirección de Rentas Municipales comunicó
a la actora que, por el hecho de haber efectuado las operaciones
pertinentes para la declaración de rentas del año 2004, y por

262
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

encontrarse gravada con el Impuesto de Primera Categoría, se


supone el ejercicio de una actividad comercial de las contenidas
en el art. 23 del DL Nº 3.063, por lo cual se encuentra afecta al
pago de patente municipal, al considerar que respecto de ella
se materializa el hecho gravado contenido en el inciso 10 de la
norma recién citada;
6º) Que el municipio de Santiago, en la carta cuestionada,
informó que la actividad económica desarrollada por la actora
se encuentra afecta al pago de patente municipal, de acuerdo al
art. 23 del DL Nº 3.063 de 1979, sobre Rentas Municipales.
Dicha disposición prescribe que “el ejercicio de toda profe-
sión, oficio, industria, comercio, arte o cualquier otra actividad
lucrativa secundaria o terciaria, sea cual fuere su naturaleza o
denominación, está sujeto a una contribución de patente muni-
cipal, con arreglo a las disposiciones de la presente ley. Asimismo,
quedarán gravadas con esta tributación municipal las actividades
primarias o extractivas en los casos de (…) cuando los productos
que se obtengan de esta clase de actividades primarias se vendan
directamente por los productores, en locales, puestos, kioscos
o en cualquiera otra forma que permita su expendio también
directamente al público o a cualquier comprador en general, no
obstante que se realice en el mismo predio, paraje o lugar (...)
y aunque no constituyan actos de comercio los que se ejecuten
para efectuar este expendio directo”;
7º) Que la contribución de patente municipal constituye el pago
de un impuesto directo, ya que expresamente está incluida en el
título IV del DL Nº 3.063, relativo a los “impuestos municipales”.
Por tratarse, en consecuencia, de un tributo, le son aplicables
las normas constitucionales en materia tributaria, especialmente
el principio de legalidad o reserva legal;
8º) Que, en consecuencia, para determinar si una persona
natural o jurídica es sujeto pasivo de la obligación tributaria del
pago de contribución de patente municipal, es indispensable
determinar si esa actividad está comprendida dentro del hecho
gravado, que establece la ley, el que se encuentra contemplado
en el art. 23 del DL Nº 3.063.
En el caso sub lite, la sentencia reclamada no pudo determinar
el real objeto social y la actividad específica de la reclamante, pues

263
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

el documento agregado a fojas 20 –escritura de constitución de


sociedad “Inversiones Matriz S.A.”– no es íntegro, toda vez que
no contiene la cláusula relativa al objeto o giro social, y tampoco
lo es, en ese aspecto, su escrito de reclamo, ya que también, en
esa parte, está incompleto; esto último aparece de solo leer la
parte final de su primera hoja;
9º) Que, pese a las omisiones referidas precedentemente,
de los antecedentes allegados al proceso y del propio recono-
cimiento de la reclamante, a ésta corresponde calificar jurídi-
camente como sociedad anónima y, como tal, conforme a lo
establecido en el inciso 2º del art. 10 de la Ley Nº16.046, sobre
Sociedades Anónimas, estas sociedades son siempre de carácter
mercantil, aun cuando se formen para la realización de negocios
de carácter civil.
Es decir, es la ley y no las partes la que les otorga dicha natura-
leza jurídica, de modo que legalmente y en definitiva no importa
si en el hecho realizan o no actividades de carácter mercantil;
10º) Que el inciso 10 del art. 23 del DL Nº 3.063, sobre Rentas
Municipales, dispone que “el ejercicio de toda profesión, oficio,
industria, comercio, arte o cualquier otra actividad lucrativa se-
cundaria o terciaria, sea cual fuere su naturaleza o denominación,
está sujeto a una contribución de patente municipal, con arreglo
a las disposiciones de la presente ley”;
11º) Que, por su parte, el art. 2º del DS 484 del Ministerio
del Interior, que contiene el Reglamento para la aplicación del
referido art. 23 y siguientes del DL Nº 3.063, define cuáles son las
actividades primarias, secundarias y terciarias, señalando que “son
aquellas que consisten en el comercio y distribución de bienes
y en la prestación de servicios de todo tipo, y en general, toda
actividad lucrativa que no quede comprendida en las primarias
o secundarias, tales como el comercio por mayor y por menor,
nacional o internacional, representaciones, bodegajes, financie-
ras, servicios públicos o privados estén o no regulados por leyes
especiales, consultorías, servicios auxiliares de la administración
de justicia, etc.”;
12º) Que, encontrándose determinado que la reclamante es
una sociedad anónima y, como tal, por aplicación del inciso 2º del
art. 1º de la Ley Nº 18.046, tiene el carácter de mercantil, queda

264
JURISPRUDENCIA RECIENTE DE LA CORTE SUPREMA EN MATERIA MUNICIPAL

necesariamente comprendida en el hecho gravado contemplado


en el art. 23 del DL Nº 3.063 y, por ello y lo dispuesto en el art. 2º
del Decreto Supremo 484, ya mencionado, se encuentra en la
obligación de pagar patente municipal;
13º) Que, en consecuencia, el fallo impugnado, al concluir
del modo como ha quedado expresado y resolver como se dijo,
no ha incurrido en los errores de derecho que se le atribuyen, por
lo que el presente recurso de nulidad debe ser desestimado.
De conformidad, asimismo, con lo que disponen los arts. 764,
767, 785 y 805 del Código de Procedimiento Civil, se declara que
se rechaza el recurso de casación en el fondo interpuesto en lo
principal de la presentación de fojas 74, contra la sentencia de
ocho de noviembre del año dos mil cinco, escrita a fojas 69.
Regístrese y devuélvase.
Redacción a cargo del Ministro señor Gálvez.
Rol Nº 6.285-2005.

265
A N E XO 1

LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL


DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

D.F.L. Núm. 1.– Santiago, 9 de mayo de 2006.– Visto: Lo dis-


puesto en el inciso 5º y siguientes del artículo 64 de la Constitu-
ción Política de la República, cuyo texto refundido, coordinado
y sistematizado se fijó por Decreto Supremo Nº 100, de 2005, del
Ministerio Secretaría General de la Presidencia.

Decreto con Fuerza de Ley:

Fíjase el siguiente texto refundido, coordinado y sistematizado de


la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades:

TÍTULO I
DE LA MUNICIPALIDAD

Párrafo 1º
Naturaleza y constitución

Artículo 1º. La administración local de cada comuna o agru-


pación de comunas que determine la ley reside en una munici-
palidad.
Las municipalidades son corporaciones autónomas de de-
recho público, con personalidad jurídica y patrimonio propio,
cuya finalidad es satisfacer las necesidades de la comunidad local
y asegurar su participación en el progreso económico, social y
cultural de las respectivas comunas.

269
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 2º. Las municipalidades estarán constituidas por el


alcalde, que será su máxima autoridad, y por el concejo.

Párrafo 2º
Funciones y atribuciones

Artículo 3º. Corresponderá a las municipalidades, en el ámbito


de su territorio, las siguientes funciones privativas:
a) Elaborar, aprobar y modificar el plan comunal de desarro-
llo cuya aplicación deberá armonizar con los planes regionales y
nacionales;
b) La planificación y regulación de la comuna y la confección
del plan regulador comunal, de acuerdo con las normas legales
vigentes;
c) La promoción del desarrollo comunitario;
d) Aplicar las disposiciones sobre transporte y tránsito públi-
cos, dentro de la comuna, en la forma que determinen las leyes
y las normas técnicas de carácter general que dicte el ministerio
respectivo;
e) Aplicar las disposiciones sobre construcción y urbanización,
en la forma que determinen las leyes, sujetándose a las normas
técnicas de carácter general que dicte el ministerio respectivo, y
f) El aseo y ornato de la comuna.

Artículo 4º. Las municipalidades, en el ámbito de su territo-


rio, podrán desarrollar, directamente o con otros órganos de la
Administración del Estado, funciones relacionadas con:
a) La educación y la cultura;
b) La salud pública y la protección del medio ambiente;
c) La asistencia social y jurídica;
d) La capacitación, la promoción del empleo y el fomento
productivo;
e) El turismo, el deporte y la recreación;
f) La urbanización y la vialidad urbana y rural;
g) La construcción de viviendas sociales e infraestructuras
sanitarias;
h) El transporte y tránsito públicos;

270
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

i) La prevención de riesgos y la prestación de auxilio en


situaciones de emergencia o catástrofes;
j) El apoyo y el fomento de medidas de prevención en materia
de seguridad ciudadana y colaborar en su implementación, sin
perjuicio de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 101
de la Constitución Política;
k) La promoción de la igualdad de oportunidades entre hom-
bres y mujeres, y
l) El desarrollo de actividades de interés común en el ámbito
local.

Artículo 5º. Para el cumplimiento de sus funciones las muni-


cipalidades tendrán las siguientes atribuciones esenciales:
a) Ejecutar el plan comunal de desarrollo y los programas
necesarios para su cumplimiento;
b) Elaborar, aprobar, modificar y ejecutar el presupuesto mu-
nicipal;
c) Administrar los bienes municipales y nacionales de uso
público, incluido su subsuelo, existentes en la comuna, salvo que,
en atención a su naturaleza o fines y de conformidad a la ley, la
administración de estos últimos corresponda a otros órganos de
la Administración del Estado. En ejercicio de esta atribución, les
corresponderá, previo informe del consejo económico y social de
la comuna, asignar y cambiar la denominación de tales bienes.
Asimismo, con el acuerdo de los dos tercios de los concejales en
ejercicio, podrá hacer uso de esta atribución respecto de pobla-
ciones, barrios y conjuntos habitacionales, en el territorio bajo
su administración;
d) Dictar resoluciones obligatorias con carácter general o
particular;
e) Establecer derechos por los servicios que presten y por los
permisos y concesiones que otorguen;
f) Adquirir y enajenar, bienes muebles e inmuebles;
g) Otorgar subvenciones y aportes para fines específicos a
personas jurídicas de carácter público o privado, sin fines de lucro,
que colaboren directamente en el cumplimiento de sus funciones.
Estas subvenciones y aportes no podrán exceder, en conjunto, al
siete por ciento del presupuesto municipal. Este límite no incluye
a las subvenciones y aportes que las municipalidades destinen a

271
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

las actividades de educación, de salud o de atención de menores


que les hayan sido traspasadas en virtud de lo establecido en
el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1-3.063, de Interior, de 1980,
cualesquiera sea su forma de administración, ni las destinadas
a los Cuerpos de Bomberos. Asimismo, este límite no incluye a
las subvenciones o aportes que las Municipalidades de Santiago,
Vitacura, Providencia y Las Condes efectúen a la “Corporación
Cultural de la I. Municipalidad de Santiago”, para el financia-
miento de actividades de carácter cultural que beneficien a los
habitantes de dichas comunas;
h) Aplicar tributos que graven actividades o bienes que ten-
gan una clara identificación local y estén destinados a obras de
desarrollo comunal, para cuyo efecto las autoridades comunales
deberán actuar dentro de las normas que la ley establezca;
i) Constituir corporaciones o fundaciones de derecho privado,
sin fines de lucro, destinadas a la promoción y difusión del arte y
la cultura. La participación municipal en estas corporaciones se re-
girá por las normas establecidas en el Párrafo 1º del Título VI;
j) Establecer, en el ámbito de las comunas o agrupación de
comunas, territorios denominados unidades vecinales, con el ob-
jeto de propender a un desarrollo equilibrado y a una adecuada
canalización de la participación ciudadana, y
k) Aprobar los planes reguladores comunales y los planes
seccionales de comunas que formen parte de un territorio nor-
mado por un plan regulador metropolitano o intercomunal, y
pronunciarse sobre el proyecto de plan regulador comunal o de
plan seccional de comunas que no formen parte de un territorio
normado por un plan regulador metropolitano o intercomunal.
Las municipalidades tendrán, además, las atribuciones no
esenciales que le confieren las leyes o que versen sobre materias
que la Constitución Política de la República expresamente ha
encargado sean reguladas por la ley común.
Sin perjuicio de las funciones y atribuciones de otros organismos
públicos, las municipalidades podrán colaborar en la fiscalización
y en el cumplimiento de las disposiciones legales y reglamentarias
correspondientes a la protección del medio ambiente, dentro de
los límites comunales.
Cualquier nueva función o tarea que se les asigne a los muni-
cipios deberá contemplar el financiamiento respectivo.

272
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Las municipalidades podrán asociarse entre ellas para el cum-


plimiento de sus fines propios, de acuerdo con las reglas estable-
cidas en el Párrafo 2º del Título VI.

Artículo 6º. La gestión municipal contará, a lo menos, con los


siguientes instrumentos:
a) El plan comunal de desarrollo y sus programas;
b) El plan regulador comunal, y
c) El presupuesto municipal anual.

Artículo 7º. El plan comunal de desarrollo, instrumento rector


del desarrollo en la comuna, contemplará las acciones orientadas
a satisfacer las necesidades de la comunidad local y a promover
su avance social, económico y cultural. Su vigencia mínima será
de cuatro años, sin que necesariamente deba coincidir con el
período de desempeño de las autoridades municipales electas
por la ciudadanía. Su ejecución deberá someterse a evaluación
periódica, dando lugar a los ajustes y modificaciones que corres-
pondan.
En todo caso, en la elaboración y ejecución del plan comunal
de desarrollo, tanto el alcalde como el concejo deberán tener en
cuenta la participación ciudadana y la necesaria coordinación con
los demás servicios públicos que operen en el ámbito comunal o
ejerzan competencias en dicho ámbito.

Artículo 8º. Para el cumplimiento de sus funciones, las muni-


cipalidades podrán celebrar convenios con otros órganos de la
Administración del Estado en las condiciones que señale la ley
respectiva, sin alterar las atribuciones y funciones que correspon-
den a los municipios.
Asimismo, a fin de atender las necesidades de la comunidad
local, las municipalidades podrán celebrar contratos que impli-
quen la ejecución de acciones determinadas.
De igual modo, podrán otorgar concesiones para la prestación
de determinados servicios municipales o para la administración
de establecimientos o bienes específicos que posean o tengan a
cualquier título.
La celebración de los contratos y el otorgamiento de las con-
cesiones a que aluden los incisos precedentes se hará previa li-

273
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

citación pública, en el caso que el monto de los contratos o el


valor de los bienes involucrados exceda de doscientas unidades
tributarias mensuales o, tratándose de concesiones, si el total de
los derechos o prestaciones que deba pagar el concesionario sea
superior a cien unidades tributarias mensuales.
Si el monto de los contratos o el valor de los bienes involucra-
dos o los derechos o prestaciones a pagarse por las concesiones
son inferiores a los montos señalados en el inciso precedente, se
podrá llamar a propuesta privada. Igual procedimiento se aplicará
cuando, no obstante que el monto de los contratos o el valor de
los bienes involucrados exceda de los montos indicados en dicho
inciso, concurran imprevistos urgentes u otras circunstancias
debidamente calificadas por el concejo, en sesión especialmente
convocada al efecto y con el voto favorable de la mayoría absoluta
de los concejales en ejercicio.
Si no se presentaren interesados o si el monto de los contratos
no excediere de cien unidades tributarias mensuales, se podrá
proceder mediante contratación directa.
El alcalde informará al concejo sobre la adjudicación de las
concesiones, de las licitaciones públicas, de las propuestas priva-
das, de las contrataciones directas de servicios para el municipio y
de las contrataciones de personal, en la primera sesión ordinaria
que celebre el concejo con posterioridad a dichas adjudicaciones
o contrataciones, informando por escrito sobre las diferentes
ofertas recibidas y su evaluación.
Con todo, lo dispuesto en los incisos anteriores no será apli-
cable a los permisos municipales, los cuales se regirán por lo
establecido en los artículos 36 y 63, letra g), de esta ley.

Artículo 9º. Las municipalidades deberán actuar, en todo caso,


dentro del marco de los planes nacionales y regionales que regu-
len la respectiva actividad.
Corresponderá al intendente de la región respectiva velar por
el cumplimiento de lo que dispone el inciso anterior.

Artículo 10. La coordinación entre las municipalidades y entre


éstas y los servicios públicos que actúen en sus respectivos territorios,
se efectuará mediante acuerdos directos entre estos organismos.
A falta de acuerdo, el gobernador provincial que corresponda

274
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

dispondrá las medidas necesarias para la coordinación requerida,


a solicitud de cualquiera de los alcaldes interesados.
En todo caso, la coordinación deberá efectuarse sin alterar
las atribuciones y funciones que correspondan a los organismos
respectivos.

Artículo 11. Las municipalidades podrán desarrollar activida-


des empresariales o participar en ellas sólo si una ley de quórum
calificado las autoriza.

Artículo 12. Las resoluciones que adopten las municipalidades


se denominarán ordenanzas, reglamentos municipales, decretos
alcaldicios o instrucciones.
Las ordenanzas serán normas generales y obligatorias aplica-
bles a la comunidad. En ellas podrán establecerse multas para los
infractores, cuyo monto no excederá de cinco unidades tributarias
mensuales, las que serán aplicadas por los juzgados de policía
local correspondientes.
Los reglamentos municipales serán normas generales obliga-
torias y permanentes, relativas a materias de orden interno de la
municipalidad.
Los decretos alcaldicios serán resoluciones que versen sobre
casos particulares.
Las instrucciones serán directivas impartidas a los subalternos.

Párrafo 3º
Patrimonio y financiamiento municipales

Artículo 13. El patrimonio de las municipalidades estará cons-


tituido por:
a) Los bienes corporales e incorporales que posean o adquie-
ran a cualquier título;
b) El aporte que les otorgue el Gobierno Regional respectivo;
c) Los ingresos provenientes de su participación en el Fondo
Común Municipal;
d) Los derechos que cobren por los servicios que presten y
por los permisos y concesiones que otorguen;

275
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

e) Los ingresos que perciban con motivo de sus actividades


o de las de los establecimientos de su dependencia;
f) Los ingresos que recauden por los tributos que la ley per-
mita aplicar a las autoridades comunales, dentro de los marcos
que la ley señale, que graven actividades o bienes que tengan
una clara identificación local, para ser destinados a obras de de-
sarrollo comunal, sin perjuicio de la disposición sexta transitoria
de la Constitución Política, comprendiéndose dentro de ellos,
tributos tales como el impuesto territorial establecido en la Ley
sobre Impuesto Territorial, el permiso de circulación de vehículos
consagrado en la Ley de Rentas Municipales, y las patentes a que
se refieren los artículos 23 y 32 de dicha ley y 3º de la Ley sobre
Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas;
g) Las multas e intereses establecidos a beneficio municipal, y
h) Los demás ingresos que les correspondan en virtud de las
leyes vigentes.

Artículo 14. Las municipalidades gozarán de autonomía para


la administración de sus finanzas.
En el ejercicio de esta autonomía, las municipalidades podrán
requerir del Servicio de Tesorerías, información sobre los montos,
distribución y estimaciones de rendimiento de todos los ingresos
de beneficio municipal que ese organismo recaude.
Para garantizar el cumplimiento de los fines de las municipa-
lidades y su adecuado funcionamiento, existirá un mecanismo de
redistribución solidaria de recursos financieros entre las muni-
cipalidades del país, denominado Fondo Común Municipal, el
cual estará integrado por los siguientes recursos:
1.– Un sesenta por ciento del impuesto territorial que resulte
de aplicar la tasa a que se refiere el artículo 7º de la Ley sobre
Impuesto Territorial; no obstante, tratándose de las Municipali-
dades de Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura, su aporte
por este concepto será de un sesenta y cinco por ciento;
2.– Un sesenta y dos coma cinco por ciento del derecho por el
permiso de circulación de vehículos que establece la Ley de Rentas
Municipales, sin perjuicio de lo establecido en su artículo 12;
3.– Un cincuenta y cinco por ciento de lo que recaude la
Municipalidad de Santiago y un sesenta y cinco por ciento de lo
que recauden las Municipalidades de Providencia, Las Condes y

276
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Vitacura, por el pago de las patentes a que se refieren los artícu-


los 23 y 32 de la Ley de Rentas Municipales, y 3º de la Ley sobre
Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas;
4.– Un cincuenta por ciento del derecho establecido en el
Nº 7 del artículo 41 del Decreto Ley Nº 3.063, de 1979, Ley de
Rentas Municipales, en la transferencia de vehículos con permisos
de circulación;
5.– El monto total del impuesto territorial que paguen los in-
muebles fiscales afectos a dicho impuesto, conforme lo establece
la Ley Nº 17.235; y por un aporte fiscal que se considerará anual-
mente en la Ley de Presupuestos, cuyo monto será equivalente
en pesos a 218.000 unidades tributarias mensuales, a su valor del
mes de agosto del año precedente, y
6.– El cien por ciento de lo recaudado por multas impuestas
por los Juzgados de Policía Local, por infracciones o contraven-
ciones a las normas de tránsito, detectadas por medio de equipos
de registro de infracciones.
La distribución de este Fondo se sujetará a los criterios y nor-
mas establecidos en la Ley de Rentas Municipales.

Párrafo 4º
Organización interna

Artículo 15. Las funciones y atribuciones de las municipalida-


des serán ejercidas por el alcalde y por el concejo en los términos
que esta ley señala.
Para los efectos anteriores, las municipalidades dispondrán
de una Secretaría Municipal, de una Secretaría Comunal de Pla-
nificación y de otras unidades encargadas del cumplimiento de
funciones de prestación de servicios y de administración interna,
relacionadas con el desarrollo comunitario, obras municipales, aseo
y ornato, tránsito y transporte públicos, administración y finanzas,
asesoría jurídica y control. Dichas unidades sólo podrán recibir la
denominación de Dirección, Departamento, Sección u Oficina.

Artículo 16. En las comunas cuya población sea superior a cien


mil habitantes, las municipalidades incluirán en su organización

277
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

interna la Secretaría Municipal, la Secretaría Comunal de Plani-


ficación, y a lo menos, las unidades encargadas de cada una de
las funciones genéricas señaladas en el artículo anterior.

Artículo 17. En las comunas cuya población sea igual o inferior


a cien mil habitantes, la organización interna de sus municipa-
lidades incluirá la Secretaría Municipal y todas o alguna de las
unidades encargadas de las funciones genéricas señaladas en el
artículo 15, según las necesidades y características de la comuna
respectiva. Asimismo, podrán incluir una Secretaría Comunal
de Planificación.
Además de lo señalado en el inciso anterior, dichas municipa-
lidades podrán refundir en una sola unidad, dos o más funciones
genéricas, cuando las necesidades y características de la comuna
respectiva así lo requieran.

Artículo 18. Dos o más municipalidades, de aquéllas a que


alude el inciso primero del artículo anterior, podrán, mediante
convenio celebrado al efecto y cuyo eventual desahucio unilate-
ral no producirá consecuencias sino hasta el subsiguiente año
presupuestario, compartir entre sí una misma unidad, excluidas
la secretaría municipal, el administrador municipal y la unidad
de control, con el objeto de lograr un mejor aprovechamiento
de los recursos humanos disponibles.

Artículo 19. Para los efectos de determinar la población de las


comunas se considerará el censo legalmente vigente.
En el caso de las municipalidades correspondientes a agru-
paciones de comunas, el número de habitantes que se tendrá en
cuenta para los efectos de los artículos anteriores, será la totalidad
de la población de las comunas que las integren.

Artículo 20. La Secretaría Municipal estará a cargo de un se-


cretario municipal que tendrá las siguientes funciones:
a) Dirigir las actividades de secretaría administrativa del al-
calde y del concejo;
b) Desempeñarse como ministro de fe en todas las actuaciones
municipales, y

278
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

c) Recibir, mantener y tramitar, cuando corresponda, la de-


claración de intereses establecida por la Ley Nº 18.575.

Artículo 21. La Secretaría Comunal de Planificación desempe-


ñará funciones de asesoría del alcalde y del concejo, en materias
de estudios y evaluación, propias de las competencias de ambos
órganos municipales.
En tal carácter, le corresponderán las siguientes funciones:
a) Servir de secretaría técnica permanente del alcalde y del
concejo en la formulación de la estrategia municipal, como asimis-
mo de las políticas, planes, programas y proyectos de desarrollo
de la comuna;
b) Asesorar al alcalde en la elaboración de los proyectos de
plan comunal de desarrollo y de presupuesto municipal;
c) Evaluar el cumplimiento de los planes, programas, pro-
yectos, inversiones y el presupuesto municipal, e informar sobre
estas materias al concejo, a lo menos semestralmente;
d) Efectuar análisis y evaluaciones permanentes de la situación
de desarrollo de la comuna, con énfasis en los aspectos sociales
y territoriales;
e) Elaborar las bases generales y específicas, según correspon-
da, para los llamados a licitación, previo informe de la unidad
competente, de conformidad con los criterios e instrucciones
establecidos en el reglamento municipal respectivo;
f) Fomentar vinculaciones de carácter técnico con los servicios
públicos y con el sector privado de la comuna, y
g) Recopilar y mantener la información comunal y regional
atingente a sus funciones.
Adscrito a esta unidad existirá el asesor urbanista, quien requerirá
estar en posesión de un título universitario de una carrera de, a lo me-
nos, diez semestres, correspondiéndole las siguientes funciones:
a) Asesorar al alcalde y al concejo en la promoción del desa-
rrollo urbano;
b) Estudiar y elaborar el plan regulador comunal, y mantenerlo
actualizado, promoviendo las modificaciones que sean necesarias
y preparar los planes seccionales para su aplicación, y
c) Informar técnicamente las proposiciones sobre planificación
urbana intercomunal, formuladas al municipio por la Secretaría
Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo.

279
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 22. La unidad encargada del desarrollo comunitario


tendrá como funciones específicas:
a) Asesorar al alcalde y, también, al concejo en la promoción
del desarrollo comunitario;
b) Prestar asesoría técnica a las organizaciones comunitarias,
fomentar su desarrollo y legalización, y promover su efectiva
participación en el municipio, y
c) Proponer y ejecutar, dentro de su ámbito y cuando corres-
ponda, medidas tendientes a materializar acciones relacionadas
con salud pública, protección del medio ambiente, educación y
cultura, capacitación laboral, deporte y recreación, promoción
del empleo, fomento productivo local y turismo.

Artículo 23. La unidad de servicios de salud, educación y de-


más incorporados a la gestión municipal tendrá la función de
asesorar al alcalde y al concejo en la formulación de las políticas
relativas a dichas áreas.
Cuando la administración de dichos servicios sea ejercida
directamente por la municipalidad, le corresponderá cumplir,
además, las siguientes funciones:
a) Proponer y ejecutar medidas tendientes a materializar ac-
ciones y programas relacionados con salud pública y educación,
y demás servicios incorporados a su gestión, y
b) Administrar los recursos humanos, materiales y financieros
de tales servicios, en coordinación con la unidad de administra-
ción y finanzas.
Cuando exista corporación municipal a cargo de la adminis-
tración de servicios traspasados, y sin perjuicio de lo dispuesto
en el inciso primero, a esta unidad municipal le correspon-
derá formular proposiciones con relación a los aportes o sub-
venciones a dichas corporaciones, con cargo al presupuesto
municipal, y proponer mecanismos que permitan contribuir
al mejoramiento de la gestión de la corporación en las áreas
de su competencia.

Artículo 24. A la unidad encargada de obras municipales le


corresponderán las siguientes funciones:
a) Velar por el cumplimiento de las disposiciones de la Ley
General de Urbanismo y Construcciones, del plan regulador

280
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

comunal y de las ordenanzas correspondientes, para cuyo efecto


gozará de las siguientes atribuciones específicas:
1) Dar aprobación a las subdivisiones de predios urbanos y
urbano-rurales;
2) Dar aprobación a los proyectos de obras de urbanización
y de construcción;
3) Otorgar los permisos de edificación de las obras señaladas
en el número anterior;
4) Fiscalizar la ejecución de dichas obras hasta el momento
de su recepción, y
5) Recibirse de las obras ya citadas y autorizar su uso;
b) Fiscalizar las obras en uso, a fin de verificar el cumplimiento
de las disposiciones legales y técnicas que las rijan;
c) Aplicar normas ambientales relacionadas con obras de
construcción y urbanización;
d) Confeccionar y mantener actualizado el catastro de las
obras de urbanización y edificación realizadas en la comuna;
e) Ejecutar medidas relacionadas con la vialidad urbana y
rural;
f) Dirigir las construcciones que sean de responsabilidad mu-
nicipal, sean ejecutadas directamente o a través de terceros, y
g) En general, aplicar las normas legales sobre construcción
y urbanización en la comuna.
Quien ejerza la jefatura de esta unidad deberá poseer indistin-
tamente el título de arquitecto, de ingeniero civil, de constructor
civil o de ingeniero constructor civil.

Artículo 25. A la unidad encargada de la función de aseo y


ornato corresponderá velar por:
a) El aseo de las vías públicas, parques, plazas, jardines y, en
general, de los bienes nacionales de uso público existentes en la
comuna;
b) El servicio de extracción de basura, y
c) La construcción, conservación y administración de las áreas
verdes de la comuna.

Artículo 26. A la unidad encargada de la función de tránsito


y transporte públicos corresponderá:

281
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

a) Otorgar y renovar licencias para conducir vehículos;


b) Determinar el sentido de circulación de vehículos, en co-
ordinación con los organismos de la Administración del Estado
competentes;
c) Señalizar adecuadamente las vías públicas, y
d) En general, aplicar las normas generales sobre tránsito y
transporte públicos en la comuna.

Artículo 27. La unidad encargada de administración y finanzas


tendrá las siguientes funciones:
a) Asesorar al alcalde en la administración del personal de la
municipalidad.
b) Asesorar al alcalde en la administración financiera de los
bienes municipales, para lo cual le corresponderá específica-
mente:
1.– Estudiar, calcular, proponer y regular la percepción de
cualquier tipo de ingresos municipales;
2.– Colaborar con la Secretaría Comunal de Planificación en
la elaboración del presupuesto municipal;
3.– Visar los decretos de pago;
4.– Llevar la contabilidad municipal en conformidad con las
normas de la contabilidad nacional y con las instrucciones que la
Contraloría General de la República imparta al respecto;
5.– Controlar la gestión financiera de las empresas munici-
pales;
6.– Efectuar los pagos municipales, manejar la cuenta ban-
caria respectiva y rendir cuentas a la Contraloría General de la
República, y
7.– Recaudar y percibir los ingresos municipales y fiscales
que correspondan.
c) Informar trimestralmente al concejo sobre el detalle men-
sual de los pasivos acumulados desglosando las cuentas por pa-
gar por el municipio y las corporaciones municipales. Al efecto,
dichas corporaciones deberán informar a esta unidad acerca de
su situación financiera, desglosando las cuentas por pagar.
d) Mantener un registro mensual, el que estará disponible
para conocimiento público, sobre el desglose de los gastos del
municipio. En todo caso, cada concejal tendrá acceso permanente
a todos los gastos efectuados por la municipalidad.

282
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

e) El informe trimestral y el registro mensual a que se refieren


las letras c) y d) deberán estar disponibles en la página web de
los municipios y, en caso de no contar con ella, en el portal de
la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo en un
sitio especialmente habilitado para ello.

Artículo 28. Corresponderá a la unidad encargada de la asesoría


jurídica, prestar apoyo en materias legales al alcalde y al concejo.
Además, informará en derecho todos los asuntos legales que las
distintas unidades municipales le planteen, las orientará periódi-
camente respecto de las disposiciones legales y reglamentarias, y
mantendrá al día los títulos de los bienes municipales.
Podrá, asimismo, iniciar y asumir la defensa, a requerimiento
del alcalde, en todos aquellos juicios en que la municipalidad
sea parte o tenga interés, pudiendo comprenderse también la
asesoría o defensa de la comunidad cuando sea procedente y el
alcalde así lo determine.
Además, cuando lo ordene el alcalde, deberá efectuar las
investigaciones y sumarios administrativos, sin perjuicio que tam-
bién puedan ser realizados por funcionarios de cualquier unidad
municipal, bajo la supervigilancia que al respecto le corresponda
a la asesoría jurídica.

Artículo 29. A la unidad encargada del control le correspon-


derán las siguientes funciones:
a) Realizar la auditoría operativa interna de la municipalidad,
con el objeto de fiscalizar la legalidad de su actuación;
b) Controlar la ejecución financiera y presupuestaria muni-
cipal;
c) Representar al alcalde los actos municipales que estime
ilegales, informando de ello al concejo, para cuyo objeto tendrá
acceso a toda la información disponible;
d) Colaborar directamente con el concejo para el ejercicio
de sus funciones fiscalizadoras. Para estos efectos, emitirá un
informe trimestral acerca del estado de avance del ejercicio pro-
gramático presupuestario; asimismo, deberá informar, también
trimestralmente, sobre el estado de cumplimiento de los pagos
por concepto de cotizaciones previsionales de los funcionarios
municipales y de los trabajadores que se desempeñan en servicios

283
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

incorporados a la gestión municipal, administrados directamente


por la municipalidad o a través de corporaciones municipales, de
los aportes que la municipalidad debe efectuar al Fondo Común
Municipal, y del estado de cumplimiento de los pagos por con-
cepto de asignaciones de perfeccionamiento docente. En todo
caso, deberá dar respuesta por escrito a las consultas o peticiones
de informes que le formule un concejal, y
e) Asesorar al concejo en la definición y evaluación de la au-
ditoría externa que aquél puede requerir en virtud de esta ley.
La jefatura de esta unidad se proveerá mediante concurso de
oposición y antecedentes y no podrá estar vacante por más de seis
meses consecutivos. Las bases del concurso y el nombramiento del
funcionario que desempeñe esta jefatura requerirán de la apro-
bación del concejo. A dicho cargo podrán postular personas que
estén en posesión de un título profesional o técnico acorde con la
función. El jefe de esta unidad sólo podrá ser removido en virtud
de las causales de cese de funciones aplicables a los funcionarios
municipales, previa instrucción del respectivo sumario.

Artículo 30. Existirá un administrador municipal en todas


aquellas comunas donde lo decida el concejo a proposición del
alcalde. Para desempeñar este cargo se requerirá estar en po-
sesión de un título profesional. Será designado por el alcalde
y podrá ser removido por éste o por acuerdo de los dos tercios
de los concejales en ejercicio, sin perjuicio que rijan además a
su respecto las causales de cesación de funciones aplicables al
personal municipal.
El administrador municipal será el colaborador directo del
alcalde en las tareas de coordinación y gestión permanente del
municipio, y en la elaboración y seguimiento del plan anual de
acción municipal y ejercerá las atribuciones que señale el regla-
mento municipal y las que le delegue el alcalde, siempre que
estén vinculadas con la naturaleza de su cargo.
En los municipios donde no esté provisto el cargo de adminis-
trador municipal, sus funciones serán asumidas por la dirección
o jefatura que determine el alcalde.
El cargo de administrador municipal será incompatible con
todo otro empleo, función o comisión en la Administración del
Estado.

284
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Artículo 31. La organización interna de la municipalidad, así como


las funciones específicas que se asignen a las unidades respectivas,
su coordinación o subdivisión, deberán ser reguladas mediante
un reglamento municipal dictado por el alcalde, con acuerdo del
concejo conforme lo dispone la letra k) del artículo 65.

Párrafo 5º
Régimen de bienes

Artículo 32. Los bienes municipales destinados al funciona-


miento de sus servicios y los dineros depositados a plazo o en
cuenta corriente, serán inembargables.
La ejecución de toda sentencia que condene a una municipa-
lidad se efectuará mediante la dictación de un decreto alcaldicio.
Con todo, tratándose de resoluciones recaídas en juicios que
ordenen el pago de deudas por parte de una municipalidad o
corporación municipal, y correspondiere aplicar la medida de
arresto prevista en el artículo 238 del Código de Procedimiento
Civil, ésta sólo procederá respecto del alcalde en cuyo ejercicio
se hubiere contraído la deuda que dio origen al juicio.

Artículo 33. La adquisición del dominio de los bienes raíces


se sujetará a las normas del derecho común.
Sin embargo, para los efectos de dar cumplimiento a las normas
del plan regulador comunal, las municipalidades estarán facultadas
para adquirir bienes raíces por expropiación, los que se declaran
de utilidad pública. Asimismo, decláranse de utilidad pública los
inmuebles destinados a vías locales y de servicios y a plazas que hayan
sido definidos como tales por el Concejo Municipal a propuesta
del alcalde, siempre que se haya efectuado la provisión de fondos
necesarios para proceder a su inmediata expropiación.

Artículo 34. Los bienes inmuebles municipales sólo podrán


ser enajenados, gravados o arrendados en caso de necesidad o
utilidad manifiesta.
El procedimiento que se seguirá para la enajenación será el
remate o la licitación públicos. El valor mínimo para el remate

285
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

o licitación será el avalúo fiscal, el cual sólo podrá ser rebajado


con acuerdo del concejo.

Artículo 35. La disposición de los bienes muebles dados de


baja se efectuará mediante remate público. No obstante, en ca-
sos calificados, las municipalidades podrán donar tales bienes a
instituciones públicas o privadas de la comuna que no persigan
fines de lucro.

Artículo 36. Los bienes municipales o nacionales de uso público,


incluido su subsuelo, que administre la municipalidad, podrán
ser objeto de concesiones y permisos.
Los permisos serán esencialmente precarios y podrán ser mo-
dificados o dejados sin efecto, sin derecho a indemnización.
Las concesiones darán derecho al uso preferente del bien
concedido en las condiciones que fije la municipalidad. Sin em-
bargo, ésta podrá darles término en cualquier momento, cuando
sobrevenga un menoscabo o detrimento grave al uso común o
cuando concurran otras razones de interés público.
El concesionario tendrá derecho a indemnización en caso
de término anticipado de la concesión, salvo que éste se haya
producido por incumplimiento de las obligaciones de aquél.

Artículo 37. Las concesiones para construir y explotar el sub-


suelo se otorgarán previa licitación pública y serán transferibles,
asumiendo el adquirente todos los derechos y obligaciones que
deriven del contrato de concesión.
La transferencia deberá ser aprobada por la municipalidad
respectiva en los términos consignados en la letra j) del artículo 65
de esta ley, dentro de los 30 días siguientes a la recepción de la
solicitud. Transcurrido dicho plazo sin que la municipalidad se
pronuncie, la transferencia se considerará aprobada, hecho que
certificará el secretario municipal.
El adquirente deberá reunir todos los requisitos y condiciones
exigidos al primer concesionario, circunstancia que será calificada
por la municipalidad al examinar la aprobación a que se refiere
el inciso anterior.
La municipalidad sólo podrá rechazar la transferencia por no
concurrir en el adquirente los citados requisitos y condiciones.

286
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Las aguas, sustancias minerales, materiales u objetos que apa-


recieren como consecuencia de la ejecución de las obras, no
se entenderán incluidos en la concesión, y su utilización por el
concesionario se regirá por las normas que les sean aplicables.
En forma previa a la iniciación de las obras el concesionario
deberá someter el proyecto al sistema de evaluación de impacto
ambiental, regulado en la Ley Nº 19.300, sobre Bases del Medio
Ambiente.
El concesionario podrá dar en garantía la concesión y sus
bienes propios destinados a la explotación de ésta.
Los Conservadores de Bienes Raíces llevarán un registro es-
pecial en que se inscribirán y anotarán estas concesiones, sus
transferencias y las garantías a que se refiere el inciso anterior.
La concesión sólo se extinguirá por las siguientes causales:
1.– Cumplimiento del plazo por el que se otorgó;
2.– Incumplimiento grave de las obligaciones impuestas al
concesionario, y
3.– Mutuo acuerdo entre la municipalidad y el concesionario.

Artículo 38. Las personas que contraigan obligaciones con-


tractuales con la municipalidad por una suma no inferior a dos
unidades tributarias mensuales, deberán rendir caución.

Artículo 39. El alcalde tendrá derecho al uso de vehículo muni-


cipal para el desempeño de las actividades propias de su cargo, sin
que sean aplicables a su respecto las restricciones que establecen
las normas vigentes en cuanto a su circulación y a la obligación
de llevar disco distintivo.

Párrafo 6º
Personal

Artículo 40. El Estatuto Administrativo de los funcionarios


municipales regulará la carrera funcionaria y considerará espe-
cialmente el ingreso, los deberes y derechos, la responsabilidad
administrativa y la cesación de funciones, en conformidad con
las bases que se establecen en los artículos siguientes.

287
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Para los efectos anteriores, se entenderá que son funcionarios


municipales el alcalde, las demás personas que integren la planta
de personal de las municipalidades y los personales a contrata que
se consideren en la dotación de las mismas, fijadas anualmente
en el presupuesto municipal.
No obstante, al alcalde sólo le serán aplicables las normas rela-
tivas a los deberes y derechos y la responsabilidad administrativa.
Asimismo, al alcalde y a los concejales les serán aplicables las normas
sobre probidad administrativa establecidas en la Ley Nº 18.575.

Artículo 41. El ingreso en calidad de titular se hará por concurso


público y la selección de los postulantes se efectuará mediante
procedimientos técnicos, imparciales e idóneos que aseguren
una apreciación objetiva de sus aptitudes y méritos.

Artículo 42. El personal estará sometido a un sistema de carrera


que proteja la dignidad de la función municipal y que guarde
conformidad con su carácter técnico, profesional y jerarquizado.
Le serán aplicables las normas sobre probidad administrativa es-
tablecidas por el Título III de la Ley Nº 18.575, para el personal
de la Administración Pública.
La carrera funcionaria se fundará en el mérito, la antigüedad
y la idoneidad de los funcionarios de planta, para cuyo efecto
existirán procesos de calificación objetivos e imparciales.
Las promociones podrán efectuarse, según lo disponga el
estatuto, mediante ascenso en el respectivo escalafón o, excep-
cionalmente, por concurso, aplicándose en este último caso las
reglas previstas en el artículo anterior.

Artículo 43. El personal gozará de estabilidad en el empleo


y sólo podrá cesar en él por renuncia voluntaria debidamente
aceptada; por jubilación, o por otra causal legal basada en su
desempeño deficiente, en el incumplimiento de sus obligaciones,
en la pérdida de requisitos para ejercer la función, en el término
del período legal o en la supresión del empleo. Lo anterior es sin
perjuicio de lo establecido en el artículo 47.
El desempeño deficiente y el incumplimiento de obligacio-
nes deberá acreditarse en las calificaciones correspondientes o
mediante investigación o sumario administrativo.

288
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Los funcionarios municipales sólo podrán ser destinados a


funciones propias del empleo para el cual han sido designados.
Los funcionarios municipales podrán ser designados en co-
misiones de servicio para el desempeño de funciones ajenas al
cargo, en la misma municipalidad. Las comisiones de servicio serán
esencialmente transitorias y no podrán significar el desempeño
de funciones de inferior jerarquía a las del cargo, o ajenas a los
conocimientos que éste requiere o a la municipalidad.

Artículo 44. Dos o más municipalidades podrán convenir que


un mismo funcionario ejerza, simultáneamente, labores análogas
en todas ellas. El referido convenio requerirá el acuerdo de los
respectivos concejos y la conformidad del funcionario.
El Estatuto Administrativo de los Funcionarios Municipales
regulará la situación prevista en el inciso anterior.

Artículo 45. Para los efectos de la calificación del desempeño


de los funcionarios municipales, se establecerá un procedimiento
de carácter general, que asegure su objetividad e imparcialidad.
Además, se llevará una hoja de vida por cada funcionario, en la
cual se anotarán sus méritos y deficiencias.
La calificación se considerará para el ascenso, cesación en
el empleo y para los estímulos al funcionario, en la forma que
establezca la ley.

Artículo 46. La capacitación y el perfeccionamiento en el de-


sempeño de la función municipal se realizarán mediante un
sistema que propenda a estos fines a través de programas.
Estas actividades podrán llevarse a cabo mediante convenios
con instituciones públicas o privadas.
La ley podrá exigir como requisito de promoción o ascenso
el haber cumplido determinadas actividades de capacitación o
perfeccionamiento. La destinación a los cursos de capacitación
y perfeccionamiento se efectuará por orden de escalafón o por
concurso, según lo determine la ley.
Podrán otorgarse becas a los funcionarios municipales para
seguir cursos relacionados con su capacitación y perfecciona-
miento.

289
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 47. Tendrán la calidad de funcionarios de exclusiva


confianza del alcalde, las personas que sean designadas como
titulares en los cargos de secretario comunal de planificación, y
en aquellos que impliquen dirigir las unidades de asesoría jurí-
dica, de salud y educación y demás incorporados a su gestión, y
de desarrollo comunitario.

Artículo 48. En el sistema legal de remuneración de las muni-


cipalidades se procurará aplicar el principio de que a funciones
análogas, que importen responsabilidades semejantes y se ejerzan
en condiciones similares, se les asignen iguales retribuciones y
demás beneficios económicos.

Artículo 49. La municipalidad velará permanentemente por la


carrera funcionaria y el cumplimiento de las normas y principios
de carácter técnico y profesional establecidos en este párrafo, y
asegurará tanto la igualdad de oportunidades de ingreso a ella como
la capacitación y el perfeccionamiento de sus integrantes.

Párrafo 7º
Fiscalización

Artículo 50. Las municipalidades se regirán por las normas


sobre administración financiera del Estado.

Artículo 51. Las municipalidades serán fiscalizadas por la Con-


traloría General de la República, de acuerdo con su ley orgánica
constitucional, sin perjuicio de las facultades generales de fisca-
lización interna que correspondan al alcalde, al concejo y a las
unidades municipales dentro del ámbito de su competencia.

Artículo 52. En el ejercicio de sus funciones de control de la


legalidad, la Contraloría General de la República podrá emitir dic-
támenes jurídicos sobre todas las materias sujetas a su control.

Artículo 53. Las resoluciones que dicten las municipalidades


estarán exentas del trámite de toma de razón, pero deberán regis-

290
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

trarse en la Contraloría General de la República cuando afecten


a funcionarios municipales.
Para tal objeto, la Contraloría deberá llevar un registro del
personal municipal en la forma y condiciones en que lo hace para
el resto del sector público, debiendo las municipalidades remitir
los antecedentes que aquélla solicite.

Artículo 54. La Contraloría General de la República podrá


constituir en cuentadante y hacer efectiva la responsabilidad con-
siguiente, a cualquier funcionario municipal que haya causado
un detrimento al patrimonio municipal.
Para los efectos de determinar la responsabilidad de los fun-
cionarios municipales, la Contraloría podrá fijar, según el grado
de intervención que les haya cabido en el hecho, la proporción
en que deban concurrir al pago de las obligaciones o aplicar las
normas relativas a la responsabilidad solidaria.

Artículo 55. Los informes que emita la Contraloría serán pues-


tos en conocimiento del respectivo concejo.

TÍTULO II
DEL ALCALDE

Párrafo 1º
Disposiciones generales

Artículo 56. El alcalde es la máxima autoridad de la municipali-


dad y en tal calidad le corresponderá su dirección y administración
superior y la supervigilancia de su funcionamiento.
En la condición antedicha, el alcalde deberá presentar, opor-
tunamente y en forma fundada, a la aprobación del concejo,
el plan comunal de desarrollo, el presupuesto municipal, el
plan regulador, las políticas de la unidad de servicios de salud
y educación y demás incorporados a su gestión, y las políticas y
normas generales sobre licitaciones, adquisiciones, concesiones
y permisos.

291
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 57. El alcalde será elegido por sufragio universal,


en votación conjunta y cédula separada de la de concejales, en
conformidad con lo establecido en esta ley. Su mandato durará
cuatro años y podrá ser reelegido.
Para ser candidato a alcalde se deberá acreditar haber cursa-
do la enseñanza media o su equivalente y cumplir con los demás
requisitos señalados en el artículo 73 de la presente ley.

Artículo 58. El alcalde asumirá sus funciones de acuerdo a lo


previsto en el artículo 83.

Artículo 59. El cargo de alcalde será incompatible con el ejer-


cicio de cualquier otro empleo o función pública retribuido con
fondos estatales, con excepción de los empleos o funciones do-
centes de educación básica, media o superior, hasta el límite de
doce horas semanales.
Los funcionarios regidos por la Ley Nº 18.834, sobre Estatuto
Administrativo, los funcionarios regidos por la Ley Nº 18.883, so-
bre Estatuto Administrativo de los Funcionarios Municipales y los
profesionales de la educación regidos por la Ley Nº 19.070, sobre
Estatuto Docente, así como el personal no docente de la educación
municipal y el regido por la Ley Nº 19.378, que fueren elegidos
alcaldes en conformidad con las disposiciones de esta ley, tendrán
derecho a que se les conceda permiso sin goce de remuneraciones
respecto de los cargos que estuvieren sirviendo en calidad de titu-
lares, por todo el tiempo que comprenda su desempeño alcaldicio.
Lo dispuesto en este inciso no será aplicable a las personas que se
desempeñen en cargos de exclusiva confianza.
Incurrirán en inhabilidad sobreviniente, para desempeñar el
cargo de alcalde, las personas que, por sí o como representantes
de otra persona natural o jurídica, celebren contratos u otorguen
cauciones en favor de la municipalidad respectiva o tengan liti-
gios pendientes con ésta, en calidad de demandantes, durante
el desempeño de su mandato.

Artículo 60. El alcalde cesará en su cargo en los siguientes


casos:
a) Pérdida de la calidad de ciudadano;
b) Inhabilidad o incompatibilidad sobreviniente;

292
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

c) Remoción por impedimento grave, por contravención


de igual carácter a las normas sobre probidad administrativa, o
notable abandono de sus deberes; y
d) Renuncia por motivos justificados, aceptada por los dos
tercios de los miembros en ejercicio del concejo. Con todo, la
renuncia que fuere motivada por la postulación a otro cargo de
elección popular no requerirá de acuerdo alguno.
La causal establecida en la letra a) será declarada por el tribunal
electoral regional respectivo, una vez verificada la existencia de
alguna de las circunstancias que contempla el artículo 17 de la
Constitución Política de la República. Se otorgará acción pública
para sustanciar este procedimiento.
La causal establecida en la letra b) será declarada por el mis-
mo tribunal, a requerimiento de a lo menos dos concejales de
la correspondiente municipalidad. El alcalde que estime estar
afectado por alguna causal de inhabilidad deberá darla a conocer
al concejo tan pronto tenga conocimiento de su existencia.
La causal establecida en la letra c) será declarada por el tribu-
nal electoral regional respectivo, a requerimiento de a lo menos
un tercio de los concejales en ejercicio; salvo tratándose del caso
previsto en el inciso segundo del artículo 65, en que la remoción
sólo podrá promoverla el concejo, observándose en todo caso
el procedimiento establecido en los artículos 17 y siguientes de
la Ley Nº 18.593, para lo cual no se requerirá el patrocinio de
abogado.
Con todo, la cesación en el cargo de alcalde, tratándose de
las causales contempladas en las letras a), b) y c), operará sólo
una vez ejecutoriada la resolución que declare su existencia. Sin
perjuicio de ello, en el caso de notable abandono de deberes o
contravención grave a las normas sobre probidad administrati-
va, el alcalde quedará suspendido en el cargo tan pronto le sea
notificada la sentencia de primera instancia que acoja el requeri-
miento. En tal caso se aplicará lo dispuesto en el inciso tercero del
artículo 62. En el evento de quedar a firme dicha resolución, el
afectado estará inhabilitado para ejercer cualquier cargo público
por el término de cinco años.

Artículo 61. El alcalde o concejal cuyo derecho a sufragio se


suspenda por alguna de las causales previstas en el artículo 16 de

293
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

la Constitución Política de la República, se entenderá temporal-


mente incapacitado para el desempeño de su cargo, debiendo
ser reemplazado, mientras dure su incapacidad, de conformidad
a lo establecido en los artículos 62 y 78.

Artículo 62. El alcalde, en caso de ausencia o impedimento no


superior a cuarenta y cinco días, será subrogado en sus funciones
por el funcionario en ejercicio que le siga en orden de jerarquía
dentro de la municipalidad, con exclusión del juez de policía local.
Sin embargo, previa consulta al concejo, el alcalde podrá designar
como subrogante a un funcionario que no corresponda a dicho
orden. No obstante, si la ausencia o impedimento obedeciere a
razones médicas o de salud que imposibiliten temporalmente el
ejercicio del cargo, la subrogancia se extenderá hasta 130 días.
La subrogación comprenderá también la representación del
municipio, la atribución de convocar al concejo y el derecho a
asistir a sus sesiones sólo con derecho a voz. Mientras opere la
subrogancia, la presidencia del concejo la ejercerá el concejal
presente que haya obtenido mayor votación ciudadana en la
elección municipal respectiva, salvo cuando opere lo dispuesto
en el inciso tercero del artículo 107.
Cuando el alcalde se encuentre afecto a una incapacidad
temporal superior a cuarenta y cinco días, salvo en la situación
prevista en la oración final del inciso primero, el concejo de-
signará de entre sus miembros a un alcalde suplente, en sesión
especialmente convocada al efecto, de conformidad a lo dispuesto
en el inciso siguiente.
En caso de vacancia del cargo de alcalde, el concejo procederá
a elegir un nuevo alcalde, que complete el período, de entre sus
propios miembros y por mayoría absoluta de los concejales en
ejercicio, en sesión especialmente convocada al efecto. De no
reunir ninguno de ellos dicha mayoría, se repetirá la votación,
circunscrita sólo a los dos concejales que hubieren obtenido
las dos mayorías relativas. En caso de no lograrse nuevamente
la mayoría absoluta en esta segunda votación, o produciéndose
empate, será considerado alcalde aquél de los dos concejales que
hubiere obtenido mayor número de preferencias ciudadanas
en la elección municipal respectiva. El mismo mecanismo de
las preferencias ciudadanas se aplicará también para resolver

294
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

los empates en la determinación de las mayorías relativas en la


primera votación.
La elección se efectuará en sesión extraordinaria que se ce-
lebrará dentro de los doce días siguientes a la fecha en que se
hubiere producido la vacante. El secretario municipal citará al
efecto al concejo con tres días de anticipación a lo menos. El
nuevo alcalde así elegido permanecerá en el cargo por el tiem-
po que faltare para completar el respectivo período, pudiendo
ser reelegido. Mientras no sea elegido nuevo alcalde, regirá lo
dispuesto en el inciso primero.

Párrafo 2º
Atribuciones

Artículo 63. El alcalde tendrá las siguientes atribuciones:


a) Representar judicial y extrajudicialmente a la municipali-
dad;
b) Proponer al concejo la organización interna de la munici-
palidad;
c) Nombrar y remover a los funcionarios de su dependencia
de acuerdo con las normas estatutarias que los rijan;
d) Velar por la observancia del principio de la probidad ad-
ministrativa dentro del municipio y aplicar medidas disciplinarias
al personal de su dependencia, en conformidad con las normas
estatutarias que lo rijan;
e) Administrar los recursos financieros de la municipalidad,
de acuerdo con las normas sobre administración financiera del
Estado;
f) Administrar los bienes municipales y nacionales de uso
público de la comuna que correspondan en conformidad a esta
ley;
g) Otorgar, renovar y poner término a permisos municipales;
h) Adquirir y enajenar bienes muebles;
i) Dictar resoluciones obligatorias de carácter general o par-
ticular;
j) Delegar el ejercicio de parte de sus atribuciones exclusi-
vas en funcionarios de su dependencia o en los delegados que

295
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

designe, salvo las contempladas en las letras c) y d). Igualmente


podrá delegar la facultad para firmar, bajo la fórmula ‘‘por orden
del alcalde’’, sobre materias específicas;
k) Coordinar el funcionamiento de la municipalidad con los
órganos de la Administración del Estado que corresponda;
l) Coordinar con los servicios públicos la acción de éstos en
el territorio de la comuna;
ll) Ejecutar los actos y celebrar los contratos necesarios para
el adecuado cumplimiento de las funciones de la municipalidad
y de lo dispuesto en el artículo 37 de la Ley Nº 18.575;
m) Convocar y presidir, con derecho a voto, el concejo; como
asimismo, convocar y presidir el consejo económico y social co-
munal;
n) Someter a plebiscito las materias de administración local,
de acuerdo a lo establecido en los artículos 99 y siguientes, y
ñ) Autorizar la circulación de los vehículos municipales fuera
de los días y horas de trabajo, para el cumplimiento de las fun-
ciones inherentes a la municipalidad.

Artículo 64. El alcalde consultará al concejo para efectuar la


designación de delegados a que se refiere el artículo 68.

Artículo 65. El alcalde requerirá el acuerdo del concejo


para:
a) Aprobar el plan comunal de desarrollo y el presupuesto
municipal, y sus modificaciones, como asimismo los presupuestos
de salud y educación, los programas de inversión correspondientes
y las políticas de recursos humanos, de prestación de servicios
municipales y de concesiones, permisos y licitaciones;
b) Aprobar el plan regulador comunal, los planes seccionales
y el proyecto de plan regulador comunal o de plan seccional en
los casos a que se refiere la letra k) del artículo 5º;
c) Establecer derechos por los servicios municipales y por los
permisos y concesiones;
d) Aplicar, dentro de los marcos que indique la ley, los tributos
que graven actividades o bienes que tengan una clara identifica-
ción local y estén destinados a obras de desarrollo comunal;
e) Adquirir, enajenar, gravar, arrendar por un plazo superior
a cuatro años o traspasar a cualquier título, el dominio o mera

296
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

tenencia de bienes inmuebles municipales o donar bienes mue-


bles;
f) Expropiar bienes inmuebles para dar cumplimiento al plan
regulador comunal;
g) Otorgar subvenciones y aportes, para financiar actividades
comprendidas entre las funciones de las municipalidades, a per-
sonas jurídicas de carácter público o privado, sin fines de lucro,
y ponerles término;
h) Transigir judicial y extrajudicialmente;
i) Celebrar los convenios y contratos que involucren montos
iguales o superiores al equivalente a 500 unidades tributarias
mensuales, y que requerirán el acuerdo de la mayoría absoluta
del concejo; no obstante, aquellos que comprometan al munici-
pio por un plazo que exceda el período alcaldicio, requerirán el
acuerdo de los dos tercios de dicho concejo.
j) Otorgar concesiones municipales, renovarlas y ponerles
término. En todo caso, las renovaciones sólo podrán acordarse
dentro de los seis meses que precedan a su expiración, aun cuando
se trate de concesiones reguladas en leyes especiales;
k) Dictar ordenanzas municipales y el reglamento a que se
refiere el artículo 31;
l) Omitir el trámite de licitación pública en los casos de im-
previstos urgentes u otras circunstancias debidamente calificadas,
en conformidad con lo dispuesto en el artículo 8º de esta ley;
m) Convocar, de propia iniciativa, a plebiscito comunal, en
conformidad con lo dispuesto en el Título IV;
n) Readscribir o destinar a otras unidades al personal muni-
cipal que se desempeñe en la unidad de control;
ñ) Otorgar, renovar, caducar y trasladar patentes de alcoholes.
El otorgamiento, la renovación o el traslado de estas patentes se
practicará previa consulta a las juntas de vecinos respectivas;
o) Fijar el horario de funcionamiento de los establecimien-
tos de expendio de bebidas alcohólicas existentes en la comu-
na, dentro de los márgenes establecidos en el artículo 21 de la
Ley sobre Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas. En la
ordenanza respectiva se podrán fijar horarios diferenciados de
acuerdo a las características y necesidades de las distintas zonas
de la correspondiente comuna o agrupación de comunas. Estos
acuerdos del concejo deberán ser fundados, y

297
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

p) Otorgar patentes a las salas de cine destinadas a la exhibición


de producciones cinematográficas de contenido pornográfico. En
este caso, el acuerdo deberá adoptarse por la mayoría simple de
los miembros del concejo. El alcalde oirá previamente a la junta
de vecinos correspondiente.
Las materias que requieren el acuerdo del concejo serán de
iniciativa del alcalde. Sin perjuicio de lo anterior, si el alcalde
incurriere en incumplimiento reiterado y negligente de las obli-
gaciones señaladas en el inciso segundo del artículo 56, podrá
ser requerido por el concejo para que presente el o los proyectos
que correspondan dentro de un tiempo prudencial. En caso de
que el alcalde persista en la omisión, su conducta podrá ser con-
siderada como causal de notable abandono de deberes, para los
efectos de lo previsto en la letra c) del artículo 60.
Al aprobar el presupuesto, el concejo velará porque en él
se indiquen los ingresos estimados y los montos de los recursos
suficientes para atender los gastos previstos. El concejo no podrá
aumentar el presupuesto de gastos presentado por el alcalde,
sino sólo disminuirlo, y modificar su distribución, salvo respecto
de gastos establecidos por ley o por convenios celebrados por el
municipio. Con todo, el presupuesto deberá reflejar las estrategias,
políticas, planes, programas y metas aprobados por el concejo a
proposición del alcalde.
El presupuesto municipal incluirá los siguientes anexos in-
formativos:
1) Los proyectos provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo
Regional, de las Inversiones Sectoriales de Asignación Regional,
del Subsidio de Agua Potable, y de otros recursos provenientes
de terceros, con sus correspondientes presupuestos.
2) Los proyectos presentados anualmente a fondos sectoriales,
diferenciando entre aprobados, en trámite, y los que se presen-
tarán durante el transcurso del año, señalándose los ingresos
solicitados y gastos considerados.
3) Los proyectos presentados a otras instituciones nacionales
o internacionales.
Los proyectos mencionados deberán ser informados al concejo
conjuntamente con la presentación del presupuesto, sin perjuicio
de informar además trimestralmente su estado de avance y el flujo
de ingresos y gastos de los mismos.

298
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

El acuerdo a que se refiere la letra b) de este artículo deberá


ser adoptado con el siguiente quórum:
a) Cuatro concejales en las comunas que cuenten con seis
concejales.
b) Cinco concejales en las comunas que cuenten con ocho.
c) Seis concejales en las comunas que cuenten con diez de
ellos.

Artículo 66. La regulación de los procedimientos administra-


tivos de contratación que realicen las municipalidades se ajustará
a la Ley de Bases sobre Contratos Administrativos de Suministro
y Prestación de Servicios y sus reglamentos.
Sin perjuicio de lo señalado en el inciso anterior, tratándose de
la suscripción de convenios marco, deberá estarse a lo establecido
en el inciso tercero de la letra d), del artículo 30 de dicha ley.

Artículo 67. El alcalde deberá dar cuenta pública al concejo,


a más tardar en el mes de abril de cada año, de su gestión anual
y de la marcha general de la municipalidad.
La cuenta pública se efectuará mediante informe escrito, el cual
deberá hacer referencia a lo menos a los siguientes contenidos:
a) El balance de la ejecución presupuestaria y el estado de
situación financiera, indicando la forma en que la previsión de
ingresos y gastos se ha cumplido efectivamente, como asimismo,
el detalle de los pasivos del municipio y de las corporaciones
municipales cuando corresponda;
b) Las acciones realizadas para el cumplimiento del plan
comunal de desarrollo, así como los estados de avance de los
programas de mediano y largo plazo, las metas cumplidas y los
objetivos alcanzados;
c) Las inversiones efectuadas en relación con los proyectos
concluidos en el período y aquellos en ejecución, señalando
específicamente las fuentes de su financiamiento;
d) Un resumen de las observaciones más relevantes efectuadas
por la Contraloría General de la República, en cumplimiento de sus
funciones propias, relacionadas con la administración municipal;
e) Los convenios celebrados con otras instituciones, públicas
o privadas, así como la constitución de corporaciones o funda-
ciones, o la incorporación municipal a ese tipo de entidades;

299
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

f) Las modificaciones efectuadas al patrimonio municipal, y


g) Todo hecho relevante de la administración municipal que
deba ser conocido por la comunidad local.
Un extracto de la cuenta pública del alcalde deberá ser di-
fundido a la comunidad. Sin perjuicio de lo anterior, la cuenta
íntegra efectuada por el alcalde deberá estar a disposición de los
ciudadanos para su consulta.
El no cumplimiento de lo establecido en este artículo será
considerado causal de notable abandono de sus deberes por
parte del alcalde.

Artículo 68. El alcalde podrá designar delegados en localidades


distantes de la sede municipal o en cualquier parte de la comuna,
cuando las circunstancias así lo justifiquen. Tal designación podrá
recaer en un funcionario de la municipalidad o en ciudadanos que
cumplan con los requisitos establecidos en el artículo 73 y no estén
en la situación prevista por el inciso tercero del artículo 59.
Si la designación recayere en un funcionario de la municipa-
lidad, éste ejercerá su cometido en comisión de servicios; si fuere
designada una persona ajena a aquélla, podrá ser contratada a
honorarios o se desempeñará ad honórem, según se establezca
en la respectiva resolución, quedando afecta a las mismas respon-
sabilidades de los funcionarios municipales.
La delegación deberá ser parcial y recaer sobre materias es-
pecíficas. En la resolución respectiva el alcalde determinará las
facultades que confiere, el plazo y el ámbito territorial de com-
petencia del delegado.
La designación de los delegados deberá ser comunicada por
el alcalde al gobernador respectivo.

Artículo 69. Los alcaldes tendrán derecho a percibir una Asig-


nación de Dirección Superior inherente al cargo, imponible y
tributable, y que tendrá el carácter de renta para todo efecto
legal, correspondiente al 100% de la suma del sueldo base y la
asignación municipal. El gasto que represente el pago de este
beneficio se efectuará con cargo al presupuesto de la respectiva
municipalidad.
Dicha asignación será incompatible con la percepción de
cualquier emolumento, pago o beneficio económico de origen

300
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

privado o público, distinto de los que contempla el respectivo


régimen de remuneraciones, y también será incompatible con la
percepción de pagos por horas extraordinarias. Sólo se exceptúan
de la incompatibilidad anterior, el ejercicio de los derechos que
atañen personalmente a la autoridad edilicia; la percepción de
los beneficios de seguridad social de carácter irrenunciable; los
emolumentos que provengan de la administración de su patrimo-
nio y del desempeño de la docencia, en los términos establecidos
en el artículo 8º de la Ley Nº 19.863.
Con todo, las remuneraciones de los alcaldes y las asignaciones
asociadas a ellas, no se considerarán para efectos de calcular el
límite de gasto en personal de las municipalidades, establecido
en el artículo 1º de la Ley Nº 18.294.

Artículo 70. Los alcaldes no podrán tomar parte en la discusión y


votación de asuntos en que él o sus parientes, hasta el cuarto grado
de consanguinidad o segundo de afinidad, tengan interés.

TÍTULO III
DEL CONCEJO

Artículo 71. En cada municipalidad habrá un concejo de ca-


rácter normativo, resolutivo y fiscalizador, encargado de hacer
efectiva la participación de la comunidad local y de ejercer las
atribuciones que señala esta ley.

Artículo 72. Los concejos estarán integrados por concejales


elegidos por votación directa mediante un sistema de representa-
ción proporcional, en conformidad con esta ley. Durarán cuatro
años en sus cargos y podrán ser reelegidos.
Cada concejo estará compuesto por:
a) Seis concejales en las comunas o agrupaciones de comunas
de hasta setenta mil electores;
b) Ocho concejales en las comunas o agrupaciones de comunas
de más de setenta mil y hasta ciento cincuenta mil electores, y
c) Diez concejales en las comunas o agrupaciones de comunas
de más de ciento cincuenta mil electores.

301
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

El número de concejales por elegir en cada comuna o agrupa-


ción de comunas, en función de sus electores, será determinado
mediante resolución del Director del Servicio Electoral. Para
estos efectos, se considerará el registro electoral vigente siete
meses antes de la fecha de la elección respectiva. La resolución
del Director del Servicio deberá ser publicada en el Diario Oficial
dentro de los diez días siguientes al término del referido plazo de
siete meses, contado hacia atrás desde la fecha de la elección.

Artículo 73. Para ser elegido concejal se requiere:


a) Ser ciudadano con derecho a sufragio;
b) Saber leer y escribir;
c) Tener residencia en la región a que pertenezca la respec-
tiva comuna o agrupación de comunas, según corresponda, a lo
menos durante los últimos dos años anteriores a la elección;
d) Tener su situación militar al día, y
e) No estar afecto a alguna de las inhabilidades que establece
esta ley.
No podrá ser alcalde ni concejal el que tuviere dependencia
de sustancias o drogas estupefacientes o sicotrópicas ilegales, a
menos que justifique su consumo por un tratamiento médico.

Artículo 74. No podrán ser candidatos a alcalde o a con-


cejal:
a) Los ministros de Estado, los subsecretarios, los secretarios
regionales ministeriales, los intendentes, los gobernadores, los
consejeros regionales, los parlamentarios, los miembros del con-
sejo del Banco Central y el Contralor General de la República;
b) Los miembros y funcionarios de los diferentes escalafones
del Poder Judicial, del Ministerio Público así como los del Tribunal
Constitucional, del Tribunal Calificador de Elecciones y de los
Tribunales Electorales Regionales, los miembros de las Fuerzas
Armadas, Carabineros e Investigaciones, y
c) Las personas que a la fecha de inscripción de sus candida-
turas tengan vigente o suscriban, por sí o por terceros, contratos
o cauciones ascendentes a doscientas unidades tributarias men-
suales o más, con la respectiva municipalidad. Tampoco podrán
serlo quienes tengan litigios pendientes con la municipalidad,
a menos que se refieran al ejercicio de derechos propios, de su

302
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

cónyuge, hijos, adoptados o parientes hasta el tercer grado de


consanguinidad y segundo de afinidad inclusive.
Igual prohibición regirá respecto de los directores, adminis-
tradores, representantes y socios titulares del diez por ciento o
más de los derechos de cualquier clase de sociedad, cuando ésta
tenga contratos o cauciones vigentes ascendentes a doscientas
unidades tributarias mensuales o más, o litigios pendientes con
la municipalidad.
Tampoco podrán ser candidatos a alcalde o a concejal las
personas que se hallen condenadas por crimen o simple delito
que merezca pena aflictiva.

Artículo 75. Los cargos de concejales serán incompatibles con


los de miembro de los consejos económicos y sociales provinciales
y comunales, así como con las funciones públicas señaladas en las
letras a) y b) del artículo anterior. También lo serán con todo empleo,
función o comisión que se desempeñe en la misma municipalidad
y en las corporaciones o fundaciones en que ella participe, con
excepción de los cargos profesionales no directivos en educación,
salud o servicios municipalizados. En el caso de que estos últimos
profesionales desempeñen a su vez el cargo de concejal, el alcalde
deberá respetar la autonomía en el ejercicio de las funciones de
los concejales, especialmente la facultad de fiscalización.
Tampoco podrán desempeñar el cargo de concejal:
a) Los que durante el ejercicio de tal cargo incurran en alguno
de los supuestos a que alude la letra c) del artículo 74, y
b) Los que durante su desempeño actuaren como abogados
o mandatarios en cualquier clase de juicio contra la respectiva
municipalidad.
Sin perjuicio de lo establecido en la presente ley, a los conce-
jales no les será aplicable la incompatibilidad establecida en el
inciso primero del artículo 86 de la Ley Nº 18.834.

Artículo 76. Los concejales cesarán en el ejercicio de sus cargos


por las siguientes causales:
a) Incapacidad psíquica o física para el desempeño del cargo;
b) Renuncia por motivos justificados, aceptada por el concejo.
Con todo, la renuncia que fuere motivada por la postulación a otro
cargo de elección popular no requerirá de acuerdo alguno;

303
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

c) Inasistencia injustificada a más del cincuenta por ciento


de las sesiones ordinarias a que se cite en un año calendario;
d) Inhabilidad sobreviniente, por alguna de las causales pre-
vistas en las letras a) y b) del artículo anterior;
e) Pérdida de alguno de los requisitos exigidos para ser elegi-
do concejal. Sin embargo, la suspensión del derecho de sufragio
sólo dará lugar a la incapacitación temporal para el desempeño
del cargo, y
f) Incurrir en una contravención grave al principio de la
probidad administrativa o en alguna de las incompatibilidades
previstas en el inciso primero del artículo anterior.

Artículo 77. Las causales establecidas en las letras a), c), d), e)
y f) del artículo anterior serán declaradas por el Tribunal Electoral
Regional respectivo, a requerimiento de cualquier concejal de la
respectiva municipalidad, conforme al procedimiento establecido
en los artículos 17 y siguientes de la Ley Nº 18.593. El concejal
que estime estar afectado por alguna causal de inhabilidad deberá
darla a conocer apenas tenga conocimiento de su existencia. La
cesación en el cargo, tratándose de estas causales, operará una
vez ejecutoriada la sentencia que declare su existencia.

Artículo 78. Si falleciere o cesare en su cargo algún concejal


durante el desempeño de su mandato, la vacante se proveerá con
el ciudadano que, habiendo integrado la lista electoral del con-
cejal que provoque la vacancia, habría resultado elegido si a esa
lista hubiere correspondido otro cargo. Si el concejal que cesare
hubiere sido elegido dentro de un subpacto, la prioridad para
reemplazarlo corresponderá al candidato que hubiere resultado
elegido si a ese subpacto le hubiere correspondido otro cargo.
En caso de no ser aplicable la regla anterior, la vacante será
proveída por el concejo, por mayoría absoluta de sus miembros
en ejercicio, de entre los incluidos en una terna propuesta por
el partido político al que hubiere pertenecido, al momento de
ser elegido, quien hubiere motivado la vacante. Para tal efecto, el
partido político tendrá un plazo de diez días hábiles desde su noti-
ficación por el secretario municipal del fallo del tribunal electoral
regional. Transcurrido dicho plazo sin que se presente la terna, el
concejal que provoca la vacante no será reemplazado. El concejo

304
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

deberá elegir al nuevo concejal dentro de los diez días siguientes


de recibida la terna respectiva; si el concejo no se pronunciare
dentro de dicho término, la persona que ocupe el primer lugar
de la terna asumirá de pleno derecho el cargo vacante.
Los concejales elegidos como independientes no serán re-
emplazados, a menos que éstos hubieren postulado integrando
pactos. En este último caso, se aplicará lo dispuesto en los dos
primeros incisos del presente artículo. Para tal efecto, la terna
que señala el inciso segundo, será propuesta por el o los partidos
políticos que constituyeron el subpacto con el independiente
que motiva la vacante, o, en su defecto, por el pacto electoral
que lo incluyó.
El nuevo concejal permanecerá en funciones el término que
le faltaba al que originó la vacante, pudiendo ser reelegido.
En ningún caso procederán elecciones complementarias.

Artículo 79. Al concejo le corresponderá:


a) Elegir al alcalde, en caso de vacancia, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 62, para este efecto el concejal deberá
acreditar cumplir con los requisitos especificados en el inciso
segundo del artículo 57;
b) Pronunciarse sobre las materias que enumera el artículo 65
de esta ley;
c) Fiscalizar el cumplimiento de los planes y programas de
inversión municipales y la ejecución del presupuesto municipal;
analizar el registro público mensual de gastos detallados que lleva
la Dirección de Administración y Finanzas, como asimismo, la
información, y la entrega de la misma, establecida en las letras c)
y d) del artículo 27;
d) Fiscalizar las actuaciones del alcalde y formularle las obser-
vaciones que le merezcan, las que deberán ser respondidas por
escrito dentro del plazo máximo de quince días;
e) Pronunciarse respecto de los motivos de renuncia a los
cargos de alcalde y de concejal;
f) Aprobar la participación municipal en asociaciones, cor-
poraciones o fundaciones;
g) Recomendar al alcalde prioridades en la formulación y
ejecución de proyectos específicos y medidas concretas de desa-
rrollo comunal;

305
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

h) Citar o pedir información, a través del alcalde, a los orga-


nismos o funcionarios municipales cuando lo estime necesario
para pronunciarse sobre las materias de su competencia.
La facultad de solicitar información la tendrá también cual-
quier concejal, la que deberá formalizarse por escrito al concejo.
El alcalde estará obligado a responder el informe en un plazo no
mayor de quince días;
i) Elegir, en un solo acto, a los integrantes del directorio que
le corresponda designar a la municipalidad en cada corporación
o fundación en que tenga participación, cualquiera sea el carácter
de ésta o aquélla. Estos directores informarán al concejo acerca de
su gestión, como asimismo acerca de la marcha de la corporación
o fundación de cuyo directorio formen parte;
j) Solicitar informe a las empresas, corporaciones o fun-
daciones municipales, y a las entidades que reciban aportes o
subvenciones de la municipalidad. En este último caso, la ma-
teria del informe sólo podrá consistir en el destino dado a los
aportes o subvenciones municipales percibidos. Los informes
requeridos deberán ser remitidos por escrito dentro del plazo
de quince días;
k) Otorgar su acuerdo para la asignación y cambio de deno-
minación de los bienes municipales y nacionales de uso público
bajo su administración, como asimismo, de poblaciones, barrios
y conjuntos habitacionales del territorio comunal;
l) Fiscalizar las unidades y servicios municipales;
ll) Autorizar los cometidos del alcalde y de los concejales que
signifiquen ausentarse del territorio nacional. Requerirán también
autorización los cometidos del alcalde y de los concejales que se
realicen fuera del territorio de la comuna por más de diez días.
Un informe de dichos cometidos y su costo se incluirán en el
acta del concejo, y
m) Supervisar el cumplimiento del plan comunal de desa-
rrollo.
Lo anterior es sin perjuicio de las demás atribuciones y fun-
ciones que le otorga la ley.

Artículo 80. La fiscalización que le corresponde ejercer al con-


cejo comprenderá también la facultad de evaluar la gestión del
alcalde, especialmente para verificar que los actos municipales se

306
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

hayan ajustado a las políticas, normas y acuerdos adoptados por


el concejo, en el ejercicio de sus facultades propias.
Las diferentes acciones de fiscalización deberán ser acordadas
dentro de una sesión ordinaria del concejo y a requerimiento de
cualquier concejal.
El concejo, por la mayoría de sus miembros, podrá disponer
la contratación de una auditoría externa que evalúe la ejecución
presupuestaria y el estado de situación financiera del municipio.
Esta facultad podrá ejercerse sólo una vez al año en los munici-
pios cuyos ingresos anuales superen las 6.250 unidades tributarias
anuales, y cada dos años en los restantes municipios.
Sin perjuicio de lo anterior, el concejo dispondrá la contrata-
ción de una auditoría externa que evalúe la ejecución del plan
de desarrollo, la que deberá practicarse cada tres o cuatro años,
respectivamente, según la clasificación de los municipios por
ingresos señalada en el inciso precedente.
En todo caso las auditorías de que trata este artículo se con-
tratarán por intermedio del alcalde y con cargo al presupuesto
municipal. Los informes finales recaídos en ellas serán de cono-
cimiento público.

Artículo 81. El concejo sólo podrá aprobar presupuestos debi-


damente financiados, correspondiéndole especialmente al jefe de
la unidad encargada del control, o al funcionario que cumpla esa
tarea, la obligación de representar a aquél los déficit que advierta
en el presupuesto municipal. Para estos efectos, el concejo deberá
examinar trimestralmente el programa de ingresos y gastos, in-
troduciendo las modificaciones correctivas a que hubiere lugar,
a proposición del alcalde.
Si el concejo desatendiere la representación formulada según
lo previsto en el inciso anterior y no introdujere las rectificacio-
nes pertinentes, el alcalde que no propusiere las modificacio-
nes correspondientes o los concejales que las rechacen, serán
solidariamente responsables de la parte deficitaria que arroje
la ejecución presupuestaria anual al 31 de diciembre del año
respectivo. Habrá acción pública para reclamar el cumplimiento
de esta responsabilidad.
En todo caso, el concejo sólo resolverá las modificaciones
presupuestarias una vez que haya tenido a la vista todos los an-

307
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

tecedentes que justifican la modificación propuesta, los cuales


deberán ser proporcionados a los concejales con una anticipación
de a lo menos 5 días hábiles a la sesión respectiva.

Artículo 82. El pronunciamiento del concejo sobre las mate-


rias consignadas en la letra b) del artículo 79 se realizará de la
siguiente manera:
a) El alcalde, en la primera semana de octubre, someterá a
consideración del concejo las orientaciones globales del munici-
pio, el presupuesto municipal y el programa anual, con sus metas
y líneas de acción. En las orientaciones globales, se incluirán el
plan comunal de desarrollo y sus modificaciones, las políticas
de servicios municipales, como, asimismo, las políticas y proyec-
tos de inversión. El concejo deberá pronunciarse sobre todas
estas materias antes del 15 de diciembre, luego de evacuadas las
consultas por el consejo económico y social comunal, cuando
corresponda.
b) El proyecto y las modificaciones del plan regulador comunal
se regirán por los procedimientos específicos establecidos por las
leyes vigentes.
c) En las demás materias, el pronunciamiento del concejo
deberá emitirse dentro del plazo de veinte días, contado desde
la fecha en que se dé cuenta del requerimiento formulado por
el alcalde.
Si los pronunciamientos del concejo no se produjeren dentro de
los términos legales señalados, regirá lo propuesto por el alcalde.

Artículo 83. El concejo se instalará el día seis de diciembre del


año de la elección respectiva, con la asistencia de la mayoría abso-
luta de los concejales declarados electos por el tribunal electoral
regional competente, convocados para tal efecto por el secretario
municipal. En todo caso, el período de los cargos de alcalde y de
concejal se computará siempre a partir de dicha fecha.
En la primera sesión, el secretario municipal procederá a dar
lectura al fallo del tribunal que dé cuenta del resultado definitivo
de la elección en la comuna, tomará al alcalde y a los concejales
electos el juramento o promesa de observar la Constitución y
las leyes, y de cumplir con fidelidad las funciones propias de sus
respectivos cargos.

308
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

El concejo, en la sesión de instalación se abocará a fijar los


días y horas de las sesiones ordinarias. Una copia del acta de esta
sesión se remitirá al gobierno regional respectivo, dentro de las
cuarenta y ocho horas siguientes.

Artículo 84. El concejo se reunirá en sesiones ordinarias y


extraordinarias. Sus acuerdos se adoptarán en sala legalmente
constituida.
Las sesiones ordinarias se efectuarán a lo menos tres veces al
mes, en días hábiles, y en ellas podrá tratarse cualquier materia
que sea de competencia del concejo.
Las sesiones extraordinarias serán convocadas por el alcalde
o por un tercio, a lo menos, de los concejales en ejercicio. En
ellas sólo se tratarán aquellas materias indicadas en la convo-
catoria.
Las sesiones del concejo serán públicas. Los dos tercios de los
concejales presentes podrán acordar que determinadas sesiones
sean secretas.

Artículo 85. En ausencia del alcalde, presidirá la sesión el


concejal presente que haya obtenido, individualmente, mayor
votación ciudadana en la elección respectiva, según lo establecido
por el tribunal electoral regional.
El secretario municipal, o quien lo subrogue, desempeñará
las funciones de secretario del concejo.

Artículo 86. El quórum para sesionar será la mayoría de los


concejales en ejercicio.
Salvo que la ley exija un quórum distinto, los acuerdos del
concejo se adoptarán por la mayoría absoluta de los concejales
asistentes a la sesión respectiva.
Si hay empate, se tomará una segunda votación. De persistir
el empate, se votará en una nueva sesión, la que deberá verifi-
carse a más tardar dentro de tercero día. Si se mantiene dicho
empate, corresponderá al alcalde el voto dirimente para resolver
la materia.

Artículo 87. Todo concejal tiene derecho a ser informado


plenamente por el alcalde o quien haga sus veces, de todo lo

309
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

relacionado con la marcha y funcionamiento de la corporación.


Este derecho debe ejercerse de manera de no entorpecer la
gestión municipal. El alcalde deberá dar respuesta en el pla-
zo máximo de quince días, salvo en casos calificados en que
aquél podrá prorrogarse por un tiempo razonable a criterio
del concejo.

Artículo 88. Los concejales tendrán derecho a percibir una


dieta mensual de entre seis y doce unidades tributarias mensuales,
según determine anualmente cada concejo por los dos tercios de
sus miembros.
El alcalde acordará con el concejo el número de sesiones
ordinarias a realizar en el mes, debiendo efectuarse a lo menos
tres.
La dieta completa sólo se percibirá por la asistencia a la tota-
lidad de las sesiones del concejo celebradas en el mes respectivo,
disminuyéndose proporcionalmente aquélla según el número
de inasistencias del concejal. Para los efectos anteriores, se con-
siderarán tanto las sesiones ordinarias como las extraordinarias.
No obstante, la inasistencia sólo de hasta una sesión podrá ser
compensada por la asistencia, en el mismo mes, a dos sesiones
de comisión de las referidas en el artículo 92.
Sin perjuicio de lo señalado, cada concejal tendrá derecho
anualmente a una asignación adicional, a pagarse en el mes de
enero, correspondiente a seis unidades tributarias mensuales,
siempre que durante el año calendario anterior haya asistido
formalmente, a lo menos, al setenta y cinco por ciento de las
sesiones celebradas por el concejo en dicho período.
Con todo, cada concejal tendrá además derecho a gastos de
reembolso o fondos a rendir, por concepto de viático, en una can-
tidad no superior a la que corresponda al alcalde de la respectiva
municipalidad por igual número de días.

Artículo 89. A los concejales no les serán aplicables las normas


que rigen a los funcionarios municipales, salvo en materia de
responsabilidad civil y penal.
Ningún concejal de la municipalidad podrá tomar parte en la
discusión y votación de asuntos en que él o sus parientes, hasta

310
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, estén


interesados, salvo que se trate de nombramientos o designaciones
que deban recaer en los propios concejales.
Se entiende que existe dicho interés cuando su resolución
afecte moral o pecuniariamente a las personas referidas.

Artículo 90. Los empleadores de las personas que ejerzan un


cargo de concejal, deberán conceder a éstas los permisos nece-
sarios para ausentarse de sus labores habituales, con el objeto
de asistir a las sesiones del concejo. El tiempo que abarcaren
los permisos otorgados se entenderá trabajado para todos los
efectos legales.
Asimismo, los concejales, por la actividad que realicen en tal
condición, quedarán sujetos al seguro contra riesgo de acciden-
tes del trabajo y enfermedades profesionales establecido en la
Ley Nº 16.744, gozando de los beneficios que correspondan a la
naturaleza de su cargo. El costo de este beneficio será de cargo
municipal.

Artículo 91. Los concejales podrán afiliarse al Sistema de Pen-


siones, de Vejez, de Invalidez y de Sobrevivencia de acuerdo a lo
establecido en el Decreto Ley Nº 3.500, por el solo hecho de asumir
tales funciones. Para estos efectos, los concejales se asimilarán al
régimen de los trabajadores por cuenta ajena.
Las obligaciones que las leyes pertinentes sobre seguridad
social imponen a los empleadores, se radicarán para estos efectos
en las respectivas municipalidades. Las cotizaciones previsionales
se calcularán sobre la base de las asignaciones mensuales que a
los concejales corresponda percibir en virtud del inciso 1º del
artículo 88.

Artículo 92. El concejo determinará en un reglamento interno


las demás normas necesarias para su funcionamiento, regulán-
dose en él las comisiones de trabajo que el concejo podrá cons-
tituir para desarrollar sus funciones, las que, en todo caso, serán
siempre presididas por concejales, sin perjuicio de la asistencia
de terceros cuya opinión se considere relevante a juicio de la
propia comisión.

311
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

TÍTULO IV
DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Párrafo 1º
De las instancias de participación

Artículo 93. Cada municipalidad deberá establecer en una or-


denanza las modalidades de participación de la ciudadanía local,
teniendo en consideración las características singulares de cada
comuna, tales como la configuración del territorio comunal, la
localización de los asentamientos humanos, el tipo de actividades
relevantes del quehacer comunal, la conformación etárea de la
población y cualquier otro elemento que, en opinión de la mu-
nicipalidad, requiera una expresión o representación específica
dentro de la comuna y que al municipio le interese relevar para
efectos de su incorporación en la discusión y definición de las
orientaciones que deben regir la administración comunal.

Artículo 94. En cada municipalidad existirá un consejo eco-


nómico y social comunal, compuesto por representantes de la
comunidad local organizada. Será un órgano asesor de la muni-
cipalidad, el cual tendrá por objeto asegurar la participación de
las organizaciones comunitarias de carácter territorial y funcional,
y de actividades relevantes en el progreso económico, social y
cultural de la comuna.
La integración, organización, competencias y funcionamiento de
estos consejos, serán determinados por cada municipalidad, en un
reglamento que el alcalde someterá a la aprobación del concejo.
Los consejeros durarán cuatro años en sus funciones. El consejo
será presidido por el alcalde y, en su ausencia, por el vicepresidente
que elija el propio consejo de entre sus miembros.
Con todo, los consejos deberán pronunciarse respecto de la
cuenta pública del alcalde, sobre la cobertura y eficiencia de los
servicios municipales de la comuna, y podrán además interponer
el recurso de reclamación establecido en el Título Final de la
presente ley.
El alcalde deberá informar al consejo acerca de los presu-
puestos de inversión, del plan comunal de desarrollo y del plan

312
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

regulador. El consejo dispondrá de quince días para formular sus


observaciones a dicho informe.

Artículo 95. Para ser miembro del consejo económico y social


comunal se requerirá:
a) Tener 18 años de edad, con excepción de los representantes
de organizaciones señalados en la Ley Nº 19.418;
b) Tener un año de afiliación, como mínimo, a una organi-
zación del estamento, en caso que corresponda, en el momento
de la elección;
c) Ser chileno o extranjero avecindado en el país, y
d) No haber sido condenado por delito que merezca pena
aflictiva.
La inhabilidad contemplada en la letra anterior quedará sin
efecto una vez transcurrido el plazo contemplado en el artículo 105
del Código Penal, desde el cumplimiento de la respectiva pena.
Serán aplicables a los miembros del consejo económico y so-
cial comunal las inhabilidades e incompatibilidades que esta ley
contempla para los miembros de los concejos en el artículo 74 y
en la letra b) del artículo 75.
Asimismo, serán incompatibles con los cargos de consejeros
regionales, concejales y consejeros provinciales.

Artículo 96. Las atribuciones municipales en materia de par-


ticipación ciudadana dispuesta en los artículos anteriores, no
obstan a la libre facultad de asociación que le corresponde a todos
y a cada uno de los habitantes de la comuna, en cuyo ejercicio
el conjunto de los habitantes o una parte de ellos, pueden darse
las formas de organización que estimen más apropiadas para el
desarrollo de sus intereses, con la sola limitación del pleno respeto
a las leyes vigentes y al orden público.

Párrafo 2º
De las audiencias públicas y la oficina de reclamos

Artículo 97. Cada municipalidad deberá regular en la orde-


nanza municipal de participación a que se refiere el artículo 93

313
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

las audiencias públicas por medio de las cuales el alcalde y el


concejo conocerán acerca de las materias que estimen de interés
comunal, como asimismo las que no menos de cien ciudadanos
de la comuna les planteen. Exceptúanse de esta exigencia las
comunas de menos de 5.000 habitantes, en las que el concejo
determinará el número de ciudadanos requirentes.
Sin perjuicio de la facultad reguladora del concejo, la soli-
citud de audiencia pública deberá acompañarse de las firmas
de respaldo correspondientes, contener los fundamentos de la
materia sometida a conocimiento del concejo y, además, deberá
identificar a las personas que, en un número no superior a cinco,
representarán a los requirentes en la audiencia pública que al
efecto se determine.

Artículo 98. Sin perjuicio de lo dispuesto en los artículos an-


teriores, cada municipalidad deberá habilitar y mantener en fun-
cionamiento una oficina de partes y reclamos abierta a la comu-
nidad en general. La ordenanza de participación establecerá un
procedimiento público para el tratamiento de las presentaciones
o reclamos, como asimismo los plazos en que el municipio deberá
dar respuesta a ellos, los que, en ningún caso, serán superiores
a treinta días.
La información y documentos municipales son públicos. En
dicha oficina deberán estar disponibles, para quien los solicite,
a lo menos los siguientes antecedentes:
a) El plan comunal de desarrollo, el presupuesto municipal y
el plan regulador comunal con sus correspondientes seccionales,
y las políticas específicas.
b) El reglamento interno, el reglamento de contrataciones
y adquisiciones, la ordenanza de participación y todas las orde-
nanzas y resoluciones municipales.
c) Los convenios, contratos y concesiones.
d) Las cuentas públicas de los alcaldes en los últimos
3 años.
e) Los registros mensuales de gastos efectuados al menos en
los últimos dos años.

314
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Párrafo 3º
De los plebiscitos comunales

Artículo 99. El alcalde, con acuerdo del concejo, o a requeri-


miento de los dos tercios del mismo concejo o por iniciativa de
los ciudadanos inscritos en los registros electorales de la comuna,
someterá a plebiscito las materias de administración local relativas
a inversiones específicas de desarrollo comunal, a la aprobación
o modificación del plan comunal de desarrollo, a la modificación
del plan regulador u otras de interés para la comunidad local,
siempre que sean propias de la esfera de competencia municipal,
de acuerdo con el procedimiento establecido en los artículos
siguientes.

Artículo 100. Para la procedencia del plebiscito a requeri-


miento de la ciudadanía, deberá concurrir con su firma, ante
notario público u oficial del Registro Civil, a lo menos el 10% de
los ciudadanos inscritos en los registros electorales de la comuna
al 31 de diciembre del año anterior, debiendo acreditarse dicho
porcentaje mediante certificación que expedirá el Director Re-
gional del Servicio Electoral.

Artículo 101. Dentro del décimo día de adoptado el acuerdo


del concejo, de recepcionado oficialmente el requerimiento del
concejo o de los ciudadanos en los términos del artículo anterior,
el alcalde dictará un decreto para convocar a plebiscito. Dicho
decreto se publicará, dentro de los quince días siguientes a su
dictación, en el Diario Oficial y en un periódico de los de mayor
circulación en la comuna. Asimismo, se difundirá mediante avisos
fijados en la sede comunal y en otros lugares públicos.
El decreto contendrá la o las cuestiones sometidas a plebiscito.
Además, señalará la fecha de su realización, debiendo efectuarse,
en todo caso, no antes de sesenta ni después de noventa días,
contados desde la publicación de dicho decreto en el Diario
Oficial.
Los resultados del plebiscito serán vinculantes para la autoridad
municipal, siempre que vote en él más del 50% de los ciudadanos
inscritos en los registros electorales de la comuna.

315
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Las inscripciones electorales en la comuna respectiva se sus-


penderán desde el día siguiente a aquel en que se publique en
el Diario Oficial el decreto alcaldicio que convoque a plebiscito
y se reanudarán desde el primer día hábil del mes subsiguiente
a la fecha en que el Tribunal Calificador de Elecciones comuni-
que al Director del Servicio Electoral el término del proceso de
calificación del plebiscito.
En materia de plebiscitos municipales, no habrá lugar a propa-
ganda electoral por televisión y no serán aplicables los preceptos
contenidos en los artículos 31 y 31 bis de la Ley Orgánica Cons-
titucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.

Artículo 102. No podrá convocarse a plebiscito comunal du-


rante el período comprendido entre los ocho meses anteriores a
cualquier elección popular y los dos meses siguientes a ella.
Tampoco podrán celebrarse plebiscitos comunales dentro del
mismo año en que corresponda efectuar elecciones municipales,
ni sobre un mismo asunto más de una vez durante el respectivo
periodo alcaldicio.
El Servicio Electoral y las municipalidades se coordinarán para
la programación y realización de los plebiscitos, previamente a
su convocatoria.

Artículo 103. La convocatoria a plebiscito nacional o a elec-


ción extraordinaria de Presidente de la República, suspenderá
los plazos de realización de los plebiscitos comunales, hasta la
proclamación de sus resultados por el Tribunal Calificador de
Elecciones.

Artículo 104. La realización de los plebiscitos comunales,


en lo que sea aplicable, se regulará por las normas establecidas
en la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones
Populares y Escrutinios, con excepción de lo dispuesto en el
artículo 175 bis.
En todo caso, el costo de los plebiscitos comunales será de
cargo de la municipalidad respectiva.

316
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

TÍTULO V
DE LAS ELECCIONES MUNICIPALES

Artículo 105. Para las elecciones municipales, en todo lo que


no sea contrario a esta ley, regirán las disposiciones de la Ley Or-
gánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios,
de la Ley Orgánica Constitucional de los Partidos Políticos y de
la Ley Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones
Electorales y Servicio Electoral.

Artículo 106. Las elecciones municipales se efectuarán cada


cuatro años, el último domingo del mes de octubre.

Párrafo 1º
De la presentación de candidaturas

Artículo 107. Las candidaturas a alcaldes y concejales sólo


podrán ser declaradas hasta las veinticuatro horas del nonagési-
mo día anterior a la fecha de la elección correspondiente. Tales
declaraciones sólo podrán incluir hasta tantos candidatos como
cargos corresponda elegir en la respectiva comuna o agrupación
de comunas. Las candidaturas a alcalde y concejal son excluyen-
tes entre sí. Una misma persona sólo podrá postular al cargo de
alcalde o de concejal en una sola comuna.
Cada declaración debe ir acompañada de un testimonio jurado
del respectivo candidato, en el cual éste afirme cumplir con todos
los requisitos exigidos por los artículos 73 y 74. Dicha declaración
consignará, además, el nombre, cédula de identidad y domicilio
del Administrador Electoral y del Administrador Electoral Gene-
ral, en su caso. Esta declaración jurada será hecha ante notario
público. También podrá efectuarse ante el oficial del Registro
Civil correspondiente a la comuna. La falsedad de cualquiera de
los hechos aseverados en la declaración, o su omisión, producen
la nulidad de la declaración de ese candidato y la de todos sus
efectos legales posteriores, incluyendo su elección.
En el caso que un alcalde postulare a su reelección o a su
elección como concejal en su propia comuna, se procederá a su

317
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

subrogación en conformidad con el inciso primero del artículo 62,


desde los treinta días anteriores a la fecha de la elección y hasta el
día siguiente de ella. En todo caso, durante el período señalado,
la presidencia del concejo sólo podrá ejercerla un concejal que
no estuviere repostulando a dicho cargo. Si hubiere más de uno
en tal situación la presidencia le corresponderá a quien haya
obtenido individualmente mayor votación ciudadana en la elec-
ción respectiva. Si todos los concejales estuvieren repostulando,
la presidencia se decidirá por sorteo entre ellos.
Las declaraciones de candidaturas a alcalde y a concejales que
presente un pacto electoral y los subpactos comprendidos en él
podrán incluir candidatos de cualquiera de los partidos que los
constituyan, independientemente de si éste se encuentra legal-
mente constituido en la respectiva región, siempre que lo esté en
la mayoría de las regiones del país y al menos uno de los partidos
suscriptores del pacto se encuentre constituido a nivel nacional.
En lo demás, las declaraciones de candidaturas se regirán por
los artículos 3º, 3º bis, con excepción de su inciso tercero, 4º, in-
cisos segundo y siguientes, y 5º de la Ley Orgánica Constitucional
sobre Votaciones Populares y Escrutinios.

Artículo 108. Las candidaturas a alcalde podrán ser declaradas


por un partido político, por un pacto de partidos, por un pacto
entre un partido político e independientes, por un pacto de
partidos e independientes, y por independientes.
Las candidaturas a alcalde declaradas sólo por independientes,
se sujetarán a los porcentajes y formalidades establecidos en los
artículos 112 y 113 de la presente ley.

Artículo 109. En las elecciones de concejales un partido político


podrá pactar con uno o varios partidos políticos, con indepen-
dientes o con ambos.
Los partidos políticos que participen en un pacto electoral
podrán subpactar entre ellos o con independientes, de acuerdo a
las normas que sobre acumulación de votos de los candidatos se
establecen en el artículo 124 de la presente ley, pudiendo excepcio-
nalmente excluir en forma expresa, al momento de formalizarlo,
la o las comunas en que no regirá dicho subpacto. Los subpactos
estarán siempre integrados por los mismos partidos.

318
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Los candidatos independientes que participen en un pac-


to electoral podrán subpactar entre ellos, con un subpacto de
partidos integrantes del mismo o con un partido del pacto que
no sea miembro de un subpacto de partidos. Asimismo, podrán
subpactar con un partido integrante de un subpacto en la o las
comunas expresamente excluidas de dicho subpacto. Para los
efectos señalados, como para la declaración de candidaturas, los
candidatos independientes actuarán por sí o por medio de manda-
tario designado especialmente para ello por escritura pública.
A la formalización de un subpacto electoral le serán aplicables,
en lo pertinente, las normas de los incisos cuarto y quinto del
artículo 3º bis de la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones
Populares y Escrutinios.

Artículo 110. Las declaraciones de pactos electorales, de los


subpactos que se acuerden, así como la o las comunas excluidas
de los subpactos y las candidaturas a alcalde y a concejales que
se incluyan, deberán constar en un único instrumento y su en-
trega se formalizará en un solo acto ante el Director del Servicio
Electoral dentro del mismo plazo establecido en el artículo 107
para la declaración de candidaturas.

Artículo 111. A los pactos y subpactos se les individualizará


sólo con su nombre y a cada uno de los partidos políticos suscrip-
tores con su nombre y símbolo, indicándose a continuación los
nombres completos del candidato a alcalde o, en su caso, de los
candidatos a concejales afiliados al respectivo partido. En el caso
de declaraciones de partidos políticos, éstos se individualizarán
con su nombre y símbolo.
En el caso de los independientes que forman parte de un
pacto se les individualizará al final del respectivo pacto, bajo la
denominación “independientes”. Los independientes que, a su
vez, formen parte de un subpacto, se les individualizará de la
misma forma al final del respectivo subpacto.
Los subpactos entre independientes y entre éstos y partidos
se individualizarán como tales.
Las declaraciones de candidaturas a alcalde y concejales de
una misma lista o pacto deberán señalar expresamente el cargo
al cual postulan los respectivos candidatos.

319
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 112. Las declaraciones de candidaturas independien-


tes a alcalde o concejal deberán ser patrocinadas por un número
no inferior al 0.5% de los electores que hayan sufragado en la
votación popular más reciente en la comuna o agrupación de
comunas respectiva.
En todo caso, entre los patrocinantes no se contabilizarán los
correspondientes a afiliados a partidos políticos que superen el
cinco por ciento del porcentaje mínimo que establece el inciso
anterior.
La determinación del número mínimo necesario de patrocinantes
la hará el Director del Servicio Electoral mediante resolución que
se publicará en el Diario Oficial con siete meses de anticipación,
a lo menos, a la fecha en que deba realizarse la elección.
Sin perjuicio de lo dispuesto en los incisos anteriores, los
independientes que postulen integrando pactos o subpactos no
requerirán de patrocinio.

Artículo 113. El patrocinio de candidaturas independientes a


alcalde o concejal deberá suscribirse ante un notario público de
la respectiva comuna, por ciudadanos inscritos en los registros
electorales de la misma. En aquellas comunas en donde no exista
notario público, será competente para certificar el patrocinio el
oficial del Registro Civil de la jurisdicción respectiva.
No podrá figurar el mismo patrocinante en diversas declara-
ciones de candidaturas independientes. Si ello ocurriere, será
válido solamente el patrocinio que figure en la primera declara-
ción hecha ante el Servicio Electoral, y si se presentaren varias
simultáneamente, no será válido en ninguna de ellas el patrocinio
que se haya repetido.
No obstante, a los candidatos independientes que postulen
integrando pactos o subpactos no les será aplicable lo dispuesto
en los incisos anteriores.

Artículo 114. Al tercer día de expirado el plazo para declarar


candidaturas, el Director del Servicio Electoral procederá a efec-
tuar el sorteo contemplado en el inciso segundo del artículo 23
de la Ley Nº 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones
Populares y Escrutinios.

320
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

Párrafo 2º
De las inscripciones de candidatos

Artículo 115. El Director Regional del Servicio Electoral, dentro


de los diez días siguientes a aquel en que venza el plazo para la
declaración de candidaturas, deberá, mediante resolución que se
publicará en un diario de los de mayor circulación en la región
respectiva, aceptar o rechazar las que hubieren sido declaradas.
Los partidos políticos y los candidatos independientes podrán,
dentro de los cinco días siguientes a la publicación de la referida
resolución, reclamar de ella ante el tribunal electoral regional
respectivo, el que deberá pronunciarse dentro de quinto día.

Artículo 116. Dentro de los tres días siguientes al vencimiento


del plazo para impugnar a que se refiere el artículo anterior o
al fallo ejecutoriado del tribunal electoral regional, en su caso,
el Director Regional del Servicio Electoral procederá a inscribir
las candidaturas en un registro especial. Desde este momento,
se considerará que los candidatos tienen la calidad de tales para
todos los efectos legales.
En todo caso, el tribunal electoral regional deberá notificar
sus resoluciones a los respectivos Directores Regionales del Ser-
vicio Electoral y a los patrocinantes de los reclamos tan pronto
como las pronuncie.

Párrafo 3º
Del escrutinio en las mesas receptoras de sufragio

Artículo 117. Las mesas receptoras de sufragio, en lo relativo a


los resultados de la votación, sólo consignarán en el acta de escru-
tinio, como también en los formularios de acta y en las minutas de
resultado, las votaciones individuales obtenidas por cada candidato,
los votos nulos y los votos en blanco, dejándose constancia además
del total de sufragios emitidos en la respectiva mesa.

Artículo 118. Para los efectos del escrutinio general y de la


calificación de las elecciones, contemplados en el párrafo si-

321
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

guiente, el secretario de la mesa receptora de sufragios remitirá


al Presidente del tribunal electoral regional el sobre a que se
refieren los artículos 73 y 74 de la Ley Orgánica Constitucional
sobre Votaciones Populares y Escrutinios. Asimismo, el secretario
de la Junta Electoral remitirá al mismo tribunal los sobres con
las actas de cuadros de los Colegios Escrutadores que hubieren
funcionado en su jurisdicción.

Párrafo 4º
Del escrutinio general y de la calificación de las elecciones

Artículo 119. El escrutinio general y la calificación de las elec-


ciones municipales serán practicados por los tribunales electorales
regionales, que tendrán, en cuanto les fueren aplicables, todas las
facultades que se conceden al Tribunal Calificador de Elecciones
en los Títulos IV y V de la Ley Orgánica Constitucional sobre
Votaciones Populares y Escrutinios.
Las resoluciones que dicten los tribunales electorales regio-
nales, en el marco de la competencia que se les confiere por la
presente ley, serán apelables para ante el Tribunal Calificador
de Elecciones.
Con todo, las reclamaciones de nulidad y las solicitudes de
rectificaciones, se interpondrán directamente ante el tribunal
electoral regional del territorio en que se hubieren cometido los
hechos que sirvan de fundamento al reclamo, dentro de los tres
días siguientes a la fecha de la respectiva elección, acompañándose
en el mismo acto los antecedentes en que se funde.
Dentro del plazo de dos días, contado desde el respectivo
reclamo, se rendirán ante el tribunal las informaciones y contra-
informaciones que se produzcan. El tribunal dictará la sentencia
que resuelva las reclamaciones electorales, sean de nulidad o de
rectificación de escrutinios, a más tardar al duodécimo día conta-
do desde la fecha de la elección. Esta sentencia se notificará por
el estado diario y sólo será susceptible del recurso de apelación,
el que deberá deducirse dentro del plazo de segundo día, con-
tado desde la notificación practicada por el estado diario, y será
someramente fundado.

322
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

El plazo para comparecer en segunda instancia será de se-


gundo día contado desde el respectivo certificado de ingreso. La
resolución que proclame a los candidatos definitivamente electos,
no será susceptible de recurso alguno.
Sin perjuicio de lo establecido en los incisos precedentes, las
instancias jurisdiccionales electorales deberán poner en cono-
cimiento del tribunal del crimen competente, aquellos hechos
o circunstancias fundantes de la reclamación, que a su juicio
revistieren las características de delito.

Artículo 120. Para determinar los concejales elegidos, el tribu-


nal electoral regional deberá seguir el procedimiento indicado
en los artículos siguientes.

Artículo 121. Para establecer los votos de lista, el tribunal sumará


las preferencias emitidas a favor de cada uno de los candidatos
de una misma lista.

Artículo 122. Para determinar el cuociente electoral, los votos


de lista se dividirán sucesivamente por uno, dos, tres, cuatro, y
así sucesivamente, hasta formar tantos cuocientes por cada lista
como concejales corresponda elegir. Todos estos cuocientes se
colocarán en orden decreciente hasta tener un número de ellos
igual al de cargos por elegir. El cuociente que ocupe el último de
estos lugares será el cuociente electoral y permitirá determinar
cuántos son los elegidos en cada lista mediante la división del
total de votos de la misma por dicho cuociente.
Sin embargo, en el caso del Nº 3 del artículo 123, el cuociente
electoral pasará a ser el que siga en el orden decreciente a que se
refiere el inciso anterior si el cargo sobrante fuera uno, o el que
le siga, si fueren dos y así sucesivamente, si fueren más.

Artículo 123. Para determinar los candidatos a concejales ele-


gidos dentro de cada lista se observarán las siguientes reglas:
1) Si a una lista corresponde igual número de concejales que
el de candidatos presentados, se proclamará elegidos a todos
éstos.
2) Si el número de candidatos presentados es mayor que el de
los concejales que a la lista corresponda, se proclamará elegidos

323
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

a los que hubieren obtenido las más altas mayorías individuales,


a menos que la lista corresponda a un pacto electoral, caso en el
cual se aplicará la norma del artículo siguiente.
3) Si el número de candidatos de una o más listas es infe-
rior al de concejales que le haya correspondido, el cuociente
será reemplazado en la forma señalada en el inciso segundo del
artículo precedente.
4) Si, dentro de una misma lista, un cargo correspondiere
con igual derecho a dos o más candidatos, resultará elegido
aquel que haya obtenido el mayor número de preferencias indi-
viduales y, en caso de que persista la igualdad, se procederá por
el tribunal electoral regional al sorteo del cargo en audiencia
pública.
5) Si el último cargo por llenar correspondiere con igual
derecho a dos o más listas o candidaturas independientes, resul-
tará elegido el candidato de la lista o independiente que haya
obtenido mayor número de preferencias individuales y, en caso
de que persista la igualdad, se procederá por el tribunal electoral
regional al sorteo del cargo en audiencia pública.

Artículo 124. Para determinar los candidatos elegidos en una


lista en la cual existan pactos o subpactos, se procederá a sumar
las preferencias de los candidatos incluidos en cada uno de los
partidos o de los subpactos, según sea el caso.
El total de votos válidamente obtenidos por cada partido o
subpacto se dividirá por uno, dos, tres, cuatro, y así sucesivamen-
te, hasta formar por cada uno de los partidos o subpactos tantos
cuocientes como cargos corresponda elegir a la lista. Todos esos
cuocientes se ordenarán en forma decreciente y el que ocupe el
ordinal correspondiente al último de los cargos por elegir por
la lista será el cuociente de los partidos o subpactos de la misma.
El total de votos de cada partido o subpacto deberá dividirse por
dicho cuociente para determinar cuántos cargos corresponderá
elegir al respectivo partido o subpacto.
Si el número de candidatos de algún partido o subpacto fuere
inferior al de concejales que les correspondiere, o si el candidato
independiente que no se hubiere integrado a un subpacto, obtu-
viere votos suficientes para elegir más de un cargo, el cuociente
aplicable pasará a ser el que siga en el orden decreciente a que

324
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

se refiere el inciso anterior, si el cargo sobrante fuera uno, o, el


que le siga, si fueren dos y así sucesivamente.
Dentro de cada partido o subpacto, los candidatos preferirán
entre sí según el número de votos que hubieren obtenido.

Artículo 125. Las listas que incluyan pactos entre partidos


políticos o subpactos podrán incluir una o más candidaturas in-
dependientes. Cuando un pacto electoral incluya la postulación
de uno o más independientes, para los efectos de determinar
los cargos a elegir en la lista los votos de cada candidato inde-
pendiente, que no forme parte de un subpacto, se considerarán
separada o individualmente, como si lo fueran de un partido
político integrante del pacto.

Artículo 126. Para los efectos de lo dispuesto en los artículos


precedentes, cada postulación o candidatura independiente, que
no forme parte de un pacto, se considerará como si fuera una
lista y tendrá el tratamiento propio de ésta.

Artículo 127. Será elegido alcalde el candidato que obtenga la


mayor cantidad de sufragios válidamente emitidos en la comuna,
esto es, excluidos los votos en blanco y los nulos, según determine
el tribunal electoral regional competente.
En caso de empate, el tribunal electoral regional respectivo,
en audiencia pública y mediante sorteo, determinará al alcalde
electo de entre los candidatos empatados.

Artículo 128. Dentro de los dos días siguientes a aquél en que


su fallo quede a firme, el tribunal electoral regional enviará una
copia autorizada de la parte pertinente del mismo y el acta com-
plementaria de proclamación, en lo que se refiera a las respectivas
comunas, al intendente y al secretario municipal de cada una de
las municipalidades de la provincia. Comunicará, al mismo tiempo,
su proclamación a cada uno de los candidatos elegidos.
Una copia completa del fallo y de su acta complementaria se
remitirá, además, por el presidente del tribunal electoral regio-
nal respectivo, al Ministro del Interior y al Director del Servicio
Electoral, con el objeto de que tomen conocimiento del término
del proceso electoral municipal.

325
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

TÍTULO VI
DE LAS CORPORACIONES, FUNDACIONES
Y ASOCIACIONES MUNICIPALES

Párrafo 1º
De las corporaciones y fundaciones municipales

Artículo 129. Una o más municipalidades podrán constituir o


participar en corporaciones o fundaciones de derecho privado,
sin fines de lucro, destinadas a la promoción y difusión del arte
y de la cultura.
Estas personas jurídicas se constituirán y regirán por las nor-
mas del Título XXXIII del Libro Primero del Código Civil, sin
perjuicio de las disposiciones especiales contenidas en esta ley.

Artículo 130. Las corporaciones y fundaciones a que se refiere


este párrafo podrán formarse con una o más personas jurídicas
de derecho privado o con otras entidades del sector público.
En todo caso, la creación o participación municipal en estas
entidades deberá ser aprobada por el concejo.

Artículo 131. Los cargos de directores de las corporaciones y


fundaciones que constituyan las municipalidades no darán lugar
a ningún emolumento por su desempeño.
No podrán ser directores o ejercer funciones de administración
en las entidades a que se refiere el presente título, así como en
las corporaciones establecidas con arreglo al Decreto con Fuerza
de Ley Nº 1-3.063, del año 1980, del Ministerio del Interior, el
cónyuge del alcalde o de los concejales, así como sus parientes
consanguíneos hasta el tercer grado inclusive, por afinidad hasta
el segundo grado y las personas ligadas a ellos por adopción.
Asimismo, entre los fines artísticos y culturales que se proponga
la entidad, en ningún caso se comprenderán la administración
y la operación de establecimientos educacionales o de atención
de menores.

Artículo 132. Las municipalidades podrán otorgar aportes y


subvenciones a las corporaciones y fundaciones de que formen
parte, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 65, letra g).

326
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

En ningún caso las municipalidades podrán caucionar com-


promisos contraídos por estas entidades.

Artículo 133. Las corporaciones y fundaciones de participación


municipal deberán rendir semestralmente cuenta documentada a
las municipalidades respectivas acerca de sus actividades y del uso
de sus recursos. Lo anterior será sin perjuicio de la fiscalización
que pueda ejercer el concejo respecto del uso de los aportes o
subvenciones municipales.

Artículo 134. El personal que labore en las corporaciones y


fundaciones de participación municipal se regirá por las normas
laborales y previsionales del sector privado.

Artículo 135. La fiscalización de estas entidades será efectuada


por la unidad de control de la municipalidad, en lo referente a
los aportes municipales que les sean entregados.

Artículo 136. Sin perjuicio de lo establecido en los artículos 6º


y 25 de la Ley Nº 10.336, la Contraloría General de la República
fiscalizará las corporaciones, fundaciones o asociaciones muni-
cipales, cualquiera sea su naturaleza y aquellas constituidas en
conformidad a este título, con arreglo al Decreto con Fuerza de
Ley Nº 1-3.063, del año 1980, del Ministerio del Interior, o de
acuerdo a cualquiera otra disposición legal, respecto del uso y
destino de sus recursos, pudiendo disponer de toda la informa-
ción que requiera para este efecto.
La unidad de control municipal respectiva tendrá, en los mismos
términos, la facultad fiscalizadora respecto de estas entidades.

Párrafo 2º
De las asociaciones de municipalidades

Artículo 137. Dos o más municipalidades, pertenezcan o no


a una misma provincia o región, podrán constituir asociaciones
municipales para los efectos de facilitar la solución de problemas
que les sean comunes o lograr el mejor aprovechamiento de los
recursos disponibles.

327
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Estas asociaciones podrán tener por objeto:


a) La atención de servicios comunes;
b) La ejecución de obras de desarrollo local;
c) El fortalecimiento de los instrumentos de gestión;
d) La realización de programas vinculados a la protección
del medio ambiente, al turismo, a la salud o a otros fines que les
sean propios;
e) La capacitación y el perfeccionamiento del personal mu-
nicipal, y
f) La coordinación con instituciones nacionales e internacio-
nales, a fin de perfeccionar el régimen municipal.

Artículo 138. Los convenios que celebren las municipalidades


para crear asociaciones municipales deberán consultar, entre
otros aspectos, los siguientes:
a) La especificación de las obligaciones que asuman los res-
pectivos asociados;
b) Los aportes financieros y demás recursos materiales que
cada municipio proporcionará para dar cumplimiento a las tareas
concertadas;
c) El personal que se dispondrá al efecto, y
d) El municipio que tendrá a su cargo la administración y di-
rección de los servicios que se presten u obras que se ejecuten.
Estos convenios deberán contar con el acuerdo de los respec-
tivos concejos.

Artículo 139. Los fondos necesarios para el funcionamiento de


las asociaciones, en la parte que corresponda al aporte municipal,
se consignarán en los presupuestos municipales respectivos. Los
municipios asociados no podrán afianzar ni garantizar los com-
promisos financieros que las asociaciones contraigan y éstos no
darán lugar a ninguna acción de cobro contra aquéllos.
Respecto del personal mencionado en la letra c) del artícu-
lo anterior, no regirá la limitación de tiempo para las comisiones
de servicio que sea necesario ordenar, cuando se trate de personal
municipal.

Artículo 140. Ninguna corporación, fundación o asociación


municipal, creada o que se cree en virtud de ésta u otras leyes,
podrá contratar empréstitos.

328
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

TÍTULO FINAL

Artículo 141. Los reclamos que se interpongan en contra de


las resoluciones u omisiones ilegales de la municipalidad se su-
jetarán a las reglas siguientes:
a) Cualquier particular podrá reclamar ante el alcalde contra
sus resoluciones u omisiones o las de sus funcionarios, que estime
ilegales, cuando éstas afecten el interés general de la comuna.
Este reclamo deberá entablarse dentro del plazo de treinta días,
contado desde la fecha de publicación del acto impugnado,
tratándose de resoluciones, o desde el requerimiento de las
omisiones;
b) El mismo reclamo podrán entablar ante el alcalde los par-
ticulares agraviados por toda resolución u omisión de éste o de
otros funcionarios, que estimen ilegales, dentro del plazo señalado
en la letra anterior, contado desde la notificación administrativa
de la resolución reclamada o desde el requerimiento, en el caso
de las omisiones;
c) Se considerará rechazado el reclamo si el alcalde no se
pronunciare dentro del término de quince días, contado desde
la fecha de su recepción en la municipalidad;
d) Rechazado el reclamo en la forma señalada en la letra
anterior o por resolución fundada del alcalde, el afectado podrá
reclamar, dentro del plazo de quince días, ante la corte de ape-
laciones respectiva.
El plazo señalado en el inciso anterior se contará, según corres-
ponda, desde el vencimiento del término indicado en la letra c)
precedente, hecho que deberá certificar el secretario municipal,
o desde la notificación que éste hará de la resolución del alcalde
que rechace el reclamo, personalmente o por cédula dejada en
el domicilio del reclamante.
El reclamante señalará en su escrito, con precisión, el acto u
omisión objeto del reclamo, la norma legal que se supone infrin-
gida, la forma como se ha producido la infracción y, finalmente,
cuando procediere, las razones por las cuales el acto u omisión
le perjudican;
e) La corte podrá decretar orden de no innovar cuando la
ejecución del acto impugnado le produzca un daño irreparable
al recurrente;

329
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

f) La corte dará traslado al alcalde por el término de diez días.


Evacuado el traslado o teniéndosele por evacuado en rebeldía, la
corte podrá abrir un término de prueba, si así lo estima necesario,
el que se regirá por las reglas de los incidentes que contempla el
Código de Procedimiento Civil;
g) Vencido el término de prueba, se remitirán los autos al fiscal
judicial para su informe y a continuación se ordenará traer los
autos en relación. La vista de esta causa gozará de preferencia;
h) La corte, en su sentencia, si da lugar al reclamo, decidirá u
ordenará, según sea procedente, la anulación total o parcial del
acto impugnado; la dictación de la resolución que corresponda
para subsanar la omisión o reemplazar la resolución anulada; la
declaración del derecho a los perjuicios, cuando se hubieren soli-
citado, y el envío de los antecedentes al Ministerio Público, cuando
estimare que la infracción pudiere ser constitutiva de delito, e
i) Cuando se hubiere dado lugar al reclamo, el interesado
podrá presentarse a los tribunales ordinarios de justicia para de-
mandar, conforme a las reglas del juicio sumario, la indemnización
de los perjuicios que procedieren y ante el Ministerio Público, la
investigación criminal que correspondiere. En ambos casos, no
podrá discutirse la ilegalidad ya declarada.

Artículo 142. Las municipalidades incurrirán en responsabili-


dad por los daños que causen, la que procederá principalmente
por falta de servicio.
No obstante, las municipalidades tendrán derecho a repetir en
contra del funcionario que hubiere incurrido en falta personal.

Artículo 143. Los plazos de días establecidos en esta ley serán


de días hábiles.
No obstante, los plazos de días establecidos en los artículos 62
y 82, letra c), así como en el Título V ‘‘De las elecciones munici-
pales’’, serán de días corridos.

Artículo 144. Derógase el Decreto Ley Nº 1.289, de 1975.

Artículo 145. Instalada una nueva municipalidad, el o los mu-


nicipios originarios le traspasarán en el plazo de seis meses, los
servicios municipales y sus establecimientos o sedes, ubicados en

330
ANEXO 1. LEY ORGÁNICA CONSTITUCIONAL DE MUNICIPALIDADES. LEY Nº 18.695

el territorio comunal que estén a su cargo en virtud de las normas


que estableció el Decreto con Fuerza de Ley Nº 1-3.063, de 1980,
del Ministerio del Interior.

Artículo 146. El traspaso de los servicios municipales y sus esta-


blecimientos o sedes se efectuará en forma definitiva, mediante la
celebración de un convenio entre las respectivas municipalidades,
el cual deberá considerar entre otros los siguientes aspectos:
– Descripción detallada del servicio que tome a su cargo la
nueva municipalidad, precisando los derechos y obligaciones
que el ministerio correspondiente señaló a la municipalidad
originaria.
– Individualización de los activos muebles e inmuebles que
se traspasen. Respecto de los inmuebles, deberán identifi-
carse y expresarse todas las menciones exigidas por la ley y
reglamentación respectiva para la inscripción de los bienes
en los registros pertinentes. En el evento de considerarse el
traspaso de vehículos motorizados, deberá cumplirse con
similar exigencia para su debida identificación.
– Nómina y régimen del personal que se traspasa de muni-
cipalidad señalando, entre otros antecedentes, nombre,
función que realiza, antigüedad en el servicio, lugar de
desempeño, situación previsional y remuneración.
– El vínculo laboral a que esté afecto el personal que se tras-
pase de conformidad a la ley se mantendrá vigente con la
nueva municipalidad empleadora, sin solución de conti-
nuidad, no afectando los derechos y obligaciones que de
él emanan.
El convenio deberá ser sancionado por decreto de los respectivos
alcaldes. El traspaso regirá desde el primer día del mes siguiente al
de la fecha del decreto alcaldicio de la municipalidad derivada.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS

Artículo 1º. El personal que preste servicios en las municipa-


lidades continuará afecto a las normas estatutarias actualmente
en vigor hasta la dictación de los preceptos a que se refiere el
artículo 40 de esta ley.

331
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Asimismo, seguirán siendo aplicables a dicho personal las


normas previsionales que lo rigen en la actualidad.

Artículo 2º. Mientras no se dicte la ley a que se refiere el ar-


tículo 126, inciso primero, de la Constitución Política, las cuestiones
de competencia que se susciten entre municipalidades de una
misma provincia serán resueltas por el gobernador respectivo y
aquellas que se produzcan entre municipalidades pertenecientes
a distintas provincias, por el intendente que corresponda.

Artículo 3º. Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 19 de


esta ley, en tanto no se apruebe un nuevo censo de habitantes, se
aplicará el censo efectuado en 1982, y en el caso de creación de
comunas nuevas o traspaso de territorios efectuados con poste-
rioridad a dicho censo, se considerará la población que señale el
informe oficial que emita el Instituto Nacional de Estadísticas.

Anótese, tómese razón y publíquese.– ANDRÉS ZALDÍVAR LARRAÍN, Vicepre-


sidente de la República.– Felipe Harboe Bascuñán, Ministro del Interior (S).

332
A N E XO 2

DECRETO LEY Nº 3.063


LEY DE RENTAS MUNICIPALES

Santiago, 30 de mayo de 1996.– Hoy se decretó lo que sigue:


Núm. 2.385.– Visto: Lo dispuesto en el artículo 32 Nº 8 de
la Constitución Política de la República y la facultad que me ha
conferido la disposición segunda transitoria de la Ley Nº 19.388,
de 30 de mayo de 1995,

Decreto:

El texto refundido y sistematizado del Decreto Ley Nº 3.063,


de 1979, sobre Rentas Municipales, será el siguiente:

TÍTULO I

Artículo 1º. Los ingresos o rentas municipales se regulan por


las disposiciones de la presente ley, de la Ley Orgánica Constitu-
cional de Municipalidades y las contenidas en leyes especiales.

Artículo 2º. Los ingresos o rentas municipales serán percibidos


por la unidad encargada de la administración y finanzas de cada
municipalidad, según lo dispuesto en la Ley Orgánica Constitu-
cional de Municipalidades.
No obstante, las municipalidades podrán celebrar convenios
con el Banco del Estado de Chile y con los bancos comerciales,
para que éstos reciban dentro de los plazos legales el pago de los
ingresos o rentas municipales y los recargos de beneficio fiscal
que puedan existir sobre ellos.

333
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Los pagos deberán comprender la totalidad de las cantidades


incluidas en los respectivos boletines, giros u órdenes. Si el ingreso
o renta debe legalmente enterarse por cuotas, el pago abarcará
la totalidad de la cuota correspondiente.
El pago así efectuado, extinguirá la obligación pertinente
hasta el monto de la cantidad enterada, pero el recibo de ésta
no acreditará, por sí solo, que se está al día en el cumplimiento
de la obligación respectiva.
Para los efectos del presente artículo, las municipalidades podrán
percibir, mediante medios electrónicos, directamente o mediante
convenios celebrados con terceros, el pago de los ingresos o rentas
municipales que les corresponda cobrar por sí mismas.

TÍTULO II
DEL PRODUCTO DE LOS BIENES MUNICIPALES

Artículo 3º. Son rentas de los bienes municipales:


1. Los rentas de arrendamiento o concesiones de los bienes
muebles e inmuebles de propiedad municipal, y
2. Los productos de la venta o remate de los bienes muebles
de propiedad municipal.

Artículo 4º. Las municipalidades no podrán enajenar las ter-


mas medicinales de su dominio, sin perjuicio de su facultad de
entregarlas en concesión.

TÍTULO III
DEL PRODUCTO DE LOS ESTABLECIMIENTOS
Y EXPLOTACIONES MUNICIPALES

Artículo 5º. Son rentas de los establecimientos y explotacio-


nes municipales, las que producen las empresas y los servicios
públicos municipales.

Artículo 6º. El servicio municipal de extracción de residuos


sólidos domiciliarios se cobrará a todos los usuarios de la comuna,
pudiendo ser diferenciados según programas ambientales que
incluyan, entre otros, el reciclaje.

334
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

Para efectos de esta ley, se considerarán residuos sólidos domi-


ciliarios a las basuras de carácter doméstico generadas en viviendas
y en toda otra fuente cuyos residuos presenten composiciones
similares a los de las viviendas.

Artículo 7º. Las municipalidades cobrarán una tarifa anual por el


servicio domiciliario de aseo por cada vivienda o unidad habitacional,
local, oficina, kiosco y sitio eriazo. El alcalde, con acuerdo del concejo
municipal, determinará el número de cuotas en que se dividirá dicho
cobro, así como las fechas de vencimiento de las mismas.
Cada municipalidad fijará la tarifa sobre la base de un cálculo que
considere tanto los costos fijos como los costos variables del servicio.
Las condiciones generales mediante las cuales se fijará la tarifa de
aseo, se estipularán en el reglamento que al efecto dicte el Ministerio
de Economía, Fomento y Reconstrucción, visado por los Ministerios
del Interior y Secretaría General de la Presidencia. En forma previa
a la publicación del reglamento, se consultará a las asociaciones de
municipios de carácter nacional existentes en el país.
Las municipalidades podrán, a su cargo, rebajar una proporción
de la tarifa o eximir del pago de la totalidad de ella, sea individual-
mente o por unidades territoriales, a los usuarios que en atención
a sus condiciones socioeconómicas lo ameriten, basándose para
ello en el o los indicadores establecidos en el reglamento. La
aplicación de este beneficio requerirá el acuerdo de la mayoría
absoluta de los concejales en ejercicio. En todo caso, el alcalde,
con acuerdo del concejo, deberá fijar una política comunal para
la aplicación de las rebajas determinadas en virtud del presente
inciso, la que junto a las tarifas que así se definan serán de carácter
público, según lo disponga la ordenanza municipal respectiva.
Con todo, quedarán exentos automáticamente de dicho pago
aquellos usuarios cuya vivienda o unidad habitacional a la que
se otorga el servicio, tenga un avalúo fiscal igual o inferior a 225
unidades tributarias mensuales.
El monto real de la tarifa de aseo, calculada en unidades tri-
butarias mensuales al 30 de junio del año anterior a su puesta en
vigencia, regirá por un período de tres años. Sin embargo, podrá
ser recalculada, conforme a variaciones objetivas en los ítem de
costos y según lo establezca el reglamento, antes de finalizar dicho
plazo, pero no más de una vez en un lapso de doce meses.

335
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 8º. Las tarifas a que se refiere el artículo anterior,


corresponden a las extracciones usuales y ordinarias de residuos
sólidos domiciliarios. Se entiende por extracción usual u ordina-
ria, la que no sobrepasa un volumen de sesenta litros de residuos
sólidos domiciliarios de promedio diario.
Para los servicios en que la extracción de residuos sólidos
domiciliarios exceda el volumen señalado en el inciso anterior y
para otras clases de extracciones de residuos que no se encuen-
tren comprendidas en la definición señalada en el artículo 6º,
las municipalidades fijarán el monto especial de los derechos
por cobrar, cuando sean éstas quienes provean el servicio. La
vigencia de estas tarifas se sujetará también al plazo y condiciones
señalados en el inciso final del artículo anterior.
En todo caso, las personas naturales o jurídicas que se en-
cuentren en la situación prevista en el inciso anterior, podrán
optar por ejecutar por sí mismas o por contratar con terceros los
servicios de extracción y transporte de sus residuos sólidos, en
conformidad con las reglamentaciones sanitarias y ambientales, y
las ordenanzas municipales. En éstas deberá incluirse la obligato-
riedad de presentar a la municipalidad respectiva una declaración,
en caso de efectuarlos por sí mismas o un contrato, autorizada
ante notario, para la disposición final de los residuos.

Artículo 9º. Las municipalidades estarán facultadas para cobrar


directamente o contratar con terceros el cobro del derecho de
aseo a todos los usuarios de este servicio, y que no se encuentren
exentos de este derecho, en conformidad al artículo 7º, inciso
primero de esta ley. En caso de contratar con terceros, dicha
contratación deberá efectuarse mediante licitación pública.
La municipalidad podrá efectuar directamente el cobro del
derecho de aseo a los predios exentos del pago de impuesto
territorial o contratar el servicio con terceros. Asimismo, podrá
suscribir un convenio con el Servicio de Impuestos Internos y con
el Servicio de Tesorerías para efectos de la emisión y despacho
de las boletas de cobro.
El derecho de aseo será pagado por el dueño o por el ocupante
de la propiedad, ya sea usufructuario, arrendatario o mero tene-
dor, sin perjuicio de la responsabilidad que afecte al propietario.
No obstante, los usufructuarios, arrendatarios y, en general, los

336
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

que ocupen la propiedad en virtud de un acto o contrato que no


importe transferencia, no estarán obligados a pagar el derecho de
aseo devengado con anterioridad al acto o contrato; efectuado el
pago por el arrendatario, éste quedará autorizado para deducir
la suma respectiva de los cánones de arrendamiento.
La municipalidad cobrará directamente la tarifa de aseo que
corresponda a los propietarios de los establecimientos y negocios
en general, gravados con patentes a que se refiere el artículo 23,
en conformidad a lo establecido en el artículo 8º, incisos pri-
mero y segundo, la que deberá enterarse conjuntamente con la
respectiva patente.
Respecto de un mismo usuario, la municipalidad deberá optar,
para efectuar el cobro del derecho de aseo, sólo por uno de los
conceptos autorizados por esta ley.
Las municipalidades estarán obligadas a certificar, a petición
de cualquier persona que lo solicite, el monto del derecho de aseo
que corresponda a una propiedad determinada y la existencia de
deudas en el pago de ese derecho.
En todo caso, habiéndose determinado a los usuarios del servicio
afectos al pago de la tarifa de aseo, las autoridades municipales
velarán por el cumplimiento diligente de su cobranza.

Artículo 10. Las municipalidades que tengan a su cargo la


explotación del servicio de agua potable, se ajustarán en todo a
las disposiciones que, sobre el particular, rijan para la explotación
de dicho servicio.
Las empresas de agua potable de que las municipalidades
sean propietarias o tengan participación, se administrarán autó-
nomamente y se sujetarán al régimen legal general aplicable a
las empresas privadas del ramo.

Artículo 11. Las municipalidades fijarán la cuantía de los dere-


chos que corresponda cobrar por la prestación de servicios a que
se refiere el artículo 5º de esta ley, siempre que no se encuentre
determinada expresamente en normas especiales, y sin perjuicio
de lo dispuesto en los artículos 41 y 42.
Las normas sobre procedimiento de aprobación y publicidad
establecidas en el artículo 42 serán igualmente aplicables respecto de
la fijación de los derechos a que se alude en el presente artículo.

337
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

TÍTULO IV
DE LOS IMPUESTOS MUNICIPALES

Artículo 12. Los vehículos que transitan por las calles, caminos
y vías públicas en general, estarán gravados con un impuesto anual
por permiso de circulación, a beneficio exclusivo de la munici-
palidad respectiva, conforme a las siguientes tasas:
a) A los automóviles particulares, automóviles de alquiler
de lujo, automóviles de turismo o de servicios especiales, station
wagons, furgones, ambulancias, carrozas fúnebres, automóviles,
camionetas y motocicletas se les aplicará la siguiente escala pro-
gresiva y acumulativa sobre su precio corriente en plaza:
Sobre la parte del precio que no exceda de sesenta unidades
tributarias mensuales, 1%;
Sobre la parte del precio que exceda la cantidad anterior y no
sobrepase de ciento veinte unidades tributarias mensuales, 2%;
Sobre la parte del precio que exceda la cantidad anterior y
no sobrepase de doscientos cincuenta unidades tributarias men-
suales, 3%;
Sobre la parte del precio que exceda la cantidad anterior y no
sobrepase de cuatrocientas unidades tributarias mensuales, 4%, y
Sobre la parte del precio que exceda de cuatrocientas unidades
tributarias mensuales, 4,5%.
El impuesto no podrá ser, en caso alguno, inferior a media uni-
dad tributaria mensual. Para los fines de este artículo se entenderá
como “precio corriente en plaza” de los respectivos vehículos, el que
determine anualmente el Servicio de Impuestos Internos, dentro de
la primera quincena del mes de enero de cada año, mediante una
lista de las distintas marcas y modelos de vehículos motorizados usa-
dos, clasificados de acuerdo al año de fabricación y con indicación,
en cada caso, del precio corriente en plaza vigente a esa fecha, la
que será publicada en el Diario Oficial u otro diario de circulación
nacional que determine el Servicio de Impuestos Internos, dentro
del mes de enero respectivo. Los valores consignados en esta nómina
corresponderán a vehículos en buen estado de conservación y uso,
tomando en consideración su año de fabricación.
Para la aplicación del impuesto, la referida determinación
de precios corrientes en plaza regirá sin alteraciones durante el

338
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

período de un año, contado desde el día 1 de febrero, debiendo


las municipalidades utilizar la información proporcionada por
el Servicio de Impuestos Internos.
En los casos en que un vehículo motorizado no estuviese in-
dicado en la nómina, se considerará que su precio corriente en
plaza vigente es aquel establecido en dicha lista para el vehículo
que reúna similares características, tales como marca, modelo,
año de fabricación, capacidad de carga o de pasajeros u otras.
b) A cada tipo de vehículos, que enseguida se indica, se aplicará
el impuesto por permiso de circulación cuyo monto expresado
en unidades o fracciones de unidades tributarias mensuales, se
señala en cada caso:
1. Automóviles de alquiler, de servicio individual o colectivo,
con o sin taxímetro, una unidad.
2. Vehículos de movilización colectiva de pasajeros, no com-
prendidos en los dos números anteriores, una unidad.
3. Camiones:
a) De 1.750 a 5.000 kilogramos de capacidad de carga,
una unidad;
b) De más de 5.000 y hasta 10.000 kilogramos, dos uni-
dades, y
c) De más de 10.000 kilogramos, tres unidades.
4. Tractocamiones:
a) De 1.750 a 5.000 kilogramos de capacidad de arrastre
de carga, media unidad;
b) De más de 5.000 y hasta 10.000 kilogramos, una
unidad, y
c) De más de 10.000 kilogramos, una y media unidad.
A los semirremolques se les aplicará esta misma tabla
de capacidad de carga y de monto de impuesto.
5. Carros y remolques para acoplar a vehículos motorizados,
hasta 1.750 kilogramos de capacidad de carga, media
unidad.
A los de capacidad superior se les aplicará la tabla del
Nº 3.
6. Tractores agrícolas o industriales y máquinas automotrices
como sembradoras, cosechadoras, bulldozer, palas mecáni-

339
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

cas, palas cargadoras, aplanadoras, grúas, motoniveladoras,


retroexcavadoras, traíllas y otras similares, media unidad.
Este impuesto sólo se aplicará cuando estos vehículos tran-
siten por caminos, calles y vías públicas en general. Para la
renovación de su permiso de circulación no será aplicable
la primera parte del inciso primero del artículo 16.
7. Motonetas, bicimotos y bicicletas con motor, un quinto
de unidad.
La actividad de transporte terrestre de pasajeros y carga por
carretera estará exenta de la contribución de patente municipal
a que se refiere el artículo 23, con excepción de las empresas
dedicadas a esta actividad y cuya renta líquida imponible, deter-
minada para los efectos de la Primera Categoría de la Ley sobre
Impuesto a la Renta, supere las 10 unidades tributarias anuales
correspondientes al mes de diciembre del año anterior al pago
de la patente.
Los vehículos de tracción humana y animal estarán exentos
del derecho por permiso de circulación. Sin embargo, los propie-
tarios de carros de mano y vehículos de tracción animal deberán
empadronarlos en las municipalidades que correspondan a su
domicilio, las que los proveerán de una placa permanente de
identificación.
Los carros y remolques para acoplar a un vehículo motorizado
deberán empadronarse en la municipalidad que corresponda
al domicilio de su propietario, la que los proveerá de una placa
permanente que los identifique.
Para los efectos de la aplicación de la tabla de la letra a) y de los
valores establecidos en la letra b) de este artículo, se considerará la
unidad tributaria vigente en el mes anteprecedente al de vencimiento
del período respectivo de pago establecido en el artículo 15, o al de
pago tratándose de vehículos que obtengan por primera vez permiso
de circulación, y del caso contemplado en el artículo 22.
El impuesto por permiso de circulación que se determine al
momento de concederlo a un vehículo, no experimentará varia-
ción alguna por causas sobrevinientes que afecten a éste.
El monto del impuesto que se determine conforme a este ar-
tículo, comprende absolutamente todos los servicios anexos que
prestan las municipalidades, desde la revisión del estado mecánico

340
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

hasta la emisión del padrón y distintivo de la placa en el vehículo


respectivo, incluyéndose el precio de dicho distintivo; y, por tanto,
en la liquidación y giro de los permisos de circulación no se con-
siderará valor alguno que incremente el del impuesto que resulte
de aplicar la escala y tasas de las letras a) y b) de este precepto.
Las empresas importadoras, distribuidoras y comercializado-
ras de vehículos motorizados estarán obligadas a proporcionar, a
requerimiento del Servicio de Impuestos Internos y en la forma y
plazo que su Director establezca, la información necesaria para la
determinación de los avalúos de los vehículos que debe realizar
dicho Servicio.

Artículo 13. Los vehículos a que se refiere la letra a) del ar-


tículo 12, que ingresen al país con liberación aduanera total o
parcial y que están sujetos a una prohibición de enajenar o ceder
su uso o goce, a cualquier título, pagarán el impuesto municipal
mientras dure dicha prohibición, sobre el cincuenta por ciento
del precio corriente en plaza que se fije para los vehículos de la
misma marca, tipo, modelo, año y origen en la lista de precios
que señala el artículo 12.
Esta franquicia se aplicará también a los vehículos mencio-
nados en el inciso anterior que pertenezcan a personas domi-
ciliadas en la Región de Tarapacá, en las Provincias de Chiloé
y Palena, de la Región de Los Lagos, en la Región de Aysén del
General Carlos Ibáñez del Campo y en la Región de Magallanes
y de la Antártica Chilena, y que estén destinados a su uso en
aquellas zonas.
En el caso de las personas que importen vehículos en virtud
del artículo 6º de la Ley Nº 17.238, de 22 de noviembre de 1969,
y su reglamento, contenido en el Decreto de Hacienda Nº 1.950,
de 11 de septiembre de 1970, el impuesto por permiso de circu-
lación se determinará sobre el veinticinco por ciento del precio
corriente en plaza del vehículo.
Asimismo, la franquicia del inciso primero, se aplicará a los
vehículos allí indicados, ingresados al país con liberación adua-
nera total o parcial por personal dependiente del Ministerio de
Relaciones Exteriores que cese en sus funciones en el extranjero,
mientras el interesado mantenga la propiedad y uso exclusivo
del vehículo.

341
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 14. Los vehículos nuevos no podrán salir a circulación


sin el pago previo del impuesto municipal. No obstante, la uni-
dad municipal encargada del tránsito y transporte públicos que
corresponda podrá otorgar permisos especiales en los siguientes
casos:
a) De conformidad a lo previsto en el Nº 3 del artículo 48
de la Ley Nº 18.290;
b) Para el efecto de cumplir con la inscripción en el Registro
de Vehículos Motorizados, por un plazo máximo de diez días, y
debiendo enterarse la suma equivalente al impuesto que corres-
ponda, y
c) Para el tránsito de vehículos que, careciendo de permiso de
circulación por no estar en actividad, deban ser trasladados de un
punto a otro, para el solo efecto de repararlos, o con otro objeto
semejante. El valor diario de estos permisos será el equivalente de
un vigésimo de unidad tributaria mensual y ellos no podrán otor-
garse por más de tres días en cada mes para un mismo vehículo.

Artículo 15. La renovación de los permisos de circulación y su


distintivo se efectuará en los siguientes períodos del año respectivo,
considerando la clasificación contenida en el artículo 12:
1. Vehículos de la letra a) y Nº 5 de la letra b), de carga máxi-
ma de mil setecientos cincuenta kilos, hasta el 31 de marzo;
2. Vehículos de la letra b), Nos 1 y 2, dentro del mes de
mayo, y
3. Vehículos de la letra b), Nos 3, 4 y 5, de carga superior
a mil setecientos cincuenta kilos, y Nos 6 y 7, dentro del mes de
septiembre.
El pago del impuesto por permiso de circulación podrá efec-
tuarse en dos cuotas iguales, la primera, dentro del plazo ordinario
de renovación, y la segunda, en los siguientes períodos:
a) Vehículos comprendidos en el número 1 de este artículo,
dentro del mes de agosto. Su monto se ajustará según la variación
que experimente el Índice de Precios al Consumidor entre los
meses de febrero y junio, ambos inclusive, del año respectivo.
b) Vehículos comprendidos en el número 2 de este artículo,
dentro del mes de junio. Su monto se ajustará según la variación
que experimente el Índice de Precios al Consumidor en el mes
de abril del año respectivo, y

342
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

c) Vehículos comprendidos en el número 3 de este artículo,


dentro del mes de octubre. Su monto se ajustará según la variación
que experimente el Índice de Precios al Consumidor en el mes
de agosto del año respectivo.
Deberá dejarse constancia en el permiso de circulación, del
hecho de efectuarse en cuotas el pago del impuesto respectivo.
La obligación de pagar la segunda cuota pesará sobre los res-
pectivos vehículos mientras no sean retirados de la circulación,
lo que deberá ser comunicado por escrito a la unidad municipal
encargada del tránsito y transporte públicos que otorgó el per-
miso, antes de que venza el plazo para la próxima renovación
anual del mismo. Sólo en virtud del expresado aviso quedará el
vehículo de que se trate, exceptuado de la obligación impuesta
en el inciso anteprecedente.

Artículo 16. No podrá renovarse el permiso de circulación de


un vehículo mientras no se acredite el pago total del impuesto
del año anterior, salvo que el interesado acredite que en ese pe-
ríodo el vehículo estuvo acogido a la norma del inciso final del
artículo anterior.
Tampoco será exigible el pago del impuesto respecto de cual-
quier tipo de vehículos, si en uno o más años completos ha estado
fuera de circulación y ello se acredita mediante declaración jurada
simple que deberá entregarse a la municipalidad respectiva, a
más tardar el 30 de noviembre del año a que corresponda pagar
el impuesto.

Artículo 17. Los vehículos a que se refiere la letra a) del ar-


tículo 12 que fueren omitidos en la lista de precios que menciona
ese precepto, deberán asimilarse para los fines de determinar su
valor a aquellos vehículos que lo tengan fijado en dicha lista y que
reúnan similares características en cuanto a su origen, tipo, años
de antigüedad, capacidad y especificaciones técnicas y ello será
de competencia de la unidad municipal encargada del tránsito
y transporte públicos respectiva.
Los vehículos nuevos pagarán el impuesto por permiso de
circulación, en todo caso considerando su precio de facturación.
Se entenderá por vehículo nuevo el vendido sin uso por primera

343
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

vez a un usuario, en el año de obtención del respectivo permiso,


aunque corresponda a la producción de años anteriores.
Cuando no pudiese efectuarse la asimilación referida en el
inciso primero o cuando, en el caso del inciso segundo, la factu-
ración del vehículo no se ajustare a las condiciones normales de
venta en el mercado, la unidad municipal encargada del tránsito
y transporte públicos respectiva deberá solicitar a la unidad del
Servicio de Impuestos Internos de su comuna que tase el precio
corriente en plaza para los efectos del impuesto que corresponda
pagar.

Artículo 18. Los vehículos que por primera vez obtengan per-
miso de circulación pagarán el impuesto proporcional por cada
uno de los meses que falten para completar el año calendario,
incluyendo el mes a que corresponde la respectiva factura emitida
en el país, o la fecha del respectivo instrumento que acredite su
internación al territorio nacional, según el caso.

Artículo 19. La patente extranjera da derecho para transitar


en el país sólo hasta por tres meses.
Transcurrido ese tiempo, deberá pagarse el impuesto por
permiso de circulación correspondiente, en conformidad al ar-
tículo 12.
La municipalidad respectiva no otorgará el permiso de circu-
lación sin previa presentación por el interesado de un testimonio
o certificado de la Aduana por la que se internó el vehículo, acre-
ditando el pago o la exención de los derechos correspondientes
y la fecha de la internación.

Artículo 20. No requerirán permiso de circulación, sólo los


siguientes vehículos:
1. Los pertenecientes a las Fuerzas Armadas y de Orden,
siempre que sean para uso exclusivo militar o policial.
2. Los pertenecientes a los Cuerpos de Bomberos o sus Com-
pañías, y
3. Los de propiedad o de uso bajo el sistema de arrendamiento
con opción de compra de las misiones diplomáticas y consulares
extranjeras acreditadas en el país, de organismos internacionales
a los que Chile haya adherido, o de los respectivos agentes diplo-

344
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

máticos, consulares o funcionarios internacionales, siempre que


todas estas personas sean de nacionalidad extranjera.
La exención que acuerda el Nº 3 será reconocida por el Mi-
nisterio de Relaciones Exteriores, a título de reciprocidad, o en
virtud de convenios internacionales que contemplen explícita o
implícitamente franquicias de la naturaleza señalada. Verificada
la existencia de tales circunstancias, el propio Ministerio otorgará
a los vehículos favorecidos el respectivo distintivo o placa, según
lo disponga el reglamento aprobado por Decreto Supremo de
esa Secretaría de Estado.
Esta franquicia caducará automáticamente al momento de
enajenarse el vehículo, oportunidad en que deberá retirarse
de éste el distintivo o placa especial respectiva. Si después de
transferido un vehículo, a persona o entidad que no tenga de-
recho a esa franquicia, se le sorprendiere transitando con ese
distintivo o placa especial, al nuevo dueño se le impondrá una
multa igual al cien por ciento de la contribución que corresponde
enterar por el período anual completo, sin perjuicio del pago
del monto del impuesto por permiso de circulación, valores
ambos que se girarán simultáneamente, por la unidad municipal
encargada del tránsito y transporte públicos de la comuna en
que se denuncie la infracción, previa la remisión de los antece-
dentes del caso por el juzgado de policía local competente, el
que ordenará la retención del vehículo hasta que se acrediten
los pagos referidos.

Artículo 21. Las municipalidades llevarán un registro de per-


misos de circulación, el que será reglamentado por decreto del
Ministerio del Interior.
Los impuestos por permisos de circulación se pagarán por el
dueño de los vehículos en la municipalidad de su elección previo
cambio, cuando proceda, de la inscripción en el registro a que se
refiere el inciso anterior; y sin perjuicio de las reglas especiales
establecidas en los regímenes tributarios de excepción. El cambio
de inscripción deberá solicitarse en la municipalidad en que se
pague el permiso de circulación.
El permiso de circulación otorgado por una determinada
municipalidad, habilitará al vehículo para transitar en todo el
territorio nacional.

345
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Sólo para los efectos de control, el propietario del vehícu-


lo deberá declarar bajo juramento en la municipalidad donde
obtenga el permiso respectivo, el lugar de su morada. Si con
posterioridad trasladare su morada a otro lugar, estará obligado
a dar cuenta de dicho hecho a la municipalidad donde obtuvo
el permiso, dentro del plazo de treinta días, contados desde el
cambio de morada.

Artículo 22. Además de los permisos ordinarios, habrá permi-


sos de circulación para prueba de vehículos, que deberán pagar
las casas vendedoras, y los talleres de reparación de vehículos
de tracción mecánica, para el exclusivo objeto de poder exhibir,
demostrar o probar las cualidades de los vehículos que ofrezcan
en venta. Estos permisos de prueba pagarán el equivalente a diez
unidades tributarias mensuales, cualquiera que sea la época del
año en que se obtengan dichos permisos.

Artículo 23. El ejercicio de toda profesión, oficio, industria,


comercio, arte o cualquiera otra actividad lucrativa secundaria
o terciaria, sea cual fuere su naturaleza o denominación, está
sujeto a una contribución de patente municipal, con arreglo a
las disposiciones de la presente ley.
Asimismo, quedarán gravadas con esta tributación municipal
las actividades primarias o extractivas en los casos de explotaciones
en que medie algún proceso de elaboración de productos, aunque
se trate de los exclusivamente provenientes del respectivo fundo
rústico, tales como aserraderos de madera, labores de separación
de escorias, moliendas o concentración de minerales, y cuando los
productos que se obtengan de esta clase de actividades primarias,
se vendan directamente por los productores, en locales, puestos,
kioscos o en cualquiera otra forma que permita su expendio tam-
bién directamente al público o a cualquier comprador en general,
no obstante que se realice en el mismo predio, paraje o lugar de
donde se extraen, y aunque no constituyan actos de comercio los
que se ejecuten para efectuar ese expendio directo.
El Presidente de la República reglamentará la aplicación de
este artículo.

Artículo 24. La patente grava la actividad que se ejerce por


un mismo contribuyente, en su local, oficina, establecimiento,

346
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

kiosco o lugar determinado con prescindencia de la clase o nú-


mero de giros o rubros distintos que comprenda. Tratándose de
sociedades de inversiones o sociedades de profesionales, cuan-
do éstas no registren domicilio comercial, la patente se deberá
pagar en la comuna correspondiente al domicilio registrado
por el contribuyente ante el Servicio de Impuestos Internos.
Para estos efectos, dicho Servicio aportará esta información a
las municipalidades, por medios electrónicos, durante el mes
de junio de cada año.
El valor por doce meses de la patente será de un monto equi-
valente entre el dos y medio por mil y el cinco por mil del capital
propio de cada contribuyente, la que no podrá ser inferior a una
unidad tributaria mensual ni superior a cuatro mil unidades
tributarias mensuales. Sin perjuicio del ejercicio de la facultad
municipal, se considerará la tasa máxima legal para efectos de
calcular el aporte al Fondo Común Municipal, que correspon-
da realizar a las municipalidades aportantes a dicho Fondo por
concepto de las patentes a que se refiere el artículo precedente.
Al efecto, el alcalde, con acuerdo del concejo, podrá, dentro del
rango señalado, fijar indistintamente una tasa única de la patente
para todo el territorio comunal, como asimismo tasas diferen-
ciadas al interior de la comuna, en aquellas zonas definidas en
el respectivo instrumento de planificación urbana, mediante la
dictación del correspondiente decreto alcaldicio, el cual deberá
publicitarse debidamente al interior de la comuna.
Para los efectos de este artículo se entenderá por capital pro-
pio el inicial declarado por el contribuyente si se tratare de ac-
tividades nuevas, o el registrado en el balance terminado el 31
de diciembre inmediatamente anterior a la fecha en que deba
prestarse la declaración, considerándose los reajustes, aumentos y
disminuciones que deben practicarse de acuerdo con las normas
del artículo 41 y siguientes de la Ley sobre Impuesto a la Renta,
contenida en el Decreto Ley Nº 824, de 1974.
Para lo anterior, los contribuyentes deberán entregar en la
municipalidad respectiva una declaración de su capital propio
con copia del balance del año anterior, presentado en el Servicio
de Impuestos Internos, dentro de los 10 días hábiles siguientes al
vencimiento del plazo que fije esa repartición para cumplir con
esta exigencia tributaria. En los casos en que el contribuyente no

347
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

declarare su capital propio en las fechas estipuladas, la munici-


palidad hará la estimación respectiva.
En los casos de los contribuyentes que no estén legalmente
obligados a demostrar sus rentas mediante un balance general
pagarán una patente por doce meses igual a una unidad tribu-
taria mensual.
Para modificar la tasa de la patente vigente en la respectiva
comuna, las municipalidades deberán dictar una resolución que
deberá ser publicada en el Diario Oficial con una anticipación,
de a lo menos, seis meses al del inicio del año calendario en que
debe entrar en vigencia la nueva tasa.
En la determinación del capital propio a que se refiere el
inciso segundo de este artículo, los contribuyentes podrán dedu-
cir aquella parte de dicho capital que se encuentre invertida en
otros negocios o empresas afectos al pago de patente municipal,
lo que deberá acreditarse mediante contabilidad fidedigna. El
Presidente de la República reglamentará la aplicación de este
inciso.

Artículo 25. En los casos de contribuyentes que tengan su-


cursales, oficinas, establecimientos, locales u otras unidades de
gestión empresarial, cualquiera que sea su naturaleza jurídica o
importancia económica, el monto total de la patente que grava al
contribuyente será pagado proporcionalmente por cada una de
las unidades antedichas, considerando el número de trabajadores
que laboran en cada una de ellas, cualquiera sea su condición o
forma, incluidos los trabajadores de temporada y los correspon-
dientes a empresas subcontratistas, en la proporción que corres-
ponda pudiendo considerar, además, otros factores que aseguren
una distribución equitativa, todo lo cual será determinado por el
reglamento que al efecto se dicte.
Para estos efectos, el contribuyente deberá presentar, en la
municipalidad en que se encuentra ubicada su casa matriz, tanto
la declaración referida en el artículo precedente como otra de-
claración en que se señale el número total de trabajadores que
laboran en cada una de las sucursales, oficinas, establecimientos,
locales, u otras unidades de gestión empresarial.
Sobre la base de las declaraciones antes referidas y los crite-
rios establecidos en el reglamento, la municipalidad receptora

348
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

determinará y comunicará, tanto al contribuyente como a las


municipalidades vinculadas, la proporción del capital propio, que
corresponda a cada sucursal, establecimiento o unidad de gestión
empresarial. En virtud de tal determinación, las municipalidades
en donde funcionen las referidas sucursales, establecimientos
o unidades, calcularán y aplicarán el monto de la patente que
corresponda pagar a dichas unidades, según la tasa vigente en
las respectivas comunas.
Dicha determinación se remitirá a todos los municipios invo-
lucrados, los que tendrán derecho a objetarla ante la Contraloría
General de la República, la que resolverá breve y sumariamente.
Se entiende por casa matriz para los efectos de este artículo, la
oficina, local, o establecimiento en que funciona la gerencia de
la empresa o negocio o su dirección general.
El reglamento establecerá las modalidades para la aplicación
de este artículo.

Artículo 26. Toda persona que inicie un giro o actividad gravada


con patente municipal presentará, conjuntamente con la solicitud
de autorización para funcionar en un local o lugar determina-
do, una declaración jurada simple acerca del monto del capital
propio del negocio, para los efectos del artículo 24. Asimismo,
en los casos que corresponda deberán efectuar la declaración
indicada en el artículo anterior.
La municipalidad estará obligada a otorgar la patente respec-
tiva, sin perjuicio de las limitaciones relativas a la zonificación
comercial o industrial que contemplen las respectivas ordenanzas
municipales y a las autorizaciones que previamente deben otorgar
en ciertos casos las autoridades sanitarias u otras que contem-
plen las leyes. Las limitaciones y autorizaciones señaladas no se
aplicarán a la microempresa familiar. Con todo, sus actividades
deberán sujetarse a lo dispuesto por el D.S. Nº 977, de 1997, del
Ministerio de Salud, que aprobó el Reglamento Sanitario de los
Alimentos. Se entenderá por microempresa familiar aquella que
reúna los siguientes requisitos:
a) Que la actividad económica que constituya su giro se ejerza
en la casa habitación familiar;
b) Que en ella no laboren más de cinco trabajadores extraños
a la familia, y

349
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

c) Que sus activos productivos, sin considerar el valor del


inmueble en que funciona, no excedan las 1.000 unidades de
fomento.
Sin embargo, las municipalidades podrán otorgar patentes
provisorias, en cuyo caso los establecimientos podrán funcionar
de inmediato. Estos contribuyentes tendrán el plazo de un año
para cumplir con las exigencias que las disposiciones legales de-
terminen. Si no lo hicieren, la municipalidad podrá decretar la
clausura del establecimiento. Para otorgar este tipo de patentes,
se exigirá sólo la comprobación de requisitos de orden sanitario
y de emplazamiento según las normas sobre zonificación del
Plan Regulador.
La microempresa familiar señalada en el inciso segundo po-
drá desarrollar cualquier actividad económica lícita, excluidas
aquellas peligrosas, contaminantes o molestas.
Para acogerse a los beneficios señalados, a los contemplados en
los artículos 22 y 84 del D.L. Nº 824, de 1974, Ley sobre Impuesto a
la Renta, en los artículos 29 y siguientes del D.L. Nº 825, de 1974, Ley
sobre Impuesto a las Ventas y Servicios, y demás que favorezcan a la
microempresa, el interesado deberá inscribirse en la municipalidad
respectiva y acompañará una declaración jurada en la que afirme
que es legítimo ocupante de la vivienda en que se desarrollará la
actividad empresarial y que su actividad no produce contaminación.
Si la vivienda es una unidad de un condominio, deberá contar con
la autorización del Comité de Administración respectivo.

Artículo 26 bis. Los trabajos que se ejecuten por las microem-


presas familiares, por encargo de terceros, se entenderán, para
todos los efectos legales, que se realizan por cuenta de quien los
encarga.

Artículo 27. Sólo están exentas del pago de la contribución


de patente municipal las personas jurídicas sin fines de lucro que
realicen acciones de beneficencia, de culto religioso, culturales,
de ayuda mutua de sus asociados, artísticas o deportivas no pro-
fesionales y de promoción de intereses comunitarios.

Artículo 28. En aquellas comunas en que se encuentren ubi-


cados balnearios o lugares de turismo, las municipalidades po-

350
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

drán otorgar patentes temporales hasta por cuatro meses para


el funcionamiento de negocios o actividades gravadas conforme
el artículo 23 de esta ley, incluidas las de expendios de bebidas
alcohólicas.
El valor de las patentes, por el período en que se otorguen en
cada año o temporada, será del cincuenta por ciento del valor
de la patente ordinaria.
El Presidente de la República determinará los balnearios y
lugares de turismo, en que se podrá otorgar esta clase de patente
para el expendio de bebidas alcohólicas.

Artículo 29. El valor fijado conforme al artículo 24 corresponde


a la patente de doce meses comprendidos entre el 1º de julio del
año de la declaración y el 30 de junio del año siguiente.
Estarán exentos de todo impuesto o derecho municipal, los
instrumentos que los contribuyentes deben presentar para el
otorgamiento de patentes, tales como declaraciones, copias de
balances, quedando, por tanto, prohibido cualquier cobro distinto
del valor fijado en el artículo 24.
La patente se podrá pagar al contado o en dos cuotas igua-
les, en la municipalidad respectiva, dentro de los meses de julio
y enero de cada año. Si la patente se pagare en dos cuotas, el
valor de la segunda se reajustará en la misma proporción en que
haya variado el Índice de Precios al Consumidor en el período
comprendido entre el 1º de junio y el 30 de noviembre inmedia-
tamente anterior.
Si un contribuyente se estableciere después del 31 de diciembre
pagará el cincuenta por ciento del valor de la patente.
Asimismo, los contribuyentes, con excepción de los señalados
en el artículo 32, que cambien de domicilio su casa matriz o su-
cursal, pagarán la respectiva patente comercial en la municipali-
dad correspondiente al nuevo domicilio, a contar del semestre
siguiente al de su instalación. Para tal efecto, deberán comunicar
dicha situación a la municipalidad del nuevo domicilio, dentro
de los 30 días corridos siguientes al de la instalación, exhibiendo
la patente pagada en la municipalidad de origen por el período
semestral respectivo y un certificado emitido por la misma, en
donde conste que no mantiene deuda pendiente por este concep-
to. En el caso de existir deuda, no se otorgará patente definitiva

351
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

o provisoria, mientras no se regularice dicha situación ante la


municipalidad respectiva.

Artículo 30. Si un establecimiento cambiare de dominio, el


nuevo dueño deberá hacer anotar la transferencia en el rol res-
pectivo.
El adquirente pagará por concepto de patente por el período
semestral que esté corriendo una contribución de monto igual
a la que está girada o corresponda girar por el negocio trans-
ferido, rigiendo las normas generales respecto de los períodos
siguientes.

Artículo 31. Serán responsables del pago de la patente, además


de los propietarios de los establecimientos o negocios sujetos a
dicho pago, los administradores o regentes de los mismos, aun
cuando no tengan nombramiento o mandato constituido en
forma legal.

Artículo 32. Las personas que ejerzan profesiones liberales o


cualquiera otra profesión u ocupación lucrativa de acuerdo con
la definición del artículo 42, Nº 2 del Decreto Ley Nº 824, de
1974, pagarán su patente anual sólo en la comuna donde tengan
instalada su consulta, estudio u oficina principal. Dicha patente
las habilitará para ejercer en todo el territorio nacional.
Las personas a que se refiere este artículo pagarán como patente
única anual el equivalente a una unidad tributaria mensual.

Artículo 33. Las patentes de los establecimientos de expendio


de bebidas alcohólicas serán clasificadas y otorgadas en la forma
que determina la Ley Nº 17.105, sin perjuicio de quedar afectos
a la contribución del artículo 24 de la presente ley.

Artículo 34. El comprador, usufructuario, sucesor u ocupante


a cualquier título, de un establecimiento, negocio o giro gravado
con contribución de patentes responderá del pago de las patentes
morosas que se adeudaren.

Artículo 34 bis. El plazo que tendrá cada municipio para otorgar


y renovar la patente comercial y la patente profesional, será de diez

352
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

días hábiles contados desde el día en que tenga a su disposición


todos los antecedentes, lo que será certificado por la Secretaría
Municipal. Respecto de la patente industrial, dicho plazo será de
quince días hábiles.

TÍTULO V
DEL APORTE FISCAL

Artículo 35. El aporte fiscal al Fondo Común Municipal estará


constituido por:
a) El impuesto territorial de los inmuebles fiscales afectos a
dicho impuesto, según se determina en el Cuadro Anexo de la
Ley Nº 17.235, sobre Impuesto Territorial. El giro del impuesto
territorial de los inmuebles referidos, se enterará íntegramente
a dicho Fondo Común.
b) El aporte anual en pesos, equivalente a 218.000 unidades
tributarias mensuales, que contempla el Nº 5 del artículo 14 de
la Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades.

Artículo 36. El total de la suma que corresponda al aporte


fiscal incrementará el Fondo Común Municipal a que se refiere
el artículo 38.

TÍTULO VI
PARTICIPACIÓN MUNICIPAL EN EL IMPUESTO
TERRITORIAL Y DEL FONDO COMÚN MUNICIPAL

Artículo 37. Las municipalidades percibirán el rendimiento


total del impuesto territorial.
Constituirá ingreso propio de cada municipalidad el cuarenta por
ciento de dicho impuesto de la comuna respectiva, salvo las munici-
palidades de Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura, en que
el referido ingreso propio será de un treinta y cinco por ciento.

Artículo 38. El reglamento determinará la forma como se


recaudarán los recursos a que se refieren los Nos 1, 2, 3 y 4 del

353
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

inciso segundo del artículo 12 de la Ley Nº 18.695, Orgánica


Constitucional de Municipalidades, como asimismo, determinará
el procedimiento que se utilizará para incluirlos en el Fondo Co-
mún Municipal. Para la aplicación de la fórmula de distribución,
señalada en el inciso segundo del presente artículo, se utilizarán
como fuentes de información sólo cifras oficiales conforme lo
establezca dicho reglamento.
El noventa por ciento del Fondo Común Municipal se distri-
buirá sobre la base de la siguiente fórmula:
1. Un diez por ciento por partes iguales entre las comunas.
2. Un diez por ciento en relación a la pobreza relativa de
las comunas medida por el o los indicadores que establezca el
reglamento.
3. Un quince por ciento en proporción directa a la pobla-
ción de cada comuna, considerando para su cálculo la población
flotante en aquellas comunas señaladas en el Decreto Supremo
del que hace mención el inciso tercero.
4. Un treinta por ciento en proporción directa al número
de predios exentos de impuesto territorial de cada comuna con
respecto al número de predios exentos del país, ponderado según
el número de predios exentos de la comuna en relación con el
total de predios de ésta.
5. Un treinta y cinco por ciento en proporción directa al
promedio de los tres años precedentes al último año del trienio
anterior, del menor ingreso municipal propio permanente por
habitante de cada comuna, en relación con el promedio nacional
de dicho ingreso por habitante.
Mediante Decreto Supremo, expedido a través del Ministerio
del Interior, se determinarán cada tres años los factores sobre la
base de los cuales se fijarán los coeficientes de distribución de los
recursos contemplados en este artículo. En el mismo decreto, se
establecerán las ponderaciones para determinar el número de
habitantes que corresponda asignar a las comunas balnearios o
a otras que reciban un flujo significativo de población flotante,
en ciertos períodos del año.
Para los efectos de lo establecido en el número cinco del inciso
segundo, se considerarán como ingresos propios permanentes de
cada municipalidad los siguientes: renta de inversiones, el exce-
dente del impuesto territorial que se recaude en la comuna, una

354
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

vez descontado el aporte al Fondo Común Municipal, 37,5% de


lo recaudado por permisos de circulación, patentes municipales
de beneficio directo, derechos de aseo, derechos varios y multas
e intereses.
Tratándose de la comuna de Isla de Pascua, se considerarán
como ingresos propios los recursos que, con cargo al Fondo Co-
mún Municipal y previo a su distribución, se le asignen como
compensación a los menores ingresos que la municipalidad res-
pectiva deja de percibir por aplicación del artículo 41 de la Ley
Nº 16.441, por los conceptos de impuesto territorial, permisos de
circulación y patentes municipales. La determinación del monto
de recursos que por concepto de la señalada compensación se
efectuará al municipio de Isla de Pascua, se establecerá en el regla-
mento del Fondo Común Municipal. En todo caso, dicho monto
no podrá ser inferior a 1,1 veces la suma del gasto en personal y
en bienes y servicios de consumo del año anteprecedente al del
cálculo del Fondo.
Asimismo, se establecerá anualmente, por Decreto Supremo,
un monto total equivalente al diez por ciento del Fondo Común
Municipal, no pudiendo corresponder a cada municipalidad una
cantidad superior a la suma del gasto en personal y en bienes
y servicios de consumo, que se distribuirá sobre la base de la
siguiente fórmula:
1. Un cincuenta por ciento para promover la eficiencia en la
gestión municipal, teniendo en consideración el ingreso propio
permanente y gastos en personal, en servicios a la comunidad,
asistencia social, capacitación, niveles de inversión con recursos
propios, el menor ingreso que presenten ciertas municipalidades
para cubrir sus gastos de operación, los que correspondan a gastos
en personal y en bienes y servicios de consumo y estar al día en los
pagos por concepto de cotizaciones o imposiciones previsionales
de los funcionarios municipales y de los trabajadores que se de-
sempeñan en servicios traspasados, en virtud de lo dispuesto en
el D.F.L. Nº 1-3.063, de 1979, del Ministerio del Interior, respecto
de la administración directa de dichos servicios por el municipio
o a través de corporaciones municipales.
Se entenderá que existe eficiencia en la gestión municipal,
cuando al menos se destine una menor proporción del gasto

355
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

operativo para realizar las funciones a ella asignadas, en relación


con los ingresos propios de los años precedentes.
2. Un cincuenta por ciento para apoyar proyectos de pre-
vención de emergencias o gastos derivados de ellas.
El reglamento a que alude el inciso primero de este artículo
establecerá la forma de determinar el coeficiente de participación
anual de las municipalidades en el referido Fondo.
Para los efectos de la aplicación del Nº 4 del artículo 12 de
la Ley Nº 18.695, se considerará como mínimo de la venta, salvo
prueba en contrario, el precio corriente en plaza según lo previsto
en el artículo 12 de esta ley. El pago del derecho mencionado se
efectuará en cualesquiera de los bancos e instituciones financie-
ras autorizados para recaudar tributos. El Servicio de Tesorerías
deberá incorporar en el Fondo Común Municipal las cantidades
recaudadas por este concepto. Los notarios y oficiales civiles que
autoricen la transferencia deberán exigir previamente la acre-
ditación del pago del último permiso de circulación y estarán
facultados para emitir el giro correspondiente.

Artículo 39. Las municipalidades de Providencia, Vitacura


y Las Condes, adicionalmente al aporte que deben efectuar en
virtud de lo dispuesto en el número 1) del artículo 14 de la
Ley Nº 18.695, Orgánica Constitucional de Municipalidades,
integrarán anualmente al Fondo Común Municipal un monto
equivalente a 70.000 unidades tributarias mensuales, distribuido
entre ellas en proporción al total del rendimiento del impuesto
territorial correspondiente a los inmuebles ubicados en cada una
de dichas comunas, en el año inmediatamente anterior al del
aporte. Mediante decreto del Ministerio del Interior, suscrito por
el Ministerio de Hacienda, se determinará cada año el monto
de dichos aportes que corresponda a las municipalidades seña-
ladas y los meses en que deben ser integrados al Fondo Común
Municipal.
No obstante lo señalado, las referidas municipalidades quedarán
exceptuadas de integrar al Fondo las cantidades que resulten de
la aplicación del inciso anterior, hasta por el monto equivalente
a los aportes que efectúen a la Corporación Cultural de la Mu-
nicipalidad de Santiago. En todo caso, si en una anualidad los

356
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

aportes de cualquiera de las municipalidades obligadas fuesen


superiores a las cantidades correspondientes según lo establecido
en el inciso primero, el exceso no será deducido del Fondo en
los años posteriores.
Para los efectos de lo dispuesto en el inciso precedente, las
municipalidades de Providencia, Vitacura y Las Condes deberán
celebrar convenios con la Corporación Cultural de la Municipa-
lidad de Santiago.

Artículo 39 bis. Las deudas por los aportes que deben efectuar
las municipalidades al Fondo Común Municipal, con sus respec-
tivos reajustes e intereses, serán descontadas por el Servicio de
Tesorerías de los montos que a aquéllas les corresponda percibir
por recaudación del Impuesto Territorial o por su participación
en el señalado Fondo.
No obstante lo dispuesto en el inciso precedente y en forma
subsidiaria a ello, previa evaluación de la capacidad financiera del
municipio deudor efectuada por la Subsecretaría de Desarrollo
Regional y Administrativo, el Servicio de Tesorerías estará facul-
tado para convenir con dicho municipio las cuotas necesarias,
con un máximo de cuatro años, para el servicio de la deuda, la
cual generará un interés del 0,75% mensual.
Los convenios que al efecto celebre el Servicio de Tesorerías
serán, además, visados por la Dirección de Presupuestos del Mi-
nisterio de Hacienda, cuando aquéllos hayan sido suscritos por
un plazo superior a dos años.

TÍTULO VII
DE LOS RECURSOS MUNICIPALES POR CONCESIONES,
PERMISOS O PAGOS DE SERVICIOS

Artículo 40. Llámanse derechos municipales las prestaciones


que están obligadas a pagar a las municipalidades, las personas
naturales o jurídicas de derecho público o de derecho privado,
que obtengan de la administración local una concesión o permiso
o que reciban un servicio de las mismas, salvo exención contem-
plada en un texto legal expreso.

357
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 41. Entre otros servicios, concesiones o permisos por


los cuales están facultadas las municipalidades para cobrar dere-
chos, se contemplan especialmente los siguientes:
1. Los que se prestan u otorgan a través de la unidad a cargo
de obras municipales, relativos a urbanización y construcción y
que se regulan, en cuanto a su naturaleza y monto de las presta-
ciones exigibles, por la ley general del ramo, su ordenanza general
y las ordenanzas locales. Las tasas de los derechos establecidas
en el primero de los textos citados son las máximas que pueden
cobrarse pudiendo las municipalidades rebajarlas.
2. Ocupaciones de la vía pública, con mantención de escom-
bros, materiales de construcción, andamios y cierres, etc.
3. Extracción de arena, ripio u otros materiales, de bienes
nacionales de uso público, o desde pozos lastreros, estos últimos
con un derecho anual equivalente al 5% del avalúo fiscal del
predio.
4. Instalaciones o construcciones varias en bienes nacionales
de uso público.
5. Los permisos que se otorgan para la instalación de publi-
cidad en la vía pública, en conformidad a la Ordenanza Local
de Propaganda y Publicidad. El valor correspondiente a este
permiso se pagará por anualidades, según el valor establecido
en la respectiva Ordenanza Local.
Tratándose de los permisos que se otorguen a las empresas
que realizan la actividad económica de publicidad, que puede ser
vista u oída desde la vía pública, el valor corresponderá al vigente
en la Ordenanza Local de Derechos Municipales, por un plazo
de tres años contados desde la fecha de otorgamiento del citado
permiso. Expirado este plazo, se aplicará el valor vigente a esa
fecha en la respectiva ordenanza, nuevamente por un plazo de
tres años, y así sucesivamente.
Las normas para regular los estándares técnicos de diseño y
emplazamiento para la instalación de la publicidad a que se refie-
ren los acápites anteriores, serán fijadas en la Ordenanza General
de Urbanismo y Construcciones, a la cual deberán ceñirse las
respectivas ordenanzas locales sobre propaganda y publicidad.
Las municipalidades deberán publicar semestralmente, en
lugares visibles de sus dependencias y estar disponibles para su
consulta por cualquier vecino, los listados de los permisos de pro-

358
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

paganda otorgados en la comuna, ordenados por vías públicas,


con identificación de sus titulares y valores correspondientes a
cada permiso.
Estos valores se pagarán en la misma época en que correspon-
de enterar las patentes del artículo 24, aplicándose las normas
contenidas en el artículo 29.
En el caso de altoparlantes, las municipalidades estarán faculta-
das para negar o poner término discrecionalmente a los permisos
que se otorguen para este medio de propaganda.
6. Examen de conductores y otorgamiento de licencia de
conducir:
a) De vehículos motorizados.
b) De otros vehículos.
7. Transferencia de vehículos con permiso de circulación,
1,5% sobre el precio de venta, teniendo como mínimo el precio
corriente en plaza que determine el Servicio de Impuestos Inter-
nos, según lo establecido en la letra a) del artículo 12.
8. Comerciantes ambulantes.

Artículo 42. Los derechos correspondientes a servicios, conce-


siones o permisos cuyas tasas no estén fijadas en la ley o que no se
encuentren considerados específicamente en el artículo anterior
o relativos a nuevos servicios que se creen por las municipalidades,
se determinarán mediante ordenanzas locales.
Igual procedimiento se aplicará para la modificación o supre-
sión de las tasas en los casos que proceda.
Las ordenanzas a que se refiere este artículo se publicarán en
el Diario Oficial o en la página web de la municipalidad respectiva
o en en un diario regional de entre los tres de mayor circulación
de la respectiva comuna, en el mes de octubre del año anterior
a aquel en que comenzarán a regir, salvo cuando se trate de ser-
vicios nuevos, caso en el cual se publicarán en cualquier época,
comenzando a regir el primer día del mes siguiente al de su
publicación.
La facultad conferida en el inciso primero de este artículo, es
sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 29
y en el último inciso del artículo 12.
En todo caso, en el ejercicio de esta facultad, las municipalidades
deberán observar criterios de simplificación tanto en favor del expe-

359
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

dito cumplimiento por parte de los contribuyentes, concesionarios,


usuarios o permisionarios, como un beneficio de una cómoda y
económica recaudación y administración de los recursos.

TÍTULO VIII
DE LAS RENTAS VARIAS

Artículo 43. Son rentas varias de las municipalidades todos


aquellos ingresos ordinarios de las mismas no especificados es-
pecialmente, y entre otros, los que siguen:
1. La parte correspondiente a las municipalidades de las
multas y pagos por conmutaciones de penas;
2. Intereses sobre fondos de propiedad municipal;
3. Precio de las especies encontradas o decomisadas, o de
animales aparecidos y no reclamados por sus dueños.
El plazo para reclamar las especies encontradas o los animales
aparecidos será de un mes, contado desde la fecha en que hubie-
ren llegado a poder de la municipalidad.
Si dentro de los seis meses siguientes a la fecha del remate el
dueño de la especie perdida o del animal aparecido los reclamare,
la municipalidad estará obligada a entregarle el valor que hubiere
obtenido en el remate, deducidos los gastos ocasionados.

Artículo 44. En los remates que deban realizarse para vender


bienes en subasta pública, tales como los objetos perdidos o
decomisados, los animales aparecidos u otros activos que co-
rresponda liquidar, intervendrá como martillero el secretario
municipal, tesorero municipal o martillero público que el mu-
nicipio designe.

Artículo 45. Las municipalidades en cuyo territorio jurisdic-


cional existan balnearios, percibirán los derechos que se paguen
por las concesiones de uso y goce en las playas ubicadas en dichos
balnearios.

Artículo 46. El producto de las herencias, legados y donaciones


que se hicieren a las municipalidades se invertirá en la forma que

360
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

determine el causante en el testamento, o el donante en el acto


constitutivo de la donación; debiendo ser incorporado al presu-
puesto y al inventario municipal, según corresponda.
Si el causante o donante nada dijere al respecto, el alcalde,
con acuerdo del concejo, determinará los programas en los cuales
se empleará el producto de las herencias, legados y donaciones
efectuadas.
Los contribuyentes que de acuerdo con lo dispuesto en la Ley
sobre Impuesto a la Renta declaren sus rentas efectivas demos-
tradas mediante un balance general y que efectúen donaciones
a los establecimientos que se señalan en el inciso siguiente po-
drán rebajar como gasto las sumas pagadas, para los efectos de
determinar la renta líquida imponible gravada con los tributos
de la mencionada ley.
Las donaciones a que se refiere el inciso anterior deberán
beneficiar a las siguientes instituciones o establecimientos:
a) Establecimientos educacionales, hogares estudiantiles,
establecimientos que realicen prestaciones de salud y centros
de atención de menores que en virtud de lo dispuesto en el
Decreto con Fuerza de Ley Nº 1-3.063, de 13 de junio de 1980,
hayan sido traspasados a las municipalidades, ya sea que estas
últimas los mantengan en su poder o los hayan traspasado a
terceros.
b) Establecimientos privados de educación, reconocidos por
el Estado, de enseñanza básica gratuita, de enseñanza media
científico humanista y técnico profesional, siempre que estos
establecimientos de enseñanza media no cobren por impartir
la instrucción referida una cantidad superior a 0,63 unidades
tributarias mensuales por concepto de derechos de escolaridad
y otras que la ley autorice a cobrar a establecimientos escolares
subvencionados; a establecimientos de educación regidos por el
Título XXXIII del Libro I del Código Civil y a establecimientos
de educación superior creados por ley o reconocidos por el Esta-
do o al Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico.
Asimismo, gozarán de este beneficio las instituciones sin fines
de lucro cuyo objeto sea la creación, investigación o difusión de
las artes y las ciencias o realicen programas de acción social en
beneficio exclusivo de los sectores de mayor necesidad, creadas
por ley o regidas por el Título XXXIII del Libro I del Código Civil,

361
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

que cumplan con los requisitos que determine el Presidente de


la República, en el plazo de 180 días, mediante decreto expedido
por intermedio del Ministerio de Hacienda. Las donaciones a
que se refiere este inciso serán consideradas como gasto sólo en
cuanto no excedan del 10% de la renta líquida imponible del
donante.
Un reglamento establecerá la forma y condiciones en que se
aplicará lo dispuesto en esta letra.
c) Centros privados de atención de menores y establecimientos
de atención de ancianos, con personalidad jurídica, que presten
atención enteramente gratuita.
Los pagos que al efecto se realicen se aceptarán como gastos
en el año en que realmente se efectúen, y se acreditarán con los
documentos que señale el Director de Impuestos Internos.
Las sumas que por este concepto reciban los mencionados
establecimientos sólo podrán destinarlas a solventar sus gastos
o a efectuar ampliaciones o mejoras de sus edificios e instala-
ciones.
Las donaciones que se efectúen a los establecimientos señala-
dos en el inciso cuarto de este artículo no requerirán el trámite
de la insinuación y estarán exentas de todo impuesto.

TÍTULO IX
DEL COBRO JUDICIAL

Artículo 47. Para efectos del cobro judicial de las patentes,


derechos y tasas municipales, tendrá mérito ejecutivo el certifi-
cado que acredite la deuda emitido por el secretario municipal.
La acción se deducirá ante el tribunal ordinario competente y
se someterá a las normas del juicio ejecutivo establecidas en el
Código de Procedimiento Civil.
Lo dispuesto en el inciso precedente, es sin perjuicio de las
sanciones que correspondan aplicarse por el Juez de Policía Local
correspondiente.
La cobranza administrativa y judicial del impuesto territorial
se regirá por las normas contenidas en el Título V del Libro III
del Código Tributario.

362
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

Artículo 48. El contribuyente que se constituyere en mora de


pagar las prestaciones señaladas en el artículo anterior, quedará
obligado, además, al pago de los reajustes e intereses en la forma
y condiciones establecidas en los artículos 53, 54 y 55 del Código
Tributario.

TÍTULO X
SANCIONES

Artículo 49. El propietario o conductor de un vehículo que


fuere sorprendido sin haber pagado el permiso de circulación o
con dicho permiso vencido, incurrirá en una multa de hasta el
35% de lo que corresponda pagar por ese concepto.

Artículo 50. La persona que al solicitar o renovar el permiso


de circulación de un vehículo motorizado, falseare los datos rela-
tivos a la entidad del dueño o las características, especificaciones
y, en general, cualquier otro antecedente del vehículo que co-
rresponda considerar para los efectos de aplicar los impuestos a
que se refiere este decreto ley, será sancionada, sin perjuicio de
las penas que procedan conforme a otras disposiciones legales,
con una multa equivalente al triple del valor del impuesto por
permiso de circulación, a beneficio municipal.

Artículo 51. El propietario de un vehículo que llevare una


placa de matrícula o distintivo otorgados a otro vehículo, será
castigado con una multa equivalente al 200% del valor del per-
miso de circulación que corresponda al vehículo.
Lo anterior es sin perjuicio de las acciones penales que pro-
cedieren.

Artículo 52. Los contribuyentes a que se refiere el artículo 24


que no hubieren hecho sus declaraciones dentro de los plazos
establecidos por la presente ley, pagarán a título de multa un cin-
cuenta por ciento sobre el valor de la patente, la que se cobrará
conjuntamente con esta última.

363
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 53. El contribuyente cuya declaración constituyere


engaño respecto al monto de su capital propio, o que adulterare
o se negare a proporcionar los antecedentes de que tratan los
artículos 24 y 25, será sancionado con una multa de hasta el 200%
del valor que correspondiere a la patente respectiva.

Artículo 54. Dictada la resolución condenatoria, en los casos


del artículo precedente, el juez enviará copia de ella a la muni-
cipalidad, para los efectos pertinentes.

Artículo 55. Las sanciones a que se refieren los artículos prece-


dentes podrán hacerse efectivas contra cualquiera de las personas
a que se refiere el artículo 31 de la presente ley.
Lo mismo será aplicable a los administradores de hoteles o
establecimientos similares, cuando se compruebe el ejercicio pú-
blico en esos lugares, de cualquier actividad gravada con patente,
sin contar con la correspondiente autorización municipal.

Artículo 56. Las infracciones a la presente ley no sancionadas


especialmente serán castigadas con una multa de hasta el equi-
valente a tres unidades tributarias mensuales.

Artículo 57. De todas las infracciones contempladas en las


disposiciones que preceden, conocerán en la forma ordinaria los
juzgados de policía local o los que los reemplacen.

Artículo 58. La mora en el pago de la contribución de la pa-


tente de cualquier negocio, giro o establecimiento sujeto a dicho
pago, facultará al alcalde para decretar la inmediata clausura de
dicho negocio o establecimiento, por todo el tiempo que dure la
mora y sin perjuicio de las acciones judiciales que correspondiere
ejercitar para obtener el pago de lo adeudado.
Del mismo modo, podrá el alcalde decretar la clausura de los
negocios sin patente o cuyos propietarios no enteren oportuna-
mente las multas que les fueren impuestas en conformidad con
los artículos precedentes.
La violación de la clausura decretada por el alcalde será san-
cionada con una multa de hasta el equivalente a cinco unidades
tributarias mensuales cada vez que sea sorprendido abierto el
local o ejerciendo el giro.

364
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

Artículo 58 bis. Las propiedades abandonadas, con o sin edifi-


caciones, ubicadas en áreas urbanas, pagarán, a título de multa a
beneficio municipal, el 5% anual calculado sobre el avalúo fiscal
total de la propiedad.
Se entenderá por propiedad abandonada, el inmueble no ha-
bitado que se encuentre permanentemente desatendido, ya sea
por falta de cierros , protecciones adecuadas, aseo o mantención,
o por otras circunstancias manifiestas de abandono o deterioro
que afecten negativamente su entorno inmediato.
Las municipalidades estarán facultadas para declarar como
“propiedad abandonada” a los inmuebles que se encuentren en
tal situación, mediante decreto alcaldicio fundado. Dicho decreto
deberá ser notificado al propietario del inmueble afectado, a fin
de que ejerza, si procediere, el recurso de reclamación que prevé
la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, y, además,
publicado en un diario de circulación nacional. Si el propietario
no fuere habido la publicación hará las veces de notificación.
Asimismo, una vez decretada la calidad de “propiedad aban-
donada”, las municipalidades estarán facultadas para intervenir
en ella, pero sólo con el propósito de su cierro, higiene o manten-
ción general. El costo que las obras impliquen para el municipio
será de cargo del propietario, pudiendo el municipio repetir en
contra de éste.
La aplicación de lo dispuesto en este artículo se regulará me-
diante reglamento expedito a través del Ministerio de la Vivienda
y Urbanismo.
Lo dispuesto en el presente artículo también se aplicará por
las municipalidades tratándose de los bienes raíces regulados en
el artículo 8º de la Ley Nº 17.235, que se encuentren en similares
condiciones de abandono.

TÍTULO XI
DISPOSICIONES GENERALES

Artículo 59. El monto de los impuestos y derechos estableci-


dos en esta ley, así como el de los derechos y demás gravámenes
a beneficio municipal que se contemplen en cualesquiera otras

365
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

disposiciones, que no se encuentren expresados en porcentajes,


se reajustará semestralmente, dentro de los primeros quince días
de los meses de enero y julio, aplicándose la misma variación ex-
perimentada por el Índice de Precios al Consumidor o el que lo
sustituya en el semestre anterior, cálculo en el cual se depreciarán
las fracciones de centavos.

Artículo 60. Los recursos del Fondo Común Municipal, im-


puesto territorial, impuesto por transferencia de vehículos con
permiso de circulación y derecho de aseo recaudados por el
Servicio de Tesorerías, incluidos intereses penales, reajustes y
demás prestaciones anexas que se hubieren pagado por los con-
tribuyentes, serán entregados a las municipalidades respectivas
por la Tesorería Regional o Provincial, según corresponda, de
acuerdo con el siguiente procedimiento:
a) El Fondo Común Municipal se entregará en dos remesas
mensuales. La primera de ellas, dentro de los primeros quince
días de cada mes, y corresponderá a un anticipo de, a lo menos,
un 80% de los recursos recaudados en el mes anterior del año
precedente, y la segunda, dentro de los últimos quince días de
cada mes, y corresponderá a la recaudación efectiva del mes an-
terior, descontando el monto distribuido como anticipo.
b) El impuesto territorial se entregará dentro de los treinta
días posteriores al mes de recaudación. Sin perjuicio de ello, a las
municipalidades se les otorgará un anticipo de, a lo menos, un
70% de dichas recaudaciones, en los primeros quince días de los
meses de mayo, julio, octubre y diciembre. El saldo se entregará
dentro de los últimos quince días de los citados meses y corres-
ponderá a la recaudación efectiva del mes anterior, descontado
el monto distribuido como anticipo.
c) El derecho de aseo y el impuesto por transferencia de
vehículos con permiso de circulación se entregará dentro de los
treinta días posteriores al mes de recaudación.
Corresponderá a la Subsecretaría de Desarrollo Regional y
Administrativo del Ministerio del Interior y a la Tesorería Ge-
neral de la República precisar, en el mes de diciembre de cada
año, las fechas y montos por distribuir en calidad de anticipo del
Fondo Común Municipal del ingreso que le corresponde perci-

366
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

bir directamente a las municipalidades por impuesto territorial.


Dicho calendario se comunicará a cada municipalidad, a más
tardar, en el mes de diciembre de cada año, por la Subsecretaría
de Desarrollo Regional y Administrativo.
En caso de producirse diferencias entre los montos antici-
pados en cada mes y la recaudación efectiva del mes anterior, la
Tesorería General de la República efectuará los ajustes en la o las
remesas posteriores, informando de ello a las municipalidades
involucradas.
Sin perjuicio de las responsabilidades que correspondan, si el
Servicio de Tesorerías entrega tanto el Fondo Común Municipal
como el Impuesto Territorial y el derecho de aseo fuera de los
plazos señalados en los incisos anteriores, deberán liquidarlos
reajustándolos de conformidad a la variación que haya experi-
mentado el Índice de Precios al Consumidor entre la fecha límite
de entrega y la de pago efectivo.

Artículo 61. Los pagos por aportes que deban efectuar las mu-
nicipalidades al Fondo Común Municipal deberán ser enterados
en la Tesorería General de la República a más tardar el quinto
día hábil del mes siguiente de la recaudación respectiva.
Sin perjuicio de las responsabilidades que correspondan, la
municipalidad que no entere dicho pago dentro del plazo debe-
rá liquidarlo reajustado de conformidad a la variación que haya
experimentado el Índice de Precios al Consumidor entre la fecha
de vencimiento y la de pago efectivo, y estará afecto, además,
a un interés de uno y medio por ciento mensual. Este interés
se calculará sobre los valores reajustados en la forma señalada
precedentemente.

Artículo 62. Serán aplicables respecto del pago de toda clase


de impuestos, contribuciones, o derechos municipales, las normas
de los artículos 50 y 192, del Código Tributario.

Artículo 63. El plazo para el pago de todos los impuestos,


contribuciones, o derechos municipales, cuyo vencimiento se
produzca en un día sábado o festivo, se prorrogará hasta el próxi-
mo día hábil siguiente.

367
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 64. Previo al pago de los impuestos, gravámenes y


demás derechos establecidos en esta ley, el contribuyente debe-
rá exhibir obligatoriamente ante el funcionario de la tesorería
municipal su cédula del Rol Único Tributario, y cuando se trate
de la primera patente comercial, el comprobante de iniciación
de actividades ante el Servicio de Impuestos Internos.

Artículo 65. Las disposiciones de la presente ley prevalecerán


sobre cualquier otra que verse sobre las mismas materias; y, por
tanto, quedan derogadas todas las normas, generales o especia-
les, que establezcan cuantías o procedimientos distintos para
la determinación de patentes, derechos y demás gravámenes
a beneficio municipal; o que fijen recargos o sobretasas de los
mismos, aun cuando estos últimos tengan un beneficiario distinto
de la municipalidad.
Declárase que se mantiene vigente el artículo 10 del Decreto
Ley Nº 359, de 1974, y el artículo único del Decreto Ley Nº 995,
de 1975.

Artículo 66. Facúltase a las municipalidades para que, una vez


agotados los medios de cobro de toda clase de créditos, previa
certificación del secretario municipal, mediante decreto alcaldicio,
emitido con acuerdo del concejo, los declaren incobrables y los
castiguen de su contabilidad una vez transcurrido, a lo menos,
cinco años desde que se hicieron exigibles.

ARTÍCULOS TRANSITORIOS

Artículo 1º. No obstante lo expuesto en el artículo 4º de la pre-


sente ley, las concesiones de las termas medicinales vigentes al 1º de
enero de 1980 a que se refiere dicha disposición legal no sufrirán
modificaciones respecto de los términos en que fueron otorgadas.
Sin embargo, las municipalidades quedan expresamente facultadas
para convenir con los actuales concesionarios su modificación a fin
de adecuar sus términos a lo expuesto en el artículo 4º.

Artículo 2º. La tasa de la patente a que se refiere el artículo 24


será de un cinco por mil durante 1980, y hasta tanto las respectivas

368
ANEXO 2. DECRETO LEY Nº 3.063 . LEY DE RENTAS MUNICIPALES

municipalidades no hagan uso de la facultad que les concede el


último inciso de dicho artículo.

Artículo 3º. Tratándose de los derechos que menciona el Nº 1


del artículo 41, la primera modificación o supresión se efectuará
mediante ordenanzas que se dictarán y publicarán en el Diario
Oficial, dentro del mes de julio de 1980, rigiendo en tal caso hasta
el día 30 de dicho mes, las tasas establecidas en la Ley General de
Urbanismo y Construcciones. Si no se hiciere uso de esta facultad,
permanecerán rigiendo las tasas mencionadas, mientras no se dé
aplicación al artículo 42.

Artículo 4º. Las municipalidades tendrán el plazo de un año,


a contar del 30 de junio de 1995, para hacer uso de la facultad
que se les confiere en el artículo 9º del Decreto Ley Nº 3.063, de
1979, sobre cobro directo o a través de terceros del derecho de
aseo, respecto de los contribuyentes afectos al impuesto territo-
rial. Durante dicho plazo continuará vigente el procedimiento
de cobro de tal derecho conjuntamente con el boletín de pago
de contribuciones de bienes raíces, salvo que se ejerza antes de
dicho término la referida facultad.

Artículo 5º. La primera aplicación de la nueva distribución del


Fondo Común Municipal se efectuará de acuerdo al siguiente
procedimiento:
a) La distribución del 90% del Fondo Común Municipal,
comenzará a regir a contar del 1º de julio de 1995 y, por única
vez, por un período de tres años y medio a contar de dicha fecha,
esto es, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 1998.
b) La distribución del 10% del Fondo Común Municipal,
comenzará a regir a contar del 1º de julio de 1995 y, por única
vez, por un período de seis meses a contar de dicha fecha, esto
es, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 1995.

Artículo 6º. Para los efectos de la aplicación de lo dispuesto


en el artículo 39 de esta ley durante el año 2005, el monto glo-
bal por concepto del aporte adicional que las municipalidades
de Providencia, Vitacura y Las Condes deben efectuar al Fondo

369
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Común Municipal, será de 35.000 unidades tributarias mensuales,


distribuido en la forma indicada en el mencionado artículo.
En el caso que los municipios opten, en el año 2005, por
efectuar aportes equivalentes a la Corporación Cultural de la
Municipalidad de Santiago, según lo dispuesto en el inciso se-
gundo del referido artículo 39, aquéllos podrán ser enterados en
la forma y en la oportunidad que se establezca en el convenio
que se suscriba al efecto entre los municipios que opten por esa
modalidad y la citada Corporación.
Con todo, a contar del año 2006, los aportes que cada una
de las municipalidades indicadas deba efectuar al Fondo Común
Municipal, serán integrados de acuerdo con lo dispuesto por el
mencionado artículo 39.

Anótese, tómese razón y publíquese.– EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE, Presi-


dente de la República.– Carlos Figueroa Serrano, Ministro del Interior.– Eduardo
Aninat Ureta, Ministro de Hacienda.

370
A N E XO 3

LEY GENERAL DE URBANISMO


Y CONSTRUCCIONES
D.F.L. 458

TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES

Capítulo I
NORMAS DE COMPETENCIA

Artículo 1º. Las disposiciones de la presente Ley, relativas a


planificación urbana, urbanización y construcción, y las de la
Ordenanza que sobre la materia dicte el Presidente de la Repú-
blica, regirán en todo el territorio nacional.

Artículo 2º. Esta legislación de carácter general tendrá tres


niveles de acción:
La Ley General, que contiene los principios, atribuciones, potes-
tades, facultades, responsabilidades, derechos, sanciones y demás
normas que rigen a los organismos, funcionarios, profesionales
y particulares, en las acciones de planificación urbana, urbani-
zación y construcción.
La Ordenanza General, que contiene las disposiciones reglamen-
tarias de esta Ley y que regula el procedimiento administrativo,
el proceso de planificación urbana, urbanización y construcción,
y los estándares técnicos de diseño y construcción exigibles en
los dos últimos.
Las normas técnicas, que contienen y definen las características
técnicas de los proyectos, materiales y sistemas de construcción
y urbanización, para el cumplimiento de los estándares exigidos
en la Ordenanza General.

371
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 3º. Al Ministerio de Vivienda y Urbanismo correspon-


derá proponer al Presidente de la República las modificaciones
que esta Ley requiera para adecuarla al desarrollo nacional.
Le corresponderá, igualmente, estudiar las modificaciones
que requiera la Ordenanza General de esta Ley, para mantenerla
al día con el avance tecnológico y desarrollo socioeconómico, las
que se aprobarán por Decreto Supremo.
Para los efectos indicados, podrá oír a los respectivos co-
legios profesionales y asesorarse por los técnicos que estime
conveniente.
Le corresponderá, asimismo, aprobar por Decreto Supremo
los planes regionales de desarrollo urbano.
Le corresponderá, también, aprobar por Decreto Supremo
las normas técnicas que confeccionare el Instituto Nacional de
Normalización y los reglamentos de instalaciones sanitarias de
agua potable y alcantarillado, y de pavimentación.
Los decretos supremos mencionados en los dos últimos incisos
precedentes se dictarán por el Ministerio de Vivienda y Urbanis-
mo, por orden del Presidente de la República.

Artículo 4º. Al Ministerio de Vivienda y Urbanismo correspon-


derá, a través de la División de Desarrollo Urbano, impartir las
instrucciones para la aplicación de las disposiciones de esta Ley
y su Ordenanza General, mediante circulares, las que se manten-
drán a disposición de cualquier interesado. Asimismo, a través de
las Secretarías Regionales Ministeriales, deberá supervigilar las
disposiciones legales, reglamentarias, administrativas y técnicas
sobre construcción y urbanización e interpretar las disposiciones
de los instrumentos de planificación territorial.
Las interpretaciones de los instrumentos de planificación
territorial que las Secretarías Regionales Ministeriales emitan
en el ejercicio de las facultades señaladas en este artículo, sólo
regirán a partir de su notificación o publicación, según corres-
ponda, y deberán evacuarse dentro de los plazos que señale la
Ordenanza General.

Artículo 5º. A las Municipalidades corresponderá aplicar esta Ley,


la Ordenanza General, las normas técnicas y demás reglamentos,

372
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

en sus acciones administrativas relacionadas con la planificación


urbana, urbanización y construcción, y a través de las acciones de
los servicios de utilidad pública respectivos, debiendo velar, en
todo caso, por el cumplimiento de sus disposiciones.

Artículo 6º. A los Intendentes y Gobernadores corresponderá


supervigilar que los bienes nacionales de uso público se conser-
ven como tales, impedir su ocupación con otros fines y exigir su
restitución, en su caso, conforme a sus facultades.

Artículo 7º. Las disposiciones de la presente Ley prevalecerán


sobre cualquiera otra que verse sobre las mismas materias, sin
perjuicio de las disposiciones que contengan el decreto ley de
reestructuración del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. En
consecuencia, se entenderán derogadas las disposiciones de otras
leyes que fueren contrarias a las de la presente Ley.

Capítulo II
DE LOS FUNCIONARIOS

Artículo 8º. En todas las Municipalidades se consultará el cargo


de Director de Obras, que deberá ser desempeñado por un pro-
fesional con título universitario. En aquellas comunas que tengan
más de 40.000 habitantes, este cargo deberá ser desempeñado por
un arquitecto o ingeniero civil; en las demás comunas podrá serlo,
además, un constructor civil. Ningún otro funcionario municipal
podrá ejercer estas funciones.
Cuando no hubiere oponentes al cargo, o cuando los ingresos
municipales no fueren suficientes para costearlo, la Municipali-
dad deberá contratar, por un período determinado, los servicios
de un profesional particular o que desempeñe otro cargo en la
misma comuna o provincia.

Artículo 9º. Serán funciones del Director de Obras:


a) estudiar los antecedentes, dar los permisos de ejecución
de obras, conocer de los reclamos durante las faenas y dar re-

373
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

cepción final de ellas, todo de acuerdo a las disposiciones sobre


construcción contempladas en esta Ley, la Ordenanza General,
los planes reguladores, sus ordenanzas locales y las normas y re-
glamentos respectivos aprobados por el Ministerio de Vivienda
y Urbanismo.
b) dirigir las construcciones municipales que ejecute direc-
tamente el Municipio, y supervigilar estas construcciones cuando
se contraten con terceros.

Artículo 10. Todas las Municipalidades que tengan Plan Re-


gulador aprobado, y cuya comuna tenga un centro urbano de
más de 50.000 habitantes, deberán consultar el cargo de asesor
urbanista desempeñado por un arquitecto.
Serán funciones del Asesor Urbanista:
a) estudiar el Plan Regulador urbano-comunal y mantenerlo
actualizado, propiciando las modificaciones que sean necesarias,
y preparar los planos seccionales de detalle para su aplicación.
b) revisar todos los planos de subdivisión, loteo y urbaniza-
ción, cautelando su estricta concordancia con las disposiciones
del plan regulador y su ordenanza local, y autorizar los “conjuntos
armónicos”.
En este sentido, será condición previa el informe favorable del
Asesor Urbanista, para que la Dirección de Obras pueda exten-
der los permisos de subdivisión, loteo, urbanización y “conjuntos
armónicos”.
c) estudiar los programas anuales de desarrollo comunal
para la materialización de los planes reguladores, y que faciliten
la confección del presupuesto de inversiones de capital de la
comuna.

Artículo 11. A falta de Director de Obras, los permisos serán


otorgados por la Secretaría Regional Ministerial correspondiente
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. En estos casos, la Munici-
palidad sólo cobrará el 50% de los derechos correspondientes.

Artículo 12. La Secretaría Regional Ministerial correspondiente


del Ministerio de Vivienda y Urbanismo podrá resolver las recla-
maciones interpuestas en contra de las resoluciones dictadas por

374
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

los Directores de Obras. El reclamo deberá ser interpuesto en el


plazo de 30 días, contados desde la notificación administrativa del
reclamante, aplicándose en este caso el procedimiento previsto
en el artículo 118.

Artículo 13. Prohíbese a los funcionarios municipales intervenir


en los estudios o la ejecución, por cuenta de particulares, de las
obras a que se refiere la presente Ley, dentro de la comuna en
que ejercen sus funciones, cuando éstas deban ser aprobadas por
el departamento municipal donde ellos trabajan. Se exceptúan
de esta prohibición los proyectos u obras relacionados con pre-
dios que pertenezcan, en dominio, al empleado o a sus parientes
hasta el 4º grado de consanguinidad o 2º de afinidad, inclusive,
debiendo, en estos casos, obtenerse previamente una autorización
especial de la Alcaldía.
Los funcionarios que contravengan la prohibición anterior
serán sancionados por el Alcalde, hasta con su destitución, previa
instrucción del sumario correspondiente.

Artículo 14. Los Directores de Obras y Asesores Urbanistas


deberán representar al Secretario Regional de Vivienda y Ur-
banismo y a la Contraloría General de la República las acciones
ilegales del Municipio, que vulneren las disposiciones legales y
reglamentarias que les corresponde aplicar.

Artículo 15. Si la División de Desarrollo Urbano del Ministerio


de Vivienda y Urbanismo, o las Secretarías Regionales Ministeriales
de Vivienda y Urbanismo, en el desempeño de sus labores o por
denuncia fundada de cualquier persona, tuvieren conocimien-
to de que algún funcionario, en el ejercicio de sus funciones,
ha contravenido las disposiciones de esta Ley, de su Ordenanza
General o de aquellas contenidas en los instrumentos de pla-
nificación territorial vigentes en la comuna, deberán solicitar
la instrucción del correspondiente sumario administrativo a la
Contraloría General de la República, debiendo informar de ello
al Alcalde respectivo, para los efectos legales a que haya lugar y
al Concejo Municipal, para su conocimiento.

375
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Capítulo III
DE LOS PROFESIONALES

Artículo 16. Toda obra sometida a las disposiciones de la pre-


sente Ley deberá ser proyectada y ejecutada por profesionales
legalmente autorizados para ello, de acuerdo a las normas que
señale la Ordenanza General.

Artículo 17. Para los efectos de la presente Ley, son arquitec-


tos, ingenieros civiles, ingenieros constructores y constructores
civiles, las personas que se encuentran legalmente habilitadas
para ejercer dichas profesiones, quienes serán responsables
por sus acciones u omisiones en el ámbito de sus respectivas
competencias.
La intervención de estos profesionales en una construcción
requerirá acreditar que cuentan con patente vigente en la comuna
de su residencia o trabajo habitual.

Artículo 18. El propietario primer vendedor de una construcción


será responsable por todos los daños y perjuicios que provengan
de fallas o defectos en ella, sea durante su ejecución o después
de terminada, sin perjuicio de su derecho a repetir en contra de
quienes sean responsables de las fallas o defectos de construcción
que hayan dado origen a los daños y perjuicios. En el caso de que la
construcción no sea transferida, esta responsabilidad recaerá en el
propietario del inmueble respecto de terceros que sufran daños o
perjuicios como consecuencia de las fallas o defectos de aquélla.
Los proyectistas serán responsables por los errores en que
hayan incurrido, si de éstos se han derivado daños o perjuicios.
Sin perjuicio de lo establecido en el Nº 3 del artículo 2003
del Código Civil, los constructores serán responsables por las
fallas, errores o defectos en la construcción, incluyendo las obras
ejecutadas por subcontratistas y el uso de materiales o insumos
defectuosos, sin perjuicio de las acciones legales que puedan
interponer a su vez en contra de los proveedores, fabricantes y
subcontratistas.
Las personas jurídicas serán solidariamente responsables con
el profesional competente que actúe por ellas como proyectista
o constructor respecto de los señalados daños y perjuicios.

376
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

El propietario primer vendedor estará obligado a incluir en


la escritura pública de compraventa, una nómina que contenga
la individualización de los proyectistas y constructores a quienes
pueda asistir responsabilidad de acuerdo al presente artículo.
Tratándose de personas jurídicas deberá individualizarse a sus
representantes legales. Las condiciones ofrecidas en la publicidad
se entenderán incorporadas al contrato de compraventa. Los pla-
nos y las especificaciones técnicas, definitivos, como asimismo el
libro de obras a que se refiere el artículo 143, se mantendrán en
un archivo en la Dirección de Obras Municipales a disposición
de los interesados.
La responsabilidad civil a que se refiere este artículo, tratán-
dose de personas jurídicas que se hayan disuelto, se hará efectiva
respecto de quienes eran sus representantes legales a la fecha de
celebración del contrato.
Las acciones para hacer efectivas las responsabilidades a que
se refiere este artículo prescribirán en los plazos que se señalan
a continuación:
1. En el plazo de diez años, en el caso de fallas o defectos
que afecten a la estructura soportante del inmueble.
2. En el plazo de cinco años, cuando se trate de fallas o de-
fectos de los elementos constructivos o de las instalaciones.
3. En el plazo de tres años, si hubiesen fallas o defectos
que afecten a elementos de terminaciones o de acabado de las
obras.
En los casos de fallas o defectos no incorporados expresamente
en los numerales anteriores o que no sean asimilables o equiva-
lentes a los mencionados en éstos, las acciones prescribirán en
el plazo de cinco años.
Los plazos de prescripción se contarán desde la fecha de la
recepción definitiva de la obra por parte de la Dirección de Obras
Municipales, con excepción del señalado en el número 3, que se
contará a partir de la fecha de la inscripción del inmueble a nombre
del comprador en el conservador de bienes raíces respectivo.

Artículo 19. Las causas a que dieren lugar las acciones a que se
refiere el inciso final del artículo 18, se tramitarán conforme con
las reglas del procedimiento sumario establecido en el título XI
del libro III del Código de Procedimiento Civil.

377
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Con todo, las partes podrán someter las controversias a la


resolución de un árbitro de derecho que, en cuanto al proce-
dimiento, tendrá las facultades de arbitrador a que se refiere el
artículo 223 del Código Orgánico de Tribunales. El árbitro deberá
ser designado por el juez letrado competente y tener, a lo menos,
cinco años de ejercicio profesional.

Capítulo IV
DE LAS SANCIONES

Artículo 20. Toda infracción a las disposiciones de esta Ley,


a su Ordenanza General y a los instrumentos de planificación
territorial que se apliquen en las respectivas comunas, serán san-
cionada con multa, a beneficio municipal, no inferior a un 0,5%
ni superior al 20% del presupuesto de la obra, a que se refiere el
artículo 126 de la presente Ley. En caso de no existir presupues-
to, el juez podrá disponer la tasación de la obra por parte de un
perito o aplicar una multa que no será inferior a una ni superior
a cien unidades tributarias mensuales. Todo lo anterior es sin
perjuicio de la paralización o demolición de todo o parte de la
obra, según procediere, a menos que el hecho sea constitutivo
de delito o tenga una sanción especial determinada en esta ley
o en otra.
La Municipalidad que corresponda, la Secretaría Regional Mi-
nisterial de Vivienda y Urbanismo respectiva o cualquier persona
podrá denunciar ante el juzgado de policía local correspondien-
te, el incumplimiento de las disposiciones aludidas en el inciso
anterior. La denuncia deberá ser fundada y acompañarse de los
medios probatorios de que se disponga.
Las acciones relativas a las infracciones a que se refiere este
artículo prescribirán al momento de la recepción de la obra por
parte de la Dirección de Obras Municipales.

Artículo 21. Las infracciones a las disposiciones de esta Ley,


de su Ordenanza General y de los instrumentos de planificación
territorial serán de conocimiento del juez de policía local respec-
tivo. Tratándose de la responsabilidad de las personas jurídicas se

378
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

estará a lo dispuesto en el artículo 28 de la Ley Nº 18.287. En caso


de disolución, mientras esté pendiente el plazo de prescripción,
las acciones se seguirán en contra de los que eran sus represen-
tantes legales a la fecha de la infracción.

Artículo 22. Los funcionarios fiscales y municipales serán ci-


vil, criminal y administrativamente responsables de los actos,
resoluciones u omisiones ilegales que cometan en la aplicación
de esta Ley.

Artículo 23. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo o los Se-


cretarios Regionales del mismo podrán requerir del Consejo de
Defensa del Estado la iniciación de las acciones criminales que
procedan, cuando comprobaren que el Alcalde de una Muni-
cipalidad ha incurrido en violaciones de las disposiciones de la
presente Ley, su Ordenanza General u ordenanzas locales, sin
que sea necesaria, para estos efectos, la declaración previa de
ilegalidad de los decretos del Alcalde.
Será causal de remoción de los Alcaldes el incumplimiento
de las obligaciones que impone la presente Ley, especialmente
en los casos de interferencia en el procedimiento de denuncia y
sanciones contemplado en este capítulo.

Artículo 24. Los notarios y conservadores de bienes raíces que


otorgaren escrituras o efectuaren inscripciones en sus registros en
contravención a las disposiciones de esta Ley y de las Ordenanzas
incurrirán en la pena de suspensión de su oficio hasta el término
de seis meses, sin perjuicio de las responsabilidades civiles que
pudieren afectarles. La suspensión será decretada por la Corte
de Apelaciones respectiva.

Artículo 25. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo, respecto


de las viviendas que cuenten con financiamiento estatal para su
construcción o adquisición, deberá disponer, para cada programa,
en la forma que el respectivo reglamento determine, los meca-
nismos que aseguren la calidad de la construcción.
En estos mismos casos, los Servicios de Vivienda y Urbaniza-
ción, directamente o a través de terceros, podrán hacerse parte

379
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

en las causas a que dieren lugar las acciones a que se refiere el


inciso final del artículo 18.

Artículo 26. Derogado.

TÍTULO II
DE LA PLANIFICACIÓN URBANA

Capítulo I
DEFINICIONES

Artículo 27. Se entenderá por planificación urbana, para los


efectos de la presente Ley, el proceso que se efectúa para orientar
y regular el desarrollo de los centros urbanos en función de una
política nacional, regional y comunal de desarrollo socioeconó-
mico.
Los objetivos y metas que dicha política nacional establezca
para el desarrollo urbano serán incorporados en la planificación
urbana en todos sus niveles.

Capítulo II
DE LA PLANIFICACIÓN URBANA EN PARTICULAR

Artículo 28. La planificación urbana se efectuará en cuatro


niveles de acción, que corresponden a cuatro tipos de áreas:
nacional, regional, intercomunal y comunal.

Párrafo 1º
De la planificación urbana nacional

Artículo 29. Corresponderá al Ministerio de Vivienda y Urba-


nismo la planificación del desarrollo urbano a nivel nacional. Le
corresponderá, asimismo, a través de la Ordenanza General de
la presente Ley, establecer normas específicas para los estudios,

380
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

revisión, aprobación y modificación de los instrumentos legales


a través de los cuales se aplique la planificación urbana en los
niveles antes señalados.
Estos instrumentos, sancionados por la autoridad correspon-
diente, tendrán fuerza legal en su aplicación, incluso para las
reparticiones públicas.

Párrafo 2º
De la planificación urbana regional

Artículo 30. Se entenderá por planificación urbana regional


aquella que orienta el desarrollo de los centros urbanos de las
regiones.

Artículo 31. La planificación urbana regional se realizará por


medio de un plan regional de desarrollo urbano, que fijará los
roles de los centros urbanos, sus áreas de influencia recíproca,
relaciones gravitacionales, metas de crecimiento, etc.

Artículo 32. El plan regional de desarrollo urbano será confec-


cionado por las Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda y
Urbanismo, de acuerdo con las políticas regionales de desarrollo
socioeconómico.

Artículo 33. Los planes regionales de desarrollo urbano serán


aprobados por el Consejo Regional y promulgados por el Intendente
respectivo, debiendo sus disposiciones incorporarse en los planes
reguladores metropolitanos, intercomunales y comunales.

Párrafo 3º
De la planificación urbana intercomunal

Artículo 34. Se entenderá por planificación urbana intercomu-


nal aquella que regula el desarrollo físico de las áreas urbanas y
rurales de diversas comunas que, por sus relaciones, se integran
en una unidad urbana.

381
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Cuando esta unidad sobrepase los 500.000 habitantes, le co-


rresponderá la categoría de área metropolitana para los efectos
de su planificación.
La planificación urbana intercomunal se realizará por medio
del Plan Regulador Intercomunal o del plan regulador metro-
politano, en su caso, instrumentos constituidos por un conjunto
de normas y acciones para orientar y regular el desarrollo físico
del área correspondiente.
Las disposiciones de los artículos siguientes, referentes al Plan
Regulador Intercomunal, regirán igualmente para los planes
reguladores metropolitanos.

Artículo 35. El Plan Regulador Intercomunal estará com-


puesto de:
a) una memoria explicativa, que contendrá los objetivos,
metas y programas de acción.
b) una ordenanza, que contendrá las disposiciones regla-
mentarias pertinentes.
c) los planos, que expresen gráficamente las disposiciones
sobre zonificación general, equipamiento, relaciones viales,
áreas de desarrollo prioritario, límites de extensión urbana,
densidades, etc.
Para los efectos de su aprobación, modificación y aplicación,
estos documentos constituyen un solo cuerpo legal.

Artículo 36. El Plan Regulador Intercomunal será confec-


cionado por la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo, con consulta a las Municipalidades correspondientes
e instituciones fiscales que se estime necesario, sin perjuicio de
las normas especiales que se establezcan para el área metropo-
litana.
Elaborado un Plan Regulador Intercomunal, las Municipali-
dades respectivas deberán pronunciarse sobre dicho plan dentro
de un plazo de 60 días, contados desde su conocimiento oficial,
vencido el cual la falta de pronunciamiento será considerada
como aprobación.
Previa autorización de la Secretaría Regional Ministerial co-
rrespondiente, un grupo de Municipalidades afectas a relaciones

382
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

intercomunales podrán confeccionar directamente un Plan Re-


gulador Intercomunal, el que deberá ser aprobado por el Con-
sejo Regional respectivo, con consulta a los organismos fiscales
que estime necesario, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
siguiente.

Artículo 37. Los Planes Reguladores Intercomunales serán


aprobados por el respectivo Consejo Regional, previa autorización
del Intendente respectivo y sus disposiciones serán obligatorias
en la elaboración de los planes reguladores comunales.

Artículo 38. Las disposiciones de los Planes Reguladores In-


tercomunales que constituyan alteraciones a las disposiciones
de los planes reguladores comunales existentes, se entenderán
automáticamente incorporadas a éstos como modificaciones.
En las comunas que carezcan de Plan Regulador Comunal
harán los efectos de tal las disposiciones del Plan Regulador In-
tercomunal, sin perjuicio de la exigencia establecida en la letra a)
del artículo 47.

Artículo 39. Las Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda


y Urbanismo calificarán en cada caso:
a) las áreas sujetas a planificación urbana intercomunal.
b) las comunas que, para los efectos de la confección del
Plan Regulador Comunal, estén sujetas a la aprobación previa
del plan regulador intercomunal.

Artículo 40. Las Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda


y Urbanismo podrán designar comisiones para asesorar en los es-
tudios de la planificación urbana intercomunal y, posteriormente,
coordinar la programación y realización de los mismos a través
de los planes de obras estatales y municipales.
En las áreas metropolitanas la Secretaría Regional Ministerial
de Vivienda y Urbanismo podrá asesorar a las juntas de Alcaldes
que se organicen para el estudio y resolución de problemas comu-
nes a varios Municipios, y que se aborden en la forma dispuesta
en la ley orgánica de municipalidades.

383
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Párrafo 4º
De la planificación urbana comunal

Artículo 41. Se entenderá por planificación urbana comunal


aquella que promueve el desarrollo armónico del territorio co-
munal, en especial de sus centros poblados, en concordancia con
las metas regionales de desarrollo económico-social.
La planificación urbana comunal se realizará por medio del
Plan Regulador Comunal.
El Plan Regulador es un instrumento constituido por un con-
junto de normas sobre adecuadas condiciones de higiene y se-
guridad en los edificios y espacios urbanos, y de comodidad en
la relación funcional entre las zonas habitacionales, de trabajo,
equipamiento y esparcimiento.
Sus disposiciones se refieren al uso del suelo o zonificación,
localización del equipamiento comunitario, estacionamiento,
jerarquización de la estructura vial, fijación de límites urbanos,
densidades y determinación de prioridades en la urbanización
de terrenos para la expansión de la ciudad, en función de la
factibilidad de ampliar o dotar de redes sanitarias y energéticas,
y demás aspectos urbanísticos.

Artículo 42. El Plan Regulador Comunal estará compuesto


de:
a) una memoria explicativa, que contendrá los antecedentes
socioeconómicos; los relativos a crecimiento demográfico, desa-
rrollo industrial y demás antecedentes técnicos que sirvieron de
base a las proposiciones, y los objetivos, metas y prioridades de
las obras básicas proyectadas.
b) un estudio de factibilidad para ampliar o dotar de agua
potable y alcantarillado, en relación con el crecimiento urbano
proyectado; estudio que requerirá consulta previa al servicio sa-
nitario correspondiente de la región.
c) una ordenanza local que contendrá las disposiciones re-
glamentarias pertinentes.
d) los planos, que expresan gráficamente las disposiciones
sobre uso de suelo, zonificación, equipamiento, relaciones viales,
límite urbano, áreas prioritarias de desarrollo urbano, etc.

384
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Para los efectos de su aprobación, modificación y aplicación,


estos documentos constituyen un solo cuerpo legal.

Artículo 43. El procedimiento para la elaboración y aprobación


de los planes reguladores comunales se regirá por lo dispuesto
en los incisos siguientes.
El proyecto de plan regulador comunal será preparado por
la Municipalidad respectiva. Elaborado el proyecto, el Concejo
Comunal, antes de iniciar su discusión, deberá:
1. Informar a los vecinos, especialmente a los afectados, acerca
de las principales características del instrumento de planificación
propuesto y de sus efectos, lo que se hará de acuerdo con lo que
señale la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.
2. Realizar una o más audiencias públicas en los barrios o
sectores más afectados para exponer el proyecto a la comunidad,
en la forma indicada en la ley orgánica constitucional de Muni-
cipalidades.
3. Consultar la opinión del consejo económico y social co-
munal, en sesión citada expresamente para este efecto.
4. Exponer el proyecto a la comunidad, con posterioridad
a la o las audiencias públicas, por un plazo de treinta días.
5. Vencido dicho plazo se consultará a la comunidad, por
medio de una nueva audiencia pública, y al consejo económico
y social comunal, en sesión convocada especialmente para este
efecto. En dicha sesión deberá presentarse un informe que sin-
tetice las observaciones recibidas.
6. Los interesados podrán formular, por escrito, las observa-
ciones fundadas que estimen convenientes acerca del proyecto
hasta quince días después de la audiencia pública a que se refiere
el número anterior.
El lugar y plazo de exposición del proyecto y el lugar, fecha y
hora de las audiencias públicas deberán comunicarse previamente
por medio de dos avisos publicados, en semanas distintas, en algún
diario de los de mayor circulación en la comuna o mediante avisos
radiales o en la forma de comunicación masiva más adecuada o
habitual en la comuna.
Cumplidos los trámites anteriores, el Alcalde deberá presen-
tar el proyecto para la aprobación del Concejo Comunal, junto
con las observaciones que hayan hecho llegar los interesados, en

385
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

un plazo no inferior a quince ni superior a treinta días, contado


desde la audiencia pública indicada en el Nº 5.
El Concejo deberá pronunciarse sobre las proposiciones
que contenga el proyecto de plan regulador, analizando las
observaciones recibidas y adoptando acuerdos respecto de cada
una de las materias impugnadas. En caso de que aprobare mo-
dificaciones, deberá cautelar que éstas no impliquen nuevos
gravámenes o afectaciones desconocidas por la comunidad. No
podrá, en todo caso, pronunciarse sobre materias o disposicio-
nes no contenidas en el aludido proyecto, salvo que el proyecto
modificado se exponga nuevamente conforme a lo dispuesto
en el inciso segundo.
El proyecto aprobado será remitido, con todos sus anteceden-
tes, a la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo
respectiva. Dicha Secretaría Regional Ministerial dentro del plazo
de sesenta días, contado desde su recepción, revisará el proyecto
y emitirá un informe sobre sus aspectos técnicos.
Si la comuna está normada por un Plan Regulador Metro-
politano o Intercomunal, el informe de la Secretaría Regional
Ministerial será remitido directamente al Municipio, junto con
el proyecto y sus antecedentes, con copia al gobierno regional. Si
el informe es favorable, el proyecto de Plan Regulador o de plan
seccional será promulgado por decreto alcaldicio.
Si el proyecto no se ajustare al Plan Regulador Metropolitano
o Intercomunal, la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo deberá emitir un informe negativo y lo remitirá con-
juntamente con el proyecto y sus antecedentes, al Municipio, el
cual podrá modificar el proyecto para concordarlo con el Plan
Regulador Metropolitano o Intercomunal o insistir en su proyecto.
En este último caso remitirá el proyecto, con todos los antece-
dentes, incluido el informe negativo de la Secretaría Regional
Ministerial de Vivienda y Urbanismo, al gobierno regional para
que éste se pronuncie sobre los aspectos objetados.
Si no existiera un Plan Regulador Metropolitano o Intercomu-
nal que incluya el territorio comunal, el informe de la Secretaría
Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo será remitido, junto
con el proyecto y sus antecedentes, al gobierno regional para su
aprobación por el Consejo Regional, con copia al Municipio.

386
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

El pronunciamiento del Consejo Regional se hará sobre la


base del informe técnico de la Secretaría Regional Ministerial.
Si el informe fuere desfavorable, el Consejo sólo podrá aprobar
el proyecto mediante acuerdo fundado.
Aprobado el proyecto de Plan Regulador en la forma estableci-
da en los tres incisos anteriores, será promulgado por resolución
del Intendente.
Los actos administrativos que promulguen la aprobación
o modificación de un instrumento de planificación territorial
deberán publicarse en el diario oficial, junto con la respectiva
ordenanza. Los planos y la ordenanza correspondiente se ar-
chivarán en los conservadores de bienes raíces respectivos, en
la División de Desarrollo Urbano del Ministerio de Vivienda y
Urbanismo, en la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda
y Urbanismo respectiva y en las Municipalidades correspon-
dientes.
La Ordenanza General contemplará normas relativas a los
“conjuntos armónicos de edificación”, en base a los cuales se
podrá autorizar excepciones a la ordenanza local del Plan Regu-
lador Comunal.
Artículo 44. El estudio y aprobación del Plan Regulador Co-
munal, así como sus revisiones, reactualización y modificaciones
posteriores, se efectuarán de acuerdo con las disposiciones de
esta Ley y con las normas para confección de planes reguladores
que establezca el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, según la
población y rango regional de las comunas.

Artículo 45. Las modificaciones al Plan Regulador Comunal


se sujetarán, en lo pertinente, al mismo procedimiento señalado
en el inciso primero del artículo 43.
Sin embargo, respecto de las enmiendas que incidan en las
materias que se indican a continuación, las Municipalidades po-
drán omitir el trámite previsto en la letra c) del inciso primero
del artículo 43, y, en tal caso, las publicaciones que dispone la
letra d) se entenderán referida al acuerdo del Concejo:
1. Localización del equipamiento vecinal en los barrios o
sectores.

387
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

2. Vialidad interna, dentro de los nuevos proyectos cuyos


trazados no alteren los consultados en el Plan Regulador Comunal
o Intercomunal.
3. Disposiciones varias relativas a las condiciones de edifi-
cación y urbanización dentro de los márgenes que establezca la
Ordenanza General de esta Ley.
Estas modificaciones no podrán ser contrarias a los preceptos
de este cuerpo legal y sus reglamentos.

Artículo 46. En los casos en que, para la aplicación del Plan


Regulador Comunal, se requiera de estudios más detallados,
ellos se harán mediante planos seccionales en que se fijarán con
exactitud los trazados y anchos de calles, zonificación detallada,
las áreas de construcción obligatoria, de remodelación, conjuntos
armónicos, terrenos afectados por expropiaciones, etc.
En las comunas en que no exista Plan Regulador podrán es-
tudiarse planos seccionales, los que se aprobarán conforme a lo
prescrito en el inciso primero del artículo 43.
La confección de planos seccionales tendrá carácter obliga-
torio en las comunas de más de 50.000 habitantes que cuenten
con Asesor Urbanista, para los efectos de fijar las líneas oficiales
de edificación, y lo será también en aquellas que califique espe-
cialmente la Secretaría Regional Ministerial correspondiente
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, por sus condiciones
topográficas, o por urgencia en materializar determinadas obras
públicas o expropiaciones.

Artículo 47. Deberán contar con Plan Regulador Comunal:


a) las comunas que estén sujetas a planificación urbana-re-
gional o urbana-intercomunal.
b) todos aquellos centros poblados de una comuna que ten-
gan una población de 7.000 habitantes o más.
c) aquellos centros poblados de una comuna que sean afec-
tados por una destrucción total o parcial.
d) aquellos centros poblados de una comuna que la Secre-
taría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo respectiva
disponga mediante resolución. La referida Secretaría Regional
Ministerial podrá encargarse de la confección del plan, debiendo,
en todo caso, enviarlo a la Municipalidad correspondiente para

388
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

su tramitación de acuerdo al procedimiento señalado en el inciso


primero del artículo 43.

Artículo 48. Las Municipalidades confeccionarán o reactuali-


zarán su Plan Regulador Comunal dentro de los plazos que fijare
la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo. Si
las Municipalidades no cumplieran con esta obligación dentro
del plazo fijado, la Secretaría Regional Ministerial respectiva lo
hará por cuenta de ellas. En este caso, la Municipalidad respectiva
deberá modificar el presupuesto municipal para el año siguiente,
creando la partida con cargo a cualquier ítem variable del mismo
presupuesto, para atender el gasto correspondiente. Si así no lo
hiciere, el Intendente Regional dispondrá la modificación que
corresponda del presupuesto municipal.

Artículo 49. Las Municipalidades con obligación de tener Plan


Regulador Comunal podrán designar una comisión, con repre-
sentación municipal y particular, para asesorar en su estudio y
coordinar su programación y realización. Los cargos de la comisión
serán ad honorem y, además, voluntarios para los particulares.
Asimismo, las Municipalidades podrán solicitar la designación
de funcionarios de la administración pública para que integren
esta comisión asesora.

Artículo 50. Derogado.

Artículo 51. Los trazados de los Planes Reguladores Comunales


se realizarán por el Municipio mediante:
a) las expropiaciones derivadas de la declaración de utilidad
pública contenida en el artículo 59.
b) las adquisiciones hechas en licitación pública o compra
directa por la Municipalidad, de acuerdo con su ley orgánica. En
el caso de compra directa, el precio no podrá exceder de la tasa-
ción respectiva que efectúe la Dirección de Obras Municipales.
Para estas adquisiciones, no regirá lo dispuesto en el artículo 49
de la Ley Nº 17.235.
c) las cesiones de terrenos que se urbanicen, de acuerdo con
las disposiciones de la presente Ley y sus Ordenanzas, que se des-
tinen a calles, avenidas, plazas, espacios públicos y otros fines.

389
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Capítulo III
DE LOS LÍMITES URBANOS

Artículo 52. Se entenderá por límite urbano, para los efectos


de la presente Ley y de la ley orgánica de municipalidades, la
línea imaginaria que delimita las áreas urbanas y de extensión
urbana que conforman los centros poblados, diferenciándolos
del resto del área comunal.

Artículo 53. La fijación de límites urbanos de los centros po-


blados que no cuenten con plan regulador y sus modificaciones,
se sujetarán a la misma tramitación señalada en el inciso primero
del artículo 43, debiendo recabarse, además, informe de la Secre-
taría Regional Ministerial de Agricultura, organismo que deberá
emitirlo dentro del plazo de 15 días, contado desde que le sea
requerido por la Municipalidad. Vencido dicho plazo, se tendrá
por evacuado sin observaciones.

Artículo 54. En las ciudades en que se aprobare un Plan Re-


gulador, el límite urbano fijado por éste reemplazará automáti-
camente al límite urbano anterior.
Cuando se amplíe el límite urbano de un Plan Regulador, se
definirá simultáneamente el uso del suelo, que corresponda a los
terrenos que se incorporen al área urbana.

Artículo 55. Fuera de los límites urbanos establecidos en los


Planes Reguladores no será permitido abrir calles, subdividir para
formar poblaciones, ni levantar construcciones, salvo aquellas que
fueren necesarias para la explotación agrícola del inmueble, o
para las viviendas del propietario del mismo y sus trabajadores,
o para la construcción de conjuntos habitacionales de viviendas
sociales o de viviendas de hasta un valor de 1.000 unidades de
fomento, que cuenten con los requisitos para obtener el subsidio
del Estado.
Corresponderá a la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda
y Urbanismo respectiva cautelar que las subdivisiones y construc-
ciones en terrenos rurales, con fines ajenos a la agricultura, no
originen nuevos núcleos urbanos al margen de la planificación
urbana-regional.

390
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Con dicho objeto, cuando sea necesario subdividir y urbanizar


terrenos rurales para complementar alguna actividad industrial
con viviendas, dotar de equipamiento a algún sector rural, o
habilitar un balneario o campamento turístico, o para la cons-
trucción de conjuntos habitacionales de viviendas sociales o de
viviendas de hasta un valor de 1.000 unidades de fomento, que
cuenten con los requisitos para obtener el subsidio del Estado,
la autorización que otorgue la Secretaría Regional Ministerial de
Agricultura requerirá del informe previo favorable de la Secreta-
ría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo. Este informe
señalará el grado de urbanización que deberá tener esa división
predial, conforme a lo que establezca la Ordenanza General de
Urbanismo y Construcciones.
Igualmente, las construcciones industriales, de equipamiento,
turismo, y poblaciones, fuera de los límites urbanos, requerirán,
previamente a la aprobación correspondiente de la dirección de
obras municipales, del informe favorable de la Secretaría Regio-
nal Ministerial de Vivienda y Urbanismo y del Servicio Agrícola
que correspondan.

Artículo 56. En las áreas rurales, se prohíbe a los dueños de


predios colindantes con los caminos públicos nacionales, definidos
por la ley de caminos, ocupar las franjas de 35 m, medidas a cada
lado de los cierros actuales o los que se ejecuten en variantes o
caminos nuevos nacionales, con construcciones que en el futuro
perjudiquen su ensanche.
La apertura de nuevos caminos o calles que desemboquen
en los caminos de carácter nacional o regional, requerirá au-
torización de la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras
Públicas, previo informe de la División de Desarrollo Urbano del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo, cuando ellos incidan en las
áreas de los planes reguladores intercomunales.

Capítulo IV
DEL USO DEL SUELO URBANO

Artículo 57. El uso del suelo en las áreas urbanas se regirá


por lo dispuesto en los planes reguladores, y las construcciones

391
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

que se levanten en los terrenos serán concordantes con dicho


propósito.

Artículo 58. Igualmente el otorgamiento de patentes muni-


cipales será concordante con dicho uso del suelo. Las patentes,
no regidas por normas especiales diversas, requerirán el informe
previo favorable de la Dirección de Obras Municipales. El otor-
gamiento de patentes que vulneren el uso del suelo establecido
en la planificación urbana acarreará la caducidad automática
de éstas, y será causal de destitución del funcionario o autoridad
municipal que las hubiere otorgado.

Artículo 59. Decláranse de utilidad pública, por los plazos


que se indican en los incisos siguientes, los terrenos localizados
en áreas urbanas y de extensión urbana consultados en los Pla-
nos Reguladores Comunales e Intercomunales destinados a vías
expresas, troncales, colectoras, locales y de servicio y parques
intercomunales y comunales, incluidos sus ensanches. Vencidos
dichos plazos, caducará automáticamente la declaratoria de uti-
lidad pública y todos sus efectos. Las nuevas normas urbanísticas
aplicables a dichas áreas deberán ser fijadas dentro del plazo de
seis meses, contados desde la caducidad de la declaratoria, por
la Municipalidad respectiva mediante decreto alcaldicio, pre-
vio informe de la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y
Urbanismo, asimilándolas a las de la zona predominante de las
adyacentes al terreno.
Los plazos de caducidad para las declaratorias de utilidad
pública de los terrenos ubicados en el área urbana, según su
destino, serán de diez años para las vías expresas, y de cinco años
para las vías troncales y colectoras y los parques intercomunales
y comunales.
El plazo de caducidad de las declaratorias de utilidad pública
de los terrenos ubicados en áreas de extensión urbana, cualquiera
sea su destino, será de diez años, pudiendo prorrogarse por una
vez por igual lapso.
El plazo establecido para las declaratorias de utilidad pública de
los terrenos ubicados en el área urbana destinados a vías troncales
y colectoras y a parques intercomunales, podrá ser prorrogado,
por una sola vez, por igual período. La prórroga se tramitará

392
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

conforme al procedimiento establecido para la modificación del


respectivo instrumento de planificación territorial.
En los terrenos afectos a la declaración de utilidad pública y,
mientras se procede a su expropiación o adquisición, no se podrá
aumentar el volumen de las construcciones existentes a la fecha de
aprobación del respectivo plan regulador, en la parte del inmueble
que esté afecta a dicha declaratoria si ésta fuere parcial.
Caducada la declaratoria de utilidad pública, el inmueble
afectado no podrá ser declarado nuevamente afecto a utilidad
pública para los mismos usos incluidos en una declaratoria ante-
rior, a menos que el acto expropiatorio se dicte dentro del plazo
de sesenta días contado desde la fecha de entrada en vigencia de
la nueva declaratoria. Expirado dicho plazo, caducará automáti-
camente la declaratoria de utilidad pública.
Los Planes Reguladores no podrán declarar de utilidad pública
terrenos ubicados en áreas rurales.
Lo dispuesto en los incisos precedentes no afectará ni se apli-
cará en modo alguno a los procesos de expropiación autorizados
en otras normas legales.

Artículo 60. El Plan Regulador señalará los terrenos que por su


especial naturaleza y ubicación no sean edificables. Estos terrenos
no podrán subdividirse y sólo se aceptará en ellos la ubicación de
actividades transitorias, manteniéndose las características rústicas
del predio. Entre ellos se incluirán, cuando corresponda, las áreas
de restricción de los aeropuertos.
Igualmente, el Plan Regulador señalará los inmuebles o zonas
de conservación histórica, en cuyo caso los edificios existentes
no podrán ser demolidos o refaccionados sin previa autorización
de la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo
correspondiente.

Artículo 61. El cambio de uso del suelo se tramitará como


modificación del plan regulador correspondiente.
La desafectación de bienes nacionales de uso público se tramitará,
por consiguiente, como una modificación del Plan Regulador.

Artículo 62. Los terrenos cuyo uso no se conformare con los


instrumentos de planificación territorial correspondientes, se

393
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

entenderán congelados. En consecuencia, no podrá aumentarse


en ellos el volumen de construcción existente para dicho uso de
suelo. Sin embargo, los aumentos que tengan por objeto preci-
so mitigar los impactos ambientales adversos que provocare su
actividad productiva no estarán afectos a dicho congelamiento,
como, asimismo, las obras destinadas a mejorar la calidad de su
arquitectura, de sus estructuras y de sus instalaciones, incluidas
aquéllas que tengan un sentido estético que contribuya a mejorar
su aspecto.
Las industrias mal ubicadas, que causen molestias o daños al
vecindario, deberán trasladarse dentro del plazo que les señale
la Municipalidad, previo informe del Departamento de Higiene
Ambiental del Servicio de Salud y de la Secretaría Regional Minis-
terial correspondiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Este plazo no será inferior a un año.
Artículo 63. La fusión de dos o más terrenos en uno sólo ten-
drá un beneficio de mayor densidad, a través de aumentar el
coeficiente de constructibilidad del predio en un 30%. Cuando
resulten terrenos de 2.500 m2 o más, podrán acogerse a los bene-
ficios que otorga el concepto de “conjunto armónico”.

Artículo 64. En las áreas urbanas, los bienes nacionales de


uso público que correspondan a terrenos de playa o riberas de
mar, de ríos y de lagos navegables, se usarán en concordancia
con lo dispuesto en el Plan Regulador y su ordenanza local. Las
concesiones que la Dirección del Litoral otorgare sobre ellos
requerirán el informe previo favorable de la Dirección de Obras
Municipales respectivas.

Capítulo V
DE LA SUBDIVISIÓN Y LA URBANIZACIÓN DEL SUELO

Artículo 65. El proceso de subdivisión y urbanización del suelo


comprende tres casos:
a) subdivisión de terrenos, sin que se requiera la ejecución
de obras de urbanización, por ser suficientes las existentes.

394
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

b) loteos de terrenos, condicionados a la ejecución de obras


de urbanización, incluyendo como tales la apertura de calles y
formación de nuevos barrios o poblaciones.
c) urbanización de loteos existentes, cuyas obras de infra-
estructura sanitaria y energética y de pavimentación no fueron
realizadas oportunamente.
El proceso de transferencia de los terrenos estará sujeto a
que el propietario de los mismos cumpla con los requisitos que
se determinan en el párrafo 4º, capítulo II, del título III de esta
Ley, y en su Ordenanza General.

Artículo 66. La formación de nuevas poblaciones, barrios, grupos


o conjuntos habitacionales deberá respetar las disposiciones de
esta Ley y su Ordenanza General y del Plan Regulador y ordenan-
za local, en cuanto al uso del suelo, trazados viales, densidades,
superficie mínima predial, coeficientes de constructibilidad y
demás disposiciones de carácter urbanístico.

Artículo 67. Los proyectos de subdivisión, loteos o urbaniza-


ción de terrenos deberán ajustarse estrictamente a los trazados y
normas que consulte el Plan Regulador y deberán llevar la firma
del profesional competente de acuerdo con la Ley Nº 7.211 y la
Ordenanza General.

Artículo 68. Los sitios o lotes resultantes de una subdivisión,


loteo o urbanización, estén edificados o no, deberán tener acceso
a un espacio de uso público y cumplir con las disposiciones de
la presente Ley, su Ordenanza y el Plan Regulador correspon-
diente.

Artículo 69. Todo plano aprobado de subdivisión, loteo o urba-


nización pasará automáticamente a ser parte del Plan Regulador
de la comuna.

Artículo 70. En toda urbanización de terrenos se cederá gratuita


y obligatoriamente para circulación, áreas verdes, desarrollo de
actividades deportivas y recreacionales, y para equipamiento, las
superficies que señale la Ordenanza General, las que no podrán
exceder del 44% de la superficie total del terreno original. Si el

395
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

instrumento de planificación territorial correspondiente contem-


plare áreas verdes de uso público o fajas de vialidad en el terreno
respectivo, las cesiones se materializarán preferentemente en
ellas. La Municipalidad podrá permutar o enajenar los terrenos
recibidos para equipamiento, con el objeto de instalar las obras
correspondientes en una ubicación y espacio más adecuados.
La exigencia establecida en el inciso anterior será aplicada
proporcionalmente en relación con la intensidad de utilización del
suelo que establezca el correspondiente instrumento de planifica-
ción territorial, bajo las condiciones que determine la Ordenanza
General de esta ley, la que fijará, asimismo, los parámetros que
se aplicarán para las cesiones cuando se produzca crecimiento
urbano por densificación.

Artículo 71. La subdivisión, loteo o urbanización de terrenos


fiscales en las áreas urbanas se sujetará a las disposiciones del Plan
Regulador respectivo y cumplirán con las normas de urbanización
que señala esta Ley. En el otorgamiento de los títulos de dominio
correspondientes se dejará constancia del uso del suelo prescrito
en el Plan Regulador.
Como parte del proceso de desarrollo urbano, dichas subdi-
visiones se controlarán y aprobarán por la Dirección de Obras
Municipales.

Capítulo VI
DE LA RENOVACIÓN URBANA

Párrafo 1º
De las zonas de remodelación

Artículo 72. Las Municipalidades que tengan Plan Regulador


podrán fijar “zonas de remodelación”, en las cuales se disponga
congelar la situación existente y establecer una política de reno-
vación de las mismas.
La Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo
podrá, asimismo, en determinados casos, fijar de oficio “zonas
de remodelación”, de acuerdo a sus facultades.

396
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Para los objetos antedichos, deberá estudiarse y aprobarse


previamente un “plano seccional” de la zona escogida, en que se
determinen las nuevas características de ella, como ser, el aspecto
urbanístico de uso del suelo, trazados viales, densidades, líneas
de edificación, sistemas de agrupamiento de la edificación, coefi-
cientes de constructibilidad, alturas mínimas y máximas, etc.

Artículo 73. La declaración de zona de remodelación se aprobará


por Decreto Supremo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo,
dictado “por orden del Presidente”, a propuesta o en consulta a
la Municipalidad, en la forma que determine la Ordenanza Ge-
neral, y en ella se fijará el plazo dentro del cual los propietarios
deberán edificar de acuerdo a las nuevas normas de la zona de
remodelación.

Artículo 74. En el Decreto Supremo que apruebe la zona de


remodelación se fijarán las facilidades o rebajas de derechos
municipales o de urbanización u otros incentivos semejantes que
promuevan la ejecución de la remodelación.
Las nuevas construcciones, que se realicen en las zonas de
remodelaciones, tendrán preferencia en el goce de los beneficios
que otorguen los organismos del Estado para la construcción y
urbanización.
En el mismo decreto podrán consultarse, transitoriamente,
impuestos adicionales progresivos a las contribuciones de bienes
raíces, en las zonas de remodelación, que no podrán exceder del
200% de la tasa vigente de dichas contribuciones, en total, y que
se cobrarán como recargo a dichas contribuciones, a beneficio
municipal, una vez vencido el plazo a que se refiere el artículo
anterior, sin que se hayan iniciado las construcciones respectivas
o, iniciadas, se hubieren paralizado por más de 6 meses.
Asimismo, podrá consultarse en el decreto la fijación de áreas
adyacentes beneficiadas cuyas propiedades queden sujetas a reavalúo,
sea durante o una vez terminado el proceso de remodelación.

Artículo 75. Las características técnicas mínimas que deberán


tener los “planos seccionales de zonas de remodelación” y el
procedimiento para su aprobación y aplicación serán regulados
en la Ordenanza General.

397
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Párrafo 2º
De las zonas de construcción obligatoria

Artículo 76. Las Municipalidades en cuyas comunas exista Plan


Regulador podrán declarar zonas de construcción obligatoria,
en cuyo caso los propietarios de sitios eriazos o de inmuebles
declarados ruinosos o insalubres por la autoridad competente,
deberán edificarlos dentro del plazo que se señale en el decreto
aprobatorio correspondiente.
Si transcurrido dicho plazo, no se iniciaren las construcciones
definitivas o, iniciadas, se suspendieran por más de seis meses,
podrá aplicarse al propietario un impuesto adicional progresivo,
según determine el mismo Decreto Supremo que apruebe la de-
claración de zona de construcción obligatoria, el que se cobrará
conjuntamente con la contribución de bienes raíces, a beneficio
municipal, en tal caso. El monto de este impuesto no podrá ex-
ceder del máximo que señala el artículo 74.

Artículo 77. La declaración de zonas de construcción obligato-


ria se aprobará por Decreto Supremo del Ministerio de Vivienda
y Urbanismo, dictado “por orden del Presidente”, a propuesta
de la Municipalidad respectiva, en la forma que determine la
Ordenanza General.
En el decreto respectivo podrán contemplarse los incentivos
señalados en el artículo 74, en lo que sea procedente.

Artículo 78. La Municipalidad podrá declarar que es obligatorio


para los propietarios de un inmueble tomar la línea de edificación
que determine el Plan Regulador respectivo, siempre que por lo
menos en la misma acera de la cuadra se encuentren en la línea de
edificación el 60% de la superficie lineal de las construcciones.
La resolución respectiva fijará un plazo al propietario para
adoptar la nueva línea, el que no podrá ser inferior a tres años,
plazo que podrá ser ampliado hasta por dos años más por razones
fundadas.
Si para tomar la línea, quedare el resto del terreno inapro-
piado para construir, el propietario podrá hacer uso del derecho
establecido en el artículo 89 de esta Ley.

398
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Párrafo 3º
Del saneamiento de poblaciones

Artículo 79. Corresponderá a las Municipalidades desarrollar


las acciones necesarias para la rehabilitación y saneamiento de las
poblaciones deterioradas o insalubres dentro de la comuna, en
coordinación con los planes de esta misma naturaleza y planes
habitacionales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Artículo 80. En concordancia con el objetivo expresado, la


Municipalidad podrá ejecutar directamente, con cargo a su pre-
supuesto, las siguientes acciones:
a) adquirir terrenos para la erradicación de poblaciones
mal emplazadas, con riesgos de inundación o imposibilidad de
dotarlas de la infraestructura sanitaria.
b) aportar fondos, materiales, equipo y personal para las
obras de agua potable, alcantarillado, pavimentación y energía
eléctrica en las calles que aún no disponen de esos servicios.
c) ejecutar los jardines y plantaciones de las áreas verdes de
uso público.
El cobro de los reembolsos que procedan podrá efectuarse
en cuotas junto con la contribución de bienes raíces de los res-
pectivos beneficiarios.

Artículo 81. Para prevenir el deterioro progresivo de un sector o


barrio, la Municipalidad podrá ejercer las siguientes facultades:
a) fijar plazo a los propietarios para efectuar las reparaciones ne-
cesarias para evitar el colapso parcial o total de una construcción.
b) ordenar la construcción de cierros exteriores en los sitios
eriazos, en plazos no inferiores a seis meses, con las características
que señale el Plan Regulador y su ordenanza local, o las que se
fijen a falta de aquéllos.
c) fijar plazo para conectarse a las redes públicas de agua
potable y alcantarillado, cuando éstas existan.
d) ordenar demoler las construcciones que amenacen ruina, o
aquellas construidas ilegalmente vulnerando las disposiciones del
Plan Regulador, bajo apercibimiento de ejecutar derechamente
la demolición por cuenta del rebelde.

399
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

En el ejercicio de estas facultades, la Municipalidad podrá


apercibir a los propietarios con la aplicación de una multa si no
cumplieren con lo ordenado, la que se hará efectiva administra-
tivamente a beneficio municipal.

Artículo 82. Para el mejor cumplimiento de las acciones se-


ñaladas anteriormente, la Municipalidad deberá promover la
participación de la comunidad y organizarla en la forma prescrita
por la Ley Nº 19.418 o en otros textos legales.
Las acciones a desarrollar directamente por la comunidad
podrán ser, entre otras, las siguientes:
a) conservación de los árboles y plantaciones en los espacios
de uso público.
b) conservación de las aceras, en la forma y con las caracte-
rísticas que señale la Dirección de Obras Municipales.
c) proposición anual de planes de obras de la unidad vecinal,
ante el Alcalde de la comuna, especificando los aportes que hará
la junta de vecinos respectiva.
d) instalación de casetas para teléfono público y refugios en
paraderos de locomoción colectiva.

Capítulo VII
DE LAS EXPROPIACIONES

Párrafo 1º
Disposiciones generales

Artículo 83. Las expropiaciones que realicen las Municipalida-


des en virtud de una declaratoria de utilidad pública se sujetarán
al procedimiento contemplado en el D.L. 2.186, de 1978, ley
orgánica de procedimiento de expropiaciones.

Artículo 84. Derogado.

Artículo 85. Derogado.

Artículo 86. Derogado.

400
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Párrafo 2º
De la expropiación parcial

Artículo 87. Derogado.

Artículo 88. Derogado.

Artículo 89. Derogado.

Artículo 90. La Municipalidad podrá vender en pública subas-


ta, los terrenos sobrantes que hubiere adquirido en cualquiera
forma con motivo de la aplicación de este capítulo. También po-
drá dar opción a los propietarios colindantes para adquirir estos
terrenos, previo informe de la Dirección de Obras Municipales, la
que a su vez fijará el precio de ellos, tomando como base el valor
de la expropiación o adquisición, reajustado al valor comercial.
Cuando se trate de apropiaciones de retazos a favor de un mismo
expropiado, los valores de aquéllos serán determinados en forma
análoga a los de la expropiación.

Párrafo 3º
Del pago de la expropiación

Artículos 91 a 94. Derogados.

Párrafo 4º
De los fondos para el pago de las expropiaciones

Artículo 95 a 98. Derogados.

Artículo 99. Mientras una Municipalidad no haga efectiva la


expropiación de los terrenos declarados de utilidad pública o no
edificable, de acuerdo a lo prescrito en los artículos 59 y 60 de
esta Ley, se suspenderá a su respecto el pago de las contribucio-
nes de bienes raíces, siempre que dichos terrenos no generen
renta alguna.

401
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Esta suspensión de pago deberá solicitarse a la oficina de Im-


puestos Internos respectiva, adjuntando certificado de la dirección
de obras municipales que acredite que los terrenos, conforme al
plan regulador comunal, han sido declarados de utilidad pública
o no edificables.

Párrafo 5º
Del pago de las expropiaciones en viviendas económicas

Artículo 100 a 104. Derogados.

TÍTULO III
DE LA CONSTRUCCIÓN

Capítulo I
NORMAS DE DISEÑO

Párrafo 1º
Del diseño de obras de urbanización y edificación

Artículo 105. El diseño de las obras de urbanización y edificación


deberá cumplir con los estándares que establezca la Ordenanza
General en lo relativo a:
a) trazados viales urbanos.
b) áreas verdes y equipamiento.
c) líneas de edificación, rasantes, alturas, salientes, cierros,
etc.
d) dimensionamiento mínimo de los espacios, según su uso
específico (habitación, comercio, oficina, escolar, asistencial,
circulación, etc.).
e) condiciones de estabilidad y asismicidad.
f) condiciones de incombustibilidad.
g) condiciones de salubridad, iluminación y ventilación.
h) dotación de servicios sanitarios y energéticos, y otras ma-
terias que señale la Ordenanza General.

402
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Artículo 106. Para alcanzar la finalidad prevista en el artículo


anterior, los materiales y sistemas a usar en las urbanizaciones
y construcciones deberán cumplir con las “normas técnicas”
preparadas por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, sus
servicios dependientes o el Instituto Nacional de Normaliza-
ción.

Párrafo 2º
De los conjuntos armónicos

Artículo 107. Las normas generales de los Planes Reguladores


y su ordenanza local, respecto a la agrupación de las construccio-
nes, coeficientes de constructibilidad, alturas mínimas y máximas,
y tamaños de los predios, podrán variarse cuando los proyectos
tengan la calidad de “conjuntos armónicos”.
Para este efecto se considerarán como tales aquellas agrupacio-
nes de construcciones que, por condiciones de uso, localización,
dimensión o ampliación de otras estén relacionadas entre sí, de
tal manera que constituyan una unidad espacial propia, distinta
del carácter general del barrio o sector.
Artículo 108. En los casos señalados en el artículo precedente,
los asesores urbanistas podrán autorizar excepciones a la regla-
mentación de la ordenanza local, siempre que no se afecten los
espacios de uso público, la línea de edificación, destino y el aso-
leamiento mínimo de las construcciones colindantes.
En los casos en que hubiere duda sobre la aplicación del con-
cepto de “conjunto armónico”, el asesor urbanista lo someterá a
la consideración de la Secretaría Regional correspondiente del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Artículo 109. Las condiciones mínimas de uso, localización,
dimensión o ampliación, para aplicar el concepto de “conjunto
armónico”, serán reglamentadas en la Ordenanza General.
Artículos 110 a 115. Derogados.

403
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Capítulo II
DE LA EJECUCIÓN DE OBRAS DE URBANIZACIÓN
Y DE EDIFICACIÓN

Párrafo 1º
De los permisos

Artículo 116. La construcción, reconstrucción, reparación,


alteración, ampliación y demolición de edificios y obras de urba-
nización de cualquier naturaleza, sean urbanas o rurales, reque-
rirán permiso de la Dirección de Obras Municipales, a petición
del propietario con las excepciones que señale la Ordenanza
General.
Deberán cumplir con esta obligación las urbanizaciones y
construcciones fiscales, semifiscales, de corporaciones o empresas
autónomas del Estado y de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas
de Orden y Seguridad Pública.
No requerirán permiso las obras de infraestructura que eje-
cute el Estado, ni las obras urbanas o rurales de carácter ligero
o provisorio, en la forma que determine la Ordenanza General.
Sin perjuicio de lo establecido en el inciso tercero, las obras
de carácter militar de las Fuerzas Armadas y las de carácter po-
licial de las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública, destinadas a
sus fines propios, sean urbanas o rurales, no requerirán de los
permisos a que se refiere el inciso primero de este artículo ni
estarán sometidas a inspecciones o recepciones de ningún tipo
por las Direcciones de Obras Municipales mientras tengan este
carácter. En igual forma no les serán aplicables las limitaciones ni
autorizaciones establecidas en el artículo 55. Estas excepciones se
extenderán, igualmente, a las demás obras ubicadas dentro del
mismo predio en que se emplacen las construcciones militares
o policiales a que se refiere este inciso, aun cuando estén desti-
nadas a su equipamiento o al uso habitacional. Todas estas obras
deberán ajustarse a las normas técnicas, a la Ordenanza General
y al plan regulador respectivo, en su caso.
El Director de Obras Municipales concederá el permiso o
la autorización requerida si, de acuerdo con los antecedentes
acompañados, los proyectos cumplen con las normas urbanísticas,

404
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

previo pago de los derechos que procedan, sin perjuicio de las


facilidades de pago contempladas en el artículo 128.
Se entenderá por normas urbanísticas aquéllas contenidas en
esta Ley, en su Ordenanza General y en los instrumentos de pla-
nificación territorial que afecten a edificaciones, subdivisiones,
fusiones, loteos o urbanizaciones, en lo relativo a los usos de suelo,
cesiones, sistemas de agrupamiento, coeficientes de constructibili-
dad, coeficientes de ocupación de suelo o de los pisos superiores,
superficie predial mínima, alturas máximas de edificación, adosa-
mientos, distanciamientos, antejardines, ochavos y rasantes, den-
sidades máximas, estacionamientos, franjas afectas a declaratoria
de utilidad pública y áreas de riesgo o de protección.
La Dirección de Obras Municipales, a petición del interesado,
emitirá un certificado de informaciones previas que contenga las
condiciones aplicables al predio de que se trate, de acuerdo con
las normas urbanísticas derivadas del instrumento de planifica-
ción territorial respectivo. El certificado mantendrá su validez
mientras no se modifiquen las normas urbanísticas, legales o
reglamentarias pertinentes.
Sin perjuicio de lo anterior, podrán someterse a la aprobación
del Director de Obras Municipales, anteproyectos de loteo, de
edificación o de urbanización. El anteproyecto aprobado man-
tendrá su vigencia respecto de todas las condiciones urbanísticas
del instrumento de planificación territorial respectivo y de las
normas de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones
consideradas en aquél y con las que se hubiere aprobado, para
los efectos de la obtención del permiso correspondiente, durante
el plazo que determine la misma Ordenanza.
La Dirección de Obras Municipales deberá exhibir, en el acceso
principal a sus oficinas, durante el plazo de sesenta días contado
desde la fecha de su aprobación u otorgamiento, una nómina con
los anteproyectos, subdivisiones y permisos a que se refiere este
artículo. Asimismo, deberá informar al Concejo y a las juntas de
vecinos de la unidad vecinal correspondiente y mantener, a dis-
posición de cualquier persona que lo requiera, los antecedentes
completos relacionados con dichas aprobaciones o permisos.

Artículo 116 bis. Los propietarios que soliciten un permiso de


edificación podrán contratar un revisor independiente, persona

405
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

natural o jurídica con inscripción vigente en un registro que para


estos efectos mantendrá el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Sin embargo, la Ordenanza General podrá determinar las edi-
ficaciones en que será obligatoria la contratación de un revisor
independiente para los respectivos permisos de edificación o de
recepción definitiva.
En el desempeño de sus funciones, los revisores independien-
tes deberán verificar que los proyectos de edificación y las obras
cumplan con las disposiciones legales y reglamentarias, y emitir
los informes que se requieran para tales efectos, cuyo contenido
determinará la Ordenanza General. Con todo, los revisores in-
dependientes no verificarán el cálculo de estructuras.
Los derechos municipales a que se refiere el artículo 130 se
reducirán en el 30% cuando se acompañe el informe favorable
del revisor independiente.

Artículo 116 bis A). Los propietarios que soliciten un permiso


de construcción para edificios de uso público y edificaciones que
determine la Ordenanza General deberán contratar la revisión del
proyecto de cálculo estructural respectivo por parte de un tercero
independiente del profesional u oficina que lo haya realizado y que
cuente con inscripción en un registro que para estos efectos man-
tendrá el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. El Ministerio podrá
encomendar dicho registro a la entidad denominada “instituto de
la construcción”, cuya personalidad jurídica fuera concedida por
Decreto Supremo Nº 1.115, de 1996, del Ministerio de Justicia.
La Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones esta-
blecerá el alcance, las condiciones, las diversidades geográficas y
los demás aspectos que deberán contemplarse en la revisión del
cálculo estructural.
El reglamento que se dicte para regular el registro a que se
refiere el inciso primero, establecerá los requisitos de inscripción,
las causales de inhabilidad, de incompatibilidad, así como las de
amonestación, suspensión y eliminación del mismo.

Artículo 116 bis B). Derogado.

Artículo 116 bis C). Aprobado por el Director de Obras Muni-


cipales un anteproyecto u otorgada una autorización para subdi-

406
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

vidir, o un permiso de edificación, de urbanización o de cambio


de destino de un edificio existente, el propietario podrá informar
al público sobre dicha gestión administrativa, para lo cual deberá
comunicar por escrito a la Dirección de Obras Municipales que se
acoge al procedimiento de publicidad que regula este artículo.
La Ordenanza General establecerá la forma, plazo y condiciones
mediante las cuales se podrá informar al público, al Concejo y a
las juntas de vecinos de la unidad vecinal correspondiente de la
aprobación a que alude el inciso anterior. Entre dichas medidas,
se considerará la instalación de un letrero visible en el lugar de
la obra, la comunicación por escrito a los vecinos afectados y la
comunicación a través de algún medio masivo, como radio o pe-
riódico, de acuerdo a las características de los proyectos. En todo
caso, se deberá contemplar, como último trámite, la obligación
de publicar un aviso en el diario oficial, el cual dará a conocer
a la comunidad las características esenciales de la actuación de
que se trate, la que se presumirá de derecho conocida desde la
publicación del mencionado aviso.
Transcurridos treinta días desde la publicación a que se refiere
el inciso anterior, la Municipalidad, a petición de parte, emitirá
un certificado en que deje constancia que, hasta la fecha de su
emisión, no han ingresado reclamos ni se le han notificado judi-
cialmente recursos que recaigan sobre la gestión publicitada.

Artículo 117. Los permisos de subdivisión, loteo o urbanización


predial y de construcciones podrán postergarse hasta por un pla-
zo de tres meses, cuando el sector de ubicación del terreno esté
afectado por estudios sobre modificaciones del plan regulador
intercomunal o comunal, aprobados por resolución del Alcalde.
Esta postergación deberá ser informada previa y favorablemente
por la Secretaría Regional correspondiente del Ministerio de
Vivienda y Urbanismo.
En caso necesario, el citado plazo de tres meses podrá ser pro-
rrogado hasta completar un máximo de doce meses. La prórroga
se dispondrá por Decreto Supremo del Ministerio de Vivienda y
Urbanismo dictado “por orden del Presidente de la República” o
por resolución de la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda
y Urbanismo respectiva, según se trate de estudios sobre mo-
dificaciones de un plan regulador intercomunal o de un plan

407
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

regulador comunal, en su caso. Tanto el Decreto Supremo como


la resolución se publicarán en el diario oficial y en algún diario
de los de mayor circulación en la comuna.

Artículo 118. La Dirección de Obras Municipales tendrá un


plazo de 30 días, contados desde la presentación de la solicitud,
para pronunciarse sobre los permisos de construcción.
Dicho plazo se reducirá a 15 días, si a la solicitud de permiso
se acompañare el informe favorable de un revisor independiente
o del arquitecto proyectista en su caso.
Si cumplidos dichos plazos no hubiere pronunciamiento por
escrito sobre el permiso o éste fuere denegado, el interesado
podrá reclamar ante la Secretaría Regional correspondiente
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo. La Secretaría Regional
Ministerial, dentro de los 3 días hábiles siguientes a la recepción
del reclamo, deberá solicitar a la Dirección de Obras Munici-
pales que dicte su resolución, si no se hubiere pronunciado o
evacue el informe correspondiente en el caso de denegación del
permiso. La Dirección de Obras Municipales dispondrá de un
plazo de 15 días para evacuar el informe o dictar la resolución,
según corresponda. En este último caso y vencido este nuevo
plazo sin que aún hubiere pronunciamiento, se entenderá de-
negado el permiso.
Denegado el permiso por la aludida Dirección, sea expresa o
presuntivamente, la Secretaría Regional Ministerial, dentro del
plazo de 15 días hábiles, deberá pronunciarse sobre el reclamo
y si fuere procedente ordenará que se otorgue en tal caso, el
permiso, previo pago de los derechos.
El interesado tendrá el plazo fatal de 30 días para deducir
el reclamo a que se refiere este artículo, contado desde la fecha
en que se denegare expresamente el permiso o en que venza el
plazo para pronunciarse.

Artículo 119. Toda obra de urbanización o edificación deberá


ejecutarse con sujeción estricta a los planos, especificaciones y
demás antecedentes aprobados por la Dirección de Obras Mu-
nicipales.
Si después de concedido un permiso hubiere necesidad de
introducir modificaciones o variantes en el proyecto o en las obras

408
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

correspondientes, tales modificaciones se tramitarán en la forma


que señale la Ordenanza General.
La Dirección de Obras proveerá por escrito la información u
observaciones sobre el proyecto al propietario o profesional que
interviene en formulario tipo, a solicitud del interesado. Será res-
ponsabilidad del profesional aportar los antecedentes necesarios
y adecuar el proyecto a las exigencias que se formulen.

Artículo 120. La vigencia, caducidad y prórroga de un permiso,


como asimismo los efectos derivados de una paralización de obra
o la ejecución de una obra sin permiso, se sujetarán a las normas
que señale la Ordenanza General.
Contra las resoluciones del Alcalde que ordenaren la demolición
de obras ejecutadas sin previo permiso procederán los recursos
contemplados en los artículos 152 y 154 de esta Ley.

Párrafo 2º
De las autorizaciones especiales para edificación

Artículo 121. En los terrenos a que se refiere el artículo 59


no podrán efectuarse nuevas construcciones y si estuvieren edi-
ficados, no será permitido reconstruir los edificios, alterarlos o
repararlos.
Sin embargo, por motivos justificados, podrá la Dirección de
Obras Municipales, previa autorización del Municipio, permitir
la construcción, reconstrucción parcial u otras alteraciones en
los edificios a que se refiere el inciso precedente, siempre que el
propietario del inmueble renuncie por escritura pública a toda la
indemnización o pago por dichas mejoras u otras obras, cuando
posteriormente se lleve a cabo la expropiación.
En dicha escritura se fijará el valor de expropiación y el plazo
dentro del cual deberá adoptarse la línea oficial, siendo de su
cargo la demolición. La escritura será inscrita en el registro de
gravámenes del conservador de bienes raíces y la renuncia afec-
tará a todos los sucesores del renunciante, a cualquier título, en
el dominio del inmueble.
En el caso de incumplimiento del interesado, la Municipalidad
podrá desalojar el edificio con el auxilio de la fuerza pública y

409
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

demolerlo en la parte que corresponda por cuenta del propieta-


rio, sin perjuicio de las acciones legales que correspondan, hasta
el reintegro total de los costos del desalojo y la demolición. Los
gastos de la demolición y desalojo podrán imputarse al valor de
la expropiación.

Artículo 122. En casos calificados de interés general, las Direc-


ciones de Obras Municipales podrán transitoriamente autorizar
transformaciones de edificios, aunque éstos no adopten la altura
obligatoria, siempre que se ciñan de inmediato a la línea oficial
de edificación y cumplan con las demás disposiciones de las Or-
denanzas General y local, y que el propietario ceda gratuitamente
los terrenos que resulten afectados por expropiación.
Si con posterioridad a la cesión gratuita caducare la declaratoria
de utilidad pública, el cedente podrá solicitar a la Municipalidad
la restitución del inmueble cedido. La Municipalidad deberá rea-
lizar dicha restitución, a título gratuito, en un plazo no superior
a tres meses desde el requerimiento. Los costos que se originen
serán de cargo del solicitante.
En los edificios ubicados en terrenos afectados por antejardines
contemplados en los planes reguladores, sólo podrán efectuarse
reconstrucciones, ampliaciones y otras alteraciones siempre que
el propietario del inmueble se comprometa por escritura pública
a adoptar la línea oficial de edificación en el plazo que señale la
Dirección de Obras Municipales. Si al vencimiento del plazo no se
adoptare la línea oficial, la Municipalidad quedará facultada para
aplicar sanciones, sin perjuicio de ordenar la demolición corres-
pondiente, conforme a lo señalado en el Nº 4 del artículo 148.

Artículo 123. En aquellas propiedades que no cumplan con


las disposiciones del Plan Regulador y que fueren parcialmente
afectadas por siniestros, las Direcciones de Obras Municipales
podrán autorizar la ejecución de trabajos de emergencia y de
carácter transitorio, destinados a su mantenimiento, por un pla-
zo no mayor a seis meses, el que sólo podrá ser prorrogado por
una sola vez hasta por otro período igual, siempre que existan
causas justificadas.
Vencidos los plazos señalados en el inciso anterior, el Alcalde,
a petición del Director de Obras Municipales, podrá ordenar la

410
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

demolición de los edificios existentes y el desalojo de sus ocupantes


con el auxilio de la fuerza pública, con cargo al propietario, sin
perjuicio de las demás sanciones que procedan.

Artículo 124. El Director de Obras Municipales podrá autorizar


la ejecución de construcciones provisorias por una sola vez, hasta
por un máximo de tres años, en las condiciones que determine
en cada caso. Sólo en casos calificados podrá ampliarse este plazo,
con la autorización expresa de la Secretaría Regional respectiva
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Si vencido el plazo correspondiente el beneficiario no retirare
las referidas construcciones, el Alcalde podrá ordenar el desalojo
y la demolición de las construcciones, con cargo al propietario,
con el auxilio de la fuerza pública si fuere necesario, sin perjuicio
de imponer las multas que correspondan.

Artículo 125. La Dirección de Obras Municipales no dará curso


a los permisos de edificación que se soliciten de acuerdo con los
artículos 121, 122 y 123 en aquellos terrenos en que la Munici-
palidad hubiere resuelto su expropiación, de conformidad al
artículo 83 de esta Ley.

Párrafo 3º
De los derechos municipales y garantías

Artículo 126. Los permisos de urbanización, subdivisión, loteo


y construcción se otorgarán previo pago de los derechos munici-
pales correspondientes.
Los permisos de subdivisión y loteos de terrenos pagarán
solamente el derecho de subdivisión, que se calculará sobre el
avalúo fiscal del total del terreno a subdividir. Los permisos de
urbanización estarán exentos de derechos.
Los permisos de construcción pagarán un derecho que se
calculará sobre el monto del presupuesto de la obra. Dicho presu-
puesto se confeccionará aplicando la tabla de costos unitarios por
metro cuadrado de construcción, que se menciona más adelante,
conforme a los tipos y materiales de construcción a emplearse.

411
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Las Direcciones de Obras Municipales podrán disponer que,


al momento de ingresar una solicitud de aprobación de antepro-
yecto o de permiso, se consigne un monto no superior al 10% del
valor del derecho municipal a cancelar conforme al artículo 130.
Dicho monto se descontará al momento del pago del permiso.

Artículo 127. Para los efectos de lo dispuesto en el artículo


anterior, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo llevará una esta-
dística del costo de la construcción, y confeccionará anualmente
una tabla de costos unitarios por metro cuadrado de construc-
ción, que será enviada a todas las Municipalidades antes del 31
de diciembre de cada año.
Las Direcciones de Obras Municipales reajustarán dichos pre-
cios unitarios trimestralmente, de acuerdo al índice de costo de
edificación determinado por el mismo Ministerio.
Las alteraciones, reparaciones, obras menores y provisorias
y demoliciones, pagarán derechos sobre un presupuesto que
determinará el Director de Obras en cada caso.

Artículo 128. A petición del interesado, el Director de Obras


podrá compensar los derechos de edificación, en todo o en parte,
con el valor de la expropiación a que esté afecto el inmueble.
El Director de Obras podrá otorgar facilidades para el pago
de derechos por permisos de edificación, mediante cuotas bi-
mestrales o trimestrales, que se reajustarán según el Índice de
Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadísticas.
Estos derechos, en todo caso, deberán cancelarse íntegramente
antes de la recepción definitiva de la obra.

Artículo 129. La garantía de urbanización por el monto total


de las obras, que exige esta Ley para el efecto de autorizar ventas
y adjudicaciones de sitios antes de estar ejecutada y recibida la
urbanización, podrá consistir indistintamente en valores hipo-
tecarios reajustables u otros garantizados por el Estado, boletas
bancarias o pólizas de seguros.
Las instituciones bancarias y aseguradoras, que hubieren emitido
el respectivo documento de garantía por la urbanización, pagarán
los valores garantizados o la parte de ellos que corresponda con
el solo mérito del certificado que otorgue el Director de Obras

412
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Municipales, en el sentido de que las obras no se han ejecutado,


total o parcialmente, y que el plazo correspondiente se encuentra
vencido, indicando además el monto proporcional de la garantía
que deba hacerse efectivo.
En los loteos que ejecuten los Servicios Regionales o Metro-
politano del Sector Vivienda, por sí o a través de terceros, bastará
que dichas instituciones otorguen a la respectiva Municipalidad
una carta de resguardo que garantice que las obras de urbani-
zación se ejecutarán conforme a los proyectos aprobados, para
que la Dirección de Obras Municipales proceda a la recepción
definitiva de las viviendas, locales comerciales y obras de equipa-
miento comunitario que se encuentren terminadas y ejecutadas
conforme a los correspondientes permisos o sus modificaciones.
Se señalará en estos casos, en los certificados de recepción, que
las obras de urbanización se han garantizado conforme a lo dis-
puesto en este inciso.

Artículo 130. Los derechos municipales a cancelar por per-


misos de subdivisión, loteos, construcción, etc., no constituyen
impuesto, sino el cobro correspondiente al ejercicio de una labor
de revisión, inspección y recepción, y se regularán conforme a
la siguiente tabla:

Tipos de obras Derecho municipal


1. Subsidios y loteos 2,0% del avalúo fiscal del terreno
2. Obra nueva y ampliación 1,5% del presupuesto
3. Alteraciones, reparaciones, obras 1,0% del presupuesto
menores y provisorias
4. Planos tipo autorizados por el 1,0% del presupuesto
Ministerio de Vivienda y Urbanismo
5. Reconstrucción 1,0% del presupuesto
6. Modificaciones de proyecto 0,75% del presupuesto
7. Demoliciones 0,5% del presupuesto
8. Aprobación de planos para 2 cuotas de ahorro para vivienda,
ventas por pisos por unidad a vender.
9. Certificados de número, línea,
recepción, venta por pisos, etc. 1 cuota de ahorro para vivienda.

413
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Las edificaciones fiscales y de sus organismos descentralizados


pagarán igualmente estos derechos municipales.
En virtud de lo dispuesto en este artículo, se entienden derogadas
todas las exenciones, totales y parciales, contenidas en leyes gene-
rales o especiales, reglamentos, decretos y todo otro texto legal o
reglamentario, que digan relación con los derechos municipales por
permisos de urbanización o de construcción. Lo anterior se aplicará
aun en los casos en que las disposiciones legales o reglamentarias
otorguen exenciones reales o personales de toda clase de impuestos,
contribuciones o derechos, presentes o futuros, y cualquiera que
sea la exigencia especial que la norma legal o reglamentaria que
las concedió, haya señalado para su derogación. Exclusivamente
se exceptúan de esta disposición las exenciones o franquicias que
se conceden subordinadas a reciprocidad, en virtud de normas o
principios reconocidos por el derecho internacional.

Artículo 131. En los conjuntos habitacionales con unidades


repetidas, los derechos municipales se rebajarán de acuerdo a
las siguientes normas:
Se considerará como unidad repetida la casa individual aislada
o pareada, ya sea de uno o dos pisos, que se repite en el conjunto,
y en los edificios de altura con piso tipo repetido la totalidad de
un piso que se repite.

número de unidades disminución derechos


3a5 10%
6 a 10 20%
11 a 20 30%
21 a 40 40%
41 o más 50%

Artículo 132. Los derechos, aportes, garantías u otras pagos,


que dicen relación con uniones, empalmes, extensiones, refuerzos
o dación de servicios sanitarios y de pavimentación, serán estable-
cidos por resolución del respectivo servicio, previa aprobación
del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Artículo 133. Las construcciones que se ejecutaren sin el pre-


vio permiso de construcción, pagarán un recargo del 50% del

414
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

derecho municipal que correspondiere pagar al momento en


que el interesado solicitare regularizar su situación.
Si el infractor no regularizare su situación, el director de obras
formulará, en cualquier tiempo, la correspondiente denuncia
ante el juez de policía local, el que, además de la multa por la
infracción, condenará también al infractor a pagar el valor de
los derechos correspondientes a la edificación que se hubiere
levantado sin permiso, recargado en 100%.
El juez de policía local aplicará la sanción en esta parte conforme
a la liquidación que practique el Director de Obras Municipales,
de acuerdo a los valores establecidos, más el recargo aludido.
Verificado el pago en este último caso, se extenderá un cer-
tificado final, trámite con el cual se entenderá regularizada la
construcción, sin otros requisitos, siempre que no vulnere las
disposiciones del plan regulador.

Párrafo 4º
De las obligaciones del urbanizador

Artículo 134. Para urbanizar un terreno, el propietario del


mismo deberá ejecutar, a su costa, el pavimento de las calles y
pasajes, las plantaciones y obras de ornato, las instalaciones sani-
tarias y energéticas, con sus obras de alimentación y desagües de
aguas servidas y aguas lluvias y las obras de defensa y de servicio
del terreno.
Sin embargo, cuando las obras de alimentación y desagüe
que deban ejecutarse beneficien también a otros propietarios, el
servicio respectivo determinará el pago proporcional que corres-
ponda al propietario en estas obras, en la forma que determine
la Ordenanza General.
Las plantaciones y obras de ornato deberán ser aprobadas y
recibidas por la Dirección de Obras Municipales respectiva.

Artículo 135. Terminados los trabajos a que se refiere el ar-


tículo anterior, el urbanizador solicitará su recepción al Director
de Obras. Cuando la Dirección de Obras Municipales acuerde
la recepción indicada, se considerarán, por este solo hecho, in-

415
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

corporadas al dominio nacional de uso público todas las calles,


avenidas, plazas y espacios públicos en general, que existieren en
la nueva zona urbanizada.

Artículo 136. Mientras en una población, apertura de calles,


formación de un nuevo barrio, loteo o subdivisión de un predio,
no se hubieren ejecutado todos los trabajos de urbanización que
exigen los dos artículos precedentes y la Ordenanza General, no
será lícito al propietario, loteador o urbanizador de los terrenos
correspondientes, enajenarlos, acordar adjudicaciones en lote,
celebrar contratos de compraventa, promesas de venta, reservas
de sitios, constituir comunidades o sociedades tendientes a la
formación de nuevas poblaciones o celebrar cualquier clase de
actos o contratos que tengan por finalidad última e inmediata la
transferencia del dominio de dichos terrenos.
La venta, promesa de venta o cualquier otro acto o contrato
que tenga análoga finalidad sobre un predio no urbanizado, en
favor de una comunidad, se presumirá que tiene por objeto la
subdivisión del mismo sin la necesaria urbanización.
No obstante, la Dirección de Obras podrá autorizar las ventas
y adjudicaciones, extendiendo el correspondiente certificado de
urbanización, previo otorgamiento de las garantías que señala
el artículo 129, por el monto total de las obras de urbanización
pendientes.
El depósito de estas garantías permitirá a la Dirección de Obras
Municipales efectuar la recepción definitiva de los edificios.
No podrá inscribirse en el conservador de bienes raíces ningu-
na transferencia parcial del dominio o adjudicación de terrenos
sin un certificado de la Dirección de Obras, que acredite que la
calle o avenida en que se halla situado el predio está debidamente
urbanizado o que su urbanización ha sido garantizada en la forma
prescrita en el artículo 129.

Artículo 137. No obstante lo dispuesto en los artículos pre-


cedentes, el propietario de los terrenos podrá enajenar parte
de ellos en favor de las cooperativas de viviendas, sin cumplir
con las exigencias de urbanización necesarias, previa autoriza-
ción de la Secretaría Regional Ministerial correspondiente del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo, otorgada a la respectiva

416
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

cooperativa. En tal caso, la cooperativa de vivienda asumirá la


responsabilidad de ejecutar las obras de urbanización señaladas
en el artículo 134 de esta Ley. En el cumplimiento de esta obli-
gación no estará sujeta a los requisitos ni excepciones que se
establecen en el Decreto con Fuerza de Ley Nº 5, del Ministerio
de Economía, de 2004.
La cooperativa de vivienda podrá cumplir su obligación de
urbanizar en dos etapas. En la primera etapa ejecutará las redes
de agua potable, alcantarillado y electricidad y la pavimentación
básica parcial que señale la Ordenanza General. La Dirección de
Obras Municipales hará la recepción de estas obras. Cumplido este
trámite, la dirección se recibirá de las viviendas que se construyan
o se hayan construido. Esta recepción permitirá a la cooperativa
entregar las viviendas para el uso y goce de sus socios.
En la segunda etapa, la cooperativa deberá ejecutar las restantes
obras de pavimentación, de acuerdo al proyecto y presupuesto
respectivo que se hubiere aprobado inicialmente, calculado en
“cuotas de ahorro para la vivienda” a su valor provisional a esa
fecha. En relación a dicho presupuesto, la cooperativa hará efec-
tivo un plan de ahorro o de capitalización que le permita reunir
los recursos correspondientes para esta etapa.
Mientras no estén ejecutadas y recibidas las obras de pavimen-
tación de esta segunda etapa, la cooperativa no podrá efectuar
las transferencias de dominio o adjudicaciones de los respectivos
lotes y viviendas a sus socios.
Los notarios no autorizarán las escrituras ni los conservadores
de bienes raíces inscribirán las transferencias y adjudicaciones que
no cumplan con los requisitos señalados en los incisos preceden-
tes, para cuyo efecto aquéllos deberán exigir el correspondiente
certificado del Secretario Regional Ministerial o del Director de
Obras Municipales, que se insertará en la escritura respectiva.

Artículo 138. Será sancionado con la pena de presidio menor


en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo el
propietario, loteador, o urbanizador que realice cualquier clase
de actos o contratos que tengan por finalidad última o inmedia-
ta la transferencia del dominio, tales como ventas, promesas de
venta, reservas de sitios, adjudicaciones en lote o constitución
de comunidades o sociedades tendientes a la formación de nue-

417
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

vas poblaciones, en contravención a lo dispuesto en el presente


párrafo.

Artículo 138 bis. Las personas naturales o jurídicas que tengan


por giro la actividad inmobiliaria o aquellas que construyan o
encarguen construir bienes raíces destinados a viviendas, locales
comerciales u oficinas que no cuenten con la recepción defini-
tiva, y que celebren contratos de promesa de compraventa en
los cuales el promitente comprador entregue todo o parte del
precio del bien raíz, deberán otorgarlos mediante instrumentos
privados autorizados ante notario y caucionarlos mediante póliza
de seguro o boleta bancaria, aceptada por el promitente com-
prador. Esta garantía, debidamente identificada, se incorporará
al contrato a favor del promitente comprador, en un valor igual
a la parte del precio del bien raíz entregado por éste y estable-
cido en el contrato de promesa respectivo, para el evento de
que éste no se cumpla dentro del plazo o al cumplimiento de la
condición establecidos por el promitente vendedor. La garantía
permanecerá vigente mientras el inmueble se encuentre sujeto
a cualquier gravamen o prohibición emanado directamente de
obligaciones pendientes e imputables al promitente vendedor y
hasta la inscripción del dominio en el registro de propiedad del
respectivo conservador de bienes raíces, a favor del promitente
comprador.
Los notarios públicos no autorizarán los contratos de prome-
sa de compraventa a que se refiere el inciso anterior si no se ha
constituido la garantía a favor del promitente comprador.
La obligación del promitente vendedor de otorgar la garantía
no será exigible respecto de la parte del precio que sea deposi-
tada por el promitente comprador en alguno de los siguientes
instrumentos, de lo que se dejará constancia en el contrato de
promesa:
a) cuenta de ahorro de la cual no pueda girar fondos el
promitente comprador.
b) depósitos a plazo en favor del promitente vendedor, que
deberán mantenerse en custodia del notario autorizante.
En los casos indicados en las letras a) y b) del inciso precedente,
los montos anticipados serán puestos a disposición del promitente
vendedor una vez que se celebre el contrato de compraventa y

418
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

se inscriba el inmueble a nombre del promitente comprador en


el conservador de bienes raíces respectivo.
Los depósitos a plazo y las cuentas de ahorro a que alude esta
norma deberán cumplir con los requisitos generales establecidos
por las disposiciones legales, reglamentarias y normativa de la
Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras vigentes
y, además, con los requisitos específicos que al efecto establezca
la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones.
En los casos previstos en las letras a) y b) del inciso 3º debe-
rá estipularse un plazo para el cumplimiento de la condición
de inscribir el dominio del inmueble a nombre del promitente
comprador y si nada se dijere se entenderá que dicho plazo es
de 1 año contado desde la fecha de la promesa.
Las disposiciones anteriores se aplicarán a cualquier acto ju-
rídico que implique la entrega de una determinada cantidad de
dinero para la adquisición del dominio de una vivienda, local
comercial u oficina, que no cuente con recepción definitiva, ex-
cepto a aquellos regidos por la ley general de cooperativas o la
Ley Nº 19.281, sobre arrendamiento de viviendas con promesa de
compraventa, aun cuando no cuenten con recepción definitiva.
En todo caso, las disposiciones contenidas en el presente artículo
se aplicarán a las compraventas de viviendas, locales comerciales
u oficinas cuando al momento de celebrarse dicho contrato el
inmueble se encuentre hipotecado, en cuyo evento la garantía
que se otorgue se mantendrá vigente mientras no se proceda al
alzamiento de dicha hipoteca, salvo que el acreedor hipotecario
concurra a la escritura de compraventa alzando la hipoteca y la
prohibición de gravar o enajenar si la hubiere.

Artículo 139. Las Municipalidades, los Intendentes y Gober-


nadores y los Servicios Regionales o Metropolitano del sector
vivienda estarán obligados a ejercitar las correspondientes acciones
penales cuando tengan conocimiento de la comisión de algunos
de los delitos descritos en el artículo anterior.
Dichas autoridades y entidades gozarán del privilegio de po-
breza en las querellas y denuncias que presenten para perseguir
a los responsables de tales delitos, y estarán exentas de las obli-
gaciones de rendir fianza de calumnia y de ratificar las querellas
respectivas ante el tribunal.

419
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Será competente para conocer de los delitos a que se refiere


este artículo el juez del lugar en que estuviere ubicado el inmueble.
En el caso de terrenos o poblaciones ubicadas dentro del radio
jurisdiccional de dos o más juzgados, será competente el juez que
primero hubiere comenzado a instruir el proceso.

Artículo 140. La Dirección de Obras Municipales podrá, excep-


cionalmente y sólo en las zonas urbanas, autorizar la subdivisión
y enajenación de terrenos en lotes de dos hectáreas cada uno, a
lo menos, frente a calles existentes, sin cumplir con las exigen-
cias de urbanización establecidas en este párrafo, siempre que
el propietario ceda gratuitamente los espacios de uso público
contemplados en los planes reguladores o planos seccionales y
sus ordenanzas. Será necesario, sin embargo, que el adquirente
del respectivo lote rinda garantía de urbanización por la parte
del lote que adquiere, en la forma prevista en el artículo 129.
En el plano de subdivisión que se aprobare, se dejará expresa
constancia de que cada lote resultante sólo podrá enajenarse a
una persona, natural o jurídica.
El conservador de bienes raíces respectivo no inscribirá los
títulos que no cumplan con las exigencias precedentes, en estos
casos.
En el evento de que, en cualquiera de dichos lotes, se efec-
tuaren posteriormente algunos de los actos señalados en el ar-
tículo 136, habiendo caducado las garantías correspondientes
o sin cumplir con los requisitos que prescribe este párrafo, el
propietario del respectivo lote, o su representante legal si fuere
una persona jurídica, será sancionado con las penas que establece
el artículo 138.

Artículo 141. Derogado.

Párrafo 5º
De las inspecciones y recepciones de obras

Artículo 142. Corresponderá a la Dirección de Obras Muni-


cipales fiscalizar las obras de edificación y de urbanización que

420
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

se ejecuten dentro de la comuna, como asimismo el destino que


se dé a los edificios.
Los funcionarios municipales tendrán libre acceso a todas las
obras de edificación y urbanización que se ejecuten en la comuna,
para ejercer las inspecciones que sean necesarias.
Los revisores independientes a que se refiere el artículo 116 bis
tendrán igualmente libre acceso a todas las obras de edificación
y urbanización que les corresponda informar.
Asimismo, después de recepcionadas las obras, las Direcciones
de Obras Municipales podrán fiscalizar el cumplimiento de las
normas sobre seguridad y conservación de las edificaciones.

Artículo 143. Durante la ejecución de una obra, el constructor


a cargo de ella deberá velar porque en la construcción se adopten
medidas de gestión y control de calidad para que ésta se ejecute
conforme a las normas de la Ley General de Urbanismo y Cons-
trucciones y de la Ordenanza General, y se ajuste a los planos
y especificaciones del respectivo proyecto. Terminada la obra,
dicho profesional deberá informar las medidas de gestión y de
control de calidad adoptadas y certificar que éstas se han aplicado.
El propietario podrá designar a una empresa o a un profesional
distinto del constructor para el desempeño de la labor señalada
en este inciso.
Tratándose de edificios de uso público deberá existir una
inspección técnica, independiente del constructor, encargada de
fiscalizar que la obra se ejecute conforme a las normas de cons-
trucción aplicables en la materia y al permiso de construcción
aprobado.
Se deberá mantener en el lugar de la obra, en forma perma-
nente y actualizada, un libro de obras, en el cual se consignarán,
debidamente firmadas, las instrucciones y observaciones sobre
el desarrollo de la construcción, por parte de los profesionales
proyectistas, el constructor y el profesional mencionado en el
inciso anterior, sin perjuicio de la observaciones que registren
los inspectores municipales cuando lo requieran.

Artículo 144. Terminada una obra o parte de la misma que


pueda habilitarse independientemente, el propietario y el ar-

421
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

quitecto solicitarán su recepción definitiva por la Dirección de


Obras Municipales. Sin perjuicio de las recepciones definitivas
parciales, habrá, en todo caso, una recepción definitiva del total
de las obras
A la solicitud de recepción deberá adjuntarse un informe
del arquitecto, y del revisor independiente cuando lo hubiere,
en que se certifique que las obras se han ejecutado de acuerdo
al permiso aprobado, incluidas sus modificaciones, conforme
a lo indicado en el inciso segundo del artículo 119 de esta ley.
En caso que la construcción hubiere contado con un inspector
técnico de obra (ITO) también deberá acompañarse un informe
de dicho profesional.
El Director de Obras deberá revisar únicamente el cumpli-
miento de las normas urbanísticas aplicables a la obra, conforme
al permiso otorgado, y procederá a efectuar la recepción, si fuere
procedente.
Lo dispuesto en el artículo 118 será aplicable al caso de las
recepciones definitivas parciales o totales.

Artículo 145. Ninguna obra podrá ser habitada o destinada a


uso alguno antes de su recepción definitiva parcial o total.
Los inmuebles construidos o que se construyan, según los
permisos municipales, para viviendas no podrán ser destinados
a otros fines, a menos que la Municipalidad respectiva autorice
el cambio de destino y el propietario obtenga la aprobación de
los planos y pague el valor de los permisos correspondientes,
cuando procediere.
No se considerará alteración del destino de un inmueble la
instalación en él de pequeños comercios o industrias artesanales,
o el ejercicio de una actividad profesional, si su principal desti-
nación subsiste como habitacional.
Sin perjuicio de las multas que se contemplan en el artículo 20,
la infracción a lo dispuesto en el inciso primero de este artículo
podrá sancionarse, además, con la inhabilidad de la obra, hasta
que se obtenga su recepción, y el desalojo de los ocupantes, con
el auxilio de la fuerza pública, que decretará el Alcalde, a petición
del Director de Obras Municipales.

422
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

Párrafo 6º
De la paralización de obras

Artículo 146. El Director de Obras Municipales, mediante


resolución fundada, podrá ordenar la paralización de cualquier
obra en los casos en que hubiere lugar a ello.
Comprobado que una obra se estuviere ejecutando sin el
permiso correspondiente o en disconformidad con él, o con
ausencia de supervisión técnica, o que ello implique un riesgo
no cubierto, sin perjuicio de las sanciones que corresponda,
ordenará de inmediato su paralización, fijando un plazo pru-
dencial para que se proceda a subsanar las observaciones que
se formulen.

Artículo 147. El incumplimiento de lo resuelto por el Director


de Obras será sancionado en la forma establecida por los artícu-
los 20 y 21, en cuyo caso el juez deberá, además, fijar un último
plazo para regularizar la infracción, vencido el cual ordenará la
clausura de la obra.
La clausura sólo podrá ser alzada para dar lugar al cumpli-
miento de las observaciones formuladas, subsanadas las cuales
podrá continuarse la ejecución de la obra.

Párrafo 7º
De las demoliciones

Artículo 148. El Alcalde, a petición del Director de Obras, podrá


ordenar la demolición, total o parcial, a costa del propietario, de
cualquier obra en los siguientes casos:
1. Obras que se ejecuten en disconformidad con las dispo-
siciones de la presente Ley, su Ordenanza General u ordenanza
local respectiva.
2. Obras que se ejecuten fuera de la línea de cierro o en
bienes de uso público, sin la autorización correspondiente.
3. Obras que no ofrezcan las debidas garantías de salubridad
y seguridad, o que amenacen ruina.

423
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

4. Obras ejecutadas de conformidad a las autorizaciones


señaladas en los artículos 121, 122 y 123, que no se hubieren
demolido al vencimiento de los plazos estipulados.

Artículo 149. Cualquiera persona podrá denunciar a la Muni-


cipalidad las obras que amenacen ruina o que, por el mal estado
de ciertas partes de ella, pudieren originar la caída de materiales
o elementos de la construcción, sin perjuicio de la obligación de
la Dirección de Obras Municipales de solicitar del Alcalde que
ordene la demolición del todo o parte de dichas obras.
Artículo 150. Recibida la denuncia, el Director de Obras Muni-
cipales hará practicar un reconocimiento de la obra y propondrá
a la Alcaldía las medidas que estime procedentes.
La Alcaldía, con el informe de la Dirección de Obras Munici-
pales, fijará al propietario un plazo prudencial para la demolición
de ésta o de la parte de la misma que amenazare derrumbarse.

Artículo 151. La resolución que expida la Alcaldía, en confor-


midad con el artículo anterior, será notificada al propietario, y si
éste no fuere habido ni tuviere representante legal o mandatario
conocido, la notificación se hará por medio de avisos, que se
publicarán tres veces en un periódico de la ciudad cabecera de
la provincia. En el caso de los edificios, se notificará además a los
arrendatarios u ocupantes del mismo, si los hubiere.

Artículo 152. Dentro del plazo fijado por la Alcaldía para la


ejecución de la demolición, contado desde la fecha de la notifi-
cación o de la publicación del último aviso, el propietario de la
obra podrá pedir reposición de la resolución respectiva y que se
proceda, a su costa, a una nueva revisión de la obra por el Director
de Obras Municipales, asesorado por el ingeniero o arquitecto
que designe el propietario.

Artículo 153. Transcurrido el plazo a que se refiere el ar-


tículo 150 o desechada la solicitud de reposición en el caso del
artículo precedente, la Alcaldía dispondrá que se proceda, sin
más trámite, a la demolición de la obra ruinosa o de la parte de
la misma que corresponda, por cuenta del propietario y con el

424
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

auxilio de la fuerza pública, previo desalojo de los ocupantes


del inmueble.

Artículo 154. Decretada una demolición y notificada al propie-


tario del inmueble la resolución respectiva en la forma prescrita
por el artículo 151, aquél podrá reclamar de ella ante la justicia
ordinaria, dentro del plazo de 10 días hábiles, a contar de la fecha
de su notificación, sin perjuicio de la reposición a que alude el
artículo 152, la que podrá siempre deducirse.
Si dentro del plazo que se hubiere fijado para la demolición,
el Alcalde no recibiere orden de no innovar, decretada por juez
competente, aquél procederá sin más trámite a la demolición
ordenada, previo desalojo de los ocupantes que hubiere. En caso
contrario, suspenderá la ejecución de la resolución respectiva
hasta el pronunciamiento definitivo de la justicia.
Lo dispuesto en el inciso precedente es sin perjuicio de la
facultad que confiere a los Alcaldes el artículo 156 de esta Ley.

Artículo 155. Las reclamaciones se deducirán ante el juzgado


de letras de turno de mayor cuantía en lo civil del departamento
en que estuviere situado el inmueble y la substanciación de ellas
se someterá a los trámites del juicio sumario.

Artículo 156. Cuando el peligro de derrumbe de una obra o


de parte de ella fuere inminente, la Alcaldía podrá adoptar de
inmediato todas las medidas necesarias para eliminar el peligro,
incluso la de demoler sin más trámite, total o parcialmente la
obra, todo por cuenta del propietario del inmueble.
En este caso, deberán hacerse constar en un acta los trabajos
que se ejecuten, los gastos que éstos originen y los demás ante-
cedentes e informaciones que procedan. Esta acta será firmada
por el Director de Obras Municipales, el jefe de Carabineros del
sector y un actuario o ministro de fe, que designará el Alcalde.

Artículo 157. El Secretario Regional de Vivienda y Urbanismo


podrá, fundadamente y con auxilio de la fuerza pública, si fuere
necesario, ordenar la paralización y por resolución fundada, la
demolición total o parcial de las obras que se ejecuten en contra-
vención a los planes reguladores o sin haber obtenido el corres-

425
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

pondiente permiso municipal, con el solo informe del director


de obras municipales respectivo, quien deberá emitirlo dentro
del plazo máximo de 15 días.
La resolución que ordene la demolición deberá notificarse
por un ministro de fe en la forma establecida en el artículo 151,
y en su contra sólo procederá la reclamación ante la justicia ordi-
naria dentro del plazo de 10 días hábiles a contar desde la fecha
de notificación.
Transcurridos 10 días hábiles desde el vencimiento del plazo
indicado en el inciso anterior, sin que haya sido notificado el re-
clamo, el servicio regional respectivo del Ministerio de Vivienda
y Urbanismo procederá, sin más trámite, a la demolición.
La reclamación se someterá a los trámites indicados en el
artículo 155.
Los gastos que irrogue la aplicación de este artículo serán
de cargo a los fondos consultados en el presupuesto del servicio
regional respectivo.

Párrafo 8º
De la seguridad, conservación y reparación de edificios

Artículo 158. La Dirección de Obras Municipales podrá exigir


la terminación de las obras de edificación de un inmueble, que
hubieren sido paralizadas, siempre que por su falta de termi-
nación presentaren mal aspecto, o implicaren riesgo de daño a
terceros.
Del mismo modo, podrá la Dirección de Obras exigir que
sean reparados los edificios que, por su vetustez o mal estado de
conservación, hicieren desmerecer el aspecto general de la vía
o espacio público que enfrentan, o implicaren riesgo de daño a
terceros.

Artículo 159. Los propietarios de los establecimientos industriales,


comerciales o de edificios de cualquiera índole que no ofrecieren
las debidas garantías de salubridad, higiene o seguridad, estarán
obligados a efectuar en dichos establecimientos o edificios, dentro
del plazo que señale la Municipalidad, todas aquellas mejoras o

426
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

reparaciones que determine la Dirección de Obras Municipales,


de acuerdo con la Ordenanza General o local.

Artículo 160. En el caso de establecimientos industriales o


locales de almacenamiento, expuestos a peligro de explosión o
de incendio, y los que produjeren emanaciones dañinas o des-
agradables, ruidos, trepidaciones u otras molestias al vecindario,
la Municipalidad fijará, previo informe de la Secretaría Regional
Ministerial correspondiente del Ministerio de Vivienda y Urbanismo
y del Servicio de Salud, el plazo dentro del cual deberán retirarse
del sector en que estuvieren establecidos. Dicho plazo no podrá
ser inferior a un año, contado desde la fecha de la notificación
de la resolución respectiva.

Artículo 161. La Alcaldía podrá clausurar los establecimien-


tos o locales comerciales o industriales que contravinieren las
disposiciones de la presente Ley, de la Ordenanza General y de
las ordenanzas locales.

TÍTULO IV
DE LAS VIVIENDAS ECONÓMICAS

Artículo 162. Son “viviendas económicas” las que tienen una


superficie edificada no superior a 140 m2 por unidad de vivienda y
reúnen los requisitos, características y condiciones que se determi-
nan en el Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, de 1959, en la presente
Ley y en el reglamento especial de viviendas económicas.
Las viviendas económicas gozarán del régimen de beneficios,
franquicias y exenciones del Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, de
1959.
Las viviendas ya construidas por las ex Corporaciones de la Vi-
vienda, de Servicios Habitacionales y de Mejoramiento Urbano y las
que en el futuro construyan los Servicios de Vivienda y Urbanización
se considerarán viviendas económicas para todos los efectos legales,
siempre que no excedan la superficie máxima permitida.
Los edificios ya construidos, que al ser alterados o reparados
se transformen en viviendas de una superficie edificada no su-

427
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

perior a 140 m2 por unidad de vivienda, podrán acogerse a los


beneficios, franquicias y exenciones de las viviendas económicas y
se considerarán como tales para todos los efectos legales, siempre
que reúnan las características, requisitos y condiciones que se
determinan en este título, en el Decreto con Fuerza de Ley Nº 2,
de 1959, en el reglamento especial de viviendas económicas y en
los casos que corresponda, además, cumplan los requisitos de la
Ley Nº 19.537, de 1997, y su reglamento. El permiso de altera-
ción o reparación, una vez aprobado por la dirección de obras
municipales, deberá reducirse a escritura pública en la forma y
condiciones que determina el artículo 18 del Decreto con Fuerza
de Ley Nº 2, de 1959.
En las viviendas económicas podrá también instalarse un
pequeño comercio, sin perder las franquicias otorgadas por el
Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, de 1959, del Ministerio de Ha-
cienda, cuyo texto definitivo fue fijado por el Decreto Supremo
Nº 1.101, de 1960, del Ministerio de Obras Públicas, siempre
que su principal destino subsista como habitacional. Con todo,
no podrán acogerse a la disposición anterior los comercios que
tengan por objeto el expendio y/o venta de bebidas alcohólicas,
el establecimiento de juegos electrónicos, salones de pool, juegos
de azar, la exhibición de videos u otros que provoquen ruidos u
olores molestos y demás cuyo giro esté prohibido por ordenanzas
locales o municipales.
En las viviendas económicas podrá consultarse el funcionamien-
to de pequeños talleres artesanales o el ejercicio de una actividad
profesional, si su principal destino subsiste como habitacional.
Sólo podrá autorizarse el cambio de destinación respecto
de viviendas que, por su construcción, alteración o reparación,
hayan gozado, gocen o sigan gozando de cualquier franquicia o
exención tributaria o de otra naturaleza sea en forma directa o
indirecta, cuando hayan transcurrido a lo menos cinco años desde
la fecha del certificado de recepción definitiva.
El cambio de destinación en estos casos hará caducar de pleno
derecho las franquicias, beneficios o exenciones que se encuen-
tren subsistentes.
Sin perjuicio de lo señalado en los incisos anteriores, en las
viviendas económicas podrá también instalarse un jardín infantil,
sin necesidad de cambio de destino y sin perder las franquicias

428
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

otorgadas por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, del Ministerio


de Hacienda, de 1959. El uso de una vivienda económica como
jardín infantil será incompatible con cualquier otro uso, sea éste
habitacional, de pequeño comercio o para talleres.

Artículo 163. La vivienda económica podrá emplazarse en


cualquier zona habitacional del área urbana. También podrá
emplazarse en sectores rurales, siempre que ellas se destinen a
habitaciones que complementen actividades agrícolas, industriales,
mineras o pesqueras, en cuyo caso se requerirá la autorización
previa de la Secretaría Regional Ministerial correspondiente del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Los propietarios de predios agrícolas requerirán solamente del
respectivo permiso municipal para la construcción de su propia
vivienda económica.

Artículo 164. Las subdivisiones y las urbanizaciones, destinadas


a viviendas económicas, y las obras de construcción necesarias
para su ejecución, se regirán por las disposiciones de la presente
Ley y su Ordenanza General.

Artículo 165. Los grupos de viviendas económicas podrán tener


locales destinados a comercio y profesionales, estacionamientos
y bodegas, servicios públicos o de beneficio común, siempre que
no excedan los siguientes porcentajes:
a) 20% del total de la superficie construida en los conjuntos
habitacionales de viviendas con terreno propio de uno o dos pisos,
o conjuntos mixtos con viviendas en altura.
b) 30% del total de la superficie edificada en los conjuntos
habitacionales formados exclusivamente por edificios de depar-
tamentos de 3 o más pisos, pudiendo estos locales ubicarse sola-
mente en el primer piso, o hasta el segundo piso en su caso.
Cuando el plan regulador exija destino comercial obligatorio
en primer piso y cota mínima de estacionamiento, se podrán ex-
ceder los porcentajes antes señalados, siempre que se construya
el máximo de superficie permitida para ese terreno.

Artículo 166. Derogado.

429
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 167. Corresponderá al Servicio de Impuestos Inter-


nos supervigilar que las viviendas económicas mantengan los
requisitos, características y condiciones en que fueron aproba-
das. Dicho servicio podrá, mediante resolución, dejar sin efecto
los beneficios, franquicias y exenciones de aquellas viviendas en
que se comprobare la existencia de alguna infracción, situación
prevista en el artículo 5º del Decreto con Fuerza de Ley Nº 2, de
1959, y declarará caducados los mismos beneficios, franquicias y
exenciones en los casos previstos, a su vez, en el artículo 18 del
mismo Decreto con Fuerza de Ley, sin perjuicio de la multa que
corresponda aplicar.
De la resolución de Impuestos Internos que aplique las referidas
sanciones, el afectado podrá apelar ante la Secretaría Regional
Ministerial correspondiente del Ministerio de Vivienda y Urbanis-
mo, dentro del plazo de 30 días, contados desde su notificación,
la que resolverá en definitiva.

TÍTULO FINAL

Artículo 168. El Ministerio de Vivienda y Urbanismo fijará, por


Decreto Supremo, el nuevo texto de la Ordenanza General de
esta Ley, que derogue y reemplace totalmente a la anterior.

Artículo 169. Derógase el Decreto con Fuerza de Ley Nº 224,


de 1953, cuyo texto definitivo fue fijado por el Decreto Supremo
Nº 880, de 18 de abril de 1963, de Obras Públicas, publicado en el
Diario Oficial de 16 de mayo del mismo año, en la parte que fija,
a su vez, el texto definitivo de la Ley General de Construcciones
y Urbanización.
Deróganse, asimismo, los artículos 22 y 23 de la Ley Nº 17.235
y las disposiciones de otras leyes o cuerpos legales que fueren
contrarias a las de la presente Ley General de Urbanismo y Cons-
trucciones.

Artículo 170. Todas las funciones que este cuerpo legal entrega
a las Secretarías Regionales Ministeriales del Ministerio de Vivienda

430
ANEXO 3. LEY GENERAL DE URBANISMO Y CONSTRUCCIONES. D.F.L. 458

y Urbanismo, deberán ejercerse de acuerdo a lo que exprese el


decreto ley de reestructuración de dicho Ministerio.

ARTÍCULOS TRANSITORIOS

Artículo 2º. La actual Ordenanza General de Construcciones


y Urbanización continuará rigiendo hasta la dictación de la nue-
va Ordenanza, en lo que no se oponga a las disposiciones de la
presente Ley.

Artículo 3º. Los actuales reglamentos de instalaciones sanitarias


de agua potable y alcantarillado y de pavimentación, deberán
adecuarse a las normas de la nueva Ordenanza General que se
dicte, en el plazo que ésta señale.
Las modificaciones correspondientes a dichos reglamentos se
aprobarán por decreto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo,
dictado “por orden del Presidente”.

Artículo 6º. Lo dispuesto en el artículo 137 de esta Ley será


también aplicable a las cooperativas de viviendas que hubieren
adquirido terrenos u obtenido permiso de urbanización y cons-
trucción con anterioridad a la fecha de publicación de esta Ley.
Los directores de obras municipales se entenderán autorizados
para otorgar recepciones de obras de acuerdo a las nuevas normas
referidas, pudiendo aceptar que los proyectos de urbanización ya
aprobados sean ejecutados en las dos etapas que menciona dicho
artículo, sin cobro de derechos adicionales.
Los conservadores de bienes raíces procederán, de oficio, a
cancelar las prohibiciones e hipotecas de carácter general que
se hubieren inscrito en garantía de la ejecución de las obras de
urbanización por parte de las cooperativas, sin perjuicio de la
prohibición que se establece en el expresado artículo 137.

Artículo 9º. Las tasas y porcentajes establecidos en los artículos


130 y 131, respectivamente, de esta Ley, se mantendrán mientras
no fueren modificados por el nuevo texto que se fijare a la ley de
rentas municipales.

431
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 10. La arborización de las áreas verdes, calles y obras


de ornato, que debieron ejecutarse en los loteos y urbanizaciones
iniciados con anterioridad a la publicación de la presente ley, se
regirán por las disposiciones vigentes en la fecha del respectivo
permiso de urbanización.

Anótese, tómese razón, publíquese e insértese en la Recopilación corres-


pondiente de la Contraloría General de la República.– AUGUSTO PINOCHET
UGARTE, General de Ejército, Presidente de la República.– Carlos Granifo
Harms, Ministro de la Vivienda y Urbanismo. Jorge Cauas Lama, Ministro
de Hacienda.

432
A N E XO 4

ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA


FUNCIONARIOS MUNICIPALES

LEY Nº 18.883
(Publicada en Diario Oficial de 29 de diciembre de 1989)

APRUEBA ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA


FUNCIONARIOS MUNICIPALES

La Junta de Gobierno de la República de Chile ha dado su


aprobación al siguiente

Proyecto de ley

TÍTULO I
NORMAS GENERALES

Artículo 1º. El estatuto administrativo de los funcionarios


municipales se aplicará al personal nombrado en un cargo de
las plantas de las municipalidades. A los alcaldes sólo les serán
aplicables las normas relativas a los deberes y derechos y la res-
ponsabilidad administrativa. Los funcionarios a contrata estarán
sujetos a esta ley en todo aquello que sea compatible con la na-
turaleza de estos cargos.

Artículo 2º. Los cargos de planta son aquellos que conforman


la organización estable de la municipalidad y sólo podrán corres-
ponder a las funciones que se cumplen en conformidad a la Ley

433
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Nº 18.695. Respecto de las demás actividades, se deberá procurar


que su prestación se efectúe por el sector privado.
Sin perjuicio de lo señalado en el inciso anterior, la dotación
de las municipalidades podrá comprender cargos a contrata, los
que tendrán el carácter de transitorios.
Los empleos a contrata durarán, como máximo, sólo hasta
el 31 de diciembre de cada año y los empleados que los sirvan
cesarán en sus funciones en esa fecha, por el solo ministerio de
la ley, salvo que hubiere sido dispuesta la prórroga con treinta
días de anticipación, a lo menos.
Los cargos a contrata, en su conjunto, no podrán representar
un gasto superior al veinte por ciento del gasto de remuneracio-
nes de la planta municipal. Sin embargo, en las municipalidades
con plantas de menos de veinte cargos, podrán contratarse hasta
cuatro personas.
Podrán existir empleos a contrata con jornada parcial y, en
tal caso, la correspondiente remuneración será proporcional a
dicha jornada.
Los empleos a contrata deberán ajustarse a las posiciones
relativas que se contempla para el personal de la planta de Pro-
fesionales, de Técnicos, de Administrativos y de Auxiliares, o de
los escalafones vigentes en su caso, de la respectiva municipali-
dad, según sea la función, que se encomienda. Los grados que
se asigne a los empleos a contrata no podrán exceder el tope
máximo que se contempla para el personal de las plantas de
Profesionales, Técnicos, Administrativos y Auxiliares a que se
refiere el artículo 11.

Artículo 3º. Quedarán sujetas a las normas del Código del


Trabajo, las actividades que se efectuén en forma transitoria en
municipalidades que cuenten con balnearios u otros sectores
turísticos o de recreación.
El personal que se desempeñe en servicios traspasados des-
de organismos o entidades del sector público y que administre
directamente la municipalidad se regirá también por las normas
del Código del Trabajo.
Los médicos cirujanos que se desempeñen en los gabinetes
sicotécnicos se regirán por la Ley Nº 15.076, en lo que respecta
a remuneraciones y demás beneficios económicos, horario de

434
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

trabajo e incompatibilidades. En las demás materias, que proce-


dan, les serán aplicables las normas de este estatuto.

Artículo 4º. Podrán contratarse sobre la base de honorarios


a profesionales y técnicos de educación superior o expertos en
determinadas materias, cuando deban realizarse labores acciden-
tales y que no sean las habituales de la municipalidad; mediante
decreto del alcalde. Del mismo modo se podrá contratar, sobre
la base de honorarios, a extranjeros que posean título correspon-
diente a la especialidad que se requiera.
Además, se podrá contratar sobre la base de honorarios, la
prestación de servicios para cometidos específicos, conforme a
las normas generales.
Las personas contratadas a honorarios se regirán por las reglas
que establezca el respectivo contrato y no les serán aplicables las
disposiciones de este Estatuto.

Artículo 5º. Para los efectos de Estatuto el significado legal de


los términos que a continuación se indican será el siguiente:
a) Cargo municipal:
Es aquel que se contempla en las plantas de los municipios y
a través del cual se realiza una función municipal.
b) Planta de personal:
Es el conjunto de cargos permanentes asignados por la ley a
cada municipalidad, que se conformará de acuerdo a lo estable-
cido en el artículo 7º.
c) Sueldo:
Es la retribución pecuniaria, de carácter fijo y por períodos
iguales, asignada a un empleo municipal de acuerdo con el nivel
o grado en que se encuentra clasificado.
d) Remuneracion:
Es cualquier contraprestación en dinero que el funcionario
tenga derecho a percibir en razón de su empleo o función como,
por ejemplo, sueldo, asignación municipal, asignación de zona
y otras.
e) Carrera funcionaria:
Es un sistema integral de regulación del empleo municipal
aplicable al personal titular de planta, fundado en principios

435
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

jerárquicos, profesionales y técnicos, que garantiza la igualdad


de oportunidades para el ingreso, la dignidad de la función mu-
nicipal, la capacitación y el ascenso, la estabilidad en el empleo,
y la objetividad en las calificaciones en función del mérito y de
la antigüedad.
f) Empleo a contrata:
Es aquel de carácter transitorio que se contempla en la dota-
ción de una municipalidad.

Artículo 6º. Las personas que desempeñen cargos de planta


en las municipalidades podrán tener la calidad de titulares, su-
plentes o subrogantes.
Son titulares aquellos funcionarios que se nombran para ocu-
par en propiedad un cargo vacante.
Son suplentes aquellos funcionarios designados en esa calidad
en los cargos que se encuentren vacantes y en aquellos que por
cualquier circunstancia no sean desempeñados por el titular,
durante un lapso no inferior a un mes.
El suplente tendrá derecho a percibir la remuneración asignada
al cargo que sirve en tal calidad, sólo en el caso de encontrarse
éste vacante, o bien cuando el titular del mismo por cualquier
motivo no goce de dicha remuneración.
En el caso que la suplencia corresponda a un cargo vacante,
ésta no podrá extenderse a más de seis meses, al término de los
cuales deberá necesariamente proveerse con un titular.
No regirán las limitaciones que establecen los incisos tercero y
cuarto de este artículo respecto de las suplencias que se dispongan
en las unidades unipersonales de las municipalidades que tengan
una planta inferior a 35 funcionarios ni para los médicos- cirujanos
que se desempeñan en los gabinetes psicoténicos.
El nombramiento del suplente corresponderá al alcalde y sólo
estará sujeto a las normas de este título.
Son subrogantes aquellos funcionarios que entran a desem-
peñar el empleo del titular o suplente por el solo ministerio de la
ley, cuanto éstos se encuentren impedidos de desempeñarlo por
cualquier causa.

Artículo 7º. Para los efectos de la carrera funcionaria, cada


municipalidad sólo podrá tener las siguientes plantas de perso-

436
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

nal: de Directivos, de Profesionales, de Jefaturas, de Técnicos, de


Administrativos y de Auxiliares.

Artículo 8º. La carrera funcionario se iniciará con el ingreso


a un cargo de planta, y se extenderá hasta el cargo de jerarquía
inmediatamente inferior al de alcalde.

Artículo 9º. Todo cargo municipal necesariamente deberá


tener asignado un grado de acuerdo con la importancia de la
función que se desempeñe y, en consecuencia, le corresponderá
el sueldo de este grado y las demás remuneraciones a que tenga
derecho el funcionario.

Artículo 10. Para ingresar a la municipalidad será necesario


cumplir los siguientes requisitos:
a) Ser ciudadano;
b) Haber cumplido con la ley de reclutamiento y movilización,
cuando fue procedente;
c) Tener salud compatible con el desempeño del cargo;
d) Haber aprobado la educación básica y poseer el nivel
educacional o título profesional o técnico que por la naturaleza
del empleo exija la ley;
e) No haber cesado en un cargo público como consecuencia
de haber obtenido una calificación deficiente, o por medida dis-
ciplinaria, salvo que hayan transcurrido más de cinco años desde
la fecha de expiración de funciones, y
f) No estar inhabilitado para el ejercicio de funciones o cargos
públicos, ni hallarse condenado por crimen o simple delito.

Artículo 11. Los requisitos señalados en las letras a), b) y c) del


artículo anterior, deberán ser acreditados mediante documentos
o certificados oficiales auténticos.
El requisito establecido en la letra c) del artículo que pre-
cede, se acreditará mediante certificación del Servicio de Salud
correspondiente.
El requisito de título profesional o técnico exigido por la
letra d) del artículo anterior, se acreditará mediante los títulos
conferidos en la calidad de profesional o técnico, según corres-

437
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

ponda, de conformidad a las normas legales vigentes en materia


de Educación Superior.
El requisito fijado en la letra e) será acreditado por el inte-
resado mediante declaración jurada simple. La falsedad de esta
declaración hará incurrir en las penas del artículo 210 del Código
Penal.
La municipalidad deberá comprobar el requisito establecido
en la letra f) del artículo citado, a través de consulta al Servicio
de Registro Civil e Identificación, quien acreditará este hecho
mediante simple comunicación.
La cédula nacional de identidad acreditará la nacionalidad
y demás datos que ella contenga. Todos los documentos, con
excepción de la cédula nacional de identidad, serán acompaña-
dos al decreto de nombramiento y quedarán archivados en la
Contraloría General de la República.

Artículo 12. La designación de los alcaldes que corresponda


a los Consejos Regionales de Desarrollo se efectuará mediante
acuerdo de éstos, en conformidad a lo dispuesto en el inciso pri-
mero del artículo 48 de la Ley Nº 18.695. Una copia del acuerdo
se publicará en el Diario Oficial y otra se remitirá a la Contraloría
General de la República para el solo efecto de su registro. Ambas
copias deberán ser debidamente autentificadas por el secretario
ejecutivo del respectivo Consejo Regional de Desarrollo.
La designación de los alcaldes de la exclusiva confianza del
Presidente de la República, a quien se refiere el inciso segundo
del artículo 48 de la Ley Nº 18.695, se efectuará mediante Decreto
Supremo expedido a través del Ministerio del Interior.

Artículo 13. La provisión de los cargos municipales se efectuará


por el alcalde mediante nombramiento o ascenso.
Cuando no sea posible aplicar el ascenso en los cargos de
planta, procederá aplicar las normas sobre nombramiento.

Artículo 14. El nombramiento regirá desde la fecha indicada en


el respectivo decreto alcaldicio, el que será remitido a la Contra-
loría General de la República para el solo efecto de su registro.
Si el interesado debidamente notificado personalmente o
por carta certificada, de la oportunidad en que deba asumir sus

438
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

funciones, no lo hiciere dentro de tercero día, contado desde la


fecha de la notificación, su nombramiento quedará sin efecto
por el solo ministerio de la ley. El alcalde deberá comunicar esta
circunstancia a la Contraloría General de la República.

TÍTULO II
DE LA CARRERA FUNCIONARIA

Párrafo 1º
Del ingreso

Artículo 15. El ingreso a los cargos de planta en calidad de


titular se hará por concurso público y procederá en el último
grado de la planta respectiva, salvo que existan vacantes de grados
superiores a éste que no hubieren podido proveerse mediante
ascensos.
Todas las personas que cumplan con los requisitos corres-
pondientes tendrán el derecho a postular en igualdad de con-
diciones.

Artículo 16. El concurso consistirá en un procedimiento técni-


co y objetivo que se utilizará para seleccionar el personal que se
propondrá al alcalde, debiéndose evaluar los antecedentes que
presenten los postulantes y las pruebas que hubieren rendido, si
así se exigiere, de acuerdo a las características de los cargos que
se van a proveer.
En cada concurso deberán considerarse a lo menos los siguien-
tes factores: los estudios y cursos de formación educacional y de
capacitación; la experiencia laboral, y las aptitudes específicas para
el desempeño de la función. La municipalidad los determinará
previamente y establecerá la forma en que ellos serán ponderados
y el puntaje mínimo para ser considerado postulante idóneo.

Artículo 17. Producida una vacante que no pueda ser provista


por ascenso, el alcalde comunicará por una sola vez a las munici-
palidades de la respectiva región la existencia del cupo, para que
los funcionarios de ellas puedan postular.

439
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 18. El alcalde publicará un aviso con las bases del


concurso en un periódico de los de mayor circulación en la co-
muna o agrupación de comunas y mediante avisos fijados en la
sede municipal, sin perjuicio de las demás medidas de difusión
que la autoridad estime conveniente adoptar. Entre la publicación
en el periódico y el concurso no podrá mediar un lapso inferior
a ocho días.
El aviso deberá contener a lo menos la identificación de la
municipalidad solicitante, las características del cargo, los requi-
sitos para su desempeño, la individualización de los antecedentes
requeridos, la fecha, lugar de recepción de éstos, las fechas y lugar
en que se tomarán las pruebas de oposición si procediere, y el
día en que se resolverá el concurso.
Para los efectos del concurso, los requisitos establecidos en las
letras a), b) y d) del artículo 10 serán acreditados por el postulan-
te, mediante exhibición de documentos o certificados oficiales
auténticos de los cuales se dejará copia simple en los antecedentes.
Asimismo, los requisitos contemplados en las letras c), e) y f), del
mismo artículo, serán acreditados mediante declaración jurada
del postulante. La falsedad de esta declaración, hará incurrir en
las penas del artículo 210 del Código Penal.

Artículo 19. El concurso será preparado y realizado por un


comité de selección, conformado por el Jefe o Encargado del
Personal y por quienes integran la junta a quien le corresponda
calificar al titular del cargo vacante, con excepción, del repre-
sentante del personal.
Respecto de las municipalidades con una planta inferior a
veinte cargos, el concurso será preparado y realizado por el Se-
cretario Municipal.
Con el resultado del concurso el comité de selección o el Se-
cretario Municipal, en su caso propondrá al alcalde los nombres
de los candidatos que hubieren obtenido los mejores puntajes,
con un máximo de tres, respecto de cada cargo a proveer.
El concurso podrá ser declarado total o parcialmente desierto,
sólo por falta de postulantes idóneos, entendiéndose que existe
tal circunstancia cuando ninguno alcance el puntaje mínimo
definido para el respectivo concurso.

440
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

Artículo 20. El alcalde seleccionará a una de las personas propues-


tas y notificará personalmente o por carta certificada al interesado,
quien deberá manifestar su aceptación del cargo y acompañar, en
original o en copia autentificada ante Notario, los documentos
probatorios de los requisitos de ingresos señalados en el artículo 11
dentro del plazo que se le indique. Si así no lo hiciere, la autoridad
deberá nombrar a alguno de los otros postulantes propuestos.

Artículo 21. Una vez aceptado el cargo, la persona seleccionada


será designada titular en el cargo correspondiente.

Párrafo 2º
De la capacitación

Artículo 22. Se entenderá por capacitación el conjunto de


actividades permanentes, organizadas y sistemáticas destinadas a
que los funcionarios desarrollen, complementen, perfeccionen
o actualicen los conocimientos y destrezas necesarios para el efi-
ciente desempeño de sus cargos o aptitudes funcionarias.

Artículo 23. Existirán los siguientes tipos de capacitación, que


tendrán el orden de preferencia que a continuación se señala:
a) La capacitación para el ascenso que corresponde a aquella
que habilita a los funcionarios para asumir cargos superiores. La
selección de los postulantes se hará estrictamente de acuerdo al
escalafón. No obstante, será voluntaria y, por ende, la negativa a
participar en los respectivos cursos no influirá en la calificación
del funcionario;
b) La capacitación de perfeccionamiento que tiene por objeto
mejorar el desempeño del funcionario en el cargo que ocupa. La
selección del personal que se capacitará, se realizará mediante
concurso, y
c) La capacitación voluntaria, que corresponda a aquella de
interés para la municipalidad, y que no está ligada a un cargo
determinado ni es habilitante para el ascenso. El alcalde determi-
nará su procedencia y en tal caso seleccionará a los interesados,
mediante concurso, evaluando los méritos de los candidatos.

441
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 24. Los estudios de educación básica, media o supe-


rior y los cursos de postgrado conducentes a la obtención de un
grado académico, no se considerarán actividades de capacitación
y de responsabilidad de la municipalidad.
Aquellas actividades que sólo exijan asistencia y las que tengan
una extensión inferior a veinte horas pedagógicas, se tomarán en
cuenta sólo para los efectos de la capacitación voluntaria.

Artículo 25. Las municipalidades deberán considerar en sus


programas de capacitación y perfeccionamiento el tipo y carac-
terísticas de la comuna y su beneficio para la eficiencia en el
cumplimiento de las funciones municipales.
Estas actividades podrán también llevarse a cabo mediante
convenios con organismos públicos o privados, nacionales, ex-
tranjeros o internacionales.
Dos o más municipalidades podrán desarrollar programas
o proyectos conjuntos de capacitación y perfeccionamiento y
coordinar sus actividades con tal propósito.

Artículo 26. En los casos en que la capacitación impida al


funcionario desempeñar las labores de su cargo, conservará éste
el derecho a percibir las remuneraciones correspondientes.
Las asistencia a cursos obligatorios fuera de la jornada ordi-
naria de trabajo, dará derecho a un descanso complementario
igual al tiempo efectivo de asistencia a clases.

Artículo 27. Los funcionarios seleccionados para seguir cursos


de capacitación tendrán la obligación de asistir a éstos, desde
el momento en que hayan sido seleccionados, y los resultados
obtenidos deberán considerarse en sus calificaciones.
Lo anterior implicará la obligación del funcionario de conti-
nuar desempeñándose en la municipalidad respectiva a lo menos
el doble del tiempo de extensión del curso de capacitación.
El funcionario que no diere cumplimiento a lo dispuesto en
el inciso precedente deberá reembolsar a la municipalidad todo
gasto en que ésta hubiere incurrido con motivo de la capacita-
ción. Mientras no efectuare este reembolso, la persona quedará
inhabilitada para volver a ingresar a la Administración del Estado,

442
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

debiendo la autoridad que corresponda informar este hecho a la


Contraloría General de la República.

Artículo 28. Para el cumplimiento de lo dispuesto en el ar-


tículo 37 de la Ley Nº 18.695, el proyecto de presupuesto muni-
cipal deberá consultar los fondos necesarios para desarrollar los
programas de capacitación y perfeccionamiento. Podrán otorgarse
para estos efectos becas a los funcionarios municipales.

Párrafo 3º
De las calificaciones

Artículo 29. El sistema de calificación tendrá por objeto evaluar


el desempeño y las aptitudes de cada funcionario, atendidas las
exigencias y características de su cargo, y servirá de base para el
ascenso, los estímulos y la eliminación del servicio.

Artículo 30. Todos los funcionarios deben ser calificados anual-


mente, en alguna de las siguientes listas: Listas Nº 1, de Distin-
ción; Lista Nº 2, Buena; Lista Nº 3, Condicional; Lista Nº 4, de
Eliminación.
El Alcalde será personalmente responsable del cumplimiento
de este deber.

Artículo 31. No serán calificados el Alcalde, los funcionarios de


exclusiva confianza de éste y el Juez de Policía Local. Los miembros
de la Junta Calificadora serán calificados por el Alcalde.
El delegado del personal que integre la Junta podrá ser cali-
ficado por ésta, cuando así lo solicitare. En tal caso, la Junta se
reunirá y resolverá con exclusión de aquél.
Si no lo pidiere, mantendrá su calificación anterior.

Artículo 32. Las Juntas Calificadoras estarán compuestas, en


cada Municipio, por los tres funcionarios de más alto nivel je-
rárquico, con excepción del Alcalde y el Juez de Policía Local, y
por un representante del personal elegido por éste. Si hubiere
más de un funcionario en el nivel correspondiente, se integrará

443
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

la Junta de acuerdo con el orden de antigüedad, según la forma


que se expresa en el artículo 49.
Los funcionarios elegirán un representante titular y un su-
plente de éste, el que integrará la Junta Calificadora en caso de
encontrarse el titular impedido de ejercer sus funciones.
Si el personal no hubiere elegido su representante, actuará
en dicha calidad el funcionario que posea la mayor antigüedad
en el Municipio.
La Asociación de Funcionarios de la Municipalidad con mayor
representación, tendrá derecho a designar a un delegado que
sólo podrá participar con derecho a voz.

Artículo 33. La Junta Calificadora será presidida por el fun-


cionario a quien corresponda subrogar al Alcalde.
En caso de impedimento de algún miembro de la Junta, ésta
será integrada por el funcionario que siga según el orden a que
se refiere el artículo anterior.

Artículo 34. La calificación se hará por la Junta Calificadora en


cada Municipalidad; comprenderá los doce meses de desempeño
funcionario que se extienden entre el 1º de septiembre de un
año y el 31 de agosto del año siguiente.

Artículo 35. El proceso de calificaciones deberá iniciarse el


1º de septiembre y terminarse a más tardar el 30 de noviembre
de cada año.

Artículo 36. No serán calificados los funcionarios que por cual-


quier motivo hubieren desempeñado efectivamente sus funciones
por un lapso inferior a seis meses, ya sea en forma continua o
discontinua dentro del respectivo período de calificaciones, caso
en el cual conservarán la calificación del año anterior.

Artículo 37. La Junta Calificadora adoptará sus resoluciones


teniendo en consideración, necesariamente, la precalificación del
funcionario hecha por su Jefe Directo, la que estará constituida por
los conceptos, notas y antecedentes que éste deberá proporcionar
por escrito. Entre los antecedentes, se considerarán las anotacio-
nes de mérito o de demérito que se hayan efectuado dentro del

444
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

período anual de calificaciones, en la hoja de vida que llevará la


oficina encargada del personal para cada funcionario.
Los jefes serán responsables de las precalificaciones que efec-
túen. La forma en que lleven a cabo este proceso deberá consi-
derarse para los efectos de su propia calificación.
Constituirán elementos básicos del sistema de calificaciones
la hoja de vida y la hoja de calificación.
La infracción de una obligación o deber funcionario que
se establezca en virtud de una investigación sumaria o sumario
administrativo, sólo podrá ser considerada una vez en las califi-
caciones del funcionario.

Artículo 38. Son anotaciones de mérito aquéllas destinadas a


dejar constancia de cualquier acción del empleado que implique
una conducta o desempeño funcionario destacado.
Entre las anotaciones de mérito figurarán aspectos tales como
la adquisición de algún título u otra calidad especial relacionada
con el servicio, cuando éstos no sean requisitos específicos en su
cargo, como asimismo, la aprobación de cursos de capacitación
que se relacionen con las funciones del servicio, el desempeño de
labor por periodos más prolongados que el de la jornada normal,
la realización de cometidos que excedan de su trabajo habitual y
la ejecución de tareas propias de otros funcionarios cuando esto
sea indispensable.
Las anotaciones de mérito realizadas a un funcionario du-
rante el respectivo período de calificaciones, constituirán un
antecedente favorable para la selección a cursos de capacitación
a que éste opte.

Artículo 39. Son anotaciones de demérito aquéllas destinadas


a dejar constancia de cualquier acción u omisión del empleado
que implique una conducta o desempeño funcionario repro-
chable.
Entre las anotaciones de demérito se considerarán el incum-
plimiento manifiesto de obligaciones funcionarias, tales como,
infracciones a las instrucciones y órdenes de servicio y el no aca-
tamiento de prohibiciones contempladas en este cuerpo legal y
los atrasos en la entrega de trabajos.

445
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 40. Las anotaciones deberán referirse sólo al período


que se califica, y serán realizadas por la unidad encargada del
personal a petición escrita del Jefe Directo del funcionario.
El funcionario podrá solicitar a su Jefe Directo que se efectúen
las anotaciones de mérito que a su juicio sean procedentes.
El funcionario podrá solicitar, asimismo, que se deje sin efecto
la anotación de demérito o que se deje constancia de las circuns-
tancias atenuantes que concurran en cada caso.
La unidad encargada del personal deberá dejar constancia en
la hoja de vida de todas las anotaciones de mérito o de demérito
que disponga el Jefe Directo de un funcionario.

Artículo 41. Si el jefe directo rechazare las solicitudes del fun-


cionario, deberá dejarse constancia de los fundamentos de su
rechazo, agregando a la hoja de vida tales solicitudes.

Artículo 42. Los acuerdos de la Junta deberán ser siempre


fundados y se anotarán en las Actas de Calificaciones que, en
calidad de Ministro de Fe, llevará el Secretario de la misma, que
lo será el Jefe de Personal o quien haga sus veces.

Artículo 43. Las funciones de los miembros de la Junta serán


indelegables.

Artículo 44. El reglamento que al efecto se dicte establecerá


los factores de evaluación y su ponderación, y regulará los demás
aspectos de las calificaciones sobre la base de las normas conte-
nidas en este párrafo.

Artículo 45. El funcionario tendrá derecho a apelar de la re-


solución de la Junta Calificadora, y de este recurso conocerá el
Alcalde. La notificación de la resolución de la Junta Calificado-
ra se practicará al empleado por el Secretario de ésta o por el
funcionario que la Junta designe, quien deberá entregar copia
autorizada del acuerdo respectivo de la Junta Calificadora y exigir
la firma de aquél o dejar constancia de su negativa a firmar. En
el mismo acto o dentro del plazo de cinco días, el funcionario
podrá deducir apelación. En casos excepcionales, calificados por

446
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

la Junta, el plazo para apelar podrá ser de hasta diez días contados
desde la fecha de la notificación.
La apelación deberá ser resuelta en el plazo de 15 días contado
desde su presentación.
Los plazos de días a que se refiere este artículo serán días
hábiles.

Artículo 46. Al decidir sobre la apelación el Alcalde deberá


tener a la vista la hoja de vida, la precalificación y la calificación.
Podrá mantener o elevar el puntaje asignado por la Junta Califi-
cadora, pero no rebajarlo en caso alguno.

Artículo 47. El fallo de la apelación será notificado en la for-


ma señalada en el artículo 45, ocurrido lo cual el funcionario
sólo podrá reclamar directamente a la Contraloría General de
la República, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 156 de
este Estatuto.

Artículo 48. El funcionario calificado por resolución ejecu-


toriada en lista 4 o por dos años consecutivos en lista 3, deberá
retirarse de la Municipalidad dentro de los 15 días hábiles si-
guientes al término de la calificación. Si así no lo hiciere se le
declarará vacante el empleo a contar desde el día siguiente a
esa fecha. Se entenderá que la resolución queda ejecutoriada
desde que venza el plazo para reclamar o desde que sea noti-
ficada la resolución de la Contraloría General de la República
que falla el reclamo.
Sin un funcionario conserva la calificación en lista 3, en virtud
de lo dispuesto en el artículo 36, no se aplicará lo establecido
en el inciso precedente, a menos que la falta de calificación se
produzca en dos períodos consecutivos.

Artículo 49. Con el resultado de las calificaciones ejecutoriadas,


las Municipalidades confeccionarán un escalafón disponiendo a
los funcionarios de cada grado de la respectiva planta en orden
decreciente conforme al puntaje obtenido.
En caso de producirse un empate, los funcionarios se ubicarán
en el escalafón de acuerdo con su antigüedad: primero en el car-
go, luego en el grado, luego en la Municipalidad, a continuación

447
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

en la Administración del Estado, y finalmente, en el evento de


mantenerse la concordancia, decidirá el Alcalde.

Artículo 50. El escalafón comenzará a regir a contar desde el


1º de enero de cada año y durará doce meses.
El escalafón será público para los funcionarios del respectivo
municipio.
Los funcionarios tendrán derecho a reclamar de su ubicación
en el escalafón con arreglo al artículo 156 de este Estatuto. El
plazo para interponer este reclamo deberá contarse desde la
fecha en que el escalafón esté a disposición de los funcionarios
para ser consultado.

Párrafo 4º
De las promociones

Artículo 51. Las promociones se efectuarán por ascenso o


excepcionalmente por concurso.

Artículo 52. El ascenso es el derecho de un funcionario de ac-


ceder a un cargo vacante de grado superior en la línea jerárquica
de la respectiva planta, sujetándose estrictamente al escalafón,
sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 54.

Artículo 53. Serán inhábiles para ascender los funcionarios


que:
a) No hubieren sido calificados en lista de distinción o buena
en el período inmediatamente anterior;
b) No hubieren sido calificados durante dos períodos con-
secutivos:
c) Hubieren sido objeto de la medida disciplinaria de cen-
sura, más de una vez, en los doce meses anteriores de producida
la vacante, y
d) Hubieren sido sancionados con la medida disciplinaria
de multa en los doce meses anteriores de producida la vacante.

Artículo 54. Un funcionario tendrá derecho a ascender a un


cargo de otra planta, gozando de preferencia respecto de los

448
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

funcionarios de ésta, cuando se encuentre en el tope de su plan-


ta, reúna los requisitos para ocupar el cargo y tenga un mayor
puntaje en el escalafón que los funcionarios de la planta a la cual
accede.
Este derecho corresponderá sucesivamente a los funcionarios
que, cumpliendo las mismas exigencias del inciso anterior, ocu-
pen los dos siguientes lugares en el escalafón, si el funcionario
ubicado en el primer o segundo lugar renunciaren al ascenso, o
no cumplieren con los requisitos necesarios para el desempeño
del cargo.

Artículo 55. Los funcionarios, al llegar al grado inmediatamente


inferior al inicio de otra planta en que existan cargos de ingreso
vacantes, gozarán de preferencia para el nombramiento, en caso
de igualdad de condiciones, en el respectivo concurso.

Artículo 56. Para hacer efectivo el derecho que establece el


artículo precedente, los funcionarios deberán reunir los requi-
sitos del cargo vacante a que se postula y no estar sujetos a las
inhabilidades contempladas en el artículo 53.

Artículo 57. El ascenso regirá a partir de la fecha en que se


produzca la vacante.

TÍTULO III
DE LAS OBLIGACIONES FUNCIONARIAS

Párrafo 1º
Normas generales

Artículo 58. Serán obligaciones de cada funcionario


a) Desempeñar personalmente las funciones del cargo en
forma regular y continua, sin perjuicio de las normas sobre de-
legación:
b) Orientar el desarrollo de sus funciones al cumplimiento
de los objetivos de la municipalidad y a la mejor prestación de
los servicios que a ésta correspondan;

449
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

c) Realizar sus labores con esmero, cortesía, dedicación y


eficiencia, contribuyendo a materializar los objetivos de la mu-
nicipalidad;
d) Cumplir la jornada de trabajo y realizar los trabajos ex-
traordinarios que ordene el superior jerárquico;
e) Cumplir las destinaciones y las comisiones de servicio que
disponga la autoridad competente:
f) Obedecer las órdenes impartidad por el superior jerár-
quico;
g) Observar estrictamente el principio de la probidad admi-
nistrativa regulado por la Ley Nº 18.575 y demás disposiciones
especiales;
h) Guardar secreto en los asuntos que revistan el carácter de
reservados en virtud de la ley, del reglamento, de su naturaleza
o por instrucciones especiales;
i) Observar una vida social acorde con la dignidad del cargo;
j) Proporcionar con fidelidad y precisión los datos que la
municipalidad le requiera relativos a situaciones personales o
de familia, cuando ello sea de interés para la municipalidad,
debiendo ésta guardar debida reserva de los mismos.
k) Denunciar a la justicia, con la debida prontitud, los críme-
nes o simples delitos y al alcalde los hechos de carácter irregular
de que tome conocimiento en el ejercicio de su cargo;
l) Rendir fianza cuando en razón de su cargo tenga la ad-
ministración y custodia de fondos o bienes, de conformidad con
la Ley Orgánica Constitucional de la Contraloría General de la
República, y
m) Justificarse ante el superior jerárquico de los cargos que
se le formulen con publicidad, dentro del plazo que éste le fije,
atendida las circunstancias del caso.

Artículo 59. En el caso a que se refiere la letra f) de artículo


anterior, si el funcionario estimare ilegal una orden deberá repre-
sentarla por escrito, y si el superior la reitera en igual forma, aquél
deberá cumplirla, quedando exento de toda responsabilidad, la
cual recaerá por entero en el superior que hubiere insistido en
la orden. Tanto el funcionario que represente la orden como el
superior que la reiterare, enviarán copia de las comunicaciones
mencionadas a la jefaturas superior correspondiente, dentro de

450
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

los cincos días siguientes contados desde la fecha de la última


de estas comunicaciones. Si se tratare de una orden impartida
por el alcalde, las copias se remitirán al respectivo consejo de
desarrollo comunal.

Artículo 60. En la situación contemplada en la letra m) del


artículo 58 si los cargos fueren de tal naturaleza que se compro-
metiere el prestigio de la municipalidad, el superior jerárquico
deberá ordenar al inculpado que publique sus descargos en el
mismo órgano de comunicación en que aquéllos se formularon,
haciendo uso del derecho de rectificación y respuesta que con-
fiere la ley respectiva.

Artículo 61. Serán obligaciones especiales del alcalde y jefes


de unidades las siguientes:
a) Ejercer un control jerárquico permanente del funcio-
namiento de las unidades y de la actuación del personal de su
dependencia, extendiéndose dicho control tanto a la eficiencia
y eficacia en el cumplimiento de los fines establecidos, como a
la legalidad y oportunidad de las actuaciones;
b) Velar permanentemente por el cumplimiento de los planes
y de la aplicación de las normas dentro del ámbito de sus atribu-
ciones, sin perjuicio de las obligaciones propias del personal de
su dependencia, y
c) Desempeñar sus funciones con ecuanimidad y de acuerdo
a instrucciones claras y objetivas de general aplicación, velando
permanentemente para que las condiciones de trabajo permitan
una actuación eficiente de los funcionarios.

Párrafo 2º
De la jornada de trabajo

Artículo 62. La jornada ordinaria de trabajo de los funcionarios


será de cuarenta y cuatro horas semanales distribuidas de lunes
a viernes, no pudiendo exceder de nueve horas diarias.
El alcalde podrá proveer cargos de la planta a jornada parcial
de trabajo, cuando ello sea necesario por razones de buen servi-

451
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

cio. En estos casos los funcionarios tendrán una remuneración


proporcional al tiempo trabajado y de manera alguna podrán
desempeñar trabajos extraordinarios remunerados.
Los funcionarios deberán desempeñar su cargo en forma
permanente durante la jornada ordinaria de trabajo.

Artículo 63. El alcalde podrá ordenar trabajos extraordina-


rios a continuación de la jornada ordinaria, de noche o en días
sábados, domingos y festivos, cuando hayan de cumplirse tareas
impostergables.
Los trabajos extraordinarios se compensarán con descanso
complementario. Si ello no fuere posible por razones de buen
servicio, aquéllos serán compensados con un recargo en las re-
muneraciones.

Artículo 64. Se entenderá por trabajo nocturno el que se rea-


liza entras las veintiuna horas de un día y las siete horas del día
siguiente.

Artículo 65. El descanso complementario destinado a com-


pensar los trabajos extraordinarios realizados a continuación de
la jornada, será igual al tiempo trabajado más un aumento de
veinticinco por ciento.
En el evento que lo anterior no fure posible, la asignación que
corresponda se determinará recargando en un veintincinco por
ciento el valor de la hora diaria de trabajo. Para estos efectos, el
valor de la hora diaria de trabajo ordinario será el cuociente que
se obtenga de dividir por ciento noventa el sueldo y las demás
asignaciones que determine la ley.

Artículo 66. Los empleados que deban realizar trabajos noctur-


nos o en días sábado, domingo y festivos deberán ser compensados
con un descanso complementario igual al tiempo trabajado más
un aumento de cincuenta por ciento.
En caso de que el número de empleados de una municipalidad
o unidad de la misma, impida dar el descanso complementario
a que tienen derecho los funcionarios que hubieren realizado
trabajos en días sábado, domingo y festivos u horas nocturnas,

452
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

se les abonará un recargo del cincuenta por ciento sobre la hora


ordinaria de trabajo calculada conforme al artículo anterior.

Artículo 67. El alcalde ordenará los turnos pertinentes entre


su personal y fijará los descansos complementarios que corres-
pondan.

Artículo 68. Los funcionarios no estarán obligados a trabajar


las tardes de los días 17 de septiembre y 24 y 31 de diciembre de
cada año, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 63.

Artículo 69. Por el tiempo durante el cual no se hubiere efec-


tivamente trabajado no podrán percibirse remuneraciones, salvo
que se trate de feriados, licencias o permisos con goce de remu-
neraciones, previstos en este Estatuto, de suspensión preventiva
contemplada en el artículo 134, o de caso fortuito o fuerza mayor.
Mensualmente deberá descontarse por los pagadores, a requeri-
miento escrito del jefe inmediato, el tiempo no trabajado por los
empleados, considerando que la remuneración correspondiente a
un día, medio día, o una hora de trabajo, será el cuociente que se
obtenga de dividir la remuneración mensual por treinta, sesenta
y ciento noventa, respectivamente.
Las deducciones de rentas motivadas por inasistencia o por
atrasos injustificados, no afectarán al monto de las imposiciones
y demás descuentos, los que deben calcularse sobre el total de las
remuneraciones, según corresponda. Tales deduciones constitui-
rán ingreso propio de la municipalidad empleadora.
Los atrasos y ausencias reiterados, sin causa justificada, serán
sancionados con destitución, previa investigación sumaria.

Párrafo 3º
De las destinaciones, comisiones de servicio
y cometidos funcionarios

Artículo 70. Los funcionarios sólo podrán ser destinados a


desempeñar funciones propias del cargo para el que han sido
designados dentro de la municipalidad correspondiente. Las

453
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

destinaciones deberán ser ordenadas por el alcalde de la respec-


tiva municipalidad.
La destinación implica prestar servicios en funciones de la
misma jerarquía en cualquier localidad de la comuna o agrupa-
ción de comunas en su caso.

Artículo 71. Cuando la destinación implique un cambio de su


residencia habitual, deberá notificarse al funcionario con treinta
días de anticipación, a lo menos, de la fecha en que deba asumir
sus nuevas labores.

Artículo 72. Los funcionarios municipales podrán ser designa-


dos por el alcalde en comisión de servicio para el desempeño de
funciones ajenas al cargo, en la misma municipalidad, sea en el
territorio nacional o en el extranjero. En caso alguno estas comi-
siones podrán significar el desempeño de funciones de inferior
jerarquía a las del cargo, o ajenas a los conocimientos que éste
requiere o a la municipalidad.

Artículo 73. Los funcionarios no podrán ser designados en


comisión de servicio, durante más de tres meses, en cada año
calendario, tanto en el territorio nacional como el extranjero.
El límite señalado no será aplicable respecto de los delegados
que designe el alcalde.

Artículo 74. Cuando la comisión deba efectuarse en el extran-


jero, el decreto alcaldicio que así lo disponga deberá ser funda-
do, determinando la naturaleza de ésta y las razones de interés
público que la justifican. El decreto especificará si el funcionario
seguirá ganando las remuneraciones asignadas a su cargo u otras
adicionales, en moneda nacional o extranjera, debiendo indicarse
la fuente legal a que deba imputarse el gasto y plazo de duración
de la comisión. Copia de este decreto se remitirá al Ministerio de
Relaciones Exteriores.

Artículo 75. Los funcionarios municipales pueden cumplir


cometidos funcionarios que los obliguen a desplazarse dentro o
fuera de su lugar de desempeño habitual para realizar labores
específicas inherentes al cargo que sirven. Estos cometidos no

454
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

requieren ser ordenados formalmente, salvo que originen gastos


para la municipalidad, tales como pasajes, viáticos u otros análo-
gos, en cuyo caso se dictará el respectivo decreto.

Párrafo 4º
De la subrogación

Artículo 76. La subrogación de un cargo procederá cuando no


esté desempeñado efectivamente por el titular o suplente.

Artículo 77. En los casos de subrogación del cargo de alcalde,


asumirá las respectivas funciones, por el solo ministerio de la
ley, el funcionario en ejercicio que le siga en orden de jerarquía
dentro de la municipalidad, con excepción de los jueces de po-
licía local.
Sin perjuicio de lo anterior, el alcalde podrá designar como
subrogante a un funcionario que no corresponda a dicho orden,
para lo cual consultará al consejo de desarrollo comunal.

Artículo 78. En los demás casos de subrogación asumirá las


respectivas funciones, por el solo ministerio de la ley, el funcio-
nario de la misma unidad que siga en el orden jerárquico, que
reúna los requisitos para el desempeño del cargo.

Artículo 79. No obstante, el alcalde podrá determinar otro


orden de subrogación cuando no existan en la unidad funcio-
narios que reúnan los requisitos para desempeñar las labores
correspondientes.

Artículo 80. El funcionario subrogante no tendrá derecho al


sueldo del cargo que desempeñe en calidad de tal, salvo si éste se
encontrare vacante o si el titular del mismo por cualquier motivo
no gozare de dicha remuneración.

Artículo 81. El derecho contemplado en el artículo precedente


sólo procederá si la subrogación tiene una duración superior a
un mes.

455
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Párrafo 5º
De las prohibiciones

Artículo 82. El funcionario estará afecto a las siguientes pro-


hibiciones:
a) Ejercer facultades, atribuciones o representación de las
que no esté legalmente investido, o no le hayan sido delegadas,
b) Intervenir, en razón de sus funciones, en asuntos en que
tengan interés él, su cónyuge, sus parientes consanguíneos hasta
el tercer grado inclusive o por afinidad hasta el segundo grado,
y las personas ligadas a él por adopción.
c) Actuar en juicio ejerciendo acciones civiles en contra de
los intereses del Estado o de las instituciones que de él formen
parte, salvo que se trate de un derecho que ataña directamente al
funcionario, a su cónyuge o a sus parientes hasta el tercer grado
de consanguinidad o por afinidad hasta el segundo grado y las
personas ligadas a él por adopción;
d) Intervenir en los tribunales de justicia como parte, testigo o
perito, respecto de hechos de que hubiere tomado conocimiento
en el ejercicio de sus funciones, o declarar en juicio en que tenga
interés el Estado o sus organismos, sin previa comunicación a su
superior jerárquico;
e) Someter a tramitación innecesaria o dilación los asuntos
entregados a su conocimiento o resolución, o exigir para estos
efectos documentos o requisitos no establecidos en las disposi-
ciones vigentes.
f) Solicitar, hacerse prometer, o aceptar donativos, ventajas
o privilegios de cualquier naturaleza para sí o para terceros;
g) Ejecutar actividades, ocupar tiempo de la jornada de
trabajo o utilizar personal, material o información reservada o
confidencial de la municipalidad para fines ajenos a los institu-
cionales;
h) Realizar cualquier actividad política dentro de la admi-
nistración del Estado o usar su autoridad, cargo o bienes de la
municipalidad para fines ajenos a sus funciones;
i) Organizar o pertenecer a sindicatos en el ámbito de la ad-
ministración del Estado, dirigir, promover o participar en huelgas,

456
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

interrupción o paralización de actividades, totales o parciales,


en la retención indebida de personas o bienes, y en otros actos
que perturben el normal funcionamiento de los órganos de la
Administración;
j) Atentar contra los bienes de la municipalidad, cometer
actos que produzcan la destrucción de materiales, instrumen-
tos o productos de trabajo o disminuyan su valor o causen su
deterioro;
k) Incitar o destruir, inutilizar o interrumpir instalaciones
públicas o privadas, o participar en hechos que las dañen, y
l) Realizar cualquier acto atentatorio a la dignidad de los
demás funcionarios. Se considerará como una acción de este tipo
el acoso sexual, entendido según los términos del artículo 2º,
inciso segundo, del Código del Trabajo.

Párrafo 6º
De las incompatibilidades

Artículo 83. En una misma municipalidad no podrán desempe-


ñarse personas ligadas entre sí por el matrimonio, por panteresco
de consanguinidad hasta el tercer grado inclusive, de afinidad
hasta el segundo grado, o adopción, cuando entre ellas se pro-
duzca relación jerárquica.
Si respecto de funcionarios con relación jerárquica entre sí,
se produjera alguno de los vínculos que se indican en el inciso
anterior, el subalterno deberá ser destinado a otra función en
que esa relación no se produzca.

Artículo 84. Todos los empleos a que se refiere el presente


Estatuto serán incompatibles entre sí. Lo serán también con todo
otro empleo o toda otra función que se preste al Estado, aun cuan-
do los empleados, o funcionarios de que se trate se encuentren
regidos por normas distintas de las contenidas en este Estatuto.
Se incluyen en esta incompatibilidad las funciones o cargos de
elección popular.

457
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Son también incompatibles los empleos regidos por este


Estatuto, con cargos remunerados por funciones docentes en
establecimientos dependientes o vinculados a la respectiva mu-
nicipalidad.
Sin embargo, puede un empleado ser nombrado para un
empleo incompatible, en cuyo caso, si asumiere el nuevo empleo,
cesará por el solo ministerio de la ley en el cargo anterior.
Lo dispuesto en los incisos precedentes, será aplicable a los
cargos de jornada parcial en los casos que, en conjunto, exceden
de cuarenta y cuatro horas semanales.

Artículo 85. No obstante lo dispuesto en el artículo anterior,


el desempeño de los cargos a que se refiere el presente Estatuto
será compatible:
a) Con los cargos docentes de hasta un máximo de doce
horas semanales, en establecimientos que no sean dependientes
o no estén vinculados a la respectiva municipalidad;
b) Con el ejercicio de funciones a honorarios, siempre que
se efectúen fuera de la jornada ordinaria de trabajo;
c) Con el ejercicio de un máximo de dos cargos de miembro
de consejos o juntas directivas de organismos estatales, y
d) Con la calidad de subrogante o suplente.

Artículo 86. La compatibilidad de remuneraciones no libe-


ra al funcionario de las obligaciones propias de su cargo, de-
biendo prolongar su jornada para compensar las horas que no
haya podido trabajar por causa del desempeño de los empleos
compatibles.
En el caso de la letra d) del artículo anterior, no se aplicará lo
dispuesto en el inciso precedente, y los funcionarios conservarán
la propiedad del cargo o empleo de que sean titular
La remuneración del funcionario en el evento de la subro-
gación y suplencia, será sólo la del empleo que desempeñe en
esta calidad cuando proceda conforme a los artículos 6º y 80, y
siempre que la remuneración sea superior a la que corresponde
en su cargo como titular.

458
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

TÍTULO IV
DE LOS DERECHOS FUNCIONARIOS

Párrafo 1º
Normas generales

Artículo 87. Todo funcionario tendrá derecho a gozar de es-


tabilidad en el empleo y ascender en el respectivo escalafón;
participar en los concursos; hacer uso de feriados, permisos y
licencias, recibir asistencia en caso de accidente en actos de ser-
vicio o de enfermedad contraída a consecuencia del desempeño
de sus funciones, y a participar en las acciones de capacitación,
de conformidad con las normas del presente Estatuto.
Asimismo, tendrá derecho a gozar de todas las prestaciones y
beneficios que contemplen los sistemas de previsión y bienestar
social en conformidad a la ley de protección a la maternidad, de
acuerdo a las disposiciones del Título II, del Libro II, del Código
del Trabajo.

Artículo 88. Los funcionarios tendrán derecho, además, a ser


defendidos y a exigir que la municipalidad a que pertenezcan
persiga la responsabilidad civil y criminal del las personas que
atenten contra su vida o su integridad corporal, con motivo del
desempeño de sus funciones, o que, por dicho motivo, los injurien
o calumnien en cualquier forma.
La denuncia será hecha ante el respectivo tribunal por el
alcalde de la municipalidad, tanto si el afectado es él, como si
lo fuere cualquier funcionario. En este último caso se requerirá
siempre una solicitud escrita del afectado.

Artículo 89. El funcionario tendrá derecho a ocupar con su


familia, gratuitamente, la vivienda que exista en el lugar en que
funcione la municipalidad, cuando la naturaleza de sus labores
sea la mantención o vigilancia permanente del recinto y esté
obligado a vivir en él
Aun en el caso de que el funcionario no esté obligado por
sus funciones a habitar la casa habitación destinada a la muni-
cipalidad, tendrá derecho a que le sea cedida para vivir con su

459
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

familia. En este caso, pagará una renta equivalente al diez por


ciento del sueldo asignado al cargo, suma que le será descontada
mensualmente. Este derecho podrá ser exigido, sucesiva y ex-
cluyentemente, por los funcionarios que residan en la localidad
respectiva, según su orden de jerarquía funcionaria. Sin embargo,
una vez concedido no podrá ser dejado sin efecto en razón de la
preferencia indicada.
El derecho a que se refiere este artículo, no corresponderá a
aquel funcionario que sea, él o bien su cónyuge, propietario de
una vivienda en la localidad en que presta sus servicios.

Artículo 90. Los funcionarios tendrán derecho a solicitar la


permuta de sus cargos. La permuta consistirá en el cambio volun-
tario de sus respectivos cargos entre dos funcionarios titulares de
distinta municipalidad, y de igual grado de la respectiva planta,
siempre que posean los requisitos legales y reglamentarios para
ocupar los respectivos empleos, y la aceptación de los alcaldes
correspondientes.
Los funcionarios que permuten sus empleos pasarán a ocupar
en el escalafón el último lugar del respectivo grado, hasta que
obtengan una nueva calificación.

Artículo 91. Derogado.

Párrafo 2º
De las remuneraciones y asignaciones

Artículo 92. Los funcionarios tendrán derecho a percibir por


sus servicios las remuneraciones y demás asignaciones adicionales
que establezca la ley, en forma regular y completa.

Artículo 93. Las remuneraciones se devengarán desde el día


en que el funcionario asuma el cargo y se pagarán por mensuali-
dades iguales y vencidas. Las fechas efectivas de pago podrán ser
distintas para cada municipalidad.
Si el funcionario para asumir sus funciones necesitare trasla-
darse a un lugar distinto del de su residencia, la remuneración
se devengará desde el día en que éste emprenda viaje, y si fuere

460
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

a desempeñar un empleo en el extranjero, desde quince días


antes del viaje.

Artículo 94. Las remuneraciones son embargables hasta en


un cincuenta por ciento, por resolución judicial ejecutoriada
dictada en juicio de alimentos o a requerimiento de la munici-
palidad a que pertenezca el funcionario, para hacer efectiva la
responsabilidad civil proveniente de los actos realizados por éste
en contravención a sus obligaciones funcionarias.

Artículo 95. Queda prohibido deducir de las remuneracio-


nes del funcionario otras cantidades que las correspondientes al
pago de los impuestos, cotizaciones de seguridad social y demás
establecidas expresamente por las leyes.
Con todo, el alcalde a petición escrita del funcionario podrá
autorizar que se deduzcan de la remuneración de este último,
sumas o porcentajes determinados destinados a efectuar pagos de
cualquier naturaleza, pero que no podrán exceder en conjunto
del quince por ciento de la remuneración. Si existieren deduc-
ciones ordenadas por sistema de bienestar, el límite indicado se
reducirá en el monto que representen aquéllas.

Artículo 96. No podrá anticiparse la remuneración de un em-


pleado por causa alguna, ni siquiera en parcialidades, salvo lo
dispuesto en este Estatuto.

Artículo 97. Los funcionarios tendrán derecho a percibir las


siguientes asignaciones:
a) Pérdida de caja, que se concederá sólo al funcionario
que en razón de su cargo tenga manejo de dinero efectivo como
función principal, salvo que la municipalidad contrate un sistema
de seguro para estos efectos;
b) Movilización, que se concederá al funcionario que por la
naturaleza de su cargo, deba realizar visitas domiciliarias o labores
inspectivas fuera de la oficina en que desempeña sus funciones
habituales, pero dentro de la misma ciudad, a menos que la mu-
nicipalidad proporcione los medios correspondientes;
c) Horas extraordinarias, que se concederá al funcionario
que deba realizar trabajos nocturnos o en día sábado, domingo y

461
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

festivos o a continuación de la jornada de trabajo, las que se cal-


cularán sobre el sueldo base y la asignación municipal respectiva,
siempre que no se hayan compensado con descanso suplemen-
tario;
d) Cambio de residencia, que se concederá al funcionario
que para asumir el cargo, o cumplir una nueva destinación, se
vea obligado a cambiar su residencia habitual, y al que una vez
terminadas sus funciones vuelva al lugar en que residía antes de
ser nombrado. Esta asignación comprenderá una suma equivalente
a un mes de remuneraciones correspondientes al nuevo empleo;
pasajes para él y las personas que le acompañen, siempre que por
éstas perciba asignación familiar, y flete para el menaje y efectos
personales hasta por un mil kilogramos de equipaje y diez mil de
carga.
Las personas que deban cambiar de residencia para hacerse
cargo del empleo en propiedad al ingresar o cesar en funciones
sólo tendrán derecho a los dos últimos beneficios señalados prece-
dentemente. Las personas que ingresen tendrán derecho a que se
les conceda un anticipo hasta por una cantidad equivalente a un
mes de remuneración, la que deberán reembolsar en el plazo de
un año, por cuotas mensuales iguales. El traslado que se decrete
a solicitud expresa del interesado no dará derecho a percibir la
asignación establecida en esta norma;
e) Viático, pasajes, u otros análogos, cuando corresponda, en
los casos de comisión de servicios y de cometidos funcionarios, y
f) Otras asignaciones contempladas en leyes especiales.
g) Asignación de antigüedad, que se concederá a los tra-
bajadores de planta y a contrata por cada dos años de servicios
efectivos en un mismo grado, será imponible y se devengará
automáticamente desde el 1º del mes siguiente a aquel en que
se hubiere cumplido el bienio respectivo.
Esta asignación se concederá para los efectos del cálculo de
la asignación de zona establecida en la letra a) del artículo 7º
del decreto ley Nº 3.551, de 1980, respecto del personal de las
municipalidades.
El monto de la asignación de antigüedad se determinará cal-
culando un 2% sobre los sueldos base de cada uno de los grados
de la escala por períodos de dos años, con un límite de treinta
años.

462
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

El funcionario que ascienda tendrá derecho, en todo caso,


en el cargo de promoción, a una renta no inferior a la de su
cargo anterior más la asignación por antigüedad que estuviere
percibiendo, incrementada en un bienio. Para este efecto se le
reconocerá en el nuevo cargo aquella asignación de antigüedad
que le asegure dicha renta.
Si el sueldo del grado del cargo de promoción fuere equiva-
lente o superior a la renta que asegura el inciso precedente, se
percibirá éste, sin antigüedad.
Si el funcionario hubiere ascendido o ascendiere antes de
completar un bienio, se reconocerá para el cómputo del próximo,
el tiempo corrido entre la fecha de cumplimiento del anterior y
la del ascenso.
Los funcionarios que sean nombrados, sin solución de con-
tinuidad, en una municipalidad distinta, conservarán la asigna-
ción de antigüedad de que disfrutaban en el cargo que servían
y el tiempo corrido entre la fecha de cumplimiento del último
bienio y la del nombramiento en la nueva entidad, debiendo
aplicárseles las reglas relativas a los efectos de los ascensos en la
misma municipalidad si el grado del nuevo cargo es superior al
del que servían.
Los funcionarios que permutan sus empleos, mantendrán los
bienios y el tiempo transcurrido desde la fecha de cumplimiento
del último bienio.

Artículo 98. El derecho al cobro de las asignaciones que es-


tablece el artículo anterior, prescribirá en el plazo de seis meses
contado desde la fecha en que se hicieron exigibles.

Artículo 99. El funcionario conservará la propiedad de su cargo,


sin derecho a remuneración, mientras hiciere el servicio militar
o formare parte de las reservas nacionales movilizadas o llamadas
a instrucción. Lo anterior no interrumpirá la antigüedad del
funcionario para todos los efectos legales.
El personal de reserva, llamado a servicio por períodos infe-
riores a treinta días, tendrá derecho a que se le pague por ese
período, el total de las remuneraciones que estuviere percibiendo
a la fecha de ser llamado.

463
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 100. El funcionario que usare indebidamente los


derechos a que se refiere este párrafo, estará obligado a reinte-
grar los valores percibidos, sin perjuicio de su responsabilidad
disciplinaria.

Párrafo 3 º
De los feriados

Artículo 101. Se entiende por feriado el descanso a que tiene


derecho el funcionario, con el goce de todas las remuneraciones
durante el tiempo y bajo las condiciones que más adelante se
establecen.

Artículo 102. El feriado corresponderá a cada año calendario


y será de quince días hábiles para los funcionarios con menos
de quince años de servicios, de veinte días hábiles para los fun-
cionarios con quince o más años de servicios y menos de veinte,
y de veinticinco días hábiles para los funcionarios con veinte o
más años de servicio.
Para estos efectos, no se considerarán como días hábiles los días
sábado y se computarán los años trabajados como dependiente, en
cualquier calidad jurídica, sea en el sector público o privado.

Artículo 103. El funcionario solicitará su feriado indicando


la fecha en que hará uso de este derecho, el cual no podrá en
ningún caso ser denegado discrecionalmente.
Cuando las necesidades del servicio así lo aconsejen el alcalde
podrá anticipar o postergar la época del feriado, a condición de
que éste quede comprendido dentro del año respectivo, salvo
que el funcionario en este caso pidiere expresamente hacer uso
conjunto de su feriado con el que corresponda al año siguiente.
Sin embargo, no podrán acumularse más de dos períodos con-
secutivos de feriados.
Los funcionarios podrán solicitar hacer uso del feriado en
forma fraccionada, pero una de las fracciones no podrá ser infe-
rior a diez días. La autoridad correspondiente autorizará dicho
fraccionamiento de acuerdo a las necesidades del servicio.

464
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

Artículo 104. Los funcionarios que se desempeñen en unida-


des o servicios municipales que dejen de funcionar por un lapso
superior a veinte días dentro de cada año, no gozarán del dere-
cho a feriado, pero podrán completar el que les correspondiere
según sus años de servicios. No regirá esta disposición para los
funcionarios que deban por cualquier causa trabajar durante
ese período.

Artículo 105. El funcionario que desempeñe sus funciones


en las comunas de la Isla de Pascua, de Juan Fernández y de
la Antártica, tendrá derecho a que su feriado se aumente en el
tiempo que le demande el viaje de ida al continente y regreso a
sus funciones.
Los funcionarios que residan en las regiones de Tarapacá,
Antofagasta, Aisén del General Carlos Ibañez del Campo, y de
Magallanes y de la Antártica Chilena, y de las provincias de Chi-
loé y Palena de la Región de los Lagos, tendrán derecho a gozar
de su feriado aumentado en cinco días hábiles, siempre que se
trasladen a una región distinta de aquella en la que se encuentran
prestando servicios o hacia fuera del país.

Artículo 106. El funcionario que ingrese a la municipalidad no


tendrá derecho a hacer uso de feriado en tanto no haya cumplido
efectivamente un año de servicio.

Párrafo 4 º
De los permisos

Artículo 107. Se entiende por permiso la ausencia transitoria


de la municipalidad por parte de un funcionario en los casos y
condiciones que más adelante se indican.
El alcalde podrá conceder o denegar discrecionalmente di-
chos permisos.

Artículo 108. Los funcionarios podrán solicitar permisos


para ausentarse de sus labores por motivos particulares hasta

465
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

por seis días hábiles en el año calendario, con goce de remu-


neraciones. Estos permisos podrán fraccionarse por días o
medios días.
Los funcionarios municipales podrán solicitar que los días
hábiles insertos entre dos feriados, o un feriado y un día sábado
o domingo, según el caso, puedan ser de descanso, con goce
de remuneraciones, en tanto se recuperen con otra jornada u
horas de trabajo, realizadas con anterioridad o posterioridad al
feriado respectivo.

Artículo 109. El funcionario podrá solicitar permiso sin goce


de remuneraciones, por motivos particulares, hasta por tres meses
en cada año calendario.
El límite señalado en el inciso anterior, no será aplicable en el
caso de funcionarios que obtengan becas otorgadas de acuerdo
a la legislación vigente.

Párrafo 5º
De las licencias médicas

Artículo 110. Se entiende por licencia médica el derecho que


tiene el funcionario de ausentarse o reducir su jornada de trabajo
durante un determinado lapso, con el fin de atender al resta-
blecimiento de su salud, en cumplimiento de una prescripción
profesional certificada por un médico cirujano, cirujano dentista
o matrona, según corresponda, autorizada por el competente
Servicio de Salud o Institución de Salud Previsional, en su caso.
Durante su vigencia el funcionario continuará gozando del total
de sus remuneraciones.

Artículo 111. La declaración de irrecuperabilidad de los fun-


cionarios afiliados a una Administradora de Fondos de Pensiones
será resuelta por la Comisión Médica competente, en conformidad
con las normas legales que rigen a estos organismos, disposiciones
a las que se sujetarán los derechos que de tal declaración emanan
para el funcionario.

466
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

Artículo 112. La declaración de irrecuperabilidad afectará a


todos los empleos compatibles que desempeñe el funcionario y
le impedirá reincorporarse a la Administración del Estado.

Párrafo 6º
De las prestaciones médicas

Artículo 113. En caso de que un funcionario fallezca, el cónyuge


sobreviviente, los hijos o los padres, en el orden señalado, tendrán
derecho a percibir la remuneración a que éste correspondiere,
hasta el último día del mes en que ocurriere el deceso.

Artículo 114. El funcionario que se accidentare en actos de ser-


vicio o se enfermare a consecuencia o con ocasión del desempeño
de sus funciones tendrá derecho a obtener la asistencia médica
correspondiente hasta su total recuperación.
Se entenderá por accidente en acto de servicio toda lesión
que el funcionario sufra a causa o con ocasión del trabajo, que le
produzca la muerte o la incapacidad para el desempeño de sus
labores, según el dictamen de la Comisión Médica de Medicina
Preventiva e Invalidez del Servicio de Salud correspondiente.
Se entenderá por enfermedad producida a consecuencia del
desempeño de las funciones aquella que, según dictamen de la
Comisión Médica de Medicina Preventiva e Invalidez del Servicio
de Salud que corresponda, tenga como causa directa el ejercicio
de las funciones propias del empleo. Su existencia se comprobará
con la sola exhibición de este dictamen.
La asistencia médica señalada en el inciso primero, compren-
derá el pago por parte de la municipalidad empleadora, de los
gastos provenientes de la atención, médica, hospitalaria, qui-
rúrgica, dental, ortopédica y de todos los medios terapéuticos y
auxiliares relativos al tratamiento prescrito para la recuperación
del funcionario, hasta que éste sea dado de alta o declarado im-
posibilitado para reasumir sus funciones, por la entidad de salud
competente.
Los procedimientos, condiciones, modalidades y valor de las
prestaciones médicas, hospitalarias, quirúrgicas, dentales, orto-

467
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

pédicas y de todos los medios terapéuticos y auxiliares relativos


al tratamiento prescrito para la recuperación del funcionario
serán determinados, sin ulterior reclamo, por el Servicio de Salud
pertinente, y el alcalde ordenará sin más tramite el pago señalado
por dicho servicio.
La ocurrencia de un accidente en acto de servicio deberá ser
comprobada por investigación sumaria, la que deberá iniciarse
a más tardar dentro de los diez días posteriores a aquel en que
se haya producido el hecho.
Se considerarán también accidentes en actos de servicio los
que sufra el funcionario en el trayecto de ida o regreso entre su
residencia y su lugar de trabajo.

Artículo 115. Si se declarare la irrecuperabilidad del funcio-


nario con motivo de un accidente en acto de servicio o por una
enfermedad producida por el desempeño de sus funciones, éste
tendrá derecho, cualquiera que sea el tiempo servido, a una
pensión equivalente a aquella que hubiere percibido en las mis-
mas circunstancias de encontrarse cotizando en el Instituto de
Normalización Previsional.
Los beneficiarios de pensiones de sobrevivencia de un fun-
cionario que falleciere a consecuencia de un accidente en acto
de servicio o por una enfermedad producida a consecuencia
del desempeño de dichas funciones, tendrán derecho por par-
tes iguales a una pensión de viudez u orfandad, en su caso. La
pensión será equivalente al setenta y cinco por ciento de la que
habría correspondido al causante si se hubiere incapacitado como
consecuencia del accidente o de la enfermedad.
Las pensiones a que se refieren los dos incisos precedentes,
serán de cargo de la municipalidad empleadora, pero la entidad
previsional respectiva, concurrirá al pago con la cantidad que le
corresponda de acuerdo con la ley.
Cuando el accidente en acto de servicio se produzca fuera del
lugar de la residencia habitual del funcionario y hubiere necesi-
dad, calificada por el alcalde de la municipalidad respectiva, de
que un miembro de la familia, o la persona que el funcionario
señale, se dirija al lugar en que éste se encuentra, la municipalidad
le pagará los pasajes de ida y regreso.

468
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

Si de la enfermedad o accidente derivare el fallecimiento,


los gastos del traslado del funcionario fallecido, y de su acom-
pañante si lo hubiere, serán de cargo de la municipalidad co-
rrespondiente.
Lo dispuesto en los incisos anteriores y en el artículo prece-
dente, se aplicará a los funcionarios que no estén afectos a las
normas de la Ley Nº 16.744.

Artículo 116. Los funcionarios tendrán derecho a afiliarse a los


Servicios de Bienestar, en los casos y condiciones que establezcan
sus estatutos. Además podrán afiliarse a los Servicios de Bienes-
tar Regionales, que se establecen en el artículo 112 del Estatuto
Administrativo. Las municipalidades efectuarán los aportes de
bienestar respecto de cada funcionario, sin sobrepasar el máximo
legal de los mismos.

Artículo 117. El funcionario tendrá derecho a asignaciones


familiares y maternal, de acuerdo con la legislación vigente.

TÍTULO V
DE LA RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA

Artículo 118. El empleado que infringiere sus obligaciones o


deberes funcionarios podrá ser objeto de anotaciones de demérito
en su hoja de vida o de medidas disciplinarias.
Los funcionarios incurrirán en responsabilidad administrativa
cuando la infracción a sus deberes y obligaciones fuere susceptible
de la aplicación de una medida disciplinaria, la que deberá ser
acreditada mediante investigación sumaria o sumario adminis-
trativo.
Tratándose del alcalde su responsabilidad administrativa se
hará efectiva en conformidad al artículo 76, letra b) de la Ley
Nº 18.695.

Artículo 119. La sanción administrativa es independiente de la


responsabilidad civil y penal y, en consecuencia, las actuaciones o
resoluciones referidas a ésta, tales como el archivo provisional, la

469
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

aplicación del principio de oportunidad, la suspensión condicio-


nal del procedimiento, los acuerdos reparatorios, la condena, el
sobreseimiento o la absolución judicial no incluyen la posibilidad
de aplicar al funcionario una medida disciplinaria en razón de los
mismos hechos. Si se le sancionare con la medida de destitución
como consecuencia exclusiva de hechos que revisten caracteres de
delito y en el proceso criminal hubiere sido absuelto o sobreseído
definitivamente por no constituir delito de hechos denunciados, el
funcionario deberá ser reincorporado a la municipalidad en el cargo
que desempeñaba a la fecha de la destitución o en otro de igual
jerarquía. En este caso conservará todos sus derechos y beneficios
legales y previsionales, como si hubiere estado en actividad.
En los demás casos de sobreseimiento definitivo o sentencia
absolutoria, podrá pedir la reapertura del sumario administrativo
y, si en éste también se le absolviere, procederá la reincorporación
en los términos antes señalados.
Si no fuere posible llevar a la práctica la reincorporación en el
plazo de seis meses, contado desde la absolución administrativa, el
empleado tendrá derecho a exigir, como única indemnización por
los daños y perjuicios que la medida disciplinaria le hubiere irrogado,
el pago de la remuneración que le habría correspondido percibir
en su cargo durante el tiempo que hubiere permanecido alejado
de la municipalidad, hasta un máximo de tres años. La suma que
corresponda deberá pagarse en un solo acto y reajustada conforme
a la variación del Índice de Precios al Consumidor, desde la fecha
de cese de funciones hasta el mes anterior al de pago efectivo.

Artículo 120. Los funcionarios podrán ser objeto de las si-


guientes medidas disciplinarias:
Censura;
Multa;
Suspensión del empleo desde treinta días a tres meses, y
Destitución.
Las medidas disciplinarias se aplicarán tomando en cuenta la
gravedad de la falta cometida y las circunstancias atenuantes o
agravantes que arroje el mérito de los antecedentes.

Artículo 121. La censura consiste en la reprensión por escrito


que se hace al funcionario, de la cual se dejará constancia en su

470
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

hoja de vida, mediante una anotación de demérito de dos puntos


en el factor de calificación correspondiente.

Artículo 122. La multa consiste en la privación de un porcentaje


de la remuneración mensual, la que no podrá ser inferior a un cinco
por ciento ni superior a un veinte por ciento de ésta. El funcionario
en todo caso mantendrá su obligación de servir el cargo.
Se dejará constancia en la hoja de vida del funcionario de
la multa impuesta, mediante una anotación de demérito en el
factor de calificación correspondiente, de acuerdo a la siguiente
escala:
a) Si la multa no excede del diez por ciento de la remune-
ración mensual, la anotación será de dos puntos;
b) Si la multa es superior al diez por ciento y no excede del
quince por ciento de la remuneración mensual, la anotación será
de tres puntos, y
c) Si la multa es superior al quince por ciento de la remune-
ración mensual, la anotación será de cuatro puntos.

Artículo 122 A. La suspensión consiste en la privación temporal


del empleo con goce de un cincuenta a un setenta por ciento
de las remuneraciones y sin poder hacer uso de los derechos y
perrogativas inherentes al cargo.
Se dejará constancia de ella en la hoja de vida del funcionario
mediante una anotación de demérito de seis puntos en el factor
correspondiente.

Artículo 123. La destitución es la decisión del alcalde de poner


término a los servicios de un funcionario.
La medida disciplinaria de destitución procederá sólo cuando
los hechos constitutivos de la infracción vulneren gravemente el
principio de probidad administrativa, y en los siguientes casos:
a) Ausentarse de la municipalidad por más de tres días con-
secutivos, sin causa justificada;
b) Infringir las disposiciones de las letras i), j) y k) del ar-
tículo 82;
c) Condena por crimen o simple delito, y
d) En los demás casos contemplados en este Estatuto o leyes
especiales.

471
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 124. Si el alcalde estimare que los hechos son suscep-


tibles de ser sancionados con una medida disciplinaria o en el
caso de disponerlo expresamente la ley, decretará la instrucción
de una investigación sumaria, la cual tendrá por objeto verificar la
existencia de los hechos, y la individualización de los responsables
y su participación, si los hubiere, designando para tal efecto a un
funcionario que actuará como investigador.
Las notificaciones que se realicen durante la investigación
sumaria deberán hacerse personalmente. Si el funcionario no
fuere habido por dos días consecutivos en su domicilio o en su
lugar de trabajo, se lo notificará por carta certificada, de lo cual
deberá dejarse constancia. En ambos casos se deberá dejar copia
íntegra de la resolución respectiva. En esta última circunstancia,
el funcionario se entenderá notificado cumplidos tres días desde
que la carta haya sido despachada.
El procedimiento será fundamentalmente verbal y de lo ac-
tuado se levantará un acta general que firmarán los que hayan
declarado, sin perjuicio de agregar los documentos probatorios
que corresponda, no pudiendo exceder la investigación el plazo
de cinco días. Al término del señalado plazo se formularán car-
gos, si procedieren, debiendo el afectado responder los mismos
en un plazo de dos días, a contar de la fecha de notificación
de éstos.
En el evento de solicitar el inculpado rendir prueba sobre los
hechos materia del procedimiento, el, investigador señalará un
plazo para rendirla, el cual no podrá exceder de tres días.
Vencido el plazo señalado, el investigador procederá a emitir
una vista o informe en el término de dos días, en el cual se con-
tendrá la relación de los hechos, los fundamentos y conclusiones
a que se hubiere llegado, formulando la proposición que estimare
procedente.
Como resultado de una investigación sumaria no podrá aplicarse
la sanción de destitución, sin perjuicio de los casos contemplados
en este Estatuto.
Conocido el informe o vista, el alcalde dictará la resolución
respectiva en el plazo de dos días, la cual será notificada al afecta-
do, quién podrá interponer recurso de reposición en el término
de dos días.
El plazo para resolver la reposición será de dos días.

472
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

Artículo 125. Si en el transcurso de la investigación se constata


que los hechos revisten una mayor gravedad se pondrá término
a este procedimiento y se dispondrá, por el alcalde, que la inves-
tigación prosiga mediante un sumario administrativo.

Artículo 126. Si la naturaleza de los hechos denunciados o su


gravedad así lo exigiere, el alcalde dispondrá la instrucción de
un sumario administrativo.

Artículo 127. El sumario administrativo se ordenará por el


alcalde mediante decreto, en el cual designará al fiscal que estará
a cargo del mismo.
El fiscal deberá tener igual o mayor grado o jerarquía que
el funcionario que aparezca involucrado en los hechos. Si no
fuera posible aplicar esta norma, bastará que no exista relación
de dependencia directa.
Si designado el fiscal, apareciere involucrado en los hechos
investigados un funcionario de mayor grado o en jerarquía o de
dependencia directa en su caso, continuará aquél sustanciando el
procedimiento hasta que disponga el cierre de la investigación.

Artículo 128. El decreto a que se refiere el artículo anterior


será notificado al fiscal, quien designará un actuario, el que se
entenderá en comisión de servicio para todos los efectos legales. El
actuario será funcionario de la municipalidad, tendrá la calidad de
ministro de fe y certificará todas las actuaciones del sumario.
El sumario se llevará foliado en letras y números y se formará con
todas las declaraciones, actuaciones y diligencias, a medida que se
vayan sucediendo y con todos los documentos que se acompañen.
Toda actuación debe llevar la firma del fiscal y del actuario.

Artículo 129. Las notificaciones que se realicen en el proceso


deberán hacerse personalmente. Si el funcionario no fuere habido
por dos días consecutivos en su domicilio o en su lugar de trabajo,
se le notificará por carta certificada, de lo cual deberá dejarse
constancia. En ambos casos se deberá entregar copia íntegra de
la resolución respectiva.
Los funcionarios citados a declarar ante el fiscal deberán fi-
jar en su primera comparecencia un domicilio dentro del radio

473
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

urbano en que la fiscalía ejerza sus funciones. Si no dieren cum-


plimiento a esta obligación se harán las notificaciones por carta
certificada al domicilio registrado en la municipalidad, y en caso
de no contarse con tal información, en la oficina del afectado.
El funcionario se entenderá notificado cumplidos tres días
desde que la carta haya sido despachada.

Artículo 130. Los funcionarios citados a declarar por primera


vez ante el fiscal, en calidad de inculpados, serán apercibidos para
que dentro del segundo día formulen los causales de implicancia
o recusación en contra del fiscal o del actuario.

Artículo 131. Se considerarán causales de recusación, para los


efectos señalados en el artículo anterior, sólo las siguientes:
a) Tener el fiscal o el actuario interés directo o indirecto en
los hechos que se investigan;
b) Tener amistad íntima o enemistad manifiesta con cual-
quiera de los inculpados, y
c) Tener parentesco de consanguinidad hasta el tercer gra-
do y de afinidad hasta el segundo inclusive, o de adopción con
alguno de los inculpados.

Artículo 132. Formulada la recusación, el fiscal o el actuario,


según corresponda, dejarán de intervenir, salvo en lo relativo a
actividades que no puedan paralizarse sin comprometer el éxito
de la investigación.
La solicitud de recusación será resuelta en el plazo de dos
días por el fiscal respecto del actuario y por el Alcalde respecto
del fiscal. En caso de ser acogida se designará un nuevo fiscal o
actuario.
El fiscal o el actuario podrán declararse implicados por algu-
nas de las causales mencionadas en el artículo 131 o por algún
otro hecho que a su juicio les reste imparcialidad. En este caso
resolverá la autoridad que ordenó el sumario en el mismo plazo
indicado anteriormente, en lo relativo al fiscal y éste respecto
del actuario.
Cada vez que se nombre un nuevo fiscal o actuario se notificará
al sumariado para los efectos señalados en el artículo 130.

474
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

Artículo 133. El fiscal tendrá amplias facultades para realizar


la investigación y los funcionarios estarán obligados a prestar la
colaboración que se les solicite.
La investigación de los hechos deberá realizarse en el plazo
de veinte días al término de los cuales se declarará cerrada la in-
vestigación y se formularán cargos al o los afectados o se solicitará
el sobreseimiento, para lo cual habrá un plazo de tres días.
En casos calificados, al existir diligencias pendientes decreta-
das oportunamente y no cumplidas por fuerza mayor, se podrá
prorrogar el plazo de instrucción del sumario hasta completar
sesenta días, resolviendo sobre ello el alcalde.

Artículo 134. En el curso de un sumario administrativo el fiscal


podrá suspender de sus funciones o destinar transitoriamente a
otro cargo dentro de la misma municipalidad y ciudad, al o a los
inculpados, como medida preventiva.
La medida adoptada terminará al dictarse el sobreseimiento,
que será notificado personalmente y por escrito por el actuario,
o al emitirse el dictamen del fiscal, según corresponda.
En caso de que el fiscal proponga en su dictamen la medida
de destitución, podrá decretar que se mantenga la suspensión
preventiva o la destinación transitoria, las que cesarán automáti-
camente si la resolución recaída en el sumario, o en el recurso de
reposición que se interponga conforme al artículo 139, absuelve
al inculpado o le aplica una medida disciplinaria distinta de la
destitución. Cuando la medida prorrogada sea la suspensión pre-
ventiva, el inculpado quedará privado del cincuenta por ciento de
sus remuneraciones, que tendrá derecho a percibir retroactiva-
mente si en definitiva fuere absuelto o se le aplicara una sanción
inferior a la destitución.

Artículo 135. En el evento de proponer el fiscal el sobresei-


miento se enviarán los antecedentes al alcalde, quien estará fa-
cultado para aprobar o rechazar tal proposición. En el caso de
rechazarla, dispondrá que se complete la investigación dentro
del plazo de cinco días.
El sumario será secreto hasta la fecha de formulación de car-
gos, oportunidad en la cual dejará de serlo para el inculpado y
para el abogado que asumiere su defensa.

475
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 136. El inculpado será notificado de los cargos y tendrá


un plazo de cinco días contado desde la fecha de notificación de
éstos para presentar descargos, defensas y solicitar o presentar
pruebas. En casos debidamente calificados, podrá prorrogarse el
mismo por otros cinco días, siempre que la prórroga haya sido
solicitada antes del vencimiento del plazo.
Si el inculpado solicitare rendir prueba, el fiscal señalará plazo
para tal efecto, el que no podrá exceder en total de veinte días.

Artículo 137. Contestados los cargos o vencido el plazo del


período de prueba el fiscal emitirá dentro de cinco días, un dic-
tamen en el cual propondrá la absolución o sanción que a su
juicio corresponda aplicar.
Dicho dictamen deberá contener la individualización del
o de los inculpados; la relación de los hechos investigados y
la forma como se ha llegado a comprobarlos; la participación
y grado de culpabilidad que les hubiere correspondido a los
sumariados; la anotación de las circunstancias atenuantes o
agravantes, y la proposición al alcalde de las sanciones que
estimare procedente aplicar o de la absolución de uno o más
de los inculpados.
Cuando los hechos investigados y acreditados en el sumario
pudieren importar la perpetración de delitos previstos en las
leyes vigentes, el dictamen deberá contener, además, la petición
de que se remitan los antecedentes a la justicia ordinaria, sin
perjuicio de la denuncia que de los delitos debió hacerse en la
oportunidad debida.

Artículo 138. Emitido el dictamen, el fiscal. elevará los ante-


cedentes del sumario al alcalde, quien resolverá en el plazo de
cinco días, dictando al efecto un decreto en el cual absolverá al
inculpado o aplicará la medida disciplinaria, en su caso.
No obstante, el alcalde podrá ordenar la realización de nuevas
diligencias o la corrección de vicios de procedimiento, fijando un
plazo para tales efectos. Si de las diligencias ordenadas resultaren
nuevos cargos, se notificarán sin más trámite al afectado, quien
tendrá un plazo de tres días para hacer observaciones.
Ningún funcionario podrá ser sancionado por hechos que no
han sido materia de cargos.

476
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

La aplicación de toda medida disciplinaria deberá ser notifi-


cada al afectado.

Artículo 139. En contra del decreto que ordena la aplicación de


una medida disciplinaria, procederá el de recurso de reposición.
El recurso deberá ser fundado e interponerse en el plazo de
cinco días, contado desde la notificación, y deberá ser fallado
dentro de los cinco días siguientes.

Artículo 140. Acogida la reposición el alcalde dictará el decreto


correspondiente en el plazo de cinco días.

Artículo 141. Vencidos los plazos de instrucción de un sumario


y no estando éste afinado, el alcalde que lo ordenó deberá revi-
sarlo, adoptar las medidas pendientes a agilizarlo y determinar
la responsabilidad del fiscal.

Artículo 142. Los vicios de procedimiento no afectarán la le-


galidad del decreto que aplique la medida disciplinaria, cuando
incidan en trámites que no tengan una influencia decisiva en los
resultados del sumario.

Artículo 143. Los plazos señalados en este título serán de días


hábiles.

TÍTULO VI
DE LA CESACIÓN DE FUNCIONES

Artículo 144. El funcionario cesará en el cargo por las siguien-


tes causales:
a) Aceptación de renuncia;
b) Obtención de jubilación, pensión de renta vitalicia en un
régimen previsional, en relación al respectivo cargo municipal;
c) Declaración de vacancia;
d) Destitución;
e) Supresión del empleo, y
f) Fallecimiento.

477
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 145. La renuncia es el acto en virtud del cual el fun-


cionario manifiesta al alcalde la voluntad de hacer dejación de
su cargo.
La renuncia deberá presentarse por escrito y no producirá
efecto sino desde la fecha que se indique en el decreto que la
acepte.
La renuncia sólo podrá ser retenida por el alcalde cuando
el funcionario se encontrare sometido a sumario administrativo
del cual emanen antecedentes serios de que pueda ser alejado
de la municipalidad por aplicación de la medida disciplinaria de
destitución. En este caso, la aceptación de la renuncia no podrá
retenerse por un lapso superior a treinta días contados, desde
su presentación, aun cuando no se hubiere resuelto sobre la
aplicación de la medida disciplinaria.
Si se encontrare en tramitación un sumario administrativo en
el que estuviere involucrado un funcionario, y éste cesare en sus
funciones, el procedimiento deberá continuarse hasta su normal
término, anotándose en su hoja de vida la sanción que el mérito
del sumario determine.

Artículo 146. El funcionario que jubile, se pensione u obten-


ga una renta vitalicia en un régimen previsional, en relación
al respectivo cargo municipal, cesará en el desempeño de sus
funciones a contar del día en que, según las normas pertinentes,
deba empezar a recibir la pensión respectiva.

Artículo 147. La declaración de vacancia procederá por las


siguientes causales:
a) Salud irrecuperable o incompatible con el desempeño
del cargo;
b) Pérdida sobreviniente de alguno de los requisitos de in-
greso a la municipalidad, y
c) Calificación del funcionario en lista de Eliminación o
Condicional, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 48.

Artículo 148. El alcalde podrá considerar como salud incompatible


con el desempeño del cargo, haber hecho uso de licencia médica
en un lapso continuo o discontinuo superior a seis meses en los
dos últimos años, sin mediar declaración de salud irrecuperable.

478
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

No se considerarán para el cómputo de los seis meses señalado


en el inciso anterior, las licencias otorgadas en los casos a que se
refiere el artículo 114 de este Estatuto y el Título II, del Libro II,
del Código del Trabajo.

Artículo 149. Si se hubiere declarado irrecuperable la salud de


un funcionario éste deberá retirarse de la municipalidad dentro
del plazo de seis meses, contado desde la fecha en que se le no-
tifique la resolución por la cual se declare su irrecuperabilidad.
Si transcurrido este plazo el empleado no se retirare, procederá
la declaración de vacancia del cargo.
A contar de la fecha de la notificación y durante el referido
plazo de seis meses el funcionario no estará obligado a trabajar y
gozará de todas las remuneraciones correspondientes a su empleo,
las que serán de cargo de la municipalidad.

Artículo 150. En los casos de supresión del empleo por proce-


sos de reestructuración o fusión, los funcionarios de planta que
cesaren en sus cargos a consecuencia de no ser encasillados en
las nuevas plantas y que no cumplieren con los requisitos para
acogerse a jubilación, tendrán derecho a gozar de una indem-
nización equivalente al total de las remuneraciones devengadas
en el último mes , por cada año de servicio en la municipalidad,
con un máximo de seis. Dicha indemnización no será imponible
ni constituirá renta para ningún efecto legal.

Artículo 151. El empleado que prolongare indebidamente


sus funciones no podrá reincorporarse a una municipalidad, sin
perjuicio de la responsabilidad penal en que pudiere incurrir.
En este caso, el alcalde comunicará el hecho a la Contraloría
General de la República.

Artículo 152. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo an-


terior, el empleado podrá continuar actuando, aun cuando sus
funciones hubieren terminado legalmente, si se tratare de activi-
dades que no puedan paralizarse sin grave daño o perjuicio y no
se presentare oportunamente la persona que debe reemplazarlo.
En tal evento, el alcalde comunicará inmediatamente lo ocurrido
a la Contraloría General de la República y adoptará las medidas

479
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

pertinentes para dar solución a la situación producida, en un


plazo no mayor de treinta días.
El empleado que en virtud de lo establecido en el inciso pre-
cedente prolongare su desempeño, tendrá todas las obligaciones,
responsabilidades, derechos y deberes inherentes al cargo.

TÍTULO VII
EXTINCIÓN DE LA RESPONSABILIDAD
ADMINISTRATIVA

Artículo 153. La responsabilidad administrativa del funcionario


se extingue:
a) Por muerte. La multa cuyo pago o aplicación se encontrare
pendiente a la fecha de fallecimiento del funcionario, quedará
sin efecto;
b) Por haber cesado en sus funciones, sin perjuicio de lo
dispuesto en el inciso final del artículo 145;
c) Por el cumplimiento de la sanción, y
d) Por la prescripción de la acción disciplinaria.

Artículo 154. La acción disciplinaria de la municipalidad con-


tra el funcionario, prescribirá en cuatro años contados desde el
día en que éste hubiere incurrido en la acción u omisión que le
da origen.
No obstante, si hubieren hechos constitutivos de delito la acción
disciplinaria prescribirá conjuntamente con la acción penal.

Artículo 155. La prescripción de la acción disciplinaria se in-


terrumpe, perdiéndose el tiempo transcurrido, si el funcionario
incurriere nuevamente en falta administrativa, y se suspende
desde que se formulen cargos en el sumario o investigación su-
maria respectiva.
Si el proceso administrativo se paraliza por más de dos años,
o transcurren dos calificaciones funcionarias sin que haya sido
sancionado, continuará corriendo el plazo de la prescripción
como si no se hubiese interrumpido.

480
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

TÍTULO FINAL
DISPOSICIONES VARIAS

Artículo 156. Los funcionarios tendrán derecho a reclamar


ante la Contraloría General de la República, cuando se hubieren
producido vicios de legalidad que afectaren los derechos que les
confiere este Estatuto. Para dicho efecto, los funcionarios tendrán
un plazo de diez días hábiles, contado desde que tuvieren cono-
cimiento de la situación, resolución o actuación que dio lugar
al vicio de que se reclama. Tratándose de beneficios o derechos
relacionados con remuneraciones, asignaciones o viáticos, el plazo
para reclamar será de sesenta días.
Igual derecho tendrán las personas que postulen a un con-
curso público para ingresar a un cargo en una municipalidad,
debiendo ejercerlo dentro del plazo de diez días, contado en la
forma indicada en el inciso anterior.
La Contraloría General de la República deberá resolver el
reclamo, previo informe del alcalde respectivo. El informe deberá
ser emitido dentro de los diez días hábiles siguientes a la solicitud
que le formule la Contraloría. Vencido este plazo, con o sin el
informe, la Contraloría procederá a resolver el reclamo, para lo
cual dispondrá de veinte días hábiles.

Artículo 157. Los derechos de los funcionarios consagrados


por este Estatuto prescribirán en el plazo de dos años contado
desde la fecha en que se hubieren hecho exigibles.

Artículo 158. En los contratos que se celebren de conformi-


dad al Código del Trabajo, no podrá pactarse una remuneración
total mensual que excede a la que corresponda al alcalde de la
respectiva municipalidad.

Artículo 159. Toda referencia que las leyes vigentes efectúen al


Decreto con Fuerza de Ley Nº 338, de 1960, en relación con los
funcionarios municipales, se entenderá hecha a las disposiciones
correspondientes de este Estatuto.

Artículo 160. Introdúcense las siguientes modificaciones a la


Ley Nº 18.695, orgánica constitucional de municipalidades:

481
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

a) Derógase el artículo 38.


b) Suprímese en el artículo 35, inciso primero, la frase final
“Lo anterior es sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 38”.
c) Suprímese en el artículo 52, inciso segundo, la oración
“Durante este período el nuevo alcalde no podrá remover, sin
el acuerdo previo del consejo de desarrollo comunal, a los fun-
cionarios que esta ley califica como de exclusiva confianza del
alcalde”.
d) Reemplázase en el artículo 53 su letra c) por la siguiente:
“c) Nombrar y remover a los funcionarios de su dependencia
de acuerdo con las normas estatutarias que los rijan”.

ARTÍCULOS TRANSITORIOS

Artículo 1º. Delégase en el Presidente de la República, por el plazo


de sesenta días contado desde la publicación de esta ley, la facultad
de adecuar y modificar las plantas y los escalafones establecidos
por ley a lo dispuesto en el artículo 7º permanente de este Estatuto
mediante uno o más decretos con fuerza de ley. El o los decretos
correspondientes deberán ser dictados a través del Ministerio del
Interior y suscritos además por el Ministro de Hacienda.
La facultad que otorga el inciso anterior comprende la de
fijar requisitos generales que deberán cumplirse para el ingreso
y promoción de determinados cargos de las plantas municipales.
Los requisitos referidos no regirán para el encasillamiento que
dispone el inciso final de este artículo.
Los actuales escalafones se mantendrán vigentes, mientras el
Presidente de la República no haga uso de la facultad a que se
refiere el inciso primero.
El encasillamiento del actual personal de planta procederá
de pleno derecho. Para el solo efecto de la aplicación práctica
de este encasillamiento los alcaldes mediante decreto, dejarán
constancia de la ubicación concreta que ha correspondido en las
plantas a cada funcionario.

Artículo 2º. Facúltase igualmente al Presidente de la Repú-


blica, para que en el plazo señalado en el inciso primero del
artículo anterior mediante uno o más decretos con fuerza de

482
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

ley, incluya en dichas plantas aquellos cargos desempeñados


por el personal a contrata y personas contratadas a honora-
rios asimiladas a un grado, en las municipalidades a la fecha
de publicación de esta ley, y siempre que ellos correspondan
a cualesquiera de las funciones a que se refiere el artículo 2º
permanente de este Estatuto, no rigiendo para este efecto las
limitaciones establecidas en el artículo 65 de la Ley Nº 18.294,
en el artículo 67 de la Ley Nº 18.382 y en el inciso segundo del
artículo 9º de la Ley Nº 18.834.
Dentro del plazo de 30 días, contado desde la publicación
de los respectivos decretos con fuerza de ley a que se refiere el
inciso anterior, los alcaldes encasillarán sin concurso previo, en
los cargos de las nuevas plantas que quedaren vacantes una vez
aplicadas las normas del artículo anterior, a los funcionarios a
contrata y personas contratadas a honorarios asimiladas a un
grado, que estuvieren en servicio a la fecha de publicación de esta
Ley. Para poder ser encasilladas, estas personas deberán cumplir
los requisitos exigidos por la legislación en vigencia para ocupar
el cargo correspondiente y no podrán serlo en un cargo de gra-
do superior al que tenían a la fecha de publicación de esta ley.
Estos encasillamientos regirán a contar del día primero del mes
siguiente al de la fecha del decreto alcaldicio respectivo.
El personal que con motivo de este encasillamiento quede
con una remuneración inferior a la que tenía como contratado,
tendrá derecho a que la diferencia le sea pagada por planilla
suplementaria, la que será imponible y reajustable en la misma
proporción que lo fueron las remuneraciones que sirvan para
calcularla.

Artículo 3º. El personal de planta que no desempeñe las fun-


ciones a que se refiere el artículo 2º permanente, continuará en
el desempeño de sus cargos.
Las nuevas plantas que se creen en conformidad al artículo 1º
transitorio incluirán los cargos que no correspondan a las funciones
referidas en el inciso precedente, los que llevarán la denomina-
ción de “cargo suplementario”, cuando quienes los desempeñen
no hayan podido ser encasillados en cargos que correspondan
a dichas funciones. Quienes desempeñen tales cargos tendrán
derecho a ascender, con arreglo a las normas vigentes, en la res-

483
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

pectiva planta. La supresión del cargo suplementario operará de


pleno derecho desde la fecha en que quede vacante.

Artículo 4º. La aplicación de las normas contenidas en esta


ley no podrá significar disminución de remuneraciones ni pér-
dida de cualquier otro derecho para el personal de planta en
actual servicio.

Artículo 5º. El personal a contrata y personas contratadas a


honorarios asimiladas a un grado, que se encuentre en servicio
a la fecha de publicación de esta ley, mantendrá tal calidad hasta
la fecha en que entre a regir el encasillamiento a que se refiere el
inciso segundo del artículo 2º transitorio. No obstante los contratos
de este personal, cuya fecha de vencimiento fuere posterior a la
del encasillamiento, y que no fuere incluido en él, mantendrán
su vigencia hasta la fecha estipulada en los mismos.

Artículo 6º. El personal que actualmente cumple funciones


en calidad de interino, la conservará durante el plazo de sesenta
días contado desde la publicación de esta ley o hasta el término
del período de nombramiento, si éste fuera menor.

Artículo 7º. El requisito de haber aprobado la educación básica


o de poseer el nivel educacional o título profesional o técnico,
establecido en el artículo 10 permanente, letra d), no será exigible
al personal de planta en actual servicio.
En tanto no se adecuen las plantas de personal a lo dispuesto
en el artículo 7º permanente, la validación de cursos se ceñirá a
las disposiciones de los artículos 3º y 4º del Decreto con Fuerza
de Ley Nº 90, de 1977, del Ministerio de Hacienda.

Artículo 8º. Derogado.

Artículo 9º. Las viviendas ocupadas actualmente por funcionarios


que, de acuerdo a este Estatuto, no tengan derecho a utilizarlas,
deberán ser restituidas en el plazo de un año a contar de la fecha de
vigencia de esta ley. Durante dicho período, el funcionario deberá
cumplir las obligaciones que le imponía la legislación bajo cuyo
amparo sustenta la tenencia de la vivienda.

484
ANEXO 4. ESTATUTO ADMINISTRATIVO PARA FUNCIONARIOS MUNICIPALES

Artículo 10. Las investigaciones y sumarios administrativos en


tramitación a la fecha de entrada en vigencia de este Estatuto, se
ceñirán a las normas de procedimiento contenidas en la legislación
vigente al momento de su inicio, pero en lo relativo a las sanciones
se ajustarán a lo dispuesto en este Estatuto.
Las sanciones administrativas de suspensión del empleo y traslado,
aplicadas con anterioridad a la vigencia de este Estatuto, producirán
respecto del ascenso igual efecto que la medida disciplinaria de
multa prevista en el artículo 120 letra b).

Artículo 11. Los concursos pendientes a la fecha de vigencia de


este Estatuto, se regirán por las normas legales aplicables a la fecha
de publicación del respectivo llamado.

Artículo 12. No obstante lo dispuesto en el artículo 84, los funcio-


narios que actualmente desempeñan empleos compatibles que no se
encuentren considerados en el artículo 85, mantendrán el derecho
de continuar ejerciéndolos en las mismas condiciones.

Artículo 13. Las normas legales y reglamentarias que regían los


derechos de desahucio, de jubilación y otros beneficios de similar
naturaleza, seguirán vigentes respecto del personal de las municipa-
lidades al cual se aplicaban dichas disposiciones al 1º de septiembre
de 1989.

Artículo 14. Los funcionarios municipales regidos por esta ley, que a
la fecha de ella hubieren cumplido veinte años de servicios computables
para la jubilación y se hubieren desempeñado en el grado máximo
de su respectivo escalafón de especialidad durante un período de a
lo menos un año, mantendrán estas condiciones habilitantes para los
efectos de lo dispuesto en el artículo 132 del Decreto con Fuerza de
Ley Nº 338, de 1960, no obstante las modificaciones que pudieren
producirse en su ubicación en el respectivo escalafón como resultado
de la aplicación de los artículos 7º permanente y 1º transitorio.

Artículo 15. Los funcionarios afectos al régimen previsional anti-


guo que hagan uso de permiso sin goce de remuneraciones podrán
efectuar de su peculio, para los efectos del desahucio y de la previsión,
las imposiciones que correspondan.

485
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

Artículo 16. Corresponderá a la respectiva Comisión de Medicina


Preventiva e Invalidez pronunciarse acerca de si el estado de salud
de los funcionarios afectos a los regímenes de previsión a que se
refiere el decreto ley Nº 3.501, de 1980, es o no recuperable. Si no
lo fuere, el funcionario deberá retirarse de la municipalidad dentro
del plazo de seis meses contados desde que el alcalde le notifique
mediante la transcripción de la resolución de irrecuperabilidad que
le afecta, emitida por dicha comisión, la que deberá ser comunicada
a la respectiva entidad.
A contar de la fecha de la notificación y durante el referido plazo
de seis meses el funcionario no estará obligado a trabajar y gozará
de todas las remuneraciones correspondientes a su empleo, las que
serán de cargo del empleador.

Artículo 17. En el caso de fallecimiento de un funcionario con


derecho a desahucio, el cónyuge sobreviviente, los hijos o los padres,
en el orden señalado, tendrán derecho a percibir el desahucio que
habría correspondido al funcionario si se hubiere retirado a la fecha
de fallecimiento. Si no existieren las personas indicadas, el derecho
al desahucio integrará el haber de la herencia.

JOSÉ T. MERINO CASTRO, Almirante, Comandante en Jefe de la Armada,


Miembro de la Junta de Gobierno.– FERNANDO MATTHEI AUBEL, General
del Aire, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Miembro de la Junta
de Gobierno.– SANTIAGO SINCLAIR OYANEDER, Teniente General del Ejér-
cito, Miembro de la Junta de Gobierno.– Jorge Portilla Carvajal, General
Subdirector, General Director de Carabineros y Miembro de la Junta de
Gobierno subrogante.
Habiéndose dado cumplimiento a lo dispuesto en el Nº 1, del artículo 82
de la Constitución Política de la República y por cuanto he tenido a bien
aprobar la precedente ley, la sanciono y la firmo en señal de promulgación.
Llévese a efecto como ley de la República.
Regístrese en Contraloría General de la República, publíquese en el Dia-
rio Oficial e insértese en la Recopilación Oficial de dicha Contraloría.
Santiago, 15 de diciembre de 1989.
AUGUSTO PINOCHET UGARTE, Capitán General, Presidente de la Repú-
blica.– Carlos Caceres Contreras, Ministro del Interior.

486
BIBLIOGRAFÍA

AYLWIN AZÓCAR, ARTURO, Análisis crítico del régimen municipal y proposiciones


para una nueva legislación, Editorial Jurídica de Chile, 1973.
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487
DERECHO MUNICIPAL CHILENO

LEYES, DECRETOS, SENTENCIAS Y DICTÁMENES

Sentencias Tribunal Calificador.


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Municipalidades.
Ley Orgánica de Municipalidades, Ley Nº 18.695, DFL Nº 1 de 9 de mayo
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DFL Nº 458, sobre Urbanismo y Construcciones, de 1976, Ministerio de
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TEXTOS JURÍDICOS

Revista de Derecho y Jurisprudencia.


Gaceta Jurídica.
Legislación municipal, Editorial Cono Sur, 1997.

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