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CAPITULO I: Canciones

1.- ROSAL VIVIENTE


Vals: Miguel Ciccia Vásquez

Es una tarde, de púrpura color


el horizonte, tatuado en rojo sol,
es la alborada diseñada de algarrobos
la arena suelta que mueve el viento al correr

Las calles quietas, el tierno anochecer


es la silueta, el garbo al caminar
son las Piuranas nobles, bellas y galanas
rosal viviente de un piurano atardecer
¡Rosal viviente de un piurano atardecer!

Es el recuerdo eterno de los años bellos


de mi juventud
es el alma que canta,
el corazón inquieto por volver a ti
es la avenida Grau, el puente viejo
y la picantería es el calor de amigos, s el calor de Piura,
es el calor de amor

Es el jardín soñado
que entre cafetales ofrece la paz
es Canchaque hermoso,
romántico cielo donde nace el sol
en el mar de Colán,
feliz descansa el sol arrullado por las olas
en Piura nace el sol,
en Piura duerme el sol con todo su calor

Es el recuerdo eterno de los años bellos


de mi juventud es el alma que canta,
el corazón inquieto por volver a ti
es la avenida Grau, el puente viejo
y la picantería es el calor de amigos, es el calor de Piura,
es el calor de amor

Es el jardín soñado
que entre cafetales ofrece la paz
es Cachaque hermoso, romántico cielo
donde nace el sol en el mar de Colán, felíz descansa el sol
arrullado por las olas
en Piura nace el sol, en Piura duerme el sol...
De Piura el eterno calor !!!
CAPITULO II: Himnos

HIMNO A PIURA
Letra: Enrique del Carmen Ramos

Elevemos, elevemos, Piuranos el Himno


elevemos Piuranos el Himno,
franco noble, franco noble
franco noble, entusiasta y viril

Del que marcha afanoso


a la cumbre, a la cumbre
donde viera, donde viera
donde viera la gloria de lucir.

Ya no es Piura, la ñusta escondida


en las breñas de agreste región
es matrona que besa los mares
y corona los rayos del sol.

Piura, Pirwa, Pirhua es la misma


que a la patria su nombre legó
y al Perú porque surja le brinda
de su seno el jugo de amor.

Elevemos, elevemos...

HIMNO MELENDISTA

Aguerrida muchachada del Meléndez


al frente y siempre a conquistar el porvenir,
con la sabia que bebemos en las fuentes
de este glorioso y venerable plantel.

Hagamos del Perú una patria digna


así lo espera nuestro pueblo La Unión
y que más tarde las futuras promociones
sigan la ruta que dejemos al partir.

Con empeño melendistas a estudiar,


juntas las fuerzas, todos hemos de triunfar,
que refuercen nuestra acción,
optimismo y corazón
para siempre prometamos no flaquear.

Que la unión se enorgullezca de sus hijos


que año tras año su bienestar labrando van
que la semilla que en nosotros se ha sembrado con afán ,
halle campo para su germinación.

autor : Prof. Pedro E. Dedios. N


HIMNO DEL COLEGIO SAN MIGUEL DE PIURA
Letra: Francisco Xandoval
Música: Wilfredo Obando
CORO
¡Amanece! ¡Amanece! ¡Amanece!
Amanece en el Norte y el Sur!
Y está henchida de fuerza y de sangre
Nuestra alegre y viril juventud

Amanece en el ámbito patrio


Y amanece en el alma también
Y por eso lanzamos un himno
De esperanza, de amor y de fe

ESTROFAS
Somos jóvenes, bravos y fuertes
Somos ímpetu, impulso, altivez
Y llevamos por sola divisa,
Trabajar, estudiar y vencer

Como Anteo al pisar en la tierra


Nuestra fuerza renace también
De la savia que inyecta en nosotros
Nuestro amado y leal ¡San Miguel!

Y por ti viejo claustro cantemos


Porque al par que nos abres la sed
Nos ofreces el agua clarísima
De tus fuentes de luz, ¡San Miguel!

Preparemos el alma y el cuerpo


Y entre ciencia y deporte a la vez
Ensayemos el vuelo estupendo
Que nos de el porvenir ¡San Miguel

Serán tuyos los triunfos de entonces


Será tuya su dulce embriaguez
Será tuya la llave de oro
San Miguel, San Miguel, ¡San Miguel!
CAPITULO III: Poemas

POEMA A COCACHOS APRENDI (NICOMEDES SANTA CRUZ)


A cocachos aprendí
mi labor de colegial
en el Colegio Fiscal
del barrio donde nací.

Tener primaria completa


era raro en mi niñez
(nos sentábamos de a tres
en una sola carpeta).
Yo creo que la palmeta
la inventaron para mí,
de la vez que una rompí
me apodaron ?mano´e fierro?,
y por ser tan mataperro
a cocachos aprendí.

Juguetón de nacimiento,
por dedicarme al recreo
sacaba Diez en Aseo
y Once en Aprovechamiento.
De la Conducta ni cuento
pues, para colmo de mal
era mi voz general
?¡chócala pa la salida!?
dejando a veces perdida
mi labor de colegial.

¡Campeón en lingo y bolero!


¡Rey del trompo con huaraca!
¡Mago haciéndome ?la vaca?
y en bolitas, el primero…!
En Aritmética, Cero.
En Geografía, igual.
Doce en examen oral,
Trece en examen escrito.
Si no me ?soplan? repito
en el Colegio Fiscal.

Con esa nota mezquina


terminé mi Quinto al tranco,
tiré el guardapolvo blanco
(de costalitos de harina).

Y hoy, parado en una esquina


lloro el tiempo que perdí:
los otros niños de allí
alcanzaron nombre egregio.
Yo no aproveché el Colegio
del barrio donde nací…
POEMA EL DESPRECIO
- Nicomedes Santa Cruz -

Me despreciaste por negro


y yo te quise por blanca
que maldito sea el color
que separó nuestras almas.

Por un instante quise yo


que el sol nublara mis esperanzas
pero la noche no le quiso dar
el color a mi alma.

Y la culpa la tengo yo
porque creí que ese amor
cuando se quiere de veraz
no se fija en el color.

Te burlas de mi porque tengo esta piel negra


que tanto te espanta, que tanto maldices
que tanto desprecias.
Mucho más blanca que tú
tengo el alma y las entrañas.

Por eso te digo mujer


si Dios es más grande del mundo,
porque me desprecias
si tu al lado de Él: no eres nada.

Razón tenía mi madre


cuando supo que te amaba
se compadecía de mi.

Es que sabía la pobre


como queremos los negros
y como los blancos desprecian
el color de nuestras almas.

Mira, aunque mis ojos son tan negros


lloran lágrimas blancas.
Me despreciaste por negro
y yo te quise por blanca.
LA BANDERA (fragmento) ENRIQUE LÓPEZ ALBUJAR

Fue bandera
la bandera roja y blanca,
la que altiva allá en el Morro
un adiós de muerte diera a la estrella solitaria,
la que allí fue sacrificio;
la que allí cayó en el ara
bautizada con la sangre del guerrero más heroico
que inmolóse, como un Cristo, por la redención peruana.
Fue bandera la que al tope
de la nave legendaria
por tres veces cayó herida,
como un ave ensangrentada,
y tres veces alzó el vuelo
entre nubes, entre truenos, entre rayos y entre salvas;
y cayó porque no había
ya una mano que la alzara
y cayó porque era justo
que a los cuerpos de sus hijos les sirviera de mortaja.
¡Ah, Jesús también un día siete veces da en el suelo,
y las siete veces, triste, pero heroico, se levanta...

LA BANDERA (fragmento) ENRIQUE LÓPEZ ALBUJAR

!Oh , bandera bicolor!


!Oh, bandera roja y blanca,
que en el Morro fuiste incendio
y jirones en el "Huáscar",
que parece que la sangre de tus hijos te hizo roja
y la nieve diamantina de las Andes te hizo blanca!
!Oh, bandera, tu que has visto
nuestras glorias desgarradas
por el hosco y formidable
vendaval de la desgracia,
vuelve a ser lo que tú has sido:
el orgullo de la Patria,
deja ese aire dolorido de verguenza y de derrota,
y en el mástil de esa nave,que ha de ser en nuestras aguas
otro andante caballero
de perínclitas batallas,
desenvuélvete altanera
y sacúdete gallarda.
Sólo así nuestras pupilas te verán como una hostia
cuando tornes a la cruenta comunión de las batalla
LA VIRGEN Y EL CIEGO
Camina la virgen pura
de Egipto para Belén
y en el medio del camino
pide el Niño de beber.
No pidas agua, mi vida,
no pidas agua mi bien,
que los rios vienen turbios
y los arroyos también,
y las fuentes se secaron
y ya no pueden correr.
Más arriba en aquel alto,
hay un dulce naranjel
cargadito de naranjas
que otra no puede tener

El viejo que las guarda


es un ciego que no ve.
Demé, ciego una naranja
para el Niño entretener.
Entre usted, señora, y coja
las que hubiere menester.

La virgen, como era virgen,


no cogía más que tres:
el Niño, como era Niño
no cesaba de coger.
Por una que coge el Niño
cien vuelven a florecer.
Camina la virgen pura
y el ciego comienza a ver.
¿Quién sería esa señora
que me hizo tanto bien,
que me dio luz a los ojos
y en el corazón también?

Era la virgen Maria


que va de Egipto a Belén.

LAS ABANDONADAS
Cómo, me dan pena las abandonadas,
que amaron creyendo ser también amadas.
Y van por la vida llorando un cariño,
recordando a un hombre y arrastrando un niño.

Como hay quién derribe del árbol la hoja,


y al verla en el suelo, ya no la recoja,
y hay quién a pedradas tire el fruto verde,
y lo eche rodando después que lo muerde.
Las abandonadas son frutas caídas,
del árbol frondoso y alto de la vida,
son más que caídas, fruta derribada,
por un beso artero, como una pedrada.

Por las calles ruedan estas tristes frutas


como maceradas manzanas injutas
y en sus pobres cuerpos antaños surgentes
llevan la indeleble marca de sus dientes.

Tienen dos caminos que escoger


el quicio de una puerta honrada o el harén del vicio,
y en medio de tanto, de tantos rigores
hay quién al hablarles, se atreva de amores.

Aquellos magnates que ampararlas pueden


más las precipitan para qué más rueden
y hay quién se vuelva su postrer verdugo
queriendo exprimirlas, si aún les queda jugo.

Las abandonadas son como el bagazo,


que alambica el beso y exprime el abrazo,
si aún les queda zumo, lo chupa el dolor,
son tristes bagazos, bagazos de amor.

Cuando las encuentro me llenan de angustia,


sus senos marchitos, y sus caras mustias,
y pienso que llevan en sus arrepentimientos
un niño que es hijo del remordimiento.

El remordimiento lo arrastra algún hombre oculto


que al ver a esos niños de blandos cabellos
yo quisiera amarlos y ser padre de ellos.

Las abandonadas me dan estas penas


porque casi todas son mujeres buenas
son manzanas secas, son frutas caídas,
del árbol frondoso y alto de la vida.

De sus hondas cuitas ni el Señor se apiada,


porque de esas cosas Dios no sabe nada,
y así van las pobres, llorando un cariño,
recordando a un hombre, y arrastrando un niño.
LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!


Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras


en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma


de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como


cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Patria idolatrada

Patria idolatrada
Centro de mi amor
Numen de mis himnos
Alma de mi voz
Cuando será el día
Cuando querrá Dios
Que feliz te brinde
Mi esfuerzo, y mi dolor.
A tus ojos bellos
Mudos de aflicción
Llanto ya no acude
Todo se agoto
Otros en tus duelos
Olviden tu dolor
Que cuando más tu sufras
Mas te quiero yo.
...BRF..... 1932_2013.
Verdades Amargas de Ramón Ortega

Yo no quiero mirar lo que he mirado


a través del cristal de la experiencia,
el mundo es un mercado en que se compra
honores, voluntades y conciencia.

Amigos…es mentira…no hay amigos,


la verdadera amistad es ilusión,
ella cambia, se aleja y desaparece,
con los giros que da la situación.

Amigos complacientes sólo tienen


los que disfrutan de ventura y calma,
pero aquellos que abate el infortunio,
sólo tienen tristezas en el alma.

Si estamos bien, nos buscan nos invitan nos adulan,


más si acaso caemos francamente
Solo por compromiso nos saludan.

En éste laberinto de la vida,


donde tanto domina la maldad,
todo tiene su precio estipulado,
amores, parentesco, y amistad.

El que nada atesora, nada vale,


en toda reunión pasa por necio;
y por nobles que sus hechos sean,
lo que alcanza es la burla y el desprecio.

Solo lo que brille nomás tiene cabida,


aunque brille por oro lo que es cobre,
lo que no perdonamos en la vida
es el cruel delito de haber nacido pobre.

La estupidez, el vicio y hasta el crimen


pueden tener su puesto señalado,
las llagas del defecto no se miran
si las cubre un diamante bien tallado.

La sociedad que adora su deshonra,


persigue con saña al criminal,
más, si el puñal es de oro,
enmudece el juez…y besa el puñal.

Nada humano es perfecto y nada afable,


todo está con lo impuro entremezclado,
el mismo corazón con ser tan noble,
cuántas veces se encuentra enmascarado.
Que existe la virtud…yo no lo niego
pero siempre en conjunto defectuoso,
hay rasgos de virtud en el malvado
y hay rasgos de maldad en el virtuoso.

Cuándo veo a mi paso tanta infamia


y que mancha mi planta tanto lodo,
ganas me dan de maldecir la vida,
ganas me dan de maldecirlo todo.

Porque ceñido a la verdad estoy,


me dieron a libar hiel y veneno,
hiel y veneno en recompensa doy.

Y si tengo las palabras toscas,


en estas líneas oscuras y sin nombre
doblando las rodillas en el polvo,
pido perdón a Dios, pero no al hombre.

Volverán las oscuras golondrinas


Autor: Gustavo Adolfo Bécquer

Volverán las oscuras golondrinas


en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban 5
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas


de tu jardín las tapias a escalar, 10
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día... 15
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos


las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará; 20
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!
CAPITULO IV: Palabras Célebres

José Domingo Choquehuanca a Simón Bolivar

"Quiso Dios de salvajes formar un gran imperio y creó a Manco Cápac; pecó su raza y lanzó a Pizarro.
Después de tres siglos de expiaciones ha tenido piedad de la América y os ha creado a vos. Sois pues, el
hombre de un designio providencial. Nada de lo hecho hasta ahora se asemeja a lo que habéis hecho, y
para que alguno pueda imitaros será preciso que haya un mundo por libertar. Habeis fundado tres
repúblicas que en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevan vuestra estatua a donde ninguna ha
llegado. Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina".

Inca Atahualpa a Francisco Pizarro

Sin gente que le removiera la conciencia y estorbase en sus planes, Pizarro ordenó rápidamente el
proceso en contra del monarca del Tahuantinsuyo. Un juicio grotesco conformado por los “jueces” Pizarro y
Almagro; el secretario era Sancho de Cuéllar. Al pequeño grupo de hidalgos descontentos se les permite
nombrar como defensor a Juan de Herrada. Por supuesto, Atahualpa perdió “el juicio”. En medio de la
celebración de la escena montada por Pizarro, hizo su aparición un grupo de indígenas azuzados por el
indio Felipillo, quienes llorando se acercaron al estrado para acusar a Atahualpa de haber mandado
asesinar a su hermano en el río Anyamarca, con la escolta que lo conducía. Ya De Soto había partido para
averiguar la verdad, pero los jueces no esperaron su regreso para empezar el proceso.
Lo acusaron entonces formalmente de: bastardo, usurpador, asesino de su hermano, también de disipar
las rentas del estado al empobrecer a su reino con el pago de su rescate, también lo acusaron por el delito
de idolatría, por adúltero, por incitación a los pueblos a revelarse contra España... etc.
El cura Valverde no podía perderse de un último discurso de odio irracional hacia Atahualpa, acusándole
de los peores crímenes, citando los más lúgubres textos bíblicos, pidiendo la muerte contra el salvaje,
encarnación viviente del demonio porque se hacía idolatrar públicamente por su pueblo, y porque
practicaba descaradamente uno de los pecados más horrendos: la poligamia.
Inútilmente el defensor Juan de Herrada invocó a todas las leyes divinas y humanas a favor del inca.
También fue inútil que dijera que el único que tenía jurisdicción para juzgar a un rey vencido era el propio
emperador de España. Ya tenían la sentencia. Juan de Herrada defendió con vehemencia la inocencia de
un hombre que ha vivido de acuerdo con sus leyes, sin haber podido infringir leyes ni practicar religiones
que no conocía. Pero la causa estaba juzgada de antemano. Pizarro y Almagro, llenando hipócritamente
las fórmulas, condenaron sin remordimientos a Atahualpa a ser quemado vivo, a menos que se convirtiera
al cristianismo, en cuyo caso le sería conmutada la hoguera por el garrote.

Es ahí, cuando Atahualpa pide hablar. Todos en el recinto escogido como juzgado, se quedaron en
silencio. El inca se puso de pie, y con voz serena sabiendo ya su destino, se dirigió a Pizarro:
– Es a ti, extranjero, a quien recibí como un amigo que quiero dirigir estas palabras; no he cometido más
faltas que las que ustedes han cometido con mi pueblo. Yo los acuso de traidores, mentirosos, ladrones,
idólatras, porque andan por ahí “bautizando” con un libro y una cruz... un dios que es el símbolo del ultraje
y la mentira, porque en su nombre hacen toda esta mentira en mi contra, ¿dicen que soy polígamo? Estoy
cansado de escuchar esa palabra. Sin embargo, ustedes, han tomado las mujeres que han querido y
deseado, y no son acusados de nada. Me han engañado y yo soy al que culpan. ¿Cómo pueden ser tan
hipócritas? Y tú... – señalando al cura, - ¿Cómo sé que no eres un polígamo? Te he visto mirando con
deseo a mis mujeres... y ellas me han contado que las has acariciado cuando les propagabas tu fe. Tú,
que dices representar a ese dios que dice que son pecados las cosas buenas como el tener los deseos de
estar con una mujer. ¿Cómo lo llamas? “Lujuria”. Dime, cura Valverde. ¿Cómo fue que viniste al mundo?
acaso tu padre no deseó a tu madre?
Valverde estaba lívido. Gritó:
– ¡Blasfemia! ¡Este hombre personifica a Satanás! no tiene derecho a hablar... ¡Callad, os lo ordeno!
– Tú ya no me puedes ordenar nada. Yo soy el rey de este imperio, ahora soy prisionero, pero no dejo de
ser el emperador del Tahuantinsuyo. – Contestó Atahualpa con la impavidez que confiere el saber que su
vida acabaría dijera lo que dijese. – Ahora desean quemarme vivo, para que no queden rastros de mí en
esta, mi tierra, y no pueda ir a reunirme con mi dios Inti. Si de eso se trata, cura Valverde, bautízame para
cumplir con tus ritos, te lo ordeno. Prefiero morir con el garrote.

Un pesado silencio se cernió sobre todos los presentes. Valverde estaba rojo de ira y de vergüenza.
Almagro deseaba que termine de una vez aquella farsa, y Pizarro tenía los ojos clavados en el piso.
– Como ya no me queda nada más por hacer en esta tierra, te haré una última petición, a ver si puedes
cumplirla. – Dijo el inca dirigiéndose a Pizarro: - Cuida de mis hijos, mujeres y parientes.
– Está bien, lo prometo, - dijo Pizarro, tratando de salvar en algo su honra. Luego agregó: - No fue nuestra
la culpa que vuestro pueblo no os haya apoyado... esta guerra la gané en buena lid.
– “Usos son de la guerra, vencer y ser vencidos...” – dijo Atahualpa y reprimiendo un suspiro quedó
en silencio. Aquella hermosa frase quedaría para la posteridad.

Aquella misma noche, Atahualpa fue bautizado con el nombre de José Francisco. El cura Valverde, de esa
forma cumplía con su último deseo de venganza. Seguidamente fue agarrotado, que era como se llamaba
a la muerte por la horca. Era el 26 de julio de 1533.

Napoleón Bonaparte
“El método más seguro de permanecer pobre es, sin duda, ser una persona franca.”

“No hay que temer a los que tienen otra opinión, sino a aquellos que tienen otra opinión pero son
demasiado cobardes para manifestarla.”

BRF
“Dios perdona el pecado, pero no el escándalo”

“Nunca digas que el día está triste, mientras no concluya la tarde, porque he visto días tristes pero tardes
felices”

“Una cosa es decir: “tubérculo” y otra es “ber tu culo”

“He hecho lo que he podido por mi patria y moriré contento”

“Un dia más de vida y hubiese hecho la felicidad de mi patria”

René Descartes
“Daria todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro”

Tulio Ramos
“Donde pisa Tulio Ramos no crece la yerba”
CAPITULO V: Miscelaneos
1. “Solo seis te acepto”.
2. “So cojudo para ti será bonita tarde pero para mí nó”. (BRF a Aguirre).
3. Pasaba don machete por la casa que venía de su chacra y don BRF lo invita a refrescarse con un
vaso de cerveza y nuevamente a que repita y así sucesivamente, pero éste se llenaba los vasos, hasta
que don BRF le dijo “suave gordo que este no es chicha”
4. bb

CAPITULO VI

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