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Rol : C-1-2018
Caratulado : “Pérez con I. Municipalidad de Independencia.”
Cuaderno : Principal
I. Antecedentes
No hay ninguna prueba esclareciente que permita establecer que los actores
efectivamente han sufrido un daño por los montos reclamados
En efecto la indemnización del daño moral, así como también la del daño
emergente y lucro cesante, tiene un alcance reparativo del efectivo daño
causado, de modo de dejar a la víctima indemne frente al perjuicio sufrido.
Quien quiera alegar un daño está obligado a probarlo. Mayor razón en el caso
del demandante que a partir del accidente señala que supuestamente sufre
alguna alteración de tipo psicológica que, por esa calidad, debe acreditar, por
los medios legales de prueba, que efectivamente se le ocasionó tal perjuicio
y que en el presente caso, no se ha hecho.
“Cuarto: Que es conveniente dejar asentado que el daño moral debe ser
probado por quien lo reclama, puesto que se hace necesario demostrar el
efectivo detrimento psicológico que un hecho dañoso como el que se ha
descrito pudo producir en la víctima. En efecto, quien pretende atribuir
responsabilidad extracontractual debe demostrar sus supuestos y uno de ellos
es el daño, con arreglo a lo previsto en la regla del onus probandi prevista en
el artículo 1698 del Código Civil, cuyo alcance es extensivo a la materia de
que se trata.”
Este criterio ya había sido asentado con anterioridad por el Máximo Tribunal,
ya que estableció:
Fuera de la falta esclareciente de prueba, digamos por último, que los montos
demandados por cada uno de los actores civiles son abiertamente excesivos,
y no aparecen justificados bajo ningún concepto.
4. En cuanto al daño emergente demandado
En efecto, recordemos que para que un daño sea indemnizable debe ser
cierto, y no meramente hipotético como ocurre con lo demandado.
Hay que tener en cuenta los factores que inciden en la determinación del
precio de un producto: el IVA y el valor real al tiempo de la venta en relación
al valor real del auto al momento de accidente.
Por un lado cabe señalar que el pago del IVA corresponde al cargo que debe
pagar el adquirente de un bien al momento de la compra, por lo que parece
irrisorio que este impuesto se traspase a mi representada y deba ser
soportado eventualmente por motivo de indemnización.
Por otro lado, nada acredita que el valor real al momento del accidente sea
tal. Esto, debido a que el auto fácilmente podría haber presentado cualquier
tipo de deterioro al tiempo del accidente y que esta parte desconoce. Además,
por las fluctuaciones económicas y el paso del tiempo, el valor de los
automóviles va disminuyendo del valor real de compra que se pagó en un
inicio.
POR TANTO;
En mérito de lo expuesto, normas legales citadas, y de conformidad a lo
señalado en el artículo 309 y siguientes del Código de Procedimiento Civil,
SEGUNDO OTROSÍ: Solicito a S.S tener por acompañados, con citacion, los
siguientes documentos: