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 SOCIEDAD

 IMPRESA

 LEY DE MIGRACIONES

Nueva ley migratoria trae beneficios para extranjeros

Avances. Norma permite a profesionales calificados originarios de otros países


realizar actividades académicas y laborales. Además, da facilidades para el ingreso
de investigadores y científicos. También a retirados que tienen una pensión.

28 Mar 2017 | 1:40 h


llegada. Nueva norma da más facilidades a extranjeros que vienen a trabajar al país.

Redacción:

Redacción LR

A partir de ahora, los extranjeros que laboran en empresas foráneascon sede en el Perú y que
han obtenido la calidad migratoria de 'designado' podrán acceder no solo a su permanencia
temporal en el país, sino también a una residencia si su plazo de designación supera los 365
días.

Esta medida, contenida en el Reglamento de la Nueva Ley de Migraciones publicada ayer en el


diario El Peruano, permitirá que los foráneos logren obtener el carné de extranjería. Además
podrán abrir una cuenta bancaria, transferir dinero, adquirir bienes y, por consiguiente,
tributar.

PUEDES VER: Donald Trump firmaría nuevo veto migratorio

"Esta norma establece calidades migratorias en función del tiempo de permanencia y la


actividad que realiza el extranjero. De esta manera, se simplifica la legislación y se protegen los
derechos fundamentales", explicó el superintendente de Migraciones, Eduardo Sevilla
Echevarría.

Otro de los puntos destacados en este reglamento es que facilita la llegada de los 'extranjeros
rentistas' que reciben un ingreso regular por concepto de jubilación, así como una renta
permanente. Debe anotarse que la normativa anterior solo permitía acceder a esta condición a
quienes recibían pensión de jubilación.

Asimismo, fomenta el ingreso de investigadores y científicos mediante la nueva calidad


migratoria de 'Investigación'. Además otorga calidad migratoria de 'Cooperación Temporal' o
'Residente' a los extranjeros del voluntariado internacional.
Con la nueva norma se podrá solicitar la calidad migratoria temporal de 'Investigación' con un
tiempo de 90 días prorrogables por igual período; o la calidad migratoria de 'residente
investigador' hasta por 365 días.

Sevilla Echevarría señaló que de esta forma se facilita el ingreso y permanencia de ciudadanos
extranjeros altamente calificados y el acceso a la residencia de sus familiares, facilitando el
desarrollo de su labor social en el país.

Además, la norma favorece las actividades de voluntariado que realizan los extranjeros en el
país, quienes ya no tendrán que salir del país cada 90 días para gestionar su reingreso. También
protege los derechos fundamentales, en especial de las personas en situación de
vulnerabilidad.

Claves

 mayor castigo. La ley aumenta a 15 años el periodo de restricción de ingreso al país a


los extranjeros expulsados por atentar contra la seguridad nacional o el patrimonio
cultural.

 Sector Público. Ahora los extranjeros podrán acceder a un contrato de trabajo o de


prestación de servicios en el sector público.

https://larepublica.pe/sociedad/1026482-nueva-ley-migratoria-trae-beneficios-para-
extranjeros

ley del 7 DE enero de 2017

07/02/2017

¿Cuáles son los cambios normativos en materia migratoria con la aprobación del Decreto
Legislativo 1350?

No cabe duda que la Ley de


Extranjería de 1991 era una norma obsoleta y carente de un enfoque de derechos humanos. El
Estado peruano tardó más de 20 años en cambiarla.[1] En 2015 se aprobó una nueva ley
migratoria mediante el Decreto Legislativo (DL) N°1236. Lamentablemente, no se concretó su
aplicación y tampoco se reglamentó. El sábado 7 de enero del presente año se publicó en el
Diario oficial el peruano el DL N°1350 Decreto Legislativo de Migraciones que viene a derogar
los DL anteriores es decir la Ley de Extranjería y su modificación así como el DL N°1236. Este DL
y su Reglamento entrarán en vigor al 1ero de marzo de este año. Nuevamente como en el caso
de todas las leyes migratorias esta no se ha adoptado en el seno del Congreso, ello implica que
no se dio un debate parlamentario en materia migratoria. En este artículo nos centraremos en
algunos puntos clave de la Ley que impactan en los derechos de los y las migrantes.

1) Objeto y finalidad de la Ley

El nuevo marco normativo busca de acuerdo al artículo 1 regular el ingreso, la permanencia y la


salida de extranjeros además de regular la emisión de documentos de viajes para nacionales y
extranjeros. Por otro lado, el artículo 3 plantea que la finalidad de la Ley es “contribuir a la
integración de los migrantes y garantizar sus derechos”. Si bien podemos entender que la
regulación del ingreso, permanencia y salida pueden coadyuvar en la integración de las
personas migrantes, no existe en el contenido de la Ley medidas que buscan esta integración y
ejercicio de derechos con otro tipo de medidas de orden cultural que buscan fomentar el
intercambio entre naciones o, de lucha contra la discriminación basada en la nacionalidad.

2) Personas en situación de vulnerabilidad

El nuevo marco normativo reconoce la situación de algunos grupos como de especial


vulnerabilidad. Ello se ve reflejado, en primer lugar, en el artículo 11, el cual establece que
existen personas en situación de vulnerabilidad que deben contar con medidas específicas,
tales como documentos y/o permisos de permanencia temporal o residencia. En este grupo se
encuentran los pueblos indígenas, las víctimas de trata de personas, las víctimas de tráfico
ilícito de migrantes, las personas con discapacidad, las víctimas de violencia familia y sexual, los
niños y niñas y los adultos mayores y “otras personas que requieren protección en atención a
una grave amenaza o afectación a sus derechos fundamentales”.

En segundo lugar, la creación de la calidad “humanitaria” constituye un avance permitiendo dar


una solución migratoria a una diversidad de grupos vulnerables tales personas víctimas de trata
de personas, tráfico ilícito de migrantes, niñez no acompañada, apátrida, personas que huyen
de su territorio por razones vinculadas a desastres naturales y medioambientales y en general,
de acuerdo a la norma, las personas que no han reunido los requisitos para acceder a la
condición de asilado o refugiado. Esta calidad depende directamente del Ministerio de
Relaciones Exteriores y no de Migraciones quien la otorga. Es importante estar atento a la
adopción del Reglamento para conocer el procedimiento para determinar el otorgamiento de
esta calidad. Por ejemplo, en el caso de las víctimas de trata, no debería existir el supuesto de
participación en el proceso penal como condición para el reconocimiento de la calidad
migratoria “humanitaria”. Desde un enfoque de derechos humanos, los criterios deben ser lo
más sencillos y amplios posibles para permitir dar una verdadera protección a estas
personas. [2]

3) La especial situación de los solicitantes de asilo y personas refugiadas

La normativa dedica todo un capítulo al asilo y refugio. Plantea, en primer lugar, que le
corresponde al Ministerio de Relaciones Exteriores el otorgamiento de esta calidad, ello de
acuerdo a las normas vigentes en la materia, entre otras, la ley y el reglamento de refugiado. La
ley determina que las personas refugiadas y asiladas no requieren ni visa ni calidad migratoria
para su ingreso y permanencia en el país. Ello implica en la práctica que no debe exigirse que
una persona refugiada cuenta con una visa a la hora de ingresar al país. Ello es un cambio
importante ya que reconoce la situación especial de las personas refugiadas de acuerdo al
Derecho Internacional de los Refugiados.

4) El debido procedimiento en los procedimientos migratorios


El artículo 26 plantea que los actos migratorios son impugnables de acuerdo a la Ley n°27444,
ley de Procedimiento Administrativo General. Este es un punto fundamental de este cambio
normativo ya que ni la Ley de Extranjería ni el DL N°1236 previa esta disposición lo que
generaba en la práctica que los actores adoptados por las autoridades migratorias no podían
ser impugnados.

4) Cambios en las calidades migratorias

En cuanto a las calidades migratorias, existen cambios sustanciales que buscan simplificar y
facilitar la estadía y permanencia de personas extranjeras en el país. En primer lugar, existe
ahora la posibilidad que los trabajadores migratorios pueden ejercer trabajos por cuenta
propia y por cuenta ajena así como trabajar para el sector público o privado. En segundo lugar,
la Ley crea la calidad “suspendida” para las personas extranjeras privadas de libertad por
infracción a la ley penal. Ello permite que este grupo cuente con algún tipo de registro
migratorio que no sea el de turista y evite el pago de multas por exceso de permanencia.

5) Migración irregular

Con relación al tema de migración irregular, el nuevo decreto plantea que existen dos
supuestos para: 1) Vencimiento del plazo de residencia; 2) Ingreso sin haber realizado el
control migratorio. Plantea además que el Reglamento preverá el procedimiento de
regularización migratoria. En cuenta a las sanciones, la de salida obligatoria por estos
supuestos sólo se aplicará cuando no se habrá solicitado la regularización migratoria.
Adicionalmente, él ejercer una actividad no autorizada por su calidad migratoria será
sancionado con una multa.

6) La reunificación familiar

El artículo 37 plantea la posibilidad de la reunificación familiar tanto para la persona nacional


como la persona extranjera. Es decir la persona nacional quién tiene vínculo con una persona
extranjera puede solicitar el reagrupamiento de su núcleo familiar así como el extranjero con
visa temporal o residente. El Reglamento prevé las condiciones de esta reagrupación familiar, lo
cual suele ser un procedimiento complejo en otros países. El artículo 38 ya establece la lista de
las personas que pueden ser reagrupadas, es decir las que con consideradas partes del núcleo
familiar. Notar aquí que ya la pareja de hecho así como los ascendientes forman parte de este
núcleo familiar. Es necesario que el Reglamento permita realmente garantizar el derecho a vivir
en familia mediante la adopción de procedimientos sencillos y con criterios lo suficientemente
amplios para abarcar situaciones diversas.

7) Sanciones en el ejercicio del control migratorio

El último punto a comentar y no el menos importante es el tema de sanciones. Optamos aquí


por entender también que los impedimentos de ingreso como parte del control migratorio
constituyen una sanción. Se establece, entre otros impedimentos, el ingreso a la persona con
“información falsa o documentos falsos, adulterados o fraguados”. Este punto puede ser
problemático cuando pensemos en las personas refugiadas o las personas que pueden optra
por la calidad migratoria “humanitaria” ya que por la misma situación que los llevó a salir,
temor fundado de persecución, conflicto, situación extrema de violencia, entre otras, pueden
haber usado documentos falsos o visas falsas. El derecho a la no devolución y él de no rechazo
en fronteras, establecidos en la Convención de Ginebra y en otros tratados de derechos
humanos, obligan a las autoridades migratorias a garantizar que estas personas puedan
presentar su solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado o humanitaria.

En cuanto a las sanciones, estas son muy similares a las planteadas en la Ley de Extranjería.
Existen algunas diferencias sustanciales: a) se plantea un plazo de impedimento de reingreso: 5
años para la salida obligatoria y 15 años para la expulsión; b) Se garantiza la aplicación del
principio del debido procedimiento en el procedimiento sancionador; c) Se plantea que para
ejecutar las sanciones la autoridad migratoria puede disponer de la salida compulsiva con la
autoridad policial mediante el puesto de control fronterizo más cercano.; d) La autoridad
migratoria está facultada para adoptar medidas de ejecución coactiva, ejecución subsidiaria,
multa coercitiva y compulsión sobre personas.

Los dos últimos puntos comentados (c y d) generan muchas dudas en cuanto a los límites del
procedimiento sancionador. Nuevamente, debemos estar muy atentos a la adopción del
Reglamento que debe plantear los mecanismos y límites al procedimiento sancionador y su
ejecución. Si es necesario hacer hincapié que existen una serie de garantías sobre el tema de
sanciones planteadas por la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de
todos los trabajadores migratorios y sus familias así como otros instrumentos y mecanismos a
nivel del derecho internacional de los derechos humanos.

Escribe: Cecile Blouin, investigadora senior del IDEHPUCP

(07.02.2017)

(Foto: Andina)

[1] Ver el Informe del Comité de Protección de los Derechos de todos los Trabajadores
Migratorios y de sus Familiares. 2015 Observaciones Finales al Estado Peruano.
https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G15/097/35/PDF/G1509735.pdf?
OpenElement

[2] Ver: Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Principios y
Directrices recomendados sobre derechos humanos y trata de personas 2010
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/Commentary_Human_Trafficking_sp.pdf

http://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/cuales-son-los-cambios-normativos-en-
materia-migratoria-con-la-aprobacion-del-decreto-legislativo1350/
https://www.migraciones.gob.pe/index.php/nueva-ley-de-migraciones-dl-n1350/

Libro que permite comprender el desarrollo de la normativa migratoria


peruana.

Una de las preocupaciones más importantes que enfrentan los Estados


en la actualidad es encontrar un adecuado equilibrio que permita facilitar
los flujos turísticos y comerciales propios de una sociedad globalizada y,
a la vez, fortalecer la seguridad migratoria para prevenir que la creciente
e indetenible movilidad humana presente en todo el mundo, se convierta
en un riesgo para el orden y seguridad interna de los países.

Afrontar ese desafío requiere de una autoridad migratoria moderna y


eficaz, que cuente con un alto estándar en el uso de la tecnología, que
simplifique el tránsito de las personas; y también que tenga una
normativa clara y precisa que permita regular y administrar ese flujo
migratorio, en un marco de seguridad, simplificación y respeto a los
derechos humanos.

Por ello, las políticas migratorias de los países necesitan adaptarse a


esta realidad que se irá acentuando en el transcurso del presente siglo.
En ese sentido, es muy valioso y oportuno el apoyo que la Organización
Mundial para las Migraciones –OIM y el Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados – ACNUR brindan a los países para
fortalecer las capacidades de las autoridades migratorias.

En el Perú, la Superintendencia Nacional de Migraciones –


MIGRACIONES, que tiene una fluida relación de cooperación con estas
entidades del sistema de Naciones Unidas, ha dado pasos significativos
para afrontar esa situación. La promulgación de la nueva Ley y
Reglamento de Migraciones (DL N° 1350 y DS N° 007-2017-IN),
aprobados en el primer trimestre de 2017, evidencian el compromiso del
sector Interior por abordar estos desafíos.

La nueva legislación migratoria peruana supera las diversas de trabas y


vacíos que contenía la norma precedente –el Decreto Legislativo N°
1236, que era inaplicable en gran parte por carecer de reglamento-,
simplifica y ordena los trámites migratorios e incentiva el desarrollo de la
economía, promoviendo la integración de las personas migrantes a la
sociedad peruana.

Esta normativa facilita el ingreso y permanencia de ciudadanos


extranjeros altamente calificados. Los científicos, inversionistas, rentistas,
estudiantes, voluntarios y trabajadores, entre otros, tienen ahora un
marco legal más claro y preciso para acceder a una calidad migratoria
acorde a las actividades que proyectan realizar en el Perú. También
protege los derechos fundamentales de los ciudadanos extranjeros, en
especial de las personas en situación de vulnerabilidad; y fortalece las
capacidades de fiscalización, verificación y sanción de la autoridad
migratoria, fomentando la interoperabilidad para coadyuvar a la seguridad
y orden interno.

Adaptarnos al desafío que representa el incremento de los flujos


migratorios implica también una indispensable reorganización
institucional. Con esa finalidad, MIGRACIONES tendrá pronto un nuevo
Reglamento de Organización y Funciones y un nuevo Texto Único de
Procedimientos Administrativos; además, está activando más puestos de
control migratorio y fronterizo, e implementando soluciones tecnológicas
que faciliten los trámites a los ciudadanos nacionales y extranjeros.

Como resultado de la globalización y el masivo incremento de la


movilidad humana, el fenómeno de la migración plantea una importante
problemática a los Estados. En ese sentido, la modernización de la
legislación migratoria es ineludible para afrontar una situación que implica
también otras diversas aristas, administrativas, políticas, económicas,
culturales, etc. La presente Compilación Normativa Migratoria, cuya
primera edición tenemos el honor de prologar, representa, en ese sentido,
una importante contribución para el tratamiento normativo y legal de este
importante tema de nuestro tiempo.
Eduardo Sevilla Echevarría
Superintendente Nacional de Migraciones

9/1/2017

ENFOQUE
El reto de la política migratoria en el país
El fenómeno de las migraciones internacionales constituye un elemento que está
transformando las sociedades y la política a escala mundial, tal como lo afirmaron
Castles y Miller en La era de las migraciones. Una de las tendencias que ha
experimentado estos últimos años este proceso migratorio es el de la
diversificación.
Isabel Berganza Directora de la Escuela de Derecho Universidad Antonio Ruiz de Montoya

Así, Perú hace diez años era un país de expulsión de población. Las personas nacionales
buscaban un futuro mejor en otros países. Sin embargo, según datos del Instituto Nacional de
Estadística e Informática, actualmente la tendencia es decreciente, mientras que el número de
peruanos retornantes y el de inmigrantes crecen, así como el número de solicitudes de asilo en
el país.

Ante este aumento de personas extranjeras residentes se ha elaborado una nueva ley de
extranjería. La anterior, que aún sigue vigente, es de 1991 y nunca ha sido reglamentada, lo
que ha generado muchos vacíos y problemas legales. En el 2015, mediante el Decreto
Legislativo N° 1236 se publicó la nueva Ley de Extranjería. Esta norma fue saludada por la
Defensoría del Pueblo al destacar que “mantiene un equilibrio entre la debida protección de
los derechos de las personas migrantes y las exigencias de seguridad del Estado” al incorporar
principios como el respeto a los derechos humanos de los migrantes, la unidad familiar, el
interés superior del niño y la no criminalización de la migración irregular.

Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, aún no ha entrado en vigor debido a que no se
ha reglamentado. Es más, el Tribunal Constitucional en sentencia reciente ha declarado como
estado de cosa inconstitucional la no existencia de un reglamento que norme el procedimiento
migratorio sancionador y ha requerido al Ejecutivo que cumpla con la aprobación del
reglamento del decreto legislativo.

Ante esta situación no hay que pasar por alto que la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos ha resaltado con preocupación que varios Estados de la región han endurecido sus
políticas migratorias, por medio de medidas tales como aumentar la seguridad en las fronteras,
criminalizar la migración y limitar el acceso a procedimientos de protección internacional,
especialmente a la solicitud de refugio. Porque, si bien, mediante ellas se pretende promover la
seguridad, finalmente conllevan un mayor riesgo para las personas migrantes porque ponen
sus vidas en manos de ‘coyotes’ para llegar a su destino.

Por ello, el reto fundamental que actualmente enfrenta el Gobierno peruano en el desarrollo
de su política migratoria es conjugar adecuadamente el enfoque de derechos humanos con el
de seguridad. Solo así se logrará una gestión adecuada de las migraciones.

https://elperuano.pe/noticia-el-reto-de-politica-migratoria-el-pais-50081.aspx
ACTUALIDAD »

29.06.2018

Medina: Política migratoria del Gobierno es concordante con los derechos humanos

El ministro del Interior indicó que el Primer Congreso Internacional sobre Inmigración fue un
espacio fructífero para analizar el fenómeno de la migración

Mauro Medina, ministro del Interior, sostuvo que el gobierno de Martín Vizcarra aplica
una política migratoria concordante con la defensa y la promoción de los derechos humanos.

“Una de las políticas de nuestro gobierno está dirigida a tener y mantener una política
migratoria que sea concordante con los derechos humanos”, destacó.

LEE: La PNP rechazó toda forma de discriminación tras polémica foto

Además, durante el Primer Congreso Internacional sobre Inmigración, dijo que este fue un
espacio de diálogo fructífero para analizar el fenómeno de la migración, así como para
intercambiar experiencias a fin de lograr una mejor acción conjunta.

Medina refirió que las exposiciones permitieron el intercambio de experiencias y constituirán


un aporte significativo con miras a una política migratoria interna en el marco del
fortalecimiento de la seguridad del Estado y el orden interno, así como de la garantía y respeto
de los derechos humanos de los inmigrantes en el Perú.
Agencia Andina

https://canaln.pe/actualidad/medina-politica-migratoria-gobierno-concordante-derechos-
humanos-n328104

Mientras en otros países se cierran puertas, los venezolanos encuentran refugio en Perú

Por ELDA CANTÚ 31 de marzo de 2017

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Una ciudadana venezolana firma documentos para obtener su Permiso Temporal de
Permanencia en Perú el 6 de febrero de 2017. CreditGuadalupe Pardo/Reuters

LIMA — Karla Diez nació en Lima, es hija de peruanos, vive en el distrito limeño Pueblo Libre y
trabaja en el área de mercadotecnia de una multinacional en Perú. Pero siempre que le
preguntan de dónde es, responde: “Soy venezolana”.

Karla, quien tiene cerca de 40 años, pertenece a una comunidad de miles de venezolanos que
forman la llamada “diáspora bolivariana”, unos 200.000 ciudadanos que en los últimos años
han abandonado el país empujados por la escasez de productos básicos, la inseguridad y la
crisis económica.
Viajan sobre todo a Colombia (donde el vicepresidente ha hecho declaraciones
xenófobas sobre ellos), a Panamá (donde se han producido protestas con el eslogan “No más
Arepas”), a Estados Unidos (donde el gobierno planea construir un muro en la frontera con
México) y a Argentina (donde hay mayores controles migratorios desde enero). Y viajan cada
vez más al Perú, donde han encontrado un clima diferente: el gobierno de Pedro Pablo
Kuczynski promulgó a principios de enero un decreto que regulariza la situación los
venezolanos que buscan oportunidades en una de las economías más prósperas de la región.

EXPLORA NYTIMES.COM/ES

Un viaje fantástico, lluvioso y algo solitario por Chile

El Permiso Temporal de Permanencia (PTP) es un beneficio diseñado para los venezolanos


llegados a Perú antes de diciembre de 2016 —cuando Venezuela fue suspendida del Mercosur
— que les permite residir de manera legal durante un año mientras consiguen integrarse a
cualquiera de las categorías previstas en la Ley de Migraciones que entró en vigencia este 1 de
marzo.

El trato humanitario que reciben los venezolanos ha ido acompañado de una enérgica posición
ante las últimas decisiones del gobierno de Nicolás Maduro. A finales de marzo, luego de que el
Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela se adjudicara las tareas parlamentarias que
corresponden a la Asamblea Nacional, la cancillería peruana comunicó que retiraría de manera
definitiva a su embajador en Caracas. Y fue un poco más allá, llamando a los miembros de la
OEA a tomar medidas ante “la evidente ruptura del orden constitucional y democrático en
Venezuela”.

Una tarde de febrero, Eduardo Sevilla, el superintendente de migraciones de Perú, explicaba así
la medida que contempla la situación de los migrantes venezolanos: “Nuestro presidente tuvo
una serie de gestos políticos muy positivos y favorables hacia los derechos humanos. Así es que
recibimos el encargo de estudiar la forma de ayudar a los ciudadanos venezolanos en el país”.
Cuando se le pregunta por qué, Sevilla hace una pausa y añade: “Porque los peruanos somos
un pueblo con memoria”.

La generación que cierra un círculo


Karla no recuerda sus primeros años en Lima, pero conoce la historia: sus papás abandonaron
Perú en 1977 a causa del terrorismo y la inestabilidad política. Como ellos, miles de
profesionales y técnicos peruanos encontraron en Venezuela una economía floreciente y se
establecieron allí. Durante toda su infancia y adolescencia, Karla solo visitó Perú dos veces: “En
ese entonces realmente Perú era un país pobre”, dice.

Su percepción cambió durante un viaje en 2010: “Lo ví súper bonito, con mucho poder
adquisitivo”. Recuerda que le llamaron la atención los centros comerciales, porque ella
trabajaba en un fondo de valores inmobiliarios que administraba centros comerciales en
Caracas.

“Fue la época en que los centros comerciales trabajaban medio tiempo porque no había luz:
empezaron a botar gente y a reducir sueldos. A mis amigos ya no les alcanzaba; yo misma vivía
de las tarjetas”, cuenta. Animada por sus padres y porque tenía la doble nacionalidad, se mudó
a Lima y consiguió trabajo, pero no logró adaptarse así que, luego de probar suerte en Miami,
regresó a Caracas. Volvió a vivir con sus padres, trabajó un año y, cuando cobró sus utilidades,
se dio cuenta que no le alcanzaba para nada. “Me dije: ‘Me guste o no me guste, me voy a
Perú. Y me vine’”.

Como Karla, otros hijos de peruanos —en Venezuela hay unos 150,000— llegaron al Perú en la
primera década del siglo XXI. No fueron los únicos: el gobierno de Alan García brindó asilo
político en 2009 a un puñado de opositores al régimen chavista, entre ellos el excongresista
Óscar Pérez, uno de los dirigentes de Unión Venezolana en Perú, una ONG que en enero de
2016 solicitó al presidente Ollanta Humala la regularización “masiva” de los venezolanos en
Perú. A diferencia de Karla, llegaban al país como turistas y buscaban continuar sus estudios o
conseguir empleo.

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Un ciudadano venezolano estampa su huella digital en los documentos para obtener su
Permiso Temporal de Permanencia, la visa que habilitó el gobierno peruano para permitir a
miles de venezolanos resolver su situación migratoria en el país. CreditGuadalupe
Pardo/Reuters

“No podíamos hablarles a los que estaban llegando de bienestar social, de recreación, de
empleo, cuando no contaban con el oxígeno de cualquier inmigrante: tener sus documentos en
regla”, explica Pérez. Él y sus colegas se reunieron con congresistas de distintos partidos y, con
el cambio de gobierno, encontraron en Pedro Pablo Kuczynski un interlocutor sensible a su
petición.
Aunque las autoridades migratorias ofrecen una estimación cautelosa de “más de 6000
venezolanos” viviendo en Perú, el año pasado el diario El Comercio indicaba que esta cifra
podría superar los 15.000. Desde febrero, cuando el PTP entró en vigencia, la oficina de
migraciones atiende cada día 300 solicitudes de venezolanos que buscan acogerse a este
beneficio. Considerando que el plazo disponible vence en agosto, se calcula que podrían
beneficiarse hasta 36.000 migrantes.

“No es que estemos abriendo las puertas, es que estamos aplicando en el territorio nacional
una visión de derechos humanos que esperamos sea compartida por distintos países”, dice
Sevilla, el superintendente de migraciones. Su oficina también ha extendido un permiso
temporal de permanencia para las mujeres extranjeras que tienen hijos peruanos menores de
edad o con alguna discapacidad.

Aprender a ser migrantes

Por estos días en Perú todo el mundo parece conocer a alguien que acaba de llegar de
Venezuela: la voz que toma la orden de una pizzería en San Isidro tiene acento venezolano; el
joven estilista que causa furor en Miraflores les dice “chamas” a sus clientas; los muchachos
que ofrecen arepas en las calles de Gamarra; la pareja de meseros en un restaurante de
Barranco que dejaron atrás su carrera de abogados y por ahora se contentan con ganar 50
soles diarios de propinas (unos 15 dólares).

La llegada de venezolanos a Lima pone de cabeza el patrón habitual de migración en ambos


países: mientras que Venezuela era un país acostumbrado a recibir migrantes, el Perú de la
segunda mitad del siglo XX no solía ser demasiado atractivo para la inmigración. “¿Cuándo un
venezolano pudo haber pensado que iba a estar en el exterior y que su misión iba a ser enviar
remesas para que su familia sobreviva allá?”, se pregunta el excongresista Pérez. “Tenemos que
comprender que de la noche a la mañana, producto de la grave situación que hay en
Venezuela, nos convertimos en extranjeros”.

Desiree Rodríguez, una asistente administrativa de 27 años, no tenía pensado migrar a Perú
cuando salió de su barrio de Caricuao, en Caracas, acompañada de su hijo David, entonces de
tres años: “Nunca había hecho esta locura de salir por tierra”, dice. Su meta, en noviembre de
2016, era llegar a Chile. Como los pasajes de avión eran demasiado costosos, emprendió el
viaje por carretera. Cinco días después, exhausta, llegó a la capital de Perú. No quería viajar
más y decidió quedarse.

Rodríguez no conocía a nadie en Lima hasta que abordó uno de los buses en su ruta hacia el
sur: “Gracias a Dios en el autobús había muchos venezolanos que venían para acá y peruanos
radicados en Venezuela que dejaron sus negocios allá cerrados y vinieron otra vez aquí”, dice.
Ellos fueron quienes le recomendaron un hospedaje y le ofrecieron ayuda para establecerse en
el país. Aunque aún no encuentra empleo, Rodríguez ya matriculó a su hijo en una guardería e
inició su trámite para acogerse al PTP.

La empresa por la que viajaron Rodríguez y su hijo, Rutas de América, ofrece viajes en bus a
Lima desde Cúcuta, en la frontera colombiana. A finales de febrero, una encargada explicaba
por teléfono que los pasajes costaban 750 soles (230 dólares), que solo salían una vez por
semana y que ya no había cupos para viajar en todo marzo. Tres semanas más tarde, el precio
había aumentado a 800 soles (245 dólares) y la compañía había sumado dos servicios más,
para que se pudiera viajar tres veces por semana. El pasaje, informaron, podía ser pagado
desde Perú para los familiares en Venezuela.
El crecimiento de la comunidad de venezolanos en Lima preocupa a algunos. “En principio
decían ‘qué chévere, qué bien que están viniendo algunos’. Pero yo ahorita siento que sí es
como que están viniendo demasiados…y no quieres que te vean como que vienes a invadir el
país”, dice Karla.

Como un modo generar un impacto positivo en su nuevo hogar, Pérez y sus colegas convocan a
sus compatriotas no solo para brindarles orientación y asistencia, sino que hacen voluntariado
y obra social ayudando a comunidades peruanas menos favorecidas. Para este domingo 26 de
marzo, por ejemplo, habían organizado una brigada para llevar donaciones de ropa, agua,
juguetes y alimentos a Huachipa, una zona azotada por aludes y fuertes lluvias.

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Ciudadanos venezolanos se toman una selfi después de obtener su Permiso Temporal de
Permenancia en Lima el 6 de febrero de 2017. CreditGuadalupe Pardo/Reuters

Por qué a Perú

Jorge Canto Burgos y su esposa decidieron mudarse a Lima en abril de 2016 y llegaron medio
año después. Él era conductor de taxis y ella contadora en el Ministerio de Petróleo y Minería
en Punto Fijo, al noroeste de Venezuela. Empezaron por vender su casa, su auto y luego ella
renunció a su trabajo.

Para ellos, la preocupación principal era ofrecerles seguridad a sus hijos, de 11 y 12 años de
edad. Así que esperaron al fin del ciclo escolar y se mudaron a casa de los suegros de Jorge en
Venezuela. En esos meses él viajó a Perú para buscar un lugar donde vivir y comprar un auto en
el que ahora trabaja haciendo Uber. Cuando llegaron a Lima se toparon con una dificultad: las
notas escolares de los chicos no estaban legalizadas y ningún colegio los admitía.

Migrar implica papeleo: quienes aspiren a estudiar o a un mejor trabajo en el extranjero no


solo debe tramitar pasaportes sino también apostillas y legalizaciones, que en la Venezuela de
hoy puede convertirse en una tarea kafkiana. Desde el año pasado se han reportado esperas
que duran meses. El nivel de demanda, así como la excesiva tramitología crean un terreno fértil
para la corrupción y un mercado negro de documentos que desalienta a algunos.

Teniendo en cuenta esto, el PTP también permite que quienes llegaron con su cédula de
identidad o el pasaporte vencido tengan la alternativa de regularizar su estancia en el país. De
igual manera, Jorge Canto encontró un recurso gracias al cual sus hijos hoy ya están inscritos en
el colegio.

“Me fui al Ministerio de Educación y les dije no me quieren legalizar las notas allá y aquí ningún
colegio me los quiere aceptar”, cuenta. En quince días tenía una resolución oficial para que los
chicos pudieran estudiar. Tomaron un curso de nivelación y ya empezaron la escuela.

El superintendente Sevilla indica que en asuntos migratorios el gobierno no distingue entre


diferentes nacionalidades, sino en función de su vulnerabilidad. Farid Kahhat, internacionalista
y profesor de la Universidad Católica, ofrece esta explicación sobre el PTP: “Es una decisión
sugerente porque está haciendo una interpretación sobre el país del que provienen. No solo
considera la situación económica calamitosa sino que podrían estar huyendo de un sistema
represivo”. Y agrega: “El propio PPK fue alguien que tuvo que huir del gobierno militar”.

Los gestos que ha tenido Perú invitan a pensar que el Permiso Temporal de Permanencia tal vez
pueda tener un carácter con mayor duración. Algo que, de todos modos ya está en la mente de
muchos expatriados.

“A veces me da tristeza. Me acuerdo de mi casa, de mis amigos, de todo. Pero los hijos son
primero. De repente si hubiera estado solo con mi esposa, nos quedábamos”, dice
Jorge riendo. “Pero no. No puedo”.

Cuando a Karla Diez le preguntan si quiere regresar a Venezuela ella dice: “Obviamente que sí,
pero ya sé que no voy a volver”.

https://www.nytimes.com/es/2017/03/31/venezuela-peru-migracion-nicolas-maduro/

Inmigrantes en busca del sueño peruano


Por Carlos Fernández Gates el 20 de Julio 2017 10:13 AM

¿Debe la norma que regula la contratación de personal extranjero modificarse a efectos de


definir nuevas políticas para los inmigrantes que se encuentran en el Perú? Teniendo en cuenta
el panorama actual, donde una gran mayoría de personas visita nuestro país para establecerse,
es más que necesario revisar el propósito de las leyes.
La llegada de extranjeros al Perú no es un fenómeno reciente ni alarmante. Sin embargo, en los
últimos años, hemos sido testigos de cómo el número de personas que llegan al país con la
intención de convertirse en residentes ha ido creciendo sin miras de reducirse.
Justamente, en el mes de febrero de este año entró en vigencia una norma migratoria que
otorgó una condición especial para que los ciudadanos venezolanos pudieran asegurar sus
derechos y facilitar la regularización de su situación migratoria en el Perú. Además, el 1 de
marzo entró en vigencia la nueva Ley de Migraciones, que estableció otras calidades
migratorias.

Cabe mencionar que, muy a la par de estas nuevas condiciones, las limitaciones para la
contratación de personal extranjero creadas hace más de 20 años aún se mantienen vigentes, a
pesar de lo distinto que es el Perú. Es decir, se han modificado los tipos migratorios pero no se
ha definido una política migratoria de forma integrada.

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Al ser anfitriones de inmigrantes es indispensable buscar el mayor beneficio a corto y largo


plazo, tanto para los inmigrantes como para el Perú: solo con una política coordinada el sueño
migratorio de los extranjeros podría hacerse realidad en el Perú.

Políticas a tener en cuenta

Si quisiéramos mantener los límites de contratación de personal extranjero como una


herramienta para controlar el ingreso a nuestro país es vital crear incentivos nuevos. Por
ejemplo, al evaluar la demanda de trabajo en el Perú se pueden conocer qué oficios deberían
ser fomentados.

Hay que tener en cuenta que, si bien existen varios extranjeros que trabajan sin contar con un
aval migratorio que lo permita, ellos también necesitan el apoyo de las autoridades para
insertarse como nuevos participantes del sistema formal peruano. A su vez, las normas de
incentivo o limitación de ingreso, deben estar alineadas a las necesidades y objetivos que
persigue el país.

Por ejemplo, en algunos países se incentiva la llegada de profesionales extranjeros de


determinadas carreras, una vez que se ha podido determinar las industrias que tendrán mayor
demanda en el mercado o aquellas en donde existe escasez de conocimiento y/o personal. Por
otro lado, en otros países, se solicita realizar publicaciones de convocatorias públicas para
puestos de trabajo y solo cuando se demuestra no haber encontrado el candidato ideal en el
mercado local, se aprueba la contratación de personal extranjero. Por ello, es importante
considerar que nuestras limitaciones o incentivos respondan a una política determinada.

No hay que olvidar que el movimiento de personas hacia lugares que ofrezcan una mayor
estabilidad y beneficios, es un fenómeno que seguirá ocurriendo en el mundo. Por lo tanto, es
importante adecuar las políticas públicas de migraciones a las metas del país.

Al ser anfitriones de inmigrantes es indispensable buscar el mayor beneficio a corto y largo


plazo, tanto para los inmigrantes como para el Perú: solo con una política coordinada el sueño
migratorio de los extranjeros podría hacerse realidad en el Perú.

https://www.esan.edu.pe/conexion/actualidad/2017/07/20/inmigrantes-en-busca-del-sueno-
peruano/

Fracasos e improvisación en las políticas migratorias de Europa

España y la UE deben replantearse su política de asilo, que hoy no contribuye ni al desarrollo


sostenible ni a las necesidades de la propia Europa

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J. FÉLIX HOYO (MDM)

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8 ENE 2018 - 08:38 CET

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 Europa, África y la ONU incentivan el regreso a sus casas de los inmigrantes de Libia

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Cruzar la calle en Sudán del Sur puede suponer la muerte. No, no hablamos de tráfico, sino de
etnias constituidas en facciones enfrentadas armadas por otros que se disputan, calle a calle, la
supremacía de un territorio más rico en reservas naturales de lo que permite su frágil
Gobierno. Yemen es bombardeado con crueldad mientras su población lucha contra la falta de
alimentos y contra el cólera, en la que ya es una de las mayores epidemias de esta
enfermedad de la historia. La crisis compleja del lago Chad desplaza a dos millones de
personas. El cambio climático agudiza las sequías en África. El hambre en el mundo ha
aumentado en 2017, por primera vez en este siglo. Los conflictos abiertos de Siria e Irak han
forzado a huir a millones de personas, bajo las bombas de las “fuerzas pacificadoras” o
escapando de la violencia extrema del Daesh. La estabilidad tardará años en recuperarse. Los
atentados terroristas contra la población civil en Somalia o Afganistán causan miles de víctimas,
como en Londres, París, Berlín o Madrid. Sin embargo, estas víctimas pasan casi desapercibidas
para nuestra población europea. Desde la experiencia de Médicos del Mundo en la defensa del
derecho a la salud en estos lugares, estamos en condiciones de asegurar que huir de allí, aun
siendo una decisión difícil, a veces es la única salida.

Pero no hay rutas legales para la huida. Si buscamos una sola ruta segura y formalmente
autorizada hacia Europa para esa población vulnerable que nos rodea, no vamos a encontrarla.
Una población en muchos casos supuestamente protegida por convenios internacionales que
firmamos y, en teoría, asumimos.

Desde el año 2015, la situación migratoria alrededor de Europa se ha agravado. Las tres rutas
tradicionales hacia nuestro continente —desgraciadamente ilegales, en muchos casos mortales
— han experimentado un enorme incremento de tránsito. Más de un millón de personas han
accedido a través de Grecia, casi medio millón a través de Italia y algo más de 40.000 a través
de España. En el año 2016 entraron en Europa más de 380.000 personas, en 2017 menos de
200.000. La tendencia para elegir una u otra vía depende de la facilidad de acceso, del control
de las mafias que juegan con la vida, del precio que exigen y de las decisiones políticas
impuestas por los países europeos.

Si buscamos una sola ruta segura y formalmente autorizada hacia Europa, no vamos a
encontrarla

La ruta más corta, la del mar Egeo, se controló parcialmente por el triste acuerdo entre la
Unión Europea y Turquía. A consecuencia de ello, entre dos y tres millones de personas
desplazadas residen actualmente en este país, muchas más de las que entraron en nuestro
continente. Alemania fue el único Estado de Europa con una política de puertas semi-
abiertasque vio en esta llegada de gente joven una inversión de futuro para un continente
envejecido. Esa política, poco sostenible de modo aislado, fue castigada por la sociedad,
obligando a un cambio que intentó un reparto inútil entre otros países europeos. Oficialmente,
estos países europeos de saneadas economías solo han sido capaces de reubicar a algo más de
33.000 personas, mientras la inmensa mayoría de los 17 millones de personas refugiadas en el
mundo se encuentran en países de renta media y, sobre todo, baja. Todos estos datos solo
demuestran que incumplimos de modo deliberado y repetido nuestras obligaciones
internacionales de asilo y refugio.
El acuerdo UE-Turquía supuso un cambio hacia la ruta alternativa del Mediterráneo Central. De
modo menos patente que con Turquía —porque considerar a Libia un “país seguro” sería
flagrante—, Europa ha reforzado el control migratorio por esta ruta a través de acuerdos con
alguna de las facciones armadas que se disputan el control del país. Las condiciones de las
personas que esperan allí para seguir su camino —y que en muchos casos tienen derecho legal
a asilo— son cercanas a la esclavitud en Libia, un país sin Estado. Curiosamente, todas estas
actuaciones son interpretadas como éxitos de la política migratoria de la Unión Europea.

Los países europeos de saneadas economías solo han sido capaces de reubicar a algo más de
33.000 personas

Por otra parte, no debemos olvidar que la mayor “inversión” en “cohesión y cooperación”
desde Europa con el Norte de África se ha producido este año dentro de nuestras fronteras y
en el control de las mismas y no en los países de origen. Difícilmente mejoraremos los flujos
migratorios si las condiciones de vida en los países que nos rodean se deterioran.

Al hilo de esta política de control de fronteras, que ha puesto en peligro el mismo espacio
Schengen, las ONG que trabajan en el rescate en el Mediterráneo han sido criminalizadas por
“tráfico ilegal de personas” y han visto reducido el espacio humanitario con medidas que
ponen en segundo plano el derecho a la vida. Algunas personas u organizaciones incluso se han
enfrentado a procesos judiciales por cumplir su mandato humanitario. Se ha intentado poner
el control migratorio por encima del deber de salvamento, aludiendo a un supuesto “efecto
llamada” que en realidad es el “efecto huida”. Aun así, miles de personas continúan y
continuarán arriesgando su vida antes que seguir viviendo en condiciones deplorables que no
dejan margen a la elección.

En España, a través de nuestra Frontera Sur sufrimos una presión migratoria todavía escasa, al
menos cuantitativamente; un 10% menos que en Italia. Muchas de las medidas tomadas por el
nuevo y pintoresco presidente de Estados Unidos son criticadas en los medios de
comunicación, pero realidad esas medidas son muy antiguas en nuestro país, tanto que
posiblemente ni siquiera somos conscientes. Muros o alambradas, como el de México, ya
llevan años construidos en Ceuta y Melilla. Cada vez más altas y cruelmente sofisticadas, con
sus concertinas. Devoluciones en caliente, al igual que en la frontera con México, muchas veces
irregulares, sin control judicial reglado.

Pero aún vamos más allá, una vez acceden al país ingresamos a los migrantes en prisiones
improvisadas, como el caso de Archidona, o en prisiones provisionales, como los CIE.En estas
instalaciones, sostenidas con fondos públicos, se juzga de modo opaco qué personas deben ser
devueltas y cuáles admitidas, privándolas de libertad, salvo que, arbitrariamente, superen un
tiempo de estancia o los centros se vean saturados, en cuyo caso quizá sean puestas en
libertad en espera de resolución de su expediente. No sería de extrañar, pues, que el actual
presidente americano tomara ejemplo de este sistema tan sofisticado de control migratorio,
que induce incluso a suicidarse a personas que han sobrevivido a un viaje inhumano, desde
lugares cuyas condiciones de vida les han obligado a jugarse la misma. Eso ha pasado
recientemente en la prisión de Archidona.

Es presumible que, según las condiciones que augura nuestro entorno, los flujos migratorios no
se resuelvan, sino que se agudicen. Nuestra experiencia como ONG internacional nos aporta
datos esenciales desde el otro lado. Quizá sería el momento de que las instituciones europeas
y españolas se replantearan seriamente revisar una política migratoria y de asilo que suena
constantemente a reactiva y que en absoluto contribuye ni al desarrollo sostenible, ni a las
necesidades de la propia Europa, ni a la estabilidad de nuestra región geográfica. Quizá sería el
momento de hacer consciente a la sociedad civil de esa necesidad, más allá de espurios y
cortoplacistas intereses electorales.

Esa es nuestra responsabilidad con nuestro propio futuro.

https://elpais.com/elpais/2018/01/02/migrados/1514907244_155593.html

http://rpp.pe/economia/economia/migracion-venezolana-puede-afectar-el-empleo-en-el-peru-
noticia-1101152

Migración venezolana: especialistas explican su impacto en el Perú

La llegada masiva y desordenada de venezolanos a nuestro país incrementa la informalidad


laboral, señalan
Miles de venezolanos piden refugio y permiso de trabajo en el Perú. Foto: Andina

Aproximadamente 800 ciudadanos venezolanos ingresan al Perú a diario, según cifras de la


Superintendencia Nacional de Migraciones. Hasta la fecha, se calcula que la población
venezolana en el país alcanza las 100 mil personas. Esta cifra que ha generado opiniones
divididas entre los peruanos.

Mientras que algunos sectores apelan a la solidaridad para abrir nuestras fronteras; sin
embargo, otros consideran que es tiempo de detener la ola migratoria debido al supuesto
impacto negativo que provoca en la economía del país.

LEE: Venezolanos en Perú: conoce qué es el PTP y los requisitos para solicitarlo

Para Gustavo Loayza, director de la carrera de Economía de la Universidad Continental, el


ingreso masivo de venezolanos afecta varios frentes de nuestra economía.

“El primero es el incremento de la informalidad laboral. Del total de migrantes, solo 4.600
están en planilla, lo que representa el 0.15% de la Población Económicamente Activa (PEA)
formal del país. El resto se dedica, por lo general, al comercio ambulatorio o trabajan en
empleos informales”.

Esto, a su vez, repercute en el desorden comercial, la competencia ilegal y la evasión de


impuestos, agregó Loayza. Y, en segundo lugar, explica el especialista, el Gobierno peruano
tendrá que asignar más recursos para los servicios públicos.

“El impacto, en este caso, es directamente proporcional a la cantidad de venezolanos que


logren el Permiso Temporal de Permanencia (PTP). Hasta la fecha, hay 26,600 venezolanos que
cuentan con este permiso. Eso les permite acceder no solo a trabajos formales, sino también a
escuelas públicas, servicios de salud públicos, entre otros, que demandan más inversión por
parte del Estado Peruano”.

Por otro lado, esta ola migratoria no solo impacta en la economía del país, sino en la estructura
social. De acuerdo al sociólogo Jorge Salcedo, quien es profesor en la mencionada universidad,
el mercado peruano, sobre todo en el sector servicios y atención al público, prefiere realizar
contrataciones teniendo como base la apariencia física de los postulantes, lo que genera
conflicto.

“El racismo y la discriminación en el Perú tiene una ecuación bastante compleja. Aquí
discriminamos por el fenotipo (apariencia), nivel socioeconómico, origen regional y educación”,
apuntó el especialista.

http://www.americatv.com.pe/noticias/internacionales/migracion-venezolana-especialistas-
explican-su-impacto-peru-n310305

¿Por qué la migración venezolana no tiene relación con el alza de la pobreza?

Tras conocerse que la pobreza aumentó por primera vez en el milenio, las redes sociales
señalaron a los venezolanos que están en el Perú como la causa. Sin embargo, si todos ellos
estuviesen trabajando, serían solo el 1,17% de la Población Económicamente Activa

Actualmente, los venezolanos en el Perú son aproximadamente 200.000, según la


Superintendencia Nacional de Migraciones. (Foto: cortesía)

Daniel Macera25.04.2018 / 12:31 pm

A raíz del aumento en la tasa de pobreza en el país por primera vez en el milenio, encontrar las
causas de la mala noticia es materia de varios análisis de expertos en el tema, que señalan a la
desaceleración del crecimiento económico y la caída del empleo formal como las principales
causas.

Sin embargo, en múltiples comentarios publicados por usuarios de Internet y redes sociales, se
apunta a otro supuesto factor: la creciente migración venezolana.

La mayoría de migrantes venezolanos que llega a Perú lo hace por razones económicas y falta
de trabajo, según una investigación difundida por la oficina en Lima de la Organización
Internacional de las Migraciones (OIM). La población venezolana que ha llegado al país en los
últimos meses está conformada mayoritariamente por hombres de entre 18 y 39 años, con
estudios técnicos y universitarios.

A abril del 2018, en el Perú había más de 200 mil venezolanos, 36 mil de ellos con permiso
temporal, un documento que les permite trabajar y tributar con todos los derechos laborales,
según la Superintendencia Nacional de Migraciones.

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Pobreza en el Perú sube por primera vez en este milenio

CORRELACIÓN ENTRE POBREZA Y MIGRACIÓN

En base a cifras del INEI, si todos los venezolanos que residen en el Perú, ya sea en condición
de turistas o con el permiso temporal, encontraran de pronto un trabajo, estos pasarían a
representar solo el 1,17% de la Población Económicamente Activa en el Perú.

"No veo una causalidad con las cifras del estudio de pobreza. Eventualmente podría tener
efectos, pero solo en la medida que existan impactos significativos en los empleos. Por ahora
no lo veo por ahí", asegura Carlos Oliva, director de la maestría en gestión pública de
la Universidad del Pacífico.

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Venezolanos en Perú: ¿Cuántos ciudadanos han ingresado a nuestro país a la fecha?


Un Perú llamado Venezuela [INFORME]

En coincidencia, Hugo Perea, economista principal del BBVA Research, afirma que la fracción
minoritaria de la fuerza laboral de migrantes generalmente desempeña trabajos en el ámbito
del subempleo, es decir, "no quitan trabajos de calidad, realizan trabajos que los peruanos no
desean hacer", sostiene.

Oliva agrega, además, que es necesario revisar las cifras de pobreza de acuerdo a
departamentos. "Seguramente sigue aumentando la pobreza en la sierra o selva, donde no hay
mayor presencia de venezolanos, ¿qué explicación damos para esos casos?", cuestiona.

Según el reporte, la pobreza aumentó en 10 regiones, de las cuales solo tres están en la costa.
Se trata de Pasco, 2,7%; Loreto, 1,2%; Huánuco, 1,6%; San Martín, 2,6%; Cusco, 4,8%; Ancash,
0,7%; Junín, 3,7%; Lambayeque, 3,7%; Ucayali, 1,2%; Lima, 2,4%.

EFECTO EN CONTEXTO

Para Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, el efecto de la migración venezolana se
siente más debido al bajo crecimiento económico que ha tenido el Perú, así como a la
destrucción de empleos formales que se registraron el año pasado.

El perfil del venezolano que llega al Perú, según Odar, es de una persona dispuesta a aceptar
empleos de baja calidad donde el ingreso promedio es relativamente bajo y, en consecuencia,
puede motivar a que este sufra una caída.

"La migración puede haber influido un poco, pero como la pobreza se mide por el lado
monetario, se siente mucho más en la medida que estamos creciendo lentamente. Si esto
hubiera sucedido cuando el empleo formal crecía a 400 mil empleos al año, casi no se hubiera
percibido", concluyó Odar.

https://elcomercio.pe/economia/peru/pobreza-peru-impacto-tuvo-migracion-venezolana-
noticia-514673
Polémica sobre migración venezolana en Perú y los mitos sobre una invasión laboral

Por Karina Martín El Ene 31, 2018

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“Si nos vamos a poner a criticar a los venezolanos ¿dónde nos van a criticar a nosotros
afuera ?”(Wikipedia)

Perú ha sido uno de los países más solidarios de la región con los inmigrantes venezolanos que
huyen de la crisis que atraviesa su país. Sin embargo, la migración masiva y la decisión de
ampliarles la opción de adquirir un permiso Permiso Temporal de Permanencia (PTP) ha
desatado polémica.

Muchos se preguntan si, por aceptar que sigan entrando venezolanos a Perú como una medida
humanitaria, se están perjudicando a los ciudadanos de su país.

El tema se ha profundizado tras el planteamiento del congresista peruano de izquierda,


Justiniano Apaza de “restringir” el ingreso de los venezolanos al país por considerar que le
“quitan trabajo a los jóvenes”.

 Lea más: Perú facilita migración de venezolanos: reconocerá sus títulos universitarios

 Lea más: Video: venezolanos colapsan cancillería en Perú para solicitar refugio
“Creo que el Ejecutivo debe tomar una decisión. El problema es el ingreso masivo que hay
ahora (de venezolanos). Creo que hay que poner restricciones o, en todo caso, regular su
ingreso (..) Es bueno ser solidarios, pero tenemos que pensar también en que nuestros jóvenes
necesitan trabajo”, manifestó.

Desde las declaraciones del congresista las redes sociales han “explotado” con debates
y opiniones de políticos, defensores de los derechos humanos, entre otros. Todos buscan
explicar por qué la migración de venezolanos representa o no un peligro para la sociedad
peruana.

“El venezolano no está migrando porque quiere, sino porque necesita. En muchos casos viene
huyendo porque ni siquiera puede alimentarse. Yo no sé si han podido ver imágenes de cómo
están saliendo hasta caminando, es terrible”, comentó a El Comercio Paulina Facchin, activista
venezolana que radica en Perú. Pero este no necesariamente es un argumento que tranquilice
a los peruanos.

Ciertamente, la crisis por la que atraviesa Venezuela es lo que ha obligado a los ciudadanos de
ese país a salir en busca de mejores oportunidades. Pero al peruano lo que le preocupa es que
a su país ingresa un aproximado de 8.000 venezolanos (de acuerdo a la la Superintendencia
Nacional de Migraciones), residen unos 100.000., y podrían seguir ingresando. Además
supuestamente está la posibilidad que les “quiten su trabajo”.

Incluso el legislador oficialista Juan Sheput parece estar de acuerdo con las declaraciones de
Apaza. “Mi opinión personal, porque esto no es algo que se haya discutido en el Ejecutivo, es
que no debemos ser tan ingenuos en satanizar al congresista Apaza sin que entendamos la
complejidad de cualquier migración”, dijo.

“La economía peruana, en estos momentos, no absorbe a los 300 mil jóvenes que se
incorporan al mercado laboral cada año porque no está creciendo lo suficiente. Así, ¿cómo
vamos a poder absorber a todos los venezolanos que vienen?”, comentó el legislador.

Por qué los venezolanos no perjudican el mercado laboral

Contrario a las afirmaciones de Apaza y de Sheput, la Organización para la Cooperación y el


Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) desmienten que
los inmigrantes cuesten más de lo que aportan.

De acuerdo a un informe conjunto, en los países en desarrollo los inmigrantes no distorsionan


el trabajo; de hecho, no generan ni un impacto positivo ni uno negativo.

En el informe, la OCDE y la OIT explican que aunque sí se puede aumentar la competencia en el


mercado laboral, los inmigrantes aportan conocimientos e innovación a estos países en vías de
desarrollo.

El economista jefe de BBVA Research, Hugo Perea, señala que los venezolanos que residen en
Perú representan a penas el 0,6% de la Población Económicamente Activa (PEA), estimada en
17 millones. Contrario a lo que se piensa, esta migración podría ser positiva “ya que muchos de
estos migrantes son profesionales calificados, lo que podría tener un empuje sobre la
productividad”.

Javier Barreda, ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, también niega que haya un riesgo
en la empleabilidad de los peruanos con la llegada de los venezolanos.
“No estoy de acuerdo con la expresión del congresista Apaza. Las teorías laborales modernas
descartan que el factor migratorio distorsione los mercados laborales en cualquier parte del
mundo. Hay percepción en la gente, pero solo eso”, dijo.

Barreda comentó además que, como una manera de evitar precisamente una distorsión en el
mercado laboral, se ha decidido realizar una supervisión sobre los contratos con los
venezolanos para evitar que ganen menos que los peruanos y así que despojen a sus
ciudadanos nativos para contratar a estos inmigrantes por menor costo.

https://es.panampost.com/karina-martin/2018/01/31/polemica-en-peru-por-migracion-de-
venezolanos/?cn-reloaded=1

COYUNTURA

Opinión: S.O.S: oleada venezolana en Perú, ¿un beneficio?

ByEnrique Bravo-Garcia Viñas

Posted on Mayo 6, 2017


COMMENTS

En los últimos meses es bastante común observar a ciudadanos venezolanos trabajando en


Lima. Es frecuente interrelacionarse con venezolanos en actividades tan comunes como ir a
comprar un café o ir de compras al supermercado. Evidentemente esta situación se debe a la
complicada situación económica que atraviesa Venezuela en los últimos años contrastada con
el buen nivel de Perú.

La inmigración trae consigo diversos beneficios, como el aporte de conocimientos a la sociedad


que se manifiesta en el enriquecimiento cultural que el país anfitrión recibe de sus nuevos
habitantes. Además, como consecuencia del trabajo ejercido por los inmigrantes, el fisco recibe
mayores ingresos lo que debiera generar una mejora en los servicios públicos. Evidentemente,
si en el futuro no ocurre eso, no es culpa de los inmigrantes, sino de la pésima calidad del
personal a cargo de la administración de los recursos públicos.

Además, la inmigración trae consigo diversidad en la población, enriquece cultural y


económicamente a una nación. Un claro ejemplo de ello es Londres, ciudad que, gracias al flujo
de inmigrantes recibidos de los distintos países de la Unión Europea, se ha convertido en la
capital financiera (de facto) de Europa.

Ciertamente la inmigración que Lima y el Perú necesitan es aquella que proviene de


profesionales o personas que desean realizar algún oficio que sea útil para la sociedad y
rentable para ellos. La inmigración será positiva cuando esta respete las reglas de juego del país
anfitrión, desde normas migratorias, incluyendo también normas culturales y sociales.
Recientemente, El Comercio publicó una nota acerca de los supuestos en que la autoridad
migratoria de Perú puede ordenar la expulsión de un ciudadano extranjero. Es importante y
siempre bienvenido que los periodistas informen los temas trascendentales como el caso de la
expulsión de los malos inmigrantes. Lástima que, en esta ocasión, ello no se deba al gran flujo
de migrantes que el Perú ha recibido en los últimos años, sino a raíz de un caso farandulero sin
mayor importancia.

Además, recientemente una periodista tuvo una fuerte retórica anti-inmigración contra los
colombianos. Este tipo de actitudes deben evitarse puesto que, por un lado, Perú necesita de
buenos inmigrantes que contribuyan al crecimiento económico al margen de su nacionalidad y,
por otro, no debe olvidarse jamás que durante la década de los 80 y 90 muchos ciudadanos
peruanos emigraron a otros países para buscar mejores oportunidades. Ahora le toca a Perú
retribuir la ayuda recibida.

Evidentemente, la autoridad migratoria debe crear procesos expeditivos y simples (cosa que
podría parecer muy difícil, teniendo en cuenta que la autoridad migratoria tiene una
especialización en la creación de trámites engorrosos) para expulsar a los inmigrantes que no
cumplen con la ley. Sin embargo, ello no justifica comentarios ligeros que estigmatizan a las
personas por su nacionalidad.

Los inmigrantes colombianos, venezolanos y de otras partes del mundo deben ser acogidos y
vistos como una oportunidad para ambas partes. Quizás en algunas décadas, siguiendo el
ejemplo de Londres, Lima podría convertirse en la capital económica de Sudamérica gracias a
los buenos inmigrantes. La reacción que el Perú necesita no debiera de ser: “¡S.O.S. nos
invaden!”, sino más bien un pedido dirigido a las desidiosas autoridades peruanas: ¡S.O.S.:
necesitamos reglas migratorias claras y simples!

Enrique Bravo-Garcia Viñas

Soy abogado. Estudié Derecho en Ludwig-Maximilians-Universität München – Universidad de


Múnich y Finanzas en la Universidad Complutense de Madrid. Aficionado a la política y a los
temas de Law & Economics. Además del fútbol. Hincha de Bayern Munich y Real Madrid.

http://www.puntoycoma.pe/coyuntura/opinion-s-o-s-oleada-venezolana-en-peru-un-
beneficio/

Noticias y eventos Noticias


14/08/2017

Respuestas desde los Derechos


Humanos a la migración
venezolana en Perú
La Declaración de Lima adoptada el
día 8 de agosto de 2017 por los Cancilleres y Representantes de doce países de la
región, entre los que destacan Argentina, Brasil, Colombia, México y Canadá, los
más grandes del continente, reconoce la ruptura del orden democrático en
Venezuela y condena la violación sistemática de los derechos humanos y las
libertades fundamentales, la represión y la persecución política, la existencia de
presos políticos y la falta de elecciones libres bajo observación internacional
independiente en dicho país.

La situación de violación a los derechos humanos reconocida por el Perú y los


otros países mencionados, está generando una movilidad sin precedente en toda
la región. Asimismo, en el caso peruano, de acuerdo a la Superintendencia
Nacional de Migraciones, son 11 mil 464 venezolanos que solicitaron el Permiso
Temporal de Permanencia (PTP) y diversos medios han lanzado la cifra de 46 mil
personas venezolanas que han ingresado al país desde enero 2017. Estas cifras
traducen parte de la magnitud de la problemática, sin embargo podemos suponer
que existe un número alto de migración irregular debido a las largas colas en la
zona fronteriza Perú-Ecuador, entre otros motivos, que no ha sido registrada.

Frente a esta migración y acorde con la Declaración de Lima mencionada, el


Estado peruano tiene obligaciones del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos hacia las personas que se encuentran bajo su jurisdicción, en este caso,
las personas venezolanas que han ingresado al país.

La primera es la obligación de no devolución la cual significa que ninguna


persona puede ser devuelta a su país de origen o cualquier otro país en el
cual corre un riesgo para su integridad, vida o libertad.[1] Por su carácter ius
cogen el principio de no devolución no admite excepción alguna, razón por la
cual el Estado debe respetar este principio en cualquier circunstancia. Como lo ha
afirmado de manera muy clara el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Refugiados (ACNUR) y la Defensoría del Pueblo del Perú en un oficio del 9
de agosto dirigido a Migraciones, las personas venezolanas no pueden ser
devueltas a Venezuela.[2] En ese sentido, es urgente instar al Estado en dejar sin
efecto cualquier proceso de expulsión o salida obligatoria hacia personas
venezolanas y no abrir ningún nuevo expediente sancionador hacia este grupo.

La segunda es la necesidad de analizar si las personas venezolanas que están


llegando al país necesitan protección internacional, y por lo tanto, asegurar la
posibilidad de solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado. Como lo
afirma el ACNUR en la nota mencionada, el reto es complejo tomando en cuenta
el número de personas que están llegando. Sin embargo, es necesario asegurar a
toda persona la posibilidad de presentar su solicitud para que esta sea evaluada.

En cuanto a saber quiénes son refugiados, en el Perú, la Ley del Refugiado en su


artículo 3[3] contempla la definición ampliada de la condición de refugiado
incorporando lo previsto por la Declaración de Cartagena sobre Refugiados. En
ese sentido, una persona es refugiada si tiene fundados temores de persecución
por motivos de nacionalidad, raza, religión, opinión política, sexo o grupo social
en su país de origen[4], pero también si ha huido de su país de origen porque
su vida, integridad o seguridad ha sido amenazada por la violación masiva
de los derechos humanos, agresión extranjera, conflicto interno, ocupación o
dominación extranjera; o en razón de acontecimientos que perturben
gravemente el orden público. Además, la legislación interna ha reconocido la
figura del refugiado sur place, es decir, cuando la situación de violación masiva o
perturbación grave al orden público se produce luego de la partida de una
persona, esta debe ser reconocida como refugiada. Tomando en cuenta que existe
un reconocimiento de la ruptura del orden democrático y la violación a derechos
humanos en Venezuela, podemos afirmar que muchas personas migrantes deben
ser reconocidas como refugiadas siguiendo la definición ampliada de Cartagena.

Finalmente, debemos mencionar, además del ya famoso Permiso Temporal de


Permanencia (PTP),[5] el Decreto Legislativo N°1350, Decreto Legislativo de
Migraciones, que crea la calidad migratoria humanitaria como forma de
protección complementaria para las personas que, sin cumplir lo previsto por la
Ley del Refugiado, se encuentran en una situación de especial protección que
requiere medidas específicas de protección por parte del Estado. Es preciso
mencionar que por falta de reglamentación esta calidad no se está aplicando. De
acuerdo a nuestro análisis, esta calidad constituye una forma de protección
complementaria que puede permitir al Estado peruano brindar protección a
personas venezolanas que no han solicitado la condición de refugiado.

El reconocimiento político de la situación en Venezuela en la Declaración de


Lima requiere un correlato jurídico que permite proteger y garantizar los
derechos de las personas venezolanas que ya se encuentran en el país y las que
están por venir.

Escribe: Cécile Blouin, investigadora senior del IDEHPUCP.

[1] Ver: el artículo 33 de la Convención sobre el Estatuto de Refugiado “Ningún


Estado Contratante podrá, por expulsión o devolución, poner en modo
alguno a un refugiado en las fronteras de los territorios donde su vida o
su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia
a determinado grupo social, o de sus opiniones políticas.”; artículo 2 de la
Convención contra la Tortura: “1. Ningún Estado Parte procederá a la expulsión,
devolución o extradición de una persona a otro Estado cuando haya razones
fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura.”; artículo 22
de la Convención Americana de Derechos Humanos: “En ningún caso el
extranjero puede ser expulsado o devuelto a otro país, sea o no de origen, donde
su derecho a la vida o a la libertad personal está en riesgo de violación a causa de
raza, nacionalidad, religión, condición social o de sus opiniones políticas. En
cuanto a la jurisprudencia se puede revisar el caso Familia Pacheco Tineo versus
Estado Plurinacional de Bolivia ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos: http://www.acnur.org/t3/fileadmin/Documentos/BDL/2013/9390.pdf

[2] Defensoría del Pueblo Oficio N° 0322-2017-DP dirigido a la


Superintendencia Nacional de Migraciones

[3] Congreso de la República (2002) Ley de refugiados Ley 27891. Publicado en


el Diario Oficial El Peruano el 20 de diciembre de 2002.

[4] Esta definición es la de la Convención sobre el Estatuto de Refugio adoptada


en Ginebra el 28 de julio de 1951 por la Conferencia de Plenipotenciarios sobre
el Estatuto de los Refugiados y de los Apátridas (Naciones Unidas), convocada
por la Asamblea General en su resolución 429 (V), del 14 de diciembre de 1950.

[5] Frente a la situación de la migración venezolana el Estado ha tomado medidas


de regularización migratoria de índole temporal. Asimismo, se ha adoptado dos
Decretos Supremos, el DS N°002-2017-IN y el DS N°023-2017-IN que permiten
el otorgamiento de permiso temporal de residencia (PTP) a las personas
venezolanas. El DS N°023-2017 plantea cuatro requisitos para otorgar este
permiso: 1) Haber ingresado al país hasta el 31 de julio, 2) Haber ingresado de
manera regular, 3) No tener antecedentes policiales, penales o judiciales a nivel
interno o internacional 4) No contar con una calidad migratoria vigente o buscar
cambiar de calidad migratoria.

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