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LEY DE MIGRACIONES
Redacción:
Redacción LR
A partir de ahora, los extranjeros que laboran en empresas foráneascon sede en el Perú y que
han obtenido la calidad migratoria de 'designado' podrán acceder no solo a su permanencia
temporal en el país, sino también a una residencia si su plazo de designación supera los 365
días.
Otro de los puntos destacados en este reglamento es que facilita la llegada de los 'extranjeros
rentistas' que reciben un ingreso regular por concepto de jubilación, así como una renta
permanente. Debe anotarse que la normativa anterior solo permitía acceder a esta condición a
quienes recibían pensión de jubilación.
Sevilla Echevarría señaló que de esta forma se facilita el ingreso y permanencia de ciudadanos
extranjeros altamente calificados y el acceso a la residencia de sus familiares, facilitando el
desarrollo de su labor social en el país.
Además, la norma favorece las actividades de voluntariado que realizan los extranjeros en el
país, quienes ya no tendrán que salir del país cada 90 días para gestionar su reingreso. También
protege los derechos fundamentales, en especial de las personas en situación de
vulnerabilidad.
Claves
https://larepublica.pe/sociedad/1026482-nueva-ley-migratoria-trae-beneficios-para-
extranjeros
07/02/2017
¿Cuáles son los cambios normativos en materia migratoria con la aprobación del Decreto
Legislativo 1350?
La normativa dedica todo un capítulo al asilo y refugio. Plantea, en primer lugar, que le
corresponde al Ministerio de Relaciones Exteriores el otorgamiento de esta calidad, ello de
acuerdo a las normas vigentes en la materia, entre otras, la ley y el reglamento de refugiado. La
ley determina que las personas refugiadas y asiladas no requieren ni visa ni calidad migratoria
para su ingreso y permanencia en el país. Ello implica en la práctica que no debe exigirse que
una persona refugiada cuenta con una visa a la hora de ingresar al país. Ello es un cambio
importante ya que reconoce la situación especial de las personas refugiadas de acuerdo al
Derecho Internacional de los Refugiados.
En cuanto a las calidades migratorias, existen cambios sustanciales que buscan simplificar y
facilitar la estadía y permanencia de personas extranjeras en el país. En primer lugar, existe
ahora la posibilidad que los trabajadores migratorios pueden ejercer trabajos por cuenta
propia y por cuenta ajena así como trabajar para el sector público o privado. En segundo lugar,
la Ley crea la calidad “suspendida” para las personas extranjeras privadas de libertad por
infracción a la ley penal. Ello permite que este grupo cuente con algún tipo de registro
migratorio que no sea el de turista y evite el pago de multas por exceso de permanencia.
5) Migración irregular
Con relación al tema de migración irregular, el nuevo decreto plantea que existen dos
supuestos para: 1) Vencimiento del plazo de residencia; 2) Ingreso sin haber realizado el
control migratorio. Plantea además que el Reglamento preverá el procedimiento de
regularización migratoria. En cuenta a las sanciones, la de salida obligatoria por estos
supuestos sólo se aplicará cuando no se habrá solicitado la regularización migratoria.
Adicionalmente, él ejercer una actividad no autorizada por su calidad migratoria será
sancionado con una multa.
6) La reunificación familiar
En cuanto a las sanciones, estas son muy similares a las planteadas en la Ley de Extranjería.
Existen algunas diferencias sustanciales: a) se plantea un plazo de impedimento de reingreso: 5
años para la salida obligatoria y 15 años para la expulsión; b) Se garantiza la aplicación del
principio del debido procedimiento en el procedimiento sancionador; c) Se plantea que para
ejecutar las sanciones la autoridad migratoria puede disponer de la salida compulsiva con la
autoridad policial mediante el puesto de control fronterizo más cercano.; d) La autoridad
migratoria está facultada para adoptar medidas de ejecución coactiva, ejecución subsidiaria,
multa coercitiva y compulsión sobre personas.
Los dos últimos puntos comentados (c y d) generan muchas dudas en cuanto a los límites del
procedimiento sancionador. Nuevamente, debemos estar muy atentos a la adopción del
Reglamento que debe plantear los mecanismos y límites al procedimiento sancionador y su
ejecución. Si es necesario hacer hincapié que existen una serie de garantías sobre el tema de
sanciones planteadas por la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de
todos los trabajadores migratorios y sus familias así como otros instrumentos y mecanismos a
nivel del derecho internacional de los derechos humanos.
(07.02.2017)
(Foto: Andina)
[1] Ver el Informe del Comité de Protección de los Derechos de todos los Trabajadores
Migratorios y de sus Familiares. 2015 Observaciones Finales al Estado Peruano.
https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G15/097/35/PDF/G1509735.pdf?
OpenElement
[2] Ver: Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Principios y
Directrices recomendados sobre derechos humanos y trata de personas 2010
http://www.ohchr.org/Documents/Publications/Commentary_Human_Trafficking_sp.pdf
http://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/cuales-son-los-cambios-normativos-en-
materia-migratoria-con-la-aprobacion-del-decreto-legislativo1350/
https://www.migraciones.gob.pe/index.php/nueva-ley-de-migraciones-dl-n1350/
9/1/2017
ENFOQUE
El reto de la política migratoria en el país
El fenómeno de las migraciones internacionales constituye un elemento que está
transformando las sociedades y la política a escala mundial, tal como lo afirmaron
Castles y Miller en La era de las migraciones. Una de las tendencias que ha
experimentado estos últimos años este proceso migratorio es el de la
diversificación.
Isabel Berganza Directora de la Escuela de Derecho Universidad Antonio Ruiz de Montoya
Así, Perú hace diez años era un país de expulsión de población. Las personas nacionales
buscaban un futuro mejor en otros países. Sin embargo, según datos del Instituto Nacional de
Estadística e Informática, actualmente la tendencia es decreciente, mientras que el número de
peruanos retornantes y el de inmigrantes crecen, así como el número de solicitudes de asilo en
el país.
Ante este aumento de personas extranjeras residentes se ha elaborado una nueva ley de
extranjería. La anterior, que aún sigue vigente, es de 1991 y nunca ha sido reglamentada, lo
que ha generado muchos vacíos y problemas legales. En el 2015, mediante el Decreto
Legislativo N° 1236 se publicó la nueva Ley de Extranjería. Esta norma fue saludada por la
Defensoría del Pueblo al destacar que “mantiene un equilibrio entre la debida protección de
los derechos de las personas migrantes y las exigencias de seguridad del Estado” al incorporar
principios como el respeto a los derechos humanos de los migrantes, la unidad familiar, el
interés superior del niño y la no criminalización de la migración irregular.
Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido, aún no ha entrado en vigor debido a que no se
ha reglamentado. Es más, el Tribunal Constitucional en sentencia reciente ha declarado como
estado de cosa inconstitucional la no existencia de un reglamento que norme el procedimiento
migratorio sancionador y ha requerido al Ejecutivo que cumpla con la aprobación del
reglamento del decreto legislativo.
Ante esta situación no hay que pasar por alto que la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos ha resaltado con preocupación que varios Estados de la región han endurecido sus
políticas migratorias, por medio de medidas tales como aumentar la seguridad en las fronteras,
criminalizar la migración y limitar el acceso a procedimientos de protección internacional,
especialmente a la solicitud de refugio. Porque, si bien, mediante ellas se pretende promover la
seguridad, finalmente conllevan un mayor riesgo para las personas migrantes porque ponen
sus vidas en manos de ‘coyotes’ para llegar a su destino.
Por ello, el reto fundamental que actualmente enfrenta el Gobierno peruano en el desarrollo
de su política migratoria es conjugar adecuadamente el enfoque de derechos humanos con el
de seguridad. Solo así se logrará una gestión adecuada de las migraciones.
https://elperuano.pe/noticia-el-reto-de-politica-migratoria-el-pais-50081.aspx
ACTUALIDAD »
29.06.2018
Medina: Política migratoria del Gobierno es concordante con los derechos humanos
El ministro del Interior indicó que el Primer Congreso Internacional sobre Inmigración fue un
espacio fructífero para analizar el fenómeno de la migración
Mauro Medina, ministro del Interior, sostuvo que el gobierno de Martín Vizcarra aplica
una política migratoria concordante con la defensa y la promoción de los derechos humanos.
“Una de las políticas de nuestro gobierno está dirigida a tener y mantener una política
migratoria que sea concordante con los derechos humanos”, destacó.
Además, durante el Primer Congreso Internacional sobre Inmigración, dijo que este fue un
espacio de diálogo fructífero para analizar el fenómeno de la migración, así como para
intercambiar experiencias a fin de lograr una mejor acción conjunta.
https://canaln.pe/actualidad/medina-politica-migratoria-gobierno-concordante-derechos-
humanos-n328104
Mientras en otros países se cierran puertas, los venezolanos encuentran refugio en Perú
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LIMA — Karla Diez nació en Lima, es hija de peruanos, vive en el distrito limeño Pueblo Libre y
trabaja en el área de mercadotecnia de una multinacional en Perú. Pero siempre que le
preguntan de dónde es, responde: “Soy venezolana”.
Karla, quien tiene cerca de 40 años, pertenece a una comunidad de miles de venezolanos que
forman la llamada “diáspora bolivariana”, unos 200.000 ciudadanos que en los últimos años
han abandonado el país empujados por la escasez de productos básicos, la inseguridad y la
crisis económica.
Viajan sobre todo a Colombia (donde el vicepresidente ha hecho declaraciones
xenófobas sobre ellos), a Panamá (donde se han producido protestas con el eslogan “No más
Arepas”), a Estados Unidos (donde el gobierno planea construir un muro en la frontera con
México) y a Argentina (donde hay mayores controles migratorios desde enero). Y viajan cada
vez más al Perú, donde han encontrado un clima diferente: el gobierno de Pedro Pablo
Kuczynski promulgó a principios de enero un decreto que regulariza la situación los
venezolanos que buscan oportunidades en una de las economías más prósperas de la región.
EXPLORA NYTIMES.COM/ES
El trato humanitario que reciben los venezolanos ha ido acompañado de una enérgica posición
ante las últimas decisiones del gobierno de Nicolás Maduro. A finales de marzo, luego de que el
Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela se adjudicara las tareas parlamentarias que
corresponden a la Asamblea Nacional, la cancillería peruana comunicó que retiraría de manera
definitiva a su embajador en Caracas. Y fue un poco más allá, llamando a los miembros de la
OEA a tomar medidas ante “la evidente ruptura del orden constitucional y democrático en
Venezuela”.
Una tarde de febrero, Eduardo Sevilla, el superintendente de migraciones de Perú, explicaba así
la medida que contempla la situación de los migrantes venezolanos: “Nuestro presidente tuvo
una serie de gestos políticos muy positivos y favorables hacia los derechos humanos. Así es que
recibimos el encargo de estudiar la forma de ayudar a los ciudadanos venezolanos en el país”.
Cuando se le pregunta por qué, Sevilla hace una pausa y añade: “Porque los peruanos somos
un pueblo con memoria”.
Su percepción cambió durante un viaje en 2010: “Lo ví súper bonito, con mucho poder
adquisitivo”. Recuerda que le llamaron la atención los centros comerciales, porque ella
trabajaba en un fondo de valores inmobiliarios que administraba centros comerciales en
Caracas.
“Fue la época en que los centros comerciales trabajaban medio tiempo porque no había luz:
empezaron a botar gente y a reducir sueldos. A mis amigos ya no les alcanzaba; yo misma vivía
de las tarjetas”, cuenta. Animada por sus padres y porque tenía la doble nacionalidad, se mudó
a Lima y consiguió trabajo, pero no logró adaptarse así que, luego de probar suerte en Miami,
regresó a Caracas. Volvió a vivir con sus padres, trabajó un año y, cuando cobró sus utilidades,
se dio cuenta que no le alcanzaba para nada. “Me dije: ‘Me guste o no me guste, me voy a
Perú. Y me vine’”.
Como Karla, otros hijos de peruanos —en Venezuela hay unos 150,000— llegaron al Perú en la
primera década del siglo XXI. No fueron los únicos: el gobierno de Alan García brindó asilo
político en 2009 a un puñado de opositores al régimen chavista, entre ellos el excongresista
Óscar Pérez, uno de los dirigentes de Unión Venezolana en Perú, una ONG que en enero de
2016 solicitó al presidente Ollanta Humala la regularización “masiva” de los venezolanos en
Perú. A diferencia de Karla, llegaban al país como turistas y buscaban continuar sus estudios o
conseguir empleo.
“No podíamos hablarles a los que estaban llegando de bienestar social, de recreación, de
empleo, cuando no contaban con el oxígeno de cualquier inmigrante: tener sus documentos en
regla”, explica Pérez. Él y sus colegas se reunieron con congresistas de distintos partidos y, con
el cambio de gobierno, encontraron en Pedro Pablo Kuczynski un interlocutor sensible a su
petición.
Aunque las autoridades migratorias ofrecen una estimación cautelosa de “más de 6000
venezolanos” viviendo en Perú, el año pasado el diario El Comercio indicaba que esta cifra
podría superar los 15.000. Desde febrero, cuando el PTP entró en vigencia, la oficina de
migraciones atiende cada día 300 solicitudes de venezolanos que buscan acogerse a este
beneficio. Considerando que el plazo disponible vence en agosto, se calcula que podrían
beneficiarse hasta 36.000 migrantes.
“No es que estemos abriendo las puertas, es que estamos aplicando en el territorio nacional
una visión de derechos humanos que esperamos sea compartida por distintos países”, dice
Sevilla, el superintendente de migraciones. Su oficina también ha extendido un permiso
temporal de permanencia para las mujeres extranjeras que tienen hijos peruanos menores de
edad o con alguna discapacidad.
Por estos días en Perú todo el mundo parece conocer a alguien que acaba de llegar de
Venezuela: la voz que toma la orden de una pizzería en San Isidro tiene acento venezolano; el
joven estilista que causa furor en Miraflores les dice “chamas” a sus clientas; los muchachos
que ofrecen arepas en las calles de Gamarra; la pareja de meseros en un restaurante de
Barranco que dejaron atrás su carrera de abogados y por ahora se contentan con ganar 50
soles diarios de propinas (unos 15 dólares).
Desiree Rodríguez, una asistente administrativa de 27 años, no tenía pensado migrar a Perú
cuando salió de su barrio de Caricuao, en Caracas, acompañada de su hijo David, entonces de
tres años: “Nunca había hecho esta locura de salir por tierra”, dice. Su meta, en noviembre de
2016, era llegar a Chile. Como los pasajes de avión eran demasiado costosos, emprendió el
viaje por carretera. Cinco días después, exhausta, llegó a la capital de Perú. No quería viajar
más y decidió quedarse.
Rodríguez no conocía a nadie en Lima hasta que abordó uno de los buses en su ruta hacia el
sur: “Gracias a Dios en el autobús había muchos venezolanos que venían para acá y peruanos
radicados en Venezuela que dejaron sus negocios allá cerrados y vinieron otra vez aquí”, dice.
Ellos fueron quienes le recomendaron un hospedaje y le ofrecieron ayuda para establecerse en
el país. Aunque aún no encuentra empleo, Rodríguez ya matriculó a su hijo en una guardería e
inició su trámite para acogerse al PTP.
La empresa por la que viajaron Rodríguez y su hijo, Rutas de América, ofrece viajes en bus a
Lima desde Cúcuta, en la frontera colombiana. A finales de febrero, una encargada explicaba
por teléfono que los pasajes costaban 750 soles (230 dólares), que solo salían una vez por
semana y que ya no había cupos para viajar en todo marzo. Tres semanas más tarde, el precio
había aumentado a 800 soles (245 dólares) y la compañía había sumado dos servicios más,
para que se pudiera viajar tres veces por semana. El pasaje, informaron, podía ser pagado
desde Perú para los familiares en Venezuela.
El crecimiento de la comunidad de venezolanos en Lima preocupa a algunos. “En principio
decían ‘qué chévere, qué bien que están viniendo algunos’. Pero yo ahorita siento que sí es
como que están viniendo demasiados…y no quieres que te vean como que vienes a invadir el
país”, dice Karla.
Como un modo generar un impacto positivo en su nuevo hogar, Pérez y sus colegas convocan a
sus compatriotas no solo para brindarles orientación y asistencia, sino que hacen voluntariado
y obra social ayudando a comunidades peruanas menos favorecidas. Para este domingo 26 de
marzo, por ejemplo, habían organizado una brigada para llevar donaciones de ropa, agua,
juguetes y alimentos a Huachipa, una zona azotada por aludes y fuertes lluvias.
Jorge Canto Burgos y su esposa decidieron mudarse a Lima en abril de 2016 y llegaron medio
año después. Él era conductor de taxis y ella contadora en el Ministerio de Petróleo y Minería
en Punto Fijo, al noroeste de Venezuela. Empezaron por vender su casa, su auto y luego ella
renunció a su trabajo.
Para ellos, la preocupación principal era ofrecerles seguridad a sus hijos, de 11 y 12 años de
edad. Así que esperaron al fin del ciclo escolar y se mudaron a casa de los suegros de Jorge en
Venezuela. En esos meses él viajó a Perú para buscar un lugar donde vivir y comprar un auto en
el que ahora trabaja haciendo Uber. Cuando llegaron a Lima se toparon con una dificultad: las
notas escolares de los chicos no estaban legalizadas y ningún colegio los admitía.
Teniendo en cuenta esto, el PTP también permite que quienes llegaron con su cédula de
identidad o el pasaporte vencido tengan la alternativa de regularizar su estancia en el país. De
igual manera, Jorge Canto encontró un recurso gracias al cual sus hijos hoy ya están inscritos en
el colegio.
“Me fui al Ministerio de Educación y les dije no me quieren legalizar las notas allá y aquí ningún
colegio me los quiere aceptar”, cuenta. En quince días tenía una resolución oficial para que los
chicos pudieran estudiar. Tomaron un curso de nivelación y ya empezaron la escuela.
Los gestos que ha tenido Perú invitan a pensar que el Permiso Temporal de Permanencia tal vez
pueda tener un carácter con mayor duración. Algo que, de todos modos ya está en la mente de
muchos expatriados.
“A veces me da tristeza. Me acuerdo de mi casa, de mis amigos, de todo. Pero los hijos son
primero. De repente si hubiera estado solo con mi esposa, nos quedábamos”, dice
Jorge riendo. “Pero no. No puedo”.
Cuando a Karla Diez le preguntan si quiere regresar a Venezuela ella dice: “Obviamente que sí,
pero ya sé que no voy a volver”.
https://www.nytimes.com/es/2017/03/31/venezuela-peru-migracion-nicolas-maduro/
Cabe mencionar que, muy a la par de estas nuevas condiciones, las limitaciones para la
contratación de personal extranjero creadas hace más de 20 años aún se mantienen vigentes, a
pesar de lo distinto que es el Perú. Es decir, se han modificado los tipos migratorios pero no se
ha definido una política migratoria de forma integrada.
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Hay que tener en cuenta que, si bien existen varios extranjeros que trabajan sin contar con un
aval migratorio que lo permita, ellos también necesitan el apoyo de las autoridades para
insertarse como nuevos participantes del sistema formal peruano. A su vez, las normas de
incentivo o limitación de ingreso, deben estar alineadas a las necesidades y objetivos que
persigue el país.
No hay que olvidar que el movimiento de personas hacia lugares que ofrezcan una mayor
estabilidad y beneficios, es un fenómeno que seguirá ocurriendo en el mundo. Por lo tanto, es
importante adecuar las políticas públicas de migraciones a las metas del país.
https://www.esan.edu.pe/conexion/actualidad/2017/07/20/inmigrantes-en-busca-del-sueno-
peruano/
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J. FÉLIX HOYO (MDM)
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Cruzar la calle en Sudán del Sur puede suponer la muerte. No, no hablamos de tráfico, sino de
etnias constituidas en facciones enfrentadas armadas por otros que se disputan, calle a calle, la
supremacía de un territorio más rico en reservas naturales de lo que permite su frágil
Gobierno. Yemen es bombardeado con crueldad mientras su población lucha contra la falta de
alimentos y contra el cólera, en la que ya es una de las mayores epidemias de esta
enfermedad de la historia. La crisis compleja del lago Chad desplaza a dos millones de
personas. El cambio climático agudiza las sequías en África. El hambre en el mundo ha
aumentado en 2017, por primera vez en este siglo. Los conflictos abiertos de Siria e Irak han
forzado a huir a millones de personas, bajo las bombas de las “fuerzas pacificadoras” o
escapando de la violencia extrema del Daesh. La estabilidad tardará años en recuperarse. Los
atentados terroristas contra la población civil en Somalia o Afganistán causan miles de víctimas,
como en Londres, París, Berlín o Madrid. Sin embargo, estas víctimas pasan casi desapercibidas
para nuestra población europea. Desde la experiencia de Médicos del Mundo en la defensa del
derecho a la salud en estos lugares, estamos en condiciones de asegurar que huir de allí, aun
siendo una decisión difícil, a veces es la única salida.
Pero no hay rutas legales para la huida. Si buscamos una sola ruta segura y formalmente
autorizada hacia Europa para esa población vulnerable que nos rodea, no vamos a encontrarla.
Una población en muchos casos supuestamente protegida por convenios internacionales que
firmamos y, en teoría, asumimos.
Desde el año 2015, la situación migratoria alrededor de Europa se ha agravado. Las tres rutas
tradicionales hacia nuestro continente —desgraciadamente ilegales, en muchos casos mortales
— han experimentado un enorme incremento de tránsito. Más de un millón de personas han
accedido a través de Grecia, casi medio millón a través de Italia y algo más de 40.000 a través
de España. En el año 2016 entraron en Europa más de 380.000 personas, en 2017 menos de
200.000. La tendencia para elegir una u otra vía depende de la facilidad de acceso, del control
de las mafias que juegan con la vida, del precio que exigen y de las decisiones políticas
impuestas por los países europeos.
Si buscamos una sola ruta segura y formalmente autorizada hacia Europa, no vamos a
encontrarla
La ruta más corta, la del mar Egeo, se controló parcialmente por el triste acuerdo entre la
Unión Europea y Turquía. A consecuencia de ello, entre dos y tres millones de personas
desplazadas residen actualmente en este país, muchas más de las que entraron en nuestro
continente. Alemania fue el único Estado de Europa con una política de puertas semi-
abiertasque vio en esta llegada de gente joven una inversión de futuro para un continente
envejecido. Esa política, poco sostenible de modo aislado, fue castigada por la sociedad,
obligando a un cambio que intentó un reparto inútil entre otros países europeos. Oficialmente,
estos países europeos de saneadas economías solo han sido capaces de reubicar a algo más de
33.000 personas, mientras la inmensa mayoría de los 17 millones de personas refugiadas en el
mundo se encuentran en países de renta media y, sobre todo, baja. Todos estos datos solo
demuestran que incumplimos de modo deliberado y repetido nuestras obligaciones
internacionales de asilo y refugio.
El acuerdo UE-Turquía supuso un cambio hacia la ruta alternativa del Mediterráneo Central. De
modo menos patente que con Turquía —porque considerar a Libia un “país seguro” sería
flagrante—, Europa ha reforzado el control migratorio por esta ruta a través de acuerdos con
alguna de las facciones armadas que se disputan el control del país. Las condiciones de las
personas que esperan allí para seguir su camino —y que en muchos casos tienen derecho legal
a asilo— son cercanas a la esclavitud en Libia, un país sin Estado. Curiosamente, todas estas
actuaciones son interpretadas como éxitos de la política migratoria de la Unión Europea.
Los países europeos de saneadas economías solo han sido capaces de reubicar a algo más de
33.000 personas
Por otra parte, no debemos olvidar que la mayor “inversión” en “cohesión y cooperación”
desde Europa con el Norte de África se ha producido este año dentro de nuestras fronteras y
en el control de las mismas y no en los países de origen. Difícilmente mejoraremos los flujos
migratorios si las condiciones de vida en los países que nos rodean se deterioran.
Al hilo de esta política de control de fronteras, que ha puesto en peligro el mismo espacio
Schengen, las ONG que trabajan en el rescate en el Mediterráneo han sido criminalizadas por
“tráfico ilegal de personas” y han visto reducido el espacio humanitario con medidas que
ponen en segundo plano el derecho a la vida. Algunas personas u organizaciones incluso se han
enfrentado a procesos judiciales por cumplir su mandato humanitario. Se ha intentado poner
el control migratorio por encima del deber de salvamento, aludiendo a un supuesto “efecto
llamada” que en realidad es el “efecto huida”. Aun así, miles de personas continúan y
continuarán arriesgando su vida antes que seguir viviendo en condiciones deplorables que no
dejan margen a la elección.
En España, a través de nuestra Frontera Sur sufrimos una presión migratoria todavía escasa, al
menos cuantitativamente; un 10% menos que en Italia. Muchas de las medidas tomadas por el
nuevo y pintoresco presidente de Estados Unidos son criticadas en los medios de
comunicación, pero realidad esas medidas son muy antiguas en nuestro país, tanto que
posiblemente ni siquiera somos conscientes. Muros o alambradas, como el de México, ya
llevan años construidos en Ceuta y Melilla. Cada vez más altas y cruelmente sofisticadas, con
sus concertinas. Devoluciones en caliente, al igual que en la frontera con México, muchas veces
irregulares, sin control judicial reglado.
Pero aún vamos más allá, una vez acceden al país ingresamos a los migrantes en prisiones
improvisadas, como el caso de Archidona, o en prisiones provisionales, como los CIE.En estas
instalaciones, sostenidas con fondos públicos, se juzga de modo opaco qué personas deben ser
devueltas y cuáles admitidas, privándolas de libertad, salvo que, arbitrariamente, superen un
tiempo de estancia o los centros se vean saturados, en cuyo caso quizá sean puestas en
libertad en espera de resolución de su expediente. No sería de extrañar, pues, que el actual
presidente americano tomara ejemplo de este sistema tan sofisticado de control migratorio,
que induce incluso a suicidarse a personas que han sobrevivido a un viaje inhumano, desde
lugares cuyas condiciones de vida les han obligado a jugarse la misma. Eso ha pasado
recientemente en la prisión de Archidona.
Es presumible que, según las condiciones que augura nuestro entorno, los flujos migratorios no
se resuelvan, sino que se agudicen. Nuestra experiencia como ONG internacional nos aporta
datos esenciales desde el otro lado. Quizá sería el momento de que las instituciones europeas
y españolas se replantearan seriamente revisar una política migratoria y de asilo que suena
constantemente a reactiva y que en absoluto contribuye ni al desarrollo sostenible, ni a las
necesidades de la propia Europa, ni a la estabilidad de nuestra región geográfica. Quizá sería el
momento de hacer consciente a la sociedad civil de esa necesidad, más allá de espurios y
cortoplacistas intereses electorales.
https://elpais.com/elpais/2018/01/02/migrados/1514907244_155593.html
http://rpp.pe/economia/economia/migracion-venezolana-puede-afectar-el-empleo-en-el-peru-
noticia-1101152
Mientras que algunos sectores apelan a la solidaridad para abrir nuestras fronteras; sin
embargo, otros consideran que es tiempo de detener la ola migratoria debido al supuesto
impacto negativo que provoca en la economía del país.
LEE: Venezolanos en Perú: conoce qué es el PTP y los requisitos para solicitarlo
“El primero es el incremento de la informalidad laboral. Del total de migrantes, solo 4.600
están en planilla, lo que representa el 0.15% de la Población Económicamente Activa (PEA)
formal del país. El resto se dedica, por lo general, al comercio ambulatorio o trabajan en
empleos informales”.
Por otro lado, esta ola migratoria no solo impacta en la economía del país, sino en la estructura
social. De acuerdo al sociólogo Jorge Salcedo, quien es profesor en la mencionada universidad,
el mercado peruano, sobre todo en el sector servicios y atención al público, prefiere realizar
contrataciones teniendo como base la apariencia física de los postulantes, lo que genera
conflicto.
“El racismo y la discriminación en el Perú tiene una ecuación bastante compleja. Aquí
discriminamos por el fenotipo (apariencia), nivel socioeconómico, origen regional y educación”,
apuntó el especialista.
http://www.americatv.com.pe/noticias/internacionales/migracion-venezolana-especialistas-
explican-su-impacto-peru-n310305
Tras conocerse que la pobreza aumentó por primera vez en el milenio, las redes sociales
señalaron a los venezolanos que están en el Perú como la causa. Sin embargo, si todos ellos
estuviesen trabajando, serían solo el 1,17% de la Población Económicamente Activa
A raíz del aumento en la tasa de pobreza en el país por primera vez en el milenio, encontrar las
causas de la mala noticia es materia de varios análisis de expertos en el tema, que señalan a la
desaceleración del crecimiento económico y la caída del empleo formal como las principales
causas.
Sin embargo, en múltiples comentarios publicados por usuarios de Internet y redes sociales, se
apunta a otro supuesto factor: la creciente migración venezolana.
La mayoría de migrantes venezolanos que llega a Perú lo hace por razones económicas y falta
de trabajo, según una investigación difundida por la oficina en Lima de la Organización
Internacional de las Migraciones (OIM). La población venezolana que ha llegado al país en los
últimos meses está conformada mayoritariamente por hombres de entre 18 y 39 años, con
estudios técnicos y universitarios.
A abril del 2018, en el Perú había más de 200 mil venezolanos, 36 mil de ellos con permiso
temporal, un documento que les permite trabajar y tributar con todos los derechos laborales,
según la Superintendencia Nacional de Migraciones.
NOTAS RELACIONADAS
En base a cifras del INEI, si todos los venezolanos que residen en el Perú, ya sea en condición
de turistas o con el permiso temporal, encontraran de pronto un trabajo, estos pasarían a
representar solo el 1,17% de la Población Económicamente Activa en el Perú.
"No veo una causalidad con las cifras del estudio de pobreza. Eventualmente podría tener
efectos, pero solo en la medida que existan impactos significativos en los empleos. Por ahora
no lo veo por ahí", asegura Carlos Oliva, director de la maestría en gestión pública de
la Universidad del Pacífico.
NOTAS RELACIONADAS
En coincidencia, Hugo Perea, economista principal del BBVA Research, afirma que la fracción
minoritaria de la fuerza laboral de migrantes generalmente desempeña trabajos en el ámbito
del subempleo, es decir, "no quitan trabajos de calidad, realizan trabajos que los peruanos no
desean hacer", sostiene.
Oliva agrega, además, que es necesario revisar las cifras de pobreza de acuerdo a
departamentos. "Seguramente sigue aumentando la pobreza en la sierra o selva, donde no hay
mayor presencia de venezolanos, ¿qué explicación damos para esos casos?", cuestiona.
Según el reporte, la pobreza aumentó en 10 regiones, de las cuales solo tres están en la costa.
Se trata de Pasco, 2,7%; Loreto, 1,2%; Huánuco, 1,6%; San Martín, 2,6%; Cusco, 4,8%; Ancash,
0,7%; Junín, 3,7%; Lambayeque, 3,7%; Ucayali, 1,2%; Lima, 2,4%.
EFECTO EN CONTEXTO
Para Juan Carlos Odar, director de Phase Consultores, el efecto de la migración venezolana se
siente más debido al bajo crecimiento económico que ha tenido el Perú, así como a la
destrucción de empleos formales que se registraron el año pasado.
El perfil del venezolano que llega al Perú, según Odar, es de una persona dispuesta a aceptar
empleos de baja calidad donde el ingreso promedio es relativamente bajo y, en consecuencia,
puede motivar a que este sufra una caída.
"La migración puede haber influido un poco, pero como la pobreza se mide por el lado
monetario, se siente mucho más en la medida que estamos creciendo lentamente. Si esto
hubiera sucedido cuando el empleo formal crecía a 400 mil empleos al año, casi no se hubiera
percibido", concluyó Odar.
https://elcomercio.pe/economia/peru/pobreza-peru-impacto-tuvo-migracion-venezolana-
noticia-514673
Polémica sobre migración venezolana en Perú y los mitos sobre una invasión laboral
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“Si nos vamos a poner a criticar a los venezolanos ¿dónde nos van a criticar a nosotros
afuera ?”(Wikipedia)
Perú ha sido uno de los países más solidarios de la región con los inmigrantes venezolanos que
huyen de la crisis que atraviesa su país. Sin embargo, la migración masiva y la decisión de
ampliarles la opción de adquirir un permiso Permiso Temporal de Permanencia (PTP) ha
desatado polémica.
Muchos se preguntan si, por aceptar que sigan entrando venezolanos a Perú como una medida
humanitaria, se están perjudicando a los ciudadanos de su país.
Lea más: Perú facilita migración de venezolanos: reconocerá sus títulos universitarios
Lea más: Video: venezolanos colapsan cancillería en Perú para solicitar refugio
“Creo que el Ejecutivo debe tomar una decisión. El problema es el ingreso masivo que hay
ahora (de venezolanos). Creo que hay que poner restricciones o, en todo caso, regular su
ingreso (..) Es bueno ser solidarios, pero tenemos que pensar también en que nuestros jóvenes
necesitan trabajo”, manifestó.
Desde las declaraciones del congresista las redes sociales han “explotado” con debates
y opiniones de políticos, defensores de los derechos humanos, entre otros. Todos buscan
explicar por qué la migración de venezolanos representa o no un peligro para la sociedad
peruana.
“El venezolano no está migrando porque quiere, sino porque necesita. En muchos casos viene
huyendo porque ni siquiera puede alimentarse. Yo no sé si han podido ver imágenes de cómo
están saliendo hasta caminando, es terrible”, comentó a El Comercio Paulina Facchin, activista
venezolana que radica en Perú. Pero este no necesariamente es un argumento que tranquilice
a los peruanos.
Ciertamente, la crisis por la que atraviesa Venezuela es lo que ha obligado a los ciudadanos de
ese país a salir en busca de mejores oportunidades. Pero al peruano lo que le preocupa es que
a su país ingresa un aproximado de 8.000 venezolanos (de acuerdo a la la Superintendencia
Nacional de Migraciones), residen unos 100.000., y podrían seguir ingresando. Además
supuestamente está la posibilidad que les “quiten su trabajo”.
Incluso el legislador oficialista Juan Sheput parece estar de acuerdo con las declaraciones de
Apaza. “Mi opinión personal, porque esto no es algo que se haya discutido en el Ejecutivo, es
que no debemos ser tan ingenuos en satanizar al congresista Apaza sin que entendamos la
complejidad de cualquier migración”, dijo.
“La economía peruana, en estos momentos, no absorbe a los 300 mil jóvenes que se
incorporan al mercado laboral cada año porque no está creciendo lo suficiente. Así, ¿cómo
vamos a poder absorber a todos los venezolanos que vienen?”, comentó el legislador.
El economista jefe de BBVA Research, Hugo Perea, señala que los venezolanos que residen en
Perú representan a penas el 0,6% de la Población Económicamente Activa (PEA), estimada en
17 millones. Contrario a lo que se piensa, esta migración podría ser positiva “ya que muchos de
estos migrantes son profesionales calificados, lo que podría tener un empuje sobre la
productividad”.
Javier Barreda, ministro de Trabajo y Promoción del Empleo, también niega que haya un riesgo
en la empleabilidad de los peruanos con la llegada de los venezolanos.
“No estoy de acuerdo con la expresión del congresista Apaza. Las teorías laborales modernas
descartan que el factor migratorio distorsione los mercados laborales en cualquier parte del
mundo. Hay percepción en la gente, pero solo eso”, dijo.
Barreda comentó además que, como una manera de evitar precisamente una distorsión en el
mercado laboral, se ha decidido realizar una supervisión sobre los contratos con los
venezolanos para evitar que ganen menos que los peruanos y así que despojen a sus
ciudadanos nativos para contratar a estos inmigrantes por menor costo.
https://es.panampost.com/karina-martin/2018/01/31/polemica-en-peru-por-migracion-de-
venezolanos/?cn-reloaded=1
COYUNTURA
Además, recientemente una periodista tuvo una fuerte retórica anti-inmigración contra los
colombianos. Este tipo de actitudes deben evitarse puesto que, por un lado, Perú necesita de
buenos inmigrantes que contribuyan al crecimiento económico al margen de su nacionalidad y,
por otro, no debe olvidarse jamás que durante la década de los 80 y 90 muchos ciudadanos
peruanos emigraron a otros países para buscar mejores oportunidades. Ahora le toca a Perú
retribuir la ayuda recibida.
Evidentemente, la autoridad migratoria debe crear procesos expeditivos y simples (cosa que
podría parecer muy difícil, teniendo en cuenta que la autoridad migratoria tiene una
especialización en la creación de trámites engorrosos) para expulsar a los inmigrantes que no
cumplen con la ley. Sin embargo, ello no justifica comentarios ligeros que estigmatizan a las
personas por su nacionalidad.
Los inmigrantes colombianos, venezolanos y de otras partes del mundo deben ser acogidos y
vistos como una oportunidad para ambas partes. Quizás en algunas décadas, siguiendo el
ejemplo de Londres, Lima podría convertirse en la capital económica de Sudamérica gracias a
los buenos inmigrantes. La reacción que el Perú necesita no debiera de ser: “¡S.O.S. nos
invaden!”, sino más bien un pedido dirigido a las desidiosas autoridades peruanas: ¡S.O.S.:
necesitamos reglas migratorias claras y simples!
http://www.puntoycoma.pe/coyuntura/opinion-s-o-s-oleada-venezolana-en-peru-un-
beneficio/