Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
GENERALIDADES
El tercer estudio importante se llevó a cabo por el Dr. Ove Riisfeldt en 1946.
Valores altos de actividad de fosfatasa ácida se encontraron en todas las
eyaculaciones excepto en aquellos sujetos prostatomizados. Para manchas,
Riisfeldt estaba convencido de que el método era específico de semen, y creyó
que cuando daba resultados positivos, uno podía concluir con certeza que el
semen estaba presente. Sin embargo, en los casos en que el test de fosfatasa
ácida era negativo, la búsqueda de células tenía que intentarse. Si no se
detectaba la enzima, y no se encontraban espermatozoides, la conclusión de
ausencia de semen estaba garantizada.
En 1947, Kaye recomendó el test de fosfatasa ácida para identificación de
manchas seminales. Manchas de fluido seminal contendrían un mínimo de 30
unidades King Armstrong de actividad de fosfatasa ácida, y cualquier mancha
conteniendo ese nivel de actividad o más alto podía considerarse que era de
origen seminal. Recomendó que se hiciera también una búsqueda de células
de esperma. Manchas de hasta 6 meses dieron fuertes reacciones positivas. La
única posibilidad de obtener un valor alto de fosfatasa ácida de otro fluido
corporal sería en sueros de pacientes con metástasis de carcinoma de
próstata.
No todos los autores han estado de acuerdo en que un solo test de fosfatasa
ácida positivo, en ausencia de otra evidencia, podría tomarse como prueba
concluyente de la presencia de semen. Hauck y Lithoff en 1959 revisaron este
asunto finalmente, concluyendo que un test de fosfatasa ácida solo no debería
considerarse concluyente para la identificación de semen.
Mostraron que un número variado de sustancias de origen vegetal daban altos
valores de fosfatasa ácida, Kind en 1964 también revisó este test, y estuvo
parcialmente de acuerdo con Ilauck y Leithoff. Kind también discutió la reacción
del test de la fosfatasa ácida como un instrumento de búsqueda para manchas
seminales localizadas en prendas y superficies, y Fonzak en 1977 recomendó
esta técnica como útil.
CONCLUSIONES