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Gobiernos liberales de 1885 a 1930

Justo Rufino Barrios comandante en jefe del Ejército, fue nombrado presidente en
(1873-1885). Dando inició aun periodo de gobiernos liberales que duraría hasta
1920,. En su intento por revivir la federación de las Provincias Unidas de
Centroamérica por medios militares, invadió El Salvador y murió en la campaña.
Su sucesor, el general Manuel Lisandro Barillas, restableció las relaciones con El
Salvador y los demás países de Centroamérica. José María Reina Barrios, electo
presidente en 1892, fue asesinado seis años después.

Durante los siguientes 22 años, el político Manuel Estrada Cabrera (1898-1920)


gobernó Guatemala. En 1906 el antiguo presidente Barillas organizó una rebelión
en contra de su régimen, provocando una guerra que envolvió a toda
Centroamérica, con la excepción de Nicaragua. Las hostilidades cesaron gracias a
la intervención del presidente de Estados Unidos, Theodore Roosevelt, y del
presidente de México, Porfirio Díaz. En 1920 se obligó al presidente Estrada
Cabrera a renunciar. Carlos Herrera y Luna fue designado presidente provisional,
pero fue derrocado en 1921 por el general José María Orellana, que ocupó la
presidencia hasta su muerte en 1926.

Le sucedió el oficial del Ejército, Lázaro Chacón. En 1930 los efectos de la


depresión económica y las acusaciones de corrupción contra del presidente
Chacón provocaron su derrocamiento. El general Jorge Ubico Castañeda fue
nombrado presidente en 1931; bajo su régimen, la economía guatemalteca logró
recuperarse de la depresión económica de 1930, la principal beneficiaria fue la
compañía estadounidense United Fruit, así como las familias de la oligarquía
nacional. La dureza de su régimen provocó que un movimiento cívico-militar le
obligara a dimitir en junio de 1944, acabando así con las dictaduras militares que
habían dominado el país durante un siglo.

LA REFORMA AGRARIA REVOLUCIONARIA DE 1944 A 1954

La Revolución de 1944 fue una época de la historia que marcó la vida de


Guatemala más que cualquier otra. Previa a esta revolución, el país estaba en un
estado inestable y feudal. La United Fruit Company (UFCO) tenía control sobre el
gobierno y un gran porcentaje del terreno nacional.

En 1945 Juan José Arévalo fue el primer presidente electo democráticamente por
los tres millones de ciudadanos. Su campaña política estaba enfocada en tres
puntos: la construcción de una carretera del Atlántico al Pacifico, el proyecto de
una hidroeléctrica en el Rió Michatoya y la Reforma Agraria. Cada uno de estos
puntos era un ataque hacia las empresas estadounidenses. La construcción de la
carretera le quitaba el monopolio a la UFCO, la hidroeléctrica le quitaba el
monopolio a la Empresa Eléctrica, y la Reforma Agraria expropiaba las tierras
ociosas de la Frutera (entre otros propietarios de latifundios). Durante el primer
año de la administración de Arbenz se discutió la Reforma Agraria entre los
diversos sectores de la sociedad. Los partidos de derecha y los dueños de los
latifundios estaban en contra de la reforma. Los argumentos de estos sectores no
fueron escuchados. Arbenz procedió con el Decreto 900: Reforma Agraria el 17 de
junio de 1952. El Decreto consistía en 107 artículos que determinaban las
condiciones bajo las que se expropiarían tierras y en las que se otorgarían.

El propósito del Decreto 900 era acabar con los latifundios y brindarles
oportunidades a los campesinos. No serian expropiadas las tierras en producción,
únicamente las de propiedad privada que no estuvieran cultivadas, que pasarían
a formar parte del patrimonio nacional. Las tierras no cultivadas eran más del 60%
en todo Guatemala. La Frutera fue expropiada de aproximadamente 400,000
acres (97% de su propiedad). Todas las tierras fueron indemnizadas en su valor
en libro con bonos de la reforma agraria. La Reforma Agraria les otorgaba a los
campesinos usufructo vitalicio de las tierras y eventualmente propiedad, aunque
en algunos casos se otorgaron propiedades inmediatamente. Por lo tanto la oferta
aumento drásticamente, lo que tendió a disminuir el precio, pero debido a que los
terrenos se otorgaban sin costo al campesino, el precio era prácticamente cero. La
fuerza laboral disminuyó, ya que los trabajadores que solían cultivar los latifundios
tenían sus propias fincas ahora. Esto aumentó los salarios de los cultivadores y
creó la posibilidad de ganancia de cultivos para los trabajadores de campo que no
tenían tierras anteriormente.
Cuál es el objetivo del estatuto agrario 559

A los propietarios cultivadores directos de tierras, ubicadas en la zona y que


expresamente lo soliciten, no se les expropiará la superficie de las mismas que de
acuerdo con las normas señaladas en el Plan General de Desarrollo de la Zona,
pudiera serles atribuida. Esta superficie reservable, será fijada en atención a la
extensión de las fincas, sistema de labranza de la tierra y, en todo caso, será
primordialmente tenida en cuenta la necesidad de instalar el mayor número
posible de colonos, armonizando la consecución de este objetivo, con los legítimos
intereses de la propiedad privada y con la obtención del máximo rendimiento de la
producción agrícola de la zona.

Para los efectos de esta ley, se entenderá por zonas de desarrollo agrario,
aquellas áreas del territorio nacional de gran extensión, susceptibles de una
profunda transformación de sus condiciones económicas y sociales, que exigen
para su ejecución obras y trabajos complejos que superando la capacidad privada
hacen necesario el apoyo técnico, financiero y jurídico del Estado. La declaración
de alto interés social del conjunto de trabajos y obras de transformación, así como
la aprobación del Plan General de Desarrollo, se harán por acuerdo del Consejo
Nacional de Transformación Agraria, quedando desde ese momento facultado el
Instituto para ocupar los bienes, cuya enajenación forzosa fuere necesaria, por
haber sido declaradas tierras ociosas. Una vez definida como de alto interés social
la transformación de una zona de desarrollo agrario, alcanzará a dicha
transformación los beneficios de esta ley, debiendo sujetarse a los trámites y
condiciones que en la misma se establezcan.

Queda derogado el Decreto número 559 del Presidente de la República que


contiene el Estatuto Agrario y todas las leyes, decretos, acuerdos, reglamentos y
demás disposiciones que se opongan a la presente ley. En tanto no se introduzcan
las reformas pertinentes al Decreto 994 del Congreso (Ley Orgánica del Banco
Nacional Agrario), La Junta Directiva de dicha Institución bancaria seguirá
funcionando de conformidad con lo estipulado por el citado decreto.

Un análisis del decreto ley 551 transformación agraria


Guatemala requiere de una reforma del marco jurídico del agro y de un desarrollo
institucional en el área rural que permita poner fin a la desprotección y el despojo
que han afectado a los campesinos y, en particular, a los pueblos indígenas; que
permita la plena integración de la población campesina a la economía nacional; y
que regule el uso de la tierra en forma eficiente y ecológicamente sostenible de
acuerdo a las necesidades del desarrollo. Con este fin y tomando en cuenta en
todos los casos las disposiciones del Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los
Pueblos Indígenas, el Gobierno se compromete a:

Reforma legal

a) Promover una reforma legal que establezca un marco jurídico seguro,


simple y accesible a toda la población con relación a la tenencia de la tierra.
i) Dicha reforma deberá simplificar los procedimientos de titulación y
registro del derecho de propiedad y demás derechos reales, así como
simplificar los trámites y procedimientos administrativos y judiciales;
b) Promover la creación de una jurisdicción agraria y ambiental dentro del
Organismo Judicial mediante la emisión de la ley correspondiente por el
Congreso de la República;
c) Promover una revisión y adecuación de la legislación sobre tierras ociosas
de manera que cumpla con lo estipulado en la Constitución y regular,
incluyendo incentivos y sanciones, la subutilización de las tierras y su uso
incompatible con la utilización sostenible de los recursos naturales y la
preservación del ambiente;
d) Proteger las tierras ejidales y municipales, en particular limitando
estrictamente y de manera pormenorizada los casos en que se puedan
enajenar o entregar por cualquier título a particulares;
e) En cuanto a tierras comunales, normar la participación de las comunidades
para asegurar que sean éstas las que tomen las decisiones referentes a
sus tierras;
ii) Resolución expedita de los conflictos de tierra
f) Establecer y aplicar procedimientos judiciales o no judiciales ágiles para
dirimir los litigios sobre tierra y otros recursos naturales (en particular
arreglo directo y conciliación), teniendo en cuenta los compromisos del
Acuerdo sobre Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el
Enfrentamiento Armado y el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los
Pueblos Indígenas.
iii) Además, establecer procedimientos que permitan:
i) Definir fórmulas compensatorias en caso de litigios y reclamos de tierra
en los que agricultores, campesinos y comunidades en situación de
extrema pobreza han resultado o resultaren desposeídos por causas no
imputables a ellos;
ii) Restituir o compensar, según el caso al Estado, las municipalidades,
comunidades o personas cuyas tierras hayan sido usurpadas, o que con
abuso de autoridad hayan sido adjudicadas de manera anómala o
injustificada;
g) Regularizar la titulación de las tierras de las comunidades indígenas y de
los beneficiarios del Instituto Nacional de Transformación Agraria que
poseen legítimamente las tierras otorgadas; Institucionalidad
h) Para 1997, haber puesto en marcha una dependencia presidencial de
asistencia legal y resolución de conflictos sobre la tierra con cobertura
nacional y con funciones de asesoría y asistencia legal a los campesinos y
trabajadores agrícolas para hacer valer plenamente sus derechos y, entre
otras, las siguientes:
i) Asesorar y dar asistencia legal a los campesinos y trabajadores
agrícolas y/o a sus organizaciones cuando así lo soliciten;
ii) Intervenir en controversias sobre tierras a solicitud de parte para lograr
soluciones justas y expeditas;
iii) En el caso de litigios judiciales, otorgar asesoría y asistencia legal
gratuita a los campesinos y/o sus organizaciones que lo soliciten;
iv) Recibir denuncias sobre abusos que se cometan en contra de las
comunidades, de las organizaciones campesinas y de los campesinos
individuales y hacerlas del conocimiento de la Procuraduría de los
Derechos Humanos y/o de cualquier otro mecanismo de verificación
nacional o internacional.

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