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El cuento como herramienta de iniciación a la lectura

Muchos autores de libros sobre literatura pasan por alto los cuentos considerando que constituyen un género menor y que no merecen a penas
consideración, sin embargo opino que no tiene que ser así, como voy a demostrar en mi ensayo y además que constituye una herramienta maravillosa
para iniciar a la infancia en un mundo mágico, infinito y enriquecedor: el de los libros.

Comencemos desmontando el mito de que el cuento es un género menor en importancia. No es complicado hacerlo pues basta referirse a las plumas
de Julio Cortazar, Benedetti, Borges o Eduardo Galeano entre muchos otros, para defender que el cuento puede tener una alta categoría y ser mucho
más que un mero relato para niños.

Pero incluso, en los relatos infantiles, despreciar la tinta de Andersen, Grimm o Perrault es una soberbia inconmensurable digna de arrogantes críticos
demasiado encerrados en un universo propio de letras y polvorientos escritos. Como pueden ver en los anexos que adjunto, no son pocas las voces
autorizadas que defienden la calidad literaria de los grandes autores de cuentos.

El germen de los cuentos está en la tradición oral y es por esto que han sido en muchos casos despreciados cuándo pasaron a ser un género literario.
En un principio se limitaban a recoger estas narraciones tradicionales, pero el cuento ha evolucionado y ya no se limita a ser una simple recopilación de
leyendas constituyendo un género propio, con sus subgéneros y peculiaridades.

Y una vez hemos dejado clara su importancia literaria, hablemos de su influencia en las jóvenes mentes como inductor a la lectura.

La mayoría de los niños tienen su primer contacto con los libros a través de los coloridos ejemplares que sus padres les sujetan para que observen los
dibujos mientras les narran lo que allí está escrito. Cuándo comienzan a leer, son los cuentos los primeros escritos sobre los que posan sus miradas
tratando de descifrar los mágicos secretos que encierran. Cumplen todos los requisitos: son breves, de lenguaje sencillo y los temas atrapan su
imaginación que rebosa misterios, hadas, princesas y enanitos mágicos.

Con el tiempo y la edad, un niño al que se le ha inculcado el placer de dormirse con un cuento, comenzará a desear saber por sí mismo que sucede a
sus personajes favoritos y poco a poco se adentrará en el íntimo placer de sumergirse en las páginas de un libro y comenzar a vivir sus historias sin
más voz que esa interior que te acaricia el alma cuándo te sitúas frente al hechizo de las palabras.

Un cuento puede crear lectores no solo entre los niños. Los libros de cuentos o relatos breves para adultos atrapan a personas que han dejado atrás la
infancia y que inmersos en una vida de prisas y estrés no encuentran tiempo para leer una novela más extensa. Los cuentos permiten aprovechar una
espera en la consulta del médico, un viaje en el transporte público o un breve instante antes de entregarse al sueño para abanicar sus hojas y dejar que
sus letras nos arranquen durante un breve rato de la rutina diaria y su torbellino de ruidos y prisas y nos transporte a diferentes lugares dando un
respiro a nuestra mente, demasiado sometida a una constante ansiedad.

Según lo demostrado el cuento no solo no es un género menor, sino que puede estar a la altura de las más grandes obras y que su importancia es
básica y primordial para el fomento de la lectura en niños y adultos, ayudando a que la sana costumbre de la lectura perviva en las nuevas
generaciones.

Seamos pues unos “cuentistas” irreductibles con nuestros hijos, descubrámosles el placer de no poner barreras a los sueños y de amar la lectura, a
través de nuestras voces en un principio y de forma autónoma y con sus personales elecciones más adelante.

http://comohacerunensayobien.com/

Leyenda:
Introducción

Presentación de opinión o posición

Argumentación

Conclusión

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