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Produccion de Quesos, Consideraciones Particulares
Produccion de Quesos, Consideraciones Particulares
DE
QUESOS
Consideraciones particulares
V et . Ju lieta B r u sc h i
Página
Introducción 3
Principales aditivos empelados en quesería 3
Fermento 3
Bacteriofagos 6
Enzimas coagulantes 7
Características y conservación de la salmuera 9
Bioquímica de la maduración 12
Factores generales que afectan la maduración de los quesos 13
Defectos en quesos 17
Hinchazón precoz 17
Hinchazón tardía 17
Arricotado 19
Manchas en superficie 20
Ausencia de ojos 21
Defectos originados en el salado 21
Defectos de coloración 21
Defectos de sabor 21
Desarrollo de hongos y bacterias en superficie 22
Ácaro del queso 22
Rendimiento quesero 22
Factores que disminuyen el rendimiento 23
Leche destinada a la fabricación de queso 24
Consideraciones sobre el queso fresco 25
Bibliografía 26
2
Introducción:
Fermento:
Es un cultivo de cepas de especies de microorganismos útiles (las más utilizadas
son las Bacterias Ácido Lácticas) empleado para inocular un producto con el
objeto de iniciar una fermentación.-
3
Las bacterias lácticas como grupo microbiano:
El término bacterias lácticas se aplica a un grupo de organismos integrados por
bacterias gram positivas, no esporuladas, fermentadoras de carbohidratos,
productoras de ácido láctico, ácido tolerantes, catalasa (-), preferentes de un
ambiente anaeróbico, usualmente no móviles e incapaces de reducir los nitratos.
Se distribuyen ampliamente en la naturaleza, siempre que cuenten con una alta
concentración de carbohidratos solubles, compuestos derivados de la hidrólisis de
proteínas, vitaminas y una baja tensión de O2.
Se encuentran en leche y productos lácteos, alimentos fermentados (carnes,
vegetales, etc.), vegetales crudos o en descomposición, ensilados y en el tracto
intestinal y membranas mucosas (boca, vagina, etc.) del hombre y animales.
Su presencia en leche cruda deriva de una contaminación exógena, de origen
ambiental.
Apariencia morfológica
-Cocos
4
-Bastones
5
1. Falta de patogenicidad o actividad tóxica (por ejemplo que no produzacan
aminas biógenas)
2. La habilidad de producir cambios deseados (acidificación, proteólisis y
lipólisis que contribuyen al sabor/aroma y textura de los derivados de la
leche)
3. La habilidad de dominar la microflora competitiva (mediante la acidificación
del medio y la producción de bacteriocinas)
4. La facilidad de propagación
5. La facilidad de preservación
6. La estabilidad de las propiedades deseables durante los períodos de cultivo
y almacenamiento
6
Frecuentemente los problemas fágicos no se detectan hasta que se ha producido
el daño.
Enzimas coagulantes:
La nomenclatura de las enzimas coagulantes se ha ido modificando a medida que
se ha ido conociendo su identidad y diversidad.
El primer nombre de la enzima coagulante de la leche fue quimosina (Chymosin),
derivada de la palabra griega “ Chyme” que significa líquido gástrico, utilizada
por Deschamps en 1840 para la principal enzima que se extraía del cuarto
estómago de terneros.
En 1890, se toma como nomenclatura internacional de la enzima, el término
renina, derivada de la palabra rennet (cuajo), para luego volver a denominarse
quimosina (Unión Internacional de Bioquímica y biología Molecular, IUBMB,
1992).
Las enzimas activas en todos los cuajos y coagulantes de la lecheque se han
utilizado para producir quesos son proteasas del ácido aspártico.
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Existe una diferencia entre los términos cuajo y coagulante, ya que según IDF
(Federación Internacional de Lechería) el nombre de cuajo debe ser reservado
para la preparación de enzimas de estómagos de rumiantes , mientras que las
otras enzimas coagulantes de la leche deben denominarse “coagulantes”
Actualmente también se ha aceptado que la quimosina producida por un
organismo modificado geneticamente (GMO) debe ser denominada “Quimosina
producida por fermentación” (FPO).
Coagulantes animales:
En el grupo de coagulantes de origen animal, el cuajo de ternero es ideal para la
elaboración de quesos por su alto contenido de quimosina siendo esta la enzima
natural de elección para coagular leche bovina.
Extractos de terneros provenientes de estómagos de terneros jóvenes tienen un
alto contenido de quimosina: 80-90% quimosina y 10-20% pepsina (IDF
Standard 110B) lo cual varía según la edad del animal y el tipo de alimentación.
El cuajo de ternero es el producto tradicionalmente utilizado para la elaboración
de quesos, siendo el producto de referencia en cuanto a composición y
rendimiento.
El de mayor uso alternativo es el cuajo de bovino adulto, aunque presenta a
diferencia del de ternero, mayor contenido de pepsina, por lo que es más
sensible al pH y posee en general una mayor actividad proteolítica.
Los cuajos de cordero y cabrito son similares a los de ternero, y los de oveja y
cabra a los de bovino adulto, siendo más aptos para coagular leche de su misma
especie.
El cuajo porcino es muy poco utilizado ya que presenta una alta actividad
proteolítica (generalmente inespecífica) y gran inestabilidad, principalmente al
pH.
Coagulantes microbianos:
Los coagulantes microbianos utilizados en la elaboración de quesos son de orígen
fúngico, sin embargo no se consideran muy apropiadas ya que tienen una alta
actividad proteolítica y poca especificidad, probablemente por no ser proteasas
aspárticas.
Coagulantes vegetales:
Un gran número de enzimas vegetales se ha utilizado como coagulante de la
leche.
8
El extracto de Cynara cardunculus, se ha utilizado desde la antigüedad para la
elaboración de quesos artesanales, principalmente en Portugal.
Se obtiene del cardoon y contiene una mezcla de enzimas que parecen ser
proteasas aspárticas, e incluso algunas de ellas. Estos coagulantes no están
disponibles en forma comercial. 1)
9
Cálculo del volumen de salmuera:
Para realizar el cálculo del volumen de salmuera necesario, se debe tener en
cuenta principalmente:
Relación kg de queso/volumen de salmuera
Tipo de queso a ser salado
Las observaciones prácticas indican que, para cada kg de queso a ser salado, se
deben preparar 3 litros de salmuera como mínimo. En el caso de una fabricación
diaria de 1.000 kg de queso, son necesarios 3.000 litros de salmuera por cada
día que el queso permanece en solución. Si esta producción es hecha en
unidades de 1 kg cada un, 3.000 litros de salmuera son suficientes, peo
tratandose de unidades de 2 kg cada una, que permanecen eventualmente48hs
en la salmuera, son necesarios 6.000 litros.
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Luego de reajustar la sal, se procede a adicionar el cloruro de calcio, a razón del
0.6-0.8%.
Manutención de la salmuera:
Con el paso del tiempo la composición de la salmuera se modifica tanto química
como microbiológicamente, aumentando el recuento de hongos y levaduras
halófilas al disminuir el tenor de sal. Debido al poder tamponante de la salmuera
el pH no varía demasiado, pero sí varía la acidez en ºD, que tiende a subir y
debe ser corregida periódicamente, procurando mantener el pH dentro de valores
aceptables.
Desde el punto de vista microbiológico se considera que se debe corregir la
salmuera cuando el recuento de gérmenes excede las 100.000 UFC/ml.
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Ablandamiento de la cáscara
Se favorece el desarrollo de hongos y levaduras que contaminan la cáscara
Puede ocurrir que la acides de la salmuera sea elevada, en cuyo caso es
necesario neutralizarla. En general, en la práctica se toma como patrón una
acidez de 20ºD, obteniéndose buenos resultados.
Para la neutralización de recomienda utilizar NaOH.
Desde el punto de vista microbiológico la corrección de la carga bacteriana se
puede realizar por tratamiento térmico o por productos químicos. El primero es
prácticamente impracticable, debido a la dificultad de manipular semejantes
volúmenes, y porque además en el caso del empleo de pasteurizadores a placa,
representa un gran riesgo de corrosión del equipo.
Dentro de los productos recomendados se encuentran:
Peróxido de hidrógeno al 30% (130 volúmenes), a razón de 200-300ml
por 1000 lts de salmuera. Es el método más utilizado ya que no modifica
el sabor u olor n altera el pH.
Hipoclorito de sodio (con 10-15% de cloro activo) adicionando 500 ml por
1000 lts de salmuera. Es menos eficiente, sobre todo cuando la salmuera
contiene mucha materia orgánica.
Ambos productos deben aplicarse en el momento en que no hay quesos,
terminado el tratamiento, se pueden volver a utilizar 12 horas más tarde.
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El ácido láctico producido, durante la maduración se neutraliza o transforma en
productos como: ácidos orgánicos (acético y propiónico), dióxido de carbono,
ésteres y alcoholes; otra parte queda como tal en cantidades variables.
Caseína: Sufre una proteólisis más o menos profunda que depende del tipo de
queso. Esto se traduce en una liberación progresiva de péptidos, aminoácidos,
aminas, ácidos, tioles y tioesteres. Las enzimas que producen estas reacciones
pueden provenir de:
Coagulante de la leche: no solo tiene como función producir la
coagulación, sino que la enzima coagulante propiamente dicha y otras que
acompañan los preparados comerciales, producen una proteólisis general o
reacción terciaria.
Fermentos lácticos: cumplen un papel importante, ya que según su tipo,
poseen endo y exoproteasas, con mayor o menor actividad sobre la
caseína. Constituye la acción secundaria de los fermentos, por lo que es
muy importante en la elección de la variedad según el tipo de queso.
Proteasas naturales de la leche: Enzimas presentes en leche cruda, que
resisten los tratamientos térmicos convencionales (se destruyen a 80ºC 1
minuto). Podrían ser de gran importancia en quesos de pasta cocida, donde
se destruyen otras enzimas termosensibles se inactivan.
Enzimas de Hongos: En quesos madurados con hongos, éstos poseen un
equipo de exo y endoenzimas, con gran capacidad de proteólisis, a tal
punto que la caseína entera y los productos primarios de su degradación
llegan a desaparecer por completo al final de la maduración.
Flora secundaria que aporta características organolépticas particulares,
bacterias propiónicas como B. linens.
Flora secundaria de contaminación, con enzimas proteolíticas potentes,
puede ser deseable (en ciertos productos típicos) o indeseable.
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La contaminación con bacteria acidoláctica no provoca normalmente problemas. Incluso en
muchos casos es una ventaja, ya que inhibe el desarrollo de otros contaminantes. Aún
cuando la mayoría de estos microorganismos son eliminados o inactivados durante el
tratamiento térmico, unos pocos sobrevivientes pueden jugar un importante rol en dicho
proceso. Los lactobacilos mesófilos parecen ser especialmente importantes como flora
secundaria en el proceso de maduración.
El tipo de contaminación que debería causar preocupación es la que ocurre por microbios
psicotróficos, como pseudomonas y generadores de alcali. Estos microorganismos son
fácilmente eliminados por pasteurización, pero producen enzimas lipolíticas y proteolíticas
extremadamente termorresistentes.
Aún cuando se ha demostrado que el cheddar producido a partir de leche estéril no
desarrolla el sabor característico completo, una buena higiene es importante para asegurar
un nivel de calidad estable de los quesos. Una cierta población de NSLAB es indudablemente
necesaria para asegurar una maduración apropiada.
El problema es el control de esta flora en cantidad y composición. Parámetros como el pH,
humedad, sal y temperatura del queso durante la maduración parecen posibilitar en gran
medida el control del desarrollo equilibrado de la flora secundaria durante la maduración. Sin
embargo, el riesgo de que se desarrolle una falsa flora y ponga en peligro la calidad del
queso es demasiado grande, y las plantas modernas prefieren controlar el proceso tanto
como sea posible, adicionando cultivos suplementarios durante la elaboración.
Otro factor significativo en el control de los parámetros de maduración es la importancia de
la capacidad de desarrollo de propiedades organolépticas del queso en una dirección
específica.
Microflora adicionada
La microflora de la leche es el reflejo de la que prevalece en el lugar de producción. El nivel
de higiene en ese sitio y durante la manipulación y almacenamiento de la leche determina la
carga microbiana de la flora contaminante.
En leche cruda, la flora adicionada puede ser dominante y hasta contener bacterias
patógenas y/o potencialmente patógenas.
En leche pasteurizada los patógenos deberían eliminarse si la temperatura de pasteurización
es correcta (71,7° durante 15 segundos se considera correcto).
En quesos azules la pasteurización se lleva usualmente a cabo a temperaturas más bajas de
forma de preservar algunas de las lipasas nativas de la leche. En dichos tipos de queso los
patógenos pueden sobrevivir, pero usualmente el bajo pH y la alta concentración de sal
causan su muerte d antes que el queso esté disponible para consumo.
En quesos de tipo fresco y quesos blandos, donde la actividad acuosa y el pH son altos,
existe riesgo de multiplicación de contaminantes post-pasteurización y de sobrevivientes.
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Generalmente, sin embargo, los patógenos no suelen causar problemas en quesos
semiduros, duros y muy duros.
Psicotrofos, coliformes y otros microbios pertenecientes al grupo patógeno potencial pueden
ser de relevancia en la maduración si tienen la oportunidad de producir enzimas
termoresistentes en la leche o el queso antes de ser eliminadas. Usualmente los
microorganismos de importancia en la maduración pertenecen al grupo de las NSLAB.
Las NSLAB a su vez pertenecen mayoritariamente a los micrococcus, enterococcus y
lactobacillus, pero usualmente aquellos que multiplican durante la maduración del queso
pertenecen al grupo de lactobacilos mesófilos, como L. casei, L. paracasei, L. plantarum, L.
buchneri y L. fermentum, los cuales pueden definirse como “contaminantes capaces de
crecer en el queso”.
Los lactobacilos termófilos no son muy comunes y parecen morir durante la maduración. Los
mesófilos usualmente alcanzan conteos de alrededor de 108- 109 cfu/g en quesos de 3
meses.
El standard higiénico en el lugar de producción es un factor considerable en el desarrollo de
la flora secundaria de NSLAB, pero no es tan fundamental como podría esperarse. También
la influencia de la pasteurización parece ser menor a lo esperado. Factores tales como la
temperatura de maduración afectan la tasa de crecimiento de las NSLAB, y además tendrían
un rol menor en la determinación del conteo final de estas bacterias en el queso.
Las fuentes de NSLAB varían, pero existen algunas originarias del tambo y la planta
productiva. Incluso existe evidencia de que pueden desarrollarse en el intercambiador de
calor de placas durante períodos de operación prolongados.
Las NSLAB juegan un papel importante en el desarrollo de sabor de los quesos madurados.
Levaduras, mohos y microorganismos aeróbicos contaminantes de la superficie del queso
pertenecen también a la flora adicionada. Para algunos tipos de queso, dichos contaminantes
pueden causar serios problemas, dado que pueden ser patogénicos. La contaminación de
quesos blancos con E. coli, Salmonella, Campilobacter o Listeria monocytogenes constituyen
ejemplos de ello.
La Listeria monocytogenes es un problema particular dado que es aeróbica y tolerante tanto
a la sal como al ácido. Se origina en el medio y es prácticamente siempre una
postcontaminación, razón por la cual la pasteurización tiene a menudo efecto limitado en el
control de la bacteria. A menudo la fuente de contaminación de los quesos con maduración
de superficie son los equipos no muy limpios.
Contenido de agua
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El contenido de agua o la actividad acuosa específica es un parámetro clave entre los que
afectan la maduración. La actividad acuosa (junto con la temperatura y el pH) es un factor
decisivo en la determinación la velocidad de la maduración. La actividad acuosa determina
además la actividad de distintos microbios en el queso, y afecta también la actividad de
varias enzimas.
Los metabolitos que se forman durante la maduración dependen de la actividad acuosa.
Algunos actúan como sobre-aceleradores y otros como preservadores. En quesos blandos la
mayoría de los microbios presentes, ya sean agregados o nativos, poseen capacidad de
multiplicarse. La degradación proteica es extensiva y la formación de productos degradantes
incrementa el pH. Esto acelera luego la degradación de proteínas y estimula el crecimiento
excesivo de la parte proteolítica de la flora adicionada. Como consecuencia, los quesos
blandos maduran muy rápidamente y su vida útil es corta en comparación con otros tipos de
quesos con menor actividad acuosa.
Existe un cambio continuo en la forma en que la maduración se desarolla, conforme varía la
actividad acuosa. En el otro extremo, los quesos duros como Grana, Gruyère, Emmenthal,
etc, tienen varios años de vida útil.
Una baja actividad acuosa en estas variedades limita la flora microbiana a unas pocas
especies de microorganismos fermentativos sacarosos no proteolíticos (sacarolíticos). Los
microorganismos proteolíticos no pueden desarrollarse bajo estas condiciones, mientras que
los sacarolíticos aseguran la producción de ácidos orgánicos suficientes para preservar el
queso.
La influencia de la actividad acuosa en la maduración es decisiva para la diferenciación de las
características organolépticas entre distintos quesos. Además de la consistencia, los quesos
blandos se caracterizan por un sabor dominado por una excesiva degradación de proteínas,
a menudo descripto como marcado, sulfúrico, pútrido y amoníaco.
Los quesos con una actividad acuosa moderadamente baja, como el Continental y el
Cheddar se caracterizan por tener más ácido dulce derivado de una balanceada actividad
enzimática proteolítica, lipolítica y sacarolítica.
Las variedades duras se caracterizan por ser más dulces y con notas de nuez, lo que refleja
una actividad sacarolítica dominante. La formación y tranformación de varios ácidos
orgánicos, cetonas y ésteres son también características de estas variedades.
pH
El pH y la actividad acuosa son en cierta forma paraámetros complementarios. Durante la
fermentación de la leche en la tina, el pH es decisivo para el contenido de agua de los queso
frescos, que a su vez influencia el pH final del queso debido a la lactosa residual, que es
proporcional al contenido de agua. Eso puede, sin embargo, ser regulado en gran parte a
través de la dilución que tiene lugar durante el recalentamiento.
El pH en quesos frescos determina los tipos de microorganismos que son capaces de
multiplicar y regular la actividad de varias enzimas.
Sal
La concentración de sal en el queso influencia la maduración, dado que la sal disminuye la
actividad acuosa en el queso. Si se adiciona sal a la leche o si se sala la cuajada, como en el
caso del Cheddar, la sal hace que el queso absorba más agua (suero), lo cual a su vez le
reduce el pH. El mayor efecto del cloruro de sodio es que afecta la actividad de varias
enzimas del queso.
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Muchas aumentan su actividad al incrementar el contenido de cloruro de sodio en
aproximadamente un 3 % en la fase acuosa, pero el efecto puede variar ampliamente según
las enzimas involucradas.
En general, la sal provoca una actividad menor de la bacteria starter en relación a la
actividad de la enzima coagulante. La sal puede, además, retrasar la maduración y otorgar
un sabor amargo.
Temperatura de maduración
Este es probablemente el factor individual que más afecta la maduración. Por aumento o
reducción de la temperatura se puede acelerar o detener la maduración.
El problema en utilizar la temperatura como parámetro de control es que es muy difícil
controlar la maduración a temperaturas elevadas, y además existe gran variedad de
temperaturas óptimas para las distintas enzimas.
Un problema aún mayor es que la proteólisis total se incrementa mucho más que la
peptidólisis y la formación de componentes aromáticos post aminoácidos. Esto puede
provocar que el desarrollo de aroma ocurra de manera desbalanceada. Muy a menudo los
quesos más o menos descomponen por excesiva formación de aminas pútridas y péptidos
amargos.
Usualmente la gran proteólisis no es el factor limitante en el desarrollo completo
de aroma. La actividad peptídica y las conversiones post aminoácidos parecen
ser decisivas para el desarrollo de sabor y aroma de alta calidad.
Defectos en quesos:
Durante la elaboración y maduración de los quesos pueden ocurrir procesos
diferentes de los cambios normales o buscados. Esto trae como consecuencia la
aparición, tanto en la superficie como en la masa de los quesos de los
denominados defectos, que conspiran en forma negativa en el aspecto, sabor y
aroma de los productos.
En los casos más benignos los quesos pueden ser comercializados a menor valor
comercial o bien destinarse al proceso de fusión, siempre y cuando no existan
problemas de contaminaciones microbiológicas de carácter patógeno. Sin
embargo en casos graves se puede producir la pérdida del lote entero.
Hinchazón precoz:
Ocurre más en quesos blandosAparece durante las primeras etapas que siguen a
la elaboración, esto es durante el prensado y el salado y consiste en la formación
de un gran número de pequeños ojos similares a la pinchadura de un alfiler. El
problema es microbiológico, debido a la proliferación de bacterias coliformes o
levaduras provenientes de la leche de elaboración. Se denomina efecto esponja o
de “mil ojos”, por las características que presenta la masa del queso,
generalmente acompañado de aspecto y sabor desagradable. Las causas de este
problema deben buscarse en el uso de leche no pasteurizada, mal pasteurizada o
contaminaciones importantes con leche cruda. Asimismo, la contaminación puede
estar relacionada a un fermento de desarrollo muy lento, que no produce
rápidamente la acidez necesaria para inhibir el desarrollo de este tipo de
microorganismos anticasearios mencionados.
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Es más común de observar en quesos blandos (mayor cantidad de agua en la
cuajada), aunque también aparece en quesos duros.
Hinchazón tardía:
Clostridios gasógenos:
Este defecto es propio de quesos de largo período de maduración.
Se caracteriza por la parición de grietas grandes, a veces verdaderos huecos, con
olores desagradables, y que en casos extremos llega a reventar la horma.
Generalmente debe descartarse el producto afectado.
La causa de este defecto es la germinación de esporos de clostridios. Esto
ocurre cuando el recuento de bacterias esporuladas en la leche de partida
supera los 200 por litro, lo que ocurre con frecuencia cuando el ganado lechero
es alimentado con forrajes ensilados.
Los clostridios gasógenos son agentes bacterianos que pueden alterar quesos de
pasta dura y corteza sólida (Gorda, Swiss, Emmental, Grana, Eddam, Gruyere,
Provolone, quesos procesados trozados y envasados). Producen una
fermentación ácido butírica, que se traduce en una hinchazón tardía debido a la
producción de anhídrido carbónico e hidrógeno y en cambios de flavor por la
presencia de ácido butírico.
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El más temido en quesería es el Cl. tyrobutyricum, pues utiliza lactato para
producir fermentación ácido butírica.
La hinchazón tardía de los quesos que se produce durante la maduración resulta
de la fermentación del lactato de calcio, con producción de ácido butírico, ácido
acético y gases tales como hidrógeno y anhídrido carbónico. Una evolución grave
de este defecto lleva a zonas localizadas de putrefacción.
Propuesta de control:
El recurso más utilizado para combatir la hinchazón tardía de los quesos todavía
es el nitrato de sodio o potasio, pero con resultados irregulares, ya que depende
mucho del pH, del tenor de sal y de la humedad del queso, además del nivel de
contaminación inicial de la leche.
Si el queso posee un pH menor (mayor acidez), baja actividad de agua (tenor de
sal mayor) además de su potencial redox más elevado (masa menos compactada
o con mayor índice de aerobiosis), el uso de oxidantes como el nitrato de sodio
o potasio es bastante efectivo, sobre todo si la contaminación de la leche no
fuera muy elevada (alrededor de 1.000 esporos/l).
El uso de una enzima conocida como lizosima, en Europa ha tenido gran éxito.
Destruye la flora sin afectar los cultivos propiónicos y lácticos utilizados en la
fabricación.
De todas maneras, el método más eficiente para evitar este grave problema, se
basa en la calidad de la leche, que debe ser producida de manera tal de evitar la
contaminación con esporos butíricos.
Por este motivo, los trabajos correctivos sobre el tema se orientan en un primer
momento a determinar las principales vías de contaminación, para
posteriormente establecer prácticas de prevención que permitan reducir la
contaminación de la leche en el tambo. Especial cuidado se debe tener en la
higiene cuando se presentan días con humedad relativa media alta o lluvia.
Arricotado:
19
Es un defecto típico de los quesos blandos, en los cuales se persigue la obtención
de una pasta blanda, cremosa y con buenas características de extensión por
acción del calor.
En los productos arricotados el queso no sufre ningún cambio por efecto de la
temperatura.
Este defecto se presenta cuando hay un excesivo desarrollo de acidez en la
cuajada antes de su ingreso a salmuera, por ejemplo cuando se alcanza un pH
inferior a 4.9-5.0.
Con esta acidez, se pierde la estructura caseínica de la leche, la cuajada se
desmineraliza, y falta agua ligada a su entorno. Por estas razones el queso
pierde humedad en los primeros días y luego se torna duro.
Este defecto puede ser causado por un fermento demasiado rápido (que no se
puede frenar por la inmersión de la cuajada en salmuera fría), o por el empleo de
bacterias mesófilas en épocas veraniegas.
Ausencia de ojos:
Los “ojos” del queso son cavidades pequeñas más o menos difusas y a veces
dispersas. Pueden ser ojos mecánicos o bien fermentativos si se producen luego
del salado y algunos días de maduración.
Los ojos mecánicos se producen por un moldeo defectuoso, en la masa quedan
puntos de masa más calientes con otros más fríos, y la unión de esas masas no
se produce dando lugar a cavidades.
Ambos tipos de ojos se diferencian ya que el ojo mecánico posee bordes rugosos
e indefinidos, mientras que los fermentativos tienen una cavidad perfectamente
formada, redondeada y lisa, se producen por la formación de gas, pueden
regularse a través de las condiciones de temperatura y humedad externas. A
veces las cavidades fermentativas son buscadas como en el caso del Pategras
Argentino, y otras veces son anómalas.
Durante el proceso de maduración pueden formarse 2 tipos de ojos.
Por un lado los llamados ojos dulces, característicos de quesos suaves como
Gouda o Pategrás, que se originan por la fermentación de la lactosa luego de ser
hidrolizada a galactosa y glucosa, por bacterias heterofermentativas
(leuconostocs y lactobacilos heterofermentativos), con producción de anhídrido
carbónico, etanol y ácidos acético y láctico.
Por otro lado están los ojos picantes, originados por la fermentación del lactato a
propionato, acetato y anhídrido carbónico que llevan a cabo las bacterias
propiónicas y que son características de los quesos tipo suizo, como el Gruyère y
el Emmental.
20
En los quesos de ojos dulces, su ausencia puede deberse al uso de una leche con
baja o nula carga de bacterias heterofermentativas, realización del proceso de
pasteurización a temperaturas demasiado elevadas, excesiva cantidad de
nitratos, o elaboración demasiado ácida, lo cual inhibe el desarrollo de las
bacterias heterofermentativas. Actualmente existen fermentos
heterofermentativos directos seleccionados, con lo cual puede resolverse
fácilmente la ausencia de estas bacterias en la leche de elaboración.
En el caso de quesos tipo suizo, la ausencia de ojos puede ser debida a la escasa
cantidad de lactato disponible, que es el sustrato específico de las bacterias
propiónicas. Por esta razón en este tipo de quesos debe agregarse siempre una
cierta dosis de fermento natural de suero o en su defecto algún lactobacilo
termófilo seleccionado capaz de metabolizar dicho sustrato.
Otro defecto que puede aparecer en quesos suizos es la aparición de grietas y
rasgaduras, defecto asociado a una pasta demasiado dura que se quiebra por
efecto de la presión ejercida por el anhídrido carbónico. Dichas pasta es el
resultado de de un bajo nivel de proteólisis ejercido por el coagulante y las
bacterias del fermento primario antes de que el queso sea ingresado en la
cámara “caliente” para que se lleve a cabo la fermentación propiónica.
Defectos de coloración:
Desde hace mucho tiempo se ha observado un defecto caracterizado por la
aparición de una coloración rosada en quesos duros. Los datos aportados por las
investigaciones realizadas en los últimos años, han permitido concluir que
algunas bacterias termófilas constitutivas de los fermentos, poseen una enzima
tirosinasa que degrada el aminoácido tirosina dando compuestos coloreados. En
los quesos elaborados con fermento natural (en los cuales la microflora es más
variada) el índice menor de este aminoácido evitaría el problema. Se recomienda
cambiar el fermento por otro de diferente procedencia, y además se deberían
realizar estudios adecuados para lograr una profunda caracterización bioquímica
y molecular de las cepas, a fin de conocer las acciones sinérgicas y evaluar las
propiedades tecnológicas antes de emplearlas en la elaboración de quesos.
Defectos de sabor:
21
Es común la aparición de sabor amargo en quesos suaves (ya que en quesos de
sabor más intenso puede quedar enmascarado).
Se produce por la acumulación durante la maduración de péptidos de bajo peso
molecular (6.000 dalton), que derivan principalmente de la caseína β.
Los compuestos del sabor amargo se forman normalmente durante la
maduración, sin embargo, solo se evidencia el defecto cuando la velocidad de
formación de estos péptidos es mayor que la de desaparición por degradación a
péptidos más pequeños, no amargos.
Esto ocurre por ejemplo cuando los quesos se elaboran con leche que ha sido
refrigerada por mucho tiempo, en donde la carga de bacterias psicrótrofas será
alta y producirá la libración de enzimas proteolíticas que resisten la
pasteurización, y producen la perdida del equilibrio antes mencionado.
También puede producirse por el empleo de coagulantes fuertemente
proteolíticos (como los de origen microbiano), o los que poseen elevada
proporción de pepsina.
Rendimiento quesero:
El rendimiento quesero o el rendimiento de la transformación de leche en queso
es la expresión matemática de la cantidad de quesos obtenida a partir de una
determinada cantidad de leche (generalmente 100 l o 100 Kg.).
El peso de los quesos, normalmente se determina al finalizar la etapa de
prensado, o en su defecto, inmediatamente antes del salado. (5).
La fórmula que se utiliza es la siguiente:
22
Rendimiento (%) = (queso obtenido (Kg.) / leche utilizada (lt)) x 100
23
El cloruro de calcio tiene como función darle mayor firmeza mecánica a la
cuajada. Esto es particularmente importante cuando se trata de leche
pasteurizada porque, durante la pasteurización, se da un proceso de
descalcificación parcial de las caseínas. La cantidad que se debe añadir es no
más del 0.02 % en peso, con respecto al peso de la leche. La ausencia de cloruro
de calcio hace que muchas veces la cuajada tenga poca firmeza mecánica y,
entonces, al cortarla, se generaran cantidades innecesarias de “polvo” o “finos”
de cuajada, que se depositan en el fondo de la tina de quesería y se van con el
lactosuero, en lugar de contribuir al rendimiento de queso.
o No diluir apropiadamente el cuajo
El cuajo se debe diluir aproximadamente 40 veces su volumen, usando siempre
agua microbiológicamente limpia, pero nunca clorada, pues el cloro inactiva al
cuajo. La dilución se debe hacer justo antes de añadir el cuajo a la leche. El
propósito de esta dilución es permitir que la concentración de cuajo sea uniforme
en todo el volumen de la leche. Si esto no ocurre, la cuajada quedará con
firmeza desigual en distintas regiones de la tina de quesería, promoviendo la
formación de “finos” de cuajada durante el corte, que disminuye el rendimiento
del queso.
o Corte prematuro de la cuajada
Es muy importante no cortar la cuajada antes de que tenga su firmeza óptima,
por la misma razón descripta en los puntos anteriores. También se debe tener en
cuenta la velocidad de corte, el programa de agitación de la cuajada y el
programa de calentamiento o cocción. El momento óptimo de corte se determina
usando una espátula limpia, haciendo un pequeño corte en la cuajada y luego
introduciendo la espátula por debajo de la zona de corte, procediendo luego a
empujar hacia arriba lentamente, observando la apariencia de la cuajada. Si el
corte es limpio y la superficie tiene apariencia brillante y el lactosuero que se
expulsa de la cuajada en la zona de corte es casi transparente y de color verde –
amarillento, se puede proceder a cortar la cuajada.
o Defectos en el diseño o estado de las liras:
Para tener rendimientos razonables de queso, es indispensable cortar la
cuajada, y nunca romperla. Para cortar una cuajada, se requiere una lira
especial. La lira debe tener un bastidor que sea rígido pero no demasiado
grueso; de otra manera, el arista frontal del bastidor romperá la cuajada a
mediada que la lira avanza a lo largo y ancho de la tina de quesería, acumulando
pérdidas innecesarias de rendimiento. (31)
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Microorganismos termodúricos: Sobreviven la pasteurización, son
principalmente corinebacterias, micrococos, enterococos y esporos de los
géneros Bacillus y Clostridium.
Flora contaminante post-pasteurización: Pueden existir micrococos,
ocasionalmente estafilococos coagulasa positivos, coliformes, bacterias ácido
lácticas (lactobacilos, pediococos y a veces leuconostoc) y enterococos. Estos
microorganismos proceden de tuberías, tinas y otros elementos utilizados en la
elaboración, del aire, del agua de lavado y del personal de la quesería. Este tipo
de contaminación será mayor cuando se utilizan tinas abiertas y procesos
manuales. El nivel de higiene es muy importante.
Enzimas proteolíticas y lipolíticas termorresistentes: Derivan de las
bacterias psicrótrofas presentes en la leche cruda, que si bien se destruyen
durante la pasteurixzación, las enzimas resisten el tratamiento térmico y
permanecen activas
Todos los microorganismos presentes en la leche van a formar parte de la
cuajada recién fabricada y sus tasas se concentran unas 10 veces. Como
conclusión podríamos decir que la tasa de todas estas bacterias que no están
incluídas en los cultivos iniciadores dependerá de:
La manipulación a la que haya sido sometida la leche cruda
(enfriamiento, refrigeración, tiempo de almacenamiento).
Tratamiento térmico
Nivel de higiene y limpieza de la quesería.
Almacenamiento de la leche:
Las grandes fábricas de quesos, deben tener un suministro de leche adecuado
antes de comenzar la fabricación. Por ello es necesaria la correcta recolección y
el almacenamiento de la leche, que se logra mediante el desarrollo de los
procesos de enfriamiento, transporte y almacenamiento de la leche.
En el tambo, la leche se enfría a 4ºC y se almacena a esta temperatura en
tanques refrigerantes; se recoge en vehículos con cisternas refrigeradas o
isotermas y se transporta a la quesería donde se almacena en silos isotermos
hasta su uso.
Consideraciones sobre el queso fresco
El queso fresco se caracteriza por ser un producto poco fermentado, aunque
ligeramente ácido (pH alrededor de 5,3), muy líquido (actividad del agua de 0,9),
con un bajo porcentaje de sal (menor al 3%) y con un potencial de óxido-
reducción electronegativo (ausencia de oxígeno).
Estas condiciones permiten el desarrollo de muchos microorganismos propios de
la leche y de contaminación ambiental. Por este motivo, es esencial que en este
producto se realice siempre una pasteurización previa de la leche. Por otra parte,
si existen microorganismos patógenos en la masa elaborada, claramente se
permitirá su multiplicación, aumentando enormemente el riesgo sanitario.
En estas condiciones, la refrigeración del queso es muy importante. Debe
mantenerse constantemente la cadena del frío, puesto que rupturas de la misma
inducirán a la multiplicación de bacterias de riesgo. Entre ellas hay que destacar:
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Brucella y Mycobacterium. Propios de la materia prima, es decir, de la leche
cruda si los animales están enfermos o son portadores. Son los responsables de
las fiebres de malta y de la tuberculosis, respectivamente.
Clostridium botulinum. Propia de las superficies, así como de los suelos,
polvo e incluso algunas materias fecales contaminadas.
Salmonella. Microorganismo de origen fecal procedente de animales o de
personas portadoras.
Staphylococcus aureus. De origen propio de la piel de animales y personas,
pero también abundante en agua y algunas superficies contaminadas con
materiales o restos animales contaminados.
Listeria monocytogenes. Microorganismo que podemos encontrar en
cualquier parte, aunque sus condiciones más favorables de crecimiento son
productos anaerobios y refrigerados. En ellos su velocidad de crecimiento puede
ser especialmente alta.
Escherichia coli. Al igual que Salmonella, es un contaminante fecal.
Además de éstos, hay una gran cantidad de microorganismos que podrán crecer
en el queso fresco si los animales de los que proceden o el procesado al que se ha
sometido el queso no ha sido suficiente. De entre todos ellos son especialmente
peligrosas las enterobacterias, puesto que pueden crecer en diversas condiciones
con velocidades muy altas.
Hasta tal punto es así que los sistemas de moldeado y los de refrigeración suelen
estar contaminados en la casi totalidad de las instalaciones, sobre todo si son de
tipo artesanal. Incluso, si se emplean procesos de picado o troceado, entre otros,
que requieren una manipulación o corte del producto final, se contaminan con
facilidad, quedando los microorganismos adheridos a las superficies. En estos
casos es realmente complicada la eliminación de los patógenos, lo que hace que
la instalación y el producto en general se encuentre contaminado de forma
recurrente.
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Aclaración: El presente material fue elaborado para facilitar la revisión
bibliográfica y para complementar las clases teóricas.
Es necesario para su lectura, recordar los temas dados relacionados al proceso
de elaboración de quesos, que no se han vuelto a detallar aquí.
Se recomienda la lectura de la bibliografía recomendada.
Bibliografía utilizada:
1- Taverna M. 2005. Manual de referencia técnica para el logro de leche de
calidad. 2ª edición. Ediciones Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA).
2- I.C.M.S.F. 1998. Microorganismos de los alimentos. Características de los patógenos
microbianos. Ed. Acribia, S.A. Zaragoza
3- Luquet, F.M. 1993. Leche y productos lácteos. Vaca, oveja y cabra. 2. Los productos
lácteos transformación y tecnologías. Ed. Acribia, S.A. Zaragoza
4- Foro Internacional Electrónico “Enzimas coagulantes” FEPALE.
5- Foro Internacional Electrónico “Elaboración de quesos con cultivos directos
(DVS)” FEPALE
6- Robinson R.K. Microbiología Lactológica. Volumen II. Microbiología de los
productos lácteos. Capítulo V: Microbiología del queso. Editorial Acribia,
Zaragoza.
7- Meinardi CA, Zalazar CA, Reinheimer JA y col. Ciencia y Tecnología de los
Productos Lácteos.
8- Varnam AH, Shuterland JP. Leche y productos lácteos. Tecnología,
Química y Microbiología.
9- Luquet FM. Los productos Lácteos. Transformación y Tecnologías. Editorial
Acribia, Zaragoza.
10- Reinheimer J., Salazar C. 2006. Avances en microbiología, bioquímica y
tecnología de quesos. Ediciones UNL
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