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Consecuencias Juridicas Del Delito
Consecuencias Juridicas Del Delito
INTRODUCCIÓN
proponiendo un esquema
Las consecuencias jurídicas del delito son un tema cuyo
estudio, hoy en día se hace impostergable; tanto en impor-
nuevo e interesante de explica- tancia como en actualidad político-criminal y penal. En el
Perú, a diferencia de otros países como España por ejem-
plo, no se han escrito tratados acerca de las consecuencias
ción doctrinaria. jurídicas del delito y en los cursos universitarios de dere-
cho penal de las principales facultades peruanas, o no se
Sigue la línea de un trabajo las han abarcado como debe ser o se les han abordado
desde una perspectiva simplista y hasta confusa respecto
de su naturaleza, importancia y alcances. Este trab<1jo, no
anterior que realizó, referido es más que un intento por sistematizar nuestros conoci-
mientos adquiridos como investigadores y ayudantes de
docencia en nuestra corta vida de penalistas no constitu-
a la responsabilidad civil yendo, en modo alguno un trabajo acabado al respecto sino
sólo una invitación para todos quienes pretenden estudiar
derecho penal en el Perú y sobretodo hacer teoría dentro
como consecuencia jurídica de nuestra realidad jurídica-penal, la cual nos empuja cada
vez más a ser empíricos del derecho.
Las consecuencias jurídicas del delito, definidas como
del delito para la Universidad
todo aquello que se desprende de la verificación del delito
como ente y de la relación de autoría que media entre éste
de Salamanca y un sujeto el cual debe ser imputable (normativamente
hablando a la vez que ser capas de discernimiento y voli-
ción), pueden ser clasificadas desde distintos órdenes. El
más acogido por la doctrina nunca o casi nunca a estudia-
do a las consecuencias accesorias dentro de su análisis
discursivo, centrándose de este modo en aquellas conse-
cuencias que nosotros vamos a denominar clásicas: penas,
medidas de seguridad y responsabilidad civil. En este es-
quema las penas y las medidas de seguridad han sido las
privilegiadas, tanto por tratarse de las consecuencias de
estricto orden penal como por que la responsabilidad ci-
vil, en esencia, es sólo una consecuencia indirecta del de-
Véase el art . 48 del anteríor CP español vigente: comiso. confiscación y otras con-
l a doctrina alemana clasifica las consecuencias jurídicas del delito en penas. me-
secuencias jurídicas de orden restrictivo del derecho a la empresa y el comercio.
didas y consecuencias accesorias ... como penas( .. .). la privativa de liber1ad. pe-
El modelo españo l, al igual el peruano asimila al comiso lo que en Alemania seria
cuniarias y la proh!J~ión de conducir. Como medidas(. ..). las de mejora y seguridad.
la confiscación y el comiso, ambas diferenciadas en razón de su obieto: instrumen-
la confiscación del lucro ilicitamente obtenido. el comiso de los in strumentos del
tos del delito y efectos del mismo
delito y la inutilización de impresos (... ). como consecuencias accesorias (...). la
Cl. Zúñiga RODRÍGUEZ. Laura. El nuevo eó<Jigo penal peruano. En: Anuario de
inhabilrtación para cargo público y para el derecho de sufragio tanto activo como
Derecho Penal y Ciencias Penales. Tomo XLIV, mayo-agosto 1991. Pág. 516.
pasivo. Cl . JESeHECK, H.H. Ob. Cit. Pág 1045.
JESCHECK, H.H. Ob. Cit. Pág. 1047 y ss.
10 En el extremo de las consecuencias Jurídicas-económicas del delito se ubican la delito de un determinado país ru.&o.N contra el pr"1ncipio de defensa de los bienes
multa. la confiscacion, el comiso y la responsabilidad civil. Al respecto. un ensayo jurídicos universales. Cf. VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Lecciones de De-
muy tentador está dado por Isabel Maguelone Zoder. Cf MAGUELONE ZODER. recho PenaL Ltma. Cusco. 1990. Pág 83.
Isabel. Las consecuencias juríd1cas económicas del delito. En Reflexiones sobre 12 Cl FERNÁNOEZ CARRASQUILLA, Juan. Derecho Penal Fundamental, Tomo 11.
las consecuencias jurídicas del delito Rosario Diego Díaz-Santos y Eduardo A Bogotá: Themis, 1989. Pág. 441.
Fabián Caparrós (Coord) Madrid: Tecnos,1995, Pág. 163-188. 13 El bien jurídico es definido con mayor éxito y mejor, por Juan Bustos Ramírez: "es
11 Esto es más saltante cuando consideramos los efectos de la globalización de la una fórmula nonnativa sintética concreta de una relación soc1al determinada y dia-
economía As1m1smo cuando hablamos de los crímenes 1ntemacionales y otras léctica". Cf BUSTOS RAMÍREZ, Juan. Manual de Derecho Penal. Parte GeneraL
formas de cnmmalidad en donde la peculiaridad del s1stema consecuencia/ del Barcelona· Ariel,1989. Pág.155.
ascgurativos de los infractores pe- teorías que la sustentan; por un lado y por el otro, el mi>-
nales. Nunca, o muy poco, desde mo contenido rctribucionista de la pena y la consecuente
la perspectiva netamente del amí- ideología preventivo general y especial de dicha institu-
lisis de las consecuencias jurídi- ción. Con esto se plantea el abandono ~o el deterioro- de
cas del delito. las ideas de rcsocialilaci(m y de tratamiento que deberí~t
Como ya quedó demostrado tener la pena 17 como consecuencia jurídica del delito.
el esquema de protecci6n penal (sistema penal) siempre En un primer plano, tenemos que el fin de la pena en
se estructura en base a una triada de lógica normativa: sentido abstracto se construyó a partir de pensamientos
represión, prevención y reparación. De estas tres las ne- netamente retribucionistas que se inspiraron en postu-
tamente penales, o las que surgen de la relación esta- lados cristianos y de filosofía kantiana. de esta manera se
do-delincuente son las dos primeras, siendo la primera sostuvo que la pena es la respuesta a la culpabilidad moral
por excelencia de índole penal. En este sentido cabe ha- del sujeto que se comporta de manera antisocial o vulne-
cer un análisis previo respecto de las penas como conse- rando la máxima kantiana <<hacer lo que debería ser regla
cuencias jurídicas del delito. para todos» «obra de 1111 modo que 111 collljJOrtwniento
pueda ser obsen•ado por todos, incluso enjái'Or tuvo»,
LAS PENAS de este lado la fundamentación ética (a cargo de Kant) se
complementaba con la fundamentación jurídica (a cargo
La pena, es la consecuencia jurídica por excelencia de
de Hegel) para sustentar el postulado absoluto respecto
la comisión de un delito. Está regulada en nuestro Código
del fin de la pena: <da pena es la respuesta a la culpabili-
Penal peruano en el artículo 28°. Para el sistema penal
dad del sujeto» pretendiendo con ella la realización de la
peruano. son penas:
justicia en sí misma. Sin embargo, como sostiene Roxin.
-La privativa de libertad;
en un estado social y democrático de derecho que man-
-Restrictiva de libertad;
tiene separados lo moral con lo jurídico, estas teorías no
-Limitativa de derechos; y
tiene cabida."
- Multa. 14
Posteriormente resaltaron las teorías relativas que
El concepto de la pena así como la justificación y sus
JUstificaron a la pena en una sociedad de conflicto, asu-
fundamentos son temas que han sido harto debatidos a lo
miendo para ella fines específicos de acuerdo a la ideo-
largo de toda la historia del derecho penal.
logía de la cual emanaban. De este modo se distinguió a
Lo que podemos decir de la pena, siguiendo a Loren-
la ¡;rel'ención general.\' la ¡nn•encir!n opecial.
zo Murillas Cuevas, es que no sólo es un castigo, ni me-
Dentro del esquema de la prevención general se puede
dida correccional, sino que su alcance mínimo es el de
encontrar sub-niveles como el de la prevención general
una medida de carácter represivo, en cuanto supone la
negativa y la prevención general positiva. Si bien es cierto
imposición de un mal (en sentido jurídico) por un delito
ambas comparten la idea de intimidación como instrumento
cometido. Esto implica necesariamente que la función o
de política criminal tendiente a minimizar las acciones
el fin esencial de la pena sea la retribución. Así, no es
dclincucncialcs (postulados conceptuales de la política
una consecuencia que nace del legislador sino, estando
criminal como capítulo de la política social),''' ambas se
prevista por la ley (principio de legalidad) serán los tri-
diferencian, pues en tanto que la primera la utiliza como
bunales los que se encarguen de materializarla en contra
medio prevaleciente (intimidación pura. ex-ante y efecto
del sujeto que ha cometido el delito. 15
animalizador del hombre) la segunda se mueve en un es-
Desde este punto de vista la pena supone la actuali-
quema de advertencia intimidatoria (afirmación positiva
zación de la consecuencia jurídica más grave dentro del
del derecho penal, como afirmación de las convicciones
esquema de las que se desprenden del delito. Siendo su
jurídicas fundamentales. ~ 0 En este sentido es claro que los
presupuesto el delito (no cualquier otra forma de infrac-
fines de la pena según estas teorías relativas, son las de
cirín) su imposición supondrá la actuación de órganos
prevenir la comisión de los delitos en una sociedad de con-
designados por la constitución del estado (no existen
tlicto como las que sustentan el liberalismo post-capitalista
penas impuestas por la administración) es decir, los _¡uc-
y en donde los derechos se defienden y definen en base a
ccs y cortes penales.
los intereses económicos de quienes detentan el poder
A su vez el concepto formal y de orden taxativo del
político y el poder de definición de las conductas
mencionado artículo 28 del Código Penal peruano, nie-
dclincuenciales. ''
ga la condición de penas u otras medidas restrictivas de
Por otro lado tenemos a las concepciones rclatit·as
derechos que se pueden verificar a lo largo de un proce-
es¡Jeciales de la pena las que no se interesan por la
so penal; tales como la detención preventiva, el embar-
publicitaci(m de los efectos de las conductas desviadas sino
go, ctc. 1(¡
por la individualizaci6n del agente y su consecuente
Respecto de los fines de la pena, así como el conteni-
inocuización (a los no susceptibles de corrección) y co-
do rctribucionista de la misma, se deben diferenciarse a
rrección (a los delincuentes ocasionales).
los fines de la misma (en abstracto y en concreto) y las
22 MATELLANEZ RODRiGUEZ. Nuria . Los lines oo la pena fu: Rellexiones sobre 25 MATELLANEZ RODRiGUEZ. Nuria. Ob. Cil. Pág. 29
las co nse c u e n~ia s jurídicas del delito. Madrid: Tecnos. 1995. Pág. 27-28 26 MATELLANEZ RODRIGUEZ, Nuna. Ob. Cil. Pág. 30
23 BUSTOS RAMIREZ. Juan. Bases crilicas de un nuevo derecho penal. Bogolá: The· 27 lbidem.
mis. 1982. Pág 151 -185 28 lb1dem.
24 CL BUSTOS R . Juan. Ob. C11. Pág. 180 y ssJ VILLAVICENCIO T.. Felipe. Ob. Cn. 29 Este razonamiento se vuelve más luerte si damos lectura al art . 1\' de nuestra
Pág. 4 1 Constitución.
racionalidad está inspirada en la vación anterior, si sólo existiera la pena como instrumento
defensa social misma: se quiere tu- de política penal conducente al control social formal. en-
telar a la sociedad en general y a tonces mal podría tutelarse lo;, intereses de la sociedad si
todos sus miembros de los efectos se dejara libre a quien a realizado un hecho típico y antiju-
indeseables del delito, para lo cual rídico, aunque no culpable.
el Estado estructura todo un me- De esta manera se tiene que los presupuestos para la
canismo disuasivo en su lucha preventiva contra el delito. imposición de las medidas de seguridad son:
De este modo el efecto que se pretende alcanzar es la inhi- a) Peligrosidad del sujeto (peligrosidad criminal y no
bición de conductas criminales por parte de los sujetos meramente social). Toda peligrosidad criminal es una pe-
desviados. Esta lógica, que se desprende también del mo- ligrosidad social pero no al revés. es por ello que la peli-
delo estatal, nos lleva a la prevención general (que en los grosidad, como presupuesto de la impo;.ición de las medi-
últimos tiempos ha sido de orden negativo) como fin pri- das de seguridad siempre debe partir de la existencia de
mario de la pena. Por otro lado, tenemos la función o fina- una peligrosidad criminal, e;. decir, de realización de un
lidad rrotectora (de la sociedad frente al delincuente y del hecho típico y antijurídico (aunque no culpable).
delincuente l'rente a los abusos del poder estatal) y b) Peligrosidad ¡>ost-delictunl (crítica a las medida;, de
resocializadora, las cuales, indudablemente nos sugieren seguridad pre-delictuales). La peligrosidad no debe ser
una función preventivo especial de las penas. pre-delictual, es decir la peligrosidad del sujeto no se debe
A todo esto el carácter represivo de las pena, enuncia- sustentar en criterios de probabilidad positiva (aún exacer-
do inicialmente, resulta vigente en tanto que su materiali- bada) en la comisión de un hecho calificado como delito.
zación, en sentido práctico siempre serú de reproche por por las meras condiciones personales del agente (vago, al-
parte de la sociedad al individuo que delinque; no siendo cohólico. loco. cte.) sino más bien de la verificación objeti-
asimilable a la consideraci(ín final de la pena como retri- va de un evento criminal en la que el sujeto a asegurar sea
buciún. El carácter represivo de la pena constituye una autor o partícipe. La peligrosidad post-delictual es de natu-
nota de orden ;,upra-lcgal a todo sistema punitivo. raleza ex-post, frente a la comisión de un hecho reputado
como delito. En este sentido la crítica más severa a las me-
LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD didas de seguridad han sido lanzadas a los sistemas penales
en cuyo seno de han incorporado o tienen vigencia (aunque
l. Las medidas de seguridad son otras de las conse-
sólo formal) fórmulas di;,crimininatorias de aseguramiento
cuencias jurídicas del delito en orden punitivo. Si bien es
pre-delictuales en donde el fundamento para la verificación
cierto no son medidas de orden represivo sino sólo
de ella sean las condiciones personales del autor."
asegurativo. su incorporación dentro de las consecuencias
En este orden de ideas, la doctrina ha considerado que
jurídicas del delito como niveles formales de control so-
la legitimaci(m de las medida;, de seguridad se manifie;,-
cial, están dadas por su carácter post-delinctual: en nues-
tan en lo siguiente: el bien jurídico. por excelencia. a limi-
tro sistema penal. Así, e;.tas se definen como <da privación
tarse o rrivarse. es <da libertad>>. En este sentido. siguiendo
o restricción de bienes jurídicos aplicadas en función de la
a Rodríguez Gómez, será la libertad vinculada a la comu-
peligrosidad del sujeto que ha cometido un hecho defini-
nidad. De tal modo quien en uso de su libertad pone en
do en la ley como delito, orientadas a la prevención espe-
riesgo a los demás, ha de soportar las necesarias limita-
cial y aplicadas por órganos jurisdiccionales>>. 10
ciones de su libertad en seguridad de la comunidad. 12 Esto
Las razones de la existencia de las medidas de seguri-
resulta poco creíble y sustentable en nuestro medio en tanto
dad se fundamentan en órdenes de política criminal y pe-
que, creemos, no es el mal uso de la libertad lo que legiti-
nal, a la vez que en fundamentos de prevención especial.
ma la materialización de las medidas de seguridad, por
Dentro del ámbito de la dogmática penal, dichas razones
cuanto el análisis de la no existencia de la culpabilidad
se sustentan en la siguientes:
supone una no reprochabilidad de la conducta en hase a
~ No existencia de Cul¡whilidad. La Culpabilidad,
una no motivación normal o inexistencia de ella. Debe-
entendida como elemento dinámico en la teoría del delito:
mos encontrar el fundamento de tal legitimación en razo-
es el fundamento de la pena, como tal supone un análisis
nes de protección social frente a elementos o comrorta-
de la capacidad de culpabilidad (reprochabilidad en senti-
mientos lesivos, al igual que la teoría unitaria de Bustos.
do normativo) dentro de los cuales estará el de la impu-
aunque referido a la pena; aplicable a este caso.
tabilidad (también semi-imputabilidad) como uno elemento
11. Las medidas de seguridad como consecuencias jurídi-
de obligatoria observancia. a fin de que ella se concrete y
cas del delito, se introducen en las legislaciones mod'crnas a
de este modo la pena a imponerse al autor de la acción
raíz del anteproyecto Suizo de STOOS de 1~sn por intlucn-
típica y antijurídica se legitimaréÍ. Si en este caso quien
cia de la escuela positivista italiana (que vinculaba la pena a
delinque no es un imputable absoluto entonces no podrá
la peligrosidad del delincuente). En Alemania se introduje-
ser objeto de pena. Sin embargo. la tesis de la defensa
ron por Ley del 24 de noviembre de 1933, en Italia en el
social (aunque atenuada) determinará que es necesario res-
código de 1930, en España aparecen con ese nombre en el
guardar la seguridad e integridad social de quienes, aun-
CP de 1928 (ampliada y modificada hasta la Ley de peligro-
que no pudiendo percatarse de la ilicitud de sus actos, la
sidad y rehabilitación social del 4 de agosto de 1970 -refor-
vulneran. Es necesario entonces, pensar en formas alter-
mada parcialmente por Ley del 2~ de noviembre de 1974 y
nativas de control que no necesiten cumplimentar una es-
del 26 de diciembre de 1978) 11 En el Perú aparecen en el CP
tructura culpable en la configuración del delito.
de 1924 (art. 1O y ss) optando, esta vez por un modelo dual
~ Por insuficiencia de la pena como instrumento de
en el sistema de sanciones y reacciones penales.
Política Penal (control social formal). Conforme a la obser-
30 RODRiGUEZ GÓMEZ. Carmen. Las Medidas de seguridad en el ordenamiento 32 El art. 96 de la Ley Orgán1ca 10/1995 del 23 de noviembre de 1995, Nuevo Cód1go
¡uríd1co español .En: Reflexiones sobre las consecuencias jurídicas del delito. Ma- Penal Españoi-NCPE- clasifica a las medidas de seguridad en privativas de liber-
drid Tecnos, 1995. Pág 189-209. tad y no pnvativas de libertad.
31 En España, la diSCUSión es harto encendida debido a la existencia de la ley de
peligrosidad y rehabilitación social del 4 de agosto de 1970, reformada en 1978 y 33 CEREZO MIR, José. Curso de derecho penal español Parte General 1, 3° ed.
actualmente en v1gor, aunque de¡ada al desuso Tecnos Madrid, 1987. Pág. 34
mPnisl;t (s<Íio se prevé un tipo de reacción penal o sanción Hasta el punto anterior hemos det allado las co nsecuen-
com o L' tm secucn ciajurídica del delito) y el dualista (introdu- cias clás icas directas, e n sentido penal del de lito. Sin em-
cido por STOOS. Un sistema ser;í dualista cuando recono- bargo , vamo s a tratar de inno va r la di scusión y tratar de
ciendo dos forma s de rcaLT ión penal - penas y medidas de introducir una propuesta interesante nac ida de la doctrina :
scguridad- l'undamenta la imposi c ión de cada una de e llas en las consecuencias jurídicas econ ó micas del delito: la res-
ramnes de culpabilidad y pe ligrosidad, respectivame nte)'" ponsabilidad civil, la multa, la confi scac ión y t.:! comi so .
34 PRADO SALDARR IAGA. Victor. Comen\anos al Código Penal de 199 1. Lim a: Al- 38 El sistema dualista se asienta en la clara distinción entre pena y medida de segu-
tern atiVas. 1993. Pág. 11 3 ridad. como dos instrumentos de naturaleza. presupuestos y fines diferentes. Asi·
35 Esta norma no contiene mayor vigencia que el meramente declarat ivo si se trata de 1) La pena se impone en base a la culpabilidad del sujeto, actuando como límite allus
verfficar la re alidad de quienes deben someterse a estas medidas. por habérsele Puniendi del Estado . La medida de seguridad se impone en bas e a la peligrosidad
encontrado ilsano mental y declarado como tal dentro del proceso penal respectivo del sujeto, por tanto la medida de seguridad será inde terminada dependiendo de la
En un país como el Perú , en donde sólo existe un centro hospitalario especializado duración de la peligrosidad
(el La rca Herrera) y un sólo pabellón (Pabellón Psiquiátrico Judicial-el dieciséis-) 2} La pena tiene carácter aflictivo. la medida de seguridad lo tiene asegurativo.
para los que han sido declarados inimputabtes por el Poder Judicial. y en donde 3) La pena se impone sólo a los sujetos imputable s. la medida de seguridad se impo·
existe un reducido número de internos a causa de un pre supuesto miserable que no ne a los imputables e inimputables peligrosos
asegura en un mínimo el tratamiento de dichos internos. Es por elk> que en las cárce- 4) La pena cumple ftnes de prevención general y especial (en abstracto). la med1da
les públ icas es en donde la mayoría de ellos vienen cumpliendo una •·condena sil de seguridad tiene como fin primordial la prevención especial.
culpa,._ De este modo los fines preventivos-asegurativos yterapéuticos en la lnposi- Ct. RODRÍGUEZ GÓMEZ. Cannen. Ob. Clf. Pág. 198
ción de estas medidas (recogidas y proclamadas por el CP) se vuelven meras decla- Vistos, el contenido y finalidad de ambas termas de reacc ión penal como formas
raciones simbólicas y sin Mayor vigencia para quienes se encargan de la Polít ~ de control social; se pueden esgrimir algunas criticas, las mismas que ya han sido
crim1nal peruana_ Al respecto, revisar el excelente trabajo del profesor Prado Salda- formuladas por la doctrina: la indeterminación de la medida de seguridad, la doble
rriaga PRADO SALDARRIAGA. Victor R Ob. Cit. Pág. 112 y ss. sanción que en purldad podria aplicársele al sujeto (primero se cumple la pena,
36 Las criticas hec has al sist ema. detalladas en la nota antenor; le son eK!etJtftJ"•r• luego la medida de seguridad: pero ambas suponen privación de la libertad).
ésta sobredimensionamiento estigmatizador del sistema penal sobre sujetos que sien·
37 En este se nttdo errado KUNICKA-MJCHALSKA. Barbara_ La reforma del Derecho do semi-imputables deberían cumplir, por separado cada una de las reacciones
Penal del Perti y sus antecedentes. En Actualidad Penal, N' 9. Sem. del 27 de penales , etc., . Estos fueron lo s defectos e ins ~ ci en cias normativas que enfrentó
febre ro · 5 de marzo. 1995. Madrid Aclualidad ednoriat. Pág. 120. En el ámbrto el CP de 1924.
nacional han sido muchos quienes han pretendido en señar esta doctrina 39 RODRÍGUEZ GÓMEZ. Carmen _Ob. Cit. Pág. 199.
l. La responsabilidad civil sola conduela constituye delito (por peligro abstracto -rics~
como consecuencia jurídica go-) y no porque esto haya sucedido, al sujeto activo del
indirecta o contingente del mismo se le condenad a una reparación civil o alguna otra
forma ele responsabilidad civil. Los fundamentos de esto
delito 411
lo vamos ha encontrar a partir de la necesidad que se tiene
Como ya hemos dejado indi-
de ubicar marcos objetivos de reparación pecuniaria. En
cado la responsabilidad civil es
éste sentido se ha estructurado una serie de concepto., ci-
una consecuencia escindible de las consecuencias directas
viles como <<el daño» sobre el cual sí recae una responsa-
del delito, por tanto se trata de una consecuencia jurídica
bilidad civil; debiéndose probar tanto su existencia como
indirecta del delito, es decir, constituyen una especie de
el <<quantum» del mismo.
consecuencias condicionadas a (el elemento condicionan-
e) Otros, hablan de la Natura!CI.a Mixta o sui gencris
le será la existencia de un daño -entendido desde el de re-
(Quintano -O.P., p. 549 y ss-) pues para ellos existe una
eh o ci vi 1- ). Así, vamos a detallar algunos ni veles de razo-
acción tercera o cuasi criminal. dado que está compue,ta
namiento al respecto al abarcar niveles de alcance
por obligaciones de carácter patrimonial pero que su ejer-
dogmático de esta institución.
cicio y desarrollo sólo pueden ser de carácter penal.'' Esta
posibilidad queda descartada pues conforme a las legisla-
CRITERIOS DE DERECHO PENAL MATERIAL
ciones española como peruana a nivel del daño civil, éste
En este nivel vamos a encontrar la discusión respecto puede ser exigido -su reparación o indemnización, cuan-
de la Naturaleza Jurídica de la responsabilidad civil así do es imposible la restitución- sin recurrir al proceso pe-
como diferenciarla de la criminal; a la vez que encontrar nal (verificador de la responsabilidad criminal). Es decir.
el rundamento de la primera: el agraviado por el delito puede exigir la reparación de su
l. En apretado resumen, los tres argumentos que se daf1o sólo en la vía civil (renuncia a su reparación t:n el
han vertido para determinar la naturaleza de la institución proceso penal) o acudiendo a éste reserv~índosc el derecho
que estamos analizando son los que siguen: de peticionar dicha reparación en la vía civil.
a) Naturaleza penal: es la menos seguida y descartada 1l. Por un lado hablar de responsabilidad en sentido
aún por los propios penalistas. Su argumento fuerte, en abstracto y definida como <da carga legal ( ... ) que recae
España, fue dado en base a la existencia los arl. 1OX9 y sobre el autor o partícipe de un hecho punible, carga que
1092 del Código Civil, así como el propio arl. 19 del CP consiste en tener que afrontar las consecuencias jurídicas
español. En el Perú no existen estas normas y menos estas de ese hecho( ... ) situación legal en que una persona se ve
discusiones, pero tampoco la certeza de cual sea la natura- inmersa para asumir coactivamente esas consecuencias
leza correcta, existiendo en doctrina criterios diversos, como la carga de su obrar»" y por otro lado, diferenciar
como el que considera que -la responsabilidad civil deri- las responsabilidades que pueden surtir luego de veril'ica-
vada del delito- siempre se encuentra supeditada a la co- do el hecho-causa, es decir de la responsabilidad penal o
misión de un hecho punible. criminal y de la estrictamente civil (ambas como deriva-
b) Naturaleza Civil: es la que más adeptos tiene y se das de la comisión del hecho punible) y sucedáneamentc
fundamenta en: 1)la supresión hipotética de las reglas del verificar que ambas pueden ser desprendidas de un mismo
Código Penal de las normas referidas a la responsabilidad hecho natural y otros m~ís: han traído algunos problemas a
civil «ex delito» y la verificacitín aún en este caso de que quienes se han ocupado del tema. los que vamos a ir deta-
dicha responsabilidad seguiría existiendo iGONZALES llando más adelante.
RUS -aunque contradictorio en un primer tramo de su ra- La inclusión de esta forma de responsabilidad en un
zonamiento. conforme la cita de Sainz-Canlero: es el que código penal y el hecho de encontrarse supeditada, ilfhJ~
plantea este criterio), 2)las características y principios so- rcntcmcllle, a la comisión de un hecho punible, (véase el
bre las cuales se estructura esta responsabilidad tienen un arl. 19 del Código Penal Español" y arl. 92 del CP perua-
correlato exacto dentro de las instituciones civiles (ej. la no) hace que se plantee el problema de si nos encontramos
extinción de las obligaciones, las reglas sucesorias aplica- ante una institución propia del derecho penal por tanto
bles a ella, etc.)"' En esta perspectiva se ha reforzado el incluíble dentro del espectro consecuencial del delito o si.
criterio de que cuando hablamos de la responsabilidad ci- por el contrario, es una cuestión ajena al mismo. Creemos,
vil <<ex delito», no nos estamos refiriendo en estricto a una que <do que se debe discutir es la naturaleza del ilícito
consecuencia jurídica propia de la comisión de un hecho jurídico y la diferencia del ilícito penal y el civil»."
punible sino que al veril'icarse de la comisión de dicho Nosotros no creemos que la dit'crencia entre ambas res-
hecho punible, esta responsabilidad civil va ha existir si y ponsabilidades y menos aún su naturalezajurídiea. esté fun-
sólo si de dicho delito se desprende un daño civilmente damentada en la posible no igualdad de la ilicitud civil y la
relevante. En palabras de Carlos Creus <<Un daño civil>>. penal, pues ella no existe. Es decir, no se debe diferenciar
Así, es clásico el ejemplo utilizado en la doctrina que cuan- las ilicitudes. Siguiendo a Bustos Ramírez <da ilicitud es
do se comete el delito de conducir ebrio (véase art. 340 bis una sola dentro de todo derecho y, por tanto, no hay una
a) inc. 1 Código Penal Español, arl. 379 NCPE de 1995 diferenciación cualitativa entre la anlijuricidad civil y pe-
-aún no vigente-, art. 274 del Código Penal Peruano) la nal, sino en razón de criterios políticos criminales que /le~
entidad del daño por regu lac ión de l caso e l pe1judicado no puede ejercer la acción indc mni za -
tribun al-Juez Pennl o Cmtc Supe- toria (en la vía civ il ) sino de spués de qu e el proceso pe nal
rio r, en e l caso peruan<}-- atendien- conc lu ya por sent e ncia.
do al prec io de la cosa y el de afec- - En e l supues to que sea delito persegui hl c por que-
ción del agrav iado . Este precepto, rella particular, se considera extinguida la acc ión penal
según Landrove Díaz, sólo es apli- desde el momento en que se entab le la acción civil por
cab le a aquellas infracciones en donde la cosa, que posee separado (LECRIM art. 112)
un valor afectivo cspcci nl, se ha pe rdido o menoscabado. Resulta un problema. en este modc ln, el hecho de que
La indemnización . en cambio ya es un mecanismo repara- el Juez al mo mento de sentenciar no enc uentre responsabi-
dor mucho más amplio pues se ex tiende desde los daños li dad criminal pero sí encuen tre la rc l 'cri d~l a 1<1 civi l (con -
materia les inmed iatos y morales hasta la extra-titu laridad ceptu al mente son perfectame nte esc indih lcs) y aún en este
del ofe ndido (carácter suceso rio). ;' supuesto. por reg las procesa les. no debería pronunciarse so-
Y. No va mos a detallar so bre las carac teríst icas de la bre este ex tremo; inhibiéndose de sentenciar sobre la res-
responsabi lidad c ivil pues al entende rl a co mo un institu- ponsabilidad civil y dejando a sa lvo e l derecho de la vícti-
c ión c ivil capaz de dar efecto a c ierto tipo de obligaciones ma (directa o indirecta) a linde que ésta haga valer su derecho
civiles-patrimoniales, con ellas es q ue corres ponderá com- en la vía civ il -este mismo probl e ma se obse rva en el mode-
partir dichos caracteres , lo s mismos que no son el objeto lo procesal peruano-. Una posible respuesta a es te proble-
de l presente estudio. ma la podemos encontrar e n la co ncept ua lización de la teo-
ría del objeto-fines (principal y secundario) del proceso penal
CRITERIOS DE DERECHO PROCESAL PENAL (Gómez Colorncr, Gimeno Scndra, Eugen io Florián)."
Por otro lado . respecto de lo último que se discute, se
Desde una perspecti va del Proceso Penal, co mo ya lo
han present ado no pocas duda s acerca de la supuesta auto-
decía mos líneas arriba , las nuevas tendencias legislati vas
no mía de la res ponsabi lidad civil y su deter minac ió n e n e l
y de ap rec iación d oct rin ari a e mbuidos por la victi molog ía
proceso penal , así
ha n buscado c rear me-
como también la ll a-
ca ni s m os y ca nal es
mada << reparac ión del
procesa le s sob re lo s
d~uio » como un meca-
cuales, a la víctima de l
nismo a lt e rn at ivo de
delito , le sea más fácil
sanciún para el sujeto
y nípi da sino de mane-
<lctivo del delito (o el
ra e fect iva recuperarse
qu e por mandato legal
del est<ldo de menosca-
debe responder por el
bo y deficienc ia econó-
daíio (<<no todo respon-
mica por e fec tos de l
sable crimina l lo es e n
hecho punible.
un plano c ivi l y el que
En este sentido es
lo es, e l tercero c ivil -
que se ha n estructura-
me nte responsable, por
do di ve rsos modelos
ejemp lo. no necesaria-
procesales, en di versas
mente debe ser respon -
legislaciones de mu-
sable crimi nal). De esta manera es que se discute el pro-
chos países," entre los cuales la legis lación procesal espa-
blema si ésta es utilizada. en este caso, co mo una pena
ño la, al decir de Bustos R amírez, parece ser la más indicada
alt e rnativa;•¡ en donde se pretenda hacer valer al derecho
<< ... pues en su virtud se quita los inconvenientes de proce-
penal como <<u n mero instrumento compensador de la víc-
sos separados, que van e n cierto modo en contra de la obli-
tima , cuando su finalidad es como d ice Muñoz Conde. de
gació n del Estado de prestar protecció n completa a los bie-
prevenci ón y de control social, y no co mpensatorios; todo
nes jurídicos más import antes y a l mismo ti e mpo proteger a
e ll o só lo e n no mbre de la v íc tima.
la víc tima."' Dando ex plicación a este modelo, debemos de-
Ahora bien , qué pasa cua nd o un inimputahl c rea li za
ci r. sigui endo a Rodríguez Devesa; 7 q ue:
un co mpo rta miento ca liJ'i cado como de lito en e l Cúd. Pe-
- No se exige el apersonamien to de la víctim a en la
nal , tanto cs pa1io l como peruano ''· ¿acaso la vícti ma no
causa o juic io correspondiente (acción civil rcsarcitoria al
podn1 exigir la reparación civil. indemnización o restitu-
decir de Carlos Creuss) puesto que la acción derivada del
c ión por parte de éste, dentro de l mismo proceso penal ''
delito ha de ser ejercida, conj unt amente con la penal, por
A l parecer no.''" En este sentido e l juicio de n::sponsahili-
e l Ministerio Fiscal, hay a o no ac usador particular
dad civil (objeto secundario) decaed si el referido a la
(LEC RIM art. 108)
responsabi lidad criminal o penal decae.
- El d añado civilmente puede renunciar a la acción
Esto último es un problem a que ninguno de los dos
civi l o aún rese rvarla , para luego ejercerla después de ter-
sis temas ha so lu c ionado (aú n eltemn mismo de la subsis-
minado e l juicio criminal, si a e ll o hubiere lugar. En este
54 El Legislador del Código Penal Peruano. conlundió algunos conceplos e incurrió les penales. requiere que para que la prelensión civil sea actualizada en el proceso
en grasos errores de codnicación. Asi lenemos que el art. 93 eslablece "La repa- penal, previamenle se debe haber encontrado responsabilidad crininal en el autor.
ración comprende: l . La reslrtución del bien o. si no es posible, el pago de su valor, La responsabilidad Civil es accesoria a la Crimilal. y el decaimiento de la primera
y 2. la indemnización por los daños y perjuicios. De este modo asimiló el concepto importa igual suerte para la segunda. desde un punlo de visla de juslK:iabiiKiadpenal.
de la reparación al de responsabilidad. cuando la reparación no es más que un 59 MUÑOZ CONDE. Francisco. GARCÍA ARAN. Mercedes. Derecho Penal Parte
mecanismo regulador de la responsabiiKiad o su contenido. General. Valencia: Tiran! lo Blanch, 1993, p. 352
55 ESER. Albin. Ob. Gil. p. 18 y ss. También: JOACHIN HIRSCH. Hans. "Acerca de la CAEUSS, Carlos. La Acción Resarcitoria en el Proceso Penal. Santa Fe·
posición de la víctima en el derecho penal y en el derecho procesal penal. De los Rubinzai·Culzoni. 1985. pp . 24 y ss
Delitos y de las Viclimas (Varios Aulores) Buenos Aires: Ad Hoc, 1992. pp. 94·128 60 Ver. Supra nota "57 ..
56 BUSTOS RAMÍREZ. Juan. Ob. Gil. p. 417 Un inimputable no es pasible de pena, por tanto no es responsable penalmente
57 RODRÍGU EZ DEVESA, José Maria. Derecho Penal Español. Parte General. 14' hablando.
ed. MadrkJ Aykinson, 1991 , p. 1033. FLORIÁN, Eugenkl. Elementos del Derecho Procesal Penal. Barcelona: Llbreria
58 La Teoría del objeto-fin del proceso penal, determinante en ambos modelos procesa- Bosch . 1934, p. 49.
lógica « la comprobación tmne- conversión de las penas cuyo marco de acción están
(/iata del hecho, imposición de la dadas para delitos menos graves o circunstancialmen-
sanción o pena -y cómo no las te atenuados. reconocidas en al art. 52 del CP peruano
sanciones civiles de carácter re- 3) Pena ele multa como sustitutiva. En esencia son lo que
parador-_,. posible oposición del se conoce como penas susceptibles de conversión. En
condenado no conjárme ... " haría el CP peruano han sido reconocidas en el art. 52 y ss.
más efectiva y rápida el resarcimiento del daño a la vícti-
ma, así como menos tediosa la carga procesal a soportar. EL COMISO
tanto para el órgano jurisdiccional como para los
El comiso no es un pena (dentro de nuestro ordena-
justiciables -más para la víctima-.
miento penal), pero sí es una consccuenciajurídica acce-
soria del delito. por tanto su imposición obedece a crite-
LA MULTA
rios no punitivos sino económicos: de ahí su encuadra-
La regulación de la pena de multa en el art. 2R del CP miento como tal.
y desarrollada en los art. 41 y 44 del mismo CP, supone la Si la responsabilidad civil se va a materializar en tanto
introducción del sistema ele penas alternativas, conjuntas se produzca un daño, el comiso se va a producir en tanto
o sustitutorias en nuestro sistema represivo, en tanto se la comisión del delito suponga la existencia de bienes de
puede J"ijar sola (de acuerdo a cada delito) o conjuntamen- orden patrimonial que son producto de los beneficios eco-
te con alguna que implique limitación de derechos o sus- nómicos aprovechados y producidos por el responsable
pensión de ejecución de rallo condenatorio, como medida penal (o por el procesado, en vía cautelar) en relación al
alternativa a la pena privativa de libertad. delito y siempre que el titular del hicnjurídico sea el Esta-
La multa se define como «aquella pena que consiste do. Al ser accesoria. se requiere de una condena por el
en el pago de una cierta cantidad de dinero, cuyo destina- delito a fin de posibilitar su imposición. El CP peruano lo
tano es el estado»."' regula en el art. 102, asimilando su concepto al del retiro
De acuerdo a ello, debemos decir que la pena de multa expropiatorio (no asimilable a la expropiación en sentido
es ventajosa en tanto suponga la introducción de J"órmulas civil) de los instrumentos del delito. lo t¡fte en términos
de sustitución alternativa de penas, cuando éstas son de procesales vendría a ser la incau/acir)n. De esta manera.
poca duración o cuando por constatación del fracaso de el CP peruano se adhiere al modelo español en cuya inspi-
ellas. frente a comportamientos criminales especiales; las ración se abocó de acuerdo al art. 4~ del anterior CPE y
penas resultan inocuas. Obviamente las multas deben man- actualmente recogido en el art. 127 del CPE de 1995.
tener su carácter penal.''; Así, debemos mencionar las ven- La doctrina alemana sin embargo. diferencia al comi-
tajas que supone esta pena: so ele la confiscación. Será confiscacitín cuando los efec-
a) no se da el efecto criminó geno que tiene la pena pri- tos expropiatorios tengan por objeto a los bienes patrimo-
vativa de libertad. niales efecto del delito (plusvalía) y comiso cuando dichos
h) es una pena que deja en su entorno social y laboral al bienes constituyan instrumento del delito-'' 7 Nosotros con-
condenado, con lo cual no se obstaculizan los fines sideramos que la conccptuali~:ación Alemana es más
preventivo especiales de la ejecución de pena. acertada pues diferencia de modo debido una de la otra.
e) es un ingreso para el estado, no un gasto. Siendo en todo caso una información dogmática que no
d) su aplicación repetida, no merma sus efectos dudamos en exponer en el presente trabajo. tal como lo
allictivos. hemos hecho al inicio.
e) en caso de error judicial la subsanación es fácil. La doctrina ha discutido acerca de la naturale;:ajurídi-
n es idónea para los delitos cometidos con ánimo de ca que ésta dcha tener. en especial la española, llegando a
lucro."" ensayar razonamientos que nos hablan de un comiso como
Siguiendo a Maguelone Zodcr, la doctrina reconoce pena o como medida ele seguridad''' llegando a ser mayori-
una clasificación de la pena de multa la misma que puede taria la postura de que en sí es una sanción sui géncris: ya
ser estructurada de la siguiente manera: que ni es preventivo general ni ascguratoria ( prevcnciún
1) Pena de multa como propia: reguladas en la parte es- especial). Siendo esto así, la lógica de control social de la
pecial del Código Penal y asignadora de esta pena a cual son parte las consecuencias accesorias y encuadradas
cada tipo penal en específico. La multa se puede fijar dentro del esquema directriz de la tesis de la defensa so-
como pena única o como pena alterna o conjunta a cial; hace correcta que dentro del CP peruano así como en
otra (se aplica una o la otra, o ambas a la vez) En el CP el actual código español, se hayan recogido en el capítulo
peruano gran parte de los delitos económicos han sido referido a las consecuencias accesorias: no afirmando de
estructurados de esta forma. este modo ninguna naturaleza sancionadora-'•'!
2) Pena de multa como subsidiaria. En este tipo, la multa Respecto de los diversos problemas de interpretación
como pena se impone de modo que la entidad del de- de esta norma del CP. tales como al ámbito de aplicación.
lito que se reprime contiene dentro de su propia confi- el objeto del comiso, su extensión, destino de lo decomi-
guración alguna circunstancia que califique la posibi- sado, etc;"'son extremos cuya discusiún aún no agotada (y
lidad a manera de atenuante. En el sistema penal en nuestro medio ni siquiL~ra ocupada) vamos a no tocar
peruano, éstas se hacen asimilables a las fórmulas de por ahora. lD&Sl