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TRABAJO DE COMUNICACIÓN POLITICA E INCLUSIÓN

Profesor: Dr. Eduardo Zapata


Alumno : Helvert Montesinos Bernabel

SEMIÓTICA E INFORMACIÓN
Las noticias, los datos y la información que el hombre extrae y procesa
(estudiantes, profesionales, amas de casa, etc.), en un mundo globalizado, no
provienen exclusivamente del mundo intencional o del lenguaje sino provienen de
un universo de estímulos producidos para informar, así como estímulos ajenos en
el origen a toda voluntad significativa.
Para clarificar estos conceptos, es conveniente que distingamos entre el
conocimiento cotidiano que puede inducir a error (al considerar que toda
información es intencional) y el conocimiento científico, para lo cual es necesario
introducir dos conceptos básicos: el concepto de Metalengua, definido como un
conjunto sistemático de conceptos de los cuales se vale una disciplina para dar su
objeto de estudio; y el concepto de Lengua-objeto, es la delimitación de nuestro
objeto de estudio, el universo, sobre el cual nos interesa una reflexión científica.
Si nuestro nivel de lengua-objeto es el universo de la información, requeriremos
para su análisis del aparato conceptual o metalenguaje dado por una disciplina
capaz de ofrecernos los instrumentos de reflexión requeridos. Esa disciplina será
la Semiología o Semiótica, que es la disciplina encargada de estudiar la vida de
los signos en el seno de la vida social. Entonces, entre Metalengua (semiótica) y
Lengua-objeto (signos en la sociedad) hay una relación de interdependencia; es
decir, no hay nada en el metalenguaje que no esté referido a una delimitación
conceptual de nivel de lenguaje-objetivo y viceversa.
La información en un solo sentido: procesos transmisivos:
Los procesos informativos transmisivos son todos aquellos procesos de extracción
de información en los cuales el individuo, ante la presencia de un estímulo no
significativo en su origen, interpreta dicho estímulo a partir de su programa de
experiencias, le confiere un significado y crea –con ello- un signo, donde
inicialmente existía un estímulo neutro desde la perspectiva de la significación.

Estos procesos están basados en:


a) Signos naturales; son aquellos identificados con cosas, elementos o procesos
de la naturaleza o aquellos generados inconscientemente por el hombre; y
b) Signos artificiales producidos como función.
Se observa que en la sociedad hay una serie de procesos de extracción de
información carentes de una intencionalidad significativa. Y no solo por su
cantidad, sino por su pertinencia cultural, por tanto, se requiere delimitarlos y
conceptualizarlos científicamente.
Junto a los procesos transmisivos existen otro tipo de procesos: los procesos
comunicativos, en los cuales media una intencionalidad significativa en el origen;
son procesos que tienen la presencia de un EMISOR (alguien que quiere decir
algo) y procesos que se soportan mediante los signos artificiales para significar
algo. En estos procesos, la información fluye en doble sentido, es bidireccional,
debido a que el emisor atribuye significado al estímulo propuesto, igualmente el
receptor.
En este trabajo se desarrolla la información “en un solo sentido” (procesos
transmisivos = unidireccionalidad, ante un estímulo no significativo en el origen es
el receptor de dicho estímulo que le atribuye un valor significativo), que muchas
veces se deja de lado como objeto de estudio, como lengua-objeto. Maltese indica
que “la experiencia cotidiana confirma que la atribución del valor de signo a un
fenómeno y la ulterior atribución de un significado al signo mismo depende del
receptor, es más, es –en cierta medida– creación suya”.
De modo que los procesos comunicativos, los procesos de extracción de
información, y el lenguaje constituyen un mundo de información que la sociedad
ofrece a sus individuos. Igualmente, todas las estructuras conductivas –todos los
procesos informativos, sean transmisivos o comunicativos- son portadores de las
relevancias culturales de una sociedad, que revela su modo de ver el mundo a
través de diferentes registros de su quehacer.
En los procesos transmisivos, la atribución de significado es en un solo sentido
con los condicionamientos implícitos en la propuesta social. De allí que, como
señala Dufrenne, mientras en el sistema verbal “el signo se convierte en cosa”, en
los sistemas no verbales “la cosa se convierte en signo”.
Conviene recordar que en la estructura del signo existen dos planos: el plano de
la expresión (corresponde a los términos significante, imagen, nombre o cara
externa del signo) y el plano del contenido (corresponde el significado, concepto,
sentido o idea). En cada plano la Glosemática (teoría formalista que no implica una
negativa a considerar el contenido, sino que pretende dar una descripción formal a los
hechos de significación) distingue entre sustancia y forma. Así existirá una forma de
expresión –EF- (propiedades sobresalientes de lo aprendido) y una forma de
contenido –CF-(compromete la organización conceptual de lo evocado).
Toda lengua presenta un sistema de signos, es decir, un sistema de unidades de
expresión a la que va unido un contenido (sentido). La estructura del signo
lingüístico implica una relación de evocación recíproca entre forma de la expresión
y forma del contenido.
Es importante que el hombre enriquezca su programa de experiencias o código
individual, incremente lo aprehendido y sistematizarlo. De nada valdría un gran
número de experiencias (la lectura por ejemplo) si el individuo no remite la
información a los casilleros correspondientes, en forma ordenada.
¿Para qué enriquecer el programa de experiencias?
Porque en la producción de signo dicho programa cumple dos roles:
a) La creación del signo dependerá del rol del programa de experiencias en tanto
umbral cultural de percepción (o filtro) respecto a la experiencia inanalizada.
b) La creación del signo dependerá del rol del programa de experiencias en tanto
umbral cultural de precepción (o filtro) respecto al código social.
El punto a) significa que a mayor programa de experiencias el individuo tendrá un
mayor umbral cultural de percepción y podrá captar más información. El punto b)
implica que a mayores programas de experiencia el individuo usará su umbral
como filtro para valorar los condicionamientos interpretantes proveídos por el
código social.
Entonces, conviene entender que la concepción de los procesos transmisivos,
como procesos de extracción de información en un solo sentido no nos pone en la
pista de una arbitraria interpretación de estímulos, sino en la necesidad de admitir
que el signo transmisivo depende del juego sutil entre el código social y la
experiencia inanalizada, y que en ese juego nuestro programa de experiencias –
como formulador del signo – actúa como mediador.
Etapas de un proceso informativo: Todo proceso de extracción de información
supone tres etapas:
a) Energía física de entrada (EFE): son aspectos estimulantes de la energía
capaces de impresionar los sentidos. No toda la energía física es capaz de ser
aprehendida por el hombre. Hay N cantidad de fenómenos de energía física que
resultan no perceptibles por el hombre por medios naturales.
El hombre posee un umbral sensorial de percepción, que opera a manera de
filtro de la energía física de entrada. La energía que vence nuestro umbral
sensorial de percepción recibirá la denominación de EFE. Estos son de dos
tipos:
- La energía física de entrada externa: proviene del medio ambiente
circundante, el hombre utiliza los cinco sentidos: vista, oído, olfato, gusto y
tacto.
- La energía física de entrada interna: el humano lo capta mediante tres
sentidos básicos: el sentido cinestésico, proporciona noticia, datos de
nuestro propio movimiento; el sentido vestibular, aprehende informaciones
sobre los datos de equilibrio de nuestro cuerpo y, el sentido orgánico,
obtienen información y noticias sobre alteraciones físico-química que ocurre
en nuestro organismo.
b) Transducción Sensorial: Transducción=> trans = a través; dulcere = conducir.
Etapa de conversión de la EFE en energía sensorial y de la conducción de esta
a través del sistema nervioso, rumbo al cerebro.
c) Actividad intercurrente del cerebro: Una vez que la energía sensorial llega al
cerebro ésta será procesada por el ser humano de acuerdo a su programa de
experiencias, obteniéndose finalmente el dato, la noticia; etapa en la cual la
intervención del cerebro permite al ser humano la identificación de la
información.

La Opinión Pública como Concepto Político. Aportación de las Ciencias


Jurídico – Políticas:
A partir de la Revolución Francesa, la Opinión Pública encontró su mejor medio de
expresión en la prensa, los políticos apelaron a ella y los teóricos de la ciencia
política trataron de explicar su naturaleza, funciones, articulación y fuerza en la
sociedad. A medida que se desarrolló el sistema democrático, se reconoció la
soberanía popular y se aceptó el sistema de representación parlamentario, la
opinión pública apareció como el referente obligado que legitimó y controló el
poder.

La elaboración de constituciones, la preparación de leyes electorales, el


reconocimiento de libertades como de opinión e información y la practica electoral
no son sino la opinión pública en la vida política. La opinión pública (el pueblo), a
partir de ese momento participó en las grandes decisiones del Estado, por tanto,
participaba directamente en el gobierno; este hecho permitió el crecimiento de la
democracia. La opinión pública se consideraba como expresión de la soberanía
popular y como legitimación del sistema democrático, que se encargaba de
controlar y vigilar la cosa pública (respeto a las autoridades, a los bienes,
libertades, etc.).

En esos años la opinión pública se relacionaba con la ley y el derecho, con la


conciencia y el espíritu nacional o simplemente era considerada como expresión
de la voluntad mayoritaria. Por ello muchos consideraron al sufragio, en general, y
el referéndum, en particular, como una de las formas más claras de expresión de
la opinión pública.
El concepto de opinión pública como opinión de ciudadanos libres, informados y
responsables, sin embargo, se transformó, de a poco, como masas incultas,
irracionales, hasta que a un tercio del siglo XX en objeto de manipulación y control
bajo el efecto de la propaganda.

El gran teórico y práctico de la política James Bryce, sostiene que la opinión


pública en Alemania, Italia, Francia e Inglaterra, está representada por la clase
dominante; mientras que en Estados Unidos, además del poder legislativo,
ejecutivo y judicial, se encuentra el poder de la opinión pública que actúa como
equilibrio y control. Además destaca el papel de los partidos políticos, la educación
de la opinión pública y la importancia que adquirió la propaganda.

Lowell (1913) sostenía que la opinión pública se refiere a las ideas y deseos
relacionados con la legislación mantenidos por aquella parte de la población que
en un momento dado se integran de una manera efectiva en la vida pública. Y en
1923 destaca la importancia de las actitudes y el papel que juegan los partidos
políticos en su formación y representación.

Un tema que ha ocupado gran parte de la teoría jurídico – política del siglo XIX y
se extiende hasta la actualidad es la representación. El régimen de opinión articula
y canaliza las opiniones y voluntades de los ciudadanos para hacer factible el
principio de soberanía popular y esto fue posible por la aparición y actuación de
los partidos políticos y a la puesta en práctica del sistema electoral.

El Estudio de la Opinión Pública desde la Sociología:

Las primeras referencias sociológicas al estudio de la opinión pública se dan a


fines del siglo XIX. Tonnies (1922) sostenía que la opinión pública toma sus
decisiones en forma racionada cuando se relaciona con el Estado. Se interesa de
los temas económicos, de las acciones correctas y buenas obras y se ocupa, de
manera especial, de los temas políticos. Es tan fuerte su influencia que el Estado
depende de ella en la elaboración de sus leyes y de la política interior y exterior.
La prensa se constituye en el instrumento real de la opinión pública, en algunos
casos su fuerza supera al poder material que poseen los Estados.

Park (1972) introduce los conceptos de masa y público al concepto de opinión


pública. Sostiene que las masas están conformados por individuos que actúan
bajos sus instintos y está dominada por un impulso colectivo: en el público, en
cambio, predomina la razón.

Lippmann (1922) desarrolla el tipo de estereotipo y destaca su importancia en el


concepto y formación de la opinión pública. Sostiene que las imágenes mentales
de los seres humanos, sus necesidades, propósitos y relaciones, constituyen sus
opiniones públicas. Sin embargo, el uso de estereotipos dificulta la formación de
opiniones independientes, críticas y razonadas, porque detrás esconden toda la
fuerza del mundo instintivo e irracional, a su vez influyen para poner en duda los
planteamientos liberales sobre el carácter racional y democrático del hombre
actual.

Weber señala que hay dos formas para entender la opinión, una intelectualmente
evolucionada, educada y de libre orientación, y otra, entendida como conducta
comunal nacida de sentimientos irracionales y controlados por los líderes políticos.

Se introduce la sociología del conocimiento en Europa luego en Estados Unidos,


se centra en los productos de la mente. En Europa se relaciona con el estudio de
las masas y enlaza el estudio de la cultura popular; y la Americana estudia los
medios de comunicación y sus efectos (los medios influyen en la opinión pública).
La opinión pública es un acontecer diario, entonces esta sociología debe dedicarle
una atención especial por su importancia en la vida social y política, por su actitud
vigilante y crítica de interés general, por su actualidad y actividad y por su
contribución a la construcción social de la realidad.

La teoría de la sociedad de masas y la opinión pública:

Mannhein (1935) estudia la expansión del sistema capitalista, la industrialización,


las tendencias democratizadoras y el papel del Estado burocrático como las
causas de una nueva sociedad. El hombre de la sociedad de masas vive sometido
a fuertes tensiones y conflictos porque no sabe armonizar el desarrollo técnico con
el desarrollo de la mente, la racionalidad sustancial con la funcional, los cuales
llevan a una interdependencia creciente de las instituciones sociales, la disolución
de las comunidades, la aparición de las sociedades burocráticas, el caos moral y
la crisis de valores como expresión del desorden real.

Ortega y Gasset en su obra “Rebelión de las masas” (1937) describe al hombre


masa como al hombre medio que no se valora a sí mismo, no piensa y se pierde
en la inmensidad de la multitud; es además, mediocre, vulgar, falto de tradición,
primitivo, mesquino y brutal. Vive en las masas y éstas están en continua rebelión
con las minorías, aunque su rebelión termina en la homogeneidad y en la sumisión
al Estado.

Cuando se habla del hombre masa, se suele definir como un átomo aislado,
perdido en la inmensidad de la multitud, un ser solitario, egoísta, mediocre,
primitivo e infantil; un ser que tiene miedo a la libertad, que ha perdido la
independencia y, lo que es peor, el deseo de ser independiente; en su
comportamiento actúa al margen de la moral y es un reflejo de los conflictos y
contradicciones de la sociedad.

Después de la segunda guerra mundial muchos autores describieron a la sociedad


actual como sociedad de masas pero con ausencia de vínculos entre las
personas, a la impersonalidad en las relaciones humanas que se traduce en
sentimientos de inseguridad, angustia y soledad, a la pérdida del concepto de
autoridad y del sentido de lo sagrado (secularización), el auge de los símbolos, las
formas y la imagen y la tendencia a la desintegración.

El estudio de la opinión pública en el contexto de la sociedad de masas irá unido al


tema de la propaganda y a la investigación en comunicaciones de masas. Las
masas serán entendidas como colectividades pasivas, receptivas y fácilmente
manipulables desde las instancias de los regímenes autoritarios, democráticos.

La opinión pública, entendida como opinión razonada y pública, estuvo y está en


manos de las minorías dominantes. Los públicos están formados por las masas
(las mayorías) que se muestran dóciles, receptivas, manipulables, irracionales y
mediatizadas por los grupos, las élites y los medios de información. La formación
de la opinión pública, según F. Deutsch, se origina en cascada, inducida por las
élites.

Las opiniones tienen su origen y van cayendo desde las élites económicas y
sociales a las élites políticas y gubernamentales, y desde aquí a los medios de
comunicación y los líderes de opinión, hasta llegar, finalmente, a la masa del
público. La opinión pública puede haber ganado en poder, pero ha perdido en
racionalidad y, si los psicólogos de las multitudes la entendían como la
racionalización de un impulso colectivo, los teóricos de las sociedades de masas
le añadirán la idea de mediocridad, impersonalidad y mediatización.

Opinión Pública y Comunicación Política

La opinión pública ha ocupado y ocupará un lugar importante en el proceso de


comunicación social, pero especialmente de aquellos procesos que median entre
las instituciones formales del Gobierno y la conducta electoral de los ciudadanos,
es decir, desde la parte central de la comunicación política.

La comunicación política, sitúa a la opinión pública entre sus temas principales, y


en aquellos otros temas que llevan rótulos distintos como campañas y elecciones,
medios de comunicación y política; entonces, las referencias a la opinión pública
son constantes. La comunicación política se ha visto favorecida en su desarrollo
por la propaganda, los estudios electorales, el análisis de las relaciones entre el
gobierno y los medios de comunicación, los cambios tecnológicos, entre otros.

El estudio de la comunicación política se basa en enfoques, entre los que


destacan:

Modelo de Laswell (enfoque conductista): toma en consideración lo que se


observa y rechaza, lo que no puede ser utilizada experimentalmente. Laswell
sostiene que el estudio científico del proceso de comunicación se concentra en el
comunicador que hace conocer el mensaje mediante medios (periódicos, radio,
etc) al receptor a quien le produce un efecto.

Modelo de Deutsch (enfoque sistémico): El enfoque sistémico surge de la


confluencia de distintos campos del saber (filosofía, biología, la economía,
medicina, etc.). Esta teoría, sostenía Bertalanffy, es una teoría lógica –
matemática que hace posible la formulación exacta de términos como: totalidad y
suma, diferenciación, orden jerárquico, finalidad y equifinalidad, etc.

Deutsch (1963) en su obra “Los nervios del gobierno. Modelos de comunicación y


control político” retoma conceptos, proposiciones y modelos derivados de la
filosofía de la ciencia y de la teoría de la comunicación y el control y los aplica al
campo de la teoría política. En concreto, considera al Gobierno no como un
problema del poder, sino más bien como un problema de conducción y sostiene
que éste es un problema de comunicación.

La recuperación del poder de los medios. Los efectos cognitivos de los


medios. Efectos a largo plazo y efectos sobre el clima de opinión:

Los medios, por el simple hecho de prestar atención a unos temas, canalizan la
atención del público influyendo en el clima de opinión y la opinión pública. La
fijación de la agenda es posible porque en alguno de los lados tenemos a los
medios que difunden gran cantidad de información y a los otros, que buscan
orientación. Según McCombs, todo individuo siente la necesidad de buscar
información para familiarizarse con su entorno.

A partir de los años sesenta se produce un cambio de actitud ante los medios. Los
expertos en difusión de mensajes buscan crear un ambiente favorable mediante la
teoría de la “fijación de una agenda” para explicar (en el campo político) la
canalización de la manera como llega al público por la forma y el fondo de difundir
los mensajes.

Abundan los casos en que los medios de comunicación marcan las prioridades a
las élites políticas, pero siempre no es así. A diferencia del público que es
influenciado por los medios; el poder puede definir prioridades dejando a un lado
la presión de los medios.

La función de crear agenda por los medios se concreta, por un lado, en el


tratamiento que hacen éstos sobre un tema, y por otro, las preferencias
manifestadas por la audiencia tras recibir el impacto de los medios. Estos no solo
dan información, sino que jerarquizan la importancia de los problemas sobre la
base de criterios más o menos inconfesos e interesados.

En algunos casos, la agenda de los medios puede verse reflejada en la agenda


pública, en otros, solamente en el efecto global (campaña política) y no en los
temas puntuales (en partidos y líderes políticos) y, en otros, los medios no harán
sino reflejar la percepción que el público hace sobre ciertos temas.

La espiral del silencio y la ignorancia pluralística:

La opinión pública, en primer lugar, guarda relación con el concepto de imagen:


honor, opinión o reputación; una concepción que enlaza en el sistema de valores,
tradiciones y costumbres de una comunidad y que al final actúa como control
social. En segundo lugar, la opinión pública implica la idea de percepción. Las
personas – según Home – tienen tendencia a observar las opiniones de los demás
para no sentirse aislados de su entorno y trasladando esta observación al terreno
político.

Noelle-Neumann sostiene que el hombre tiene el don de percibir con gran sutileza
el desarrollo de las opiniones de su ambiente. Ante la alarma que produce toda
situación conflictiva, los individuos tienen dos posibilidades: o subirse al carro del
vencedor, mostrándose más expresivos y seguros de sí mismos porque sintonizan
con la mayoría, o al perder terreno sus ideas, ocultarse en el silencio y el
ostracismo.

Comentarios Generales

En un mundo conectado recibimos y extraemos todo tipo de información, a cada


momento, lo cual origina confusión al momento de utilizarlos; por tanto, si se
quiere sacar un beneficio debemos clasificarlos de acuerdo a la importancia y la
necesidad que tengamos. Por ejemplo clasificaremos el ánimo de las personas
que nos rodean, como se conforma la sociedad (violenta, estresada, enferma,
alegre, etc.).

Ahora si estamos interesados por un tema específico, además de la información


que recibimos del contexto, tendremos que investigar en los libros, revistas
especializadas, para tener información veraz y científica. Esto con la finalidad de
discernir el lenguaje científico, los signos lingüísticos, de acuerdo a las
especialidades y, de acuerdo de lo que es por lo que debe ser o viceversa.

Ahora, la información que recibimos nos produce estímulos y éstos no son los
únicos que nos proporcionan información. La semiótica permite explicar que
somos capaces de generar y consumir información.
La lectura desarrolla los procesos informativos transmisivos para un grupo
humano. Dentro de este grupo humano se manifiestan estímulos de un solo
sentido, pero hay diferentes tipos de estímulos que pueden provenir de la
comunicación (al recibir una noticia, escuchar la radio o en la conversación con un
amigo).

Según el conocimiento científico, hay gran cantidad de fenómenos de energía que


no se puede percibir, en forma natural. Por ejemplo si uno lee un periódico, una
revista, un libro, en ese momento se produce en el ser humano cantidad de
gestos, estímulos, sensaciones internas que escapan a la aprehensión sensorial
del individuo.

En cuanto a la opinión pública formal: hablamos, por ejemplo, del Parlamento, esto
origina la idea de que es un lugar donde acuden los representantes de las
diferentes tiendas políticas para la confrontación de sus ideas. Acuden en
representación de los ciudadanos. Se reúnen para el debate y emiten opinión que
se convierte en públicos. Mediante estos debates se ejerce la democracia u otra
forma de gobierno.

Cada parlamentario o agrupación partidaria se interesa que la opinión vertida sea


la opinión pública y si se une con la prensa puede llegar a tener una influencia
importante o ser un instrumento real de la opinión pública que al final puede llegar
a cambiar las estructuras sociales del país.

Los medios de comunicación, llamase la televisión, la radio, internet, etc., juegan


un papel importancia en la sociedad actual, debido a que todo se relaciona con el
quehacer diario de las personas; influyen en forma positiva o negativa en la
opinión pública; el individuo busca relacionarse con la mayor cantidad de
personas, para lo cual utiliza estos medios.

Estas relaciones pueden dar prestigio en el trabajo, en la universidad, en los


colegios, debido a que está metido en la sociedad y prácticamente se ha
convertido en un bien indispensable para nuestra vida.

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