Está en la página 1de 2

EFECTO DEL ACTO UNILATERAL

CASO RELATIVO A LOS ENSAYOS NUCLEARES


(Australia vs Francia, Nueva Zelanda vs Francia)
Sentencia de la Corte Internacional de Justicia del 20/12/1974

“(…) se reconoce en general que las declaraciones hechas mediante


actos unilaterales, respecto a situaciones jurídicas o de hecho,
pueden tener el efecto de crear obligaciones jurídicas (…) el carácter
obligatorio del compromiso resulta de los términos del acto y se basa
en la buena fe; los Estados interesados tienen derecho a exigir que la
obligación se respete.”
“(…) el objetivo de los demandantes se cumplió de hecho, en la
medida en que Francia se había comprometido ano efectuar nuevos
ensayos nucleares en la atmósfera en el Pacífico meridional; al haber
desaparecido así la controversia, la Corte entiende que la reclamación
no tiene ya objeto.”

La CIJ estableció que declaraciones unilaterales tengan efecto de


crear obligaciones jurídicas para su autor, si tal es la intención de éste
(CIJ, Rec. 1974: 267-268 y 472-473).

Desde 1966 a 1972 Francia realizó pruebas nucleares en la atmósfera


en sus territorios situados en el Pacífico Sur, principalmente en el
atolón de Mururoa, perteneciente a la polinesia francesa.

Mientras se realizaban las pruebas nucleares, Francia estableció


“zonas prohibidas” a las aeronaves y “zonas peligrosas” para la
navegación aérea y marítima, con el fin que los aviones y buques no
se aproximaran al lugar donde se realizaban lo experimentos.

Australia (que se encuentra unos seis mil kilómetros de dicho lugar)


consideró que las pruebas nucleares eran la causa de la presencia de
materias radioactivas en su territorio. Lo mismo hizo Nueva Zelanda
que se encuentran a una considerable distancia del lugar. Francia
sostuvo que los elementos radioactivos resultado de sus experimentos
eran mínimos y no constituían ningún peligro para la salud de los
habitantes de Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo, estos dos
Estados considerando que las pruebas nucleares realizadas por
Francia eran contrarias al Derecho Internacional, presentaron en
1973 sendas demandas contra Francia ante la Corte Internacional de
Justicia.

Aunque Francia no compareció ante el Tribunal, éste dictó dos


sentencias, ambas con las variantes específicas derivadas de la
diversidad de los demandantes aunque con la misma motivación, que
llegan al mismo fallo.

Visto y considerando las declaraciones públicas mundiales de Francia


en cuanto a la cesación de sus ensayos nucleares, teniendo en
especial consideración la declaración del Presidente de la República
en Julio de 1974, seguida de la declaración del Ministro de Defensa en
octubre de 1974, la Corte encuentra que el Gobierno Francés da a
conocer al mundo en su totalidad, incluyendo a la demandante, su
intención efectiva de terminar estas pruebas.

Por esta razón, se concluye que el objetivo de la demandante ha sido


en efecto cumplido, porque Francia ha cumplido o ha terminado su
obligación de no realizar más pruebas nucleares en la atmósfera del
Pacífico Sur.

Se debe asumir que otros Estados pueden tener en cuenta esas


afirmaciones, y confiar en que sean efectivas. La validez de esas
afirmaciones y sus consecuencias legales, pueden ser consideradas
dentro de un marco general de la seguridad de las relaciones
internacionales y la confianza que deben existir en las relaciones entre
Estados. El objetivo de estas afirmaciones es claro, ellas fueron
dirigidas a la comunidad internacional en su totalidad, por eso la Corte
mantiene que ellas constituyen un compromiso que posee efecto
legal.

Así habiendo encontrado que el demandado ha asumido la obligación


con una conducta referida a la cesación definitiva de las pruebas
nucleares, no se requiere ninguna acción judicial posterior. La
demandante repetidamente ha buscado de la demandada la
seguridad que las pruebas cesarían, a lo que la demandada, por
propia iniciativa, ha hecho una serie de afirmaciones a tal efecto. Por
esta razón la Corte concluye que, la controversia habiendo
desaparecido, la petición hecha por el demandante no tiene ningún
objeto. Es decir que, cualquier hechos posterior no tendría razón de
ser.

También podría gustarte