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LA CLÍNICA MÉDICA, LA MIRADA Y EL LENGUAJE

EL ENCUENTRO ENTRE MÉDICO Y PACIENTE A LA LUZ DEL


CONCEPTO DE TRANSFERENCIA DEL PSICOANÁLISIS–
2009

SEMINARIO 4
Dra. Marité Colovini
La clínica médica, la mirada y el lenguaje.

-M.C:- Voy a trabajar con Uds. una síntesis que hice del libro de Michel
Foucault: El nacimiento de la clínica.
Como sabemos que para Uds. es dificultoso leer textos que no tengan
la estructura de los textos médicos, no les damos demasiada
bibliografía ahora, lo que les recomiendo es que hagan el esfuerzo de
ponerse a leer e intenten aprender a leer. En realidad de eso se trata:
de aprender a leer.
En otra época, por ejemplo en el siglo XVIII, aún en el siglo XIX, los
médicos tenían una gran cultura. En nuestro propio país, médicos casi
contemporáneos, eran muy cultos, tanto, que luego de su muerte, sus
familiares donaron sus bibliotecas a la Biblioteca de la facultad.(Hace
muy poco, la sobrina del Dr. Aiello donó a la nuestra facultad la
biblioteca de su tío).
Estos libros, estas bibliotecas de estos médicos eran sumamente
completas. Los médicos eran muy cultos, fundamentalmente porque
leían mucho hasta hace unos cincuenta años.
Los contemporáneos como el Dr. Aiello, otros médicos como Favaloro
por ejemplo, eran seres muy cultos, primero porque leían mucho,
como no había televisión la cultura se adquiría a través de la lectura,
tenían conocimientos de cuestiones artísticas, filosóficas, y eran estos
conocimientos los que les permitían llegar a tener cierta posición de
prestigio. Esta posición de influencia, no era porque habían comprado
más sanatorios o más equipos, como es ahora, que existe cierta
posición de influencia económica respecto a la comunidad de los
médicos.
Creo que en la actualidad, por distintas razones hay un vaciamiento
cultural muy importante a nivel de lo que es la profesión médica y esto
va acompañado de que el prestigio en esta profesión está determinado
fundamentalmente por una cuestión económica.
¿Quién no conoce al Dr. V. en Rosario? ¿Todos Uds. lo conocen a V.?
-Alumnos:- Sí.

-M.C: - ¿Al Dr. Gentilini. quién lo conoce? Afortunadamente a la Dra.


Marité Colivini la conocen, yo hago lo posible por que me conozcan,
por lo que digo, por lo que escribo, por lo que enseño. (risas) ¿Saben
cuál es la diferencia entre V. y Gentilini?

-Alumnos:- La plata.

-M.C:- El Dr. Gentilini. es uno de los clínicos más importantes de la


actualidad en Rosario, es Director del Hospital Español, trabaja en el
Sanatorio Británico, y Uds. si quieren pueden buscar una página web
que se llama Psicofisiología, busquen en Google, es la página del Dr.
Frenquelli respecto a la materia que dicta en psicología, hay dos o tres
escritos del Dr. Gentilini que les recomiendo. De V. no puedo decir que
publicó porque no creo que haya publicado, pero, la mayoría de Uds.
van a terminar trabajando siendo empleados de V., no me cabe la
menor duda.

La cuestión es poder llegar a contrarrestar esta corriente


mercantilizada de la práctica médica que lleva a que pasen estas
cosas. Todas ustedes conocen, de estos dos personajes de la
medicina rosarina, solo al que tiene mayor capacidad económica, no
justamente a alguien a quien además podrían Uds. ir como pacientes y
llevar a su madre, a sus abuelas, porque estoy segura de que van a
ser muy bien atendidos. Además, el Dr. Gentilini. es una persona con
la cual se puede aprender mucho. ¿Se dan cuenta? Entonces hagan
el esfuerzo, porque de Uds. va a depender la configuración que la
medicina tome dentro de 20 años.

Mi consejo, modesto, es este: “Si Uds. quieren trabajar, mantenerse de


la profesión, hagan esfuerzos por poder situarse en el plano de la
cultura, quiero decir para insertarse en la ciudad en la que viven, y de
ahí les van a venir los pacientes, de la exposición de arte a la que
fueron y la gente con la que se relacionaron, de conciertos, de hablar
en reuniones, además de escribir trabajos y presentarlos en
congresos. De ahí les van a venir los pacientes, no vienen de otro
lado. Sino tienen que depender de que V. contrate a algunos y las
clínicas de V. estén llenas de gente, que vayan por la pinta, mejor
dicho por los contratos que hizo con las obras sociales.”
Mi interés en la lectura de este texto es, por un lado, que Uds.
pudieran darse cuenta de que la medicina, la estructura del discurso y
la práctica médica, no siempre fue como Uds. la conocen, y que toma
su estructura de acuerdo a determinadas condiciones de posibilidad,
esto es lo que fundamentalmente Foucault plantea.
Foucault va mostrando las condiciones de posibilidad y va situando las
mutaciones que se van produciendo en un discurso y por ende en una
práctica, a partir de estas condiciones de posibilidad. Fíjense por
ejemplo, en un capítulo que Uds. tienen para leer que es “Abrir
algunos cadáveres”, es el capítulo 8, aquí Foucault trabaja las
modificaciones que en la clínica médica se producen a partir de la
anatomía patológica, pero, la anatomía patológica fue posible en la
medida en que se pudo superar el prejuicio y la prohibición moral de
tocar al muerto. No es que vino un día el Sr. Bichat e iluminado por
algún don especial que vaya a saber como lo adquirió, inventa todo lo
que es el dominio de la anatomía patológica, sino que fue necesario
que en el movimiento social y del pensamiento cayera esta cuestión
religiosa que hace del cadáver algo sagrado, de la muerte algo
sagrado, y entonces se pudiera empezar a trabajar con los cadáveres.
Esto produce toda una mutación en el discurso médico, y también
respecto a lo que se entiende como enfermedad, respecto a donde se
localiza la enfermedad, porque si en el tiempo de la medicina
clasificatoria o la medicina botánica, (que es el primer tiempo de la
medicina) donde lo que se armaban eran esas grandes clasificaciones,
y se armaban, según el modelo botánico: especie, género, clase, la
enfermedad se localizaba en la clasificación, no en el cuerpo, el
espacio de la enfermedad era el espacio de la clasificación, no se
superponía con el cuerpo del enfermo, es recién a partir de que se
abren los cadáveres que nuevamente la enfermedad se va a localizar
en el cuerpo del enfermo.
A la vez, la otra cuestión que me pareció sumamente importante y la
estoy trabajando también con los alumnos de psicología, primero para
que ellos conozcan un poco más lo que es la medicina, además para
que sean más cultos, pero a la vez para que se desmitifique algo que
se repite en psicología, que es, que la medicina es de la mirada y la
psicología de la escucha. Los médicos también hablan con los
pacientes.

-Alumno:- ¿Eso no responde a la parte teórica también? Es decir, la


cuestión de la observación, de la mirada, está un poco del lado de
Freud, y la de la escucha del lado de Lacan.

-M.C:- No, Freud también escuchaba. Los médicos miran, los


psicoanalistas escuchan, y los psicólogos se enganchan atrás. (Risas).
Cuando Foucault plantea, que la mirada es soberana, pero la mirada
en el orden de lo perceptible, de la percepción, de aquel dato que se
adquiere a través de la percepción, y luego después que haya habido
en la teoría del conocimiento, un pensador como Cabannis que
plantea que el conocimiento se adquiere a través de los sentidos, es
por esto que es posible situar en el proceso de conocimiento que es la
clínica médica, a la mirada en un papel predominante. Al principio
Foucault plantea que esto está sostenido y soportado en la filosofía de
Cabannis.
Entonces, se trata de la mirada, pero de una mirada que requiere toda
una serie de procesos para que lo invisible en lo visible se haga
posible. Una mirada que requiere de una serie de operaciones, que no
solo mira, no solo ve, sino que está formada de un modo que ve lo que
en general la gente no ve, pero, eso tiene que ser posible de ser
comunicado, entonces allí aparece la descripción, y eso se hace a
través del lenguaje, en un uso del lenguaje muy particular, que tiene
que intentar hacer coincidir lo que se dice, lo que se describe, con el
objeto. Piensen entonces, si algo de esto no está actualmente
operando cuando tienen que hacer una presentación del enfermo, aún
delante de compañeros y de profesores, tienen que hacer una
descripción tal que coloque a los demás prácticamente en la misma
situación que en la que Uds. estuvieron. Para esto es necesario utilizar
un tipo de lenguaje que no es el lenguaje más habitual, no se habla
como en la calle, es un tipo de lenguaje que no es el lenguaje de la
comunicación habitual. En la época de Molière, que es un escritor
francés del siglo XVI, los médicos hablaban en latín -de hecho Uds.
vieron las palabras que utilizamos en medicina, tienen una raíz Griega
o Latina- hablaban en latín porque no les entendía la gente, era una
época en la cual al saber accedían grupos reducidos, pero el lenguaje
médico tiene algo del latín, y tiene mucho también del armado de la
corporación médica, vieron que uno podría decir: “entre médicos nos
entendemos”.
Entonces, hay uso del lenguaje, hay creación de un lenguaje y hay
todo un trabajo entre lo que se mira y lo que se dice, vieron que
Foucault habla de lo que se mira y lo enunciable, de poner en
correspondencia la mirada y lo enunciable, de forma tal que no haya
resto, esto sería como el ideal.
Pero todo este proceso se fue cambiando, en la medida en que iban
apareciendo nuevos descubrimientos, no solamente del médico, sino
nuevos descubrimientos en la filosofía, en las matemáticas, todo este
proceso iba incidiendo sobre el concepto de enfermedad, que es otra
cuestión que yo no se por qué en esta facultad nunca se estudió.
¿Qué se entiende por enfermedad?, ¿Qué es una enfermedad? No se
estudia demasiado en esta Facultad. Todo esto va incidiendo sobre lo
que hace al concepto de enfermedad, en ese sentido podríamos decir
que no es lo mismo localizar la enfermedad en relación a las
clasificaciones, que localizar la enfermedad en modificaciones de los
tejidos, como en la época de la anatomía patológica. La anatomía
patológica va estudiar lo que le pasa a los tejidos y entonces la
enfermedad va a adquirir ese ser, al ser lo que le pasa a los tejidos. El
ser de la enfermedad en la medicina clasificatoria, era un ser ideal,
abstracto, que se iba correspondiendo, que se iba constituyendo, por
un conjunto de síntomas. Entonces, el ser de la enfermedad se
armaba, con ese conjunto de signos y síntomas, además se iba
armando también por comparación y analogía con las otras
enfermedades que constituían la misma clase o especie.
La otra cuestión que podríamos ir situando, es que Foucault en el
capítulo “Espacios y clases”, va a hablar de 3 espacializaciones de la
enfermedad, que me parecen importantes, él plantea, hay una
espacialización primaria, una secundaria y una terciaria, entonces
dice: “Para la espacialización primaria la medicina de las especies,
colocaba a la enfermedad en una región de homología en las cuales el
individuo no podía recibir un estatuto positivo.” Es decir, no hablaba
del enfermo, hablaba de la enfermedad, ahí el enfermo no contaba.
“En la espacialización secundaria se requiere una percepción aguda
del individuo, libre de las estructuras médicas colectivas, libre de toda
mirada de grupo, y de la experiencia misma del hospital.” Se ubicaba
ya la espacialización secundaria en el espacio. “Médico y enfermo
están implicados en una proximidad cada vez mayor y están
vinculados.” Esto no tiene nada que ver con la clínica médica, la
clínica médica según el modo en que Foucault lo está situando, se
ubica en otro plano que en el de cualquier relación entre esos dos
sujetos que se llaman médico y enfermo, es más, en un momento va a
plantear que el médico y el enfermo son un obstáculo para el
pensamiento clínico, pensamiento que se intenta que adquiera la
categoría del pensamiento científico.. Entonces, en esta
espacialización secundaria dice, “Médico y enfermo están implicados
en una proximidad cada vez mayor, el médico acecha, apoya cada vez
más y penetra, y el enfermo por el conjunto de las cualidades
irremplazables y mudas que, en él traicionan, es decir muestran y
ocultan las hermosas formas ordenadas de la enfermedad.” Después
tenemos la espacialización terciaria que es: “El conjunto de los gestos
por los cuales la enfermedad, en una sociedad, está cercada,
médicamente investida, aislada, repartida en regiones privilegiadas y
cerradas, o distribuida a través de los medios de curación, preparados
para ser favorables. Es la manera en que un grupo se protege,
practica las exclusiones, establece las formas de existencia, reacciona
a la miseria y al miedo a la muerte”. Lo que va a decir Foucault es que
cuanto más complejo se vuelva el espacio social en que la
enfermedad se manifiesta, más cerca y naturaliza a la enfermedad, y
va a situar ahí uno de los capítulos que trata de la aparición de los
hospitales en la historia de la medicina y dice: “El hospital, como la
civilización, es un lugar artificial, donde la enfermedad corre el riesgo
de perder su rostro esencial.” Eso es interesante porque nosotros
sabemos que desde hace muchos años la enseñanza de la medicina
está centrada en los hospitales, precisamente está centrada en ese
lugar que hace otra cosa de la enfermedad, porque es un medio
totalmente artificial, entonces no solo están las infecciones
hospitalarias, estas cosas que pasan solo en los hospitales, no hay
infección hospitalaria en una casa, sino que además está todo lo
determinante que es, el estar aislado, el estar solo, sin la familia,
incómodo, esto produce efectos en el enfermo y va a influir en el curso
de la enfermedad necesariamente.
La otra cuestión que me parecía importante es poder situar a la clínica
como la reunión de tres cuestiones, que es lo que hace Foucault,
plantea que la clínica es: “Una forma de experiencia, un método de
análisis y un tipo de enseñanza.” ¿Qué quiere decir la forma de
experiencia? ¿Qué es una experiencia?

-Alumno:- Un hecho vivido. Cuando uno aprende una experiencia.

-Alumno:- Tener una experiencia es estar cuando algo se produce.

-M.C:- Claro, estar ahí cuando algo se produce, pero no


necesariamente la experiencia permite el conocimiento. ¿Qué más?
Estar ahí cuando algo se produce, no dice tener la experiencia de tal
cosa. Estar ahí cuando se produce ¿Qué? La clínica es estar ahí
cuando se produce ¿Qué?

-Alumno:- La enfermedad.

-M.C:- La enfermedad.
Después, un método de análisis, ¿Qué es un análisis? Es la
descomposición en unidades cada vez más pequeñas de un todo. Si la
experiencia es estar ahí, como uno de los elementos y protagonistas
de una situación, el análisis es la descomposición de esa situación en
elementos cada vez más pequeños, y un tipo de enseñanza, que es lo
que permite que estos dos puntos anteriores, la experiencia más el
análisis, y el saber que se haya construido, pueda ser transmitido a
otro.
Me pareció muy interesante esta definición de la clínica porque, lo que
Freud dice del psicoanálisis es, que el psicoanálisis es: “Un método de
investigación del psiquismo inconsciente, un método de tratamiento, y
una disciplina específica que tiene su lugar en el saber del hombre.”
Que puede ser transmitida a otros. Es muy parecido a lo que plantea
Foucault sobre la clínica.
Foucault va a plantear: “Describir es, ver y saber al mismo tiempo.” Ahí
tenemos conocimiento, pero en la operación que haces al describir.
“Ya que al decir lo que se ve se lo integra espontáneamente en el
saber. Es también aprender a ver ya que es dar la clave de un
lenguaje que domina lo visible. Por encima de estos mitos o esfuerzos
del pensamiento clínico por definir sus métodos y sus normas, plantea
el gran mito de una pura mirada que tenía un puro lenguaje.” Es decir,
un Ojo que hablaría, el orden de la mirada no está desvinculado del
orden del lenguaje, no se trata de una mirada y entonces la imagen,
sino que se trata de una mirada que se pueda articular frente a lo
visible y lo enunciable en la clínica, y en este mito como ideal tenemos
este ojo que habla, sería como la articulación máxima entre la imagen
y el lenguaje.
“La clínica intenta realizar también un ideal que es la correlación de
una descripción, enteramente, o sea, doblemente fiel, con relación a
otro objeto y el lenguaje en el cual lo transcribe.” Esta es la
correspondencia entre el objeto y el modo en que se lo enuncia.
“El rigor descriptivo será la resultante de la exactitud en el enunciado,
y de una regularidad en la denominación.” Es decir, no se puede decir
cualquier cosa, lo que se espera es que haya esta actitud, Uds. no me
pueden decir: “Bueno… el paciente tenía un dolorcito que… etc”. Si
me lo describen, y me dicen que tiene una jaqueca, una precordialgia,
no hace falta agregarle nada más, si era “dolor de cabeza dolor de
cabeza”, si era “dolor de pecho dolor de pecho”, pero además, siempre
hay que decirlo igual, hoy no me pueden decir precordialgia y mañana
dolor de pecho. Entonces el lenguaje acá aparece cargado de una
función muy particular, por un lado tiene que tener valor de exactitud,
pero por el otro tiene que tener valor denominador, valor de dar
nombre. Esta es una de las vertientes del lenguaje, pero no es todo,
no es todo el lenguaje. La clínica médica utiliza esta función del
lenguaje, pero esta no es todas las funciones que puede tener el
lenguaje. El lenguaje tiene una cara objetivante u objetivadora, y este
es el lenguaje que se usa en cualquier discurso científico. Tiene que
tener exactamente estas cualidades, un valor de exactitud y una
constancia en la denominación, el átomo siempre es el átomo, la
molécula siempre es la molécula, y ninguna otra cosa más, ese es el
valor de constancia en la denominación; a la vez intento formular de
un modo las cosas que vayan a coincidir lo más exactamente posible
con los objetos que describo.
Ahora bien, el lenguaje tiene otra función, que es una función
subjetivante, y esta es una función que el discurso científico rechaza, o
deja afuera. ¿La función subjetiva qué implica? Que hablándole a
otros voy, por un lado constituyéndome como sujeto de ese decir, en el
que me hago representar como sujeto por lo que digo; y a la vez,
recibo del otro un reconocimiento de mi posición subjetiva, en tanto me
escucha y me responde. Hablando me voy identificando también,
porque me hago representar, y a la vez, en este movimiento de
hablarle a otro voy cavando el lugar en el cual mi deseo encuentra
alojamiento.
Esta vertiente subjetivante del lenguaje es la que utiliza el
psicoanálisis como única herramienta y material para las curas, por
todo lo que venimos diciendo. Por otro lado, si yo hablando me hago
representar por eso que digo, y me reconoce el otro, en tanto el otro
me contesta o me cree, entonces recibo el reconocimiento de algo que
a mi me falta, porque yo sola no me puedo reconocer, y si además de
lo que digo voy estableciendo los lugares en los cuales se aloja el
deseo, Uds. entenderán porqué un tipo de cura que lo único que
requiere es que un sujeto se encuentre allí con su verdad, con su
verdad de deseo, solo por usar el lenguaje en esa función, puede
funcionar.
Pero, y aquí viene la complicación, lo que podríamos situar es que el
médico se encuentra escindido entre esas dos funciones del lenguaje,
por un lado tiene que usar, para que su discurso sea valorado en el
terreno de la ciencia, el lenguaje que corresponde a cualquier discurso
pasional y científico, pero a la vez en cualquiera de sus actos, ya sea,
cuando le tiene que ir a preguntar al enfermo donde le duele a Ud.
(como dice Foucault, este cambio de que tiene Ud., a donde le duele a
Ud.), cuando habla con la enfermera, cuando vienen los familiares,
está inmerso en esta otra función del lenguaje, en la función
subjetivante, y recibe los efectos también de esta otra función del
lenguaje, lo sepa o no lo sepa.
Las pretensiones de objetividad de la función del médico, de algún
modo intentan resolver esta complejidad del personaje del médico,
entonces vieron que hay que evitar las emociones, miren, no son las
emociones las que hay que evitar, que por otro lado no se puede, en
todo caso habría que mochar al lenguaje en esta función, pero a la vez
si lo mochamos en esta función no podemos hacer lazo con nadie. El
ideal del lenguaje objetivante es el lenguaje matemático, en realidad,
es la escritura matemática, pero, yo les puedo hacer una fórmula en el
pizarrón, y si no se las digo, es lo mismo que nada. Es necesario usar
el lenguaje, pero es el lenguaje que produce malos entendidos, que
siempre es equívoco, una vez lo digo de una manera y otra vez lo digo
de otra, y que no viene con el objeto pegado como planteábamos en la
definición ideal, que le trajeran a Uds. el objeto aunque no estuviera el
objeto allí, al contrario, acá en los objetos que aparecen cuando
hablamos son los objetos de cada uno, que son esas cosas en las que
Uds. empiezan a pensar mientras hablamos, yo también lo que estoy
pensando mientras hablo con Uds., es lo que hace que uno diga, perdí
el hilo, en realidad, se me fue para aquel lado por un pensamiento que
vaya a saber…
En definitiva la cuestión es esta, las dos razones por las cuales quería
que leyeran a Foucault, de las tres, una para sean cultos, porque
aunque tengan dinero sería bueno que sean cultos. Por otro lado,
porque confío en Uds. para que se produzcan modificaciones en lo
que es el discurso y la práctica médica, apuesto por Uds., y la tercera
era para poder situar esta doble función del lenguaje que está muy
bien tratada, acá no están tratadas las dos funciones del lenguaje,
está tratada una sola que es la del lenguaje que sirve a la ciencia,
entonces para que pudiéramos ir situando, al médico en esa
descripción que lo constituye lo sepa o no el médico, y actúa lo sepa o
no.
Volvamos ahora al episodio de Dr. House para poder pensar esta
escisión que les decía entre el médico por un lado, que está tironeado
por la práctica científica que tiene que desarrollar, y por un uso del
lenguaje en la comunicación con el otro que es correlativo de esa
estructura; por otro lado tironeado por la función subjetivante del
lenguaje.
Rebobinemos a ver si nos acordamos momentos, escenas, en donde
se puede ver en el episodio, esta escisión actuando, el modo en que
uno de los dos aspectos se rechaza, el modo en que se juntan.

-Alumno:- Lo objetivante puede ser cuando él habla con sus residentes


y tratan de buscar la enfermedad o un proceso que cuadre en ese
chico.

-Alumno:- Sino cuando él le habla al chico, que le dice, game over, que
le muestra el video, tratando de comunicarse de una forma subjetiva
para que el nene le diga si comió arena. Como dijiste antes, que en el
consultorio cuando tienen que hablar con el paciente hablan de una
forma y después de otra.

-M.C:- En el mejor de los casos, en realidad hablan siempre del mismo


modo los médicos, en el consultorio y fuera del consultorio.
Pero miren, creo que el efecto ahí es el inverso, porque como está
hablando con un chico autista, cuando le dice game over, ahí está
usando la máxima correlación del objeto con la palabra, de hecho,
game over no significa ojo que te vas a morir, está tratando de llevar el
objeto pegado, se lo lleva, porque es el jueguito, a la palabra, pero
¿Por qué? porque son las condiciones especiales de este niño. Una
de las características del autista es que tiene muy dificultado el ingreso
al lenguaje, tiene un rudimento de posibilidad de lenguaje, en este
punto es donde, este sería el ideal de la descripción clínica, llevarse
pegado el jueguito, no lo describe, el hígado de tal o cual manera, que
estuviera como el jueguito, ahí, el hígado en holograma, que se
formara el hígado ese que nosotros vimos en la autopsia o en la
anatomía patológica en holograma, sería como el ideal.
La otra cuestión es que en este mismo momento el que está
desesperado es House, porque no encuentra el diagnóstico, y no
encuentra que es lo que le pasa a este chico que además está cada
vez peor. Ahí podríamos decir que House está desesperado, en este
punto el tono de voz con el que le dice game over, puede hacernos
pensar en su posición porque no puede encontrar el diagnóstico, no
porque tenga que llenar una fichita con el diagnóstico sino porque el
chico se va a morir, él sabe que el chico se está por morir. Ya hubo
varios episodios complicados con el niño, por eso en el tono de voz, o
en la forma en que lo hace, podemos pensar la subjetividad de House.

-Alumno:- Y cuando él le responde y le señala también, cuando él le


muestra y el otro al responderle.

-M.C:- Ahí tenemos que le muestra el objeto, porque le muestra la


imagen, pero a la vez ahí podemos pensar como se cruza el hecho de
haberse comunicado con el chico. House ahí, en ese momento, no
tiene ni siquiera el espacio de tiempo, porque sale de ahí corriendo a
buscar en la arena, no tiene ni siquiera espacio para darse cuenta de
lo importante de lo que había pasado, que el chico lo había entendido,
y le había contestado, a pesar de la forma rudimentaria de su
comunicación. Creo que eso, al final del episodio, sí ahí House se da
cuenta de que la relación con este chico no había sido solo la de los
dos animalitos, que él plantea al principio, al final, cuando además el
chico le da el jueguito, y Adrián queda impactado por advertir lo que
había sucedido, mientras estaba todavía en el proceso de diagnóstico
no tenía ni tiempo, ni material, ni energías para poder darse cuenta de
lo que estaba sucediendo ahí, y de su relación con ese chico. Al revés,
en toda la charla con los residentes, se mezclan, estas dos funciones
del lenguaje que les decía, porque mientras él dice: qué puede ser que
tenga tal cosa y tal otra no; y el otro le tiene que responder como en
un multiple choice, rápidamente, y sale un diagnóstico y otro y otro,
aparecen las ironías, aparecen las visitas, aparecen los enojos,
entonces, esta es la función subjetivante del lenguaje. En la que se
pone en juego a sujetos que hablan, y todos los procesos que se
producen más allá de lo que efectivamente dicen, más allá de los
dichos, es por el solo hecho de haber dicho, de decir, y de
relacionarme con el otro en ese decir. Está esto que decía Beto, lo de
la ironía de, mi padre me quería mucho, que le dice a Cameron que es
la que siempre le tiene lastima a House, la rivalidad que se juega con
la directora, todos esos son procesos subjetivos, que toman y se
desarrollan en la medida en que se hablan. Es sobre esta vertiente del
lenguaje, sobre la que podemos entender los fenómenos de
transferencia, esto que transportamos, ponemos en el otro, y que
produce efectos sobre el otro, o esto que el otro pone sobre mí y
produce efectos sobre mí, fenómenos en los que están implicados
tanto el médico como el paciente, en ese sentido no es el paciente el
que hace transferencia, el médico también la hace. Podríamos pensar
en el episodio, cuando el amigo, el pediatra oncólogo, va con el
Síndrome de Asperger y le dice a la directora, allí hay todo un juego,
hay como pistas, para pensar cuanto de House y de la historia de
House, podría reactualizarse en este caso, no porque House haya sido
un autista de niño, sino por la relación de los padres con ese niño,
cuanto podría actualizarse en él de su propia historia. Esto es algo que
sucede muy frecuentemente en la práctica médica, le sucede a los
médicos. Esta escisión en la que el médico trabaja permanentemente,
que a veces estos dos caminos se juntan y a veces divergen, no
tienen ningún tratamiento dentro de lo que es el método clínico;
porque la experiencia, la observación, el análisis, dentro de todo, lo
clínico que Uds. han aprendido tiene un lugar, que eso además
después se vuelque en los Ateneos, que se escriba la historia clínica,
tiene lugar, y tiene dispositivos preparados para eso. Ahora, como el
médico está todo el tiempo solicitado por esta escisión, no tiene
ningún espacio, dentro de lo que es, ni el método clínico, ni las formas
de actuar y practicar la medicina. ¿Dónde se pueden recoger estos
efectos del lenguaje en su función subjetivante? ¿Dónde se pueden
pensar estos efectos transferenciales en la práctica médica? No hay
ningún dispositivo pensado, más que los grupos Balint, son un espacio
en donde el médico puede hacerle lugar, con otro, a la dificultad que
implica este trabajo en disociación, a la escisión, entonces se le podría
dar algún tratamiento. Porque si el médico, no sabe, o hay algo que
aún no aprendió, hay un montón de espacios para el tratamiento de su
inconveniente: no sabe hablar le regalamos diez diccionarios médicos,
lo ponemos a leer revistas médicas, lo ponemos a estudiar…. para
resolver dificultades en el plano científico hay muchos recursos ya
pensados e implementados, ahora: para resolver las dificultades de la
subjetividad del médico, para darle tratamiento a las dificultades del
entorno subjetivo en el que trabaja el médico, no hay.

-Alumno:- En un momento vos dijiste algo así como que cuanto más
social sería la enfermedad, más complicado.

-M.C:- No, cuanto más complicado es el espacio social en donde se


desenvuelve la enfermedad, más se desnaturaliza, porque empezieza
a tomar todo esto que le imprime el espacio social, así como en el
hospital la enfermedad se desnaturaliza, la enfermedad en una sala de
terapia intensiva se desnaturaliza mucho más.

-Alumno:- Cuando Ud. hablaba del episodio del Dr. House, que está
con el diálogo con el nene, no hay un tratamiento por el conocimiento
del médico, de saber que ese médico se va corriendo, ante ese tono
de voz diferente, no entra también en esa cuestión de subjetividad de
saber que se está muriendo y él no poder descubrir el diagnóstico
preciso para poder curarlo.

-M.C:- ¿Dónde entra?

-Alumno:- En la del médico.

-M.C:- Sí, sí, claro, yo decía que el hecho de comunicación o de


lenguaje que aparece cuando le da el jueguito y le dice: “game over”.
Es realizar este ideal de la descripción perfecta, porque encima tenés
el objeto ahí, pero esto tiene que ver con las particularidades de cada
paciente. House, con otro paciente no hubiera hecho eso, con la chica,
no hace eso. Con la jovencita vieron el diálogo picante que tiene todo
el tiempo, cuando le dice: “¿No hay ningún Víctor en tu clase?” o
–“Vos tendrías que estar con Víctor”; lo que le quiere decir es: “¡No es
conmigo nena, basta!” Eso es lo opuesto al “game over”, pero la
subjetividad de House está en ese momento, en el tono de
desesperación que él tiene, eso es lo que les planteaba. Es por el tono
con que acompaña el “game over”, que ahí alguna conexión se
produce con el nene. El nene con él tiene exactamente el mismo tipo
de comunicación que tenía con su papá, porque recuerdan que
cuando empieza el episodio, el papá le dice: “¿Qué querés tomar?”;
¿Y el nene se comunicaba? Sí. Señalaba la figurita del jugo cuando
quería jugo, pero necesitaba del apoyo, no disponía de la palabra,
precisaba el apoyo en la imagen. Nosotros, todos los que estamos
acá, podemos, cuando decimos jugo de naranja, hasta sentir el sabor
en la boca, sin que yo les muestre ninguna foto de una naranja, ni
exprima una naranja, esa es la virtud que tiene el lenguaje, pero es por
esa virtud que se despega, o sea: puede presentificar la cosa no
estando la cosa, no estando en presencia, la presentifica, por eso
sentimos el gustito, pero a la vez, se despega de la cosa, entonces es
como si dijéramos también, el lenguaje opera en ausencia de la cosa,
esa es una posibilidad que tenemos nosotros, los que estamos en el
lenguaje.
Publicado por marite colovini en 14:51

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