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“EL SUSTENTO PARADIGMÁTICO DE LA GRAFOLOGÍA CONTEMPORÁNEA”

DR.H.C. Francisco Javier Rosas Vázquez.


Federación Mexicana de Psicología.
México,2017.
presidencia@grupofmp.com
www.grupofmp.com

INTRODUCCIÓN.
La grafología, desde su origen como herramienta de evaluación de la personalidad, está
basada en el paradigma psicoanalítico, el cual, la ha llevado a diferentes conflictos a causa
de los detractores del modelo freudiano, además de la falta de trabajos de investigación que
sustenten al modelo antes mencionado. El descrédito a este instrumento de evaluación de la
personalidad ha crecido de manera exponencial, olvidando todo aquello de lo que la ciencia
nos habla, como: el evitar verdades absolutas y el experimentar para obtener respuestas de
nuestro medio. Si la grafología en sus inicios tomó un camino que no fue el acertado, es digno
de reconocerse, porque nos indica que debemos de tomar nuevas vertientes para llegar al
conocimiento, por lo tanto, la grafología desde la concepción de la escuela mexicana ha
retomado el reto y visualizado el estudio de la grafología, ahora, desde los paradigmas:
cognitivo, conductista y sociocultural.

PARADIGMA COGNITIVO.
De acuerdo a Gardner, la cognición debe ser entendida desde la función de los símbolos,
imágenes y esquemas, “la representación de lo que tenemos en la mente”.

Los individuos procesamos información todo el tiempo y lo representamos de manera


variada, esto nos lleva a comprender el mundo. Dicha situación, la clasificamos como:
“conocimiento”. Pero, ¿qué es el conocimiento? Es el cúmulo de información que el medio
proporciona al individuo, información sumatoria que la historia va dejando para las personas.
Cuando el sujeto logra obtener, transformar o aplicar dicho conocimiento en su vida
cotidiana, le llamamos “aprendizaje”, es decir, hizo suya la información, le dio sentido y
práctica a lo adquirido.

El paradigma cognitivo dota a la grafología de términos necesarios para estructurar sus


estudios, entre ellos, el proceso de “atender”. La atención, nos indica que el ser humano
focaliza sus sentidos sobre un objeto y de ello obtiene información utilitaria para
posteriormente usarla o ejecutarla, así como, la “percepción”, esa manera tan propia y
particular de interpretar o de entender la información que nos da el medio. Por otro lado,
tenemos la “función memorística” esa capacidad de retener y evocar información almacenada
en nuestro cerebro.
Por lo tanto, explicando el origen y la función de la grafología, donde se elaboraron los signos
gráficos que ahora diariamente aplicamos para comunicarnos, fueron obtenidos, primero,
focalizando nuestros sentidos a esas clases donde el abecedario era repetido, incluso en
cánticos y de esa manera, logrando dominar esa letra “A” y asociarla con un árbol y con lo
cual, a la hora de escribir, se puede acceder al baúl de los recuerdos y aplicarlo en lo que
venga en gana. A final de cuentas, las ideas ya pueden ser dichas con letras.

Sin embargo, en el mundo real, los paradigmas no pueden ser aplicados ni sostenidos de
manera unilateral, ellos se complementan, trabajan en equipo. Y esto lo podemos comprobar
desde el modelo conductista.

PARADIGMA CONDUCTISTA.
Dicho modelo, explica que toda reacción existente en el ser humano tiene un estímulo que
provocó un acto, a lo que llamamos “conducta”. Debemos ser cautos para no confundir la
conducta con el comportamiento. Este último, está formado por una serie constante de
conductas y vislumbradas en un área específica de la vida del sujeto. Por ende, la conducta
la identificamos como “la respuesta a un estímulo” y esto ejemplificado, lo podemos enfatizar
en el momento en el que se desea escribir.

Recuerde que los paradigmas se complementan. Así, la persona primero evoca un recuerdo,
este asociado a emociones o sentimientos, es plasmado posteriormente con signos gráficos.

La escritura es reconocida como una conducta, pues fue hecha a través de aprendizaje y
plasmada a través de la práctica constante. Sin un aprendizaje previo, la escritura sería
carente, no reconocida ni entendida por los otros. He aquí, la importancia de la sociedad en
la génesis de la personalidad y la comunicación escrita.

PARADIGMA SOCIOCULTURAL.
Hemos de reconocer a Vygotsky sus grandes aportaciones a este modelo, sin él, sería
impensable el desarrollo de la grafología.

La sociedad juega un papel importante en la construcción de la personalidad de un individuo.


La relación constante con los otros, desde la familia nuclear y extensa, hasta los amigos y
conocidos, dotan y nutren de características esenciales, que, una vez estructurada la
personalidad aún con rasgos de otros sujetos, será muy distintivo el sello de la persona. La
interacción con la información socializada apresura el aprendizaje significativo, ejemplo de
esto, es la raíz ideográfica. En el año 2016, Federación Mexicana de Psicología realizó un
estudio a un grupo de personas no conocidas entre sí, se les mencionó que plasmaran “el
amor” en un gráfico, encontrando que un 87% de 100 participantes realizaron un corazón, o
por lo menos, ese símbolo caprichoso y romántico. Es entonces cuando reconocemos que a
través del lenguaje escrito capturamos características de personalidad de otros individuos,
sobre todo, de aquellos con los que pasamos hasta 8 horas en aulas.
No es extraño que nuestra población actual, conocida como “millenians”, tenga pésima
escritura; su vida acelerada en relación con la tecnología, los limita a la práctica de escribir
sobre papel. Es por ello, que la grafología toma relevancia.

La difícil manipulación de la escritura controlada por técnicas de tiempo, facilita que el


evaluador reconozca el actuar del individuo en situaciones de estrés, verificando el
procesamiento de la información, la conducta espontánea y la habilidad de construir escritos
con exigencia de tiempo y espacio.

La grafología es sin duda una herramienta de evaluación de la personalidad, que por sus
bondades de fácil aplicación y bajo costo, se convierte en un instrumento indispensable.

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