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GPC 440 TT Conduc Alim Compl (4 Jun) PDF
GPC 440 TT Conduc Alim Compl (4 Jun) PDF
sobre Trastornos de la
Conducta Alimentaria
NOTA:
Han transcurrido más de 5 años desde la publicación de esta Guía de Práctica Clínica
y está pendiente su actualización.
Las recomendaciones que contiene han de ser consideradas con precaución teniendo
en cuenta que está pendiente evaluar su vigencia.
Presentación 7
Autoría y colaboraciones 9
Preguntas para responder 13
Recomendaciones de la GPC 17 .
ón
a ci
a liz
1. Introducción tu
33
ac
2. Alcance y objetivos su 39
te
3. Metodología ien 43
4. Definición y clasificación de los TCA e nd 47
p
tá
5. Prevención de los TCA es 55
y
6. Detección de los TCA ica 63
lín
7. Diagnóstico de los TCA C 73
a
t ic
8. Actuaciones en los diferentes niveles de atención ác en los TCA 81
Pr
9. Tratamiento en los TCA de 91
í a
10. Evaluación de los TCA u 179
G
ta
11. Pronóstico de los TCA es 191
de afectadas de TCA en España
12. Aspectos legales para personas n 195
ió
13. Estrategias de detección, icdiagnóstico ac y tratamiento en los TCA 201
b l
14. Difusión e implementación pu 215
la
15. Recomendaciones dde e investigación futura 219
e s
d
o s
ANEXOS añ
5
Anexo 1. Niveles de de evidencia y grados de recomendaciones
á s 221
m
o
Anexourr2. id Capítulos clínicos 223
c
a nsAnexo 2.1. Versión española de la encuesta SCOFF 223
tr
a n Anexo 2.2. Versión española del EAT-40 224
H
Anexo 2.3. Versión española del EAT-26 226
Anexo 2.4. Versión española del ChEAT 227
Anexo 2.5. Versión española del BULIT 228
Anexo 2.6. Versión española del BITE 234
Anexo 2.7. Criterios diagnósticos de los TCA 236
Anexo 2.8. Versión española de la entrevista
semiestructurada EDE-12 242
Anexo 2.9. Ideas erróneas sobre el peso y la salud 242
Anexo 2.10. Descripción de algunos indicadores propuestos 243
Para que las decisiones clínicas sean adecuadas, eficientes y seguras, los profesionales
necesitan actualizar permanentemente sus conocimientos, objetivo al que dedican impor- .
ón
tantes esfuerzos. ci a
liz
a
En el año 2003 el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) c tucreó
a clí-
su
el proyecto GuíaSalud, que tiene como objeto final la mejora en la toma de decisiones
nicas basadas en la evidencia científica, a través de actividades de formación yte de la con-
n
figuración de un registro de Guías de Práctica Clínica (GPC) en el SNS. Desde d ie entonces,
n
el proyecto GuíaSalud ha evaluado decenas de GPC de acuerdo con criterios pe explícitos
generados por su comité científico, las ha registrado y las ha difundido t á a través de
es
Internet. A principios del año 2006 la Dirección General de la Agencia y de Calidad del
c a
Sistema Nacional de Salud elaboró el Plan de Calidad para el Sistema i Nacional de Salud
línes incrementar la cohesión
que se despliega en doce estrategias. El propósito de este Plan C
a
del SNS y ayudar a garantizar la máxima calidad de la atención it c sanitaria a todos los ciu-
dadanos con independencia de su lugar de residencia. Formando r ác parte del Plan, se encar-
P
gó la elaboración de ocho GPC a diferentes agencias de y grupos expertos en patologías pre-
valentes relacionadas con las estrategias de salud. í aEsta guía sobre trastornos de la conduc-
u
ta alimentaria es fruto de este encargo. G
ta
es
Además, se encargó la definición dedeuna metodología común de elaboración de GPC
n
para el SNS, que se ha elaborado como c ió un esfuerzo colectivo de consenso y coordinación
entre los grupos expertos en GPClicen a nuestro país.
b
pu
l a
En 2007 se renovó ele proyecto GuíaSalud creándose la Biblioteca de Guías de
d
Práctica Clínica. Este proyecto
d es profundiza en la elaboración de GPC e incluye otros ser-
os
vicios y productos de Medicina Basada en la Evidencia. Asimismo pretende favorecer la
implementación y la a ñevaluación del uso de GPC en el Sistema Nacional de Salud.
5
de
á s
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), anorexia y bulimia nerviosas, así
m
como sus ocuadros afines, son trastornos de etiopatogenia multideterminada que, en las
id
últimasrrdécadas, han supuesto un importante reto para la asistencia pública. Los factores
c u
ns
socioculturales que pueden generarlas, así como sus graves secuelas físicas, sociales y psi-
rt a
cológicas han causado y causan una importante alarma social. Los TCA son enfermeda-
andes que no sólo implican a la persona afectada sino también a su familia y entorno más
H
próximo, e incluso de una manera diferente, pero muy importante, a los profesionales de
la salud y de la educación, que se ven directa o indirectamente involucrados, sin disponer
en ocasiones de guías para abordar estos trastornos con éxito.
Ninguno de los participantes tiene conflicto de interés relacionado con los TCA.
1. ¿Cómo se definen y clasifican los TCA? ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas
comunes y específicas de cada tipo?
.
ón
2. Etiopatogenia de los TCA: ¿cuáles son los principales factores de riesgo? a ci
a liz
tu
ac
3. En los TCA, ¿cuáles son las comorbilidades más frecuentes?
su
e
Prevención de los TCA nt
ie
nd
4. ¿Cuál es la eficacia de las intervenciones de prevención primaria pe para evitar los
á
TCA? ¿Hay algún impacto negativo? st e
y
Detección de los TCA ica
lín
C
c a
5. ¿Qué instrumentos de cribado son de utilidad para lactiidentificación de casos de TCA?
á
Pr
Diagnóstico de los TCA de
a
uí
G
ta el diagnóstico de los TCA?
6. ¿Cuáles son los criterios clínicos útiles para
es
7. ¿Cómo se diagnostican los TCA? n de
ió
c ac
i
8. ¿Cuál es el diagnóstico diferencial
u bl de los TCA?
p
Actuaciones en los diferentes la niveles de atención en los TCA
s de
de
9. En los TCA, ¿cuáles o s son las actuaciones en la atención primaria (AP) y en la aten-
ción especializada?a ñ ¿Otros recursos?
5
de
10. En los TCA, á s ¿qué criterios clínicos pueden ser de utilidad para valorar la derivación
m
entreolos recursos asistenciales disponibles en el SNS?
d
urri
c los TCA, ¿qué criterios clínicos pueden ser de utilidad para valorar la hospitaliza-
11. nsEn
a
tr ción completa en alguno de los recursos asistenciales disponibles en el SNS?
a n
H
12. En los TCA, ¿qué criterios clínicos pueden ser de utilidad para valorar el alta en algu-
no de los recursos asistenciales disponibles en el SNS?
13. ¿Cuál es la eficacia y seguridad de la renutrición para las personas afectadas de TCA?
14. ¿Cuál es la eficacia y seguridad del consejo nutricional para las personas afectadas
de TCA?
29. ¿Cuál es el tratamiento de los TCA ante situaciones especiales como el embarazo y el parto?
30. ¿Qué instrumentos son de utilidad para la evaluación de los síntomas y la conducta
de los TCA?
31. ¿Qué instrumentos son de utilidad para la evaluación psicopatológica de los TCA?
.
ón
D 6.3. Es importante la identificación así como la intervención precoz de las
personas con pérdida de peso antes que desarrollen graves estados de ac
i
iz
desnutrición. al u
t
ac
D 6.4. su
Ante la sospecha de AN, se debería prestar atención a la evaluación
e
clínica global (repetida en el tiempo), incluyendo el ritmont de pérdi-
e
n
da de peso, curva de crecimiento en niños, signos físicosdi objetivos y
pruebas de laboratorio apropiadas. pe
tá
es
¸ y
ca
6.5. Se recomienda el uso de cuestionarios adaptados y validados en
ni
población española para la identificación de lí casos (cribado) de TCA.
C
a
Se sugiere utilizar los siguientes instrumentos:
t iclos 11 años)
ác
- TCA en general: SCOFF (a partir de
- AN: EAT-40, EAT-26 y ChEAT (este Pr último entre los 8 y los 12 años)
- Bulimia nerviosa (BN): BULIT, de BULIT-R y BITE (los tres a par-
í a
tir de los 12-13 años) u
G
s ta
¸ e la formación adecuada de los médicos de
6.6. Se considera fundamental
d e
AP para que sean capaces n de diagnosticar lo más precozmente posi-
c ió
ca
ble y, en consecuencia, tratar o derivar los casos de TCA que lo
requieran. bli
pu
la
¸ 6.7. Debidodea la baja frecuencia de visitas durante la infancia y adoles-
s
de se recomienda aprovechar cualquier oportunidad para ofrecer
cencia,
una
ñ os atención integral y detectar hábitos de riesgo y casos de TCA. Las
arevisiones odontológicas pueden detectar conductas de riesgo de
5
de padecer un TCA, como los vómitos reiterativos.
ás
m
¸ do6.8. Al entrevistar a un paciente con sospecha de TCA, especialmente si
urri la sospecha es AN, es importante tener en cuenta la falta de concien-
c
ns cia de enfermedad, la tendencia a la negación del trastorno y la esca-
tra
an
sa motivación de cambio, siendo esto más acusado cuanto más corta
H es la evolución del trastorno.
¸ 8.14. Las personas con diagnóstico confirmado de TCA o con clara sospe-
cha de TCA serán derivadas según criterios clínicos y de edad a los
diferentes recursos asistenciales.
¸ 9.GM.01. El soporte nutricional para personas afectadas con TCA será elegi-
do en función del grado de malnutrición y la colaboración del
paciente, siempre de acuerdo con el médico psiquiatra.
D 9.GM.3. La alimentación forzada es una intervención que debe ser realizada por
expertos en el tratamiento de los TCA y sus complicaciones clínicas.
D 9.3.2.1.3. Los adolescentes con BN pueden ser tratados con TCC adaptada a
las necesidades de su edad, nivel de desarrollo y, si es apropiado,
incorporar la intervención de la familia.
A 9.3.3.1. A las personas adultas con trastorno por atracones (TA) se les
puede ofrecer la TCC específicamente adaptada.
D 9.6.1.1.4. Los efectos que la AN suele tener entre los hermanos y otros fami-
liares de las personas afectadas justifican su implicación en el tra-
tamiento.
D 9.GP.1. Las terapias psicológicas a valorar para la AN son: TCC, TFS, TIP,
TPD y TC.
.
ón
D 9.GP.2. En aquellas personas afectadas que necesitan cuidados especiales es
aún más importante la elección del modelo de tratamiento psicoló- ac
i
iz
gico que se les ofrece. al
tu
ac
D 9.GP.3. Se considera que el objetivo del tratamiento psicológico es su la re-
e
t alimen-
en
ducción del riesgo, lograr un aumento de peso a base de una
i
d el TCA y
tación saludable, reducir otros síntomas relacionados ncon
facilitar la recuperación física y psicológica. p e
tá
es
y en personas con AN
ca
D 9.GP.4. La mayor parte de los tratamientos psicológicos
i
pueden ser realizados de forma ambulatoria lín (con exploración física
C
de control) por profesionales expertos aen TCA.
ic
ct
D 9.GP.5. P
La duración del tratamiento psicológico rá
deber ser al menos de 6
meses cuando se realiza de manera de ambulatoria (con exploración
a
uí
física de control) y de 12 meses
G en pacientes que han estado en hos-
pitalización completa. sta
e
d e
D 9.GP.6. En personas afectadas n con AN tratadas con terapia psicológica
c ió
ambulatoria quea no mejoren o empeoren se debe considerar la indi-
b
cación de tratamientoslic más intensivos (terapias combinadas con la
p u
la
familia, hospitalización parcial o completa).
e
sd
D 9.GP.7. Paradepersonas con AN hospitalizadas conviene establecer un programa
de
ñ ostratamiento dirigido a suprimir los síntomas y conseguir el peso nor-
amal. Es importante un adecuado control físico durante la renutrición.
5
de
ás
D 9.GP.8.
m Los tratamientos psicológicos deben orientarse a modificar las acti-
do tudes conductuales, las relacionadas con el peso y la figura corporal
urri y el temor a ganar peso.
sc
an
rt D
an
9.GP.9. En personas con AN hospitalizadas no es conveniente utilizar pro-
H gramas de modificación de conducta excesivamente rígidos.
D 9.GP.10. Tras el alta hospitalaria, las personas con AN deberían recibir aten-
ción ambulatoria que incluya supervisión de la recuperación del
peso normal e intervención psicológica dirigida a la conducta ali-
mentaria, las actitudes sobre peso y silueta y el miedo a la respuesta
.
ón
Trastorno por atracones
a ci
a liz
tu
B 9.9.3.1.1. ac
A un paciente con TA, siga o no un programa de AA guiada, puede
u
proponérsele un tratamiento con un antidepresivo del grupos ISRS.
e
nt
ie
B 9.9.3.1.2. Las personas afectadas deben ser informadas de que el
e nd tratamiento
p
con antidepresivos ISRS puede reducir la frecuencia de atracones,
tá
pero que se desconoce la duración de su efecto aeslargo plazo. El tra-
y
ca
tamiento con antidepresivos puede ser beneficioso para un número
n i
limitado de personas afectadas. lí
C
a
it c
Recomendaciones generales sobre el tratamiento farmacológico ác (GF) de los TCA
Pr
(preguntas 9.9.-9.15.) de
í a
u
Anorexia nerviosa G
ta
es
D 9.GF.1.
de
No se recomiendan el tratamiento farmacológico como único tra-
ió
tamiento primario
c ac en personas con AN.
i
u bl
p precaución al prescribir tratamiento farmacológico a
D 9.GF.2. Debe tenerse
la
e con AN que tengan comorbilidades tales como el trastor-
sd
personas
d e
no obsesivo-compulsivo (TOC) o la depresión.
o s
ñ
D 9.GF.3. 5 aDado el riesgo de complicaciones cardíacas que presentan las perso-
de nas con AN, debe evitarse la prescripción de fármacos cuyos efectos
á s
m secundarios puedan afectar la función cardiaca.
o
rid
D ur 9.GF.4. Si se administran fármacos con efectos adversos cardiovasculares
nsc debe realizarse la monitorización de las personas afectadas median-
tra
an
te ECG.
H
D 9.GF.5. Todas las personas con AN deben ser advertidas de los efectos
adversos que pueden producirles los tratamientos farmacológicos.
12.1. Se recomienda el uso de la vía legal (judicial) en los casos que el profesional
estime oportuno salvaguardar la salud del paciente, preservando siempre el
.
ón
derecho de éste a ser escuchado y convenientemente informado del proceso
y de las medidas médicas y jurídicas que se aplicarán. El procedimiento bien ac
i
informado no sólo es un acto respetuoso con el derecho a la información, sino a liz
tu
que puede facilitar la cooperación y motivación del enfermo y su entorno ac en
su
el procedimiento de hospitalización completa. (Según legislación vigente).
e
nt
ie
12.2. Uno de los síntomas característicos de los TCA y especialmente
e nd de la AN
es la ausencia de conciencia de enfermedad. La propia enfermedad causa a p
tá
menudo la falta de juicio suficiente para emitir un consentimiento es válido y
y
no viciado respecto a la aceptación y elección del tratamiento.a Así pues, en
n ic
los supuestos de riesgo grave para la salud de un lí menor maduro afectado
C
por una AN que no acepte el tratamiento, deben a utilizarse especialmente
t ic legislación vigente).
c
los cauces legales y judiciales previstos. (Según
á
Pr
12.3. El equilibrio necesario entre los diferentesd e
derechos en conflicto obliga al
í a
u
facultativo a observar e interpretar la mejor solución en cada caso. No obs-
G
s ta
tante, siempre es importante informar y escuchar atentamente ambas par-
e
tes para que comprendan lae relación entre la salvaguarda de la salud y la
d
n
decisión tomada por el médico. (Según legislación vigente).
ó
aci
b lic
pu
la
e
sd
de
os
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
AA: Autoayuda
ABOS: Escala de observación de conducta anoréxica para padres/esposo
.
ACTA: Actitud frente al cambio en los TCA ón
a ci
AN: Anorexia nerviosa
a liz
tu
AP: Atención primaria ac
su
APA: Asociación Psiquiátrica Americana e
nt
ie
nd
BAT: Cuestionario de actitud corporal
pe
BDI o Beck: Inventario de depresión de Beck tá
es
BES: Escala de autoestima corporal y
ca
BIA: Evaluación de la imagen corporal líni
C
BIS-11: Escala de impulsividad de Barrat ca i
áct
BITE: Test de investigación de bulimia de EdimburgoP r
de
BN: Bulimia nerviosa í a
u
G
BSQ: Cuestionario sobre forma corporal a
e st
de
BULIT: Test de bulimia
n
BULIT-R: Versión revisada del BULIT ió
c ac
i
CDI: Inventario de depresión infantil
u bl
p
CETA: Evaluación de los trastornos la por ansiedad en niños y adolescentes
d e
ChEAT: Cuestionario deesactitudes ante la alimentación infantil
d
s
CIE-10: Clasificaciónñointernacional de enfermedades 10ª edición
a
5
de
CIMEC: Cuestionario de influencias del modelo estético corporal
CSMA: Centro ás de salud mental de adultos
m
o
CSMIJ: rCentro
r id de salud mental infanto-juvenil
c u
DM:
a nsDiabetes mellitus
tr
a n
DSM-IV-TR: Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, cuarta edi-
H ción-texto revisado
EAT(EAT-40): Cuestionario de actitudes ante la alimentación
EAT-26: Versión abreviada del EAT-40
ECG: Electrocardiograma
EDI: Inventario para trastornos de la alimentación
Antecedentes
En el marco del desarrollo del Plan de Calidad del Ministerio de Sanidad y Consumo
(MSC), a través de la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), se está .
n
desarrollando el Programa de elaboración de guías de práctica clínica (GPC) basadas enció
a
la evidencia para el conjunto del SNS. liz
tua
En la fase inicial de este Programa (2006), se ha priorizado la elaboración ude ocho ac
s
GPC. Se ha establecido un convenio de colaboración entre el ISCIII con lasteagencias y
n
d ie
unidades de evaluación de tecnologías sanitarias y el Centro Cochrane Iberoamericano. El
e
Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud es el encargado de las actividades n de coordi-
p
nación del Programa. t á
s e
y
c a
En el convenio bilateral entre la AATRM de Cataluña y el
l í ni ISCIII se acordó la ela-
boración de una GPC sobre los TCA: anorexia nerviosa (AN), C bulimia nerviosa (BN) y
c
TCA atípicos o no especificados (TCANE), basada en lati mejor evidencia científica dis- a
ác de forma coordinada y con la
Pr
ponible, que abordase las áreas prioritarias para el SNS,
metodología común acordada por un grupo de profesionales de del SNS con amplia expe-
riencia en la elaboración de GPC, que han conformado í a el grupo metodológico y el panel
u
de colaboradores del programa de elaboración Gde GPC . (1)
s ta
e
de
n
Justificación c ió
a
b lic
En las últimas décadas, los TCA pu han adquirido una gran relevancia sociosanitaria por su
gravedad, complejidad y dificultad l a para establecer un diagnóstico en todas sus dimensio-
nes y tratamiento específico. s de Se trata de patologías de etiología multifactorial donde in-
de biológicos, de personalidad, familiares y socioculturales que
tervienen factores genéticos,
o s
afectan mayoritariamente añ niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
5
de
á s
No hay datos en España que analicen la carga económica del tratamiento de los TCA
ni estudios m
o coste–efectividad sobre los diferentes tratamientos. No obstante, diferentes
estudiosrridrealizados en países de la Unión Europea2-7 indican que los costes directos (diag-
u
sc tratamiento y supervisión o control) y aún más los indirectos (pérdidas económi-
nóstico,
n
tra causadas por la enfermedad al paciente y a su entorno social) suponen un alto coste
cas
n
a económico y una importante pérdida de calidad de vida para las personas afectadas. Según
H
un estudio alemán del 2002, en el caso de la AN, la media de costes de hospitalización es
3,5 veces superior a la media general de hospitalización4.
(1)
N= 2.188 altas debidas a AN, registradas durante los años 2003 y 2004 en 156 áreas de salud de 15 comunidades autónomas.
e
lización de diferentes puntos de corte endlos cuestionarios de cribado.
ión
ac
ic
A pesar de estas dificultades lmetodológicas, es destacable el aumento de la prevalen-
u b
cia de los TCA, especialmente en p países desarrollados o en vías de desarrollo, mientras que
l a
es prácticamente inexistentee en países del tercer mundo. El aumento de la prevalencia es
sd la incidencia y a la duración y cronicidad de estos cuadros.
atribuible al incremento ede
d
s
ño
Basándonos ena estudios de dos fases realizados en España (Tablas 1 y 2) en la pobla-
5 mujeres en la franja de edad de 12 a 21 años, se obtiene una preva-
de
ción de mayor riesgo,
lencia del 0,14%ás al 0,9% para la AN, del 0,41% al 2,9% para la BN y del 2,76% al 5,3%
m
en el casoode los TCANE. En total, estaríamos hablando de unas cifras de prevalencia de
d
TCA del
urri 4,1%al 6,41%. En el caso de varones adolescentes, aunque existen menos estu-
dios,scobtenemos una prevalencia de 0% para la AN, del 0% al 0,36% para la BN y del
n
tra al 0,77% para los TCANE, con una prevalencia total de 0,27 a 0,90 .
0,18% 21-29
an
H
Estas cifras se asemejan también a las presentadas en la GPC del NICE (2004)30
donde la prevalencia en mujeres de los TCANE, BN y AN oscila entre 1% a 3,3%, 0,5%
a 1,0% y 0,7%, respectivamente, y en la Revisión Sistemática de la Evidencia Científica
(RSEC) (2006)31 que reporta prevalencias en el oeste de Europa y EEUU (0,7% a 3% de
TCANE en la comunidad, 1% de BN en mujeres y 0,3% de AN en mujeres jóvenes).
de
Zaragoza, 1998 es 2.193
26
Reus, 2008 ás
29
Olesti M et al.m
551 12-21 0,9 2,9 5,3 9,1
do
u rri
c
a ns
tr
a n
H
n.
Valencia, 200321 2,91
ó
ci
544 12-18 0,00 a 0,45 0,00 a 0,41 0,77 a 4,71 5,56
Rojo L et al. 0,77 a
iz
al
u
Ciudad Real, 200522
1.766 12-15 0,00 a 0,17 0,00 a 1,38 0,60 a 4,86
ct
3,71
a6,41
Rodríguez-Cano T et al.
su 0,60
te
n
d ie 1,90
0,18 na 2,70
Osona (Barcelona), 200628
pe
2.280 14-16 0,00 a 0,35 0,09 a 0,44 3,49
Arrufat F
0,27
t á
es
y 3,43
ca
Madrid, 200723
Peláez MA et al.
1.545 12-21 0,00 a 0,33 0,16 a 2,29
i 0,48 a 2,72 5,34
lín 0,64
C
a
c tic
Prá
de
a
uí
G
t a
es
de
ón
aci
blic
pu
la
e
sd
de
ños
a
5
de
ás
m
rido
ur
nsc
tra
an
H
Población diana
La GPC se centra en personas de ocho o más años con los siguientes diagnósticos: AN, BN
y trastornos de la conducta alimentaria no especificados (TCANE). Los TCANE incluyen: .
n
el trastorno por atracones (TA) y las formas no específicas, incompletas o parciales, queció
a
no cumplen todos los criterios, para AN o BN y TA. liz
tua
ac
su
Aunque trastorno por atracón es la denominación habitual, lo cierto es que deben
producirse una serie de atracones recurrentes para caracterizarlo (entre otrastemanifesta-
en
di
ciones). Esta guía se refiere a dicho trastorno como trastorno por atracones.
n
pe
La GPC también incluye el tratamiento de los TCA crónicos,stárefractarios al tra-
e
tamiento, a los que se les puede ofrecer una prevención terciaria y de sus síntomas más
a
graves y de sus complicaciones más severas. ic
lín
C
a
c tic
Comorbilidades á
Pr
de
a
uí frecuentes y que pueden requerir otro
Se han incluido en la GPC las comorbilidades más
tipo de atención: G
a t
es
• Mentales: trastornos relacionados conde sustancias, de ansiedad, obsesivo-compulsivo,
ón
ci ánimo y del control de los impulsos.
de la personalidad, del estado de
a
lic
• Orgánicas: diabetes mellitus, ub
p obesidad, síndromes de mala absorción y enfermedades
del tiroides. l a
e
sd
de
o s
añ
Situaciones especiales
5
de
ás
También se incluye el abordaje ante situaciones especiales como el embarazo y parto.
m
do
urri
s
Ámbitocclínico
an
tr
n
a La GPC incluye la atención proporcionada en la AP y la atención especializada. Los ser-
H
vicios de AP se realizan en los centros de atención primaria (CAP), primer nivel de acce-
so a la asistencia sanitaria. En los afectados de TCA, la atención especializada, el segundo
y tercer nivel de acceso a la asistencia sanitaria, se presta a través de recursos de hospita-
lización completa (hospital psiquiátrico y general), consultas ambulatorias especializadas
(centro/unidad de salud mental de adultos [CSMA] e infanto-juveniles [CSMIJ], hospita-
les de día para hospitalización parcial (monográficos de TCA y generales de salud men-
Aspectos incluidos
n.
La GPC incluye los siguientes aspectos de los TCA: prevención, detección, diagnóstico,ció
actuaciones en los diferentes niveles de atención, tratamiento, evaluación, pronósticolizay
ua
aspectos legales. ct a
su
e
nt
Intervenciones ie
nd
pe
La GPC incluye las siguientes intervenciones de prevención primariaspara tá los TCA: inter-
e
venciones psicoeducacionales, educación en el criticismo hacia losy medios de comunica-
a
n ic
ción, movilización y activismo social y político, técnicas de inducción y disonancia, inter-
venciones centradas en anular o reducir los factores de riesgoCde lí los TCA e intervenciones
a
ic
para fortalecer a la persona afectada (con el desarrollo de thabilidades para el afrontamien-
c
to del estrés). rá P
de
a
uí intervenciones de prevención prima-
Algunas de las variables de resultado de dichas
G
ria son: incidencia de los TCA, IMC, interiorización del ideal de delgadez, insatisfacción
ta
corporal, dieta anómala, afectos negativos eystrastornos de la alimentación.
de
n
ió
ac
La GPC incluye los siguientes tratamientos:
li c
• Medidas médicas: soporte pnutricional ub oral, soporte nutricional con nutrición artificial
(enteral oral [sonda nasogástrica] l a y parenteral intravenosa) y consejo nutricional (CN).
El CN incluye el consejo s de dietético, el consejo nutricional y/o la terapia nutricional.
de
o s
• Terapias psicológicas: añ terapia cognitivo-conductual (TCC), autoayuda (AA), auto-
5
de
ayuda guiada (AAG), terapia interpersonal (TIP), terapia familiar (sistémica [TFS] o
á
no especificada s [TF]), terapia psicodinámica (TPD) y terapia conductual (TC).
m
o
• r rid
Tratamientos farmacológicos: antidepresivos, antipsicóticos, estimulantes del apetito,
c u
ns
antagonistas opiáceos y otros psicofármacos (topiramato, litio y atomoxetina).
rt a
an• Combinación de intervenciones (psicológicas y farmacológicas o más de una psicológica).
H
Las variables de resultado de los tratamientos clínicamente importantes según el grupo de
trabajo son: IMC, menstruación, desarrollo puberal, reducción/desaparición de atracones y
purgas, restablecimiento de la dieta saludable, ausencia de depresión, funcionamiento psico-
social e interpersonal. Se valoró también la adherencia al tratamiento y la presencia de efec-
tos adversos. Estos dos últimos aspectos se describen en las preguntas sobre seguridad de
Eso no quiere decir que a la hora de plantear políticas de prevención primaria no se deba
actuar para evitar estas conductas que podrían ser precursoras de un TCA.
Objetivo principal
Proporcionar a los profesionales sanitarios encargados de la asistencia a personas afecta-
das de trastornos de la conducta alimentaria (TCA) una herramienta que les permita
tomar las mejores decisiones sobre los problemas que plantea su atención. .
ón
a ci
a liz
Objetivos secundarios tu
ac
su
e de deci-
nt
a) Ayudar a las personas afectadas con TCA con información útil en la toma
e
siones relativas a su enfermedad. di
p en
t á
b) Informar sobre los TCA y proporcionar consejo para que la familia y cuidadores
se impliquen de forma activa. es
y
a
ic
lín
c) Implementar y desarrollar indicadores de calidad asistencial que permitan eva-
C
luar la práctica clínica de las recomendaciones establecidas en esta GPC.
a
t ic
c sobre los TCA que permitan
d) Establecer recomendaciones para la investigación
Prá
de
avanzar en su conocimiento.
í a
e) Abordar la confidencialidad y consentimiento u informado de las personas afecta-
G
das, especialmente en los menores deta18 años, e incluir los procedimientos legales
es
en los casos de hospitalización completa
d e y tratamiento involuntario.
n
ió
c ac
i
Principales usuarios u bl
p
la
e
Esta GPC va dirigida a los e sdprofesionales que tienen contacto directo o toman decisiones en
d
el cuidado de las personas
o s afectadas de TCA (médicos de familia, pediatras, psiquiatras, psi-
cólogos, enfermería,añdietistas, endocrinólogos, farmacéuticos, ginecólogos, internistas, odon-
5 ocupacionales y trabajadores sociales). También va dirigida a profesio-
de
tólogos, terapeutas
nales de otros ás ámbitos que tienen contacto directo con las personas afectadas de TCA
(educación, m
o servicios sociales, medios de comunicación, justicia).
rr id
cu GPC pretende ser una herramienta para planificar la atención integrada de las
sLa
n
tra
personas afectadas de TCA.
a n
H
La GPC provee información para pacientes con TCA que podrá ser utilizada tam-
bién por sus familiares y amigos, así como por la población general.
n
pe
á
– Los revisores externos de la GPC son un grupo de expertos en TCA
est (especialistas en
psiquiatría, psicología y genética) seleccionados por ser responsablesy de unidades de
c a
TCA de hospitales españoles y/o autores de publicacionesi relevantes en la materia.
lín
C
También han actuado como revisores externos los representantes de algunas entida-
c a
i
ct
des que por diversas razones no pudieron formar parte del grupo de trabajo de la
GPC. La versión final del texto de la guía ha sidorárevisada y aprobada por el grupo
P
de autores. de
a
uí
– G
La actualización de esta GPC publicadaa en 2009 se realizará después de valorar la
t
nueva evidencia que vaya surgiendo en es los próximos tres años. Cualquier modifica-
ción durante este tiempo quedará reflejada de en el formato electrónico consultable en
n
el portal de Guíasalud y en la cpágina ió web de la AATRM. Para llevar a cabo esta
a
actualización se aplicará la metodología
b lic propuesta en el manual de elaboración de
GPC del MSC1. p u
la
e
– En el portal de GuíaSalud e sd (www.guiasalud.es) está disponible el material donde se
d
presenta de formas detallada la información con el proceso metodológico de la GPC.
o
añ
5
de
ás
m
o
r rid
u
nsc
tra
a n
H
4.1. ¿Cómo se definen y clasifican los TCA? ¿Cuáles son las manifestaciones clínicas
comunes y específicas de cada tipo?
.
ón
4.2. Etiopatogenia de los TCA: ¿cuáles son los principales factores de riesgo? a ci
a liz
tu
ac
4.3. En los TCA, ¿cuáles son las comorbilidades más frecuentes?
su
e
nt
ie
4.1. ¿Cómo se definen y clasifican los TCA? nd
pe
á
st
¿Cuáles son las manifestaciones clínicasy ecomunes
a
y específicas de cada tipo? n ic
lí
C
a
t
Los TCA constituyen un grupo de trastornos mentales caracterizadosic por una conducta
r ác
alterada ante la ingesta alimentaria o la aparición de comportamientos de control de peso.
P
Esta alteración lleva como consecuencia problemasdefísicos o del funcionamiento psicoso-
a
cial del individuo. Las actuales clasificaciones deuí los TCA incluyen la AN, la BN y otras
G
alteraciones menos específicas denominadas aTCANE (ver capítulo 7, “Diagnóstico”).
t
es
Las primeras descripciones de la AN de datan del siglo XVII, cuando Morton estableció
ón
que el origen de este trastorno, a diferencia
a ci de otros estados de malnutrición, era una per-
i c
bl
turbación del sistema nervioso acompañada de tristeza y preocupaciones. En el siglo XIX
p
se describe como cuadro psicopatológico u individual similar al observado en la actualidad,
aunque se pensaba que era una l a enfermedad del ánimo. La historia de la BN es mucho más
s de
reciente, aumentando considerablemente el número de personas afectadas en los últimos
d e
s posiblemente su evolución menos dramática y la facilidad de las
años. Entre las razones,
ño pasar desapercibidas.
personas afectadas apara
5
de
La AN es ás un TCA que se manifiesta como un deseo irrefrenable de estar delgado,
acompañado m
o de la práctica voluntaria de procedimientos para conseguirlo: dieta restrictiva
estricta ryridconductas purgativas (vómitos autoinducidos, abuso de laxantes, uso de diuréticos,
cu pesar de la pérdida de peso progresiva, las personas afectadas presentan un intenso
etc.).sA
n
tra a llegar a ser obesas. Presentan una distorsión de la imagen corporal, con preocupa-
temor
n
a ción extrema por la dieta, figura y peso, y persisten en conductas de evitación hacia la comi-
H
da con acciones compensatorias para contrarrestar lo que ingieren (hiperactividad física
desmesurada, conductas de purga, etc.). No suelen tener conciencia de enfermedad ni del ries-
go que corren por su conducta. Su atención está centrada en la pérdida ponderal, lo que les
causa estados nutricionales carenciales que pueden comportar riesgos vitales. Generalmente,
hay rasgos de personalidad previos con tendencia al conformismo, necesidad de aprobación,
hiperresponsabilidad, perfeccionismo y falta de respuesta a las necesidades internas.
.
ón
Factores socioculturales ci
a
liz
a
Los estudios identifican los siguientes factores socioculturales como de riesgo para c tu los
TCA: modelos familiares sobreprotectores, rígidos y exigentes, conflictivos,u ya poco
s
cohesionados81, 82, familias desestructuradas (padres divorciados), antecedentes t e fami-
en
liares de trastornos afectivos y sintomatología obsesivo-compulsiva , de 83
i TCA (espe-
cialmente en las madres), dieta y/o conducta alimentaria atípica en lapefamilia nd (preocu-
á
pación por el peso por parte de los padres) , obesidad (especialmente st en madres)85, 86,
84, 85
e
alcoholismo (especialmente en padres), hábitos alimentarios poco y regulares durante
c a
la infancia , profesiones y/o actividades durante la infancia-adolescencia
81
i que valoran exce-
lín
sivamente la delgadez y/o el peso87-89. C
a
it c
ác
Pr
Factores psicológicos de
í a
u
Se han asociado con los TCA los siguientes factores G psicológicos: trastornos afectivos90, 91,
s ta
trastornos de la personalidad , trastornos obsesivo-compulsivos e , trastorno de control de
92 93
p u
la
Acontecimientosesvitales de potencialmente estresantes
d
ñ os
Sobre los acontecimientos a vitales potencialmente estresantes asociados con los TCA, men-
5
de
cionar los siguientes: abusos sexuales y/o físicos en la infancia, críticas respecto al físico96 y
antecedentesáde s crisis vital85.
m
d o
i
r una revisión sobre los factores de riesgo de los TCA, algunos de los factores ante-
ur
Según
c
ns
riormente mencionados han mostrado resultados consistentes para predecir los TCA tanto en
rt a
estudios longitudinales como en estudios transversales: género, etnia (excepto asiáticos), pro-
anblemas de alimentación y trastornos gastrointestinales en edades tempranas de la infancia,
H
abuso sexual y otras experiencias adversas, baja autoestima, morbilidad psiquiátrica general,
peso elevado e insatisfacción corporal y realización de dietas97.
ác
Pr
de
Trastornos de la personalidad uía
G
s ta
Alrededor del 30% de casos de TCA presentan e trastornos de la personalidad113-115. Las per-
sonas que cumplen criterios de BN presentan d e asociado un trastorno de la personalidad,
i óncon una alta prevalencia.
ac
especialmente el límite y el histriónico,
l ic
b
pu
Trastornos del estado la de ánimo
d e
d es
La depresión está también s íntimamente relacionada con los TCA. Es difícil plantear la exis-
tencia de una AN oauna ño BN sin asociar un cuadro de depresión. Ocurre como con la ansie-
5 predispone, en otros está ligada a la clínica de los TCA o se presenta
de
dad, en unos casos
como entidadáscomórbida. La prevalencia de la depresión oscila entre el 40% y el 80% con
mayor presencia m en la BN116, 117.
d o
r i
c ur
ns
rt a
Trastornos del control de los impulsos
a n
H
Algunas de las conductas perturbadas de los TCA suponen una pérdida del autocontrol
(conducta de sobreingesta, conductas de purga, autoagresiones, etc.). También en los TCA
se dan otros trastornos del control de los impulsos como puede ser la cleptomanía o la tri-
cotilomanía118, 119.
5.1. ¿Cuál es la eficacia de las intervenciones de prevención primaria para evitar los
TCA? ¿Hay algún impacto negativo?
.
ón
a ci
La prevención primaria tiene como objetivo limitar la incidencia de la enfermedad, en este liz
a
caso los TCA, mediante el control de las causas y la exposición a factores de riesgo c tuo el
a paso
su
aumento de la resistencia de los individuos a los mismos. Sin lugar a dudas, el primer
e
para establecer medidas de prevención primaria es identificar las exposiciones tpertinentes
en
di
y evaluar su impacto sobre el riesgo de enfermar en el individuo y en la población.
n
pe
á
Las intervenciones de prevención primaria específicas para los TCA
est más frecuentes se
incluyen en los siguientes 5 tipos: psicoeducacionales, de educación en y el criticismo hacia los
c a
medios de comunicación (media literacy), técnicas de inducción yi disonancia, e intervencio-
nes focalizadas en eliminar los factores de riesgo de los TCA C
ín
y len fortalecer al huésped.
a
t ic
ác
Pr
Para implementar las medidas de prevención primaria existen dos estrategias, a
menudo complementarias: la estrategia poblacionaldey la estrategia de alto riesgo. La estra-
tegia poblacional es de tipo general y se dirige a utoda ía la población con el objetivo de redu-
cir el riesgo promedio de la misma. La estrategia G de alto riesgo es de tipo individual y se
s ta
dirige a aquellas personas que más lo necesitan, e o sea, a los individuos más vulnerables o
que presentan un riesgo especial como consecuencia d e de la exposición a determinados fac-
n
ólos
tores de riesgo. En el caso de los TCA, c i grupos de riesgo lo son ya sea por su edad (ado-
c a
lescencia), sexo (mujer) o participación li en actividades de riesgo, ya sea a nivel de ocio o
profesional (gimnastas, atletas,pmodelos, ub bailarinas/es, patinadoras/es, deportistas de élite,
etc.) .
133 l a
e
e sd
d
o s
5.1. ¿Cuál 5es añ la eficacia de las intervenciones de
prevención de primaria para evitar los TCA? ¿Hay
á s
m
algúnidoimpacto negativo?
r
c ur
Parasresponder a estas preguntas, se han identificado 4 RSEC cuantitativas o metanálisis
n
tra de calidad (1++) sobre programas de prevención de los TCA.
(MA)
an
H
De los cuatro MA, uno focaliza la revisión en niños y adolescentes y sólo incluye
ECA134; otro se centra en revisar ECA y estudios cuasi-experimentales (C-ECA) de pro-
gramas preventivos basados en Internet135; los otros dos revisan el tema a nivel general,
incluyendo ECA y estudios cuasi-experimentales136, 137. El potencial efecto iatrogénico
(impacto negativo) de los programas de prevención primaria fue otro de los objetivos en
dos de estos cuatro MA134, 136.
(en tres estudios se usó Internet), seguida por las técnicas de disonancia-inducciónu143, a 144, las
s
de evaluación crítica de los contenidos de los medios y un programa específicotedenomina-
141
en
do ATHENA (The Athletes Targeting Healthy Exercise and Nutrition Alternatives) di .
142
n
pe
á
La GPC del NICE (2004)30 no abordó este aspecto y en los protocolos,
e st recomenda-
ciones y otros documentos sobre los TCA realizados por diferentes y entidades de nuestro
c a
medio (ver Anexo 6.1.) sólo algunos trataban este aspecto i
10, 11, 13, 19, 146-151
, aunque sólo el grupo
lín
de expertos del PAPPS12 formula recomendaciones generales. C
a
t ic
ác
Pr
A continuación, la evidencia científica sobre los programas de prevención primaria
de los TCA. de
í a
u
Evidencia científica G
ta
es
En un ECA (Stice, 2008; EEUU)143 realizado de en una muestra de 481 mujeres ado- ECA
ón
lescentes (edad media: 17 años) conciinsatisfacción corporal, se comparó el pro- 1++
c a
i
bl
grama de reducción de la interiorización del ideal de delgadez basado en técnica
de disonancia (grupo 1) vs. programa p u de control de peso saludable (grupo 2) vs.
l a
grupo control con redaccióne expresiva (grupo 3) vs. grupo control con evaluación
d
(grupo 4). El grupo 1 mostró
d es una reducción significativa en el ideal de delgadez,
os
la insatisfacción corporal, los afectos negativos y la incapacidad psicosocial y dis-
minuyó el riesgo enañla patología alimentaria a los 2 y 3 años de seguimiento vs.
controles. En el egrupo 5 1 se produjo mayor disminución del ideal de delgadez, la
d
insatisfacciónáscorporal y la incapacidad psicosocial comparado con el grupo 3. El
grupo 2 mostró m mayor disminución en todos los resultados, menor aumento de
d o
r i
ur
peso y menor riesgo de patología alimentaria a los 2 o 3 años de seguimiento vs.
c
ns
controles. El grupo 2 mostró mayor disminución en el peso y en el ideal de del-
rt a que el grupo 3.
gadez
an
H
A los tres años de seguimiento, la intervención basada en la disonancia mos-
tró una reducción del 60% en el riesgo de iniciar patología alimentaria entre sus
participantes; en los participantes del programa de control de peso la reducción
fue del 61%; en los del grupo control con evaluación, la reducción del riesgo de
iniciar una obesidad fue del 55%. Por consiguiente, el efecto de dichos programas
se considera clínicamente importante y perdurable en el tiempo.
lescentes o(edad m media: 14,4 años) de centros de enseñanza de Australia, que 1++
rr i
autodeclaraban d problemas con la alimentación y su imagen corporal. Se compa-
u
ró elscprograma (My Body, My Life: Body Image Program for Adolescent Girls)
n
tra
(N=40) vs. grupo control (N=43) seguido a los 2 y 6 meses. Este programa cons-
n
a ta de 6 sesiones grupales vía Internet por semana durante 6 semanas y un manual
H
de AA (contenido psicoeducacional), todo ello coordinado por un terapeuta
entrenado. De los que finalizaron el programa (28 y 26 del grupo experimental y
control, respectivamente), se obtuvieron mejoras clínicamente significativas en el
grupo experimental en la insatisfacción corporal, los desórdenes alimentarios y la
depresión al finalizar el tratamiento (p≤0,002). A los dos meses de seguimiento,
se obtuvieron mejoras clínicamente significativas en las puntuaciones de diferen-
Este programa administrado por Internet tuvo una buena aceptación y buenos
resultados para mejorar la insatisfacción corporal y los problemas de alimentación.
la
d e
Dadas estas circunstancias,
d es el uso apropiado de una herramienta de cribado breve y
os
validada durante las visitas de niños/adolescentes sanos y las previas a la participación en
deportes sería una buena a ñ oportunidad para aplicar de forma integrada programas de pre-
5
de
vención de los TCA, del consumo de tabaco, alcohol, drogas y sexo seguro dentro de un pro-
grama estructuradoá s de mantenimiento de la salud desde un enfoque de la medicina familiar.
m
o
r rid el uso de los instrumentos de cribado ha habido cierta confusión. Son ineficien-
Sobre
u
sc establecer el diagnóstico de TCA, pero en cambio son herramientas útiles para una
tes para
n
tra
primera evaluación rápida dirigida a descartar la existencia de síntomas sospechosos en la
n
a primera fase del proceso de cribado en dos etapas, en la cual los que puntúan alto son de
H
nuevo evaluados para determinar si cumplen con los criterios diagnósticos formales.
b
encuesta SCOFF ha sido adoptada pu como instrumento estándar de cribado en UK . Sus
30
l a
características también hane mostrado ser útiles en la monitorización del curso del tra-
tamiento (ver capítulo 10, d
s“Evaluación”).
de
ñ os
a
EAT - Cuestionario 5 de actitudes ante la alimentación
d e
á s
Eating Attitudes
m Test. DM Garner y PE Garfinkel, 1979.
El EATrrifuedo diseñado para la evaluación de las actitudes alimentarias anómalas, en espe-
u
sc relacionadas con el miedo a ganar peso, el impulso de adelgazar y la presencia de
cial las
n
tra
patrones alimentarios restrictivos. Su intención era diseñar un instrumento fácil de admi-
n
a nistrar y corregir y que resultara sensible a los cambios sintomáticos a lo largo del tiem-
H
po. El EAT es una herramienta autoaplicada de 40 ítems (EAT-40). Cada ítem se valora
en una escala Likert de 6 puntos, que van desde nunca a siempre. El rango de puntuación
va de 0 a 120. Es un cuestionario válido y fiable que ha sido ampliamente utilizado para la
evaluación de los TCA. Con el punto de corte de 30 puntos o más en un grupo de afecta-
das con AN y un grupo control, la sensibilidad fue del 100% y la especificidad del 84,7%,
con un VPP del 78,5% y una tasa de falsos positivos del 9,8%165.
La validación española del EAT-26 en nuestro medio se ha llevado a cabo por Gandarillas A,
et al., 2003 en un medio comunitario en población femenina (15-18 años) escolarizada (ver
Anexo 2.3.). Las características psicométricas de este cuestionario son similares a las des-
critas por sus autores. Para un punto de corte de 20 puntos o más, la sensibilidad es del
59%, la especificidad del 93%, VPP del 23%, VPN del 99% y porcentaje de bien clasifica-
dos del 92%170, 171. Como cuestionario de cribado es útil para diferenciar los casos de TCA .
n
de la población normal, aunque es importante señalar el escaso VPP, dado que la preva-ció
a
lencia del problema es baja170, 171. liz
tua
Cuando el punto de corte es más bajo (10 puntos o más), el EAT-26 presenta uuna sen- ac
s
t
sibilidad del 90%, especificidad del 75%, VPP del 11%, VPN del 99,5% y porcentaje e de
en
bien clasificados del 76% . di
170, 171
n
pe
El MSC ya recomendaba su uso como instrumento de cribado enstel á año 199520, ya que
e
el EAT-26 era capaz de distinguir entre pacientes con AN y población y normal y entre
c a
pacientes con BN y población normal, pero no entre AN restrictiva i y BN, estableciendo el
lín de riesgo y >50 puntos
C
punto de corte de <20 puntos en mujeres, >30 puntos en población
a
en población clínica20. it c
ác
Pr
de
ChEAT (Versión infantil del EAT-26; Children Eating Attitudes Test)
a
uí
G
El ChEAT fue desarrollado por Maloney MJ,a et al., 1988 a raíz de detectar problemas de
t
comprensión en los niños. Resueltos estos problemas es mediante substitución por sinónimos
e
más simples, los resultados de validez yd fiabilidad en una muestra de niños con edades
n
entre 8 y 13 años fueron comparablescióa los publicados para adultos (EAT-26) lo que hace
a
del ChEAT un cuestionario autoaplicable
b lic a partir de los 8 años (requiere de un nivel de
lectura para responder de quinto p u año de primaria), que puede ayudar en la valoración de
la preocupación por la comida, l a modelos de alimentación y actitudes ante la comida en
estas edades. Una puntuación s de total en la escala superior a 20 puntos indicaría la posible
e
presencia de TCA172. s d
o
añ
5
de
Versión española del ChEAT (Cuestionario infantil de actitudes ante
la alimentación) á s
m
o
La adaptaciónr rid al español y validación preliminar ha sido desarrollada por de Gracia M, et
c u
ns
al., 2008 en una muestra de niños y niñas entre 8-12 años. Los resultados de fiabilidad y
rt a
validez de la adaptación española son análogos al estudio original173 (ver Anexo 2.4.).
an
H
También se ha adaptado y validado en nuestro medio la versión catalana del ChEAT
en una muestra de población escolarizada (5º y 6º de primaria). Los resultados indican que
la versión catalana es fiable. No obstante, se recomienda que el punto de corte sea más
bajo al establecido por los autores originales como también sugerían los autores de la
adaptación española, ya que aumenta el número de sujetos en riesgo de TCA a detectar
en la escuela174.
En España, la versión adaptada y validada en nuestro medio del BULIT-R fue realizada
por MN Berrios-Hernández, et al., 2007179.
D 6.1. Los grupos diana para el cribado deberían incluir jóvenes con un índice de
masa corporal (IMC) bajo en comparación con los valores de referencia
según edad, personas que consultan por problemas de peso sin estar en
sobrepeso o personas con sobrepeso, mujeres con trastornos menstruales
o amenorrea, pacientes con síntomas gastrointestinales, pacientes con sig-
n.
nos de inanición o vómitos repetidos y niños con retraso o detención en el
crecimiento, niños/as, adolescentes y jóvenes que realizan deportes de ries- ció
go de padecer TCA (atletismo, danza, natación sincronizada, etc.).liza
ua
(Adaptada de la recomendación 5.2.5.3 de la guía NICE). ct a
su
e de ries-
nt
D 6.2. En la AN, el peso y el IMC no se consideran los únicos indicadores
e
di
go físico. (Adaptada de la recomendación 5.2.5.6 de la guía NICE).
n
pe
D 6.3. á
Es importante la identificación así como la intervenciónstprecoz de las per-
e
y
sonas con pérdida de peso antes de que desarrollen graves estados de des-
c a
nutrición. (Adaptada de la recomendación 6.6.1.2i de la guía NICE).
lín
C
a
D 6.4. t ic
Ante la sospecha de AN, se debería prestar atención a la evaluación clínica
global (repetida en el tiempo), incluyendo rác el ritmo de pérdida de peso,
P
e
curva de crecimiento en niños, signos dfísicos objetivos y pruebas de labora-
í a
torio apropiadas. (Se adopta la recomendación 5.2.5.7 de la guía NICE).
u
G
s ta
¸ 6.5. Se recomienda el uso de cuestionarios e adaptados y validados en población
española para la identificación d e de casos (cribado) de TCA.
ión
ac
Se sugiere utilizar los l ic siguientes instrumentos:
b
- TCA en general: pu SCOFF (a partir de los 11 años)
- AN: EAT-40, la
d e EAT-26 y ChEAT (este último entre los 8-12 años)
s
- Bulimiaenerviosa (BN): BULIT, BULIT-R y BITE (los tres a partir de
d
os
los 12-13 años).
a ñ
¸ 6.6. Seeconsidera 5 fundamental la formación adecuada de los médicos de AP
d
á s
para que sean capaces de diagnosticar lo más precozmente posible y, en
m consecuencia, tratar o derivar los casos de TCA que lo requieran.
o
r rid
u
¸ sc 6.7. Debido a la baja frecuencia de visitas durante la infancia y adolescencia,
n
tra se recomienda aprovechar cualquier oportunidad para ofrecer una aten-
an ción integral y detectar hábitos de riesgo y casos de TCA. Las revisiones
H
odontológicas pueden detectar conductas de riesgo de padecer un TCA
tales como los vómitos reiterativos.
7.1. ¿Cuáles son los criterios clínicos útiles para el diagnóstico de los TCA?
.
ón
7.2. ¿Cómo se diagnostican los TCA?
a ci
iz
7.3. ¿Cuál es el diagnóstico diferencial de los TCA? al
tu
ac
su
7.1. ¿Cuáles son los criterios clínicos útiles para e
t el
i en
diagnóstico de los TCA? nd
pe
á
e st
Los criterios clínicos para el diagnóstico de la AN y BN estány bien definidos en la
a
Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y otros
n ic problemas de salud, dé-
lí
cima edición (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud C (OMS, 1992)182 y en el
a
Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales,
c tic cuarta edición (DSM-IV)
y texto-revisado (DSM-IV-TR) de la American Psychiatric r á Association (APA, 1994183 y
P
APA, 2000184, respectivamente). de
a
uí
El DSM-IV/DSM-IV-TR clasifica las formas G mixtas y parciales de los TCA, como
s ta
TCANE donde se incluye el TA, mientras que e la CIE-10 las denomina AN atípica, BN atí-
pica o TCA sin especificación. d e
ión
ac
El DSM-IV/DSM-IV/TR, a diferencia lic de la CIE-10, distingue dos tipos de AN (res-
ub
trictivo y compulsivo/purgativo) p y dos tipos de BN (purgativo y no purgativo) según las
conductas predominantes. e la
d
d es
os
Las versiones españolas de dichas clasificaciones se han editado posteriormente:
CIE-10 (2000)185 y DSM-IV-TR añ (2008)186. En ésta última, se presenta la equivalencia entre
5
de
clasificaciones (DSM-IV-TR, CIE-9 y CIE-10). En el Anexo 2.7. se describen los criterios
diagnósticos ásegún s ambas clasificaciones.
m
d o
r i
ur
Recomendación
c
ns
rt a 7.1. Se recomienda seguir los criterios diagnósticos de la OMS (CIE-10) y de
¸
an la APA (DSM-IV o DSM-IV-TR).
H
.
ón
Anamnesis ci
a
liz
a
Ante la sospecha de un TCA, se debe realizar una historia clínica completa tanto indivi- c tu
a
su
dual como familiar. Normalmente son personas jóvenes o adolescentes y, por consiguien-
e obstácu-
nt
te, estas entrevistas deben tener unas características concretas ya que el principal
lo para el diagnóstico recae en la disponibilidad de la persona para revelar e
i sus motivos,
síntomas y conductas. Por lo tanto, la empatía, apoyo y compromiso que perciba e nd durante la
p
entrevista clínica será crucial para conseguir que explique sus miedosssobre t á el aumento de
e alteradas como un
peso, sus conductas alimentarias, conductas de purga u otras conductas y
exceso de ejercicio. Cuando se considere oportuno, deberá corroborarse i ca por al menos
lín
uno de los padres u otro familiar. C
a
it c
c
Después de exponer el motivo de la consulta, si lasrápersonas vienen acompañadas, se
P
debe pedir a la familia que se ausente para generardeun clima de privacidad donde la per-
sona afectada pueda responder libremente a las upreguntas ía que se le formulen (ver capítu-
lo 12, “Aspectos legales”). G
ta
es
Siempre se debe enfatizar la confidencialidad de del acto médico dejando claro a la per-
n
sona afectada que se hablará con los cpadres ió o familiares sobre lo que desee excepto cuan-
a
do haya algún peligro para su integridad
b lic física o psicológica (ver capítulo 12, “Aspectos
legales”). Si se quieren realizarpanalíticas u u otras pruebas complementarias se deben acor-
dar con la persona afectada.eEl la profesional intentará que no se le identifique como un alia-
d
do de la familia sino como
d es alguien que vigila su estado de salud. Se debe conocer el geno-
os
grama del paciente y con quien vive. Para esto, se deberán pedir los antecedentes familia-
a
res y personales patológicos ñ (en especial aquellos relativos a la salud mental: depresiones,
5
de
fobias, adicciones, TCA, maltratos físicos y psíquicos).
á s
Durante m la anamnesis, se preguntará sobre trastornos físicos (peso, piel y mucosa, mens-
o
truación),r rid sobre trastornos emocionales (angustia, depresión, aislamiento social, desencade-
u
nantes
nsc del TCA [ver capítulo 4, “Definición y clasificación de los TCA” ], trastornos del
tra
sueño), sobre trastornos conductuales (dietas, ejercicio, atracones, extravagancias con la
n
a comida, hábitos alimentarios personales y familiares, conductas purgantes, hiperactividad
H
física) y sobre trastornos cognitivos (distorsión de la imagen, conciencia de enfermedad).
Las entrevistas semiestructuradas más utilizadas para el diagnóstico de los TCA son
las siguientes187: sección H (para TCA) de la entrevista diagnóstica Composite Inter-
nacional Diagnostic Interview (CID-I) desarrollada por la OMS, 1990188 y Eating Disorders
Examinations (EDE) desarrollada por Cooper y Fairburn, 1987189. Aunque estas dos entre-
Se debe establecer una comunicación con la familia con el objetivo de explicar qué son
los TCA, dejar claro que es fundamental su implicación activa en el tratamiento y proceso de
recuperación de la persona afectada, ayudar a afrontar la situación y concienciarles para que
adopten cambios positivos en la rutina familiar (p.ej., reforzar los procesos madurativos, de .
n
autonomía y responsabilidad de las personas afectadas, con el establecimiento de límites yció
a
normas adecuadas a la edad de los hijos e hijas, estimular la expresión de sentimientos, tam-
a liz
bién los negativos). La información para pacientes elaborada para esta GPC puede ser cde tu uti-
a
lidad (ver Anexo 3.1.). u s
e
ent
Los TCA en adultos i
nd
pe
á
Ante casos de potenciales TCA en adultos, se deberán adaptar las preguntas
est de la histo-
y
ria clínica a una entrevista convencional con una persona adulta, responsable de sus actos
c a
y decisiones, que viene sola en la mayoría de ocasiones, y en las ique la colaboración fami-
lín
liar no suele ser habitual por propio deseo del adulto. C
a
t ic
ác un acceso más fácil a fármacos
Pr
La independencia económica del paciente adulto permite
perjudiciales o tóxicos, por ello se debe hacer énfasisdeen sus antecedentes personales tóxico-
a
farmacológicos con la finalidad de detectar problemas uí de abuso o mal uso de sustancias.
G
ta
En estos casos, también es más probable es encontrar problemas laborales, económicos o
sociales como factores de mantenimiento o, deen ocasiones, como desencadenantes de los TCA.
ón
a ci
i c
bl
Es importante destacar la existencia de constituciones delgadas, no patológicas y
establecidas de manera harmónica p u con el desarrollo.
la
e
e sd
Exploración física d
o s
añ
5
de
La exploración física es menos útil que la anamnesis en el establecimiento del diagnóstico. No
á s
obstante, la exploración física completa es crucial, debe ir dirigida a valorar el estado nutricio-
m
nal del paciente y a detectar posibles complicaciones físicas secundarias a la restricción alimen-
o
id conductas purgativas que determinarán la intervención o no de otros especialistas.
taria y/orrlas
u
nsc
tra Se recogerán siempre los datos correspondientes a las constantes vitales (frecuencia
n
a cardíaca, tensión arterial, temperatura axilar y frecuencia respiratoria); que en las personas
H
con cierto grado de desnutrición se encontrarán en los límites bajos. En relación al peso y
talla, se determinará el IMC (IMC=peso kg/talla m2). Si el IMC es >25 se considera sobrepe-
so; si está entre 25-18,5 se considera normal, y si es <18,5 se considera desnutrición (bajo
peso). La CIE-10 establece como pauta diagnóstica para un AN un IMC<17,5. Para las per-
sonas con BN se puede encontrar un peso normal o incluso un sobrepeso ligero. En los meno-
res de 18 años, se debe calcular el IMC y comparar con los percentiles para estas edades196.
Los parámetros a incluir en la exploración analítica son los siguientes: hemograma, glu-
cemia, colesterol total, triglicéridos, enzimas hepáticos (AST, ALT y GGT), iones (K, Na,
Cl, Ca, P y Mg), proteínas totales y albúmina, creatinina y urea, TSH, T3 y T4 libre, coa-
gulación (TP, TTPa), orina (sedimento y osmolaridad) y perfil hormonal femenino.
Una analítica normal no descarta nunca un TCA. En estos casos, puede ser contrapro-
ducente ya que puede favorecer una “falsa tranquilidad” al paciente, a la familia y al profe-
sional no experto; puede convertirse en un refuerzo positivo para la actitud de la persona afec-
tada; o, incluso, la persona afectada puede ver al profesional como un aliado de su familia. .
ón
a ci
Otras exploraciones iz
al
u
a ct
su
Para evidenciar las lesiones broncoaspirativas en personas vomitadoras se solicitará una
radiografía de tórax. También cuando se sospeche de otras patologías como latetuberculo-
n
sis. La radiografía ósea y la densitometría ósea permitirán valorar la edaddieósea para las
personas en desarrollo y la presencia de osteoporosis u osteopenia. Lapelectrocardiogra- en
fía, cuando se sospeche de abuso de laxantes, entre otras posibles. La srealización tá de explo-
e
raciones más sofisticadas se deja a criterio de los especialistas consultores. y
i ca
La dificultad diagnóstica es mayor en aquellos casos conCcomorbilidades. lín Las más fre-
c a
cuentes son las siguientes: diabetes mellitus, obesidad, tisíndrome de mala absorción y
c
enfermedades del tiroides de origen orgánico y abuso yrá dependencia de substancias, tras-
P
tornos afectivos, trastornos obsesivo-compulsivos, trastornos de de la personalidad, así como
trastornos del control de impulsos. í a
u
G
ta
Recomendaciones es
de
n
D 7.2.1. Los profesionales de laciósalud deberían conocer que muchos de los afec-
tados con TCA sonlicaambivalentes sobre el tratamiento, a causa de las
b
demandas y retospuque se les proponen. (Adaptada de la recomendación
la NICE).
2.10.1.1 de la eguía
d
d es
os
D 7.2.2. Se debería proporcionar información y educación sobre la naturaleza,
cursoayñ tratamientos de los TCA a las personas afectadas y, cuando sea
5
de
apropiado, a las personas cuidadoras. (Adaptada de la recomendación
á s
2.10.1.2 de la guía NICE).
m
o
D 7.2.3. r rid La familia y personas cuidadoras podrán ser informadas de la existencia
c u
ns
de asociaciones y grupos de ayuda relacionados con TCA. (Adaptada de
rt a la recomendación 2.11.5.5 de la guía NICE).
an
H
¸ 7.2.4. Se recomienda que el diagnóstico de los TCA incluya anamnesis, explora-
ción física y psicopatológica, y exploraciones complementarias.
.
ón
8.1. En los TCA, ¿cuáles son las actuaciones en la AP y en la especializada? ¿Otros
i
ac
recursos?
a liz
8.2. En los TCA, ¿qué criterios clínicos pueden ser de utilidad para valorar la deriva- tu
ción entre los recursos asistenciales disponibles en el SNS? ac
su
t e
8.3. En los TCA, ¿qué criterios clínicos pueden ser de utilidad para valorar i en la hospi-
talización completa en alguno de los recursos asistenciales disponibles nd en el SNS?
pe
tá
8.4. En los TCA, ¿qué criterios clínicos pueden ser de utilidad para es valorar el alta en
alguno de los recursos asistenciales disponibles en el SNS? y
i ca
lín
C
a
t ic
c
rá
8.1. En los TCA, ¿cuáles son lase Pactuaciones en la
d
a
AP y en la especializada? ¿Otros uí recursos?
G
ta
El modelo de atención propuesto, en el que es las personas afectadas derivan desde un dis-
positivo asistencial a otro, está sujeto a dprotocolos, e recomendaciones y guías elaboradas
ón
con criterios clínicos sobre los que actualmente c i hay poca evidencia que guíe las decisio-
c a
i (ver pregunta 8.2. de este capítulo).
bl
nes sobre dónde realizar la atención
p u
la
e
8.1.1. Actuaciones e sd desde la atención primaria (AP)
d
o s
La asistencia primaria añ se realiza en los CAP, que son el primer nivel de acceso a la aten-
5
de
ción sanitaria; sus actuaciones se centran en:
á s
– Identificar m a las personas con riesgo de padecer un TCA (ver capítulo 6, “Detección”),
o
r rid
y establecer un diagnóstico precoz (ver capítulo 7, “Diagnóstico”).
c u
ns
– tra Decidir si se puede tratar en el propio CAP o debe derivarse a la atención especiali-
an zada. Para ello se deberá tener en cuenta el tipo de TCA, la edad, el nivel de riesgo,
H
las complicaciones físicas y psicológicas y las preferencias de la persona afectada.
Los pisos terapéuticos (asistidos o no) son otro recurso de la red pública que permi-
te la reinserción social de afectados por diferentes trastornos. En nuestra red pública no
existen pisos específicos para los TCA.
D 8.1. Las personas con AN deberían ser tratadas en el nivel asistencial adecua-
do según criterios clínicos: ambulatorio, hospital de día (hospitalización
parcial) y hospital general o psiquiátrico (hospitalización completa).
(Adaptada de la recomendación 6.5.8.1 de la guía NICE).
n.
D 8.2. Los profesionales de la salud sin experiencia especializada de los TCA, o ante
situaciones de incertidumbre, deberán buscar el asesoramiento de un especia- ció
lista formado cuando se planteen la hospitalización completa urgente de unaliza
ua
persona con AN. (Adaptada de la recomendación 6.5.8.6 de la guía NICE). ct a
su
e
nt
D 8.3. La mayoría de personas con BN pueden tratarse a nivel ambulatorio. La
e
di las auto-
hospitalización completa está indicada ante el riesgo de suicidio,
en recomenda-
lesiones y las complicaciones físicas graves. (Adaptada deplas
á
ciones 6.5.8.1 y 6.5.8.4 de la guía NICE). st e
y
c a
D 8.4. Los profesionales de la salud deberían evaluar y aconsejar
l í ni a las personas
con TCA y osteoporosis que se abstengan deCrealizar actividades físicas
a
que incrementen de manera importante el triesgo ic de fracturas. (Se adopta
la recomendación 6.4.5.3 de la guía NICE). r ác
P
de
a
D 8.5. El pediatra y el médico de familia deberán uí realizar la supervisión en niños y
en adolescentes con TCA. El crecimiento G y desarrollo deberían ser monitori-
ta
zados atentamente. (Adaptadaesde la recomendación 6.4.5.4 de la guía NICE).
de
ó n
D 8.6. Debería ofrecerse supervisión
a ci y control de las complicaciones físicas en
c
i primaria a las personas con AN crónica y con repe-
bl
los centros de atención
p u
tidos fracasos terapéuticos que no deseen ser atendidas por los servicios de
la
salud mental. e(Adaptada de la recomendación 5.2.5.8 de la guía NICE).
d
d es
D 8.7. s
Los familiares y, en especial, los hermanos de las personas afectadas deberían
ño
estar aincluidos en el plan de tratamiento individualizado (PTI) de niños y
5
de
adolescentes con TCA. Las intervenciones más comunes suponen compartir
á s
información, aconsejar sobre conductas relacionadas con los TCA y mejorar
m habilidades de comunicación. Se debería promover la motivación al cambio
do
urri de la persona afectada a través de la intervención familiar. (Adaptada de la
n sc recomendación 6.2.9.13 de la guía NICE).
tra
an D 8.8. Cuando se requiera hospitalización completa, ésta debería realizarse a una
H
distancia razonable del domicilio del paciente para permitir la implicación
de la familia y cuidadores en el tratamiento, mantener los vínculos socia-
les y laborales y evitar dificultades entre niveles asistenciales. Esto es par-
ticularmente importante en el tratamiento en los niños y en los adolescen-
tes. (Se adopta la recomendación 6.5.8.4 de la guía NICE).
n.
D 8.10. El tratamiento en hospitalización completa debería considerarse para per-
sonas afectadas con AN cuyo trastorno esté asociado con un riesgo alto o ció
moderado por enfermedad común o complicaciones físicas de la AN.liza
ua
(Adaptada de la recomendación 6.5.8.3 de la guía NICE). ct a
su
D 8.11. Las personas con AN que requieren hospitalización completatedeberían
n
ingresar en un centro que garantice la renutrición adecuadadieevitando el
n (especial-
síndrome de realimentación, una supervisión física cuidadosape
á
e st
mente durante los primeros días) junto con la intervención psicológica
y
pertinente. (Adaptada de la recomendación 6.5.8.5 de la guía NICE).
a
n ic
lí
D 8.12. El médico de familia y el pediatra deberían responsabilizarse C de la evalua-
c a
ción e intervención inicial de los afectados deti TCA que acuden a la atención
c
primaria. (Adaptada de la recomendaciónrá5.2.5.1 de la guía NICE).
P
de
D 8.13. Cuando la atención se comparta entre í a la atención primaria y la especiali-
u
zada, debería haber una colaboración G estrecha entre los profesionales de
a
la salud, paciente y familia y ecuidadores. st (Adaptada de la recomendación
5.2.5.2 de la guía NICE). d e
n
c ió
a
¸ 8.14. Las personas con diagnóstico
b lic confirmado de TCA o con clara sospecha de
TCA serán derivadas p u según criterios clínicos y de edad a los diferentes
l
recursos asistenciales. a
e
e sd
¸ d al CSMA/CSMIJ por parte del médico de familia o del pedia-
8.15. s
La derivación
o
añ
tra debería ser una asistencia integrada con responsabilidades compartidas.
5
de
¸ 8.16. s
á los casos derivados a los CSMA/CSMIJ sigue siendo necesaria la vincula-
En
m ción y la supervisión a corto y medio plazo de las personas afectadas, para evi-
do
urri tar complicaciones y recaídas y la aparición de trastornos emocionales, y
c
ns
detectar los cambios en el entorno que puedan influir sobre la enfermedad.
tra
n
a ¸ 8.17. Debería ser cuidadosamente estudiada la necesidad de prescribir tra-
H
tamiento estrogénico para prevenir la osteoporosis en niñas y adolescen-
tes con AN, ya que esta medicación puede ocultar la posible existencia de
amenorrea.
El contrato terapéutico incluye el PTI (ver capítulo 8, “Actuaciones de los diferentes nive-
les”) y lo firman la persona afectada y el equipo multidisciplinar de profesionales de la
salud implicados en la atención. Permite verificar que se ha informado y que la persona
afectada ha aceptado el PTI.
RSEC de i d
rr calidad (1++), una elaborada por la AHRQ de los EEUU (2006)31 y otra por
u
Bulik,
nsc et al. (2007)202. En la actualización de la búsqueda, se ha identificado un nuevo ECA
tra
(Rigaud, 2007)203.
a n
H
evidencia científica
a
uí
GPC 30
No hay suficiente evidencia clínica G significativa que determine que el
ta
suplemento de Zn vs. placeboesen niños hospitalizados con AN es eficaz en
el aumento de peso al finaldedel tratamiento (1 ECA; N=26; Lask, 1993)206.
n
c ió
a
GPC30 Hay limitada evidencia
b lic de que hay diferencias clínicas significativas en el
pu
tratamiento con alimentación con sonda nasogástrica vs. sonda nasogástri-
ca-tratamientos la
e estándares en el aumento de peso en adultos con AN hos-
pitalizadose(2 sd ECA; N=116; Arii, 1996207; Robb, 2002208).
d
o s
GPC30 No hay añ suficiente evidencia de que hay diferencias clínicas significativas
5
de
entre la nutrición parenteral total vs. tratamiento estándar en la ganancia
á s
de peso en la edad adulta en personas con AN en hospitalización comple-
m ta (1 ECA; N=22; Pertschuk, 1981) . 209
d o
rri
scu
tr an
an
H
31 m
ás
RSEC o Hay poca evidencia de que la TCC sea más eficaz que el CN en la propor-
1++rrid ción de personas que se recuperan y en el incremento de su peso corporal.
c u
ns
rt a
anRecomendaciones
H
(Ver recomendaciones 9.GM.1. a 9.GM.5.)
evidencia científica
Un ECA (Pike, 2003)210 declaró el 9% de abandonos en total (TCC: 0% vs. CN: ECA
20%). Una persona mostró depresión e ideas de suicidio. El diseño de este ECA 1+ .
ón
tiene como limitación que muchas de las personas estudiadas también tomaban
a ci
antidepresivos, lo que pone en duda sus resultados.
a liz
tu
ac
su
e
nt
Resumen de la evidencia
d ie
n
GPC30 Hay limitada evidencia de que la TCC sea más aceptable pe que el CN en
tá la recuperación
personas con AN en hospitalización completa después sde
e
del peso (1 ECA; N=33; Pike, 2003) .
210
y
ica
lín
C
a
Recomendaciones
c tic
á
Pr
(Ver recomendaciones 9.GM.1. a 9.GM.5.) de
a
uí
G
t a
9.2.2. Bulimia nerviosa es
de
n
9.2.2.1. ¿Cuál es la eficacia del ió CN para las personas afectadas de BN?
c ac
li
La respuesta se fundamenta enpla ub guía del NICE (2004)30. También se han considerado las
RSEC de calidad (1++), unae elaborada la por la AHRQ de los EEUU (2006)31 y otra de más
d
reciente publicación de Shapiro,
d es et al. (2007)211, que incluyen los mismos ECA. En la actua-
os
lización de la búsqueda no se ha identificado nueva evidencia. Los resultados se presen-
tan según las variables a ñ estudiadas en los ECA.
5
de
Variables: reducción á s / remisión de atracones y purgas
m
o
r
Hay evidencia rid limitada que sugiera que la TCC-BN es superior al CN en reducir ECA
c u
ns
la frecuencia de las purgas al finalizar el tratamiento (DME: -0,95; IC 95%: -1,70 1++
ra
a t-0,20) y fuerte evidencia al seguimiento postratamiento (DME: -1,34; IC 95%:
an-2,13 a -0,55) según 1 ECA (N=31; Sundgot-Borgen, 2002)212.
H
No hay evidencia o es insuficiente para determinar que la TCC-exposición con ECA
prevención de respuesta (EPR) para los atracones difiere del CN (terapia nutricio- 1++
nal) en la remisión de atracones y purgas (2 ECA; N=90; Hsu, 2001213; Jansen, 2002214;
RR: 0,82; IC 95%: 0,65 a 1,04) y en la frecuencia de atracones y purgas (1 ECA;
N=49; Hsu, 2001213; DME: 0,43; IC 95%: -0,14 a 0,99) al finalizar el tratamiento.
No hay evidencia o es insuficiente que determine que la TCC-EPR difiere del ECA
CN (terapia nutricional) en las puntuaciones del instrumento usado para valorar 1++
la depresión (1 ECA; N=49; Hsu, 2001213; DME: 0,15; IC 95%: -0,41 a 0,72).
Resumen de la evidencia .
ón
ci
RSEC31 Si se añade un componente cognitivo al CN (terapia nutricional) mejora suliza
ua
1++ efectividad (Hsu, 2001)213. ct a
su
e
nt
Recomendaciones ie
nd
pe
(Ver recomendaciones 9.GM.6. a 9.GM.9.) tá
es
y
ca
ni lí
C
a
9.2.2.2. ¿Cuál es la seguridad del CN para las
c tic personas afectadas
á
Pr
de BN?
de
La respuesta se fundamenta en la evidencia descrita í a para la eficacia del CN (pregunta
u
9.2.2.1.). G
ta
es
Resumen de la evidencia de
ón
a ci
c
i de diferencias significativas entre la TCC-BN vs.
bl
1++ Hay limitada evidencia
CN en el númeropude abandonos al finalizar el tratamiento (1 ECA; N=31;
Sundgot-Borgen, la
e 2002 ; DME: -0,95; IC 95%: -0,70 a -0,20).
212
d
d es
os
1++ No hay suficiente evidencia de diferencias clínicamente significativas entre
a ñ
la TCC-EPR y CN (terapia nutricional), en el número de abandonos por
5
de 214
algún motivo al finalizar el tratamiento (2 ECA; N=90; Hsu, 2001213; Jansen,
s
á2002 ; RR: 0,95; IC 95%: 0,16 a 5,51).
m
o
r rid
u
sc
Recomendaciones
n
tra
n
a (Ver recomendaciones 9.GM.6. a 9.GM.9.)
H
TCA
.
ón
Recomendaciones
a ci
a liz
u
¸ 9.GM.01. El soporte nutricional para personas afectadas con TCA será elegido
a ct
su
en función del grado de malnutrición y la colaboración del paciente,
siempre de acuerdo con el médico psiquiatra. t e
i en
¸ 9.GM.02. Antes de iniciar nutrición artificial se debe evaluar elpegrado nd de cola-
boración de la persona enferma e intentar siempresconvencerla t á de los
e
beneficios de la alimentación natural. y
i ca
¸ lín
9.GM.03. En el hospital de día, el soporte nutricional C para pacientes con bajo
a
peso en los cuales la dieta oral sea insuficiente t ic puede suplementarse
con nutrición artificial (tipo nutrición r ác enteral oral). Deben adminis-
P
trarse, para asegurar su toma, en el de horario de hospital de día, aportan-
do una energía suplementariauque ía oscila entre 300 y 1.000 kcal/día.
G
ta
¸ 9.GM.04. El soporte nutricional oral es en personas afectadas con TCA hospitali-
zadas se estima adecuado de (evolución favorable) cuando se produce
n
ó superior a 0,5 kg/semanales, siendo lo habitual
una ganancia ponderal
a ci
hasta incrementos c
li de 1 kg en ese período. A veces, ante la resistencia
del paciente pcon ub malnutrición moderada a reiniciar una alimentación
normal se la
d e puede reducir la dieta en 500-700 kcal y añadir en igual
cantidad
d es nutrición enteral oral complementaria que debe ser admi-
os
nistrada después de las comidas y no en lugar de las comidas.
a ñ
¸ 9.GM.05. e 5En caso de malnutrición grave, extrema inanición, mala evolución
d
ás o nula colaboración a la ingesta por parte del paciente, estará indicado
m el tratamiento con nutrición artificial. Antes, si es posible, se inicia
do
urri siempre dieta oral unida o no a nutrición enteral oral y se espera
c
ns
entre 3 y 6 días para evaluar el grado de colaboración y la evolución
tra médico-nutricional.
an
H
¸ 9.GM.06. Sobre los requerimientos energéticos estimados, se recomienda que
las necesidades calóricas al inicio siempre estén por debajo de las
habituales, que para su estimación se emplee el peso real y no el ideal
y que ante malnutrición grave los requerimientos energéticos sean de
25 a 30 kcal/kg peso real o kcal totales no superiores a 1.000/día.
D 9.GM.8. En caso de abuso de laxantes, las personas con BN deben ser acon-
sejadas sobre cómo reducir y suspender el consumo, éste debe reali-
zarse de forma gradual, y también informarlas de que el uso de laxan-
ón.
a ci
iz
TERAPIAS PSICOLÓGICAS al
tu
ac
su
e una serie
nt
En este apartado se describe la evidencia científica sobre la eficacia y seguridad de
de terapias psicológicas estudiadas en personas con TCA. Sólo se han incluido e
i ensayos con-
trolados aleatorizados (ECA) de calidad. Las terapias consideradas han sido e nd las siguientes:
p
t á
terapia cognitivo-conductual, autoayuda y autoayuda guiada, terapia interpersonal, terapia
esconductual.
familiar (sistémica o no especificada), terapia psicodinámica y terapiay
ica
lín
C
a
tic
9.3. Terapia cognitivo-conductual c(TCC)
á
Pr
de
a
9.3.1. Anorexia nerviosa uí
G
ta
es
de para las personas afectadas de AN?
9.3.1.1. ¿Cuál es la eficacia de la TCC
ión
ac
ic del NICE (2004)30. También se han considerado las
La respuesta se fundamenta en la lguía
b
pu
RSEC de calidad (1++), una elaborada por la AHRQ de los EEUU (200631) y otra de más
la
reciente publicación de Bulik,
e et al. (2007) donde se incluyen los mismos ECA. En la
202
d
es no se ha identificado nueva evidencia.
actualización de la búsqueda,
d
o s
evidencia científica añ
5
de
s
En un ECA á(Channon, 1989; UK215), se comparó la TCC (N=8; edad media=21,6 ECA
m
años) vs. terapia conductual (TC) (N=8; edad media=24,1 años) vs. control (trata- 1+
d o
i
mientosrr estándares) como tratamiento control (N=8; edad media=25,8 años) en
u
sc con AN (rango de edad media: 21,6-25,8 años) tratadas de manera ambu-
mujeres
n
tra durante 12 meses. A los 6 meses de tratamiento, la TCC fue más eficaz que
latoria
n
a la TC en mejorar el funcionamiento psicosexual. En cambio, la TC fue más eficaz
H
que la TCC en mejorar el ciclo menstrual. Al año de tratamiento, la TC fue más efi-
caz que los otros dos tratamientos en restaurar el peso para las personas afectadas.
En un segundo ECA (Pike, 2003; EEUU)210, se comparó la TCC (N=18) vs. ECA
CN (N=15) en mujeres (18-45 años) con AN ingresadas y tratadas durante 12 1+
meses. En el grupo que recibió la TCC se observó, después de la recuperación del
ón.
evidencia científica
a ci
iz
u al
En uno de los ECA (Channon, 1989)215, el 13% abandonó el tratamiento. Los ctECA
abandonos por grupos fueron: TCC: 0%, TC: 13%, control: 25%; y no se declara- u a 1+
s
ron efectos adversos en ningún grupo. t e
ien
nd
En el segundo ECA (Pike, 2003)210, el 9% abandonó el tratamiento pe (TCC ECA
0%, CN 20%) y se declaró depresión e ideas de suicidio en un caso á
t del grupo
es
1+
TCC y en 3 del grupo CN. y
a
n ic
lí
En el tercer ECA (McInstosh, 2005)216, el porcentaje de abandonos C alcanzó el ECA
38% de las personas estudiadas. Los abandonos por gruposti fueron: TCC 37%, TIP c a 1+
43%, TTOANE 31%; pero no se informaron efectos adversos r ác en ningún grupo.
P
de
a
Resumen de la evidencia
uí
G
ta
(Ver también resumen de la evidenciaes del tratamiento psicológico)
d e
n
GPC30 Hay limitada evidenciacióde que la TCC sea más aceptada que el CN para
a
personas con AN enlichospitalización completa después de la recuperación
u b
del peso (1 ECA;pN=33; Pike, 2003)210.
la
de
RSEC es
Las intervenciones psicológicas no suelen producir efectos adversos en las
31
1++ d
personass tratadas.
o
añ
5
de
Recomendaciones ás
m
o
r rid
(Ver recomendaciones 9.GP.1. a 9.GP.11.)
c u
ns
rt a
an
H
La fuente de evidencia para responder a esta pregunta ha sido la GPC del NICE (2004)30,
donde se describe la evidencia según variables de resultado. También se basa en las RSEC de
calidad (1++), una elaborada por la AHRQ de los EEUU (2006)31 y otra de más reciente publi-
cación de Shapiro, et al. (2007)211, donde se identificaron seis nuevos ECA de calidad (1++ y .
n
1+). Posteriormente, se han identificado dos ECA más en la actualización de la búsqueda. ció
a
a liz
Variable: reducción / remisión de atracones y purgas tu
ac
su
e
nt
Hay fuerte evidencia de la eficacia del TCC-BN vs. lista de espera, en la remisión ECA
de los atracones en adultos con BN al finalizar el tratamiento (3 ECA; N=136; i e 1++
Griffiths, 1994217; Lee, 1986218; Treasure, 1999219; RR: 0,73; IC 95%: 0,61 a 0,88;e ndNNT:
p
4; IC 95%: 3 a 9). t á
s e
y
Hay fuerte evidencia de la eficacia del TCC-BN vs. lista de icespera, en la fre- a ECA
lín
cuencia de atracones (5 ECA: N=185; Griffiths, 1994217; Lee, C 1986 ; Treasure,
218
1++
a
1999219; Freeman, 1988220; Wolf, 1992221; DME: -0,75 IC 95%:
c tic -1,05 a -0,44) y en la
á
Pr
frecuencia de las purgas en adultos al finalizar el tratamiento (6 ECA; N=192;
Griffiths, 1994 ; Lee, 1986 ; Freeman, 1988 ; dWolf,
217 218 220
e 1992 ; Agras, 1989222;
221
a
Leitenberg, 1988 ; DME según el modelo de efectos uí aleatorios: -1,00; IC 95%:
223
-1,63 a -0,36). G
ta
es
Es poco probable que la TCC-BN sea de más eficaz que la TC en reducir la fre- ECA
ón
cuencia de atracones (DME: -0,11; ICci95%:-0,45 a 0,24) y la frecuencia de las pur- 1++
c a
i 0,08; IC 95%: -0,27 a 0,42) (3 ECA; N=131;
bl
gas al finalizar el tratamiento (DME:
Fairburn, 1991224; Freeman, 1988pu220; Wolf, 1992221).
la
d e
es
No hay suficiente evidencia
d
de que el tratamiento con TCC-BN-EPR sea ECA
superior a la TCC-BNs en la remisión de los atracones 2 ECA (N=53; Cooper, 1++
o
1995225; Wilson, 1991a226ñ; RR: 0,97; IC 95%: 0,58 a 1,63) y de las purgas 3 ECA (N=92;
5
de
Cooper, 1995225; Wilson, 1991226; Agras, 1989222; RR: 0,88; IC 95%: 0,62 a 1,24) al fina-
ás
lizar el tratamiento.
m
o
r
Hay ridinsuficiente evidencia de que el tratamiento con TCC-BN-EPR sea supe- ECA
u
rior ascla TCC-BN sola en la remisión de los atracones (RR: 1,20; IC 95%: 0,52 a 1++
n
tra y de las purgas (RR: 1,60 IC 95%: 0,76 a 3,36) al seguimiento después del tra-
2,79)
n
a tamiento (1 ECA; N=22; Cooper, 1995)225.
H
No hay suficiente evidencia que sugiera que el tratamiento con TCC-BN- ECA
EPR es superior a la TCC-BN en reducir la frecuencia de atracones (1 ECA; 1++
N=27; Cooper, 1995225; DME: -0.25 IC 95%: -1,01 a 0,50) y de las purgas (3 ECA:
N=83; Agras 2000227; Cooper, 1995225, Lenteinberg, 1988223; DME: -0,17; IC 95%:
-0,60 a 0,27) al finalizar el tratamiento.
Hay evidencia limitada que sugiere que el tratamiento con TCC-BN-EPR es ECA
superior a la TCC-BN en reducir la frecuencia de atracones en el seguimiento 1++
después del tratamiento (1 ECA; N=25; Wilson, 1991226; DME: -0,90; IC 95%: .
ón
-1,73 a -0,07). ci
a
liz
Hay fuerte evidencia que sugiere que el tratamiento con TCC-BN es más c ua
tECA
eficaz que la TIP-BN en la remisión de los atracones (2 ECA; N=270; Agras, u a 1++
s
2000227; Fairburn, 1986228; RR: 0,77; IC 95%: 0,67 a 0,87; NNT: 5; IC 95%: 4 a 20)tey
en
de las purgas al finalizar el tratamiento (1 ECA; N=220; Cooper, 1995225; RR:di0,76;
n
IC 95%: 0,67 a 0,86; NNT: 5; IC 95%: 4 a 8). pe
á
est
Hay evidencia de que es poco probable que haya una diferencia y significativa ECA
c a
entre los tratamientos TCC-BN y TIP-BN en la remisión de los atracones i después 1++
lín 2000227; Fairburn,
del tratamiento y en el seguimiento (2 ECA; N=270; Agras, C
a
1986228; RR: 0,93; IC 95%: 0,82 a 1,06). it c
ác
Pr
Es poco probable que la TCC-BN sea superiordae la TIP-BN en reducir la fre- ECA
cuencia de atracones (2 ECA; N=262; Agras, 2000u227 ía ; Fairburn, 1986228; DME: -0,24; 1++
IC 95%: -0,48 a 0,01) y la frecuencia de las purgas G (2 ECA; N=257; Agras, 2000227;
s ta
Fairburn, 1986 ; DME: -0,04; IC 95%: -0,29e a 0,20) al finalizar el tratamiento.
228
de
ón
Hay insuficiente evidencia de que
a ci haya diferencias significativas entre la ECA
c
TCC-BN vs. TPD en la frecuenciali de atracones (1 ECA; N=46; Garner, 1993229; 1++
b
DME: -0,19; IC 95%: -0,77 a 0,39) pu y de las purgas (1 ECA; N=50; Garner, 1993 ;
229
í a
u
Hay insuficiente evidencia de que la TCC Gindividual difiera de la TCC gru-
a ECA
pal en la remisión de atracones (RR: 0,95; eIC st 95%: 0,64 a 1) y la remisión de las 1++
purgas (RR: 1,12; IC 95%: 0,74 a 1,69) en de el seguimiento después del tratamien-
n
ió
ac
to (1 ECA; N=60, Chen, 2003)232.
i c
u bl
No hay suficiente evidencia p de que la TCC individual difiera de la TCC gru- ECA
l a
pal en reducir la frecuenciaede atracones (DME: -0,18; IC 95%: -0,68 a 0,33) y de 1++
las purgas (DME: -0,25; IC e sd95%: -0,76 a 0,26) al finalizar el tratamiento (1 ECA;
N=60, Chen, 2003)232. s d
o
añ
5
de
No hay suficiente evidencia de que la TCC individual difiera de la TCC gru- ECA
pal en reducir á sla frecuencia de atracones (DME: 0,06; IC 95%: -0,45 a 0,57) y de 1++
m
las purgaso (DME: 0,08; IC 95%: -0,42 a 0,59) al seguimiento posterior al trata-
miento r(1 rid ECA; N=60, Chen, 2003)232.
c u
a ns
tr
Variables: depresión y/o funcionamiento interpersonal y psicosocial y/o
n
a síntomas psiquiátricos generales
H
Hay fuerte evidencia de mayor eficacia de la TCC-BN vs. lista de espera en ECA
reducir la depresión en adultos con BN al finalizar el tratamiento (3 ECA; N=87; 1++
Agras, 1989222; Lee, 1986218; Leitenberg, 1988223; DME según modelo de efectos alea-
torios: -1,19; IC 95%: -1,99 a -0,39).
En un ECA (Wilfley, 1993; EEUU)235 donde se comparó la TCC grupal vs. ECA
TIP grupal vs. lista de espera, en 56 mujeres adultas con BN. La TCC y la TIP, en 1+
la reducción de la frecuencia de los atracones al año de seguimiento, fueron supe-
riores al grupo control (en lista de espera) en la disminución de la frecuencia de
los atracones, la desinhibición y las restricciones a las 16 semanas de tratamien- .
ón
to. No hubo diferencias significativas entre ambas terapias grupales. ci
a
liz
Otro ECA (Bulik, 1998; Nueva Zelanda)236 realizado en 111 mujeres adultas c ua
tECA
con BN en tratamiento ambulatorio, comparó la TCC (8 semanas) seguida por u a 1++
s
EPR para los atracones (G1) vs. TCC seguida por EPR para las señales activa- t e
n
doras de los vomitos (G2) vs. TCC seguida por entrenamiento de relajaciónd(G3). ie
El G3 fue superior al G1 en reducir el comportamiento depresivo y lapeinsatis- n
á
facción corporal al finalizar el tratamiento y a los 2 años de seguimiento.
est La relaja-
ción fue superior en el G2 en reducir el comportamiento depresivo y y el TCA
c a
psicológico y las actitudes conductuales al finalizar el tratamiento i y a los 3 años
lín
de seguimiento. C
a
t ic
ác
Pr
Otro ECA (Sundgot-Borgen, 2002; Noruega)212 comparó el ejercicio vs. TCC ECA
vs. CN vs. lista de espera vs. controles sanos en un grupo de de 74 mujeres adultas con 1+
BN en tratamiento ambulatorio. El ejercicio fue superior í a a la TCC en la reducción
u
de los atracones, el abuso de laxantes y el deseo G
de estar delgada en el seguimiento
s ta
realizado durante 18 meses. e
de
n
Un ECA (Bailer, 2004; Austria)230 c iócomparó TCC grupal vs. AAG en un grupo ECA
a
de 81 mujeres adultas con BN en tratamiento
b lic ambulatorio. La AAG fue adminis- 1+
trada por psiquiatras en formación. p u Ambos tratamientos disminuyeron significa-
l a
tivamente los atracones, lose vómitos, el abuso de laxantes, la puntuación en el
d
cuestionario EDI, el deseo
d es de delgadez y la insatisfacción corporal. A un año de
os
seguimiento, las personas tratadas con AAG obtuvieron una reducción mayor en
a
las purgas y en la puntuación ñ del cuestionario EDI. La TCC fue asociada a mayores
5
de
reducciones del deseo de delgadez al finalizar el tratamiento y en el seguimiento.
Ambas terapias á s mejoraron significativamente la depresión al finalizar el trata-
miento. En m
o el seguimiento, los individuos con AAG obtuvieron mejores resul-
tados en rr iddisminuir las puntuaciones de depresión. Dentro de las personas que
u
nsc
completaron el tratamiento, hubo una diferencia significativa en el grupo trata-
dort acon AAG en el mantenimiento de la remisión durante más de 2 semanas
an(74% vs. 44%). No hubo cambios significativos en el peso de las pacientes tra-
H
tadas con AAG.
En un ECA (Thiels, 1998; Alemania)237 se comparó la TCC vs. AAG durante 16 ECA
semanas en 62 mujeres adultas con BN en tratamiento ambulatorio. Las personas 1+
que administraban los tratamientos eran psicoterapeutas. En ambos tratamientos, se
observó una disminución significativa de los atracones, las purgas y de las puntuacio-
RSEC240 Un ECA sugiere que la TCC reduce los síntomas en menos tiempo que la
1++ TIP (Fairburn, 1991)224.
RSEC240 Un ECA muestra que la TCC grupal es más económica y se obtienen igua- .
1++ les resultados que con la TCC individual (Chen, 2003)241. ión
ac
a liz
u
RSEC La TCC es más efectiva que la TC ya que el componente cognitivo parece ct
240
a
su
1++ ser el más importante de esta terapia (Cooper, 1995 ; Fairburn, 1991 225 224
).
t e
RSEC240 Administrar la EPR después de la TCC no ofrece ningunadiventaja en a la
1++ TCC (Bulik, 1998236; Cooper, 1995225). e n
p
t á
es de apoyo psico-
RSEC240 La TCC tiene mejores resultados que la terapia expresiva y
a supportive expres-
1++ dinámicamente orientada (psychodynamically oriented
n ic
lí
sive therapy) (Garner, 1993)229. C
a
c tic
á nutricional) mejora su efec-
Pr
RSEC240 Añadir un elemento cognitivo al CN (terapia
1++ tividad (Hsu, 2001) . de
213
í a
u
RSEC240 Hay escasas conclusiones de la aeficacia G de los tratamientos de AA y AAG
s t
1++ para la BN (Bailer, 2004230; Carter, e 2003 ; Thiels, 1998237).
242
d e
i ón para personas con BN en un seguimiento de 6
ac 90% los atracones y purgas y, al año de seguimien-
RSEC240 El tratamiento con la TCC
1++ y 12 meses redujo enlicun
ub
to, el 36% de las ppersonas remitieron los atracones y las purgas.
la
e
RSEC240 El tratamiento
e sd con TCC individual y grupal reduce los síntomas principa-
1++ d (atracones y purgas) y los efectos psicológicos asociados a
les de las BN
o
corto ayñ largo plazo.
5
de
GPC30 s TCC-AAG presenta ventaja sobre la TF al reducir los atracones más
áLa
m rápidamente, ser de menor coste y ser más aceptada por los adolescentes
do
urri con BN y/o TCANE. Son necesarias futuras investigaciones para determi-
n sc nar si diferentes grupos de adolescentes responden de forma distinta a la
tra TF y a la TCC-AAG y que diferentes formas de involucrar a la familia en
an el tratamiento pueden ser más o menos beneficiosas (Schmidt, 2007)238.
H
b
1,14; IC 95%: 0,74 a 1,74). pu
la
d e
No hay suficiente evidencia
d es de que haya diferencias significativas entre la TCC- ECA
os
BN y la TC en el número de abandonos al finalizar el tratamiento (3 ECA; N=142; 1++
Fairburn, 1991224; Freeman, a ñ 1988 220
; Wolf, 1992 221
; RR: 1,20; IC 95%: 0,61 a 2,37).
5
d e
ás
Hay evidencia insuficiente que determine si hay diferencias significativas entre ECA
la TCC-BN m 1++
o y la TCC-EPR en el número de abandonos al finalizar el tratamien-
to (4 ECA; rr id N=115; Agras, 1989222; Leitenberg, 1988223; Cooper, 198775; Wilson, 1991226;
cu IC 95%: 0,48 a 2,68).
RR: s1,14;
n
tra
a n Hay evidencia insuficiente que determine si hay diferencias significativas ECA
H
entre la TCC-BN y la TIP en el número de abandonos al finalizar el tratamiento 1++
(2 ECA; N=70; Agras, 1989222; Fairburn, 1991224; RR: 1,24; IC 95%: 0,84 a 1,83).
Hay evidencia insuficiente que determine si hay diferencias significativas entre ECA
la TCC-BN y la TPD en el número de abandonos al finalizar el tratamiento (1 ECA; 1++
N=50; Garner, 1993229; RR: 1,00; IC 95%: 0,33 a 3,03).
Hay limitada evidencia de que haya diferencias significativas entre la TCC-BN ECA
y el CN en el número de abandonos al finalizar el tratamiento (1 ECA; N=31; 1++
Sundgot-Borgen, 2002212; DME: -0,95; IC 95%: -1,70 a -0,20). .
ón
a ci
Hay evidencia insuficiente que determine si hay diferencias significativas ECAliz
entre la TCC-BN y la AAG en el número de abandonos al finalizar el tratamien- ctu1++
a
a
to (1 ECA; N=81; Bailer, 2004230; RR: 1,46; IC 95%: 0,75 a 2,86). u s
t e
n
Hay evidencia insuficiente que determine si hay diferencias significativas d ie ECA
entre la TCC-BN y la AA en el número de abandonos al finalizar el tratamiento pen 1++
(1 ECA; N=83; Treasure, 1994231; RR: 0,98; IC 95%: 0,45 a 2,15). tá
es
y
Hay evidencia insuficiente que determine si hay diferencias i ca significativas ECA
lín
entre la TCC grupal y la TCC individual en el número de abandonos C al finalizar 1++
c a
el tratamiento (1 ECA; N=60; Chen, 2003 ; RR: 1,00; IC t95%:
232
i 0,43 a 2,31).
r ác
P
En un ECA (Agras, 2000)227, el número de abandonos de en el grupo de la TCC fue ECA
a
del 28% y en el grupo de la TIP del 24%. Se produjo uí un caso de ataque de pánico 1++
agudo como efecto adverso en el grupo de la TCC. G
ta
es
En otro ECA (Wilfley, 1993; EEUU) de235, donde se comparó la TCC grupal vs. ECA
n
ó adultas con BN (N=56), el número de
TIP grupal vs. lista de espera, en mujeres
a ci 1+
c
i 14%, en la TIP del 11% y en el grupo control
bl
abandonos en el grupo TCC fue del
(en lista de espera) no hubo abandonos.p u No se declararon efectos adversos.
la
e
En un ECA (Wilson,e2002) sd 234, el número total de abandonos al finalizar el trata- ECA
d
miento fue del 30% y del
o s 41% en el seguimiento. No se informaron efectos adversos. 1+
añ
5
En un ECAe (Bulik, 1998)236 el número de abandonos total fue del 17%. Los ECA
d
abandonos por ás grupos fueron: TCC-EPR para los atracones: 5%, TCC-EPR para 1++
m
las señalesoactivadoras de los vómitos: 6%, entrenamiento en relajación: 3%. No se
declararon i d
rr efectos adversos.
u
nsc
tra En un ECA (Sundgot-Borgen, 2002) , después del ejercicio, 20% de aban- ECA
212
n
a donos; de la TCC, 13%; del CN, ningún caso; de la lista de espera, 6%; del con- 1+
H
trol sano, 0%. No se declararon efectos adversos.
Recomendaciones
Hay fuerte evidencia de que hay una diferencia significativa en la remisión de ECA
los atracones a favor de la TCC-TA vs. CCP en el seguimiento postratamiento 1++ .
ón
(1 ECA; N=37; Nauta, 2000250; RR: 0,25; IC 95%: 0,08 a 0,79; NNT: 3; IC 95%: 2 a 8).
a ci
a liz
Variables: depresión y/o funcionamiento interpersonal y psicosocial y/o tu
síntomas psiquiátricos generales ac
s u
t e
n
Hay evidencia de que es poco probable que haya una diferencia significativa d ie ECA
entre TCC-TA vs. grupo control (en lista de espera) en las puntuaciones e n de 1++
p
depresión al finalizar el tratamiento (4 ECA; N=214; Agras, 1995 á
t ; Gorin,
246
2001247; Telch, 1990248; Wilfley, 1993235; DME: -0,18; IC 95%: -0,46 a y0,10). es
a
n ic
lí
No hay suficiente evidencia de que existan diferencias significativas C entre la ECA
c a
i
ct
TCC-TA vs. grupo control (en lista de espera) en las puntuaciones psiquiátricas 1++
generales (1 ECA; N=42; Agras, 1995246; DME: 0,00; ICrá95%: -0,69 a 0,69) y en el
P
funcionamiento interpersonal y psicosocial (2 ECA; d e N=194; Agras, 1995246;
Wilfley, 1993 ; DME: 0,22; IC 95%: -0,06 a 0,50)uíal
235 a finalizar el tratamiento.
G
ta
Hay evidencia de que es poco probable es que haya una diferencia significati- ECA
va entre TCC-TA y TIP-TA en las puntuaciones de de depresión al finalizar el tra- 1++
n
ó 235 y 2002249; DME; 0,22; IC 95%: -0,06 a
i
ac
tamiento (2 ECA; N=194; Wilfley, 1993
0,50) y en el seguimiento postratamiento l ic (1 ECA; N=138; Wilfley, 2002249; DME:
b
0,10; IC 95%: -0,24 a 0,43). pu
la
Hay evidencia de que de poco probable una diferencia significativa entre TCC- ECA
ses
d e
TA vs. TIP-TA en el funcionamiento
o s psicosocial / interpersonal al finalizar el trata- 1++
miento (2 ECA: N=194; a ñ Wilfley, 1993 235
y 2002 249
; DME: 0,06; IC 95%: -0,22 a 0,35).
5
d e
ás
Hay evidencia de que es poco probable que haya una diferencia significati- ECA
va entre TCC-TA m y TIP-TA en la medida de las puntuaciones de depresión en el
o 1++
rr id postratamiento (1 ECA, Wilfley, 2002249: N=138; DME: 0,13; IC 95%:
seguimiento
u
-0,20sca 0,47).
n
tra
a n No hay suficiente evidencia de diferencias significativas entre TCC-TA y CCP ECA
H
en la medida de las puntuaciones de depresión al finalizar el tratamiento (DME: 1++
-0,31; IC 95%:, -0,97 a 0,34) y en el seguimiento (DME: 0,21; IC 95%: -0,45 a 0,86)
(1 ECA; N=37, Nauta, 2000)250.
En un ECA (Gorin, 2003; EEUU)251 se comparó en 94 mujeres adultas con TA, ECA
la TCC grupal vs. TCC con implicación de la pareja vs. lista de espera, en tratamien- 1+
to ambulatorio durante 12 semanas. Comparados con los controles ambos grupos
reducen en forma significativa los atracones y el IMC, y mejoran los síntomas
psicológicos como la desinhibición, la depresión y la autoestima. El implicar a la
pareja en la terapia no produjo mejoras significativas comparadas con la TCC .
normal. Ambas terapias grupales han disminuido en forma significativa las pun- ión
ac
tuaciones de depresión comparadas con el control, pero entre ellas no hay dife- liz
a
rencias. El promedio de disminución de la IMC desde el momento basal al ctu
seguimiento fue 0,11 para TCC y 0,77 para TCC-pareja. Esto sugiere que la TCC u a
s
sola no produce un cambio significativo en el IMC. te n
d ie
n
En un ECA (Hilbert, 2004; Alemania)252 TCC-componente de exposición pe ECA
á
corporal (body exposure component) vs. TCC-intervenciones cognitivas
est sobre la 1+
distorsión de la imagen (cognitive interventions for image disturbance) y en 28
c a
mujeres adultas con TA en tratamiento ambulatorio con al menos i un episodio de
lín fue de 5 meses.
atracón por semana durante 4 meses. La duración del tratamiento C
a
Ambos grupos disminuyeron los atracones y las puntuaciones it c de depresión pero
ác
Pr
sin diferencias significativas entre ellos.
de
En un ECA reciente (Schmith, 2007; UK)u238íase comparó la TF (N=31 BN, ECA
N=10 TCANE) vs. TCC-AAG (N=30 BN, N=14 G TCANE) en adolescentes de 13- 1++
s ta
20 años de edad, con BN o TCANE. Se administró e el tratamiento durante 6 meses
y el seguimiento fue de 12 meses. La TCC-AAG d e redujo más los atracones que la
n
TF a los 6 meses (p=0,03) aunque a clos ió 12 meses la diferencia entre las terapias
a
desapareció. No hubo diferencias entre
b lic los grupos en el IMC, dieta, ingesta rápida
y otras actitudes conductuales en pu el comportamiento alimentario. El coste directo
l a
del tratamiento fue más bajoe para la TCC-AAG y no se observaron diferencias en
d
otro tipo de costes. La TCC-AAG
d es presenta ventaja sobre la TF al reducir los atra-
os
cones más rápidamente, ser de menor coste y ser más aceptada por los adolescen-
tes con BN y/o TCANE. a ñ
5
d e
Un ECAás(Munsch, 2007; Suiza)253 de 80 participantes (88,85% mujeres, edad ECA
18-70 años) m 1+
d o con diagnóstico de TA comparó la TCC (N=44) vs. tratamiento con-
i
ductualrrpara perder peso (TCPP) (N=36) en 16 sesiones semanales y un segui-
u
miento
nsc de 12 meses. La TCC fue significativamente más eficaz en la reducción del
tra (p<0,001) y la remisión de los atracones (p=0,010) que la TCPP al finalizar
IMC
n
a el tratamiento. A los 12 meses de seguimiento, los resultados en ambos trata-
H
mientos fueron comparables. La TCC fue más eficaz que la TCPP en el tra-
tamiento en el TA.
nte
e
RSEC31 La TCC es más efectiva en reducir la frecuencia de los atracones
n di y en
1++ aumentar la remisión de los mismos. Tanto la TCC individual p e como la gru-
pal, comparadas con las intervenciones realizadas al grupo á
t control, tienen
es
mejores resultados en lograr la abstinencia y mantenerla y durante los 4
c a
meses después del tratamiento (Hilbert, 2004 ; Gorin,
252
i 2003 ). La TCC no
251
lín
se asocia a pérdida de peso. C
a
t ic
c
RSEC31 La TCC también mejora aspectos psicológicos
P rá (desinhibición, etc.)
1++ (Hilbert, 2004 ; Gorin, 2003 ). de
252 251
í a
u
RSEC31 La eficacia de la TCC sobre la adisminución G del peso corporal de los afec-
s t
1++ tados por el TA no está adecuadamente e documentada (Hilbert, 2004254;
Gorin, 2003251). de
ión
ac
l ic
b
Recomendaciones pu
la
d e
(Ver también recomendaciones s 9.GP.14. y 9.GP.17.)
de
ñ os
A 9.3.3.1. Aa las personas adultas con TA se les puede ofrecer la TCC específi-
5camente adaptada. (Se adopta la recomendación 8.2.7.4. de la guía
de
ás NICE).
m
o
r rid
u
9.3.3.2.
nsc ¿Cuál es la seguridad de la TCC para las personas
rt a
afectadas de TA?
a n
H
La respuesta se fundamenta en la evidencia descrita para la eficacia de la TCC donde
se describen brevemente los estudios (pregunta 9.3.3.1.): en la GPC del NICE (2004)30
y en dos ECA de calidad (1++ y 1+) no considerados en dicha guía pero sí en las RSEC
de calidad (1++) publicadas el año 200631 y el año 2007245. Se ha identificado un ECA
más en la actualización de la búsqueda. En la pregunta 9.3.3.1. se describen brevemen-
te los estudios.
Hay limitada evidencia de que haya diferencias significativas entre TCC vs. lista ECA
de espera, en el número de abandonos por alguna razón al finalizar el tratamien- 1+
to (4 ECA; N=222; Agras, 1995246; Gorin, 2001247, Telch, 1990248, Wilfley, 1993235; RR:
1,86; IC 95%: 1,10 a 3,15; NNT: 7; IC 95%: 4 a 34).
n
p256e
á
En los ECA (Hilbert, 2004252; Gorin, 2003251; Peterson, 2001255 y 1998
est ) no se ECA
publicó ningún efecto adverso. El número total de abandonos en uno y de los ECA 1+
c a
(Gorin, 2003) fue del 34% y en otro ECA (Hilbert, 2004) del
251 252
i 14% en cada
lín
grupo de tratamiento. C
a
t ic
En un ECA (Shapiro, 2007)254 donde se comparó rTCC ác grupal vs. TCC-CD- ECA
P
ROM vs. lista de espera, el número de abandonos den e cada grupo fue el siguien- 1++
te: CD-ROM 32%; TCC grupal, 41%; y lista deuíespera, a 9%. El programa TCC-
CD tiene mejor aceptación que la TCC grupal Gpara personas con TA.
s ta
e
Resumen de la evidencia de
n
c ió
a
(Ver resumen de la evidencia del
b lic tratamiento psicológico)
pu
la
e
Recomendaciones
e sd
d
o s
(Ver recomendaciones añ 9.GP.12. y 9.GP.17.)
5
de
á s
m
do
rri
9.4. uAutoayuda (AA) y autoayuda guiada (AAG)
c
ns
rt a
an9.4.1. Bulimia nerviosa
H
9.4.1.1. ¿Cuál es la eficacia de la AA y la AAG para las personas
afectadas de BN?
La información que responde a esta pregunta se basa en la GPC del NICE (2004)30 y en
tres RSEC de calidad (1++): la elaborada por la AHRQ31, una revisión Cochrane257
Hay evidencia de que es poco probable que haya diferencia clínicamente signifi- ECA
cativa entre la AA y el grupo control (en lista de espera) en la remisión de atra- 1++
cones (2 ECA; N=139; Treasure, 1994231; Carter, 2003242; RR: 0,96; IC 95%: 0,85 a .
ón
1,09) y purgas (2 ECA; N=139; Treasure, 1994231; Carter, 2003242; RR: 0,97; IC 95%:
a ci
0,87 a 1,07) al finalizar el tratamiento.
a liz
ctu
No hay suficiente evidencia de que haya diferencias clínicas significativas entre u a ECA
s
la AA y grupo control (en lista de espera) en la frecuencia de atracones al finalizar t e 1++
en
el tratamiento (1 ECA; N=39; Mitchel, 2001 ; DME: 0,48; IC 95%: -0,16 a 1,12). di
258
n
pe
á
Variables: depresión y/o funcionamiento interpersonal y psicosocial
est y/o
síntomas psiquiátricos generales y
i ca
lín
No hay suficiente evidencia de que haya diferencias clínicas significativas C entre la ECA
c a
i
ct
AA y lista de espera en la puntuación de depresión al finalizar el tratamiento 1++
(1 ECA, N=57; Carter, 2003242; DME: 0,47; IC 95%: -0,06ráa 1,00).
P
de
a
No hay suficiente evidencia de diferencias clínicas uí significativas entre la AA ECA
y lista de espera en la función interpersonal psicosocial G al finalizar el tratamien- 1++
s ta
to (1 ECA, N=57; Carter, 2003242; DME: 0,15; e IC 95%: -0,37 a 0,67).
d e
otros resultados i ón
ac
l ic
b 259
En un ECA (Durand y King, 2003) pu de 68 pacientes se comparó la AAG admi- ECA
l a
nistrada por un médico de emedicina general vs. tratamiento clínico administra- 1+
d
do por un especialista. La
d es duración del tratamiento fue determinada por el clí-
os
nico. Ambos grupos de pacientes informaron de la disminución en las puntua-
ciones en el BITE ayñEDE. Sin embargo, los atracones y las purgas no disminu-
yeron de formae 5significativa. Ambos grupos disminuyeron los síntomas de
d
depresión deásmanera similar. No se observaron cambios en el peso en ninguno
de los grupos. m
d o
r i
c ur
ns
En un ECA (Carter, 2003; Canadá)242 se comparó el manual de TCC basada ECA
a
entr AA específico para trastornos alimentarios vs. AA con un un manual de 1+
n
a autoafirmación (inespecífico) vs. lista de espera, en 85 mujeres adultas con BN
H
en tratamiento ambulatorio. Las personas que ofrecían la orientación eran faci-
litadores no especializados sin entrenamiento clínico. Ambas terapias de AA
disminuyen significativamente los atracones y purgas comparadas con esperar
(lista de espera). La TCC basada en la AA fue asociada con una mayor reduc-
ción en el exceso del ejercicio comparada con el grupo control (en lista de espe-
ra) y la AA inespecífica.
No hay suficiente evidencia de que haya diferencias clínicas significativas entre ECA
la AA y lista de espera en el número de abandonos por alguna razón al finalizar 1++
el tratamiento (3 ECA, N=183; Carter, 2003242; Mitchel, 2001258; Treasure, 1994231;
RR: 0,68; IC 95%: 0,38 a 1,19).
seguimientorr id (1 ECA, N=69; Carter, 1998262; DME: 0,19; IC 95%: -0,29 a 0,66).
u
nsc
tra
Variable: reducción / remisión de atracones y purgas
a n
H
No hay suficiente evidencia de que existan diferencias clínicamente significativas ECA
entre la AA y la AAG en la remisión de atracones al finalizar el tratamiento 1++
(1 ECA, N=40; Loeb, 2000260; RR: 0,71; IC 95%: 0,42 a 1,21).
n.
RSEC257 Debido a que los tratamientos con AA y AAG para la TA en comparación
1++ con controles (en lista de espera o con tratamiento estándar) reducen el ció
trastorno alimentario y algunos otros síntomas a corto plazo, estos proce-liza
a
dimientos parecen ser útiles como un primer paso del tratamiento. c tu
a
Permanece incierto si se necesita orientación, cuánta es necesaria yu quién
s
e
nt
debe proporcionarla. Debe considerarse la preferencia de las personas y la
e
disponibilidad de recursos. di n
pe
á
RSEC257 No se encontraron diferencias significativas de varios resultados
e st entre las
1++ intervenciones con AA y AAG y la terapia psicológicay formal administrada
a no tengan el poder
por un terapeuta, aunque es probable que estos análisis
n ic
lí
estadístico suficiente. Sin embargo, se sugiere que C los tratamientos de AA
a
posiblemente pueden considerarse como una
c tic opción a los tratamientos
á teniendo en cuenta igualmen-
Pr
administrados por un terapeuta especializado,
de y la disponibilidad de recursos.
te la preferencia de las personas afectadas
a
uí
G
t a
Recomendaciones es
de
ón
ci
(Ver recomendaciones 9.GP.12. a 9.GP.17.)
a
blic
pu
la
9.4.2.2. ¿Cuál es la seguridad de la AA y de la AAG para las
de
personas afectadasesde TA?
d
o s
La información queañresponde a esta pregunta se basa en la GPC del NICE (2004)30 y en
5 (1++) de la AHRQ31 y otra más reciente de Brownley, et al., 2007211.
de
las RSEC de calidad
En la actualización ás no se ha encontrado nueva evidencia. En la pregunta 9.4.2.1. se descri-
ben brevemente m los estudios.
o
rr id
u
evidencia
n sc científica
rt a
anNo hay suficiente evidencia de que haya diferencias significativas entre la AA y ECA
H
la AAG en el número de abandonos por alguna razón al finalizar el tratamiento 1++
(1 ECA, Loeb, 2000260; N=40; RR: 0,86; IC 95%; 0,35 a 2,10).
En otro ECA (Carter, 1998261), el número de abandonos totales fue del 12%. ECA
Los abandonos por grupo fueron: AAG: 24%, AA: 0% y lista de espera: 4%. No 1++
se observan efectos adversos.
Recomendaciones .
ón
a ci
(Ver recomendaciones 9.GP.12. a 9.GP.14.)
a liz
tu
ac
su
e
nt
9.5. Terapia interpersonal (TIP) ie
nd
pe
tá
es
9.5.1. Anorexia nerviosa y
ca
lí ni
C
9.5.1.1. ¿Cuál es la eficacia de la TIP para las personas afectadas
c a
de AN? i
ct á
Pr
La respuesta se fundamenta en una RSEC de calidad de (1++) elaborada por la AHRQ de
ía
los EEUU (2006)31. Los resultados de la RSECuanterior se mantienen en otra publicada
un año después (Bulik, et al., 2007) también G
a de calidad (1++) al basarse en los mismos
202
evidencia científica
n.
En un ECA (McInstosh, 2005)216, en el grupo tratado TIP abandonó la terapia el ECAció
a
38% de las personas. No se informó sobre efectos adversos. iz
l1+
tua
ac
su
Resumen de la evidencia
te
(Ver resumen de la evidencia del tratamiento psicológico) ien
e nd
p
tá
es
Recomendaciones y
ca
líni
(Ver recomendaciones 9.GP.1. a 9.GP.11.) C
ti ca
r ác
P
de
a
9.5.2. Bulimia nerviosa uí
G
s ta
9.5.2.1. ¿Cuál es la eficacia de laeTIP para las personas afectadas
de BN? de
ón
a ci
La evidencia de esta pregunta se basa c
li en la GPC del NICE (2004) , donde se describen los
30
b
ECA según las variables de resultado, pu y de la RSEC de calidad (1++) elaborada por la
l a
AHRQ de los EEUU (2006)e y otra de más reciente publicación de Shapiro, et al. (2007)211,
31
Es poco probable que la TCC-BN sea superior a la TIP-BN en reducir la fre- ECA
cuencia de atracones (2 ECA; N=262; Agras, 2000227; Fairburn, 1986228; DME: -0,24; 1++
n.
la puntuación de los síntomas psiquiátricos generales al finalizar el tratamien- 1++
ó
to según 2 ECA (Agras, 2000227; Fairburn, 1991224) (DME: 0,09; IC 95%: -0,54 a
a ci
iz
al
0,7) y en el seguimiento según 1 ECA (N=38; Fairburn, 1991)224, (DME: -0,03;
IC 95%: -0,6 a 0,60). tu
ac
su
No hay suficiente evidencia de diferencias significativas entre TCC y TIP enteel ECA
n
comportamiento interpersonal y psicosocial al finalizar el tratamiento según 2dECA ie 1++
en
(Agras, 2000227; Fairburn, 1991224; DME: -0,26; IC 95%: -0,56 a 0,04) y en el seguimien-
p
á
to según 1 ECA (N=39; Fairburn, 1991224; DME: -0,04; IC 95%: -0,68 a 0,61). st e
y
más resultados i ca
lín
C
a
Un ECA (Wilson, 2002; EEUU)234 comparó la TCC vs. TIP t ic en 220 mujeres adul- ECA
ác 6 semanas. La TCC fue
Pr
tas con BN en tratamiento ambulatorio seguidas durante 1+
de
superior a la TIP en la reducción de la restricción alimentaria a las 6 semanas de
ía
tratamiento, en la reducción de los atracones y ufrecuencia de las purgas a las 10
semanas de tratamiento, y en la reducción de alosG atracones después de finalizado
s t
el tratamiento. La TCC fue más eficaz en elograr disminuir la frecuencia de los
vómitos a las 6 semanas postratamiento.de
n
c ió
a
Un ECA (Wilfley, 1993; EEUU) lic donde se comparó la TCC grupal vs. TIP ECA
235
u b
grupal vs. lista de espera en 56 pmujeres adultas con BN, la TCC y la TIP disminu- 1+
yeron la frecuencia de los atracones la al año de seguimiento. Ambas terapias fue-
d e
ron superiores al grupo control
e s (en lista de espera) en disminuir la frecuencia de
d
os
los atracones, la desinhibición y las limitaciones a las 16 semanas de tratamiento.
No hubo diferencias a ñsignificativas entre ambas terapias grupales.
5
de
Resumen de laásevidencia
m
d o
r i
ur
(Ver resumen de la evidencia del tratamiento psicológico)
c
ns
rt a
anRecomendación
H
B 9.5.2.1. La TIP debería considerarse como una alternativa a la TCC aunque
convendría informar a las personas afectadas que su realización
implica de 8 a 12 meses hasta alcanzar resultados similares a los de la
TCC. (Se adopta la recomendación 7.2.7.6. de la guía NICE).
La evidencia deriva de la guía del NICE (2004)30 y de las RSEC de calidad (1++)31, 211.
En la actualización no se ha identificado nueva evidencia. En la pregunta 9.5.2.1. se des-
criben brevemente los estudios.
evidencia científica .
ón
a ci
Hay evidencia insuficiente que determine si hay diferencias significativas entre la ECAliz
a
TCC-BN y la TIP en el número de abandonos al finalizar el tratamiento (2 ECA; ctu1++
a
N=270; Agras, 1989222; Fairburn ,1991224; RR: 1,24; IC 95%: 0,84 a 1,83). u s
t e
Un ECA (Wilson, 2002)234 declaró que el número total de abandonos aldifina- en ECA
lizar el tratamiento fue del 30% y del 41% en el seguimiento. No se informaron e n 1+
p
efectos adversos. t á
es
y
Un ECA (Wilfley, 1993; EEUU)235 comparó la TCC grupal vs. i ca TIP grupal vs. ECA
línabandonos fue del
lista de espera en 56 mujeres adultas con BN. El número total de C 1+
14% (TCC: 33%, TIP: 11%, y en lista de espera: 0%). Noti se informaron efectos c a
ác
Pr
adversos.
de
Resumen de la evidencia í a
u
G
ta
(Ver resumen de la evidencia del tratamiento es psicológico)
de
ón
a ci
i c
bl
Recomendaciones
p u
(Ver recomendaciones 9.GP.12. la a 9.GP.17.)
e
e sd
d
o s
añ
9.5.3. Trastorno 5 por atracones
de
ás
9.5.3.1. ¿Cuál m es la eficacia de la TIP para las personas afectadas de TA?
o
rr id
u
nsc
La evidencia deriva de la guía del NICE (2004)30 donde se describe según las variables de
tr a
resultados y de las RSEC de calidad (1++) elaboradas por la AHRQ de los EEUU (2006)31 y
n
a por Brownley, et al. (2007)245. La actualización no ha identificado nueva evidencia al respecto.
H
Variable: imc
Hay evidencia de que es poco probable que haya una diferencia clínica significa- ECA
tiva entre TCC-TA vs. TIP-TA en la variación del peso corporal al finalizar el tra- 1++
tamiento (IMC cuando sea posible) (1 ECA, N=158; Wilfley, 2002234; DME: 0,06;
IC 95%: -0,26 a 0,37).
Hay evidencia de que es poco probable que exista una diferencia significativa en ECA
la reducción de la frecuencia de atracones entre la TCC-TA y la TIP-TA tanto al 1++
finalizar el tratamiento (2 ECA; N=194; Wilfley, 1993235 y 2002234; DME: -0,07; IC
95%: -0,35 a -0,22) como en el seguimiento postratamiento 2 ECA; N=138;
Wilfley, 1993235 y 2002234; DME: 0,14; IC 95%: -0,19 a 0,48).
n.
Hay fuerte evidencia que sugiere que hay diferencia clínica significativa ECAció
a
entre la TIP-TA vs. lista de espera en la remisión de los atracones (2 ECA; N=38; l
1++iz
a
Wilfley, 1993235 y 2002234; RR: 0,56; IC 95%: 0,37 a 0,84; NNT: 3; IC 95%: 2 a 5) ctu
y en la disminución de la frecuencia de atracones al finalizar el tratamiento u a
s
(2 ECA; N=38; Wilfley, 1993235 y 2002234; DME: -1,44; IC 95%: -2,16 a -0,72). te
n
d ie
n
Variables: depresión y/o funcionamiento interpersonal y psicosocial pe y/o
síntomas psiquiátricos generales tá
es
y
Hay limitada evidencia que sugiere que haya una diferencia clínica i ca significativa ECA
lín
entre la TIP-TA vs. lista de espera en mejorar la puntuación de C depresión al fina- 1++
a
lizar el tratamiento (2 ECA; N=38; Wilfley, 1993235 y 2002234 t ic; DME: -0,80; IC 95%:
ác
Pr
-1,46 a -0,13).
de
Hay insuficiente evidencia que sugiera que haya í a diferencia clínica significati- ECA
u
va entre la TIP-TA vs. lista de espera en mejorar G el funcionamiento interpersonal 1++
a
y psicosocial al finalizar el tratamiento (2 eECA; st N=38; Wilfley, 1993235 y 2002234;
DME: 0,00; IC 95%: -0,64 a -0,64). d e
i ón
ac
Hay evidencia de que es poco l ic probable que haya una diferencia significati- ECA
b
va entre la TCC-TA y TIP-TA en pu las puntuaciones de depresión al finalizar el tra- 1++
tamiento (2 ECA; N=194; Wilfley, la 1993235 y 2002234; DME: 0,22; IC 95%: -0,06 a
d e
0,50) y en el seguimientoespostratamiento (1 ECA; N=138; Wilfley, 2002234; DME:
d
0,10; IC 95%: -0,24 a 0,43).
o s
añ
5
de
Hay evidencia de que es poco probable que haya una diferencia significativa ECA
entre la TCC-TA á s vs. TIP-TA en el funcionamiento psicosocial e interpersonal al 1++
m
finalizar elo tratamiento (2 ECA, N=194; Wilfley, 1993235 y 2002234; DME: 0,06; IC
d
95%: -0,22
urri a 0,35).
c
a ns
tr Hay evidencia de que es poco probable que haya una diferencia significativa ECA
n
a entre TCC-TA y TIP-TA en la medida de las puntuaciones de depresión en el 1++
H
seguimiento postratamiento (1 ECA; Wilfley, 2002234; N=138; DME: 0,13; IC 95%:
-0,20 a 0,47).
Resumen de la evidencia
.
ón
9.5.3.2. ¿Cuál es la seguridad de la terapia interpersonal para las
a ci
personas afectadas de TA? iz
al u
a ct
La evidencia deriva de la guía del NICE (2004) y de las RSEC de calidad . En ula actua-
30 31, 245
s
lización no se ha identificado nueva evidencia. En la pregunta 9.5.3.1. se describen t e breve-
n
mente los estudios. d ie
n
pe
evidencia científica tá
es
y
No hay suficiente evidencia de que haya diferencias significativas i ca entre la TCC ECA
lín el tratamiento
vs. TIP en el número de abandonos por alguna razón al finalizar C 1+
c a
(2 ECA; N=198; Wilfley, 1993 y 2002 ; RR: 1,89; IC 95%: ti 0,89 a 4,02).
235 234
r ác
P
En un ECA (Wilfley, 2002)234, el 20% de los tratados de con la TCC abandona- ECA
ron, y el 16% con la TIP. No se informaron efectos í a adversos. 1+
u
G
ta
Resumen de la evidencia es
de
n
ió
ac
(Ver resumen de la evidencia del tratamiento psicológico)
i c
ubl
p
Recomendaciones la
e
esd
d
(Ver recomendaciones
o s 9.GP.12. a 9.GP.17.)
añ
5
de
á s
9.6. Terapia m familiar (TF) (sistémica o no especificada)
o
rr id
u
n sc
tra
9.6.1. Anorexia nerviosa
a n
H
9.6.1.1. ¿Cuál es la eficacia de la TF (sistémica) para las personas
afectadas de AN?
La información que responde a esta pregunta se basa en la GPC del NICE (2004)30 y en
la RSEC de calidad (1++) elaborada por la AHRQ de los EEUU (2006)31 y otra de más
evidencia científica
En un ECA (Crisp, 1991; UK)263 en mujeres adultas con AN se compararon los ECA
siguientes grupos de tratamientos: G1) en pacientes hospitalizados: terapia indi- 1+
vidual-TF-terapia grupal-CN-terapia ocupacional (N=30); G2) en pacientes ambula- .
torios: terapia psicológica individual-TF-CN (N=20); G3): en pacientes ambu- ión
ac
latorios: TF grupal-CN (N=20); G4) grupo control (N=20). Seguimiento durante liz
a
2 años. Terapia individual y TF en pacientes ambulatorios es más eficaz en la ctu
recuperación del peso al año o dos años de seguimiento. La TF en adultos con u a
s
AN es superior a los tratamientos estándares en aumentar el IMC, restaurartela
en
menstruación y disminuir los síntomas bulímicos. di n
pe
á cogni-
En un ECA (Dare, 2001; UK)264 se comparó la TF vs. terapia analítica
est ECA
tiva vs. psicoterapia de apoyo focal (PAF) vs. tratamientos estándaresy para 1+
c a
i
pacientes con AN adultos (98% mujeres) en tratamiento ambulatorio. Al año de
ín
seguimiento, la TF y la PAF se asociaron con mayor gananciaClde peso corporal y
a
tic significativa.
mayor proporción de personas recuperadas o con una mejora
ác
Pr
En dos ECA (Russel, 1987; UK265; Eisler, 1997266d)ese comparó la TF vs. terapia ECA
a en tratamiento ambulatorio.
individual en 80 mujeres adolescentes y adultas conuíAN 1+
G
La TF fue más efectiva para personas jóvenes ena etapas tempranas de la enfermedad
t
que en adultas con enfermedad crónica. es
de
n
ó comparó la TF conjunta (la familia trata-
En un ECA (Eisler, 2000; UK)267cise ECA
c a
i
bl
da como una unidad) vs. TF por separado a los padres y al paciente, en 40 perso- 1++
nas (98% mujeres) adolescentes p ucon AN en tratamiento ambulatorio. La TF con-
junta fue superior en reducir l a
la depresión y los comportamientos obsesivos, pero
no en lo referente a la recuperación s de del peso. En aquellas familias en las cuales la
d e
actitud crítica maternals era importante resultó mejor la TF por separado.
o
añ
En un ECAe 5(Geist, 2000; Canadá)268 se comparó la TF vs. psicoeducación ECA
d
familiar grupal ás en 25 mujeres adolescentes con AN ingresadas. No hubo diferen- 1+
cias en ambos m grupos a las 16 semanas.
d o
r i
c ur
ns
En un ECA (Robin, 1994269; EEUU y 1995270) se comparó la TFS conductual ECA
(losa
tr padres tienen control sobre la renutrición del paciente) vs. terapia indivi- 1+
n
a dual orientada al ego (ego-oriented) en 24 mujeres adolescentes con AN ingresadas
H
y en régimen ambulatorio. La TFS conductual fue superior en aumentar el IMC y
en restaurar la menstruación. No hubo diferencias entre ambas terapias en la ali-
mentación y en el comportamiento de las personas afectadas.
En un ECA (Lock, 2005; EEUU)271 se comparó la TF a largo plazo (20 sesio- ECA
nes en 12 meses) vs. corto plazo (10 sesiones en 6 meses) en adolescentes (90% 1++
Resumen de la evidencia
ic
u bl
GPC30 No hay suficientep evidencia de la eficacia de la educación grupal en fami-
la la TF conjunta en la recuperación del peso en niños y
lia comparadae con
d
s en hospitalización completa (Geist, 2000)268.
de
adolescentes
os
RSEC31 La TFañ(incluyendo la familia de origen) puede ser más efectiva para per-
5 jóvenes con una enfermedad de corta duración.
de
1++ sonas
ás
RSEC31 m No hay estudios que exploren la TF en adultos incluyendo la familia de
1++rid
o inserción (esposo e hijos) y no sólo la familia de origen.
cur
ns
tra 1++
RSEC31 No hay evidencia de que la TF ayude a personas adultas mayores con AN
an
en estadios crónicos.
H
RSEC31 Diferentes formas de TF producen buenos resultados con el tiempo en
1++ adolescentes con AN.
RSEC31 Hay escasa evidencia de que las intervenciones que involucran a la fami-
1++ lia sean más eficaces en menores de 15 años que en mayores de esa edad.
B 9.6.1.1.1. La TF está indicada en niños y adolescentes con AN. (Se adopta la reco-
mendación 6.2.9.14. de la guía NICE).
n.
D 9.6.1.1.2. Los familiares de los niños con AN y los hermanos y familiares de ado-
lescentes con AN pueden incluirse en el tratamiento, participando en la ció
mejoría de la comunicación, apoyando el tratamiento conductual yliza
a
transmitiendo información terapéutica. (Se adopta la recomendación c tu
a
6.2.9.13. de la guía NICE). u s
e
e nt
D 9.6.1.1.3. Los niños y adolescentes con AN pueden tener reuniones con
n di los profesio-
pe
nales de la salud a solas, independientes de las que estos profesionales tie-
á
st de la guía NICE).
nen con su familia. (Se adopta la recomendación 6.2.9.15.
e
y
c a
D 9.6.1.1.4. Los efectos que la AN suele tener entre los hermanos
l í ni y otros familiares
de las personas afectadas justifican su implicación C en el tratamiento (Se
c a
adopta la recomendación 6.2.9.16. de la tguía i NICE).
r ác
P
de
a
uí
G
9.6.1.2. ¿Cuál es la seguridad de laa TF (sistémica) para las personas
t
afectadas de AN? es
de
ó n
La información que responde a esta pregunta
a ci se basa en la GPC del NICE (2004)30 y en las
blic
RSEC posteriores31, 202. Durante la actualización no se ha identificado nueva evidencia sobre
la seguridad de la TF en la AN. En pu la pregunta 9.6.1.1. se describen brevemente los estudios.
la
e
evidencia científica esd
d
o s
En un ECA (Crisp, 1991) añ 263, el 19% abandonó la terapia. Los abandonos por grupos ECA
5
fueron: G1: 40%;eG2: 10%; G3: 15%; G4: 0%. No se declararon efectos adversos. 1+
d
á s
En otro m ECA (Dare, 2001)264, el 36% abandonó el tratamiento. Los abando- ECA
do
nos porrrigrupos fueron: PAF: 43%; TF: 27%; terapia analítica cognitiva: 41%; y 1+
c u
ns
tratamientos estándares: 32%). No se informaron efectos adversos.
rt a
an En otros 2 ECA (Russell, 1987265; Eisler, 1997266), el 35% de las personas tra- ECA
H
tadas abandonaron la terapia (TF, 37% y terapia individual, 33%). No se infor- 1+
maron efectos adversos.
En otro ECA (Eisler, 2000)267, el 19% abandonó el tratamiento. Los abandonos ECA
por grupos fueron: TF conjunta: 11% y TF por separado: 10%. No se declararon 1++
efectos adversos.
En otro ECA reciente (Le Grange, et al., 2007; EEUU)274 se comparó la TF ECA
(N=41) vs. PAF (N=31). Las personas que recibían la TF demostraron mejores resul- 1++
tados significativos después del tratamiento en la abstinencia de los atracones y las
purgas (p=0,049). Al seguimiento a los 6 meses, la abstinencia de los atracones y pur- .
gas fue estadísticamente significativa a favor de la TF (12 pacientes, 29%) compara- ión
ac
da con la TFS (4 pacientes, 10%; p=0,005). En la medición de todos los otros resulta- liz
a
dos relacionados con el TCA también se observó una diferencia significativa a favor ctu
de la TF (p=0,003 a p=0,03). La TF mostró una ventaja clínica estadísticamente sig- u a
s
nificativa sobre la PAF en el postratamiento y en el seguimiento a los 6 meses. Hubo t e
en
más reducción de los síntomas característicos de la BN en el grupo tratado con di TF. n
pe
á
9.6.2.2. ¿Cuál es la seguridad de la TF (sistémica) para
est las
personas afectadas de BN? y
a
n ic
Ni en la GPC del NICE (2004)30 ni en las RSEC posteriores Cde lí calidad (1++)31, 211 se infor-
a
ma sobre la seguridad de la TF. Sólo se ha identificado un
c tic ECA que muestre resultados
sobre este aspecto. En la pregunta 9.6.2.1. se describenrábrevemente los estudios.
P
de
evidencia científica a
uí
G
ta
En un ECA (Schmith, 2007)238, el 28% de gente es joven no aceptaron entrar en el ECA
estudio por tener que estar involucrada su e
d familia, lo que sugiere la necesidad de 1++
n
ofrecer terapia individual para estas cpersonas. ió
a
b lic
Resumen de la evidencia pu
la
e
(Ver resumen de la evidencia e sd del tratamiento psicológico)
d
ñ os
a
Recomendacionese
5
d
ás
m
(Ver recomendaciones 9.GP.12. a 9.GP.17.)
d o
rr i
u
nsc
tra
9.6.3. Trastorno por atracones
a n
H
9.6.3.1. ¿Cuál es la eficacia de la TF (sistémica o no especificada)
para las personas afectadas de TA?
de
n
Variables: reducción / remisión de ióatracones y purgas
c ac
i
bl
No hay suficiente evidencia depuque haya diferencias significativas entre la TCC ECA
vs. TPD en la frecuencia de atracones la (1 ECA; N=46; Garner, 1993229; DME: -0,19; IC 1++
d e
95%: -0,77 a 0,39) y de las es purgas (1 ECA; N=50; Garner, 1993 ; DME: -0,56;
229
d
os
IC 95%: -1,13 a 0,01) al finalizar el tratamiento.
añ
Variables: depresión 5 y/o funcionamiento interpersonal y psicosocial y/o
d e
á s
síntomas psiquiátricos generales
m
o
id
No hayrrevidencia o es insuficiente para determinar que la TCC-BN difiere de la ECA
c u
TPDs en el funcionamiento psicosocial e interpersonal (1 ECA; N=41; Garner, 1++
n 229
tra ; DME: -0,39; IC 95%: -1,01 a 0,23) y en los síntomas psiquiátricos genera-
1993
anles (1 ECA; N=48; Garner, 1993229; DME: -0,60; IC 95%: -1,18 a -0,02) al finalizar
H
el tratamiento.
Resumen de la evidencia
de
(Ver resumen de la evidencia del tratamiento upsicológico) ía
G
s ta
e
Recomendación de
n
c ió
(Ver recomendaciones 9.GP.12. laica9.GP.13.)
b
pu
la
d e
d es
9.7.3. Trastorno os
por atracones
a ñ
5es la eficacia y la seguridad de la TPD para las
9.7.3.1. ¿Cuál
d e
personas áafectadas s de TA?
m
o
id
No hayrrevidencia que sustente o rechace la eficacia y seguridad de la TPD para las perso-
c u
ns
nas afectadas de TA.
rt a
anResumen de la evidencia
H
(Ver resumen de la evidencia del tratamiento psicológico)
Recomendación
a
la TC en la AN. u s
e
nt
evidencia científica die
pen
á
Un ECA (Channon, 1989; UK)215 comparó la TCC (N=8) vs. TC (N=8)
e st vs. PAF ECA
utilizada como tratamiento control (N=8) en mujeres con AN y(promedio de 1+
a
edad para TCC: 21,6 años; TC: 24,1; control: 25,8) mediante tratamiento
n ic ambu-
lí de tratamiento,
latorio durante 12 meses y un seguimiento de 6 meses. A los 6 meses C
a
la TCC fue más eficaz en mejorar el funcionamiento psicosexual it c que la TC; en
cambio la TC fue más eficaz que la TCC en la mejoría r ác del ciclo menstrual. Al
P
de
año del tratamiento, la TC fue más eficaz en la recuperación del peso para las
personas afectadas. í a
u
G
ta
Resumen de la evidencia es
de
n
(Ver también resumencde ió la evidencia del tratamiento psicológico)
c a
i
ubl
RSEC31 La TCC no mostró p ser más eficaz que la TC y la PAF en la recuperación
1++ la
del peso, comportamiento en general y actitud frente a la comida para las
s de
personas afectadas.
de
o s
añ
Recomendacionese
5
d
ás
m
(Ver recomendaciones 9.GP.1. a 9.GP.11.)
o
rr id
u
n sc
tra
9.8.1.2. ¿Cuál es la seguridad de las TC para las personas afectadas
n
a de AN?
H
La información que responde a esta pregunta se basa en RSEC31, 202 de calidad (1++).
Durante la actualización no se ha identificado nueva evidencia sobre la seguridad de la TC
en la AN. En la pregunta 9.8.1.1. se describe brevemente el estudio.
Un ECA (Channon, 1989)215 describe que el 13% de las personas tratadas aban- ECA
donó el tratamiento. No se informaron efectos adversos. 1+
Resumen de la evidencia
n.
(Ver también resumen de la evidencia del tratamiento psicológico)
ó
aci
RSEC 31
Las intervenciones psicológicas conductuales no suelen producir dañosli z
a
1++ para las personas. c tu
a
su
e
e nt
Recomendaciones i
end
p
(Ver recomendaciones 9.GP.1 a 9.GP.11) t á
es
y
a
nic
lí
C
a
9.8.2. Bulimia nerviosa
c tic
á
Pr
9.8.2.1. ¿Cuál es la eficacia de la TC para las de personas afectadas de BN?
í a
u
La información que responde a esta preguntaa se G basa en la GPC del NICE (2004)30, en la
RSEC de calidad (1++) elaborada por la eAHRQ st de los EEUU (2006)31 y otra de más
reciente publicación (Shapiro, et al., 2007) e
d 211. Durante la actualización no se ha identifica-
n
ió de la TC en la BN.
ac
do nueva evidencia sobre la seguridad
i c
u bl
Variables: reducción / remisión p de atracones y purgas
la
e
Es poco probable que laeTCC-BN sd sea más eficaz que la TC para reducir la fre- ECA
d
cuencia de atracones (DME: s -0,11; IC 95%: -0,45 a 0,24) y la frecuencia de las 1++
purgas (DME: 0,08;aIC ño 95%: -0,27 a 0,42) al finalizar el tratamiento, según 3 ECA
51991224; Freeman, 1988220; Wolf, 1992221).
de
(N=131; Fairburn,
ás
m
Variables:o depresión y/o funcionamiento interpersonal y psicosocial y/o síntomas
d
urri
psiquiátricos generales
c
ns
rt ainsuficiente la evidencia de que la TCC-BN difiera de la TC en los síntomas ECA
Es
anpsiquiátricos generales (1 ECA; N=33; Fairburn, 1991224; DME: -0,09; IC 95%: 1++
H
-0,79 a 0,61) y en el funcionamiento interpersonal y psicosocial (1 ECA; N=32;
Fairburn, 1991224; DME: 0,14; IC 95%: -0,56 a 0,85) en el seguimiento.
1++ e
cognitivo parece ser el másd importante (Fairburn, 1991224 y 1993275).
n
c ió
a
b lic
Recomendaciones pu
la
e
(Ver recomendacionese9.GP.12. sd a 9.GP.17.)
d
ñ os
a
5 es la seguridad de la TC para las personas afectadas
9.8.2.2. ¿Cuál
d e
de BN? ás
m
d o
rr
La información i se basa en un ECA incluido en las RSEC de calidad31, 211. Una descripción
u
c del mismo se presenta en el apartado de eficacia. No se han identificado nuevos
ns
breve
a
tr sobre la seguridad de la TC en BN.
ECA
a n
H
evidencia científica
En 2 ECA (Fairburn, 1991224 y 1993275), el 20% de las personas tratadas aban- ECA
donó. En el grupo de la TC hubo un caso de pérdida severa de peso. 1+
Recomendaciones
n.
GPC30 No hay suficiente evidencia de que el tratamiento psicológico (incluyendo
TCC, TIP, TFS, TPD y TC) sea más o menos aceptado por personas con ció
AN comparado con los tratamientos estándares (3 ECA; N=198;liza
ua
Channon, 1989215; Crisp, 1991263; Dare, 2001264). ct a
su
e
nt
GPC 30
No hay suficiente evidencia de que un tratamiento psicológico (incluyen-
e
do TCC, TIP, TFS, TPD y TC) sea más o menos aceptado endi adultos con
AN (6 ECA; N=297; Bachar, 1999276; Channon, 1989215; Crisp,
p en 1991263; Dare,
á
2001264; McIntosh, 2005216; Treasure, 1995277). st e
y
GPC30 a
Hay insuficiente evidencia de que los tratamientosicpsicológicos (TCC, TFS
y TPD) en régimen ambulatorio para personas Csean lín AN sean más o menos
a
aceptados en comparación con los tratamientos t ic estándares (3 ECA; N=198;
Channon, 1989215; Crisp, 1991263; Dare, 2001rá264).
c
P
de
RSEC31 La evidencia existente de la eficacia í a del tratamiento psicológico para la
u
1++ AN es débil, con excepción de alaGencontrada en el tratamiento psicológi-
t
co para adolescentes con AN,esque es moderada.
de
n
ió
c ac
i
Bulimia nerviosa u bl
p
la
RSEC31 En BN, la evidenciade
s(guiada
es fuerte para las intervenciones conductuales y débil
1++ para la AA d e o no).
o s
añ
RSEC31 5
Se desconoce el mejor tratamiento psicológico a elegir en caso de que la
1++ TCCe
d individual y grupal no sean eficaces para personas con BN.
ás
m
do
rri
cu
Trastorno
s
por atracones
an
rt RSEC 31
Para el TA, la evidencia es moderada para las intervenciones conductua-
an
H 1++ les y débil para la AA (guiada o no).
Anorexia nerviosa
n.
D 9.GP.1. Las terapias psicológicas a valorar para la AN son: TCC, TFS, TIP, ció
TPD y TC. (Adaptada de la recomendación 6.2.9.1. de la guía NICE).liza
a
c tu
a es
su
D 9.GP.2. En aquellas personas afectadas que necesitan cuidados especiales
aún más importante la elección del modelo de tratamiento tpsicológi- e
e n
co que se les ofrece. (Se adopta la recomendación 6.2.9.2. i de la guía
NICE). end
p
t á
es
D 9.GP.3. Se considera que el objetivo del tratamiento psicológico y es la reduc-
c a
ción del riesgo, lograr un aumento de peso a base i de una alimentación
lín con el TCA y facilitar la
saludable, reducir otros síntomas relacionados C
a la recomendación 6.2.9.3.
recuperación física y psicológica. (Se adopta it c
ác
Pr
de la guía NICE).
de
D 9.GP.4. La mayor parte de los tratamientos í a psicológicos en personas con AN
u
pueden ser realizados de forma G ambulatoria (con exploración física
s ta
de control) por profesionales e expertos en TCA. (Se adopta la reco-
e
mendación 6.2.9.4. de dla guía NICE).
n
c ió
D 9.GP.5. ca
La duración dellitratamiento psicológico deber ser al menos de 6 meses
u b
cuando se realizap de manera ambulatoria (con exploración física de
l a
control) ye de 12 meses en pacientes que han estado en hospitalización
completa. sd (Se adopta la recomendación 6.2.9.5. de la guía NICE).
de
ñ os
D 9.GP.6. a personas afectadas con AN tratadas con terapia psicológica ambu-
En
5latoria que no mejoren o empeoren se debe considerar la indicación
de
ás de tratamientos más intensivos (terapias combinadas con la familia,
m hospitalización parcial o completa). (Se adopta la recomendación
do
urri 6.2.9.6. de la guía NICE).
c
ns
ra
tD 9.GP.7. Para personas con AN hospitalizadas conviene establecer un progra-
an ma de tratamiento dirigido a suprimir los síntomas y conseguir el peso
H
normal. Es importante un adecuado control físico durante la renutri-
ción. (Se adopta la recomendación 6.2.9.8. de la guía NICE).
D 9.GP.10. Tras el alta hospitalaria, las personas con AN deberían recibir aten-
ción ambulatoria que incluya supervisión de la recuperación del peso
normal e intervención psicológica dirigida a la conducta alimentaria,
n.
las actitudes sobre peso y silueta, y el miedo a la respuesta social ante
el aumento de peso, junto con controles físicos y psicológicos periódi- ció
cos. La duración de este control debe ser de al menos 12 meses. (Seliza
ua
adoptan las recomendaciones 6.2.9.11. y 6.2.9.12. de la guía NICE). ct a
su
e y una
nt
D 9.GP.11. En niños y adolescentes con AN que necesiten hospitalización
e
recuperación urgente del peso deberían tenerse en cuenta di las necesi-
en
dades educativas y sociales propias de su edad. (Se padopta la reco-
á
mendación 6.2.9.17. de la guía NICE). st e
y
ica
Trastorno por atracones lín
C
a
ctic
á
Pr
A 9.GP.12. Las personas afectadas deben ser informadas de que todos los trata-
e
mientos psicológicos ejercen un defecto limitado sobre el peso corpo-
í
ral. (Se adopta la recomendación a 8.2.7.6. de la guía NICE).
u
G
s ta
B 9.GP.13. Un posible comienzo en eel tratamiento de las personas con TA es ani-
marlas a seguir un programa de de AA (guiada o no). (Adaptada de la
n
ó de la guía NICE).
i
ac
recomendación 8.2.7.2.
l ic
b
B 9.GP.14. Los profesionales pu sanitarios pueden considerar proveer a las perso-
nas afectadas l a de TA de programas de AA (guiada o no) que pueden dar
buenos s de
resultados. Este tratamiento sólo es eficaz en un número limi-
d e
tados de personas con TA. (Adaptada de la recomendación 8.2.7.3. de
o
laañguía NICE).
5
de
D ás
9.GP.15. Ante la ausencia de evidencia que guíe la atención de las personas
m con TCANE o con TA se recomienda a los profesionales sanitarios
do
urri que sigan el tratamiento del trastorno de alimentación que más se
c
ns
asemeje al TCA que afecta a esa persona. (Se adopta la recomenda-
tra ción 8.2.7.1. de la guía NICE).
an
H
D 9.GP.16. Cuando se realizan tratamientos psicológicos en personas con TA debe
considerarse que puede ser necesario en algunos casos tratar la obesi-
dad comórbida. (Se adopta la recomendación 8.2.7.7. de la guía NICE).
En un ECA (Attia, 1998; EEUU)280 se comparó la fluoxetina (60 mg/día) vs. ECA
placebo en 31 mujeres con AN (edad: 16-45 años) ingresadas. Ambos grupos 1++
experimentaron disminución de los síntomas clínicos relacionados con el TCA,
Recomendaciones
resis (2 casos), m somnolencia (6 casos), boca seca (4 casos), visión borrosa (1 caso), 1+
d o
retención i
rr urinaria (1 caso), hipotensión (2 casos) y leucopenia (1 caso). En el grupo
u
placebo
nsc se observó sequedad de boca (2 casos), palpitaciones (1 caso) y mareos
(2tracasos). No hubo abandonos.
a n
H
En un ECA (Halmi, 1986)282 en el grupo de la amitriptilina se presentó som- ECA
nolencia, excitación, confusión, aumento de la actividad motora, taquicardia, 1+
sequedad de boca y estreñimiento. En el grupo de la ciproheptadina no hubo
resultados concluyentes. En el grupo placebo: excitación, aumento de la actividad
motora y somnolencia. Abandonos: 30% amitriptilina, 25% ciproheptadina y
20% placebo.
n.
GPC30 Los abandonos de los pacientes que reciben tratamiento farmacológico
son importantes, en especial en los ECA realizados en casos ambulatorios. ció
a
a liz
u
RSEC Debido a los pequeños tamaños de las muestras de los dos ECA (Kaye, ct
31
a
su
1++ 2001 y Attia, 1998 ) que utilizan fluoxetina, no se pueden sacar conclu-
279 280
l í
fluoxetina se informó de un caso de insomnio yCagitación y de otro caso de
a
visión borrosa. Respecto a los antidepresivos t ic tricíclicos, otro ECA (Halmi,
ác esporádicos de somnolencia,
Pr
1986)282 con amitriptilina informó de casos
excitación, confusión, aumento de la actividad de motora, taquicardia, seque-
dad de boca y estreñimiento asociado; í a sin embargo la proporción de efec-
u
tos adversos fue similar entre elagrupo G experimental y el control (placebo).
s t
e
de
n
Recomendaciones c ió
a
b lic
(Ver recomendaciones 9.GF.1pua 9.GF.6)
la
de
s
9.9.2. Bulimia nerviosa de
ños
a
5es la eficacia de los antidepresivos para las personas
9.9.2.1. ¿Cuál
d e
afectadasáde s BN?
m
do
La respuestarr i se fundamenta en la guía del NICE (2004)30, donde se describen los resulta-
u
c los ECA según variables de interés, en la RSEC de calidad (1++) elaborada por la
ns
dos de
tr
AHRQa de los EEUU (2006)31 y en otra de más reciente publicación de Shapiro, et al.
n
a (2007)211. En la actualización no se ha identificado nueva evidencia.
H
Variable: imc
No hay suficiente evidencia de diferencias clínicas significativas entre los antide- ECA
presivos ISRS (fluoxetina) y placebo en relación al peso corporal al finalizar el 1++
tratamiento (1 ECA; N=46; Kanerva, 1994285; DME: -0,30; IC 95%: -0,88 a 0,28).
c
á 95%: -0,51 a -0,05).
Pr
Walsh, 1987 ; Horne, 1988 ; Pope, 1989 ; DME: -0,28; IC
288 289 290
de
No hay suficiente evidencia de que haya diferencias í a clínicas significativas entre los ECA
u
antidepresivos ISRS (fluoxetina) y el placebo enalas G puntuaciones de depresión al fina- 1++
t 285
lizar el tratamiento (1 ECA; N=46; Kanerva, 2001 es ; DME: -0,44; IC 95%: -1,03 a 0,14).
de
n
Hay limitada evidencia de que celió tratamiento con antidepresivos tricíclicos ECA
a
(imipramina, desipramina) sea superior
b lic al placebo en la mejoría de las puntua- 1++
ciones de depresión al finalizar p u el tratamiento (3 ECA; N=120; Pope, 1983293;
McCann, 1990262; Walsh, 1991 a
l286
d e ; DME: -0,47; IC 95%: -0,83 a -0,10).
d es
otros resultados s
o
añ
5
de
En un ECA (Beumont, 1997; Australia)294 se comparó la fluoxetina vs. placebo en ECA
72 mujeres adultas ás con BN en tratamiento ambulatorio. El grupo con fluoxetina 1+
tuvo mejores m
o resultados en la reducción de los atracones y de los vómitos, la recu-
peración rr iddel peso, la preocupación por la comida, las puntuaciones de BN del
u
EDI,scla obsesión por la delgadez y la insatisfacción corporal. No hubo diferencias
n
entralas puntuaciones de depresión.
a n
H
En un ECA (Fichter, 1991; Alemania)295 se comparó la fluoxetina vs. place- ECA
bo en 39 mujeres adultas con BN ingresadas. No hubo diferencias en ninguno de 1++
los resultados medidos.
En dos ECA (Fichter, 1996; Alemania297; Fichter, 1997298) se comparó la flu- ECA
voxamina vs. placebo en 72 mujeres adultas con BN en tratamiento ambulatorio. 1+ .
ón
En las pacientes del grupo con fluvoxamina se redujo la frecuencia de los vómi-
a ci
iz
al
tos, purgas y atracones vs las del grupo placebo. Ambos grupos ganaron peso, sin
diferencias significativas entre ellos. tu
ac
su
Resumen de la evidencia te
ien
RSEC31 nd
La dosis de fluoxetina (60 mg/día) administrada durante 6 pae18 semanas ha
1++ logrado en todos los ECA, tanto los de calidad regularstá(1+) como los de
e
y como los síntomas
buena calidad (1++), reducir los atracones y purgas así
a
psicológicos relacionados con el TCA en un breveicplazo de tiempo.
lín
C
a
RSEC31 La dosis de 60 mg/día de fluoxetina da mejores t ic resultados que la dosis de
c
1++ 20 mg/día (Fluoxetina Bulimia Nervosa
P rá Collaborative Study Group,
1992)292; esto también se asoció con dlae prevención de las recaídas en un
a
estudio con considerable número deuí abandonos.
G
s ta
RSEC Hay considerable evidencia sobre e el efecto del tratamiento con fluoxetina
31
1++ e
(60 mg/día) a corto plazo dde personas con BN. No existe evidencia de la
n
efectividad del tratamiento c ió a largo plazo, como tampoco de la duración
a
óptima del tratamiento.
b lic
pu
RSEC31 Algunos estudios la han informado remisiones en un número pequeño de
1++ s
personas tratadasde únicamente con tratamiento farmacológico, con lo que
d e
debemoss tener en cuenta que los síntomas mejoran, pero persisten en el
o
tiempo añ y no desaparecen.
5
de
RSEC31 s un ECA (Walsh, 1991)286 se informó que personas con mayor masa y
áEn
1++ o m peso corporal y mayor duración de la enfermedad tienen respuestas más
d
rri favorables al tratamiento con desipramina.
scu
an
trRSEC
31
En el estudio Fluoxetina Bulimia Nervosa Collaborative Study Group,
an 1++ 1992292, las personas con más peso tienen mejor respuesta en todos los gru-
H
pos de tratamiento.
dos de los ECA, en la RSEC de licalidad c a (1++) elaborada por la AHRQ de los EEUU
u b
(2006) y en otra de más reciente p publicación de Shapiro, et al. (2007)211. En la actualiza-
31
n
a Bulimia Nervosa Collaborative Study Group, 1992292; Carruba, 2001291; RR: 1,90;
H
IC 95%: 1,20 a 2,99; NNH: 20; IC 95%: 13 a 50).
Hay insuficiente evidencia para determinar si una u otra clase de antidepresivos ECA
(fluoxetina, desipramina, imipramina, fenelzina [retirado del mercado español], 1++
trazodona, mianserina, moclobemida, brupopión) son mejor o peor tolerados en
personas con BN. (13 ECA; Pope, 1983293, 1989290; Mitchell, 1990243, 2001258; Walsh,
En un ECA (Romano, 2002)296 se comparó la fluoxetina vs. placebo. Este estu- ECA
dio exploró la eficacia de la fluoxetina (60 mg/día) en el número de recaídas duran- 1+
te 52 semanas. Las recaídas fueron menores en el grupo placebo (33% vs. 51% en
Fichter, 1996297 y Fichter, 1997298 comparó la fluvoxamina vs. placebo. El grupo ECA
con fluvoxamina fue asociado con menor número de recaídas. Sin embargo, los 1+
abandonos fueron mayores en este grupo en comparación con el placebo (51% flu- .
ón
voxamina vs. 14% placebo). 8 casos de abandonos en el grupo de la fluvoxamina
a ci
por efectos adversos. (Los más significativos fueron: náusea, somnolencia e inesta-
a liz
bilidad.) tu
ac
su
e
nt
Resumen de la evidencia
d ie
RSEC31 n
Los efectos adversos producidos por los antidepresivos depesegunda gene-
1++ ración (IMAO) para personas con BN son semejantes aslos á
t que ocurren en
e
otros desórdenes (Kennedy, 1993)300. y
ica
lín
C
a
Recomendaciones
c tic
á
Pr
(Ver recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.) de
a
uí
G
t a
es
de
9.9.3. Trastorno por atracones
n ó
a ci
c
9.9.3.1. ¿Cuál es la eficaciali de los antidepresivos para las personas
b
afectadas de TA? pu
la
d e
La respuesta se fundamenta es en la guía del NICE , donde se describe los resultados de los
30
d
os
ECA según variables de interés, en la RSEC de calidad (1++) elaborada por la AHRQ de
los EEUU (2006)31 ayñ en otra de más reciente publicación de Brownley, et al. (2007)245. En
la actualización eno5 se ha identificado nueva evidencia.
d
ás
Variable: oimc m
r i d
c ur
ns
Existe evidencia de que no hay diferencia clínica significativa entre los antidepre- ECA
rt a (fluoxetina, imipramina, sertralina) y placebo en términos del peso corpo-
sivos 1++
n
a ral (IMC cuando fue posible) al finalizar el tratamiento (3 ECA; N=95; Arnold,
H
2002301; McElroy, 2000302; Laederach, 1999303; DME: 0,00; IC 95%: -0,42 a 0,42).
Existe limitada evidencia de que haya diferencias clínicas significativas entre los ECA
antidepresivos (fluoxetina, fluvoxamina, sertralina, imipramina y citalopram) y 1++
c u
ns
1++ estos fármacos presenta mejores resultados en la reducción de los síntomas
tr a relacionados con el TCA, con el comportamiento, el peso y la gravedad de
an la enfermedad. No se puede juzgar el impacto clínico de estas conclusiones
H
al no existir datos de la remisión total del TA ni de seguimiento.
m
do
i
r evidencia insuficiente que determine si hay una diferencia clínica signi- ECA
ur
Hay
c
ns
ficativa entre los antidepresivos (fluoxetina, fluvoxamina, sertralina y citalo- 1++
rt a y placebo en el abandono del tratamiento por alguna razón (4 ECA;
pram)
anN=217; Arnold, 2002301; McElroy, 2000302, 2003304; Hudson, 1998305; modelo de efec-
H
tos aleatorios RR: 1,02; IC 95%: 0,39 a 2,68) o por efectos adversos al finalizar el
tratamiento (3 ECA; N=183; Arnold, 2002301; McElroy, 2003304; Hudson, 1998305;
RR: 3,03; IC 95%: 0,84 a 10,86).
Hay evidencia insuficiente que determine si hay una diferencia clínica signi- ECA
ficativa entre los antidepresivos tricíclicos (imipramina) y placebo en el abando- 1++
En un ECA (Appolinario, 2003)307, los abandonos del grupo sibutramina fue- ECA
ron del 23% y del 17% en el grupo placebo. Los efectos adversos del grupo sibu- 1++ .
ón
tramina fueron: sequedad de boca (22 casos); dolor de cabeza (6); estreñimiento
a ci
(7). En el grupo placebo: sequedad de boca (3); dolor de cabeza (14); estreñimien-
a liz
to (0) (p<0,01). El resto de efectos adversos no difieren significativamente entre ctu
grupos (náusea, insomnio, sudoración, dolor lumbar, comportamiento depresivo, u a
s
malestar, etc). te
ien
Recomendaciones e nd
p
tá
es
(Ver recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.) y
ca
líni
C
ti ca
9.10. Antipsicóticos r ác
P
de
a
uí evidencia en la AN son los siguientes:
Los antipsicóticos sobre los que se ha identificado
sulpirida, pimozida y olanzapina. G
a t
es
de
n
9.10.1. Anorexia nerviosació
a
b lic
9.10.1.1. ¿Cuál es la eficacia pu de los antipsicóticos para las personas
afectadas de AN? l a
e
e sd
d
La respuesta se fundamenta
o s en la guía del NICE (2004)30 y en una RSEC (Dunican,
2007) de calidad (1++).
308
a ñ En la actualización no se ha encontrado nueva evidencia.
5
de
s
evidencia científica
á
m
o
id
No hayrrsuficiente evidencia de que los antipsicóticos (pimozida y sulpirida) ten- ECA
c u
gan simpacto sobre el peso corporal vs. placebo durante un tratamiento multi- 1++
n
rt a para personas ingresadas con AN (2 estudios cruzados; N=32; pimozida
modal
an[Vandereycken, 1982]309 y sulpirida [Vandereycken, 1984]310).
H
No hay suficiente evidencia de que haya alguna diferencia significativa entre ECA
los antipsicóticos y los antidepresivos en ganar peso corporal en casos de AN. 1++
RSEC308 En alguna de las series de casos y en la mayoría de los ECA, los pacientes
1++ con AN aumentaron de peso mientras estaban en tratamiento con olanza-
pina, alcanzando en muchos casos un peso saludable. Los casos informa-
dos y los ECA identificaron beneficios adicionales de la olanzapina,
incluyendo la reducción en el pensamiento deliroide, mejoría en la propia
n.
imagen corporal, disminución de la agitación y ansiedad previa a las comi-
das, mejoría del sueño, mejoría de los síntomas depresivos, mejoría en la ció
a
adherencia al tratamiento y de otros síntomas de los TCA. liz
tua
ac
su
La evidencia preliminar apoya el uso de la olanzapina para el tratamiento en
RSEC308 la AN, demostrando que la olanzapina a dosis entre 2,5 y 15 mg diarios t e pro-
1++ mueve la ganancia de peso y tiene efectos positivos en los síntomas i en psicoló-
d
en
gicos asociados. Las limitaciones de los datos analizados son:pmuestra peque-
á
ña, alta tasa de abandonos de los ECA y diseños abiertosstde los ECA.
e
y
i ca
lín
Resumen de la evidencia C
a
c tic
(Ver también recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.)
Prá
de
a
uí
9.10.1.2. ¿Cuál es la seguridad de los G antipsicóticos para las
s ta
personas afectadas de AN? e
de
n
La respuesta se fundamenta en la guía c ió del NICE (2004)30. En la actualización no se ha
a
encontrado nueva evidencia.
blic
pu
evidencia científica l a
e
e sd
d a partir de 2 estudios pequeños, que determine si hay ECA
No hay suficiente evidencia,
o s
añ
diferencia clínica significativa entre antipsicóticos (pimozida y sulpirida) vs. placebo 1++
5
en el número deeabandonos por efectos adversos o por alguna otra razón al finali-
d
zar el tratamiento ás (2 estudios cruzados; N=32; pimozida [Vandereycken, 1982]309 y
m
sulpirida [Vandereycken, 1984]310).
do
r i
c ur
ns
Recomendaciones
rt a
an (Ver recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.)
H
de
(Ver recomendaciones 9.GF.1 a 9.GF.6) í a
u
G
ta
es
9.11.2. ¿Cuál es la seguridad de de la ciproheptadina para las
n
ió
personas afectadas de AN? c ac
i
u bl
p
La respuesta se fundamenta laen la GPC del NICE (2004)30. En la actualización no se ha
e
encontrado nueva evidencia. e sd
d
o s
evidencia científica añ
5
de
á s
No hay suficiente evidencia de que los antidepresivos, los antihistamínicos o ECA
m
antipsicóticos sean más o menos aceptables para personas afectadas de AN com- 1++
do placebo o lista de espera.
paradosrricon
u
nsc
tra No hay suficiente evidencia de que los antidepresivos, los antihistamínicos u ECA
n
a antipsicóticos produzcan más o menos efectos adversos en personas afectadas de 1++
H
AN comparado con placebo o lista de espera.
Recomendaciones
e
encontrado nueva evidencia. di n
pe
evidencia científica tá
es
y
a
n ic
No hay suficiente evidencia de que los antagonistas opiáceos (naltrexona) sean más ECA
líedad promedio de
o menos eficaces comparados con placebo en mujeres con una C 1++
a
25 años diagnosticadas de BN (2 ECA; N=28; Huseman, 1990 it c 312; Mitchell, 1989313).
ác
Pr
Recomendaciones
de
a
uí
(Ver recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.) G
t a
es
de
ón
9.12.1.2. ¿Cuál es la seguridad
a ci de los antagonistas opiáceos para las
i c
bl
personas afectadas de BN?
p u
La respuesta se fundamenta laen la guía del NICE (2004)30. En la actualización no se ha
e
encontrado nueva evidencia. e sd
d
o s
evidencia científica añ
5
de
Hay insuficiente s
á evidencia de que los antagonistas opiáceos (naltrexona) sean ECA
más o menos m
o aceptados por los afectados en comparación con placebo en muje- 1++
res conrrunaid edad promedio de 25 años con diagnóstico de BN (2 ECA; N=28;
u
nsc
Huseman, 1990312; Mitchell, 1989313).
tr a
n
a Recomendaciones
H
(Ver recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.)
La evidencia se basa en la RSEC de calidad (1++) elaborada por la AHRQ de los EEUU .
n
(2006)31 y en otra de más reciente publicación (Shapiro, et al., 2007)211 también de calidadció
a
(1++). En la actualización no se ha identificado nueva evidencia. liz
tua
evidencia científica ac
su
n te
En 2 ECA (Hoopes, 2003; EEUU314; Hedges, 2003; EEUU315) se comparó elditopi- e ECA
ramato vs. placebo en 68 personas adultas (97% mujeres) con BN en prégimen e n 1+
á
ambulatorio. La proporción de abstinencia para atracones y purgas fue st del 22,6%
eno
en el grupo de topiramato y del 6% en el grupo placebo, diferencia y significa-
c a
i
tiva. El grupo con topiramato fue asociado con reducción significativa en la
lín a la pérdida de
ansiedad, pero no en la depresión, y con una tendencia mayor C
a
peso. El grupo control tuvo tendencia a ganar peso. it c
ác
Pr
Recomendaciones
de
a
uí
(Ver recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.) G
t a
es
de
ón
9.13.1.2. ¿Cuál es la seguridad
a ci del topiramato para las personas afec-
i c
bl
tadas de BN?
p u
La evidencia se basa en doseECA la incluidos en la RSEC de calidad (1++) elaborada por la
AHRQ de los EEUU (2006) e sd 31 y en otra de más reciente publicación de Shapiro, et al.
d
os
(2007)211, también de calidad (1++). En la actualización no se ha identificado nueva evi-
dencia. En la pregunta a ñ 9.13.1.1. se describen brevemente los estudios.
5
de
s
evidencia científica
á
m
do anteriores (Hoopes, 2003314; Hedges, 2003315) se observó un caso de ECA
En los 2rriECA
u
efecto
nsc adverso de rash facial e irritabilidad en el grupo con topiramato. El por- 1+
rt a
centaje de abandonos fue más elevado (47%) en el grupo placebo que en el del
antopiramato (34%).
H
Recomendaciones
d o
i
tambiénrr de calidad (1++). En la actualización no se ha identificado evidencia. En la pre-
u
gunta
nsc9.13.2.1. se describen brevemente los estudios.
tra
n
a evidencia científica
H
No hay suficiente evidencia de que haya diferencias clínicas significativas entre ECA
el topiramato (anticonvulsivante) y el placebo en el número de pacientes que 1++
abandonan el tratamiento por alguna razón (RR: 1,21; IC 95%: 0,67 a 2,16) o bien
por efectos adversos (RR: 2,07; IC 95%: 0,57 a 7,52) según 1 ECA (1 ECA; N=61;
McEnroy, 2003)304.
Recomendaciones
evidencia científica
d
o s
evidencia científica añ
5
de
Un ECA (Faris, s
á 2000; EEUU) comparó el tratamiento con ondansetrón vs. pla-
317
ECA
cebo en mujeres m adultas con BN (N=26) ingresadas en régimen ambulatorio 1++
d o
i
duranterr 4 semanas. El grupo con ondansetrón disminuyó significativamente las
u
nsc
frecuencias de los atracones y las purgas y mejoró la recuperación de una alimen-
rt a equilibrada. No hay mediciones de depresión ni ansiedad. No hay diferen-
tación
ancias en el cambio de peso de las pacientes.
H
Resumen de la evidencia
GPC30 No hay suficiente evidencia de que los antieméticos (ondansetrón) sean más o
menos eficaces comparados con placebo (2 ECA; N=37; Faris, 1998317, 2000317).
a
uí
G
ta
Recomendaciones es
de
n
ió
ac
(Ver recomendaciones 9.GF.1. a 9.GF.6.)
i c
u bl
p
la
e
RESUMEN DE e sd LA EVIDENCIA SOBRE EL
d
TRATAMIENTO o s FARMACOLÓGICO
añ
5
(PREGUNTAS d e 9.9. a 9.15.)
ás
m
d o
r i
ur
RSEC 31
Los casos de abandono en los ECA sobre tratamientos farmacológicos
c
ns
1++ oscilaron desde el 0% al 51% de los casos tratados. Ningún fármaco en
rt a particular mostró mayor número de recaídas que otro.
a n
H
Anorexia nerviosa
RSEC31 La literatura sobre medicación en AN es escasa e inconclusa.
1++
e
Agras, 1992 ; Walsh, 1997 ; DME: 0,55; IC 95%: 0,21 a 0,90) y limitada
324 233
y en la
c a
reducción de la frecuencia de las purgas al finalizar el tratamiento i (5 ECA;
lín323; Agras, 1992324;
N=141; Leitengerg, 1994321; Jacobi, 2002322; Goldbloom, 1997 C
a
Walsh, 1997233; DME: 0,49; IC 95%: 0,15 a 0,83). it c
ác
Pr
No hay suficiente evidencia de que los antidepresivos de (desipramina, fluo- ECA
xetina) difieran de la combinación de la TCC-antidepresivos í a con respecto a 1++
u
la remisión y la frecuencia de los atracones G (2 ECA; N=81; Jacobi, 2002322;
s ta
Agras, 1992 ; RR: 1,12; IC 95%: 0,88 a e1,42), (1 ECA; N=21; Agras, 1992324;
324
u
-0,29sca 0,91) respectivamente, al finalizar el tratamiento.
n
tra
a n No hay suficiente evidencia de que los antidepresivos (desipramina) ECA
H
difieran de la combinación de PAF-antidepresivos con respecto a la remisión 1++
y frecuencia de los atracones (RR: 0,95; IC 95%: 0,75 a 1,21), (DME: -0,29; IC
95%: -0,85 a 0,27) y la remisión y frecuencia de las purgas (RR: 0,95; IC 95%:
0,75 a 1,21 y DME: 0,26; IC 95%: -0,30 a 0,83) respectivamente al finalizar el
tratamiento según 1 ECA (N=50; Walsh, 1987)288.
1,09; IC 95%: 0,83 a 1,42), (5 ECA; N=185; Jacobi, G 2002322; Agras, 1992324; Walsh,
323 s
ta
1997 ; Fichter, 1991 ; Goldbloom, 1997 ;eDME: 0,38; IC 95%: 0,09 a 0,68) y la
233 295
remisión de las purgas (5 ECA; N=199; de Jacobi, 2002323; Agras, 1992324; Walsh,
ón
1997233; Leitenberg, 1994321; Goldbloom, ci 1997 ; RR: 0,94; IC 95%: 0,69 a 1,28) al
323
a
finalizar el tratamiento.
b lic
pu
No hay suficiente evidencia l a de que la TCC difiera de la combinación TCC- ECA
antidepresivos (desipramina, s de fluoxetina) con respecto a la remisión y frecuencia 1++
de N=84; Jacobi, 2002322; Agras, 1992324; RR: 0,86; IC 95%:
de los atracones (2 ECA;
o s
0,64 a 1,14), (1 ECA; añ N=32; Agras, 1992324; DME: -0,19; IC 95%: -0,94 a 0,56) y la
5
remisión de las purgas
d e (3 ECA: N=98; Jacobi, 2002322; Agras, 1992324; Leitenberg,
1994 ; RR: 0,87;
321
á s IC 95%: 0,68 a 1,13), (2 ECA; N=43; Leitenberg, 1994321; Agras
1992324; DME: m
d o -0,27; IC 95%: -0,90 a 0,37) en el seguimiento postratamiento.
r i
c ur
ns
No hay suficiente evidencia de que haya diferencias entre AA vs. AA- ECA
rt a
antidepresivos (fluoxetina) en la remisión y en la frecuencia de los atracones (1 ECA; 1++
n
a N=43; Mitchell, 2001258; RR: 1,01; IC 95%: 0,73 a 1,41), (1 ECA; N=40; Mitchell,
H
2001258; DME: 0,20; IC 95%: -0,43 a 0,82) y la remisión y frecuencia de las purgas
(1 ECA; N=43; Mitchell 2001258; RR: 1,01; IC 95%: 0,73 a 1,41), (1 ECA; N=40;
Mitchell, 2001258; DME: 0,36; IC 95%: -0,27 a 0,98) al finalizar el tratamiento.
(1 ECA; N=40; Beumont, 1997294; DME: -0,08; IC 95%: -0,71 a 0,54) y enpelan remi-
á
sión y frecuencias de las purgas (1 ECA; N=67; Beumont, 1997294; RR:
est 2940,70; IC
95%: 0,50 a 0,97; NNT: 4; IC 95%: 3 a 25), (1 EC; N=40; Beumont, y1997 ; DME:
a
-0,05; IC 95%: -0,68 a 0,58) al finalizar el tratamiento. ic
lín
C
a
Variable: depresión
c tic
á
Pr
No hay suficiente evidencia de que los TCC-antidepresivos de (desipramina, fluoxeti- ECA
na) difieran de la TCC sola con respecto a la depresión í a (5 ECA; N=179; Fichter, 1++
u 324
1991 ; Jacobi, 2002 , Goldblomm, 1997 , Agras,
295 322 323 G 1992 , Walsh, 1997233; DME: 0,18;
s ta
IC 95%: -0,12 a 0,48) y síntomas generalese psiquiátricos (2 ECA; N=85; Jacobi,
2002322; Walsh, 1997233; DME: -0,09; IC 95%:de -0,52 a 0,34) al finalizar el tratamiento.
ión
ac
No hay suficiente evidencialicde que la TFS-antidepresivos (desipramina) ECA
b
difiera de la TFS sola con respecto pu a la depresión (DME: 0,37; IC 95%: -0,22 a 1++
la
0,97) y síntomas generales psiquiátricos (DME: 0,00; IC 95%: -0,59 a 0,59) al fina-
d e
lizar el tratamiento según
e s1 ECA (N=44; Walsh, 1997)233.
d
s
Hay insuficiente ño
a evidencia de que el CN difiera de su combinación con anti- ECA
5
de
depresivos (fluoxetina) en la depresión al finalizar el tratamiento (1 ECA; N=67; 1++
Beumont, 1997á s 294
; DME: 0,25; IC 95%: -0,23 a 0,73) y en el seguimiento después del
tratamientom
o (1 ECA; N=40; Beumont, 1997 ; DME: 0,30; IC 95%: -0,34 a 0,93).
294
d
u rri
otros c resultados
a ns
tr
n
a En un ECA (Goldbloom, 1997; Canadá)323 se comparó la fluoxetina (60 mg/día) ECA
H
vs. TCC vs. fluoxetina (60 mg/día)-TCC en 60 mujeres adultas con BN en tra- 1+
tamiento ambulatorio durante 12 semanas. A las 12 semanas no se encontraron
diferencias entre los grupos en las medidas relacionadas con la alimentación. Las
3 intervenciones mejoraron los síntomas principales bulímicos. La combinación
(fluoxetina 60mg/día-TCC) y la TCC sola produjeron mejores resultados que la
fluoxetina sola en la reducción de los atracones y purgas subjetivos y objetivos,
En un ECA (Walsh, 2004; EEUU)328 se comparó la fluoxetina vs. placebo vs. ECA
AAG vs. fluoxetina-AAG en 91 mujeres adultas con diagnóstico de BN en tra- 1++
tamiento ambulatorio. La fluoxetina sola y asociada a AAG obtuvo mejores
resultados en la disminución de purgas, atracones, restricción alimentaria y
depresión que los observados en los otros grupos. .
ón
a ci
En un ECA (Mitchell, 2001; EEUU)258 se comparó la fluoxetina vs. placebo ECAliz
a
vs. AA vs. fluoxetina-AA en 91 mujeres adultas con BN en tratamiento ambula- ctu 1+
torio. La fluoxetina estuvo asociada a una mayor disminución en los episodios de u a
s
purgas comparada con placebo, pero no en los atracones. No hay diferencias sig- t e
en
nificativas en la depresión y las remisiones o abstinencia. di n
pe
á
En 2 ECA (Agras, 1992; EEUU324 y Agras, 1994325) se comparó la desipramina
est ECA
(durante 16 semanas) vs. desipramina (24 semanas) vs. desipramina-TCC y (16 sema- 1+
c a
nas) vs. desipramina-TCC (24 semanas) vs. TCC sola (24 semanas) i en 71 mujeres
lín
adultas con BN en tratamiento ambulatorio. El tratamiento combinado C de 16 y de
c a
24 semanas fue más efectivo que la desipramina sola en lati disminución de atraco-
ác más efectivo en la pre-
Pr
nes y purgas. El tratamiento combinado de 24 semanas fue
ocupación por la dieta y el hambre. No hubo diferencias de en la remisión o abstinen-
cia, ni en el peso, entre los grupos. No se informauísobrea la depresión. A un año de
G
seguimiento, la combinación de 24 semanas y laa TCC sola fueron mejor que la com-
t
binación de 16 semanas y la desipramina solaesen la reducción de los atracones y pur-
de
gas. De los que presentaron remisión o abstinencia al finalizar el tratamiento, entre
n
ó al año de seguimiento. Esto sólo se obser-
i
ac
el 78% y el 100% mantuvieron el efecto
lic
vó cuando el tratamiento fue combinado.
b
pu
En 2 ECA (Walsh, 1997 la233
e ; Wilson, 1999 ) se comparó la TCC-placebo vs. ECA
326
d
TCC-desipramina sola o elas desipramina y después fluoxetina vs. terapia de apoyo- 1++
d
placebo vs. terapia de sapoyo-medicación (desipramina sola o desipramina segui-
o
da de fluoxetina) vs.añmedicación sola (desipramina sola o desipramina seguida de
5
de
fluoxetina) administradas durante 16 semanas a 120 mujeres adultas con BN en
s
tratamiento áambulatorio. Analizando todos los grupos que incluían TCC vs.
todos los que m
o incluían terapia de apoyo, se observó que la TCC era mejor en la
reducción rr id de la frecuencia de atracones y purgas. Las combinaciones de TCC y
u
nsc
medicación fueron superiores que la TCC sola en la reducción de la frecuencia de
rt a
atracones, las puntuaciones del EAT, la depresión, el peso y el aumento del
annúmero de remisiones. Las combinaciones de TCC y medicación fueron superio-
H
res a la medicación sola en la reducción de la frecuencia de los atracones, la pun-
tuación del EAT, la imagen corporal y el aumento del número de remisiones. La
medicación sola fue superior a la TCC sola en la reducción del IMC y el peso. La
medicación sola fue superior a la TIP-medicación en la reducción de la frecuen-
cia de los atracones y purgas. La medicación fue superior en la disminución de la
depresión. La TCC se asoció con mayor probabilidad a la remisión.
Resumen de la evidencia
RSEC31 Los ECA descritos presentan una evidencia preliminar de las combinacio-
.
1++ nes más apropiadas entre psicofármacos y terapias psicológicas conduc- ión
tuales. Los estudios son de diseños diferentes y no hay repeticiones de suszac
li
ua
resultados. Por lo tanto, es necesario realizar más estudios para poder eva-
t
luar y determinar su eficacia. ac
su
RSEC31 La TCC y la combinación TCC-fluoxetina tienen mejores resultados n te
que
d ie
en
1++ el tratamiento con fluoxetina sola en la disminución de los atracones y las
purgas al finalizar el tratamiento (Goldbloom, 1997) . á
323 p
t
es
y
RSEC31 En el contexto de programas especiales de TCA, tanto
c a la fluoxetina como
i
1++ las terapias de AA (guiada o no) son mejores en lín la reducción de las pur-
C
gas. Sin embargo, la combinación de ambas terapias no aumenta la efica-
c a
i
cia del tratamiento (Mitchell, 2001) . ct
258
á
Pr
RSEC 31
El tratamiento de las personas afectadas de que no responden a las terapias
í a
1++ u
psicológicas conductuales sigue siendo una limitación de la evidencia
G
actual (Mitchell, 2002)327. ta
es
de
ó n
9.16.2.2. ¿Cuál es la seguridad
a ci de la combinación de intervenciones
c
li de BN?
para las personas afectadas
b
pu
La respuesta se fundamentae en la la guía del NICE (2004)30 y en las RSEC de calidad (1++),
una elaborada por la AHRQ s d de los EEUU (2006)31 y la otra más reciente por Shapiro,
d e
os
et al. (2007)211. En la actualización no se ha identificado nueva evidencia. En la pregunta
9.16.1.1. se describena ñ brevemente los estudios.
5
de
evidencia científicaás
m
o
id
No hayrrsuficiente evidencia de que haya diferencias clínicas significativas en el ECA
c u
ns
número de abandonos por alguna razón entre el tratamiento con antidepresivos 1++
vs.traTCC-antidepresivos (desipramina, fluoxetina, imipramina) (4 ECA; N=206;
anMitchell, 1990243; Jacobi, 2002322; Goldbloom, 1997323; Leitenberg, 1994321; RR: 1,17;
H
IC 95%: 0,81 a 1,68).
Hay evidencia insuficiente que determine si hay una diferencia clínica signifi- ECA
cativa entre el tratamiento con TCC y la combinación TCC-antidepresivos (imipra- 1++ .
ón
mina) en el número de abandonos por efectos adversos (1 ECA; N=86; Mitchell,
a ci
1990243; RR: 0,51; IC 95%: 0,06 a 4,70).
a liz
ctu
Hay evidencia insuficiente que determine si hay una diferencia significativa u a ECA
s
en el tratamiento con antidepresivos (fluoxetina) vs. fluoxetina-AA en el núme- t e 1++
en
ro de abandonos por alguna razón al finalizar el tratamiento (2 ECA; N=91; i
Mitchell, 2001258; Walsh 2004328; RR: 1,15; IC 95%: 0,72 a 1,84). e nd
p
á
est
Hay evidencia insuficiente que determine si el tratamiento con y AA vs. AA- ECA
c a
antidepresivos (imipramina) difiere en el número de abandonos i por alguna 1++
lían 4,88).
razón (1 ECA; N=43; Mitchell, 1990243; RR: 0,48; IC 95%: 0,05 C
a
it c
ác
Pr
Hay evidencia insuficiente que determine si el tratamiento con CN difiere ECA
del CN-antidepresivos (fluoxetina) en el número dedeabandonos por alguna razón 1++
a
al finalizar el tratamiento (RR=0.66; IC 95%: 0,29 uí a 1,49) o por efectos adversos
(RR: 0,11; IC 95%: 0,01 a 2,04) según 1 ECAa(N=67; Beumont, 1987) . G 294
t
es
En un ECA (Goldbloom, 1997)323 se comparó de la fluoxetina vs. fluoxetina-TCC. ECA
n
ó adversos en el grupo de fluoxetina y cua-
i
ac
Se produjeron dos abandonos por efectos 1+
tro en la combinación de fluoxetina-TCC. l ic
b
pu
En un ECA (Walsh, 2004) la 328, los abandonos fueron del 54% en el grupo tra- ECA
d e
tado con fluoxetina-AAG
d es vs. del 88% en el grupo placebo-AAG vs. del 70% en 1++
el grupo fluoxetina vs.sdel 64% en el grupo placebo. No se informó sobre presen-
o
cia de efectos adversos. añ
5
de
En un ECA ás (Mitchell, 2001) , el número de abandonos fue bajo: placebo ECA
258
n
a sos y el número de abandonos promedio fue del 25%. 1+
H
En 2 ECA (Walsh, 1997233; Wilson, 1999326), el abandono promedio fue del 34% ECA
y no se informó sobre efectos adversos. 1++
.
ón
9.16.3. Trastorno por atracones ci
a
liz
a
9.16.3.1. ¿Cuál es la eficacia de la combinación de intervenciones c tu
para las personas afectadas de TA? a
su
e
ent
La respuesta se fundamenta en la guía del NICE (2004) , donde se describen 30
i los resulta-
dos de los ECA, en las RSEC de calidad (1++), una elaborada por la AHRQ e nd de los EEUU
p
(2006)31 y otra de más reciente publicación de Brownley, et al. (2007)245s.táEn la actualización
e
de la evidencia se ha identificado un nuevo ECA. y
c a
l í ni
evidencia científica C
a
it c
c
En un ECA (Grilo, 2005; EEUU)329 se comparó la fluoxetina
P rá (60 mg/día) vs. ECA
placebo vs. TCC vs. TCC-fluoxetina en 108 pacientese (78% mujeres) adultos con 1++
d
TA en régimen ambulatorio durante 16 semanas. íLos a grupos que recibieron TCC
u
(sola o combinada con fluoxetina) obtuvieron mejores G resultados que en el grupo
placebo y fluoxetina sola en la reducción s tade la frecuencia de atracones, los
e
síntomas relacionados con el TCA, ladedepresión y en mayor frecuencia de
remisión. No hubo diferencias con el ipeso. ón
a c
l ic
En un ECA (Agras, 1994; EEUU) u b 325
se comparó la TCC (3 meses) - terapia ECA
p
de pérdida de peso (6 meses) la - terapia de pérdida de peso (9 meses) vs. TCC 1+
e
sd
(3 meses) - terapia de pérdida de peso (6 meses) - desipramina (300 mg/día) en
109 mujeres adultas condeTA en régimen ambulatorio. Los grupos que recibieron
TCC mostraron unañreducción os significativa en los atracones a las 12 semanas de
a
tratamiento, aunque 5 el efecto no se mantuvo al año de seguimiento. No hubo
diferencias en las de puntuaciones de depresión entre los grupos. Al comienzo del
tratamiento, ás
m la pérdida de peso fue mayor en el grupo con terapia de pérdida
olos 3 meses de seguimiento fue mayor la pérdida de peso en el grupo de
rid
de peso. A
ur
TCC-desipramina (promedio de pérdida: 4,8 Kg).
nsc
tra En un ECA (Grilo, 2005; EEUU)330 se comparó la TCC-orlistat (120 mg ECA
a n
H 3/día) vs. TCC-placebo durante 12 semanas de tratamiento en 50 pacientes (88% 1++
mujeres) adultos (IMC>30) con TA en tratamiento ambulatorio. El grupo con
orlistat tuvo mayores remisiones al finalizar el tratamiento, pero no a los dos
meses de seguimiento. Este grupo también presentó pérdidas de peso.
En un ECA (Devlin, 2007; EEUU)331 de 116 personas con TA (90 mujeres y ECA
26 hombres) (rango de edad: 18-70 años) se comparó el TCC individual-fluoxetina 1++
lic
b
evidencia científica pu
la
d e
En un ECA (Grilo, 2005;esEEUU)329 donde se comparó fluoxetina vs. placebo vs. ECA
d
os
TCC-placebo vs. TCC-fluoxetina, el porcentaje de abandonos fue el siguiente: 1++
placebo (15%), fluoxetina añ (22%), TCC-placebo (21%), TCC-fluoxetina (23%).
5 efectos adversos.
No se informó sobre
d e
ás
En un m
o ECA (Agras, 1994) , el abandono de la terapia de pérdida de peso ECA
325
a n
H
evidencia científica
de
GPC30 En otro estudio de seguimiento de 66 í a mujeres con AN embarazadas, éstas
u
presentaron un porcentaje mayorGde cesáreas y de prematuridad que en el
ta
grupo sin TCA (Bulik, 2008)337 es.
de
GPC30 n
En un estudio realizadoióen embarazadas con AN, se realizó el seguimien-
to del peso del feto en acel útero. El crecimiento del feto fue lento, en espe-
l ic
b
cial, en el último trimestre (Treasure, 1988)338.
pu
la
GPC30 e
Las mujeres dembarazadas con AN tienen un alto riesgo de presentar par-
e
tos prematuros. s Hay series de casos que sugieren las dificultades de las
d
mujeresoscon AN para alimentar a sus bebés (Russell, 1998339; Wezel-
Meijle,añ 1989340), otros estudios informan de un crecimiento anormal de
5
de niños (Hodes, 1997) .
estos 341
ás
m
do
r i
ur
Recomendaciones
s c
Dan 9.20.1. Las pacientes embarazadas con AN, sea este trastorno un primer epi-
rt
a n sodio o una recaída, precisan de una atención prenatal intensiva con
H una adecuada nutrición y un control del desarrollo fetal. (Se adopta
la recomendación 6.4.8.1. de la guía NICE).
10.1. ¿Qué instrumentos son de utilidad para la evaluación de los síntomas y la con-
ducta de los TCA?
.
10.2. ¿Qué instrumentos son de utilidad para la evaluación psicopatológica de los TCA? aci
ón
a liz
tu
ac
su
e
10.1. ¿Qué instrumentos son de utilidad paradiela nt
n
evaluación de los síntomas y conducta de álos pe TCA?
t
es
y
i ca
En los últimos años se han descrito numerosos instrumentos Cpara lín la evaluación de los sín-
a
tomas y conductas que presentan las personas que padecen t ic TCA. Los cuestionarios auto-
ác 7, “Diagnóstico”) son los dos
Pr
aplicados y las entrevistas semiestructuradas (ver capítulo
principales instrumentos para dicha evaluación. Existen de además otras mediciones relacio-
nadas como la preocupación por la imagen corporal, í a la ingesta dietética, entre otras, así
u
como las relacionadas con la comorbilidad (depresión, G ansiedad, etc.).
s ta
e
Los cuestionarios autoaplicados miden de síntomas o conducta de riesgo para TCA, no
n
dan un diagnóstico específico (ver capítulo c ió 7, “Diagnóstico”). A diferencia de las entrevis-
c a
i experiencia y administración individualizada y, por
bl
tas semiestructuradas que requieren
consiguiente, aumento en el costo p u y en el tiempo, los cuestionarios autoaplicados son rela-
tivamente económicos, consumen l a menos tiempo y pueden aplicarse a grupos grandes de
personas; sin embargo, existe s de mayor dificultad en cuanto a la definición e interpretación
de los conceptos, por los que de hay que tener cautela en pretender generalizar los resultados342.
o
añ
5 aplicar un cuestionario, es importante tener en cuenta sus propiedades
de
En el caso de
psicométricas: ásvalidez y fiabilidad, sensibilidad y especificidad, entre otras características,
m
con el fin ode seleccionar el más conveniente de acuerdo con los propósitos de la evalua-
d
ción, tanto
urri durante la fase inicial del diagnóstico como durante la fase de tratamiento.
c
a ns
tr Este capítulo presenta una revisión de los diferentes cuestionarios autoaplicados que
n
a con mayor frecuencia se utilizan en la evaluación de los TCA. Además, se mencionan algu-
H
nos de los instrumentos que evalúan características relacionadas con los TCA, pero que
no son en sí mismos instrumentos para detectar/diagnosticar/evaluar TCA. También se
describen los instrumentos para la evaluación psicopatológica de los TCA.
ác
Pr
Cada ítem se puntúa mediante una escala de dLikert e de 6 puntos. Se pueden sumar
todas las subescalas para una puntuación global o í autilizar cada subescala por separado; clí-
u
nicamente posee mayor relevancia el valor cuantitativo G de cada una de las ocho subesca-
s ta
las que la puntuación global. La puntuación e total máxima de este cuestionario es de 192,
e
el punto de corte es de 42 o más puntosden las ocho subescalas originales para diagnosti-
n
car un TCA. Algunos autores argumentan c ió que la especificidad del EDI es baja, ya que no
c a
i
bl
se puede diferenciar adecuadamente a los individuos con TCA de aquellos que tienen
otros trastornos psicológicos344p.uEn un estudio realizado a mujeres, se observó que las
subescalas que mejor diferencian la la AN de la BN son las de sintomatología bulímica e
d e
insatisfacción con la imagen e s corporal, aunque ésta última es alta en ambos TCA. Mientras
d
os
que subescalas como baja autoestima, miedos interpersonales, miedo a madurar, identifi-
cación interoceptiva a ñ y la motivación para adelgazar, que aparecen comúnmente altas en
5
de
ambas patologías, diferencian a pacientes con algún TCA de los sujetos control.
á
Subescalas como s insatisfacción con la imagen corporal, motivación para adelgazar y rea-
m
lización deo dietas aparecen comúnmente altas tanto en pacientes con algún TCA como en
d general345.
rri
la población
u
sc
an
tr Hay diversas opiniones en cuanto a la utilidad del EDI. Varios autores sugieren que
n
a puede ser utilizado como prueba de cribado en muestras no clínicas, pero se debe tener en
H
cuenta que su habilidad para diferenciar entre los tipos de TCA es cuestionable. Sin
embargo, se sugiere que el EDI es capaz de discriminar entre individuos con TCA e indi-
viduos sin padecimientos psiquiátricos. Este cuestionario ha mostrado ser sensible a los
cambios registrados en individuos cuando se administra un tratamiento.
s
e
ent
Versión española del EDI-2 d i
n
La versión española fue adaptada por la editorial TEA, 1998348 pe
á
est
Se dispone también de la versión castellana validada en población mexicana. Cuando el
punto de corte es de 80 para la puntuación total, la sensibilidad es y del 91% y la especi-
c a
ficidad del 80%; cuando es de 105 puntos, la sensibilidad es del i 82% y la especificidad
lín
del 89%349. C
a
c tic
á
Pr
BULIT - Test de bulimia
Bulimia Test. Smith y Thelen, 1984 de
a
Dispone de versión española adaptada y validadauí en nuestro contexto.
(ver capítulo 6, “Detección” y Anexo 2.5.) a G
t
es
BITE - Test de investigación dedebulimia de Edimburgo
n
Bulimia Investigatory Test Edinburgh. c ió Henderson y Freeman, 1987
a y validada en nuestro contexto.
Dispone de versión española adaptada
b lic
(ver capítulo 6, “Detección” y Anexo pu 2.6.)
la
e
EDE-Q - Cuestionario e sd examen de trastornos de la conducta alimentaria
d Fairburn y Beglin, 1993
s
Eating Disorders Examination-questionnaire.
o
a ñ
5 cuestionario autoadministrado (se cumplimenta en menos de 15
El EDE-Q es un
d e
minutos) derivado ás de la entrevista semiestructurada EDE desarrollada por Fairburn
m
y Beglin,o 1993, y que contiene sus tres principales subescalas (restricción,
d
urri
preocupación por el peso y preocupación por la figura)350. Los resultados indican de
c consistente una correlación positiva, aunque moderada, entre el EDE y el
ns
forma
tr a
EDE-Q. La correlación fue superior en características que no presentan problemas de
n
a definición (por ejemplo, frecuencia de vómitos autoinducidos o promedio —en días
H
por semana— de abuso de laxantes); encontrándose los mayores índices de
discrepancia en la evaluación de días por semana en los que tuvieron lugar los
episodios de sobreingesta. De forma consistente, estos valores fueron superiores en el
EDE-Q. No se tiene conocimiento de la adaptación y validación en población
española del EDE-Q. No obstante, se dispone de la versión adaptada al castellano en
una muestra de población colombiana (S-EDE-Q)351.
D 10.1.1. La evaluación de las personas con TCA debería ser exhaustiva e incluir
aspectos físicos, psicológicos y sociales, así como una completa evaluación
del riesgo personal. (Se adopta la recomendación 2.8.1.1. del NICE).
.
ón
10.2.2. Ansiedad
a ci
a liz
STAI - Inventario de ansiedad rasgo-estado tu
State-Trait Anxiety Inventory. Spielberger, et al., 1970 ac
su
El STAI permite la autoevaluación de la ansiedad como estado ttransitorio e
en
(ansiedad/estado; A/E) y como rasgo latente (ansiedad/rasgo; A/R). Puede i aplicarse en
adolescentes (a partir de 13 años) y adultos. El instrumento consta de dos e ndpartes, con 20
p
preguntas en cada una de ellas. La primera (A/E) evalúa unstáestado emocional
e
transitorio, caracterizado por sentimientos subjetivos, conscientemente y percibidos, de
c a
atención y aprensión y por hiperactividad del sistema nervioso i autónomo. La segunda
lín que caracteriza a los
(A/R) señala una propensión ansiosa, relativamente estable, C
a amenazadoras. Tiene una
individuos con tendencia a percibir las situaciones como it c
c
adecuada validez y fiabilidad364. rá P
de
Versión española del STAI a
uí
G
Se dispone de la versión española adaptada aa nuestro medio por TEA Ediciones, 1982365
t
es
Versión infantil del STAI (STAI-C) de
n
ó de 9 a 15 años con una duración entre 15 y 20
El STAI-C puede administrarse en niños
a ci
c
i de la ansiedad-estado y de la ansiedad-rasgo en estas
bl
minutos. Su objetivo es la evaluación
edades366. p u
la
e
Versión española del STAI-C e sd
d
Se dispone de la versión
o s española adaptada a nuestro medio por TEA Ediciones, 1990367
añ
5
de
HARS - Escala de Hamilton para la ansiedad
Hamilton Anxiety á s Rating Scale. Hamilton, 1959
m
La HARSo es una escala heteroaplicada para la evaluación de la ansiedad a partir de
d
síntomas
urri mediante los cuales se explora la ansiedad, la tensión, los síntomas neuro-
c
ns
vegetativos y somáticos. La escala consta de 14 ítems que puntúan de 0 a 1 e indica la
rt a
intensidad con que se cumplieron o no durante el último mes los síntomas que se
andescriben en la misma368.
H
Versión española del HARS
Se dispone de la versión española adaptada a nuestro medio por A Lobo y L Chamorro, 2002369.
10.2.3. Depresión
.
ón
a ci
BDI o Beck - Inventario de depresión de Beck
a liz
Beck Depression Inventory. Beck, et al.,1961 ctu
El BDI o Inventario de Depresión de Beck es un cuestionario autoaplicado parau evaluar a
s
la existencia o severidad de síntomas de depresión. Dada su probada validez tye fiabilidad
n
tanto en poblaciones clínicas como no clínicas es uno de los más utilizados. También d ie es útil
en el cribrado de población general y de pacientes somáticos. Consta de e n21 ítems y tiene
p
como objetivos identificar síntomas típicos de la depresión severa y estimart á la intensidad
es de la depresión. La
de la depresión. La puntuación global permite estimar la intensidad y
puntuación obtenida va de 0 a 63 puntos y los puntos de corte son i ca los siguientes: 0-9 (nor-
ín
mal), 10-18 (depresión leve), 19-29 (depresión moderada)Cly 30-63 (depresión grave).
a
Puede ser utilizado a partir de los 16 años371. tic
ác
Pr
Versión española del BDI o Beck depresión de
a población española por C Conde y
Se dispone de la versión adaptada y validada para uí
G
E Useros, 1975 . Después, J Sanz, et al., 2003,ahan adaptado la versión Beck-II (BDI-II)373.
372
t
es
de la depresión
HAM-D - Escala de Hamilton para
n
Hamilton Depression Rating Scale. c ió Hamilton, 1959
a
La HAM-D es un cuestionario heteroaplicado
b lic que valora la severidad de los síntomas
observados en la depresión, como p u insomnio, agitación, ansiedad y pérdida de peso. Desde
que se publicó ha sido ampliamente l a utilizado. Consta de 21 ítems de respuesta múltiple.
e
dcontribuyen
Las primeras 17 preguntas e s a la puntuación total, y las preguntas de la 18 a la
d
21 se realizan para darsmayor información sobre la depresión, como por ejemplo, si los sín-
o
tomas paranoicos están añ presentes en el paciente368, 374.
5
de
Versión españolaás del HAM-D
m
Se disponeode la versión española adaptada a nuestro medio por A Lobo y L Chamorro, 2002369.
d
urri
CDIsc- Inventario de depresión infantil
n
tra
Children Depresión Inventory. Kovacs, 1991
n
a El CDI es el instrumento más utilizado y mejor aceptado por los expertos en depresión
H
infantil, pues ha demostrado un comportamiento muy sólido desde el punto de vista psi-
cométrico y gran utilidad para los fines clínicos. Puede aplicarse tanto a población gene-
ral como clínica. En el primer caso, sirve para hacer un rastreo o cribado y, en el segundo,
como elemento inicial del diagnóstico. Se obtiene una puntuación general de depresión
que se descompone en dos escalas: disforia y autoestima negativa. Se trata de una escala
autoaplicada que consta de 27 ítems. Cada ítem tiene tres respuestas valoradas de 0 a 2,
10.2.4. Personalidad
.
ón
a ci
MCMI-III – Inventario clínico multiaxial de Millon
a liz
Millon, 1990 ctu
Permite la exploración e identificación de personas con dificultades emocionalesuyaperso-
s
nales que puedan requerir una evaluación más profunda o una atención profesional. t e
en
Consta de 175 ítems que evalúan las siguientes escalas: fiabilidad y validez;diaspectos bási-
cos de la personalidad, personalidad patológica, síndromes clínicos de gravedad e n modera-
p
da y síndromes de gravedad severa. De aplicación fácil, los procedimientos t á interpretativos
s
están mecanizados y el usuario puede obtenerlos in situ en el casoy ede pacientes ambula-
a
torios de centros de salud mental, hospital general o clínica privada
n ic para informe pericial.
lí
Dispone de puntos de corte en las escalas para tomar decisiones C ante trastornos compor-
a
tamentales o síndromes clínicos. Su aplicación puede ser
c tic individual y colectiva, con un
rá (a partir de 18 años)377.
tiempo de administración que oscila entre 20 y 25 minutos
P
de
Versión española del MCMI-III a
uí
Dispone de una versión adaptada por TEA Ediciones G 378
s ta
e
MACI (versión para adolescentes deldeMCMI-III)
n
El MACI (Inventario clínico de Millon c ió para adolescentes, Millon Adolescent Clinical
Inventory) ha sido diseñado paralicaevaluar características de personalidad y síndromes
b
clínicos en adolescentes de 13 pau 19 años. Es de aplicación individual. Su específico dise-
ño para adolescentes contrasta la
d e con otros cuestionarios clínicos pensados para población
adulta. El completo sistema
d es teórico que lo sustenta y la confluencia en sugerencias diag-
os
nósticas y elementos con el actual DSM IV, así como un completo estudio de validación,
lo hacen un valioso a ñ y relevante instrumento. Es especialmente útil en la evaluación y
5
confirmación dee hipótesis diagnósticas, en la planificación del tratamiento y en la medi-
d
da del progreso ás en las diferentes fases del tratamiento. Consta de 160 ítems que se agru-
pan en 27oescalas m divididas en tres grandes áreas: características de personalidad, preo-
cupaciones rr i d expresadas y síndromes clínicos. Dispone de puntos de corte para tomar
u
nsc
decisiones ante trastornos o síndromes clínicos y de índices de validez y control (versión
rt a
original del MACI).
an
H
Versión española del MACI
Dispone de una versión adaptada por TEA Ediciones379
n
d ie
n
IPDE - Examen internacional del trastorno de la personalidad pe
International Personality Disorder Examination. Loranger, 1979stá
El IPDE es un instrumento diagnóstico, basado en una entrevista yclínica e semiestructura-
c a
da, que además es compatible con los criterios de valoración CIE-10 i y DSM-IV. Sus resul-
tados permiten también medir otras categorías mayores deCdesórdenes lín de personalidad
c a
que hasta ahora se habían omitido, ofreciendo un diagnóstico ti fiable uniforme que pueda
ser internacionalmente aceptado383. r ác
P
de
Versión española del IPDE a
uí
G
Se dispone de la versión española a cargo de aLópez-Ibor, et al., 1996384
t
es
de
10.2.5. Obsesividad n
ió
c ac
i
u bl
Y-BOCS - Escala Yale-Brown p para el TOC
Yale-Brown Obsessive-Compulsive l a Scale. Goodman et al., 1989
e
den
Goodman, et al. diseñaron e s 1989 la escala Y-BOCS para el TOC definido según los crite-
d
rios del DSM-III-R. Las escala mide la intensidad del TOC sin analizar el contenido de los
o
síntomas; valora porañseparado obsesiones y compulsiones; es sensible y selectiva en los cam-
5 de los síntomas. No es un instrumento diagnóstico, se aplica de forma
de
bios de la severidad
ás y no confunde variables de rasgo y estado. De este modo, la Y-BOCS está
rápida y práctica,
creada para m
o utilizarse en pacientes con diagnóstico de TOC, siendo un método adecuado
rr id la intensidad de los síntomas y su variación ante el tratamiento. Múltiples estu-
para medir
cu comparación y validación entre los instrumentos creados para medir sintomatolo-
dios sde
n
tra obsesivo-compulsiva concluyen que, de todos ellos, la Y-BOCS es la más adecuada por
gía
n
a su mayor confiabilidad, consistencia interna y sensibilidad al cambio385.
H
Versión española del Y-BOCS
Se dispone de la versión adaptada y validada en nuestro medio por Sal, et al., 2002386
Recomendación
.
ón
11.2. ¿Hay factores pronóstico en los TCA?
a ci
a liz
tu
ac
su
11.1. ¿Cuál es el pronóstico de los TCA? e
nt
ie
nd
pe
tá
Anorexia nerviosa es
y
a
Existen datos contradictorios sobre el pronóstico de la AN a pesar
n ic de su prolongado reco-
lí
C
rrido histórico, motivados por diversos factores: estudios de seguimiento con gran variabi-
c a
lidad temporal, resultados dispares según la época en lati que se realizan estos estudios,
c
escasez de estudios de intervención aleatorizados conrá una valoración suficiente de los
P
resultados, etc. de
a
uí
Teniendo en cuenta las limitaciones anteriores, G los resultados de la revisión de los
s ta
principales estudios y RSEC sobre el pronóstico e de la AN indican lo siguiente: la tasa
bruta media de mortalidad es del 5% con e
d desviación estándar alta (5,7) y un intervalo de
i ón son en general superiores a las de la población
ac con la duración del seguimiento. En contrapo-
0 a 22388, 389. Las tasas brutas de mortalidad
general y aumentan significativamente l ic
b
sición a este dato, parece que el resultado pu global en los supervivientes mejora con la duración
del seguimiento (con las consiguientes l a implicaciones terapéuticas).
s de
dede AN evoluciona a remisión completa390-392. La remisión parcial
El 50% de los casos s
se observa entre ela20%-30% ño de los casos de AN388, 391. Entre el 10% y 20% de los casos
5
de
evolucionan a cronicidad 389, 391, 393
.
á s
m
o
Bulimia r rid nerviosa
u
nsc
Eltracurso natural de la BN a los 5 años en pacientes que viven en comunidad es el siguien-
n
a te: cada año, el 33% remite y otro 33% recae. Lo que indica un pronóstico relativamente
H
malo para personas no tratadas74.
.
ón
a ci
a liz
tu
ac
su
e
nt
ie
nd
pe
tá
es
y
ca
líni
C
ti ca
r ác
P
de
a
uí
G
t a
es
de
n
ió
ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
12.1. ¿Cuál es el procedimiento legal a seguir ante la negativa de una persona afecta-
ó n.
i
da de TCA a recibir un tratamiento? ac
a liz
tu
ac
12.2. ¿Es válido jurídicamente el consentimiento informado de un menor de edad
afectado de TCA? su
e
ent
i
12.3. En el caso de un menor de edad afectado de TCA, ¿cómo se resuelve
nd jurídi-
camente el dilema entre el deber de confidencialidad, el respetopea la autonomía
á
y las obligaciones respecto a los padres o tutores legales del emenor? st
y
i ca
lín
C
a
t ic
12.1. ¿Cuál es el procedimiento legal ác a seguir ante la
Pr
negativa de una persona afectada de de TCA a recibir
í a
u
un tratamiento? G
s ta
e
Para recibir un tratamiento médico es preciso de emitir un consentimiento después de cono-
i ón en virtud del artículo 10 del Código de Ética405
ac
cer la información relativa al tratamiento,
y de los artículos 4, 8 y 9 de la Leylic41/2002 406
.
u b
p
Jurídicamente el consentimiento la informado es un acto personalísimo, intransferible e
e
indelegable. No se trata ede sd un acto jurídico formal y por ello no se regula por el código
d
o s
civil. Así pues, el consentimiento informado y personal del paciente es un derecho que
siempre debe respetarse a ñ salvo en las excepciones expresamente previstas en las leyes.
5
de
Una de álas s excepciones es la falta de capacidad del paciente. La ley española per-
mite al facultativom hacer las intervenciones clínicas indispensables aún sin consentimien-
d o
rr i
to del afectado (artículo 9.2 Ley 41/2002)406 cuando exista un riesgo inmediato grave
parassu cu integridad física o psíquica, previa consulta a sus familiares o personas vincula-
n
tra al enfermo.
das
a n
H
La aplicación de la Ley 41/2002406 prevé algunos supuestos excepcionales al consen-
timiento válido de un paciente de 16-17 años, pero ninguno de ellos es del ámbito psi-
quiátrico, por lo que se considerará mayoría de edad sanitaria a partir de los 16 años en
el ámbito de aplicación de esta guía.
os
12.1. Se recomienda el uso de la vía legal (judicial) en los casos en los cua-
lesañel profesional estime oportuno salvaguardar la salud del paciente,
5
de
preservando siempre el derecho de éste a ser escuchado y convenien-
á s temente informado del proceso y de las medidas médicas y jurídicas
m que se aplicarán. El procedimiento bien informado no sólo es un acto
o
rr id respetuoso con el derecho a la información, sino que puede facilitar la
c u
ns
cooperación y motivación del enfermo y su entorno en el procedimien-
rt a to de hospitalización completa.
a n
H
– Artículo 10 del Código de Ética y Deontología Médica, 1999. OMC, Revista del
Consejo General de Colegios Médicos de España, 1999 (66): 2.124 y 2.931405.
á
e st
la voluntad de la familia en los casos en que éste no sea capaz, ni emocional ni intelectual-
mente, mediante el llamado consentimiento por representación, con y las siguientes limita-
c a
ciones legales: i
lín
C
• a
Es obligación del facultativo escuchar siempre a losticmenores mayores de 12 años y
tener en cuenta su opinión de acuerdo con su grado r ác de crecimiento y aptitud perso-
P
e la toma de decisiones a lo largo del
nales, participando en la medida de lo posible den
a
proceso sanitario. uí
G
s ta
• A partir de los 16 años la ley entiende eque el consentimiento debe ser prestado direc-
tamente por el enfermo en todos losdecasos, excepto en las situaciones de grave riesgo
n
inminente para su salud, en las cque ió el facultativo debe únicamente informar y escu-
char la opinión de los padres.lica
b
pu
la
Recomendación
d e
d es
Según legislación vigente
ón.
Visita rutina AP ci
iza
al
tu
ac
su
Evaluación
Cribado TCA
te
ien
end
p
Infancia Adolescentes tá
(8-11/12 años) Adultos es
y
a
ic
lín
C
a
ChEAT
c ticEAT-26
SCOFF
á
EAT-40,
Pr BULIT-R, BITE
BULIT,
de
a
uí
G
ta
es
d e SÍ Sospecha de un TCA
ón
Respuesta
(ver algoritmo 2)
a ci
l ic
pub NO
la
sde
de
Control rutinario AP
os
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
Sospecha de un TCA en AP
Exploración
y analítica
básicas
ó n.
a ci
iz
al
tu
ac
¿Riesgo SÍ Criterios SÍ Urgencias
derivación Alta
su
vital? hospital hospital
te
NO
ien
nd
¿Persona SÍ pe
consciente del
tá
es
problema?
y
NO
ica
lín
• Entrevista clínica
• Expl. física y psicopatológica
C
• Expl. complementarias a
c tic
Prá
de
a
• Entrevista clínica uí
• Expl. física y psicopatológica G
t a
es
• Expl. complementarias
de
• Entrevista familia
ón
a ci SÍ ¿Criterios SÍ
ic
¿Diagnóstico CSM
bl
derivación
de TCA?
CSM?
pu
la NO NO
e
sd • Consejo nutricional
de • Valoración ingesta y peso
os
añ SÍ
5 ¿Criterios
HdD
de
ingreso
SÍ HdD?
ás
Respuesta
m NO
do
rri
NO
c u ¿Criterios SÍ
Hospital
s
ingreso
an
hospital?
tr Seguimiento
an
AP
H
Diagnóstico AN
CIE-10/DSM-IV-TR
Intervenciones
Terapias psicológicas .
ón
Valoración nutricional farmacológicas
(TCC o AA o AAG o TFS o
i
ac
• No se recomienda como
TIP o TPD o TC)
tratamiento primario
li z
• Precaución en su a
indicación ante
c tu
comorbilidades a
• Riesgo de efectos su
e
nt
adversos
cardiovasculares
ie
e nd
p
tá
es
Consejo y
Renutrición en función del grado
a
ic
de malnutrición y colaboración
lín
del paciente: nutricional
• Dieta oral C
a
tic
• Nutrición artificial: enteral oral
o parenteral
ác
Pr
de
a
uí
G
t a
es
de
CSMIJ/CSMA
n HdD/Hospital
ió
ac
= 6 meses
ic = 12 meses
bl
pu SÍ SÍ
a
Respuesta
l Respuesta
s de
de
o s NO Seguimiento o alta NO
añ
5
de
ás
m Tratamientos
do
rri
más intensivos
c u
ns
tra NO SÍ
an
Respuesta Seguimiento o alta
H
Diagnóstico BN/TA
CIE-10/DSM-IV-TR
Consejo nutricional
y de higiene dental
ón.
SÍ • Eliminar conducta
ci
za
¿Desequilibrio
i
• Administración oral
al
electrolítico?
electrolitos
tu
NO ac
u
• Consejo sobre su s
e
SÍ
nt efecto
reducción gradual
e
¿Abuso laxantes?
i
laxantes nd
• Información sobre
pe
NO
tá
es
y
c a
ni recomienda el tratamiento
Terapias psicológicas Intervenciones farmacológicas
TCC-BN o TCC-TA Sólolíse
C
+AA o AAG
a
farmacológico con antidepresivos
c tic
P rá
de
a
CSMIJ/CSMA uí
HdD/Hospital
G
ta
4-5 meses es
de
ón
SÍ SÍ
aci
Respuesta
lic Respuesta
p ub
NO a
l o alta NO
e
Seguimiento
sd
de
o s
añ
5
de TIP
ás
m 8-12 meses
do
urri SÍ
sc Respuesta Seguimiento o alta
tran
an NO
H Ttos. más intensos
(TCC o TIP) + AA/AAG
NO SÍ
Respuesta Seguimiento o alta
1) Ante una persona que consulta (atención primaria) por sospecha de un TCA, des-
pués de realizar la exploración y analítica básica, se debe valorar si está en situación
biológica o mental límite.
Las terapias psicológicas a considerar para la AN son: TCC, TFS, TIP, TPD y TC. (Grado
D). Recomendación 9.GP.1.
1 2 3
n.
forma adecuada (ver Anexo 2.10.)
ó
aci
iz
Derivación Proceso Proporción de pacientes con TCA Adecuación x x
derivados con el criterio de urgencia de al
tu
forma adecuada (ver Anexo 2.10.)
ac
su
Derivación Proceso Tiempo medio transcurrido entre el alta Continuidad x e
t x
i en
nd
hospitalaria y la primera visita en control asistencial
pe
ambulatorio (CSMIJ/CSMA) o en el hospital
de día (estándar <15 días)
tá
es
y
Diagnóstico Proceso Proporción de pacientes en los que se a
Adecuación/
c
x x x
realiza la confirmación diagnóstica antes de
líni
Resolución
los 2 meses desde la primera consulta C
a
(ver Anexo 2.10.)
ctic
P de rá
Tratamiento Proceso Proporción de pacientes diagnosticados
e Adherencia al x x x
TCA que continúan en tratamientod6 meses
í a tratamiento
u
G
o más (estándar >70%)
ta
Seguimiento Proceso Proporción de pacientes esdiagnosticados de Efectividad/ x x
TCA en control ambulatoriode en el hospital Resolución
ó n
c i
de día o en el CSMIJ/CSMA dados de alta
c ade
según número
i
bl
meses de seguimiento
(estándaru>60%)
p
la
e de entrevistas con familiares en
sd
Seguimiento Proceso Número Atención x x x
erelación con las visitas para las personas
d diagnosticadas de TCA (estándar 1/mes)
integral
s
año
5
de
Seguimiento Resultado Porcentaje de reingresos en hospital Efectividad/ x x
ás
general a los 3, 6, 9 y 12 meses Continuidad
r ido
ur
Diagnóstico Resultado Proporción de personas atendidas con el Control x x x
sc
an
diagnóstico de TCA en AP, CSMA, CSMIJ, de la
tr hospital de día y hospital general enfermedad
an (ver Anexo 2.10.)
H
Atención Resultado Índice de satisfacción de las personas Satisfacción x x x
integral afectadas y familiares al final del
tratamiento (ver Anexo 2.10.)
Que clarifiquen los beneficios, frente a los riesgos potenciales, de los programas de preven- .
ón
ción primaria en la escuela y en los medios de comunicación. ci a
liz
a
Que describan mejor el valor de las intervenciones preventivas (cribados y factores de riesgo) c tu en
a TCA.
su
la infancia y la adolescencia, considerados como los grupos con mayor riesgo de desarrollar
e
ent
Para mejorar la evidencia respecto a la elección del tratamiento prescrito, dlai selección de
n
otros tratamientos específicos y la duración e intensidad previstas del tra-tamiento pe a fin de
conseguir los resultados óptimos (inmediatos y a largo plazo), basadossten indicadores clíni- á
e
cos claramente definidos y en una descripción más precisa de los estadios y de estos trastornos.
c a
l í ni
Para determinar los factores de riesgo biológicos y genéticos C precursores de los TCA.
c a
También para determinar los factores de riesgo ambientales,ti neuropsicológicos y de persona-
ác
Pr
lidad precursores-protectores de los TCA.
de
Sobre los métodos adecuados para el tratamiento í aen la osteopenia, la osteoporosis y otras
u
“enfermedades-secuela” en la AN. G
ta
es
En el caso de la AN, que investiguen sobre de los tratamientos específicos para personas jóve-
n
ó sensibles al tratamiento y deberían diferenciarse
nes afectadas, que probablemente soncimás
c a
de los tratamientos para mayores yli personas con la enfermedad más cronificada, dado que
b
las características y la respuesta al pu tratamiento, en otras enfermedades, varían entre estos gru-
pos. Se requieren amplios estudios la multicéntricos con una potencia adecuada, dadas las difi-
d e
cultades de reclutar y retener e s personas con AN en estudios controlados sobre tratamiento,
d
os
por la alta tasa de abandonos.
a ñ
5 que ayuden a determinar factores predictores de éxito-fracaso terapéutico
En el caso de la BN,
d e
s
y predictores átempranos de cambio. También se requieren mejores estudios para el tratamien-
m
to de casoso complejos con múltiples comorbilidades, tan a menudo observados en la práctica.
d
urri
En elsccaso del TA, combinado con obesidad, sobre la secuencia óptima de tratamientos (p.ej.,
antratamiento para el TA precede, o no, al tratamiento para el control de peso) y sobre los
sitrel
anbeneficios a largo plazo del tratamiento, con respecto a los síntomas del TCA y del peso.
H
Que analicen en profundidad las características clínico-fenomenológicas intrínsecas de los
TCANE (clínicas y personalidad) y la eficacia de abordajes terapéuticos específicos.
Que analicen endofenotipos asociados a los TCA (casos purgativos, subgrupo impulsivo, etc.)
y eficacia terapéutica.
.
ón
B Un volumen de evidencia compuesta por estudios clasificados como 2++,
directamente aplicable a la población diana de la guía y que demuestran gran ac
i
consistencia entre ellos, o evidencia extrapolada desde estudios clasificados a liz
tu
como 1++ o 1+. ac
su
t e
en
C Un volumen de evidencia compuesta por estudios clasificados como 2+ directamen-
i
te aplicables a la población diana de la guía y que demuestran gran
e nd consistencia
entre ellos; o evidencia extrapolada desde estudios clasificados como 2++. p
tá
es
y estudios clasificados
ca
D Evidencia de nivel 3 o 4 o evidencia extrapolada desde
i
como 2+. lín
C
a
t ic
ác
Buena práctica clínica Pr
de
í a
¸* Práctica recomendada basada en la experiencia u clínica y el consenso del equipo
G
redactor. t a
es
d e
ión
ac algún aspecto práctico importante sobre el que se quiere hacer énfasis y para el
ic que lo sustente. En general, estos casos están relacionados con algún aspecto del
* En ocasiones el grupo de trabajo se percata de que existe
l
b nadie cuestionaría habitualmente. Estos aspectos son valorados como puntos de buena
cual no existe, probablemente, ninguna evidencia científica
s d
de
ñ os
a
5
d e
ás
m
d o
r i
c ur
ns
rt a
an
H
ó n.
Nombre:
a ci
iz
al
Sexo: tu
ac
su
Edad: te
ien
nd
pe
stá
e tan lleno que le
1. y
¿Tiene la sensación de estar enfermo/a porque siente el estómago
a
resulta incómodo? ic
lín
C
a
SÍ NO
c tic
Prá
de
2. ía controlar cuánto come?
¿Está preocupado porque siente que tiene uque
G
t a
SÍ NO es
de
ón
a ci
3. lic de 6 kg en un período de tres meses?
¿Ha perdido recientemente más
b
pu
SÍ NO la
e
sd
de
os
4. ¿Cree que estáañgordo/a aunque otros digan que está demasiado/a delgado/a?
5
de
SÍ ás NO
m
do
urri
c
ns
5. ¿Diría que la comida domina su vida?
tra
an SÍ NO
H
Categorías de respuesta:
Siempre / Muy a menudo / A menudo / A veces / Raramente / Nunca.
Categorías de respuesta:
Siempre / Casi siempre / Muchas veces / Algunas veces / Casi nunca / Nunca.
Nombre: Fecha:
21. Cuando me meto en una comilona, tiendo a comer comidas altas en carbohidratos
.
(azúcares, almidón)
ión
c
za
1. Siempre
li
2. Casi siempre a
c tu
3. Frecuentemente a
4. A veces su
te
en
5. Raramente, o no tengo comilonas
i
e nd
22. Comparado con la mayoría de la gente, mi capacidad para controlar p mi conducta
t á
alimenticia parece ser: es
y
1. Mayor que la capacidad de otros/as a
n ic
2. Más o menos igual lí
3. Menor C
a
4. Mucho menor c tic
á
5. No tengo absolutamente ningún control Pr
de
í a
23. Uno de sus mejores amigos/as de repenteu sugiere que ambos vayan a cenar a un
G
nuevo restaurante esa noche. Aunque usted
s ta haya planeado comer algo ligero en casa,
usted va y come fuera, comiendo bastante e y sintiéndose incómodamente lleno/a.
e
den
¿Cómo se sentiría consigo mismo/a
ón el camino de vuelta a casa?
i
1. Bien, contento/a de haber conocido ac un nuevo restaurante
2. Lamentando un poco el haber l ic comido tanto
b
3. Algo frustrado/a conmigo pu mismo/a
la
4. Disgustado/a conmigo
d e mismo/a
s
de
5. Totalmente disgustado/a conmigo mismo/a
o s
24. Actualmente yo añ podría considerarme un/a “comedor/a compulsivo/a” (que tiene
5
episodios de de comida incontroladas)
ás
1. Absolutamente
2. Sí o m
rid probablemente
3. rSí,
c u
a ns4. Sí, es posible
tr 5. No, probablemente no
a n
H
25. ¿Cuál es el máximo peso que ha perdido en un mes?
1. Más de 20 kg
2. 12-20 kg
3. 8-11 kg
4. 4-7 kg
5. Menos de 4 kg
27. ¿Cree que es más fácil para usted vomitar que para la mayoría de la gente?
1. Sí, no me cuesta ningún trabajo
ó n.
i
2. Sí, es más fácil para mí
z ac
li
3. Sí, es un poco más fácil para mí a
4. Más o menos igual c tu
a
5. No, es menos fácil para mí su
e
nt
ie
nd
28. Siento que la comida controla mi vida
1. Siempre pe
tá
es
2. Casi siempre
3. Frecuentemente y
ca
4. A veces
líni
5. Raramente o nunca C
tica
c
29. Me siento deprimido/a inmediatamente después de
Prá comer demasiado
de
1. Siempre
2. Frecuentemente í a
u
3. A veces G
ta
4. Raramente o nunca es
5. No como demasiado de
n
c ió
a
lic
30. ¿Con qué frecuencia vomita después de comer tratando de perder peso?
1. Menos de una vez al mesu (o nunca) b
p
2. Una vez al mes la
e
3. Dos-tres veces al mes
e sd
4. Una vez a la semana d
5. Dos o más veces o s a la semana
añ
5
31. Cuando consume de una gran cantidad de comida, ¿con qué rapidez la come habitualmente?
á s
1. Más rápido que cualquiera lo haya podido hacer en su vida
m
d o
2. Bastante más rápido que la mayoría de la gente
i
r poco más rápido que la mayoría de la gente
3.urUn
c
a ns4. Como la mayoría de la gente
tr 5. Más lentamente que la mayoría de la gente (o no aplicable)
a n
H
32. ¿Cuál es la mayor cantidad de peso que usted haya ganado en un mes?
1. Más de 20 kg
2. Entre 12-20 kg
3. Entre 8-11 kg
4. Entre 4-7 kg
5. Menos de 4 kg
Otros TCA deben codificarse con el código de la CIE-10 F50.8 (otros trastornos de la con-
ducta alimentaria).
.
ón
Los TCA sin especificar deben codificarse con el F50.9 (TCA sin especificación).
a ci
a liz
Criterios diagnósticos de los TCA según DSM-IV-TR tu
ac
su
e la APA
nt
El DSM-IV (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders IV) de
i
(American Psychiatric Association) es una clasificación de los trastornos mentales e que se
e
elaboró con el propósito de proporcionar descripciones claras de las categoríasnd diagnósticas,
p
á
con el fin de que los clínicos y los investigadores puedan diagnosticar,stestudiar e intercam-
e se publicó la cuarta
biar información y tratar los distintos trastornos mentales. En 1994,y
versión, DSM-IV. La última versión, con la que se trabaja hoy enicadía, es DSM-IV-TR, que
lín
incluye algunas revisiones y cuyo año de publicación es el 2000.C Actualmente la APA está
a
tic a lo largo de 2011.
desarrollando el futuro DSM-V, cuya publicación está prevista
ác
Pr
El DSM es un instrumento realizado a partir de dedatos empíricos y con una metodolo-
ía
gía descriptiva, con el objetivo de mejorar la ucomunicación entre clínicos de variadas
G
orientaciones y de clínicos en general con investigadores diversos. Por ello, no tiene la pre-
ta
tensión de explicar las diversas patologías,es ni de proponer lineamentos de tratamiento
farmacológico o psicoterapéutico o corrientesde específicas dentro de la psicología o psiquia-
ón
tría. Es importante aclarar que siempre
a ci debe ser utilizado por personas con experiencia clí-
c
nica, ya que se usa como una guíali que debe ser acompañada de juicio clínico, además de
b
los conocimientos profesionalespuy criterios éticos necesarios.
la
d e
d es
El DSM-IV es una herramienta de diagnóstico, que propone una descripción del fun-
cionamiento actual dels paciente a través de cinco “ejes”, con el objeto de contar con un
o
panorama general de añ diferentes ámbitos de funcionamiento.
5
de
Anorexia nerviosa ás (307.1)
m
o
Criterios r ridpara el diagnóstico:
cu
a) sRechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal,
n
rt a considerando la edad y la talla (p. ej., pérdida de peso que da lugar a un peso inferior
an al 85% del esperable o fracaso en conseguir el aumento de peso normal durante
H
el período de crecimiento, dando como resultado un peso corporal inferior al 85% del
peso esperable).
b) Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del
peso normal.
Especificar tipo:
TCANE (307.50)
La categoría TCANE se refiere a los TCA que no cumplen los criterios para ningún TCA .
ón
específico. Algunos ejemplos son: ci a
iz
u al
• ct
En mujeres, se cumplen todos los criterios diagnósticos para la AN pero las menstrua-
a
ciones son regulares (TCANE 1). u s
e
e nt
• Se cumplen todos los criterios diagnósticos para la AN excepto que, adipesar de exis-
tir una pérdida de peso significativa, el peso del individuo se encuentra e n dentro de los
p
á
límites de la normalidad (TCANE 2). st e
y
c a
• Se cumplen todos los criterios diagnósticos para la BN, con
l í ni la excepción de que los
atracones y las conductas compensatorias inapropiadas aparecen C menos de dos veces
c a
por semana o durante menos de tres meses (TCANE ti 3).
r ác
P
• Se cumplen todos los criterios diagnósticos para de la BN, excepto el empleo regular de
a
conductas compensatorias inapropiadas después uí de ingerir pequeñas cantidades
G
de comida por parte de un individuo deapeso normal (por ejemplo, provocación del
t
vómito después de haber comido dos galletas) es (TCANE 4).
d e
ión cantidades importantes de comida.
ac
• Masticar y expulsar, pero no tragar,
l ic
b
• Trastorno compulsivo: se caracteriza pu por atracones recurrentes en ausencia de la con-
ducta compensatoria inapropiada l a típica de la BN.
s de
En el DSM-IV, si biensaparecen de unos criterios de investigación para estudios posteriores,
ñ o
el TA queda incluido a en los trastornos alimentarios no especificados.
5
de
ás
Tabla 1. Comparación m de los criterios diagnósticos: DSM-IV, CIE-9, CIE-10
d o
urri Clasificaciones diagnósticas
c Diagnóstico
ns
rt a
DSM-IV-TR CIE-9 CIE-10
Sin demora.
n.
Proporción de pacientes en los que se realiza la confirmación diagnósticaació
antes de los 2 meses desde la primera consulta a liz
tu
ac
Intervalo de tiempo Salvo en situaciones de riesgo, todo paciente con su TCA
e
adecuado: tendrá establecido el diagnóstico y el plan terapéutico
e nt
i
individual en un plazo inferior a dos meses
nd desde la
primera consulta. pe
tá
es
Pacientes en los/las que se realiza y
Fórmula:
c a el diagnóstico en
i
intervalo de tiempo adecuado í/npersonas diagnosticadas
l
de TCA x 100. C
a
c tic
á
Estándar: Por determinar. Pr
de
í a
u
G
Porcentaje de reingresos en hospital tgeneral a a los 3, 6, 9 y 12 meses
es
e
dde
Fórmula: Número
ó n personas que causan alta hospitalaria por
TCA c ien un hospital general, a los 3 meses-número total
c a
l i
ub mismo tiempo / número total de altas por trastorno
de altas por trastorno mental en un hospital general en
pese
la
de mental en un hospital general en ese mismo tiempo x 100.
s
de
Definiciones:
ños Se incluirán todas las altas habidas clasificadas en la
a CIE-10 (códigos F50.0, F50.1, F50.2, F50.3; F50.8 y F50.9
5
d e de la versión 10).
ás
m
Nivelesdode desagregación: Por CCAA.
r r i
u
n sc
Fuentes de información: Registro de altas de hospitalización (CMBD)-MSC.
tra
an
H Periodicidad: 3, 6, 9, 12 meses (a determinar).
En la anorexia nerviosa
Pérdida de peso injustificada o estancamiento de peso (en caso de niños), retraso en la .
n
aparición de la primera regla o pérdida de la menstruación, palidez, caída de cabello, sen-ció
a
liz
sación de frío, dedos azules, aparición de vello (lanugo), tensión arterial baja, arritmia,
a
u
debilidad y mareos. ct a
su
e
nt
En la bulimia nerviosa
e
Menstruaciones irregulares, dolor muscular y fatiga, irritación crónica dedila garganta o
n
pe
pérdida de los dientes debido a la repetida provocación del vómito e inflamación de las
á
glándulas salivares. st e
y
¿Dónde podemos acudir para buscar ayuda profesional?nic a
lí
C
a
Si crees que puedes sufrir un trastorno alimentario, es fundamental
c tic que pidas ayuda. El proce-
so de atención para este tipo de enfermedades se inicia en r á tu centro de atención primaria de
P
salud, donde el médico general o el pediatra te asesorarán de y valorarán tu caso. En determinadas
a
circunstancias, es el centro/unidad de salud mental de uí tu zona, a través de su equipo de psiquia-
tras, psicólogos, etc. o de un programa extrahospitalario G específico, el que asumirá la atención
a
para resolver el problema. También existen eunidades st de hospitalización (de referencia) para
atender a aquellas personas afectadas que,dpor e la gravedad de su situación, requieren hospitali-
n
ó por la confidencialidad. Todos los detalles concre-
zación parcial o completa. No te preocupes
a ci
c
i de la salud son una información personal y privada.
bl
tos que compartas con los profesionales
p u
El tratamiento la
e
e sd
Para el tratamiento desestasd enfermedades, es indispensable contar con la colaboración de
o
añ
la familia. Deben llevarlo a cabo equipos multidisciplinarios de profesionales especializa-
5
dos que pueden eatender las complicaciones médicas, psicológicas, sociales y familiares que
d
vayan surgiendo. ás Los cuidados médicos van dirigidos a eliminar las complicaciones físicas
que se hayan m
d o producido, reestablecer un peso normal y aprender a comer de forma salu-
dable. rr i
u
nsc
tra Una vez se ha conseguido el equilibrio físico necesario, se abordan los problemas psí-
n
a quicos que van ligados a esta enfermedad, y son profesionales de la psicología o la psiquia-
H
tría quienes se ocupan de ellos. Por eso, un tratamiento adecuado para estos trastornos
debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
Este tratamiento puede ser en sesiones tanto individuales como grupales junto a
otras personas que compartan los mismos problemas y, en algunos casos, con personas de
la familia (padres, hermanos, pareja, etc.).
ADANER es una asociación de afectados de TCA y sus familiares. Actúa en todo el terri- .
n
torio nacional a través de sus delegaciones y grupos de apoyo. Sus objetivos se basan enció
a
liz
mejorar la atención y la calidad de vida de los enfermos y sus familiares, difundir y sensi-
a
tu
bilizar a la sociedad en todos los aspectos relacionados con estas enfermedades, asíccomo
a
prevenir y apoyar la investigación. u s
e
web: http://www.adaner.org ent
i
nd
pe
e-mail: info@adaner.org
Teléfono: 915 77 02 61 tá
es
y
ca
lí ni
Federación Española de Asociaciones de Ayuda C y Lucha contra la
a
Anorexia y Bulimia (FEACAB) tic
ác
Pr
FEACAB está formada por las asociaciones de diferentes de provincias o comunidades autó-
nomas españolas y agrupa a más de 20.000 personas í a afectadas por la AN y BN, así como
u
a sus familias. Sus objetivos se basan en promover G la existencia de soluciones sociosanita-
ta
rias y educativas adecuadas y suficientes para es la prevención y tratamiento en estas enfer-
medades, promover códigos de buenas dprácticas, e tanto para las asociaciones como para
ón
otros colectivos –medios de comunicación, c i comercio, etc.– y sumar los esfuerzos de pre-
c a
vención que ya están realizando cadali una de las asociaciones.
b
web: http://www.feacab.org a pu
l
e-mail: arbada@arbada.org d e
s e
Teléfono: 976 38 95 75s d
o
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
Criticismo hacia los Son intervenciones de prevención primaria que se basan en las
medios de comunicación teorías del comportamiento cognitivo y la inoculación, tratando de
(media literacy) reducir los factores de riesgo para TCA mediante el uso de activi-
dades de aprendizaje que permiten adquirir habilidades para resis-
n
es 27 kg/m2 o superior), que presenten otros factores d ie de riesgo
asociados a la obesidad como diabetes tipo 2 opendislipidemia. Se
á
prescribirá únicamente para aquellas personas
est que no hayan res-
pondido adecuadamente a un régimen apropiado y que pretende
c a
únicamente la pérdida ponderal; es decir, i para las personas que
lín
C
tengan dificultad para conseguir o mantener una pérdida de peso
c a
>5% en 3 meses. ti
ác
Pr
Síndrome de Alteración metabólica y deldebalance de líquidos y electrólitos con
a
realimentación hipofosfatemia, insuficiencia uí cardíaca, debilidad muscular, disfun-
(refeeding syndrome) ción inmunitaria y hematológica,G trastornos digestivos y del sistema
s ta
nervioso. Ocurre ante e realimentaciones rápidas y bruscas con nor-
mal o excesivo aported e calórico, de hidratos de carbono fundamen-
n
ió
talmente. El cmejor tratamiento de este síndrome es conocer su
existencia lyicapensar en él cuando estamos realimentando a una per-
b
sona con pu TCA. Ante la aparición, el tratamiento será el apropiado
según la
d e aparato o sistema afectado, modificando la vía o cantidades
es aporte de micronutrientes deficitarios (oral por parenteral, etc.).
de
d
s
Sulpirida año Antipsicótico antagonista específico de receptores dopaminérgicos
5
de
D2 y D3. Las indicaciones terapéuticas aprobadas en España son
ás las siguientes: cuadros psicopatológicos diversos: neurosis, depre-
m sión, somatizaciones neuróticas, trastornos psicológicos funciona-
do
urri les, síndromes psicosomáticos, psicoastenia, involución psíquica de
c
ns
la senectud, somatizaciones gastrointestinales, vértigos. En psiquia-
tra tría: estado psicótico agudo, confusional, alucinatorio y delirante,
an estado depresivo, esquizofrenia, delirio crónico, autismo, trastornos
H
graves del comportamiento, estado neurótico con inhibición y
depresión y cenestopatías diversas.
Terapia Terapia psicológica diseñada para que las personas puedan esta-
cognitivo-conductual blecer vínculos entre sus pensamientos, sentimientos o acciones y
(TCC) sus conductas actuales o pasadas y revalorar sus percepciones, cre-
encias o razonamientos sobre ellas. La intervención debería
incluir por lo menos uno de los siguientes aspectos: 1) el control .
n
de pensamientos, sentimientos o comportamientos en relaciónció
a
con la conducta, 2) la ayuda a utilizar formas alternativas de hacer
a liz
u
frente a la conducta, 3) reducir el estrés. Para la BN se ha desarro-
a ct
llado una TCC específica (TCC-BN) que, por lo general,u implica
s
16-20 horas de duración en sesiones individuales durante t e cuatro a
n
cinco meses. Su atención se centra no sólo en ayudar d ie a estas per-
sonas a cambiar sus hábitos alimenticios, sinopetambién n a hacer
frente a sus formas de pensar (sobre todo el exceso t á de valoración
es se ha derivado la
de la figura corporal y el peso). De la TCC-BN y
a
ic
TCC para personas afectadas con TA (TTC-TA).
lín
C
a
Terapia t ic
Terapia que pone énfasis en la modificación de la conducta y no
c
conductual (TC) rá
tanto en los aspectos cognitivos.
P
de
a
Terapia familiar uí
La TF es una forma de psicoterapia que se enfoca en la mejora de
sistémica (TFS) las relaciones y patrones G conductuales familiares como un todo, así
s ta
como entre miembros e individuales y grupos o subsistemas dentro
de la familia. La TF e
d sistémica pone el énfasis en las relaciones en el
n
interior de laciófamilia en el presente y revalora el rol del paciente
designado,licde a la utilidad, del valor simbólico y de la ganancia
b
secundaria pu del síntoma para el sistema familiar. También destaca
como l acaracterística de este enfoque la contextualización en el sis-
s
tema de familiar de cualquier evento, acción o juicio, considera que la
e
dmayoría
o s de cosas o eventos no tienen por sí mismas un valor intrín-
a ñ seco, sino dependiendo de la función que cumple para el sistema.
5
de
Terapia interpersonal ás La TIP fue desarrollada originariamente por Klerman, 1984, con la
m finalidad de ser aplicada como tratamiento de mantenimiento de
(TIP) o
rr id la depresión, aunque posteriormente se empleó como tratamiento
c u
ns
independiente y, en la actualidad, se ha ampliado a una variedad de
rt a trastornos diferentes. La TIP aborda principalmente las relaciones
an interpersonales actuales y se centra en el conexto social inmediato
H
del paciente: duelo, disputas interpersonales, transición de rol y
déficit interpersonales. Se ha adaptado para el tratamiento de la BN
(TIP-BN; Fairburn, 1997). En TIP-BN no hay atención directa a la
modificación de los hábitos alimentarios, sino que se espera que
cambien al mejorar el comportamiento interpersonal. En el caso
del TA se adapta la TIP-BN a las personas con TA (TIP-TA).
AA Autoayuda
.
ón
AATRM Agència d’Avaluació de Tecnologia i Recerca Mèdiques
a ci
ABOS Escala de observación de conducta anoréxica para padres/esposo aliz
u
(Anorectic Behaviour Observation Scale for parents) ct a
su
e
nt
ACTA Actitud frente al cambio en los TCA
d ie
ADANER n
Asociación en Defensa de la Atención de la Anorexia eNerviosa y
p
Bulimia t á
es
y
AGEMED Agencia Española del Medicamento
ica
lín
C
AHRQ Agency for Healthcare Research and Quality a
it c
ác
AN Anorexia nerviosa Pr
de
í a
AP Atención primaria u
G
ta
APA es
Asociación Psiquiátrica Americana
e
(American Psychiatric dAssociation)
n
ió
BAT ac
Cuestionario de icactitud corporal
l
(Body AttitudeubTest)
p
la
e de depresión de Beck
sd
BDI o Beck Inventario
e
(BeckdDepression Inventory)
ñ os
BES a
5Escala de autoestima corporal
de (Body-Esteem Scale)
ás
m
BET
do Branched Eating Disorders Test
urri
BIAs c Evaluación de la imagen corporal
n
tra (Body Image Assesment)
an
H BIS-11 Escala de impulsividad de Barrat
(Barratt Impulsiveness Scale)
BN Bulimia nerviosa
ECG Electrocardiograma
.
ón
ci
EDDS Eating Disorder Diagnostic Scale
a
a liz
EDE-12 Entrevista semiestructurada, 12ª edición
tu
(Eating Disorders Examination-12) ac
su
t e
EDE-Q
en
Cuestionario examen de trastornos de la conducta alimentaria
i
(Eating Disorders Examination-questionnaire) nd
pe
tá
EDI Inventario para trastornos de la alimentación es
(Eating Disorder Inventory) y
ca i
lín
EEUU Estados Unidos de América C
a
t ic
c
EPR Exposición con prevención de respuesta
Prá
de
(Exposure with response prevention)
í a
u
ES Tamaño del efecto G
ta
es
Effect size
de
FEACAB Federación Española n de Asociaciones de Ayuda y Lucha contra la
c ió
Anorexia y la Bulimia a
b lic
FIS pu
Fondo de Investigación Sanitaria
la
de
GAM Gruposesde ayuda mutua
d
o s
GF añ
Recomendaciones generales en el tratamiento farmacológico
5
de Recomendaciones generales sobre las medidas médicas
ás
GM
m
do
rri
GP Recomendaciones generales sobre las terapias psicológicas
c u
ns
GPC Guía de práctica clínica
tra
an
H HAM-D Escala de Hamilton para la depresión
(Hamilton Depression Rating Scale)
IA Informe de evaluación
IC Intervalo de confianza
UB Universidad de Barcelona
UE Unión Europea
vs. Versus .
ón
Y-BOCS Escala Yale-Brown para el TOC a ci
a liz
(Yale-Brown Obsessive-Compulsive Scale)
tu
ac
su
e
nt
ie
nd
pe
tá
es
y
ca
líni
C
ti ca
r ác
P
de
a
uí
G
t a
es
de
n
ió
ac
ic
bl
pu
la
sde
de
o s
añ
5
de
ás
m
do
urri
c
ns
tra
an
H
d
d es
os
Centre d’Estudis Col.legiats. Col.legi Oficial de Metges de Barcelona. Detecció i orienta-
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d
ás
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rr id
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u
nsc
tra
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n
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H
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í a
u
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a
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ón
a ci
c
Guía clínica de AT. De enfermeríali a pacientes con TCA. Abordaje interdisciplinario de los
b
TCA en atención primaria de salud pu [monografía de Internet] (2008) .
419
la
d e
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d es Hospital Universitario “Lozano Blesa” Sector Zaragoza
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o
TCA. Zaragoza (2008) añ 420.
5
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m
o
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b
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sd
de
ñ os
Anexo 6.2. Resultados a de la búsqueda, selección y
5
valoración dede la calidad de la evidencia según las etapas
á s
realizadas m
o
r rid
u
1) Sescidentificaron 115 documentos: guías, revisiones e IA. Al aplicar los criterios de selec-
n
tra (al título y/o resumen), se excluyeron 73. De los 42 incluidos (14 eran potenciales guías)
ción
n
a se solicitó el documento completo. Después de su revisión quedaron excluidos 28 (11 por no
H
considerarse guías421-431) y 15 incluidos (3 guías y 12 revisiones). Después de valorar la cali-
dad con los instrumentos específicos, se excluyeron 2 GPC14, 18 y 11 revisiones. Sólo dos docu-
mentos cumplían los criterios de calidad: una GPC del NICE30 y una RSEC de la AHRQ31.
En las tablas de evidencia de los diferentes capítulos, se hace referencia a la calidad de cada
una de las RSEC. No en el caso de la única GPC de calidad, que se describe sólo como GPC.
3) De los documentos identificados, se incluyeron 12 ECA140, 145, 203, 238, 253, 254, 274, 316, 318, 319, 331, 432 sien-
do su calidad 1++ (9) y 1+ (3), el resto se excluyó por tema, idioma o metodología. Se .
n
incluyó un ECA de calidad 1++ identificado manualmente320. ió
ac
liz
a
4) De los documentos identificados en la actualización GPC/RSEC/IA, se incluyeron
c tu 14
RSEC a partir del título y/o resumen. Al revisar el documento completo, se incluyeron a 7137,
s u
202, 211, 245, 308, 397, 433
y se excluyeron las 7 restantes 434-440
, por no considerarse RSEC. Laecalidad de
t
las 7 RSEC incluidas es 1++ 137, 202, 211, 245, 308, 397, 433
. No se identificaron guías. i en
d
pen
5) De los documentos identificados sobre prevención primaria, se recuperaron
s tá 14 RSEC,
103 ECA y 1 guía que se excluyó por baja calidad. A partir del título ey/o resumen, se selec-
y
cionaron preliminarmente 8 RSEC134-136, 441-445. De las excluidas, una c a había sido identificada
i
e incluida en la anterior búsqueda137. Al revisar el documento lín completo se excluyeron
C
cuatro 441-443, 445
(una por fecha y tres por baja calidad), se incluyeron
c a 3 (calidad 1++)134-136 y
t i
se excluyó la versión original de otra RSEC ya incluida
ác . De los ECA identificados, se
444 137
Alcance: está dirigida a todas las personas afectadas de AN, BN y TCA relacionados, de
ocho años o mayores de esta edad. La GPC no incluye a todas aquellas patologías de salud .
ón
mental o física en donde el TCA es un síntoma. ci a
liz
a
Potenciales usuarios: asociaciones científicas, profesionales de la salud, investigadores, c tu
a
su
planificadores, familiares y educadores.
e
ent
Financiación: NICE. i
e nd
p
Aspectos metodológicos: t á
es
y
a
1) Búsqueda de la evidencia
n ic
lí
C
a
RSEC en inglés publicadas o actualizadas después de 1995.
c tic La búsqueda se completó con
ECA y otros diseños. La calidad de las RSEC incluidasráfue valorada por evaluación inde-
P
pendiente paralela. La selección y valoración de la dcalidad e se testó en un grupo represen-
tativo de documentos. La guía anexa los filtros de í abúsqueda general y específicos desarro-
u
llados por el grupo revisor. Se hicieron búsquedas G electrónicas en las principales bases de
ta
datos bibliográficas: MEDLINE, EMBASE, es CINAHL y PSYCINFO. Además en
Cochrane Database of Systematic Reviews, e
d the NHS R&D Health Technology Assessment
i ón and Clinical Evidence (Issue 5). Para incluir la
ac
database, Evidence-Based Mental Health
evidencia publicada después de la l ic fecha de las búsquedas, se revisó la identificada por
b
expertos, revisando listas de referencias pu y los sumarios recientes de revistas seleccionadas.
Cuando no se encontraron RSEC, l a se realizaron nuevas búsquedas según decisión del GEG.
s de
2) Calidad y fuerza desla deevidencia
o
añ
5
Los estudios de eintervención fueron clasificados de acuerdo con la jerarquía aceptada de
d
la evidencia: áNivel s de evidencia (I, IIa, IIb, III y IV) y grado de recomendación (A, B y C)
según el tipo m
d o y nivel de evidencia asociada respectivamente.
r i
c ur
ns
Los niveles de evidencia de la escala de la guía NICE correponden a los siguientes nive-
rt ade la escala SIGN: I=1++; IIa=1+; IIb=1-; III=2 (-, +, ++) y IV=3, 4. Los grados de reco-
les
anmendación A y B coinciden entre las escalas de la guía del NICE y la escala del SIGN
H
seguida en la presente GPC. El grado C de la NICE sería extrapolable al grado D de la
escala del SIGN.
Aspectos metodológicos:
1) Búsqueda de la evidencia .
ón
a ci
Bases bibliográficas consultadas: MEDLINE, Cumulative Index to Nursing and Applied liz
a
Health (CINAHL), PSYCHINFO, Educational Resources Information Center (ERIC), c tu
a La
su
National Agricultural Library (AGRICOLA) y Cochrane Collaboration Libraries.
e
nt
guía anexa la búsqueda realizada. Criterios de inclusión de los estudios: publicados en
e
todas las lenguas, entre 1980 y septiembre de 2005, en humanos de 10 o másdiaños de edad,
n
pe
de ambos sexos, diagnosticados principalmente con AN, BN o TA e informando al menos
á
uno de los resultados de interés. st e
y
2) Selección de la evidencia ica
lín
C
a
t
Un revisor realizó la aplicación de los criterios de selecciónic a los títulos y/o resúmenes.
ác
Los resúmenes excluidos fueron evaluados por otro rrevisor experto, clasificándose los
P
motivos de exclusión. de
a
uí
3) Valoración de la calidad y síntesis de la evidencia G
ta
es
Se elaboraron tablas de evidencia; un revisor de extrajo datos de tratamientos y resultados;
n
ó fueran exactos, completos y consistentes; ambos
i
ac
otro revisor entrenado confirmó que
reconciliaron desacuerdos. Cada revisor l ic evaluó la calidad de los estudios. El análisis se
u b
focalizó en los calificados con regular p (1+) o buena (1++) calidad.
la
e
4) Calidad y fuerza de laeevidencia sd según West, et al. (2002)447
d
ñ os
Se elaboraron 2 formulariosa para evaluar la calidad de los estudios sobre tratamiento
5
de
(25 ítems) y sobre resultados (17 ítems) que permiten categorizar la calidad como pobre,
regular o buena. á s Se graduó el cuerpo de evidencia existente para cada pregunta clave con-
m
siderandoo tres dimensiones: calidad de los estudios, resultados y consistencia de los
d
hallazgos.
urri Por consenso de tres de los investigadores expertos, se definieron los siguientes
c de evidencia: I= fuerte, II= moderada, III= débil y IV= sin evidencia.
ns
niveles
tr a
a n
H
os
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