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Hebreos
Hebreos
Antes del Concilio Vaticano segundo se presentaba la carta a los hebreos en al liturgia como un
carta de Pablo, después del Concilio Vaticano II se mencionó simplemente como una carta.
La carta a los hebreos no se presenta como las cartas paulinas que inician con el nombre del
apóstol. El origen de Hebreos en oriente fue recibida como paulina, en occidente a finales del
siglo IV asumió lo mismo que la Iglesia de oriente, la Iglesia de Roma por un tiempo dudó de
su autenticidad.
Los concilios de Hipona 393, Cartago 397 419, consideraron la carta a los hebreos como parte
de las sagradas escrituras y los concilios de Florencia y de Trento proclamaron de nuevo la
canonicidad de Hebreos.
Las discusiones giran no en la autenticidad sino más bien en torno al autor. Actualmente no se
defiende como paulina, por diversos aspectos, como:
Como autor algunos presumen que fue Bernabé, pero no se posee un documento que soporte
dicha tesis. Otros asumen que es Apolo el autor de la carta a los Heb. Y esta es la teoría más
aceptada puesto que Apolo fue elogiado por Lucas, por su competencia bíblica y por su oratoria
(Hch. 18, 24-28), pero el conveniente con esta ultima presunción es que no se tiene datos de la
antigüedad para soportarlo.
El titulo de la carta viene de una tradición antiquísima, la carta no utiliza el apelativo para
referenciar esta a un destinatario específico. El lugar de donde se escribe hace pensar por la
carta, que fue realizada en Italia, otros que en Roma, y otros en Atenas.
Los destinatarios se presume que fueran alguna de las comunidades formadas por Pablo. Por el
hecho que los mismos destinatarios conocieran a Timoteo (Heb 13, 23).
La fecha es muy probable que fuera anterior al año 70, ya que el pasaje 10, 1-3 se presenta
como hipótesis irreal el cese de los sacrificios, por lo que difícilmente podría haber sido escrito
después de la destrucción del Templo.
Hebreos está en estrecha conexión con el judaísmo helenista. En varios pasajes se observa
una cierta fusión de perspectivas griegas con las perspectivas biblias. Pero la mentalidad
bíblica es la que predomina.
El género literario pertenece al discurso, se considera un sermón al que se le agrego una carta
de acompañamiento para mandarla por escrito a alguna comunidad distante.
La investigación metódica de los diversos inicios permite descubrir entre el exordio grande
(Heb 1, 1-14) y la conclusión (13, 20-21) del discurso una división de cinco partes:
1. Cristología general
2. Cristología sacerdotal: aspectos fundamentales
3. Sacerdocio de Cristo, aspectos específicos
4. Adhesión a Cristo, fe perseverante
5. Exhortación a la caridad y santidad
Nueva síntesis cristiana: Del mesianismo davídico hemos pasado a la cristología sacerdotal,
que constituye el mensaje propio de Heb.
Cristología sacerdotal, en la segunda parte el autor demuestra que Cristo posee a la
perfección dos cualidades del sacerdocio, la que se refiere a sus relaciones no Dios, Cristo es
digno de fe, en cuanto que es Hijo glorificado. y el otro calificativo es que es misericordioso
mostrando juntos al aspecto de autoridad el de vinculación fraternal con los hombres.
Sacerdocio incomparable, En una tercera parte pone de relieve los nuevos aspectos del
sacerdocio de Cristo que lo han llevado a la perfección, este sacerdocio no es por una línea
genealógica terrena, sino por la filiación divina. La tercera sección subraya la eficacia perfecta
de la ofrenda personal de Cristo, en contraste con la impotencia de la ley antigua, la cual no
obtenía nunca la purificación de las conciencias. Gracias al sacrificio y al sacerdocio de Cristo
se ha transformado por completo la situación religiosa e los hombres.
Situación cristiana, la importante exhortación que sigue, subraya el cambio realizado: han
queddo abolidas las antiguas barreras, y todos los creyentes tienen derecho a entrar en el
santuario gracias a la sangre de Jesús; más aun, todos son invitados a acercarse a Dios con fe
viva, con esperanza inquebrantable y con caridad activa. Sin embargo su situación no está
exenta de peligros.