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HIPNOSIS: EL PODER DE LA

MENTE
por: Lic. Eduardo H.
Cazabat

Luego de un largo período de desprestigio científico, la Hipnosis ha vuelto a


resurgir en el ámbito académico con mucha fuerza, debido a la enorme
potencialidad que encierra. Hoy se enseña y se investiga en Hipnosis en las
principales universidades del mundo y se publican varios Journals de prestigio
internacional, como The International Journal of Clinical and
Experimental Hypnosis (editado por la Society for Clinical and
Experimental Hypnosis).

La Hipnosis es un estado de focalización de la atención que todos


experimentamos cotidianamente, por ejemplo cuando quedamos absortos en
una película que nos interesa, y perdemos la noción del tiempo (distorsión del
tiempo), olvidamos que nos dolía la cabeza (analgesia), y cuando aparece el
asesino en la pantalla nos sobrsaltamos como si el asesino fuera a matarnos a
nosotros. En realidad toda Hipnosis es Auto Hipnosis, y el poder está en la
mente de la persona hipnotizada. Por lo tanto el hipnoterapeuta es más un guía
que facilita los procesos hipnóticos.

La Hipnosis tiene amplias aplicaciones en el tratamiento del dolor crónico y


agudo, los trastornos psicosomáticos, fobias, ansiedad, stress, problemas del
rendimiento (en el estudio por ejemplo), en secuelas de hechos traumáticos
(PTSD), pacientes con enfermedades orgánicas (como cáncer, HIV, etc.),
programas para dejar de fumar, trastornos del sueño, parto sin dolor, y muchos
otros campos.

Muchos son los mitos e ideas falsas acerca de la Hipnosis, tales como que el
hipnotizado pierde la conciencia, pierde el control, se duerme, puede hacer
cosas en contra de su voluntad, etc. Nada de esto es cierto, y a modo de ejemplo,
transcribiré a continuación fragmentos del relato de Nancy, una paciente a la
que entrené en autohipnosis, para que fuera sometida a una operación
quirúrgica (retirode prótesis de columna) en estado de anestesia hipnótica:

"Sabes que tu problema de columna no es fácil -dijo el traumatólogo- Tienes una


sifoescoliosos grave de aproximadamente 115* de desviación. Esto ha producido
una obstrucción pulmonar y tienes una capacidad vital de un 25 %, lo cual hace
imposible aplicar anestesia general, que es necesaria para una cirugía de este
tipo."

Tenía tres cirugías anteriores de columna, donde se fijó la columna dorsal con
injertos óseos extraídos de las costillas y cadera. Con estos injertos se fijó la
columna dorsal y se colocó una prótesis. El traumatólogo me dijo que no operó
la cervical por la grave desviación y el alto riesgo de una cuadriplejia. Las tres
veces que se me aplicó anestesia general fue necesaria mi recuperación en
terapia intensiva. Para evitar riesgos, en la última cirugía se había aplicado
anestesia local.

Como mi columna dorsal está fijada y la cervical está en movimiento, se ha


seguido desviando y provoca disminución grave en mi capacidad respiratoria, y
una obstrucción en la médula cervical, con síntomas de pérdida de sensibilidad
en miembros superiores e inferiores, y cefaleas...

El traumatólogo me explica que la anestesia que se va a utilizar es local


(Xilocaína). Los pasos de la cirugía serían cortar los alambres y quitar la barra
colocada en la columna dorsal, después, según mi estado, y si yo soporto, se
tratará de fijar la cervical con injertos entre las vértebras.

Mi psicólogo me conectó con un colega suyo en Buenos Aires, que tenía


entendido se dedicaba a la asistencia de sus pacientes mediante hipnosis. Este
profesional, en la primera consulta, me explica en qué consiste realmente la
hipnosis, y procedimos a la práctica de este ejercicio.

Me coloqué en posición cómoda, realizando una respiración relajatoria suave,


profunda. Logrando una relajación física y mental. Tratando mentalmente que
mi cuerpo sintiera que no siente, realizando así una especie de anestesia
general. Si bien uno está conciente, escuchando la voz de mi guía y todo lo que
sucede a mi alrededor, inconcientemente me pide que me traslade a un lugar
conocido para mí, donde yo perciba sensación de paz y bienestar. El profesional
me dice que concientemente no sienta este mi cuerpo dolorido, sino que
inconcientemente sienta las sensaciones de mi cuerpo en aquel lugar donde yo
me había trasladado, que sienta el aire, el sol, la textura del lugar, que mire
detalladamente a mi alrededor. Me dice que busque una palabra clave que me
haga volver cuando quiera a aquel lugar y situación.

Me llevaron directamente al quirófano. Me esperaban las chicas anestesistas e


instrumentistas. La anestesista me colocó la vía para el suero y comenzaron a
llegar los cirujanos, los cuales ya conocía; me charlaban y decían bromas para
tratar de que me sintiera bien mientras llegaba el traumatólogo que me iba a
operar.(...) Me sentía insegura, pues no sabía cuánto podía resistir...

Me alcanzaron una madera para que sostuviera entre mis manos y que la
presionara cuando sientiera dolor. Me dijo "igual que en las películas de
Comando".

Empezaron a pinchar mi espalda y colocar Xilocaína. Sentí el bisturí correr por


mi espalda desde el cuello hasta casi la cintura. Mi doctor me dijo

-¿Sabés qué hice?

- Sí, cortaste.

Pidió la pinza para cortar los alambres. Cuando comenzó a cortar los alambres
apreté con fuerza la madera que tenía entre las manos y no pude evitar gritar;
cuando cortó el tercer alambre mi cuerpo saltó de dolor y mi doctor dijo

- "No vamos a poder seguir".

Entonces tomé conciencia de que ya se había comenzado a hacer gran parte del
trabajo. La prótesis no iba a tener estabilidad con los alambres que había
quitado. Y como respuesta a las palabras de mi doctor "No se puede", dije

-"Sí se va a poder".
Aspiré profundo, cerré los ojos y solté la madera que tenía entre mis manos y
relajé mi cuerpo, recordé las palabras del psicólogo que me había estado
preparando para la hipnosis. Una de las frases que utilizaba el día anterior eran
"siento como si una anestesia general corriera por mi cuerpo." Y mi mente
empezó a profundizar en mi inconciente, mientras repetía una y otra vez la
palabra clave que yo eligiera para trasladarme a aquel lugar de bienestar y sin
dolor. Y mientras repetía esa palabra, las voces de los doctores empezaron a
sentirse lejanas. Y ese lugar al que yo siempre iba me pareció más maravilloso
que nunca, hasta diferente, porque las montañas parecían multicolores y esa
camilla de quirófano se convitió en un colectivo que recorría los lugares más
hermosos que jamás vi.Y mi contemplación era tan profunda que ya no sentía
dolor. Sólo respondía concientemente cuando los doctores me hablaban y me
preguntaban cómo estaba. Y los comentarios con respecto a mi comportamiento
en ese momento. "Es fantástica esta chica", decía una de las anestesistas. Y
seguían los comentarios y bromas al respecto. Les dije:

- "Bueno, ya terminaste, ya me cosiste". -

- "Sí" respondió.

Me quitaron las sábanas que me cubrían y me pasaron a otra camilla para


trasladarme a la sala de recuperación. Pudieron sacar totalmente la prótesis y
hacer parte de los injertos. En sala de recuperación, mientras me tomaban los
controles, medio confusa, no podía creer lo que acababa de experimentar en mi
mente y en mi cuerpo.

Comprendí que aunque mi psicólogo no estuvo presente en mi cirugía, sus


enseñanzas, a pesar de mi poca práctica, me habían servido para superar ese
momento que tanto había temido.

Nancy F.

Nancy F. (31 años) fue operada en el Hospital de Clínicas Gral. San Martín
(dependiente de la Universidad de Buenos Aires) el 4 de Octubre de 1995,
luego de que yo la entrenara en autohipnosis a lo largo de 5 sesiones.
Bibliografía

Richard Bandler and John Grinder: Patterns of the Hypnotic


Techniques of Milton H. Erickson, MD. Vol I

Joseph Barber: Hypnosis and Suggestion in the treatment of Pain. A


clinical Guide

John Grinder,Richard Bandler, Connirae Andreas: Trance-


Formations : Neuro-Linguistic Programming and the Structure of
Hypnosis

D. Corydon Hammond: Handbook of Hypnotic Suggestions and


Metaphors

Ernest Hilgard and Josephine Hilgard: Hypnosis in the Relief of Pain

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