Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LECTURA
SEMANA 7
UNIDAD CUATRO: SEMANA SIETE
DESMATERIALIZACIÓN
Llevamos al menos cuarenta años discutiendo sobre la capacidad de la tierra para satisfacer
la demanda del capital natural por parte del sistema económico predominante. Las industrias
y la sociedad usualmente consideraban que la capacidad de asimilación del planeta, la
habilidad para “manejar los niveles de explotación y contaminación generados por el
hombre”, era ilimitada. Esta posición, más que fundamentada en estudios y evidencias
visibles, se basaba en la simple necesidad que tenemos de que el planta se haga cargo de
nuestros desechos y nos brinde bienes y servicios ambientales.
Con el tiempo este deseo se ha diluido y sólo queda una triste realidad: el planeta está
llegando a su límite gracias a prácticas de sobreexplotación y producción contaminante.
Ahora, ¿cómo solucionar esto? Múltiples propuestas ha surgido con el tiempo, varias
estrategias se han planteado, pero todo se limita a un debate que gira alrededor de dos
argumentos principales. El primero es la necesidad de cambiar el concepto de desarrollo
económico hacia un desarrollo sostenible, un sistema de producción y consumo capaz de
asegurar una mejor equidad, calidad de vida y bienestar ambiental para las generaciones de
hoy y del futuro, propuesta que solucionaría los problemas ambientales generados a través
de un modelo económico convencional de explotación y producción.
Segundo, basarse en el progreso tecnológico aplicado a la producción que ha llevado a las
sociedades industrializadas a establecer un discurso sobre cómo producir más mientras se
disminuye la utilización de recursos naturales. En cualquiera de los dos casos está claro que
es necesario hacer cambios, no solamente en los modelos de producción, también en los
patrones de consumo.
Tomemos unos minutos para analizar este último punto, que como veremos no sólo es
obligación de las empresas reducir su presión sobre el medio ambiente, también es un
compromiso por parte de la sociedad. El consumo siempre creciente se ha convertido en una
amenaza para el medio ambiente. Los patrones de consumo fundamentados en la opulencia
generan una degradación ambiental igual o peor que la que generan los sistemas de
producción tradicionales.
Los seres humanos debemos luchar por hacer nuestros patrones de consumo más
equitativos; los países deben adoptar patrones de consumo sostenibles, tanto en el aspecto
social como en el ambiental, basados en una mejor calidad de vida y en el consumo de bienes
y servicios que satisfagan necesidades principales.
La herramienta de sostenibilidad que promueve esta idea, un menor uso de recursos
naturales y un consumo más sostenible, a la vez que permite una mayor rentabilidad para la
empresa, es la desmaterialización.
La desmaterialización no es sólo el principio fundamental de las empresas, aumentar la
productividad, hacer más con menos, presentada con un nuevo nombre. Este concepto va
más allá de la eficiencia en la producción, del rediseño de los productos; es incluso necesario
innovar la forma como las empresas se relacionan con los consumidores.
2 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO EN ALIANZA CON WHITNEY INTERNATIONAL SYSTEM ]
Por eso se debe analizar el concepto de desmaterialización desde diferentes criterios: el
empresarial, el social y el ambiental, todo acorde al equilibrio que busca la sostenibilidad
entre estas tres variables.
Desde el punto de vista empresarial, la desmaterialización está basada en una producción
guiada por los resultados. Su objetivo principal es la reducción, en cifras absolutas, del uso de
materia y energía mientras se satisface las necesidades del productor. El sistema de
producción tradicional se entiende como la relación entre la cantidad producida y los
insumos utilizados. Mejorar esta relación mejoraría la productividad, llevaría al progreso
económico y de las utilidades de la empresa.
En consecuencia, el modelo de producción debe basarse sobre dos pilares: los límites del
capital natural y la búsqueda de nuevos modelos de desarrollo. Como los límites del capital
natural son inmutables, lo único que se puede hacer es buscar un mejoramiento de la
productividad, lo cual implica la mejora del proceso productivo o un aumento cuando este se
pueda dar.
Este giro en los modelos tradicionales se puede presentar a través de tres escenarios:
1. Se presenta una reducción de los insumos mientras las salidas permanecen
constantes.
2. Se presenta un aumento de las salidas mientras los insumos permanecen constantes.
3. Se presenta una reducción en los insumos mientras aumentan las salidas.
Aquí es donde entra parte de lo visto con anterioridad. La aplicación de otros instrumentos
como la gestión ambiental y el eco‐diseño.
Desde el punto de vista social lo más importante es reconocer que el cliente ‐ comprador es
el actor principal en los procesos de consumo, y a él es que debe ir dirigido un cambio radical
en sus patrones de consumo para que se ajuste a los nuevos modelos de producción
planteados con la desmaterialización. Estos cambios abren el espacio al consumidor para
adquirir la cantidad del producto necesario, con las características de calidad, precio y
preservación ambiental que considere, incrementando así sus niveles de beneficio y calidad
de vida.
Este cambio en el consumidor puede ser incluso más difícil que el necesario en las empresas.
Pues al igual que ellas llevamos años bombardeados por publicidad que nos dirige a seguir
los patrones de adquisición de bienes y servicio de opulencia planteados por la sociedad de
consumo. Aquí es donde se aplica el concepto de consumo sostenible visto anteriormente.
Sólo con la compra de bienes o la adquisición de la prestación de un servicio que satisfaga
nuestras necesidades básicas es que se puede aplicar la herramienta de desmaterialización.
Desde el punto de vista ambiental es imposible negar la relación de la desmaterialización
con la conservación del medio ambiente. La estrategia de reducir la intensidad en el consumo
de materiales necesariamente reduce el volumen de desechos generados, mejorando así los
procesos industriales. De igual forma reduce la generación de materiales peligrosos, toxinas,
materiales explosivos, corrosivos, inflamables, etc., se asegura la conservación de los
[GERENCIA DE DESARROLLO SOSTENIBLE ] 3
paisajes y se ahorran las reservas de los recursos naturales no renovables como los
combustibles fósiles y minerales, y se reduce la demanda sobre los recursos renovables.
La aplicación en la práctica de este concepto se hace mediante la reducción del flujo de
materia en los procesos, tanto de entradas como de salidas, para permitir que la capacidad
de asimilación del medio ambiente sea capaz de manejar tanto la explotación de los bienes y
servicios ambientales como la generación de desechos, ya sean orgánicos o tóxicos.
Las siguientes son las herramientas usadas para desmaterializar los productos:
• Miniaturización: la disminución del tamaño de los productos para disminuir el
consumo de materia y de energía. El factor importante a tener en cuenta es que
aunque se reduzca el tamaño del producto, es necesario que siga cumpliendo su
función y satisfaciendo las necesidades del consumidor. Ejemplos: computadores más
pequeños, celulares, audífonos.
• Reducción en Peso: la búsqueda de nuevos materiales que permitan manufacturar
productos más ligeros, aquí es fundamental la aplicación del eco‐diseño para alcanzar
los objetivos planteados. Ejemplo: bicicletas de fibra de vidrio y automóviles en
aluminio.
• Modularidad: diseñar los productos para que sus componentes críticos sean de fácil
reparación, reemplazo y actualización, eliminando así la necesidad de reemplazar
todo el producto con uno nuevo. Computadores modulares y minicomponentes de
audio.
• Multifuncionalidad: diseñar productos que cumplan varios propósitos dentro de un
mismo elemento. La meta es que cada nueva función requiera una mínima adición de
materia y energía. Ejemplo: un smartphone es teléfono, agenda, cámara, computador,
etc.
• Larga Vida: elaborar productos con una larga vida útil, buscar al mínimo el diseño de
productos desechables. Para asegurar esta meta no sólo basta un buen diseño: deben
buscarse materias primas de calidad que aseguren su uso por un largo tiempo.
Lavadoras metálicas con componentes mecánicos y no digitales.
• Multiusuario: es importante no confundir multiusuario con multifuncional. El
concepto de mutiusuario permite que un solo producto sea manufacturado para el
consumo de varios usuarios. Esto requiere un diseño que permita largas jornadas de
uso con la mínima cantidad de energía y de mantenimiento. Ejemplo: lavadoras
comunitarias.
Es fundamental que los productos trabajados con estas estrategias cumplan el compromiso
fundamental de cualquier producto por el cual un consumidor paga: la satisfacción de sus
necesidades. Y aunque es difícil que un solo producto combine todas las estrategias de
manera completa, ya sea por las características propias del producto o por las limitaciones
tecnológicas del momento, la idea es que se cumplan la mayoría.
4 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO EN ALIANZA CON WHITNEY INTERNATIONAL SYSTEM ]
Se puede clasificar la desmaterialización en tres niveles.
• Desmaterialización débil: es hacer más con menos. Una reducción parcial de materia y
energía en los sistemas de producción. Algo alcanzable fácilmente con la combinación
de estrategias como la gestión ambiental y la producción más limpia.
• Desmaterialización fuerte: es mantener constante el capital natural crítico. Un nivel
más difícil de alcanzar, requiere la aplicación de casi todas las anteriores estrategias
de sostenibilidad, eco‐diseño, gestión ambiental, consumo sostenible, combinadas
con las estrategias propias de la desmaterialización.
• Desmaterialización profunda: es la más complicada de todas. No solo requiere
combinar todas las estrategias, también realizar un cambio radical en los patrones de
consumo, no buscando un consumo sostenible, llegando al no consumo. Es hacer
menos con menos. Básicamente es el no uso de materiales y consumo de energía, lo
cual en el mundo actual es sólo teórico.
Como pudimos evidenciar en las estrategias propias de la desmaterialización, estas están
enfocadas solamente al producto. Los servicios se han dejado de último por una sencilla
razón: la prestación del servicio es el nivel máximo de desmaterialización. El mayor logro
dentro de la desmaterialización se presenta cuando un producto desaparece y se reemplaza
por la prestación de un servicio que satisfaga las necesidades del consumidor con la misma
calidad que el producto material.
Por eso un modelo basado en un sistema producto – servicio es la meta sostenible que
implica la aplicación estratégica de las estrategias de desmaterialización. La definición más
difundida de un sistema producto servicio es “un sistema de productos, servicios y redes de
actores implicados en el sistema y la infraestructura de soporte necesaria el cual se diseña
para ser competitivo, satisfacer las necesidades del consumidor y ser ambientalmente más
sano que los sistemas tradicionales de hacer negocios”.
Los sistemas productos ‐ servicios pretenden ser un puente entre la tecnología y las ciencias
naturales, minimizando impactos ambientales a un mayor nivel que la desmaterialización
mientras se satisfacen las necesidades de consumidores y productores.
Busca no sólo el diseño de productos sino un sistema de acuerdo con su función, teniendo en
cuenta lo tangible como lo intangible. De esta forma se aumenta la productividad de las
empresas, lo que reduce costos y genera espacio para la innovación.
Algunos tipos de sistema producto – servicio son:
• Servicios de extensión de la vida del producto la propiedad permanece en el
consumidor
• Servicios de uso de productos se consume sin poseer. De usuario en usuario
• Demanda de servicios. El producto se reemplaza por un servicio
[GERENCIA DE DESARROLLO SOSTENIBLE ] 5
Para que funcione es fundamental que el consumidor sea parte del proceso de producción.
Es el cambio del concepto tradicional de la adquisición de un producto a la adquisición de la
prestación de un servicio. En pocas palabras se pasa de una venta convencional (nuevos
productos) a una venta funcional (el énfasis está en la función y menos en la parte física.
Las diferencias entre estos dos conceptos se pueden apreciar en la siguiente tabla:
Ventas convencionales Ventas funcionales
Garantía fija con periodo acordado con La función es garantizada por la vida
atención entera del producto
Soporte de calidad que involucra varias El soporte es provisto por una red de
compañías compañías
La unidad de consumo se adquiere una La unidad de consumo puede ser
vez, la función permanece igual a lo cambiada mediante el ajuste,
largo de la vida del producto actualización o mantenimiento
La inversión inicial es alta No hay inversión inicial y el costo se
reparte durante el uso
El flujo de materiales es lineal y solo El flujo de materiales es circular y en
influenciado por leyes de Take back Duty gran medida pueden darse ciclos
o deber de recogida cerrados
Aunque la desmaterialización y el sistema producto ‐ servicio son las más avanzadas
estrategias del desarrollo sostenible, mal manejadas pueden causar más daño que bien.
Varios analistas discuten que la desmaterialización es un concepto aplicable sólo en los
países industrializados, pues en las naciones en vías de desarrollo nuestras economías se
fundamentan en la explotación de recursos y la exportación de materias primas. Un cambio
radical en este modelo, especialmente si se busca una desmaterialización fuerte, podría
llevar a serios problemas sociales.
En la búsqueda del desarrollo sostenible se pueden presentar casos donde los resultados
sean totalmente opuestos a los esperados.
Aunque aplicando los conceptos de desmaterialización y sistema producto‐servicio se puede
llegar a la sostenibilidad, es necesario hacer seguimiento a su desarrollo, pues en vez de
proteger el medio ambiente, mejorar la calidad de vida y obtener un mayor desarrollo
económico se puede aumentar la contaminación, generar problemas sociales y perder dinero.
A esto se le denomina el efecto rebote.
Generalmente se presentan tres tipos de efecto rebote:
• Efecto directo: se presenta cuando la eco‐eficiencia logra disminuir los costos de
producción y por ende el precio del producto. Al tener un valor bajo aumenta la
demanda del artículo.
6 [ POLITÉCNICO GANCOLOMBIANO EN ALIANZA CON WHITNEY INTERNATIONAL SYSTEM ]
• Efecto de sustitución de ingresos: a pesar del bajo costo del producto, su diseño
ambiental y los aspectos sociales durante su desarrollo se compra un número de
artículos limitados, sólo para satisfacer la necesidad. El dinero ahorrado en este
artículo se invertirá en otro, generando un efecto de consumo de segundo orden.
• Efecto transformacional: no se basa tanto en el precio del artículo como en la
preferencia del consumidor. Ejemplo: el E‐Commerce es ambientalmente mejor si
reemplaza 3.5 viajes, si el camión lleva 25 entregas y si la distancia de viaje es superior
a 50 Km.
[GERENCIA DE DESARROLLO SOSTENIBLE ] 7