Centro para el Desarrollo Humano y Habilidades Sociales, S.C.

Un Corazón Inteligente.
Platicando con los abuelos, les comenté que la ‘inteligencia
emocional’ enfatiza dos ideas principales -por un lado- cómo
intervienen las ‘emociones’ en nuestro comportamiento
cotidiano y -por el otro- la fuerza que ellas ejercen para
sentirnos bien y en equilibrio.
1

Comentamos que la ‘inteligencia emocional’ durante el

envejecimiento hace el trabajo fino de percibir y valorar,
entre todas las experiencias positivas y negativas de los
abuelos, aquellos detalles de la vida que son fundamentales
para mantener e incrementar un sano y vigoroso aprecio y amor
a la vida. Detalles de la vida que por su misma naturaleza,
le es difícil, y a veces imposible, percibir y valorar en
toda su magnitud, a la inteligencia racional.

Cuando las abuelas y abuelos cultivamos y confiamos en

nuestra inteligencia emocional, pasan cosas maravillosas, por
ejemplo:

· Controlamos mejor nuestros impulsos para ser más serenos;

de manera especial en los momentos difíciles.

· Incrementamos la capacidad de auto motivarnos para ser más

perseverantes y exitosos en todos nuestros proyectos y
propósitos.

· Regulamos mejor nuestros estados de ánimo, para ser más

equilibrados y estables emocionalmente.

Centro Crehas Mérida

Av. Yucatán no. 411 A entre 44 y 48 Jardines de Mérida
943 13 78 y 999 346 6206
aalonzo@crehas.org / www.crehas.org
 Centro para el Desarrollo Humano y Habilidades Sociales, S.C.

· Aumentamos nuestra capacidad de empatía para ser más

sensibles y perceptivos ante las expresiones, sentimientos
y necesidades de los demás.

A fin de cuentas, se trata de llegar a tener lo que se llama,

un ‘Corazón Inteligente’, que significa permitir que entre el
sentir y el pensar, la “inteligencia emocional” sea quien 2

guíe nuestras decisiones.

Y –ojo- no hay que tener miedo a esto, ya que muchas personas

cuando pensamos en 'emociones y sentimientos’, las
relacionamos con 'malas decisiones y fracaso.'

Sin embargo, los expertos dicen lo contrario, ya que aseguran

que el coeficiente intelectual o ‘inteligencia racional’,
sólo contribuye con el 20% en el éxito de nuestra vida,
mientras el 80% restante es resultado de la confianza y buen
uso de nuestra ‘inteligencia emocional’ al tomar nuestras
decisiones.

Por lo que llegamos a la conclusión, que nuestros mayores

éxitos en la vejez, serán resultado del equilibrio que
logremos entre ‘nuestros pensamientos y nuestros
sentimientos’ antes de tomar cualquier decisión en nuestra
vida.

Antonio Alonzo Ruiz, Psicólogo Clínico.

Orientación psicológica y psicoterapia.
aalonzo@crehas.org

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