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2. Francis Drake, ¿Pirata, o héroe?

José Miguel Hernández Sousa

Piracy and privateering are widely debated in historical circles. The lives of
pirates and corsairs have always been shown partially, underlining those parts
that support the speaker’s discourse. In this work we will try to approach one of
these controversial and incomplete characters in order to emphasize their
multiform nature and the difficult task of classifying them. This figure will be sir
Francis Drake, one of the most praised and controversial characters. We will
study some features of his life as an example of other lives of this historical
period. His story and his travels were, and still are being, used to support ideas
and politics, and that could lead us to think about the appropriation of historical
events in order to justify present events.

“La piratería y el corsarismo suelen ocupar un lugar controvertido dentro de la


historia. La vida de sus integrantes siempre se nos ha presentado parcialmente,
destacando aquella parte del personaje que a cada cual le interesa para justificar
su discurso. En este trabajo vamos a tratar de aproximarnos a una de estas
figuras, discutidas e incompletas para destacar, el carácter multiforme que
presentan, y que por tanto, son difícilmente encuadrables en cualquier categoría.
Esta figura es sir Francis Drake, uno de los personajes más alabados por algunos y
más controvertidos para otros, fijándonos en algunas de las características de su
vida, que pueden servir de ejemplo para otras muchas figuras de este período
histórico. Su historia y sus viajes fueron y continúan siendo usados de maneras
muy distintas para justificar los diferentes discursos que han surgido, a lo largo de
los siglos, buscando obtener un respaldo a sus ideales y políticas apoyándose en
esos sucesos históricos, lo que nos puede llevar a plantearnos la apropiación de los
sucesos históricos del pasado para justificar sucesos en el presente.”

Palabras clave: Drake, piratería, corsarismo, historiografía, Inglaterra, Monarquía Católica.

La piratería y el corsarismo suelen ocupar un lugar controvertido dentro


de la Historia. La vida de sus integrantes siempre se nos ha presentado
parcialmente, destacando la parte del personaje que a cada cual le interesa para
justificar su discurso. Aquí vamos a tratar de acercarnos a una de estas figuras,
discutidas e incompletas para destacar, el carácter multiforme que presentan, y

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mostrar por tanto, que son difícilmente encuadrables en cualquier categoría.
Esta figura es sir Francis Drake, uno de los personajes más alabados por algunos
y más controvertidos para otros, fijándonos en algunas características de su vida
que pueden servir de ejemplo para otras muchas figuras de este período
histórico. Veremos cómo su historia y sus viajes han sido empleados por cierta
parte de los historiadores de manera interesada32, seleccionando determinadas
facetas y olvidando intencionadamente otras.

A lo largo del siglo XVI la costa inglesa de Devon fue cuna de muchos
grandes marinos ingleses que en su mayor parte se dedicaron a viajes con fines
comerciales, pero también un cierto número de ellos, para los que esto no era
suficiente, se aventuraron en el mundo de la piratería. Los más audaces,
trataron de ligar sus expediciones a la política exterior inglesa. Después de la
década de los 60 del s. XVI, los intereses de Inglaterra fuera de Europa
aumentaron considerablemente. La reina Isabel I “once convinced of its
importance and the glory and advantage which might be derived to her kingdom
from its prosperous issue, was easily reconciled to the justice of what appeared
so expedient. The plan accordingly at last received her decided though secret
approbation”33. La monarquía inglesa retrasó su expansión atlántica debido a su
más tardía consolidación interna, es decir, hasta que se consolidó la monarquía
en la persona de Isabel y su alianza con la burguesía londinense. Los
descubrimientos de largo alcance y establecimientos marítimos ingleses
comenzaron a tomar forma a lo largo del siglo XVI. Durante años hubo varios
intentos de reconocimiento y establecimiento en el continente americano. El

32 Drake was one of those rare persons in history who had a magic about him: he
possessed an aura, along with a charmed life. There is no doubt about it: Spaniards bore witness
to the quality in their most dangerous enemy, no less than the English. The simple inhabitants
of the coasts he visited thought of him as something more than human, a demon; instructed
Spaniards could not withhold their admiration from the combination of fighting courage with
humanity, of a natural force-like a thunderbolt coming out of the blue-with a debonair good
manner that charmed all those he captured. ROWSE, A. L., The Expansion of Elizabethan
England, Papermac, London, 1981. pp 177-178.
33 NELSON, T., Early English Voyages, London, 1892, pag. 30.

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más importante entre ellos, fue el planeado por Richard Greenville34, el
principal objeto del viaje era descubrir el continente americano, abrir el
comercio y establecer asentamientos35.

Los ingleses buscaban el obtener unos resultados comparables a los que obtenía
España desde América y los de Portugal desde Asia. Los beneficios buscados
eran los usuales, el incremento del comercio de materias primas, un mercado de
manufacturas, aprovisionamiento de metales preciosos, y sobre todo
colonización, y como John Oxeham dijo a sus captores españoles, Inglaterra
tenía muchos habitantes y poca tierra. “In sum, the projectors were setting forth
the complete programme of a colonial empire”36. La idea inicial de Drake no fue
buscar el paso del norte, en el que estaban muy interesados en Inglaterra en
1577 tras el regreso de Martin Frobisher37, sino que el plan era alcanzar la
latitud 30º S tras superar el Estrecho de Magallanes y desde allí retornar.
También incluía el reconocimiento de las costas del cono sur; sin embargo
Drake continuó hacia el norte al menos hasta la costa californiana en busca de
un modo de retornar a Inglaterra, comprendiendo que el retorno por el Estrecho
entrañaría serias dificultades.

Por tanto, esta zona de América, ya interesaba claramente a Inglaterra,


zonas que consideraban “already subdued and inhabited by Spaniard or
Portingal”, “Beside that not only traffic, but also possession, planting of people

34 En 1575 Richard Greenville había propuesto al gobierno un proyecto de


descubrimiento de tierras más allá del Ecuador, con el fin principal de América del Sur, este
proyecto no tenía nada que ver con el paso del norte, pero si fue dejado de lado por el anterior.
Parece clara cierta relación entre el proyecto de Greenville y el de Drake.
35 NELSON, Thomas, Early English Voyages, op. cit, pag. 30.
36 ROWSE, A. L., The Expansion of Elizabethan, op.cit, pp. 177-182.
37 En 1576 Martin Frobisher había ido a la Isla de Baffin y había vuelto a Inglaterra
diciendo que había encontrado el paso por el Norte al Mar del sur. Para el año siguiente se
preveía una segunda expedición, apoyada por los mismos patronos que apoyarán a Drake en la
suya, de ello podemos extraer que el envío de Drake hacia el Sur era en busca de rodear el
Estrecho y encontrar el canal de Frobisher. Todo esto para encontrar un camino más rápido al
lejano oriente para poder comerciar. Sir Francis Drake and famous voyage 1577-1580, edited
Norman Thrower, Bekerley, 1984, pg 49-50.

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and habitation hath been already judged lawful for other nations in such places
as the Spaniards have not already added to their possession”. John Oxenham,
capturado por los españoles dijo que Greenville había tratado de convencerle
varias veces para que se uniera a él en su expedición para establecer
asentamientos “on the coast of North Sea, or in the Strait of Magellan, or on the
coast of the South Sea”. 38 El interés de Inglaterra en América del Sur no fue algo
pasajero. Incluía serias ambiciones que persistieron durante más de una década,
desde los primeros setenta hasta los primeros ochenta. Estas ambiciones eran
comerciales y coloniales además de predatorias, y eran comparables en
importancia a las ambiciones en Norte América.

Fue tanto el éxito y la riqueza obtenida que inspiró el interés inglés en el


Nuevo Mundo. En la década anterior, las regiones centrales de América habían
sido el principal foco de atracción, pero el comercio inglés fue encontrándose
con mayores dificultades en los sesenta. Perú fue entonces el punto de atención.
El comercio directo con los habitantes de la zona, podría reportar enormes
beneficios, sobre todo en plata. Y lugares cercanos como Chile podrían
suministrar metales preciosos tan abundantes como Perú. El clima templado
implicaba un potencial comercio nativo para las telas inglesas y animaba las
ideas de establecimiento. Algunos pueblos de allí, sobre todo los Araucanos,
eran enemigos de España y podrían recibir a los ingleses como aliados. Las
costas españolas estaban indefensas, lo que podía significar una buena
combinación entre comercio, establecimiento y asalto. Sobre todo, si uno quería
dañar el poderío español, era aquí donde lo podía hacer con el mínimo riesgo y
el máximo beneficio.

Drake permaneció más de nueve meses visitando las costas del sur por
debajo de los 30º en cada uno de los lados del continente y ocho meses de ese
período habían pasado antes de que tomara ninguna acción contra propiedades

38 ROWSE, A. L., The Expansion of Elizabethan, op.cit, pp. 177-182.

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españolas. Es cierto que no tuvo éxito en encontrar lugares capaces para
comerciar. La población se mostró más a menudo hostil que amigable, y lo que
era peor, escasa y pobre, y no mostraban signo de tener nada interesante para
comerciar.39 Cuando estos proyectos de colonizar se llevaban a la práctica, sus
empresarios siempre solicitaban de la reina patentes para así dar legalidad a su
trabajo. La reina concedía Royal letters o cartas patentes que representaron la
legalización de las empresas y descubrimientos de los marinos a su servicio.
Durante el s. XVI las ambiciones territoriales se quedaron en un segundo plano
mientras que el comercio y la piratería fueron las principales.

Nadie se podía imaginar en 1540 que un joven granjero nacido en Devon


se convirtiera en uno de los piratas40 más famosos de todos los tiempos. Francis
Drake nació en la pequeña granja de su abuelo, en Crowndale, cerca de
Tavistock, entre 1540 y 1545. Pocos años después de que Enrique VIII hubiera
suprimido los monasterios como parte de su ruptura religiosa con Roma. Su
padre Edmund Drake, años más tarde, obtendría un trabajo como “Reader in
Prayers”, capellán en la marina inglesa y encontró un lugar donde vivir en un
casco de un barco en el Medway, en la desembocadura del Támesis, entonces la
base principal de los barco de la marina real. Por tanto, ya desde muy temprana
edad, Francis ya estaba viviendo en un barco, y debido a las pocas posibilidades
económicas de su padre, el joven Drake iniciaría su aprendizaje costeando el
estuario del Támesis.41 Con veinte años se alistó como marinero en las naves de

39 KENNETH, R. A., “Drake and South America” en Sir Francis Drake and famous
voyage 1577-1580, edited Norman Thrower pg 49-55.
40 CORRALES ELIZONDO A, “Regulación legal del corso y la piratería marítimas” en
Piratería y corso en la Edad Moderna, XXIX jornadas de Historia marítima, Cuadernos
Monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, nº 46 Madrid, (2004), pp 71-90.
Piratería sería “aquella expedición armada o empresa por mar con un fin lucrativo y sin tener la
autorización del Estado” , mientras que corso sería “la empresa naval de un particular contra los
enemigos de su Estado, realizada con permiso y bajo la autoridad de la potencia beligerante, con
el exclusivo objeto de causar pérdidas al comercio enemigo y entorpecer al neutral que se
relacione con dichos enemigos”.
41 CRISPIN, G., “Drake and Plymouth”, en Sir Francis Drake and famous voyage 1577-
1580, edited Norman Thrower, pg 78-89.

34
John Hawkins42 que zarpaba, en una expedición comercial, hacia la costa
guineana. Francis Drake aprendió, en estas expediciones “comerciales”, el oficio
en el que pasaría el resto de su vida, el mar, en todas sus posibilidades, marino,
comerciante, navegante, pero también pirata y corsario, circunstancias que le
llevarían a ser uno de los protegidos de la Reina Isabel de Inglaterra, la cual le
concedió el título de Sir43 tras los éxitos tan rentables que había obtenido de su
periplo alrededor del mundo.

El sistema “comercial” de estos hombres queda detallado en la empresa


de John Hawkins en 1562, ya contando con la presencia de Francis Drake en su
flota, sus relaciones personales se extendían a las Islas Canarias, allí, los
comerciantes canarios Pedro Soler y Pedro de Ponte, le prestaron su ayuda para
introducirse en el comercio de esclavos con dirección a América. Estos
empresarios, se encargaban de suministrar las provisiones para el viaje, de los
trámites necesarios con los comerciantes de las Indias, y de buscar pilotos que
se ocuparan de la navegación transoceánica44, por su parte John Hawkins ponía

42 KELSEY, H., Sir Francis Drake. El pirata de la Reina, Ariel, Barcelona, 2.002, pp. 30-
32. Drake y Hawkins eran parientes. La abuela paterna de Francis Drake era una Hawkins, y que
este, tras el abandono de su padre, se trasladaría a Plymouth para residir con la familia de
William Hawkins.
43 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 30-55. Drake fue nombrado caballero por la
Reina en Abril de 1581, tras su retorno del viaje de circunnavegación y debido a los enormes
réditos que esta empresa le proporcionó a la Reina. Las expediciones que protagonizaban estos
hombres, además de considerarlas como piratas, también eran empresas comerciales, e
internacionales, donde participaban personajes de diferentes Monarquías sin importarles las
buenas o malas relaciones de sus monarcas, en las que había varias personas que ponían su
dinero o bienes y que si tenían éxito recogían sus beneficios. En numerosas de ellas participaba
la Reina, para lo cual no dudaba en poner dinero propio para la financiación, o en dotar al
capitán de alguno de sus buques, todo con un fin lucrativo. En 1567, la Reina despachó
instrucciones a la flota de Hawkins para que pusiera proa a Guinea, se hicieran con un
cargamento de esclavos y los vendieran en las Indias, en este caso la Reina aporta dos buques,
entre ellos el conocido Jesus of Lübeck.

44 RODRIGUEZ SALGADO, M. J., “Preparándose para zarpar: pilotos, marineros y


navegación en la Armada Española”, Cuadernos Monográficos del Instituto de Historia y
Cultura Naval, 3, Madrid, (1989), pp. 27-32. Los gobiernos portugueses y españoles tomaron
pronto interés en el adiestramiento de pilotos para las azarosas rutas del Nuevo Mundo. Felipe
II fue una figura señera en el desarrollo de una élite adiestrada, creando cátedras de cosmografía
y matemáticas para suplementar las enseñanzas facilitadas por el Piloto Mayor en Sevilla.
Conocemos bastante de lo que se enseñaba. El objeto de esta instrucción es proveer a los buques
de la Carrera de Indias de hombres expertos y capaces. Las clases eran fuertemente teóricas
concentradas navegación, astronomía y cartografía, esenciales para los largos viajes en mar
abierto. Había exámenes y certificados formales, pero nada de esto podía sustituir eficazmente a

35
las naves y el capital. De este modo al frente de una flotilla de varias naves45,
llegaron a Tenerife, desde donde y gracias a los conocimientos náuticos del
piloto, llegarían a las islas de Cabo Verde, donde llenó el barco de esclavos
robados a comerciantes portugueses. Allí pusieron rumbo al Caribe, donde
vendieron su cargamento.46 Este sistema de comercio, junto con los asaltos a las
poblaciones del Caribe47, enriqueció a estos hombres y les hizo ganarse una
reputación dispar, entre sus paisanos eran verdaderos héroes, mientras que
para los asaltados eran verdaderos ladrones y asesinos.

Drake realizó numerosos viajes hacia los intereses hispanos en América


con un resultado cuanto menos dispar. Su primera aventura, en 1569, ya al
mando de uno de los barcos, el Judith, en una flota comandada por su mentor
John Hawkins; en la que fueron sorprendidos y atacados por una flota española
en San Juan de Ulúa, y solo Hawkins en su nave capitana y Drake en el Judith
escaparon, dejando atrás hombres, barcos y tesoros.

En 1570, Drake comenzó a realizar viajes por su propia cuenta; en 1570-


71, fue un viaje de reconocimiento y en 1572-73 un viaje durante el cual capturó
una reata de mulas que transportaban la plata española. Tras este viaje retornó
a Plymouth con suficiente dinero como para convertirse en un importante

la experiencia directa. El período formal de instrucción para pilotos se redujo repetidamente


hasta quedar a fines de la década de 1560 en dos meses, en vez de los dos años preferidos por
algunos consejeros. Las rutas con África y America eran un secreto bien guardado y que solo
conocían los pilotos españoles o portugueses.
45 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 41. Fletadas gracias al apoyo de su suegro
que era Tesorero de la Marina y dos jueces urbanos, que formaron una sociedad para financiar
la travesía.
46 NUTALL, Z., New Light on Drake, The Hakluyt Society, London, 1914. pp. 30-75.Como
el comercio de esclavos era ilegal, la estrategia utilizada, era que los españoles pedían al capitán
que hiciera una demostración de fuerza, tras lo cual dejaban ver a sus gobernantes que no tenían
más remedio que comprar los esclavos, lo que hacían con un descuento mayor del habitual. De
este modo se veían beneficiadas ambas partes, y parecía un comercio lícito.
47 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 43. Poblaciones que tomaban al asalto y en
las que permanecían mientras pedían a sus habitantes fuertes sumas de dinero para no quemar
la ciudad. Una vez satisfechas esas sumas, o la cantidad que podían reunir y consideraban
adecuada los asaltantes, abandonaban la ciudad.

36
propietario en la ciudad. De este modo Drake, con tan solo treinta años, se
convirtió en una importante figura de la localidad. Sin embargo, tras su retorno
del Caribe en 1573, no fue políticamente bien recibido, puesto que en esos
momentos ambas coronas (España e Inglaterra) mantenían unas relaciones
aceptables, y aunque fue recibido como un héroe, no tardó en verse envuelto en
el asalto a Irlanda en 1575, llevado a cabo por el Conde de Essex, como medida
tomada para alejarle de Londres.

Los grandes éxitos económicos obtenidos en sus expediciones en el


Caribe y su participación en dicha campaña a Irlanda, hicieron que la Reina
Isabel le pidiera llevar a cabo una expedición en la costa americana del Pacífico
Sur48, para ello debería atravesar el estrecho de Magallanes e ir explorando
detenidamente dicha costa49, evitando en lo posible, los asentamientos
españoles. Su viaje fue organizado y financiado privadamente, “its backers
included a number of prominent men: Secretary Walsingham, a leading
proponent of a forward policy in the New World; the Earl of Leicester, high in
the Queen´s favor; sir Christopher Hatton, captain of the Queen´s guard; and
the Hawkins brothers, Drake´s kinsmen and former employers, shipping
magnates who both had a grievance against Spain”.50 Una empresa de este tipo
requirió al menos la tácita aprobación de la reina. Pero, en este sentido, no
permitió que ningún navío real fuera usado, sin embargo ella misma invirtió
dinero en la empresa.51 Aunque esta participación no se hizo pública, tendría un

48 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 67. British Library, Cotton Manuscripts,
Otho E. VIII. Parte de uno de los documentos de esta empresa nos ha llegado, manuscrito
quemado parcialmente pero que ha servido para reconstruir los aspectos principales, y que
posibilitaría a Drake el inicio de su viaje.
49 NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 35. y pp. 430. La Reina pretendía la
creación de un equivalente a la Casa de Contratación para aquellos países que se “descubrieran”
como podemos observar en un proyecto de corporación de una sociedad que quería establecer
en algún lugar de los descubiertos por Drake, por debajo del Ecuador. Las intenciones
comerciales de la Reina quedan claras en las afirmaciones de John Oxenham ante el tribunal de
la Inquisición: “..Captain Francis had often spoken to witness saying that if the Queen would
grant him the licence, he would pass through the Straits of Magellan and found settlements
over here in some good country”.
50 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 65-72.
51 NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 429. Que la Reina Isabel realizaba
negocios con personas como Drake, queda demostrado en la carta a Edmund Tremayne, en la

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apoyo semioficial. Drake dice en varios momentos del viaje que tiene una carta
escrita de la Reina, posibilitando el viaje, pero si tal documento existió, él nunca
lo mostró a ninguno de sus compañeros.52

Los gastos del viaje, al igual que los beneficios para los inversores, debían
provenir de la capacidad “comercial” de estos hombres. A pesar de partir con
esta idea de carácter “comercial” y explorador, finalmente, éste se convertiría en
el primer viaje de circunnavegación del mundo que protagonizara un
comandante inglés, con una tripulación mayoritariamente inglesa,53 hazaña que
realizó medio siglo después de la llevada a cabo por Magallanes y Elcano. Tras
partir de Inglaterra, a finales de 1577, la flota de Drake puso rumbo al sur, a la
costa marroquí, lugar donde otras veces se habían aprovisionado de mercancías,
que eran robadas a los barcos que encontraba a su paso, principalmente
portugueses, tras lo cual pusieron rumbo a las Islas de Cabo Verde, donde, tras
un nuevo asalto, capturaron al piloto portugués Nuño de Silva, que conocedor
de las rutas que atravesaban el Atlántico, les conduciría a las costas brasileñas,
desde donde continuarían rumbo sur, hasta adentrase en la desembocadura del
Río de la Plata.54

que permite a Drake que se reembolse la suma de 10.000 libras que había depositado como
“securities” antes de su partida.
52 DRAKE, F., The World Encompassed, Londres, 1628, pp. 2. Entre los papeles que
mostró en ocasión del juicio a Thomas Doughty fue un documento en el que se decía los fondos
que había aportado la Reina a dicha empresa. También se hace referencia al reconocimiento y
agradecimiento a su majestad. NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 310-320, por otro
lado el piloto Nuño da Silva en su relato de los hechos ante la Inquisición, dice que Drake varias
veces dijo: “He proclaimed that he came by order of the Queen, and carried written orders
from her, according to which he governed himself”. KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp.
121-133, Drake alegó varias veces que el secreto era el responsable de que no hubiera tal
documento.
53 NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 35-37. Pese a que siempre se ha dicho que
era una tripulación completamente inglesa, varios holandeses acompañaban a Drake en su viaje,
de ello nos da cuenta el mapa que Jodocus Hondius, publicara en Amsterdam en 1595 Vera
Totius Expeditionis Nauticae, donde en una de sus viñetas aparecen estos datos.
54 DRAKE, F., The World Encompassed, op. cit, pp. 2-3. La flota original estaba
compuesta por el Pelican, Marigold, Elisabeth, Christopher y Swan con 164 hombres. Gracias a
los sucesivos pilotos bien portugueses o bien castellanos que va apresar en su viaje, Drake
consiguió el llevar a cabo su navegación, puesto que solo estos pilotos con sus cartas y derroteros
conocían lo suficiente las rutas marítimas y los puertos de esas zonas.

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El 20 de Agosto de 1578, Drake y lo que restaba de su flota55, se
adentraron en el entonces denominado “Channel of All Saints”56, donde tras
varios días de navegación, avista tres pequeñas islas, en las cuales desembarca,
se aprovisiona de alimento57, y toma posesión de ellas, denominándolas Isabel,
Bartolomé y Jorge.58 El 7 de octubre, los dos barcos que restaban de la flotilla, el
Pelican con Drake al frente y la Elisabeth con John Wynter lograron atravesar el
estrecho, pero debido a una gran tormenta ambas embarcaciones se ven
obligadas a separarse. En el paso del estrecho había muerto la mitad de la
tripulación. John Wynter con su tripulación, una vez fuera del estrecho
permaneció esperando durante tres semanas el retorno de Drake, tras las cuales
“deciden” regresar a Inglaterra. A su llegada, Wynter fue acusado de abandonar
al capitán y encarcelado.59 Las informaciones de Wynter acerca del viaje,
hicieron que el gobierno inglés comenzara a difundir la historia de que su
regreso desde el Mar del Sur lo había realizado sin necesidad de atravesar el
estrecho.60 Mientras tanto, tras la separación de Wynter, la nave de Drake fue

55 DRAKE, F, The World Encompassed, op. cit, pp. 10-12. Compuesta en este momento
por el Pelican, Elisabeth y Marigold, ya se había perdido parte de la flota y de la tripulación
debido a las malas condiciones climatológicas.
56 PAIGE John: Sir Francis Drake: Circumnavigation of the globe and privateer for
Queen, The Rosen Publishing Group, New York, 2003, pp. 50-51. Más tarde conocido como
Estrecho de Magallanes.
57 NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 303. Hay varias referencias al diario de
navegación que llevaba Drake, en él además del relato del viaje realizaba dibujos de los lugares
que visitaban y de las nuevas especies que veían “birds, trees, see-lions”, y en palabras de Nuño
da Silva en pp. 303-304“shut themselves up in his cabin, they were always painting”.
58 DRAKE, F, The World Encompassed, op.cit, pp. 35-36.
59 NUTALL, Z., New Light on Drake,op.cit, pp. 67-75. La tripulación a su llegada a
Inglaterra le acusó de haber abandonado al capitán Drake. Según el testimonio de John Drake,
en la Primera narración del viaje de circunnavegación contada por John Drake, en la ciudad de
Santa Fe, Provincia del Río de la Plata, 24 de Marzo de 1584. Segunda declaración ante el
Tribunal de la Inquisición de Lima, Perú, Junio de 1587. El testimonio realizado por John
Drake no es de su puño y letra, ni siquiera recoge sus palabras exactas que aparece en la forma
habitual que se utilizaba en las pruebas testificales de la España del XVI, en las que el testigo era
interrogado ante un notario, quien estaba obligado a convertir en un texto legible lo que en
ocasiones no eran más que declaraciones incoherentes. La mayor parte se escribían en tercera
persona del singular y posteriormente se pedía a los testigos que leyeran el texto para
confirmarlo o refutar alguna de sus partes.
60 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 121-133. A estas alturas todavía en algunos
lugares de Europa, se seguía creyendo que las tierras al sur del estrecho formaban parte de un
continente o Terra Australis, y con esto se demostraría que no existía tal continente, sino que

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llevada más hacia el Sur, hasta que finalmente la tormenta que les arrastraba les
permitió tomar tierra en una pequeña isla, desde donde finalmente pusieron
rumbo norte.61 Tras superar el estrecho, continúo navegando hacia el norte, la
tripulación de Drake, armó una pinaza que habían hecho a medida en
Inglaterra62, la cual montaron y artillaron, buscando los asentamientos
españoles a lo largo de la costa que virtualmente estaban indefensos, ya que
hasta ese momento su alejamiento había sido suficiente defensa.

En toda la costa del Pacífico hispano, no había más de once plazas


hispanas y la población de cada una de ellas era bastante escasa, y era poca la
resistencia que podían oponer ante cualquier tipo de incursión.63 Sin embargo,
los principales perjudicados, fueron los tripulantes de las pequeñas naves
indefensas que iban encontrando en su camino. Uno de los apresamientos más
interesantes fue el del barco en el que viajaba el contramaestre y piloto Juan
Griego64, capturado con sus derroteros, donde constaban los puertos e

era una porción de tierra. Sin embargo, desde las exploraciones españolas de 1550 y 1560 los
cosmógrafos españoles conocían bastante bien la geografía del estrecho y de la Tierra del Fuego,
pese a que nadie se había atribuido el haber doblado el cabo más meridional. Las cartas de
navegación oficiales españolas representaban Tierra del Fuego como un archipiélago y sin
embargo, no figuraba el supuesto continente más al sur. La navegación intencionada por el
extremo sur del continente americano fue llevada a cabo por primera vez por Jacob Le Maire y
Willem Schouten, el cual fue denominado posteriormente Cabo de Hornos en honor de los
patrocinadores del viaje, los Von Hoorn holandeses.
61 DRAKE, F., The World Encompassed, op.cit, pp. 36, esta isla es la denominada
“Elizabethides”. La posición de esta isla, es la que ha posibilitado el pensar que hasta ese
momento Francis Drake era el hombre que más al sur había conseguido llegar. En la actualidad
hay diferentes suposiciones de cual sería esta isla.
62 DRAKE, F, The World Encompassed, op.cit, pp. 32- 37. Pequeña embarcación de
remos y vela, utilizada por estos hombres para aproximarse a otros barcos o tierra sigilosamente
y poder tomarlos por sorpresa. La pinaza había sido construida en Inglaterra y viajaba
desmontada en la bodega del Pelican.
63 SCHMIDT, Benjamin, “The Dutch-Chilean Encounter and (Failed) Conquest of
América”, Renaissance Quaterly 52 (1999), pp 452. Llama la atención la escasa vigilancia que
existía en estas costas por parte de las Armadas de Felipe II. Para perseguir a Drake en su
incursión, se organizó una improvisada fuerza naval organizada por el virrey del Perú, pero fue
tardía e inútil en su cometido y mostró la necesidad de mantener su permanencia para defender
la Carrera del Mar del Sur. Esta situación continuaría del mismo modo en el siglo siguiente
como hace Joris van Spilbergen tras su viaje 1614-17 el cual expone la debilidad de las defensas
hispanas en las costas de Chile y Perú.
64 DRAKE, F, The World Encompassed, op.cit, pp. 42. Al igual que Nuño da Silva, Griego
ayudaría con sus conocimientos de las costas y de los puertos a Drake.

40
instrucciones para la navegación por toda la costa del Pacífico.65 Griego, en un
momento dado, se convertiría en el sustituto de Nuño de Silva, ya que este no
conocía aquellos mares. Drake recorrió, de este modo, la costa de Chile, primero
atacó Valparaíso, luego Arica y Callao ya en Perú. Allí se obtiene la importante
información de que un barco cargado de plata66 había salido para Panamá,
emprende su persecución, lo alcanza y lo apresa con su enorme botín67, formado
una parte por dinero del Tesoro Real y otra parte correspondiente a
particulares; asalto que constituiría el mayor éxito de la expedición.

Más al Norte, en las costas de Panamá, capturaron otra nave donde apresaron al
piloto castellano Sánchez Colchero68 que conocía la ruta a las Molucas, una de
las posibilidades de retorno, ruta que comenzaba en Acapulco. Otra de las
posibilidades de retorno que tenía Drake69 era a través del Estrecho de los

65 HAKLUYT, Richard, The Principal Navigations, printed by George Bishop, London,


1599, pp. 967-985.
66 RODRIGUEZ SALGADO, M. J., “Preparándose para zarpar: pilotos, marineros y
navegación en la Armada Española”, op.cit, pp. 35-38. La Carrera del Mar del Sur, era el envío
anual de la plata peruana, desde El Callao hasta Panamá, cuya llegada a Nombre de Dios
(Portobelo) determinaba el ritmo del retorno a Sevilla de la Flota de Tierra Firme. Envíos que
podían modificar o llegar a suprimir su salida en previsión de cualquier contingencia.
Conocemos la carta de Luis de Toledo Pimentel comisionados por el virrey del Perú para
perseguir a Francis Drake, donde da cuenta de su empresa desde El Callao hasta Panamá.

67 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 225-245. Tras la llegada a Inglaterra el
botín fue tasado, según los ingleses en 600.000 ducados, un tercio pertenecía a la corona
española y el resto a particulares, pero lo cierto es que desconocemos con certeza su valor real.
El embajador Mendoza solicitó la devolución del montante total en virtud de un acuerdo de 1579
en el que se contemplaba la devolución recíproca de los artículos sustraídos. El problema era
que muchos de los productos robados por Drake, no habían sido inscritos por sus dueños, para
eludir el pago del impuesto correspondiente y que por tanto eran mercancías de contrabando
que no podían ser solicitadas su devolución. Lo habitual era que no se recuperara prácticamente
nada. Como ejemplo baste el de los comerciantes sevillanos que enviaron a Londres a su propio
representante, Pedro Zubiaur, para tratar la recuperación de sus bienes o, en su defecto, de su
dinero. Finalmente fue acusado en Londres de un delito y encarcelado.

68 HAKLUYT, R, The Principal Navigations, op.cit, pp. 975. “Era el piloto que el virrey
había enviado a Panamá para que condujera a Don Gonzalo hasta China”.

69 HAKLUYT, R, The Principal Navigations, op.cit, pp. 973-977.Nuño da Silva afirma que
Drake quiere buscar el Estrecho de Anián, pero también que quiere regresar a Inglaterra por Las
Molucas.

41
Bacallaos o de Anián.70 Desconocemos exactamente la ruta que siguió desde
Guatulco, en México, a las islas Molucas, según el relato de Drake y el de
Hakluyt.

Para mucha gente, Drake habría llegado hasta la altura de California,


donde estableció la “Nueva Albión”71, desde donde finalmente habría puesto
rumbo a las Molucas. Allí, su primera parada sería en las islas Palau, las cuales
rebautizarían como Islas de los Ladrones72. Posteriormente llegaron a Ternate73,
donde hizo acopio de especias, entre ellas clavo, jenjibre y pimienta. Tras un
viaje de casi tres años, Drake y su tripulación arribaron al puerto de Plymouth a
finales de septiembre de 158074.

Uno de los puntos más destacados del viaje de Drake fue la baja tasa de
enfermedad sufrida, casi toda la tripulación del Golden Hind´s retornó sana a
Inglaterra. Esto era algo muy raro en esos días, lo que refleja la atención puesta

70 NUTALL, Z., New Light on Drake,op.cit, pp. 45-52. Era otro de los lugares imaginarios
en esta época, un canal que conectaba ambos océanos por el norte y que había sido representado
por Giacomo Gastaldi en 1561 en Cosmographia universalis et exactísima iuxta postremam
neotericriam traditionem, a partir de aquí son numerosos los geógrafos que lo incluyeron en
sus representaciones.

71 NUTALL, Z., New Light on Drake,ibídem, pp. 435. “Francis Drake vio a lo largo de
esta ruta cinco o seis islas de buena tierra. A una la llamó San Bartolomé, a otra San Jaime, y
a otra que parecía mayor y mejor, Nueva Albión”.

72 HAKLUYT, R., The Principal Navigations, op.cit,. pp 969.

73 HAKLUYT, R., The Principal Navigations, íbidem, pp. 969. “Con el propósito de ir
hasta nuestro barco, el rey envió cuatro grandes piraguas para anunciar su llegada, en cada
una de las cuales se encontraban sus principales colaboradores, ataviados con batista blanca
de Calcuta y en sus cabezas portaban unas finas esterillas perfumadas; todos estaban
sentados de acuerdo con la dignidad que ostentaban en el reino y, aunque algunos eran
jóvenes, aparentaban mayor edad por esta vestimenta. En la parte externa de cada lado había
tres galerías para los remeros, construidas en varias alturas, en cada una de las cuales había
80 remeros” .

74 HAKLUYT, R., The Principal Navigations, op.cit. pp. 670-685. El éxito de su aventura,
posibilitó que en años posteriores nuevos marinos intentaran unos logros semejantes, como
ocurre con la expedición de Thomas Cavendish en julio de 1586.

42
por Drake a los detalles de alimentación e higiene dentro de los barcos. Por
contraste, en la flota de Magallanes sólo dieciocho hombres sobrevivieron al
viaje. En su retorno trajo consigo un importante repertorio gráfico del viaje, un
hecho que llegaría a ser ampliamente conocido. Algunos le atribuyen dos
importantes descubrimientos geográficos, el primero en la parte más al sur del
continente americano, y el segundo en su parte noroeste. En el sur mostró que
Tierra del Fuego es un archipiélago y no parte de lo que se pensaba como Terra
Australis75, empujando el continente hacia el sur, revelando el mar abierto y un
nuevo paso hacia el Pacífico, hasta entonces el único paso conocido era el
Estrecho de Magallanes, y el segundo la “Nueva Albión”.76

El sentimiento de Drake a su llegada a Inglaterra, fue de cautela, desde


Plymouth envió un correo para informar a la Reina de su presencia y las
circunstancias del viaje. Después de que el enorme botín estuviera a buen
recaudo, los inversores en la expedición recibieron con los brazos abiertos a
Drake. Francis se vio aclamado como héroe, así, el enorme botín, los asaltos a
las posesiones hispanas en América y también la historia de la navegación por
debajo de la Tierra del Fuego, relatada por John Wynter, en la que se había
reconvertido a Drake como protagonista77, habían transformado su persona.
Meses después de su llegada, Drake sería recompensado por sus servicios a la
Reina nombrándole Sir.78 Drake entregó a la Reina un mapa que permaneció en

75 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 121-133

76 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 250-545.


77 NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 425. Estas informaciones se las
suministraba el embajador en Inglaterra Bernardino de Mendoza a Felipe II, gracias a su red de
informadores. La red de informadores de Felipe II en Inglaterra estaba tan bien organizada e
informada que le había permitido frustrar varias expediciones planeadas.
78 KELSEY, H., Sir Francis Drake, op.cit, pp. 225-245. Durante estos meses Drake gastó
gran parte de su fortuna en granjearse las amistades de los grandes personajes de la corte y
liberó a Wynter de las acusaciones que pesaban contra él, que le acusaban de haberle
abandonado en el viaje.

43
secreto varios años, pero que en 1625 colgaba en la Galería de Su Majestad en el
Whitehall.79

El conocimiento que Drake manejaba acerca de los mares y sus contactos


en ellos, no era exclusivamente ingleses. Durante el viaje, Drake no tuvo ningún
contacto con Inglaterra, donde solo se conocían informaciones indirectas
debidas a las reclamaciones elevadas por el embajador Mendoza80 ante la Reina.
Sin embargo, en la corte hispana, se seguía con detalle su periplo, gracias a las
informaciones suministradas por el Presidente del Consejo de Indias81, don
Antonio Padilla. En septiembre de 1579 el gobierno español decidió solicitar al
rey de Portugal, la persecución y apresamiento de Drake a su paso por las
Molucas.82 Felipe II trató de detenerle a su retorno y para ello cursó Reales
Cédulas a la Audiencia de Panamá83 y a la de Gran Canaria84 para que se
prepararan para su posible captura.

Poco después de su retorno, Drake presentó a la corona “a project for a


corporation of such as shall venture unto such dominions and countries situate
beyond the equinoctial line”. The new company, headed by Drake, was to have

79 KELSEY, Sir Francis Drake, íbidem, pp 171. Según Purchas, S. Hakluyt Posthumus, vol.
3 libro 3, p.461, Drake, conocía los mapas españoles que circulaban por Europa, fue capaz de
deducir la existencia de un paso franco entre los océanos Atlántico y Pacífico, aún cuando no
hubiera llegado a realizar la travesía. De este mapa se conocen copias, que no el original y
muestran la Tierra del Fuego como un grupo de islas. El mapa original serviría para que en 1595
Jodocus Hondius publicara en Amsterdam en Vera Totius Expeditionis Nauticae. Mapa que
puede tener la clave de la historia inventada por Wynter, puesto que ambos se separaron antes
de que Drake fuera arrastrado por la tormenta y llegara hasta los 57º sur.
80 NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 400.
81 NUTALL, Z., New Light on Drake, ibídem, pp 400-410. En estas páginas la autora nos
presenta varias cartas enviadas por el Presidente del Consejo de Indias informando a Felipe II
de los ataques de Drake a las costas del pacífico hispano. También tenemos varias cartas y
Cedulas Reales que nos dan constancia de la presencia de Drake en las costas del pacífico.
82 AGI/1.16403.15.426/INDIFERENTE,427,L.29,F.136V-138R.Carta al rey de Portugal
para que persiga al corsario Francis Drake a su paso por las Molucas.
83 AGI/1.16403.10.5.14.1/PANAMA,13,R18.N.97.
84 AGI/1.16403.15.426/INDIFERENTE,427,L.30,F.304V-305V.

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monopoly right in “such dominions as are situated beyond the equinoctial
line…..in the late notable discovery made by Francis Drake”. 85 La reina
obtendría un quinto de los beneficios de cualquier mina de oro y plata que
pudieran ser descubiertos, siempre que no estuvieran en posesión legal de
ningún otro de los príncipes cristianos, y se la solicitó a la reina la posibilidad de
establecer una Casa de Contratación bajo el modelo español para poder regular
el nuevo comercio que se estableciera.86.

La primera intención de Drake en su viaje era evidentemente perseguir y


desarrollar el trabajo para el cual había sido originalmente enviado: comercio y
colonización en las tierras de Suramérica contiguas a las de España y Portugal.
No tenía dudas en realizar otra expedición a Suramérica la cual debía cubrir los
gastos de sus promotores tan generosamente como lo había sido el primero y
con similares ideas. La reina Isabel oficialmente instituyo, a partir de 1580, el
sistema conocido como "corso o corsario". Eran antiguos piratas que se habían
puesto bajo las órdenes de la Corona, encargados de interrumpir el envío de
otras compañías comerciales y la captura de enemigos en tiempo de guerra
declarada, a través de las patentes de corso redactadas por la Reina y emitidas
por el Tribunal Superior del Ministerio de Marina. El corsario ofrecía a la
corona una medida de control contra los enemigos de Inglaterra, así como, una
parte de los beneficios.87

El principal problema con el que nos encontramos a la hora de conocer


los verdaderos sucesos de este viaje es el de las fuentes de información, son

85 NUTALL, Z., New Light on Drake, op.cit, pp. 430.


86 NUTALL, Z., New Light on Drake, ibídem, pp. 430.
87 El sistema de corso se basaba en fundamentos jurídicos y morales muy inestables, pero
de evidente necesidad en ese momento. En gran medida el sistema del corso era llevado a cabo
por piratas. Solo después de 1585 hizo que las patentes hacen provisiones para premios que se
condeno (declarada de contrabando procedente de un estado enemigo) y confiscados por un
Tribunal del Almirantazgo con una división posterior de las mercancías hecha entre la Corona,
el corsario que se apodero de ellos, y otros funcionarios. ROWSE, A. L: The Elizabethan
expansion, op. cit, London, Papermarc, 1981. En gran medida el sistema del corso era llevado a
cabo por piratas.

45
muchas las que conocemos sobre el viaje, pero apenas contamos con fuentes de
primera mano que nos puedan aclarar más sobre el tema. Los relatos de que
disponemos han sido filtrados sin excepción alguna por funcionarios, copistas,
editores y traductores. Llama la atención que la gran mayoría de las fuentes
originales han sido y son editadas por The Hakluyt Society, sociedad inglesa que
destaca los aspectos de Drake que más les interesan a la hora de mostrárnoslo
como un héroe en los enfrentamientos hispano-ingleses y en la construcción del
Imperio Británico. Todos los materiales que en la actualidad se conocen no
pueden compensar la irremediable perdida del Diario de Drake y su viaje.
Hemos de poner en duda parte de los relatos que aparecen en dos de estas
fuentes, Famous Voyage88 de Richard Hakluyt y The World Encompassed89 de
Francis Drake, ambas obras aparecidas con claros fines propagandísticos, no ya
del propio Drake, sino más bien de la monarquía inglesa. Otra obra, es la de
Zelia Nutall90, también perteneciente The Hakluyt Society, en ella, entre otros
recoge documentos inéditos hasta ese momento, como las cartas remitidas a
Felipe II desde los reinos americanos.

En la actualidad conocemos más documentos acerca del periplo de Drake


gracias al Archivo General de Indias, donde encontramos cartas y Reales
Cédulas mediante las que podemos intuir su ruta. Puesto que Drake no dejó
ningún tipo de memorias, resulta imposible saber cuáles eran sus pensamientos

88 La narración de Hakluyt es un encarte de doce páginas que debía insertarse en


Principal Navigations, no ofrece dato alguno sobre su autoría ni fecha de publicación. No se sabe
a que se debe esta oscuridad informativa, las razones pudieron obedecer al deseo del gobierno
de la época de mantener la aventura en secreto, incluso tras el retorno de Drake. El secreto se
mantuvo durante el resto de la década, muestra de ello es que cuando Hakluyt empezó a
publicar su obra sobre los navegantes ingleses, su deseo era incluir a Drake, y se evitó que se
publicara nada sobre su viaje. Una de las razones era sin duda la polémica todavía existente en
Inglaterra y en otros países sobre el consentimiento por parte de la Reina Isabel de los actos de
Drake. Hakluyt logró publicar su relato, en 1599, con el fin de apoyar la reivindicación de que los
ingleses habían descubierto la costa noroeste de América.
89 Esta publicación vio la luz en 1628 cuando el sobrino de Drake, también llamado
Francis publicó The World Encompassed, un pequeño volumen recopilado a partir de las notas
de Francis Fletcher, predicador, que viajó junto a Drake. Durante más de un siglo fue la
principal fuente inglesa de datos de la travesía, pero a mediados del siglo XVIII aparecieron
numerosos manuscritos, entre los que se encontraba el del mismo Fletcher.
90 Es interesante este libro puesto que recoge documentos que no conocían los cronistas
de la época, y nos permiten una visión más globalizada de los acontecimientos.

46
más íntimos, lo que supone una gran traba para los historiadores. Los únicos
datos fiables de que disponemos sobre su personalidad son los exiguos rasgos y
atributos extraídos al estudiar su forma de relacionarse con los demás.

Drake fue un gran marino, y sabía cómo gobernar barcos y flotillas de


poca entidad, sin embargo carecía de la capacidad organizativa que se precisa
para controlar una amplia flota. Sus conocimientos del mar eran amplios, de
forma tal que se mostraba renuente a navegar a sitio alguno sin buenas cartas de
navegación o sin la ayuda de experimentados pilotos que conocieran las aguas
del lugar. La disciplina a bordo de sus naves era dura, pues no toleraba la mala
conducta, muestra de ello es el suceso con el capitán Thomas Daughty durante
el viaje, que llevó a su juicio y posterior ejecución.91 Como almirante y
comandante de una gran flota Drake no fue tan destacado. Sus viejos hábitos de
pirata marcaron sus decisiones, estaba más interesado en obtener botines que
en destruir a la armada enemiga. Drake intentó varias veces demostrar a su
soberana y a sus consejeros que poseía las habilidades de un gran jefe militar,
pero jamás conseguiría su propósito. Aun cuando las autoridades inglesas se
negaron a ponerle en solitario al frente de una flota naval, los españoles seguían
considerándolo la encarnación del poderío militar inglés, reputación que en
cierto modo habían creado los colonos españoles del Nuevo Mundo. Cuando el
rey envió la Gran armada para que invadiera Inglaterra, Isabel I se negó a
otorgarle autonomía de mando, y eso pese a que los españoles seguían
considerando a la flota inglesa como la flota de Drake. Fue el Lord Admiral
Howard, y no Drake, quien dirigió estuvo al mando de las operaciones contra la
Armada española. Drake tuvo episodios en sus últimos años de insubordinación
y desgracia, sobre todo en los sucesos de Cádiz en 1589 y su vida terminó en un
claro momento de caída.

Para España, Drake era la personificación de la supremacía marítima


inglesa. En resumidas cuentas, la fama del pirata la crearon, más que sus

91 DRAKE, F, The World Encompassed, op.cit, pp. 29-32.

47
amigos, sus enemigos. Avergonzados por la ineficaz respuesta que dieron a los
asaltos del corsario, los habitantes de las posesiones españolas ultramarinas,
informaron a la corona de que Drake era un hombre de gran agilidad mental y
de una insuperable capacidad militar. Las protestas de los habitantes de Santo
Domingo fueron las más sonadas. Tras la incursión de febrero de 1586, el deán y
el cabildo catedralicio hizo saber a Felipe II que su asalto era equiparable a una
guerra religiosa, y que los ciudadanos estaban indefensos y se mostraban
incapaces de oponerle resistencia.92 Informes de este tipo obligaron al rey a
desviar fondos de sus proyectos europeos y gastarlos en la defensa de las Indias.

De hecho cuando en 1596 falleció, su reputación en Inglaterra estaba eclipsada,


aunque en España la alegría por la muerte de enemigo tan temible fue inmensa.
En 1598 el dramaturgo español Lope de Vega celebró el acontecimiento en un
poema épico titulado La Dragontea.

Ya se habían publicado varias obras en España sobre Drake (Conquista de las


islas Molucas de Bartolomé Leonardo de Argensola e Historia general del
mundo de Antonio Herrera), donde ambos se explayaban contando las
aventuras de Drake. Sin embargo, en Inglaterra, solo se había publicado una
obra de William Canden y otra de Edmund Howes, ambas historias generales
antes de la obra del sobrino de sir Francis Drake, en un intento por restaurar la
reputación de su tío, del mismo nombre, y el de Philip Nichols Sir Francis
Drake Revived, ambos abordan los primeros asaltos en los dominios españoles,
así como su periplo alrededor del mundo. En ellos, se nos presenta a Drake
como un patriota, cuyas incursiones en la piratería se compensan con su
ferviente y entusiasta defensa del protestantismo inglés.93

En una época en la que el Imperio Británico se extendía a todos los


rincones del mundo y su Marina controlaba todas las rutas marítimas, parecía

92 Deán y cabildo catedralicio de Santo Domingo al rey, 16 de febrero de 1586, AGI Santo
Domingo 94, num. 48, fol. 1.
93 KELSEY, H., Sir Francis Drake. El pirata de la Reina, op. cit, pp. 470-576.

48
útil contar que todo había empezado con Francis Drake. La Inglaterra victoriana
maquilló la leyenda de Drake, encumbrándolo en un panteón de héroes ingleses
recién ampliado. Hubo docenas de autores que escribieron novelas, obras de
teatro y poemas. El mito de Drake se fraguó en el momento en el que sus
víctimas elevaron sus quejas al monarca español, en las que se refleja que no se
podía esperar que los que vivían en el Nuevo Mundo se defendieran por sí
mismos. Para conseguir su propósito, los habitantes del Nuevo Mundo no
dudaron en rodear a Drake de los epítetos más recurrentes.94 A medida que le
llegaban docenas y docenas de expedientes al Tribual de la Inquisición, el
nombre de Francis Drake acabó equiparándose al de “enemigo inglés”. La
respuesta fue diferente en Inglaterra, en donde los cronistas en un principio le
consideraron un marinero aventurero como tantos otros, y no necesariamente
un héroe nacional. Algunos años después de su muerte, en respuesta a los
comentarios que se oían dentro y fuera del país, su sobrino, Francis Drake, se
embarcó en la tarea de intentar restaurar su reputación mediante la publicación
de una versión amable de los logros de su tío.95

Esta obra se erigió en el punto de referencia de un nuevo género de libro


patriótico en el que Drake ya no era un pirata, sino un héroe. Sin duda, este tipo
de biografía sirvió para una causa nacional. Francis Drake era un hábil marino y
un pirata. De origen humilde, se hizo rico por sus propios medios, y en el
transcurso del tiempo trabó amistad con la reina, quien intentó hacer de él un
caballero. Éste es el Drake que emerge de los archivos históricos, una imagen
que no se corresponde con el sir Francis Drake del mito patriótico.96

94 Describieron al navegante inglés como un tipo de estatura aterradora, enemigo del rey y
de la Iglesia.
95 Esta obra es: DRAKE, F, The World Encompassed.
96 KELSEY, H., Sir Francis Drake. El pirata de la Reina, Ariel, Barcelona, 2.002, pp. 470-
476.

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Drake no fue bien visto por cierta parte de la nobleza, sobre todo por
aquellos a los que el bajo origen de su procedencia no les hacía gracia, había
alcanzado la “caballería” sin gloria, era un recién llegado. Sus primeras
actividades en el mar tampoco ayudaban a ello, había estado envuelto en asaltos
y asesinatos en el Caribe español. Aunque la trata de esclavos no estaba mal
vista en esos momentos, la línea que separaba la piratería el corsarismo no
estaba tan clara. Drake siempre reclamaba que sus incursiones en el Caribe eran
en represalia por los daños causados por los españoles en San Juan de Ulúa,
pero él nunca obtuvo “formal letters of reprisal, and he raided without without
authorization in peacetime”.97 Mientras que las actividades de Drake, no fueron
oficiales y a pequeña escala pudieron ser negadas. Pero una vez que fue animado
y reconocido públicamente, la Corona tuvo que aceptar la responsabilidad de
sus depredaciones. Su viaje, a pesar de todos los recelos, significó el éxtasis en
su carrera. Significó su graduación, transformándose desde un pequeño y
exitoso tratador de esclavos y pirata en un famoso explorador y corsario a las
órdenes de su Reina. Finalmente, sería un héroe de canciones y una leyenda
nacional. 98

Conclusión.

Estos hombres considerados por muchos como piratas o corsarios eran


mucho más complejos. Sus figuras dan cabida a multitud de facetas que se
solapan y que no permiten ser encasillados en una sola denominación, como
muchos han pretendido. Personajes que han sido utilizados interesadamente en
las narrativas nacionales como paladines frente a sus enemigos. Capitanes,
piratas, corsarios, descubridores…aventureros en busca de las mejores
oportunidades para vivir y enriquecerse, figuras que fueron utilizadas por unos
y otros en sus luchas de poder…. Hemos de seguir profundizando en figuras

97 Sir Francis Drake and famous voyage, op. cit, pp. 2-3.
98 Íbid.pp. 2-3.

50
como esta, y enfocar su estudio desde otra perspectiva que no nos haga perder
parte de una historia mucho más rica e internacional.

Fuentes y bibliografía.

ARCHIVO GENERAL DE INDIAS. http://pares.mcu.es/

AGI/1.16403.15.426/INDIFERENTE,427,L.29,F.136V-138R.

AGI/1.16403.10.5.14.1/PANAMA,13,R18.N.97.

AGI/1.16403.15.426/INDIFERENTE,427,L.30,F.304V-305V.

CORRALES ELIZONDO A, “Regulación legal del corso y la piratería marítimas”


en Piratería y corso en la Edad Moderna, XXIX jornadas de Historia marítima,
Cuadernos Monográficos del Instituto de Historia y Cultura Naval, 46,
Madrid, (2004).

DRAKE, Francis, The World Encompassed, printed by Nicholas Bourne,


London, 1628.

HAKLUYT, Richard, The Principal Navigations, London, 1599.

KELSEY, H., Sir Francis Drake. El pirata de la Reina, Ariel, Barcelona, 2002.

LUCENA SALMORAL, Manuel, Piratas, bucaneros, filibusteros y corsarios en


América, MAPFRE, Madrid, 1992.

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RODRIGUEZ SALGADO, M. J., “Preparándose para zarpar: pilotos, marineros y
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América”, Renaissance Quaterly 52 (1999).

Sir Francis Drake and famous voyage 1577-1580, edited Norman Thrower,
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52

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