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La fase luminosa es la primera etapa de la fotosíntesis, y

convierte la energía solar en energía química. La luz es

absorbida por complejos formados por clorofilas y proteínas

llamados fotosistemas, que se ubican en los cloroplastos. Se

denomina fase luminosa o clara, ya que al utilizar la energía

lumínica sólo puede llevarse a cabo en condiciones de alta

luminosidad, ya sea natural o artificial. En condiciones de


oscuridad, esta fase no tiene lugar.

El fotosistema I y el fotosistema II (PSI y PSII en adelante)

son los dos encargados de captar la luz y de emplear su energía

para impulsar el transporte de electrones a través de una

cadena de receptores. A modo divulgativo, se trata de hacer

saltar los electrones desde la molécula de agua hasta formar

ATP, pasando por varias formas químicas intermedias, como si


de una cadena de transporte se tratase.

El PSI y el PSII atrapan la luz, aumentando la energía de los

electrones a niveles más altos que su estado fundamental. Esta

energía se va transportando entre diferentes moléculas de

clorofila, hasta que en el centro del fotosistema II se produce

la separación del agua en los siguientes componentes: dos


protones (H+), un átomo de oxígeno (O) y dos electrones.

El oxígeno se unirá con el sobrante de otra molécula de agua


para crear oxígeno atmosférico (O2). Este hecho es el que
permite que los animales terrestres podamos respirar en la
superficie del planeta… Poca broma.

La energía luminosa que absorbe la clorofila responde

básicamente a dos longitudes de onda específicas: 680 y 700

nanómetros. Estas dos longitudes de onda excitan uno u otro

fotosistema y, según cuál de ellos desprenda electrones en cada

momento, el camino que sigue la fotosíntesis es ligeramente


distinto, aunque complementario. La energía lumínica en forma

de fotón se transmite a los electrones externos de la/s

molécula/s de clorofila, los cuales escapan de la misma y

producen una especie de corriente eléctrica en el interior del

cloroplasto al incorporarse a la cadena transportadora de


electrones (véase la siguiente ilustración).

Esta energía puede ser empleada en la síntesis de ATP mediante

la fotofosforilación y en la síntesis de NADPH. Ambos

compuestos son necesarios para la siguiente fase o ciclo de

Calvin, donde se sintetizarán los primeros azúcares, que


servirán para la producción de sacarosa y almidón.

CICLO DE CALVIN

En las plantas, el dióxido de carbono entra al interior de las hojas a


través de unos poros llamados estomas y se difunde hacia el estroma
del cloroplasto, el sitio en el cual se producen las reacciones del ciclo
de Calvin, donde se sintetiza el azúcar. Estas reacciones también se
llaman reacciones independientes de la luz, porque la luz no las
causa directamente.

En el ciclo de Calvin, los átomos de carbono se fijan (se incorporan a


moléculas orgánicas) y se utilizan para formar azúcares de tres
carbonos. Este proceso es estimulado por el ATP y NADPH que
provienen de las reacciones luminosas, y depende de ellos. A
diferencia de las reacciones dependientes de la luz, que ocurren en la
membrana tilacoidal, las reacciones del ciclo de Calvin ocurren en el
estroma (espacio interior de los cloroplastos).

Es necesario mencionar que las plantas C3 viven en ambientes templados, quizá


por ello sean el tipo de organismo que mejor conocemos, pero hay otras que
viven en ambientes secos y cálidos tienen mecanismos que les permiten fijar
inicialmente el CO
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por una de dos vías, y así logran minimizar la pérdida de agua. Estas vías
se conocen como la vía de cuatro carbonos, o C4 y la vía de las plantas CAM. En
las llamadas plantas C4, la enzima Fosfoenol piruvato carboxilasa une primero
el dióxido de carbono al Fosfoenolpiruvato para formar un compuesto de
cuatro carbonos, el Oxalacetato. Aunque las plantas C4 gastan más energía
para fijar Carbono, en ciertas condiciones su eficiencia fotosintética neta
puede ser superior a la de las plantas C3 descritas anteriormente debido a
ciertas características clave que diferencian a las enzimas Rubis CO (presente
tanto en las plantas C3 como en las C4) y Fosfoenolpiruvato carboxilasa
(presente en lasC4), ya que no realizan la fotorespiración, donde se pierden
carbonos en forma de CO2 por la respiración. En las plantas CAM (palabra que
alude al metabolismo ácido de las crasuláceas) a asimilación del CO2 tiene lugar
de noche, cuando a pesar de estar abiertos las estomas, la pérdida de agua
debida a la transpiración es mínima. En definitiva, los distintas formas dela
asimilación de CO2, es resultado como un mecanismo de adaptación evolutiva al
ambiente en que se encuentra la plantas, para hacer frente a las necesidades
presentadas por estas.

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