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Alumno: Juan Antonio Ortiz Cárcamo.

Ciclo 02-2018

Título: Realidades de la Gran Comisión.

Texto Bíblico: Hechos 1:8

Introducción.-

Proposición: Puesto que Jesús, al momento de ascender al cielo encargó a sus discípulos la tarea de seguir
anunciando el mensaje de salvación a toda la humanidad, y que a través del tiempo esta misión aun sigue
vigente; nos es necesario entender lo que verdaderamente representa y consiste la Gran Comisión.

Oración de Transición: La Gran Comisión es el trabajo que todo cristiano convertido debe realizar, pero
¿cómo?, pues teniendo bien claras las tres realidades que conforman la Gran Comisión.

I. Primer Realidad: Existe un mandamiento, “Id y haced discípulos…” (Mt. 28:18-20)


A. La base de este mandamiento es la autoridad que el Padre dio a Jesús.
1. Algunos discípulos dudaban de esta autoridad (Mt. 28:17).
2. Jesús disipó sus dudas enfatizando su autoridad en el cielo y la tierra.

B. El enfoque de este mandamiento es hacer discípulos.


1. El evangelismo por sí solo no cumple con la Gran Comisión.
2. El mandamiento es hacer discípulos, es decir, personas que se conviertan en obedientes
alumnos de Jesús.
3. Hay tres ingredientes para hacer discípulos: Ir, Bautizar, Enseñar.

II. Segunda Realidad: Existen dos consecuencias (Mr. 16:15-16)


A. Los que son salvos.
1. La relación entre creer y bautismo,
2. Las Escrituras no dice que todo el que sea bautizado será salvo.
3. Marcos une creer con el bautismo…
El Bautismo es una señal exterior de algo que ha sucedido en el interior.

B. Los que son condenados.


1. El bautismo no se menciona aquí.
2. Todo el que no cree será condenado.
3. Aún los que son bautizados, y no creen, serán condenados.

III. Tercera Realidad: Existe una clave, “ser llenos del poder el E.S” (Lc. 24:45-49)
A. El poder es la habilidad o la fuerza para hacer lo que manda la autoridad.
1. La insignia de un policía es símbolo de su autoridad.
2. Pero su pistola es símbolo de su poder.

B. Es fácil olvidar que necesitamos del poder de Dios.


1. Podemos confiarnos de nuestra educación, inteligencia, dinero… (2 Co. 4:7)
2. Debemos ser llenos del Espíritu cada día (Ef. 5:18)

Conclusión: No podemos cumplir con la Gran Comisión sin el poder de el Espíritu Santo en nuestra vida; y
tampoco ignorando las realidades que conforman el mandato de “id y haced discípulos”.

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