Está en la página 1de 3

DIVORCIO Y SEGUNDAS NUPCIAS EN LA IGLESIA

CATOLICA
El Rito de Iniciación Cristiana para Adultos es un proceso trazado por la Iglesia Católica para dar
la bienvenida a los nuevos miembros a su fe. De vez en cuando se presenta una dificultad si una
persona divorciada volvió a casarse y desea entrar en la Iglesia Católica. Esta persona debería
acercarse a un Tribunal de la iglesia y pedir un anulamiento antes de entrar en plena comunión
con nosotros. Este folleto ha sido preparado para ayudar a esas personas a entender la teología de
la Iglesia Católica tocante al matrimonio y su proceso que determina si una persona es libre para
entrar en segundas nupcias.

¿QUE ES EL MATRIMONIO?

Como Cristianos Católicos, por mucho tiempo nosotros hemos tenido un entendimiento
magnífico del matrimonio. El Matrimonio es un pacto entre un hombre y una mujer por el cual se
establece una vida en común para toda la vida. El Matrimonio es una vocación que fomenta el
bien de los esposos y en sí conduce a la procreación y educación de los hijos.

La Iglesia Católica entiende que el matrimonio tiene lugar cuando dos personas intercambian su
consentimiento mediante sus votos matrimoniales según las normas de su tradición religiosa. De
hecho, creemos que aún los matrimonios contraídos entre personas sin bautizar se realizan por el
intercambio de los votos según sus creencias y prácticas. Cada vez que dos personas bautizadas
se casan de esa manera, creemos que Dios los ha unido en el sacramento del matrimonio (cf.
Mateo 19:5). Puesto que Jesús nos enseñó la indisolubilidad del matrimonio —“Pues bien, lo que
Dios ha unido, no lo separe el hombre” (Mateo 19:6)— creemos que es imposible por cualquier
poder humano romper el vínculo hecho por Dios, ese pacto, entre el hombre y la mujer.

A fin de que el vínculo matrimonial entre hombre y mujer pueda ser establecido por Dios, es
necesario que la pareja cumpla con un número de intenciones cuando contraen su matrimonio.

Los dos tienen que saber lo que es el matrimonio y deben proponerse que el matrimonio va a
durar para toda la vida y a la vez tener la intención de criar una familia. Ellos deben proponerse
fidelidad y su mutuo bienestar. Asimismo ellos deben poseer la habilidad física y psicológica así
como madurez personal para cumplir con lo que resolvieron.

Una vez que los antedichos factores quedan realizados, una unión sacramental e indisoluble es
establecida por Dios. Reconocemos, respetamos, y presumimos este tipo de vínculo matrimonial
duradero entre dos personas de cualquier creencia religiosa (lo mismo vale entre dos personas sin
bautizar), aun cuando la ley civil, a causa del divorcio, no reconozca ya que el matrimonio exista.

ENTONCES, ¿QUE ES UN ANULAMIENTO EXACTAMENTE?

¿Es posible contraer segundas nupcias alguna vez? A veces tenemos que dudar de nuestra
presunción concerniente a la presencia del matrimonio sacramental. La Iglesia Católica admite
que a veces aún cuando las bodas se celebraron de una manera bellísima, las palabras más
adecuadas fueron dichas, y aún hijos nacieron de ese matrimonio, sin embargo, por una variedad
de razones, algo necesario para el establecimiento del vínculo matrimonial faltó. En este caso, es
obviamente posible que dos personas estén legalmente casadas, pero que de hecho ellas nunca
habían sido unidas por Dios en una unión sacramental.

Como punto de aclaración, un anulamiento no es un “Divorcio Católico.” La Iglesia no posee el


poder de divorciar a personas que han sido unidas por Dios. Un anulamiento afirma que el
duradero vínculo sacramental del matrimonio nunca estuvo presente desde el principio del
matrimonio. Una vez que un Tribunal de la iglesia decide eso, esas personas pueden entrar en
segundas nupcias.

Dicho esto, debemos aclarar que un anulamiento de ninguna manera afecta la legitimidad de un
matrimonio anterior. Asimismo, no se relaciona a las demás obligaciones naturales y civiles tal
como el sustento y la custodia de los hijos. Un anulamiento por la iglesia no implica que ese
matrimonio nunca existió, sino que él no tenía el carácter de sacramento. La Iglesia no tiene
intención de echar la culpa a una u otra persona por el rompimiento del matrimonio.

¿ACASO EL DIVORCIO AFECTA MI INGRESO EN LA IGLESIA


CATOLICA?

Por favor recuerden que un divorcio en sí no podría afectar, o impedir de cualquier manera su
ingreso en la Iglesia Católica. Sin embargo, si está divorciado y entró en segundas nupcias surge
una cuestión. Damos por sentado y respetamos todos matrimonios, aún uno que acabó en
divorcio. Cada matrimonio anterior debe ser examinado, puesto que se presume que fue un
compromiso duradero, para toda la vida. Hasta que no sea demostrado de otra manera, a Ud. no
se le permite entrar en otro matrimonio sin la apariencia u ocasión de pecado grave. Si Ud. está
divorciado y ya entró en segundas nupcias, los sacramentos de iniciación, que Ud. quiere recibir,
tienen que ser aplazados hasta que un Tribunal haya examinado su matrimonio anterior (o sus
matrimonios anteriores) y haya emitido una decisión.

¿COMO PUEDO YO EMPEZAR EL PROCESO DE ANULAMIENTO?

Primeramente Ud. tendría que consultar con la persona que coordina su proceso de RCIA. Esa
persona tal vez sería un laico(a), un sacerdote, o un diácono quien le ayudaría a determinar si un
anulamiento del previo matrimonio es necesario o no. Cada situación matrimonial previa debe
ser considerada y evaluada cuidadosamente e individualmente.

Si acaso un anulamiento es necesario se le pedirá a Ud. someter una historia de su matrimonio


anterior. Entonces tendrá que ponerse en contacto con el Tribunal de la Diócesis de Harrisburg, la
Corte Eclesiástica que luego revisará su solicitud y emitirá la decisión en su caso. Se le
recomendará procurar la ayuda de un Asesor del Tribunal quien podrá contestar cualquier
pregunta y ayudarlo(a) a completar la documentación inicial. En un punto determinado del
proceso, un miembro del personal del Tribunal tal vez pedirá entrevistarle personalmente.

Una vez que toda la información necesaria ha sido recogida, Ud. debe esperar la decisión del
Tribunal. Esta espera puede causar frustración puesto que podrían pasar muchos meses. Debido
al número de los casos matrimoniales pendientes en el Tribunal, y también debido al proceso
detallado y cuidadoso con que se trata cada caso, nunca es posible apresurar la solicitud de una
persona para una declaración de nulidad, o prometer una data definitiva de su conclusión, o hasta
prometer una decisión favorable.
El costo del proceso está repartido entre la Diócesis de Harrisburg y Ud. (el solicitante). Se le
pedirá a Ud. pagar un máximo de $500, según y conforme al tipo de proceso empleado por el
Tribunal en su caso. Lo que paga Ud. es más o menos la mitad de los gastos, que incluyen los
costos de secretario, profesionales y operacionales. Hay un número de planes de pago
disponibles y a nadie se le niega un anulamiento por el sólo hecho que no puede pagar.

UNOS COMENTARIOS FINALES

Mientras el proceso puede dragar varias memorias penosas del pasado, hemos descubierto que la
gran mayoría de personas recibe nueva fuerza, comprensión, y sanación hablando de su
matrimonio anterior con una persona que representa la Iglesia. Un solicitante reciente compartió
con nosotros, “Ha sido una grande sanación para mí.” Otro dijo, “¡Me entiendo ahora a mí
mismo y a mi matrimonio!” Todas las personas envueltas en ayudarle a Ud. mediante este
proceso, consideran nuestro trabajo como un ministerio.

Comprendemos y apreciamos los esfuerzos que una persona debe hacer al solicitar un
anulamiento. El proceso puede verse como un obstáculo para su aceptación completa de la fe
Católica. Sin embargo, puede considerarse también como un medio de crecimiento personal y
espiritual hacia la felicidad que Ud. desea gozar con Dios. Háganos el favor de no permitir que
cuestiones o dudas no le dejen acercarse al Tribunal concerniente a un previo matrimonio.
Discuta sus inquietudes con su Párroco o con el Coordinador del RCIA. Que Dios le bendiga en
su deseo de unirse en comunión con nosotros en la fe Católica. Si Ud. está divorciado, que la
misericordia del Señor toque el recuerdo de esa temporada penosa en su vida mediante la Iglesia.
Su decisión de solicitar un anulamiento, será tal vez fuente de sanación para usted.

También podría gustarte