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El delirio erotomaníaco o Síndrome de Clérambault

Hoy vamos a hablar de un delirio poco usual y curioso que se


llama delirio erotomaníaco o síndrome de Clérambault, que tiene
que ver con una emoción muy intensa; el amor pasional o
encaprichamiento.

Definamos primero unos cuantos conceptos sobre esta emoción:

Existen varios tipos de amor que están, según Sternber, en


relación a tres componentes básicos; la pasión, la intimidad y
el compromiso. Estos tipos se definen de una manera muy gráfica
en el "modelo del amor" del propio autor:

El amor pasional es definido por Hatfield y Rapson (1993)


como un estado de intenso anhelo por la unión con otro.
Este anhelo puede o no, ser correspondido y precisamente,
de esta doble vertiente derivan dos situaciones muy
diferentes:

1. Cuando la persona amada corresponde a nuestro amor


provoca en nosotros un sentimiento de éxtasis (amor
recíproco).
2. Cuando nos rechaza, favorece sentimientos de agonía y
desesperanza (amor no correspondido).

Definidos estos conceptos básicos, vamos a centrarnos en


síndrome en cuestión:

Este cuadro consiste en un delirio de referencia o


persecutorio cuya temática delirante se centra en la
existencia de una persona (hombre o mujer) que
supuestamente persigue al paciente con ánimo erótico o
amatorio, es decir, los pacientes afirman que "tal
personaje" está perdidamente enamorado de ellos. Algunos
autores afirman que este delirio se basa en el deseo del
paciente de ser amado por la persona en cuestión, dado el
propio enamoramiento. Frecuentemente esta persona existe,
bien en el ámbito inmediato del paciente o en un ámbito
inasequible, tratándose en estos casos de figuras populares
como actores, políticos, músicos o escritores famosos.
La supuesta forma de
comunicación de la persona
"enamorada" es a través de
pequeños gestos o guiños, que
el paciente reconoce
presenciando, por ejemplo, una
comparecencia pública de la
persona, viendo una película o
escuchando una canción.
Personalizan los gestos o las
palabras del sujeto del
delirio infiriendo que son
dedicados a él, llegando a
afirmaciones como "esta
canción la canta para mi" o
"Bratt pit me ha saludado, eso es que le gusto". En ocasiones una
determinada postura al hablar desencadena el delirio o incluso la
disposición de los objetos de la casa podría tomarse como un
mensaje.

Normalmente, el paciente que padece este delirio, cree


firmemente que la persona que inició la relación es el sujeto
que la persigue, incluso se han dado casos de pacientes que han
denunciado acoso sexual ante este trastorno, ya sea por despecho
por un amor pasional no correspondido, producido por el
desengaño ante una noticia sobre la persona objeto del delirio (
por ejemplo, el actor que nos enviaba las señales se va a casar
con otra) o bien, por una sensación real (la relación es falsa,
pero el sentimiento no) de acoso que sufre a través de los
mensajes.

Principalmente el delirio erotomaniaco se observa en pacientes,


mayoritariamente mujeres, que padecen un trastorno delirante o
esquizofrenia.

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