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Alfredo Espino

Árbol de fuego Cañal en flor


Eran mares los cañales
Son tan vivos los rubores El nido
que yo contemplaba un día
de tus flores, raro amigo,
Es porque un pajarito de la (mi barca de fantasía
que yo a tus flores les digo:
montaña ha hecho, bogaba sobre esos mares).
"Corazones hechos flores".
en el hueco de un árbol, su nido
matinal, El cañal no se enguirnalda
Y a pensar a veces llego:
que el árbol amanece con música como los mares, de espumas;
Si este árbol labios se hiciera...
en el pecho, sus flores más bien son plumas
¡ah, cuánto beso naciera
como que si tuviera corazón sobre espadas de esmeralda...
de tantos labios de fuego...!
musical.
Los vientos-niños perversos-
Amigo: qué lindos trajes
Si el dulce pajarito por entre el bajan desde las montañas,
te ha regalado el Señor;
hueco asoma, y se oyen entre las cañas
te prefirió con su amor
para beber rocío, para beber como deshojando versos...
vistiendo de celajes...
aroma,
el árbol de la sierra me da la Mientras el hombre es infiel,
Qué bueno el cielo contigo,
sensación tan buenos son los cañales,
árbol de la tierra mía...
de que se le ha salido, cantando, el porque teniendo puñales,
Con el alma te bendigo,
corazón. se dejan robar la miel...
porque me das tu poesía...
Y que triste la molienda
Bajo un jardín de celajes,
aunque vuela por la hacienda
al verte estuve creyendo
de la alegría el tropel,
que ya el sol se estaba hundiendo
porque destrozan entrañas
adentro de tus ramajes.
los trapiches y las cañas...
¡Vierten lagrimas de miel!

Salvador Salazar Arrué - (Salarrué)


El matadero rizadas como barbas de mono, y delantal overo,
barba que se desplaza como en rojo barrioso
Hay un solar,
gusanos y amarillo-verde
una galera de teja.
de gusanera. de huevo-huero y bilis.
Es casa sin paredes.
Es panzón y sonríe
Los muebles: varas de tarro
En el solar hay tres palos mochos con boca de chancleta.
atadas de pilar a pilar.
donde se están, llorando Tiene manos peludas
Las cortinas, de carne olisca,
apersogadas y atamaldas.
las alfombras de cuero estacado.
las víctimas. ¡Qué pobre hombre feo
Casa acalambrada, hedionda...;
La res presiente la muerte, y espantoso!,
casa mala, de matar la res;
avisada por el zumo si Dios lo perdona...,
rastro, rastro de sangre...
de su propia sanguaza. ¡que lo perdone!...
Hay charcos rojos en el suelo.
Amanece
Hay postes con ergástulas:
El matador con un quinqué y un cuchillo
altares del Diablo
es un hombre gordo, largo, largo...
donde adoran rezando las moscas
bofo, Anda entre berridos
negras,
de voz delgada (voz amujerada) arrastrando su sombra
larga larga... Un día se vendrá el temblor, y se mueven sus manos angelinas,
Le ayudan dos mozos o el huracán, o el incendio que interpretan llanuras y colinas,
descamisados, y la casa maldita con prisa de palomas desaladas.
prietos como él. perecerá entre el polvo y el humo
Le siguen los pasos y la res no llorará ya
tres perros nunca más, nunca más, nunca El ojo de agua
gordos, gordos, pesados y más...
sanguinolentes Entre cañas,
como él. entre yerbas,
abrazando furtivo la paloma del
La brisa
Esta casa es una llaga cielo...
en el cerro. Sopla la caña de la brisa leve
La mantienen los dianches, y hay la melodía que se irisa; Escondido,
la custodian los zopes se danza con la dicha de la brisa tembloroso,
en largos retenes, y hay dicha en la hoja que se ambicioso,
por turnos, mueve. lúbrico...
entre graznidos y pleitos
y aletazos de escoba rota, Al soplo de esta música en Agua pechuga;
sobre los pedregales “crechendo” agua pluma;
y los basureros. la espiga ensaya un ritmo agua...
trascendente
Un día el matador aprendido en la fuga de la fuente ¡Ladrón de luz, niño malo,
se ahogará con su propia saliva, y se sabe fugar, permaneciendo... devuelve al aire
alzando los brazos y dando trapiés, la mensajera luminosa,
rojo de asfixia. Sobre el juncal que cimbra con la mensajera de amor,
Caerá donde destazan delicia, la cristófora-colomba
y está mojado-caliente, ondulando la luz, en su caricia que escondes contra el pecho!
sanguinolente, despierta melodías olvidadas
pestilente.

Roque Dalton
A LA CARTA
Los postres se los pediré después.
Sírvame la ópera Madame Butterfly
término medio
Ah
con salsa de maní picante
y palillos de dientes.
y un poco de gobierno español
con trocitos de invierno.

COMO TÚ
Después me trae a un soldado de la Primera Brigada de
Artillería Yo, como tú,
en completo estado de ebriedad amo el amor, la vida, el dulce encanto
un par de mirtos de las cosas, el paisaje
la erupción del Krakatoa celeste de los días de enero.
y el servicio postal a la luz de la filosofía.
También mi sangre bulle
De beber y río por los ojos
algo que no desmaye en su difícil pero honrosa tarea. que han conocido el brote de las lágrimas.
mi dolor, ah, querida,
Creo que el mundo es bello, mi dolor, es capaz de inventaros un pájaro,
que la poesía es como el pan, de todos. un cubo de madera
de esos donde los niños
Y que mis venas no terminan en mí le adivinan un alma musical al alfabeto,
sino en la sangre unánime un rincón entrañable
de los que luchan por la vida, y tibio como la geografía del vino
el amor, o como la piel que me dejó las manos
las cosas, sin pronunciar el himno de tu ancha desnudez de mar
el paisaje y el pan,
la poesía de todos. Mi dolor tiene cara de rosa,
de primavera personal que ha venido cantando.
Tras ella esconde su violento cuchillo,
MI DOLOR su desatado tigre que me rompió las venas desde antes
de nacer
Conozco perfectamente mi dolor: y que trazó los días
viene conmigo disfrazado en la sangre de lluvia y de ceniza que mantengo.
y se ha construido una risa especial
para que no pregunten por su sombra. Amo profundamente mi dolor,
como a un hijo malo.
Mi dolor, ah, queridos,

Claudia Lars
Cara y cruz Miré a la dulce niña del pasado
con piel ansiosa y con el ojo puro,
Alta visión de un sueño sin espina,
dibujando su forma contra el muro
honda visión en realidad clavada;
donde el amor la había equivocado.
ansia de vuelo en recta que se empina,
miedo del paso en curva accidentada.
Era yo misma...cuerpo ya olvidado,
gesto de ayer y corazón seguro;
Rosa de sombra, rosa matutina,
simple inocencia en el afán oscuro
una caída y otra levantada;
y ssecreto del canto inaugurado.
ángeles invisibles en la esquina
donde el presente cambia de jornada.
Estaba allí, casual y sensitiva,
dueña del dardo y la manzana viva
Marca el momento signo de la altura:
en trémula quietud y extraño aliento.
brote de carne limpia y sangre pura
en renovado campo de infinito...
Toqué su falda de vergel y danza,
entré en el corazón de la esperanza,
Y en promesa inefable y verdadera
y recogí el engaño del momento.
-Gabriel de anunciaciones y de espera-
un mundo sin cadenas y sin grito.

Rosa

Espejo Color redondo, carne dulce y fina,


abierto corazón de primavera;
llama fugaz en tierra pajarera,
columna de evidencia matutina. Externa y pura, mas del lodo alzada.
En el cristal cautiva y condenada
Goce de abril, inútil bailarina sin alarde se dobla o se refleja.
de la sangre y la luz en la frontera,
comunicada con la vida entera Basura de agonía cuando acabe...
por el silencio amargo de la espina. ¡Y mi lengua extraviada que no sabe
el idioma del duende y de la abeja!

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