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DANIEL ORLANDO OROZCO ORTIZ

III DE TEOLOGÍA – HISTORIA DE LA IGLESIA MEDIEVAL – JHON NOVA – 2018


INFORME N° 1
DIVISIÓN Y ESTRUCTURA FUNDAMENTAL DE LA EDAD MEDIA OCCIDENTAL

1) Periodización y denominación
Lo primero que se puede decir es que la denominación “Edad Media” (500-1500), es infeliz
y carece de contenido; esto porque los humanistas del siglo XV, pensaban que todo lo que
se había dicho y escrito después de la antigüedad era una degeneración del latín; para ellos
todo el periodo histórico intermedio entre la época clásica y el renacimiento, fue definido
como “bárbara Edad Media”. Según los reformadores del siglo XVI, solo la Iglesia
primitiva había encarnado la única forma válida de cristianismo y que con ellos había
comenzado un nuevo florecimiento de la religión cristiana. Contrario a todo esto, el
romanticismo del siglo XIX redescubrió las grandes creaciones de la época medieval (arte-
literatura), y con ello se pudo emprender un intenso estudio de este periodo.
Para hallar el suceso que dio inicio a este periodo histórico, no se puede afirmar que sea, ni
la caída del imperio romano de occidente (476) y la migración de pueblos, ni tampoco la
invasión de los árabes en el área del Mediterráneo. Entonces, el único y verdadero vínculo
entre la antigüedad y la Edad Media fue la Iglesia católica, y en este aspecto se resalta
como hecho relevante el bautismo de Clodoveo (496), pues únicamente después de la
conversión de los francos al cristianismo se pudieron arraigar culturalmente y fundirse
religiosamente con la población romana nativa. Para determinar el final de la Edad Media,
también hay dificultades; no es ni el renacimiento ni la caída de Constantinopla en 1453, sino
la división de la fe, acontecida en el siglo XVI, como una delimitación esencial, ya que
rompió definitivamente la unidad de la Iglesia.
2) Antigüedad, cristianismo y germanismo
Esta triada es la base de la evolución histórica del medioevo. Aquí hay que anotar que el
escenario de la historia de la Iglesia se desplaza del área mediterránea hacia el norte; y es
aquí donde se comprende el alcance y el significado de este cambio de escena teniendo en
cuenta el inmenso contraste que existía entre la cultura sumamente desarrollada de las
ciudades del área grecorromana y el ambiente campesino de las estirpes germánicas. Se
distinguen así cuatro épocas dentro de la edad media: en la primera época (500-700), la
actividad misionera solo hizo posible un encuentro muy superficial entre las dos
civilizaciones.
Durante la segunda época (700-1050) se produjo una compenetración más profunda, cuando
ya lo monjes anglosajones habían preparado el terreno con una segunda oleada misionera;
Bonifacio y Carlomagno crearon condiciones para el nacimiento del occidente cristiano, con
una colaboración activa para la conclusión de una alianza entre la Iglesia católica romana y
el reino de los francos. Algunas de las estructuras fundamentales de la vida germánica se
mantuvieron y actuaron como factores de una germanización de las formas institucionales
cristianas: la Iglesia va adquiriendo una estructura agraria; la rigurosa división en clases
sociales; la inclinación de los germanos a la lucha y a la guerra, lo que favoreció el desarrollo
de las cruzadas con la imagen del caballero cristiano, símbolo vivo del combatiente
consagrado a Dios; la realeza germánica continúa subsistiendo con los reyes cristianos; se
creó la figura de un rey-sacerdote cristiano, de muy alta dignidad; los emperadores
consideraron posteriormente su función como una realidad de naturaleza religioso-
eclesiástica; la lucha contra la investidura de los laicos y la simonía se convirtió pronto en el
grito de guerra de los reformadores del siglo XI.
La tercera época (1050-1300), tiene lugar la reacción de la Iglesia; se da una lucha imperio-
papado; con Inocencio III, el papado se convirtió en una institución que dominaba el mundo
entero; la caballería europea partió en las cruzadas para conquistar tierra santa, nacieron las
universidades, surgen las herejías. En la última época (1300-1500), se produce la
disgregación de la comunidad de los pueblos de occidente; varios factores ayudaron a
acelerar el proceso: los nacientes estados nacionales y su liberación de la autoridad imperio-
papa; el laicado va abriéndose paso y liberándose del gobierno del clero; surge el
conciliarismo, que tiende a reemplazar la estructura jerárquica de la Iglesia por una estructura
democrática; el nominalismo sacude con su escepticismo la cosmovisión medieval; la
reforma pone fin a esta evolución histórica.
3) Las características esenciales de la Edad Media
La comunidad de pueblos occidentales hunde sus raíces en el reconocimiento general de del
vínculo religioso-metafísico que unía al ser humano con Dios. Existe una única verdad, una
incuestionable norma ética y una definitiva autoridad moral, que es la Iglesia. La Inquisición
y la Persecución de los herejes tenía por función proteger la unidad cristiana; la vida interior
de esta comunidad, está determinada por la simbiosis existente entre Iglesia y Estado, la cual
se representa simbólicamente en la forma de una elipsis, cuyos focos estaban constituidos
por el papado y el imperio.

Surgen varias tensiones, en cuanto esta relación se vio turbada. En este aspecto, la división
de la vida pública en estados, era considerada como un orden querido por Dios sobre la tierra;
además el feudalismo y la estructura feudal de la sociedad, encontraron correspondencia en
el ordenamiento beneficial de la Iglesia e influyeron en la feudalización de la Iglesia
medieval; se permitió incluso a la nobleza ocupar establemente las sedes episcopales y
disfrutar de las más ricas prebendas eclesiásticas. En general, la Iglesia poseyó hasta el siglo
XIII un monopolio cultural no cuestionado (actividad intelectual en mano de los clérigos, los
religiosos dirigen cortes, las universidades nacen como fundaciones eclesiásticas).

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